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1.1.- Concepto y objeto: (todo sacado de resumen hecho por profesores de la universidad
Nacional de Córdoba: http://www.joseperezcorti.com.ar)
Bas sostiene que “el derecho público provincial es la rama de las ciencias jurídicas que trata de
la organización del gobierno autonómico de las provincias dentro del Estado Federal,
determinando a la vez los objetos, forma y condiciones en el ejercicio de la autoridad local.
Forma, al decir de Alberdi, una porción del sistema constitucional de la República”. Por su
parte Frías lo define como “la parte del Derecho Público general que se ocupa de la
organización autonómica de la provincia, dentro del estado Federal, el deslinde de
competencias u de las relaciones de poder entre ambas esferas de gobierno”.
Fuentes: Por fuentes entendemos todos aquellos antecedentes que de manera directa o
indirecta influyen en la conformación de los principios e instituciones del derecho.
A. Constitucionales:
a) Constitución Nacional
b) Tratados en general
B. Nacionales:
a) Leyes que dicte el congreso en consecuencia de la CN
b) Jurisprudencia de la CSJN y de todos los tribunales inferiores que integran el poder
judicial de la Nación
C. Provinciales:
a) Constituciones provinciales
b) Precedentes institucionales de cada provincia en particular
c) Tratados interprovinciales
d) Legislación provincial
e) Jurisprudencia provincial
D. Foráneas:
a) Constituciones de otros países que han tenido algunainfluencia en la conformación
de nuestro régimen federal (Ej. EEUU)
b) Legislación y derecho comparado en general
c) Jurisprudencia extranjera
d) Doctrina extranjera (“El federalista” de Hamilton, Madison y Jay)
E. No normadas: historia, costumbre y tradiciones de cada provincia.
Bas indica a la CN como la primera y principal fuente del derecho público de la provincia, por
encontrarse en ella lo relativo a la organización del gobierno provincial, sus instituciones y los
principios que la deben garantir. Cuestiones concretas: artículo 5, 6, 22, 31 y 121 a 128 CN.
También se encuentran comprendidas por este esquema todas las leyes que dicte el congreso
de la Nación de conformidad con el principio de supremacía constitucional del art. 31, según el
cual todas las leyes nacionales revestirán dicho carácter en la medida en que se encuadren en
los preceptos de la CN. A su vez los tratados suscriptos por la Nación surgen del ejercicio de la
soberanía de la que solo es titular el Estado Nacional y son considerados ley suprema de la
Nación (art. 31) y por lo tanto las autoridades de cada provincia están obligadas a su
observancia. Los tratados interprovinciales (art. 125) son definidos por Frías como todo
acuerdo en que dos o más provincias regulan intereses comunes de naturaleza no política con
conocimiento del congreso federal”. Pueden versar de administración de justicia, intereses
económicos y trabajos de utilidad común y requieren el conocimiento del Congreso, más no su
aprobación.
Artículo 5º.- Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo republicano, de acuerdo
con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional; y que asegure su administración de justicia,
su régimen municipal, y la educación primaria. Bajo de estas condiciones el Gobierno federal, garante a cada
provincia el goce y ejercicio de sus instituciones.
Artículo 6º.- El Gobierno federal interviene en el territorio de las provincias para garantir la forma republicana de
gobierno, o repeler invasiones exteriores, y a requisición de sus autoridades constituidas para sostenerlas o
restablecerlas, si hubiesen sido depuestas por la sedición, o por invasión de otra provincia.
Artículo 22.- El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta
Constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a
nombre de éste, comete delito de sedición.
Artículo 31.- Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten por el Congreso y los tratados
con las potencias extranjeras son la ley suprema de la Nación; y las autoridades de cada provincia están obligadas a
conformarse a ella, no obstante cualquiera disposición en contrario que contengan las leyes o constituciones
provinciales, salvo para la provincia de Buenos Aires, los tratados ratificados después del Pacto de 11 de noviembre
de 1859.
TITULO SEGUNDO
GOBIERNOS DE PROVINCIA
Artículo 121.- Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta Constitución al Gobierno federal, y el que
expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de su incorporación.
Artículo 122.- Se dan sus propias instituciones locales y se rigen por ellas. Eligen sus gobernadores, sus legisladores y
demás funcionarios de provincia, sin intervención del Gobierno federal.
Artículo 123.- Cada provincia dicta su propia constitución, conforme a lo dispuesto por el Artículo 5° asegurando la
autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el orden institucional, político, administrativo, económico
y financiero.
Artículo 124.- Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico y social y establecer órganos con
facultades para el cumplimiento de sus fines y podrán también celebrar convenios internacionales en tanto no sean
incompatibles con la política exterior de la Nación y no afecten las facultades delegadas al Gobierno federal o el
crédito público de la Nación; con conocimiento del Congreso Nacional. La ciudad de Buenos Aires tendrá el régimen
que se establezca a tal efecto.
Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio.
Artículo 125.- Las provincias pueden celebrar tratados parciales para fines de administración de justicia, de intereses
económicos y trabajos de utilidad común, con conocimiento del Congreso Federal; y promover su industria, la
inmigración, la construcción de ferrocarriles y canales navegables, la clonización de tierras de propiedad provincial, la
introducción y establecimiento de nuevas industrias, la importación de capitales extranjeros y la exploración de sus
ríos, por leyes protectoras de estos fines, y con sus recursos propios.
Las provincias y la ciudad de Buenos Aires pueden conservar organismos de seguridad social para los
empleados públicos y los profesionales; y promover el progreso económico, el desarrollo humano, la
generación de empleo, la educación, la ciencia, el conocimiento y la cultura.
Artículo 126.- Las provincias no ejercen el poder delegado a la Nación. No pueden celebrar tratados
parciales de carácter político; ni expedir leyes sobre comercio, o navegación interior o exterior; ni
establecer aduanas provinciales; ni acuñar moneda; ni establecer bancos con facultad de emitir billetes,
sin autorización del Congreso Federal; ni dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal y de Minería, después
que el Congreso los haya sancionado; ni dictar especialmente leyes sobre ciudadanía y naturalización,
bancarrotas, falsificación de moneda o documentos del Estado; ni establecer derechos de tonelaje; ni
armar buques de guerra o levantar ejércitos, salvo el caso de invasión exterior o de un peligro tan
inminente que no admita dilación dando luego cuenta al Gobierno federal; ni nombrar o recibir agentes
extranjeros.
Artículo 127.- Ninguna provincia puede declarar, ni hacer la guerra a otra provincia. Sus quejas deben ser
sometidas a la Corte Suprema de Justicia y dirimidas por ella. Sus hostilidades de hecho son actos de
guerra civil, calificados de sedición o asonada, que el Gobierno federal debe sofocar y reprimir conforme a
la ley.
Artículo 128.- Los gobernadores de provincia son agentes naturales del Gobierno federal para hacer
cumplir la Constitución y las leyes de la Nación.
Artículo 129.- La ciudad de Buenos Aires tendrá un régimen de Gobierno autónomo con facultades
propias de legislación y jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido directamente por el pueblo de la
ciudad.
Una ley garantizará los intereses del Estado nacional mientras la ciudad de Buenos Aires sea capital de la
Nación.
Relaciones con otras disciplinas: No encontré esto por ningún lado, pero más o menos por lo
que venimos diciendo:
Derecho Constitucional: el derecho PPyM es una parte del derecho constitucional que estudia
la relación entre el estado Federal y las provincias, además hay que tener en cuenta que la CN
es una fuente de la que el derecho provincial no se puede apartar (art. 31 CN)
Derecho internacional: los tratados son una fuente del derecho (art. 31 CN)
Derecho comunitario: ¿?
El estado federal se compone de muchos estados miembros (en nuestro caso provincias),
organizando una dualidad de poderes: el del estado federal y tantos locales cuantas unidades
políticas lo forman. Para BC esta dualidad se triplica con la reforma de 1994 en donde los
municipios invisten un tercer poder autónomo.
Nuestro estado federal tiene su origen lógico en la constitución de 1853, sin embargo
históricamente nuestro federalismo no fue una creación repentina del poder constituyente,
sino una recepción de fuerzas y factores que condicionaron su realidad sociológica. Así, las
ciudades que los movimientos españoles de colonización fueron fundando prepararon las
futuras regiones que conformaron las provincias, por otro lado, los órganos de gobierno
locales, principalmente los cabildos, proporcionaron una base municipal o comunal. Además
ideológicamente desde la Revolución de Mayo se perfilaron los dos sectores de opinión, el
unitario y el federal.
Derecho federal -> derecho emanado del estado federal a través del gobierno federal.
Integrado por dos rubros:
- Derecho federal en cuanto conjunto de normas emanado de los órganos del gobierno
federal. A este tópico alude el art. 31 cuando hace prevalecer el orden jurídico federal
sobre el provincial. Aquí cabe incluir el derecho común que dicta el congreso, que
prevalece sobre el derecho provincial pero no es “federal” a los fines de su aplicación
(por tribunales provinciales) ni para su interpretación por la Corte mediante recurso
extraordinario.
- El derecho federal que abarca las relaciones de las provincias con el estado federal y
las relaciones de las provincias entre sí (derecho intrafederal)
Supremacía del derecho federal (art. 31 CN): engloba a la CN, a las leyes del congreso
(federales y de derecho común), a los tratados internacionales y a toda norma o acto
emanado del gobierno federal en cuanto tal. El derecho federal prevalece sobre todo el
derecho provincial (incluida la constitución de cada provincia).
d) competencias excepcionales del estado federal (en principio provinciales pero con
determinados recaudos pueden entrar en la órbita federal): establecimiento de impuestos
directos por el congreso cuando la defensa, la seguridad común y el bien general lo exigen,
por tiempo determinado (art. 75 inc. 2 CN)
e) competencias excepcionales de las provincias: dictar los códigos de fondo hasta tanto
los dicte el congreso (art. 126), armar buques de guerra o levantar ejércitos en caso de
invasión exterior o de un peligro inminente que no admita dilación, dando cuenta al
gobierno federal (art. 126).
e) competencias compartidas por el estado federal y las provincias: requieren una doble
decisión integratoria: del estado federal y de cada provincia participante. Ej: fijación de la
capital federal (art. 3), creación de nuevas provincias (art. 13).
Todas estas razones excluyen la posibilidad de una oposición y control desde las provincias
sobre el gobierno federal.
Existen 3 grandes formas de Estado (relación entre territorio y gobierno): Estado Federal,
Confederación y Estado Unitario.
Ojo: no confundir con formas de gobierno (relación entre gobierno y pueblo). En nuestro país
la forma de gobierno es representativa y republicana y la forma de estado es federal (art. 1 CN)
(Hernández: http://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/cuestiones-
constitucionales/article/view/6073/8014)
Soberanía es una cualidad del poder que significa la negación de toda subordinación o
limitación del Estado por cualquier poder. Poder soberano de un Estado es aquel que no
reconoce ningún otro poder superior a sí, es por consiguiente, el poder supremo e
independiente.
Por su parte, autonomía es una voz que significa la posibilidad de darse la propia ley. Es una
cualidad específica de la corporación que le establece capacidad de gobierno propia, facultad
de organizarse, en las condiciones de la ley fundamental, de darse sus instituciones y de
gobernarse por ellas con prescindencia de todo otro poder.
(de http://es.slideshare.net/gmnunez/el-derecho-pblico-provincial)
Autonomía es la expresión de poder que faculta a darse las normas regulatorias organizativas,
por el propio organismo autónomo. Las provincias son autónomas porque dictan su propia
constitución, sin intervención de otro poder.
Clases: Federalismo dual: forma de relación donde el Estado Federal impone las condiciones y
los otros la aceptan.
Siguiendo a Frías, podemos decir que la regla federal por excelencia es el entero sistema de
asignación de competencias que establece la Constitución Nacional para garantizar el
sistema federal. Según dicho autor, nuestra provincia debería incorporar a la ley
fundamental una regla federal derivada, que recoja políticas legislativas y administrativas
en el ejercicio de los poderes conservados y concurrentes, concertados o no. La regla en
cuestión, se encuentra consagrada en el orden nacional en el art. 5 de la Constitución
Nacional, el cual consagra que el principio federal se basa en que las provincias delegan en
el poder central atribuciones determinadas y acotadas, pudiendo el Estado Nacional
recibirlas, ampliarlas o restringirlas. Si bien dicho artículo, en palabras de María Angélica
Gelli, subordina la capacidad normativa de las provincias al respeto del bloque de
constitucionalidad, al mismo tiempo garantiza la autonomía provincial y su poder
constituyente derivado. De esta manera, la constitución nacional garantiza a cada provincia
el establecimiento de sus instituciones y la elección de sus autoridades, sin intervención
del gobierno federal, y siempre respetando el sistema representativo republicano.
Frías, en miras al vacío legal que en la materia presenta nuestra constitución provincial,
propone la consagración de la regla en la Constitución Provincial basándose en cinco
premisas:
-La división del trabajo: según la mayoría doctrinaria, el principio de asignación de servicios
que se prestan cuando son jurisdiccional o territorialmente divisibles deben prestarlos las
provincias o municipios, ya que están en mejores condiciones de percibir la necesidad (así
también de controlar su funcionamiento), siempre que no hayan sido atribuidos a otra
jurisdicción (como por ejemplo: la enseñanza universitaria).
-La intervención federal: aquí, la competencia provincial se basa en el eventual control de
los actos del interventor cumplidos como representante necesario de la provincia por la
acefalía del órgano intervenido en cuanto se aparte de la legislación preexistente (el
interventor se debe ajustar al orden jurídico provincial). La revisión deberá estar signada
por la prudencia y quedará limitada por los derechos adquiridos.
-Los establecimientos de utilidad nacional en la provincia: la provincia ejerce sobré éstos
los poderes provinciales compatibles con el gobierno federal, siendo incompatible todos
aquellos que menoscaban el interés nacional.
-La gestión internacional de intereses propios: si bien la política exterior es materia
delegada al gobierno federal, lo cierto es que las provincias conservan poderes
concurrentes con el gobierno federal para el bienestar económico- social dentro de los
cuales podría llegar a gestionar en el área internacional sus propios intereses, sin perjuicio
de la política exterior delegada al gobierno federal.
-La gestión interjurisdiccional: relaciones gubernamentales, tratados y regiones: Frías
propone consagrar la potestad de las provincias de concertar relaciones gubernamentales,
acuerdos y regiones en que sea parte.
-La política concertada de ingresos: la coparticipación impositiva debe ajustar su
distribución primaria entre la Nación y las provincias para compensar la detracción de
fondos coparticipados en reemplazo de aportes previsionales y servicios transferidos. Frías
propone constitucionalizar el sistema de coparticipación sin imponerle condición alguna.
-La participación de la provincia en la administración federal o interjurisdiccional: en miras
a asegurar el acceso de las provincias a los órganos de estudio y decisión de la
administración federal cuando el interés de las provincias adquiere una interés particular,
ya sea en los órganos de gestión de poderes concurrentes o regímenes concertados, o en
las empresas interjurisdiccionales o del Estado nacional que explotan recursos en su
territorio.
Finalmente, contrario sensu a lo aquí expuesto, debemos resaltar que las provincias de
Córdoba (art. 16), Tierra del Fuego (art. 5), Río Negro (art. 12), Chubut (art.14), Salta (art.
3), Catamarca (art. 6), y Chaco (art. 13) consagran expresamente en sus Constituciones
Provinciales la regla federal.
a) mientras la ciudad de Bs As sea capital, esa legislación del congreso no puede ser
exclusiva porque el art. 129 confiere a la ciudad facultades propias de legislación
b) la exclusividad de la legislación del congreso en la capital federal solo regirá cuando la
capital se traslade a otro lugar que no sea la CABA.
Los enclaves en las provincias (establecimientos de utilidad nacional): es facultad del congreso
el efectuar la legislación necesaria, la misma queda circunscripta a los fines específicos del
establecimiento, conservando las provincias y municipios poderes de policía e impositivos en
cuanto no interfieran con esos fines.
Traslado de la capital: Artículo 3º CN.- Las autoridades que ejercen el Gobierno federal, residen
en la ciudad que se declare Capital de la República por una ley especial del Congreso, previa
cesión hecha por una o más legislaturas provinciales, del territorio que haya de federalizarse.
75 inc 15. Corresponde al Congreso: Arreglar definitivamente los límites del territorio
de la Nación, fijar los de las provincias, crear otras nuevas, y determinar por una
legislación especial la organización, administración y gobierno que deben tener los
territorios nacionales, que queden fuera de los límites que se asignen a las provincias.
Facultades de la Nación:
- Dictar legislación común aplicable en los territorios de utilidad nacional, siempre que
no interfiera con las competencias nacionales descriptas.
- Tiene jurisdicción sobre todos los casos de aplicación de este derecho común en estos
territorios.
Específicamente, Manili hace un análisis sobre las facultades tributarias que tienen las
provincias en estos territorios:
Impuestos: son tributos que nacen del poder de imperio sin un criterio
determinado, no tienen contraprestación. Aquí el autor distingue tres casos:
Cuando el Estado Nacional ejerce la actividad de utilidad nacional: las
provincias carecen de toda competencia impositiva, ya que no hay norma
constitucional que las autorice a gravar a la Nación, sino que por el contrario,
el artículo 31 CN consagra la supremacía del derecho nacional sobre el local.
Entiende el autor, sustentándose en antigua jurisprudencia de la CSJN, que
“las provincias no pueden gravar los medios o instrumentos de que para el
desempeño de sus funciones, se vale el gobierno nacional, pues de otro modo
sería ilusoria la supremacía de la Nación”. Además, el fundamento del
impuesto es el imperium, y aquí el imperium de las provincias nunca podrá
superponerse al de la Nación, y por último entiende que sería ilógico que el
mismo sujeto que con sus aportes al presupuesto nacional ayuda a conformar
la capacidad contributiva del estado federal, lo grave a su vez.
Cuando dentro de los establecimientos de utilidad nacional se radican
empresas privadas que realizan actividades que no son imprescindibles para la
realización del fin de utilidad nacional que inspira la creación del
establecimiento: las provincias conservan sus competencias tributarias porque
las empresas privadas se radican alí por mera conveniencia geográfica, la
situación dentro de un establecimiento de utilidad nacional es una cuestión
meramente circunstancial que no debe generar la aplicación de las normas
que rigen a estos. Un ejemplo de este caso sería el quisco de diarios en una
estación de ferrocarril.
Cuando las empresas privadas radicadas en establecimientos de utilidad
nacional realizan actividades que son necesarias o complementarias para el
funcionamiento de ese establecimiento (ej: concesionarios de servicios
públicos): las provincias (y municipios) podrán gravar las actividades de dichas
empresas siempre y cuando el gravamen no afecte el fin de utilidad nacional.
Hay que tener en cuenta que si el gravamen aumenta el precio del servicio, ya
está afectado el fin de utilidad nacional, ya que este será trasladado al precio
del servicio. Es por esta razón que se tendrán que mantener las cargas
impositivas establecidas por el Estado en los pliegos de licitación, sin poderse
agregar luego otras nuevas.
Tasas (prestación pecuniaria que se debe a un ente público por la realización de
una actividad del propio ente que concierne de manera especial al obligado) y
contribuciones (hallan su justificación en los beneficios obtenidos por personas
como consecuencia de la realización de obras o de especiales actividades
estatales). Manili sostiene que en este caso solo puede exigirse su pago al Estado
nacional o a particulares cuando estos efectivamente se benefician del servicio
público u obra y en la medida de ese beneficio.
Los municipios fueron reconocidos como entes autónomos en el artículo 123 de la CN, por
ende:
- Tienen poder de policía municipal (de faltas, sanitario, edilicio, urbanístico, de
planeamiento, etc) y poder de aplicación de tasas comunales por servicios,
aplicándose los mismos principios que para las provincias.