Sunteți pe pagina 1din 1

La expulsión (Eduardo Galeano)

Cristóbal Colón no consiguió descubrir América, porque no tenía visa y ni siquiera tenía pasaporte. A Pedro Alvares
Cabral le prohibieron desembarcar en Brasil, porque podía contagiar la viruela, el sarampión, la gripe y otras pestes
desconocidas en el país. Hernán Cortés y Francisco Pizarro se quedaron con las ganas de conquistar México y
Perú, porque carecían de permiso de trabajo. Pedro de Alvarado rebotó en Guatemala y Pedro de Valdivia no pudo
entrar en Chile, porque no llevaban certificados policiales de buena conducta. Los peregrinos del Mayflower fueron
devueltos a la mar, porque en las costas de Massachusetts no había cuotas abiertas de inmigración.

La partida
Esta mujer se marcha al norte. Sabe que puede morir de ahogo en la travesía del río y de bala, sed o serpiente en
la travesía del desierto.
Dice adiós a sus hijos, queriendo decirles hasta luego. Y ya yéndose de Oaxaca, se arrodilla ante la Virgen de
Guadalupe, en un altarcito de paso, y le ruega el milagro:
–No te pido que me des. Te pido que me pongas donde hay.

La expulsión (Eduardo Galeano)

Cristóbal Colón no consiguió descubrir América, porque no tenía visa y ni siquiera tenía pasaporte. A Pedro Alvares
Cabral le prohibieron desembarcar en Brasil, porque podía contagiar la viruela, el sarampión, la gripe y otras pestes
desconocidas en el país. Hernán Cortés y Francisco Pizarro se quedaron con las ganas de conquistar México y
Perú, porque carecían de permiso de trabajo. Pedro de Alvarado rebotó en Guatemala y Pedro de Valdivia no pudo
entrar en Chile, porque no llevaban certificados policiales de buena conducta. Los peregrinos del Mayflower fueron
devueltos a la mar, porque en las costas de Massachusetts no había cuotas abiertas de inmigración.

La partida
Esta mujer se marcha al norte. Sabe que puede morir de ahogo en la travesía del río y de bala, sed o serpiente en
la travesía del desierto.
Dice adiós a sus hijos, queriendo decirles hasta luego. Y ya yéndose de Oaxaca, se arrodilla ante la Virgen de
Guadalupe, en un altarcito de paso, y le ruega el milagro:
–No te pido que me des. Te pido que me pongas donde hay.

La expulsión (Eduardo Galeano)

Cristóbal Colón no consiguió descubrir América, porque no tenía visa y ni siquiera tenía pasaporte. A Pedro Alvares
Cabral le prohibieron desembarcar en Brasil, porque podía contagiar la viruela, el sarampión, la gripe y otras pestes
desconocidas en el país. Hernán Cortés y Francisco Pizarro se quedaron con las ganas de conquistar México y
Perú, porque carecían de permiso de trabajo. Pedro de Alvarado rebotó en Guatemala y Pedro de Valdivia no pudo
entrar en Chile, porque no llevaban certificados policiales de buena conducta. Los peregrinos del Mayflower fueron
devueltos a la mar, porque en las costas de Massachusetts no había cuotas abiertas de inmigración.

La partida
Esta mujer se marcha al norte. Sabe que puede morir de ahogo en la travesía del río y de bala, sed o serpiente en
la travesía del desierto.
Dice adiós a sus hijos, queriendo decirles hasta luego. Y ya yéndose de Oaxaca, se arrodilla ante la Virgen de
Guadalupe, en un altarcito de paso, y le ruega el milagro:
–No te pido que me des. Te pido que me pongas donde hay.

La expulsión (Eduardo Galeano)

Cristóbal Colón no consiguió descubrir América, porque no tenía visa y ni siquiera tenía pasaporte. A Pedro Alvares
Cabral le prohibieron desembarcar en Brasil, porque podía contagiar la viruela, el sarampión, la gripe y otras pestes
desconocidas en el país. Hernán Cortés y Francisco Pizarro se quedaron con las ganas de conquistar México y
Perú, porque carecían de permiso de trabajo. Pedro de Alvarado rebotó en Guatemala y Pedro de Valdivia no pudo
entrar en Chile, porque no llevaban certificados policiales de buena conducta. Los peregrinos del Mayflower fueron
devueltos a la mar, porque en las costas de Massachusetts no había cuotas abiertas de inmigración.

La partida
Esta mujer se marcha al norte. Sabe que puede morir de ahogo en la travesía del río y de bala, sed o serpiente en
la travesía del desierto.
Dice adiós a sus hijos, queriendo decirles hasta luego. Y ya yéndose de Oaxaca, se arrodilla ante la Virgen de
Guadalupe, en un altarcito de paso, y le ruega el milagro:
–No te pido que me des. Te pido que me pongas donde hay.

S-ar putea să vă placă și