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FILOSOFÍA
Supuesto práctico
j e rc icio
s t r a de e ación
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28-22315-13
FILOSOFÍA 3
práctica
SOLUCIÓN
ESTRATEGIAS PARA LA SOLUCIÓN
1.
Volvemos a encontrarnos con un autor que no es un primera fila de la historia de la filosofía, Adorno, y
en esta pregunta en concreto, con una comparación de otro autor que tampoco posee el peso de un
Platón o un Kant. Es muy bueno que nos sintamos cómodos con todo tipo de pregunta y con todo tipo
de textos. Aunque no conociésemos a ninguno de los autores bien, no podemos dejar la pregunta en
blanco, sería un suicidio.
En primer lugar, conociendo el concepto de heteronomía en su significación coloquial, podemos aven-
turar que Adorno boga contra ella, a favor de la libertad. Eso puede darnos bastante juego para exponer
nuestra visión de lo que se dice en el texto (y ello a pesar de que no es de fácil lectura, precisamente).
Ahora bien, si no conocemos qué piensa Levinas acerca de la heteronimia, la cosa se pone un poco más
cuesta arriba. Podríamos apostar a que la defiende (y acertaríamos), pero ciertamente se trata de una
apuesta. Por ello hay que insistir una vez más en la necesidad de estudiar todo el temario y de adquirir el
máximo nivel de erudición filosófica.
Lo cierto es que Adorno opone la heteronomía, no ya a la autonomía, en la línea de Kant, de quien se
hablará después, que también, sino sobre todo, al concepto de emancipación. La heteronomía es la que
impide la liberación. Mientras que en Levinas, la autonomía conduce a la indiferencia, puesto que si no
me rijo por otro, en el fondo, haga lo que haga, da igual. Por eso interpreta la heteronomía como una
referencia ética inesquivable, la referencia al otro.
2.
A una pregunta muy específica le sigue otra muy ambigua. Hay que contar con ello y adquirir la habilidad
de resolver bien estas situaciones. El papel de la filosofía en el siglo XX. Algo que de lo que podríamos
hablar horas es algo que hemos de sintetizar del modo más original y breve posible. Si lo tenemos que
referir a lo dicho aquí por Adorno, parece que habremos de hacer alusión al intento, que tiene su origen
en Marx, de hacer de la filosofía una fuerza capaz de transformar la realidad o el mundo. Pero si bien es
cierto que lo mejor que ha dado el siglo XX no es una suerte de filosofía que pretenda transformar la
sociedad, también es cierto que el papel crítico, del que hablaremos más abajo, en la filosofía del pasado
siglo, es indudable.
Está presente en las filosofías dialógicas, en los existencialismos, en la fenomenología y sus muy diversas
ramificaciones. E incluso podríamos forzar diciendo que el pensamiento angloamericano, sobre todo el
de corte más pragmatista (Putnam, Davidson, por ejemplo), no han sido ajenos a ese modo de entender
la filosofía.
En definitiva se trata de acotar el terreno, sin renuncias a la amplitud, a la generalidad que la propia
pregunta plantea. De ese modo atenderemos a la necesidad de responder sin distraer la atención y, al
mismo tiempo, daremos a nuestra respuesta una entidad especulativa fuerte, mostrando nuestro cono-
cimiento de la filosofía contemporánea.
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3.
Ciertamente, el criticismo es una herencia kantiana que la Escuela de Francfort recibe. Con esta pregunta
hemos de intentar ser, ante todo, transparentes; huir de las reflexiones densas, espesas. Porque le pregun-
ta apunta de manera muy clara a las dos direcciones posibles: cómo se recibe el criticismo –cómo lo hace
Adorno– en los francfortianos y cuáles son las diferencias esenciales. Desde luego, la racionalidad de esta
escuela es una razón crítica que, a diferencia de lo que sucede en el caso de Kant, se centra casi exclusi-
vamente en los aspectos prácticos y, más en concreto, sociales. Vendría bien poner en claro que el caso
de Horkheimer y Adorno difiere del de Habermas o del de Marcuse. Llegaríamos incluso a dejar sentado
que la crítica a la que se refiere Adorno va aparejada al afán emancipatorio –lo que puede encontrar su
conclusión en la comunicación libre de dominio de Habermas. En definitiva, se trata de hacer ver la evo-
lución de esa instancia de la razón kantiana hasta aterrizar en un concepto que define el filosofar mismo.
Y un filosofar que asume en sí la historicidad. Esto no estaba tematizado en Kant.
De este modo accedemos a nuestra respuesta, desde un esquema previo, como a una suerte de desenla-
ce final de lo que en Kant germinó como una característica de la razón, para derivar –puede verse incluso
en los objetivos de los currículos de Bachillerato– en toda una declaración de intenciones, un estilo de
vida incluso; eso que denominamos «actitud crítica».
Adorno expone que la filosofía actual debe ser crítica, asilo de la libertad, lucha contra la creciente hete-
ronomía y contra el apologético plegarse a lo dado.
a) Su estructura: tres partes lo componen según las tres funciones de la filosofía actual.
La filosofía es actualmente necesaria como:
1. Crítica (de la realidad).
2. Resistencia (doble):
a) A la heteronomía.
b) A la acomodación a lo dado.
3. Asilo para la libertad.
b) Análisis sintáctico: con un estilo difícil, casi críptico, Adorno lo estructura en cuatro partes (las
tres misiones de la filosofía actual y una posible esperanza derivada de su consecución):
I. La filosofía como Crítica (juicio o discernimiento de la realidad).
II. La filosofía como asilo para la libertad; ha de procurar romper las tendencias políticas que
estrangulan la libertad por dentro y por fuera.
III. La filosofía como doble lucha contra la heteronomía (el pensamiento no es dueño de sí
mismo) y contra la acomodación a lo dado (la trama mitológica y el entorno socio-político).
IV. Consecuencia esperanzadora: si logra su intento de cumplir sus misiones, la filosofía ac-
tual no será un nuevo eslabón en la desconsolada cadena de las filosofías…
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