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FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES

DEPARTAMENTO DE HISTORIA
NACIONES Y REGIONES EN COLOMBIA I
PROFESOR: WILLIAM JIMÉNEZ
ESTUDIANTE: GERMÁN EDUARDO SUÁREZ RODRÍGUEZ
CÓDIGO: 102414010620

17 de septiembre de 2015

¿QUÉ ES NACIÓN EN OCCIDENTE? ¿CÓMO ES SU CONFORMACIÓN


TEMPRANA EN HISPANOAMÉRICA?

Tratar de definir el concepto de nación requiere comprender diferentes aspectos que


componen las múltiples definiciones de ésta. Muchos hombres de letras e intelectuales han
compaginado sus reflexiones acerca del concepto de nación y algunos concuerdan que nace
a finales del siglo XVIII con la caída del antiguo régimen (ancien régime) y es entonces
cuando se hacen los primeros planteamientos teóricos de nación con las revoluciones
americana y francesa.

Primeramente hay que hacer la distinción entre Patria y Nación. La definición de patria
según la RAE es la tierra o lugar (ciudad o país) donde se ha nacido, donde se siente ligado
el ser humano por vínculos afectivos o jurídicos, mientras que conceptualizar la nación es
más difícil, pues su esencia es intangible y requiere conocer el significado de una de las
palabras más difíciles de definir en diferentes lenguas (que incluyen el castellano, el inglés,
el francés y el alemán) y que de manera análoga a la nación muchos intelectuales la han
estudiado: la cultura. Este concepto cuya sustancia narrativa se estudia desde la tradición
francesa (civilisation) o desde la alemana (Kultur) como principales pilares se puede definir
en pocas palabras como: la herencia no material, códigos, patrones, conductas, tradiciones,
costumbres, etcétera, compartidas por un grupo y todos estos aspectos son transmitidos de
generación en generación, lo que indica que el concepto no es estático sino dinámico pues
es diferente según su momento de enunciación.

Entonces la nación es la cultura compartida además de la raza, lengua, religión y


geografía, pero esta escueta definición no considera varios aspectos problemáticos en cada
ítem de la lista. Problemas que se enunciarán y se buscará resolverlos bajo los postulados
de diferentes autores pertinentes, primero desde la perspectiva religiosa que influye
fuertemente en los demás aspectos y si es menester tocar temas económicos, sociales y
culturales.

Según Ernst Renán para conformar una nación se hace indispensable crear una identidad
común, también se necesita que las personas se identifiquen entre sí y que los delimite una
geografía. Adicional hay que comprender que la nación es un concepto imaginario donde
los individuos comparten victorias y derrotas comunes, “deseo de continuar viviendo
juntos… Es haber hecho grandes cosas en el pasado y querer hacerlas en el porvenir”
(Renán. E. 1889. p 5). No obstante hay que considerar que aunque se comparta el territorio
(A menos que sea uno en extremo pequeño como Andorra o Lichtenstein) siempre van a
confluir diferentes culturas, dependiendo de las regiones presentes. Y para lograr una
identificación entre sí de los individuos se puede utilizar la imagen de símbolos patrios,
como la bandera nacional, otros elementos que ayudan a crear unidad son el escudo, el
himno y la celebración de días feriados (que pueden ser fiestas religiosas o patrias) en
donde el mito fundacional se hace presente celebrando las grandes hazañas de los héroes
fundadores o libertadores de la patria.

LA RAZA CON RESPECTO A LA NACIÓN:

Desde la perspectiva de la Ecumene cristiana, por medio de la comparación y la analogía


se invierte intencionalmente al “otro” poblador de Etiopía y del Nuevo Mundo, con la cual
se suplantó su alteridad por la imagen iterativa del bárbaro, salvaje o caníbal que practicaba
religiones idolátricas y así legitimar su sujeción y esclavitud. Ahora bien, bajo estos
preceptos, Barona En Legitimidad Y Sujeción afirma que la racionalidad del hombre para
los europeos cristianos estaba jerarquizado en tres certezas: la certeza sensible que le da al
hombre la capacidad de percibir su existencia en el mundo, la certeza moral que le da la
capacidad e percibir el bien del mal en sus actos y la certeza sobrenatural con la cual a
ciertos hombres les daba la propiedad de gobernar sobre otros. Se puede vislumbrar un
proyecto civilizador para negros e indígenas del Nuevo Mundo donde el bautismo no fue
considerado un simple ritual religioso sino como “una forma de dominación imperialista
cultural al tratar de introyectar la certeza moral al otro”. (Barona. 1993. p 47).
Bajo esta mirada que llegó a Hispanoamérica desde finales del siglo XV y que se
mantiene firme hasta el siglo XIX (con algunos rezagos hasta la actualidad del siglo XXI),
se observa que la raza no es homogénea en la conformación de la nación en particular para
el caso de Hispanoamérica. Pues nada más hay que considerar que “el ciudadano, la nación,
las elecciones, el régimen representativo, la igualdad ente la ley, los derechos del hombre y
muchos otros elementos constitutivos de nuestros modelos políticos actuales son realidades
(o ideales) nuevas que tienen a lo más dos siglos de existencia” (Guerra. 1997. p 34)

Guerra también nos muestra el cambio del vecino del antiguo régimen al ciudadano y
de cómo de apoco se adquirió la ciudadanía para los esclavos, no obstante en cuanto a la
participación en las elecciones se veían muy restringidos los ciudadanos, principalmente las
mujeres que estaban excluidas del voto, análogamente los hombres sólo podían votar si
eran mayores de 21 años, si eran extranjeros sin carta de naturaleza y las castas estaban
excluidas. Incluso con la modernidad de pensamiento inherente a la ilustración en el siglo
XIX se sigue teniendo en cuenta la “Limpieza de sangre por los cuatro costados” pero se ha
dado un importante avance con respecto a la unidad nacional. El paso de la sociedad
colonial da paso a los criollos a retener el poder de las instituciones de gobierno
conservando muchas de las costumbres de sus predecesores.

Ahora bien, con respecto a los expuesto por Eric Hobsbawm en Naciones y
Nacionalismo acerca de los planteamientos iniciales de la conformación de las naciones
europeas sobre la legitimidad de un Estado-nación por lo extensa de su densidad
demográfica y los beneficios económicos que esto conlleva quiero contrastarlo con los
planteamientos de Joseph Schumpeter en Historia del análisis económico con respecto a la
teoría anti-poblacionista o Malthusiana. De acuerdo con los ideólogos una población
creciente y numerosa era síntoma de riqueza de una nación, pues el aumento de la
población aumentaría la renta real per cápita (en los siglos XVII y XVIII existían aun los
pensamientos acordes a la teoría fisiócrata donde la población es el motor de la economía
agraria). Para los que están en contra de la teoría poblacionista proponen que mientras la
población crece en progresión geométrica los recursos alimentos crecen con progresión
aritmética. Por lo tanto no es tan conveniente tener una población extensa y creciente si no
se tienen los recursos para mantenerla alimentada. Por lo tanto concluyo que la creencia de
un Estado-nación sobrepoblado no es viable desde el punto de vista económico, pues la
carencia de oportunidades y alimento generará luchas entre las diferentes clases sociales y
eso engendrará odio.

Umberto Eco en Construir al enemigo tras citar un informe de autor anónimo en


Estados Unidos en el año1968 afirma que:

La guerra permite que una comunidad se reconozca como “nación”; sin el contrapeso de la guerra, un
gobierno no podría establecer ni siquiera la esfera de su misma legitimidad; solo la guerra asegura el
equilibrio entre las clases y permite colocar y explotar a los elementos antisociales. La paz produce
inestabilidad y delincuencia juvenil; la guerra encauza de la mejor manera todas las fuerzas
turbulentas dándoles un “estatus”… Ecológicamente, la guerra nos dota de una válvula de escape
para las vidas en excedencia…el bombardeo limita el aumento de población mejor que el infanticidio
ritual, la castidad religiosa, la mutilación forzada o le uso extensivo de la pena de muerte… (Eco.
2013. P 35-36)

Consecuente con lo expuesto Por Eco se hace necesario tener un enemigo común que
logre exaltar el nacionalismo, verbigracia de esto es el fascismo italiano, el nacional
socialismo alemán (nazismo) y el momento de tensión fronteriza entre Colombia y
Venezuela (2015).

LA LENGUA CON RESPECTO A LA NACIÓN:

El lenguaje es parte de la cultura y de la cotidianidad de la vida y también es el medio


para comprender mejor las fuentes orales y escritas por medio del conocimiento de sus
convenciones lingüísticas. A su vez la lengua expresa los valores y la mentalidad de la
nación que la habla. Peter Burke en Hablar y Callar (1996. P. 19) nos da cuatro puntos
sobre la variedad del lenguaje empleado:

1. Diferentes grupos sociales usan diferentes variedades de la lengua.


2. Los mismos individuos emplean diferentes variedades de la lengua en diferentes
situaciones.
3. La lengua refleja la sociedad o la cultura en la que se la usa.
4. La lengua modela la sociedad en la que se la usa.
Estos puntos aunque parecen obvios en el momento de formularse pero son la base para
los estudios realizados por los historiadores sociales de la actualidad y dan buena cuenta
también de cómo el lenguaje y sus variaciones dan cuenta de la nación que lo utiliza. En
cuanto a la comunidad religiosa católica se identifica el latín como lengua común, aunque
es bien sabido que la comunidad que hablaba el idioma estaba reducida a la clerical y a la
académica, gracias a la imprenta de Gutenberg y al creciente protestantismo algunos laicos
afirmaban que el uso del latín era una treta para mantener secreta la fe y así sacar beneficio
económico gracias a las indulgencias, dando prelación al rico y “traicionando a los pobres”
como decía Doménego Scandella, el Menocchio de Carlo Guinzburg al denunciar el uso del
latín en los tribunales de la inquisición italiana en el libro El Queso y los Gusanos. El latín
pasó a ser sustituido por las lenguas vernáculas eventualmente.

Lo que indica que en un solo territorio no es necesario que se hable un solo lenguaje
para que se conforme una nación, de hecho pueden coexistir varias naciones cobijadas bajo
una más grande con un lenguaje común pero que cada “mini-nación” conserve su lenguaje
propio y sus costumbres. En la actualidad podemos encontrar incontables ejemplos, pero
algunos de ellos son España con el castellano, el éusquera y el catalán y Colombia con el
castellano y las múltiples lenguas como el naprik.

LA GEOGRAFÍA CON RESPECTO A LA NACIÓN:

La parte final de la definición de nación es con respecto a la delimitación geográfica


conocida como frontera, la frontera es una línea imaginaria y debe ser considerada como un
metáfora, según Rolando Mellafe en Historia Social de Chile y América define un sistema
imperante en Hispanoamérica donde hay tres tipos de frontera.

Frontera de reciente ocupación: También conocidas como ciudades campamento


(Militares), donde impera el modelo panóptico o sistema por cuadras donde las iglesias
cubren las esquinas alejando el mal y cada vecino vigila al de al lado.

Frontera bélica: Se expande el territorio de dominio de la ciudad campamento por medio


de la violencia, no impera un solo modelo económico y las parejas no se casan, solo se
amanceban.
Frontera económica: Hay formas y actividades económicas pero no opera un sistema
económico específico.

Si analizamos el caso de la colonización del territorio en Hispanoamérica podremos


observar que se dieron (y se dan actualmente) estas relaciones de frontera, así los ibéricos
se expandieron construyendo territorios hispanizados por todo el territorio. Así que no
podemos decir que una nación está definida simplemente por el hecho de estar delimitada
por una frontera, aunque se den casos pero simplemente de manera ideológica las
poblaciones a los dos lados de la frontera comparten similitudes de costumbres, formas de
alimentación e inclusive raza. Ejemplos hay incontables pero para ilustrar esto nombraré el
caso del Valle geográfico del Cauca y la frontera entre Colombia y Ecuador.

Una vez enumerados los problemas de definición del concepto, se puede concluir que un
grupo de personas con voluntad de vivir juntos en un territorio dado (donde muchas veces
no influyen las fronteras), que compartan experiencias, un pasado conjunto (no
necesariamente común), con culturas e ideologías afines, una asociación de idiomas con
uno predominante, que reconocen ciertos símbolos de unión nacional y principalmente que
buscan un futuro común se puede definir como nación, a pesar de todos los problemas
derivados de su definición.
BIBLIOGRAFÍA

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http://www.ahila.nl/publicaciones/cuadernos.html
Consultado en: mayo 14 de 2014.

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https://es.scribd.com/doc/134938098/Rolando-Mellafe-Historia-Social-de-Chile-y-America
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