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Cultura, economía

y sociedad

Graciela Güidi
Alicia Iglesias
(Compiladoras)
Iglesias, Alicia N.
Turismo & universidad : cultura, economía y sociedad / Alicia N. Igle-
sias y Graciela Güidi. - 1a ed. - Avellaneda : Undav Ediciones, 2015.
644 p. : il. ; 21x15 cm.

ISBN 978-987-29292-7-5

1. Turismo. 2. Educación Universitaria. 3. Libro de Texto. I. Güidi,


Graciela II. Título
CDD 338.479 107 11

Fecha de catalogación: 11/02/2015

© 2015, UNDAV Ediciones.


Ameghino 833, Avellaneda | (54 11) 5436-7550
Correo Electrónico: undavediciones@undav.edu.ar
http://ediciones.undav.edu.ar

Diseño de tapa y diagramación: Julia Aibar (UNDAV Ediciones).

ISBN 978-987-29292-7-5

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723


Prohibida su reproducción total o parcial
Todos los derechos reservados.
Índice

Palabras iniciales 7
Jorge Calzoni

Presentación 9

PARTE I. Universidad Nacional de Avellaneda


Carreras de Licenciatura en Turismo y Guía Universitario de
Turismo del Departamento de Actividad Física, Deporte y
Recreación

Las carreras de turismo en la Universidad Nacional de 17


Avellaneda. Breve presentación
Graciela Güidi

La Enseñanza del Turismo en la Universidad Nacional de 21


Avellaneda
Patricia Aguayo

La enseñanza del Derecho del Turismo en la Facultad de 28


Derecho de la Universidad de Buenos Aires
Graciela Güidi

La Enseñanza del Turismo en la Universidad 34


(Ciclo de Complementación Curricular): Turismo Social
María Inés Guaita

Características de la asignatura Programación de Circuitos 43


Turísticos: Consideraciones para el relevamiento técnico de
elementos patrimoniales y sitios de interés del casco urbano
de la ciudad de Avellaneda
Santiago Cano
Hacia un Turismo Inclusivo 48
Walter Almirón, Paulina Feyling, Catalina Gallo,
Anabel González, Aluhé Pérez

Barracas al Sur: por el camino de las Cañuelas. 53


Circuito Guiado Pedestre
Marta Baraldo, Diego Janeiro, José Napolitano

Full Day en Luján: Ciudad cultural y peregrina 61


Alejandra Del Moro, Evelina Traverso

PARTE II. Universidad Nacional de Luján


Carrera de Posgrado Especialización en
Gestión del Patrimonio y Turismo Sostenible

Fundamentos y organización de la carrera de posgrado 71


Especialización en Gestión del Patrimonio y Turismo Sostenible
Alicia N. Iglesias

Claves para una formación de perspectiva ambiental en el 102


campo del Turismo. A propósito de una recensión de las
dimensiones y perspectivas de la cuestión ambiental
Alicia N. Iglesias, Adriana N. Martínez

Imágenes y representaciones culturales de los destinos 123


turísticos
Daniel E. Lanson, Alicia N. Iglesias

Estrategias de Rescate del Patrimonio Cultural. Relatos orales 148


sobre el origen del Teatro Lope de Vega, en Pilar
Nora Elisabeth Nievas

Situación turística de la localidad de Carlos Keen. 230


Partido de Luján, Provincia de Buenos Aires
Mauro Zagel
Capacidad de carga turística en el sendero de ascenso al 301
cerro de la Ventana, Parque Provincial Ernesto
Tornquist, Provincia de Buenos Aires.
Bases para el diseño de la investigación de tesis
Hernán Gonzalo Valencia

Aportes para la valorización turística del patrimonio cultural. 330


El caso de la Estancia Los Talas, Luján (Partido de Luján,
provincia de Buenos Aires, Argentina)
Mónica Fernández

Dinámica geomorfológica y valorización turística de Santa 366


Clara del Mar (Partido de Mar Chiquita Provincia de Buenos
Aires) en el contexto jurídico de su delimitación
Mirta Camerlingo

PARTE III. Universidad de La Habana (Cuba)


Facultad de Turismo, Carreras de Pregrado y Posgrado
Maestría en Gestión Turística

Turismo y cambio climático: mitigación y adaptación. 513


La experiencia cubana
José Alberto La O Osorio; Eduardo Salinas Chávez;
Enrique Navarro Jurado

Los Estudios del Paisaje aplicados 555


a la Planificación Territorial del Turismo en Cuba
Eros Salinas Chávez, Eduardo Salinas Chávez

Turismo religioso. Atractivos habaneros 599


Maité Echarri Chávez

Propuesta metodológica para el estudio del turismo en 623


ciudades patrimoniales cubanas
Maité Echarri Chávez
Palabras iniciales

Ing. Jorge Calzoni

Un nuevo libro de UNDAV Ediciones y, en este caso, vin-


culado al turismo. Una industria que ha crecido exponen-
cialmente en Argentina, por razones que nos resultan próxi-
mas: el sostenido desarrollo regional de la última década;
la inclusión de mayores contingentes a niveles de consumo
vedados en las décadas precedentes; la recuperación de
Aerolíneas Argentinas que significó, para nuestro país, una
mayor conectividad; la inversión en infraestructura vial; la
incorporación de nuevos derechos (mayor escolarización,
nuevos jubilados) con acceso al turismo social, entre otros,
son algunos de los factores que dinamizaron esta industria.
Vivimos un tiempo de conocimiento multidisciplinario
que conjuga cultura, arte, ambiente, comunicación, deporte,
desarrollo comunitario y diseño; y todo ello hace al turismo:
se nota en los trabajos que recoge este libro, y en el abor-
daje de un tema puntual, a partir del conocimiento de otros
factores. Es por esto que resulta imprescindible la construc-
ción y generación de conocimiento en materia de turismo: a
eso se aplican estas páginas.
Mi agradecimiento a Graciela Guidi por su inconmen-
surable esfuerzo para armar, junto con Patricia Aguayo la
carrera de Turismo en la UNDAV, y por su participación en
la Red Programa de Internacionalización del Sistema Uni-

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Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

versitario de Formación en Turismo. A Alicia Iglesias, por la


compilación junto con Graciela, de los valiosos textos que
componen este volumen, y a las Universidades de Luján y
La habana (Cuba) por permitirnos compartir la experiencia.
A la Secretaría de Políticas Universitarias y, en particular, al
Programa de Promoción de la Universidad Argentina.
Es mi mayor deseo que este nuevo material resulte un
aporte a la formación de los futuros egresados de las ca-
rreras de turismo y, por qué no, para aquellos que trabajan
cotidianamente esta temática; si así fuera, esta publicación
habrá cumplido su propósito.

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Presentación

El Programa de Promoción de la Universidad Argentina


(PPUA) de la Secretaría de Políticas Universitarias del Mi-
nisterio de Educación de la Nación promueve y facilita a las
instituciones universitarias de nuestro país, a constituir redes
nacionales de formación e investigación de proyección in-
ternacional con instituciones académicas extranjeras, per-
mitiendo la identificación de docentes e investigadores del
exterior que acrediten excelencia en disciplinas y temáticas
consideradas estratégicas, con el fin de acrecentar las pro-
pias capacidades de formación de recursos humanos y de
investigación científica.
El crecimiento exponencial de la actividad turística en
nuestro país, en los últimos años y en particular, del turismo
receptivo, ha convertido en estratégica esta actividad y así
la plasma la Ley 25997 Nacional de Turismo, sancionada en
2004, al establecer en su Artículo 1º “Declárase de interés
nacional al turismo como actividad socioeconómica, estra-
tégica y esencial para el desarrollo del país. La actividad
turística resulta prioritaria dentro de las políticas de Estado”.
La consideración del turismo como política de Estado
condujo, por otra parte, a que el Ministerio de Educación jun-
tamente con el Ministerio de Turismo, se abocaran al análisis
de la formación de los recursos humanos requeridos para

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Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

esta actividad; la tarea, emprendida por un vasto equipo de


profesionales convocados por ambos ministerios naciona-
les, culminó, en 2013 en el Documento “Lineamientos de
mejora para la formación de recursos humanos en turismo”
por el cual se tratan los currículos, títulos e incumbencias de
los futuros graduados en la materia.
En ese marco, en 2012, la Universidad Nacional de
Avellaneda con la Universidad Nacional de Luján presenta-
ron la Red Programa Internacionalización del Sistema Uni-
versitario de Formación en Turismo-Grado y Posgrado (Red
PISUFET-GP) que a comienzos de 2013 fue aprobada por
el Ministerio de Educación de la Nación para su desarrollo
y financiamiento.
La Red PISUFET-GP, constituida para dar impulso al
objetivo común de las dos universidades argentinas parti-
cipantes de promocionar redes nacionales de formación e
investigación con proyección internacional en temáticas del
turismo, ha resultado valiosa para identificar, juntamente con
docentes e investigadores de las Facultades de Geografía y
de Turismo de la Universidad de La Habana, Cuba, aportes
en materia de docencia universitaria de grado y posgrado y
líneas de investigación científica en el campo del turismo de
efectos potenciadores de las capacidades propias de las
universidades argentinas participantes.
Se previeron, para el cumplimiento de los objetivos de
la Red, reuniones de trabajo en La Habana y en Argentina
con los docentes de las Universidades Nacionales (Avella-
neda y Luján) y Facultades de Turismo y Geografía de la
Universidad de La Habana, para el conocimiento recíproco
e intercambio de experiencias, así como para la preparación
del Taller Internacional a llevarse a cabo en Argentina. Este
Taller, al cual fueron invitadas otras universidades de la re-
gión, con carreras de grado y posgrado y actores privados
del sector, tuvo un particular impacto y la presente publica-
ción da cuenta de ello.

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Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Una de las conclusiones de peso del trabajo conjunto


llevado a cabo en el contexto de la red PISUFET-GP, ha sido
la pertinencia de ampliar su organización —para dar cabida
y potenciar a esas líneas de investigación conjunta detecta-
das y a las vías innovadoras de transferencia de experien-
cias en materia de formación de grado y posgrado en turis-
mo—, incorporando a otras dos instituciones universitarias,
del país y del exterior, que acreditan conocimiento experto
en este campo: la Facultad de Derecho de la Universidad de
Buenos Aires, a través del Programa (Posgrado) de Actua-
lización en Derecho del Turismo, en vinculación con el Ob-
servatorio de Derecho del Turismo (Secretaría de Extensión
Universitaria) y la Facultad de Turismo de la Universidad de
Málaga, España, la que, además de contener todos los nive-
les académicos de formación (Grado, Diplomatura, Máster y
Doctorado) es reconocida por sus aportes en el campo de
las tecnologías de última generación aplicadas a la activi-
dad turística y a su investigación.

Impacto de la Red PISUFET-GT sobre UNDAV y UNLu

La mirada conjunta de ambas instituciones acuerda so-


bre el papel que se le atribuye al turismo en las políticas
de desarrollo del país, dado su carácter complejo como
actividad, a la vez, eminentemente práctica y económica
y fenómeno social multi-determinado. Ello condiciona los
saberes y capacidades requeridos y, en tal sentido, la Red
PISUFET-GP persigue repensar los lineamientos de la forma-
ción e investigación en turismo que contemple, entre otras
cuestiones, la ordenación de los desequilibrios espaciales
y sectoriales de la actividad, la reorganización sistémica de
destinos turísticos tradicionales, la competitividad global
con identidad cultural, la promoción de organizaciones em-
presariales socialmente responsables, y, por fin, el desarrollo

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Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

turístico ambientalmente sustentable. En tal sentido, ambas


universidades argentinas poseen antecedentes de acciones
emprendidas, que se reseñan a continuación.
La reciente creación de las carreras de turismo en la
Universidad Nacional de Avellaneda cuyo dictado se ha
iniciado en 2013, a saber: Guía Universitario de Turismo, y
Ciclo de Complementación Curricular de la Licenciatura en
Turismo, ha tenido una fuerte repercusión en el ámbito terri-
torial en el que se desenvuelve la Universidad, demostrada
en el importante número de aspirantes inscriptos tanto en la
Tecnicatura como en el Ciclo de Complementación Curricu-
lar; la respuesta obtenida en 2013, se triplicó durante 2014,
oportunidad en que comenzó a dictarse la Licenciatura en
Turismo. Un aspecto trascendente del interés y de la dedi-
cación de profesores y estudiantes se ha manifestado en el
hecho de que, apenas terminado el primer cuatrimestre de
2013, fue posible exhibir en el taller organizado por PISUFET,
interesantes trabajos realizados por los estudiantes de la
Tecnicatura y del Ciclo en algunas de las materias dictadas.
También resulta importante señalar las acciones de coo-
peración llevadas a cabo por docentes de las carreras con
funcionarios del Ministerio de Turismo de la Nación, así como
la presentación en 2014, de cuatro proyectos de investiga-
ción elaborados por docentes de la Licenciatura en Turismo,
que se encuentran en proceso de evaluación:

v “Ciudad de Avellaneda: la historia de sus calles y


puentes, la razón de sus nombres y su valor patrimo-
nial” Directora Lic. María Marcela Laiño;

v “Desarrollo de un modelo de gestión de contenidos


y posicionamiento en redes sociales de los destinos
turísticos: San Antonio de Areco” Director Lic. Pablo
A. Kohen;

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Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

v “Recuperación y puesta en valor del Palacio Piria, lo-


calidad de Punta Lara para convertirlo en una Unidad
de Turismo Social” Directora Lic. Patricia Aguayo; y,

v “Turismo Social educativo. Inclusión y Bienestar de ni-


ños de sectores sociales vulnerables en el Municipio
de Avellaneda” Director Lic. Pablo Miguel Vanevic.

Los datos precedentes constituyen por sí mismo la con-


firmación de la importancia del dictado de estas carreras en
la Universidad, así como del nivel profesional de la planta
docente seleccionada para su enseñanza.
La carrera de posgrado de Especialización en Gestión
del Patrimonio y Turismo Sostenible de la Universidad Na-
cional de Luján surge como respuesta a necesidades lar-
ga y consecuentemente expresadas por parte de diferentes
entidades y personas vinculadas con la actividad turísti-
co-cultural en el ámbito regional y local de su influencia. Su
emergencia se concreta a partir de una amplia experiencia
en producción de investigaciones aplicadas, de carácter
disciplinario e interdisciplinario, que configura un capital de
conocimiento del medio y sociedad local y regional, en parti-
cular, en lo que hace a la comprensión de la gestión cultural
y del patrimonio natural y cultural. Ello aporta un área de
conocimiento y aptitud profesional previsora de la proble-
mática turística como una variable estratégica del desarrollo
socioeconómico y ambientalmente sustentable, a la que se
espera reforzar, ampliar y mejorar con el crecimiento de la
investigación aplicada.
La carrera de Especialización en Gestión del Patrimonio
y Turismo Sostenible contribuye a tales fines, con su equipo
de docentes-investigadores que forman profesionales alta-
mente especializados, con una sólida base científico-técni-
ca que permite identificar el potencial de desarrollo de desti-
nos turísticos, desde una perspectiva de gestión sustentable

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Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

del patrimonio cultural y natural, así como de formulación de


políticas orientadas a su protección.
Finalmente, los resultados hasta ahora obtenidos y que
esta publicación en parte presenta, comprometen a dar
continuidad a la tarea emprendida por la Red, ampliando su
constitución con otras universidades en pos de los objetivos
planteados.

Dra. Graciela Güidi, Universidad Nacional de Avellaneda


Mg. Alicia N. Iglesias, Universidad Nacional de Luján

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PARTE I

Universidad Nacional de Avellaneda:

Carreras de Licenciatura en Turismo y


Guía Universitario de Turismo
del Departamento de Actividad Física,
Deporte y Recreación
Las carreras de turismo en la
Universidad Nacional de Avellaneda.
Breve presentación

Graciela Güidi

Durante 2012, en acuerdo con el Sr. Rector, tuve a mi car-


go la conducción de un equipo formado por las licenciadas
Patricia Aguayo y Leticia Estévez, la guía Marta Laudani y la
Dra. Lilian García con el objeto de diseñar la currícula para
una oferta de carreras de turismo en la Universidad.
El primer diseño tuvo como objetivo la creación de una Li-
cenciatura en Guiado de Viajes y Turismo y, por tal motivo, así
figura enunciada en el documento que ha dado origen a la con-
formación del Programa de esta Red, integrada con la Univer-
sidad Nacional de Luján y la Universidad de La Habana-Cuba.
Dicha primera versión encontró su fundamento en la ne-
cesidad de brindar la oportunidad de una formación aca-
démica de grado a los guías, que hasta el momento se ca-
pacitan a nivel de pre-grado, en la comprensión de que los
cambios operados en la actividad turística, por los que el
viajero puede elegir el destino y las condiciones de su viaje
a través de internet, requieren más que nunca la formación
de guías con capacidad para diseñar y adecuar la oferta
de trayectos y circuitos en cada destino, innovadores, y que
puedan dar respuesta a los requerimientos cada vez más
impregnados de subjetividad por parte de los turistas, que
buscan en sus viajes obtener vivencias y conocimientos más
profundos del lugar que visitan.

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Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

A mediados de 2013 se nos notificó del emprendimiento


de una tarea por parte del Ministerio de Educación de la
Nación relativa a las titulaciones en turismo.
El objetivo, loable por cierto, fue la identificación de no-
menclaturas uniformes para los títulos en el sector, los que
mostraban un universo amplísimo en sus designaciones,
pero no se incluyó la carrera y la titulación de los guías. Cabe
señalar para quienes no son de nuestro país, que el Minis-
terio de Educación de la Nación es quien le otorga validez
nacional y reconocimiento hacia el exterior a los títulos que
se expiden en Argentina.
Por tal motivo y para adecuarnos a las directivas que nos
fueron comunicadas, se rediseñó la carrera, sin perjuicio de
lo cual, y más allá de la denominación actual, no se ha perdi-
do de vista el objetivo originario ya que los Guías Universita-
rios de Turismo, que se formen en el pre-grado, de tres años
de duración y con un total de 1728 horas reloj obligatorias,
podrán acceder a continuación al título de grado, en este
caso de incumbencias más amplias: Licenciado en Turismo.
Para ello se ha organizado un Ciclo de Complementa-
ción Curricular, con una currícula semiflexible y con un total
de 1216 horas reloj distribuidas en tres cuatrimestres, que
culmina con la preparación y aprobación de una tesina. En
el trabajo final puede abordarse una temática vinculada con
la actividad de los guías.
En síntesis: la Universidad Nacional de Avellaneda cuen-
ta a la fecha con:

v Una carrera de pre-grado de Guía Universitario de


Turismo.
v El Ciclo de Complementación Curricular que permite
a quienes acrediten carreras de pre-grado de guías
o tecnicaturas (de tres años de duración y 1600 ho-
ras reloj) acceder al título de grado de Licenciado en
Turismo, una vez aprobada la Tesina o Trabajo Final.

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Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

v Una Licenciatura en Turismo de cuatro años de du-


ración y 2624 horas reloj a cuya finalización se debe
aprobar una Tesina para alcanzar el grado.

El diseño curricular de las carreras de turismo se enfrenta


con un primer debate académico respecto de la construcción
teórica de la misma definición de la actividad, en cuyo estudio
confluyen múltiples disciplinas, requeridas para comprender
en profundidad el “hecho turístico” que claramente excede los
conceptos de viaje y estancia transitoria en un lugar, para vin-
cularse con la interculturalidad, el desarrollo socioeconómico
de una comunidad, la protección del ambiente —en su noción
amplia y paradigmática—, el acceso a las nuevas tecnologías
de información y comunicación implicadas en su crecimiento
y desarrollo, los parámetros de calidad de las prestaciones y
la regulación normativa, por citar sólo algunas de las temáti-
cas que rodean y configuran el hecho turístico.
La transdisciplinariedad requerida para el abordaje del fe-
nómeno turístico explica las dificultades de su desarrollo cien-
tífico, así como la necesidad de brindar al futuro graduado de
un diseño curricular semiflexible que permita la incorporación
de nuevos enfoques disciplinares en consonancia con la evo-
lución del turismo y sus cambiantes características.
Tanto la currícula de la Carrera de Guía Universitario de
Turismo, como el Ciclo de Complementación Curricular y la
Licenciatura en Turismo, se han diseñado tomando en consi-
deración los precedentes conceptos, integrando las materias
básicas por áreas de conocimiento, con el objeto de que las
asignaturas incluidas en cada una de estas áreas no sean
compartimentos estancos, sino que se integren complemen-
tariamente para que desde esa visión integradora se puedan
lograr desarrollos teórico-científicos propios de esta temáti-
ca, compleja por naturaleza. Consecuentemente, se espera
lograr que esta visión se vea reflejada en los trabajos finales,
tesinas, de los estudiantes así como las investigaciones.

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Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

El otro aspecto que se ha considerado fundamental es la


incorporación de la enseñanza teórico-práctica en el desa-
rrollo de cada una de las materias que integran la currícula.
Se considera necesaria la vinculación constante del cono-
cimiento teórico con la realidad que se intenta aprehender,
ya que sólo desde esta metodología el estudiante puede
desarrollar un pensamiento crítico y reflexivo que le permita
transformar lo dado y proyectar cambios hacia el futuro.
Se ha puesto especial énfasis en la adquisición por los
cursantes del lenguaje oral y escrito de, como mínimo, dos
idiomas, inglés y en lo que atañe a nuestra inserción conti-
nental, portugués, ya que el graduado en turismo debe con-
tar con la concreta posibilidad de comunicarse con habitan-
tes de otras latitudes, de una manera fluida.
Un tema crítico en la formación en turismo es el relativo
a la práctica previa a la adquisición del grado. Actualmente
este es un tema no suficientemente resuelto y sin embargo
de vital importancia para la mejor inserción del futuro profe-
sional en el mercado laboral. Para tal fin, se considera rele-
vante que tanto la actividad pública como privada permitan,
a través de convenios de cooperación con las universida-
des, el desarrollo, por períodos acotados, de capacitación
en las diversas funciones propias del servicio que se presta
en los diversos ámbitos del sector. Esta gestión está pro-
puesta para nuestras carreras pero se trata de una articula-
ción que aún hay que desarrollar.
Finalmente, cabe reiterar que la UNDAV ha comenzado
a caminar en turismo recién en marzo de 2013, por lo que la
experiencia que progresivamente se vaya aquilatando y los
frutos que obtengamos de esta Red seguramente promo-
verán ajustes y mejoras en el diseño actual. No obstante se
cuenta con algunos resultados de este primer cuatrimestre
que se exponen en el Taller.

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Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

La Enseñanza del Turismo en la


Universidad Nacional de Avellaneda

Patricia Aguayo

Comprensión, análisis y debate:


Nuestro propósito de encuentro

La complejidad que encierra el fenómeno turístico, en el que


se interrelacionan diversos actores dentro del mundo social,
da cuenta que lo que se percibe como cotidiano, es algo
más que una simple percepción sensorial; cada hecho, cosa
o práctica tiene un sentido particular y una estructura signifi-
cativa para los diferentes actores sociales.
El mundo social en donde se inscribe esta disciplina, se
interpreta en función de categorías y construcciones propias
del sentido común, lo que conlleva a la abstracción, la ge-
neralización, la formalización y la idealización propia en un
sentido particular y en una estructura significativa, según
sean los espacios socioculturales donde estén los diferentes
actores que intervienen en el hecho turístico desde la pers-
pectiva del destino y los consumidores del producto.
Es relevante tener clara conciencia de que un fenómeno
tan complejo, exige una formación universitaria a través de
la cual sería mejor realizar un abordaje interdisciplinario, que
posibilite su racional aprovechamiento. La formación en tu-
rismo en la Argentina ha seguido un camino no muy diferen-
te del que se observa en el resto de América latina.

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Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

El turismo en tanto disciplina se encuentra ligada a una


serie de ciencias, como la economía, la sociología, la psico-
logía, el ambiente etc. Hace un poco más de 50 años, en los
comienzos de la formación, quienes tenían que desarrollar-
las tomando al turismo como objeto, poseían un conocimien-
to escaso, empírico sobre el fenómeno turístico en general.
Ello permite entender la gran heterogeneidad de enfo-
ques y objetivos; en la universidad, teniendo en cuenta ese
contexto, se abordó este fenómeno con profesionales que
poseían conocimientos enmarcados dentro de la planifica-
ción física, la promoción y en algunos casos, con conoci-
mientos limitados a uno de los componentes de la oferta tu-
rística, como la hotelería.
A esto deben sumarse las características institucionales
de las unidades académicas, dentro de las cuales se abordó
el estudio del turismo en forma diversa. En la Argentina se ha
intentado salvar estas diferencias al tratar de homogeneizar
las currículas, en un evento que reunió por primera vez a
los sectores político, productivo y creativo que conforman el
sistema turístico. Sin embargo, a la luz del presente, pare-
cería que esos esfuerzos no pudieron llegar a buen puerto,
durante más de veinte años.
Las demandas transferidas se orientaban a un saber
pragmático diestro en la resolución de cuestiones cotidia-
nas, sustentado en un tratamiento especulativo y coyuntural
de la actividad y dentro de una clara concepción eficientista,
en el corto plazo. No parecía necesaria una formación adi-
cional que tenga por objetivo prever situaciones ni realizar
proyectos que orienten acciones. Se organizaron currículas
para cubrir demandas laborales concretas.
Por otra parte, resultaba razonable que las universida-
des frente a una realidad acuciante financieramente, por su
supervivencia, se sintieran tentadas a adecuar sus ofertas a
las exigencias, o las que percibían como tales. Es así que en
momentos como estos se vislumbraba a lo pragmático como

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Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

el único camino. A este tema se refiere el Dr. Roberto Follari,


en la siguiente cita:

El sujeto, es sacado por la fuerza del escenario de la teoriza-


ción por el mundo de la administración y la técnica, el cual no
necesita de voluntades libres y pensantes sino de obedientes
piezas de las maquinarias... para apoyar proyectos “ÚTILES”
vinculados real o fantásticamente con la recuperación econó-
mica.... En América Latina, en esos tiempos, se guardaba la
concepción de que la técnica es la base de la resolución de los
problemas sociales (Follari, 1995).

De cualquier modo, satisfacer las demandas de los


actores sectoriales, significa atender a sus características
diferenciales, aun tratándose de empleos semejantes; esto
se traduciría en currículas preparadas para la coyuntura,
circunscriptas a las acciones del presente, sin pretender a
través de ellas incidir en situaciones futuras.
Si tenemos en cuenta esto, ese pensamiento sólo nos
llevó, por un lado a una rápida saturación del mercado la-
boral y por consiguiente a la subocupación o desocupación,
lo que significa la pauperización del turismo y sus actores.
Todo esto de ningún modo significa, que en la formación se
descuide la práctica, pero ésta debe ser tomada como parte
y no como objetivo.
En la universidad es imprescindible impulsar y promover
la investigación, que tenga como objetivo, empezar a discurrir
y alimentar el marco teórico de esta disciplina. A partir de ello
impulsar estudios que generen nuevas tecnologías que orien-
ten el trabajo empresario, los proyectos de prefactibilidad, los
proyectos de desarrollo, apoyando de esta forma un conjunto
de modificaciones que indudablemente deben hacerse en
cada uno de los sectores para que el desarrollo del turismo
deje de ser una utopía y de tener un sesgo orientado desde
una óptica inmediatista, circunstancial y especuladora.

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Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

En ese sentido Barrado Timón (2009) señala

la actual educación en turismo ha debido enfrentarse al reto


de la interdisciplinariedad derivada de la complejidad, frente
a la casi exclusiva atención anterior a los aspectos de gestión
empresarial intermedia. Esta interdisciplinariedad no implica la
creación de mini-economistas, mini-sociólogos o mini-geógra-
fos, sino la formación de técnicos generalistas en turismo con
un perfil horizontal y muy abierto a todas aquellas ciencias que
intervienen en el análisis de la actividad y capaces de gestio-
nar y planificar el turismo en toda su complejidad.

La universidad debe estar conectada con el medio don-


de se desarrolla para contribuir con él y prestarle servicios,
como dice Adriana Puigros “sin permitir que la mirada se
distraiga del futuro para el que los educadores formamos”
(Barrado Timón, 2009).
Es necesario formar personas capaces de desempeñar-
se con idoneidad en todas las prácticas que exijan su profe-
sión. Pero ello no es suficiente para penetrar en un mercado,
en este sentido saturado de idóneos empíricos, en el que
es imperativo tener capacidad creativa e iniciativa para pro-
piciar cambios, para la cual se debe contar con una sólida
formación teórica que sustente y provea de técnicas claras
para su aplicación, según las características de la realidad
que le toque enfrentar en el mundo del trabajo, la apertura
y desarrollo del sector productivo del turismo. Así se podrá
evaluar la formación recibida durante el paso por la univer-
sidad a través de la articulación con el medio, mediante la
práctica laboral profesional y el reconocimiento de bonda-
des o deficiencias de las teorías y métodos, replantearlos en
un proceso de retroalimentación sobre bases reales.

24
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

La enseñanza del turismo


en la Universidad Nacional de Avellaneda

Por las experiencias vividas en los diferentes roles y funcio-


nes en momentos de la práctica profesional, para la Univer-
sidad de Avellaneda se ha propuesto una manera distinta de
implementación de las carreras de turismo.
Se prevé una organización funcional y flexible de in-
tegración vertical y horizontal. La implementación de esta
forma de integración horizontal tiene como objetivo la con-
cepción didáctica de ordenar, integrar en interrelacionar los
diversos sectores desde donde se construye el saber y el
saber hacer.
Es por ello que las diferentes áreas aportarán de ma-
nera clara sin superposición de contenidos en diferentes
niveles de profundización y abordajes, a fin de facilitar en
el tiempo, el desarrollo de las estructuras cognoscitivas,
la adquisición de habilidades, competencias y cambios de
actitud del educando.
Por otra parte se implementarán proyectos académicos,
de investigación, extensión y de producción de material que
ofrezca el análisis de las diferentes prácticas y desarrollo del
proceso de la enseñanza, que pueda ser integrado y sirva
como retro alimentador curricular de aplicación teórico-prác-
tica surgida de las cotidianidades, las realidades laborales,
las particularidades de cada objeto de estudio o espacios
en los que se intervenga; éstos serán a propuesta del equipo
docente que actuará como canalizador y participante activo
en los diferentes proyectos que surjan.
Asimismo y en concordancia, se plantea para el trayec-
to de formación de la Licenciatura en Turismo, y del Ciclo
de Complementación Curricular, proponer Programas de
Investigación-Extensión donde los estudiantes participen
y aporten con investigaciones-tesinas. De esta manera se
reforzará una parte importante de la formación profesional

25
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

vinculada al desarrollo del trabajo en equipo, desplegando


la pertenencia profesional en los diferentes espacios donde
pueden y deben accionar.
Para ello se organizó y plasmó desde el diseño del plan
de las carreras de turismo, en una visión holística, la im-
portancia de la incorporación de materias del campo de la
metodología de la investigación en ciencias sociales, que
radica en el reconocimiento de la necesidad de brindarle al
futuro graduado un conjunto de saberes y de prácticas que
redunden en un mejoramiento de su ejercicio profesional. Es
por ello que las asignaturas como Metodología de la Investi-
gación y el Taller de Investigación e Innovación en Turismo,
trabajando en horizontal cada una con los contenidos espe-
cíficos contribuyen a desarrollar un diseño de investigación.
En efecto, el conocimiento de los aspectos teórico-metodo-
lógicos involucrados en el proceso de investigación y el adies-
tramiento en ese campo junto con los contenidos específicos
presentes en la currícula de la carrera, y las diferentes ofertas
de las materias optativas como parte del trayecto de formación
que cada uno decida, colocará al graduado en una mejor po-
sición para planificar acciones, evaluar proyectos y situaciones
laborales o asesorar organismos públicos o privados en temá-
ticas relacionadas con la actividad, y a la vez profundizar los
espacios de interdisciplinariedad y su capacidad crítica.
A tal efecto se ha incluido en el plan curricular un espa-
cio con carga horaria, para de esta manera tratar de mini-
mizar o resolver uno de los inconvenientes más acuciantes
que se detectaron y padecen muchas de la instituciones uni-
versitarias, que implica el término de cursado y aprobación
de las asignaturas, pero la baja o casi nula presentación del
proyecto de tesinas de grado, su desarrollo y culminación.
En correspondencia a esta problemática se suma el no reco-
nocimiento de los tiempos que implica el acompañamiento
tutorial para el desarrollo de las tesinas por parte de los pro-
fesionales específicos.

26
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Para poder conseguir que esta propuesta y su imple-


mentación se logre, es de suma importancia contar con la
responsabilidad, la profesionalidad, la capacidad de trans-
ferencia del equipo docente-formador y de los estudiantes
tomando la formación que han decidido. Tener claro que
este es el primer escalón que se debe transitar para ir cons-
truyendo la práctica profesional. En este momento la univer-
sidad les da el ABC, lo que sigue lo da la práctica laboral
profesional junto a la formación continua, y que la universi-
dad con sus equipos, sus graduados deben comprometerse
a ir creando.

Bibliografía

Barrado Timón, Diego (2009): citado en “Turismo: Un nuevo


enfoque disciplinario para la enseñanza académica”, de
Maximiliano Korstanje. Revista TURyDES, vol. 2, Nº 5 (ju-
nio / julio 2009).
Follari, Roberto (1985): “El currículo como práctica social”,
en Revista de Ciencias de la Educación: Órgano del Ins-
tituto Calasanz de Ciencias de la Educación, ISSN 0210-
9581, Nº 123, 1985 , pp. 307-322.

27
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

La enseñanza del Derecho del Turismo


en la Facultad de Derecho de la
Universidad de Buenos Aires

Graciela Güidi

Hace ya muchos años, comencé a trabajar en el tema turísti-


co desde la perspectiva del desarrollo regional, considerando
que esta actividad constituía una valiosa herramienta para el
crecimiento socioeconómico de la Argentina.
No obstante, en aquella oportunidad el aporte que el área
jurídica hizo a los estudios de desarrollo turístico regional es-
tuvo orientado al análisis de las normativas de derecho admi-
nistrativo que regulaban las distintas actividades del sector,
básicamente normas “de policía” y normas de promoción.
Durante el desarrollo de las investigaciones pude adver-
tir que la capacitación en aspectos jurídicos brindada en las
licenciaturas en turismo era superficial y que en las carreras
de derecho no se incorporaban cursos que atendieran a la
regulación jurídica del negocio turístico.
El turismo es una actividad con una innegable trascen-
dencia social y económica. Existe una multiplicidad de re-
gulaciones que aun no siendo específicas o exclusivas del
sector lo afectan de una u otra manera, por lo cual cualquier
análisis jurídico en derredor de uno o más actores de la ac-
tividad —empresa, turista o Estado—, conlleva la necesidad
de armonizar la normativa en beneficio de la calidad y sus-

28
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

tentabilidad tantas veces proclamada. El derecho del turis-


mo se constituye así en una herramienta imprescindible a
tales fines.
La visión integradora que aporta en este sentido el derecho
del turismo tiende a brindar una interpretación armónica de la
normativa y la realidad del sector —muchas veces descono-
cida—, en claro beneficio de la jerarquización de la actividad
turística. Es desde esta óptica y de la experiencia adquirida
que considero necesario hacer algunas reflexiones sobre la im-
portancia de otorgar jerarquía académica a la capacitación y a
los futuros estudios sobre el derecho del turismo.
No obstante, corresponde aclarar que esta materia, que en
forma sintética denominamos “Derecho del Turismo”, no tiene
autonomía científica como nueva rama de la ciencia del dere-
cho, sino que es transversal a las demás ramas. Un sector de la
ciencia del derecho tiene autonomía científica cuando los prin-
cipios que lo informan, por su carácter original y por constituir
una construcción jurídica sistemática, completa, cerrada, ha-
cen innecesaria toda recurrencia a los principios de otra rama.
Por el contrario, cuando existen excepciones o especi-
ficaciones a principios de otras ramas, a las que se recurre
además para resolver casos no previstos, no estamos fren-
te a una rama autónoma sino quizá ante una materia que
requiere cierta especialización tanto en el orden legislativo
como administrativo.
Concitan estudios específicos las particularidades del
negocio turístico y la gestión pública de su desarrollo y fis-
calización. Pero dichos estudios requieren el enfoque tanto
de las diversas ramas del derecho privado como de las del
derecho público y en especial, el derecho civil y comercial y
el derecho administrativo son ejes troncales para el análisis
jurídico institucional de los distintos aspectos que abarca la
actividad turística.
Este criterio fue el que se tuvo en cuenta al diseñar el
curso de posgrado que dirijo en la UBA. Para su desarrollo

29
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

se convocaron profesores de las distintas materias de gra-


do y posgrado de la Facultad, que mayoritariamente habían
tenido alguna aproximación al fenómeno turístico, con el ob-
jeto de que explicaran la aplicación de los principios propios
de sus materias a dicho fenómeno.
Cabe señalar que en la República Argentina la autoridad
de aplicación a nivel nacional es el Ministerio de Turismo de
la Nación. Este órgano tiene competencias de promoción tu-
rística y de planificación, las que han quedado plasmadas
en la nueva Ley 25997 Nacional de Turismo y su decreto
reglamentario. También es la autoridad de aplicación de la
ley que regula la actividad de las agencias de viaje, que es
de competencia nacional por tratarse de una actividad co-
mercial y además interjurisdiccional por naturaleza.
La regulación del transporte, a excepción del terrestre
que se realice sólo dentro de una jurisdicción, es competen-
cia nacional y su aplicación está en cabeza de otra Secretaría
de Estado. En materia ambiental, según lo establece nuestra
Constitución, la Nación fija los presupuestos mínimos y las au-
toridades locales los complementan.
Las relaciones de consumo entre los turistas y prestado-
res están regidas por la Ley Nacional de Defensa del Consu-
midor, que contiene normas de orden público, por lo tanto no
derogables por las partes.
Las materias de alojamientos, gastronomía, guías tu-
rísticos, planeamiento urbano ambiental, ordenamiento te-
rritorial, regulación de diversas modalidades turísticas, el
transporte local, los parques provinciales o municipales,
etc., están reguladas por normas administrativas locales de
naturaleza legal y reglamentaria.

Ahora bien, tanto el profesional del derecho que se des-


empeñe en cuestiones legales relativas a la actividad turística,
como los licenciados y técnicos en turismo y, por supuesto,
los prestadores de servicios turísticos necesitan abordar inte-

30
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

gralmente el marco jurídico general que se aplica a la gestión


empresarial y pública de esta materia.
Con esta comprensión de los alcances de la actividad, el
curso que se dicta en Argentina tiene dos grandes objetivos
generales:

v Abordar desde un enfoque interdisciplinario la pro-


blemática jurídica de la actividad turística.
v Aportar al conocimiento de las normas e institutos
aplicables a la actividad para lograr desde un enfo-
que teórico práctico la reflexión crítica sobre conte-
nidos, procedimientos, efectiva protección del turis-
ta y del ambiente y, en general, sobre el estado de la
cuestión en Argentina y en el derecho comparado.

Se pretende que el egresado incorpore a los conocimien-


tos propios de su profesión, herramientas y destrezas que le
permitan tanto iniciar investigaciones sobre la materia como
insertarse progresivamente en el campo laboral que ofrece la
actividad.
Partiendo de la convicción sobre la necesidad de conocer
en profundidad la cuestión de fondo sobre la cual se perfilan
las normas jurídicas, como única forma de alcanzar una re-
flexión crítica sobre su contenido, se diseñó un Módulo Intro-
ductorio con dos contenidos básicos: El ambiente del turismo
y la planificación de su desarrollo; y El impacto socioeconó-
mico del turismo y las características del negocio turístico.
Ambos contenidos son desarrollados por profesionales de
diversas disciplinas científicas no jurídicas.
A partir de esta Introducción, los otros módulos son desa-
rrollados por profesores de derecho en su casi totalidad.

Los grandes temas son:


v Marco legal e institucional del turismo
v El contrato de viaje

31
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

v Los seguros
v Empresas y servicios turísticos
v Alojamientos
v Sistema de tiempo compartido
v Transporte terrestre
v Transporte aéreo
v Transporte marítimo
v Régimen laboral del turismo
v Modalidades del turismo
v Régimen tributario y previsional
v Derecho Internacional Privado. Responsabilidad y
contratos turísticos internacionales.
v El Fideicomiso y su aplicación a las actividades turísticas.

El método teórico práctico de enseñanza cumplido en to-


das las materias mediante la resolución individual o grupal de
casos reales o preparados, análisis de jurisprudencia, etc.,
promueve un alto grado de participación por parte de los es-
tudiantes y una mayor interactuación entre éstos y el profesor.
El impulso logrado por el curso y el creciente desarro-
llo del turismo receptivo en Argentina, acompañado de una
eficiente gestión pública nos animaron a organizar desde la
Facultad de Derecho el Primer Congreso Iberoamericano de
Derecho del Turismo que se realizó en Buenos Aires el 21 y 22
de agosto de 2008.
La sorprendente y masiva concurrencia a este evento, con
asistentes provenientes de Argentina y de toda Latinoamérica
y América Central en número superior a 600 y la participación
de disertantes de Argentina, México, Brasil, Perú, España,
Portugal y Estados Unidos, entre otros, ratificó la necesidad
de brindar una oferta académica en esta temática. En el cur-
so de 2013 por primera vez México (UNAM) ha organizado
el Primer Congreso Internacional de Derecho Turístico al cual
fuimos convocados los argentinos para disertar como expre-
sión del reconocimiento a nuestra iniciativa.

32
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

A partir de 2009, se incorporó a la oferta de grado en la


Facultad una materia del Ciclo Profesional Orientado, denomi-
nada “Marco Regulatorio de la Actividad Turística”, siendo la
primera Facultad de Derecho que otorga la oportunidad a los
estudiantes de la carrera de abogacía de añadir a su forma-
ción los aspectos jurídicos de la actividad turística.
La escasez de estudios y obras de nivel académico que
aborden las cuestiones del turismo y el derecho ha llevado a
desarrollar una Colección Bibliográfica de Derecho del Turis-
mo, sobre temas puntuales y con el aporte de prestigiosos
juristas de nuestro país, que edita la Facultad de Derecho con
la Fundación Proturismo y cuenta ya con siete obras.
Finalmente y como ámbito propio para reuniones aca-
démicas, líneas de investigación y futuras publicaciones e
informaciones se ha creado el Observatorio de Derecho del
Turismo, también inserto en la Facultad, el que, además en el
curso de 2013 ha sido aceptado como Miembro Afiliado de
la Organización Mundial del Turismo y que está abierto a la
conformación de futuros acuerdos de cooperación con otras
universidades de nuestro país y del exterior.

33
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

La Enseñanza del Turismo en la Universidad


(Ciclo de Complementación Curricular):
Turismo Social

María Inés Guaita

Introducción

La enseñanza y el aprendizaje son dos procesos en los cuales


intervienen el profesor y los estudiantes en un aula, pero también
fuera de ella. La formación de todo futuro profesional requiere
de “estrategias de enseñanza” que le ayuden a aprender ha-
ciendo, aprender a aprehender y aprender cooperativamente.
Ausubel (1978) aportó la noción de “aprendizaje significa-
tivo”, el cual se obtiene cuando el nuevo conocimiento puede
incorporarse a la estructura cognitiva del sujeto a partir de su
relación con conocimientos anteriores o experiencias previas.
Este tipo de aprendizaje va más allá del memorístico o por
repetición, es más duradero, requiere de conceptos incluso-
res y toma en cuenta la motivación, el interés y las actitudes
del estudiante, frente al nuevo conocimiento.
El estudiante es un ser activo frente al conocimiento,
logra aprender en la construcción de conceptos, en el des-
cubrimiento de procesos, en la solución de situaciones prob-
lemáticas, en la investigación e identificación de causas y
efectos, en la elaboración y codificación de nuevos concep-
tos. Así es como aprenden a aprender.

34
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Las estrategias para la enseñanza en el aula universi-


taria, en función de los aprendizajes del futuro profesional,
abarcan su desarrollo personal, su potencial de inteligencia,
la adquisición de competencias profesionales y el desarrollo
de actitudes y valores en función de su participación crítica
y creativa en el contexto socio-político.
Asimismo, es importante aceptar el compromiso de pod-
er responder a los desafíos tecnológicos, clarificar los con-
tenidos, estrategias y alianzas; interpretar responsablemente
a la cibercultura y atender científicamente el desarrollo de
las potencialidades afectivas, sociocognitivas y metacogniti-
vas de cada estudiante, entre ellas, pensamiento, inteligen-
cias y creatividad, sin obviar la inserción y realización del
futuro profesional en un universo socio-cultural afectado por
la competitividad, productividad e innovación.
Enseñar en la universidad implica, en esta coyuntura so-
cio-histórica, asumir desde el aula el debate antropológico,
ético, político, ontológico y axiológico de la sociedad.
La enseñanza universitaria está formada por tres etapas:
la teoría, la planificación y la práctica.

v “Los conocimientos” constituyen la variable más impor-


tante en el desarrollo científico y tecnológico y los pun-
tos de referencia para las nuevas formas de organiza-
ción social. Sin embargo, el mismo dinamismo científico
los convierte en provisionales. La curricula universitaria
siempre los ha organizado a través de asignaturas o se-
minarios. Es conveniente articularlos en “proyectos” o
en “problemas del conocimiento” en función del desa-
rrollo de experiencias, competencias y actitudes, cuyo
abordaje también implica transdisciplinariedad, teoría y
práctica, texto y contexto, lo temático y lo procedimental,
con el fin de promover aprendizajes para la vida y capa-
cidades para enfrentar los nuevos problemas. Un aula
abierta a la “solución de problemas” contextualiza la en-

35
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

señanza, proyecta a la universidad y llega a establecer


relaciones con otras instancias culturales o formativas.
v Como principios didácticos para trabajar el “conocimien-
to” sobresalen: exploración de saberes previos, secuen-
cialidad, vigencia, profundidad, significatividad, transfe-
rencia y aplicabilidad.
v La enseñanza universitaria es una tarea académica vincu-
lada con la producción, divulgación y aplicación de “los
conocimientos”; por lo tanto, en el aula convergen la in-
vestigación y la extensión universitaria.
v El estilo didáctico y las estrategias didácticas que utilice
la universidad para trabajar “el conocimiento” demostra-
rán la dirección de los aprendizajes que aspira a susci-
tar, facilitarán la capacidad para evaluar y reorientar mo-
delos didácticos y disuadirá de estilos particulares o del
individualismo en el aula, escudo que ha servido para
encubrir clases y evaluaciones desmotivantes.
v La complejidad del conocimiento y su acelerada produc-
ción, remite a rebasar las barreras de las disciplinas y a
avanzar hacia la transdisciplinariedad, la resolución de
problemas, el trabajo de proyectos con el apoyo de la
meta cognición de cada estudiante, como herramienta
intelectual que les permite seguir aprendiendo.
v La enseñanza universitaria es un subsistema de la acade-
mia, flexible y abierto. Operacionaliza al proyecto curricu-
lar de la Carrera, cuyos insumos deben ser: un docente
responsable, calificado y en permanente actualización;
estudiantes socialmente comprometidos; una planificación
estratégica que incluya objetivos formativos; contenidos te-
máticos, procedimentales y actitudinales, apropiados tanto
para el desarrollo integral del futuro profesional como para
el desarrollo científico del país, y una actitud formativa para
asumir la evaluación como un proceso pedagógico, donde
los errores se consideran vías para aprender y donde los
procesos importan tanto como los resultados.

36
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Es oportuno deslindar los dos procesos básicos del aula:


Enseñanza y Aprendizaje. Ellos son de naturalezas distintas
y no siempre articulados.
La enseñanza es un proceso sistemático a cargo del do-
cente, de naturaleza pedagógica y dirigida en función de
la significatividad de los aprendizajes y del desarrollo inte-
gral de cada estudiante. Sin duda, la enseñanza se torna
más compleja por sus nexos con procesos socio-culturales
transcendentes tales como formación, humanización, cultu-
rización, profesionalización y desarrollo personal.
Por su parte, el aprendizaje es un proceso interno del
estudiante de naturaleza socio-cognitiva. Las estrategias de
enseñanza universitaria conducen a:

v Convertir cada aula en un taller, en un seminario o en un


laboratorio, para que cada estudiante, logre desarrollar-
se como persona y como profesional.
v Apuntar hacia el trabajo en equipo en función de la com-
plementariedad, colaboratividad y crecimiento personal.
v Concebir el aula universitaria como un laboratorio desde
donde se construyan los nuevos significados, enfoques
y estructuras del proceso de enseñanza.
v Incluir el conocimiento de la realidad nacional, social y
política para contextualizar su hacer en el aula. Incorpo-
rar el desarrollo personal del profesor en lo ético, estéti-
co, actitudinal e intelectual.
v Facilitar el desarrollo creativo en cuanto a modelos, teorías,
medios, recursos y estrategias del propio profesor, porque
sólo docentes creativos generan estudiantes creativos.
v Partir de problemas concretos inherentes a la enseñanza
para buscarles solución en colectivo y desde la interdis-
ciplinariedad.

Los conceptos mencionados, extraídos de Díaz Herrera


(2001), configuran la metodología utilizada para la enseñan-

37
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

za de la asignatura Turismo Social, cuyo objetivo es: Intro-


ducir al cursante en la identificación y análisis del concepto,
del desarrollo histórico y de la actualidad del turismo social
como modalidad turístico recreativo, describiendo los recur-
sos que la componen, la oferta básica y complementaria en
la que se apoya, las características y evolución de su de-
manda y los productos y servicios específicos relacionados.

Partiendo de la génesis del turismo social, que nace en


Argentina en 1945, durante la primera presidencia de Juan
Domingo Perón como política pública, con el fin último de
ampliar los derechos sociales de los ciudadanos, la metodo-
logía para la enseñanza de la materia se basó en:

v El análisis y la comprensión de la relación entre el Estado,


la Sociedad y el Gobierno desde el origen de la políti-
ca de turismo social, hasta la actualidad, detectando el
auge y caída de la problemática en la agenda estatal.
v El desarrollo de conocimientos y herramientas para la
formulación de políticas públicas de turismo social, com-
prendiendo el Diseño y Ciclo de las políticas públicas.

Un total de 16 clases presenciales con la aplicación de


la metodología aula-taller, con cuatro instancias de evalua-
ción posibilitaron que los estudiantes lograran diseñar una
política pública en materia de turismo social. Tanto la meto-
dología de aula-taller, como el análisis basado en problemas
se utilizaron para desarrollar las diferentes temáticas abarca-
tivas de la asignatura. El objetivo final que se buscó fue que
los estudiantes/cursantes pudieran presentar un proyecto de
política pública de turismo social. Las clases fueron teóri-
co-prácticas, con apertura al debate e intercambio de ideas
y trabajo taller dentro y fuera del aula.
Las distintas etapas de evaluación se estructuraron de
manera integradora, cada una de ellas iba sumando herra-

38
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

mientas y conocimientos teóricos-prácticos, de utilidad para


el trabajo final.

Descripción de las instancias de evaluación

v Primer Parcial: escrito y a libro abierto, con el objetivo de


relacionar conceptos con hechos históricos nacionales
e internacionales, que influyeron en el turismo social, en
Argentina y en el mundo.

v Primer Trabajo Práctico grupal: escrito y oral, de análisis


comparativo de la política actual de Turismo Social de Ar-
gentina, con respecto de otros países de Iberoamérica.

v Segundo Trabajo Práctico Individual: escrito y oral, críti-


co acerca de los requisitos que deben cumplimentar los
diferentes grupos que componen los beneficiarios del
Turismo Social en Argentina, en la actualidad.

v Trabajo Grupal Final Integrador: escrito y oral, de diseño


de un proyecto de política pública de turismo social.

Adquisición de conocimientos
y experiencia de los alumnos

v Primer Parcial: los estudiantes pudieron vincular con-


ceptos, definiciones, hechos y procesos históricos, as-
pectos jurídicos y normativos relativos al desarrollo del
turismo social, a nivel internacional y nacional, institu-
cional y estatal.
v Primer Trabajo Práctico Individual: los estudiantes anali-
zaron diferentes políticas de turismo social implementa-
das en países de Iberoamérica, con la actual política de

39
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

turismo social, identificando diferencias y similitudes de


índole histórica, económica, social y política.
v Segundo Trabajo Práctico Individual: en este desarro-
llo los estudiantes trabajaron sobre la población objetivo
del turismo social en Argentina pudiendo detectar, qué
requisitos deben cumplimentar los distintos planes exis-
tentes, para poder acceder al beneficio.
v Trabajo Final Integrador: Los estudiantes lograron definir
y diseñar un proyecto de política de turismo social, de-
finiendo, niveles de estado de ejecución de la política,
problemática a resolver, presentación del programa, vi-
sión, misión, población objetivo, objetivos estratégicos,
proyectos, etapas, recursos, monitoreo, actores externos
vinculados, análisis de fortalezas, oportunidades, debi-
lidades y amenazas. Esta cuarta y última instancia de
evaluación permitió que los estudiantes trabajaran en
equipo aplicando todos los conceptos desarrollados en
el aula, desde la primera hasta la última clase, utilizando
sus conocimientos previos, como así también los nuevos
conceptos incorporados.

Sin duda, el diseño y gestión de un proyecto de política


pública resultó un desafío al momento de articular y vincular
el turismo, con la planificación estratégica, la gestión de los
recursos, la visión y la misión de una política pública que
trasciende y gravita en la comunidad toda.
La selección de la localidad, el análisis de prefactibili-
dad, la definición de estrategias, acciones y actividades
para incorporar a la comunidad local en un claro horizonte
de turismo inclusivo y sustentable, encaminado hacia el lo-
gro de una cultura turística, dio como resultado un trabajo
integrador final, que no dejó afuera ningún concepto clave
para la materia, pero además, para el desarrollo de cual-
quier proyecto turístico que pretenda ser incorporado dentro
de la actual política de desarrollo de turismo a nivel nacional.

40
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

La presentación escrita y oral del trabajo también fue


realizada respetando las consignas establecidas, superan-
do las expectativas de un trabajo de cierre de asignatura.
Los estudiantes se distribuyeron las distintas etapas del pro-
yecto y funcionaron como un verdadero equipo de gestión,
que trascendió el aula.

Conclusión

La enseñanza universitaria tiene dos ejes sensibles y estra-


tégicos a la vez, por un lado el profesor, y por el otro cada
uno de los estudiantes. Es vital que el profesor aporte una
mirada omnicomprensiva de la temática que va a desarrollar
en el aula y que intente transmitir a cada estudiante un cono-
cimiento superador del mero concepto, para transformarlo
en una herramienta de trabajo y producción, de utilidad para
su desarrollo laboral y profesional.
Partiendo del paradigma del aprender a aprender y del
aprender con el otro en una construcción permanente de
conocimiento en un mundo de cambios acelerados y cons-
tantes, donde la información de ayer resulta descartable ma-
ñana, por el avance tecnológico, la multidisciplinariedad y el
trabajo en equipo resultan claves para el futuro profesional,
que encontramos en las aulas de la universidad.
Por otra parte, la motivación y la disposición del docen-
te para cooperar y colaborar en el proceso de aprendizaje
del estudiante, deben ser realizadas de manera responsable
y continua, sin desatender el mínimo detalle que pueda in-
terferir en la incorporación de conceptos, conocimientos y
competencias por parte del estudiante.
Por último, es imprescindible que el estudiante y el pro-
fesor mantengan un canal abierto de comunicación, de in-
tercambio, de consultas y resolución de inconvenientes que
se puedan suscitan durante el transcurso del dictado de la

41
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

materia, como en las instancias de evaluación, de manera


de poder ir aprobando las etapas en un aprendizaje conti-
nuo e integrador. El docente debe asumirse como mediador
y potenciador de las múltiples capacidades del estudiante.

Bibliografía

Ausubel, D.P. (1976): Psicología educativa: un punto de vista


cognoscitivo, Editorial Trillas, Traducción al español de
Roberto Helier D., de la primera edición de Educational
psychology: a cognitive view, México.
Ausubel, D.P. ; Novak, J.D. y Hanesian, H. (1983): Psicología
educativa: un punto de vista cognoscitivo, Editorial Tri-
llas. Traducción al español, de Mario Sandoval P., de la
segunda edición de Educational psychology: a cognitive
view, México.
Díaz Herrera, Dámaris (2001): La didáctica universitaria: una
alternativa para transformar la enseñanza. Acción Peda-
gógica. ISSN-e 1315-401X, Vol. 10. N° 1-2. 2001, págs.
64-72.

42
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Características de la asignatura
Programación de Circuitos Turísticos:
Consideraciones para el relevamiento técnico de
elementos patrimoniales y sitios de interés del
casco urbano de la ciudad de Avellaneda

Santiago Cano

Introducción

La asignatura Programación de Circuitos, debe aportar las


herramientas necesarias para que el Coordinador de Via-
jes y el Guía de Turismo, reconozca la potencialidad de los
atractivos en el armado de un circuito turístico, de operatoria
regular o eventual, el mejor día y horario para su realización,
los servicios complementarios necesarios, grado de dificul-
tad, capacidad de carga e imponderables a resolver.
La base de ese conocimiento y criterio profesional adqui-
rido en el trayecto formativo le permitirá actuar independien-
temente de la planificación empresaria, ejerciendo el com-
plejo rol de representante responsable en destino y durante
el viaje, tanto ante los pasajeros como con los prestadores
de servicios, solucionando con eficacia los inconvenientes
operativos, climáticos, de convivencia humana y situaciones
de emergencia que se presenten durante el recorrido.
Se establece como testimonio formal en el marco refe-
rencial del proyecto académico, el armado de un recorrido
pedestre en el casco urbano de la ciudad de Avellaneda que

43
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

incluya a alguno de sus principales ejes de comunicación:


Av. Pavón, Av. Mitre, o Av. Belgrano.
El objetivo institucional a cumplir por la asignatura, ade-
más del aprendizaje y experimentación de los estudiantes,
radica en potenciar la actividad de campo como primera ins-
tancia de investigación local para generar sentido de perte-
nencia comunitaria.
El proyecto implica el riesgo de interactuar con educan-
dos sin base experimental por encontrarse en las primeras
semanas del primer año de su carrera. Desde la cátedra se
asume el desafío dedicando carga horaria adicional desde
la función técnica de tutoría docente. Para ello, se organiza
un proceso pedagógico para un aprendizaje acelerado que
permita la aplicación metodológica e integración social.

Metodología

A partir de las consignas establecidas para los trabajos


prácticos (TP), los estudiantes se integran en grupos de ges-
tión con distribución de roles individuales. Los miembros de
cada grupo, se eligen libremente por afinidad.
Se mantiene el criterio de libre elección también para el
recorrido a programar por consenso grupal.

Planificación de tareas de campo con tutoría docente

Como primer paso del trayecto formativo entre teoría y praxis


se programa un itinerario tentativo a partir de cada eje comu-
nicacional, estableciendo solo el punto de origen y finaliza-
ción del recorrido.
Iniciado el proceso de investigación de recursos infor-
mativos, se privilegia la generación de fuentes propias (pri-
marias) con entrevistas a vecinos destacados y antiguos

44
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

pobladores pero, sin dejar de consultar antecedentes biblio-


gráficos existentes, tales como biblioteca o periódico local.
El “tiempo y espacio aula” permite aplicar el sistema
presencial, aunque resulta insuficiente e inadecuado para
la práctica metodológica que se pretende aplicar; para op-
timizar la gestión extra aulística se acordaron canales de
comunicación con telefonía celular, e mails y mensajes de
texto, que permitieron la consultoría permanente y resolu-
ción de dudas en el terreno de aplicación.
A partir de la apertura del canal de comunicación sin
limitaciones horarias se generan modalidades directas de
motivación para que los estudiantes participantes alcancen
los objetivos planteados con resultados positivos y palpa-
bles en un ciclo académico muy breve (un cuatrimestre).
Con ese criterio se mantuvo el rol de docente orientador
pero, cada grupo organizador (GO) ejerció el derecho y el
riesgo de asumir decisiones propias, en el momento opor-
tuno para resolver situaciones imprevistas.
El relevamiento de sitio se planificó en diferentes días y
horarios para un estudio comparativo de alternativas y re-
sultados. Aprovechando la experiencia para la verificación
de datos: nombre de calles; número de puerta; sentido de
circulación del tránsito; ubicación de atractivos fundamen-
tales y complementarios; horarios de atención o funciona-
miento; aranceles de ingreso; accesibilidad; e iluminación
artificial.
Se optimiza el relevamiento técnico con la documenta-
ción fotográfica de atractivos y sitios de interés.
Con la confirmación de datos que aporta el relevamien-
to del recorrido, se definen los atractivos y actividades a
incluir, horarios, punto de encuentro y se programa el iti-
nerario definitivo con planilla técnica de recorrido detalla-
do, complementado con elementos cartográficos (en este
caso, plano y croquis).

45
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Resultados

Se cumplieron las consignas y superaron los desafíos, con


determinación y responsabilidad por parte de los estudian-
tes. Cada etapa y la presentación final se realizaron en tiem-
po y forma.
Los grupos se organizaron ordenadamente para la distri-
bución de roles, manteniendo una relación equilibrada en la
participación de todos los integrantes durante los procesos
de la investigación, en la gestión de las comunicaciones y
documentos operativos. Todo ello claramente reflejado en
las instancias expositivas que, resolvieron con seguridad y
coherencia.
Las clases abiertas, en las que cada grupo de trabajo
comenta su experiencia, se distinguieron por la integración
y la libertad de participación, con la resultante del aporte
espontáneo de estudiantes integrantes de otros grupos que,
aún con críticas concretas, enriqueció la propuesta original.
Los casos de liderazgo resultaron naturales y positivos
para la dinámica grupal.
En cada caso la consigna se resolvió aplicando cono-
cimiento y metodologías adquiridas en otras asignaturas,
resultando las más evidentes “Introducción al Turismo” y
“Taller de Expresión Oral”. Esta última, con mayor énfasis
a medida que avanzaba el cuatrimestre y se desarrollaban
diferentes etapas de los trabajos prácticos (TP).
El relevamiento de sitio despertó gran interés en los estu-
diantes, descubriendo calles, instituciones, historias de vida
y personajes locales que caracterizan a la ciudad en distin-
tos momentos de su historia. Dicha experiencia les permitió
asumir la tarea como un aporte académico para poner en
valor la identidad comunitaria. Manifestaron sentirse parte
del nacimiento del fenómeno turístico en un sitio sin antece-
dentes con la actividad y en apariencia sin potencial.
Descubrieron, a partir de su trabajo, la riqueza patrimo-

46
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

nial de Avellaneda, su historia de polo industrial, la influencia


de corrientes migratorias, la importancia del Riachuelo y sus
puentes comunicantes.
Demostraron dominar la metodología básica para el ar-
mado de un circuito turístico y conocer los imponderables
que influyen en la programación de actividades para los vi-
sitantes.
Utilizaron la gestión inicial y final de sus trabajos para
generar vínculos internos que les permitieran, como estu-
diantes de una carrera nueva, integrarse a la comunidad de
la UNDAV.
Complementariamente, intentaron despertar nuevos in-
tereses en la comunidad (universitaria y extra-universitaria)
para conocer Avellaneda de un modo diferente.

47
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Hacia un Turismo Inclusivo1

Walter Almirón
Paulina Feyling
Catalina Gallo
Anabel González
Aluhé Pérez

Introducción

Nuestro trabajo final de Turismo Social tuvo como objetivo


llevar a la práctica todos los conceptos aprendidos en la
materia. Así, pudimos vincular conceptos, definiciones, pro-
cesos históricos, leyes y normas referentes al turismo en el
ámbito nacional e internacional, analizar diferentes políticas
de turismo social implementadas en Latinoamérica conside-
rando la problemática particular de cada región y/o país.

Organización grupal

La materia se dictó durante el primer cuatrimestre de 2013.


En total fuimos cinco estudiantes durante la cursada. Y eso
nos permitió formar un solo grupo para la realización del tra-
bajo final integrador.

1 Trabajo realizado en la asignatura “Turismo social” del Ciclo de Complementación


Curricular de la Licenciatura en Turismo.

48
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Combinamos distintas metodologías de trabajo. Comen-


zamos destinando parte de la clase a discutir grupalmente
cuál sería el tema elegido para nuestra política pública, ya
que nuestra profesora nos había dado esa posibilidad de
elección. Surgieron así numerosas e interesantes propues-
tas. Uno de los primeros aspectos que debimos definir den-
tro de las propuestas iniciales, fue determinar si haríamos
un proyecto a nivel nacional, provincial o local (municipal).
En un primer momento y con nuestro entusiasmo inicial por
el proyecto, elegimos desarrollar la política a nivel nacional,
involucrando todas las regiones de la Argentina (asignándo-
los una región por estudiante a fin de investigar y aportar in-
formación y propuestas al grupo), con la idea de incorporar
nuevas unidades turísticas en todo el país.
Sin embargo, ante el desarrollo de las consignas y el
acertado consejo de nuestra profesora, vimos que un pro-
yecto a nivel nacional excedía las dimensiones de nuestro
trabajo integrador y no contábamos con el tiempo necesa-
rio para investigar y llevar a cabo tamaña empresa. Por eso
convinimos en realizar una política pública que incorporara
una sola unidad turística, planteada como la primera etapa
de un programa que pudiera continuar en un futuro cercano.
El hecho de ser pocos estudiantes nos permitió trabajar
cómodamente en equipo. A las reuniones llevadas a cabo
en la Universidad, durante nuestras horas de clase, se su-
maron reuniones grupales fuera de la misma. Y todo esto se
complementó con los aportes individuales de cada integran-
te del grupo.
La presentación escrita y oral del trabajo fue tomada
con mucha seriedad y respeto a las consignas estableci-
das. Consideramos las distintas etapas del proyecto en
donde todos estuvimos involucrados pero a los fines prácti-
cos distribuimos en forma democrática las distintas etapas
del proyecto para ser presentado en forma clara, concisa
y eficiente.

49
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Cuestiones privilegiadas v conocimientos aplicados

Debíamos diseñar un proyecto de política pública de turismo


social donde estuvieran presentes varios principios básicos
trabajados en el aula, especialmente un turismo social, in-
clusivo y sustentable, trabajado en equipo y respetando las
siguientes coordenadas:

v Elección de la localidad, estrategias para incorporar


a la comunidad local en el proyecto.
v Análisis de pre factibilidad.
v Ejecución de una política de gestión, considerando:
Proyecto, objetivos estratégicos, etapas, recursos,
población objetivo, actores externos, destinatarios
del beneficio, análisis detallado de las fortalezas,
oportunidades, debilidades y amenazas, y su pro-
yección a futuro.

El proyecto se gestó y salió a la luz de la constitución


de un equipo de trabajo y gestión con un objetivo claro y
preciso.
Para finalizar, este trabajo no hubiera sido posible sin
una relación comunicacional abierta entre el profesor y los
estudiantes. En todo momento pudimos consultar, resolver
problemas, acrecentar nuestro campo bibliográfico, inter-
cambiar ideas, en fin concluir nuestro trabajo con entera sa-
tisfacción personal y académica.

Resultados

Como resultado logramos la creación de un proyecto que


propone la ampliación de uno de los programas de Turismo
Social existentes en la Argentina, denominado “Unidades
Turísticas”. Los principales aspectos del mismo son:

50
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

v Brindar una alternativa a la escasa oferta de Uni-


dades Turísticas a nivel nacional logrando la inte-
gración social de todas las regiones a través del
Turismo.
v Contribuir con el desarrollo socioeconómico y turísti-
co de la localidad de Punta Lara.
v Poner en valor el patrimonio cultural material zonal
mediante la remodelación y recuperación del edifi-
cio “Palacio Piria”
v Afirmar la protección de la Reserva Natural de Pun-
ta Lara.
v Privilegiar el trabajo en conjunto con la comunidad
local y la profesionalización continua del sector tu-
rístico, para lograr así la sociabilidad, sostenibili-
dad y solidaridad que busca tener el Turismo en
nuestro país.

Bibliografía

Ley 12995. Buenos Aires Provincia, Ministerio de Jefatura


de Gabinete de Ministros. Disponible en URL http://www.
aob.aba.gov.ar/legislacion/leqisiacion/l-12955.html [con-
sulta 15 de junio de 2013]
Diario El Día, Sección Ediciones anteriores. “Retoman la em-
bestida para recuperar el Palacio Piria”: 05/11/2000. Dis-
ponible en URL
http://www.eldia.com/ediciones/200011Q5/laciudadl5.html
[consulta 18 de junio de 2013]
Diario El Día, Sección Ediciones anteriores. “Trabajan para
evitar que se venga abajo el Palacio Piria”: 19/10/2011.
Disponible en URL
http://www.eldia.com.ar/edis/2QlllQ19/trabaian-para-evi-
tar-venq3-abaio~palacio~ Piria-laciudad25.htm consulta
18 de junio de 2013]

51
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Guaita, M.I. (2013) Clase N° 10: “Hacia el diseño de una po-


lítica pública de turismo social: Guía para la formulación
y evaluación de Políticas Públicas”, Manual de trabajo
en clase, del Lic. Mario Krieger. Buenos Aires. Turismo
Social. Universidad Nacional de Avellaneda.
_____ (2013) Clase N° 11: “Indicadores de sustentabilidad
para el turismo: Agenda 21 para el Turismo Mexicano”.
Turismo Social. Universidad Nacional de Avellaneda.
_____ (2013) Clase N° 9: “Política de Turismo Social en Co-
lombia”. Turismo Social. Universidad Nacional de Ave-
llaneda.
Municipalidad de Ensenada. Disponible en URL www.ense-
nada.qov.ar [consulta 22 de junio de 2013]
Municipalidad de La Plata. Disponible en URL www.laciu-
dad.laplata.aov.ar [consulta 22 de junio de 2013]
Palacio Piria, Proyecto de Restauración Disponible en URL
www.facebQok.com/paQes/Paiacio-Piria-Proyecto-Restau-
ración [consulta 15 de junio de 2013]
Trip Advisor. Disponible en URL www.tripadvisor.com.ar/
members/832iosef [consulta 18 de junio de
2013].

52
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Barracas al Sur:
por el camino de las Cañuelas.
Circuito Guiado Pedestre1

Marta Baraldo
Diego Janeiro
José Napolitano

Introducción

El presente Trabajo Práctico forma parte de la asignatu-


ra “Programación de Circuitos Turísticos”, cuyo objetivo es
aportar las herramientas necesarias para que el Coordina-
dor de Viajes y el Guía de turismo reconozca la potenciali-
dad de los atractivos en el armado de un circuito turístico,
regular u opcional, el mejor día y horario para su realización,
los servicios complementarios necesarios, grado de dificul-
tad, capacidad de carga e imponderables a resolver.
La base de ese conocimiento y criterio profesional adqui-
rido permitirá a los futuros profesionales actuar independien-
temente de la planificación empresaria, ejerciendo el com-
plejo rol de representante responsable en destino y durante
el viaje, tanto ante los pasajeros como con los prestadores
de servicios, solucionando con eficacia los inconvenientes
operativos, climáticos, de convivencia humana y situaciones
de emergencia que se presenten durante el recorrido.

1
Trabajo realizado por alumnos en la asignatura Programación de Circuitos del 1º Año
y 1º Cuatrimestre del año 2013, pertenecientes a la Carrera de Guía Universitario de
Turismo de la UNDAV.

53
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Consignas

Constituir por afinidad un grupo de tareas para la organiza-


ción de actividades de campo con libre elección del sitio-des-
tino, siguiendo las pautas enumeradas a continuación:

Relevar antecedentes locales, escritos y orales:

v Consultar bibliografía en todas sus variantes y ac-


tualizaciones para una primera selección en la oferta
de atractivos, actividades y servicios, evaluando sus
características, posibilidades y costos;
v Diferenciar atractivos y actividades por su importan-
cia, posibilidad operativa y motivación;
v Reconocer el terreno en distintos días de la semana
y horarios para advertir diferencias en las costum-
bres de uso del sitio y considerar la conveniencia
más adecuada para realizar el recorrido turístico;
v Relevar técnicamente el destino para definir la inclu-
sión de servicios, atractivos y actividades, ordenar el
recorrido y asignar la carga horaria correspondiente;
v Complementar con relevamiento fotográfico.

Desafíos del Trabajo Práctico:

Programar un recorrido pedestre en un sitio sin demanda


actual de visitantes. Por ejemplo, Ciudad de Avellaneda.

Objetivos de aprendizaje:

v Relacionar contenidos y metodologías de diferentes


asignaturas;
v Analizar situaciones previstas e imprevistas;
v Privilegiar decisiones objetivas a favor del circuito y
sus pasajeros;

54
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

v Cumplir diferentes roles con criterio cooperativo;


v Contribuir a la dinámica grupal;
v Dominar la metodología básica para el armado de
un circuito turístico;
v Conocer los imponderables que influyen en la pro-
gramación de actividades;
v Relevar técnicamente el sitio para reconocimiento de
lugares cotidianos, descubriendo nuevos valores y
alternativas de uso;
v Familiarizarse con el armado de documentos ope-
rativos;
v Organizar acciones para la promoción y difusión ins-
titucional, para integrar a la comunidad de la Univer-
sidad Nacional de Avellaneda a la práctica turística.

Barracas al Sur: por el camino de las Cañuelas.


Breve memoria descriptiva

“Barracas al Sur: por el Camino de las Cañuelas” es un re-


corrido pedestre que nos permitirá conocer una zona clave
en la historia de la ribera sur del Riachuelo. Como su nombre
lo indica, nos centraremos en la época de mayor desarro-
llo como polo industrial de la Argentina, con especial inte-
rés en las inmediaciones que se extienden desde el Puente
Pueyrredón hasta la estación Avellaneda del FF.CC. También
reflexionaremos acerca del triste final que tuvieron las políti-
cas de desindustrialización que generaron hechos de repre-
sión y una ciudad en ruinas.
El Puente Pueyrredón “Viejo” tiene un pasado que se re-
monta hasta los años de la colonia, pasando por hechos tan
relevantes como las invasiones inglesas, los combates por la
federalización de la Ciudad de Buenos Aires y el 17 de octubre
de 1945. Fue una vía indispensable para el desarrollo de la zona
que aún hoy —innegablemente— mantiene cierto encanto.

55
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Los teatros (“Colonial”, “Gral. Roca” y “Rivadavia”) dan


cuenta del esplendor artístico que llegó a tener Avellaneda.
Una alta concentración de inmigrantes europeos y su gusto
por el arte hicieron posible la construcción de estas obras
que tuvieron —entre sus ilustres visitantes— nada menos
que a Carlos Gardel y Miguel Ángel Firpo, entre tantos otros.
El frigorífico “La Negra” fue el símbolo de la industria
cárnica nacional en su época, y pionero en la zona al es-
tablecerse en 1882. Fue el primero de capitales argentinos
y representante de la época de mayor industrialización de
Avellaneda, aunque también fue por este mismo desarrollo
que el Riachuelo llegó a estar altamente contaminado. Con
el establecimiento de la industria frigorífica cambiaría para
siempre la economía nacional.
El “Ferrocarril del Sud” fue la arteria de comunicación
y transporte que en el siglo XIX partió de Constitución para
atravesar los terrenos al sur de la Ciudad de Buenos Aires.
La estación “Avellaneda” no sólo es una de las más im-
portantes por volumen de usuarios, sino que además con-
serva una memoria de asesinatos y represión en tiempos
recientes que cambiaron la política del uso de la fuerza por
parte del Estado.

Puntos de referencia:

Encuentro: sobre el puente “Pueyrredón Viejo”, pasarela


peatonal este, lado Avellaneda.

Despedida: exterior de la estación de FF.CC. “Avellaneda”.

Vías de acceso v transporte:


Colectivos: 10,17, 22,24, 33, 51, 74, 93,95, 98,
100,129,134,148,154, 247, 271,277,293,295, 373.
Tren: Línea General Roca, estación Avellaneda.

56
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Automóvil. Desde el Conurbano sur, Av. H. Yrigoyen


(Ruta Provincial N° 205); desde el Conurbano Oeste y Norte,
Av. Gral. Paz dirección Riachuelo, salida a Avellaneda; des-
de CABA, por Autopista 9 de Julio sur, cruzando el puente
Pueyrredón Nuevo.

Fuentes bibliográficas y documentales

www.laciudadavellaneda. blogspot.com.ar
www.nuevosairesportal.com.ar
Ferhman, Alejandra y Sicardo, Ignacio. “Comer, comprar y
divertirse”, diario Clarín, 10/2/1997.
Brunetto, Lucas. Largometraje Cine, dioses y billetes,
13/05/2010, Dirección: Lucas Brunetto
Fernández Larrain, Federico (1986): Historia del Partido de
Avellaneda. Reseña y análisis 1580-1980, Editora e im-
presora La Ciudad S.A., Avellaneda.
Datos aportados por el Sr. Roberto Escribano, vecino de la
ciudad de Avellaneda, mediante entrevista realizada en
forma personal el día 13/4/2013 por los miembros del
grupo de trabajo.
Relevamiento de sitio: realizado en forma grupal por Marta
Baraldo, Diego Janeiro y José Napolitano, el día viernes
12 de abril a las 17 horas y al día siguiente, el sábado 13
a las 12:00 horas.

57
58
Día 1It. Fecha Localidad Hora Actividad Descripción Duración

S.A. Sobre el Puente Pueyrredón Viejo, pasarela pasional lado


1 Avellaneda 15.00 ENCUENTRO Este, orilla Sur (lado avellaneda). Bienvenida y presentación 05m
20/4/2013 de los miembros del grupo.
Ubicación geográfica del círculo. Breve síntesis histórica de
la zona. Mención de los temas que se tratarán en la visita
15.05 INICIO a modo de introducción. Aprovechamos la ubicación para 10m
tratar nuestro primer elemento, el puente.
Descripción del Puente “viejo”. Su influencia en el desa-
rrollo de la zona. Principales hechos históricos desarrolla-
dos aquí (invasiones inglesas, batallas por la federalización
PUENTE de la Ciudad de Buenos Aires, 17 de Octubre de 1945).
15.15 PUEYRREDÓN Descendemos escaleras lado sur. Caminamos hasta inter- 15m
“VIEJO” sección de Av. Mitre con Av. Hipólito Yrigoyen. Mención del
edicficio del Diarios La Calle y Edificio ARBA (ex Banco Na-
ción). Cruce de Av. H. Yrigoyen siguiendo por vereda norte
(26 m) por Av. Mitre hasta llegar frente al Teatro Colonial.
Descripción del teatro e introducción de la temática del
desarrollo cultural de la zona. Mención del edificio del Bin-
go Avellaneda (ex Cine Teatro San Martín) y de las obras
pictóricas de Antonio Berni que alberga. Retomamos hasta
TEATRO intersección de Av. Mitre y Av. H. Yrigoyen para facilitar el
15.30 cruce por senda peatonal para retomar por Av. H. Yrigoyen 15m
COLONIAL
en dirección sur, vereda impar (oeste), unos 30m. Desde
esta acera podremos observar mejor los edificios de los ex
cines y teatros Rivadavis y Gral Roca (y encontramos cru-
ces peatonales para poder continuar el recorrido).
Descripción breve de los edificios (Teatro Rivadavia cons-
truído en 1871, Teatro Roca en 1919) y mención de anéc-
EX TEATROS dotas que ponen en relevancia la importancia de la Av. H.
RIVADAVIA Yrigoyen como arteria cultural y punto de encuentro entre la
15.45 Ciudad de Buenos Aires (Barracas) y la Provincia de Bue- 15m
Y nos Aires (avellaneda) entre finales del siglo XIX y la primera
GRAL. PAZ mitad del XX. este fenómeno se suma a la llegada masiva
de inmigrantes (principalmente europeos) que constituye-
ron un mercado cultural floreciente en ese tiempo.
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad
Continuamos por la misma vereda, dirección sur, 100 m
hasta ubicarnos frente al solar del ex frigorífico La Negra.
Al pasar frente al estudio de TV (ex discoteca Planetario)
hacemos mención del mismo en referencia al contraste con
EX FRIGORÍFICO los viejos cine-teatros vistos anteriormente.
16.00 Visión del solar que ocupara la planta del frigorífico, con 30m
LA NEGRA mención del arco de ingreso. Reseña socio-económica de
la industria vacuna en la zona (curtiembres, saladeros, gra-
serías, frigoríficos). Mención de otras industrias.
Caminamos hasta la esquina con calle Obreros de La Ne-
gra (mención al nombre de la calle) y cruzamos la misma.
40 m más aadelante encontramos los próximos elemntos
de interés: dependencias municipal, auditorio, adificio de la
EDIFICIOS Unión Industrial de Avellaneda y estación del FF.CC. Gral.
DEPENDENCIA Roca. El edificio anexo de la Municipalidad de Avellaneda,
MUNICIPAL, el auditorio “Faure” y la sede de la Unión Industrial de Ave-
AUDITORIO Y llaneda nos servirán como resumen de las temáticas trata-
16.30 das, ya que simbolizan de algún modo la presencia de la 15m
UNIÓN industria, el arte y la presencia del Estado como impulsor
INDUSTRIAL del progreso. Retomamos aspectos vistos anteriormente
ARGENTINA y los relacionamos con estas dependencias modernas. A
continuación, a pocos metros en dirección sur, llegamos a
nuestro último elemento: la estación ferroviaria.
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Reseña histórica del paso del ferrocarril por estas tierras y


su importancia. Descripción de aspectos arquitectónicos.
ESTACIÓN Ingresamos al hall de esta estación para acordar hechos de
AVELLANEDA la historia reciente relacionados con la represión por par-
16.45 FF.CC. GRAL. te del Estado. Mención de los distintos trabajos plásticos 20m
ROCA como homnaajes a los fallecidos. 5 minutos disponibles
para que los visitantes recorran el hall. Salimos nuevamente
al exterior para el cierre de la visita.
Reseña de los elemntos vistos en el circuito y su relación
con los distintos momentos históricos. Actualidad de la
17.05 CIERRE 10m
zona y últimas obras de puesta en valor/urbanísticas rea-
lizadoas.
17.15 DESPEDIDA Agradecimiento y saludo final 15m
DURACIÓN TOTAL ESTIMADA 2h15m

59
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Ubicación zonal. Croquis del recorrido

60
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Full Day en Luján:


Ciudad cultural y peregrina1

Alejandra Del Moro


Evelina Traverso

Objetivos del Trabajo Práctico

A partir de la elección de un destino real como Luján, en la


provincia de Buenos Aires; y conociendo la oferta existente
y competitiva de servicios en dicho sitio: se relevarán los po-
sibles atractivos para plantear una oferta creativa y efectiva
acorde a un circuito de Full Day, poniendo en práctica los
conceptos aprendidos en la cursada y tratando de comen-
zar a resolver las problemáticas concernientes a la actividad
del armado de un paquete turístico real.

Metodología de aplicación

Investigados los atractivos, realizadas las correspondientes


búsquedas de información y presupuestos; se realizará una
presentación en Power Point en clase para corroborar tanto
la propuesta de itinerario, como los presupuestos e ideas
propuestas para la realización de este circuito.

1
Trabajo realizado en la asignatura Programación de Circuitos correspondiente al 1º
año y al 1º cuatrimestre del año 2013 de la Carrera de Guía Universitario de Turismo
de la UNDAV.

61
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Se calculará el costo por medio de un prorrateo estima-


do en 15 pasajeros.
En la planificación de trabajo se programa fecha para vi-
sita previa a Luján, con el objetivo de realizar el relevamiento
técnico del destino para verificación de atractivos, activida-
des y servicios.

Métodos de Relevamiento

A partir de relevamientos realizados por medio de Internet


y entrevistas telefónicas, se obtuvieron los primeros datos
sobre Luján, ampliados posteriormente navegando por dis-
tintas páginas vinculadas con el destino.
Decididos los atractivos del circuito, se realizaron llama-
das telefónicas y se enviaron correos para verificar informa-
ción referente a horarios de visita y aranceles de ingreso. De
igual modo se procede con lo relativo a los prestadores de
servicios, también se habló con habitantes de Luján para
recopilar datos más actuales y cotidianos de la zona.

Para organizar el recorrido se utilizó plano de las ciuda-


des de Avellaneda y Buenos Aires, más el mapa carretero de
la Provincia de Buenos Aires.
Con la totalidad de la información reunida para progra-
mar el circuito, se planifica el relevamiento del sitio, días pre-
vios a realizar concretamente el circuito.

Conclusión

Relevado el sitio, se encontraron varios lugares de aparente


atractivo turístico, se escogieron cinco puntos que nos resul-
taron más atractivos y memorables del lugar, pero también
pensamos en la opción de ofrecer otros recorridos incluyen-

62
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

do por ejemplo el Palacio Naveira o el Zoo de Luján, ambas


requieren un período de tiempo más extenso, por lo que el
circuito se vería acotado a este punto central.
Nuestra propuesta para conocer Luján fue pensada para
el mes de junio, según el calendario académico para las ac-
tividades de campo.
Se sugiere como fecha ideal el mes de septiembre por-
que es en ese entonces cuando se realizan las “Peregrina-
ciones juveniles” que convocan a miles de jóvenes de todo
el país, y el sitio adquiere una dinámica urbana muy particu-
lar y atractiva.
A pesar que el Circuito a Luján no resultó elegido como
destino para desarrollar la práctica; quedamos muy satisfe-
chas por el trabajo realizado y la experiencia ganada.

Relevamiento y Antecedentes

Ubicación y accesos a Luján


Luján es una ciudad de la provincia de Buenos Aires, Ar-
gentina; cabecera del partido homónimo. Se encuentra a 67
kilómetros de la Capital Federal, siendo una de las ciudades
más importantes de los alrededores del Gran Buenos Aires.
Su centro urbano se encuentra a orillas del Río Luján.

Servicios de Trenes
La Estación de trenes de la ciudad de Luján se ubica
en la Av. España y Lorenzo Casey, a unas 17 cuadras de la
Basílica Nacional de Luján y la zona Histórica. El servicio es
operado por la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) des-
de estación Once (Plaza Miserere, CABA) y es el ex ramal
Sarmiento. El viaje desde la Ciudad de Buenos Aires dura
aproximadamente (sin transbordo en Moreno) 1:40 horas en
el servicio rápido.

63
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Atractivos y puntos de referencia del Itinerario

Plaza Colón: Calle Colón y Av. Bartolomé Mitre, Luján.


Reseña: Es la plaza principal de la localidad de Luján,
ubicada a tan sólo cuatro cuadras de la Basílica. Representa
uno de los espacios verdes más bellamente cuidados de
esta ciudad. Presenta una gran variedad arbórea, además
de una nutrida cantidad de arbustos y flores.
El aspecto general de la ornamentación de esta plaza
se debe a la estética del Sr. Ricardo Brero, a quien se lo
homenajeó dándole su nombre a una de las diagonales. Pre-
senta frente a la calle San Martín el escudo de Luján y varias
estatuas.

Parada técnica: Almuerzo incluido en el Jockey Club.


San Martin 398 – Luján.
Complejo Museográfico Provincial “Enrique Udaondo”

Casco histórico
Reseña: Originalmente la Villa de Luján contó desde el
año 1917 con su propio Museo Histórico, creado a partir de
un importante temporal que azotó a la región y dejó destrui-
da gran parte de la ciudad.
Las pérdidas materiales sacaron a la luz el deseo de to-
dos sus habitantes de contar con un espacio especialmen-
te diagramado para salvar la historia de su pueblo, donde
quedara reflejada cada época histórica y costumbres para
la posteridad.
Encontraremos la Sala de los Presidentes Argentinos en
la cual se resalta en ella la Constitución de 1853, el surgi-
miento de los partidos políticos, documentación: “la Argenti-
na: granero del mundo”, la revolución del año 1930, el perío-
do peronista, y la figura de Eva Perón.
Hoy, el Complejo lleva el nombre de su hacedor y máxi-
mo trabajador en recabar la información y objetos que pode-

64
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

mos observar en nuestra visita. El Museo cuenta con cuatro


áreas: Área I, Museo Colonial e Histórico; Área II, Museo del
Transporte y Archivo Zeballos; Área III, Pabellón Manuel Bel-
grano y Área IV, Laboratorio de Restauración y Conservación
y Biblioteca Ingeniero Enrique Peña.

Casa del Virrey


En ella se podrán reconocer las etapas históricas del pa-
sado de Luján y a nivel nacional del país, se exponen pie-
zas de épocas destacadas, armas, objetos del fundador y
objetos que hacen referencia a prisioneros “famosos” que
pasaron por aquí.

Cabildo
El Cabildo funcionó en esta zona desde 1755 hasta
1825, año en que fue suprimido por Benardino Rivadavia. La
figura política del mismo hacía que fuera considerado como
la primera autoridad de estas tierras, poseía tan sólo seis
cabildantes que cumplían todas las funciones políticas, judi-
ciales y legislativas de la región.

Museo del Transporte


Funciona dentro del complejo desde 1940 y se caracte-
riza por haber sido el primero en América del Sur. Se desta-
ca el espacio destinado a los laboratorios de restauración y
mantenimiento de todo el Complejo, en lo que fuera la edifi-
cación perteneciente a la casa de Josefa Galarza.

Plaza Belgrano: Avenida Bartolomé Mitre y 9 de Julio.


Reseña: Al pie de la Basílica Nacional de Luján, la Plaza
Belgrano es un amplio espacio diseñado no solo para recibir
a miles de peregrinos y turistas cada fin de semana del año,
sino además para la realización de eventos culturales multi-
tudinarios. Rodeada por el antiguo Cabildo colonial, el Com-
plejo Museográfico Enrique Udaondo, El Museo de Bellas

65
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Artes Félix Amador, y una variada gama de emprendimientos


comerciales destinados a la atención turística, es coronada
en su centro por el monumento a Belgrano, haciendo de esta
Plaza el verdadero núcleo del Luján histórico y un nexo, a la
vez, entre sus atractivos.

Basílica de Luján: 9 de Julio y San Martin (Teléfono:


02323-420058 -interno 30- Email: info@asilicadelujan.org.ar,
Horarios: Miércoles a domingo 10 a 17.00hs - Feriados y fin
de semana 10 a 18 horas).
Reseña: En 1630, la carreta que transportaba la imagen
se detuvo en los pagos de Luján. La Virgen nunca se movió
de aquí. En tomo de ella se fundó y creció una las ciudades
más reconocidas de nuestro país. La imagen venía de Brasil
(Paracaiba) y viajaba por encargo de un portugués hacia
Sumampa, Santiago del Estero.
Para el templo estaba casi terminado, con su neta in-
clinación gótica y al mejor estilo de las grandes basílicas
europeas.
Dos torres se alzan hasta los 106 metros, posee 17 cam-
panas traídas desde Milán, con 3 portales que dan el ingre-
so a las 3 naves en que se divide el templo y una longitud
total de casi 100 metros.
Este templo fue declarado Monumento Histórico Nacio-
nal en 1998 y fue en ese mismo año que la Dirección Na-
cional de Arquitectura pidiera una revisión minuciosa de la
fachada y las torres. Estos estudios hechos sobre el edificio
demostraron el verdadero estado de deterioro que estaba
sufriendo la Basílica.

El Circuito Programado

Planilla del itinerario Avellaneda-Luján: Fecha: Sába-


do 1 Junio 2013

66
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

HORA LUGAR ACTIVIDAD DURACIÓN OBSERVACIONES

UNDAV Punto de encuentro Salida de UNDAV a


10:00hs España 350, 1:30hs
y partida del viaje Luján en bus charter
Avellaneda

Partiendo desde España 350, en la ciudad de Avellaneda, circulamos por Av. Mitre
hasta Puente Pueyrredón, Autopista 9 de Julio, Autopista Acceso Oeste, RN Nº 7 hasta
acceso a Luján, accediendo por calle Colón al primer punto del itinerario (Total: 83km a
velocidad crucero, calculando l:30hs de viaje)

Paseo por la plaza


Plaza Colón, Luján Llegada a Luján,
y observación
11:30hs - Colón e/San visita a Plaza Colón y 25 min
de atractivos y
Martin y Mitre Casco histórico
monumentos

Caminata desde Plaza


Jockey Club,
Colón al Jockey Club
12:10hs Luján - San Martin Almuerzo 2hs
por Calle San Martin,
esquina Italia.
Almuerzo

Complejo
Museográfico Caminata desde el
Provincial “Enrique Visita Guiada Jockey Club hasta el
14:30hs 45 min
Udaondo”, Luján Complejo Udaondo Complejo desde Calle
- Lavalle entre Lavalle hasta Salvere
Lezica y Terrezuri

Plaza Belgrano,
Recorrido por la
Luján - Av. Caminata desde
15:20hs plaza y visualización 20 min
Bartolomé Mitre y Complejo hasta la Plaza
de atractivos
9 de Julio

Basílica, Luján - 9 Visita Guiada en


Visita y recorrido
15;45hs de Julio y San los 3 sectores de la 1:30hs
exterior.
Martin Basílica
Salida desde la basílica
Punto de encuentro
de Luján hasta el
Regreso a la en el micro en Av.
17;15hs 1.15hs punto de regreso en
UNDAV Mitre y 9 de Julio; y
Avellaneda. Merienda
partida
a bordo

Avellaneda, Llegada al punto de


18:30hs UNDAV, España retomo y despedida Fin del recorrido
350 de los pasajeros

67
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

68
PARTE II

Universidad Nacional de Luján:

Carrera de Posgrado Especialización en


Gestión del Patrimonio y Turismo Sostenible
70
Fundamentos y organización de la
carrera de posgrado Especialización en
Gestión del Patrimonio
y Turismo Sostenible1
Alicia N. Iglesias

Resumen

La creación de la carrera de posgrado de Especialización


en Gestión del Patrimonio y Turismo Sostenible (GPyTS) se
corresponde con las iniciativas de unidades académicas
universitarias del país, enfocadas a la formación profesional,
en los niveles de grado y posgrado, de recursos humanos
en el campo del turismo y de la gestión del patrimonio por él
valorizado. En este caso, el proyecto centra su temática en
el tratamiento del turismo desde una perspectiva interdisci-
plinaria, que hace hincapié en temáticas de vacancia e inte-
rés prioritario nacional, y con énfasis en la atención a áreas
geográficas con las carencias de formación e investigación.
En respuesta a inquietudes sobre las posibilidades rea-
les de las instituciones universitarias argentinas para formar
profesionales de calidad de excelencia en turismo y que ello

1 El trabajo reúne las ponencias presentadas a dos congresos: TURICIENCIA/06 de


Ciencias Aplicadas al Turismo: “La formación de posgrado en gestión del patrimonio
y turismo sostenible. Bases para su diseño”, en coautoría con Elena M. Chiozza y
TURICIENCIA/08 de Ciencias Aplicadas al Turismo: “Presentación de la Carrera de
Posgrado de Especialización en Gestión del Patrimonio y Turismo Sostenible de la
Universidad Nacional de Luján, Argentina”, organizados por la Red de Investigaciones
Aplicadas al Turismo (RIATUR).

71
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

contribuya a una imprescindible revalorización de la inves-


tigación científica en este campo temático, el plan de la ca-
rrera de posgrado de Especialización en GPyTS, persigue la
formación de profesionales reflexivos y con una mirada más
científica del fenómeno turismo que facilite, entre otras con-
sideraciones, repensar sus referencias políticas, ideologías
involucradas, modelos explicativos y educativos seguidos,
premisas teóricas que contextualizan su investigación y apli-
cación de resultados, y en el papel que se le atribuye en las
políticas de desarrollo.
Cierto dogmatismo de la concepción paradigmática del
turismo, aún percibido como común denominador en el dis-
curso de políticos, funcionarios, directivos privados y has-
ta de académicos, explica que se lo continúe concibiendo
como una actividad eminentemente práctica y económica,
ajena a una perspectiva integral, dada su condición de fe-
nómeno social complejo y de múltiple determinación de los
sectores, privado y público, ligados a la actividad turística
invierten en su promoción sin observar las condiciones del
mercado de manera científica, al suponer que es posible co-
nocer el comportamiento del turista, aún en su condición de
consumidor, sin comprender al menos el marco teórico rela-
tivo a la motivación y a la cultura aportados por la psicología
y la antropología, respectivamente.
La brecha que existe en la producción de conocimiento
turístico entre Latinoamérica y los países desarrollados a la
que no escapa Argentina, se manifiesta, entre otras condi-
ciones, en la existencia de carreras universitarias, de grado
y posgrado, creadas como un remedio pragmático a la pro-
blemática del turismo. Sus planes de estudio por lo común
ignoran el corpus científico o bien lo hacen de modo super-
ficial, y sus contenidos con frecuencia seccionan la realidad
compleja y diversa del fenómeno (turismo), en numerosos
factores (geográficos, ecológicos, políticos, sociales, eco-
nómicos, culturales y específicamente turísticos). La con-

72
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

secuencia directa de ello es el privilegio de una formación


profesional de carácter disciplinar, si no reduccionista, aun
cuando sea declarada como interdisciplinaria.
Nuevos saberes y capacidades hacen posible repensar
el turismo desde perspectivas distintas a las prevalecientes
señaladas, para responder a los interrogantes de la activi-
dad en la realidad. Entre otros, elaborar estrategias ad hoc
para revertir desequilibrios espaciales y sectoriales de los
centros vacacionales, replantear sistémicamente destinos
turísticos del modelo tradicional, atender a una competitivi-
dad global sin comprometer nuestras identidades culturales
ni imitar esquemas ajenos a nuestra idiosincrasia, promover
organizaciones empresariales conscientes de su respon-
sabilidad socio-ambiental, asegurar un desarrollo turístico
ligado a una economía de crecimiento sostenido, ecológica-
mente sustentable y respetuosa de las expresiones cultura-
les diversas.
En suma, el abordaje del turismo requiere profesiona-
les con capacidades, actitudes y aptitudes que le permitan
razonar e imaginar la problemática turística encuadrada en
una realidad social compleja. Para ello el Plan de Estudios
de la carrera en GPyTS plantea para su enfoque tres ejes
cruciales: Sostenibilidad ambiental: referida tanto al mante-
nimiento de la organización de los sistemas naturales que
soportan el desarrollo del sistema socio-cultural humano so-
bre el planeta como a la preservación en el tiempo del ca-
pital social (cultural, institucional, productivo, etc.) que hace
posible el desarrollo humano y supone, en cuanto al turismo,
el uso óptimo de los recursos, fundado en la minimización
de impactos negativos suscitados por la actividad turística
(ecológicos, culturales y sociales) y la maximización de ven-
tajas derivadas de la conservación y las buenas prácticas
de las comunidades locales. De allí que el concepto de “tu-
rismo sostenible”, designe más bien al “desarrollo sostenible
del turismo”; Carácter patrimonial: entendido, en cuanto al

73
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

turismo, como el acervo de una sociedad, conjunto de bie-


nes (naturales y/o culturales, materiales o simbólicos), acu-
mulados por tradición o herencia, común a una sociedad;
Perspectiva interdisciplinaria: a semejanza de la investiga-
ción científica, la selección y constitución de equipos cuyos
integrantes coincidan, además de en sus intereses temáti-
cos, en la comprensión del carácter, a la vez, complicado
y complejo de los problemas que tratan, en este caso, el
turismo y la gestión del patrimonio natural y cultural a él aso-
ciada.
La creación de la carrera configura una respuesta a ne-
cesidades larga y consecuentemente expresadas por parte
de diferentes entidades y personas vinculadas con la acti-
vidad turístico-cultural en el ámbito regional y local en que
se encuentra la UNLu., que, en cumplimiento de su misión,
como usina de producción y transferencia del conocimien-
to, lidera una propuesta que concibe a la actividad turística
como motor del desarrollo regional y de la actualización de
la gestión cultural, que incluyen la valorización del patrimo-
nio natural y cultural. La universidad contribuye con ello a la
superación de carencias en la formación de profesionales
aptos en el nivel de posgrado en la temática del turismo sos-
tenible y en la gestión del patrimonio a él asociada.

Dimensiones críticas del fenómeno turismo

El enfoque de la sostenibilidad ambiental


y socioeconómica

El turismo irrumpe en la segunda mitad del siglo XX como


uno de los fenómenos sociales más relevantes de nuestro
tiempo que permanece insuficientemente investigado y es-
casamente orientado, desde su perspectiva económica, a
la consecución de objetivos en materia de cooperación y

74
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

desarrollo, más allá de representar un sector sumamente di-


námico de la economía en el contexto sistémico de la eco-
nomía mundial.
La condición de “sostenible” o “sustentable” del turismo,
tanto desde la perspectiva ambiental como socioeconómica,
se instala como una instancia crítica para el desarrollo socioe-
conómico vinculado con tal actividad. Ello es así pues la inte-
gración de principios y criterios de sostenibilidad en la planifi-
cación y gestión del turismo depende, a su vez, de la posición
asumida y manifiesta en la racionalidad que guía las conductas
de los actores sociales de implicación directa, esto es, turistas
(consumidores), empresas turísticas (sector privado) y organis-
mos e instituciones del Estado (a través de los gobiernos).
Cualquier modificación en la racionalidad de los tres tipos
de actores mencionados depende, en definitiva, de la exis-
tencia de destinos y actividades turísticas que conjuguen las
condiciones medioambientales y socioeconómicas de soste-
nibilidad, como contrapeso de las habituales oportunidades
del mercado.2 Ello va unido a la posibilidad de promover en la
sociedad el ejercicio de una responsabilidad ambiental abar-
cadora de las distintas escalas de la problemática, desde el
nivel local, expresado por los lugares valorizados para el tu-
rismo que conforman el interés propio y directo de turistas,
prestadores y gestores públicos, hasta su imbricación con
perspectivas de contexto global, como sería, por ejemplo, la
relación de la actividad turística con el impacto ambiental de
las emisiones de gases de efecto invernadero.

2 Actualmente se registran signos alentadores por parte del mercado, en el senti-


do que muchos turistas expresan preocupación por la calidad ambiental de lugares
de valor turístico, en la medida que pueda ser afectada de modo negativo. Es decir,
parece existir una mayor conciencia en los turistas con respecto a los impactos negati-
vos del turismo sobre el medio ambiente y las comunidades locales. Tal manifestación
de responsabilidad social incluye la disposición a enfrentar mayores costos en benefi-
cio de los entornos y la calidad de vida de la población de acogida.

75
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

El terreno parece allanado por la interpretación común


asumida por distintas estrategias de desarrollo local-regio-
nal, en cuanto a considerar que la globalización constituye
una influencia determinante sobre la viabilidad de experien-
cias en tal sentido. La dimensión local del desarrollo incluye
a la actividad turística como factor de ventajas relativas para
los flujos de turismo nacional e internacional; particularmen-
te, dado que la globalización es un proceso indisolublemen-
te vinculado al territorio. En efecto, la dinámica económica
y el ajuste productivo de los diferentes países dependen de
decisiones de inversión y localización de los actores econó-
micos y de los factores de atracción de cada territorio. Ello
es particularmente visible en el caso del turismo, conceptua-
lizable, desde este punto de vista, como una típica actividad
glocal, como modo de articulación de comprensión comple-
ja para la sociedad contemporánea.

Argentina: El turismo como potencial de


desarrollo socioeconómico y factor dinamizador
de la economía

En el caso de Argentina, los flujos aportados por el turis-


mo internacional representan un potencial extraordinario de
desarrollo socioeconómico y un factor dinamizador cada vez
más representativo de la economía, como lo acredita su par-
ticipación creciente en la generación de riqueza. La crisis
económica e institucional de los años 2001-2002 incidió ne-
gativamente en el consumo turístico de residentes y extran-
jeros con respecto a los recursos turísticos de Argentina1.
Sin embargo, para el año 2004 las exportaciones turísticas
equivalieron al 7.6% de las exportaciones de bienes y servi-
cios totales del país y en el año 2005 el turismo se constituyó
la cuarta actividad de la economía nacional, detrás del com-
plejo aceitero (soja, oleaginosas y aceites, en ese orden),
generando ingresos por 3 mil millones de dólares. Su acti-

76
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

vidad creció 11,7% más que el promedio de la economía,


concretó inversiones por 456,5 millones de dólares y más de
un millón de puestos de trabajo.
Una perspectiva causal simplificada, parte de conside-
rar que “las actividades humanas ejercen presiones sobre
el medio y cambian la calidad y la cantidad de los recursos
naturales. La sociedad responde a esos cambios a través
de políticas ambientales sectoriales y económicas. Esto crea
un círculo causa-efecto hacia las actividades humanas de
presión. En términos generales, estos pasos forman parte
de un círculo de política ambiental que incluye la percepción
del problema, la formación de políticas, y el seguimiento y
evaluación de las mismas”.3
La realización de un diagnóstico dinámico sobre las
condiciones de “sustentabilidad” ambiental del turismo en
Argentina también debería enlazar de manera recursiva, las
respuestas a tres interrogantes clave: ¿qué actividad turística
está afectando el ambiente?, ¿Cuál es el estado actual del me-
dio ambiente donde tal actividad se lleva a cabo?, y, por fin,
¿qué se está haciendo para mitigar o resolver los problemas
ambientales derivados de los efectos de la actividad turística
de referencia? La coordinación de las respuestas dará cuenta
de una progresión causal de las acciones humanas (turismo)
que ocasionan presión sobre los ecosistemas y recursos na-
turales asociados que, a su vez, conlleva cambios negativos
en el estado del ambiente (problemas ambientales), a los cua-
les la sociedad responde con medidas o acciones, para redu-
cir o prevenir impactos ambientales significativos. Veamos a
continuación algunas iniciativas contenedoras de tal balance
sobre la sostenibilidad ambiental del turismo en Argentina.

3 Instituto de Indicadores Ambientales (2004). Indicadores Ambientales Municipales.


Manual para determinar el estado de gestión de los desechos sólidos y el agua a nivel
local en la República de Guatemala, Universidad de Rafael Landívar. Guatemala.

77
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Bases para un proyecto académico


de formación de posgrado en turismo

Instrumentos públicos de planificación


y gestión estratégica para el turismo sostenible

La potencialidad del desarrollo sostenible del turismo


amerita una planificación y gestión que involucre a las ins-
tituciones públicas y privadas en estrategias articuladas de
política, sectorial y transversal a la economía en su conjun-
to, dada la confluencia de actores de diferentes sectores,
intereses, niveles y recursos, poniendo en el centro de ese
beneficio al capital humano.

Argentina 2016. Política Nacional de


Desarrollo y Ordenamiento Territorial
Su concepción parte de la idea que el territorio marca
potencialidades y también “deficiencias que hay que supe-
rar para poder pensar en un desarrollo posible y sustenta-
ble, basado en la creación de un nuevo patrón territorial y en
la revalorización de la capacidad interna de las diferentes
provincias y áreas geográficas del país”. El reconocimiento
de las ventajas comparativas para el desarrollo sustentable
de cada porción del país, no surge con claridad del simple
listado de problemas ambientales que requieren ser corre-
gidos puntualmente. Depende, más bien, del tratamiento
integral de los procesos territoriales que los contienen, que
permita seleccionar estrategias de gestión para la toma de
decisiones sobre su organización futura.
El modelo territorial propuesto consigna líneas de ac-
ción política claramente involucradas con el desarrollo del
turismo sostenible. Por una parte, a través del objetivo de
desarrollar “la identidad territorial, cultural y el sentido de
pertenencia”, se promueve como política de base “estimu-
lar el desarrollo de la cultura y el patrimonio territorial en

78
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

todas sus formas”, mediante las siguientes acciones:

a) Diseñar e implementar planes, programas y proyectos


que permitan identificar, preservar, desarrollar y difundir el
patrimonio cultural regional;
b) Relevar, consolidar y/o organizar redes temáticas vin-
culadas al patrimonio regional que permita mejorar la planifi-
cación y las inversiones vinculadas a la temática;
c) Implementar acciones de promoción en forma conjun-
ta con las organizaciones turísticas y culturales que permitan
difundir el patrimonio cultural y consolidar las identidades
regionales; y,
d) Valorizar los recursos patrimoniales como dinamiza-
dores de las economías locales y regionales.

Por otra Parte, la “promoción de la sustentabilidad am-


biental del territorio” descansa en tres lineamientos de políti-
ca, todas, directa o indirectamente, vinculadas con la activi-
dad sostenible del turismo:

v Capacitar y sensibilizar a la sociedad para generar


conductas ambientales proactivas y responsables
(son sus acciones: a) Diseñar e implementar estrate-
gias y programas de capacitación y sensibilización
ambiental a través del sistema educativo formal y no
formal y de redes de organizaciones no guberna-
mentales y b) Identificar y consolidar las redes de
educación ambiental de nivel local y regional para
promover el uso sustentable del territorio).
v Mejorar los conocimientos en torno a los recursos
naturales y ambientales (son sus acciones: a) Con-
solidar una red nacional de investigación, informa-
ción y promoción ambiental con la participación de
los organismos de ciencia, tecnología y ONG, b)
Realizar estudios sobre capacidad portante de los

79
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

ecosistemas y/o diseñar estrategias con organismos


competentes para su evaluación, sobre la base de
la identificación y/o diseño de inventarios de recur-
sos naturales y ambientales y sus posibilidades de
desarrollo y c) Realizar estudios sobre el deterioro
ambiental que provocan y provocarán las diferentes
actividades económicas actuales y futuras).
v Incorporar la dimensión ambiental y las variables
vulnerabilidad y riesgo como temas transversales en
todas las políticas y acciones territoriales públicas
y privadas a nivel nacional, provincial y local (son
sus acciones: a) Diseñar e implementar programas
de capacitación al personal del sector público en la
temática ambiental, b) Mejorar el marco legal am-
biental en todas las jurisdicciones nacionales, c) Im-
plementar acciones de fortalecimiento en las admi-
nistraciones públicas en sus diferentes niveles para
que puedan administrar los procesos ambientales
de sus respectivos territorios).
v Organizar y proteger el ambiente y el paisaje a través
de un manejo integrado de los recursos del medio
natural, de los asentamientos humanos y de zonas
de fragilidad económica y social (son sus acciones:
a) Diseñar y ejecutar planes y programas de orde-
namiento territorial y ambiental, tanto en las zonas
urbanas como rurales y naturales y b) Diseñar y
poner en marcha estrategias, planes y programas
específicos para monitorear, prevenir y controlar los
fenómenos naturales de carácter catastrófico en for-
ma coordinada con los organismos de manejo de
emergencias existentes).

Con respecto al turismo, el documento prevé, dentro de


su objetivo general, “guiar las acciones con impacto espa-
cial hacia un crecimiento equilibrado, integrado, sustentable

80
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

y socialmente justo del territorio nacional y construir meca-


nismos de intervención más adecuados para aprovechar las
oportunidades de desarrollo”.4 con el fin de promover un mo-
delo territorial que contemple políticas y objetivos de vincu-
lación turística ligados a la identidad geográfica, cultural y al
sentido de pertenencia, a fin de estimular el desarrollo de la
cultura y el patrimonio territorial a través de su identificación,
preservación, desarrollo y difusión.
Se pondera asimismo el papel de la actividad turística en
la consideración de la formas de organización del espacio,
como ventaja competitiva del país, para alcanzar, en forma
sostenida, progreso y prosperidad en términos de ingreso,
mejoras en la equidad y sustentabilidad ambiental.

Bases para una Agenda Ambiental Nacional.


Política ambiental sostenible para el crecimiento
y la equidad. 2004-2007
Es otro instrumento de política nacional5 que plantea el
valor estratégico del aprovechamiento de los recursos am-
bientales con potencial turístico y cuya valorización requiere
la disponibilidad de información calificada para su difusión a
través de municipios y/ o provincias.
Constituye el primer enunciado de las bases de una
agenda política orientada a la búsqueda de un compro-
miso nacional, que haga posible enfrentar con eficacia la

4 Con un enfoque metodológico similar se elaboró en el año 2004 un diagnóstico


ambiental de Argentina que no incluye de modo específico la cuestión del turismo. Se
trata del estudio llevado a cabo por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustenta-
ble, dependiente del Ministerio de Salud y Medio Ambiente de la Nación, por convenio
con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), denominado
“Geo Argentina 2004. Perspectivas del Medio Ambiente de la Argentina”, Coordinador:
David Kullock, Dirección de Promoción Ambiental, Buenos Aires.
5 Ministerio de Salud y Ambiente, Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sostenible,
“Bases para una Agenda Ambiental Nacional. Política ambiental sostenible para el
crecimiento y la equidad. 2004-2007”, 2004.

81
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

responsabilidad gubernamental de los ciudadanos con su


ambiente, a través de los mecanismos de participación de
las organizaciones de la sociedad civil en el proceso de
identificación y resolución de los principales problemas
ambientales.
El documento considera tres grandes ítem: diagnóstico am-
biental del país, objetivos perseguidos y líneas de acción política.
El Diagnóstico o Estado de Situación, abarca los antece-
dentes y grandes problemas ambientales.
Los Objetivos, generales y específicos, comprenden, res-
pectivamente: Mejora de la gobernabilidad y participación
(a través de la: a) recuperación de las funciones del estado,
b) organización institucional ambiental, y c) integración de la
sustentabilidad y la dimensión ambiental a la lógica de las de-
cisiones económicas); Interacción social y ambiental: mejora
de la calidad de vida (que busca: a) la gestión de los recursos
hídricos, y b) la gestión de residuos); Mantenimiento de la in-
tegridad y aprovechamiento sustentable de los ecosistemas
(por medio de: a) conservación de la diversidad biológica, y
b) conservación y uso sustentable de recursos naturales es-
tratégicos); Desligar las presiones sobre el ambiente resultan-
tes del crecimiento económico (sobre la base de: a) el orde-
namiento territorial, b) energía sustentable, y c) mejora de la
información para la toma de decisiones.
Finalmente, las Líneas de Acción Política, discriminan
entre: Respuesta a la problemática social acuciante (a tra-
vés del Programa Social de Bosques (PROSOBO) y el Plan
Nacional de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos)
y las consideradas Nuevas Líneas de Acción, en las que se
incluye –junto con: salud y ambiente, comercio internacional
y ambiente, construcción de indicadores de desarrollo sos-
tenible, fondo argentino de carbono, unidad de prevención
de desastres naturales, agricultura sostenible y educación y
comunicación ambiental- al “aprovechamiento turístico inte-
ligente de los recursos del ambiente”.

82
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Con dicha línea nueva de acción se busca

[…] identificar aquellos recursos con potencial turístico de


desarrollo remanente, cuya puesta en valor puede devenir de
adosarle información calificada, y los criterios para su sistema-
tización y transferencia al plano de la difusión. Esta es la prin-
cipal herramienta que puede aportar la SAyDS en orden a ac-
tividades vinculadas con el turismo alternativo, y básicamente
con el ecoturismo, hasta el grado de turismo científico. Tras un
breve desarrollo teórico pueden identificarse las líneas de coo-
peración más relevantes vinculadas a los recursos turísticos
asociados a flora, fauna, humedales, caracterización general
del ambiente, etc., que cruzadas con la localización espacial,
puede generar oferta a municipios y provincias, y nutrir un tra-
bajo conjunto con la Secretaría de Turismo de la Nación.

Turismo 2016.
Plan Federal Estratégico de Turismo Sustentable.
Documento Base
La Ley 25997 Nacional de Turismo, en su Art. 7°, corres-
pondiente a Deberes, establece que “son deberes de la auto-
ridad de aplicación: a) Fijar las políticas nacionales de la ac-
tividad turística con el fin de planificar, programar, promover,
capacitar, preservar, proteger, generar inversión y fomentar el
desarrollo en el marco de un plan federal estratégico a presen-
tarse dentro de los doce (12) meses siguientes a la promulga-
ción de la presente ley”. En consonancia con lo establecido
por la mencionada ley, se ha confeccionado un Documento
Base2 que tiene como finalidad caracterizar de forma resumi-
da el fenómeno turístico de la Argentina, para que sirva como
punto de partida del Plan Federal de Desarrollo Turístico Sus-
tentable, que postula las políticas de desarrollo turístico a nivel
nacional. Dicho Plan, previsto como marco general para con-
ducir la política nacional en materia de desarrollo turístico, se
apoya en la afirmación de los siguientes principios:

83
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

v Carácter estratégico: la definición de los problemas


prioritarios, objetivos y metas se realiza con los ac-
tores involucrados, en el marco de un consenso ge-
neral, tomando en cuenta los posibles escenarios a
través de un análisis que precede la acción y la guía
de forma adecuada.
v Visión federal: dado el protagonismo de las provin-
cias, como coautoras del proceso de planificación.
v Articulación regional: con una perspectiva territorial
comprendida dentro de la interpretación federalista
de la integración (provincial), definida por proximi-
dad geográfica, cultura y recursos turísticos seme-
jantes.
v Sustentabilidad ambiental: entendida como la capa-
cidad de satisfacer las necesidades de las genera-
ciones presentes sin comprometer las de las gene-
raciones futuras, armonizando para ello, crecimiento
económico, equidad social y equilibrio ecológico, y
que tienda al desarrollo auto gestionado.
v Participación social: descansa en el diálogo de sa-
beres que busca la integración de todas las miradas
y la valoración del conocimiento derivado del hacer.

Plan Nacional de Ciencia,


Tecnología e Innovación Productiva 2005-2015
La política nacional de ciencia y tecnología, prevé
como objetivo general la consolidación y ampliación de la
base científica y tecnológica. Ello a través, tanto del forta-
lecimiento de las capacidades estructurales universitarias
para formar investigadores con nivel de posgrado como
de la conformación y consolidación de Redes Temáticas
y Centros de Excelencia capaces de superar la tendencia
histórica de la investigación argentina, caracterizada por la
orientación disciplinar y fragmentada y, de modo recurren-
te, según bitácoras temáticas surgidas más por decisión

84
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

de los propios investigadores que como resultado de una


planificación estratégica.
El Plan ha supuesto el análisis de sectores y temas es-
pecíficos, que han sido identificados a través de consultas
sobre expectativas de los considerados prioritarios o de los
que se espera tendrán mayor crecimiento en los próximos
años. El tema del turismo aparece, tanto en el contexto de
los temas referidos a aspectos sociales y culturales como de
las tecnologías y sectores clave para el desarrollo futuro del
país (referenciados como medio ambiente, recursos mine-
ros, recursos pesqueros, agro-alimentos, energía, industrias
de alta tecnología, transporte, biotecnología, tecnologías de
la información y las comunicaciones).
La problemática del turismo se visualiza como un área
con potencial de investigación, perteneciente al campo de
conocimiento interdisciplinario y de gestión transversal que
abarca cuestiones tales como: calidad de vida y desarrollo
socioeconómico, competitividad productiva, trabajo y em-
pleo, el abordaje ambiental de los recursos renovables y
no renovables, el desarrollo y aplicación de las tecnologías
de la información y comunicación a la solución de proble-
mas específicos en sectores educativos, gubernamentales
y empresariales.
Cabe señalar la óptica de contexto, sobre el desarro-
llo de la investigación y formación educativa en turismo
prevista por el texto de la Ley 25997 Nacional de Turismo
que, en su Capítulo II, relativo a los Incentivos de fomen-
to turístico, Art. 32, de las Iniciativas prioritarias, considera
como tales, entre otras, la consecución de los siguientes
objetivos: uno, de vinculación genérica con la investigación
científica, correspondiente al inciso d) sobre “El fomento de
la sustentabilidad”; otro, específico, contenido por el inciso
e), sobre “La investigación y especialización en áreas rela-
cionadas al turismo.”

85
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Respuestas del sistema universitario nacional


a la formación en gestión del patrimonio
y turismo sostenible: potencialidades y déficit

Próximo a culminar el siglo XX, en el marco del proyecto


transdisciplinario “Educación para un desarrollo sostenible”
auspiciado por la UNESCO, Edgar Morín, uno de los pen-
sadores europeos contemporáneos más importantes, traza
las líneas maestras de una propuesta educativa centrada
en torno al denominado “pensamiento complejo”, con el
propósito de anticiparse, en las mejores condiciones, a los
difíciles problemas fundamentales que, a su juicio, habrían
de tenerse en cuenta en el siglo XXI, si es que la especie
humana aspira a avanzar en favor de lo mejor de sí misma,
por medio de la educación, para hacer posible la utopía del
desarrollo sostenible. Enuncia para ello siete “problemas”
de la educación del futuro, relativos a un conocimiento que
requiere superar sus denominadas “cegueras” (el error y la
ilusión), construir un saber “pertinente” (capaz de articular-
se interdisciplinariamente), esclarecer la complejidad de la
“condición humana”, ser consciente de su “identidad terre-
nal” (que, en el siglo XXI, es necesariamente una identidad
planetaria), poder afrontar e incorporar la “incertidumbre”
(que alecciona sobre la dificultad de predecir acciones a
largo plazo), promover la “comprensión” (limitada por pos-
turas egocéntricas, etnocéntricas y reduccionismos va-
rios), y, finalmente, construir una “ética” del género humano
(para la unidad planetaria en la diversidad, la solidaridad y
la comprensión).
La universidad pública, por su condición de escenario
amplio de producción y discusión de las ideas representa,
por excelencia, un ámbito válido para tal empresa, dada su
condición de espacio de reflexión y su capacidad para efec-
tuar aportes concretos a la sociedad, a través de la forma-
ción de profesionales aptos.

86
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

La creación de carreras de posgrado, enfocadas a la


problemática del patrimonio natural y cultural y el turismo
sostenible conforma una respuesta a las necesidades y
oportunidades expresadas y una misión propia de la uni-
versidad, como usina de producción y transferencia del co-
nocimiento capaz de conciliar, en este caso, a la actividad
turística como motor del desarrollo en sus distintas escalas
de realización (nacional, regional y local) con la actualiza-
ción de la gestión cultural y del conocimiento, que incluye
la valorización del patrimonio natural y cultural. Cuenta para
ello a favor, con experiencia en el desarrollo de investiga-
ciones aplicadas a sus áreas de influencia, que le permite
aportar un sólido conocimiento en temáticas íntimamente
relacionadas con el fenómeno del turismo. Posee asimismo,
capacidad para el tratamiento teórico, metodológico y técni-
co que actualmente demanda la complejidad de la gestión
del patrimonio natural y cultural, como área de conocimiento
y aptitud profesional fuertemente imbricada con la proble-
mática turística como variable estratégica del desarrollo so-
cioeconómico sostenible.
Sin embargo, también debe considerarse que la histo-
ria de las instituciones de educación superior en Argentina
replica un patrón de respuestas para la formación de pro-
fesionales que dificulta su renovación, al instituirse como
responsable abastecedor de proliferación de sociedades
profesionales, laboratorios de investigación y desarrollo
-gubernamentales y empresariales- entidades de asesoría,
grupos de reflexión y organizaciones no gubernamentales
diversas. Es decir, la universidad pública crea mercados del
conocimiento, pero también lucha frente a la competencia
de nuevas y flexibles “industrias del conocimiento” que le
disputan sus incumbencias específicas.
En tales circunstancias, el monopolio del que venían dis-
frutando las universidades, en el plano de la formación y el
otorgamiento de títulos que habilitan para el ejercicio profe-

87
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

sional, acusa limitaciones a superar, al igual que en el pasa-


do cuando, en su carácter de sedes de las disciplinas cien-
tíficas, apelaron a perspectivas metodológicas integradoras,
tales como la multidisciplina para adecuar los planes de es-
tudio a la resolución de problemáticas complicadas. Actual-
mente, la universidad hace frente al desarrollo de prácticas
tales como la interdisciplina y la transdisciplina con estrate-
gias metodológicas que, a diferencia de la anterior, no se re-
fieren a instancias de hibridación del conocimiento discipli-
nar, sino a una nueva ontología cuyos alcances sobrepasan
los campos disciplinares tradicionales tal cual los conoce-
mos. El propósito es dar respuestas a problemas complejos
de la realidad, como los derivados de la gestión del turismo
y de los recursos del patrimonio, que supone un compro-
miso ético intergeneracional dados los problemas ligados a
la sustentabilidad, en sentido socioeconómico y ambiental,
responsables de modificaciones profundas y definitivas en
el sistema social.

La formación de posgrado en gestión del


patrimonio y turismo sostenible:
elementos para su construcción

Proyecto educativo y línea de base ambiental


Fundamentar un proyecto educativo de gestión del patri-
monio y turismo que parta del enfoque sustentable requiere
la identificación y el estado de situación de los principales
problemas ambientales, en este caso de Argentina, com-
prendidos por una temporalidad que acredite la dinámica
de los procesos implicados.
Una visión expeditiva de los diagnósticos realizados de
escala nacional revela, para los últimos treinta años, la perma-
nencia, acentuación y efecto acumulativo de los problemas
ambientales que obedecen, genéricamente, a una “despro-
porción” en el grado de intervención sobre el entorno natural y

88
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

en una asignación no sustentable de usos de los ecosistemas,


tanto los frágiles, sujetos a condicionantes de dinámica com-
pleja, como también a múltiples estados estables, de ecosis-
temas ricos y con condiciones de resiliencia. Ello ha derivado
de procesos tales como: erosión, deforestación, pérdida de
biodiversidad (de especies y de ecosistemas) y contamina-
ción hídrica. También se destaca la sobreexplotación de los
recursos pesqueros marinos, el impacto de grandes obras de
infraestructura, los efectos de la introducción de especies, y la
alteración de humedales. Asimismo cuenta el abuso de servi-
cios naturales de los cuerpos de agua superficial para depu-
rar efluentes líquidos realizado, mayoritariamente, sin ningún
tratamiento previo a la descarga.
Además de los problemas ambientales consignados, el
balance de los diagnósticos ambientales también descubre
su privilegio metodológico por la concepción biofísica del
ambiente, tal como se desprende del perfil de formación pre-
dominante de los profesionales responsables de su elabora-
ción y del peso otorgado en la mayoría de los estudios a los
componentes naturales (aire, agua, calidad y condición at-
mosférica, plantas, animales, condiciones de higiene, etc.),
a diferencia de los contados diagnósticos, en general los de
factura más reciente, que integran las variables sociales a
sus causas explicativas (tipo y calidad de las relaciones in-
terpersonales o intergrupales, acceso al trabajo productivo,
a la educación y a la cultura, condicionantes externos de
participación y libertad de expresión, influencias psicosocia-
les, consideraciones valorativas culturales y éticas, etc.).
El mayor énfasis otorgado por los mencionados diagnós-
ticos ambientales al medio biofísico, de mayor relación con
la satisfacción de las necesidades materiales, que al medio
social, que lo hace con los factores externos que inciden en
la probabilidad de satisfacer el conjunto de las necesidades,
materiales y no materiales, implica el peso de un paradigma
sobre el enfoque ambientalmente sustentable de las acti-

89
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

vidades económicas, como el turismo y constituye un dato


fundamental a la hora de definir los ejes estratégicos de la
formación educativa en gestión del patrimonio y del turismo
sostenible. Ello es así, en particular para un país, como Ar-
gentina, con datos tan crudos de la realidad socioeconómi-
ca (con una parte significativa de la población por debajo
de la línea de pobreza o con elevadas tasas de desempleo y
subempleo), y problemas ambientales, muchos de ellos de
carácter crónico y remediación pendiente, solo posibles de
definir desde su perspectiva social.6
A tal condición debe sumarse la influencia en materia de
concepción del desarrollo, en el que aún subyacen concep-
ciones de políticas de gestión ambiental fundadas en una
supuesta incompatibilidad entre los objetivos en materia de
desarrollo socioeconómico y la preservación de la calidad
ambiental y de vida de la población, comúnmente expresa-
da a través de las prioridades locales en materia de accio-
nes políticas y la inscripción de la problemática ambiental
de Argentina en la economía globalizada. Ello enfrenta a la
administración pública y a las empresas del país enfocados
a la actividad turística con el desafío de prever procesos de
intervención ambiental que abarcan el diseño y la incorpo-
ración de la gestión ambiental en sus actividades, la fisca-
lización jurídico normativa y la consecuente aplicación de
herramientas preventivas de regulación y de acciones de
remediación llevadas a cabo a través del uso de tecnologías
adecuadas de ingeniería ambiental.
El “pasivo ambiental” de Argentina, por su asociación
íntima con la influencia que imponen sobre la concepción

6 A ello debe adicionarse la casuística recurrente de los desastres asociados a proce-


sos naturales, en los que la sociedad no solo ha alterado el medio natural, potenciando
así la posibilidad de ocurrencia de muchos fenómenos que se desarrollan bajo un mo-
delo socio-político-económico que deja a vastísimos sectores con muy baja capacidad
de respuesta ante un fenómeno catastrófico.

90
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

y gestión de sus problemas, paradigmas científicos y enfo-


ques políticos mencionados, demanda para la formación de
profesionales y técnicos destinados a los cuadros superio-
res de la gestión, pública y privada, del patrimonio y turismo
sostenible, además de un estándar de calidad de excelen-
cia en su formación un enfoque profesional acorde con el
sentido de responsabilidad ambiental.
La problemática señalada enfrenta a la universidad pú-
blica con la doble responsabilidad de atender a la formación
de profesionales de calidad acreditada en la materia, que se
acompaña por el desarrollo de líneas emergentes de inves-
tigación científica y tecnológica. Entre otras cuestiones, ello
incluye la explicación del significado de la incorporación pro-
gresiva del ordenamiento jurídico normativo específicamen-
te turístico y también ambiental, nacional e internacional, el
aporte de estrategias metodológicas para el desarrollo de la
sensibilidad social por el enfoque ambiental de la gestión del
patrimonio natural y cultural que está en la base de la activi-
dad turística, frecuentemente enfrentada con usos competiti-
vos del medio para el asentamiento humano y las actividades
productivas. De modo transversal la formación descansa en
el manejo de sistemas de información ad hoc., y en las tec-
nologías de acceso a redes globales, impuesto por el modelo
crecientemente descentralizado de acceso a la información.

Ejes temáticos estratégicos de la formación


Además de los aspectos señalados previamente, cons-
tituyen ejes temáticos estratégicos de la formación de pos-
grado en gestión sostenible del turismo y del patrimonio,
cuestiones instaladas como desafíos principales, dada su
complejidad y escala de interacción que comprenden ac-
ciones de:

Integración de las dimensiones socioeconómica y am-


biental de la sostenibilidad: toda vez que se reconoce como

91
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

ineludible al contexto del desarrollo para la consideración de la


interdependencia entre patrimonio, turismo y medio ambiente.7
Articulación de las visiones de los actores sociales impli-
cados: dado que las diferencias de enfoque entre turistas,
empresas turísticas del sector privado y gobiernos, consti-
tuyen un obstáculo para integrar los principios y criterios de
sostenibilidad socioeconómica y ambiental a la gestión del
patrimonio y el turismo.
Adecuación al cambio climático mundial: ya que las emi-
siones de gases de efecto invernadero derivadas del turis-
mo tienen su origen en los sectores del transporte, la ener-
gía y la construcción (así también como del cambio en las
costumbres alimentarias y en el uso de la tierra), ello implica
a un amplio repertorio de políticas destinadas a limitar el au-
mento de las emisiones derivadas del turismo.8

7 Tal concepción es traducible en metas políticas específicas para el desarrollo y la


gestión sostenibles del patrimonio y el turismo que contemplan: la viabilidad económi-
ca, prosperidad local, calidad del empleo, igualdad social, disfrute de los visitantes,
control local, bienestar de la comunidad, riqueza cultural, integridad física, diversidad
biológica, eficiencia en la utilización de recursos, y pureza ambiental.
8 Tales políticas incluyen: El desarrollo de mecanismos del Protocolo de Kioto, de la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que afecten
el turismo (intercambio de derechos de emisión (por Ej. , para la aviación a partir
del año 2013); mecanismo de desarrollo limpio; aplicación conjunta; cargas impo-
sitivas (a las emisiones o al uso de combustible para la aviación); introducción del
comercio de derechos de emisión de dióxido de carbono para el transporte aéreo
en el mercado mundial multisectorial; gestión de la demanda para reducir el uso,
por parte de los consumidores, a través de medidas de aumento de la eficiencia
energética, de conservación o de cambios estructurales; aliento y apoyo financiero
al desarrollo de tecnologías de energía renovable y sistemas de transporte que no
emitan en forma neta dióxido de carbono; políticas para las adquisiciones guber-
namentales (en los últimos años se ha registrado una proliferación de planes para
compensar las emisiones de dióxido de carbono, específicamente diseñados tanto
para los turistas independientes como para los que viajan con paquetes turísticos;
los mismos establecen compensar la carga de gases de efecto invernadero ge-
nerada por el viaje con inversiones en proyectos de plantación de árboles, o apo-
yando las iniciativas locales para que se comiencen a aplicar planes de eficiencia
energética o de energía renovable). Además, dado que la adaptación a la variabili-
dad del clima será la única manera de que muchos de los lugares que actualmente
son populares destinos turísticos puedan seguir siéndolo también en el futuro, será

92
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Conservación de la diversidad biológica: la misma exi-


ge planificar el uso de la tierra y el desarrollo del turismo.
Así lo prevé el Convenio sobre la Diversidad Biológica al
aprobar en su Conferencia de las Partes celebrada en 2004
las Directrices sobre la diversidad biológica y el desarrollo
del turismo. En ellas se propone un criterio sistemático para
evaluar los emprendimientos turísticos en zonas sensibles,
incluyendo las medidas de mitigación, tanto dentro como
fuera de áreas protegidas.9
Participación del sector privado: en función de que las
organizaciones contenedoras de las empresas turísticas
desempeñan una función importante en la promoción de su
participación10en la búsqueda de respuestas concertadas a

necesario elaborar herramientas de evaluación de los riesgos para determinar las


vulnerabilidades ocasionadas por el cambio climático (por ej., un mayor riesgo de
inundaciones, aumento del nivel del mar, blanqueamiento de los corales, intensifica-
ción de las tormentas tropicales, más vulnerabilidad a los incendios) y para aplicar
sistemas de vigilancia que ayuden a registrar los cambios que están ocurriendo como
resultado de la variabilidad del clima (por ej., cambios en el medio ambiente y el clima
de un destino, cambios en la disponibilidad de recursos, mayor frecuencia de fenóme-
nos climáticos problemáticos, etc.). Las medidas de adaptación incluirán la protección
y medidas correctivas que garantizaran la viabilidad futura del lugar.
9 Las políticas podrían centrarse en mejorar las medidas de gestión de los visitantes (es-
pecíficas con respecto a cada emplazamiento), actividades educativas, la elaboración
de códigos de conducta y reglamentaciones, cuando proceda. En particular, orientadas
a mostrar de qué manera el turismo contribuye a la conservación (entre otras acciones
posibles, definiendo directrices nacionales para el desarrollo del turismo en zonas pro-
tegidas, integrando en las decisiones a las comunidades locales que las habitan, sobre
el desarrollo del turismo; garantizando que los ingresos derivados del turismo se utilizan
para la conservación de las zonas protegidas; elaborando instrumentos jurídicos para
compartir la gestión de las instalaciones y servicios turísticos, tales como concesiones
y licencias; creando redes de zonas protegidas que podrían recibir beneficios del turis-
mo y de una denominación que las caracterice. De igual modo, resulta fundamental la
aptitud de las personas encargadas de gestionar esas zonas para establecer buenas
relaciones, también con el sector privado (por ejemplo, la inclusión de zonas protegidas
como destinos de excursiones y paquetes turísticos y, considerando el crecimiento pro-
yectado del turismo, la previsión de impactos negativos sobre el funcionamiento efectivo
de los ecosistemas y la pérdida potencial de fauna y flora, a la hora de localizar nuevos
emprendimientos, así como la planificación de modalidades de las visitas)
10 Son ejemplo, la Iniciativa Internacional de Hoteles y Restaurantes, la Asociación de
Viajes de Asia y el Pacífico, la Federación Internacional de Operadores de Turismo y

93
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

muchas de las cuestiones relacionadas con la sostenibilidad


y de herramientas afines para el sector. Son campo de inte-
rés en tal sentido, además de planificación participativa del
uso de la tierra y de los recursos naturales y el suministro de
servicios públicos, el desempeño de los gobiernos en la crea-
ción de mayor y nuevas capacidades del sector privado, en
particular Pymes, a fin que tengan en cuenta la sostenibilidad
socioeconómica y ambiental en su funcionamiento (distintos
instrumentos de uso voluntario, como la certificación).
Promoción del consumo sostenible: dada su dependen-
cia del factor demanda, el turismo es vulnerable al juego de
los factores externos, desde los identificables como riesgos
naturales, amenazas a la salud y la seguridad hasta los cam-
bios suscitados por la moda. Por consiguiente, la susten-
tabilidad del consumo turístico depende de conductas de
elección y comportamiento con referencia a los destinos,
cuya sostenibilidad se vincula con la adopción de medidas
dirigidas a crear una mayor conciencia de los turistas con
respecto a la repercusión de sus actos, así también como
al fomento de una elección responsable de los mismos (por
ejemplo, mediante iniciativas de empresas y gobierno, a tra-
vés de campañas de comunicación sobre conducta ambien-
talmente adecuadas).

El Posgrado en Gestión del Patrimonio y Turismo


Sustentable de la Universidad Nacional de Luján
El Proyecto de creación de la carrera de Especialización
en Gestión del Patrimonio y Turismo Sostenible de la UNLu re-
sulta altamente oportuno como respuesta a las necesidades,
por años, expresadas por parte de diferentes entidades y per-
sonas vinculadas al ámbito de la actividad turístico- cultural,

la Alianza del Caribe para el Turismo Sostenible (parte de la Asociación de Hoteles del
Caribe), además de las redes no oficiales, como la Iniciativa de Operadores Turísticos.

94
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

regional y local. Así, la realización de una misión propia de


la universidad, como usina de producción y transferencia del
conocimiento, lidera una propuesta que concilia el desarrollo
de la actividad turística como motor del desarrollo regional
con la actualización de la gestión cultural y del conocimiento
que incluye la valorización del patrimonio natural y cultural.
Para tal cometido la UNLu cuenta con una amplia expe-
riencia en producción de investigaciones aplicadas a su área
de influencia y referidas a temas de geografía, historia, me-
dio ambiente, economía, desarrollo social, agronomía, etc.
Dicho capital le permite aportar un sólido conocimiento del
medio y sociedad local y regional, fundado en la actividad
de docentes e investigadores especializados en temáticas
íntimamente relacionadas con el fenómeno del turismo, que
cubren los requerimientos profesionales para su tratamiento
teórico, metodológico y técnico que su complejidad plan-
tea actualmente para comprender el nexo entre la gestión
cultural y del patrimonio natural y cultural y la problemática
turística como variable estratégica del desarrollo socioeco-
nómico sostenible.
La influencia cultural determinante representada por la
era del conocimiento y la información, se expresa con cam-
bios en la vertiente humana y vivencial del turismo; cambios
que obligan a replantear no sólo su actividad -como objeto de
producción y consumo- también modificaciones profundas
en las características de los profesionales, con perfiles que
les permitan desarrollar productos turísticos innovadores, de
rentabilidad económica y social y estrategias participativas
de la población. Estas últimas, expresivas del consenso y
de una cierta implicación por parte de la sociedad trans-
formada en sociedad de acogida y su hábitat en “destino”,
por el turismo. Ello implica formar profesionales capacitados
en el manejo de conceptos tales como: sostenibilidad (am-
biental, cultural y socioeconómica), renovación (innovación
y diferenciación), calidad de producto (sistema de calidad

95
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

y procesos de certificación estandarizados), equilibrio, de-


sarrollo local y regional, imagen integral de marca, etc., que
constituyen insumos para una estrategia de planificación y
desarrollo competitivo de destinos turísticos innovadores.
Distintas propuestas académicas ponen su acento en la
preparación de técnicos o profesionales con perfiles aptos
para su desempeño como guías, coordinadores, etc., forma-
dos para satisfacer la demanda de empleos de organismos
públicos y privados.
El presente proyecto pone su eje curricular en una for-
mación en Turismo fuertemente basada en el desarrollo de
las capacidades como Gestor Cultural con alta formación en
Patrimonio Natural y Cultural. Para ello, plantea como objeti-
vo general: capacitar profesionales provenientes de diferen-
tes disciplinas científico-técnicas calificándolos, desde una
perspectiva teórico-metodológica y práctica, en la gestión
del patrimonio cultural y el turismo sostenible, y formula los
siguientes objetivos particulares:

v Conocer las principales características de la gestión


del patrimonio y el turismo sostenible en sus diferen-
tes modalidades.
v Establecer los principales vínculos entre la actividad
del turismo y el uso, la recuperación, la conservación
y la interpretación del patrimonio natural y cultural.
v Planificar y llevar hasta la implementación, proyectos
de desarrollo turístico, ambiental, económico y so-
cialmente, sostenibles.
v Conocer y aplicar los fundamentos éticos, jurídi-
co-normativos y el marco conceptual de la interpre-
tación turística a la gestión del patrimonio cultural y
del medio ambiente.
v Comprender la complejidad de los procesos de co-
municación y difusión que median el desarrollo y la
gestión, pública y privada, de la actividad turística.

96
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

v Desarrollar destreza en la organización y uso de los


sistemas de información turística.
v Adquirir habilidad en la gestión y dirección de em-
presas del sector turístico.
v Articular la información estratégica para la gestión
del turismo.

En lo que respecta al perfil del graduado, se prevé la


formación de un profesional altamente especializado, con
una sólida base científico-técnica que le permite identificar
el potencial de desarrollo de destinos turísticos, desde una
perspectiva de gestión sostenible del patrimonio cultural y
natural, así como de formulación de políticas orientadas a su
protección. Son sus ejes:

v Capacidad profesional: personas adecuadamen-


te capacitadas, tanto en el nivel de conocimientos
como de habilidades, que puedan hacer frente a las
demandas de la profesión, adaptándose a la diná-
mica de cambios que caracteriza al sector turístico
y los instrumentos teórico-metodológicos y técnicos
para su conocimiento .
v Sentido de responsabilidad: personas con una pre-
disposición positiva y sentido ético, respecto a la
motivación y satisfacción por un trabajo de calidad.
v Nivel de comunicación: personas capacitadas para
la relación interpersonal y en condiciones de respon-
der con seguridad ante la diversidad de opciones.
v Óptica innovadora: personas con capacidad para
hacer frente a la contingencia de situaciones, con
flexibilidad, imaginación y creatividad para la bús-
queda de alternativas viables, ante las nuevas de-
mandas y necesidades que permanentemente plan-
tea el turismo.

97
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Tal formación acredita las siguientes competencias:

v Posee los conocimientos e instrumentos teóricos,


metodológico-técnicos y prácticos necesarios para
establecer las relaciones fundamentales entre el ma-
nejo, la recuperación y la conservación de patrimo-
nio natural y cultural y la práctica del turismo.
v Está en condiciones de crear, implementar y gestiona
proyectos de turismo sostenible, de forma autónoma
y como integrante de equipos interdisciplinarios, en
la actividad pública y empresas privadas del sector.
v Está capacitado para diseñar y aplicar procesos de
planificación estratégica a proyectos relacionados
con el turismo.
v Está capacitado para desempeñarse como asesor
y consultor independiente de empresas turísticas y
recreativas en general.
v Está capacitado para desempeñarse en ámbitos pú-
blicos responsables de la actividad turística, a nivel
nacional e internacional.

En cuanto a la orientación metodológica, el proyecto


se centra en la aplicación de conceptos e instrumentos
metodológicos y técnicos a la gestión del patrimonio y el
turismo sostenible e incluye el análisis de casos. Un enfo-
que que constituye un desafío, dada la condición de país
extenso y diverso de Argentina y, en tal sentido, demanda
la capacitación de recursos humanos en condiciones de
acceder, en tiempo y forma, a la información sobre los re-
cursos turísticos –mediante el uso de Tics y de productos
de la Geomática (Teledetección y Sistemas de Información
Geográfica)- y llevar a cabo su procesamiento y aplicación
con el know-how y estrategias de gestión adecuadas, tanto
por su condición de última generación como por la perti-
nencia de los modelos de decisión adoptados en función

98
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

de marcos y lineamientos políticos vigentes en el país para


el desarrollo del turismo.
En virtud de lo antedicho, la carrera consolida la forma-
ción con el desarrollo de actitudes y aptitudes favorables a
una capacitación continua y permanente. Para lo cual debe-
rá atender a tres requerimientos epistemológicos básicos:
La importancia de la integración de los intereses discipli-
nares que concurren al estudio interdisciplinario de la Ges-
tión del Patrimonio y el Turismo Sostenible, como estrategia
metodológica privilegiada.
La necesidad de acceder a la modificación temática
permanente que domina el campo de los fenómenos y pro-
blemas relativos al turismo sostenible, en consonancia con
la aceleración histórica experimentada por los procesos de
valorización turística del patrimonio natural y cultural.
La trascendencia de incorporar el cambio tecnológico
implicado en los procesos de innovación turística.
Estos principios deberán traducirse, a nivel metodológi-
co, en estrategias didácticas destinadas a favorecer el tra-
bajo interdisciplinario, la reflexión permanente acerca de la
dinámica de los fenómenos y problemas del campo de apli-
cación y la evaluación continua del alcance y limitaciones
de las técnicas. Para ello se privilegiará el abordaje de los
contenidos en función de la identificación y resolución de
problemas.

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99
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

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100
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

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Morin, Edgar (1999) “Los siete saberes necesarios a la edu-
cación del futuro”, UNESCO, París.

101
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Claves para una formación de perspectiva


ambiental en el campo del Turismo.
A propósito de una
recensión de las dimensiones y
perspectivas de la cuestión ambiental1

Alicia N. Iglesias
Adriana N. Martínez

Resumen

El trabajo explora, desde el campo interdisciplinario de


construcción del saber ambiental surgido del diálogo entre
la Geografía y el Derecho, cuatro perspectivas básicas de la
cuestión ambiental de importancia para el campo de cono-
cimiento del turismo: a) La densidad histórica por la preocu-
pación sobre la problemática ambiental; b) La construcción
progresiva y abierta del concepto de ambiente; c) Las di-
mensiones y actores que hacen a su conocimiento; y, d) Las
acciones involucradas en ese conocimiento, con énfasis en
el campo del Turismo.

1 El presente trabajo se basa en la ponencia “Claves para una educación ambien-


tal. A propósito de una recensión de las dimensiones y perspectivas de la cuestión
ambiental”, presentada ante el VII Congreso de la Red Latinoamericana de Ciencias
Ambientales (Instituto Tecnológico de Costa Rica-Universidad Nacional de Costa Ri-
ca-Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica-Universidad de Costa Rica), Sede
Regional de San Carlos del Instituto Tecnológico de Costa Rica, del 11-15 de noviem-
bre del 2013.

102
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Introducción

La sustentabilidad se ha convertido en una cuestión políti-


ca importante para el turismo; tal vez la más importante, a
juzgar por el protagonismo que adquiere en el debate y en
la crítica, ligado a la necesidad de definir su concepto y de
comprender la naturaleza de los límites del crecimiento de la
actividad turística.
La sustentabilidad del turismo no alude a un concepto
aislado, es una pieza dentro de la estrategia global de desa-
rrollo sustentable y, por tanto, se percibe como un impulso
para la asunción del paradigma ambiental. La Organización
Mundial del Turismo (OMT: 2000) define al turismo sostenible
como

Aquel que atiende las necesidades de los turistas actuales y


de las regiones receptoras y al mismo tiempo protege y fomen-
ta las oportunidades para el futuro. Se concibe como una vía
hacia la gestión de todos los recursos de forma que puedan
satisfacerse las necesidades económicas, sociales, estéticas,
respetando al mismo tiempo la integridad cultural, los procesos
ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas
que sostienen la vida.

Tal concepción es reveladora de la condición sistémica y


compleja del turismo, compuesto por una red de relaciones
entre diversos actores, con capacidad de auto organización
y de evolución, sujeto a cambios suscitados por factores
externos que determinan su transformación. Desde la pers-
pectiva de su gestión, ello supone la búsqueda del uso ópti-
mo de recursos, con minimización de impactos ecológicos,
culturales y sociales y maximización de ventajas derivadas
de la conservación de la naturaleza y del patrimonio cultural
de las comunidades locales, así como la mejora de las con-
diciones de su calidad de vida.

103
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Algunas organizaciones prefieren hablar del desarrollo


sostenible del turismo, más que del turismo sostenible, por
dos razones principales: por una parte, algunos aspectos del
turismo pueden no ser sostenibles con tecnologías actuales
y el uso de mejores prácticas; por otra, su sustentabilidad
requiere integrar la lógica de sus cuatro subsistemas princi-
pales -natural, socio económico, productivo y político-jurídi-
co-institucional- en una relación armónica. Así lo manifiesta
el Documento final de la Conferencia El futuro que queremos
(Naciones Unidas, 2012) en su acápite 130:
Ponemos de relieve que el turismo bien concebido y bien
gestionado puede hacer una contribución importante a las
tres dimensiones del desarrollo sostenible, tiene vínculos
estrechos con otros sectores y puede crear empleo decen-
te y generar oportunidades comerciales. Reconocemos la
necesidad de apoyar las actividades de turismo sostenible
y la creación de capacidad conexa que permitan crear con-
ciencia ambiental, conservar y proteger el medio ambiente,
respetar la fauna y la flora silvestres, la diversidad biológi-
ca, los ecosistemas y la diversidad cultural, y aumentar el
bienestar y mejorar los medios de vida de las comunidades
locales apoyando las economías locales y el medio humano
y natural en su conjunto. Pedimos que se preste más apo-
yo a las actividades de turismo sostenible y de creación de
capacidad en esa esfera en los países en desarrollo a fin de
contribuir al logro del desarrollo sostenible.
La mayor experiencia acerca del conocimiento sobre
la sustentabilidad del turismo corresponde, como lo señala
Jarkko Saarinen (2006), al análisis a escala local, concre-
tado según distintos enfoques tradicionales, en el contexto
del vínculo entre turismo y desarrollo sostenible: el basado
en los recursos del capital natural y del capital cultural, res-
pecto de los cambios inaceptables causados por el turis-
mo; el referido a los requerimientos de recursos por parte
de la actividad, para su desarrollo presente y futuro, con el

104
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

objetivo de mantener el capital económico; y, el basado en


la comunidad receptora, que destaca el papel de participa-
ción de los diversos actores en los procesos de desarrollo
(capital social).
Cada una de las perspectivas mencionadas —centradas
en los recursos, en la actividad y en la comunidad— presen-
ta a escala local ventajas y limitaciones para los procesos
de desarrollo turístico sostenible. A modo de un primer nivel
de respuesta de valor genérico a la necesidad de definir y
comprender los límites del crecimiento de la actividad tu-
rística, es decir, su sustentabilidad, a esa y otras escalas
espaciales (regional, provincial, nacional, internacional) y
temporales (corto, medio y largo plazo), el trabajo explora,
desde el campo interdisciplinario de construcción del saber
ambiental surgido del diálogo entre la Geografía y el Dere-
cho, cuatro perspectivas básicas de la cuestión ambiental
de importancia para el campo de conocimiento del turismo:
a) La densidad histórica por la preocupación sobre la pro-
blemática ambiental; b) La construcción progresiva y abierta
del concepto de ambiente; c) Las dimensiones y actores que
hacen a su conocimiento; y, d) Las acciones involucradas en
ese conocimiento, con énfasis en el campo del Turismo.
Desde una óptica global, la preocupación ambiental ha
implicado la interacción de Estados en un escenario interna-
cional en el que crece la conciencia, tanto de la sociedad civil
internacional como de los policy-makers nacionales, acerca
de la presión a que han sido y son sometidos los sistemas
naturales y sus recursos contenidos. Pesan en ello las exigen-
cias impuestas por el modelo de crecimiento económico, en el
cual se conjugan políticas e iniciativas ambientales centradas
cada vez más destinadas a aunar esfuerzos para negociar
acuerdos de carácter global y efectividad variable en cuanto
al control de la actuación que los Estados puedan llevar a
cabo. Esa situación se ha acompañado con la construcción
progresiva de la idea de Ambiente, mediante la asimilación de

105
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

elementos conceptuales contenidos en instrumentos funda-


cionales de derecho ambiental internacional.
El estado actual del conocimiento ambiental así recrea-
do comprende tres contextos posibles: certeza: se conocen
en forma indubitable los efectos que sobrevendrán ante de-
terminada causa; riesgo: se conocen los efectos del accio-
nar humano en relación a la naturaleza y su repercusión en
las condiciones a las que se enfrentarán las generaciones
futuras, pero en términos de probabilidades de ocurrencia
de dichos efectos adversos; y, por fin, incertidumbre: se des-
conocen los efectos futuros de las acciones presentes; el es-
tado actual del conocimiento no permite ni siquiera avizorar
las consecuencias de la aplicación de determinadas tecno-
logías o experimentos científicos. Cualquiera sea el contexto
–certeza, riesgo o incertidumbre- incluye la consideración
de opciones éticas que involucran la perspectiva ambiental
de las generaciones presentes y futuras ante la valorización
turística del patrimonio natural y cultural de toda sociedad.

Perspectiva ambiental de la formación en Turismo

Antigüedad de la preocupación

Pese al valor de contemporaneidad de la idea de un de-


sarrollo socioeconómico y, a la vez, ecológicamente sosteni-
ble, vale la pena recordar y valorar la antigüedad real de esta
preocupación; una antigüedad del pensamiento humano
que nos fuerza a retroceder mucho en el tiempo para poder
descubrir los primeros planteamientos que ligan la posibili-
dad del desarrollo humano con la sostenibilidad ambiental
de la naturaleza, pues es “en esos largos siglos de la alta (V
a X) y la baja (XI a XV) Edad Media, cuando se empieza a oír
como un murmullo eso que en tiempos modernos (sociedad
industrial y urbana, que emerge con la revolución industrial

106
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

y el triunfo del capitalismo) alcanza finalmente tan enorme


volumen: esto es, la idea de que los hombres pueden operar
en la naturaleza cambios deseables e indeseables” (Glac-
ken, 1996:303). Tres grandes ideas han impregnado las re-
laciones entre naturaleza y cultura desde la antigüedad: la
naturaleza como designio de Dios, el dominio de la natura-
leza sobre los hombres y la transformación humana de la
naturaleza.

El concepto de ambiente

Goza más que de respuestas acabadas que de un des-


tino ontológico abierto, dado que su concepto no supera la
alusión a fines, metas y buenos propósitos sobre una nueva
visión del desarrollo socioeconómico que, al decir de E. Leff
(2000) “reintegra los valores y potenciales de la naturaleza,
las externalidades sociales, los saberes subyugados y la
complejidad del mundo, negados por la racionalidad meca-
nicista, simplificadora, unidimensional, fraccionadora que ha
conducido el proceso de modernización”.
Pocos hitos de la progresiva construcción conceptual
del ambiente han sido tan significativos, en tal sentido, como
la bisagra que caracteriza al pensamiento occidental, en-
tre finales del siglo dieciocho y principios del diecinueve, en
que cuaja un orden de ideas enteramente distinto acerca de
la interpretación histórica de la relación del hombre con su
hábitat. Situación que deriva del efecto sinérgico de la es-
pecialización adquirida por la ciencia en disciplinas y de la
aceleración de las transformaciones de la naturaleza a cau-
sa de la intervención humana. El estudio de la relación hom-
bre-hábitat, polarizado por nuevas perspectivas científicas
abiertas gracias a la influencia de las ideas decimonónicas
de Lamarck y Darwin, sobre las formas de adaptación bioló-
gica al medio, postula una nueva concepción acerca de las
interrelaciones tejidas por la naturaleza.

107
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Asimismo Resulta revelador a principios del siglo veinte


lo señalado por Sigmund Freud en El malestar de la cultura
(1929-1930), al hacer referencia al irremediable antagonis-
mo entre las exigencias pulsionales y las restricciones im-
puestas por la cultura como causa de la pérdida de nuestra
autenticidad, de nuestra libertad, de nuestra plena indivi-
dualidad. Por su condición (como especie), el hombre de-
pende de los demás en mucho mayor grado que el resto de
los seres, tal que las necesidades biológicas de superviven-
cia y de conservación de la especie sólo se pueden cum-
plir en sociedad. En ese sentido, su mayor fragilidad ante la
naturaleza hace más intensa la presión a la que el hombre
está sometido por el colectivo correspondiente (el primero,
la familia). El malestar cultural, su angustia, radicaría en la
insatisfacción de sus deseos por la incapacidad de hacerse
dueño de los mismos y por su condicionamiento por la técni-
ca y lo material como fuente de felicidad.
En los albores del planteamiento e institucionalización
mundial de la cuestión ambiental, a principios de la década
de los años 70 del siglo veinte, el geógrafo Pierre Gourou
(1971) instala los mojones decisivos para su interpretación,
al señalar que “no existe una crisis en el uso de la natu-
raleza, de sus recursos, que no sea una crisis en la forma
de vida del hombre”. Desde entonces, la interpretación de
esa idea ha mutado desde una perspectiva centrada en los
síntomas a otra con eje en las causas; es decir, de ver y con-
siderar solamente los efectos visibles de la contaminación
y degradación ambientales y tratar de mejorar cuestiones
muy específicas del deterioro -o sea, influir únicamente en
los síntomas- a tratar sus causas (del deterioro), fundamen-
talmente en lo económico (sistema), que generan en la so-
ciedad patrones de consumo naturaleza-intensivos (mate-
rias primas, energía). Tal situación justifica la dificultad del
ejercicio pleno del paradigma ambiental frente al paradigma
económico dominante a escala internacional (que incorpora

108
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

los postulados neoliberales a la concepción del desarrollo),


con sus crisis recurrentes que esterilizan los esfuerzos por
implementar un desarrollo sustentable. También ello es per-
ceptible en la idea de ambiente por la brecha persistente
entre el discurso y los actos a que conduce la misma: por
una parte, a la promoción del concepto de sustentabilidad
ambiental (que contempla la relación entre el desarrollo eco-
nómico, la calidad ambiental y la equidad social) de pers-
pectiva de largo plazo y de enfoque integral de la acción,
que reconoce la necesidad de que todas las personas par-
ticipen en el proceso; y por otra, la falta de voluntad política
de llevar adelante un programa integral que permita imple-
mentarlo en todo el planeta.
La elaboración progresiva de la idea de Ambiente acre-
dita la asimilación de elementos conceptuales que cuajan,
progresivamente, en los instrumentos fundacionales del de-
recho ambiental internacional. Cabe destacar la idea que el
medio ambiente nos deja, a la vez, en un espacio sin fron-
teras y en un tiempo sin límites que es crecientemente re-
velado por textos jurídicos ambientales, en cuanto a la pro-
yección de su ámbito de protección hacia las generaciones
futuras, con el fin de crear una nueva escala de valores que
garantice, de la mejor manera posible, la supervivencia del
frágil equilibrio entre el hombre y la naturaleza en el contexto
de la globalización (Prieur, 2010). Pueden considerarse hi-
tos, en tal sentido:
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Am-
biente Humano (Estocolmo, 5 al 16 Junio de 1972). En su
ámbito se crea el Programa de las Naciones Unidas para
el Medio Ambiente (PNUMA) y se debate por primera vez
la problemática del medio ambiente, haciendo resaltar su
importancia para el ser humano y los demás seres vivos,
lo que implica el aumento de la conciencia política sobre la
naturaleza global de las amenazas al medio ambiente. Sus
proclamas: existe “Una sola Tierra”, en la que “El hombre es

109
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

a la vez obra y artífice del medio que lo rodea, el cual le da


el sustento material y le brinda la oportunidad de desarrollar-
se intelectual, moral, social y espiritualmente”; y por lo cual
“La protección y mejoramiento del medio ambiente humano
es una cuestión fundamental que afecta al bienestar de los
pueblos y al desarrollo económico del mundo entero”; sus
principios fundamentales: de Igualdad que, en materia am-
biental, establece que todos los Estados son iguales en de-
beres y derechos y se entiende como desarrollo sostenible
al “proceso mediante el cual se satisfacen las necesidades
de la actual generación, sin poner en riesgo la satisfacción
de necesidades de las generaciones futuras”.
Primera reunión de la Comisión Mundial sobre Medio
Ambiente y Desarrollo. Su primer informe “Nuestro Futuro
Común” de abril de 1987, provee una agenda global para
el cambio, a partir de una perspectiva optimista que avi-
zora para la humanidad la construcción de un futuro más
próspero, más justo y más seguro, sobre la base de un cre-
cimiento económico con políticas de sostenibilidad y ex-
pansión de la base de recursos ambientales, fundadas en
su manejo adecuado (sustentable) para garantizar el pro-
greso humano sostenible y la supervivencia del hombre en
el planeta. El desarrollo sostenible tiene tres dimensiones:
Económica: el bienestar de la sociedad debería alcanzar
su nivel máximo y erradicarse la pobreza mediante la uti-
lización óptima y eficiente de los recursos naturales; So-
cial: comprende: la relación naturaleza-seres humanos que
implica el mejoramiento del bienestar de la población (el
mejoramiento del acceso a los servicios básicos de salud
y educación, el cumplimiento de las normas mínimas de
seguridad y el respeto de los derechos humanos, el desa-
rrollo de diversas culturas, la diversidad, el pluralismo y la
participación efectiva del pueblo en el proceso de adop-
ción de decisiones) desde la perspectiva de la equidad, en
cuanto a la distribución de los beneficios y el acceso a los

110
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

recursos; y Ambiental: conservación y mejora de la base de


recursos físicos y biológicos y de los ecosistemas.
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo, también llamada “Cumbre para la
Tierra” (Río de Janeiro, 2 al 13 de Junio 1992) Se aprueban
tres acuerdos importantes: Programa 21 (de acción mundial
para promover el desarrollo sostenible), Declaración de Río
sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), conjun-
to de principios que define los derechos y deberes de los
Estados, Declaración de principios relativos a los bosques,
conjunto de principios básicos para apoyar el manejo sos-
tenible de los bosques a nivel mundial; Además de dos ins-
trumentos jurídicamente vinculantes: la Convención Marco
de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Con-
venio sobre la Diversidad Biológica. Toma impulso definitivo
el concepto de desarrollo sostenible, como se observa, por
una parte, en la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente
y el Desarrollo, que afirma al desarrollo sostenible concer-
niente a la protección del medio ambiente y la administra-
ción de los recursos naturales integradas en las cuestiones
socio-económicas de pobreza y subdesarrollo, por lo cual,
los problemas medio ambientales del planeta están íntima-
mente relacionados con las condiciones económicas y los
problemas de la justicia social -que delimitan un escenario
en el que las acciones o decisiones locales más insignifi-
cantes, buenas o malas, tienen repercusiones potenciales a
escala mundial- y por otra, en el Programa 21: el desarrollo
sostenible destinado a crear un mundo seguro y justo en la
que toda existencia fuese digna y plena.
Conferencia de desarrollo sostenible de Naciones Uni-
das (Río+10) (Johannesburgo, 23 de Agosto al 5 de Setiem-
bre de 2002) Pensada como una “cumbre centrada en la
aplicación de medidas”, sin embargo, fue imposible lograr
acuerdos concretos sobre nuevos tratados ni renegociar el
Programa 21, que se ajustaran a lo consensuado como “de-

111
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

sarrollo sostenible”, pese a que por entonces la crisis eco-


lógica comenzaba a hacerse evidente (entre otros síntomas,
con: el aumento de desastres naturales y conflictos por los
recursos, asociado al calentamiento global; los desafíos im-
puestos por la transición energética, desde el agotamiento
de los combustibles fósiles hasta la necesidad de fomen-
tar los combustibles alternativos para no seguir dañando
el ambiente; y la crisis alimentaria (acceso y costo)), en el
contexto de la crisis económica originada en el centro de la
economía mundial, considerada la peor desde la Gran De-
presión de 1929.
Conferencia de desarrollo sostenible de Naciones Uni-
das  Rio+20  (Río de Janeiro, 20 al 22 de Junio de 2012)
Nuevamente enfocada para asegurar un renovado acuerdo
político en desarrollo sostenible, concepto alumbrado en la
Cumbre de la Tierra de 1992, como una responsabilidad
compartida por todos los países del planeta, con diferencias
en función de su nivel de desarrollo; la innovación se centra
en la sustitución de la idea de “combatir la extrema pobreza”
por la de “erradicarla”. Deja abierta la cuestión: ¿por qué el
desarrollo sostenible no ha sido puesto en práctica?, y se
mencionan dos respuestas relacionadas entre sí: una, por
falta de voluntad política: las normas, políticas e instituciones
recompensan desproporcionadamente los logros del plazo
corto; o sea, el beneficio político es de largo plazo y fre-
cuentemente intergeneracional, en tanto que los desafíos
políticos suelen ser inmediatos; otra, por resultar un concep-
to ajeno al debate Nacional e Internacional dominante sobre
las políticas económicas y los responsables hegemónicos
de adoptar decisiones económicas siguen pensando que es
un algoritmo ajeno su gestión macroeconómica y otras ra-
mas de la política económica.
Se asiste contemporáneamente a una convergencia
conceptual dificultosa, entre el mundo de la Naturaleza y el
de la Sociedad Humana, que exhibe “puntos de fuga” ha-

112
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

cia el futuro, mediante el mecanismo políticamente correcto


de adjetivar al “desarrollo”: socioeconómico, social, susten-
table, sostenible, solidario, etc. Tales conceptos presentan
dificultades sustantivas para superar las incompatibilidades
del pensamiento occidental entre: naturaleza y cultura (re-
veladas por valores encontrados, opuestos, tales como los
manifiestos por los deseos y aspiraciones de la mayoría de
las sociedades liberales, desarrolladas o que aspiran a ser-
lo, que acuñan los valores de libertad, igualdad y fraterni-
dad, que constituyen anti-valores para el mundo natural, si
se considera que en su accionar es posible reconocer como
valores propios, respectivamente, a: territorialidad, jerarquía
y consanguinidad) y ambiente y economía (el sistema eco-
nómico internacional dominante incorpora los postulados
neoliberales a la concepción del desarrollo, a la vez que sus
crisis recurrentes esterilizan los esfuerzos por implementar
un desarrollo sustentable).
En suma, se ha reducido la perspectiva sobre el desa-
rrollo sostenible -desde los inicios de su planteamiento con
el Informe Brundtland y los objetivos de la Cumbre de la Tie-
rra-, hasta un mínimo que se acerca más a una excusa moral
que a una verdadera voluntad por solucionar el problema,
lo cual depende directamente de la voluntad política de los
Estados.

Dimensiones y actores en la
construcción del conocimiento sobre el Ambiente

En el campo ambiental, la producción y transferencia co-


nocimiento científico implica la construcción de lenguajes,
símbolos, visiones y futuros posibles que median en la cues-
tión de la sustentabilidad ambiental del desarrollo.
A pesar de los desafíos que plantea a la ciencia la emer-
gencia de tal cuestión, en el sistema científico pervive un
movimiento inercial de repetición de prácticas de investiga-

113
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

ción que dificultan el flujo de la innovación, elemento esen-


cial de cambio y cuestionamiento de las ideas paradigmá-
ticas que orientan la producción de conocimiento sobre el
ambiente. Ello denota la presencia de restricciones para el
advenimiento de modos creativos de enlace entre ciencia,
sociedad y sustentabilidad ambiental.
Las estrategias metodológicas de abordaje se solapan
con modos y prácticas propios de las disciplinas científicas
o ciencias2 y las derivadas de su integración3: multidiscipli-
nar (también pluridisciplinar),4 interdisciplina5 y transdisci-
plinaria,6 todas ellas dan cuenta de la existencia de patro-
nes característicos de la relación sociedad & naturaleza; en

2 No hay revocatoria para el enfoque ambiental en la producción del conocimiento


científico “más allá del quehacer de cada ciencia”, por separado. Su función organi-
zacional del conocimiento científico, basada en la demarcación, división y especializa-
ción del trabajo, tiende naturalmente a la autonomía de las ciencias, por medio de sus
objetos, lenguaje, teorías propias y técnicas de trabajo.
3 Requiere la conjunción de investigadores e intereses temáticos y en la comprensión
del carácter complejo de los problemas a investigar; ello implica aceptar que cada
disciplina científica participante solo ofrece una visión parcial o incompleta de las
cuestiones o fenómenos y que la mayor productividad surge de la interacción entre in-
vestigadores pertenecientes a distintas disciplinas científicas, básicamente abocados
a la construcción de conceptos y de una matriz metodológica de base. Una variedad
de modalidades de integración del quehacer de las disciplinas científicas aúna distin-
tas formas de trabajo mancomunado.
4 Que valida la yuxtaposición de intereses compartidos por distintas ciencias, refe-
ridos, en este caso, a la problemática ambiental, de tal modo que los resultados no
persiguen superar la acumulación de conocimiento experto aportado por distintas
ciencias.
5 Centrada en su enfoque relacional -particularmente apto para aplicar al análisis de
los procesos naturales y sociales que caracterizan al ambiente-, que proporciona una
visión integradora de la realidad, sin perder sus propias racionalidades teóricas. La
formulación común de conceptos que trascienden a la terminología de cada ciencia y
la generación de una metodología común, son los habituales productos de esta forma
de cooperación científica. El desarrollo interdisciplinario de concurso internacional de
los esfuerzos para la creación de una teoría de la sostenibilidad configura el principal
y más ambicioso ejemplo actual de esta forma de trabajo intelectual.
6 Cuyas prácticas de construcción del conocimiento se enfocan a la proposición de
respuestas ad hoc en contextos concretos de aplicación, con estructuras teóricas y
métodos propios. Un grupo de especialistas trabaja sobre un problema común orien-
tado por sus aplicaciones, a la solución de problemas.

114
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

particular, resultan elocuentes los proporcionados por es-


tudios integrados recientes sobre sistemas ambientales de
todo el mundo (representativos de diferentes contextos eco-
lógicos,  socioeconómicos, políticos, demográficos  y  cultu-
rales, de variedad de servicios ecosistémicos y problemas
ambientales, estudios centrados en las interacciones den-
tro del sistema, en lugar de las interacciones entre los di-
ferentes sistemas acoplados) que revelan patrones nuevos
y  complejos, no evidentes  cuando son estudiados por  las
ciencias sociales  o  naturales  por separado. En tal sentido,
aportan lecciones valiosas para entender la problemática
del desarrollo ambientalmente sostenible –caracterizada por
la dinámica no lineal de los procesos y los efectos hereda-
dos sobre las condiciones  actuales y posibilidades futuras
de los medios- que manifiesta diferentes grados de inte-
racción entre el sistema humano y el natural, herencia de
acoplamientos pasados y cuya complejidad de acople aún
no es bien entendida, más allá del valor teórico previo de al-
gunos estudios que los enfocan como sistemas adaptativos
complejos (JIANGUO et al., 2007).7

En los sistemas ambientales la complejidad se vincula


con las siguientes consideraciones:

a) personas y naturaleza interactúan formando bucles


complejos de retroalimentación, influenciados por factores que
incluyen políticas gubernamentales en las que los procesos lo-
cales se forman por otros de mayor escala (hasta global);

7 En particular, los relativos a la complejidad de la organización, espacial y temporal


de los acoplamientos de los sistemas humanos y naturales. Los autores sostienen
que los efectos recíprocos y las propiedades emergentes de los sistemas acoplados
pueden llevar a nuevos descubrimientos científicos, siendo esencial para el desarrollo
de políticas eficaces para la sostenibilidad ecológica y socioeconómica. Describen
seis casos de estudio para ilustrar las propiedades emergentes y características de
los acoplamientos de sistemas humanos y naturales.

115
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

b) el grado de resiliencia del sistema ambiente -es decir,


su capacidad para mantener las estructuras similares y en
funcionamiento para el desarrollo continuo después de ex-
perimentar perturbaciones-, puede verse afectado por dife-
rentes y numerosos agentes; y, por fin,
c) los efectos derivados de tales interacciones (acopla-
mientos hombre-naturaleza) no son inmediatamente obser-
vables. Esto se debe a los distintos niveles de complejidad
y a los desfases de escalas espacio-temporales: por una
parte, los acoplamientos espaciales incluyen el trasvase de
escalas espaciales más allá de las fronteras y la heteroge-
neidad; por otra, en lo temporal, los acoplamientos incluyen
el aumento sostenido de: los impactos humanos sobre los
sistemas naturales, los impactos naturales sobre los seres
humanos, los efectos heredados, retardados, de las escalas,
del ritmo y de la escalada de los efectos indirectos.

En balance, existe a la fecha un débito en el estado ac-


tual del conocimiento del ambiente y su problemática que
señala la necesidad de ampliar las bases de la comprensión
del desarrollo no-sostenible y torna evidente la necesidad
de explorar nuevos campos de investigación con una visión
articulada de las ciencias y de éstas con otro orden de “sa-
beres” y experiencias no científicos comprometidos, y no
siempre relacionados entre sí para su tratamiento.
Asimismo, tal estado actual del conocimiento ambiental
comprende tres contextos posibles: certeza: se conocen en
forma indubitable los efectos que sobrevendrán ante deter-
minada causa; riesgo: se conocen los efectos del accionar
humano en relación a la naturaleza y su repercusión en las
condiciones a las que se enfrentarán las generaciones futu-
ras, pero en términos de probabilidades de ocurrencia de
dichos efectos adversos; incertidumbre: se desconocen los
efectos futuros de las acciones presentes; el estado actual
del conocimiento no permite ni siquiera avizorar las conse-

116
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

cuencias de la aplicación de determinadas tecnologías o ex-


perimentos científicos. Cualquiera sea el contexto —certeza,
riesgo o incertidumbre— incluye la consideración de opcio-
nes éticas que involucran a las generaciones presentes y
futuras.
Pero también es visible una ganancia en el estado ac-
tual del conocimiento ambiental, expresada por su principal
característica, esto es, su sostenibilidad en el contexto de
la evidencia empírica, en perspectiva histórica y diversidad
geográfica y socioeconómica.
Tal noción goza de aceptabilidad y consenso, resguar-
dando las siguientes atribuciones:

a) su raigambre ambiental, polisémica y ambigua, ligada


a la idea del desarrollo, bajo cuyo paraguas buscan asilo
ideas, unas asimilables (“sustentable”), otras contradic-
torias (“crecimiento limitado o cero”, por su confrontación
dia­léctica con el crecimiento exosomático refrendado por
la naturaleza, siguiendo a Frederic Vester, en su papel de
ser la única organización, de economía sustentable y alta
productividad, que no ha quebrado en los últimos cuatro mil
millones de años (en Elizalde Hevia, 2009);
b) la distinción entre sostenibilidad débil y sostenibilidad
fuerte (también conocida como profunda o radical). La pri-
mera, define al capital natural sustituible –gracias al cam-
bio científico-tecnológico- por capital humano, con tal que
el nivel total permanezca constante; la segunda, considera
la existencia de un capital natural crítico (responsable de
funciones medioambientales esenciales), no sustituible por
el humano. No obstante, permanecen en el campo de la am-
bigüedad las situaciones en que es difícil estimar cómo y
cuándo ciertos flujos de bienes y/o servicios de determinado
capital natural pueden ser sustituidos por capital humano.
Una derivada jurídico-normativa de ello es el surgimiento del
principio no causal de precaución, que promueve la protec-

117
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

ción del capital natural crítico en ausencia de garantías de


su posible sustitución por capital humano, es decir, plantea
la opción por la sostenibilidad fuerte; y
c) la sintonía entre sus dimensiones –social, económica y
medioambiental- propia de los períodos iniciales del tránsito
de las sociedades hacia la modernidad, tiende a generar
efectos no deseados y hasta contrarios una vez alcanzado
cierto nivel de ex­pansión económica.

Finalmente, subsiste la falta de respuestas a preguntas


básicas, formuladas hace ya más de una década, para des-
entrañar el carácter fundamental de las interacciones entre
la naturaleza y la sociedad humana y las capacidades de
esta última para orientarlas según trayectorias, temporales y
espaciales, sostenibles (BOLIN y otros, 2000). Tales interro-
gantes continúan representando la agenda más significativa
de la investigación ambiental:

v ¿Cómo  pueden  las interacciones dinámicas entre


la naturaleza y la sociedad -incluyendo rezagos y una
inercia- incorporar mejor  el desarrollo humano  y la
sostenibilidad en los nuevos modelos y conceptuali-
zaciones que integran el sistema Tierra?
v ¿Cómo  son  las tendencias  a largo  plazo  en el me-
dio ambiente y el desarrollo –incluidos: consumo y
población, remodelación de interacciones naturale-
za-sociedad-  que consideran de una manera  rele-
vante a la sostenibilidad?
v ¿Qué  determina  la  vulnerabilidad  y la resiliencia
del sistema de acople naturaleza-sociedad, en dis-
tintos lugares  y  en tipos particulares de  ecosiste-
mas y medios de vida humana?
v ¿Pueden  establecerse científicamente “límites”  o
“fronteras”  significativos para definir alertas efica-
ces, sobre las condiciones más allá de las cuales los

118
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

sistemas naturaleza-sociedad  incurren entran en


condiciones de riesgo significativo de degradación?
v ¿Qué sistemas de incentivos (mercados, reglas, nor-
mas e información científica) constituyen la forma
más eficaz  de mejorar  la capacidad social  para
guiar las interacciones entre la naturaleza y la socie-
dad hacia trayectorias más sostenibles?
v ¿Cómo  pueden  los sistemas  operativos de segui-
miento y  notificación  de las condiciones ambienta-
les y sociales, de integración o ampliación, propor-
cionar una guía útil para los esfuerzos destinados a
transitar hacia la sostenibilidad?
v ¿Cómo  se puede, a partir de  las actividades actua-
les,  relativamente independientes,  promover una
planificación integral -de la investigación,  observa-
ción, evaluación y apoyo de decisiones- que conlle-
ve una mayor integración en los sistemas, el manejo
adaptativo y el aprendizaje social?

Al respecto, el Informe presentado por el Grupo Gama


(Grupo de Alto Nivel sobre la Sostenibilidad Mundial), Secre-
taría General de las Naciones, en la Conferencia de desa-
rrollo sostenible de Naciones Unidas Rio+20 señala que es
hora de llevar a cabo esfuerzos mundiales audaces, orien-
tadas a fortalecer la interrelación entre Ciencia y Política,
mediante la definición científica de lo que los científicos
denominan: “Límites Planetarios”, “Umbrales del Medio Am-
biente” o “Puntos de inflexión” (costos socio-ambientales de
la producción y el consumo, de sus externalidades) Tamaño
desafío, nos retrotrae a los planteamientos de los años se-
tenta del siglo veinte, frente a un mundo amenazado por la
pobreza, la exclusión el hambre, las enfermedades, los pro-
blemas ambientales: el modelo propuesto en MIT, “Limites
al Crecimiento” (1972), sostenía que los mismos eran físicos
y que la salida de un futuro catastrófico era a través de la

119
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

reducción del crecimiento de la población y la restricción al


crecimiento de la economía mundial; por el contrario, el Mo-
delo Mundial Latinoamericano, elaborado por la Fundación
Bariloche (entre 1972 y 1975), mostraba un camino posible
hacia un mundo mejor, más equitativo, de plena participa-
ción y no consumista.
La dimensión “sostenible” del ambiente ha contribuido a
la ética del desarrollo, pero presenta una debilidad subraya-
ble en concordancia con el pensamiento de Amartya Sen: no
es lo mismo tener niveles de vida sostenibles que sostener
las libertades de las personas, lo que ellos valoran y tienen
razones para darle importancia; el desarrollo debería verse
como un proceso de expansión de las libertades reales de
las que disfrutan los individuos, en el que los bienes y servi-
cios no son valiosos por sí mismos, sino por lo que la gente
puede hacer con ellos. El cambio de enfoque implica pa-
sar del desarrollo como crecimiento económico al desarrollo
como libertad, en cuyo proceso debe conjugarse: eficiencia
económica, equidad social y preservación medioambiental.

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122
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Imágenes y representaciones
culturales de los destinos turísticos1

Daniel E. Lanson
Alicia N. Iglesias

Resumen

Perspectivas espaciales que han sido objetos clásicos de


la producción de conocimiento geográfico —física, rural,
urbana— se redefinen y delinean actualmente en conso-
nancia con la relevancia adquirida por proce­sos sociales
que afectan al espacio geográfico, y ello según una doble
perspectiva de valorización: la patrimonial y la ambiental.
Constituidas ambas visiones en objetivos principales de un
quehacer amplio de la geografía —que atañe tanto a su
participación en la investigación científica como a su inter-
vención técnica en la función político-administrativa—, se
enfocan en lo que respecta a la identificación y valoración
patrimonial y ambiental del territorio. Ello supone compren-
der proce­sos de producción de una mercancía, el territorio
que es, a la vez, cultural y material y que desborda, desde
mediados del siglo xx, a una acuñada concepción geográfi-
ca del paisaje, tanto en términos sociales —urbanos y rura-

1 Ponencia presentada al XII Coloquio de Geografía del Turismo, Ocio y Recreación


de la Asociación de Geógrafos Españoles, Universidad Carlos III de Madrid, 17 al 19
de junio de 2010.

123
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

les— como naturales (físicos), como un bien de uso cultural


que configura una de las más notables representaciones
sociales finiseculares: la de Patrimonio. En el caso de su di-
mensión geográfica, el Patrimonio Territorial, su producción
social unida al fenómeno del turismo otorga un valor de uso
cultural a espacios u objetos cuya motivación dual, conser-
vadora y protectora, da lugar a una tensión entre ambos
propósitos, en cuyo contexto se sitúan los interrogantes —
propuestos por la ponencia de base— acerca de: cómo
se forma y evoluciona la imagen turística de un territorio;
cómo han contribuido tales imágenes y representaciones a
la puesta en valor y promoción turísticas de lugares y regio-
nes; qué imágenes y experiencias caracterizan hoy a los
espacios turísticos; y, finalmente, qué papel desempeñan
en la globalización la iconografía y el marketing territoriales
asociados a la actividad turística.
El caso al cual hará referencia la comunicación a tales
interrogantes, corresponde a la localidad de Luján, donde
se ubica la basílica del mismo nombre (Partido de Luján,
Provincia de Buenos Aires, Argentina), constituida en un
destino que convoca entre 4,5 y 6 millones de turistas al
año, esencialmente derivado de su condición patrimonial
histórico-cultural como centro religioso. Se hará hincapié
en el modo en que el turismo ha contribuido a conformar la
imagen y la identidad de Luján, en un proceso proyectado
sobre un arco histórico que abarca desde el siglo XVIII, si
se considera al peregrino como un turista, en términos con-
temporáneos. Asimismo, se analizará el peso iconográfico
de la imagen, en todo lo relacionado con la religión que,
en el caso de Luján, supera a los patrones descriptivos de
análisis tradicionales, habida cuenta que el fenómeno de la
virgen de Luján sobre-determina al territorio como destino
turístico.

124
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Valoración turística del patrimonio territorial

Perspectivas espaciales que han sido objetos clásicos de la


producción de conocimiento geográfico —física, rural, urba-
na— se redefinen y delinean actualmente en consonancia
con la relevancia adquirida por procesos sociales que afec-
tan al espacio geográfico, y ello según una doble perspecti-
va de valorización: la patrimonial y la ambiental. Constituidas
ambas visiones en objetivos principales de un quehacer am-
plio de la geografía —que atañe tanto a su participación en
la investigación científica como a su intervención técnica en
la función político-administrativa—, se enfocan en lo que res-
pecta a la identificación y valoración patrimonial y ambiental
del territorio. Ello supone comprender procesos de produc-
ción de una mercancía, el territorio que es, a la vez, cultural
y material y que desborda, desde mediados del siglo XX, a
una acuñada concepción geográfica del paisaje, tanto en
términos sociales — urbanos y rurales— como naturales (fí-
sicos), como un bien de uso cultural que configura una de
las más notables representaciones sociales finiseculares: la
de Patrimonio.
En el caso de su dimensión geográfica, el Patrimonio Terri-
torial, su producción social unida al fenómeno del turismo
otorga un valor de uso cultural a espacios u objetos cuya
motivación dual, conservadora y protectora, da lugar a una
tensión entre ambos propósitos, en cuyo contexto se sitúan
interrogantes acerca de: cómo se forma y evoluciona la ima-
gen turística de un territorio; cómo han contribuido tales imá-
genes y representaciones a la puesta en valor y promoción
turísticas de lugares y regiones; qué imágenes y experien-
cias caracterizan hoy a los espacios turísticos; y, finalmente,
qué papel desempeñan en la globalización la iconografía y
el marketing territoriales asociados a la actividad turística.
El caso analizado da respuesta a tales interrogantes to-
mando como estudio de caso y territorio en cuestión, a la lo-

125
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

calidad de Luján, donde se ubica la basílica del mismo nom-


bre (Partido de Luján, Provincia de Buenos Aires, Argentina),
constituida en un destino turístico que convoca entre 4,5 y
6 millones de turistas al año, esencialmente derivado de su
condición patrimonial histórico-cultural como centro religio-
so. Respecto al mismo, el turismo ha contribuido a conformar
la imagen y la identidad de Luján, en un proceso proyectado
sobre un arco histórico que abarca desde el siglo XVIII, si
se considera al peregrino como un turista en términos con-
temporáneos, hasta la actualidad. El peso iconográfico de la
imagen religiosa supera los patrones descriptivos de análisis
tradicionales, habida cuenta que el fenómeno de la virgen
de Luján sobre-determina al territorio como destino turístico.

Acerca del territorio

La Ciudad de Luján, cabecera del municipio que lleva


el mismo nombre, uno de los 134 municipios de la Provincia
de Buenos Aires, puede considerarse como uno de los pri-
meros centros turísticos de la Republica Argentina. Sus co-
mienzos se remontan al siglo XVII, cuando cobra vida el mito
que haría de la imagen de la Virgen de Luján un referente
religioso (católico) en las vastas tierras de la Pampa. A esca-
sos kilómetros de la ciudad de Buenos Aires (65 km.) Luján
se constituyó inicialmente con una población netamente ru-
ral pero durante su crecimiento poblacional acaecido en los
siglos XIX y XX, tal carácter religioso resultó un factor desen-
cadenante de su identidad como un centro turístico-religio-
so. Hoy, ha sumado a tal condición de destino los efectos,
positivos y negativos, de su condición de nodo externo de la
Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA). No obstan-
te su mayor potencial logístico-comunicacional que lo hace
de interés para emprendimientos industriales y comerciales,
sigue siendo su carácter turístico-religioso el que define su
imagen y su territorio.

126
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Territorio y recursos de valorización turísticas

El Territorio
El cauce principal del río Luján, a cuya vera se localiza
la ciudad de Luján, recorre aproximadamente 130 Km., en
sentido SO-NE, desde su nacimiento en el partido de Suipa-
cha (arroyo Los Leones), donde desvía su curso con rumbo
NO-SE, hasta su encuentro con el delta del río Paraná de Las
Palmas, que desemboca en el río de La Plata. Una visión a
vuelo de pájaro del territorio de la cuenca del río Luján per-
mite distinguir distintas categorías de uso y cobertura del
suelo. En cercanías a la ciudad de Buenos Aires, una man-
cha urbanización de traza continua y edificación contigua,
con bordes de fisonomía tentacular, sigue el rumbo de las
grandes arterias de circulación que se extienden hacia el in-
terior; más allá, manchas urbanas aisladas, se alinean como
cuentas de rosario a lo largo de las mismas, sin solución de
continuidad con áreas urbanas de traza irregular, insertas en
espacios cerrados con grandes áreas verdes y edificación
dispersa (correspondientes a grandes conjuntos industria-
les concentrados en parques industriales u organizados a lo
largo de las grandes arterias viales, obras de infraestructura
(ferrocarriles, autopistas, aeropuertos, embalses, etc.) y es-
pacios degradados (cavas, basurales, y áreas de relleno sa-
nitario); seguidamente, predominan los espacios abiertos de
uso agropecuario con distinto grado de intensidad, algunos
relictos que se insertan entre las autopistas y hacia los bor-
des, conforman una orla en torno a la periferia metropolitana
de Buenos Aires, en un radio abierto de alrededor de cien
kilómetros de extensión.
Cada tipo de uso del suelo tiene diferentes demandas de
servicios ambientales y también diferentes efectos sobre el
estado actual de los recursos naturales y la calidad de vida
de la población. Ello determina para el caso de la cuenca
del río Luján contrastes en el hábitat y en el habitar, como

127
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

los relativos a la consolidación de la ocupación de sectores


vulnerables en espacios sujetos a inundaciones recurrentes
y a la contaminación ambiental protagonizada por grupos
sociales en condición de riesgo, con respecto a otros grupos
que se ubican en urbanizaciones cerradas de localización
rural, en mejores condiciones socioeconómicas, con otros
recursos tecnológicos y mejor calidad de vida.
En este territorio, cada unidad político-administrativa
(Partido) genera, a su vez, un tipo de paisaje específico que
responde a la presencia de diferentes actores con distinto
grado de organización, capacidad económica, intereses y
poder de decisión, además de los rasgos adquiridos en los
diferentes momentos históricos, de distinto dinamismo, com-
plejidad y densidad histórica. Al respecto, la cuenca del río
Luján contiene las siguientes etapas: colonización agrope-
cuaria, con valorización del agua, de los pastizales y la fer-
tilidad del suelo, iniciada en 1580; urbanización temprana,
desde mediados del siglo XVII, vinculada a las escalas del
transporte carretero, que llega hasta 1857 en que irrumpe
el ferrocarril como agente urbanizador y movilizador de la
producción, acompañando a la expansión de la agricultura
y la aparición de algunas industrias a ella vinculada; urbani-
zación creciente, durante el siglo XX, acompañando al pro-
ceso nacional de sustitución de importaciones, en que se
densifica el tejido urbano que alberga fábricas y talleres in-
dustriales de decadencia acusada a partir de 1976; y, urba-
nización diversa, desde la última década del siglo XX, con la
instalación de grandes complejos industriales en área rural y
la irrupción de la “ciudad privada” (clubes de campo, clubes
de chacras, barrios cerrados, pueblos privados) que deman-
da la instalación de complejos comerciales, educativos y re-
creativos de uso público, consolidados por las autopistas y
los nuevos medios de comunicación. Como consecuencia
de tal proceso, el ámbito rural de la cuenca del río Luján en
general y en particular, el territorio del Partido homónimo, ex-

128
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

perimenta profundas modificaciones, básicamente, a través


de la disminución de su superficie y de cambios radicales en
los sistemas de explotación que contribuyen a otras formas
de alteración de los ecosistemas naturales.
Otra perspectiva complementaria del territorio de la cuen-
ca del río Luján, en correspondencia con los distintos tramos
de su curso, permite constatar áreas de características ur-
banas diferenciales: La sección inferior, se caracteriza por
una urbanización que va de compacta —con densidades
de población muy altas (por encima de los 4.000 habitantes
por Km. cuadrado de superficie)— a continua, de acuerdo
a las tendencias, estimada como la de mayor dinámica del
crecimiento demográfico de toda la cuenca (por encima del
16 % para el lapso analizado); la media, se identifica por
una urbanización intersticial, que combina densidades de
población menores a la media de la cuenca, aunque mani-
fiesta una alta dinámica de transformación, en concordancia
con un significativo crecimiento poblacional (mayor al 15 %
para el lapso establecido); por fin, en la superior prima el
paisaje rururbano, hasta donde influye el crecimiento me-
tropolitano de la ciudad de Buenos Aires, sobre un espacio
que mantiene rasgos rurales (con densidades de población
y ritmos de crecimiento demográfico, bajos).
Por consiguiente, en los tres tramos de la cuenca del río
Luján, se entre-mezclan —con paisajes propios— usos del
suelo industriales, agrarios, residenciales y de servicio, de
diferente complejidad, aunque con el signo común de áreas
de deterioro ambiental, en muchos casos, acentuadas por
la presencia de obras de infraestructura de diverso tipo que
contribuyen a alterar las condiciones naturales del territorio.

Semblanza de la problemática
ambiental de la cuenca del río Luján
La cuenca hidrográfica del río Luján, sujeta a diferentes
formas de valorización social de su territorio, configura un

129
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

buen ejemplo acerca de la complejidad ambiental que en-


frenta la gestión pública respecto del aprovechamiento de
los recursos asociados y, en particular, el uso y deterioro del
agua que le da origen. Ello ocurre en un contexto de ausen-
cia de ordenamiento ambiental del territorio, en un espacio
geográfico caracterizado por un crecimiento urbano no pla-
nificado que impacta sobre los usos del suelo y la calidad
del medio ambiente.
El crecimiento demográfico, las tendencias en la diversi-
dad de la ocupación y uso del suelo, la consolidación de la
estructura vial que pondera corredores productivos respon-
den a la localización estratégica de la citada cuenca , de
sus partidos, respecto del principal asentamiento humano
del país (la ciudad de Buenos Aires y su aglomerado). Su
sinergia da lugar a diferentes formas de valorización social
de los recursos, típica de la complejidad ambiental de sis-
temas hídricos que, como la cuenca del río Luján, además
de su condición natural, adquieren un perfil social vinculado
a la racionalidad expuesta en las modalidades de aprove-
chamiento del recurso agua y también de su deterioro. Gran
parte de la contaminación de sus aguas y suelos es ocasio-
nada por la falta de tratamiento de los efluentes industriales
y domésticos, dado que en la mayoría de los partidos de su
cuenca no existe un plan regulador para los usos del suelo.
Contribuye a ello el crecimiento de la población y la locali-
zación en su ámbito de establecimientos industriales, lleva-
da a cabo en forma desordenada y anárquica. Las plantas
depuradoras de líquidos cloacales para efluentes recolec-
tados por camiones atmosféricos y/ o provenientes de red
se encuentran sobrecargadas en capacidad, no funcionan o
bien son inexistentes. De igual modo, la mayoría de los esta-
blecimientos industriales del área no realizan el tratamiento
adecuado de los residuos de sus procesos de fabricación,
lo hacen de manera incompleta o bien los vuelcan crudos
a los cursos de agua o a los dispositivos de infraestructura

130
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

sanitaria disponibles. Resultan aún ajenas, para la mayoría


de ellos, la implementación de normas voluntarias (sistemas
de gestión ambiental y auditorías ambientales), al igual que
la aplicación de programas de monitoreo, prevención y mi-
nimización de la contaminación por residuos y/ o efluentes
cloacales.
El potencial de efectos e impactos ambientales sobre la
cuenca es considerable, dada su situación de zona de con-
tacto entre la llanura pampeana y el eje fluvial Paraná-Plata,
lo que ha significado la modificación profunda de sus re-
cursos naturales. Ello es comprobable tanto con respecto
al tapiz vegetal de la pradera pampeana, profundamente
modificado por las prácticas agrícolas y pecuarias, como
con las formaciones forestales (Monte ribereño), causado
por la explotación para leña y carbón, y los suelos, por le-
jos, receptores de los mayores problemas ambientales de la
cuenca, a causa del manejo no sostenible ecológicamente
que suscitan sus variados usos, pudiendo reconocerse des-
de áreas sin perturbaciones edáficas de importancia, como
la de los suelos hidromórficos de la zona del Delta (parti-
dos de Escobar y Tigre)2 hasta otras, como las planicies
suavemente onduladas (que involucran al partido de Luján),
que han sido y continúan siendo muy modificados.3 Entre
los principales efectos ambientales negativos se cuentan:
procesos de erosión hídrica, con pérdida paulatina de fer-
tilidad, hasta la eliminación total de la capa arable por la

2 Ello se debe a que se trata de suelos que están al estar sujetos a inundaciones pe-
riódicas y en algunos sectores con procesos de salinización en general no han sufrido
perturbaciones muy intensas.
3 Los molisoles se han desarrollado bajo vegetación de pradera y climas de mode-
rada deficiencia de humedad estacional, con horizonte superficial de color oscuro y
eventualmente horizontes de acumulación de carbonatos y/o arcillas. Toda la cuenca
está uniformemente cubierta por un manto loéssico de más de dos metros de espe-
sor (franco-limoso) rico en vidrio volcánico, anfíboles, piroxenos y minerales de arcilla
(loess bonaerense de Frenguelli, y el Pos-pampeano de Tricart).

131
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

utilización de tierras negras arcillosas como materia prima


para hornos de ladrillo y fábricas de cerámica que abaste-
cen a la demanda de materiales de construcción en un área
de dinámica urbana creciente; procesos de contaminación
agraria del suelo, suscitados por formas de manejo no sus-
tentable (biocidas y fertilizantes); y los impactos derivados
de las formas de disposición de residuos domiciliarios e in-
dustriales en zonas agrarias.
A lo señalado, se suman los efectos de la contaminación
hídrica de aguas superficiales y subterráneas, incrementados
por los episodios de inundaciones recurrentes en áreas urba-
nas, provocadas por lluvias que generan el desborde del río
Luján. Éstas promueven el deterioro de importantes sectores
del casco urbano que constituyen elementos del patrimonio
histórico-cultural. Tal el caso de los sitios de valor histórico
y cultural patrimonial (Basílica de Nuestra Señora de Luján,
Cabildo de Luján, complejo museográfico Enrique Udaondo
(Museo Histórico y de Transporte, Museo de Bellas Artes Mu-
nicipal) y patrimonio edilicio (como los solares viviendas cien-
tíficas F. Ameghino). A ello se suma la creciente valorización
de estancias distribuidas en el territorio del partido, transfor-
madas en sitios de atracción para el turismo rural.

Límites y potencialidades ambientales del río Luján


El curso superior, recorre un área de débil pendiente,
en unos 40 Km., hasta la localidad de Jáuregui. En coinci-
dencia con la menor densidad de población y el predominio
de actividades agrarias, hay un relativamente escaso dete-
rioro ambiental por polución y contaminación, a excepción
del impacto de las agroindustrias (usinas lácteas, matade-
ros, frigoríficos, curtiembres), cuyos efluentes condicionan
el poder auto-depurador del río (materias orgánicas, sulfu-
ros, cromos, descortezado y efluentes de cocción, mercurio
y fenoles de blanqueo de textiles), como consecuencia del
vuelco de efluentes de industria láctea en Suipacha que le

132
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

da el aspecto contaminado, color oscuro y burbujeo, y de


sedimentos y cromo de la fabricación de ladrillos y cerámi-
cos. El poder auto-depurador del río permite que luego de
la confluencia con el Arroyo Moyano, sus aguas sean trans-
parentes y con peces. Al norte de Mercedes, el parque y
Balneario con prohibición de bañarse por el estado de las
aguas (algas, restos grasos en las orillas, espumas) acredi-
tan la influencia contaminante de industrias químicas, mata-
dero y frigorífico que arrojan sus efluentes al río. Entre Olive-
ra y Goldney, sus aguas se recuperan; pero, a la altura de
Jáuregui, las aguas tienen otra vez un color desagradable,
poca transparencia, color oscuro debido a la mayor concen-
tración industrial, especialmente textil y curtiembre (ácidos,
compuestos fenólicos, soda cáustica, anilinas).
El curso medio, se extiende desde Jáuregui hasta inme-
diaciones del cruce con Ruta 8, por unos 30 Km., con las
siguientes características ambientales. En inmediaciones de
la ciudad de Luján, el río se ensancha, es lento. de color os-
curo, sin transparencia, con olor desagradable y abundan-
cia de material en suspensión, además de mucha basura
en sus orillas4. En el cruce con Ruta 8, el río presenta color
verduzco, escasa profundidad, buena transparencia, algas
en fondo y peces, que evidencian su recuperación de las
descargas domésticas e industriales (auto-depuración).
En síntesis, ningún tramo el río Luján en proximidades

4 Estudios sobre la calidad de agua del Luján en ese sitio acreditan: Por una parte,
problemas de eutroficación, detectados a partir de la evaluación del estado trófico,
sobre la base de parámetros diversos (concentración de nitratos y nitritos y de fosfa-
tos, determinación de clorofila, producción primaria); la concentración de nutrientes
indicaría que se halla en estado mesotrófico inicial. Por otra, problemas de contami-
nación química v orgánica, detectados a partir de la determinación de parámetros
químicos (02 disuelto, DBO, demanda química de 02 (DQO)) que acreditan que el río
se encuentra en franco estado de polución de origen orgánico (cloacal) y químico; y
de parámetros físico-químicos (pH, temperatura del agua, dureza, salinidad, conduc-
tividad, velocidad, sólidos suspendidos, etc.).

133
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

de la ciudad homónima puede calificarse en estado puro o


de “polución leve”, de acuerdo con los índices de calidad
del agua estándar. La mayor parte de su contaminación se
debe a la falta de tratamiento y de sistema apropiado de
disposición de los efluentes industriales y domésticos, a lo
que cabe sumar la incidencia de la contaminación agraria, a
través de agroquímicos sin registro, ya que no existe control
de su uso. Frente a tal diagnóstico, no hay aún un plan de
ordenación integral de la cuenca del río Luján, aunque pare-
cen promisorias iniciativas en tal sentido, enunciadas a partir
de la creación de los Comité de Cuenca del río Luján, duran-
te la actual década, que servirán de contexto estratégico de
actuación para la gestión ambiental municipal; en particular,
porque en la mayoría de los partidos de la cuenca no hay
planes reguladores para los usos del suelo, con el conse-
cuente impacto ambiental de los asentamientos anárquicos,
con población que se instala en áreas sin cobertura de sa-
neamiento básico (aguas potables y cloacas), y sin control
del volumen considerable de residuos domésticos.

Los condicionantes socio-demográficos del territorio


El Municipio-Partido de Luján (provincia de Buenos Aires),
se localiza sobre el eje oeste de crecimiento del área de cre-
cimiento metropolitano de la ciudad de Buenos Aires, hasta
adquirir la condición de región peri-metropolitana, conforma-
da por la ciudad de Buenos Aires y más de cuarenta partidos
de la Provincia de Buenos Aires, configurando un espacio de
gestión de 16.767 Km2. cuadrados de superficie. Con res-
pecto a la misma, la situación del partido de Luján es perifé-
rica, distante a más de sesenta Km. de la ciudad de Buenos
Aires, está situado sobre la ribera del río Luján, ocupando una
superficie de 777,13 km2 que alojaba para el último censo
nacional del año 2001 a 93.980 habitantes, con una densi-
dad de poblacional de 120,93 habitantes por km2 limitado por
los partidos de Exaltación de la Cruz (norte), Pilar (noroeste),

134
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

General Rodríguez y General Las Heras (sureste), Mercedes


(suroeste), y San Andrés de Giles (noroeste).
Cambios observados en la ocupación del territorio du-
rante el último período intercensal 1991­2001, acreditan una
clara tendencia al crecimiento urbano del Partido de Luján,
en sentido oeste-noroeste, tal como lo avala el incremento
de la población en las localidades situadas en ese rumbo:
Open Door (487,1 %), Carlos Keen (308,5 %), Torres (205,7
%) y Olivera (202,5 %).

Cuadro 1: Perspectivas demográficas del Partido de Luján


(Prov. de Buenos Aires, Argentina)

Localidad 1991 2001 Variación en %

Luján (1) 56451 60403 7,0

Jáuregui Norte (2) 4789 8536 78,2

Jáuregui Sur (3) 3174 4494 41,6

Open Door 1560 9159 487,1

Torres 1306 3993 205,7

Cortines 1216 1918 57,7

Olivera 1128 3412 202,5

Carlos Keen 418 1708 308,6

(1) Incluye Lezica y Torrezuri, actual Barrio Los Laureles


(2) Denominada Villa Flandria Norte en el censo 1991
(incluye el Barrio El Ombú).
(3) Denominada Villa Flandria Sur en el censo 1991
(incluye el Barrio Loreto).
Fuentes Elaboración propia sobre datos de la Municipalidad de Luján
(1998 y 2004).

En relación con los partidos vecinos, Luján sólo supera,


por incremento de la densidad de población, entre los años
censales 1991 y 2001 (16,3%), a los partidos de San Andrés

135
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

de Giles (12,5%) y Mercedes (7,5%), contrastando con la


mayor dinámica en el asentamiento que muestran el resto
de partidos circundantes, en particular, Pilar (62,2%), Gral.
Rodríguez (41,5%) y E. De la Cruz (37,0%). Variación de la
población del partido de Luján por localidades 1991-2001.

Cuadro 2: Población, superficie y densidad del partido


de Luján, comparada con la de Partidos vecinos 1991-2001

Población Densidad Densidad


División Población Total Superficie
Total hab./ km2 hab./ km2
Política (2001) km2
(1991) (1991) (2001)

Luján 80.645 93.980 777 104 121

E. de la Cruz 17.072 24.027 634 27 37

Gral.
10.987 12.684 720 15 18
Las Heras

Gral.
48.383 67.858 360 134 188
Rodríguez

Mercedes 55.613 59.471 1.049 53 57

Pilar 144.067 233.508 383 376 610

San Andrés
18.302 20.782 1.132 16 18
de Giles

Fuente: Elaboración propia sobre datos censales.

El núcleo urbano cabecera del Partido del mismo nom-


bre, Luján, ejerce una marcada prevalencia edilicia, de ser-
vicios especializados y de actividades, que le dan carácter
de centralidad física y funcional a nivel municipal (más de mil
cuadras de pavimento urbano y más de setecientos Km. De

136
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

caminos rurales, en distinto estado), reforzada por el servicio


de transporte de pasajeros y la actual estructura circulatoria,
con preeminencia y jerarquía del ejes de las rutas nacionales
No. 5, 6 y 7, Autopista Acceso Oeste a la ciudad de Buenos
Aires y el tendido ferroviario.

Acerca del Patrimonio

Patrimonio cultural e histórico de Luján


La incidencia del patrimonio sobre el territorio podría no
ser considerada en una primera instancia si se comprendie-
se al territorio como un espacio físico afectado por las in-
tervenciones políticas que hacen a las relaciones de poder.
Pero su abordaje desde una visión compleja demanda, in-
defectiblemente, considerar al patrimonio que constituye el
basamento cultural del área bajo análisis, en tanto valor de
uso para la actividad turística.
En tal sentido, analizar ciertos hechos y momentos de la
historia de la ciudad de Luján permite comprender cómo el
patrimonio territorial ha incidido fuertemente en el desarrollo
de estas tierras. A su vez, comprender la importancia del
patrimonio territorial nos permite entender la contribución de
las imágenes y representaciones a la puesta en valor y pro-
moción turística del área estudiada. En efecto, imágenes y
experiencias culturales que acompañan a la práctica turís-
tica que estas proponen, tienen una clara incidencia sobre
el espacio geográfico, invitando a su identificación y valora-
ción patrimonial y ambiental.
A título de ejemplo de tales consideraciones, ceñimos
las mismas a la descripción de tres momentos históricos que
hacen a la organización liminar del espacio de Luján, prece-
dida por el señalamiento de los siguientes hitos históricos:

(1630-1730) Con posterioridad al reparto de tierras, Ana


de Matos compra una imagen de la virgen que poco tiempo

137
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

antes había protagonizado el mítico milagro de su elección


de sitio, cuya fama de milagrera atrae a enfermos y desahu-
ciados de diversas latitudes.
(1730-1759) La relación con los indios en tierras de fron-
tera impulsa la creación de un poblado que será elevado a
Villa entre 1755 y 1759. Ello implica la instalación del Cabil-
do, cuyas actividades principales están relacionadas con el
cumplimiento de las leyes del reino de España y la imple-
mentación de la religión católica.
(1759-1821) Con la creación del Virreinato del Río de la
Plata y la posterior Revolución de Mayo de 1810, la actividad
agrícola-ganadera se expande fuertemente, lo que pone a
Luján en un lugar de privilegio. Su desmembramiento en va-
rios Partidos y la abolición del Cabildo de Luján, significará
el fin del conflicto con el de Buenos Aires y una modifica-
ción determinante de los aspectos políticos-administrativos
del territorio. En el interludio, figuras históricas protagónicas
—San Martín, Belgrano y French— concurren a rogarle a la
virgen protección en sus campañas militares, fortaleciendo
el carácter religioso y patrimonial del sitio.
(1880-1940) La concreción de obras diversas de infraes-
tructura convertirán a Luján en una ciudad religiosa: Avenida
Ntra. Sra. de Luján, Basílica Nacional, edificios en el litoral
del río Luján, Parque Florentino Ameghino, Museo E. Udaon-
do. Grandes manifestaciones religiosas expresan el carácter
de Luján como destino turístico principalmente religioso.
(1940-1970) La ciudad de Luján polariza sus actividades
entre las relacionadas al turismo religioso y las industriales.
Por primera vez en su historia, el PBI local muestra una parti-
cipación mayor de la industria sobre el turismo y la agricultura.
(1970-2001) Con la implementación de políticas neolibe-
rales a nivel nacional Luján comienza a experimentar una
decadencia de la infraestructura y del patrimonio. Inunda-
ciones, efectos ambientales adversos a su valorización turís-
tica paisajística e histórico-patrimonial, falta de inversiones

138
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

reproductivas, desinterés político y robos del patrimonio, se


cuentan entre los principales impactos negativos.
(2001-2010) La caída de una de las cruces de la basílica
parece señalar el momento de la revalorización del casco
histórico de Luján, en particular de sus aspectos religiosos.
La ciudad experimenta un notorio crecimiento poblacional
basado en la proyección de la inmigración desde el segun-
do cordón metropolitano de la ciudad de Buenos Aires, en la
densificación de la zona céntrica con la construcción de edi-
ficios de departamentos y en numerosos emprendimientos
urbanísticos rurubanos que compiten por la valorización del
suelo con las tradicionales actividades económicas de agri-
cultura y ganadería a impulsos de su situación en proximi-
dad de las vías de comunicación, en particular con las nue-
vas autopistas centralizadas en la ciudad de Buenos Aires.

Luján, Villa de Españoles (1730-1759)


A principios del siglo XVIII el comercio en las zonas de
frontera entre españoles e aborígenes era muy dinámico. Pul-
peros y pequeños comerciantes rurales adquirían, a veces
ilegalmente, muchas de sus mercancías que comercializaban
(principalmente cueros) relacionándose con los indios. Tam-
bién en esos momentos comienza a evidenciarse un agota-
miento del ganado cimarrón (ganado que vagaba suelto por
la campaña), aumentando el resguardo de los mismos en las
estancias. La araucarización de las pampas presionaba a las
poblaciones indígenas empujándolas hacia la frontera con
los españoles; y un ataque punitivo español a los Calelianes,
motivado por un malón realizado por otro grupo aborigen y
existiendo un tratados de paz, sumado a la prohibición a los
indios de acercarse a la feria de ponchos, generó la reacción
de ese pueblo. A los cortes en el Camino Real, continuaron
los malones sobre las estancias, empujando a la población
insipiente de las zonas rurales del pago de Luján a buscar
protección en las inmediaciones de la capilla.

139
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

En tal contexto, en 1742 y a instancias del gobernador


de Buenos Aires Salcedo, Magdalena Gómez de Altamirano
donará sus tierras lindantes a la Estancia de la Virgen para
que sean loteadas y vendidas. Este hecho permitió el esta-
blecimiento de población fija, lo que confirmó a Luján como
un poblado constituido. El padrón de 1744 revela la existen-
cia de la “Capilla de Nuestra Señora de la Limpia Concep-
ción de luxan y vecindad poblada en Contorno en Calles a
forma de Pueblo”, con una población estimada en 193 per-
sonas reunidas en 27 unidades familiares.
Para 1755, Juan de Lezica y Torrezuri, como retribución
a la Virgen por curarlo de una enfermedad que lo trajo hasta
su santuario, llevó adelante una campaña para elevar a Lu-
ján a categoría de Villa de Españoles. Algunas de las accio-
nes llevadas a cabo para conseguirlo fue la construcción de
un puente de madera sobre el río Luján por el que pasaba
el camino real y el acuñamientos de monedas de plata en
nombre del Rey de España para su coronación, concretada
por el nombrado ut supra, para lograr la elevación de Luján a
Villa de Españoles, fue mandar al Jefe de Navío de La Rea a
dibujar una traza del poblado que permita verlo como tal. Po-
cos años antes, estas tierras fueron donadas por Magdalena
Gómez de Altamirano para ser loteadas y vendidas, promo-
viendo así la conformación de un poblado, allí donde ya había
algunos residentes en los alrededores del santuario. El mapa
acredita los rasgos de una época en que Luján apenas si so-
brepasaba los 250 habitantes, y parece ser el resultado de
una necesidad de convertir a un caserío establecido espon-
táneamente alrededor de una imagen religiosa en una Villa de
Españoles, ratificando la cultura imperante sobre estas tierras
y definiendo la configuración de un territorio.
La aceptación del gobernador de Buenos Aires el 17 de
octubre de 1755 y del Rey de España en 1759 según consta
en su Cedula Real, actos ambos de notoria incidencia políti-
ca, económica y social, tendría también una fuerte inciden-

140
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

cia patrimonial, tangible e intangible, con la construcción del


templo y la implantación de un Cabildo, único en la provincia
de Buenos Aires, después del de la Ciudad de Buenos Aires.
La elevación del pago de Luján al rango de Villa es con-
siderada, junto con el milagro de la virgen, como los hitos
fundadores de la ciudad de Luján, y denota no solo como
se forjó sino como se sigue promoviendo la imagen y las
representaciones culturales de este destino turístico sobre la
base de hechos históricos puntuales vinculados al aspecto
religioso del patrimonio local.

La ciudad religiosa (1910-1937)


En 1910, el año conmemoratorios del centenario de la
Revolución de Mayo, Luján mostraba una importante diná-
mica social y una infraestructura que, además de nuevas vi-
viendas de uno y dos pisos, grandes y pequeños negocios y
comercios, tiendas, almacenes, hoteles, con nuevas escue-
las, bancos públicos y privados y edificios de comunidades
extranjeras: sociedades italiana, francesa y española.
En aquellos años, la densidad urbana era tal que la ca-
lle San Martín presentaba construcciones en línea continua,
las calles principales estaban empedradas y con alumbra-
do público, proveniente de la Central Local, inaugurada en
1901 para proveer de energía eléctrica a toda la ciudad. Es
en ese momento que la municipalidad muda sus dependen-
cias del viejo Cabildo al nuevo edificio de la calle San Martín
al 550, abriendo paso a una nueva realidad social y territorial
en la cual las actividades administrativas ya no estarían en
las inmediaciones de la “plaza mayor” de la vieja Villa de
Españoles (Plaza Belgrano), sino que comenzaría un proce-
so de desarrollo de un centro cívico por un lado y un centro
turístico-histórico-religioso por otro. El primer Centenario de
la declaración de la independencia de Argentina encuen-
tra a Luján renovada, pero sería recién hacia la década de
1930, con el 3er. centenario del milagro de la Virgen, cuan-

141
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

do se darán numerosas modificaciones en la ciudad. Entre


otras, la realización de una avenida procesional, de Nuestra
Señora de Luján, que significó la expropiación y demolición
de 6 manzanas de uno de los barrios más antiguos de la
ciudad. El proyecto concebía además de las recovas que
pueden verse en nuestros días, la construcción de un hotel
económico de gran tamaño y de una Terminal de ómnibus.
En 1937 Luján recibe al Congreso Eucarístico Internacional
(7 al 10 de octubre) con la avenida procesional, con todas
sus dependencias, y el nuevo templo que estaba entonces
en sus últimas etapas de construcción, definiendo aún más
el perfil del centro turístico-histórico-religioso, acuñando la
imagen que hace al patrimonio territorial de Luján. Dicho
templo, habitualmente llamado de Salvaire en honor al Padre
Salvaire, quién emprendió tal empresa instalando su piedra
fundacional en 1987, cobraría los honores de Basílica5 en
1930 cuando se coronó a la Virgen de Luján como patrona
de la Argentina, Uruguay y Paraguay. El 4 de diciembre de
1904, Monseñor Terrero, Obispo de La Plata, inaugura esas
obras y es trasladada la Imagen de Nuestra Señora de Lu-
ján desde el Santuario de Lezica, demolido en 1905, donde
había permanecido desde 1763. En 1935 se culminan las
obras y queda inaugurada la Basílica Nacional. Todas estas
obras venía a complementar la creación del Museo Histórico
y de Transporte de Luján y el actual Parque Florentino Ame-
ghino, obra del paisajista Carlos Thays. El estilo neocolonial
de esta nueva infraestructura, con formas y volúmenes re-

5 La Basílica Nacional fue diseñada por el Ingeniero Alfonso Flamand; el Arquitecto


Ulrich Courtois; el Arquitecto Ernesto Moreau; el Ingeniero Rómulo Ayerza; y los Ar-
quitecto Fleury Tronqoy, Sombrum, Trouve y Laspe. Su estilo neogótico contrasta con
el estilo colonial de sus inmediaciones. Para su construcción, se adquirió una cantera
en Colón. Los vitrales fueron traídos de Francia (Burdeos), fabricados por la Casa
Degrand. De Milán llegan las 13 campanas, que pesa en total 14.915 kilogramos.
También llegan las cinco campanas para el reloj. Al ingreso de la nave central también
cuelga la lámpara votiva donada y fabricada por la Republica de Irlanda.

142
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

elaborados, a partir de la arquitectura del período colonial


argentino, reivindica una tradición tal y ratifica los aspectos
culturales tangibles del territorio.
Tales modificaciones significaron un cambio radical en la
dinámica urbana de la ciudad, implementando una frontera
interna invisible que se sitúa en la calle Francia. De un lado
de ella el centro de la ciudad, que a su vez se extiende en
las cuatro latitudes por el procedo demográfico habitual de
la ciudades de su tipo; del otro una zona netamente turística,
con una intensa vida durante los domingos y poca actividad
el resto de la semana. Además, tales modificaciones, signi-
ficaron para Luján un importante aumento de su potencial
como destino turístico, para la acogida de peregrinos y da
origen a nuevas manifestaciones religiosas de los más diver-
sos orígenes (italianos, gauchos, jóvenes, bolivianos, etc.),
algo que reforzó aún más la imagen religiosa de Luján como
destino turístico.

Obras de reciclado y remodelación (2001-2009)


En 2001, en medio de la fuerte crisis político-financiera
que experimentaba el país después de más de dos déca-
das de políticas neoliberales, este centro procesional y tu-
rístico de carácter religioso, sostenía gran caudal anual de
peregrinos, pero su infraestructura estaba notoriamente de-
teriorada. La caída de una cruz conllevó la realización de un
estudio detallado de la situación edilicia del templo e impli-
ca, de hecho y coincidentemente con el comienzo de una
nueva situación política y socioeconómica en Argentina, a
partir de 2003, el inicio del reciclado y remodelación de la
Basílica, la plaza y las instalaciones aledañas. Actualmente,
dichas obras están finalizándose, en el interior y exterior de
la Basílica, a la vez que se proyectan y llevan a cabo la remo-
delación y reciclado del Complejo Museográfico Provincial
“Enrique Udaondo”, con claras reminiscencias culturales,
que hacen al patrimonio territorial.

143
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

La continuidad de la predominancia del aspecto reli-


gioso por sobre el histórico-político-social de este espacio
puede verse en su arquitectura. Muestra de ello es la no in-
clusión de la rivera y de las zonas de esparcimiento anexas
en el proyecto, quedando tales remodelaciones en manos
de un municipio que no cuenta con los recursos necesarios
para una obra de tales magnitudes. La jerarquización de las
obras parecen responder a cuestiones más vinculadas a la
imagen religiosa y a las representaciones que dan valor y
promocionan turísticamente este destino que a las reales ne-
cesidades de los peregrinos que acuden a visitar a la sagra-
da imagen, quienes después de visitar el templo acuden a
espacios de esparcimiento en malas condiciones.
Cabe señalar que, la impermeabilización del suelo rea-
lizada y la tala del arbolado preexistente en la plaza repre-
sentan un impacto ambiental que provoca problemas de
desagüe en tiempos de gran cantidad de lluvias y riesgo de
insolación en verano. Además, teniendo en cuenta que la
zona turística se encuentra en una zona inundable, tal imper-
meabilización puede representar un impacto relevante para
el patrimonio guardado en las dependencias del Complejo
Museográfico más expuestas.

Fortalezas para la valorización turística


del patrimonio territorial de Luján

La ciudad de Luján, cabecera del Partido homónimo, ha


sido el más importante foco de irradiación de la coloniza-
ción de la región Pampeana, por su doble función de puesto
de avanzada para contener el avance indígena y lugar de
escala obligada en la ruta hacia el Alto Perú desde la ciu-
dad de Buenos Aires. Por esta condición geográfica, tuvo
tempranamente, no sólo la función de guardia de frontera
sino también de lugar de tránsito obligado, con escala para
pernoctar antes del cruce del río Luján cuyo régimen pluvial

144
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

solía oponer un obstáculo para vadearlo cuando arreciaban


lluvias excepcionales. Entre todos los vados posibles para
cruzar el río Luján el vado local era el de más fácil práctica y
se impuso merced al traslado de la imagen milagrosa de la
virgen desde su emplazamiento en el vado cercano a la ciu-
dad de Pilar. Traslado que dio lugar al primer conflicto entre
la Iglesia y el poder civil, resuelto felizmente con el acuerdo
del Obispado. Desde entonces la capilla que Doña Ana de
Mattos construye para alojar a la virgen fue motivo de atrac-
ción para los viajeros que encomendaban a ella su suerte
antes de internarse en tierras de indios. El culto aseguró el
crecimiento, lento pero constante, de una pequeña aglo-
meración espontánea en su entorno y motivó, finalmente,
un nuevo diseño del mapa político de la zona de influencia
de la ciudad de Buenos Aires, con la instalación del único
Cabildo de la época colonial, en 1750, y la creación de un
Partido que abarcaba desde la ribera del río Paraná hasta la
frontera con el indio, comprendido entre los ríos Reconquista
y Areco. El peligro que significaron los “malones” indígenas
motivó el traslado de la Guardia que defendía la localidad y
el puente construido en el siglo XVIII aguas arriba del río Lu-
ján hasta la localidad de Mercedes, antiguamente denomi-
nada, precisamente, Guardia de Luján. Las tierras tuvieron
fundamentalmente un uso pecuario e ingresan en el campo
de la historia escrita como “suertes de estancias” adjudica-
das por Don Juan de Garay a los vecinos de Buenos Aires
en el reparto de tierras del 24 de octubre de 1580; uso que
persiste a lo largo de los siglos XVII y XVIII. El encierre del
ganado permite posteriormente la expansión de la agricultu-
ra y con ello la irrupción de una nueva corriente demográfica
alimentada por la inmigración de italianos y españoles que
se incorporan a la actividad en condición de chacareros; así,
la transformación de la organización del espacio facilitada
por el tendido de las vías férreas que llegan a Luján en 1864,
se proyecta durante todo el siglo XX vinculada a los rasgos

145
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

en el espacio geográfico de la industrialización temprana y


de la urbanización de rasgos diferenciales en lo que va del
siglo actual.

Corolario

Los hechos descriptos son claro ejemplo de cómo se forja


la imagen de un destino turístico a partir de decisiones que
están arraigadas en aspectos patrimoniales del territorio. La
imagen de Luján, así como el patrimonio que la sustenta, se
ha forjado a partir de hechos de los cuales no siempre se
relatan completamente contextualizados, fortaleciendo cier-
tos aspectos por sobre otros en función de las relaciones
de poder puestas en juego y de las necesidades de “ad-
ministrar la verdad” o “contar la historia” de cada actor. A
pesar de ello, los millones de turistas-peregrinos que acu-
den a Luján anualmente lo hacen principalmente para ten-
er un contacto con la imagen de la Virgen de Luján, lo que
demuestra que la imagen y la representación cultural de Lu-
ján está más próxima a los aspectos espirituales que a los
institucionales de la iglesia. En tal sentido, analizar el origen
la imagen de Luján como destino turístico, en un contexto
donde la iconografía está globalizada por las nuevas tec-
nologías de la información y la comunicación, muestra como
dicha imagen está íntimamente vinculada con los aspectos
patrimoniales que hacen al territorio, ese espacio donde las
relaciones de poder interactúan dinámicamente, donde se
define el control del patrimonio tangible, bienes y recursos y
donde lo intangible tiene implicancias arraigadas en raíces
culturales. En el caso de Luján, al tratarse de cuestiones
relativas a las creencias religiosas, dichas raíces culturales
son tan profundas que tienen una fuerte incidencia sobre el
territorio, modificándolo según los designios de quienes se
adjudican la verdad de tales creencias.

146
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Bibliografía

Chiozza, Elena M.; Iglesias, Alicia N.; Martínez, Adriana N.


(2009) Proyecto “Polo Turístico Luján” .Universidad Na-
cional de Luján-Universidad de Málaga, España, AECID,
Provincia de Buenos Aires, Argentina. Informe Técnico.
Inédito.
Udaondo, Enrique (1939) “Reseña histórica de la Villa de Lu-
ján”, (s/n) n.)
Lanson, Daniel (2009) “Cartografía histórica como instru-
mento para el análisis de las características culturales:
Luján 1755-1930. http://terra.cincope.com

147
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Estrategias de Rescate del Patrimonio Cultural.


Relatos orales sobre el origen del Teatro Lope de
Vega, en Pilar (Provincia de Buenos Aires)1

Nora Elisabeth Nievas

Resumen

El trabajo aborda el análisis del patrimonio cultural intangible


o inmaterial del extinto mercado de abasto de la ciudad de
Pilar, hoy Teatro Lope de Vega, llevado a cabo sobre la base
metodológica de su registro a través de la oralidad, respec-
to de bienes culturales de presencia significativa, dado su
carácter de sitio histórico en la conformación de la identidad
local pilarense.
Tres criterios procedimentales fueron utilizados : a) Bús-
queda de informantes clave, tomando como área de estudio
el centro de la ciudad de Pilar y su zona de influencia; b)
Producción y tratamiento de fuentes de información varia-
das, en particular, las documentales de época (Archivos
de la Casa de La Cultura de Pilar, documentos del antiguo
mercado de abasto, registro de actividades permitidas en
la época, fotografías de época, listas de comerciantes ha-
bilitados); c) Realización de una síntesis crítica que destaca
los aportes socioculturales a la compresión de la dinámica
cultural del extinto mercado de abasto de Pilar, con énfasis

1 El presente trabajo es una versión del Trabajo Final Integrador para optar al título
de Especialista en Gestión del Patrimonio y Turismo Sostenible de la Universidad Na-
cional de Luján, cuyo Docente Orientador fue el Doctor Eduardo Muscar Benasayag.
Aprobado en el año 2011.

148
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

en las representaciones colectivas que, en la actualidad, son


construidas en forma de relatos tradicionales que nutren las
identidades del Partido de Pilar.
El estudio concede especial importancia al relato oral, la
historia vivida, las anécdotas, los recuerdo de las personas,
que representan la activa participación de la comunidad
pilarense en la valorización patrimonial del Teatro Lope de
Vega, nacido como “mercado”, pero que no dejado de ser
testigo de la forma en que la sociedad recrea un sistema
de objetos y relaciones configuradas en distintos momen-
tos históricos y que adquieren valor para al conjunto de la
sociedad actual, que se vincula a ellos de otra manera, hoy
como teatro.
El antiguo mercado de abasto de Pilar -enclave estra-
tégico en lo que a control de las actividades comerciales
por más de 50 años-, sitio del mercadeo de productos pro-
venientes de las quintas vecinas en lo que hace a la venta
de frutas, verduras y carnes, así como de otros productos
locales y procedentes de la Capital Federal, se transfor-
ma, hace más de 30 años, en teatro. Su progresivo dete-
rioro, asociado a la falta de inversión en su mantenimiento
y carencia de un Proyecto Cultural planteado dentro de las
políticas públicas locales, es superado más recientemente
por la suma de voluntades de artistas, empresas e institu-
ciones, que emprenden un proyecto de recuperación del
teatro, al que suma su compromiso la gestión del Gobierno
de la Provincia de Buenos Aires con el aporte de los fondos
para las obras de reparación, culminadas en el año 2008.
Desde entonces, el teatro da cabida a actividades cultura-
les de programación continua, entre las que se destacan
conciertos sinfónicos, recitales de música clásica y folcló-
rica, expresiones de la lírica y el ballet del Teatro Colon,
música joven, muestras provinciales de teatro, así como la
presentación continua de diversos elencos teatrales, con
artistas de reconocido nombre.

149
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Estrategia de la investigación

El trabajo aborda el análisis del patrimonio cultural intangible


o inmaterial del extinto mercado municipal de la ciudad de
Pilar, hoy Teatro Lope de Vega, sobre la base metodológica
de su registro a través de la oralidad, respecto de bienes cul-
turales cuya presencia es decisiva, por su carácter de sitio
histórico en la conformación de la identidad local pilarense.
La investigación comprendió tres momentos fundamen-
tales: a) Búsqueda de informantes clave, tomando como
área de estudio el centro de la ciudad de Pilar; b) Incorpo-
ración al análisis de los datos obtenidos, las fuentes secun-
darias, en particular, las documentales de época (Archivos
de la Casa de La Cultura de Pilar, documentos del antiguo
mercado Municipal, registro de actividades permitidas en la
época, fotografías de época), contrastando éstos entre sí; y,
c) Realización de una síntesis crítica donde se resalten apor-
tes socioculturales a la compresión de la dinámica cultural
del extinto mercado Municipal, con énfasis en las represen-
taciones colectivas que, en la actualidad, son construidas
en forma de relatos tradicionales que nutren las identidades
del Partido de Pilar. Las técnicas y herramientas aplicadas
comprendieron protagónicamente la realización de entrevis-
tas no estructuradas y abiertas, como mecanismo apto para
que los entrevistados dieran a conocer sus relatos sin inhi-
biciones y prejuicios de valor, basados en la espontaneidad
de la charla amena y la confianza conseguida a través del
tiempo en que duró la entrevista.

Marco teórico

Se entiende por “patrimonio cultural inmaterial” los usos,


representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas,
junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios
culturales que les son inherentes y que las comunidades,

150
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

los grupos y en algunos casos los individuos, reconocen


como parte integrante de su patrimonio cultural. Debemos
considerar que este patrimonio cultural inmaterial es recrea-
do permanentemente, siendo transmitido de generación en
generación dentro de las comunidades y grupos en función
de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia,
impulsando a un sentimiento de identidad y continuidad a la
vez que su contribución es la de promover el respeto de la
diversidad cultural y la creación humana.2
El “patrimonio cultural inmaterial” se manifiesta particu-
larmente en los ámbitos de las tradiciones y expresiones
orales, donde el idioma es su vehículo, de las artes y el es-
pectáculo, usos sociales, rituales y actos festivos, conoci-
mientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo,
además de las técnicas artesanales tradicionales. Tal es el
contexto conceptual que remite al relato oral de la historia
vivida, de las anécdotas y de los recuerdo de las personas,
que hace al rescate del conocimiento vivido desde la historia
particular, en relación a una cosa, hecho o persona. Todas
instancias en las que es fundamental que la sociedad parti-
cipe activamente, buscando que el elemento patrimonial, en
este caso el Teatro Lope de Vega, cobre significado y valor
para la comunidad pilarense. Nacido ediliciamente como
“mercado”, ha funcionado como testigo de la forma en que
la sociedad se relacionó con su ambiente, integrando un sis-
tema de objetos y relaciones configuradas en distintos mo-
mentos históricos y que adquieren valor para al conjunto de
la sociedad actual, que hoy se vincula a ellos como teatro.
El tiempo histórico se analiza seleccionando ciertos tes-
timonios dotados de significado y valor para su resignifica-
ción actual como espacio del “Teatro” y modelo de revalo-

2 Artículo 2, incisos 1 y 2 de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural


Inmaterial. /Paris del veintinueve de septiembre al diecisiete de octubre de 2003.

151
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

rización e inserción de la sociedad. La recreación histórica


de la vivencia de un momento determinado está anclada,
se localiza, en las ruinas o restos existentes de un edificio y
resulta válida para algunos actores y grupos sociales como
instrumento de rescate del patrimonio intangible o inmaterial
de la sociedad (Guzmán Ramos, et al., 2010) considerando,
además, la dinámica de articulación de las dimensiones so-
ciales en relación con un patrimonio específico y el tránsito
de lo tangible a lo intangible y viceversa, donde el significa-
do de un sitio cobra relevancia. Tal lo expresado

El patrimonio intangible cobra vida en las creaciones y recrea-


ciones de personas de carne y hueso, y a su vez es el soporte
más o menos visible de la aparición de nuevos monumentos o
patrimonios tangibles. En sentido inverso, en algunas ocasio-
nes asistimos a la paradoja de una obra patrimonial que desa-
parece físicamente y al “desplazarse” a las memorias, ensoña-
ciones e imágenes mentales de sus testigos, parece fijarse con
más intensidad que cuando su “cuerpo” ocupaba un lugar en
el mundo (Carman, 2005).

Al respecto, interesa descubrir cómo algunos relatos


“muertos” pueden conservarse extraordinariamente “vivos”
en la sociedad (en su recreación mental) para que un bien se
mantenga, y no desaparezca con el transcurso del tiempo,
o que se perdió o que no se puede o quiere perder, recreán-
dolo en diversas prácticas (cantos, celebraciones, danzas
escrituras) o representaciones como las diferentes maneras
de pensar, sentir o evocar aquello que si no es revivido en
lo cotidiano corre el riesgo de perderse en el olvido. Obras,
edificios, y la ciudad misma tienen su sustento y expresión
en lo inmaterial, dadas las necesidades de sociedad, en un
tiempo y espacio, que afectan los usos urbanos y su con-
cepción espacial.

152
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

El nacimiento del Teatro Lope de Vega sobre la base del


mercado de abasto expresa la necesidad y voluntad de una
sociedad que ha decidido que su edificio siga existiendo
bajo una nueva forma para darle continuidad a un periodo
o época aun no recreado, pero latente en la memoria so-
cial. Tal voluntad debe ser considerada y rescatada como
un valor fundamental para dar continuidad a la existencia
del teatro, evocando a lo que ya no se puede tocar, conver-
tido así en un acto de conservación del patrimonio tangible
necesario para su construcción colectiva, que imita a otros
procesos similares de patrimonialización vinculados a accio-
nes de renovación urbana.3

Problemática

El antiguo mercado de abasto de Pilar, partido de Pilar,


Provincia de Buenos Aires fue un enclave estratégico para
el control de las actividades comerciales de la localidad por
más de 50 años, con el mercadeo de productos provenien-
tes de las quintas vecinas (frutas y verduras), carnes, pas-
tas frescas y otros productos, locales o traídos de la Capi-
tal Federal. La robusta estructura edilicia, con techo típico
a dos aguas, de chapas de fibrocemento de una pulgada,
y columnas de hierro de las vías del ferrocarril, las que son

3 Similar a la reapertura del shopping Abasto de Buenos Aires a fines de 1998, en el


mismo predio que antes ocupaba el Mercado Central de frutas y verduras de la ciudad
de Buenos Aires. Más allá de que en este caso del Barrio de Abasto parecen tener
más peso los patrimonios intangibles, asociados a las vivencias de sus habitantes,
que las flamantes construcciones que buscan instituirse como patrimonio tangible,
las mismas –vivencias y estructuras edilicias del viejo mercado- , no dejan de ser
referentes patrimoniales por antonomasia del barrio en sentido formal, con una obra
de renovación edilicia que ha mantenido intacta su fachada histórica, en tanto que
su interior solo evoca el presente. Su presencia simbólica alude no solo al lugar vi-
vido sino también a un tiempo perdido, que convierten los recuerdos de quienes lo
conocieron en imágenes que parecen fijarse con más significado, como espacio vital
indeterminado de su pasado.

153
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

unidas con bulones a la estructura total y aún se conservan


en buen estado.
¿Por qué se decidió conservar el mercado de abasto
bajo la forma de un teatro?, es un interrogante que guía la
investigación que explora, analiza e interpreta los relatos y
documentos de la Municipalidad de Pilar que atestiguan el
cambio hace más de treinta años. Casi todas las manifesta-
ciones culturales del distrito son albergadas por el proyecto
del teatro, progresivamente acosado por el deterioro aso-
ciado a la falta de inversión en su mantenimiento, el uso y el
paso del tiempo. La suma de voluntades de artistas, empre-
sas e instituciones sustenta el proyecto de recuperación del
teatro, canalizado por el compromiso de aporte de fondos
del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires para el inicio
de las obras y su reparación que culmina en el año 2008.
En la actualidad, diversidad de actividades culturales
sostiene una programación continua (conciertos sinfónicos,
recitales de música clásica y folclórica, lírica y ballet del Tea-
tro Colón, música joven asociada al rock nacional, muestras
provinciales de teatro y de elencos teatrales de reconocido
nombre) en eventos periódicos que convierten al teatro Lope
de Vega en un referente para las manifestaciones culturales
locales. Su presencia activa habilita talleres gratuitos depen-
dientes de la Subsecretaria de Cultura (Danzas contempo-
ráneas, clásicas y árabes, ritmos latinos, Folclore estilizado
y tradicional, comedia musical infantil, teatro juvenil y adul-
tos, seminario de teatro, teatro Integrado , Teatro Para La
3º Edad, comedia musical para adultos, Música Especial,
Canto y Vocalización (Coro Mixto y de la 3º Edad), Banda
Municipal, instrumentos musicales (Guitarra, Piano, Bombo),
dibujo y pintura, cerámica, soguería, talleres literarios (Silvi-
na Ocampo, La Rosa Blindada y artes visuales.
A través del registro y análisis de relatos transmitidos, de
generación en generación, por los actores sociales del pue-
blo de Pilar sobre la vida en general y, fundamentalmente,

154
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

sobre la construcción del teatro, busca probar la vigencia de


la tradición oral respecto del sitio que ocupa en la construc-
ción imaginaria - identitaria.
La huella del extinto Mercado de Abasto de Pilar, está
presente en los vecinos de la zona en forma de representa-
ciones colectivas que toman, en parte, la forma de relatos
orales. Aunque de forma diferenciada y a veces contrapues-
ta, éstos nutren la constante elaboración identitaria de los
pilarenses. Por lo tanto, las tareas de relevamiento y examen
de estos relatos promueven avances sustanciales en la com-
prensión, no solo de las identidades locales sino también de
los motivos que llevaron a cambiar el uso de un sitio que,
para la economía de la ciudad de Pilar, fuera en su momento
importante. Así, de esta forma se concreta un aporte sig-
nificativo, desde el conocimiento del patrimonio inmaterial,
que lleve a seguir conservando el sitio valorando, al mismo
tiempo, dada esta herramienta, el patrimonio tangible de la
localidad de Pilar.
El abordaje de la tradición oral y las experiencias per-
sonales en torno al pueblo, se tornan un complemento fun-
damental del análisis de las fuentes escritas, aportando
elementos que pueden no estar recogidos en la documen-
tación específica, facilitando a su vez la labor de investiga-
ción. Asimismo, la línea de investigación promovida aporta
elementos que contribuirán al conocimiento y mantenimiento
del patrimonio cultural intangible de una importante ciudad
de la provincia de Buenos Aires.
El estudio toma como base los resultados de una en-
trevista a un residente de la ciudad de Pilar vinculado his-
tóricamente al mercado de Abasto (antes) y al teatro actual
(ahora). La investigación incluyó, además, la realización de
entrevistas a vecinos de la ciudad y su zona de influencia,
donde se verificó la presencia de familias descendientes
y personas relacionadas con su pasado reciente, quienes
aportaron sus experiencias vividas al presente.

155
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Las entrevistas se estructuraron de acuerdo a los si-


guientes ejes temáticos: vida en el pueblo, objetos recupe-
rados en el sitio, ubicación del mercado de abasto, usos y
costumbres, lugares relacionados con el pueblo, referencias
a construcciones realizadas con materiales similares al del
teatro, relatos sobre el funcionamiento del mercado: provee-
dores, elementos expuestos para la venta, fin del mercado,
inicios de las obras para el teatros, la figura reconocidas que
impulsaron la modificación del abasto en teatro y la significa-
ción del pueblo para el entrevistado.

Objetivos

Generales
v Contribuir al rescate del patrimonio histórico-cultural
de Pilar a través de la creación del conocimiento, su
mantenimiento y difusión, tomando como modelo el
patrimonio representado por el extinto Mercado de
Abasto, hoy teatro Lope de Vega de la ciudad de
Pilar.
v Conocer el papel del extinto Mercado de Abasto de
Pilar, hoy Teatro Lope de Vega, en el patrimonio cul-
tural de la ciudad, en sus rasgos inmateriales (acer-
vo oral) y materiales.

Específicos
v Generar conocimiento cuya aplicación contribuya a
poner en valor el patrimonio cultural histórico mate-
rial e inmaterial de Pilar.
v Aportar elementos válidos para la elaboración de
una visión integrada de la realidad local, que con-
tribuyan a la comprensión de la dinámica cultural
del Pueblo de Pilar y Partido homónimo, a través del
relevamiento y análisis de archivos y otras fuentes
documentales.

156
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

v Realizar un aporte para la comprensión de la cons-


trucción identitaria de la Ciudad de Pilar, con base
en el lugar y en relación con los relatos tradicionales
referidos al Mercado de Abasto.
v Analizar la presencia de una tradición oral relativa a
Pilar, relacionada al Mercado de Abasto (ayer) y al
Teatro Lope de Vega (hoy), sobre la base de instan-
cias metodológicas de participación e intercambio
con la comunidad local que pongan especial énfasis
en la participación de los “viejos” y adultos mayores.
v Aportar un nuevo elemento de valorización del patri-
monio tangible a través del nuevo significado que le
aporta el rescate del patrimonio inmaterial o intangi-
ble, a un sitio reconocido por los pilarenses y poco
apreciado hasta el momento.
v Desarrollar instancias de participación de la comu-
nidad de la ciudad de Pilar en el estudio mediante la
realización entrevistas y talleres para discutir temáti-
cas a partir de las conclusiones del trabajo.

Materiales y métodos4

En la etapa de relevamiento bibliográfico, se realizó el ficha-


do de contenido y su análisis desde una óptica histórica. La pro-
puesta fue abordar dicha documentación, en la medida de lo
posible, relativa al poblador de Pilar visualizando su entramado
de relaciones y representaciones simbólicas.5 Así también, se
contrastaron los relatos tradicionales –representaciones colec-
tivas- recogidas entre los informantes con las fuentes escritas.

4 La investigación original reúne en un Anexo la totalidad del material de las entrevis-


tas: modelos, desgravaciones y procesamiento de la información, así como un valioso
fondo de imágenes, fundamentalmente fotográfico, que por razones de extensión no
se incluyen en esta versión resumida.
5 Cabrera, 1994: 221.

157
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Las entrevistas a informantes seleccionados fueron de


tipo semi-dirigido, utilizándose a tales efectos una planilla
estructurada de acuerdo a los siguientes ejes temáticos:
vida en el pueblo, el lugar de emplazamiento: fechas, sitio,
objetos recuperados en el sitio, ubicación con respecto a
otros sitios como la Iglesia y el Cementerio, lugares relacio-
nados con el pueblo, referencias a construcciones realiza-
das con materiales similares, relatos sobre hechos anecdó-
ticos, fin del pueblo, la figuras emblemáticas relacionadas
al mercado de abasto y el actual teatro, y la significación
del pueblo para el entrevistado. Su registro se llevó a cabo
con una grabadora de tipo digital, sin perjuicio de lo cual y
a efectos de facilitar la etapa de procesamiento, se tomaron
notas en la libreta de campo, respecto a las condiciones y
circunstancias en que fue llevada a cabo, así como de los
aspectos más relevantes de la misma, complementado con
fotografías tomadas con una cámara digital. Las entrevistas
se procesaron en forma manual y su análisis se hizo agru-
pando y comparando las distintas respuestas de los infor-
mantes según los ejes temáticos mencionados.

El estudio implicó las siguientes fases interrelacionadas:

Relevamiento bibliográfico: análisis de la documenta-


ción recogida en los Archivos de la Casa de la Cultura de
Pilar, y en la Subsecretaria de Cultura de Pilar y otras fuen-
tes documentales (habilitaciones, planos, fotos de época,
etc.) Por una parte se realizará un relevamiento bibliográfi-
co relativo a la presencia de las manifestaciones culturales
de antaño y particularmente su actividad en la región. Por
la otra, el análisis se centrará en aquellos aspectos que
permitan comprender la dinámica cultural y la participación
que en el pasado poseyó y al presente aún posee, la Ciu-
dad de Pilar, en las elaboraciones sobre la identidad de los
pilarenses.

158
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Trabajo de campo: destinado a la realización de las en-


trevistas, entre otros, a: Pobladores, Autoridades Municipa-
les (ex Intendentes Municipales, Subsecretario de Cultura.,
etc.), Miembros de la Comisión Cooperadora del Teatro y,
previamente, a la identificación de informantes clave en la
Ciudad de Pilar, vinculados al Mercado de Abasto y realiza-
ción de las entrevistas.
Procesamiento, análisis y elaboración de la información
recabada.

Resultados esperados, estrategias


de difusión y transferibilidad

El relevamiento documental y de la tradición oral sobre


la dinámica cultural del extinto mercado de abasto, así como
su papel en la construcción identitaria de los pilarenses en la
actualidad, contribuirá a la implementación de las políticas
locales de puesta en valor del patrimonio inmaterial, con ca-
pacidad para promover en la comunidad:

v Un cambio de mentalidad en cuanto a la valoración


del patrimonio cercano, al despertar el interés en los
vecinos y su posible utilidad en el futuro.
v Un florecimiento de la conciencia vecinal en relación
con la conservación de la naturaleza, el medio am-
biente y el patrimonio histórico cultural.
v La incorporación de un nuevo punto de interés local
de valor social.
v Un renovado interés de las administraciones locales
por la protección del patrimonio inmaterial.
v Una mayor conciencia de los vecinos acerca de la
importancia de su patrimonio tangible.
v La formación de los vecinos en temas relacionados
con la protección del ambiente y la recuperación y
conservación del patrimonio material e inmaterial.

159
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

La innovación del estudio no descansa en la recupera-


ción del patrimonio intangible sino en la forma de hacerlo;
es decir, que sean los propios vecinos los que despiertan
la importancia de conservar el legado de los antepasados,
basados en relatos y hechos vividos en otros tiempos que
contribuyen a despertar la conciencia por conservar lo suyo
y respetar sus memorias.

Pilar

Principales características

La cercanía a la Ciudad de Buenos Aires, asociado al


verde del paisaje y el ambiente de distensión, ha conver-
tido Pilar en el lugar elegido con mayor frecuencia para la
realización de eventos empresariales y sociales, contando
con hotelería de primer nivel, servicios gastronómicos reco-
nocidos en la zona y ofertas de entretenimiento asociados a
complejos de cines, casas de juegos al azar, para los adul-
tos y ofertas infantiles. Clasificada como ciudad de even-
tos, congresos y convenciones, Pilar exhibe en sus espacios
campestres amplios salones climatizados y equipados con
la mejor tecnología, tendientes a la realización de encuen-
tros empresariales y sociales (Valle, 2003). La ciudad de Pi-
lar se localiza a 55 kilómetros al noroeste de la Ciudad Autó-
noma de Buenos Aires (CABA), y constituye la cabecera del
Partido homónimo. Su superficie cuenta con un total de 352
kilómetros cuadrados o 35.200 hectáreas.
Asentado sobre la cuenca del Río Luján, el Partido de
Pilar limita al Oeste con los partidos de General Rodríguez
y Luján, y al Norte con Exaltación de la Cruz. De alto ni-
vel de accesibilidad, ya que está conectado con el resto
del Área Metropolitana por numerosas rutas nacionales y
provinciales: las rutas 8, 6, 28, 25, 26, 234, y el ramal Pi-

160
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

lar de Panamericana, opera como un nodo privilegiado de


interrelaciones regionales. Asimismo, posee una excelente
conexión con Buenos Aires desde la apertura en los años
60’ del acceso Norte, el cual fue notablemente mejorado
desde que Autopistas del Sol tomó su concesión en la dé-
cada del 90’.
Cabe destacar el crecimiento poblacional del Partido de
Pilar, sobre todo en la pasada década de los años noventa,
según el censo del año 1991 en que la población alcanza
los 130.000 habitantes. Diez años después, la población es
de 233.508 habitantes, el 87% urbana y el 12.9% rural. Tal
aumento poblacional ha provocado modificaciones profun-
das en las características socio-demográficas del distrito, ca-
racterizado como rural a principios de los años ´90 del siglo
veinte. Barrios cerrados y clubes de campo transforman radi-
calmente la importancia comparativa del Partido en la zona.
El crecimiento socioeconómico del partido durante ese
lapso se debió a varias causas, principalmente a la mejo-
ra de la red vial al ensancharse la Autopista Panamericana
y el crecimiento del Parque industrial. Se radican dos uni-
versidades privadas (Universidad Austral y Universidad del
Salvador), un complejo de ocho cines y plaza de comidas
de gran capacidad de público y éxito comercial, dos hiper-
mercados y un centro comercial, todos estos en la periferia
de la ciudad, principalmente en el kilómetro 50 de la auto-
pista Panamericana. A todo ello, se suma la intensificación
del fenómeno de las urbanizaciones privadas, ratificando la
tradición de la zona norte del Gran Buenos Aires de ser el
área dormitorio de los sectores de más altos ingresos. Y, en
la actualidad hay más de 140 urbanizaciones de este tipo,
en sus diferentes figuras legales (clubes de campo, barrios
cerrados, etc.).
El Parque Industrial Pilar (PIP), constituido por 117 em-
presas nacionales y multinacionales, abarca unas 920 hec-
táreas del área menos urbanizada del Partido y es conside-

161
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

rado como el más importante de América Latina (Otamendi y


Frietman). Fuera de este polo industrial hay otras 103 indus-
trias en funcionamiento, distribuidas principalmente en las
zonas industriales de Villa Rosa, Ruta 25 Sur y en precintos
industriales sobre las antigua y actual Ruta Nº 8. La existen-
cia de numerosas industrias instaladas en los denominados
precintos y otras zonas de fábricas lindantes con áreas resi-
denciales sin sectores de amortiguamiento son la causa de
numerosos conflictos urbanos ambientales en Pilar.

Atractivos turísticos

La Iglesia Nuestra Señora del Pilar en su primera etapa


de construcción se hizo con una sola torre y la tuvo hasta
1920, cuando se comenzó a construir la segunda, tal como
se encuentra actualmente. El templo, en su actual emplaza-
miento, comenzó a construirse en el año 1821 bajo la direc-
ción del arquitecto José Villa, usando barro en una primera
etapa. La bóveda de la nave principal y los pisos superiores
se hicieron con cal a partir de 1840. La obra fue interrumpi-
da luego hasta el año 1854 y continuó hasta su conclusión
dirigida por el Arq. Roque Petrocchi. Esta parroquia de estilo
barroco sería declarada Monumento Histórico Nacional por
Ley 24.412 del 7 de diciembre de 1994. Se ubica sobre calle
Lorenzo López, frente a la plaza principal 12 de Octubre.

La Plaza 12 de Octubre, ubicada entre las calles San


Martín, Hipólito Irigoyen, Rivadavia y Lorenzo López, se lo-
caliza La Plaza de Pilar, fue declarada Monumento Histórico
Nacional, por Ley Nacional en 1942. En su perímetro exterior
se han plantado varios Ginkgo Bilobas, un árbol milenario
que tiene múltiples propiedades medicinales. Se destacan
varios monumentos, entre ellos, el del General. San Martín, el
del Tratado del Pilar, a los caídos en Malvinas, el Mástil, etc.

162
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

El Palacio Municipal, se ubica en la intersección de las


calles Rivadavia (al 660) y Bolívar y su piedra fundamental
fueron colocados en 1896 por el Gobernador de la Provincia
de Buenos Aires, Guillermo Udaondo.

En el Museo Histórico Municipal, ubicado en la intersec-


ción de las calles Tucumán e Ituzaingo, se pueden apreciar
documentos y piezas que atesoran el recuerdo de personas
y hechos locales, entre ellos varios objetos vinculados con la
firma del Tratado del Pilar.

Galería Pilar Plaza: Ubicada en la esquina de las calles


San Martín e Hipólito Irigoyen, si bien fue reconstruida, se
conservó el estilo original de su construcción, de fines de
1800, abriendo arcos característicos de los mercados de
aquellas épocas, con columnas y molduras neoclásicas y
una fuente, que tienen claras reminiscencias sevillanas.

Cruz de Pilar: Ubicada en la intersección de las calles


Pedro Lagrave y Paraná. En el año 1790, misioneros evan-
gelizadores que se dirigían hacia el Norte, hicieron un alto
en este paraje y levantaron una cruz hecha por troncos, para
efectuar sus oraciones de sanación de los hermanos enfer-
mos y pedir protección durante el viaje. Posteriormente fue
reconstruida en mampostería y rodeada con rejas de hierro
forjado. Otra versión expresa que fue el punto de referencia
fundacional del nuevo emplazamiento del pueblo.

Cenotafio de Malvinas: Ubicado a un costado de la Ruta


Provincial 25, hacia General Rodríguez, a seis kilómetros de
la Ciudad, se encuentra el Monumento a las Islas Malvinas,
inaugurado el 2 de abril de 1992. Abarca una superficie de
seis hectáreas, consta de un cenotafio con seiscientas cua-
renta y nueve cruces en las que se identifica con nombre,
apellido, arma y grado, el total de nuestros héroes fallecidos.

163
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

En el mismo predio se ubica la réplica exacta de la capilla


Santa María de Puerto Argentino. Toda esta obra se debe al
Presbítero local José Fernández

Lugar del Milagro: Aproximadamente 8 kilómetros de la


Oficina de Turismo de El Vagón, ubicado en Ruta Paname-
ricana Acceso Pilar, en el Km 50, y tomando el camino pro-
vincial que sale de allí hasta Ruta Provincial Nº 25 y por ésta,
hacia la derecha, después de cruzar la vía, en las proximida-
des de la estación Villa Rosa, se dobla a la izquierda por el
camino a Zelaya, se ubica La ermita en lo que era, la Estan-
cia de Rosendo. Allí, recordando el milagro de la Virgen de
Lujan, se venera a la Inmaculada en una pequeña capilla en
cuyo modesto altar se destaca una réplica de la imagen que
se quedó en ese lugar. La Secretaría de Cultura de la Nación
declaró al predio Lugar Histórico Nacional.

Santuario Nacional Nuestra Sra. De Fátima: Ubicado en


el Km. 62, la Ruta 8 desde 1955, la Capilla, es asistida por los
Padres Siervos de María, congregación florentina, celebran
misas, casamientos y bautismos. Los 13 de cada mes, se
desarrolla la misa en conmemoración a la Virgen de Fátima.

Reserva Natural De Pilar6: Este importante espacio ver-


de de casi 150 hectáreas fue abierto al público en el 2004,
se ubica a cinco kilómetros del centro de Pilar. Para llegar,

6 Su creación busca la conservación de la flora y la fauna autóctona del ambiente,


creando un centro de atención y reinserción en la naturaleza de flora y fauna nati-
va, abriendo la reserva a la comunidad para favorecer la investigación, la educación
y la recreación y la promoción actividades que favorezcan el desarrollo sustentable
del área. Los fines de semana se ofrecen al público en general, visitas guiadas que
abarcan todo el día. Entre su abundante vegetación, se distinguen ejemplares nativos
e implantados como el tala, espinillo, y eucaliptos. La fauna, está representada por
distintos tipos de aves, patos, teros, anfibios. Carece de todo tipo de servicios e in-
fraestructura, pero es ideal para encontrarse con la naturaleza.

164
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

ubicada a casi 3 kilómetros de la Ruta Provincial 25, hacia


Escobar, a un kilómetro del cruce con Autopista del Sol, en la
calle Savio, por tierra. Comprende una amplia franja costera
que bordea el Río Luján. Este río nace en la confluencia de
los arroyos Durazno y de Los Leones en el partido de Suipa-
cha, Provincia de Buenos Aires, siendo su longitud aproxi-
mada de 128 kilómetros.

Country y Barrios Privados: Con la radicación de varias


empresas en el Parque Industrial y la muy buena comunica-
ción vial con la Ciudad de Buenos Aires se han levantado
diferentes estilos de barrios, los más grandes cuentan con
instalaciones sociales, cancha de golf, polo y vigilancia. Se
ubican a lo largo del Acceso Norte, como también en las
rutas provinciales 25 y 28.

Centro Comercial km. 50: Este lugar concentra los tres


más importantes y modernos centros comerciales: A) Com-
plejo Village: cines, lugares para el esparcimiento de gran-
des y chicos, Bingo y confiterías. B) Centro Comercial Torres
Del Sol: con alrededor de 180 locales comerciales. C) Cen-
tro Comercial Las Palmas: con un centenar de locales, entre
ellos un hipermercado. También ubicamos en este lugar “El
Vagón”, oficina de turismo del Partido. Shoppings, complejo
de cines, lugares para el esparcimiento de grandes y chicos.
En el complejo Village Cinemas, 8 salas, paseo de compras
y Bingo. Las Palmas del Pilar, un shopping, el Hipermercado
Jumbo y Easy, pista de patinaje sobre hielo, 2500 cocheras,
patio de comidas para 700 personas. Shopping Torres del Sol.

Parque Industrial: En Ruta Nacional Nº 8, km 61, sobre


las márgenes del Arroyo La Arena, se ubica este parque de
920 hectáreas, siendo el más grande de Sudamérica; alber-
ga más de cien empresas nacionales e internacionales, que
cuentan con beneficios impositivos e infraestructura especial

165
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

para la radicación su radicación industrial. El afincamiento


de ésta amplia gama de empresas ayudó al desarrollo so-
cioeconómico de Pilar.

El Polo7: deporte que ha encontrado en Pilar, y en su


zona de adyacencia, el lugar por excelencia para el desa-
rrollo de la actividad. Durante los fines de semana, se dan
cita numerosos equipos que colman, junto a sus adeptos los
espaciosos terrenos de cuidado césped. La gran afluencia
de público, hace que la localidad desarrolle una actividad
comercial, relacionada, como los sitios en los que se fabri-
can los tacos para el deporte y los arneses para el caballo,
como la venta de ropa y botas de cuero de excelente calidad
para el deportista.

Castillo Pando Carabassa de la Asociación Argentina de


Polo: En este lugar se juegan más de 150 partidos de polo por
año. En Pilar, conocida también como “Capital Nacional del
Polo”, funciona la Asociación Argentina de Polo con sede en el
Castillo de Pando-Carabassa, construido a fines del siglo XIX,
sobre terrenos donados por el Rey Carlos III. El predio cuenta
con nueve canchas y es la sede de los torneos más importan-

7 El Partido de Pilar se valoriza turísticamente por su condición de Capital Nacional


del Polo, que ha disparado la creación de campos de juego y el interés por el deporte
asociado a la existencia de jugadores ubicados entre los mejores a nivel internacional.
Hay en su extensión más de cien canchas de polo, residiendo en él, además, 14 de los
mejores jugadores a nivel mundial y contiene el predio del reconocido Castillo Pando
Carabassa, desde fines del Siglo XIX, con nueve canchas reglamentarias dependien-
tes de la Asociación Argentina de Polo y posicionadas entre las más importantes del
mundo, después de las de Palermo en Capital Federal. Se efectúan torneos nacionales
e internacionales, así como exposiciones y eventos ocasionales, y el famoso Torneo de
Polo Intercountry que nuclea anualmente a los Countries de la zona norte y sur, partici-
pando equipos como La Mora, El Aduar, La Alameda, Los Lagartos, El Malacate, Puer-
to Panal, Boca Ratón, La Calandria y La Martona. Todo este desarrollo ha promovido
en cercanías del centro urbano de Pilar, la presencia de escuelas para principiantes y
avanzados, que ofrecen clases individuales o grupales, y organizan partidos espontá-
neos para hombres y mujeres apasionados por este distinguido deporte.

166
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

tes del país. Además, el Partido cuenta con doscientas can-


chas y catorce de los mejores jugadores del mundo viven en
el distrito. También, muy cerca de la ciudad, en la localidad de
Fátima se encuentra Pilar Golf, importante predio para la prácti-
ca de este deporte. Otras canchas de importancia son Mailing,
Mardindale, Highland, Golfer´s, Los Lagartos, Cuba, etc.

La obra del Arquitecto Salamone8 en Pilar: la portada del


Cementerio, la galería de Nichos y la Delegación Municipal
de Escobar, en el año 1938. La portada del Cementerio, tenía
una famosa Cruz que ya no existe, según expresa la Directo-
ra del Museo, se fue deteriorando por el paso del tiempo, y
dado que “…. las obras de Salamone son tan monumentales
y huecas…” le pusieron adentro el tanque de agua, y se fue
deteriorando, hasta que no quedó nada de la cruz.

Reseña historia del Partido de Pilar

La historia del Partido de Pilar se remonta al año 1580


cuando Juan de Garay efectúa entre sus compañeros de
viaje el reparto de tierras denominadas “Suertes de Estan-
cias”. Las tierras, que hoy corresponden a su ubicación ac-
tual, pasaron por diversas transferencias y fraccionamientos.
En el año 1774 se nombra al primer Alcalde Don Ventura
López Camelo, y desde esa época comienza a denominar-
se Partido Del Pilar a las tierras que lo conformaban. El 23
de febrero de 1820, fue sede del primer acuerdo institucio-
nal que proyecta a la Argentina como un país federal. Este
acuerdo, se realizó en la primitiva capilla del Pilar: el Trata-
do del Pilar que significó el origen del federalismo nacional,

8 Francisco Salamone. arquitecto ítalo-argentino, que vivió y trabajó en Argentina, don-


de cconstruyó, en tan solo cuatro años (1936-1940) más de 60 edificios en 25 munici-
pios de la Provincia de Buenos Aires.

167
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

razón por la cual se reconoce al Partido como la “cuna del


federalismo”. El 11 de abril de 1855, se constituye, la orga-
nización municipal cuando el vecindario elige por votación
a su propio gobierno. Las autoridades electas asumen el 27
de enero de 1856. Formaban ese cuerpo: Fermín Gamboa,
Silverio Besabé y Luis Ponce de León.
El Municipio de Pilar es formalmente creado por Ley
Provincial N° 442, sancionada el 24 de Octubre de 1864 y
promulgada al siguiente día, por la que se produce la divi-
sión de los partidos de la Provincia de Buenos Aires, que lo
delimita como tal. Sus límites se establecen el 24 de Febre-
ro de 1865, por Decreto reglamentario de la Ley del 24 de
Octubre de 1864. Fue reducida su extensión fijada por el
mencionado Decreto por la Ley del 25 de Octubre de 1878
y 18 de Octubre de 1889 para la formación de los Partidos
de General Rodríguez y General Sarmiento respectivamen-
te. La Ley 6068, del 23 de Octubre de 1959, divide el partido
y parte de su extensión pasa a formar el Partido de Escobar.
De acuerdo a la Ley 11551 del año 1994, otro sector de su
superficie, forma parte del nuevo Partido de Malvinas Argen-
tinas y aumenta su extensión por incorporación de tierras
del ex Partido de General Sarmiento que fue dividido en su
totalidad por la mencionada Ley.9

Pilar, Cuna del Federalismo


Durante la entrevista, la Directora de Museo Alcalde Lo-
renzo López,10 nos cuenta que en realidad el Museo toma ese

9 Localidades que integran el Partido de Pilar, además de la homónima: Del Viso, Fá-
tima, La Lonja, Manuel Alberti, Manzanares, Lagomarsino, Zelaya, Presidente Derqui,
Villa Astolfi, Villa Rosa; las que dan origen a distintas celebraciones Patronales: Fátima:
13 de Mayo (Nuestra Sra. de Fátima), Presidente Derqui: 13 de Junio (San Antonio de
Padua), Manzanares: 21 de Junio (San Luis Gonzaga), Villa Astolfi: 8 de Julio (Beato
Marcelino Champagnat), Del Viso: 7 de Agosto (San Cayetano), Villa Rosa y Manuel
Alberti: 30 de Agosto (Sta. Rosa de Lima).
10 Mónica Bustamante: Directora del Museo Municipal de Pilar.

168
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

nombre porque fue el fundador del pueblo, y quien hizo la


gerencia o el trámite ante Juan Martin de Pueyrredón, para el
traslado del pueblo porque el pueblo estaba en un lugar que
se inundaba a unos kilómetros del sitio actual, en lo que se
denomina Pilar viejo, también hace la gestión de la fábrica, de
la construcción de la iglesia, realizando los donativos de las
herramientas, dineros y terrenos, por lo que se ha convertido
en el Héroe de Pilar, y es quien levanto en andas a Pueyrre-
dón, cuando él se cayó del caballo, en el batalla de Pedriel11.
Dada la importancia del héroe pilarense, es que el óleo de él
ubicado en la Iglesia, es considerado importante para Pilar.
Hoy, a través de las actuales autoridades se ha llevado la soli-
citud de devolución, a las Autoridades de la Iglesia.
El hecho de lo que fuera considerado como Pilar Vie-
jo, fue corroborado por Alicia –empleada administrativa del
Teatro Lope de Vega-, al aclarar que todo el centro de la ciu-
dad, era un cementerio, es decir el sitio que hoy figura como
el centro pilarense. Comenta además que el centro de Pilar,
se localizaba cerca de orillas del Rio Lujan, en el sector que
constituía un bañado, a lo que agrega que “vivía inundado el
sitio, entonces se trasladó arriba, donde está hoy”. A la de-
recha, del otro lado, se ubicada una vieja, fabrica, llamada,
PILARSIC, en el lugar donde se ubica en la actualidad Pilará
(Country), “en la mano derecha, contra un bañado, aunque
ahora están haciendo un country” y sigue agregando que
“El cementerio era acá, allá era el centro”. Según los relatos
de Elsa Farjat, haciéndose eco de los que cuentan y dicen
que saben, más antiguos que ella misma, que en Pilar ha-

11“... Juan Martín de Pueyrredón... llegado al caserío de Perdriel... se arrojó este valero-
so patriota con unos pocos que le siguieron sobre el enemigo, logrando matarle algunos
artilleros y quitarle un carro cubierto de municiones, que salvó por entre los fuegos de
fusil y con inminente riesgo de su vida, la cual hubiera perdido sin duda, por haber-
le muerto el caballo, si la generosa valentía de Lorenzo López no lo hubiese liberado,
alzándolo a las ancas del suyo...” Informe oficial del Cabildo, 25 de Octubre de 1806.

169
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

bría parado el mismo Juan Lavalle, el cual, según su relato


venía acompañado con sus soldados, sitio que se ubica, en
la actualidad donde hay un edificio viejo ubicado sobre la
calle Hipólito Irigoyen casi calle 11 de Septiembre, sitio que
según dice: “no da lugar a desorientarse porque luego se
convirtió en una pizzería”. Hoy con sus puertas cerradas. Así
mismo remarca, otro hito de importancia al nombrar a la Cruz
de la Ruta N° 8, donde habrían parado los franciscanos, en
su paso para la Ciudad de Luján. Otro aspecto resaltado
por la Directora del Museo, es la relación de la Pilar, con el
famoso y conocido Arquitecto de la Pampa, Francisco Sala-
mone, arquitecto Italo Argentino, quien viviera y trabajara en
Argentina, construyendo en apenas cuatro años, entre 1936
y 1940, más de 60 edificios en 25 municipios de la Provincia
de Buenos Aires, y su valioso aporte a la localidad.
También Pilar está presente en el Preámbulo de la Cons-
titución de la Nación Argentina, cuando resalta al Pacto Pre-
existente, conocido como el Tratado del Pilar12 de 1820.

Rememorando el Pilar de hace 45 años


Para saber en qué contexto se gestó el proyecto de lo
que iba a ser el Teatro, la pregunta disparadora del estudio
fue cómo era Pilar hace 40 años atrás, dejando a cada uno de
los entrevistados que se explayara, y hurgara en su memoria.
No solo para que expresaran con palabras sino también con

12 Tratado del Pilar, 23 de febrero de 1820: La firma del Tratado Del Pilar, el 23 de Fe-
brero de 1820, significo el origen del Federalismo Nacional, por este hecho relevante
se reconoce al Partido de pilar, como “Cuna del Federalismo” Rubricado en la primitiva
Capilla Del Pilar, puso fin a la guerra entre las provincias de Entre Ríos, y Santa Fe,
contra Buenos Aires. Convención hecha y concluida entre los Gobernadores D. Ma-
nuel de Sarratea, de la Provincia de Buenos Aires, de la Santa Fe, Estanislao López y
el de Entre Ríos, D. Francisco Ramírez, el día 23 de febrero de 1820 del año del Sr.,
con el fin de poner término a la guerra suscitada entre dichas provincias de proveer a
la seguridad ulterior y de concentrar sus fuerza y recursos en un gobierno Federal”. En
la Constitución Nacional se los incluye como Pacto Preexistente.

170
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

gestos y expresiones, remotos recuerdos enmarcados en el


ceño fruncido y la mirada perdida en vaya a saber que imáge-
nes de antaño, venidas a su memoria. Así el Orfebre de Pilar,
Carlos Berreta, Platero de profesión, exclamaba:

¡Ah! Una hermosura, era divino, se hubiese quedado así siem-


pre… casi todo de tierra… hace 45 años, todo de tierra, hasta
esta de enfrente… de tierra, las primeras calles que yo recuer-
do, era la Rivadavia hasta las 5 esquinas, desde la ruta 8, y
cruzando la estación hasta la esquina de Lorenzo López, y L.
López, estaba desde la plaza hasta el Cementerio… y después
se acabó… después hicieron la calle San Martin… Después
hicieron otros… No había otra calle. Pilar con 5 o 6000 habitan-
tes… más no tenía. La peatonal tiene medio millón de habitan-
tes en la temporada… nos conocíamos todos.

Su recuerdo estableció que “aquello” de “antes”, era


hermoso, las calles de tierra, la poca cantidad de habitan-
tes, y el hecho de conocerse todos, da la impresión de un
Pilar añorado, donde la actividad fundamental de la gente
era la laboral, desempeñando sus tareas en fábricas como
la textil SIC que daba mucho trabajo, la Casco, localizada en
Fátima, que pagaba muy bien, Johnson, y después estuvo
ABAN que hacía asientos, y la SINTEPAL de perfumes que
era PRODESTA de LOREAL, sumada a la gente que trabaja-
ba en la Ford de Pacheco.
A pesar de las tareas laborales, en el año de la fundación
del Teatro Lope de Vega, para Don Armando D Áuria —pe-
luquero, actor y “cholulo”, según sus propias palabras— dijo
haber vivido bien esos años, le gustaba, porque “era más
tranquilo”. Y En los años 60 había calles que ya se esta-
ban empezando a asfaltar. Había calles importantes que no
tenían asfalto. En los años, 60, 65, 66, calles como la San
Martín, no estaba toda asfaltada, el camino a Luján no es-
taba. Tampoco el de la estación. Que fuera asfaltado según

171
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Oscar Mascareño —periodista local—, por Ruiz Guiñazú, “a


ese camino se bajaba desde el ferrocarril, de la localidad
de Manzanares, en los años 70”. Recuerda que había un
conventillo, que era del abuelo de Don Dauria, en la otra
cuadra, de la peluquería que él tiene, hoy hay un veterinario
trabajando ahí.
Intentando reconstruir el Pilar de los 70 “hace más de
40 años” nos decía Manuel Vázquez —actor, director de
teatro y ex sub-Secretario de Cultura de la Municipalidad
de Pilar— que:

cuando se inauguró el Teatro hace más de 30 años , en el 75,


no era el Pilar de ahora, por eso se pensó que con este tama-
ño de teatro era suficiente, nadie podía esperar este Pilar del
Crecimiento… no, y ahora la realidad nos está sobrepasando
y hay otras necesidades. Antes éramos 50.000 y pasamos a
350.000... la realidad nos superó… nos superó a todos, nos
pasó por arriba en todo, en la cantidad de escuelas, en todos
los servicios, en todo esto.

El relato conmueve, desde la realidad actual, expresada


en su voz y en el tono de preocupación que expone, algo
más que simple sensiblería.
Haciendo referencia también a la realidad local, expresa
en su entrevista que el “Pilar Histórico” como le dicen los po-
bladores, expresado a través del “nosotros”, ese “Pilar Viejo”,
ha quedado hoy, por debajo de todo el brillo del kilómetro 50
de Pilar, cuando se refiere al KM 50 de la Ruta Panamericana,
Ramal Pilar, lugar donde se localizan los cines en la actuali-
dad luego del advenimiento de los grandes centros comercia-
les, y los centros de servicios y diversión, asociados a los ba-
rrios cerrados y country, “convirtiendo a Pilar en dos Pilares”.
Señala que este proceso de localización, comenzó como un
tumor no operado a tiempo, “creció tanto que el cáncer se co-
mió al pueblo”. Esto dio lugar a su pena, ya que Pilar, padece

172
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

de desolación sin un alma, los fines de semana.


Para los NIC (nacidos y criados) aún se estila el usar
como motivación de lo propio, el “Compre Pilar” para favo-
recer, lo pilarense a lo foráneo (comparándolo con la idea
de lo propio y lo extranjero), pero que a pesar del esfuerzo,
que hacen los NIC, cuando deciden salir a dar una vuelta,
terminan en el kilómetro 50, porque en la Ciudad de Pilar, no
tenés otra cosa. A su entender, otro Pilar estaría representa-
do por la gente, que es mucha, que viven en los country, que
tienen sus colegios dentro de éstos, para los chicos, y todo
preparado para su vida hacia el interior, y creen que Pilar,
termina ahí adentro, desconociendo el otro Pilar, y que tam-
poco vinieron ni van a venir, a conocer, porque son del otro
Pilar: el que tiene todo al alcance en el KM 50. Y el mismo
se pregunta qué va a salir de esa gente criada dentro de un
country, incluso los chicos siendo ese un tema aparte. Esa
gente a la cual él denomina “de guita”, no viene a gastar a
Pilar. Asimismo, plantea a su entender “las culpabilidades”
de esta situación, en primer lugar, se destaca la dirigencia
política de Pilar, y en segundo lugar, la dirigencia no política,
constituida por los aristócratas del pueblo, como los gran-
des comerciantes, y cosa por el estilo, que quisieron mante-
ner siempre la manija, y que cuando vinieron a instalarse los
primeros country, dijeron:

¡Ah! ¡Qué bárbaro, con todo esto ligamos gente de guita! Sin
mirar lo que se venía y esa gente no venía a gastar en Pilar…
Nos llenamos decían, y no se dan cuenta que no le van a gastar
un mango… acá en las primeras épocas, un poquito, cuando vi-
nieron, pero quien de los comerciantes de Pilar, puede competir
con aquellos comerciantes, y además por una cuestión muy ton-
ta de rechazar cosas… todo depende de la política que se tiene.

Además, considera que antes que se instalara el Bingo


en el Km. 50,400 de la Ruta Panamericana los dirigentes de

173
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Pilar, dijeron:

¡No! ¡Cómo vamos a poner el juego en el medio de la Plaza! …


yo no soy partidario del juego, pero si están decididos a abrir
un BINGO, lo van a abrir, acá o allá, aunque se resistan… en-
tonces en ese momento el Bingo, en el medio de la plaza, era
un polo de atracción… mucha gente, restaurantes y todo lo que
funcione en torno a eso… y lo que eso significa… hoy Pilar tiene
un solo restaurante, en todo el centro de Pilar, hay un solo res-
taurante y una sola pizzería como la gente… después hay otras
sucuchos… pero… un restaurante en la esquina de la Plaza, esa
galería rosa que hay… es el único que está ahí dentro.

Dada estas circunstancias, entonces la gente del km 50,


ni llega a Pilar, se instalan en sus barrios y luego se quedan
o van para allá, donde encuentran los servicios que busca
para su diversión, entretenimiento, compra, servicios de co-
midas, restaurantes, cines, etc. Todo el movimiento está allá
y no en la ciudad de Pilar, que queda literalmente aislada y
desolada del resto. Hecho comprobable por aquellos que
conocen y pasean por el Centro de la Ciudad, los fines de
semana, para dar la típica “vuelta del perro” alrededor de la
plaza central.
El ex intendente “Beto” Ponce de león, se expresa con
respecto a Pilar de antes y la época en que él fue autori-
dad local. Explica que él llegó a hacer un Plan Regulador,
y posibilito ordenar en parte el crecimiento de Pilar, aunque
hubo especulaciones siempre a su entender. El plan ayu-
dó al desarrollo de los nuevos asentamientos de la mane-
ra más medida posible. Había algo como la legislación que
los obligaba a respetarla y a no abusarse de la situación.
Después, sin embargo hubo abusos y menciona que no se
puede remediar el mal que se hizo, con los asentamientos
de viviendas multifamiliares, que se ubican en un barrio don-
de el espacio disponible utilizado para construirlos, estaba

174
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

destinado a ser un espacio verde y no un parque construido,


ello posibilitó “que no alcance ni el agua ni las cloacas, ni el
agua, ni la luz, ni nada”. Según sus dichos “Entonces eso fue
lo que ocurrió y ocurre en la actualidad con Pilar”, y se pre-
gunta cómo se revierte: “No tenés cómo revertirlo… son las
cosas mal hechas. Es decir que aquellos que nace con un
pie torcido, y en lugar de llevarlo al traumatólogo para que
me ayude a curarlo en el tiempo, no le dé nada.
Irma Zamarripa,13 señala con respecto al barrio Penzotti,
detrás de su ubicación actual, que tuvo que ir a vivir allí por
circunstancias económicas: “Nos agarró el Rodrigazo,14 com-
pramos un chalecito ahí, y era un sitio divino, pero ahora se
convirtió en una villa miseria”. Agregando que ahora es algo
terrible. Este hecho asociado a la actual inseguridad reinante
también en Pilar. Y agrega: “ahora es toda villa miseria, está
horrible, Pensotti, se llama”. Y Manuel Vázquez: agrega que
antes: “¡Era otro Pilar! Ahora no podes ni salir a la calle”.
En la época de los años 60 del siglo veinte Pilar, y se-
gún los recuerdos de Manuel Vázquez, era mucho más chi-
co, limitado por la calle, Uruguay, y la calle Alsina hasta el
Cementerio, y la Ruta 8 hasta la Estación y no había nada
más. Existían algunos barrios periféricos, muy chiquitos,
eran chicos en serio, porque no había gente, eran pocos
los habitantes. Pilar había tenido un impulso grande en la
época, del 60, con la avicultura, había galpones de pollos
por todos lados por eso le decían Capital Nacional del Pollo,

13 Primera Presidente de ACUPIL (Asociación Cultural de Pilar).


14 En alusión al 04 de junio de 1975, el entonces Ministro de Economía argentino
Celestino Rodrigo, dispuso un brutal ajuste que duplicó los precios y provocó una
crisis terminal en el gobierno de Isabel Perón. Rodrigo quería eliminar la distorsión de
los precios relativos con una fuerte devaluación de 160% para el cambio comercial y
100% para el cambio financiero. La tasa de inflación llegó hasta tres dígitos anuales los
precios nominales subieron en 183% al finalizar 1975. Se produjo desabastecimiento
de gran cantidad de productos de necesidad primaria (alimentos), combustibles y
otros insumos para transportes.

175
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

no del polo, sino del pollo (lo dice irónicamente) después


ese auge se había terminado y se vino abajo, se los llevaron
a Basabilbaso en la provincia de Entre Ríos. Muchos de los
lugares que eran criaderos, hoy en la actualidad son barrios
cerrados o country, todavía quedan algunos en la Ruta 25,
pero todo cambió. Para distracción de los Pilarenses, había
un cine, y algún boliche bailable, que le decían Confitería, la
más famosa “Cuernavaca”, que ya estaba en esa época y
aún subsiste, y nada más, después no había otra cosa, pero
de todas maneras, se estrenaba una obra de teatro por año,
en otros sitios como los clubes, y se daban 3 o 4 funciones y
ya la había visto todo el pueblo.
Irma Zamarripa, que vivía en Matheu e iba a Escobar en
Break, o con un tractor, llevaba chicas al colegio, a la Escue-
la 36, de Matheu, tenían granja e iban por la Ruta 25 que era
de barro, en aquella época. Por su parte, “Beto” Ponce de
León —intendente de Pilar en 1975—, recuerda cuando co-
noció a Lolita Torres, cuando ella visitaba Pilar, porque tenía
una casa de fin de semana, camino a Moreno, en la entrada
al Barrio Villa Astolfi y su papá los llevaba con el break hasta
allá. Bajaban en la estación y había que llevarlos hasta la
casa, era todo de barro, todo de tierra.
Pilar, para aquella época, era distinto al actual, con calles
de tierra; una ciudad tranquila, segura, donde todos se cono-
cían y tenían vidas apacibles de gente de trabajo, con casas
de fin de semana, y barrios periféricos humildes pero segu-
ros, en la que personas y personajes de la época convivieron
sin sobresaltos, pensando en un Pilar pujante, creciente, en-
tretenidos y preocupados por la ciudad, hecho que los habría
de motivar luego para pensar en inaugurar un teatro.

Recuerdos sobre la configuración de su periferia


En una entrevista mantenida por la Señora. Ricci —direc-
tora de Obras del Municipio de Pilar, por el Canal TELERED,
en mayo 2011—, declara que Derqui, es una de las localida-

176
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

des del Partido de Pilar que creció mucho, en estos últimos


tiempos. Siendo el barrio más importante, el Monterrey, el cual
se divide en 4 (cuatro) partes importantes. En este barrio hay
inmigrantes, con gente que ha comprado su lote. Se desta-
can la gran cantidad de comercios, instalados, siendo uno de
los más importantes el supermercado Jumbo, en el Shopping
Las Palmas, también esta Carrefour, habiéndose convertido
en el punto más importante de la Zona Norte: el km 50, punto
donde convergen todas las rutas, pertenece a Derqui. El com-
plejo de cines, Village pertenece a Derqui, a lo que agrega:
“tenemos muchos country”. Y asocia todo este crecimiento
con la mejora de la situación de la gente humilde a partir de la
intendencia de actual intendente Zuccaro.
El periodista recuerda el Barrio Monterrey, el cual era poco
menos que entrar a una ciudad peligrosa, antes era horrible y
pregunta si se puede entrar ahí, en la actualidad. Y Ricci, res-
ponde que Monterrey es uno de los barrios que más se asfalto,
que tienen destacamento de policía propio, sala de primeros
Auxilios, Jardín de Infantes, Escuelas, un comedor para chicos,
con talleres municipales. Monterrey creció mucho, pero tam-
bién creció mucho en lo comercial, sobre la calle Alfaro, una
de las vías más importantes asfaltada. Tienen cuartel de Bom-
beros, en la zona centro, dos comisarías más y una comisaría
central. Y comenta que el último destacamento que se inaugu-
ró, fue propuesto por el actual intendente Humberto Zuccaro,
en el Barrio Santa Ana, límite entre José C. Paz y Derqui, donde
hacía falta un destacamento, porque se ha constituido en vía
libre de escape, para los que vienen de afuera. Ahora existe un
destacamento policial, que es muy importante tenerlo ahí dada
la situación imperante asociada a la inseguridad.
Con respecto al barrio de Villa Toro, dice que está pro-
gresando, tiene su sala, escuelas, escuelas privadas. Ha-
bla de progreso al que califica de “mucho”, asociando este
crecimiento a obras de asfaltado de calles, en los últimos
meses. También, destaca que tiene una plaza, un comedor,

177
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

manejado por el área de Desarrollo Social del Municipio,


para chicos con necesidades. Se dictan talleres, los cuales
califica de “muy lindos”, “muy didácticos”, con profesores.
Este barrio, agrega que creció en población y en servicios,
brindados por el municipio.
Villa Astolfi, “era más rural que otra cosa, no había case-
ríos hoy tiene mucha”. Se la quiere unificar a Derqui a través
del asfalto para que pase por ahí una línea de colectivos.
Tiene su propia Delegación Municipal. Ya está a hacerse
el proyecto. Tiene salida asfáltica, a distintas localidades,
y agrega que faltaba esa unión. Sigue diciendo, que el Mu-
nicipio se está preocupando por la periferia de la ciudad, y
la integración de las localidades no solo con obras públicas
sino también de la sociedad: gente joven, adulta, carencia-
do, con el que más tiene. Y agrega:

Si uno va al shopping, no solo ve gente de alto poder adquisiti-


vo, también va la clase media, clase baja, alta, gente humilde.
Tenemos la suerte de no tener personas durmiendo en la calle,
llegamos con Desarrollo Social a los abuelos que no tienen ju-
bilaciones y pensiones, con asistentes sociales en cada sala
de primeros auxilios. Tenemos El Hospital de Derqui, el Hos-
pital Materno Infantil con un área de neonatología muy impor-
tante, para chicos prematuros, donde los niños salen a flote.
Mucha gente trabajando ahí.15

Movimiento cultural teatral de Pilar

La cercanía a la gran urbe de la Ciudad de Buenos Aires


ha llevado a que la gente de Pilar desarrolle actividades cultu-

15 Dentro de los servicios, el servicio de Salud otorgado en la localidad de Del Viso,


el hospital Falcón, y el Hospital de Pilar, ambos Municipales, a diferencia de otros
hospitales que son provinciales, se destacan como de muy buena atención para los
pilarenses y localidades periféricas.
178
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

rales enmarcadas en procesos históricos asociados a la cultura


del país, de los que los Pilarenses no han sido ajenos. Estos
hechos, han enmarcado la creación misma del Teatro Lope de
Vega, como principal centro Cultural del Partido de Pilar, que se
enmarca en una cronología histórica que es necesario recrear
a fin de ubicarnos espacialmente en los momentos que han
ayudado al crecimiento de la actividad teatral local.
El escenario en el que se desarrolla la actividad Cultural
de Pilar, sienta sus bases en el Siglo XX, en el Teatro del Nuevo
Siglo, (1930), en el que Leónidas Barletta, funda el teatro del
Pueblo, como piedra fundamental del Movimiento del Teatro
Independiente, y la década del 40, donde se produce la afir-
mación de lo que se conoció luego como Teatro Independien-
te, conjuntamente con la proliferación de lo que paso a llamar-
se Teatro Vocacional, enmarcándose como la primera etapa
de esta nueva forma de hacer teatro, y la segunda etapa en
la década de 1950, en al cual se produce la consolidación
del Teatro independiente que había llegado para quedarse.
Luego en la década del 60, época de renovación del teatro
argentino, en tres direcciones, en lo que reconociera como
de experimentación y vanguardia, realismo social y el nuevo
grotesco, sin dejar de mencionar al café concert.
Los años 70 fueron una época sombría para el teatro
dentro del escenario general propiciado por la dictadura mi-
litar, la censura y las prohibiciones.16 Pero, ¿cuál es el mo-
vimiento que tuvo éxito real en Pilar? ¿Cómo se inserta la
actividad teatral local en los distintos momentos que marca
la cronología antes descripta? Esto lo sabremos según vaya-
mos develando los aspectos resaltados por los protagonis-
tas en sus narraciones, a medida que vayan rescatando de

16 Aparecen el Teatro Abierto y el Picadero, con la continuidad del Teatro Independien-


te. Y la década del 80, en que regresa la democracia con lo que se denominó Teatro
Paracultural. Hoy el teatro es muy fecundo, con una actividad importante y reconocida
en el país y en el extranjero por la calidad de las obras y el talento de los artistas.
179
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

su memoria momentos y hechos que nos alumbraran la his-


toria aun oculta del teatro Lope de Vega. Antes de acércanos
al mismo, a través de los relatos que nos ofrecen sus prota-
gonistas, es necesario situarse en los antecedentes que fue-
ron marcando el rumbo de lo que hoy podemos considerar
el movimiento Teatral en el Municipio de Pilar.

Memoria viva del Teatro Lope de Vega:


de relatos y anécdotas
El Teatro se localiza en la Calle Lagrave N° 725, entre las
calles San Martin y 11 de Septiembre de la Ciudad de Pilar, a
escasos ciento veinticinco metros de la Plaza 12 de Octubre
(Monumento Histórico Nacional, 1942) hacia el noreste. Una
ubicación privilegiada en el centro, cruzando la plaza en dia-
gonal, hacia el sur este, muy cerca de la Actividad Adminis-
trativa y de Gobierno del Partido, y por supuesto del otro lado,
en sentido oeste, localizada la Iglesia Nuestra Señora del Pilar
(Monumento Histórico Nacional desde 1992) como centro de
la actividad religiosa local, que lo sitúa en un escenario privile-
giado, para su funcionamiento. Esta ubicación, hizo que en el
año 1975, pasara de ser un Mercado Municipal a constituirse
en el Teatro Lope de Vega, convirtiéndose en el Centro Cultural
de todo el Partido de Pilar. ¿Pero cómo es que un sitio, que era
un mercado pasó a ser un Teatro? ¿Había actividad teatral an-
terior a su elección como sitio privilegiado? ¿Quiénes fueron las
“personas” y “personajes” que actuaron en el escenario local
para que su creación? ¿Por qué se mantiene la estructura ori-
ginal del mercado? ¿Qué representa el teatro para la sociedad
pilarense? Que parte del teatro llega a conformar parte del pa-
trimonio tangible, evocado a través de diferentes voces? ¿Con-
formara la recopilación de datos referidos al teatro, el Patrimo-
nio Intangible de la ciudad” se lo podrá entender como tal? ¿Se
podrán recopilar los datos necesarios para llegar a “conocer”,
para luego “querer” a este sitio que bien podría conformarse en
Patrimonio Cultural Pilarense?

180
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Estas preguntas y otras más, dieron lugar a la actual in-


vestigación, luego de una visita casual fomentada por el mis-
mo arte árabe, desarrollado por mi Hija Lilen, en sus tablas,
allá por el mes de agosto del año 2010, donde la curiosidad
y mi afán de “saber” para “conocer”, y “querer” se dieron
cita. Las preguntas forman parte de la presente recopilación
de datos y hechos, relatados por algunos protagonistas cla-
ve, los cuales acudieron a su memoria para contar como fue
la epopéyica tarea de crear un Teatro a partir de un Mercado
Municipal. Sus relatos dan luz, a la memoria aún palpable
de las circunstancias relacionadas a los antecedentes, y los
hechos que enmarcaran en parte, algo de la historia de la
realidad pilarense. También las anécdotas recogidas en las
entrevistas, se vinculan al devenir del teatro, entre las que
se destacan la historia de “el Loco”, o la presencia de “fan-
tasmas en el teatro, se han convertido en el imaginario de
los vecinos de Pilar, en hechos posibles y probables que
alimentan la curiosidad y el morbo de todos.

El “loco”, “la presencia” o el “fantasma”…

Era una persona que vivía en el sitio donde luego se ra-


dico el Teatro. Vivía entre las máquinas, cuando el espacio
pertenecía al depósito municipal donde se guardaban las ma-
quinas, aparentemente era un linyera, que luego de un tiempo
desapareció. Dentro de las conjeturas que hace Alicia, piensa
que: “El solo a lo mejor se ahorcó… le decían el loco, de esas
personas que venían de la guerra, escapándose esas per-
sonas en manzanares teníamos un montón, rusos, polacos”.
Sigue diciendo que: “hay rumores de que tenemos acá hay un
fantasma, que dicen que hay en todo los teatros… no lo pue-
do contar… pero bueno vino al caso. Ha salido en los diarios,
y a mí me han dicho: si viene gente Alicia, no lo comentes, o
se nos espanta la gente que viene al teatro de los talleres, o
se nos llena de gente curiosa”. Al respecto, su experiencia

181
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

reseña que estaba preparando chicas, entre 2007-2008, y en


el escenario tenía 66 alumnas (ella es profesora de modelaje)
que se estaban preparando, para su postulado como reinas
del 12 de octubre en las Fiestas Patronales. Estarían presen-
tes las mamás de la chicas, a ella le pidieron del área de Cul-
tura para que les enseñara a caminar. En el escenario tenían
la luz baja, era una luz blanca que las iluminaba Ella estaba
parada a un costado, y una de las chicas, estaba desfilando
mientras las mamas sacaban fotos. El tema fue cuando reve-
lan las fotos. Llaman las mamás asustadas y llevan las fotos,
para que las vean, cuando las ven, se observa una figura de
un hombre, que no estaría como el resto de los presentes. Se
lo ve en la foto, con los pies en el aire, levitando con la cabe-
za colgada ladeada de costado. Alicia, agrega que no solo
ella, tuvo esta experiencia, también la señora de la limpieza
que trabaja en el área de cultura. Entró a trabajar a los dos
días, estando ella sola la golpean con el pie, pero que no ve
a nadie. Están en una penumbra. Ella argumenta nunca ha-
ber visto nada, pero si ha escuchado ruidos, estando sola los
sábados ha escuchado ruidos, provenientes de la escalera,
cercanos a la cabina, como cuando sube y baja con rapidez.
Golpes fuertes en las puertas, estando cerradas. Había lle-
gado el momento, en que había decidido no ir más al Teatro.
Cuenta que su hija la alienta, diciéndole que le debe tener
miedo, a los vivos y no a los muertos. Comenta que el tema
le daba impresión. Aunque ella no puede decir que vio algo,
porque nunca vio nada. Si escucho ruidos, sabe que no son
las maderas que crujen, pero no va a perder el trabajo, deja
pasar las cosas. Estos hechos habrían sucedido en el año
2010. Ella se ha quedado en invierno, sola, pero no ingresa ni
abre la sala hasta que llega algún compañero. A raíz de estos
hechos, a partir de marzo de este año, Alicia que fue traslada-
da al anexo, comenta: “Yo digo bueno, que nunca aparezca,
y me encuentran desmayada, sufro del corazón, es por eso”.
Dice que las mamás, sacaron las fotos en el diario y tuvieron

182
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

que salir a desmentir desde el Municipio. El encargado tiene


las fotos guardadas bajo llaves. Es de Escobar, es instructor
de teatro él también. Mucha gente, ya habría sacado más fo-
tos. Una señora en su taller sacó más fotos, y aparece una
figura blanca, que parece ser un hombre mayor. Habría in-
tervenido gente que estudia el tema y dijeron que se queden
tranquilos, porque tiene mucha luz blanca, sería un alma bue-
na, las otras serian malas. La profesora de danzas habría visto
a alguien sentado en la sala también. Dice Alicia, que hay mu-
cha gente que cuenta cosas. Después una señora saco fotos,
y nos las mostró, le saco al nieto que estaba actuando y en la
foto aparece una figura humana. Salieron notas en el Diario de
Pilar, a fin del 2010, por primera vez, en invierno y se publicó
una foto borrosa, y a fin de ese año volvió a salir en el sector
de en mitos y leyendas del Diario, un recopilado chiquitito.
La profesora de danzas clásicas, le ha dicho, que vio la figu-
ra de un hombre bajito peladito, como el que parece en la foto,
sentado en la escalera, en una butaca al fondo, observando,
mientras bailaban, nunca dijo nada, solamente estaba obser-
vando. Agrega: “Será gente que le ha gustado el teatro mucho
el teatro que vuelven y han quedado como atrapados, atrapa-
dos por ahí, a lo mejor no se van por que les gusta, y si no, no
encontró su paz”. Sigue relatando la anécdota de la Sra. de la
limpieza, que vio algo, como una sombra, y pensó que era el
encargado y como era su segundo día, pensó que la estaban
controlando a ver si estaba en su puesto de tareas. Al rato ha-
bría visto algo, y luego le contaba a Alicia: “no te puedo explicar
lo que vi… era una cosa, como figura humana, como un humo,
como niebla, no sé”. Dice que dejo el balde, y se fue a la cocina
donde se sentó. Hay gente que se impresiona, y en el diario
decían que no duraba gente que hiciera la limpieza del teatro.
Otra de las anécdotas incluye a un chico que duró solo
15 días en el trabajo, en la cabina del teatro y bromeaba
sobre el fantasma. Tenía que arreglar unas luces y se puso
a sacar fotos para ver si salía algo. Había comedia musical,

183
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

eran las seis de la tarde, estaban todos preparándose para


la obra, él puso la escalera en el centro del escenario y se-
guía insistiendo con el fantasma. Estaba subido arreglando
una luz, y dice que alguien lo empujó, pero no había nadie,
se cayó pegó, con la columna y al piso. Se fracturó las dos
piernas, después no apareció más por el teatro. Alicia dice
que él le jura por Dios, que sintió cuando alguien lo empujó,
sintió el empujón. Pero nadie de los que estaban presentes,
vio nada, porque todos estaban ocupados haciendo sus co-
sas. Y él siempre desafió al tema.
Cuando se le pregunta a Armando D´Auria por la historia
del fantasma dice no saber nada. Aunque hace el comen-
tario de que las personas, dicen que aparecieron imágenes
en fotos reveladas después. Dice que los empleados no
quieren trabajar, solos. Y agrega que “es una nota de color.
Que ayuda al humor de la gente”. Esto no es todo, una nota
aparecida en un diario local, titulado “Extraños sucesos en el
Lope de Vega”, escrita por Manuel Vázquez, (director de la
Compañía Unidad Teatral 8): escribía en el copete: “Quienes
frecuentan el teatro del centro de Pilar afirman que, mientras
el recinto está vacío, es habitual percibir presencias inquie-
tantes. Una ex funcionaria dijo haberlo capturado en una
foto”. El autor, sin mencionar a quien entrevistó en esa opor-
tunidad, hace referencia a motivos que llevan a su interlocu-
tora a no dar su nombre, dado los problemas que tuvo por
haber contado los hechos, y cuenta no ser la primera que
vio “la sombra” o lo que anda por el Lope de Vega. Cuenta
que al poco tiempo de haberse inaugurado el teatro, quién
era el encargado de la sala, habría llamado a electricistas de
la municipalidad, porque afirmaba que una vez apagadas
las luces, están permanecían encendidas con luces verdes.
No encontraron nada y eso pasaba solo cuando se cerraba
el teatro por la noche. No le creyeron y lo trataron de loco,
luego lo jubilaron y se fue e vivir a Avellaneda. Antes de su
retiro el antiguo encargado habría contado lo sucedido a la

184
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

entrevistada, quién tendría su propia experiencia. La presen-


cia, era como llamaban en forma críptica al fenómeno, pero
no se habría manifestado ante ella, de la misma manera que
al hombre anterior. Y cuenta:

En esa época estaba yo sola para hacer la limpieza de todo


el teatro, así que, cuando tenía que limpiar en el fondo, donde
están los camarines, cerraba con llave la puerta de entrada
para que nadie se metiese en el edificio. De repente escuché
que me llamaban por mi nombre desde el escenario. Fui a ver
quién era y alcancé a ver a un hombre con un sobretodo os-
curo que bajaba del escenario y desaparecía en la oscuridad
de la platea. Dejé todo sin hacer y me fui hacia la entrada por
el pasillo lateral. Le juro que yo pensé que se trataba de algún
tipo que había entrado a robar, y aunque la puerta seguía con
llave, como yo la había dejado, ni se me pasó por la cabeza lo
del fantasma.

El autor relata, que era la primera vez que la señora N. N.


lanzaba la palabrita con que la mayoría denomina al extraño
fenómeno del Lope de Vega. Luego de lo sucedido llegaría
su marido a buscarla, y recorrerían juntos todo el teatro sin
encontrar nada, al mismo tiempo que recordaría lo que le ha-
bría contado el encargado. Al día siguiente, fue el municipio
y solicito compañía para trabajar en el teatro y realizar las
tareas de limpieza juntos. La entrevistada agrega:

Una mañana estábamos barriendo el escenario y los dos sen-


timos que chistaban desde la platea que estaba a oscuras. Yo
me quedé dura pero él, que no sabía nada del asunto de la
aparición, se acercó a la boca del escenario, la parte de ade-
lante, para ver de quién se trataba y, como me contó después,
alcanzó ver a alguien sentado en una de las últimas filas de
butacas. Le gritó preguntándole quién era y qué estaba ha-
ciendo, pero el tipo o lo que fuese desapareció. Yo le conté en-

185
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

tonces lo que me había pasado y resolvimos ir juntos a hablar


con el jefe de personal. El hombre nos escuchó sin decir nada,
y después nos hiso una o dos preguntas, pidiéndonos que lo
esperásemos en su oficina hasta que volviese de consultar con
alguien. Volvió con el Director de Cultura de aquel entonces,
que era muy macanudo pero tenía un carácter de miércoles
cuando quería. Nos trató de brutos, de animales… de todo nos
dijo, y nos dijo también que, si contábamos esas “estupide-
ces”, nos iba a hacer echar. El muchacho se quería ir, pero
yo lo convencí para que se quedase y me hiciese compañía.
Desde ese día ninguno de los dos se movía solo por el teatro.
Parecía que estábamos pegados como hermanos siameses; si
hasta cuando uno de los dos iba al baño, el otro se quedaba
parado en la puerta.

En la misma nota, Manuel Vázquez relata un suceso


acaecido cuando iban a actuar unos cómicos en el Teatro, y
mujeres medio desnudas, obra que a pesar de las protestas
de los actores pilarenses, se llevó adelante igual, porque el
teatro ya había sido alquilado. Pero extrañamente ese día
hubo dificultades con la luz, ya en el armado de los escena-
rios y un corte de luz que afectó solo al teatro Lope de Vega,
no a los vecinos, por lo que tuvo que suspenderse el espec-
táculo programado. Hecho que se atribuye, para no darle
importancia, a los actores locales, bajo un posible boicot
nunca probado. La nota culmina con un relato más reciente,
en el que cuenta que una Funcionaria Municipal de Obras
Públicas, en una oportunidad le habría mostrado unas fotos,
que fueron sacadas en la etapa previa a la remodelación:

aparecía una extraña “forma humana” o “sombra con forma hu-


mana” que, aparentemente, se desplazaba por el edificio pu-
diendo ser retratada en el pasillo que corre entre los camarines,
junto a un tablero eléctrico fuera de uso (que se encontraba
sobre la puerta de uno de los pasillos laterales del escenario),

186
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

en la platea, entre los pliegues de la cortina de pana que cierra


el ingreso y en varios otros sitios. No tengo en mi poder esas
fotografías, pero estoy seguro de que la ex funcionaria aún las
conserva, y no ser yo el único a quien se las ha mostrado.

¿Verdad o mentira? El loco, la presencia, el fantasma.


Lo cierto es que estos extraños relatos, envuelven al Teatro
Lope de Vega, en un halo de misterio que lo hace aún más
atractivo, no solo a los supersticiosos, sino también para los
incrédulos. Así, cómo no podía ser de otra manera, el teatro
tiene su propia historia de fantasmas, que se suma a la de
la princesa del cementerio de Pilar, y los encuentros con su
blanca figura de numerosos vecinos de la localidad.

El piano

Otra historia conocida por todos, es la que cuenta Alicia


relacionada al piano; comenta que, cuando ella entró a tra-
bajar al teatro, la profesora de cerámica le habría contado
que estando en su clase, sin que hubiera nadie, se escuchó
tocar el piano. Eran las notas que tocaba la profesora de
piano antes de su fallecimiento. Pero el dato es que ya ha-
bía fallecido. Entonces bajaron a ver quién era la nueva o el
nuevo profesor que la reemplazaría, y vieron que el piano se
tocaba solo.
Alicia interpreta que la adoración que ella tenía al teatro,
había llevado a su alma a estar allí. Cuenta que ella, que se
asustó y con este tono le dijo a la profesora: “¡Me estás jo-
diendo! ¡No me cargues que tengo que ir allá! No me dicen
de verdad… los ruidos… las escaleras…y bueno sí, como
ruido a viento, como si fuera un tornado adentro… y yo como
me asustaba, digo me están jorobando, y Fernando me dijo
“Si hay ruidos no te asustes que voy a ir antes, a ensayar
con el grupo… yo pensé que estaba él… escuchaba ruidos,
viento, digo me están asustando, como tenemos un turbina

187
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

muy grande para dar calor, y golpes, me están asustando”, y


a la media hora entro él con todo su grupo, y no había nadie,
si yo abrí, me quería morir….pero ver nunca vi, y espero no
ver, porque siempre digo, me asustaría mucho… Cuando se
le preguntó a Alicia quién era la señora que supuestamente
tocaba el piano desde el más allá, ella contestó que era la
señora de Sánchez, una pianista muy querida y el teatro se-
ría su lugar preferido.
El piano aún está allí, lo han utilizado para hacer con-
ciertos, es el que usaba la Señora de Sánchez. Cada tan-
to, lo vienen a afinar, antes de usarlo el afinador lo pone a
punto, está cerrado con llave. Alicia, agrega que las teclas
son preciosas, son de nácar. Cuenta que hace un tiempo,
entrevistaron en la radio de Pilar, a un señor que hablaba,
de fantasmas, él y su esposa, se dedicarían a este tipos de
cosas, cobran muy caro, han viajado por todo el mundo,
haciendo detecciones de fantasmas, usan maquinas que
captan imágenes y si hay alguna familia humilde, no tienen
ningún inconvenientes en ir y hacerle el favor de captarlas.
Con respecto al piano, Manuel Vázquez, cuenta que el
teatro no tenía piano de cola. El que había estaría roto. Él
lo tenía para invitar a concertistas a tocar el piano. Los pia-
nistas no venían, porque había un piano vertical de estudio.
Ellos querían un piano de cola, sin piano de cola no venían.
Entonces empezó la tarea y se preguntaba cómo comprar
un piano de cola. Pedirle plata al Municipio era imposible en
esa época, entonces comenzaron a idear con la Comisión
que habían armado: vender teclas, tenían unos bonos que
tenían la forma de una tecla de piano, entonces cada uno
compraba una tecla, y de esa forma se vendían de a una
tecla, dos techas, tres teclas. Saldría como 10 pesos cada
tecla, y así se fue juntando el dinero, y se compró este piano,
el que antes debieron conseguir el lugar para comprarlo. Un
afinador lo buscó por todos lados, hasta que consiguió un
piano bueno. Lo inauguraron con gente de primera que vino

188
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

a tocar, quedo ahí en el teatro. Cuenta que le habían hecho


una alfombra especial, ya que es un mueble delicado a fin
de protegerlo y para que no se desafinara, dado el ambiente
húmedo del teatro. Entonces tenía como una especie de fun-
da que se cerraba debajo, hecha con material absorbente
para la humedad, con todos los chiches para cuidarlo por-
que les había costado, una fortuna. Cuenta que lo prestaron
para un beneficio en una escuela, y, lo cargaron en un ca-
mión municipal los obreros del municipio. Ahí hizo “Track”,
se rompió una pata, el empleado lo subió igual y cuando
llegó a la escuela, le pusieron la pata así nomás, cuando lo
trajeron nuevamente al teatro se cayó entero. Salieron notas
en los diarios locales mencionando el hecho.
Cuando se le preguntó a “Beto” Ponce de León, por el
piano, dijo que: “todavía está en el teatro, es un piano de
cola, bastante interesante y arrumbado” cree y contesta que
ese piano no era el que estaba en la Municipalidad, porque
se compró uno. La Historia del Piano no la sabe, porque eso
ocurrió después de su tarea con el Teatro. Y no quiso ir a ver
y agregó que: “cada uno sabe lo que hace, yo digo: caerá
sobre sus espaldas, después de pasada la vida”.

Actividad cultural pilarense en los barrios cerrados


Dentro de las manifestaciones aportadas por las perso-
nas entrevistadas se encuentran los dichos expresados por
el ex Intendente de Pilar, en la época en que se comienza a
trabajar por la apertura del teatro Lope de Vega. Manifiesta
que en la década del setenta los barrios cerrados, los más
viejos que se establecieron en la zona, Sociedad Hebraica,
se habían acercado al Municipio a través de distintas activi-
dades dentro del Partido, y estuvieron presentes en lo que
fue la epopeya de creación del Teatro, integrándose al resto
de la sociedad pilarense. El intercambio, la buena voluntad
y las ganas de colaborar, estuvieron presentes. Incluso otros

189
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

barrios, se manifestaron en pos de una sociedad integrada


basada en la cultura. Así se expresa, Beto Ponce de león:

Nos ha quedado… eso es fruto de esa integración de los dis-


tintos grupos con la Sociedad Hebraica, tiene atrás un lago
artificial, con una isla o dos islas, donde se han hecho obras, o
han actuado coros, o han habido encuentros corales, de ellos.
Pero siempre nos invitaron a participar, como un intercambio,
estuvimos siempre cerca, y ahora no sé cómo estará la relación
entre los distintos clubes de campo o distintos barrios cerra-
dos… parece que estuviera más cerrado… cuando yo estaba,
se iba a Mapuche, a Los Lagartos, nosotros íbamos para allá,
o ellos venían para acá, había un intercambio lindo.

De esa integración también se expresa Manuel Vázquez,


cuando se manifiesta de la forma de vida que actualmen-
te llevan adelante las personas que llegan y viven dentro
de los barrios cerrados, lejos de la integración y de la ciu-
dad de Pilar, a pesar de estar tan cercanos territorialmente
hablando. El km 50, se muestra como el espacio o sitio de
esparcimiento de estas personas que no conocen, ni van a
conocer el movimiento normal de la Ciudad de Pilar. Él se
expresa, haciendo referencia a la falta de integración actual
de estos nuevos habitantes con respecto al resto, y tomando
los dichos de Beto Ponce de León, parece corroborarse en
“el antes” y “en el hoy” de esa relación, continúa diciendo:

Hay mucha gente que vive en los country, incluso los chicos,
que tienen sus colegios dentro de los country, y creen que Pilar
termina ahí adentro. Esto no lo conoce, nunca vinieron ni van
a venir…. No sé qué va a salir de esa gente criada adentro de
un country, pero bueno, ese es otro tema… Ni llegan a Pilar, se
instalan y van para ella (al km 50).

pero luego con respecto a la comparación entre dos

190
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

épocas (antes y ahora) y la integración hace referencia a


otros aspectos, desde la misma actividad cultural, se había
mas integración o es menor en la actualidad, comenta

Se mantiene la integración, eso ayuda a que todo vaya armoni-


zándose… Ni yo me meto allá, ni vos acá… Pero cada uno va
haciendo lo suyo allá y acá, que de alguna manera es lo que
da frutos. Porque la sociedad que llega a los Clubes de Cam-
po, medio que se aísla, se encierra, dentro de sus paredes…
Y se van quedando en su barrio, y cuesta sacarlos, primero
que salieron de un lugar para venir a un lugar diferente más
cómodo para ellos, esa agente que vino de Capital a Pilar, vino
a hacer su comodidad, y lo que quiere es quedarse en su casa,
quedarse en su barrio, tener todo en su barrio y hay que atraer-
los… Hay que atraparlos con algunas cosas.

Cuando se trata de atrapar, o mejor dicho atraer al públi-


co de los barrios privados, la oferta de obras teatrales se ha-
lla en sus planes. En definitiva sería, darles atractivos locales
para que conozcan a la ciudad de Pilar, basados en ofertas
culturales entre otros aspectos.

Creación del Teatro Lope de Vega

En lo que respecta al significado e importancia que revistió


y reviste el teatro para los pilarenses, Manuel Vázquez expresa
que la creación del Teatro fue “fundamental para el movimiento
cultural de Pilar”. Y pablo Martínez, nos decía que la “importan-
cia el teatro se centra en mucho más que presentar una obra,
abriendo y ampliando una brecha, entre dos posibles secto-
res de la sociedad”. Por un lado aquellos que consideraron al
Teatro Lope de Vega, como un reducto propio de la actividad
teatral, y nada más, y por el otro, aquellos que además de un
Teatro, soñaron con un Centro Cultural llamado Lope de Vega.
Se vislumbran de ambos juicios diferencias que subsisten.

191
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Pablo Martínez, asesor del área de Cultura Municipal, ex-


presa que el Teatro, además, cumple con funciones distintas
a las teatrales, aunque si culturales donde se dan cita en el
dictado talleres gratuititos que van desde las danzas clásicas,
contemporánea, talleres de cerámica, la Banda Musical, cla-
ses de tango, de guitarra, entre otros, sumándose cerca de 30
talleres gratuitos, que están disponibles para toda la Sociedad
Pilarense, a la que todos pueden acceder dado los bajos cos-
tos que se manejan con la pequeña cuota cooperadora para
que se puedan pagar a quienes obran de profesores, haciendo
de este lugar “un sitio pensado como teatro pero que funcional-
mente cumple con un papel social de importancia en todo Pilar,
no solo basado en el arte teatral”. A pesar de que Pablo Martí-
nez dice provenir de una familia no proclive a la concurrencia
a espectáculos, el muestra una gran sensibilidad por el tema,
y agrega que: “en verdad el teatro Lope de Vega fue siempre
como único en todos los Pilarenses. Siempre se tomo como
referencia como una de las cosas que conectan en Pilar”, de
allí su gran importancia para los Pilarenses. Este hecho tomaría
mayor relevancia sobre todo allá por la década de los años no-
venta (’90), donde los Pilarenses solo eran alrededor de ochen-
ta mil (80.000) habitantes en todo el partido, cuando todos se
conocían, se veían y siempre se preguntaban “Dónde vamos”,
por lo que la opción lógica, siempre era ir al teatro o a la plaza
u otra referencia más asociada a algún boliche bailable. Para
el entrevistado, es ahora, cuando se logra que muchas perso-
nalidades del mundo artístico proveniente de Capital Federal y
ya consagrados, pudieran empezar a venir al teatro, cosa que
corregiría diciendo “Volver al Teatro”. Uno de los aspectos que
resaltarían los actores que llegan al Teatro Lope de Vega, es
que en Pilar “exista un teatro de las características que éste tie-
ne, en relación a las comodidades que ofrece, a quienes deben
trabajar o hacer alguna actividad en él”.
El Teatro y su actividad siempre tuvieron relación con lo
que pasaba en los teatros de Capital Federal, siempre estuvo

192
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

relacionado temporalmente como artísticamente. De alguna


manera se replicaba localmente y socialmente lo que suce-
día en la gran urbe, sobre todo porque había personas y per-
sonajes que de algún modo mantenían esa conexión con su
inquietud personal o sus manifestaciones artísticas grupales.
Tal es el caso de Don Armando D´Auria, que manifiesta al res-
pecto, que realmente el teatro estaba asociado a lo que suce-
día en la Capital Federal, lo que pasaba allí, era tomado como
referencia en Pilar. Él en lo personal, se consideraba un “visi-
tador”, a tal punto que sabía todo lo que pasaba con el teatro
independiente, en esa época y por lo tanto se veía todas las
obras que podía de manera continua y repetida considerando
además que en Pilar, “había un movimiento, que se asociaba
a lo que pasaba en Buenos Aires”.
Oscar Mascareño, desde su postura crítica periodística,
apunta que, de todas maneras: “los vecinos pilarenses, no
valoran el Lope De Vega”. Asociando sus comentarios a que
los pilarenses tendrían, y se suma al hecho, una mentalidad
especial, porque es como que están demasiado cerca de
Capital, en la actualidad, entonces la gente se traslada, mira
más hacia allá, para entretenerse. Esto podría asociarse al
hecho de la gran conectividad que existe entre la Ciudad de
Pilar y Capital Federal, dada la existencia de la autopista,
donde los tiempos se acortan para acceder a otros espectá-
culos y a la gran oferta de opciones que ofrece la mega ciu-
dad, por lo que se “hace muy difícil llenar el Lope de Vega,
cosa que puede comprobarse con cualquier obra, que se
represente en el teatro”. Dentro de los aspectos referidos a la
participación de los ciudadanos en lo que al destino del Tea-
tro Lope de Vega, el mismo Oscar Mascareño apunta que se
hizo alguna vez una suerte de Cooperadora Cultural para el
teatro, pero que no habría pasado nada con su creación. El
mismo Armando D´Auria, habría sido convocado a partici-
par, en varias oportunidades, pero no mostro mucho interés
por el tema, después ya, abandonaría la idea de participar.

193
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

En la actualidad, Oscar Mascareño relata que se for-


mó una nueva asociación convocada por las actuales au-
toridades Municipales, llamada Del Pilar Teatro Para Todos
otorgándole la dirección a Gerardo Taroní, director y actor
de Pilar, pero destaca que este hecho: “es algo fuera de la
estructura normal del teatro”. Como director, una vez en sus
funciones, hizo un convocatoria para que la gente integre
un proyecto en el que puede participar cualquier vecino,
sea actor o no, poniendo en escena nuevamente la obra “El
Conventillo de la Paloma” cuyo estreno se hará en el mes de
Octubre. Ya hizo el casting para 14 actores, dos cuerpos de
baile, dos chiquitos, adolescentes, adultos y han puesto pro-
fesores que les enseñan, se ponen músicos en vivo, al coro,
todos son gente de Pilar. Armando D Áuria recuerda que en
su momento Pepito Cibrián creó la Comedia Musical de Pilar.
Dentro de la participación de los distintos actores socia-
les, no podía quedar afuera el rol que cumplen y cumplieron
los medios de comunicación local, a la hora de apoyar y
colaborar con la difusión de las actividades que se desarro-
llan y desarrollaron en el teatro. Al respecto don Armando D’
Auria responde que: “es mucho, en los medios escritos, ya
que le dedican una hoja o dos hojas todos los días”, refirién-
dose a los espectáculos que se difunden desde los medios
de comunicación escritos. Por su parte, Oscar Mascareño,
periodista de profesión reconocido en Pilar, agrega que “los
medios dan ayuda de muchas maneras”, sobre todo, cuan-
do tienen que difundir que se está haciendo una obra, y ya
todo el mundo sabe que puede contar con un espacio. Así
Aprovechan la radio para hacer difusión o para hacer algún
sorteo de entradas. En todos los medios, hay una movida
importante, se los convoca. Ante la pregunta de la participa-
ción de las Escuelas en el teatro, el mismo Oscar nos con-
testa que casi siempre van a contra turno, y hay obras espe-
cificas para las escuelas de Pilar, hace alusión a que el año
pasado en el 2010, se hicieron varias obras para niños, a las

194
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

que asistieron las escuelas. Los jóvenes, tienen un semina-


rio que dura 3 años, siendo el director el reconocido “TITI”
Villar. Allí participan niños de 15 años para arriba y para los
chicos, hay otro seminario manejado por otro chico que se
llama Fabricio Villagra, que trabaja también en TV. Otro dato
de importancia es que del grupo llamado de los fundadores,
el actor “Tito” Ramos, que salió del Teatro Lope de Vega,
hoy está trabajando en Capital Federal, ganó varios premios,
entre ellos el Moliere.
Para Manuel Vázquez: la gente responde en Pilar, res-
ponde mucho pero hay que darle espectáculos, no es el tipo
de cosas que se traen, si bien uno puede llegar a no acordar
y tener otra visión en cuanto a lo cultural, pero lo que a él le
parece “un pecado grave” que “la mayoría de los fines se-
mana el teatro esté cerrado”, sin actividad, es decir sin obras
a representar en el escenario, cuando hay grupos de Teatro
de Pilar mismo, que están buscando fechas para exhibir sus
obras y les dicen que no, que está ocupado, poniéndose-
les varias excusas, para no cederles el espacio, con picar-
día, constituyendo una lástima para todos. Al mismo tiempo
agrega que los fines de de semana, son la gran oportunidad
para abrir el Teatro a la comunidad, porque la gente tiene
tiempo disponible y está libre para concurrir, cosa que ocu-
rre a medida que una sala, tenga para ofrecer obras, cons-
tituyéndose en lo que se llama en la jerga una Sala Caliente.
Es decir una sala donde siempre hay ofrecimiento de alguna
actividad, para no desacostumbrar a la gente. “Tiene que
llegar a los fines de semana, viernes y sábado y al decir qué
vamos a hacer, se convierta en una oportunidad más para
tener en cuenta a la hora de buscar algún entretenimiento. Si
en el teatro las funciones son esporádicas, la gente no llega
y la costumbre se pierde”. Incluso comenta que, las perso-
nas muchas veces tienen que irse a otros lados para poder
ir a ver un espectáculo, casi siempre viajan a Buenos Aires.
En cambio si hubiera obras como en otras épocas, de todos

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Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

los pueblos llegarían a Pilar. Hasta las personas que se de-


dican al teatro, tienen que viajar a otros lados, haciendo gas-
tos extras, que podrían aprovecharse si se hicieran buenas
obras teatrales y darles beneficios a la zona, convocando y
haciendo buena difusión con artistas de renombre, aunque
aclara que eso es relativo.
Aunque el Teatro Lope de Vega, tenga dificultades, resal-
ta Irma Zamarripa, continuamente se ponen buenas obras y
siempre está lleno; el Teatro Italia se ha convertido en una
alternativa, al Teatro Lope de Vega, así como otras iniciativas
para llevar la actividad a los barrios de las localidades del
Partido de Pilar y a los clubes, porque “la gente necesita
también de ese tipo de espectáculos, aun perteneciendo a
estratos sociales distintos”, dado su aprecio de lo que es
bueno, que elimina preconceptos y prejuicios.

Antecedentes culturales
Los entrevistados iluminan sobre cuáles fueron los ante-
cedentes culturales que llevaron a por lo menos una parte de
la población a sentir la necesidad de un Teatro Propio. Entre
las respuestas, la de Carlos Berreta, expresa que la creación
del teatro se lleva adelante gracias al incentivo mismo de la
gente, que está y estaba en el ambiente teatral, dando pie
a suponer que en Pilar existía una movida desarrollada a
través de prácticas culturales, y el teatro formaba parte de
sus vidas. Dentro de la gente que está en el ambiente y son
contemporáneos y aún vigentes, menciona a Titi Villar, como
uno de los pioneros, y a “Beto” Ponce de León, más bien
Daniel Ponce de León, y lo señala como “el precursor del
tema”, sumado a un montón de gente, en un época, en las
que hacían la obra: Beto Funes, Barvecini.

Incluso, ante la pregunta, de cuál era el rumbo de la gen-


te, cuando no estaba el Teatro, Carlos Berreta nos dice:

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Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Cine, mucho cine… el cine viejo que le decíamos que era el


Gran Rex. El día de las damas, los miércoles… me acuerdo
que mi mama decía vamos al cine el día de las damas, porque
es más barato. Éramos chiquitos y nos llevaban. Y después se
hizo el Gran Pilar, que fue un suceso, arriba con un piso, si era
un cine grandísimo era frente a la plaza, que ahora está inacti-
vo, y ahora podría ser un teatro… es una pena, es mucho más
lindo que el teatro, mas grande, más amplio… hay un teatro
muy lindo con mucha historia, el Trinidad Guevara de Luján, es
muy bonito, más grande, de afuera no dice nada, y entrás y te
encontrás con otro mundo… yo he ido a cantar, bailar, porque
yo canto, bailo, y hago locución.

Incluso Elsa Farjat, nos comenta que otros de los entrete-


nimientos era ir a bailar a los clubes: Atlético y al Sportivo, y
al cine, por que las series de la época como las de cowboys,
no se la perdían incluso las mujeres.
Armando D´Auria, menciona que “antes, la actividad tea-
tral en Pilar era importante”. En los años que él recuerda, el
Club Atlético Pilar se encontraba en Libertad y Rivadavia,
hoy se ubica en Pedro Lagrave y Rivadavia, se daban obras
de teatro ahí. El dice tener en su poder programas de obras
de teatro desde 1937, 1938 y los años 50, dada la actividad
teatral que se desarrollaba en la ciudad. En esa época había
un cine que se llamaba Splendid “y la actividad de teatro,
además de usar este sitio, se desarrollaba también en algún
galpón del ferrocarril en la localidad de Manzanares, un gal-
pón guarda pasto, más o menos en los años 50.17 También

17A mediados y fines de esa década se desarrollaban obras de Teatro en el Club Spor-
tivo y se representaron obras como: “Los chicos crecen”, “Las de barranco”, obras del
Teatro Clásico Argentino. Otras obras se desarrollaban en la sede del “viejo Club Unión”
que dirigió Tito Ramos en los años 60, en la localidad de Derqui, ya saliendo de la Ciu-
dad de Pilar, y adentrándonos en el Partido en sí. También el Teatro local pasó por otros
clubes, como el San Lorenzo, y lo dirigió Nico Ramos. Tuvo una primera artista que se
hacía llamar “Rosita”, que participio en una obra llamada “Que luna de miel mamita”, que

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Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

nos cuenta que el Teatro de Pilar, tenía movimiento y él mis-


mo había trabajado en algunas obras y parte de su historia
estuvo asociada al teatro.18 A su entender, “Pilar se destacó
porque siempre hubo espíritu de teatro, por eso hoy, como
resultado de aquella época, cuenta con gente muy capacita-
da, varios grupos teatrales, ubicados incluso algunos en los
barrios”. Hoy mismo dan una buena obra: “Lombrices”. Es
decir que “había una actividad artística, que se desarrolla-
ba sin un lugar específico. Desde hace 80 años: hasta esta
parte hubo movimiento de Teatro en Pilar”. La gente estaba
contenta con la idea de un Teatro para Pilar y de contar con
una sala para espectáculos.19
Entre los protagonistas de la gesta de la creación del
Teatro, se encuentra Manuel Vázquez, que participó acti-
vamente junto a Irma Zamarripa. Expresaba con respecto
al significado que tiene un Teatro para un pueblo: “significa
mucho porque éramos un elenco de teatro que dábamos
obras en la Escuela N° 26, y nos habían cedido el salón de
actos, y se había hecho ahí un pequeño teatrito… siempre

se hacía llamar Viviana Manzanares, como nombre artístico.


18 A los 16 años, el fundó un teatro que se llamaba “Club del Sur”, y el teatro lo
hicieron en la calle Tucumán y 11 de septiembre, pero no estuvo solo, lo ayudaron
el Párroco José María Jaime Budmeister, (“un cura que está hoy en Campana”) y el
conductor de radio y director de teatro: Rolando Parravicini, ambos lo ayudaron pero
según él, duro poco, aunque fue una buena experiencia de un año. Trabajó en la obra:
“Servidumbre” de Martínez Cutiño, que se estrenó en un saloncito donde solo entraban
cincuenta (50) personas. Él dice tener todos los programas, ya que se escapaba diez
minutos antes de que terminaran las obras para hacerse o “rapiñar”, los que habían
quedado, obteniendo una gran colección a lo largo del tiempo.
19 La misma Iglesia se había convertido en escenario de teatro. Parte de los años se-
tenta y cinco también se utilizó para el Coro, y para varias obras, entre ellas “Cristóbal
Colón”. No solo en el atrio, donde se desarrollaba algún Vía Crucis, Kermese, sino
dentro mismo de la Iglesia. El Coro, que es muy importante, desde hace más de cua-
renta años, más o menos del año 68 o 69, también habría dado sus espectáculos en
el interior de la Iglesia. Oscar Mascareño, relata que “otro sitio que se utilizaba para el
desarrollo de las obras teatrales en la localidad, en la década de los setenta, fue en las
calles del Piano, frente a la Iglesia Nuestra Señora del Pilar y la Escuela N° 26, a media
cuadra de la Iglesia, en la calle Belgrano, en la esquina”. Allí se hicieron varios concur-
sos, muestras de teatro y se trajeron muchos actores de Luján, con muy buenas obras.

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Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

se soñaba con tener un teatro… pero no se podía”. En su


memoria recuerda que se trabajaba en la Escuela 26, a par-
tir de 1970/71 se empezó en la Escuela 26, antes de que se
desarrollara el grupo en el que participó, recuerda que había
grupos, como “los del Padre”, llamados Filodramáticos o vo-
cacionales, que trabajaban en la Sociedad Española, que ya
no existe. Trabajaban allí, a veces en los cines, en los clubes,
como el Club Atlético Pilar, el Club Sportivo, donde les per-
mitían usar el lugar para las representaciones, coincidiendo
en sus dichos con Don Armando D´Auria. Además, recuerda
personas que formaron estos grupos, que ya no están, como
Amílcar Álvarez, Rivaldo Parravecini, como “Gente que hacía
teatro”, remarcando que Pilar tiene una tradición teatral muy
vieja. Él mismo, ya estaba trabajando en teatro cuando se
empieza a gestar la idea de la creación de un espacio, ha-
bía empezando a hacerlo cuando estudiaba la secundaria,
notando que surgía en él la vocación y el gusto por el arte
escénico, ingresando al elenco oficial, de lo que se llamaba
Teatro Municipal, que tenía cierto apoyo del municipio. Lue-
go cuando se dio cuenta que le gustaba, empezó a estudiar,
primero con “Alfredo Iglesias y después se iría a Estudiar a
Buenos Aires, con la misma Milagros de la Vega”.
El ex intendente municipal “Beto” Ponce de León, co-
menta ante la pregunta de cómo recibió la gente la idea
del teatro: “Bien, la gente recibía la idea de tener un sitio,
lo recibió muy bien, porque había un lugar, donde ir, donde
empezar a ir. Ya que dentro de las cosas que hacia la gente
era ir a ver las obras que le interesaban a Capital o veían las
obras de los grupos de Pilar, yendo a los cines o clubes, o
ver quien les conseguía o cedía algún espacio para desa-
rrollarlas”. Así la gente desde su expresión fue relativamen-
te acompasando, acompañando, el desarrollo cultural del
municipio. Sobre todo destaca que en esa época no había
tantas diferencias, aun cambiando la política, siendo las di-
ferencias en la cuestión cultural, más o menos las mismas.

199
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Las personas hoy, más grandes, algunas, retirándose otras,


y otras empezando, pero las que empezaron después, “ha-
brían empezado integrándose, ya que para él es un poco
lo que se necesita cuando se habla de cultura y del teatro”.
La idea de crear un teatro para Pilar fue tomada con
muy buena predisposición por parte de la gente, y Manuel
Vázquez, expresa que, en un momento, llegó con la idea
quien sería un funcionario municipal del gobierno, hablaba
de Ponce de León: “hasta que llegó como secretario de Cul-
tura Ángel Alonso que era también actor del grupo de Tea-
tro, entonces nos propuso, se puede construir un teatro y la
cuestión era buscar el lugar…. espacio disponible, no había
terrenos fiscales cercanos”. Por lo que la idea de llevarlo
adelante para él, fue algo más que una simple idea: “lo que
pasa que en aquella época, el hecho de abrir un teatro, era
una quijotada… Hoy también… Abrir un teatro es una quijo-
tada… colaboran, la gente colabora”. Y a esta voz, se suma
la del mismo “Beto” Ponce de León: “y veníamos jugando
con la idea, un poco así en el aire, con Jorge Alonso, que era
el director de Cultura, y con unos arquitectos jóvenes que
había en la época esa y todo el entusiasmo era, la gente de
Cultura, Villar, Manuel Vázquez estaba ya empezando y toda
esa gente se fue juntando y nos largamos”. De esta manera
corroborando los dichos de Manuel Vázquez, se empieza a
gestar una idea, que culminaría luego con la creación del
Teatro Lope de Vega.
Augusto Zamarripa, hijo de Irma Zamarripa, nos dice

Yo te puedo contar más o menos cómo viene la mano, lo que no


me acuerdo bien son los años... en el año 73, había un grupo
de gente promovidos por el director de Cultura, que era Ángel
Alonso, un artista local, muy conocido que falleció, y presentó
un proyecto para hacer de un mercado municipal que había
en la calle Pedro Lagrave, casi San Martin, un teatro… estaba
Ponce de león de intendente, se hizo el proyecto y se levantó

200
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

la sala de teatro… allí yo tengo algo que ver, no directamente


yo, sí mi mama, y mi viejo.

Así se comienza a gestar la idea de un nuevo espacio,


destinado a la actividad cultural del Partido de Pilar, donde la
sociedad, y aquellos involucrados directamente con el teatro,
comienzan su desarrollo. Pilar se destacó por su espíritu de
teatro ya que había una actividad artística, que se desarro-
llaba sin un lugar específico. Siempre hubo movimiento cul-
tural y había necesidad de poder contar con una sala para
espectáculos, producto de más de 80 años de actividad; el
resultado hoy es contar con gente muy capacitada, en Pilar,
con grupos teatrales, ubicados incluso algunos en los barrios.

El papel de la Asociación Cultural de Pilar (ACUPIL)


Una vez que se gesta la idea, había que ponerla en prác-
tica, así se expresa “Beto” Ponce de león: “conseguimos do-
naciones, llamamos una Comisión para que se ocupara del
manejo del dinero y la recaudación”. Esta Comisión, la Aso-
ciación Cultural de Pilar, conocida como ACUPIL, si bien fue
convocada y apoyada por las autoridades locales, no dejó
de ser un espacio de trabajo para la tarea encomendada. Al
respecto, Pablo Martínez, se refiere a Irma Zamarripa como
una persona mayor, muy dulce, como unas de las únicas
personas que quedaron de lo que fue ACUPIL,20 refiriéndose
a una de las integrantes vivas que participaron de lo que

20 ACUPIL, fue la primera Comisión que se creó para el teatro y ante la pregunta de
qué pasó con la Comisión, Armando D Áuria, respondió que luego no hubo comisiones
que la reemplazaran, ya que ACUPIL, dejo de cumplir con su misión y se retiró: “Fue
como una empresa de teléfono…” a lo que Oscar Mascareño agrego que el hecho
de considerarla así es porque a veces se constituyen comisiones PRO, comisiones
procreación, que cumplen su cometido y se disuelven, para no volver a funcionar. Con
el tiempo, no hubo comisiones, aunque hoy en día se está por crear uno nueva, para
el Museo, Alcalde Lorenzo López, que se llamara “Comisión Amigos Del Museo”. A la
que Don Armando D´Auria, estaría convocado.

201
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

fue la organización que se formó en pos de la creación del


Teatro. Su hijo Augusto Zamarripa comenta que en 1973, te-
nía 22 años: “Mi vieja vive, y se puede acordar”. Recuerda
además a: “Titi Villar, que ese es director de Teatro de la
Escuela Municipal de Teatro. Estaba dentro de los que fue-
ron los primeros. Otros que saben bastante; otro que estuvo
en el tema, es Manuel Vázquez, que fue director de cultura
antes de Clarisa, hace dos años atrás… y otro que te puede
dar datos de la obra…. Es Beto Ponce de León, ese vive,
ese va a vivir siempre porque es el funebrero del pueblo”.
Todos los datos que tenía, los ha recopilado en un CD, que
con motivo de celebrar los 50 años de la primera publicación
del Diario El Resumen, del cual es director: “En eso lo tenés
todo”. Sigue diciendo que dentro de las personas que parti-
ciparon de ACUPIL, estaba la Señora Irma, a quien llama “Mi
vieja” quien fuera la primera presidente de la Asociación, y
una Señora, que ha fallecido, cuyo nombre era Teresa López
Herrero, cuyo marido fue intendente de Pilar. Ella habría fa-
llecido poco tiempo después de la creación del Teatro.
Don Armando D´Auria, también hace mención a su par-
ticipación en la Asociación, y menciono a las Señoras López
Herrero e Irma de Zamarripa, agregando que participó el In-
tendente Beto Ponce de León, el Señor Ángel Alonso, quien
hizo un gran aporte, porque fue quien puso más para llevar
adelante el teatro, el cual paso sus últimos días en un cine
teatro en Concepción del Uruguay, pertenecía al Teatro Inde-
pendiente (hoy fallecido) y muy buena persona.
En la sede del diario El Resumen, Silvia Villamagna —
presidente de la Asociación de Historia de Pilar, profesora
de Historia— nos habló sobre sus entrevistados con motivo
de participar de la recopilación de datos para el diario, que
quien más datos le dio fue Beto Ponce de León, y que “cuan-
do él empezó el proyecto, quiso hacer algo más ambicioso,
la tenía re clara”. Otros entrevistados —Irma Zamarripa, y
Manuel Vázquez—, participaron activamente en ACUPIL, en

202
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

lo que fue la creación del Teatro; Irma Zamarripa, en primera


persona, nos dice: “yo participé como presidente de ACU-
PIL, pero él estuvo antes que yo”, refiriéndose a la participa-
ción de Manuel Vázquez su interlocutor, él que antes la idea
de que el teatro se desarrollara en lo que fuera hasta enton-
ces el Mercado de Pilar, expresa: “entonces no dijeron que
si lográbamos juntar el dinero, nos cedían el espacio para
el teatro y comenzamos a trabajar”. Irma acepta ser la pre-
sidente de ACUPIL, a pedido de su amiga la Sra. de López,
cuando se entera que ésta última estaba padeciendo una
enfermedad terminal, y así fue como se integró a la Comi-
sión, porque le gustaba colaborar “me encantaba colaborar,
pero no me gustaba estar en la Comisión y mi marido, como
sabía que esta señora tenía una enfermedad terminal, entré
yo y ahí nos pusimos hasta para dirigir la obra”.
Manuel Vázquez, que por ese entonces solo contaba con
20 años, integraba la Comisión junto con mujeres todas más
grandes que él. Cumplió su papel en ACUPIL, como vocal, o
secretario de Actas. Se interesó por participar primero, por-
que se necesitaba y estaba convencido que había que ha-
cer un teatro, y después porque los que la integraron, Irma y
María Teresa, eran gente con mucho empuje y que daban lu-
gar para eso, porque generalmente los adultos a alguien de
20 años, lo ven como a un chico, y ellas hicieron lo contrario.
Manuel calificó a estas mujeres, como las “copetudas”. Solo
con escucharlas hablar uno se da cuenta. Cuando habla de
las “Señoras Copetudas de Pilar”, Manuel Vázquez, da pie a
preguntar qué participación tenían las mujeres para la épo-
ca, y él responde que eran las que mayor participación, en
todas las instituciones. Para él que había integrado muchas
cooperadoras, sociedades de todo tipo, notó que siempre
las que trabajan más son las mujeres. Sostiene que tienen
una mayor capacidad de trabajo que los hombres, hacen su
trabajo y nada más, en cambio las mujeres hacen su trabajo,
están en contacto con los chicos, su casa, hacen de todo, no

203
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

son como los hombres, que van, hacen una cosa, cierran la
puerta y se acabó hasta que vuelven, la mujer, para él, tiene
una capacidad de trabajo mucho mayor y hacen muchas co-
sas al mismo tiempo, y dice: “además saben golpear mejor
la puerta para manguear”.
El ex intendente municipal “Beto” Ponce de León, aclaró
que la Comisión ACUPIL, se creo, para que se ocupara del
manejo de los fondos, porque como era la lógica, si se ingre-
saban donaciones al municipio, a través de sus autoridades,
debe rendir cuentas, incluso para efectuar cualquier obra
debe licitarlas, en cambio había un montón de cosas que se
conseguían como las donaciones y en lugar de aceptarse
municipalmente, con actos legislativos, se aceptaban a tra-
vés de la Comisión, se hacía una carta y a otra cosa, siendo
más dinámica la operatoria, y transparente. Esta forma de
obrar, dio lugar a que se fueron consiguiendo los elementos
necesarios siendo lo más lindo que tuvo, junto al valor de
“haber nacido la idea del empuje de un montón de gente
joven que ayudó con la idea”. Y se fue para adelante y “se
armó una Comisión y empezaron a buscar gente que pusie-
ra dinero, hasta para las butacas”.21 Con el dinero recauda-
do se terminó la etapa de construcción de los camarines.
ACUPIL se apoyaba siempre en la Sociedad Argentina
de Actores, entre ellos, un actor que se llamaba Lavardén,
que los atendía y conectaba con otros actores. Otros actores
que los ayudaron, fueron Jorge Rivera López, Luis Brando-
ni, Alfredo Alcón, Milagros de la Vega, y el guitarrista Juan

21 ACUPIL, para lograr sus objetivos y como faltaba bastante para completar la Obra
del Teatro, organizaron una jineteada junto a la Asociación Argentina de Actores. Una
jineteada que fue fabulosa, según sus protagonistas, por que vinieron un montón de
actores famosos de Buenos Aires, que vinieron a colaborar con la presencia solamen-
te, atendiendo los puestos de choripán entre otras cosas. Fueron muchos actores los
que asistieron, y contaron que iba con Manuel a Buenos Aires a contratarlos, ellos
mismos traían los trajes y colaboraron mucho con la Asociación y para el Teatro, pero
eso hoy no se hace más, entre ellos recuerdan a Jorge Rivera López.

204
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Falú, entre muchos otros, a los que se acudía, sobre todo en


el momento en que el Teatro se estaba construyendo y no
estaba terminado, para decirles: “estamos construyendo un
teatro, y entonces se interesaban y venían gratis”.

El golpe militar de 1976 pondría fin a ACUPIL; el inten-


dente Beto Ponce de León fue mantenido en el cargo, aun-
que algunos otros, como Manuel e Irma se fueron, aún tenía
dinero en la cuenta, con el que se compra un enorme ca-
lefactor, de marca Eskabe que funcionaba a kerosene, ya
que en esa época no había gas natural en el centro de Pilar
y lo instalaron en el teatro. En relato de Manuel: “y después
se afanaron partes… Muchas cosas del teatro desaparecie-
ron”. La donación del calefactor da por terminada la acción
de ACUPIL para el teatro. Además de perderse la labor de
la asociación, se perdió a sus grandes protagonistas: María
Teresa, ya fallecida, Irma, que se animó a decir que ya no
podía participar para poder armar la comisión de nuevo y
otros que se fueron a vivir lejos, ya no volvieron a Pilar.

De Mercado Municipal a Teatro Lope de Vega


El Mercado Municipal, como se lo conoció, constituyó un
hito en la historia de la ciudad de Pilar, alrededor de sesenta
años atrás, cuando aún sus calles eran de tierra. Su predio,
antes de convertirse en el Mercado, tal como se lo conocie-
ra, habría sido un depósito de máquinas viales, donde se
guardaba el regador, utilizado para las calles de tierra, y al-
guna maquina que hacía el zanjeo, la moto niveladora tirada
con un tractor. Según comenta la gente, había un señor, una
persona escapada de la guerra, conocida como “El Loco”
que vivía entre las maquinas, un linyera, que luego desapa-
reció, sin que nadie supiese de su paradero.
Según distintos testimonios, como el de Carlos Berreta,
era un galpón muy viejo, con un piso alisado, muy precario.
Luego de este período en que funciona como depósito mu-

205
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

nicipal, el sitio se habría convertido en Mercado Municipal


—destinado a abaratar los precios para el consumidor del
partido de Pilar—, en el que se comercializaban hortalizas y
frutos, buena parte de pescadería, y carnicería, y todo lo que
a uno se le ocurriera. Comparado con —según Carlos Berre-
ta—, los actuales autoservicios “Todo estaba ahí, adentro. Era
todo cerrado, como un gran galpón, donde estaba la entrada,
como la del teatro actual y tenía de los dos lados, en los late-
rales todos los puestos, hecho de hierro, como esos puestos
ambulante, que se hacen, con un techito y ahí se vendía la
mercadería, para la gente de Pilar, y de otros lados”.
Relata que, siendo muy chico en ese tiempo, iba con su
mamá a efectuar las compras. Recuerda lo que quedó im-
pregnado en su olfato: “un olor a pescado terrible… estoy ha-
blando, hace 40 y pico de años. Me quedó grabado el olor a
pescado que había… se ve que la higiene era medio preca-
ria… baldeaban, un olor impresionante; ¡pasar por la puerta
del mercado era terrible!”. La concurrencia de la gente al Mer-
cado siempre fue mucha, calificada como “impresionante”,
para los años entre el 60 o 65, o quizás antes, en el 50 y pico.
Nos dice que el Mercado Municipal fue una cosa trascenden-
te, dejó una marca en Pilar, porque fue el primero.
También Don Armando D´Auria rememora la feria sema-
nal, a la que su madre lo mandaba y que le recordaban a
las que había en Adrogué o en Constitución, en la Capital
Federal; la Feria recibía el nombre de San Cayetano.
De acuerdo con el testimonio de “Beto” Ponce de León,
el Mercado Municipal se habilitó para asistencia de perso-
nas de menores ingresos; pero, con el tiempo, dejó de tener
ese sentido social y fue disminuyendo el número de puestos
y rubros: a solo dos: pescadería y carnicería, ya que tenían
sus cámaras y había logrado hacer sus repartos afuera;
cuando estos últimos puestos se fueron el predio quedó va-
cío y se aprovechó para seguir pensando en el teatro. Don
Armando D´Auria, nos cuenta que se eligió ese lugar, porque

206
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

era municipal, era fiscal, y tenía la superficie adecuada, ade-


más estaba cerca de la plaza y del edificio del municipio,
constituyéndose en un muy buen lugar. Y luego recuerda
cuando se empezó a construir el teatro, siendo Beto Ponce
el que empezó con la tarea.
En aquellos años parecía imposible convertir y transfor-
mar un sitio como el del Mercado en un teatro, nos decía
Augusto Zamarripa. Y Mónica Bustamante, además de ase-
gurar su antigua dedicación como mercado, lo compara hoy
en día con el Mercado de Abasto de San Telmo, asociado a
la museología, y cómo se fueron transformando otros merca-
dos en shoppings. Este en particular, el de Pilar, en un Teatro.
Por su parte, Beto Ponce de León, según Silva Villamagna,
quería lograr hacer algo un poco más ambicioso, que fuera
un Centro Cultural, no solo un teatro; pero, el Municipio se
quedó sin presupuesto y el teatro no pudo realizarse tal cual
se había planeado, hasta hace poco en que se remodeló.
ACUPIL y el Municipio, fueron quienes tuvieron a su car-
go el proyecto. Irma y Teresa López Herrero fueron las que
más consiguieron fondos. La obra la hacia el Municipio, ACU-
PIL conseguía los materiales y el Municipio hacía la obra. El
Municipio, en todo momento, hizo realizó un proyecto que, de
acuerdo a Manuel Vázquez, tiene un montón de falencias.22 La
estructura —parece hecha con durmientes de trenes—, es an-
tigua y sigue así; Carlos Berreta comenta que la pared sigue tal

22 Por ejemplo, habrían mantenido por una cuestión de ahorro “estúpido”, ya que el
dinero estaba, el techo viejo del mercado municipal, que es un techo de chapa de fi-
brocemento, que además de ser un techo viejo era bajo, y si se quedaba como estaba
no permitiría crecer hacia arriba al teatro. Y ya que el terreno era chico, se podría haber
pensado en realizar un pullman directamente, pero con el techo bajo eso fue imposible.
De la misma manera cuando no se pensaba hacer la inclinación a la platea, entonces los
miembros de ACUPIL, se habrían opuesto y dijeron que había que hacer la excavación
y se hizo desde la calle, en vez de hacerla desde las puertas batientes, por eso ahora
quedaron unos escalones en el medio del hall que rompe con la uniformidad que debe-
ría tener, siendo esto un peligro, donde se cae en la actualidad, medio mundo.

207
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

cual era, aunque en la remodelación la estuvieron arreglando


por que había un montón de problemitas, ya que es la misma
estructura original, con las cabreadas originales y las colum-
nas tal como eran en el época en que funcionaba el Mercado
Municipal.23 Como la forma que tiene el escenario inclinado,
diseño de aquella época. Manuel Vázquez asegura que es el
diseño original, hecho de esta manera para que se pueda ver
desde cualquier lado del teatro y con la finalidad de que se
vean los pies de los actores, porque sino el que está lejos del
escenario se pierde parte de la secuencia de la escena de la
obra, por eso se hizo el piso así, con esa inclinación. Al mismo
tiempo se había comprado un piso especial para ballet: piso
de goma, que se superpone para que no sea dura la tabla,
ese piso estaba guardado y se ponía cuando había ballet. Son
como alfombras de goma negra muy brillosa, que se pega con
una cinta especial y después se junta, quedando el piso del
escenario tapizado como si estuviese encerado y visto desde
el fondo con luces de color quedaba estéticamente muy lindo,
dando una imagen acabada del lugar.
“Beto” Ponce de León, comenta lo lamentable de ha-
ber perdido la posibilidad de integrar los dos terrenos de
al lado, al diseño general del teatro. El hogar de Ancia-
nos, que en la actualidad funciona en la Parte de atrás, se
hubiese integrado al proyecto de lo que es hoy el Teatro,
llevando adelante algún proyecto que sirviera a los dos,
pensado en el futuro, pero lamentablemente en Pilar, según
los dichos del ex intendente se pensaba en las elecciones,
y en el acto electoral, “.dejándose de lado los proyectos

23 El sitio donde está el teatro va en bajada, y abajo del escenario hay como un
sótano, muy grande, en el cual se aprecia el piso original, porque el mercado estaba
allá abajo, ya que el mercado no estaba a la altura de la calle, y había que bajar unos
escalones, hacia abajo para entrar. Eso no es un sótano, es el piso que está bajo el
escenario, es lo que quedo, pero es el nivel que tenía antes el supermercado, ese era
el nivel del piso original.

208
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

grandes, que son aquellos que se mandan al futuro, una


obra de gas, escuela, una obra de agua corriente, cloacas,
un desarrollo de pavimento de acuerdo a un crecimiento
y nunca uno como éste”. Dentro de los que ayudaron al
proyecto, se sumaron varias empresas e instituciones que
donaron, como Sociedad Hebraica: butacas y telón original
con todo el mecanismo. Otros contribuyeron con: materia-
les, además de la gente que trabajaba alrededor de ACU-
PIL, confeccionando los equipos, los conjuntos o lo que
fuera necesario.
De esta manera tuvo su inicio y desarrollo el proceso de
creación del Centro Cultural Lope de Vega, materializando la
idea de: “el teatro propio”, al que Beto Ponce de León, llamó
Centro Cultural, porque “en la parte de atrás” se hacían otras
actividades: allí ensayaba la Banda Municipal, y se desarro-
llaban los talleres de cerámica y otras actividades.
La esperada inauguración, en el año 1975, se concreta
con la presentación de la obra Israfel y la presencia de la
primera actriz Milagros de la Vega, junto con otros actores lo-
cales. Manuel Vásquez aclara que cuando ACUPIL inaugura
el teatro aún no estaba terminado, le faltaban un montón de
detalles, como los camarines. La estructura actual se man-
tiene con el objetivo de aprovechar lo que ya estaba hecho:
como las columnas del galpón viejo, a las que se suman
dos pasillos a los costados. Debajo del escenario, el sótano
se utilizaba para guardar cosas, era un espacio interesante
que con el tiempo se dejo de usar. Las maderas, que com-
ponen los tablones del escenario, se compraron en Pilar, de
excelente calidad, aún son las mismas. También el techo,
sin refacciones considerables, sigue siendo el mismo que
tenía el mercado municipal, a dos aguas y de fibrocemento
de una pulgada de espesor. A pesar de todo, la sala tiene
muy buena acústica y es muy acogedora. Con el tiempo,
se le reforzó la calefacción, se pusieron los equipos de aire
acondicionado, y se hicieron los camarines.

209
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Lo interesante es que tanto en el proyecto, y en las


obras, hayan participado distintos actores sociales, en Pro
de la Construcción del Teatro. Durante el proceso para lle-
varlo adelante, se sumaron propietarios de fábrica de telas,
vendedores de telas, y de butacas. Muchos comerciantes
financiaron, cobraron los materiales al costo o bien los dona-
ron. Todos se sumaron a la tarea, desarrollando un proceso
mancomunado, que quien lo recuerda lo expresa como: “se
hizo una cosa linda, para lo que fue ese momento”.
Ante la pregunta, referida al cobro de entradas por 1975,
Armando D Áuria responde: “Sí, se cobraba”. Aunque reco-
noce que no pagó. No recuerda ninguna entrada que haya
pagado. Muchas se las habrían regalado, afirmando luego,
con picardía: “No pagué nunca”.
La construcción del edificio demandó 18 meses, fue
dirigida por el arquitecto Arona, comenzando en marzo de
1974, durante el gobierno del intendente Daniel Alberto Pon-
ce de León («Beto»). Estuvo dirigida por la Secretaría de
Obras y Servicios Públicos y realizada por personal munici-
pal. Más adelante se refaccionaría, en los años 80 durante la
Intendencia del Sr. Ricardo López Herrero, en 1993 se cale-
facciona y en 1995 se cambia el piso del escenario.

Orígenes del nombre del Teatro Lope De Vega


Una de las preguntas a responder dentro de la investi-
gación, era por qué se llamó Lope de Vega, lo cual no es un
detalle común. Algo había determinado su nombre. Debía
descubrir si se trataba de una casualidad que la primera
gran actriz que actuó en el Teatro se llamara Milagros de
la Vega. ¿Era coincidencia o se debía realmente a ella la
elección del nombre? Se hizo entonces a los entrevistados,
la pregunta obligaba, ¿Por qué le pusieron Lope de Vega?
Pablo Martínez, respondió que a su modo de ver, res-
ponde a que el dueño del nombre es un dramaturgo espa-
ñol y él creía que se debía a que en España también había

210
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

un teatro llamado “Lope de Vega”. Además menciona la


posible conexión con Milagros de la Vega, cuya única re-
lación posible debería a que en su fundación, ella fue la
primera actriz que inauguró el Teatro, con su actuación en
la obra Israfel.
Según Alicia, mostrando un cuadro de Lope de Vega,
comenta que el nombre del teatro se debe a que él estaba
representando una de sus obras, y nombró a Argentina. Por
haber nombrado al país y por ser dramaturgo habrían hecho
la asociación, acordando en el seno de la sociedad ACUPIL,
darle su nombre al Teatro de Pilar.
Armando D´Auria aclara que el nombre Lope de vega,
no fue por Milagro de la Vega: “No tiene que ver con ella”.
Y Manuel Vázquez, hace referencia a que Alonso lo eligió,
porque Lope de Vega es el primer autor español que nom-
bra a la Argentina, no precisamente como país, porque no
lo era, si cuando menciona a estas tierras en una de sus
obras, La dama boba, en la que el autor las llama: “las tie-
rra de Plata”, por lo que en honor a esa mención, utilizaron
el nombre de Lope de Vega, bautizando al teatro. Algunos
entrevistados hicieron hincapié en la referencia al país en
la obra de Lope de Vega, dramaturgo español.24 Lo cierto

24 Solo en dos apartados de la obra se nombra a las Indias, pero en ningún lado se men-
ciona a la Argentina, a no ser que se tome la expresión de “Las Indias”, y se considere la
antigua extensión que tenían las tierras conquistadas por los españoles, entre las cuales
se hallaban porciones de territorio que hoy denominamos Argentina. La primera, vez que
hace mención del territorio correspondiente a las indias, es en la instancia, en el cual se
encuentra, Liseo (caballero) y Turín (lacayo, dos personajes de la obra). En el Primer Acto,
en que los dos andan en un camino por España y llegan a una posada, en la cual se men-
ciona a las indias: comenta Liseo el Caballero: “Como aquí, Turín, se juntan de la corte y
de Sevilla, Andalucía y Castilla, unos a otros preguntan: unos de las Indias cuentan, y otros,
con discursos largos de provisiones y cargos, cosas que al vulgo alimentan”. La segunda
oportunidad en que Lope de Vega hace mención a Las Indias, es cuando en el Acto
Tercero, en que aparecen unos músicos en la escena, y en las estrofas de la canción que
entonan, mencionan nuevamente a las Indias y a Panamá, hablando de la procedencia de
un mozo, a su regreso a España, ya con dineros, oro y el asedio que sufre de las mujeres
que además de verlo bien ataviado, lo ven como posible candidato: “Amor, cansado de

211
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

es que si bien no menciona explícitamente a nuestro país,


lo hace de manera implícita.
Dentro de los documentos provistos por Don Armando
D´Auria en el desarrollo de la entrevista, una nota escrita por
él, el 16 de octubre de 2004, para el espacio “Pilar de To-
dos” con motivo del Vigésimo Noveno aniversario del Centro
Cultural Lope de Vega, se expresa argumentando por qué
el teatro toma el Nombre Lope de Vega, y formula que fue
por el talento que caracterizó al autor, en el Siglo de Oro
español, transcendiendo todas las fronteras y que gracias
a él el teatro español afirmó su idiosincrasia, pletórico de la
espontánea alegría de la invención escénica, sin olvidar la
función pedagógica que el arte escénico tuvo siempre. Sin
embargo, no establece en su relato ninguna relación con el
nombre que tomó el antiguo mercado, cuando se convirtió
en teatro, aunque lo expresado parece argumentar que fue
por la importancia y el reconocimiento que tuviera este gran
autor en su época, reconocido por sus pares contemporá-
neos, dado su gran talento que aún perdura en la actualidad
dada la herencia que nos ofrece su obra.
Cualquiera haya sido el motivo para la elección del nom-
bre, por la coincidencia con el nombre de la primera actriz
y madrina del Teatro, o bien porque Lope de Vega fue gran
escritor, o porque menciona implícitamente a nuestro país
cuando habla de las Indias (en La Dama Boba), o porque
posiblemente en alguna representación contemporánea en
vez de referirse a Panamá en el Acto Tercero, se haya men-
cionado a la Argentina, lo cierto es que el nombre sin impor-
tar los motivos, constituye un homenaje merecido al escritor
de fama mundial.

ver tanto interés, en las damas, y que, por desnudo y pobre, ninguna favor le daba…
Pasóse a las Indias, vendió el aljaba, que más quiere doblones que vidas y almas…Volvió
de las Indias con oro y plata; que el amor bien vestido rinde las damas… Paseó la corte
amor con mil cadenas y bandas; las damas, como le veían, de esta manera le hablan: ¿De
dó viene, de dó viene? Viene de Panamá. ¿De dó viene el caballero? Viene de Panamá”.
212
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

La inauguración del Teatro Lope de Vega


Ya elegido el nombre y la obra casi terminada, faltaba el
momento culminante: la inauguración. Tuvo sus idas y ve-
nidas, y momentos diferentes que cada uno de los entre-
vistados evocó, con nostalgia, orgullosos de lo que habían
logrado. Aquellos momentos, que formaron parte del antes,
el durante y el después de la apertura del teatro, son traídos
por cada uno de los entrevistados al presente para su re-
construcción y conocimiento.
Don Armando D´Auria, participó de los momentos pre-
vios a la inauguración, en sus tareas ayudaba al primer actor
Pipi Villar (agrega a sus dichos: que “Pipi” está enojado por-
que no tiene fotos de él), y después lo peinaba. Antes de la
obra, para personificar al primer actor, pasaba la ropa en el
piso, tareas que desarrollaba detrás de la escena para que
el actor apareciera, abandonado, perdido, y sucio.
Señalando una foto, dice: “les puse estas cofias, se las
arreglé yo a Milagros de la Vega. Estuve siempre allí”. La
peino él, para la obra de Israfel25, estuvo permanentemente
con ella, y con el marido, Carlos Perelli, otro gran actor del
cine argentino. Cuenta que fue para él una gran experien-
cia. No creía tener la dicha de peinar a la Primera Actriz. Y
aclara que nació en 1890, y murió después de haber vivido
cinco años en Pilar, en 1990. De eso se acuerda patente. Era
Como Iris Criglia. Y agrega: “Ah, fue un loquero, los actores
venían a comer acá, porque el que era director de cultura
era dueño de un restaurante, Alfredo Iglesias venia por acá”,
cuando se le preguntó cómo fueron los preparativos, los en-
sayos, y la inauguración del teatro.

25 Esta pieza fue representada por primera vez en el Teatro Argentino en 1966, de
Abelardo Castillo, se representó bajo la Dirección de Inda Ledesma, con un elenco for-
mado por artistas de renombre como: Alfredo Alcón, Orestes Caviglia, Alfredo Iglesias,
Cuny Vera y la primera actriz Milagros de la Vega. Israfel fue una obra dramática, cuyo
autor se ubica como espectador.

213
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Pablo Martínez recuerda que Milagros de Vega asistió


a la inauguración del Teatro; al respecto, Augusto Zamarri-
pa nos dice: “hicieron una obra importante que se llamaba
Israfel con Milagros de la Vega, con Iglesias… un hombre
grande, de unos 70 y pico de años que estuvo con Milagros
de la Vega, en la obra. Participó cuando se fundó el Lope de
Vega, esas personas, y mi mamá, Irma de Zamarripa, que
era la presidente de ACUPIL”. También Armando D´Auria
cuenta que hubo una gran expectativa de tener semejante
actriz en Pilar y agrega: “Ah, sí se vivió un noche inolvida-
ble, la obra se representó por única vez”, a la vez muestra
los cuadros, y permite sacarle fotos. Cuando se le pregunta
cómo fue la inauguración del Teatro, se apasiona y cuenta
que se hizo un ágape cuando vino Milagros de la Vega, el
viernes 18, y se inauguraba el teatro el sábado19; estaban
todos con problemas, se querían morir porque se habían ro-
bado la cuarta parte de la alfombra de la sala, que se iba
a usar al otro día para la obra. Eso se subsanó. Ante esta
anécdota “Beto” Ponce de León, en su entrevista la des-
miente. “Eso no pasó. Se alfombró, estaba todo amurado y
con las butacas arriba… únicamente que tomes un pasillo y
sacas una lonja, y tampoco tenía sentido… también dijeron
que se habían robado”.
Siguiendo con Don Armando, y con respecto a la ilumi-
nación, nos dice que estaban muy a nivel de la época, que
era muy buena. Con al tema de la ropa, nos cuenta que
siempre había alguien, personas que les gustaba, siempre
han salido bien vestidos. El se acuerda de obras de teatro
como “El Conventillo de la Paloma” y para el vestuario ha-
bía gente.

Los Actores: Milagros de la Vega


Participaron especialmente en la Obra Israfel: Primera
Actriz: Milagros de La Vega, en el papel de María Clemm.
El primer actor: Alfredo Iglesias en el personaje de Georges

214
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Lippard. Estuvieron acompañados por actores locales,26 que


tuvieron la función de completar del elenco y de participar
como referentes de Pilar.
Cuando Elsa Farjat, hace referencia a Milagros de la
Vega, lo hace con cierta solemnidad. Tuvo la oportunidad de
conocerla en su localidad natal, Pilar: “Estuvo acá Milagros
de la Vega… yo tengo una foto con ella, y el actor muy famo-
so que se llamaba, Alfredo Pugliese (refiriéndose a Alfredo
Iglesias) hice una obra de teatro cuando ella vino, que no
recuerdo cuál fue”. La obra que no recuerda es exactamen-
te Israfel. Continúa: “Sí, Israfel. Amorosa era Milagros de la
Vega, tuve el gusto de estar con ella, y de conocerla, de
besarla, de estar con ella, tuve el gustazo”.
Ante la pregunta de cómo era Milagros de la Vega, Don
Armando responde: “Era una mujer de mucho carácter, de
mucho temple” a la vez que recuerda la película La Patota,
cuando Miagros de la Vega encarna el personaje de direc-
tora de escuela y Mirtha Legrand de estudiante que en su
papel queda embarazada, y Milagros en su personaje, la
llama a su escritorio, y le recrimina su estado. Y destaca que
el carácter y la personalidad en esa película la muestra tal
cual era: “así era, como en la película”. Otro que recuerda
con cariño a su “Maestra de Actores”, como la llama, es Ma-
nuel Vázquez. Cuando se le pide que habla de cómo era
ella, expresa que: “era una mujer de 80 y pico, cuando vino a
trabajar… una polenta, una fuerza… cuando vino ella, ya ha-
bía estrenado esa obra. Porque Milagros era la historia viva
del teatro argentino y nos decía ¿qué obra?”. No había obra

26 Jorge «Titi» Villar en el papel de Edgar Allan Poe, Manuel Vázquez como Thomas
Belling y Mr. Kennedy, Francisco Runco en el papel del Tabernero. Esteban Ourmañan
(Amigo). Félix Cassano (Tío Nilsson). Virginia Lombardo (Virginia Clemm). Alberto Cat-
tan (Rufus Griswold y el Obrero). Patricia Caresi (Sra. Graham). Mabel Almanza (Doña
Zenobia). Oscar Fernández (Escribiente). Andrés Moreira (Cadete). Horacio Heit (Ma-
rinero). Martín H. Faure (Político).

215
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

que no hubiese hecho, no había obra en la que no hubiese


trabajado, así que vino varias veces a Pilar y a actuar vino
una sola. Con respecto a los ensayos y el tema del vestuario
de la obra, Manuel recuerda que por primera vez se había
mandado a hacer todo el vestuario, una parte a modistas
locales y otra fue préstamo del Teatro Cervantes.
“Beto” Ponce de León recuerda que la inauguración fue
un día muy lindo para él y que debe tener guardadas las
entradas a todo color: los programas y las entradas de la
inauguración, una imprenta de Jáuregui de la imprenta de
Capilla las había regalado como donación. Hechas en pa-
pel, brilloso, “todo una cosa de locos”. Además destacó, la
presencia de Milagros de la Vega, que para él fue la última
vez que estuvo en un escenario, y agrega que: “vos veías
alegría y solidaridad en todos”.

Significado del proyecto político cultural

Un aspecto que marcó significativamente la vida del Tea-


tro Lope de Vega, fue la política partidaria en el Partido de
Pilar. Las nuevas fuerzas, los antiguos partidos, la dictadura
militar, dejarían su huella en la expresión cultural del pueblo
pilarense, con cada movimiento y expresión que tuvo lugar,
tanto para el desarrollo de la obra del teatro, como para su
inauguración, el supuesto cierre temporario, o bien su res-
tauración. Momentos que estuvieron signados por pulsos
políticos que han marcado, el ayer, el hoy y el futuro del tea-
tro Lope de Vega.
El asesor del área de Cultura, Pablo Martínez, dejó en
claro que la restauración del Teatro se ejecutó en el perio-
do actual de gobierno. La idea de “recuperar el teatro” o
su restauración, se constituye en una política que sirve para
mantener “aquello” que se tiene dentro del Partido de Pilar.
Pensando en un escenario político y de gestión, marcado
por la permanencia de la subsecretaria de Cultura, en su

216
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

segunda gestión, agregando además que en la primera


gestión el área de Cultura Municipal, habría funcionado con
presupuesto cero. Pero que en la actualidad, gracias a una
política Cultural Municipal, se logró recuperar todo, incluso
los fondos presupuestarios. Sin embargo, Pilar, turísticamen-
te hablando, aún no ha valorizado al teatro Lope de Vega,
como recurso patrimonial para el desarrollo de la actividad
turística, aun se le esté buscando la vuelta para insertarlo
dentro de un posible circuito como oferta, o para su visita ex-
clusiva. El área de la Subsecretaría de Cultura está armando
y diseñando un Circuito Cultural, el cual uniría al Teatro con
el cementerio, tomando como modelo el recorrido en Reco-
leta, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Dentro de las gestiones que resalta Oscar Mascareño,
destaca la de Manuel Vázquez, que fue el subsecretario de
Cultura, hombre proveniente de partido opositor y que tiene
su propio grupo de Teatro, UT8, con muchos años de de-
sarrollo en la localidad, en la sede de la Sociedad Italiana.
“A veces tiene alguna obra importante”. Irma Zamarripa da
su opinión al respecto al mencionado grupo UT8: “en cam-
bio ellos continuamente están dando obras lindas y siempre
está lleno el teatro”; y el mismo Manuel Vázquez expresa
que él no puede hablar mucho, porque fue subsecretario de
Cultura hasta 2007, pero considera que de ahí para acá, no
fue lo mejor, explica que el Municipio no tenía previsto qué
iba a hacer con el Teatro y ello motivó enfrentamientos con
las autoridades municipales: “la política no se lleva bien con
la actividad cultural, lamentablemente”. A raíz, de cuestio-
nes políticas partidarias, él y su grupo, se vieron obligados
a apartarse y eso hizo que el Teatro Lope de Vega, estuviera
cerrado casi dos años.
En 2003, Manuel Vázquez, a pesar de pertenecer a un
partido político opositor, fue convocado por el actual inten-
dente Zuccaro. Hecho que él mismo destaca, “no soy de su
partido, y me llamó como de afuera para hacerme cargo de

217
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

eso… y lo comenzamos a levantar”. Durante su gestión en la


Dirección de Cultura, procura abrir la Casa de Cultura en la
actual Calle Rivadavia a la altura del 370, logrando trasladar
parte de los talleres a la Casa de la Cultura ya que se hacía
imposible funcionar por la superposición de actividades. Re-
seña los pormenores asociados a la inauguración del Teatro
Lope de Vega, que también estuvo teñida por hechos políti-
cos, que quisieron empañar el acto.
La actual directora de Cultura, según Irma Zamarripa:
“es la que manda, es la esposa del intendente, pero el que
manda es el intendente, pero es otra cosa, no hay una Co-
misión que se ocupe”. Para ella, el tiempo cultural se habría
terminado con “Beto” Ponce de León, y, según su criterio,
habría empezado el problema; deja entrever su disconfor-
midad con el gobierno actual. Cuando se le pregunta a Ma-
nuel Vázquez, si el teatro Lope de Vega estuvo mal aprove-
chado en estos últimos años, comenta que no totalmente,
hubo etapas y agrega preocupado pero lo que no hubo, y
no hay, es un proyecto de cultura, entonces el teatro no se
aprovecha… a medida que pasa el tiempo… se improvisa,
no hay un proyecto serio de política cultural, eso es lo que
joroba”. Con respecto a la política cultural, opina: “¡Ojo!
Hay una política detrás, por supuesto, pero también hay un
ideología detrás de la política cultural, pero no tiene que ser
partidista… por ejemplo yo pienso si está un Partido Popu-
lar al frente, si vos tenés una mentalidad popular, no tiene
que haber variaciones en lo que vayas a hacer con respec-
to a cultura… si vos tenés un partido de centro izquierda y
un partido de extrema derecha y puede haber choque en
algunas cosas, pero no en todas las cosas”. La cultura no
mira la política partidaria, los actores y actrices trabajan,
hacen una obra, pero no sería lo mismo querer dar un con-
cierto para las Señoras del Centro de Pilar, y querer llevarlo
al Barrio Monterrey, demostraría que ahí habría una ideolo-
gía detrás. Hablando de cultura y su continuidad, Manuel

218
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Vázquez, dice: “la forma de tener continuidad cultural, es


siempre separar la Cultura de la política” y sigue diciendo
que él, mientras estuvo en la Municipalidad, nunca hizo uso
del Teatro Oficial Lope de Vega con el grupo de Teatro que
dirige, para que nadie dijese nada y evitar comentarios,
guardando eso de ser “siempre independientes”, cuidando
además su propia imagen, para que nadie tuviera que salir
a escribir: “Manuel el corrupto”.

La remodelación del teatro


El teatro Lope de Vega, funcionó casi sin modificacio-
nes estructurales, hasta que la remodelación le cambia por
completo la cara, antes de los comicios del mes de octubre
de 2007, a través de la gestión del actual intendente Munici-
pal Don Humberto Zuccaro. Las obras habrían comenzado
a fines de 2007, tal cual lo prometido. Después de un corto
impasse, se retoman para darlas por terminadas en febrero
de 2008, antes del día 23, fecha en que se conmemora la
celebración del 188 aniversario de la firma del Tratado del
Pilar, que ese año se constituiría en el tercer año consecutivo
de festejos por lo cual la remodelación se vio apurada.
La obra incluyó: acondicionamiento de las butacas, re-
novación de la alfombra, colocación de aire acondicionado,
realización del cielorraso del escenario, refacción de los ca-
marines y baños, y la colocación de las calles de iluminación.
Entre los elementos donados se contaron, con sanitarios,
griferías, pintura y membranas ignifugas.
Los festejos del Tratado del Pilar fueron el motivo para la
reinauguración del Teatro Lope de Vega. Fueron cuatro días
de una fiesta popular, que buscó revalorizar los objetivos ver-
daderos de su firma. La celebración comenzó el viernes 22
de febrero, y se trasladó hasta el kilómetro 50, contando con
la presentación de artistas y funcionarios como la secretaria
de Educación, Cultura e Integración María del Carmen Ro-
dríguez, la directora de Cultura Municipal, Clarisa Bartolacci,

219
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

el secretario de Cultura de Entre Ríos, Roberto Romaní, y el


intendente Municipal Humberto Zuccaro.
Con respecto a las refacciones, solo dependieron del
Municipio: lo que se iba a modificar, la forma y demás. El
proyecto inicial se quedó en el Municipio; se trataba de una
reforma completa. Según Pablo Martínez, se mantuvo mu-
cho lo que fue el teatro originalmente, no se cambió nada de
la estructura general, siendo un aspecto importante a con-
siderar, a diferencia de lo que opina Manuel Vázquez. “El
teatro se recuperó con la restauración”, las tablas son origi-
nales de los años 70. Y hasta el momento de la restauración,
las butacas tenían el cuero original. Desde el 70 hasta 2008
estaba todo intacto. Agrega que: “Estaba original. Intacto en
verdad, no sería la palabra, sino más bien que estaban los
mismos materiales.”
Alicia, la empleada administrativa del Teatro Lope de
Vega, nos cuenta que entre las cosas que se refaccionaron
están las barandas, que se pusieron nuevas, ya que eran
más angostas, y tenía otro acceso con pasamanos. Las si-
llas, de la entrada, no estaban. Corrobora con sus dichos
que todos los baños, fueron refaccionados. Se cambió todo
el tapizado de butacas, toda la alfombra es nueva. Se pu-
sieron los tres aires frío-calor, el escenario se agrandó. Las
escaleras son originales pertenecen a la antigua estructura,
ya estaban. Lo que no estaba, eran las barandas, que se
pusieron luego. Hay paneles para las escenografías que ya
estaban que luego se pintaron para decorarlos. Los cama-
rines, y sus percheros están hechos todos a nuevo, se trajo
una pantalla que no había. También hubo cambio de luces.
Cuando se menciona la estructura general del techo, nos
muestra donde se ve parte del techo con los paneles contra
incendio, de fibra de vidrio. El sitio donde se sube el telón,
este tiene mecanismo que se accionan a mano, agrega: “es
como era antes, no es igual a los que se usan actualmente
en otros lugares donde se prende un botoncito”.

220
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Oscar Mascareño también destaca lo bueno hecho por


el gobierno actual: “Hacía rato que había problemas graves,
porque se dejaron las chapas originales del galpón, que
eran de fibrocemento. Ahí estaba todos los problemas, el
chaperío es fibrocemento de la época, que aún están. La
estructura son vigas del ferrocarril”.
Para el ex intendente, “Beto” Ponce de León, la remode-
lación es lo que se ve ahora, y agrega: “se habrán arreglado
las butacas el tapizado… pero es lo que era… No se pu-
sieron butacas mejores… Eran esas… Es lo lindo de haber
podido hacer una cosa bien hecha”.
En cierto modo, la restauración del teatro da idea de
continuidad en su revalorización y su estructura como un si-
tio que alberga una necesidad manifiesta local, hecho des-
tacable del período de gobierno actual.

Papel de la Subsecretaría de Cultura


El proyecto del Dr. Humberto Zúccaro brinda a la acti-
vidad cultural un lugar de preponderancia como promotora
de la integración pilarense. Por esta razón la Subsecretaría
de Cultura, impulsa un proyecto claro, preciso y sustentable
tendiente a dar participación a diversos sectores de la co-
munidad en una auténtica descentralización que convoque
e incluya a los diversos actores culturales del distrito.
El Proyecto Cultural de Pilar apunta a unificar esfuerzos,
sumar experiencias, despertar intereses e incluir toda la ri-
queza cultural que cada pilarense posee y esté dispuesto a
aportar para que la obra supere los límites de una gestión
gubernamental, constituyéndose en uno de los basamentos
a partir de los cuales construir el Pilar que todos deseamos:
una comunidad sin exclusiones en la que juntos forjemos “Un
Pilar para todos”.27 Pablo Martínez menciona que al ingresar

27Talleres que ofrece la Dirección de Cultura en la actualidad se cuentan: Animación,

221
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

al Teatro, lo primero que se ve, es la foto de Milagros de la


Vega: “cuando entrás a la sala, la primera foto que se ve, es la
de ella”. Según Alicia, en la actualidad los actores, que llegan
a actuar al teatro, hacen comentarios de la comodidad de los
camarines que no hay en otros teatros. Cuentan con ducha,
agua caliente y nos sigue diciendo que para un artista venir y
encontrar todo ordenado y bien aseado es importante, a pe-
sar de que a veces cuando son grupos grandes, comparten
las instalaciones, y elogian los sanitarios, todo está nuevo. Sin
embargo, hoy el teatro para Alicia, es un teatro chico, sobre
todo cuando se quieren traer obras grandes. No les da la ca-
pacidad, hecho que solucionan subiendo mucho el valor de
las entradas limitando la cantidad de público asistente. Cuen-
ta que algunos actores para actuar en el Teatro Lope de Vega,
piden alrededor de 400 butacas, pero la sala cuenta tan solo
con 207 butacas.
Para Manuel Vázquez, el teatro oficial (el Lope de Vega)
tendría que tener una continuidad, pues considera que des-
de la Municipalidad no entienden, y agrega:

los que están al frente de la Dirección de Cultura, la Mujer del


intendente en este momento, no entiende que lo que se ponga
en el teatro es inversión, ellos lo entienden como gasto, ahí no
habría compatibilidad, no puede funcionar el teatro así, y ade-
más según su visión, tienen otro criterio de lo que es cultura
popular.

Miriam, empleada administrativa del Teatro, nos comenta


que todos los días, de lunes a sábado, hay talleres munici-
pales. Y los fines de semana, hay obras, a veces de danzas,
otras teatro, siendo variada la oferta. Entre los talleres hay
teatro los sábados para los chicos desde la una a las seis de

Artes Visuales, Banda Musical, Canto y Vocalización, Cerámica, entre otros.

222
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

la tarde, y taller de comedia musical para adultos. Los días


de semana, los lunes, comedia musical de chicos; martes:
teatro de adultos; miércoles: teatro de adultos y Teatro Inte-
grado. Así la oferta del teatro es variada y de gran intensi-
dad, concurriendo gente todos los días, tanto a la mañana,
como a la tarde. Los talleres son numerosos y casi gratuitos,
el costo lo asume el municipio, y acuden los mismos jóvenes
y adultos de todos los barrios, incluso llegan a tomar clases
desde otras localidades, y distritos, como Escobar.
Pilar, tiene un cierto movimiento cultural continuo y perma-
nente, según Pablo Martínez. Agrega que además de tener
ofertas en la ciudad Pilar, tienen sedes con características
similares en las localidades de Del viso, otra en Derqui, en
Alberti. La convocatoria, también contempla la participación
de oficios vinculados al arte escénico, como vestuaristas,
maquilladores, utileros. Escenógrafos. Iluminadores, relacio-
nistas públicos, y otros más. Además de su funcionamiento
como sala de espectáculos, durante mucho tiempo cumplió
la función de ser el único lugar donde se daban talleres de
arte, clases de teatro, de música, ensayaba el Coro Municipal,
había talleres de cerámica, talleres de pintura y un montón de
cosas que contribuyeron a su deterioro edilicio.

Conclusiones

La memoria olvida con facilidad… como a veces el olvi-


do es sinónimo de no existencia, de no dejar huellas a pesar
de haberlas. Perderlas, es un pecado cuando ya no hay na-
die que las recuerde, ni las escuche, es perder el significado
y el alma de las cosas pensadas para perdurar. El estudio
rememora parte de la historia de un grupo de personas que
dieron vida al “Teatro Lope de Vega”, enriquecida con: artí-
culos de prensa, entrevistas, reflexiones, escrituras en tríp-
ticos, fotografías, cronologías de los montajes, los elencos,

223
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

las críticas y los recuerdos de quienes fueron protagonistas


de la vida misma de Pilar. Todas las fuentes trascienden el
simple recuerdo enclavado en la memoria de algunos que
fueron parte en ella. Es un documento para la consulta. Un
registro del patrimonio cultural intangible de una localidad
donde las futuras generaciones podrán conocer cómo ha
sido el proceso de hacer un teatro y reconstruir a través de
los relatos la importante participación que tuvo la comuni-
dad, el público y las autoridades en todo el asunto.
El nacimiento del Teatro Lope de Vega no fue al azar, el
mismo movimiento cultural existente eligió “el sitio” que sin
ser originalmente un teatro, dio lugar al nacimiento de un
hecho cultural trascendente. Con el transcurso del tiempo
se constituyó en hito de la expresión cultural fundamental pi-
larense. Además de ser el sitio de expresión del arte, refleja
el alma misma del pueblo. La lectura de artículos de prensa
y de la recopilación y análisis de los datos, dieron lugar a
la visualización de las ventanas de oportunidad que apro-
vecharon personas que objetivaron el estado del alma de
Pilar, basada en el aspecto cultural, posibilitando las cosas
a pesar de los obstáculos, al mismo tiempo que dieron lugar
al desarrollo de la expresión cultural de una comunidad.
Es posible en esta instancia decir que las personas no re-
cordaron ni olvidaron todo, pero sí hubo cosas, hechos, per-
sonajes que quedaron en sus retinas, oídos, pieles, pasando
a formar parte de ellos, que los han acompañado y que dan
cuenta de su significancia cuando se trata de revalorizar, he-
chos que han pasado desapercibidos en sus vidas como algo
mundano sin el rescate necesario que debería comprometer a
la misma sociedad. Tales aspectos han ayudado a la construc-
ción de parte de la memoria colectiva, en la construcción y re-
construcción del pasado asociado a los recuerdos expresados
oralmente por los entrevistados, dando luz no solo al pasado
del Teatro Lope de Vega, sino a sentimientos que resurgen en
su propio significado. Recordar quienes fueron y son, da lugar

224
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

espacialmente y temporalmente, al acto de reconocer y contar


historias, permitiendo el conocimiento que define no tan sólo su
identidad permitiéndose a sí mismos proyectarse en el futuro.
Parte de la memoria colectiva de Pilar, se rescató en los
relatos de Alicia, en el salón del peluquero D´Auria, mien-
tras cortaba el cabello a Mascareño, donde busca alargar
su vida mientras dirige su diario, don Augusto Zamarripa; en
la oficina de Don “Beto”, mientras arregla los detalles de un
nuevo cliente en su funeraria; en el edificio torre, donde se
resguarda y cocina con fineza ricos escones Irma Zamarri-
pa, mientras recuerda y se apoya en el discípulo de Milagros
de la Vega: Manuel. Ahí mismo, en el museo recientemente
inaugurado, en el que se hacen cita, la historia de Lorenzo
López, con Mónica su directora y el recuerdo de “Malena”
en la voz de Elsa Farjat y Carlos Berreta, envuelto en su obra
plateresca, o en los empleados como Miriam, y su hija, o el
asesor de Cultura de la Municipalidad, Pablo. Todos “actores
sociales” del teatro mismo de la vida de su localidad. Todos
ellos dieron señas para construir y reconstruir la memoria
del Teatro Lope de Vega, constituyendo un hito para leer y
contar y luego re-contar desde lo que les pertenece porque
como dice Galeano “una memoria es una experiencia viva”,
no es lo que se guarda para no pensar de nuevo en ello, es
lo que se mantiene para ser seres conscientes de su sentido
y buscar su camino.
El Teatro Lope de Vega, se constituye en un espacio de-
finitivo y propio, pero su estructura aun hoy, sigue generando
distintas posiciones. En este espacio para la expresión cul-
tural, todo debía hacerse, nada fue dado. Con el montaje de
la obra Israfel el teatro se orienta a ser un agente de desarro-
llo y un motor de la cultura en la comunidad local, tendiendo
a utilizar las fuerzas vitales existentes.
Asimismo, se pueden reconocer aspectos relativos a las
actividades políticas del pasado, no desaparecidas en el pre-
sente. La vida política pilarense tuvo su protagonismo, puesta

225
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

al descubierto en cada charla, relato, o anécdota, dejando


aparecer una mecha encendida desde el aquel entonces,
que incidió e incide en las voluntades de quienes fueron y
son protagonistas de la vida del Teatro Lope de Vega, y de la
misma expresión cultural del Partido de Pilar. Las divisiones
políticas, los enfrentamientos, las culpas, los enojos, las mise-
rias, las adhesiones, también se expresaron en estos relatos.
¿Qué es rescatable de todo lo recabado? Pues, absolu-
tamente todo…Todo responde a la misma estrategia que nos
propusimos desarrollar en este documento, para el rescate y
revalorización del patrimonio cultural intangible, adormecido
en el inconsciente colectivo de una sociedad, a la espera
de ser literalmente librado de los tentáculos del olvido. Las
entrevistas abiertas no estructuradas, utilizadas como he-
rramientas de la técnica de rescate de relatos, han sido el
instrumento superador de la estrategia, junto a la pericia del
entrevistador, el cual ha debido recurrir a estrategias, destre-
zas tácticas, habilidades, y astucia, asociadas al arte mismo
de la rutina de la actividad de entrevistar. En efecto, la mo-
dalidad de entrevista no estructurada ha servido como eje
motivador de cada uno de los entrevistados, que han apro-
vechado ampliamente, la disponibilidad de tiempo que se
les ofrecía, junto a un clima cordial, sin apuros, ni presiones,
donde cada momento y argumento se enlaza con otro, en el
mismo espacio en que se desarrollaban sus actividades dia-
rias. La cordialidad, el respeto, el clima amigable, acercaron
constantemente al entrevistado y al entrevistador, dando lu-
gar a nuevas anécdotas propias del traer al hoy, recuerdos
del ayer. La desinhibición y la naturalidad del la charla, como
si se tratara de amigos, ayudó no solo a acarrear desde la
memoria, hechos casi olvidados, sino que ayudó a recordar-
los en los detalles, en el tiempo en que transcurrió la charla.
Solo se quiere aquello que se conoce, no esperemos otra
cosa a la hora de pensar en la conservación del patrimonio
cultural de los pueblos, aun cuando pensamos en el desarro-

226
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

llo. Debemos conocer de dónde venimos para no confundir el


camino del hacia dónde vamos. El resguardo, conservación,
y restauración de sitios culturales importantes, son tales si se
conoce su historia, sino, solo se convierten en sitios viejos,
húmedos, desprovistos de interés para las generaciones ac-
tuales, dando lugar a su reemplazo por edificios modernos,
sin importar el esfuerzo de las generaciones pasadas.
¿Qué tan importante es un edificio desvalorizado, del
cual no se conoce su historia, de aquel que a través de ella
se ha convertido en un sitio que despierta interés en las so-
ciedades motivando incluso el flujo de turistas y el desarrollo
sustentable de los pueblos? ¿Cuál es el valor monetario que
puede tener incluso un objeto, sitio, edificio, con historia de
otro sin historia? Pues, justamente de eso, habla este tra-
bajo. Solo se revalorizará al Teatro Lope de Vega, si se da
luz a los relatos de los protagonistas posibilitando conocer
su origen, eventos, sucesos, peleas, anécdotas, hechos, los
cuales, aún sin que la sociedad lo sepa lo mantienen en pie.
El hecho de que el Teatro Lope de Vega, ya no figure en
el sitio web como atractivo turístico, dada su exclusión como
sitio histórico y de relevancia cultural para el partido, pone de
manifiesto la falta de valorización y conocimiento de la Socie-
dad Pilarense de este edificio, por lo que se espera que este
documento sirva de ayuda a su revalorización, incluyéndolo en
un futuro circuito cultural de la ciudad, en su área central, junto
a otros atractivos como la Plaza, el Palacio Municipal la Iglesia,
el Museo, el Cementerio, digno de ser visitado por los turistas.

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Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

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Canal TELERED Entrevista en mes de mayo 2011 - Directora
de Obras del Municipio de Pilar.
La Nación, Suplemento Cultura, 18 de julio del 2001.
El Resumen, de Pilar - El Diario de Pilar.

229
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Situación turística de la localidad


de Carlos Keen.
Partido de Luján, Provincia de Buenos Aires

Mauro Zagel

Introducción

En el marco de mi participación en el proyecto de acróni-


mo STRAVAL y de título completo “Studies, training, so-
cio-economical valorization and management of natural,
cultural and monumental property for the promotion of the
local societies of Latin America” (Argentina, Brazil and Mexi-
co) y con contrato número (Grant Agreement Number): PIR-
SES-GA-2009-269227, financiado por el Programa Marco
7 (FP7) de la Comisión Europea, a través de People Marie
Curie Actions (IRSES), el presente trabajo, con un enfoque
sistémico, pretende contribuir con un estudio de caso que
reconozca recursos turísticos y ambientales para propiciar
la puesta en valor del patrimonio de la localidad de Carlos
Keen, partido de Luján.
El eje, sin intervenir en la cotidianeidad ni el desarrollo
local, está puesto en contribuir en la diversificación y ge-
neración de nuevas oportunidades para el desarrollo del
turismo. Esto supone realizar un estudio no intervencionista
de conservación con un análisis multidisciplinario que ten-
ga en cuenta todos aquellos elementos valorados o no, por
la comunidad local, abarcando la arquitectura, el paisaje, el
medio físico, la biodiversidad, historia, los procesos y técni-
cas que transformaron el espacio, es decir todos aquellos
bienes y valoraciones excepcionales del lugar con el fin de

230
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

aprovechar esta actividad turística en un beneficio para la


localidad y la región.
Diversas experiencias académicas y laborales sobre si-
tios con características similares permiten dilucidar algunas
situaciones de uso turístico, posibles amenazas que de no
ser tratadas pondrían en peligro el desarrollo turístico y sus
recursos. Partimos de la base que la conservación in situ se
puede llevar a cabo con la actividad del turismo rural en el
caso de Carlos Keen, y se debe realizar de manera que no
se afecte los recursos naturales y culturales que se compar-
ten con la actividad turística. Para ello resulta conveniente
conocer los elementos naturales y antrópicos que dieron y
dan identidad a Carlos Keen, lo cual no minimiza las ame-
nazas ni soluciona las problemáticas que vivencia pero si
agrega un nuevo valor, genera un punto de medición y sobre
todo brinda una herramienta para la gestión del lugar.
La intención de reforzar la protección de los recursos
patrimoniales, culturales y naturales, genera por si sola una
nueva mirada sobre el sitio, porque crea conocimientos, obli-
ga a reconsiderarlos recursos y la acción de prácticas turís-
ticas más amigables. Generar conciencia de conservación
de los recursos patrimoniales valorados o de aquellos que
corren el riesgo de ser olvidados o destruidos, puede crear
nuevas oportunidades de desarrollo local un mayor sentido
de pertenencia sobre la localidad, de esta manera se evi-
ta solo preservar símbolos patrimoniales que son valorados
bajo un contexto social y un periodo temporal determinado.
Pretender no impactar negativamente sobre el paisaje
natural y el edilicio del pueblo de Carlos Keen, ni sobre la
cotidianeidad de los pobladores, conservando esas carac-
terísticas ambientales que por diversas circunstancias cons-
truyeron este patrimonio requiere un esfuerzo conjunto de
todos los actores involucrados.
Existe cierta puesta en valor del patrimonio de la locali-
dad, aun así son escasas o nulas las prácticas de educación

231
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

ambiental que deben ser implementadas in situ y de ma-


nera constante generando una nueva mirada movilizadora
que sensibilice los pobladores y los visitantes acerca de la
importancia de la conservación del patrimonio natural y cul-
tural. Con esta intencionalidad, el trabajo aporta un docu-
mento de consulta apto para impulsar bases para investiga-
ciones científicas, para fundamentar la toma de decisiones y
generar diferentes propuestas de gestión a fin de mejorar la
calidad de vida conservar las tradiciones y costumbres que
son fuente del turismo y de la cultura local y evitar posibles
impactos ambientales negativos.

Justificación

La demanda turística de espacios rurales tiene relación di-


recta con el proceso de urbanización y densificación po-
blacional que abarca a todo el planeta, y a nuestro país en
particular, que suscita diversas problemáticas ambientales
específicas, derivadas del crecimiento improvisado de las
ciudades, a la cotidianeidad de los ciudadanos, con antago-
nismos tales como los ritmos de vida evidentemente acele-
rados por momentos y con comportamientos como el seden-
tarismo que se lo aprecia con mayor frecuencia e intensidad,
el cual se convierte en un factor de riesgo en desmedro al
ejercicio físico, el ocio y la alimentación.
Esta renovada y aglomerada forma de vida urbana sur-
ge como consecuencia de determinadas actividades, falta
de incentivos públicos y nuevas tecnologías que hacen más
fácil ser sedentario, sin importar la edad están demandando
cambios en la conducta de las personas y en el ofrecimien-
to de los lugares. Por ejemplo, los estudiantes de escuelas
primarias hasta universidades pasan las largas jornadas de
estudio presencial y no presencial sentados frente a una
computadora o monitor, la frecuencia con que se consume

232
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

comida chatarra o al paso que consumen, el cada vez más


frecuente uso del automóvil por falta de transporte público,
los horarios y tipos trabajos que exigen a la persona estar
sentado por varias horas encerrados en una oficina o al fren-
te a un monitor. Estos factores combinados con las horas de
ocio que se pasan frente al televisor, internet, videojuegos y
comida chatarra entre tantas otras causas.
El sistema de asentamientos humanos argentino expone
un alto grado de urbanización siendo la provincia de Buenos
Aires una de las principales en cuanto a este fenómeno. En
2001 la población urbana total en Argentina era del 89,3%
y para 2015 según las proyecciones del INDEC, la tasa de
urbanización ascendería al 94% y, en consecuencia, va a re-
ducir la actividad física, consumir alimentos procesados con
muchas calorías, y menos frutas y verduras frescas.
En este contexto la mayoría de los pueblos rurales del
país sufren y/o sufrieron la pérdida de pobladores y hasta
casi la desaparición total de población permanente; esto se
debe a diversos factores; en la actualidad los cambios en el
modo de producción es uno de los principales, a los que de-
bemos agregar como causante histórica de esta migración
interna, la falta de medios de transporte, la falta de trabajo
y servicios; este proceso comienza a ser marcado desde la
década de 1930 y provoca una densificación urbana a los
que se suman los inmigrantes europeos; entre ambas co-
rrientes migratorias se conforma el gran Buenos Aires. Este
proceso no solo afecta a nuestro territorio sino que se corres-
ponde con un proceso global originado en la busca de una
mejor calidad de vida de los pobladores rurales.
Asociado a esta urbanización y nuevos hábitos urbanos,
se da un crecimiento del turismo en Argentina, a semejanza
del resto del mundo; según el titular del Instituto Nacional de
Promoción Turística en el 2011 Argentina fue uno de los paí-
ses en los más creció el arribo de turistas internacionales des-
de 2001 al 2010 con 102 %, por encima del 33% que creció el

233
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

turismo en el mundo y es el país más visitado de Sudamérica,


por encima de Brasil y Perú. Este crecimiento representa una
oportunidad para generar un desarrollo ambientalmente apto,
siempre bajo los principios de la planificación e investigación
de la actividad turística, para revertir el proceso de abandono
y deterioro del patrimonio de Carlos Keen.
El interés por la localidad de Carlos Keen surge de su
accesibilidad, cercanía a la ciudad de Luján y porque es un
destino que refleja la situación de migración. Estas caracte-
rísticas son positivas para el desarrollo del turismo sustenta-
ble; el Área Metropolitana de Buenos Aires, facilita una red
de rutas y caminos que permite llegar rápido y cómodamen-
te; esto lo posiciona de manera favorable respecto a otros
pueblos rurales; otra particularidad es que se encuentra a
pocos minutos de la Basílica de Luján, considerada como
una de los sitios religiosos más visitados de Latinoamérica,
el cual alcanza a congestionarse en los días de fiesta religio-
sa, esto permite recibir un importante caudal de visitantes
que buscan los atractivos naturales, históricos, gastronómi-
cos y religiosos de Carlos Keen.

Objetivos

Obtener una descripción general del área, logrando una ca-


racterización de su patrimonio natural —de las comunidades
biológicas naturales y/o artificializadas— y de las activida-
des antrópicas.
Reconocer y analizar información básica disponible y des-
cribir los elementos y ciclos de procesos naturales y culturales.
Evaluar los principales recursos turísticos asociados al
turismo rural.
Ampliar el conocimiento de los principales atractivos
turísticos sobre la base de información relevante de Carlos
Keen.

234
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Reconocer los recursos patrimoniales característicos de


calidad ambiental susceptibles de ser transformadas por la
actividad turística.
Generar un documento de consulta que sirva como base
para futuras investigaciones.

Marco teórico

Son diversos los estudios que registran un cambio en el


comportamiento de los turistas de la sociedad moderna;
hay coincidencias en que, sin dejar de lado las vacaciones
clásicas de sol y playa con turistas pasivos, cada vez más
son las personas que se vuelca hacia el uso, el disfrute y
el deseo de nuevas experiencias más cercanas a los orí-
genes de la cultura y la realización de actividades que los
relaciona con la naturaleza; en este escenario las activida-
des de ecoturismo adquieren cada vez mayor importancia.
Esta nueva demanda de la actividad turística asociada las
modalidades conocidas como escapadas de fin de semana,
fomenta nuevas oportunidades en aquellos sitios ubicados
estratégicamente, los turistas entonces basan sus deman-
das en las necesidades individuales y colectivas del cono-
cimiento de su herencia e identidad, en relación al ocio, y la
participación de actividades para la conservación ambiental
y el bien común. El desarrollo tecnológico y su accesibilidad
han facilitado las comunicaciones y el desplazamiento de
las personas hacia sitios que eran considerados de difícil
acceso, esto posiciona al denominado turismo rural o al eco-
turismo en una situación ventajosa.
El turismo rural permite cubrir la creciente demanda
causada por la sensibilización ambiental, la curiosidad de
comprender el modo de vida rural que también es parte de
la memoria y la identidad colectiva del propio turista interno.

235
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Muchas de las actividades que los turistas pueden


realizar en los establecimientos se vinculan con la históri-
ca interacción entre el hombre, la naturaleza y el proceso
de construcción de este paisaje rural. Al evocar y recordar
numerosos testimonios de valor patrimonial como métodos,
creencias, tradiciones, procesos productivos por nombrar
algunos; el turista logra comprender las raíces de su heren-
cia con las que se identifica y que formaron los valores que
actualmente posee.
Con el desarrollo tecnológico de los procesos productivos
agrarios, el patrimonio tangibles e intangibles de los pueblos
rurales se han convertidos en recursos turísticos; en algunos
sitios se lo valorizo turísticamente por la demanda y en otros la
oferta surgió por la simple imitación de otros sitios con carac-
terísticas similares. La particular relación que han mantenido
estos pueblos rurales con sus recursos naturales a lo largo
de los años han conformado, en muchos casos, un espacio
que excede lo puramente físico y territorial, donde confluyen
variadas creencias con fuerte contenido simbólico.
El turismo rural puede estimular una mayor conciencia
ambiental y despertar el sentido de pertenencia por parte de
los residentes cuando este genera nuevos beneficios econó-
micos a los pobladores locales, también cuando observan
a los turistas, disfrutar del patrimonio que les pertenece del
que forman parte, sea histórico, cultural y natural. Resulta
significativo mantener la identidad del pueblo mediante la
conservación del patrimonio natural y cultural; es necesario
evocar y recordar los valores del pueblo rural como parte de
la memoria colectiva para la revalorización de las costum-
bres, tradiciones y modo de vida; teniendo siempre presente
el medio natural y construido que conforman el paisaje, el
cual fue el resultado de las practicas llevadas a cabo en este
espacio y que alberga un conjunto de valores y bienes de la
comunidad local.

236
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

No obstante la situación ventajosa del turismo rural para


el desarrollo del pueblo, existe el riesgo causado por el mal
uso del patrimonio, el potencial peligro de su deterioro e in-
cluso la pérdida patrimonial o bien que se le otorgue otros
valores en una no deseada re significación del patrimonio
local. La transculturación puede causar pérdidas en la iden-
tidad del pueblo siendo que este es su recurso más valioso
para la actividad turismo rural, realizar turismo en un pue-
blo rural exige de manera inmediata la conservación de los
símbolos y de las principales manifestaciones culturales. El
turismo rural tiene la particularidad de ser complejo porque
los recursos son compartidos con la comunidad local.
El patrimonio contiene elementos tanto naturales como
culturales que en Carlos Keen podrían resumirse de la si-
guiente manera: por un lado, las características del ambiente
natural, los ecosistemas, la biodiversidad existente, el relieve
y el paisaje; por el otro, la historia, las tradiciones, las festivida-
des, la gastronomía, las costumbres y creencias populares, la
arquitectura, los monumentos y sitios arqueológicos, así como
cualquier otra manifestación de la cultura propia del lugar, ya
sea tanto en aspectos tangibles como intangibles.
La población de Carlos Keen tiene intereses comunes con
el turismo, ambos hacen uso de la infraestructura existente y
del estado de los recursos patrimoniales; de esta relación se
reciben beneficios o en caso contrario, efectos no deseados
que se reflejarán en un impacto nocivo para el medio am-
biente, el patrimonio, la cotidianeidad y el desarrollo local y
afectando tanto la actividad del turismo como al poblador lo-
cal. Por ello la conservación no pasa por las intenciones o las
declaraciones de protección; el patrimonio cuando realmente
es protegido y utilizado de manera sostenible genera una car-
ga simbólica y cultural que refleja se convierte en uno de los
componentes de la calidad de vida de esta comunidad.
Alcanzar una alianza estratégica en un modelo de desa-
rrollo turístico que beneficie a ambos sectores demanda un

237
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

uso de los recursos turísticos y patrimoniales desde la sos-


tenibilidad y la conservación patrimonial, enmarcado en un
modelo de desarrollo que incorpore la responsabilidad em-
presarial, la solidaridad y el respeto del patrimonio público y
políticas de Estado enmarcadas en el desarrollo sostenible.
Los atractivos como los museos, las manifestaciones
religiosas y culturales, las obras de arte y científicas, los
procesos y técnicas productivas, los sitios históricos y ar-
queológicos; sin dejar de lado a los sitios naturales como
el río Luján, los arroyos, las cañadas, la flora y la fauna au-
tóctonas, las localidades rurales; es decir, todos aquellos
los lugares, creencias o elementos que por el interés que
despiertan en la población, generan un desplazamiento vo-
luntario de la misma hacia ellos, son el elemento básico del
turismo en el partido de Luján.
Los atractivos que surgen del patrimonio de la localidad
de Carlos Keen son el componente fundamental para el fun-
cionamiento del turismo y está compuesto por el conjunto
de elementos inmateriales y materiales que son suscepti-
bles de ser utilizados para conformar un producto turístico.
El atractivo que genera la localidad es solo un complemento
al principal centro de atracción turística de la región que es
la basílica de Luján, pero deben complementarse con otros
para convertir al partido de Luján en un destino turístico di-
verso, también para descongestionar la ciudad en aquellos
días donde los peregrinos se nuclean.
Se debe tener presente que el recurso turístico en la ma-
yoría de los pueblos rurales, también es utilizado por el po-
blador local, no se define por su propia existencia sino por su
capacidad para satisfacer las necesidades del turista, y que
son aquellos bienes y servicios que por intermedio del uso
para el turismo satisfacen las necesidades de la demanda,
este recurso es dinámico y depende del modo de uso que
estos tengan, del conocimiento y la capacidad tecnológica;
al igual que el patrimonio es un concepto subjetivo, relati-

238
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

vo y netamente funcional. Con el uso, el conjunto de recur-


sos turísticos complementado con los atractivos se pueden
transformar en un producto turístico. Cuando los recursos se
pueden desarrollar varias acciones de forma lógica, soste-
nible y acorde a las necesidades del turista y del poblador;
cuando la relación es beneficiosa a ambos sin perjudicar al
patrimonio, se podría decir que se desarrolla de un producto
turístico de manera sostenible.

Universo espacial y accesibilidad

La provincia de Buenos Aires, mantiene de una posición


central en la economía de la República Argentina; por ello,
se pueden encontrar muchos pueblos rurales vinculados al
ferrocarril, cada uno de ellos con una identidad propia, que
les otorga un atractivo singular respecto del resto. Carlos
Keen es uno de ellos y propicia un espacio de visita y de
encuentro con manifestaciones culturales, emprendimientos
económicos regionales, paisajes con especies animales y
vegetales propias de la región pampeana, con marcas patri-
moniales ideales para conocer la cultura pampeana.
La Argentina conformó por la unión federativa de las pro-
vincias que surgieron después de la disolución del Virreinato
del Río de la Plata. Cada una de estas provincias es autó-
noma y a su vez esta subdividida en distritos, en el caso de
la Provincia de Buenos Aires está conformada por 134 par-
tidos. Uno de ellos es el partido de Luján que se encuentra
al Noroeste de la provincia de Buenos Aires y al Oeste de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La ciudad cabecera
del partido se halla a orillas del Río Luján y lleva su nombre.
También integran este territorio otras seis localidades: Jáure-
gui, Open Door, Torres, Cortínez, Olivera y Carlos Keen.
Los límites políticos del partido de Luján son, con el par-
tido de Exaltación de la Cruz al Norte; con Pilar al Noreste;

239
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

con General Rodríguez al Este; con General Las Heras al


Sudeste; con el partido de Navarro al Sur; con Mercedes al
Sudoeste; y al Oeste con el partido de San Andrés de Giles,
el más próximo a la localidad de Carlos Keen.
Carlos Keen se sitúa en las coordenadas S: 34° 29’ 10´´
y W: 59° 13’ 12´´ a solo 83 km de la ciudad de Buenos Ai-
res. Se encuentra posicionada muy próxima a la ciudad de
Luján, a unos 13 km hacia el Norte de ella y cercana a las
localidades lujanenses de Open Door, Cortínez y Torres.

Accesos

La ciudad de Luján posee buena accesibilidad terrestre


ya que cuenta con distintas rutas viales y ferroviarias para
llegar desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Los accesos a localidad de Carlos Keen también son terres-
tres aunque solo es posible a través de caminos secunda-
rios desde de Luján y sus localidades vecinas.
Desde la CABA, la autopista facilita el acceso y se en-
cuentra señalizado su recorrido. El transporte que utiliza casi
la totalidad de los visitantes de Carlos Keen es el automóvil.
Desde la CABA se puede acceder por el Acceso Oeste, lue-
go Ruta Nacional 7 hasta el km 72, donde se debe tomar el
camino histórico conocido como “Acceso a Carlos Keen”,
por el cual se deben recorrer unos 10 km.
Otro acceso desde CABA, es utilizando la Autopista 25
de Mayo, siguiendo por la Autopista Perito Moreno, para
continuar por el Acceso Oeste hacia la ciudad de Luján. Por
la misma autopista se deben recorrer 7 kilómetros desde la
ciudad de Luján e ingresar en el camino histórico ya citado.
Las alternativas de accesos a la ciudad de Luján son a tra-
vés de las carreteras 5 y 7, la Autopista del Oeste, y las rutas
provinciales 6, 192 y 47.
El transporte público permite varias opciones. Mediante el
uso de los minibús o charters que salen de la CABA (Cerrito

240
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

y Paraguay/ Cerrito y Viamonte / Cerrito y Sarmiento / Lima y


Belgrano / Lima e Independencia) hacia la ciudad de Luján.
La Línea de bus 57, que parten desde Plaza Italia (Palermo) y
Plaza Miserere (Balvanera) desde la CABA hacia Luján.
También es posible arribar utilizando la Línea Ferroviaria
T.B.A (Trenes Buenos Aires, ex Línea Sarmiento) que sale de
la Estación Once de CABA y une dicha ciudad con la locali-
dad bonaerense de Mercedes. Para llegar a Luján se debe
realizar un trasbordo en la ciudad de Moreno.
Desde la terminal de ómnibus de la ciudad de Luján se
puede acceder a Carlos Keen a través de la Línea local 503.
La red vial de Carlos Keen se encuentra en buen estado,
las calles principales que rodean la estación ferroviaria están
asfaltadas, lo cual favorece la accesibilidad en días lluvio-
sos; los accesos a la localidad se encuentran en muy buen
estado y mantienen fluidez vehicular.
El resto del trazado urbano conformado por las calles in-
ternas de Carlos Keen carecen de asfalto y aunque poseen
un mejorado que no tiene un mantenimiento constante es
frecuente encontrar calles en mal estado, lo mismo suce-
de con el acceso por la Ruta provincial 6 que se encuentra
con una obra sin finalizar, sin señalización y deteriorado de
tal forma que obstaculiza a quienes deseen acceder desde
Campana o Pilar por esta vía. Traza de rutas viales y férreas.

Universo poblacional y temporal

Es importante reconocer a todas las personas que utilizan de


una u otra forma la localidad de Carlos Keen, para compren-
der cómo pueden afectar su patrimonio. Entre los usuarios
podemos distinguir tres categorías; la “Población Estable o
Residente” integrada por aquellas personas que permane-
cen más de tres meses, en la actualidad es número pobla-
dores asciende a 506 habitantes; otra de las categorías de

241
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

importancia para el área de estudio son los identificables


como “Visitantes del día” —de magnitudes variables según
la época del año y el horario—, los cuales son de principal
interés porque ocasionalmente incrementan en varias veces
la población estable y quienes generan ruidos, congestión,
contaminación visual y el consumo de los recursos locales
en niveles de importancia; por último, hay un número reduci-
do de “Turistas”, es decir, visitantes que pernoctan al menos
por una noche en los distintos ofrecimientos de hospedaje
del lugar que lógicamente causa otro tipo de demanda de
los recursos.
Carlos Keen y la Basílica de Luján se posicionan estraté-
gicamente a pocos minutos o kilómetros, siendo que ambos
sitios poseen buena accesibilidad entre sí y desde Buenos
Aires, la región más densamente poblada de la Argentina
que incluye al área metropolitana, lo cual posiciona favora-
blemente este tipo de oferta turística.
Estimaciones del Banco Mundial sobre la base de las pers-
pectivas de la urbanización mundial da para la Argentina con
valores elevados incluso comparado con el resto del mundo,
esto marca una tendencia positiva para el turismo rural.
La Basílica es el principal atractivo de la zona, la imagen
de la Virgen de Luján es un referente religioso y actúa como
un importante centro de atracción de visitantes, “allí acu­den
distintos tipos de peregrinaciones, que suman entre 4, 5 y 6
millones de personas por año” Iglesias, (A. N. y D. Lanson,
2010). Carlos Keen, por su proximidad geográfica y ofreci-
miento gastronómico provoca la atracción de algunos de es-
tos visitantes, en días festivos suele como el día de la Virgen,
8 de diciembre o el día de Luján, 8 de Mayo, suele superar
el número de visitantes al de residentes en varias veces cau-
sando problemas de gestión en los servicios básicos, tanto
en la ciudad de Luján como en Carlos Keen.
Para comprender la dinámica poblacional fue necesario
observar durante un año el comportamiento de la población

242
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

local y los visitantes, porque las condiciones climáticas in-


fluyen notoriamente sobre el dinamismo de los visitantes;
con ello se logra una interpretación de la dinámica de Carlos
Keen la cual permita comprender y proponer, lineamientos
de gestión en afán de generar nuevas oportunidades de de-
sarrollo sin perder calidad ambiental.
Se debe aprovechar el interés y la necesidad de los visi-
tantes de conocer y disfrutar del contacto con la naturaleza
y la cultura rural. Si bien se realizan varios micros emprendi-
mientos de tipo gastronómicos aún quedan muchos aspec-
tos por aprovechar. Estas inversiones frenan el proceso de
pérdida poblacional y de abandono de infraestructura; hasta
podría revertir si la actividad turística es planificada.

Intervención en el espacio

El espacio natural fue intervenido incluso desde antes de


que se concreten los primeros asentamientos del hombre,
siendo que el continente americano fue despoblado por el
hombre; los primeros pobladores y sus actividades econó-
micas y expresiones culturales en la región no dejaron gran-
des marcas; más recientemente, con la migración europea,
se produce una continua intervención presente a lo largo de
los asentamientos humanos, que deja marcas desde sus orí-
genes hasta el presente.
Tanto en Carlos Keen como en otros espacios se apre-
cian diferentes expresiones o marcas de intervención de
periodos previos, que respondieron a las necesidades del
poblador, a su economía. En este sentido se ha adaptado e
intervenido en el paisaje natural hacia uno construido para
facilitar la vida de los residentes; es posible en Carlos Keen
observar que aún se mantienen en las primeras construc-
ciones del pueblo, aquellos elementos de la naturaleza tras-
formada en los materiales utilizados, como el suelo, la flora

243
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

o maderas y el agua, aunque también hay otros materiales


introducidos, tales como hormigón, metal, asfalto que inter-
vienen fuertemente en el paisaje y más fuertemente en los
últimos años.
En el marco de estas transformaciones la comunidad ha
decidido garantizar la posibilidad del uso y apreciación del
espacio público y privado por parte de todos los ciudada-
nos que aún mantienen esos elementos naturales propios
del paisaje, para lo cual se han creado cierta regulación que
interviene fuertemente en el espacio. Esto hace que todos
los pobladores y visitantes disfruten de los bienes colectivos
de forma equitativa.
El 28 de septiembre de 1989 se declara de Interés Muni-
cipal la Conservación, Preservación y Revalorización de las
características y valores medioambientales que presenta la
localidad de Carlos Keen, según Decreto Municipal 1472/89.
El 31 de mayo de 1990 Carlos Keen fue declarada de inte-
rés turístico provincial de la provincia de Buenos Aires, según
Resolución 17/90.  También se establece Zona de Preserva-
ción de Carlos Keen, según Ordenanza Municipal 4580/03.
Según Comisión Nacional de Monumentos y lugares His-
tóricos, Decreto 513/07, fue declarado Zona de preservación
de la localidad de Carlos Keen (en su calidad de poblado
histórico) al perímetro delimitado hacia el NORDESTE por la
línea quebrada formada por las calles 16 desde la 21 hasta la
calle 7; desde allí por la calle 7 hasta la calle 20; y desde allí
por calle 20 hasta la calle 3; hacia el SUDESTE por la calle.
En noviembre del 2008 la Secretaría de Turismo, junta-
mente con El Banco de la provincia de Buenos Aires y el
Ministerio de Asuntos Agrarios, desarrollan el programa
“Pueblos Turísticos”, que tiene como propósito promover e
incentivar el desarrollo de actividades y emprendimientos
turísticos sostenibles en las pequeñas localidades de la pro-
vincia de Buenos Aires, generando identidad, fuentes de
empleo, recursos genuinos y favoreciendo el arraigo. Su di-

244
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

seño y funcionamiento responden a una lógica intercultural,


intersectorial, descentralizada y esencialmente participativa.
Esto último constituye un eje estratégico de las acciones que
se desarrollan.
El Programa, dependiente de la Dirección Provincial de
Turismo Comunitario, busca poner en valor todos aquellos
recursos patrimoniales y/o extra patrimoniales existentes en
las pequeñas localidades, muchas veces no dimensiona-
dos, y generar emprendimientos turísticos auto-sustentables
y sostenibles, donde los pobladores locales sean los prota-
gonistas activos del proceso. Por ello se fomenta una nue-
va relación entre el Estado y las pequeñas localidades, que
permita, a través de la actividad turística, la generación de
recursos genuinos, la creación de empleos y la consecuente
mejora en la calidad de vida, el fortalecimiento de la identi-
dad local y una nueva perspectiva de futuro.

Diagnóstico de Carlos Keen

Este apartado considera el conjunto de elementos que inte-


gran el patrimonio de valor paisajístico comprendidos por un
medio ambiente cuya valorización da lugar al desarrollo del
turismo; se trata de recursos sobre los cuales es necesario
interactuar para la implementación de una gestión ambiental
del área en estudio. Para ello se consideran y describen de
manera detallada los elementos, factores y ciclos de mayor
importancia tanto del medio físico como los del medio so-
cioeconómico y cultural.
La intención es reconocer y analizar información bási-
ca que dieron identidad a la localidad y sobre los que se
identifican los pobladores de Carlos Keen; es decir, aquellos
elementos patrimoniales como lugares, objetos o estableci-
mientos de interés para el turista y el poblador.

245
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Infraestructura de servicios

La infraestructura del turismo es entendida como el con-


junto de medios físicos y económicos que constituyen la
base que sustenta el desarrollo de la actividad y comprende
a la calidad de atención de los mismos; estos convertidos en
servicios para turismo permite el desarrollo de la actividad e
incluye, por citar algunos, a todos los medios de transporte,
comida, atracciones, hospedajes y otros servicios como ser-
vicios médicos y de guías de turismo.
Su principal función es vincular entre sí a los pobladores,
visitantes y turistas a fin de dar respuesta o resolver sus ne-
cesidades a fin de permitir y facilitar la circulación de perso-
nas, mercaderías, fluidos, energía y noticias.
La infraestructura considera las obras y servicios públi-
cos y privados, sobre la prestación de la salud, la educa-
ción, medio ambiente, seguridad, alimentación y la vivienda.
Esta infraestructura se distingue según su tiempo de
disposición y puede ser un servicio que se da a un sector
que opera en una localización precisa o las que sirven a to-
dos los sectores sin pertenecer especialmente a algunos de
ellos, aunque circunstancialmente pueda beneficiar a unos
más que otros; como lo es el acceso principal a Carlos Keen.

Forman parte de la misma:


v Servicios básicos (agua potable, centros de salud,
educación, electricidad y alumbrado público, segu-
ridad, recolección de residuos, arbolado público,
saneamiento y cuidado ambiental)
v Transporte (autobús, taxi, remis, ferrocarril)
v Red vial (integrada por los caminos y rutas existentes
con su respectiva señalización. Se debe incluir aun-
que en desuso la red ferroviaria)
v Otros servicios (gas natural, comercios, clubes, telé-
fono e internet y comunicaciones, biblioteca)

246
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

En el caso de Carlos Keen, la localidad tiene diversa


prestación de servicios que la posiciona favorablemente
frente a otros pueblos rurales; se puede reconocer como un
pueblo rural con un amplio desarrollo de infraestructura para
el local y que está directamente relacionada al turismo.
Los servicios gastronómicos se prestan por más de una
docena de restaurantes estilo campo y se advierte la instala-
ción de nuevos restaurantes; estos ofrecen platos típicos de
la región, con especial énfasis en las carnes asadas. Ello es
demostrativo que la gastronomía es el servicio turístico más
desarrollado, con una amplia diversidad de ofertas; posee
una gran variedad de restaurantes y parrillas, ubicados prin-
cipalmente sobre las cuatro calles que rodean la antigua es-
tación como el área principal, aunque también existen otros
establecimientos más alejados del casco urbano como así
también en las inmediaciones del casco urbano situadas de
forma dispersas entre las casas de comida. Los diferentes
sitios poseen un menú variado y en general se mantiene una
cocina de tipo casera y artesanal con productos naturales
que recuerda a las comidas típicas de la región. La oferta no
se acota estrictamente al asado criollo, también las pastas ar-
tesanales, otros tipos de carnes a las brasas, estofados, pes-
cados, vegetales a las brasas, empanadas en horno de barro,
fiambres, embutidos, pan casero, comidas al disco, postres y
tortas. También se ofrecen productos regionales y naturales
sin del lugar como fiambres, hongos, miel, dulces y panes.
El servicio gastronómico es acompañado por una de-
coración típica pampeana; los locales están radicados en
construcciones antiguas o que mantienen su fachada y el
pueblo en general poseen una ambientación decorativa con
elementos utilizados las actividades rurales durante el siglo
pasado, esto genera un entorno amigable paro el desarrollo
de este rubro.
Como toda actividad turística el hospedaje u alojamien-
tos resulta un factor fundamental; en la zona encontramos

247
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

aproximadamente de una decena de alojamientos para los


visitantes, divididos entre chacras, posadas, estancias, ca-
bañas, campings y bungalós. Muchas de las plazas son
ofrecidas por establecimientos gastronómicos, los cuales
dan la posibilidad de pernoctar en ellos o lugares asociados;
también se presencia algunas casas de fin de semana o ca-
bañas para alquilar; unos pocos alojamientos tipo rural como
granjas, donde hospedarse y un camping algo distante.
La calidad de los alojamientos es muy variada y en oca-
siones no cumple con las expectativas de los turistas y los
mejores hoteles se localizan en la ciudad de Luján, esto in-
fluye en el comportamiento de la demanda que prefiere a
Carlos Keen como un destino gastronómico.
La red vial se encuentra en buen estado, las calles prin-
cipales que rodean la estación ferroviaria están asfaltadas lo
cual favorece la accesibilidad los días lluviosos; los accesos
a la localidad se encuentran en muy buen estado y mantienen
fluidez vehicular. Acceder desde Luján o desde la Ciudad Au-
tónoma de Buenos Aires no reviste dificultad, la autopista fa-
cilita el acceso tiene buena señalización en todo su recorrido.
El trazado urbano conformado por las calles internas de
Carlos Keen carecen de asfalto aunque poseen un mejora-
do, exceptuando la calles asfaltadas que rodean la estación
de tren, no tienen un mantenimiento adecuado lo mismo su-
cede con el acceso por la Ruta provincial 6 que se encuentra
con una obra sin finalizar y deteriorado de tal forma que es
una barrera para quienes deseen acceder desde Campaña
o Pilar por esta vía.
Localidad cuenta con servicios de infraestructura vincu-
lados al turismo como:
v Energía eléctrica proveniente de la red eléctrica de
Luján y es distribuida por la Cooperativa Eléctrica y
de Servicios Públicos Lujanense Limitada.
v Gas natural
v El trasporte público corresponde a la línea de colecti-

248
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

vo “503”, la única que realiza su recorrido desde Lu-


ján a Carlos Keen, cada dos horas; las líneas férreas
están abandonadas desde hace más de 30 años.
v Servicio telefónico fijo y de internet, también recep-
ción buena señal de todas las compañías de telefo-
nía celular en todo su territorio. Posee conexiones
telefónicas en todo el pueblo, suministrada por Tele-
fónica de Argentina.
v Existe un teléfono público ubicado en la antigua
Estación.
v Televisión por cable y satelital
v Una farmacia.
v Centro de Asistencia Médica Primaria.
v La recolección de residuos se realiza dos veces por
semanas.

Aunque tiene una variedad de servicios, la localidad tie-


ne faltantes de servicios básicos, tales como la red de agua
potable, la cual se convierte en uno de las principales ca-
rencias a causa de su inconclusa obra, situación agravada
debido al proceso de recuperación de la densidad poblacio-
nal y de demanda en momentos determinados, si bien exis-
te una intención del gobierno municipal desde el año 2010
para el abastecimiento de agua potable al casco urbano, la
obra esta interrumpida sin concreción.
Otra faltante relacionada a la anterior es el saneamiento
ambiental, que comprende el manejo sanitario de las aguas
residuales domiciliarias, agrarias, comerciales e industria-
les los residuos sólidos y el comportamiento higiénico de la
comunidad y los visitantes. La inexistente red de cloacas y
sistema de alcantarillado y el tratamiento de los y líquidos, y
la insuficiente frecuencia de recolección, barrido y manteni-
miento del arbolado y espacio público de los elementos del
medio ambiente tanto naturales como construido es la base
de las condiciones de calidad de vida de los pobladores,

249
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

tanto en lo individual como en lo colectivo y para el desarro-


llo apto del turismo.
La principal carencia de la localidad tanto en el sector
público como el privado, es la faltante de servicios para pú-
blicos especiales; no posee infraestructuras aptas para vi-
sitantes con movilidad reducida, u otras necesidades. Sólo
cuenta con la presencia de un edificio sanitario en la zona
del viejo edificio de la estación sin adaptación alguna.
Existe un pedido de los pobladores locales para que se
radique una estación expendedora de combustible en la lo-
calidad de Carlos Keen, la más próxima se encentra a 7 km,
en la localidad de Villa Ruíz, aunque para la radicación de
esta se debe elaborar el estudio de impacto ambiental co-
rrespondiente.
Conocer la infraestructuras utilizada por el sistema turís-
tico y su capacidad permite determinar la acogida de Carlos
Keen; esto es fundamental para establecer la capacidad de
carga actual y futura permitiendo realizar estimaciones de
manera integral donde se incluyan la carga de las infraes-
tructuras sobre la base de alojamientos, recursos hídricos y
saneamiento, carreteras e infraestructuras de comunicación
y sobre la carga social percibida es decir la saturación o
masificación percibida por el turista, a través de indicadores
de presión, estado de situación y respuesta.

Atractivos físicos naturales de Carlos Keen

La identificación de los atractivos turísticos es una de las


tareas esenciales para reconocer su posibilidad de uso
turístico y la adecuada integración a la actividad turística.
Vinculados a la infraestructura de servicios existente, per-
miten el desarrollo de la actividad turística y la generación
de beneficios. La importancia de este apartado se debe a
que muchas de las marcas patrimoniales de Carlos Keen

250
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

están sustentada en la memoria individual y colectiva de la


interrelación con los elementos físico naturales, sobre el cual
la comunidad logra identificase.

Relieve

La pampa ondulada, denominada también Llanura Alta,


presenta contornos irregulares, cuya expresión topográfica
se corresponde a la cota media de 20 snm (metros sobre
el nivel del mar), bordea las cuencas mayores y menores
de los arroyos y ríos de la región, en este caso el Río Luján,
conteniendo sus divisorias de aguas superficiales y subte-
rráneas (freáticas). Su perfil longitudinal es plano convexo.
Dentro de ella los procesos erosivos han dejado numero-
sos remanentes inter-fluviales y en algunos casos, en corres-
pondencia con la baja pendiente que la caracteriza, el desa-
rrollo de suaves depresiones circulares o elípticas ocupadas
por bañados de reducido tamaño. En aquellos lugares donde
se produce un leve incremento de la pendiente, ésta propor-
ciona cierta organización al drenaje el cual si bien no logra
formar cauces define depresiones alongadas en el sentido
del escurrimiento, interconectando las depresiones anterio-
res. La pobreza de la red de avenamiento de la llanura alta es
un indicio de que posiblemente la recarga predomine sobre
el resto de los factores hidrogeológicos. Esta sub unidad al-
canza a tener en el área que nos ocupa una expresión mayor
al de las dos restantes, del orden del 50%.
El relieve de la región pampeana es una de las principa-
les características del área; esta es una amplia región que
constituye una de las áreas de llanuras y de pastizales tem-
plados más grandes del mundo, con una superficie aproxi-
mada a los 760.000 km2, la cual ya en su nombre posee una
carga patrimonial que muchas veces desestimada por los
pobladores en su cotidianeidad; siendo que en  Quechua,
el término  pampa  o “bamba” significa llanura. También se

251
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

llamó Pampas a los primeros pobladores que habitaron este


territorio geográfico conocido como Pampa, a pesar de que
pertenecían a distintas culturas, fue el gentilicio que le die-
ron los españoles a las comunidades de la llanura.

Foto 1: Paisaje de llanura pampeana en Carlos Keen

Fuente: http://www.panoramio.com/photo/36506551 04/04/2013

Llanura pampeana

Fuente: adaptado de
http://www.soc.unicen.
edu.ar/newsletter/nro5/
nuestros_docentes/gutie-
rrez.htm 02/04/2013

252
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Carlos Keen se sitúa en la subregión de la Pampa Ondu-


lada, que configura una angosta franja que se extiende desde
el Río Carcarañá, en el sur de la provincia de Santa Fe hasta
Punta Indio en el noreste de la provincia de Buenos Aires y al
Este por los ríos Paraná y de la Plata. Debe su nombre a las
ondulaciones del suelo en el que los ríos tributarios del Paraná
y de la Plata, han excavado valles amplios y poco profundos
por los que se deslizan describiendo meandros como lo es el
Río Luján. El relieve levemente ondulado, forma suaves loma-
das que permiten el drenado por arroyos y cursos de agua de
los cuales se presencian algunos permanentes y otros tempo-
rales sujetos a las precipitaciones y el nivel de las aguas sub-
terráneas. Estas lomadas también forman cañadas y en al-
gunas cubetas aparecen suelos lavados, algo hidromórficos.

Clima

El clima se caracteriza por ser del tipo templado sub-hú-


medo, con un carácter moderado por efecto de las grandes
masas atlánticas y del Río de la Plata, como también por el
tapiz vegetal continuo. Los vientos predominantes son del
N-NE con una velocidad media de 16.5 km/h.
Las temperaturas máximas promedio de 23.1º C y míni-
mas medias promedio de 15.9º C, siendo las medias prome-
dio de 8.9º C. Los vientos que tienen mayor efecto en esta
área son el Pampero y la Sudestada, teniendo el primero,
dirección suroeste-noreste (frío y seco) y el segundo proce-
dente del sudeste (provocan tormentas y precipitaciones).
El régimen de las precipitaciones se caracteriza por poseer
lluvias que oscilan alrededor de los 950 milímetros anuales con
una humedad relativa promedio del 78.5%. No obstante, las pre-
cipitaciones no se repiten en forma homogénea a lo largo del
año, ocurriendo los máximos registros en primavera y verano y
los mínimos en otoño e invierno. El mes más lluvioso es febrero,
con 160 milímetros y el menos lluvioso mayo con 60 milímetros.

253
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Con respecto a las heladas el valor medio anual es de 13


días con heladas, siendo el mes de Junio el de mayor canti-
dad de días en que ellas son registradas y el mes de octubre
el de menor cantidad.

Hidrología

El área de Carlos Keen se encuentra entre dos zonas de


drenajes superficiales siendo la principal la vinculada al río
Luján y otra cuenca menor, la del arroyo de la Cruz.
En la región existe el conflicto entre el uso agrícola y el
uso público del agua, como consecuencia del riego intensi-
vo, situación que se agrava por la densificación poblacional
y la faltante de tratamiento de residuos cloacales y líquidos
industriales.
La salinidad del recurso es de bajo tenor y padece una
aguda contaminación química, dada por la concentración
de nitratos y nitritos, especialmente en el conurbano bo-
naerense.

Río Luján

El río Luján se encuentra a unos 12 km hacia el Este de la


localidad Carlos Keen y abarca toda la extensión del camino
de ingreso a la misma, pasando por la Cañada de Rocha, la
cual fuera la primera posta del camino real saliendo desde
la ciudad de Luján hacia el Norte.
Se trata de un río que tiene la particularidad de integrar
su cuenca en el territorio de la provincia de Buenos Aires;
nace de la confluencia de los arroyos Duraznos y Los Leo-
nes, en el partido de Suipacha. Tiene un amplio desarrollo
superficial, con un área de 2690 km2 y el volumen de su cau-
dal (caudal medio de 5,37 m3/seg, el máximo se acerca a
los 400 m3/seg), lo que lo posiciona como el sistema hídrico
más importante del Área Metropolitana de Buenos Aires; no

254
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

obstante ello, no ha constituido un elemento de fuerte inte-


racción en el proceso de configuración espacial, al estilo de
las cuencas de los ríos Reconquista y Matanza-Riachuelo,
las que aún hoy imprimen límites a la expansión urbana y
generan recurrentes conflictos ambientales.
Desde sus nacientes en el partido de Suipacha, recorre
unos 130 km antes de verter sus aguas al Río de la Plata
(vía el curso del río Paraná de Las Palmas por ser que se
ha alterado su tramo con la construcción del Canal Santa
María, en el partido de Campana). Desde el curso superior
hasta el curso medio corre encajonado; pero, en el tramo
inferior adquiere un típico diseño de curso de llanura (la
pendiente media de la cuenca es de 0,44 m/km), al igual
que sus afluentes, que por deficiencias de avenamiento de-
sarrollan meandros que discurren por una amplia planicie
de inundación. En este tramo inferior el gradiente disminuye
notablemente y, ya en el partido de Tigre, el área cobra un
aspecto deltaico. El recorrido que inicialmente tiene una di-
rección SSE-NNE (perpendicular al cauce del Paraná de Las
Palmas) se desvía bruscamente al sudeste para afluir pocos
kilómetros abajo con el Río de la Plata.
El río Luján reúne características de polución generaliza-
da aunque se señalan más contaminados aquellos sectores
de afluencia de cursos de segunda magnitud. En el tramo
cercano a su afluencia con el Río de la Plata, el poder de
dilución de éste disminuye en forma significativa los niveles
de contaminación incorporados en su recorrido favorecido
por la conexión con el Paraná de las Palmas.

255
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Partidos y áreas urbanas sobre la cuenca hídrica del río Luján

Fuente: http://www.delriolujan.com.ar/estudioina.html 03/04/2013

Arroyo de la Cruz

La otra zona de drenajes superficiales de Carlos Keen


corresponde al Aº de la Cruz. Es una cuenca menor, y la
zona ocupa parcialmente los partidos de Campana, Exal-
tación de la Cruz, Luján, San Andrés de Giles y Zarate; la
cuenca está constituida por un conjunto de cuencas meno-
res; la mayor de ellas es la del Aº de la Cruz (870 km2), si-
guiendo en importancia la del Arroyo La Pesquería (255 km2)
y finalmente el Arroyo del Pescado (80 km2).
El Aº de la Cruz desemboca en el Paraná de las Palmas,
entre los partido de Zarate y Campana y tiene una longitud
aproximada de 60 km. Su naciente se ubica en el partido de
San Andrés de Giles, por las inmediaciones de Carlos Keen;
aproximadamente a unos 3.5 km al Noroeste de Carlos Keen
se encuentra el curso de agua ya consolidado del Aº de la
Cruz, el cual se comporta paralelo al río Luján, siendo la
cuenca del Río Luján su límite Este y Sudeste.

256
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Durante todo su recorrido recibe las aguas de colectoras


pluviales de gran parte de las ciudades que atraviesa y tiene
una alta contaminación producida por efluentes cloacales y
en su tramo final por la radicación industrial.

El arroyo de la Cruz próximo a Carlos Keen en su nivel normal

Fuente: http://www.panoramio.com/photo/61078530 03/04/2013

Puente ferroviario sobre el arroyo de la Cruz

Fuente: http://www.panoramio.com/photo/80293676?source=wapi&refe-
rrer=kh.google.com03/04/2013

257
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Geología

Existe una relación intrínseca entre la geología pampea-


na y el paisaje. Aunque por su forma de llanura, compuesta
por planicies suavemente onduladas, no suele ser fácilmen-
te apreciable los procesos geológicos que han causado de
su relieve, ni de las diferentes formas de erosión que le dan
forma, pasando desapercibida para quienes visitan o viven
en estas llanuras.
La geología pampeana es algo compleja, durante al
Cuaternario las oscilaciones climáticas producidas han teni-
do una influencia de indudable importancia.
Los procesos de erosión acumulación en los diversos
ambientes de la región pampeana, han originado como con-
secuencia, una serie de secuencias sedimentarias alternan-
do con paleosuelos y asociadas a un conjunto de geoformas
que permiten asignar al ambiente una génesis compleja.

Si bien el aspecto general de la llanura pampeana está vin-


culada a acumulaciones sedimentarias de origen eólico y con
diferentes intensidades al re trabajo de estos depósitos por ac-
ción del agua y la gravedad, los procesos fluviales han tenido
desde el Pleistoceno tardío una participación muy activa en el
modelado del paisaje, generando una red de drenaje organi-
zada con secuencias fluvio-lacustres que reflejan los cambios
ambientales producidos en la región. En los sectores termina-
les y medios de los cursos más importantes, los ascensos y
descensos del nivel del mar han influido marcadamente, gene-
rando ambientes con geoformas y depósitos asociados a estas
ingresiones (Fucks, E. y Deschamps, C.M.2008 p. 326).

Todavía existe una falta de percepción en la población


local y los visitantes por el patrimonio geológico como la ver-
dadera base fundamental de la biosfera, susceptible de ser
integrado en la oferta de Carlos Keen.

258
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

La incorporación del Patrimonio Geológico y la promo-


ción de los valores geológicos de la región en la oferta tu-
rística, como el escenario que sustenta la cubierta vegetal y
sobre el que se desarrollan las actividades humana se con-
vierte en un atractivo y una herramienta de protección am-
biental del paisaje o de la conservación de los suelos.

Antecedentes geológicos y estratigrafía del área

Las distintas unidades geológicas reconocidas en el área don-


de se identifican los diferentes basamentos y formaciones, se
describen en orden decreciente según su edad y tomando la
cota 0 del IGM como referencia para los pasos formacionales.

Basamento Cristalino: (Precámbrico) Está compuesto


por rocas ígneas y metamórficas similares a las que afloran
en la Isla Martín García y las Sierras de Tandil, que se pro-
longan por debajo de -400 m promedio. Configura la base
impermeable del sistema hidrogeológico.

Formación Olivos: (Mioceno Inferior) Se apoya directa-


mente sobre el basamento cristalino, se han depositados
sedimentos de areniscas y arcillas de color rosado a rojizo,
ricas en yeso y carbonato de calcio con límite superior a
-240 m. El origen de esta formación es eólico y lacustre bajo
un clima dominantemente árido.

Formación Paraná: (Mioceno Superior) Luego del de-


pósito de la Formación Olivos un extenso Mar cubrió en el
Mioceno, gran parte de la llanura Chaco-pampeana depo-
sitando a esta formación gran espesor con arcillas verdes
azuladas e intercalaciones de areniscas y niveles calcáreos
compactos y restos de fósiles marinos, su techo se encon-
traría entre -50 m y los -90 m.

259
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Formación Puelches: (Plio-Pleistoceno) Con el retiro del


mar Paraniano hacia el sureste se crearon las condiciones
sobre una extensa llanura, para el desarrollo de un sistema
fluvial muy desarrollado; sobre los depósitos dejados por
este mar, conforme se retiraba el mismo se producía el avan-
ce de extensos canales, en algunos casos de gran profundi-
dad que transportaban y depositaban cuerpos de sedimen-
tos en forma lateral.
Se trata de una sucesión de arenas francas, color pardo
amarillento, cuarzoso, de grano fino a mediano y abundan-
tes laminillas de mica. El tamaño del grano aumenta en pro-
fundidad, llegando en algunos casos a fracciones gruesas
con gravas en la porción basal de la secuencia. Su profun-
didad varía entre 15m y 120m y el espesor total medio de la
formación Puelches varía entre 20m y 40m pero puede su-
perar los 100m como lo es en el partido de Zárate, provincia
de Buenos Aires.

Pampeano: (Pleistoceno medio superior) se incluye en


esta unidad a las formaciones Ensenada y Buenos Aires,
pues tienen grandes similitudes tanto litológicas como hi-
drogeológicas.
El Pampeano se ubica por debajo de la cubierta edáfica
en los sitios topográficamente elevados e intermedios (terra-
za alta) y subyace al Postpampeano en los ambiente bajos.
Está compuesto por Limo arenoso de origen eólico y flu-
vial, con abundante vidrio volcánico y carbonato de calcio
pulverulento, nodiforme y estratiformes (tosca). Su espesor
varía entre unos 10m y 45m. la base del pampeano es un
estrato limo-arcillosos que se comporta como acuitardo y lo
separa de las arenas Puelches. El Epipuelche recibe recarga
de origen meteorito y es el único medio por el que recarga y
descarga el acuífero puelche, mediante procesos de filtración
vertical, descendiente y ascendiente a través del acuitardo.

260
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Postpampeano: (Pleistoceno superior-holoceno) Se


identifica con este nombre a todos los depósitos más moder-
nos de este periodo, tienen variado origen: fluvial, lacustre,
marino, eólico, comprende a varias formaciones geológicas,
donde predomina el tamaño de grano fino limo y arcilla de
colores grises y verdosos. Las acumulaciones postpampea-
nas son discontinuas arealmente y se las encuentra en los
valles de los ríos Reconquista, Matanza, depresiones interio-
res y zonas costeras del Río de la Plata.
El postpampeano es discontinuo, restringiéndose a los
valles menores de los arroyos y ríos como el de la Cruz y la
franja costera paralela a la costa del Río de la Plata y en par-
tes del Río Paraná de las Palmas entre la cota de 5 m. s.n.m
y la costa. Esta faja tiene un ancho de entre 5 km y 10 km
disminuyendo hacia el sudoeste. El espesor varía entre unos
30 m en la costa a 1-2 en la terraza aluvial más moderna,
desapareciendo por encima de la cota 5 msnm (escalón) y
transversalmente a los causes, hacia las terrazas altas don-
de se acuñan contra el Pampeano.

Hidrogeología del Subsuelo

Se diferencian tres grandes secciones o unidades hi-


drogeológicas apoyadas sobre el Basamento Impermeable,
denominándose sección Hipopuelches la inferior, Sección
Puelches la media, Sección Epipuelches la superior. Dentro
de estas unidades hidrogeológicas se distinguen complejos
sedimentarios acuíferos, complejos medianamente permea-
bles (acuitardos) y unidades impermeables (acuícludos).
De las unidades hidrogeológicas detalladas a escala re-
gional interesa, a nivel local, analizar la correspondiente al
Puelches por cuanto la explotación de su acuífero con des-
tino a uso industrial y consumo humano, tiene implícita la
posibilidad de su degradación y la del Epipuelche por ser la
receptora de contaminantes por lixiviado en suelos.

261
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

El Epipuelche es la sección superior y se encuentra alo-


jado en sedimentos del Pampeano y Post –Pampeano, en
este se distinguen dos niveles acuíferos, una de carácter
freático libre y otro semiconfinado. La capa freática, que en
algunas zonas se encuentra agotada resurge a veces como
respuesta a periodos lluviosos, o por cese en la explotación
de acuíferos inferiores a la misma, proporciona bajos cauda-
les de explotaciones, inferiores a 1m3/h, y presenta aguas
de mala calidad por su contaminación química y bacterioló-
gica causada por pozos sépticos domiciliarios, acompaña la
morfología de la superficie con techo variable.
De acuerdo con la información disponible de los pozos
existentes para la extracción de agua, puede inferirse que
la base del Puelche se localizaría aproximadamente entre
40 a 60 m.s.n.m, con un espesor acuífero del orden de los
27-29 m. Este acuífero es la más importante fuente de pro-
visión de agua potable de la zona noreste de la provincia
de Buenos Aires, extendiéndose esta consideración al sur
de la provincia de Santa Fe. Su intensa explotación ha pro-
vocado un deterioro del equilibrio hidráulico de la capa de
agua reflejada a través de la profundización de la superfi-
cie piezométrica.

En el noroeste de la Provincia de Buenos Aires, que mor-


fológicamente constituye una llanura de escasa pendiente
valor medio hacia el noreste 0,45 por mil, se presenta una
secuencia hidrogeológica de subsuelo integrada por enti-
dades de diferente comportamiento hidráulico (acuífugos,
acuícludos, acuitardos y acuíferos) que a los fines prácticos,
y tomando como referencia la Formación Puelches o Are-
nas Puelches, se ha subdividido en tres secciones. A la de
referencia se la denomina “Puelche”, a la que se ubica por
encima de la anterior “Epipuelche” y a la que se emplaza por
debajo “Hipo-puelche”.

262
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Variaciones de espesor y límite de las arenas puelches

Fuente: http://www.delriolujan.com.ar/puelches.html 03/04/2013

Cuadro 1. Estratigráfico general

Formación Metros de d.b.p aprox. Espesor


aprox.

Sedimentos Post-Pampeano 0m–5m 5m

Sedimentos Pampeanos 6 m – 17 m 12 m

Formación Puelches 18 m – 40 m 22 m

Formación Paraná +40 m


Fuente: Elaboración propia.

Suelos

Los suelos se han desarrollado en el loess pampeano,


con una textura franco limosa de más de 2 metros de espe-
sor y una composición mineralógica rica en nutrientes. Son

263
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

suelos minerales con un horizonte superficial de color oscu-


ro, formados generalmente bajo una vegetación herbácea
de gramíneas en climas templados, de subhúmedos a se-
miáridos; son en su mayoría profundos y bien drenados per-
mitiendo la recarga del acuífero subterráneo. Estos suelos
son clasificados como “Argiudoles vérticos” se encuentran
localizados en las zonas más elevadas del relieve, coronan-
do las lomas más altas, en tanto los Argiudoles típicos se
presentan en las pendientes y en lomas de altura intermedia.
Las propiedades de los suelos tienen una amplia variación
por su mayor o menor contenido en arenas, por los regímenes
hídricos a los que están sometidos, por su contenido en sa-
les y en sodio como los Natracualfes. La característica de los
suelos de Carlos Keen determina su potencial agropecuario,
y la aptitud de los suelos para la explotación agrícola. La con-
sideración conjunta de diversas características propias de los
suelos como la textura, la alcalinidad y salinidad, la cantidad
de materia orgánica, la permeabilidad y el medio en que se
desarrollan, tales como el clima y el relieve. En términos gene-
rales, la productividad agrícola del suelo menor próximo a los
arroyos y aumenta hacia las áreas más elevadas. 
El clima y el suelo son muy aptos para la actividad agrí-
cola y ganadera, criándose especialmente ganado vacuno,
cultivo de soja y practicándose la avicultura y la apicultura.

Fauna

Si bien cualquier dominio zoogeográfico es dinámico, se


considera la zona de planicie pampeana como una intrusión
subtropical, con una fauna proveniente del norte. En lo que
se refiere al resto de esta provincia biogeográfica considera
que los elementos faunísticos son principalmente brasileños,
si bien se advierte una fuerte influencia de la Subregión An-
dino patagónica, distrito Pampásico, subdistrito Bonaeren-
se, especialmente en el límite sur.

264
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Desde el punto de vista sistemático la provincia es muy


rica especies de vertebrados. No menos importante, el am-
biente acuático representado por el curso del Paraná de las
Palmas, interactúa por intermedio del avance y reflujo de las
aguas provocados por sus sucesivas crecidas y bajantes
con la serie de innumerables, arroyos y canales antrópicos y
lagunas interiores, estas naturales o no. Esta situación con-
forma el hábitat de numerosas especies ictícolas de aproxi-
madamente cercanas a 220, muchas ellas de valor econó-
mico para la comunidad local. Las especies ictícolas citadas
poseen características sedentarias y/o migratorias.

La fauna de la zona incluye mamíferos pequeños y me-


dianos; Zorro Pampa o Gris Pseudalopex gymnocercus,
Zorrino Conepatus chinga, Nutria  Myocastor coypus, Hu-
rón Galictis cuja, Peludo Chetophractus villosus, Mulita Pam-
peana Dasypus hybridus y el Gato Montés Felis geoffroyi
Los mamíferos más conspicuos son, algunos marsupia-
les, como la Comadreja Didelphys azarae, la Comadreja
Colorada Lutreolina crassicaudata, la Comadrejita Mono-
delphis fosteri, la Marmosa Marmosa pusilla, el Zorro Gris
seudalopex gymnocercus, un Hurón Galictis cuja. La Liebre
europea Lepus europaeus introducida para fines deportivos
a fines del siglo XIX.
Hay numerosos roedores, como cuises Cavia, Micro-
cavia, varias ratas, ratones y lauchas de los géneros Ory-
zomys, Akodon, Scapteromys y Reíthrodon y la Ardilla de
Panza Roja Callosciurus erythraeus, originaria del sudeste
asiático introducida en Luján hace más de 30 años.
Entre las especies extintas para el área es posible en-
contrar: Puma Puma concolor, Vizcacha Lagostomus maxi-
mus; Venado de las Pampas Ozotoceros bezoarticus, Agua-
ra Guazú Chrysocyon brachyurus, Guanaco Lama guanicoe,
Mara Dolichotis patagonum.

265
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Mulita Pampeana Dasypus hybridus

Autor: Manuel Vázquez


Foto: Reserva Natural Isla Botija, Zárate, Provincia de Buenos Aires
08/02/2008

Venado de las Pampas Ozotoceros bezoarticus

Autor: Fernando Rubini


Foto: Bahía de Samborombón, Partido de la Costa, Provincia de Buenos
Aires 07/08/2006

266
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Entre las aves pueden mencionarse, las especies arborí-


colas como la Cotorra común Myopsitta monacha, cuatro es-
pecies de pájaros carpinteros Crysoptilus y Dendrocopus, el
Homero Fumarius rufus, Cabecita Negra Carduelis magellani-
ca, la Tijereta Muscivora tyranus, el Benteveo Pitangus sulphu-
ratus, Calandria Mimus satuminus, dos Zorzales Turdus spp,
y Tordos Molothrus, Agelaius. En las estepas y montes bajos,
son frecuentes las Perdices del género Rhynchotus y Nothura,
las Martinetas Eudromia elegans, Atajacaminos Caprimulgus
spp; Coludos o Canasteritos Asthenes spp; Viuditas o Monji-
tas Xolmis spp; Federal Amblyramphus holosericeus; Cachirlas
Anfhus spp; Pecho Colorado Sturnella superciliaris; Chingolo
Zonotrichia capensis; la Ratona Troglodytes aedon y numero-
sas aves acuáticas, especialmente Patos de los géneros Anas,
Hetteronetta, Netta; Pollas de agua Parphyriops; dos Burritos
Laterallus, el Chajá Chauna torquata; Cuenvillo de cañada Ple-
gadis chihi; Espátula Rosada Platalea ajajay; Cisne de Cuello
Negro Cygnus melancoryphus. Otras aves muy comunes son
el Chimango Milvago chimango, el Carancho Polyborus plan-
cus y la Lechucita de las Vizcacheras Athene cunicularia.

Cotorra Myopsitta monacha

Autor: Fernando Rubini


Foto: Reserva Natural Guardia del Juncal, Cañuelas, Provincia de
Buenos Aires 05/11/2012

267
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Pecho Colorado Sturnella superciliaris

Autor: Fernando Rubini


Foto Reserva Natural Guardia del Juncal, Cañuelas, Provincia de
Buenos Aires 27/07/2006

Monjita Xolmis irupero

Autor: Fernando Rubini


Foto: Reserva Natural Chasicó, Monte Hermoso, Provincia de Buenos
Aires 27/07/2006

El Ñandú Rhea americana en estado silvestre fue errad-


icado de la región encontrándose en algunas Estancias o
Campos en estado de aislamiento poblacional.

268
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Entre los reptiles los colúbridos se pueden mencionar


del género Leophis, Clelia, Lystrophis. Hay también un la-
garto Tupinambis teguixin y lagartijas del género Homodon-
tas; iguánidas Urostrophus, Liolaemus y algún anfisbénido
Amphisbaena. Entre los batracios hay principalmente sapos
Bufo spp, Escuerzos Ceratophrys y Ranas Leptodactylus
spp y Hyla. La Tortuga de Laguna Phrynops hilarii comunes
en arroyos, ríos y lagunas.
La fauna de insectos es muy variada. Típica de la zona
es una avispa social, el Camoatí Polybia scutellaris y la Le-
chiguana Brachygastra lecheguana que tiene distribución
mucho más amplia. Hay hormigas de los siguientes géne-
ros Acromyrmex, Camponotus, Pogonamynnex, Pheidole,
Elasmopheidole y otros. Entre las arañas, son frecuente los
escorpiones del genero Bothriurus y también abundan los
opiliones.

Ñandú Rhea americana

Autor Mauro Zagel


Foto: Bahía San Blas, Carmen de Patagones, Provincia de Buenos
Aires. 15/01/2005

269
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Vegetación

La vegetación corresponde a la región fitogeográfica de


la Provincia Pampeana, Dominio Chaqueño, la comunidad
representativa de este ecosistema es la estepa graminosa
si bien se encuentran otras comunidades en las áreas depri-
midas como son los conocidos pajonales, compuestos por
juncos Schoenoplectu ssp, Espadaña Zizaniopsis ssp y To-
toras Typha spp. A modo general la composición florística de
la estepa pampeana oriental está compuesta por gramíneas
o pastos tiernos o dulces, aunque es necesario destacar que
la región de pastos blandos se intercala con amplias zonas
de pastos duros y viceversa, según influencia de condicio-
nes locales de la humedad y del suelo. Estas diferencias
tienen positivo valor para las actividades ganaderas.
Considerando el aspecto originario de Carlos Keen, el
tapiz vegetal corresponde al de estepa y prácticamente
cubría toda la llanura pampeana, la vegetación de la llanu-
ra pampeana era una estepa herbácea, caracterizada por
la falta total de árboles. La comunidad típica original es el
flechillar con espigas aristadas con tonos rojizos y dorados
sobre el extremo de las inflorescencias, cubren en primave-
ra amplias superficies dando un paisaje característico. Este
paisaje se ve acompañado en diferentes puntos por arbus-
tos bajos con varias especies de arbustos tipo chilcas. Los
pastizales naturales forman matas de 0,50m a 1m de altura,
entre las cuales crecen numerosas especies herbáceas y
algunos sufrutices y arbustos tienen un período de reposo
durante el invierno y, generalmente, otro durante el verano.
Existen también numerosas comunidades edáficas, estepas
halófilas, bosques marginales en las orillas de los ríos, for-
mados por especies procedentes de la Provincia Paranaen-
se, y bosques xerófilos sobre las barrancas que continúan
hacia el sur de la provincia de Buenos Aires en los bancos
de conchilla.

270
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Las especies predominantes en la Provincia Pampeana


son gramíneas de los géneros Stipa, Piptochaetium, Aristida,
Melica, Briza, Bromus, Eragrostis, Poa, Paspalum, Panicum,
Bothriochloa y Schizachirium, siendo las principales. Ade-
más, entre las matas de gramíneas existen numerosas es-
pecies herbáceas o arbustivas, los principales géneros son
Margyricarpus, Baccharis, Heimia, Berroa, Vicia, Chaptalia,
Oxalis, Adesmia.
El paisaje original fue transformándose en la medida que
se experimentaban diferentes usos del suelo. Primeramente
fue el uso rural y la radicación de pequeños pueblos, actual-
mente el paisaje pampeano está fragmentado por el área
metropolitana de Buenos Aires, y muchos de estos pueblos
se han convertido en grandes ciudades, y en nuestra área
de influencia la radicación industrial y las nuevas urbaniza-
ciones rurales conocidas como Barrios Cerrados, Countries
y casa quintas, aunque el principalmente uso del suelo es el
intensivo agrícola ganadero.
El uso ganadero fue el primero de los usos rurales y aún
se mantiene, la ganadería ha producido importantes cam-
bios ecológicos por ramoneo selectivo y pisoteo y compac-
tación del uso del suelo y la incorporación de pasturas como
la alfalfa; la agricultura intensiva es el principal uso con culti-
vos de maíz, soja, girasol, sorgo entre otros, ha transformado
en una pradera artificial la región, situación agravada con la
introducción voluntaria o no, de especies exóticas; siendo
estas transformaciones las que han producido importantes
cambios ecológicos.
Por la falta de árboles en este ecosistema los pobladores
forestaron la región utilizando distintas especies arbóreas,
algunas muy arraigadas en el acervo cultural como el Paraí-
so Melia azedarach, Corona de Cristo Gleditsia triacanthos,
Casuarina Casuarina cunninghamiana, Fresno Fraxinus
oxycarpa, Plátano Platanus acerifolia, Mora Morus alba,Eu-
calipto Eucalyptus spp y otras especies de árboles de las

271
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

regiones fitogeográficas vecinas como la Cina Cina Parkin-


sonia aculeata, Ombú Phytolacca dioica, Sauce criollo Salíx
humboldtiana, Tala Celtis tala,entre otros.La implantación de
árboles fue para obtener sombra, combustible, cortinas fo-
restales para protegerse del viento, siendo todos estos forá-
neos al ecosistema del pastizal pampeano por lo que son
considerados exóticos o naturalizados. Lamentablemente,
no se conoce con exactitud cuál fue la composición florística
original de la pampa y se reconoce que actualmente no que-
dan parches significativos del pastizal pampeano similares a
los originarios de la pampa ondula. Diferente es la situación
de las estepas halófilas en suelos salobres, o los hunquilla-
res ya más cercanos a la Depresión del Aº de la Cruz y el río
Luján aparecen también asociadas a las variaciones en la
topografía y el tipo de suelo del pastizal. Aun en la Bahía de
Samborombón se pueden encontrar relictos de estos pasti-
zales en la comunidad del cangrejal.
En el área del Aº de la cruz y Río Luján podemos diferen-
ciar distintos ecosistemas representativos los cuales pueden
ser por vegetación flotante; vegetación palustre-pajonal; ve-
getación arbórea nativa sobre alambrados y margen del Río
Luján y Aº de La Cruz. Sobre Carlos Keen en su parte más
elevada encontramos presente el ecosistema xerófilo del
pastizal pampeano.

Flora de Carlos Keen


Vegetación Flotante presente en Gramíneas presentes en el
el Arroyo de la cruz y el Río Luján: Pastizal pampeano:
Panicum elephantipes Bothriochloa lagurioides
Paspalum repens Piptochaetium montevidense
Echinochloa polistachia Stipa neesiana
Eichhornia azurea Aristida murina
Pontederia rotundifolia Paspalum dilatatum
Polygonum portoricense Piptochaetium bicolor

272
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Ludwigia uruguayensis Briza brizoides


Azolla filiculoides Melica brasiliana
Pistia stratiotes Stipa philippii
Lemma spp. Danthonia montevidensis
Vegetación Palustre-pajonal: Panicum bergii
Scirpus giganteus Briza subaristata
Scirpus californicus Schizachyrium intermedium
Zizaniopsis bonariensis Setariacaespitosa
Eringiumpandanifolium Poa bonariensis
Typha latifólia Agrostis montevidensis
Cyperus giganteus Bromus unioloides
Echinodorusargentinensis Avena barbata (asilvestrada)
Panicum rivulare Poa annua (asilvestrada)
Heleocharisbonariensis Sorghumhalepense (asilvestrada)
Seneciobonariensis Compuestas presentes:
Sagitaria montevidensis Baccharis articulata
Vegetación arbórea Nativa sobre
alambrados y margen del Rio Baccharis notosergila
Luján y el Arroyo de La Cruz:
Sapiumhaematospermun Baccharis trímera
Parkinsonia aculeata Baccharis coridifolia
Celtis tala Eupatoriumbuniifolium
Salíxhumboldtiana Vernoniarubicaulis
Salíx alba (asilvestrada) Hedeomamultiflorum
Populusxeuroamericana (asilves-
Heimia salicifolia
trada)
Acacia caven Berroa gnaphalioides
Leguminosas presentes: Chevreulia sarmentosa
Adesmia bicolor Hipochoerismegapotamica
Alophiaamoena Micropsisspatulata
Medicagopolimorpha (asilves-
Hipochoerisradicata (asilvestrada)
trada)
Carduusacanthoides (asilvestra-
Medicagominima (asilvestrada)
da)
Carthamuslanatus (asilvestrada)
Cynaracardunculus (asilvestrada)
Fuente: elaboraciónpropia

273
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Vegetación flotante, palustre y arbórea sobre el A° de La Cruz

Fuente:http://www.panoramio.com/photo/80293678?source=wapi&refe
rrer=kh.google.com04/04/2013

Remanente de pastizal sobre borde de camino y cultivo de


Soja en proximidades de Carlos Keen

Fuente: http://www.panoramio.com/photo/30368172?source=wapi&re
ferrer=kh.google.com 04/04/2013

274
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Atractivos Culturales e Históricos de Carlos Keen

El pueblo de Carlos Keen no solo satisface las necesi-


dades básicas de sus residentes y sus visitantes, también
posee una serie de interesantes atractivos que refleja el sen-
tido de pertenencia de sus habitantes en las marcas simbóli-
cas y materiales, en sus historias y tradiciones culturales, en
sus edificios, calles, comidas y en la memoria histórica de
los pobladores. Estas son el soporte de la cultura de Carlos
Keen y tienen un significado emocional para sus habitantes;
por lo cual es necesario conservarlas y valorarlas con la fina-
lidad de evitar pérdida en la identidad del pueblo.

Historia
La localidad lleva el nombre en homenaje al distinguido
militar argentino que alcanzó el grado de teniente coronel,
doctor en jurisprudencia, escritor, político y periodista. Car-
los Keen nació en Las Flores, provincia de Buenos Aires en
1840 y murió en la epidemia de fiebre amarilla en Buenos
Aires en 1871. No se conoce si alguna vez tránsito por el
lugar que posteriormente llevaría su nombre, según his-
toriadores locales nunca lo habitó ni tuvo que ver con su
creación.
El pueblo fue Fundado el 12 de agosto de 1881, una
década más tarde de su muerte se inauguró una casilla de
madera y un depósito de agua donde se emplaza el predio
ferroviario con el fin de abastecer las locomotoras a vapor,
como resultado de la construcción del ramal ferroviario Luján
– Pergamino y ante la necesidad de comercializar la produc-
ción agraria de la región.
En 1884 dentro del predio ferroviario, se construyó un
galpón el cual se utilizaría como depósito de mercaderías;
en la actualidad tras algunas reformas es conocido como
“El Centro Cultural” o “El Granero”. En 1906 se construyó la
iglesia San Carlos Borromeo.

275
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Carlos Keen logró su auge en la década del 1930 con-


virtiéndose en el primer pueblo del partido, con aproximada-
mente 4000 habitantes.
El crecimiento de Carlos Keen fue debido a la enorme pro-
ductividad de la zona que fueron despachadas en la estación
de trenes, lo que provoco demanda en la mano de obra y la
necesidad de nuevos comercios y oficios, asociado al creci-
miento productivo. Las personas se fueron domiciliando en el
loteo diagramado alrededores de la estación generando una
pequeña traza urbana y por ende se produjo rápidamente un
incremento de la actividad comercial en el pueblo.
En la década de 1930, la localidad ya contaba con un
destacamento policial, una oficina de correos y telégrafo,
una telefónica, un cine, almacenes de ramos generales, car-
nicerías, basares, farmacias, surtidores de combustible, he-
rrerías y sastrerías entre otras cosas. Pese a ese crecimiento
del pueblo la falta de trabajo, la tecnificación del campo y la
disminución de la frecuencia de los trenes, en 1934, a fines
de la “década de esplendor” Carlos Keen comenzó estanca-
miento y merma. Ya que los habitantes empezaron a emigrar
a la grandes ciudades y nacientes centros industriales en
busca de trabajo. Además, se traza y construye la nueva
ruta 7 que se encuentra ubicada a 10 km del pueblo. Esto,
produjo que el tránsito vehicular disminuya y por este mo-
tivo, se fueron cerrando los surtidores de combustible, los
hospedajes, talleres mecánicos, comercios, restaurantes y
comercios vinculados al transporte.
En la década de 1940, la actividad agro-industrial que
generó nuevas fuentes de trabajo y eso detuvo el proceso
de decrecimiento del pueblo. Surgen fabricas como la GU-
SIFABRIL S.A, productora de dulces, la de fideos “san Car-
los” 308 y la alimentaria San Carlos S.R.L, envasadora de
productos de maíz, harina de trigo, etc.
En cuanto a la estación de tren, se clausura definitiva-
mente como transporte de pasajeros en la década del 1970.

276
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Solo el transporte de carga siguió funcionando hasta la dé-


cada del 1990 cuando se produce el proceso de abandono
definitivo de este medio de transporte. Desde entonces las
vías férreas sufren el deterioro propio del abandono total.

Aspectos Sociales

La localidad de Carlos Keen es actualmente una de las


más pequeñas del partido de Luján, en cuanto a su pobla-
ción, posee una zona urbanizada de aproximadamente 2,4
km² y con una población que ronda las 1000 personas entre
los que habitan la trama urbana y la zona rural aledaña, in-
cluyendo aquellos próximos al camino de ingreso.
Dado que los datos del censo 2010 aún no se han publi-
cados por localidades usamos como valores de referencia
los datos generales para el Partido de Luján.
El Municipio de Luján cuenta con 106.273 habitantes,
que están distribuidos en la cabecera del Municipio la ciu-
dad de Luján y en 6 localidades más que conforman el parti-
do, estas son Jáuregui, Open Door, Torres, Cortínez, Olivera
y Carlos Keen. Además se encuentra un pequeño porcenta-
je de población rural dispersa y barrios cerrados ubicados
en la periferia de la ciudad de Luján.
La densidad poblacional del partido de Luján es de
132,8 hab. /km²; con una Variación intercensal de la pobla-
ción 2001-2010 del 13,1%.
El índice de masculinidad es del 96,5% con 52.185 va-
rones sobre 54.088 mujeres. La población nacida en el ex-
tranjero para el partido de lujan es del 2,4% discriminada en
1.592 habitantes nacidos en países limítrofes, 213 en países
no limítrofes, 689 nacidos en Europa, 45 en Asia, 15 en África
y 2 en Oceanía.
El dato más interesante, corresponde al analfabetismo
de del Partido de Luján el cual es del 2,3% de con unas
2.016 personas censadas que se declararon como tal, esto

277
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

posiciona a Luján como el tercer partido con mayor índice


de analfabetismo de la provincia de Buenos Aires.
Estimación de habitantes por las localidades que integran
el Municipio de Luján, valores obtenidos aplicando el coefi-
ciente de crecimiento el cual da un error aprox. De + - 1%:

v Ciudad de Luján 76.503


v Jáuregui 9.900
v Rural dispersa 7.551
v Open Door 5.703
v Torres 1.964
v Cortínez 1.749
v Olivera 1.484
v Lezica y Torrezuri 1.214
v Carlos Keen 575
v Barrio Las Casuarinas 256

La localidad de Carlos Keen, posee una la población


estable o residente, en la actualidad es numero pobladores
asciende aprox. A 575 habitantes; otra de las categorías y
no menos importante, sino que todo lo contrario, para el área
de estudio son aquellos visitantes del día, los cuales son de
principal interés porque en ocasiones causan un aumento
de la densidad poblacional que supera varias veces al resi-
dente y asociado a este incremento se generan ruidos, resi-
duos, congestión y consumo de los recursos locales, estos
se comportan con variaciones según la época del año y el
horario, siendo los fines de semana y días festivos los más
frecuentados; por último hay un número reducido de turistas
—visitantes que pernoctan al menos por una noche— en los
distintos ofrecimientos de hospedaje del lugar.

La localidad de Carlos Keen cuenta con servicios de in-


fraestructura vinculados al turismo, tales como:

278
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

v Energía eléctrica proveniente de la red eléctrica de


Luján y es distribuida por la Cooperativa Eléctrica y
de Servicios Públicos Lujánense Limitada.
v Gas natural
v El trasporte público corresponde a la línea de colec-
tivo “503” siendo la única que realiza su recorrido
desde Luján a Carlos Keen, cada 2 horas, siendo
que la líneas férreas están abandonadas desde
hace más de 30 años.
v Servicio telefónico fijo y de internet, también recep-
ción buena señal de todas las compañías de telefo-
nía celular en todo su territorio. Posee conexiones
telefónicas en todo e l pueblo, suministrada por Te-
lefónica de Argentina.
v Existe un teléfono público ubicado en la antigua
Estación.
v Televisión por cable y satelital
v Una farmacia.
v Centro de Asistencia Médica Primaria.
v La recolección de residuos se realiza dos veces por
semanas.
v Despensa.

Aunque dispone de algunos servicios el saneamiento, es


una necesidad aun no cubierta los faltantes servicios bási-
cos, tales como la red de agua potable, la cual se convierte
en una de las principales necesidad a causa de su incon-
clusa obra y debido al proceso de recuperación de la densi-
dad poblacional; existió una intención en 2010 del gobierno
municipal para la elaboración completa del proyecto y obra
de abastecimiento de agua potable para la mencionada lo-
calidad pero aún no se ha completado la misma.
Otra carencia o déficit de servicios básicos, relacionada
a la anterior, es el saneamiento ambiental, que comprende el
manejo sanitario de las aguas residuales domiciliarias y comer-

279
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

ciales. No existe red de cloacas ni sistema de alcantarillado, ni


el tratamiento de los residuos líquidos. En cuanto a los sólidos,
es insuficiente la frecuencia de recolección, barrido y manteni-
miento del arbolado, son escasos los cestos de residuos de la
vía pública y tampoco se observan campañas de educación
ambiental que modifique las conductas antihigiénicas de la co-
munidad y los visitantes. Se observa que del total de residuos
sólidos recolectados corresponde a residuos sólidos domici-
liarios y no se observan recolección diferenciada de residuos
provenientes de la Higiene Urbana, ni de ningún tipo.

Despensa de Carlos Keen

Fuente: http://www.panoramio.com/photo_explorer#view=photo&po
sition=38&with_photo_id=38496723&order=date_desc&user=4312484
04/06/2013

280
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Actividades económicas del área

En el partido de Luján se desarrollan tres actividades


principales: agraria, industrial, turística, siendo el sector in-
dustrial el que más incide en el producto bruto, pese a ac-
tividad agrícola ganadera se encuentra muy desarrollada.
La situación en Carlos Keen sería algo diferente al resto del
partido por ser una zona rural y porque las condiciones del sue-
lo permiten una muy buena producción de cualquiera de los
cultivos practicados en la región pampeana; la producción ga-
nadera se ve en disminución aunque aún es frecuente en aque-
llos lugares donde quedan pasturas naturales. En este sector
se observa un alto grado de subdivisión de tierras que son tra-
bajas por sus propietarios o en situación de arrendamiento.
En Carlos Keen, la industria corresponde a la producción
de alimentos, fideos y dulces. En el resto de partido de Luján
este rubro es bastante más diversificado. Los establecimien-
tos fabriles de mayor envergadura corresponden a la rama
metalúrgica donde se elaboran herramientas y maquinarias
industriales de distintos tipos, repuestos y accesorios para
la industria automotriz ya sean de vehículos livianos u pe-
sados. El rubro textil tiene antecedentes de pioneros en la
zona, por lo que existen varias empresas que producen una
variada gama de hilados y no menos importante son las in-
dustrias alimenticias y químicas.
El sector de servicios se ve incrementado en la región debido
a la fuerte influencia del turismo. El número de fieles y visitantes
de la basílica de Luján se aproxima a 5.000.000 de visitantes al
año. Según registros locales los días domingos con buen clima,
sin peregrinación llegarían a los 40.000 visitantes con el fin de
rendir culto a la Virgen de Luján y visitar los diferentes atractivos
de la zona. Aunque el volumen de turistas es muy importante no
es significativo para el producto bruto de Luján; en Carlos Keen
la actividad turística cada vez adquiere mayor importancia, sien-
do que atrae público que visita la ciudad de Luján.

281
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Patrimonio local
El predio de la estación ferroviaria de “Carlos Keen” re-
presenta el principal atractivo edilicio del pueblo, siendo que
este es el elemento central y la esencia del pueblo mismo;
durante su funcionamiento fue centro de acopio de granos,
ganado, zona de tambos y terminal de pasajeros; pero cuan-
do el ramal ferroviario de dejó de funcionar quedó en aban-
dono y en soledad. La misma situación se repitió en toda su
extensión del ramal.
El galpón ferroviario construido en 1884 como parte del
predio de la “Estación” en el centro del pueblo está confor-
mado por el galpón “Granero” restaurado en 2005 aunque
se utilizaba para la estiba de elementos que llegaban o sa-
lían de la estación como carros, carruajes, cueros, artículos
de ferretería, instrumentos de agricultura, cereales, made-
ras, carbón, por citar algunos. Actualmente funciona como
un salón de usos múltiples donde se encuentra la oficina de
información turística y se llevan a cabo distintas actividades
como ferias artesanales en la estación de Ferrocarril, even-
tos musicales, exposiciones artísticas y teatrales, proyeccio-
nes de cine. 
Capilla San Carlos Borromeo, fue inaugurada en el año
1906, sobre lo que sería la calle principal; es de estilo neo ro-
mánico, con fachada de ladrillos de junta enrasada. Detrás
del altar mayor se ubica la imagen de san Carlos Borromeo,
patrono del pueblo.
El antiguo edificio de 1888. Es uno de los edificios más
antiguos del lugar, y tiene la particularidad de haber sido
construido con ladrillo y esquina en ochava. Desde 1996 al-
berga a la Escuela Media Nº 4. Este se sitúa en el extremo
sur de lo que sería la calle principal
El Museo rural. En uno de los laterales de predio del fe-
rrocarril se encuentra esta pequeña muestra de herramien-
tas y maquinarias relacionadas con la actividad agrícola de
principio del siglo XX.

282
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

La biblioteca. Funciona desde el 5 de noviembre de


1989. La misma contiene una gran cantidad de libros que
fueron donados a lo largo de su historia.
La Antigua estafeta postal, es en la actualidad la casa
de la Sra. Noidée, una pobladora emblemática y pionera
del turismo y la gastronomía de la localidad de Carlos Keen.
También funciona una casa de té con tortas caceras y un
mini jardín botánico, atendida por su dueña quien además
suele compartir historias del pueblo. Desde 1930 funciona
allí la Oficina de Correos y Telégrafos, hasta 1980 cuando se
abre la estafeta postal.
Antigua cancha de pelota paleta. La institución fue crea-
da en Luján el 5 de agosto de 1884 y la cancha fue creada
en 1906, la misma contaba con techo y tribuna, también ha-
bía dos canchas de bochas y en la esquina funcionaba un
boliche con mesas de billar y bar-restaurante. Actualmente
funciona un almacén.
La Fundación Camino Abierto, es una organización en el
cual se pueden adquirir dulces, miel, conservas, embutidos, li-
cores y algunos otros productos regionales. Estos son produci-
dos en una huerta orgánica que según la estación del año varían
la producción para la venta al público. Esta fundación brinda a
jóvenes la posibilidad de estudiar, formarse y además participar
de un proyecto económico que consiste en llevar adelante el res-
taurante Los Girasoles. También ofrece un servicio de hospedaje
sobre la casa, construida con tecnología de adobe, fue realizada
atendiendo los criterios de sustentabilidad, este edificio cubre
las necesidades básicas el turista demanda.
Agrupación Criolla “Guarda Pampa” está integrada por po-
bladores de Carlos Keen. Organiza partidos de Pato que es
el deporte nacional, pruebas de rienda y mansedumbre, entre
otras destrezas criollas como jineteadas y domas. Esta se reú-
ne los fines de semana en el predio de la estación ferroviaria.
La granja “Mirador al Sur” de productos Artesanales de
Carlos Keen, se encuentra a 300 m de la estación ferroviaria,

283
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

sobre la calle Vicente López y las vías. Esta pymes se dedica


a la producción de hongos, miel y otros productos de esta-
ción. Un lugar donde se puede conocer una actividad tan
especial como es la cría de gírgolas, una variedad de hon-
gos comestibles que se produce y comercializa en la granja.
El camino antiguo y su paisaje de pueblo rural constituye
un atractivo turístico de valor patrimonial que conserva com-
ponentes naturales y culturales típicos de la llanura pampea-
na; el antiguo camino fue muy utilizado desde la época de
la colonia hasta alrededor de 1933, cuando construcción de
la Ruta Nacional 7 perdió flujo de tránsito y protagonismo
dentro de la región. Al recorrer este camino sobre el pueblo
se observa la arquitectura pampeana, el ferrocarril, especies
de flora y fauna, cultivos y el relieve ondulado del área.

Biblioteca popular de Carlos Keen

Fuente: http://www.panoramio.com/photo_explorer#view=photo&psi
tion=623&with_photo_id=11702069&order=date_desc&user=74713
06/06/2013

284
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Eventos, fiestas y tradiciones locales

Las Manifestaciones culturales de Carlos Keen corres-


ponden a tres días festivos, donde se combinan las tradicio-
nes pampeanas con el arraigo local.
- Fundación de Carlos Keen: se celebra cada 12 de
agosto el aniversario del pueblo que fue fundado en 1881.
Durante este día festivo suelen realizarse diferentes actos y
eventos culturales y deportivos.
- Día del Santo Patrono de Carlos Borromeo: se feste-
ja cada 4 de noviembre, el santo patrono de la localidad y
se realiza el día de comuniones Cristianas para los jóvenes
de Carlos Keen. Los festejos en honor al Santo Patrono de
Carlos Keen están acompañados de una procesión, un al-
muerzo que suele realizarse en la sede de la Sociedad de
Fomento y un baile popular al que asisten cientos de visitan-
tes y la población local.
- Fiesta de sol:  todos los 21 de junio los artesanos de
la estación organizan una feria regional, con espacios gas-
tronómicos, culturales y el tradicional fogón con quema de
sueños y deseos en el fuego de la tarde. Este evento turístico
tiene su origen en una vieja tradición indígena, quienes rin-
den culto a los dioses cósmicos y agradecen las cosechas,
la última tarde del otoño es el marco ideal para esta fiesta.

El turismo y el espacio seleccionado

El turismo en Carlos Keen es protagonizado por grupos


familiares que en su mayoría hacen una visita a la basílica de
Luján, la cual es combinada en lo que sería un circuito con
localidad de Carlos Keen, donde buscan servicios de gastro-
nomía que ofrece la localidad, el descanso y el disfrute de un
paisaje que recuerda nuestros orígenes. Podría clasificarse a
la actividad turística que se desarrolla en Carlos Keen como
turismo gastronómico, rural para la familia y la Tercera Edad.

285
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

El área mantiene un índice creciente, tanto de ofertas


como de visitantes, los cuales son atraídos por la Basílica de
Luján como eje del turismo en la zona y por la tranquilidad
propia de un pueblo rural y la oferta gastronómica que ofre-
ce. Sin embargo, el aumento y la libre frecuentación de los
visitantes cuestiona la conservación de la propia identidad
del pueblo y de otros elementos patrimoniales que podrían
perderse sin siquiera haberse puesto en valor o utilizados
desde la perspectiva turística.
Si bien el transitar de los turistas en el pueblo se distribu-
ye anualmente, se pueden caracterizar períodos en los que
la cantidad de visitantes que llega a la localidad lo hace en
horarios diurnos notándose una reducción en el verano; el
clima es la variable principal en el número de visitantes y el
día Domingo es el que mayor demanda registra.
Existen dos caracterizaciones sobre la visión de los tu-
rismos obtenidos de los testimonios de los pobladores más
antiguos de Carlos Keen. Por un lado, se lo asocia con algo
positivo, considerando que la actividad turística causo un
despertar de la comunidad, ante la necesidad de generar
empleo de la población, luego del amplio letargo que vivió la
misma y al sentir que la vida vuelve a caminar por sus calles.
Por otro lado, la figura del turismo como perjudicial o depre-
dador, es una de las expresiones con la que se suelen referir
a los perjuicios que ha traído a la localidad por falta de gestión
y regulación en el territorio. Según trascendidos locales, el nú-
mero de visitantes pasó de 4000 en 2000, a 140.000, en 2010.
En el área se encuentran diferentes instituciones que tie-
nen injerencia en la gestión del territorio para usos turísticos,
como lo son la:
v Comisión de Preservación de Carlos Keen, actualmente se
encuentra inactiva pero ha realizado tareas relacionadas
con la preservación y la gestión del patrimonio edilicio e
histórico del pueblo, como también la protección cultural.
v Sociedad de Fomento de Carlos Keen, con la función de

286
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

fomentar y realizar actividades que desarrollan dirigidas a


optimizar el bienestar del pueblo.
v Congregación Religiosa MILISCRISTI, cuyos miembros se
encargan de atender y la limpieza de la Iglesia del Pueblo.
v Asociación “Los Amigos del Camino de Carlos Keen”,
que tiene como objetivo fundamental ocuparse del estado
general del camino. Entre sus acciones se logró tener un
destacamento policial.
v Asociación de Turismo Comunitario del Pueblo Histórico
de Carlos Keen, creada el 30 de Noviembre de 2010 la
Asociación de Turismo Comunitario del pueblo histórico
de Carlos Keen, con el fin de desarrollar diferentes accio-
nes y proyectos que sirvan para revalorizar la identidad y
recuperar, conservar y mantener el patrimonio tangible e
intangible del pueblo. Fomentar el desarrollo de proyectos
productivos, sociales y culturales y la promoción de Turis-
mo Rural y Turismo Gastronómico.
v Secretaría de Producción, Turismo y Cultura de la Muni-
cipalidad de Luján. Encargada de encarar y gestionar el
turismo en el Partido de Luján.
v Secretaría de Turismo de la Provincia de Buenos Aires y la
Dirección Provincial de Turismo Social y Comunitario. En
Noviembre de 2008 se implementa el programa “Pueblos
Turísticos”, siendo Carlos Keen uno de los pueblos del
programa turístico provincial.

Uso y ocupación del espacio

Para comprender el área de influencia de Carlos Keen,


debemos definir una zona que abarca el espacio de ingreso
de la localidad, desde la Cañada de Rocha, donde se enta-
blo una posta del camino real; el pueblo de Carlos Keen y su
continuación por el camino histórico a Villa Ruiz, partido de
San Andrés de Giles; hasta el Arroyo de la Cruz. La delimita-
ción de esta área de influencia deriva, fundamentalmente, de

287
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

los usos ganadero y agrícola que se complementaron históri-


camente y de la conformación de la escorrentía superficial.
Se debe mencionar que el primer intento de poblamiento
fue sobre la Cañada de Rocha y el camino real (acceso a
Carlos Keen), el cual servía como posta a los viajeros que
circulaban por la misma, siendo paso necesario y que se-
guramente abastecía de agua; luego se desplaza hacia el
punto más alto, la actual estación de Carlos Keen.
A pesar de ser un pueblo rural reciente, la región en la
que se inscribe tiene una historia de transformaciones que
la remonta a la ocupación española; esta es una de las
primeras áreas puesta en producción de la Argentina para
usos agropecuarios, lo cual motivó la conformación de la
estación de tren y del pueblo de Carlos Keen, sitio que fun-
cionó como centro de acopio y traslado de la producción a
través de del ramal secundario del ferrocarril, entre Luján
y Pergamino.
En general, estas tierras han sido utilizadas para la pro-
ducción ganadera y agrícola, por este motivo no existen en
el área espacios sin transformación y prácticamente todos
los campos tienen algún tipo de uso.
La primera ocupación correspondió a las actividades
ganaderas de tipo extensivo; posteriormente con la tecni-
ficación del campo comenzaron a realizarse cultivos. En la
actualidad las actividades agrícolas es la principal y está
basada en el cultivo de la Soja intercalado con el Trigo; y
otros cultivos secundarios como Maíz, Girasol y Sorgo ocu-
pan el principal uso del suelo de la zona y en menor medida
la ganadería.
La estructura urbana es algo particular, una característi-
ca única de la conformación del pueblo es que este no tiene
una plaza principal como la mayoría de los pueblos de la
llanura pampeana, alrededor de la cual están la iglesia, la
escuela, la policía, los comercios y demás centros adminis-
trativos, sino que el eje en torno al cual se desarrolló el pue-

288
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

blo fue la estación del ferrocarril. De allí que el abandono del


ramal ferroviario, su infraestructura y las vías férreas hace
más de 30 años, produce un estancamiento en el crecimien-
to del pueblo y que luego provocaría un emigración de su
población. Esto fue el fin de una etapa y causó, asociado a
los cambios tecnológicos del campo, el auge del automóvil,
la falta de empleo en la región, la migración de los jóvenes y
la necesidad de desarrollar otras opciones laborales, como
la industria y el turismo.
En la actualidad Carlos Keen mantiene sus actividades
primarias y se posiciona como un centro turístico gastronó-
mico tradicional de fin de semana que acompaña el desarro-
llo turístico de la ciudad de Luján.
Los usos industriales y de servicios se desarrollan en
una menor escala si lo comparamos con en el desarrollo
que tiene esta actividad para el partido de Luján, donde la
industria es una de las principales actividades económicas.

Puente ferroviario y vías en estado de abandono sobre


Aº de la Cruz próximo a Carlos Keen

Fuente: http://www.panoramio.com/photo/80293681?source=wapi&re
ferrer=kh.google.com 04/04/2013

289
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Medio ambiente

El pueblo se encuentra a unos 17 km del centro urbano


de la ciudad de Luján; las características medioambienta-
les de Carlos Keen son aptas para el desarrollo del turismo
durante todo el año; y se presentan como un sitio tranquilo,
seguro y armónico.
Confiere al área un paisaje rural; con abundancia de es-
pacios verdes y actividades agrarias en presencia de aves
y plantas autóctonas, construcciones arquitectónicas bajas
realizadas con materiales típicos de la región lo que permite
observar el paisaje característico de la llanura Pampeana.
En el pueblo se pueden percibir diferentes olores producto
de la gastronomía, esto se debe a la diversa oferta gastronó-
mica y porque se desarrolla en una atmosfera limpia. Habitual-
mente es mínima la circulación de automóviles, deriva en una
escasa emisión de gases y ruidos. Carlos Keen se desarrolla
en un ambiente sano, sin problemas ambientales severos.
La armonía del pueblo y su paisaje se complementan la
escaza contaminación visual y sonora, la publicidad en los
espacios públicos y privados es mínima y no genera impac-
to aunque esta situación se puede ver interrumpida manera
notoria aquellos días donde se aprecia afluencia masiva de
visitantes y vehículos.
Una de las dificultades del pueblo es el insuficiente ser-
vicio de transporte público, los visitantes acceden con sus
automóviles al predio de la Estación alterando la cotidianei-
dad del lugar. Esta circunstancia trae como consecuencia
no sólo la mayor provisión de gases, sino también ruidos, ac-
cidentes, voladura de polvo, residuos escénicos, la invasión
al paisaje por el estacionamiento de los automóviles y por la
carencia de planificación territorial y regulación del tránsito
tendientes a modificar esta realidad.
En general los impactos acústicos y visuales correspon-
den a eventos puntuales cuando claramente se excede la

290
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

capacidad de carga turística, esto sucede generalmente los


fines de semana con buenas condiciones climáticas.
La principal problemática vinculada al medio ambiente
son los residuos, es inadecuado el tratamiento de los resi-
duos urbanos en todas las fases de la gestión; la gestión
pública del servicio de tratamiento de los residuos domicilia-
rios e incluso residuos provenientes de la higiene urbana no
responde a las necesidades ambientales. La situación se ve
agravada los fines de semana, por el aumento de visitantes,
la falta de recolección y por la falta de campañas de edu-
cación ambiental para evitar la generación de residuos y la
concientización sobre aspectos básicos.
En primera instancia no existe conocimiento sobre el tipo
y cantidad de residuos generados, tampoco campañas de
concientización sobre aspectos básicos sobre la los depó-
sito donde los residuos son acumulados, esto queda librado
a la voluntad de los vecinos, siendo ellos quienes improvi-
san cestos de residuos debido al ilusorio servicio público.
Tanto los residuos generados por los pobladores o el de los
visitantes terminan mezclados en los contenedores improvi-
sados, sin ningún tipo de separación o clasificación para su
posterior recolección.
La recolección y el transporte habitualmente se realiza
por medio camiones volcadores, aunque en ocasiones se
han utilizado camiones compactadores, se debería rempla-
zar por estos últimos a fin de economizar recursos y aumen-
tar la frecuencia.
El tratamiento y disposición final de los residuos sólidos
urbanos consiste en el vertido sobre un predio a modo de
depósito final, este se ubica a 15 km de la localidad. La dis-
posición final se convierte desde el punto de vista ambiental
y sanitario en una de las principales problemáticas que pre-
senta la gestión actual de los residuos, especialmente por
las condiciones de contaminación del ambiente que estas
prácticas producen y por la fuerte actividad de cirujeo —

291
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

modalidad de esta recolección informal— observándose


personas trabajar en condiciones infrahumanas, sin la pro-
tección de seguridad e higiene básicas; incluso se han ob-
servado niños en edades escolares.
Es necesaria la mejora de la situación mediante una ges-
tión integral sobre las fases de la gestión de los residuos. Se
debe tener presente aspectos básicos de gestión como: edu-
cación ambiental, problemática social, generación, recolec-
ción, transporte, tratamiento y disposición final. Esto incluye
en la gestión a todos los actores públicos y privados como
también al poblador y el turista siendo responsables hasta
que el residuo sea reciclado o inocuo al medio ambiente.

Reflexiones salientes

La Basílica de Luján es el principal centro turístico de la


región, es el sitios religiosos más visitados de Argentina y se
lo ubica entre los principales de Latinoamérica; a pesar de
la concurrencia los peregrinos y visitantes no permanecen
demasiado tiempo en la Basílica, cumpliendo con su visita
aprovecha la ocasión para pasear por las cercanías, siendo
la localidad de Carlos Keen uno de los sitios elegidos. Los
días de festivos la presencia de fieles alcanza a congestio-
nar los accesos, la basílica y el área de influencia, causando
diversas problemáticas, el incómodo y la insatisfacción de
los visitantes y de los habitantes de la ciudad.
Esto sucede porque la preparación para recibir el turis-
mo es insuficiente, existe una clara necesidad de conocer
la capacidad de carga turística de Luján y su área de in-
fluencia. Surge la necesidad de conocer el umbral que el
desarrollo del turismo no debe sobrepasar; en ocasiones
el número de visitantes suele afectar e incluso deteriorar el
medio ambiente, los servicios y provocar que la calidad de
la experiencia no satisfaga la experiencia de los visitantes.
Se debería lograr una diversificación de la oferta del área

292
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

hacia otros destinos próximos —como Carlos Keen— para


estimular la descongestión de la Basílica de Luján y hacer
más agradable su visita.
En este contexto Carlos Keen es una alternativa próxima
a la Basílica, y está dotada de valores de patrimonio incues-
tionables de la cultura rural-pampeana, susceptibles de ser
valorizados y recuperados a fin de promover el desarrollo
económico, social de la región; pese a ello, actualmente el
pueblo de Carlos Keen se promociona solo como destino
gastronómico de aquellos que visitan Luján y solo acceden
aquellos que lo visitan en su vehículo particular.
La implementación de este rubro alcanza para atraer
turistas a la localidad pero no para que permanezcan y así
generar un mejor aprovechamiento por parte del turista. Se
debe tener en cuenta la potencialidad de la localidad para la
realización de actividades al aire libre que podrían incorpora-
se a la oferta turística, como safaris fotográficos, deportes ex-
tremos, caminatas, actividades culturales, contemplación del
medio natural, actividades de aventura, muchas de las cuales
solo requieren la organización y un mínimo de infraestructura.
La ordenación espacial de la localidad es fundamental
para la ordenación del turismo; el predio de la estación, du-
rante el momento de mayor intensidad de visitantes produce
un congestionamiento de personas y vehículos circulando u
estacionando por donde pueden. Es necesaria la regulación
de esta actividad, y la creación de estacionamientos para
vehículos, senderos peatonales y de ciclistas, iluminación y
algún sistema general de auto guiado y la incorporación de
visitas guiadas para descongestionar el predio de la esta-
ción y dar a conocer otros sitios de la localidad.
En cuanto a la infraestructura, se observa entre los atrac-
tivos de Carlos Keen, una buena representatividad edilicia
de principios de siglo XX pero una faltante de actividades
vinculadas al modo de producción agrario tradicional y de
la logística que requería la comercialización. En su mayoría

293
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

los atractivos turísticos se ven reducidos a días y horarios


específicos, lo cual causa aún más la concentración del pú-
blico. La estación de trenes, se encuentra deteriorada con
necesidades urgente de mantenimiento y de reconstrucción
como para recibir al público, con la simple inspección visual
de su interior se aprecia que no cumple con las condicio-
nes de seguridad mínima como para recibir público. A pesar
de esta situación de abandono, el resto de la infraestructura
ferroviaria, se presenta como una oportunidad para la pues-
ta en funcionamiento de un tren turístico, que vincule a la
ciudad de Luján con Carlos Keen y otros pueblos turísticos
aledaños, fomentando el desarrollo turístico regional.
La gestión ambiental de los residuos es muy pobre, son
escasos los cestos de residuos públicos y no existe la separa-
ción de residuos. El casco urbano se afea por la presencia de
residuos que aguardan por ser retirados y que se encuentran
visibles por no poseer contenedores adaptados para tal fin.
Hace falta la gestión integral de residuos desde su genera-
ción hasta su reciclado y disposición final y de manera inme-
diata la instalación de cestos de basura en distintos puntos de
la localidad que permitan la separación de residuos por parte
de los turistas. Los beneficios de recuperación de residuos
deberían volcarse directamente sobre la comunidad local.
Se debería generar algún producto local como emblema
que identifique el patrimonio local y que genere un recuerdo
de la localidad, que sean expresión de la cultura y favorezca
la economía del pueblo.
Reconocer la situación turística y el patrimonio de Carlos
Keen no debe quedar en algunos trabajos de investigación,
es fundamental dar continuidad a las investigaciones del área
para contribuir en la diversificación y generación de nuevas
oportunidades, fomentar una adecuada gestión para encami-
nar a Carlos Keen hacia desarrollo sostenible turismo.
Si bien existen diversos reconocimientos o declaracio-
nes de interés sobre el sitio, estos no garantizan la adecuada

294
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

gestión del lugar; es conveniente favorecer una gestión inte-


gral del área a través de figuras de conservación ambiental
como los “Paisaje Protegido” o “Espacio Verde”, las cuales
tienen la finalidad de gestionar, proteger y conservar el pa-
trimonio cultural y natural de manera integral. La importancia
de la conservación de la localidad puede ser beneficiosa
para múltiples propósitos como para proteger bellezas escé-
nicas, diversidad biológica y la cultura rural, para investiga-
ción científica y desarrollar la educación ambiental.
Lograr una gestión integral se convierte en un atractivo
porque llaman la atención de los turistas que visiten a región,
también servirá para diversificar el producto turístico del parti-
do de Luján pero por sí sola no genera que el sitio alcance el
desarrollo u logre los beneficios deseados. Lograr una nueva
declaratoria de protección al pueblo de Carlos Keen, induda-
blemente brindara nuevas oportunidades para el desarrollo
local y regional a través de la diversificación de ofertas pero
no asegura mantener las características patrimoniales.
Generar una propuesta de gestión integral sobre los
principios del turismo sostenible es importante para regular
la actividad y corregir aquellas prácticas y usos inadecua-
dos tendiente a mejorar la calidad de vida, manteniendo tra-
diciones y costumbres y evitar posibles impactos negativos
sobre el ambiente y dando la renovación necesaria que de-
manda la actividad.

Conclusiones

El pueblo de Carlos Keen se encuentra inserto en un área


rural, donde predomina el paisaje agrario compuesto por
parcelas destinadas a las actividades agrícolas y/o ganade-
ras y con viviendas o estancias algo dispersas; es posible
apreciar algunos remanentes naturales sobre los arroyos y
borde de caminos y las vías abandonadas del ferrocarril.

295
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

La localidad está dominada por antiguos edificios, con


construcciones arquitectónicas bajas construidas con ma-
teriales característicos de la región y con la decoración y el
arbolado urbano típica de la llanura Pampeana. La histórica
emigración de su población en busca de empleo y de una
mejor calidad de vida en la ciudad y la falta de inversión
por parte de los actores intervinientes causo el abandono.
El resultado de haber conservado tales características es un
pueblo que parece detenido en el tiempo, en cuanto a su
paisaje. Paradójicamente esta situación de aparente aban-
dono se convirtió en uno de sus principales elementos patri-
moniales que hoy son demandados por el visitante.
La manera en la que el pueblo se inserta en la activi-
dad del turismo es paulatina, comienza cuando unos pocos
pobladores emprenden artesanalmente algunas actividades
gastronómicas, con el transcurrir del tiempo la actividad
se afianza hasta finalmente lograr que la gastronomía sea
atractivo de la localidad. Este fue un momento decisivo en el
nuevo desarrollo económico de la localidad y se logró por-
que la población local que acompaño de manera decidida el
nuevo rumbo socio-económico del pueblo.
Aunque se evidencian situaciones que requieren aten-
ción, entre las más preocupantes se reconoce la incapaci-
dad de competir entre los emprendimientos gastronómicos
típicos de Carlos Keen con aquellos conocidos restaurantes
de ciudades vecinas, que instalan una sucursal en la loca-
lidad; la falta de diversificación de la oferta turística y el au-
mento del precio de la tierra.
El turismo gastronómico fue la forma que encontró la po-
blación local para generar empleo y atenuar la migración
de los pobladores, en especial de los jóvenes quienes no
encontraban oportunidades para desarrollarse económica-
mente. Las familias de la localidad comenzaron a realizar la
típica gastronomía rural hasta convertirse en el atractivo más
relevante del pueblo, este se encuentra bien desarrollado

296
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

y continúa con un incremento en la oferta. Sin embargo, se


desprende que no ha existido un planeamiento estratégico
que le permita al pueblo alcanzar un grado de desarrollo
sostenible y surgen ciertas circunstancias que están dejan-
do nuevamente de lado al poblador local.
El resultado de generar un atractivo, efectivamente lo-
gro atraer visitantes y turistas, casi de manera continua se
mantuvo en aumento el número de visitantes de Carlos Keen
para disfrutar de su gastronomía; este aumento de la de-
manda también atrajo nuevos inversores en la oferta gastro-
nómica, diversificando la oferta y aumentando el número de
sitios gastronómicos. La situación en que aumenta la oferta
gastronómica no debe ser desconsiderada, siendo que mu-
chos de los nuevos sitios gastronómicos son sucursales de
restaurantes y no tienen la misma dependencia con el turis-
mo que los emprendimientos familiares.
Carlos Keen es un atractivo en desarrollo, esto atrae nue-
vas inversiones que no necesariamente mantienen la iden-
tidad de la localidad; se deben plantear objetivos claros de
desarrollo y en base a ellos reglamentar y regular la actividad
turística, para que los logros alcanzados no sean solo de
manera temporal. El aumento de la oferta y de los visitantes
puede ser tan beneficioso como contraproducente y generar
un desgaste en los atractivos, una disminución de su belleza
que no satisfaga la demanda del visitante. Se debe tener
presente que el turismo pensado solo desde lo económico
puede causar el repentino abandono de la actividad, situa-
ción vivida en otros sitios gastronómicos; el uso inapropiado
de los recursos patrimoniales de la localidad pueden darle
otro significado, que de no ser utilizados correctamente cau-
san pérdida o deterioro patrimonial, lo que se puede traducir
en perdida en la identidad del pueblo y que el número de
visitantes se reduzca.
Los recursos descriptos subrayan el potencial y la posibi-
lidad de poder diversificar la oferta turística, a través del uso

297
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

responsable del patrimonio natural. En el área prácticamente


no existe desarrollo de actividades de ecoturismo; solo se apro-
vecha una parte de su potencial y con días y horarios restringi-
dos; estas actividades se convierten en una de las principales
carencias en la oferta; el uso recreativo se desarrolla de mane-
ra improvisada y con escaza regulación, las pocas actividades
realizadas son llevada adelante por algunos pobladores loca-
les u restaurantes en las estancias, quienes en el afán de dife-
renciarse ofrecen algunas actividades para después de comer.
Los elementos naturales y antrópicos que dieron y dan iden-
tidad a Carlos Keen adquieren una preponderancia esencial,
sobre estos recursos se debería basar la diversificación de la
oferta turística respetando los lineamientos de conservación pa-
trimonial para evitar que el turista sojuzgue sobre las particulari-
dades de Carlos Keen. Hay que poner en valor todos aquellos
recursos que dieron identidad al lugar para el disfrute del turista
pero principalmente para que el poblador se sienta orgulloso de
pertenecer a ese sitio y decida encarar la restauración y la con-
servación del patrimonio. Sin desconsiderar que el solo hecho
de conocer y utilizar los elementos patrimoniales no minimiza las
amenazas ni soluciona las problemáticas que vivencia la locali-
dad, pero si otorga una nueva mirada y valorización
El visitante utiliza directa o indirectamente los recursos pa-
trimoniales de Carlos Keen, lamentablemente no es eficiente
la manera que interactúa con el patrimonio local porque con-
tribuye muy poco en la conservación de estos. Para lograr la
sostenibilidad ambiental, la actividad turística que hace uso
de los elementos patrimoniales debe convertirse en un com-
ponente central en la conservación de los recursos naturales
y culturales, siendo que estos también son utilizados por re-
sidentes y deben ser salvaguardados para las generaciones
futuras. La identidad y la memoria colectiva que aún perdura
en varias de las primeras edificaciones de Carlos Keen so-
brellevan algunas modificaciones y continúan deteriorándose,
principalmente por la falta de mantenimiento, producto de la

298
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

desidia de los propietarios, la falta de pertenencia y apropia-


ción de estos espacios, como así también, por el desarrollo
inmobiliario. Resulta alarmante que muchas de las antiguas
edificaciones estén sin mantenimiento alguno, dejadas al pro-
ceso natural de deterioro; esto podría deberse que para po-
der hacer un reacondicionamiento para fines comerciales se
halla incentivado el abandonado de aquellas propiedades de
interés comercial para lograr su posterior demolición y cons-
trucción o adaptación edilicia. 
La localidad debe desarrollarse en el bien común, con-
servando la biodiversidad natural y cultural y revalorizando
los bienes y servicios ambientales que brindan y que son
esenciales para la comunidad y el turismo. La conservación
del paisaje de Carlos Keen es fundamental porque este se
manifiesta la cultura y se reflejan las prácticas sostenibles de
la utilización de la Tierra. También, es un espacio en donde
el hombre puede reencontrarse con su identidad, experimen-
tar paz, revigorizar su espíritu, realizar actividades saludables
y desafiar sus sentidos; se convierten en importantes áreas
para investigación y la educación, y contribuyen a las econo-
mías locales y regionales.

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http://datos.bancomundial.org
http://www.mosp.gba.gov.ar
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pi-
d=S0004-48222008000300003&lng=en&nrm=iso&tln-
g=es (geología) 03/04/2013
http://www.straval.unlu.edu.ar/
http://www.turismo.gba.gov.ar
http://www.lujan.gov.ar

300
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Capacidad de carga turística en el


sendero de ascenso al cerro de la
Ventana, Parque Provincial Ernesto
Tornquist, Provincia de Buenos Aires.
Bases para el diseño de la investigación de tesis12

Hernán Gonzalo Valencia

Resumen

El presente trabajo muestra los elementos constitutivos del


diseño de la investigación de tesis para acceder al título
de licenciado en Geografía por la UNLu, referido al tema
Capacidad de Carga Turística del sendero de ascenso al
Cerro de la Ventana, Partido de Tornquist, provincia de
Buenos Aires. El enfoque del estudio privilegia las carac-
terísticas del destino turístico que, genéricamente, pueden
ser definidas como morfológicas, consideradas eslabones
básicos en el proceso de territorialización, aunque repre-
sentan los rasgos menos estudiados en el ámbito de la ac-
tividad turística y, sobre los que la Geografía puede realizar
importantes aportes.

1
2 El presente trabajo corresponde al Diseño de Investigación de la Tesis presentada
por el Lic. Valencia y aprobada para optar al título de licenciado en Geografía de la
Universidad Nacional de Luján, que lleva por título: Capacidad de carga turística en
el sendero de ascenso al cerro de la Ventana, Parque Provincial Ernesto Tornquist,
Provincia de Buenos Aires.

301
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Introducción

En septiembre de 1833, Charles Darwin daba cuenta en su


diario de viaje de la sorpresa ante “aquella montaña visible
desde el puerto de Bahía Blanca, cuya altura habría sido es-
timada por el capitán Fitz Roy en 1120 m” (Darwin, 1913). In-
mediatamente, y sin demorarse en resaltar la notable preci-
sión del cálculo efectuado por el capitán del Beagle, Darwin
concluye su observación reconociendo la singularidad de
aquel rasgo topográfico, cuyas alturas resultaban extraordi-
narias para el sector del continente en el que se encontraba.
Indudablemente, las Sierras Australes de la provincia
de Buenos Aires constituyen para el viajero, cuanto menos,
una sorpresa en la monotonía del paisaje pampeano. Así lo
confirma el tenor de las numerosas referencias bibliográficas
foráneas, que van desde las consabidas imprecisiones con
que Falkner suplía sus deficiencias, hasta las refinadas apre-
ciaciones de un Chatwin primerizo. Por parte de los viajeros
locales, los comentarios suscitados por la presencia de las
sierras no han tenido un cariz menor; baste mencionar las de-
claraciones del coronel Pedro García durante la expedición
que comandó en 1822 con el objetivo de explorar las rutas y
los territorios del centro y sur de la provincia de Buenos Aires.
Con la grandilocuencia propia de las descripciones de época,
festejaba su “felicidad ante la oportunidad que se presentaba
de determinar por observaciones científicas los puntos prin-
cipales de un terreno desconocido y lleno de preciosidades,
que debían aumentar los conocimientos geográficos de esta
parte interesante de la América meridional” (García, 1836).
Forzando la comparación, el turista actual se siente atraí-
do por un paisaje serrano que aún conserva la impronta de
su peculiar evolución. Quien se acerca desde la llanura cir-
cundante, verá emerger la mole rocosa de las sierras como
si de islas en un mar de pastos se tratase. Este carácter
“insular”, el mismo que propició las reflexiones que desem-

302
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

bocarían en la teoría de la evolución, es el principal atractivo


paisajístico de la comarca. Cuando se repara en las carac-
terísticas del sistema serrano a menor escala, puede adver-
tirse su enorme singularidad.
Desde el punto de vista físico, el clima serrano acusa
los efectos de las diferencias altitudinales generando con-
diciones micro-climáticas específicas en combinación con
la orientación de las laderas. Su geología no deja de ser no-
table si se considera la antigüedad del macizo y su vincu-
lación, a través de la Plataforma Continental, con el cordón
del Cabo en Sudáfrica y los Montes Ellsworth en la Antárti-
da (Keidel, 1916). Mientras tanto, por las cumbres serranas
serpentea una divisoria de aguas compleja que separa al
menos tres cuencas hidrográficas independientes y de gran
importancia regional. No menos singular resultan la flora y la
fauna serranas. Notable por los endemismos, en gran medi-
da producto del carácter insular antedicho, las sierras alber-
gan diversidad de especies animales y de la flora, entre las
que se destacan algunas especies vegetales sólo presentes
en determinados sectores serranos.
Por último, a los valiosos rasgos naturales propios de las
Sierras Australes de Buenos Aires debe sumársele el aporte
patrimonial representado por pinturas rupestres y los nume-
rosos restos arqueológicos, cuya antigüedad se estima su-
perior a los 1500 años, según los datos conocidos.
Si bien el sistema serrano se compone de una serie de
cordones que se extienden por más de 130 km, sus rasgos
más sobresalientes encuentran su representación más cabal
en el Parque Provincial Ernesto Tornquist, Área Natural Pro-
tegida cuyo objetivo general es precisamente otorgar pro-
tección a aquellas características naturales específicas. Las
características que justifican la protección del área son, de
algún modo, las que representan su atractivo. Entre estos, el
Monumento Natural Cerro de la Ventana, y especialmente, su
consumación en el hueco que le da nombre, resulta ser el ras-

303
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

go emblemático. Localizada a casi 1100 msnm, la abertura en


la roca de unos 8 por 5 m amerita que anualmente se cuenten
por miles los visitantes que realizan el esfuerzo de alcanzar
la cumbre. Este flujo de turistas hacia la Sierra de la Ventana
y en particular, hacia el Parque Provincial E. Tornquist, ha ido
incrementándose de forma lenta pero constante. La situación
presente revela la necesidad de estudios que se ocupen de
las delicadas relaciones existentes entre la actividad turística
y el medio en el que se lleva a cabo. En tal sentido, por su
carácter emblemático y su fuerte atractivo en términos escéni-
cos el Cerro de la Ventana se destaca como objeto deseable
para focalizar inicialmente tales investigaciones.
Ignorar la necesidad planteada en el párrafo precedente
podría devenir en el agravamiento de una doble problemáti-
ca. Por un lado, debido a la particular sensibilidad del Área
Protegida, se desencadenarían o intensificarían conflictos
en relación al uso sostenible de los recursos; por otro, se po-
tenciaría un crecimiento de tipo espontáneo, agravándose la
situación del destino turístico en general y del Monumento
Natural en particular.
En este contexto, no debemos dejar de considerar que
las condiciones de crecimiento mencionadas presentan una
serie de oportunidades entre las cuales se destaca el de-
sarrollo de las comunidades locales vinculado al turismo en
las áreas de influencia. El turismo, en un marco de sosteni-
bilidad de sus prácticas, puede contribuir al desarrollo de
los lugares de destino presentándose como una importante
alternativa para el desarrollo local y regional (Salinas, 2002).
La situación local se inscribe en un contexto nacional y
global de crecimiento de la demanda turística en las Áreas
Naturales Protegidas y sus respectivas áreas de influencia.
Esta coyuntura hace aún más acuciante la realización de
los estudios que evalúen las relaciones entre el turismo y el
medio, cuyo desarrollo deberá estar acompañada de una
adecuada planificación que tenga en cuenta el papel del

304
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

territorio como base de la oferta turística, de modo que los


estudios pertinentes no sólo apuntarán a la evaluación de las
aptitudes de un destino, sino que intentarán establecer sus
limitaciones en relación con los procesos de transformación
que pudieran desencadenarse.
Una de las consecuencias más significativas del auge
experimentado por el concepto de desarrollo sostenible
durante la última década del siglo XX, es el énfasis puesto
sobre la importancia en el establecimiento de límites a las
actividades demandantes de recursos. En la práctica, para
estimar estos umbrales se requieren herramientas que pon-
gan de manifiesto las restricciones derivadas de las particu-
lares condiciones espaciales del destino. En este contexto,
la aplicación del concepto de Capacidad de Carga ha re-
surgido con fuerza y se ha extendido a todos los ámbitos del
debate en torno al turismo.

Descripción del problema


y justificación de la investigación

El sistema de Ventania o de las Sierras Australes de Bue-


nos Aires está compuesto por un conjunto de sierras que
se extienden por más de 100 km sobre el sector sudoeste
de la provincia de Buenos Aires. En torno a él, se desarrolla
la Comarca Turística de Sierra de la Ventana,2 ámbito que
ocupa porciones territoriales de los partidos bonaerenses de
Tornquist y, en menor medida, de Saavedra.

2
La Comarca Turística de Sierra de la Ventana está conformada por las localidades
del Partido de Tornquist: Villa Serrana La Gruta, Villa Ventana, Sierra de la Ventana y
Saldungaray, abarcando las serranías desde el sur de Laguna Las Encadenadas hasta
el Dique Paso de las Piedras. Fuente: www.sierradelaventana.org.ar (Asociación para el
Desarrollo Turístico de la Comarca de Sierra de la Ventana) y Municipalidad de Tornquist.

305
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

A pesar de sus múltiples atractivos, la actividad turística


de la Comarca gira claramente en tono al Parque Provincial
Ernesto Tornquist; aproximadamente un 70% de los turistas
que recibe anualmente la Comarca, visitan el Parque.3
A lo largo de los años, la actividad turística en la Co-
marca y particularmente, en el Parque Provincial, ha ido in-
crementándose de forma lenta pero constante. Verificada
esta tendencia y teniendo en cuenta tanto el desarrollo que
presentan los factores de localización turística, como la in-
formación obtenida en las visitas al sitio, creemos pertinente
investigar las relaciones existentes entre la actividad turística
y deterioro del medio en el que tiene lugar.
La situación local se inscribe en un contexto nacional y
global de crecimiento de la demanda turística en las Áreas
Naturales Protegidas y sus respectivas áreas de influencia,4
motivo por el cual se hace más acuciante la realización de
los estudios que contemplen las delicadas relaciones entre
el turismo y el medio. Actualmente, este proceso de creci-
miento de la actividad está signado por una marcada ace-
leración del ritmo, tal como se manifiesta en las estadísticas
de WTO5 y, para el caso de argentino, de APN.6 Asimismo,

3
Estimación realizada en base a datos aportados por las oficinas de turismo locales y la In-
tendencia de Guardaparques, dependiente de la División de Conservación de Ambientes
Naturales dde la Provincia de Buenos Aires (Dirección de Desarrollo Forestal y Recursos
Naturales, Ministerio de la Producción, Gobierno de la Provincia de Buenos Aires).
4
Debe tenerse en cuenta que sólo una pequeña parte de los visitantes de las Áreas Pro-
tegidas se aloja dentro de las mismas. Generalmente, la carga del contingente es tolerada
por las localidades que se emplazan a una distancia tal que permita los desplazamientos
pendulares característicos de la modalidad turística abordada. En el caso que nos ocupa,
sólo un 3% de los visitantes que recibe el Parque Provincial E. Tornquist anualmente se
hospedan dentro del mismo. El resto del flujo que compone la demanda (salvo los visitan-
tes que se encuentran en tránsito, que por sí mismos constituyen un mínimo porcentaje,
por otra parte, difícil de estimar) es absorbido por las localidades que integran la Comarca
y que se encuentran todas, a menos de 15 km de los accesos al Parque.
5
World Tourism Organization. Datos y Cifras. wwww.unwto.org
6
Administración de Parques Nacionales. Evolución de las visitas a los Parques
(2000-2004)

306
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

debe considerarse la incidencia que tiene sobre el proceso


señalado, el crecimiento experimentado por el turismo ex-
tranjero en Argentina a partir de 2002. Este crecimiento se
refleja en las cifras de visitantes extranjeros a las Áreas Na-
turales Protegidas nacionales:

Año N° Visitantes Extranjeros (x 1.000.000)


2002 6,5
2003 6,8
2004 8,5
2005 9,7
2006 10,2
Fuente: Elaboración propia en base a datos del INDEC,7 Secretaría de
Turismo de la Nación; cifras publicadas en los diarios La Nación (13/8/2006)
y Página/12 (6/7/2006); APN

Ignorar la situación descripta en el párrafo precedente


podría devenir en el agravamiento de una doble problemá-
tica. Por un lado, debido a la particular sensibilidad de las
Áreas Protegidas,8 se desencadenarían o intensificarían los
conflictos en relación al uso sostenible de los recursos; por
otro, se potenciaría un crecimiento de tipo espontáneo en
las áreas receptoras, regido sólo por las fuerzas del merca-
do, agravándose la delicada situación del destino turístico
abordado.

7
INDEC (2003) Movimiento Internacional de personas a través de los principales pues-
tos migratorios del Gran Buenos Aires y (2003) Movimiento Internacional de Personas.
Turismo.
8
“El concepto recreativo en las áreas protegidas emana de la política de manejo que
tienen las mismas, de acuerdo al objetivo de conservación de cada una de ellas. Este
concepto define la necesidad de perpetuar el recurso para las futuras generaciones, por
lo cual no debe existir una libre explotación del turismo, sino un planificado manejo del
mismo”, APN (1994). El Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas de la Argentina.
Diagnóstico de su Patrimonio Natural y su Desarrollo Institucional. Buenos Aires.

307
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

No obstante lo señalado, entendemos que la coyuntu-


ra expuesta presenta una serie de oportunidades entre las
cuales, el desarrollo de las comunidades locales vinculado
al turismo en las áreas de influencia, no es la menos im-
portante. Resulta evidente que el turismo sostenible puede
contribuir al desarrollo económico y social de los lugares de
destino,9 presentándose como una importante alternativa de
crecimiento local y regional. Sin embargo, a fin de evitar los
efectos negativos que dicha actividad pueda generar sobre
el medio en el que se lleva a cabo, ésta requerirá una ade-
cuada planificación.10
La planificación de la actividad turística en el marco del
desarrollo sostenible debe partir de un diagnostico preciso
de los destinos turísticos en los cuales se emplazará. Dicho
diagnóstico, no deberá dejar de lado el estudio de la Capa-
cidad de Carga Turística a través de los indicadores espe-
cialmente seleccionados para tal fin.11

9
C. J. Hunter y H. Green (1995), definen el turismo sostenible como “un modelo de de-
sarrollo económico concebido para mejorar la calidad de vida de la comunidad recep-
tora, facilitando al visitante una experiencia de alta calidad acerca del medio del que
tanto la comunidad anfitriona, como los visitantes, dependen”. Asimismo, documentos
internacionales como la Declaración de Manila sobre Turismo Mundial (puntos 7 y 8),
la Definición Conceptual de Turismo Sostenible de la WTO (punto 3) y la Declaración
de la Haya sobre Turismo, coinciden en el rol de la actividad turística como factor de
desarrollo económico.
10
“Es necesario que las áreas naturales donde haya actividad recreativa tengan, pre-
viamente, un Plan de Manejo que la ordene, de acuerdo a los objetivos de conser-
vación que se hayan fijado para cada una”. A. P. N. (1994). El Sistema Nacional de
Áreas Naturales Protegidas de la Argentina. Diagnóstico de su Patrimonio Natural y su
Desarrollo Institucional. Buenos Aires.
11
“Es imprescindible establecer la capacidad de carga (cantidad de visitantes, perio-
dicidad de las visitas, tipo de actividad recreativa) como una de las pautas fundamen-
tales de la planificación”. Ibídem. (1994).

308
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Marco Teórico

Los estudios que profundizan el turismo más allá de los as-


pectos descriptivos lo hacen, en general, a partir del conte-
nido económico de esta actividad. Sin embargo, entre éstos,
son pocos los que superando los abordajes meramente ge-
renciales,12 alcanzan las bases estructurales y superestruc-
turales13 cuyos emergentes brindan una determinada confi-
guración al territorio.14 Esto es así, a pesar de la claridad con
que la actividad turística involucra “un medio natural altera-
do por el proceso histórico de ocupación, el cual conforma
una unidad con el capital fijo incorporado por el conjunto
social a través del tiempo”.15 A nuestro entender, esta ca-
rencia, se constituye como el primer escollo con vistas al
análisis que demanda la actividad turística en el contexto de
crecimiento experimentado en la actual coyuntura nacional
e internacional.
No obstante creemos que existe, en torno al turismo, otro
inconveniente aún mayor que el señalado. Nos referimos a
la preponderancia que tienen, en los estudios que abordan
esta cuestión, aquellos enfoques de corte económico sobre
los que, sin desconocer la fuerza del componente, conside-
ran que el turismo es, ante todo, una práctica social colecti-

12
Transformado así en una actividad económica a la cual se le puede extraer una
rentabilidad evidente, el turismo masivo se ha convertido en un sujeto de análisis, pero
esencialmente desde un enfoque gerencial o a veces, macroeconómico”. HIERNAUX
NICOLÁS, D. (1995). “Elementos para un análisis sociogeográfico del turismo” en A.
Rodríguez (Organizadora), Turismo e Geografía. Reflexoes Teóricas e Enfoques Regio-
nais. Ed. Hucitec. Sao Paulo.
13
La estructura del fenómeno social y sus articulaciones superestructura les “refieren
al sistema capitalista con sus actuales contradicciones, el cual se manifiesta a través
de una modalidad actual de ocupación del territorio” DE JONG, G. (2001). Introduc-
ción al método regional. LIPAT. Universidad Nacional del Comahue. Neuquén.
14
DE JONG, G. (2001). Introducción al método regional. LIPAT. Universidad Nacional
del Comahue. Neuquén.
15
Ibídem.

309
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

va.16 De este modo, llama la atención la abundancia relativa


de estudios centrados sobre sus aspectos económicos en
detrimento de aquellos cuyo eje se apoya en los aportes de
otras ciencias sociales. Especialmente curioso resulta la es-
casez de trabajos por parte de la Geografía, dado que la
actividad turística es, en sí misma, “una de las prácticas so-
ciales más genuinamente territoriales”.17
De la singularidad referida en el párrafo anterior se sigue
una consecuencia principal: la escasez de aportes teóricos
al turismo por parte de la Geografía. En general los trabajos
provenientes de esta disciplina son “estudios aplicados”18 en
los que se recurre a conceptos y teorías tomados de discipli-
nas con mayor o menor grado de afinidad.
Esta investigación no deja de verse afectada por lo ex-
puesto precedentemente, e intenta salvar, en la medida de
lo posible, las dificultades que de ello se desprenden. En
principio, consideramos que todo “espacio turístico” es “es-
pacio geográfico”, por lo que el abordaje del primero de los
conceptos torna necesaria la delimitación de los alcances
del segundo.
Hacia fines de los años 80, M. Santos19 lleva adelante
una pormenorizada redefinición de las categorías de aná-
lisis tradicionales, apoyada sobre la base de sus trabajos
anteriores. En esta línea, el enfoque propuesto entiende
al espacio geográfico en términos de lo que Santos con-

16
“Más que una actividad económica (el turismo) es una práctica social generadora de
actividad económica en la mima forma que la religión, en deporte o la guerra”. HIER-
NAUX NICOLÁS, D. (1995). “Elementos para un análisis sociogeográfico del turismo”
en A. Rodríguez (Organizadora), Turismo e Geografía. Reflexoes Teóricas e Enfoques
Regionais. Ed. Hucitec. Sao Paulo.
17
Hiernaux Nicolás, D. (1995). “Elementos para un análisis sociogeográfico del tu-
rismo” en A. Rodrígues (Organizadora), Turismo e Geografía. Reflexoes Teóricas e
Enfoques Regionais. Ed. Hucitec. Sao Paulo
18
Hiernaux Nicolás, D. (2007) Presentación realizada durante el Congreso de Geogra-
fía Cultural, Buenos Aires octubre de 2007.
19
Santos, M. (1996). Metamorfosis del espacio habitado. Ed. Oikos-Tau. Barcelona.

310
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

sideraba como el “conjunto de fijos y flujos” (1982, 1990,


1996).20
Posteriormente, el autor citado ha afirmado que los ele-
mentos fijos, permiten acciones que modifican el propio lu-
gar. De este modo, flujos nuevos o renovados recrean las
condiciones ambientales y las condiciones sociales, redefi-
niendo cada lugar.21 Entendemos que el turismo se adapta
adecuadamente al enfoque conceptual propuesto, de modo
que es posible, por un lado, asimilar los turistas (y también
las inversiones) con los “flujos”, mientras que por otro, los
sitios receptores y emisores pueden ser considerados como
los “fijos” de la ecuación. De este modo, los flujos de turistas
e inversiones parten desde y hacia los fijos, configurando así
lo que podríamos denominar “espacio turístico”.
La dialéctica entre ambos elementos,22 donde las ac-
ciones condicionan las formas materiales y éstas, a su vez,
condicionan las acciones, es característica en el proceso de
conformación del espacio turístico. Así, sería posible defi-
nir este espacio como “una determinada infraestructura –fi-
jos- destinada a favorecer la llegada y el asentamiento de
los turistas”23 –flujos. Ambos interactuarían de modo que, la
afluencia de turistas, fomentaría la producción de nuevos “fi-
jos”, lo que redundaría en el aumento de los “flujos”, con una
nueva demanda sobre los “fijos”.

20
Santos, M. (1982) Pensando o espaço do homen.
____(1990). Por una geografía nueva. Ed. Espasa, Madrid.
____(1996). La metamorfosis del espacio habitado. Ed. Oikos-Tau. Barcelona.
Las ideas vertidos en el texto estudiado son, tal como lo reconoce el propio autor, una
continuación natural de sus trabajos anteriores. En éstos, se empezaba a delinear
la consideración del espacio geográfico como conjunto de fijos y flujos, asimilados
aquellos, hacia fines de los 70, a las “formas espaciales” identificadas como uno de los
elementos de mayor importancia para el abordaje del espacio geográfico.
21
Santos, M. (2000). La naturaleza del espacio. Ed. Ariel. Barcelona.
22
Santos desarrolla esta cuestión en el Capítulo II de La naturaleza del espacio (2000).
23
Colectivo de autores. (2005). Marco conceptual del turismo, ocio y recreación. Materiales
para el curso de Geografía del Turismo, Diplomatura en Turismo. Universidad de La Habana.

311
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Pero los “flujos” interactúan con los “fijos” en otra ins-


tancia de conformación del espacio. Cuando nuevos “flujos”
entran en contacto con determinados “fijos”, puede even-
tualmente suceder que la demanda ejercida por aquéllos
sobre éstos resulte excesiva, degradándose la condición de
base existente. Como se ve, “flujos” nuevos no sólo deman-
dan nuevos “fijos”, sino que, en ocasiones, crean espacio en
un proceso singular: impactando sobre los fijos existentes
de un modo negativo.
Una de las aproximaciones posibles al tema de los im-
pactos, y eventualmente la degradación de los espacios tu-
rísticos, utiliza como herramienta fundamental el concepto
de Capacidad de Carga, derivado de la Biología y la Eco-
logía.24 En efecto, el concepto de Capacidad de Carga (o
Capacidad de Soporte25) utilizado desde hace un tiempo en
los estudios turísticos, tiene su origen en aquella ciencia y
se define habitualmente como la “máxima población de una
especie en particular, a la que un hábitat determinado puede
sustentar o sostener por un periodo o tiempo determinado”.26
Si bien en un sentido amplio esta investigación se en-
contraría relacionada con los estudios de Ecología, estric-
tamente está en la línea de ciertos trabajos de Ecología del
Paisaje y Geografía del Turismo.
Entre las aproximaciones al tema de la Capacidad de
Carga por parte de los estudios de turismo, se destaca el
trabajo de P. Echamendi Lorente: La capacidad de carga tu-

24
Echamendi Lorente, P. (2001). La capacidad de carga turística. Aspectos concep-
tuales y normas de aplicación. Anales de Geografía de la Universidad Complutense,
Departamento de Geografía Humana, U.C.M.
25
En este sentido pueden consultarse los trabajos de E. Odín (1978. Ecología. Ed.
CECSA. México) y T. Miller (1992. Living in Envaronen. An Introduction to Environmental
Science. Ed. Wadsworth Publishing Company. USA).
26
Miller, T. (1992). Living in Environment. An Introduction to Environmental Science. Ed.
Wadsworth Publishing Company. USA

312
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

rística. Aspectos conceptuales y normas de aplicación27. En


él se presentan una serie de definiciones de Capacidad de
Carga Turística que gozan de una amplia aceptación; todas
ellas hacen referencia, esencialmente, a un mismo concep-
to, aunque lo abordan desde puntos de vista sensiblemente
diferentes:

- “Número máximo de visitantes que pueden hacer uso


de un espacio sin una alteración inaceptable del medio fí-
sico y sin una disminución en la calidad de la experiencia
conseguida”.28
- “Uso que puede soportar, en un periodo determinado
un área, sin que por ello se cauce excesivo daño al medio
físico o a la experiencia del visitante”.29
- “Nivel de uso que mejor consigue los objetivos pro-
puestos en el sistema”30 o “con el que se maximiza la satis-
facción y los beneficios de los visitantes”.31
- “Nivel de uso turístico que proporciona una calidad
sostenida de la recreación”.32
- “Número de visitantes y grado de desarrollo que es
susceptible de ser alcanzado sin que se produzcan situa-
ciones perjudiciales para los recursos”.33

27
Echamendi Lorente, P. (2001). La capacidad de carga turística. Aspectos concep-
tuales y normas de aplicación. Anales de Geografía de la Universidad Complutense,
Departamento de Geografía Humana, U.C.M.
28
Mathieson, A. y G. Wall (1986). Turismo. Repercusiones económicas, físicas y socia-
les. Ed. Trillas. México.
29
Lime, D. y G. Stankey (1971). “Carrying capacity: maintaining outdoor recreation
quality” en Proceeding Forest Recreation Symposium. College of Forestry. New York.
30
Stynes, D. (1977). “Recreational carrying capacity and the management of dynamic
systems” en N. R. P. A. Congress. Las Vegas.
31
Geist, D. (1976). “The carrying capacity of public wild land recreation areas: evalua-
tion of alternative measures” en Journal of Leisure Research, N° 8.
32
Wagar, J. (1964). The carrying capacity of wild land for recreation. S. A. F. Washington.
33
OMT.

313
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

A pesar de diferir en cuanto a perspectivas y alcances,


todas las definiciones consignadas presuponen la sostenibi-
lidad de los recursos turísticos afectados.
El concepto de “desarrollo sostenible” introdujo una nue-
va línea de pensamiento en la cual se considera importante
que el desarrollo atienda, no sólo a las necesidades actua-
les, sino también a las futuras. El turismo no estuvo ajeno a
la aceptación del concepto y muy pronto la sostenibilidad se
convirtió en una cuestión prioritaria en la actividad. Es preci-
samente este reconocimiento y aceptación del concepto de
sostenibilidad, el factor que históricamente posibilitó que el
concepto de Capacidad de Carga recobrara preponderan-
cia dentro de los estudios turísticos.
Echamendi Lorente34 distingue asimismo, cinco tipos de
Capacidad de Carga:

1. Ecológica
2. Física
3. Social
4. Económica
5. Psicológica

Al respecto, en concordancia con el autor citado, enten-


demos que cualquier estudio acerca de la Capacidad de
Carga Turística, debe considerar conjuntamente estas cinco
vertientes. En el caso de nuestra investigación, intentaremos
articular aspectos físicos, ecológicos y psicológicos. No
obstante, tenemos presentes las advertencias del autor con
respecto a las dificultades en los métodos de medición que
se desprenden de los inconvenientes propios de la integra-

34
Echamendi Lorente, P. (2001). La capacidad de carga turística. Aspectos concep-
tuales y normas de aplicación. Anales de Geografía de la Universidad Complutense,
Departamento de Geografía Humana, U.C.M.

314
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

ción de factores físicos, ecológicos, económicos y psicoló-


gicos. A estas consideraciones debemos agregar, además,
las dificultades vinculadas al carácter dinámico del fenóme-
no estudiado.35
Eros Salinas36 menciona aquellos elementos que inciden
en la Capacidad de Carga y los agrupa en:

a. Los que pueden evaluarse de manera estadística.


b. Los que no son susceptibles de tal tratamiento como
por ejemplo los impactos sobre las tradiciones cultura-
les o los aspectos subjetivos en la población residente.

No obstante los problemas vinculados a la operatividad


del concepto, el autor citado reflexiona acerca del papel de
la Capacidad de Carga Turística como indicador de suma
importancia a la hora de seleccionar las alternativas más
adecuadas para administrar un territorio determinado, confi-
gurándose como un valioso elemento a la hora de regular el
uso y la protección de los recursos turísticos.
En nuestro intento por acercarnos a una adecuada me-
todología a través de la cual salvar las dificultades mencio-
nadas, nos remitimos al trabajo clásico de M. Cifuentes,37 tal
como lo instrumenta R. Cuadra Quintana.38

35
Ya los trabajos de los ecólogos advierten sobre la dificultad para calcular la Capa-
cidad de Carga en relación a las poblaciones humanas; E. Odum afirma que uno de
los mayores obstáculos para la planificación regional y la administración de los eco-
sistemas es que resulta “extremadamente difícil determinar la capacidad de soporte
humano de una región” (1978, Ecología).
36
Salinas, E. “El Turismo y el aprovechamiento del medio natural”, en Geografía y Tu-
rismo. Aspectos territoriales del manejo y gestión del Turismo.
37 Cifuentes, M. (1992). Determinación de la Capacidad de Carga Turística en Áreas
Protegidas. Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza. Costa Rica.
38
Cuadra Quintana, R. (2002). Introducción al Ecoturismo. Facultad de Administración
Turística y Hotelera. Managua.

315
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

La propuesta gira en torno a tres niveles de consideración:

1. Capacidad de Carga Física


2. Capacidad de Carga Real
3. Capacidad de Carga Efectiva

La investigación busca estimar la Capacidad de Carga


Turística de los sectores de uso público del Parque Provincial
E. Tornquist, a partir de la determinación de la Capacidad de
Carga Física, la Capacidad de Carga Real y la Capacidad de
Carga Efectiva en los senderos habilitados a los visitantes, a
fin de establecer una clasificación de acuerdo a la tolerancia
y sensibilidad que presentan. Esta clasificación nos permitirá
determinar, a partir de la comparación con la cantidad de vi-
sitantes que efectivamente reciben estos sectores, el nivel de
presión al que están sometidos y distinguir, entre estos, el que
se encuentra en un estado de mayor vulnerabilidad.

Glosario

Capacidad de Carga Turística: Se refiere al uso máximo


que puede hacerse de un lugar sin deteriorar sus recursos,
rebajar los niveles de satisfacción de los turistas o generar
impactos negativos sobre la sociedad, la economía o la cul-
tura local (DÍAZ GISPERT, 2005).
Capacidad de Carga Física: Límite máximo de visitas
que pueden hacerse en un sitio con límites definidos, en un
tiempo determinado. Su fórmula general estaría dada por el
producto entre los visitantes en relación al área, la superficie
disponible para uso público y el factor tiempo.
Capacidad de Carga Real: Es el límite máximo de visitas
determinado a partir de la Capacidad de Carga Física, luego
de someterla a factores de corrección físicos, ecológicos y,
eventualmente, psicológicos.

316
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Capacidad de Carga Efectiva: Es el límite máximo de vi-


sitas que se puede permitir en función de las capacidades
para ordenarlas. Se obtiene comparando la Capacidad de
Carga Real con la Capacidad de Manejo propia de la admi-
nistración del área. Esta última se deriva de la consideración
del equipamiento, la dotación de personal, el financiamiento
y el contenido de los planes de manejo respectivos.
Desarrollo Sostenible: El concepto surge en la década
del 80, aunque algunas fuentes sostienen que, ya en 1972,
se daban ya los primeros indicios de esta nueva perspecti-
va con la celebración de la Primera Reunión Mundial sobre
Medio Ambiente.39 En 1980, la Unión Internacional sobre la
Conservación de la Naturaleza (UICN), dio a conocer la “Es-
trategia Mundial de Conservación”, la cual puntualizaba la
sustentabilidad en términos ecológicos. Esta estrategia con-
templaba tres prioridades: el mantenimiento de los procesos
ecológicos, el uso sostenible de los recursos y el manteni-
miento de la diversidad genética.
Recurso Turístico: En El Turismo y el aprovechamiento
del medio natural, E. Salinas los define como los objetos y
fenómenos de origen natural y antrópico que constituyen
una atracción para los visitantes, sean sitios naturales, mani-
festaciones histórico-culturales, instalaciones hoteleras y de
servicios, etc.
Turismo Sostenible: En línea con las definiciones basa-
das en el concepto de sostenibilidad delineado en los docu-
mentos de la Comisión Mundial sobre Ambiente y Desarrollo
(Comisión Brundtland, 1987), el turismo sostenible podría
ser caracterizado como aquel que logra satisfacer las nece-
sidades de los actuales turistas sin comprometer las necesi-
dades de las generaciones futuras. En relación con el desa-
rrollo económico, C. J. Hunter y H. Green (1995), definen el

39
Llamada “Conferencia sobre el Medio Humano”, celebrada en Estocolmo.

317
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

turismo sostenible como un modelo de desarrollo concebido


para mejorar la calidad de vida de la comunidad receptora,
facilitando al visitante una experiencia de alta calidad acer-
ca del medio del que tanto la comunidad anfitriona, como los
visitantes, dependen.
Uso sostenible de los recursos: Explotación tal que satis-
faga las necesidades actuales sin comprometer las necesi-
dades de las generaciones futuras.

Estado del conocimiento sobre el tema de tesis

El concepto de Capacidad de Carga es propio de la Biología


y la Ecología de las Poblaciones, disciplinas que poseen una
abundante literatura al respecto. No obstante, la aplicación
del concepto de Capacidad de Carga al turismo no es nue-
va, considerándose que los primeros trabajos aparecieron
en la primera mitad del siglo XX.40 Puntualmente, con res-
pecto al turismo en Áreas Naturales Protegidas, el uso del
concepto comienza a insinuarse a principios de los 60. La
posibilidad de calcular un límite teórico que relacione los flu-
jos de turistas con un posible deterioro de los recursos espe-
cíficos de las áreas, aparece ya en los trabajos de Wagar,41
hacia mediados de la década.
Durante los años 70, una corriente desarrollada en tor-
no a los efectos negativos del turismo sobre las áreas re-
ceptoras, intenta calcular la Capacidad de Carga Turística
teniendo en cuenta, fundamentalmente, factores de tipo psi-

40
Echamendi Lorente, P. (2001). La capacidad de carga turística. Aspectos concep-
tuales y normas de aplicación. Anales de Geografía de la Universidad Complutense,
Departamento de Geografía Humana. El autor se refiere al trabajo de Budd citado
por Watson y Kopachevsky (“Tourist carriying capacity”, en Progress in Tourism and
Hospitalito Research, n° 2, 1996).
41
Wagar, J. A. (1964). The Carrying Capacity of Wild Land for Recreation. Forest Science
Monograph. S. A. F. Washington D. C.

318
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

cológicos y preceptúales. Estas reflexiones culminan en los


aportes de Baretje42 y, especialmente, Buttler.43
Hacia fines de los 80, el surgimiento del concepto de
“desarrollo sostenible” dio un nuevo impulso a los estudios
de Capacidad de Carga aplicados al turismo.44 En esta línea,
y con respecto a las Áreas Naturales Protegidas, en 1992 se
publica el trabajo de M. Cifuentes,45 considerado un clásico
en la actualidad. Este texto ha sido la base fundamental de
desarrollos subsiguientes.
Uno de los estudios basados en el trabajo de Cifuentes
es el que pertenece a J. López García,46 vinculado estre-
chamente a la línea seguida por esta investigación. En él, la
Capacidad de Carga se calcula a partir de la consideración
de una serie de supuestos aplicables al área de estudio que
nos compete, tanto en lo que se refiere a la Capacidad de
Carga Física (CCF) como a los factores de corrección ati-
nentes a estimar una Capacidad de Carga Real (CCR). En
este sentido, constituyen un aporte significativo los criterios
utilizados para establecer los diferentes factores de ponde-
ración en relación a la erodabilidad y accesibilidad de los
diferentes sectores del sendero.

42
Baretje, R. (1980). Tourist Carrying Capacity: Essai Bibliographique. CHET. Aix-en-
Province.
43
El autor citado es responsable de una serie de artículos publicados a principios de
los 80’, entre los cuales puede ser citado The Concept of a Tourist Area Cycle of Evo-
lution, publicado en The Canadian Geographer (vol. 14; n.° 1).
44
Echamendi Lorente, P. (2001). La capacidad de carga turística. Aspectos concep-
tuales y normas de aplicación. Anales de Geografía de la Universidad Complutense,
Departamento de Geografía Humana, U.C.M.
45
Cifuentes, M. (1992). Determinación de la Capacidad de Carga Turística en Áreas
Protegidas. Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza. Costa Rica.
46
López García, J. (1998) “Evaluación De La Capacidad De Carga Como Una Alterna-
tiva De Desarrollo Sustentable En Un Sendero Ecoturístico Del Santuario Cerro Pelón,
De La Reserva Especial De La Biosfera Mariposa Monarca” en La ecología del paisaje
como base para el desarrollo sustentable en América Latina. Eduardo Salinas Chávez
y John Middleton.

319
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Una metodología similar a la expuesta es presentada en


un trabajo reciente de Brenes: Determinación de la capacidad
de carga turística en el Parque Internacional La Amistad,47 El
texto se encamina hacia la estimación de los diferentes tipos
de Capacidad de Carga Turística en el Parque La Amistad,
primera Reserva de la Biósfera Binacional, compartida por
Panamá y Costa Rica. Interesa particularmente la exposición
que realiza en el capítulo 4, referida a los aspectos metodoló-
gicos. A lo largo del capítulo se presenta el método empleado
para la estimación de los valores referenciales, aplicados a los
senderos del Área Protegida considerada; los puntos 4.3.1; 2
y 3 encaran la tarea de Calcular las Capacidades de Carga
mencionadas a través de los indicadores adecuados. En es-
tos puntos se desarrollan de manera acabada los métodos de
cálculo, procesamiento y análisis de la información relevada.
Nuestra investigación entronca directamente con esta lí-
nea teórica y metodológica. No obstante, presenta dos parti-
cularidades distintivas. La primera surge necesariamente de
la aplicación del concepto y la metodología a un área original:
el Parque Provincial E. Tornquist, Área Natural Protegida que
no cuenta entre sus antecedentes con este tipo de estudios.
La segunda, tiene que ver con la inclusión, tanto de aspectos
cuantitativos como cualitativos referidos a los factores de pon-
deración en el cálculo de la Capacidad de Carga Real.

Área geográfica
y lapso del problema de investigación

En el sector sudoeste de la provincia de Buenos Aires se


desarrolla el sistema orográfico de Ventania o de las Sierras

47
Brenes, O y Otros. (2004). Determinación de la capacidad de carga turística en el
Parque Internacional La Amistad. Centro Científico Tropical.

320
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Australes de la Provincia de Buenos Aires. Estas sierras for-


man un conjunto de cadenas48 cuyo relieve surge abrupta-
mente de la llanura pampeana circundante. El relieve refe-
rido es una de las características más significativas de la
región, y se configura como el marco en el cual se desarrolla
la Comarca Turística de Sierra de la Ventana, unidad funcio-
nal que aglutina las sierras, el Parque Provincial E. Tornquist
y las localidades satélites.49
El área geográfica a la que se circunscribe la investiga-
ción se encuentra dentro del Partido de Tornquist, y abarca,
en un sentido amplio, la superficie correspondiente al Par-
que Provincial E. Tornquist: unas 6718 ha.50 Este Área Prote-
gida de jurisdicción provincial se ubica en torno a los 38°03’
S – 62°02’ O; su posición posee gran valor en sí mima ya que
se encuentra a sólo 120 km de la costa atlántica y a 90 km
de la ciudad de Bahía Blanca, centro urbano con un cuarto
de millón de habitantes.
El objetivo de esta investigación es estudiar la Capa-
cidad de Carga Turística actual de los sectores de acceso
público del Parque Provincial E. Tornquist. Para ello se ten-
drán en cuenta los “flujos” actuales y el estado actual de
los senderos sujetos a la investigación. No obstante esto,
reconocemos que todo espacio lleva implícita una tempo-
ralidad. Por definición, el espacio turístico es un presente,
pero los elementos que lo componen y que constituyen las
principales categorías de análisis51, son el producto presen-
te de un tiempo pasado. Por lo tanto, cualquier aproximación

48
La Sierra de la Ventana propiamente dicha, la Sierra de Pillahuinco y la Sierra de
Cura Malal.
49
Entendemos que dada la proporción entre los turistas que recibe la Comarca y los
visitantes del Parque, es posible considerar que este último posee el peso suficiente
como para que la actividad turísticas de las localidades gravite en torno al área pro-
tegida.
50 SIFAP, 2007.
51
Santos, M. (2000). La naturaleza del espacio. Ed. Ariel. Barcelona.

321
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

al espacio turístico y sobre todo, aquellas que como ésta,


se centran en la interacción de la sociedad con el medio,
supondrá implícitamente una “verticalidad” inscripta en el
paisaje y de los usos actuales que en él tienen lugar52; tanto
los objetos como acciones, elementos constitutivos de ese
espacio turístico, son el resultado de una determinada evo-
lución temporal.

Objetivos de la Investigación

La formulación de objetivos debe, en principio, estar en con-


cordancia con el nivel de respuesta se pretende alcanzar
(Samaja, 1993:250). En este sentido, aspirando a un nivel
descriptivo-analítico, se propone:

Estimar la Capacidad de Carga Turística de los sectores


de uso público del Parque Provincial E. Tornquist, a partir de
la determinación de la Capacidad de Carga Física, la Capa-
cidad de Carga Real y la Capacidad de Carga Efectiva en
los senderos habilitados a los visitantes, a fin de establecer
una tipología de acuerdo a la tolerancia y sensibilidad que
presentan. Esto nos permitirá, en una segunda instancia,
comparar la Capacidad de Carga Turística con el número de
visitantes que visitan actualmente el Parque Provincial, a fin
de realizar un diagnóstico de la situación actual en relación
con el uso sustentable de los recursos turísticos.

52
Según M. Santos (2000), el paisaje reúne objetos pasados y presentes, pero existe a
través de las formas, creadas en momentos diferentes pero coexistiendo en el momen-
to actual. El espacio, por otra parte, es siempre presente (una construcción horizontal
y una situación única), ya que las formas del paisaje cumplen una función actual como
respuesta a las demandas actuales de la sociedad.

322
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Objetivos Generales

v Estimar, jerarquizar y comparar las Capacidades de


Carga Turísticas diferenciales en los sectores de acceso pú-
blico del Parque Provincial E. Tornquist.53

v Realizar un diagnóstico de la situación actual a partir


de la comparación de la Capacidad de Carga con el número
de visitantes que visitan actualmente el Parque Provincial y
sus efectos sobre los recursos turísticos.

Objetivos Específicos

v Determinar la Capacidad de Carga Física


v Determinar la Capacidad de Carga Real
v Determinar la Capacidad de Carga Efectiva
v Asignar los valores obtenidos a los sectores
de acceso público
v Establecer una jerarquía de acuerdo a su tolerancia
v Conocer el número de visitantes actual
v Comparar los resultados obtenidos
v Realizar un diagnóstico de la situación actual
v Elaborar la cartografía respectiva

53
El Objetivo General enunciado es dependiente de los Objetivos Específicos. Asimis-
mo, se identifica entre éstos una “secuencia condicional” (Samaja, 1993, p. 252) en el
orden en que fueron planteados.

323
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Marco conceptual

Poder Ejecutivo Poder Legislativo Turismo Turismo


de la Provincia de la Provincia nacional internacional
de Buenos Aires de Bs As

Ministerio Legislatura de la
Provincia de Turismo en
de Asuntos
Buenos Aires A.N.P/Ecoturismo
Agrarios

Administración
Ley provincial Turistas/
de Áreas
10.907 visitantes
Protegidas

Provincia de Buenos Aires


PLAN
Partido de Tornquist
DE
MANEJO Parque Provincial
Ernesto Tornquist

Co. Bahía Blanca


Sectores de Co. Ventana
acceso Garganta Olvidada
público Garganta del Diablo
Piletones

C.C.T.

C.C.E.
Erodabilidad
Accesibilidad
Factores Factores de
ecológicos C.C.R.
corrección
Factores
psicológicos
Longitud del sendero
C.C.F. Horarios de visita
Condicionamientos
climáticos

324
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Hipótesis

La Capacidad de Carga Turística es un concepto esen-


cial para el ordenamiento y la gestión de las Áreas Naturales
Protegidas, en el marco de un desarrollo basado en criterios
de sostenibilidad aplicados a la actividad turística.54
En el Parque Provincial E. Tornquist no existe una restric-
ción formal normativa del número de visitantes que pueden
acceder a los sectores públicos, establecida a partir del cál-
culo de la Capacidad de Carga Turística.
En este contexto:
La Capacidad de Carga Turística de los sectores de acce-
so público, según las condiciones que presentan actualmente,
se encuentra por debajo del número de visitas recibidas du-
rante el año… Esta situación incidirá sobre el uso sostenible
de los recursos turísticos, afectando negativamente sobre la
conservación del suelo, la dinámica propia de los ecosiste-
mas y la calidad de la experiencia de los visitantes.

Variables nominales: Visitantes al Área Protegida; visitas a


los sectores de acceso público; Capacidad de Carga Turística;
características generales de los sectores públicos; condicio-
nes edáficas, ecológicas y de acceso de los sectores públicos.
Variables dimensiónales: Número de visitantes del Área
Protegida y de los sectores de acceso público; Capacidad
de Carga Turística; Capacidad de Carga Física; Capacidad
de Carga Real; Capacidad de Carga Efectiva; tipo de suelos,
pendiente y nivel de erosión de los senderos; niveles de ac-
cesibilidad; calidad de la experiencia del visitante; grado de
afectación ecosistémica; longitud de los senderos; número de
días anuales con precipitación.

54
Esta es una primera hipótesis retórica, es decir una premisa general, normalmente,
implícita en los “conocimientos previos”.

325
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Índice tentativo de la Tesis

Introducción
Capítulo 1: Los supuestos básicos
El turismo como factor de desarrollo económico
1.2 El auge a nivel mundial del turismo en Áreas
Protegidas
Capítulo 2: Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
2.1 Las Áreas Protegidas Argentinas
2.2 Subsistema provincial: Áreas Protegidas de la Pro-
vincia de Buenos Aires
2.3 Dominio, jurisdicción y administración de las Áreas
Protegidas de la Provincia de Buenos Aires.
Capítulo 3: El desarrollo sostenible y turismo en las Áreas
Protegidas
El turismo en Áreas Naturales Protegidas
El desarrollo turístico e impacto ambiental
El desarrollo económico y turismo
Capítulo 4: Los Capacidad de Carga Turística
Introducción
Capacidad de Carga Física
Capacidad de Carga Real
Capacidad de Carga Efectiva
Capítulo 5: El Parque Provincial Ernesto Tornquist
5.1 Historia del Parque
5.2 Características físico-naturales
5.3 La zonificación al interior del Parque
5.4 El turismo en el Parque. Los sectores de acceso
público y senderos pedestres del Parque Provincial E.
Tornquist
Capítulo 6: La Capacidad de Carga Turística de los sen-
deros del Parque Provincial E. Tornquist
6.1 “Monumento Natural Cerro de la Ventana”
6.2 “Garganta del Diablo”
6.3 “Piletones”

326
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

6.4 “Garganta Olvidada”


6.5 “Cerro Bahía Blanca”
Capítulo 7: Diagnóstico de la Situación Actual de los Re-
cursos Turísticos del Parque Provincial E. Tornquist
Conclusiones

Fuentes consultadas para la elaboración del anteproyec-


to de tesis

Bibliográficas

Administración de Parques Nacionales (1994) El Sistema


Nacional de Áreas Naturales Protegidas de la Argentina.
Diagnóstico de su Patrimonio Natural y su Desarrollo Ins-
titucional. Buenos Aires.
Administración de Parques Nacionales. Evolución de las vi-
sitas a los Parques (2000-2004).
Asociación para el Desarrollo Turístico de la Comarca de
Sierra de la Ventana. www.sierradelaventana.org.ar
Brenes, O. y otros. (2004) Determinación de la capacidad
de carga turística en el Parque Internacional La Amistad.
Centro Científico Tropical.
Cifuentes, M. (1992) Determinación de la Capacidad de
Carga Turística en Áreas Protegidas. Centro Agronómico
Tropical de Investigación y Enseñanza. Costa Rica.
Cuadra Quintana, R. (2002) Introducción al Ecoturismo. Fa-
cultad de Administración Turística y Hotelera. Managua
De Jong, G. (2001). Introducción al método regional. LIPAT.
Universidad Nacional del Comahue. Neuquén
Echamendi Lorente, P. (2001) La capacidad de carga tu-
rística. Aspectos conceptuales y normas de aplicación.
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Departamento de Geografía Humana.
Hiernaux Nicolás, D. (1995) “Elementos para un análisis so-

327
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

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_____(2007) “Turismo. Campo para la Geografía Humana”.
Ponencia presentada durante el Congreso de Geografía
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ment. Routledge. Nueva York.
INDEC (2003) “Movimiento Internacional de personas a tra-
vés de los principales puestos migratorios del Gran Bue-
nos Aires”.
_____(2003) Movimiento Internacional de Personas. Turismo.
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Carga Como Una Alternativa De Desarrollo Sustentable
En Un Sendero Ecoturístico Del Santuario Cerro Pelón, De
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sustentable en América Latina. Eduardo Salinas Chávez y
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Haya sobre Turismo”.
_____(1980) “Declaración de Manila sobre Turismo Mundial”.
Salinas, E. “El Turismo y el aprovechamiento del medio na-
tural”, en Geografía y Turismo. Aspectos territoriales del
manejo y gestión del Turismo.
Samaja, J. (1993) Epistemología y metodología. Ed. EUDE-
BA. Buenos Aires.
Santos, M. (2000). La naturaleza del espacio. Ed. Ariel. Bar-
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_____(1996). Metamorfosis del espacio habitado. Ed. Oi-
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328
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

_____(1982) Pensando o espaço do homen.


_____(1990). Por una geografía nueva. Ed. Espasa, Madrid.
SIFAP (2007). Sistema Federal de Áreas Protegidas. Secre-
taría de Ambiente y Desarrollo Sustentable. Argentina.
Wagar, J. A. (1964). The Carrying Capacity of Wild Land
for Recreation. Forest Science Monograph. S. A. F.
Washington D. C.

Periodísticas

Diario La Nación, edición del día 13/8/2006


Diario Página/12, edición del día 6/7/2006

329
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Aportes para la valorización turística


del patrimonio cultural.
El caso de la Estancia Los Talas, Luján
(Partido de Luján, provincia de Buenos Aires,
Argentina) 2 1

Mónica Fernández

Resumen

La presentación se inscribe, en el marco de la Ciencias So-


ciales, en el ámbito de los Estudios Patrimoniales enrique-
cidos por la investigación histórica y aporta una propuesta
de metodología de investigación que aborda un caso de
estudio haciendo uso de fuentes de información de variado
origen, cuyo examen y exégesis conjugan un punto de vista
sobre el proceso de configuración del patrimonio cultural es-
tanciero en la pampa ondulada argentina.
Los aportes documentales realizados consisten en el re-
levamiento, análisis e interpretación del Archivo de Estancia
y de Correspondencia; un fondo documental que se guarda
en el Archivo “Jorge M. Furt” en la estancia Los Talas, que no
había sido consultado al presente con fines académicos. Este
archivo da cuenta del origen y desenvolvimiento del citado

1
2 El trabajo presenta resultados de la Tesis de Doctorado titulada “Aportes documen-
tales y metodológicos para la valorización del patrimonio cultural. El caso de la Estan-
cia Los Talas (Luján, Provincia de Buenos Aires, Argentina), carrera de Doctorado en
Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Nacional de Luján.

330
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

establecimiento productivo estanciero, en los siglos XIX y XX.


También se han recuperado relatos testimoniales mediante me-
todologías propias de la Historia oral, entrevistando a informan-
tes clave en la historia de la estancia y la biblioteca y archivo
“Jorge M. Furt”. El relevamiento visual y fotográfico ha sido un
recurso utilizado para la identificación de relictos de formas de
organización espacial significativas para la valorización patri-
monial de la estancia, convenientemente enmarcadas en su
contexto, mediante la consulta de la documentación referida a
las relaciones de la estancia y de la biblioteca con otros acto-
res y sistemas de intercambio locales, regionales, nacionales e
internacionales. En este caso, se relevó información de Libros
de Actas capitulares, registros de marcas de estancieros y del
Juzgado de Paz y Municipalidad en el Archivo del Complejo
Museográfico “Enrique Udaondo” de Luján. Respecto de la es-
cala provincial y regional se relevaron las Mensuras de Tierras
del Archivo de Geodesia del Ministerio de Obras, Infraestruc-
tura y Vivienda de la Provincia de Buenos Aires, en La Plata.
Sobre las implicancias de las herencias familiares del caso es-
tudiado se consultaron las Testamentarías correspondientes en
el Archivo General de la Nación.
Los estudios patrimoniales aportan a la sociedad ele-
mentos que tienden a la identificación y análisis de rasgos
que las definen culturalmente, y sobre los cuales trabajan
en su difusión e incorporación al sistema educativo. El patri-
monio cultural estanciero se encuentra históricamente aso-
ciado a la imagen de Argentina en general, y de la pampa
húmeda en particular. El caso de estudio presentado analiza
estas imágenes canónicas de los estudios sobre estancias y
propone un enriquecimiento de las perspectivas de estudio
mediante la puesta en valor del aporte documental original y
la metodología que combina el análisis histórico con estrate-
gias propias de los estudios del patrimonio.
Los principales resultados y conclusiones obtenidos de
la presente investigación suman la posibilidad de reconstruir

331
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

la evolución histórica de la estancia Los Talas y de la socie-


dad que le dio vida, entre 1824 y la actualidad, como valio-
so testimonio del viraje que, entre las postrimerías del siglo
XX e inicios del XXI, sufren numerosos cascos de estableci-
mientos rurales del país, que abandonan y/ o complementan
la explotación del campo y se orientan hacia los servicios
de hospedaje. Entre ellos, Los Talas se singulariza por su
patrimonio cultural, exponente de los testimonios genéricos
vinculados a la “cultura productiva” (de la estancia), y de
los testimonios excepcionales vinculados a la “producción
cultural” (del archivo y biblioteca).
La existencia de un archivo documental que recorre un
prolongado arco temporal (siglos XIX y XX), proporciona al re-
levamiento patrimonial de bienes culturales —materiales (tan-
gibles): arquitectónicos, mobiliarios, de enseres, herramientas,
instalaciones rurales, transportes, libros, documentos, obras de
arte, etc.; así como inmateriales (intangibles): tradiciones y rela-
tos vertidos a través de entrevistas, etc.,— materiales originales
que ingresan al debate académico a partir de habérselos con-
siderado fuentes de información patrimonial. A la vez, ello nutre
un aporte metodológico dado por las relaciones de diálogo y
contraposición con otros materiales documentales y estudios
existentes consultados en diferentes archivos y repositorios
públicos y privados para la valorización del patrimonio cultural
estanciero en la pampa ondulada argentina.

Introducción

La valorización del patrimonio cultural es un proceso dinámi-


co que ha acompañado a la historia de las comunidades. La
significación de espacios geográficos a través de la historia
ha ido produciendo un sinnúmero de relatos, objetivados en
espacios que se han considerado emblemáticos, o por lo
menos identificatorios de diferentes comunidades.

332
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

El espacio estanciero es tal para la pampa húmeda ar-


gentina en general, y para la pampa ondulada bonaerense
en especial. Nacido como espacio productivo agropecuario,
fue aglutinando valoraciones simbólicas que se cruzan con
el estilo de vida rural, la literatura gauchesca y en el presente
con el turismo rural y cultural a su vez. Los objetivos de esta
ponencia son:

v Proponer el caso de Los Talas como testimonio del pa-


trimonio cultural estanciero en la pampa húmeda bonaerense.
v Analizar el proceso de configuración del estable-
cimiento productivo estancia Los Talas en busca de testi-
monios de la cultura productiva, desde la demarcación del
terreno, el proceso de poblamiento y a través de su puesta
en producción durante los siglos XIX y XX.
v Analizar el proceso de configuración del Archivo y
Biblioteca Jorge M. Furt en busca de testimonios de la pro-
ducción cultural, desde sus primeros fondos bibliográficos,
sucesivas etapas de desarrollo y grados de difusión hasta
nuestros días.
v Proponer la relación entre la estancia y el archivo y
biblioteca, la “cultura productiva y la producción cultural”,
desde el enfoque de los estudios históricos y patrimoniales,
a fin de analizar los rasgos del patrimonio histórico- cultural
presentes en nuestro caso de estudio.

Análisis del proceso de configuración


del establecimiento productivo estancia Los Talas

Enmarcada en el Cuartel 2º Del partido de Luján, a unos


80 km al oeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se
encuentra la estancia Los Talas. Frente a ella se despliega
la ruta provincial Nº 47, que en este tramo une, remedando
el recorrido de un camino colonial, a las ciudades de Lu-

333
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

ján con Navarro. A unos 19 km del cruce entre esta Ruta


Provincial y la Nacional Nº 5, se encuentra la tranquera de
acceso a la estancia. Un pequeño cartel circular de metal,
constituido por un disco de arado, ubicado a su derecha,
reza “Los Talas. 1824” (Figura 1).

Figura 1: Entrada a Los Talas


(Ruta provincial 47, kilómetro 19, partido de Luján, Provincia de
Buenos Aires).

Fuente: fotografía de la autora, noviembre de 2004.

334
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Mapa 1: Ubicación de la Estancia Los Talas (km 19, Ruta


Provincial 47, partido de Luján, Provincia de Buenos Aires)

Fuente: Instituto Geográfico Nacional (en adelante IGN), “Carta Gene-


ral San Martín”, 1: 25.000, Buenos Aires, 1978

Es interesante constatar que las 890 ha que en la actuali-


dad conforman la estancia Los Talas proceden de la “suerte
original de estancia” comprada por José Mariano Biaus y
Piñeiro en 1824 (2150 ha), que a la muerte de Jorge A. Furt,
se dividieron entre sus hijos Mariano Emilio Furt Biaus, que
conservó un número mayor de tierras y resignó el casco, fun-
dando la estancia San Mariano, y Jorge Martín Furt Biaus,
que conservó el casco y nombre original de Los Talas, resig-
nando tierras hasta la superficie actual de 890 ha.2
Es importante consignar que en el proceso de configu-
ración espacial de esta estancia enclavada en la pampa on-
dulada bonaerense actúan los elementos de la materialidad

2
Entrevista a Celia Etelvina Furt- Biaus y Suárez y Ricardo Rodríguez, 17 de mayo de
2003.

335
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

natural y sus dinámicas propias, condicionando y a la vez


siendo condicionados por los sistemas sociales histórica-
mente producidos. El paisaje estanciero, así como refiere
Enric Tello para los paisajes agrarios mediterráneos, resulta
un logro de la dinámica coevolutiva.3
En este sentido tomando las bases del pensamiento de
Ramón Gabarrou, desde el estudio de los paisajes como
construcción humana, es necesario señalar la presencia de
acciones y dinámicas humanas en relación con un paisaje
no considerado como un escenario pasivo de la actividad
humana, sino una escena activa, donde los elementos bió-
ticos y abióticos tienen un rol dentro de las decisiones de
las actividades específicamente humanas. Así es posible
advertir que es el trabajo humano el que produce y modifica
paisajes y espacios al antropizar la naturaleza y a su vez
interactuar con los impactos y reacciones de los elementos
propios de la naturaleza.
Se propone en esta presentación avanzar en una mirada
de “especialización” de los estudios tradicionalmente abor-
dados por la historia, haciendo propicia la oportunidad de
enriquecer su análisis teniendo en cuenta una nueva cultura
del territorio, donde se evalúe el papel desempeñado por
la herencia, la sabiduría y el patrimonio de los lugares, en
su interacción con los elementos naturales propios de cada
momento histórico.4

3
Tello, Enric, (1999) “La formación histórica de los paisajes agrarios mediterráneos:
una aproximación coevolutiva”, Síntesis del debate y propuestas de investigación del
Primer seminario sobre la evolución de los suelos y paisajes como punto de encuentro
transdisciplinar, celebrado en Granada los días 4 y 5 de noviembre de 1999, en el
marco del V Encuentro entre técnicos e historiadores.
4
Para ampliar sobre el pensamiento propuesto por Rafael Mata Olmo, cfr., Mata Olmo
(2006): “Un concepto de paisaje para la gestión sostenible del territorio” y “Métodos
de estudio del paisaje e instrumentos para su gestión. Consideraciones a partir de
experiencias de planificación territorial”, en Mata Olmo y Tarroja (2006): El paisaje y la
gestión del territorio. Criterios paisajísticos en la ordenación del territorio y el urbanis-
mo. Barcelona, Diputació de Barcelona-UIMP, p. 17-40 y 199-239.

336
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

La estancia Los Talas posee en el presente 890 ha que


comprenden el casco y la parte central de una suerte de
estancia colonial, de 1850 ha. Otorgada por Merced Real
en los albores de la conquista (1635), su localización y dis-
posición testimonian la herencia colonial. Avanzando por el
camino de ingreso, de tierra apisonada, “mejorada” como le
llaman en el lugar, al cabo de tres kilómetros aproximada-
mente, se llega al casco. Este itinerario permite la inmersión
en un paisaje de campo antiguo y moderno a la vez, donde
la decodificación de los rasgos paisajísticos producidos en
cada etapa de su desarrollo, evidencian el proceso de con-
figuración socioeconómico que les dio origen.5
Los Talas, en la actualidad, se presenta como una rea-
lidad compleja y “multidimensional”. Partes de su pasado
se actualizan en un paisaje atravesado, como reflexiona
Margarita Gutman, por diferentes coordenadas e intereses.6
Por su origen colonial coincidente con la primera hora del
descubrimiento, conquista y colonización del Río de la Plata
por los españoles, y por su continuidad en la explotación
agropecuaria hasta el presente, se propone considerarla
como manifestación testimonial del patrimonio cultural de la
pampa húmeda.
El camino de ingreso posee tres tramos reconocibles: el
primero de un kilómetro aproximadamente, desde la tranque-
ra de entrada hasta un afluente del Arroyo de la Choza que
atraviesa la estancia. Este se sortea por un pequeño puente
de ladrillos, madera y tierra que con sucesivas mejoras, data

5
Nos ha servido como referente ara esta parte del trabajo la obra, Capacci, Alber-
to (2003) (a cura di), “Paisaje, ordenamiento territorial y turismo sostenible”, Génova,
Brigati.
6
Para ahondar en el enfoque del patrimonio multidimensional, cfr., Gutman, Margarita
(2000): “Del monumento aislado a la multidimensionalidad, en Carrión, Fernando (Edi-
tor), Los centros históricos en América Latina; de medio siglo al tercer milenio”, París,
Unesco-Ministerio de Cultura de Francia.

337
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

de la primera década del siglo XX. En el presente lo transita


la octava generación de propietarios de la familia Biaus-Furt,
representada sucesivamente por de la señora Celia Etelvina
Furt Biaus- Suárez de Rodríguez, sus hijos, nietos y bisnie-
tos,7 que como parte de las “continuidades” socio-culturales
se ha analizado más adelante, en la presente investigación.

Figura 2: Puente sobre afluente del arroyo La Choza.

Fuente: fotografía de la autora, septiembre de 2007.

Un segundo tramo del camino une el dicho puente con


el “guarda- ganados” (sucesión de barras de metal y fosas
que impide el paso del ganado bovino por el camino) que,
incrustado en el suelo, marca el inicio de la importante ave-

7
Entrevista a Celia Etelvina Furt- Biaus y Suárez y Ricardo Rodríguez, 21 de junio de
2000.

338
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

nida de eucaliptos que, implantada hacia 1920 lleva hasta


“las casas”.
A uno y otro lado de este recorrido se observan moder-
nos apotreramientos realizados con “boyeros eléctricos”
(hilos de alambre, sostenidos por varillas de metal con co-
loridas abrazaderas plásticas, que están conectados a un
generador de electricidad, con el fin de contener a la ha-
cienda en los potreros asignados), destinados a racionar el
uso de las pasturas. Coexisten con líneas más antiguas, de
alambrados de cinco hilos que alternan alambres lisos y de
púas, con esquineros de madera de quebracho y varillas de
ñandubay, algunos instalados en la época del boom del la-
nar (en la década de 1860) y del llamado modelo de agroex-
portación.8
El tercer tramo del camino de acceso se inicia en la inter-
sección de la avenida enmarcada por los eucaliptos, que se
acaba de mostrar, y la tranquera del casco propiamente di-
cho. Antes de transponer esta tranquera, que luce la marca
de ganados del establecimiento (registrada en 1882), sobre
el lado izquierdo del camino, se hallan varias construcciones
relativas al trabajo agropecuario: la casa de los peones, el
galpón de esquila y la caballeriza. Procedentes en su cons-
trucción de la etapa lanar y de modernización (1860- 1890
y 1890- 1930, respectivamente), solo el galpón continúa
siendo usado en el presente para guardar herramientas,
maquinarias y carruajes. La casa de los peones y las ca-
ballerizas se encuentran vacías y deshabitadas, en espera
de la concreción de un proyecto de “Turismo de Estancias”,
concebido por sus propietarios, en el que se convertirían en
dependencias para dar albergue y comida a los visitantes.9

8
Ibidem.
9
Entrevista a Celia Etelvina Furt- Biaus y Suárez, 10 de octubre de 2004.

339
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Figura 3: Avenida de eucaliptos de la entrada al casco.

Fuente: fotografía de la autora, junio de 2002.

La marca de ganados fue registrada en el Libro de Mar-


cas del Juzgado de Paz de Luján en 1882 y sigue vigente.
Teniendo además un valor identificatorio patrimonial en la
continuidad de los Biaus y los Furt como propietarios de la
estancia y productores ganaderos.

Figura 4: Estilización de la marca de ganado (1882).

Fuente: Furt y Biaus,


Jorge M., (1974), “Ciento cin-
cuenta años de Los Talas:
1824- 1974”, Buenos Aires,
Colombo, Publicación conme-
morativa hecha por Celia Etel-
vina Furt- Biaus y Suárez en
base al trabajo en borradores
de Jorge M. Furt y Biaus, su
padre.

340
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Al ingresar al casco, se encuentran dos edificaciones de


viviendas (Figura 12) “la casa antigua”, cuya construcción
data de 1824, iniciada por José Mariano Biaus y Piñeiro, el
fundador original de la estancia y “la casa nueva”, comenza-
da a construir en 1860 por su hijo Mariano Biaus y Córdoba.
Adosada a ella por el lado norte, se encuentra el Archivo
y Biblioteca Jorge Martín Furt, instalado en 1957, como se
analiza más adelante en la presente ponencia. La articula-
ción arquitectónica entre la “casa nueva” y la biblioteca se
resuelve por la existencia de un patio semicircular de ladri-
llos y canteros, presidido por una palmera añosa de unos
diez metros de altura.

Figura 5: Vista panorámica de “las casas patronales”


(Casco de Los Talas).

Fuente: Fotografía de Eric Rein, alumno del Seminario de Patrimonio


urbano y rural correspondiente a la carrera de Licenciatura en Geografía de
la Universidad Nacional de Luján (julio de 2002).

341
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

La estancia saladeril (1824- 1871)

En el caso de Los Talas, en esta etapa en cuestión, las evi-


dencias encontradas durante la investigación muestran su inser-
ción en el marco de las estancias proveedoras de ganados bovi-
nos al abasto y al saladero, y con yeguarizos para atender a los
propios trabajos y a las demandas por requisas del ejército, se-
gún los momentos. Interpreto la vida en Los Talas en esta época,
en el marco del contexto planteado en Revolución y guerra. For-
mación de una elite dirigente en la Argentina criolla, T. Halperín
Donghi,10 una sociedad hispano-criolla que avanza frente a un
mundo indígena o desconocido en la pampa inmensa, formán-
dose y transformándose al calor de la valorización de los recur-
sos de que dispone: tierras y vacunos “acimarronados” de los
que se sirve.11 De las configuraciones espaciales generadas en
este proceso, entiendo que las estancias tienen un papel central
y que son una manifestación del patrimonio cultural pampeano.
En esta estancia saladeril, se pasa de la cría del ganado
a campo, a la valorización de los sitios de aquerenciamiento,
como los rincones y las aguadas. La existencia del jagüel
facilita el acostumbramiento de los animales y su proceso de
“hacerse al lugar” o aquerenciarse.
En los tiempos de la Confederación Rosista (1829-
1852), la confesada filiación unitaria de José Mariano Biaus
y Piñeiro lo llevó a dar albergue a quienes se oponían al régi-
men, como el caso del poeta Esteban Echeverría, miembro
de la Generación del 37, que se refugiara en estos campos,
donde escribió obras como “La insurrección del sur” y otros
poemas menores.

10
Halperín Donghi, Tulio, (1972), “Revolución y guerra. Formación de una elite dirigen-
te en la Argentina criolla”, Buenos Aires, Siglo XXI.
11
Sobre el proceso de acimarronamiento del ganado español, Cfr., Coni, Emilio A (1956),
“Historia de las vaquerías de Río de la Plata (1555- 1750)”, Buenos Aires, Peuser.

342
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Mapa 2: La estancia de José Mariano Biaus y Piñeiro en 1865 .

Fuente: IGM, Plomer, 1: 50.000, Buenos Aires 1962.

Desde comienzo de 1840 la situación se presentaba ten-


sa, José Mariano Biaus y Piñeiro se hallaba prófugo habien-
do huido a la Banda Oriental, mientras que en la estancia
el panorama era de requisa permanente por parte de las
autoridades. Durante la década de 1840, en que Los Talas
estuvo confiscada se llevó adelante la gestión legal que des-
pués de Caseros (1852) finalizó con la recuperación de la
estancia por la familia Biaus. Una placa de mármol tallada
colocada para conmemorar los cien años de la fundación
de la estancia por Jorge M. Furt y Biaus, en la entrada de
la “casa nueva”, recuerda esta etapa con la pretensión de
dejar un hito material que atestigüe la situación vivida, como
puede observarse en la Figura 6.

343
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Figura 6: Placa conmemorativa de la confiscación rosista.

Fuente: fotografía de la autora noviembre de 2001

La estancia lanar (1871- 1895)

Esta etapa, ha sido tradicionalmente considerada como


un período previo a la implementación del llamado mode-
lo de agroexportación en Argentina. Una especie de ante-
cedente sin las especificidades que, después de trabajos
como el citado de Hilda Sábato sobre el boom del lanar,12
han quedado probados. A su vez, en su exhaustiva tesis so-
bre la pampa argentina, Romain Gaignard asegura
“Nunca nos cansaremos de repetir que fue el formida-
ble desarrollo de la ganadería ovina en los alrededores de
Buenos Aires la que llamó sobre la Pampa la atención de los
empresarios y capitalistas de Europa del noroeste, en plena
revolución industrial”.13
De allí la pertinencia del estudio de la herencia patrimo-
nial presente en Los Talas, para el período lanar, por su in-

12
Sábato, Hilda, (1989), “Capitalismo y ganadería lanar en Buenos Aires: la fiebre del
lanar. 1850- 1890”, Buenos Aires, Sudamericana.
13
Gaignard, Romain (1989), La Pampa Argentina. Ocupación-Población-Explotación.
De la conquista a la crisis mundial (1550-1930), Buenos Aires, Solar, p. 197.

344
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

serción en el hinterland de Buenos Aires y por la presencia


de su Archivo de Estancia, con documentación aún no con-
sultada sobre los factores de la producción intervinientes en
el proceso, y de los relictos patrimoniales paisajísticos ca-
racterísticos, como las construcciones en el casco y mejoras
en los potreros.

Mapa 3: Estancia Los Talas


(heredada por Mariano Biaus y Córdoba en 1870).

Fuente: IGM, Carta Topográfica “Plomer”, 1:50.000, 1962

345
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

De la presencia de ovinos en Los Talas da testimonio el


Inventario de 1864 antes analizado, lo cual aparece como
corriente, habida cuenta de la existencia de lanares en la
campaña bonaerense desde la llegada misma de los es-
pañoles en el siglo XVI. El proceso de expansión que se
inicia después de Caseros, haciendo hincapié en factores
incipientemente desarrollados en la época rosista, como la
presencia de pastores y criadores irlandeses e ingleses y la
introducción de animales para su producción en la campa-
ña,14 produce un verdadero “boom” de la actividad, donde
la provincia de Buenos Aires lidera un proceso de trans-
formación sin precedentes.15 Para el caso de Los Talas, se
han registrado en el estudio de la estancia saladeril la pre-
sencia de irlandeses vecinos de la estancia (cuarteles 2º y
3º del partido de Luján), como Pedro Pablo Colman (men-
cionado por las autoridades rosistas como unitario junto a
Biaus), al que podríamos agregar a Lorenzo (Lawrence)
Casey, Pedro Ham, José Savage, Guillermo Newland y En-
rique Fynn.16

14
Sobre el desarrollo de la ganadería ovina en Buenos Aires y sus sucesivas etapas”,
cfr., Giberti, Horacio, “Historia económica de la ganadería argentina”, Buenos Aires,
Hachette pp. 152 a 156.
15
Para consultar un estudio profundo del proceso del boom lanar en la provincia de
Buenos Aires, cfr. Sábato, Hilda, (1989), “Capitalismo y ganadería... op.cit.
16
Sobre la ocupación y poblamiento del cuartel 3ero del partido de Luján, Cfr. Fer-
nández, Mónica, “El proceso de. industrialización de la pampa húmeda: El caso del
partido de Luján (1850-1930)”, en Colección Cuadernos de Trabajo No 4, Luján, De-
partamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Luján.

346
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Figura 7: Galpón de esquila.

Fuente: fotografía de la autora, marzo de 2003.

Durante el período comprendido entre 1860 y 1890, la


producción de Los Talas fue básicamente ganadera carac-
terizada por un despegue de la cría del ovino y con conti-
nuidad en la explotación de los bovinos. Los mercados de
estas producciones aparecen registrados en el Archivo de
la estancia, con un predominio de comprobantes de envíos
a Buenos Aires, en especial al consignatario de hacienda
Saturnino Unzué e Hijos (1874-1893).17 En algunos casos se
registran ventas a particulares, en su mayoría a escala local.
Otra fuente hallada donde se ha podido verificar el destino
de la producción de este establecimiento ha sido el Registro
de Guías de Campaña, conservado en el Archivo del Com-
plejo Museográfico “Enrique Udaondo” de Luján.18

17
Comprobantes de envíos de lanares y vacunos de Mariano Biaus y Córdoba a Sa-
turnino Unzué de 1874 a 1893, en Caja 2, en AE “LT”, en AyB “JMF”.
18
Registro Estadístico de Guías, entre 1883 y 1892, Archivo de la Municipalidad de
Luján, en Archivo de Complejo Museográfico “Enrique Udaondo” de Luján.

347
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

La configuración del predio del “casco”, en las 20 ha que


en la actualidad se encuentra caracterizado por la presencia
de testimonios de diferentes etapas de desarrollo estancie-
ro, comienza a definirse en su parquización en la etapa del
lanar, como se ha visto. La construcción de la “casa nueva”
(iniciada en 1860), con materiales y técnicas constructivas
propias de la modalidad pampeana, con crecientes influen-
cias urbanas, destinadas a satisfacer las necesidades y
detalles de confort y comodidades características de una
vida cotidiana cada vez más compleja (como la presencia
calefacción en cada cuarto, la existencia de un comedor de
invierno y otro de verano, etc.).19 Con la radicación de la fa-
milia propietaria, en primera instancia en los períodos de ve-
rano y luego en forma permanente, la aparición de detalles
de higiene y decoración, se prefiguran en la etapa lanar y
descuellan en la “de agroexportación”.

La estancia mixta (1895-1940)

La expansión del lanar favoreció en gran medida, la


puesta a punto de los factores necesarios para que la pro-
ducción agropecuaria, orientada hacia la exportación se
diera en la pampa húmeda entre fines del siglo XIX y la crisis
de 1930. Los recursos naturales estaban representados por
las tierras, acrecentadas por la Conquista del Desierto de
1879, y repartidas rápidamente para garantizar el empréstito
que financiara la propia expedición militar.20 El capital afluía
desde Europa, especialmente desde Gran Bretaña, destina-
do al equipamiento de la producción y el traslado de los pro-
ductos de la pampa agroexportadora asumiendo la forma

19
Entrevista a Celia Etelvina Furt y Ricardo Rodríguez, 21 de junio de 2000.
20
Para consultar un estudio pormenorizado de la incorporación de los territorios del
suroeste de la llanura pampeana, Cfr. Gaignard, Romain, (1989), “La pampa... op.cit,
pp. 227-246.

348
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

de frigoríficos, ferrocarriles y puertos. La mano de obra pro-


tagonizando un fenómeno de inmigración aluvional, volcó en
la pampa húmeda un saldo migratorio de seis millares de
personas radicadas en la región en esta etapa. Todo ello fue
parte del proceso de conformación del paisaje pampeano
moderno en expansión.
Este contexto histórico interno se relaciona funcional-
mente con una “Europa que se industrializa y se urbaniza, se
transforma en un mercado accesible, importante, exigente”.21
En este marco de referencia, la región pampeana se con-
figura en base a establecimientos productivos que, en conjun-
to (por ejemplo, en las relaciones que involucran a propieda-
des de una misma familia o compañía, como las estancias de
Biaus-Furt en Luján y en Bragado), o individualmente, reflejan
la toma de decisiones que tienden a ser parte de este proceso
de cambios. Básicamente, se intensifica el uso de cada uno
de los factores de la producción (recursos naturales, capital y
mano de obra), y se los orienta en el sentido de satisfacer las
demandas de los países centrales, en cuanto a la producción
de lanas, carnes y cereales.22 Por lo tanto se fractura el siste-
ma hispánico de la estructura agraria, redistribuyendo el uso
del suelo en función de la necesidad.
El final del siglo XIX en Los Talas significó también un
cambio generacional, en la conducción de la estancia, ya
que la hija de Mariano Biaus y Córdoba, y Etelvina Casta-
ño de Biaus, llamada Etelvina Feliciana Biaus y Castaño he-
reda la propiedad y se casa con Jorge Aquiles Furt, quien
se hace cargo de la administración de la misma entre 1898
y 1941, o sea que el período de su gestión coincide con

21
Gaignard, Romain, (1989), “La pampa... op.cit, p. 219.
22
Para un análisis en términos de esta relación de “centro y periferia”, Cfr. Panettie-
ri, José, (1986), “Argentina, Historia de un país periféfico. 1860-1914”, Buenos Aires,
Centro Editor de América Latina, 1986.

349
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

la etapa que hemos denominado estancia moderna23. Los


cambios prefigurados durante la etapa de desempeño de
Mariano Biaus y Córdoba se cierran, de alguna manera, con
su muerte ocurrida en 1893,24 ya que el boom del lanar había
pasado, pero las mejoras modernizantes del campo fueron
la base del trabajo en el período siguiente en cada uno de
los factores económicos intervinientes el proceso de la pro-
ducción agropecuaria.

Figura 8: La “Casa Nueva”: Vista lateral (1860).

Fuente: fotografía de la autora, septiembre de 2007.

23
Entrevista a Celia Etelvina Furt- Biaus y Suárez y Ricardo Rodríguez, 21 de junio de
2000.
24
Comprobante de la Parroquia San Nicolás de Bari, Buenos Aires, por un funeral de
primera clase para Mariano Biaus, celebrado el 29 de diciembre de 1893, pagado $
490, en Caja 3, en AE “LT”, en AyB “JMF”. San Nicolás de Bari ocupaba el solar donde
se levantó el obelisco, en conmemoración al izamiento por primera vez de la bandera
de Belgrano en la ciudad de Buenos Aires. La iglesia fue demolida al abrirse la avenida
9 de Julio.

350
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

En las inmediaciones de la casa principal, que es la que


en la actualidad llaman “nueva” o “moderna”, comenzada a
construir en 1860 por José Mariano Biaus y Piñeiro, existían
dependencias como departamento de servicios, galpones,
“revolcadero” y corrales. Este rasgo confirma la cuestión
planteada en esta ponencia acerca de las funciones de re-
sidencia familiar se hallan fuertemente imbricadas con las
del establecimiento productivo en tanto tal, este espacio in-
tegrado se encuentra bajo la vigilancia del “patrón”. Por ello
el casco de estudio de la estancia Los Talas, es un lugar
especialmente rico para poner a prueba la validez de esa
compleja configuración espacial, testimonio de una etapa
del agro pampeano.

Figura 9: Acceso a los jardines de las casas patronales

Fuente: fotografía de la autora, septiembre del 2007.

351
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

“La ganadería impulsa a la agricultura”, dice Horacio Gi-


berti, y concuerda con Tenembaun en el sentido que las exi-
gencias de los campos alfalfados enfrentan a los estancieros
bonaerenses “con una gran dificultad, que consiste en elegir
la manera de roturar los campos vírgenes y de efectuar la
siembra”.25 La necesidad de brazos para roturar los campos,
tender alambrados para realizar un apotreramiento racional
que permitiera rotar las pasturas, instalar molinos y tanques,
para proveer a cada potrero de agua en superficie, fueron
un imán que atraía a quienes se decidían a emigrar de Eu-
ropa.26 El impacto de los migrantes en diferentes zonas de
Latinoamérica, desencadenó procesos socio culturales muy
complejos. En el caso de la Argentina produjo la llamada
“pampa chacarera”.27

Análisis del proceso de configuración


del Archivo y Biblioteca Jorge M. Furt.

La etapa denominada de “la estancia de producción mixta”,


cronológicamente coincide con el desarrollo de las activida-
des de la producción cultural, en sentido estricto (atenién-
donos al marco teórico planteado en el inicio de esta Tesis),
ya que comprenden las gestiones de Jorge M. Furt y Biaus
(1941-1971), de Celia Etelvina Furt- Biaus y Suárez (1971-
2007) y de sus herederos hasta el presente, como “patro-
nes” de la estancia. Se he propuesto en esta investigación

25
Giberti, Horacio (1961), Historia económica de la ganadería argentina, Buenos Aires,
Hachette, a .p. 181.
26
Para ampliar la información sobre el proceso inmigratorio a América Latina, Cfr.
Beyhaut, Gustavo y Helene, (1999), “América Latina. II De la independencia a la se-
gunda guerra mundial”, Siglo XXI, Madrid.
27
Sobre el impacto de la inmigración en la pampa santafecina, denominada “pampa
gringa” por excelencia, Cfr., Gallo, Ezequiel, (1983), “La pampa gringa”, Hachette,
Buenos Aires.
352
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

que la actuación de J.M. Furt en este rol marco un punto de


inflexión en la orientación de las inversiones y producciones
estancieras, por lo cual, se ha decidido tratar el desarrollo
de esta etapa estanciera específicamente en los capítulos
que siguen en esta investigación, lo cual se justifica temática
y documentalmente, por las razones antes expuestas.
Los Talas ha tenido, durante los siglos XIX y XX, patrones
enérgicos que han dirigido la estancia en etapas de cam-
bios bien marcados, a la vez que sostenían la continuidad
operante como una suerte de legitimación. José Mariano
Biaus y Piñeiro, entre 1824 y 1869, con tres matrimonios a
cuestas y una docena de hijos, compra la estancia de Los
Talas y consigue Los Patos y La Rica en el Salado. Mariano
Biaus y Córdoba, entre 1870 y 1898, es el “patrón” progre-
sista y modernizante, cambia completamente las bases de
los factores de la producción, pasando a la explotación del
ovino, el bovino mejorado y la agricultura subsidiaria. Etelvi-
na Biaus y Castaño y Jorge Aquiles Furt, entre 1898 y 1941,
profundizan esa modernidad y adquieren las propiedades
en Córdoba, donde se localizaría el proyecto cultural de su
hijo Jorge Martín Furt, bruscamente cambiado por un acci-
dente, como ya veremos.
Jorge Martín Furt, entre 1941 y 1971, continúa el pro-
yecto agropecuario pero reorienta inversiones y produc-
ciones hacia la cultural libresca. Es escritor, un hombre de
letras, “europeiza la estancia criolla” y a su vez consolida
sus raíces vernáculas. Celia Etelvina Furt- Biaus y Suárez,
entre 1971 y 2007, puso en funcionamiento la apertura del
acervo cultural de Los Talas en los dos sentidos en que se
orienta esta ponencia, el del Turismo de Estancias, y el del
Turismo Cultural, liderando una apertura internacional de su
patrimonio, altamente enraizada en su carácter testimonial
de lo local. En la actualidad este proyecto sigue vigente en
manos de sus hijos.

353
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Figura 10: Jorge Martín Furt y Biaus (1902-1971).

Fuente: Furt y Biaus, Jorge M., (1974), “Los Talas. Ciento cincuenta…
op.cit., sin número.

Jorge M. Furt reunió materiales provenientes del acervo


bibliográfico familiar, de adquisiciones suyas en Europa y de
otras calificadas bibliotecas que, por distintas circunstan-
cias, se vendían o corrían el riesgo de que sus ejemplares
se dispersaran. Fue el caso de la biblioteca de Abel Chane-
ton, de cuya correspondencia con la viuda a propósito de
la adquisición de los libros, se analiza más adelante. Tam-
bién se incorporarán volúmenes de la colección de libros de
Eleuterio Tiscornia, a la vez su profesor de guitarra, como se
verá en el análisis de la correspondencia. J.M. Furt adquirió
igualmente las bibliotecas de Clemente Fregeiro, Víctor Ta-
ppone y Arturo Marasso.28

28
Fraga, Rosendo, “Biblioteca y Archivo Furt, un tesoro argentino a descubrir”, en Aso-
354
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

En 1946 adquiere de los descendientes de un hijo natu-


ral de Juan Bautista Alberdi, pensador liberal, jurisconsulto
y diplomático, su archivo personal, utilizando para ello el di-
nero obtenido ($ 40.000) de la hipoteca del campo de Bra-
gado (estancia La Colorada, como se ha analizado antes en
esta Tesis), de 680 ha. De esta manera evitó la dispersión
del archivo y su posible venta a compradores brasileños.29
Dicho archivo está compuesto por: un fondo documental de
119 libretas y hojas sueltas de apuntes, borradores y origina-
les, 7190 cartas cuyo destinario fue Alberdi 8 fechadas en-
tre 1832 y 1884, firmadas por figuras públicas de la época,
225 cartas a terceros, pero relacionadas con las anteriores,
legajos con documentación jurídica, diplomática, política y
privada, legajos con documentos escritos de terceros.

Figura 11: El Patio de las Bibliotecas

Fuente: fotografía de la autora


noviembre de 2002.

ciación Amigos del Museo de Bellas Artes, Buenos Aires, 2003, en http:// www.aam-
nba.com.ar/otras_furt1.asp. pág. 2, (fecha de consulta 25 de septiembre de 2007).
29
Ibidem y Entrevista a Celia Etelvina Furt – Biaus y Suárez de Rodríguez, 24 de sep-
tiembre de 2007.

355
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Los materiales de la construcción de la biblioteca fueron


comprados en remates de antigüedades y de demolición de
la zona, lo que aporta un aire histórico que Furt deseaba
recrear.30
La obra de Furt ha sido tan vasta, que ha transitado
temáticas de la cultura europea (la mitología clásica, el
renacimiento, las órdenes religiosas españolas), así como
americanas (la acción de dichas órdenes en América, las
culturas indígenas, las tradiciones populares, el folklore).
Ha revestido diversas formas poéticas (sonetos, elegías),
y narrativas (ensayo histórico, cuento, artículos periodísti-
cos, prólogos). Se puede decir que ha tenido etapas, re-
corriendo desde sus veinte años hasta los casi setenta con
que fallece, primando los estudios del folklore, entendido
como “ciencia”, con enfoques propios de la Antropología y
la Historia de la Cultura, especialmente de pueblos indíge-
nas y comunidades criollas argentinas. Luego abordando
una etapa literaria, la que representa el trayecto culto en
sus temas y en sus formas, pero recreando, temáticamente
el mundo rural, el ámbito pampeano y serrano cordobés,
donde sus experiencias personales y familiares se mezclan
con sus estudios sobre las tradiciones.
Jorge Martín Furt lega una obra caracterizada por un
eclecticismo testimonio de las tendencias de su época, su
historia de vida y gustos personales. Así su cercanía con los
libros y las bibliotecas, su herencia cultural francesa, cier-
ta vocación abarcativa entre las ciencias y el arte, reflejada
en su amplia inscripción y nula conclusión de las carreras
universitarias formales, caracterizan los trazos generales del
perfil de su obra literaria.

30
Entrevista a Celia Etelvina Furt- Biaus y Suárez y Ricardo Rodríguez, 28 de enero
de 2002.
356
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Figura 12: Escritorio de Jorge M. Furt y Biaus en Los Talas

Fuente: fotografía de la autora, febrero de 2004.

Figura 13: Frente del Archivo y Biblioteca “Jorge M. Furt”

Fuente: fotografía de la autora, diciembre de 2003.

357
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Turismo de Estancias y Turismo Cultural

Celia Etelvina Furt- Biaus y Suárez de Rodríguez hereda Los


Talas al fallecimiento de su padre (1971), y con el estableci-
miento agropecuario, para el que siempre contó con el tra-
bajo de su esposo e hijos, hereda el Archivo y Biblioteca que
Jorge M. Furt y Biaus había imaginado, adquirido, reunido
desde su temprana juventud, a partir del primer fondo biblio-
gráfico de libros antiguos franceses que su madre le obse-
quiara. Buscó, localizó, canjeó, adquirió con erudita pericia,
con pasión bibliófila y con la minuciosidad del coleccionista.
Montó una verdadera red que cubría Buenos Aires el interior,
y del exterior Estados Unidos y Europa.
Circunstancias familiares hicieron cambiar el rumbo geo-
gráfico al Proyecto Cultural de Furt, pero no su dedicación
a la escritura, la edición, los trabajos en relación con aso-
ciaciones culturales y el cultivo de un círculo de amigos de
la intelectualidad y la cultura. Ese fue el primer público de
la Biblioteca, a quienes se ha podido ubicar y estudiar en
relación con la vida y la gestión de Furt.
Pero esa coyuntura cambió y ese mundo pierde parte de
su sentido cuando Celia Etelvina Furt y su esposo Ricardo
Rodríguez comprendieron que el enorme patriminio cultural
heredado, bibliófilo, artístico, mobiliario, inserto en el casco
de una estancia, un establecimiento agropecuario que afron-
taba tiempos de cambios como lo venía haciendo desde el
siglo XIX, y del que se ha dado cuenta antes en la investiga-
ción de esta Tesis, a la par que heredaran un patrimonio que
materialmente iba envejeciendo y requería los cuidados de
protección y preservación apropiados. Ambos realizaron un
trabajo encomiable de limpieza y preservación, sobre todo
Ricardo Rodríguez, quien además de fichar la biblioteca
completa, utilizando fichas manuscritas de cartulina, proli-

358
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

jamente acondicionadas en cajas de zapatos,31 limpiaba los


volúmenes (unos 40.000), uno a uno para separar la tierra y
colocarles trementina, con el objetivo de evitar que fueran
afectados por las polillas. Empleaba un año en dar la vuelta
completa limpiando la Biblioteca, compuesta por ocho sa-
las, para volver a comenzar por el punto de partida.32
Es Celia Etelvina Furt-Biaus y Suárez, con el consenti-
miento de su familia, quien lidera un proceso de “apertura
de tranqueras”,33 la incorporación de actividades del sector
terciario a las rutinas estancieras que implica incorporarse,
en los años ochenta, a la actividad del Turismo de Estancias,
con una variante muy específica como el Turismo Cultural.
Inspirado en la experiencia europea de la década de 1960,
cuando los dueños de castillos, palacios, y aún haciendas,
chacras y granjas, comenzaron a abrirlos a visitantes, hués-
pedes, admiradores de antigüedades y colecciones de arte,
con el fin de costear ese mismo patrimonio heredado.34 So-
bre la relación del turismo y las tradiciones culturales existe
numerosa literatura emanada de organismos internaciona-
les, como la Unesco, para quienes el tema, desde la déca-
da de 1980 figuraba en las discusiones sobre desarrollos
sostenibles.35
El fenómeno del Turismo de Estancias adquirió un volu-
men significativo, y en las temporadas estivales siguientes
aparecieron numerosas Guías de Turismo en Estancias, don-

31 Entrevista a Celia Etelvina Furt- Biaus y Suárez y Ricardo Rodríguez, 21 de junio


de 2000
32 Ibidem
33
Entrevista a Celia Etelvina Furt- Biaus y Suárez y Ricardo Rodríguez, 17 de mayo
de 2003.
34
Sobre el origen y carácter del turismo Cfr, de la Torre Padilla, Oscar, (1985), “El tu-
rismo como fenómeno social”, México, Fondo de Cultura Económico, págs., 11 a 24.
35
Buhdiba, Abdelwahab, (1981), “El turismo y las tradiciones culturales”, y de Kadt.
Emanuel, “El turismo, ¿pasaporte para el desarrollo?, en El Correo de la UNESCO, año
XXXIV, París.

359
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

de se sistematizaba la información disponible para determi-


nadas zonas del país. Una muy popular guía de los lugares
turísticos fue la que Francisco N. Juárez publicó en Planeta,
recogiendo los datos de estancias, y en alguna medida otros
establecimientos rurales (ya que se sumaron al fenómeno
granjas y chacras educativas, posadas de campo que da-
ban comidas y no necesariamente alojamiento, etc.), de la
Provincia de Buenos Aires (desagregada en Zonas Norte,
Oeste, sudoeste y sudeste), Entre Ríos y la República del
Uruguay.36 En Zona Oeste se consigna la oferta de Los Talas,
y dice:

El confort que brinda Los Talas proviene de la infraestructura


de su casco colonial, de gran importancia histórica. Hospe-
darse en el modesto servicio, que se potencia a la hora de las
cuatro comidas, es un privilegio para no más de ocho pasaje-
ros. La importancia del lugar se puede medir por las investiga-
ciones de que es objeto: estudiantes universitarios de varios
países indagan en su gran biblioteca y archivo Furt, una de las
colecciones de libros más importantes de la Argentina.37

La información se complementa con especificaciones de


la historia de la estancia (sintetizada en no más de diez ren-
glones), las comidas, indicaciones de cómo llegar, se destaca
que la administradora y anfitriona es la familia propietaria, los
servicios y las tarifas.38 En esta publicación quedan eviden-
ciados los dos públicos básicos de Los Talas, el del Turismo
de Estancias, orientado al disfrute del casco, la extensión del
campo y una combinación variable entre el patrimonio natural
y el cultural, y el público eminentemente orientado a la exis-

36
Juárez, Francisco N., (1997), “Guía de Turismo en Estancias”, Buenos Aires, Planeta.
37
Juárez, Francisco N., (1997), “Guía de Turismo... op. cit, pág. 61 a 63.
38
Ibidem.

360
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

tencia del Archivo y de la Biblioteca, que elige el lugar por


satisfacción cultural general o específica, en relación a los
materiales que allí se guardan. Las reflexiones sobre la forma-
ción de los públicos y, en especial de los públicos culturales
es un tema muy debatido en la actualidad,39 se ha considera-
do que Celia Etelvina Furt- Biaus y Suárez en su gestión actuó
intuitivamente, como parte de un movimiento estanciero co-
yuntural, pero de una manera eficiente, al objetivo de generar
la producción de recursos económicos que las inversiones
culturales de su padre requerían para preservarse y comple-
mentar los ingresos provenientes de la actividad agroproduc-
tora de la estancia propiamente dicha.

Figura 14: Servicio de hospedaje en Los Talas.

Fuente: fotografía de la autora, diciembre de 2004.

39
Sobre la formación de los públicos puede consultarse : Laporte, Antonio, (2003), “El
análisis de los públicos como instrumento de gestión: el centro cultural de la fundación
“La Caixa”, en Instituto Universitario Ortega y Gasset- Espaá, Fundación Ortega y Gas-
set- Argentina, III Diploma en Gestión Cultural, Patrimonio y Turismo, Buenos Aires.,
Capítulo 11; Calderón Lago, Thais y Adriana Amado Suárez, “Marketing cultural” en
Ídem anterior: Puig, Toni, “El desafío de una comunicación para Museos y Centros
culturales”, Ídem anterior.

361
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Conclusiones

El análisis del establecimiento productivo Los Talas permite


la reconstrucción de la evolución histórica de la estancia y
de la sociedad que le dio vida entre 1824 y la actualidad.
Constituye un valioso testimonio del viraje que, en las
postrimerías del siglo XX, están sufriendo numerosos cascos
de estancias en nuestro país, que complementan la explo-
tación agropecuaria con el desarrollo de servicios turísticos.
Entre ellos se singulariza el caso de Los Talas por su patri-
monio cultural, entendiendo como exponente de los testimonios
genéricos, aquellos vinculados a la “cultura productiva” (de la
estancia), y como testimonios excepcionales aquellos vincula-
dos a la “producción cultural” (del archivo y de la biblioteca).
La existencia de un Archivo de estancia y la correspon-
dencia de Jorge M. Furt y Biaus dentro del archivo docu-
mental, que recorre un prolongado arco temporal (siglos XIX
y XX) y proporciona materiales originales sacados a la luz en
la presente investigación.
Merced al relevamiento patrimonial realizado sobre bie-
nes materiales (paisajísticos, arquitectónicos, mobiliarios,
etc.) e inmateriales (tradiciones, historias de vida y relatos
costumbristas recogidos en entrevistas), se han incorporado
al estudio y debate historiográfico materiales no tradiciona-
les portadores de información histórica original.

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instrumento de gestión: el centro cultural de la fundación
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en Gestión Cultural, Patrimonio y Turismo, Buenos Aires.,
Capítulo 11; Calderón Lago, Thais y Adriana Amado
Suárez, “Marketing cultural” en Ídem anterior: Puig, Toni,
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sajes como punto de encuentro transdisciplinar, celebra-
do en Granada los días 4 y 5 de noviembre de 1999, en
el marco del V Encuentro entre técnicos e historiadores.

365
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Dinámica geomorfológica y valorización


turística de Santa Clara del Mar
(Partido de Mar Chiquita Provincia de Buenos Aires)
en el contexto jurídico de su delimitación1 2

Mirta Camerlingo

Introducción

El uso del suelo en la zona costanera de Santa Clara del Mar


resulta de interés para ser investigado porque la sociedad de-
sarrolla sus actividades a partir de la función turística que le
brinda el mar. Esta concentración urbana ubicada en la costa
Atlántica de la provincia de Buenos Aires se fundó en la dé-
cada del cuarenta, como otros lugares que tienen la misma
función, a partir del deterioro del modelo agroexportador y
tras la decisión de las familias estancieras de subdividir las
tierras cambiando su uso agropecuario por el de destino tu-
rístico y urbano. Las empresas dedicadas al loteo aplicaron la
ley provincial de fundación de nuevos pueblos de la provincia
de Buenos Aires, que no contemplaba las características es-
paciales ni sus usos. En tal sentido, la normativa aplicada en
su fundación no se adaptó a la dinámica marina que posee

1
2 El trabajo es una versión resumida de la Tesis de Licenciatura en Geografía de la
Universidad Nacional de Luján., aprobada en febrero de 2011, dirigida por Alicia N.
Iglesias y co-dirigida por Adriana Martínez, docentes de la carrera de Especialización
en Gestión del Patrimonio y Turismo Sostenible de la UNLu.

366
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

procesos erosivos naturales y antrópicos. Se planificó la ac-


tividad a partir del concepto establecido en el Código Civil,
que entiende por playa del mar a la extensión de tierras que
las olas bañan y desocupan en las altas mareas. Por lo tanto,
las edificaciones se realizaron muy próximas a la línea costa-
nera. Actualmente se observan problemas espaciales dados
por la competencia de usos de suelo generada en la zona, al
implantarse los balnearios y la urbanización a poca distancia
del mar. Con un espacio mínimo entre la línea de pie de acan-
tilados (o pie de médano) y la línea de frente costero (o línea
de edificación). Entre ambas queda conformado un espacio
estrecho para el trazado de la Av. Costanera, con construccio-
nes contiguas que obstaculizan el paso de vehículos, lo que
caracteriza un perfil urbano con superposición del espacio
natural y el humanizado.
El estudio se enfoca sobre la percepción que posee la
población residente y turista respecto de la movilidad de la
costa como área de riesgo, derivada del proceso erosivo na-
tural que también comprende al accionado por el hombre.
Asimismo, persigue comprender el comportamiento de la
población con base en la imagen subjetiva del mundo real.
Para ello se analiza: el aspecto geomorfológico, la legalidad
aplicada al espacio y la cuestión de la localidad como espa-
cio de atracción turística. Se enfatiza, siguiendo a Benedetti,
la definición contemporánea de la geografía como

una ciencia que busca comprender en el tiempo, la dimensión


territorial de los procesos sociales (…). Aun cuando se estu-
dian los recursos naturales la mirada de los geógrafos no está
puesta en los procesos naturales que le dieron origen a los
materiales sino a la conflictividad social, generada por su apro-
piación y puesta en valor (Benedetti, 2008: 48).

También se evalúa la acción de la sociedad que utiliza


recursos naturales de valor turístico para planificar un uso de

367
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

suelo distinto al del origen, o de qué manera la apropiación


del medio condujo a problemáticas tales como la indefini-
ción de playa, la superposición de pequeños espacios y la
falta de una organización adecuada.
Se parte de la hipótesis que en el balneario de Santa
Clara del Mar, la delimitación jurídico-normativa de la playa
consistente en “la extensión de tierra que las aguas bañan
y desocupan durante las altas mareas normales o crecidas
medias ordinarias” (Código Civil, Art. 2340, inc. 4), ha con-
tribuido a generar un patrón de urbanización inadecuado de
valorización turística al no contemplar la dinámica geomor-
fológica del área costera, cuyo perfil morfológico, de proxi-
midad o avance sobre la línea de costa, da lugar a una va-
lorización espacial restrictiva derivada del desconocimiento
de los actores intervinientes en la organización del territorio
respecto de la dinámica geomorfológica.
La cuestión espacial del área costera de Santa Clara del
Mar se caracteriza por la proximidad de la línea del frente ur-
banizable a la línea del micro-acantilado, puesto que entre
ambos trazados, el natural y el antrópico, se observa una Av.
Costanera con fluctuaciones y reducción del espacio. Dicha
arteria contiene veintiséis manzanas en su frente urbanizable,
que en el momento de su loteo poseía 30 m de amplitud, se-
gún el plano aprobado por la Dirección de Geodesia de la
Provincia de Buenos Aires con fecha 1/2 /50-21/3/49-22/9/49.
En la actualidad, la Avenida Costanera en su recorrido de sur
a norte tiene la siguiente particularidad morfológica:

v 12 m de ancho, en catorce manzanas que componen


su frente urbanizable; una acera de 4 m en los 12 frentes de
urbanización; un boulevard de 6,40 m de acera, único sector
asfaltado en todo su trayecto, y 1,80 m de acera en las dos
restantes.
v Un trazado reducido a 10 m en tres frentes subsi-
guientes, con 1,8 m de acera y 1 m sin acera.

368
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

v En los nueve sectores del frente urbanizable, en 5 m


de Av. Costanera, un solo frente tiene una acera de 1,80 m y,
a partir de la manzana diecisiete, hay acera.

El perfil urbano acredita un proceso de avance que li-


bera pocos metros a la circulación de vehículos y peatones,
porque el frente urbanizable está en contacto directo con la
avenida. Ello determina un deterioro creciente de la valoriza-
ción turística de la localidad, desde el momento de su fun-
dación, unido a la normativa aplicada para la delimitación de
la playa que no se adapta a la dinámica geomorfológica de
procesos erosivos natural y antrópico. Se generan límites a
la sustentabilidad del desarrollo turístico, en función de que
no se contemplan las particularidades de la dinámica del te-
rritorio y sus implicancias espaciales, naturales, económicas
y sociales que afectan a los diferentes actores (los residen-
tes, inversores, y turistas) con diversas consecuencias, des-
de la caída directa o indirecta de los ingresos por turismo del
lugar, hasta el riesgo por la pérdida del recurso que fomenta
el desarrollo del área.
En definitiva, existe una problemática en el espacio pro-
ducto de causas naturales y humanas derivada de la acción
de la sociedad que interactúa en el espacio turístico de San-
ta Clara del Mar, ante la cual y atendiendo a Horacio Capel
“lo que necesitamos (…) análisis penetrantes y propuestas
imaginativas que permitan entender mejor la realidad actual
y proponer soluciones que hagan posible abordar con algún
optimismo el futuro de la humanidad” (Capel, 1998:6). En
última instancia, se tiende a priorizar los problemas que ten-
gan validez a la hora de dar respuestas y aportar soluciones
y alternativas a las problemáticas en lo que a características
naturales del medio, la acción del hombre y la concentración
urbana próxima a playa respecta. Estos factores crean con-
diciones de vulnerabilidad y riesgo ambiental ante la falta de
consideración del dinamismo costero que suscita pérdidas

369
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

potenciales del recurso turístico y genera consecuencias


sociales, económicas y espaciales, como la desocupación,
cierre de balnearios, pérdidas en comercios, carencia de
servicios, pérdida de sustentabilidad y valorización espacial
del paisaje natural, y erosión costera.
El objetivo general de la investigación es conocer la re-
lación entre la dinámica geomorfológica costera y el con-
texto jurídico normativo de referencia vinculando al proceso
de valorización turística de Santa Clara del Mar. Para ello,
se responde a los objetivos específicos de: conocer el sig-
nificado de la dinámica marina y la geomorfología del área
costera de Santa Clara del Mar con respecto al avance de la
urbanización sobre la línea de ribera; analizar la incidencia
del marco jurídico normativo en el uso del suelo; conocer la
percepción de la población respecto de la movilidad costera
física y social y, por último, elaborar cartografía temática del
área de estudio.
La organización del trabajo contempla distintos aparta-
dos: el primero trata en forma general el proceso de atrac-
ción turística del nordeste bonaerense para comprender su
puesta en valor; el segundo analiza el ambiente costero con
sus características naturales y geomorfológicas, más la di-
námica marina y el proceso de erosión antrópica; el tercero
explica el marco jurídico normativo inserto en el espacio; y,
por fin, el cuarto analiza el territorio de Santa Clara del Mar,
según las características destacadas por la percepción de
la población sobre el recurso turístico.

El ambiente costero de la provincia de Buenos Aires.


Características de las costas marítimas,
desde Punta Rasa a Santa Clara de Mar

Las características geomorfológicas más las propias de la


instalación de la población de las ciudades balnearias son

370
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

los rasgos observados en el espacio geográfico compren-


dido entre Punta Rasa a Santa Clara del Mar. Por eso, se
analizan los atributos sobresalientes del área, tales como: el
punto que marca el inicio del litoral marítimo, la instalación
de las ciudades, su población y las geoformas predominan-
tes, en esta franja de la costa bonaerense, que caracterizan
la instalación de localidades turísticas balnearias.
El mar comienza en el sector norte del Cabo San Anto-
nio, denominado Punta Rasa, puesto que corresponde a la
intersección entre el litoral fluvial y marítimo.

Litoral Marítimo de la Provincia de Partidos del Litoral Marítimo


Buenos Aires ubicados en el Noroeste de la
Provincia de Buenos Aires

Fuente: elaboración propia, 2009.

La costa marítima argentina,

se extiende, considerando sus inflexiones, a lo largo de unos


5000 km, con una orientación general nordeste-suroeste, pa-

371
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

ralela al margen continental, rasgo heredado como conse-


cuencia de la separación de Sudamérica de África” (Cavalloto,
2008:1). A la provincia de Buenos Aires le corresponde alrede-
dor del 25% del recorrido, pues “Tiene una extensión de 1281
km, aproximadamente, siendo en su mayor parte una costa de
carácter medanoso, lo cual explica la presencia de extensas
playas de arenas aptas para la instalación de centros balnea-
rios (Juárez, y Mantobani, 2006:41).

A continuación, se describen los partidos con sus res-


pectivas localidades.
El Partido de la Costa contiene las localidades de San
Clemente del Tuyú, Las Toninas, Santa Teresita, Mar del
Tuyú, (como centro administrativo), San Bernardo, Mar de
Ajó, Costa del Este y Aguas Verdes. Pinamar abarca los cen-
tros urbanos de Ostente, Valeria del Mar y Cariló, con su
cabecera en Pinamar. Villa Gesell está representado por el
centro administrativo del mismo nombre e incluye Mar de las
Pampas, Las Gaviotas y Mar Azul. El partido de Mar Chiquita
es de carácter rural y su zona costera está representada por
las localidades de Mar Chiquita, Costa del Lago, La Baliza,
Mar de Cobo, Camet Norte, Santa Clara del Mar, Frente Mar,
Santa Elena y Playa Dorada, y otras localidades mediterrá-
neas como Cobo, Vivoratá, General Pirán y Coronel Vidal,
cabecera del partido, ubicada en el sector mediterráneo.
Los mencionados partidos, a excepción de Mar Chi-
quita, se desprendieron de otros preexistentes; en 1977 se
constituye una comisión que impulsa la creación de tres nue-
vos municipios urbanos: de la Costa, Pinamar y Gesell. Las
diferencias entre el uso del suelo rural y las demandas de los
centros turísticos se deben a:

la existencia, en los partidos ubicados frente a la costa de


Océano Atlántico, de dos realidades disímiles: por un lado, el
ámbito rural, y por el otro, las ciudades balnearias, que con

372
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

rapidez inusitada se generaron en la Costa Atlántica: éstas


poseen características propias que no solo la diferencian del
ámbito rural, sino que además constituyen un fenómeno parti-
cular dentro de la provincia de Buenos Aires (Fundamentos del
Decreto-Ley 9024/78).

Posteriormente, a ellos se les asignó la categoría de Partidos.


En cuanto a la distribución de la población, el Partido
de la Costa tiene más de 60 mil habitantes, Villa Gesell, más
de 24 mil, Pinamar, poco más de 20 mil y, por último, Mar
Chiquita, poco más de 17 mil habitantes, aproximadamente.
Respecto de la densidad de población, el partido de Pi-
namar tiene 326 h/km2 y es el de menor extensión; le sigue
el Partido de la Costa, con 226 h/km2; Villa Gesell con una
densidad de 85 h/km2 y, por último, el Partido de Mar Chiqui-
ta con una densidad de 5 h/km2.

Cuadro: Población, superficie y densidad


2001

Partido Población Superficie (km2) Densidad (h/km2)

La Costa 60.483 226 267,6

Pinamar 20.666 63 328,0

Villa Gesell 24.282 285 85,2

Mar Chiquita 17.908 3.116 5,7

Fuente: adaptación de datos del censo 2001, INDEC

Cuadro: Datos del Censo 1991-2001 de los partidos y localidades


costeras desde Punta Rasa a Santa Clara del Mar

Partido Localidad Censo 1991 Censo 2001


Mar de Ajó-San Bernardo 17.016 25.475
Santa Teresita-Mar del Tuyú 11.862 19.950
La Costa
San Clemente del Tuyú 7987 11.174
Las Toninas 1614 3550

373
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Pinamar 9810
Ostende 6073
Pinamar 10.234
Valeria del Mar 3156
Cariló 1.553
Villa Gesell 15.5552 23.257
Villa Gesell Mar Azul 92 569
Mar de las Pampas 256
Coronel Vidal 5760 6320
Santa Clara del Mar 2999 5204
Gral. Pirán 2701 2896
Mar Chiquita Vivoratá 833 792
Mar de Cobo 121 406
Mar Chiquita 162 394
La Armonía 52 105
Se observa el crecimiento inter-censal de los partidos desde Punta Rasa a
Santa Clara del Mar.
Fuente: Elaboración propia en base a la adaptación de los datos del Censo 2001.

Respecto de la cantidad de habitantes por localidad que


posee cada Partido, se observa que el de la Costa es el de
más población, y, dentro de éste, Mar de Ajó- San Bernardo
con más de 25 mil habitantes. En los Partidos de Pinamar y
Gesell, las cabeceras son las que registran mayor población,
mientras que en el de Mar Chiquita, la cabecera (Coronel Vi-
dal) también tiene más población, con una diferencia del 10%,
respecto de la localidad de Santa Clara del Mar, cuyo creci-
miento, registrado en los dos últimos censos, muestra que la
población en dicho balneario creció un 26% en ese período.
El crecimiento del área costera del Partido (incluyendo Santa
Clara del Mar y los otros balnearios) es del 26%.

374
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Fuente: Elaboración propia, 2009

Gráfico 1: Se observa una diferencia del 10% entre la


cabecera del partido y la localidad de Santa Clara del Mar,
de acuerdo con datos registrados en el Censo 2001.
Gráfico 2: El gráfico muestra la tendencia de un creci-
miento de la población entre los censos.
Gráfico 3: La diferencia inter-censal en el área costera
del Partido de Mar Chiquita muestra un aumento de pobla-
ción similar a lo que registra Santa Clara del Mar.

Los partidos de la franja de la costa bonaerense en es-


tudio poseen balnearios que se implantaron aprovechando
condiciones de aptitud, caracterizadas por un clima templa-
do hacia el norte y el comienzo del templado oceánico hacia
el sur, es decir, los dos tipos climáticos que actúan en esta

375
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

región costera. En cuanto al aspecto físico geomorfológico,


el área costera de valorización turística analizada correspon-
de al ambiente pampeano adyacente a la pampa deprimida,
Santa Clara del Mar se ubica al sur de dicha región y próxi-
ma al cabo Corriente donde culmina el sistema de Tandilia
y, por esa posición, tiene un relieve distinto del de los bal-
nearios del norte. Los rasgos geomorfológicos destacados
en el área costera bonaerense son la presencia de médanos
con playas amplias, acantilados con playas de bolsillo de
menor amplitud; queda claro que: “En una caracterización
de las costas del sudeste de la provincia de Buenos Aires se
pueden nombrar dos geomorfologías de importancia: playas
bajas arenosas con grandes campos de médanos y playas
de bolsillo ubicadas entre acantilados de loess u ortocuarci-
tas” (Bertola, 2005:34).

Imagen satelital: Geomorfología de Valeria del Mar.

Se observa un predominio de médanos. Fuente: Adaptación de Google, 2009.

376
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Imagen satelital: Geomorfología de Santa Clara del Mar.

Se observa un predominio de acantilados con escolleras. Fuente: Adaptación


de Google, 2009.

Los dos rasgos más destacados desde el punto de vista


físico corresponden al relieve y a la deriva litoral. En este am-
biente pampeano, predomina la llanura y el sistema serrano
de Tandilia, ambos en estrecha relación con el tipo de costas
y la deriva litoral que contribuye a modelar, al acumular y
disminuir los sedimentos. El rasgo típico que manifiesta esta
costa no es precisamente el de una morfología semejante en
todo su recorrido, a pesar de que se destaca la geomorfo-
logía medanosa. Aun existiendo este predominio de playas
arenosas extensas, los ambientes litorales presentan una
cierta heterogeneidad resultante de la interacción entre el
relieve de las zonas adyacentes (llanuras y serranías) y la
dinámica litoral, en particular por uno de sus procesos más
importantes: la corriente de deriva que de sur a norte trans-
porta y distribuye los sedimentos continentales alimentadas

377
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

por los vientos, olas, mareas, ríos y arroyos. Es decir existe


una estrecha relación entre la variedad de los ambientes lito-
rales, y el tipo de costa predominantes son dos: con méda-
nos y de acantilados (Juárez y Mantobani, 2006:41).
Desde la línea costera hasta la laguna de Mar Chiqui-
ta, incluyendo unos kilómetros más hasta Mar de Cobo, los
médanos son la geomorfología típica del área, pues “una de
las principales características es la presencia de una cade-
na de médanos paralelos a la costa que la acción humana
fue fijando mediante la forestación” (Juárez y Mantobani,
2006:41). Pueden destacarse dentro de ella algunos rasgos:

v Entre Punta Rasa y Pinamar existen depósitos are-


nosos de diferentes componentes y amplitudes, tal como lo
señala Cavallotto (2008) en el Atlas de Sensibilidad Ambien-
tal de la Costa y el Mar Argentino. Allí sostiene que la carac-
terística natural es la presencia depósitos arenosos, de 2,5
a 4 km de ancho, clasificables en mantos y médanos. Los
primeros corresponden a arenas finas con componentes de
arcillas, yeso y materia orgánica y los médanos están com-
puestos por restos de conchillas más arenas finas. Respecto
de la altura, el mismo autor afirma que éstos se acrecientan
hacia el sur, pudiendo superar los 30 m y con presencia de
médanos vivos (sin cobertura vegetal) que se desplazan,
en contraposición con los fijados por vegetación que tienen
poco o nula movilidad. Se presentan en forma transversal
con dos direcciones este-oeste al norte de Punta Médanos
y hacia el sur, oeste-sur oeste; condición que los valoriza,
dado su carácter indispensable para proveer y ser recep-
tores de sedimentos a la playa en relación con la dirección
del viento. En cuanto a la amplitud de la playa, al norte de
Punta Médanos varía entre 50 a 100 m con respecto al sur,
que es de 100 a 120 m. También la pendiente marca dife-
rencias: al norte es un suave declive, con promedio de entre
1º y 2º, aumentando hasta un máximo de 4º; en cambio, al

378
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

sur de Punta Médanos, la inclinación del terreno varía entre


suaves y fuertes pendientes. Se trata de un ambiente de alta
energía. El transporte litoral o deriva litoral es de sur a norte
siendo más intenso en el invierno que el verano.
v Entre Villa Gesell y Mar Chiquita, el litoral costero se
extiende sobre una zona que posee una cadena medanosa
paralela al mar, como continuación del desarrollo anterior, con
una extensión de 2 a 3 km y tendencia a disminuir hacia el sur.
En cuanto a la altura promedio de las dunas, que alcanzan
entre 30 a 40 m, a excepción de Mar Chiquita donde son de 20
m, destacándose en algunos lugares la existencia de depre-
siones entre los médanos, donde afloran lagunas de agua dul-
ce; éstas alcanzan hasta 20 m de largo y más de 1 m de pro-
fundidad, con dunas transversales, fijas y vivas; las primeras,
de forma relativamente suave, redondeada, y las segundas
de diferente orientación, este-oeste a oeste-noroeste-sur- su-
roeste, se distribuyen en forma paralela, espaciadas y conti-
nua de arena fina, con distinta particularidad al norte y al sur.
Las dunas del norte presentan un ancho de entre 75 a 100 m,
con una berma, producto de tormentas que se caracteriza por
ser “bien conspicua que limita hacia el oeste una playa distal
que termina en una brusca transición hacia los médanos” (Ca-
valloto, 2008:5). En cuanto a la pendiente de la playa, es de
carácter suave (entre 1º a 3º) y sectores con mayor pendiente
(entre 3º a 5º). Respecto de su ancho, varía entre 100 a 150
m, con una berma discontinua, y presencia de arenas finas y
conchillas; en cuanto a la playa distal se caracteriza por la falta
de espaldón por lo que grada la suavidad a la zona de dunas.
Respecto de la erosión en Villa Gesell se registran variacio-
nes en la línea de costa, visibles en base a fotografías aéreas
(1967 a 1981) entre un nivel de erosión de 2,35 m por año
(Marcomini y López, 1997). En las adyacencias de Villa Gesell
concretamente en Mar de las Pampas Isla (1998) determinó
una mayor presencia de procesos erosivos a través de estu-
dios y comparaciones de fotografías de 1957, 1967, y 1981.

379
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

v Desde Mar Chiquita a Santa Clara, se destaca la


laguna de Mar Chiquita, con una albufera de 46 km2 de su-
perficie, micro-mareal, única del país, con presencia meda-
nosa e influencia de los cambios estacionales que marcan
su dinamismo y generan inundaciones durante las cuales su
nivel puede alcanzar los 5 m de altura durante las crecientes
de invierno, en tanto que en verano, las grandes bajantes
pueden hacer descender las aguas hasta 2 m. La laguna
se encuentra separada por un cordón de médanos, desde
la continuación de Punta Rasa hasta Mar de Cobo, donde
el paisaje costero es semejante al analizado anteriormente.
Sólo cambia la monotonía medanosa, ya que la laguna, por
su carácter de albufera, se comunica con el mar por me-
dio de una boca curva con sentido norte, cuya dinámica ha
provocado obstrucciones en la desembocadura, que oca-
sionan desequilibrio en su interior al impedir el escurrimiento
de agua hacia el mar y la excavación de canales de des-
carga que contraponen el sentido de la tendencia migrato-
ria natural. Esto provoca estancamiento de material y activa
procesos erosivos en las márgenes de la laguna, además
de alterar el ecosistema. La presencia de dunas se extiende
hasta Mar de Cobo.

En cuanto a las características geomorfológicas de San-


ta Clara del Mar, destacan los micro-acantilados que marcan
el cambio hacia las costas altas de Mar del Plata, con playas
de bolsillo encerradas por los mencionados micro-acantila-
dos, que reducen así su amplitud. De modo que el sector,
ubicado entre Mar Chiquita y Santa Clara del Mar, muestra
un cambio en su geomorfología.
Este sector marca la transición desde las costas bajas del
este bonaerense y las costas acantiladas de Mar del Plata.
En Mar de Cobo, inmediatamente al sur de la laguna de Mar
Chiquita, las costas de playa y médanos típicos de las regio-
nes situadas hacia el norte comienzan a mostrar acantilados

380
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

labrados en loess y limos el pampeano que progresivamen-


te incrementan su altura a la vez que las playas se reducen
en tamaño. Al sur de Santa Clara dominan los acantilados de
hasta unos 20 m de altura con pequeñas playas de bolsillo.
Entre Camet y Mar del Plata la construcción de escolleras de
piedras ha permitido la formación de playas relativamente
continuas adosadas a los acantilados (Cavalloto, 2008).
Hacia el sur van ascendiendo progresivamente sus
acantilados hasta la culminación del sistema serrano de Tan-
dilia en cabo corrientes (Mar del Plata). Dado que “la zona
de la laguna de Mar Chiquita es más baja. Le sigue hacia el
sur una costa que asciende en altura hacia Mar del Plata.
Primero con micro-acantilados arenosos luego con acantila-
dos representados por afloramientos del sedimento loéssico
pampeano” (Barros et al., 1995).

El proceso erosivo costero y las acciones humanas


para su defensa

La erosión costera es parte del proceso natural en el cual


“las olas, las corrientes y las mareas son pulsos energéticos
que modelan las costas” (Codignotto, 1997:96). Sin embar-
go, existen rocas que soportan estos pulsos de energía, y se
observan diferentes morfologías costeras.
Las ortocuarcitas de Mar del Plata son rocas más resis-
tentes de este litoral, al punto de conformar cabos y puntas
que encierran playas de bolsillo. Los acantilados de limos
arenosos que se extienden desde Mar de Cobo hasta Pe-
huén Co son bastante resistentes preferentemente por sus
niveles entoscados que le confieren mayor resistencia a la
abrasión marina (Isla, 2006:130).
En efecto, son varias las causas que producen erosión
en las costas marítimas por eso Codignotto (1997) agrupa
en cuatro los factores modeladores de las costas y afirma

381
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

que son interdependientes. Los factores del grupo I son los


geológicos considerados por las estructuras en el sentido
geomorfológico. Los factores del grupo II son propios del
océano en el cual se encuentran las olas, corrientes y ma-
reas. Los factores del grupo III, propios de un sector de la
costa como la acción eólica, acción fluvial y antrópica. Y los
factores de grupo IV dados por las oscilaciones del nivel del
mar del orden global como el cambio climático incluyendo
las oscilaciones del nivel del marino de orden local tectonis-
mo-volcanismo. Del mismo modo se deben incluir las tor-
mentas como proceso erosivo de áreas costeras, y que:

Los ritmos de erosión costera no dependen únicamente de la


resistencia de materiales; también debe considerarse la ener-
gía de las olas, o la orientación de la costa a las tormentas más
frecuentes del sur. Por otro lado, aquellos acantilados que son
sometidos a periodos de humedad, filtración o desecación son
más propensos a erosionarse (Isla, 2006: 131).

A los efectos de la constante acción de los procesos na-


turales en proximidades de las costas se le suman las modi-
ficaciones que se realizan para la organización de estos es-
pacios, tales como la construcción de obras que rompieron
con la dirección de la deriva litoral que, en el caso de interés,
la dirección que le corresponde es de sur a norte: “Al norte
del paralelo 42º el sentido de las corrientes cercanas a la
costa es hacia el norte. Al sur del mismo, el sentido de las
corrientes cercanas a la costa es hacia el sur” (Codignotto,
1997:89). Las consecuencias de tal efecto se constatan en
Santa Clara del Mar por la construcción del Puerto de Mar
del Plata porque “los efectos del mal manejo no solo son
locales; con frecuencia afectan a las localidades vecinas”
(Dadón, 2003:33).
Isla y Villar (1992) argumentan que uno de los casos más
conocidos es el problema generado por el sistema de esco-

382
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

lleras y defensas costeras de Mar del Plata. La construcción


del puerto generó erosión en las playas céntricas. Las es-
colleras levantadas para recuperar esas playas trasladaron
el efecto erosivo hacia el norte, afectando gravemente las
playas de Santa Clara del Mar, en el vecino partido de Mar
Chiquita, en 1992. Las obras fueron realizadas para evitar el
deterioro y acumular arena, modificación que no fue benefi-
ciosa para la zona.
A principios del siglo XX, la construcción del Puerto blo-
queó la deriva litoral e inició los problemas de erosión coste-
ra. Sistemas de espigones procuraron acumular arena en los
sectores supralitorales, pero fallaron en los sectores subma-
reales, en los extremos de estas estructuras construidas con
bloques cuarcitas. La circulación costera fue fragmentada
por la formación de canales “rip” que fluyen hacia el mar
(Isla et al., 2005:10).
En consecuencia los efectos naturales más las obras
realizadas sin un criterio de sustentabilidad modificaron
nuestros espacios, porque

La erosión costera fue originariamente un problema de la propia


naturaleza de su costa, pero la acción del hombre ha causado
la extensión y aumento en la dimensión de estos problemas.
Las obras e ingenieriles duras (espigones) han provocado con-
tener la erosión pero en algunos casos han incrementado sus
efectos. En algunas playas donde se pudo acumular arena,
el tamaño del grano o su distribución no es la igual para los
requerimientos turísticos, o para el tamaño de los balnearios
(Isla et al., 2005:9).

Ahora bien, ¿cuáles son las obras que pueden realizar-


se y sus consecuencias para la defensa costera? Las obras
pueden clasificarse en duras y blandas. A través de las pri-
meras se cambia la deriva como las escolleras y sus efectos,
tal como explicamos anteriormente para nuestro caso; y en

383
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

las segundas no se observó este efecto de cambio en la


deriva litoral.
Existen diversos métodos para defender la costa. Algu-
nos comprenden “obras duras” que modifican la dinámica
(muros, espigones, rompeolas) causando la reflexión, di-
fracción o refracción de las olas incidentes. Los métodos
“blandos” no alteran la dinámica ya que proponen la simple
reconstitución de la playa original, manteniendo la energía
de las olas, la composición granulométrica y la pendiente de
playa (Isla, 2006:132).
Destacando la función de cada una de las obras para
conocer su función, se puede afirmar que los muros que fre-
nan el retroceso costero generan otros inconvenientes tales
como su destrucción porque impiden la acumulación de se-
dimentos y la erosión en las playas que se alimentan de are-
nas, producto del desgaste de los materiales. Ello se vincula
con el hecho de que

La ola reflejada normalmente erosiona la base de los muros,


impide la acumulación de sedimentos y termina provocando la
destrucción del muro. La excesiva protección de acantilados
puede ser una práctica erosiva en aquellos lugares donde la
provisión de arena a las playas depende exclusivamente de la
erosión (Runyan y Grigg, 2003; Isla, 2006:133).

Los espigones son construcciones realizadas en forma


transversal a la costa que impiden la deriva litoral que, como
dijimos anteriormente, en la provincia de Buenos Aires es de
sur a norte y de oeste a este en la costa entre Miramar y Mon-
te Hermoso. Con referencia a su altura, diseño de su relleno,
largo y espaciamiento, existen algunos criterios que deben
respetarse en cuanto a su altura, que puede ser variable:

“El sector emplazado sobre la playa debe estar al nivel de la


berma, o sea la altura del máximo nivel del mar sumado a la al-

384
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

tura que alcancen las nesolitoral de la playa. El sector extremo


debe ser horizontal y lo más cercano al nivel del mar sumado a
la altura que alcancen las olas” (Isla, 2006:135).

El diseño de las obras deberá relacionarse con la deriva


litoral. La longitud “dependerá del grado de obstrucción que
se pretende de la deriva litoral y del año de la playa artificial
pretendido, cuidando que el retroceso de la costa no ponga
en peligro la estructura” (Isla, 2006:135). Sugiere dicho autor
dos propuestas: por un lado, que se construyan espigones
“2 a 3 veces la distancia entre la cresta del berma y su ex-
tremo marino”. Y, por el otro, que “en el diseño de campos
de espigones se deberá prever una reducción de sus largos
para minimizar los impactos deriva-abajo (o a ambos lados
si la deriva fuera reversible)”.
Isla (2006) ofrece dos recomendaciones: la primera que
el orden de construcción de los espigones debe ser en el
sentido contrario a la deriva litoral, de modo que los compar-
timentos sean llenados con el mismo caudal sedimentario en
tránsito; la segunda, es que debe considerarse la experien-
cia de las construcciones anteriores. Comenta, además, que
en nuestras costas los espigones se realizaron en madera y
cemento armado, en tanto que los primeros espigones de-
bieron ser prolongados utilizándose bloques de cuarcita o
tetrápodos de cemento armado. Se recomiendan espigones
acorazados o construidos por dos o más capas, ya que la
decisión más importante es el tamaño-peso de los bloques
que abrazan la estructura calculada de acuerdo con la altura
de la ola. Al respecto, sostiene Isla (2006) que un sistema
de espigones depende del tipo de circulación litoral y de
la magnitud de la deriva litoral. Para evitar impactos deriva
abajo, como ocurre en el límite entre Santa Clara del Mar
y Camet Norte, se ubicaron espigones con diferente forma,
aunque los simples espigones rectos son más efectivos y
menos costosos.

385
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Santa Clara del Mar solicitó la construcción de obras


defensas en sus costas para que se protejan las playas de
Santa Clara, y esto afectó a Camet Norte al no recibir aportes
de sedimento tras el cambio de la deriva litoral (imágenes
Satelitales 5 y 6). En tal caso se aconseja la construcción de
espigones cortos y menos espaciados; los espigones en for-
ma de cola de pescado cortan la deriva litoral y, como rom-
peolas, protegen la playa del accionar de las olas. Asimismo,
los espigones también provocan corrientes “rip” que tienden
a arrastrar a los bañistas hacia el mar. Todas estas formas de
espigones afectan el ecosistema litoral, además de que los
pescadores dejan carnadas y restos de sus pescas que son
buscadas por animales que viven entre sus bloques.
Otras obras de protección como los rompeolas y arreci-
fes artificiales son estructuras aisladas, que se destacan por
no causar interrupción de la deriva, siendo utilizados con di-
ferentes recomendaciones y resultados positivos con ciertos
reparos de acuerdo con los efectos de deriva o a rangos de
marea. “Se han construido arrecifes artificiales que han me-
jorado la rompientes de volteo (plunging)” (Isla, 2006:140).
En nuestro país no se han realizado estas obras, destinadas
a playas con olas grandes.
Otra obra de carácter “blanda” es el refulado de pla-
yas. Realizado en Mar del Plata, los trabajos de 1998 ge-
neraron pérdidas debido a que se había depositado arena
demasiado fina. En 2002, la playa era el doble de ancho
que con anterioridad a los trabajos y en 2005 se triplicaron
las dimensiones previas. Existen aproximaciones sencillas
para predecir la eficacia del refulado, como las efectuadas
considerando los factores de relleno y de referencia basa-
das en las relaciones granulométricas entre playa y áreas
de préstamo.
Respecto a un plan de protección para la provincia, Isla
(2006) argumenta que no existe una receta única, los resul-
tados varían a lo largo de la costa según las particularidades

386
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

físicas o dinámicas; por ejemplo, los espigones de pedra-


plén son económicamente recomendables, la provisión de
roca es de bajo costo o donde las plataformas de abrasión
aseguran la estabilidad de la estructura. Se trata de una
solución local y que provocará impactos deriva abajo. En
cuanto al refulado, brinda la única alternativa de garantizar
la dinámica litoral, la calidad sanitaria y la preservación del
paisaje litoral.
Con respecto a la fijación de las dunas, se trata de una
técnica que conduce al entrampamiento de arena fina lo
que altera la dinámica costera, porque las playas ceden are-
na pero desde las dunas forestadas no reciben arena de
vuelta, y “la erosión costera está generalizada en el planeta
como causa del derretimiento de zonas englazadas. Depen-
de entonces de causas naturales, aunque las actividades
humanas pueden superar sus efectos perniciosos” (Isla,
2006:125).
En definitiva, dos aspectos concernientes a las áreas
costeras, desde el punto de vista de la dinámica costera,
afectan la valorización turística del área de estudio. Uno,
tiene que ver con las causas de los procesos erosivos,
cuestión en la que corresponde atender a la diversidad
de las causas y no a una sola causa natural; y que afecta
las modificaciones que realizaron las sociedades sobre las
áreas costeras y sus obras de defensa que, para Santa Cla-
ra del Mar, ha implicado un proceso de erosión producida
por la primera obra de construcción del Puerto Marplaten-
se. Con posterioridad, se solicitaron obras de defensa de
escolleras que en la actualidad perjudican a Camet Norte
al alterar la deriva debido a esta cuestión básica de que las
diferentes obras deben realizarse según las necesidades
del espacio.

387
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Imagen satelital: Área costera de Santa Clara del Mar.


Provincia de Buenos Aires.

Se observan obras de defensa denominadas obras duras con diferentes formas


y la modificación de la Avenida Costanera en su tramo norte por efecto de la
erosión marina. Fuente Inac. Geosistemas. S.R.L, 2008.

Imagen satelital: Área costera de Santa Clara del Mar. Provincia


de Buenos Aires.

Se observan que las obras de defensa en Santa Clara del Mar generaron fuerte
erosión a Camet Norte. Fuente: adaptación del Google Earth. 2009.

388
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Potencial turístico del litoral costero de la provincia de


Buenos Aires. Desde Punta Rasa a Santa Clara del Mar

Valorización de los espacios costeros


para el desarrollo del turismo

La valorización de los espacios costeros del noreste de


la provincia de Buenos Aires comenzó cuando se produjo un
cambio del concepto espacial que se tenía de ellos. Para ex-
plicar este ambiente hay que remontarse a los orígenes del
turismo en la Argentina, relacionándolo con la situación so-
cial y económica imperante a escala mundial, que repercutió
en la local y nacional. En consecuencia, para comprender la
instalación del espacio turístico actual se necesita reconocer
el rol que tuvo la alta burguesía que representaba los intere-
ses del modelo agroexportador, el turismo selecto de fines
del siglo XIX de las tres primeras décadas del XX, ya que
impulsaron el apogeo de la primera ciudad turística, Mar del
Plata, como punto estratégico.
Posteriormente, la decadencia de los ingresos de estos
terratenientes que poseían estancias con frentes al litoral
marítimo a causa de la desarticulación del modelo económi-
co imperante tras la crisis mundial del 30, condujo al surgi-
miento de los balnearios ubicados al norte de Mar del Plata.
En este contexto, se buscó un sentido a estos espacios an-
teriormente desvalorizados para obtener nuevas ganancias.
A continuación, surge otro modelo, el de la sustitución de
las importaciones, que permitió el desarrollo del turismo ma-
sivo o turismo social. Dirigido hacia un sector de población
que aceptaba ser un pequeño propietario, se efectuaron las
subdivisiones de los fondos de estancias que pasaron a ser
nuevos pueblos con la función de ser urbanos y con fines
turísticos. Los cambios espaciales y sociales en las décadas
consecutivas de inserción en el neoliberalismo dieron forma
a la nueva situación.

389
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

En primer lugar, el turismo en el país se desarrolló a fines


del siglo XIX, en un contexto social amparado por el modelo
económico agroexportador, organizado por y para la clase
social de altos ingresos: “Se trata de un turismo que puede
adscribirse al denominado turismo de elite, en tanto prac-
ticado solo por los sectores sociales más acomodados de
la población, quienes emulando comportamientos sociales
de grupos europeos, con los que se identifican, comienzan
a viajar con fines turísticos hacia algunos lugares del país”
(Bertoncello, 2006:319).
Según Bertoncello (1993), el país debía brindar un mí-
nimo de seguridad interior para un desarrollo turístico que
sólo se alcanzó luego de la unificación territorial. El tendido
de vías férreas ofrecía seguridad y rapidez a los viajeros y
se encargaban de administrar hoteles y centros turísticos
en las áreas terminales de rieles. Por último, y no menos
importante, la consolidación de una clase social de altos
ingresos y con tiempo libre, la nueva oligarquía agropecua-
ria, que abocó en gran parte a una vida dispendiosa, gas-
tando fortunas en los viajes a Europa y tratando de imitar
a su regreso el estilo de vida de la aristocracia europea,
resultó ser el motor indispensable para la expansión del
turismo (Bertoncello, 1993:3).
Respecto de qué función tenía la clase privilegiada
(alta burguesía) que accedía al turismo puede decirse que
su propósito era identificarse con los comportamientos tu-
rísticos del mediterráneo francés. Pues “El turismo de Mar
del Plata originariamente era un turismo contemplativo”
(Dadón, 2006:2).
En este ámbito, Mar del Plata cobra un interés muy par-
ticular porque es comparada con los destinos europeos al
cumplir una función social. Mar del Plata se reconoce como
pueblo de la costa de la provincia de Buenos Aires en 1874,
en tierras que pertenecían a Peralta Ramos, destinadas ori-
ginariamente a la ganadería y el comercio. La llegada de la

390
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

red ferroviaria (1886) favoreció su imagen porque colaboró


con el desarrollo del turismo hacia finales de 1880.
En segundo lugar, surge la crisis de 1930 y el estilo selecto
desarrollado en la costa marplatense que prosperó hasta esa
década fue afectado, al repercutir en la economía agroexpor-
tadora. Y así, las estancias que poseían frente de playa, por la
cual eran consideradas como un espacio sin interés, pasaron a
tener otra significación. Pues: “en el siglo XIX, las costas meda-
nosas eran consideradas estériles, improductivas e inadecua-
das para ser habitadas” (Dadón, 2005:54). En consecuencia,
cambiaron su valorización, se convirtieron en espacios pensa-
dos en ser loteados y generaron nuevos pueblos, transforman-
do la percepción que se tenía respecto de las costas antes
consideradas desérticas y sin valor comercial.
Con el propósito de aumentar sus ingresos, los terrate-
nientes, que vieron reducidas sus ganancias al desarticu-
larse el modelo que les permitía obtener ingresos tras la
venta de ganado vacuno al mercado internacional, formaron
empresas inmobiliarias para subdividir sus tierras y fundar
nuevos pueblos con atractivos turísticos: “Promediando los
30, el país había sufrido grandes cambios sociales y los be-
neficiarios del veraneo ya no eran propiedad exclusiva de un
pequeño grupo social” (Dadón, 2005:58).
En tercer lugar, se presenta la fundación de los pueblos
turísticos, el surgimiento de algunas localidades más reco-
nocidas del noroeste del país en el área comprendida entre
Punta Rasa y Santa Clara del Mar eran tierras ocupadas ha-
cia 1880 y como ya se dijo, la ocupación estaba dada por
estancias dedicadas a la ganadería extensiva favorecidas
por las condiciones naturales de la pampa deprimida, com-
puestas por extensas playas desoladas y sin utilidad.
Entre 1935 y los tres primeros años de 1950 se fundó la
mayoría de los pueblos reconocidos de esta franja, dirigido
a la población instalada en la ciudad de Buenos Aires; se
promociona el lugar con una maqueta y un plano del sitio,

391
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

amparados por una legislación que no contemplaba las di-


námicas espaciales de estos espacios geográficos.
Respecto de la primera fundación pionera, ésta se fundó
antes de la década del 30 y se menciona como excepción
porque se creó como pueblo que tenía el mismo propósito
turístico llamado Ostende (1913) por los belgas Poli y Robet-
te, sin éxito en su primer emprendimiento. Actualmente, este
balneario pertenece al Partido de Pinamar:

El proyecto original incluía un muelle de 250 m del largo, varios


edificios, una estación de ferrocarril, un cementerio, el corralón
municipal y una avenida central de 50 m de ancho que condu-
cía a una zona de donde se concentrarían hoteles y residencias
turísticas. Los resultados iniciales fueron alentadores. El promo-
cionado balneario recibió turistas célebres (Dadón, 2005:56).

Y, sin embargo, no prosperó; se fundaron en este espacio


geográfico varios pueblos que en la actualidad son reconocidos
y con afluencia de turismo local. Se crearon balnearios entre los
años 30 y 40, por el hecho de que “las condiciones económicas
del país habían cambiado y los nuevos centros se consolida-
ron mediante la venta masiva de lotes destinados a pequeños
propietarios, muchos de ellos inmigrantes europeos” (Dadón,
2005:58). Según Bertoncello (1993), se formaron sociedades
compuestas por un grupo de herederos, como Tierras de San
Clemente S.R.L, que fundaron esa localidad hacia 1935. En el
mismo año, la sociedad de Tierras y Balnearios formada por
Rafael Cobo, propietario de la estancia La Margarita e Isaac Ra-
mos Mejía fueron los impulsores de la historia de Mar de Ajó.
Otro balneario creado en la década del 30 es Villa Gesell.
En 1931 las tierras fueron adquiridas por Carlos Gesell y “un
año después comenzaron a llegar los turistas y se instalaron
los primeros hoteles” (Juárez, y Mantobani, 2006:55). En la ac-
tualidad constituye un partido propio, cuyo territorio antes había
pertenecido al partido de Madariaga.

392
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

En la década del 40 se potencian otras fundaciones


unidas a la idea del turismo social pues “Al mismo tiempo,
el incipiente ascenso de sectores urbanos medios permiti-
rá su incorporación al turismo, claro que sin el lujo y fasto
propios de las décadas anteriores; esto se ve reflejado en
la creciente presencia de estos sectores en Mar del Plata,
que es promocionada como un balneario de alcance para
todos” (Bertoncello, 1993:3).
Según Juárez, y Mantobani (2006), la fundación de nuevos
pueblos se realizó de la siguiente manera. La ciudad de Santa
Teresita, en 1946, que correspondía a una porción de La Estan-
cia San Bernardo, de la familia Duhau. Mar del Tuyú se fundó
cuando se preparó un camino de acceso en las chacras de
Elías que corría limitando el predio asignado al ferrocarril del
sur; así se permitió la conexión con la nueva localidad, rema-
tando por primera vez sus tierras en 1946.
Respecto de la localidad de Pinamar, fue fundada por
Jorge Bunge en 1943, perteneciente al Partido de Madaria-
ga; en 1949 se funda Santa Clara del Mar, las tierras per-
tenecían a un grupo de empresarios marplatenses, y pos-
teriormente, fueron adquiridas por Antonio Orensanz, quien
organizó su urbanización. El nombre fue elegido en home-
naje a la primera propietaria de las tierras, Clara Anchorena.
En el mismo año se creó el Balneario Parque Mar Chiquita.

393
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Foto 1: Imagen tomada el año anterior a la fundación realizada en febrero del


1949. Fuente: José María Orensanz, 1948.
Foto 2: Imagen que muestra la característica del frente urbanizable en el momen-
to de su fundación. Fecha estimada 1949. Fuente: José María Orensanz.

En la década del 50 también se crearon otros pueblos de


esta franja como Mar Azul (1953), correspondiente al Partido
de Gesell, Costa del Este del Partido de la Costa en la dé-
cada siguiente y Mar de las Pampas, cuya planimetría fue
aprobada en 1981.
Afirman Juárez y Mantobani (2006), que estas localida-
des ubicadas entre Punta Rasa y Punta Médanos, y pertene-
cían al Partido de General Lavalle. Asimismo, Pinamar y Ge-
sell pertenecían al Partido de Madariaga, y en 1978, pasaron
a formar parte del Municipio Urbano de la Costa; en 1983
adquieren la calidad de partidos integrados a la provincia
de Buenos Aires. Nuevos partidos ubicados de norte a sur:
De la Costa, Pinamar, Villa Gesell. De ello resulta que en un
contexto donde imperaba el modelo de sustitución de impor-
taciones que favorecía a la industrialización y desarrollo del
mercado interno y donde los trabajadores podían consumir
y, en este caso, invertir en parcelas para asegurarse la posi-
bilidad de tener vacaciones, en una sociedad donde estaba

394
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

inserta la idea del descanso como parte de una necesidad


básica, ésta se podía concretar. Y así, “en consonancia con
los nuevos tiempos en el país, tal como sucede también en
otros países, la masificación de la práctica turística asociada
con el acceso creciente de trabajadores a la misma, tuvo
como destinos privilegiados los de sol y playa” (Bertoncello,
2005:323). De tal modo, las tierras desvalorizadas se incor-
poraron al sector económico con otros fines, “en menos de
un siglo, las playas antaño solitarias pasaron a ser asiento
de nuevas actividades, nuevas ciudades, nuevos usos so-
ciales e inclusive nuevas especies” (Dadón, 2005:54).
El Partido de la Costa, con su cabecera en Mar del Tuyú,
se desprendió del de Gral. Lavalle; el de Pinamar, con su
cabecera en Pinamar se separó de Gral. Madariaga; lo mis-
mo que el de Villa Gesell con su cabecera en Villa Gesell
que se desprendió del mismo partido rural y, por último, Mar
Chiquita que sigue siendo un partido rural con localidades
turísticas.

Tendencias del turismo desde


la fundación de los pueblos balneario

Hasta el momento se presentaron dos modelos econó-


micos con sus dos estilos de turismo; uno, denominado de
elite, para pocos, amparado por el modelo agroexportador;
y otro, masivo, sostenido por el modelo de industrialización.
Ahora se presenta un tercer modelo, el neoliberal, que tam-
bién marcó transformaciones en el turismo y en los espacios
desarrollados con ese propósito.
Según Bertoncello (2005), las transformaciones de la
economía que repercutieron en lo social a partir de la se-
gunda mitad de los 70 se consolidaron en los 90, y se ex-
presaron en el turismo y en el territorio. Se fue dando paso a
un modelo neoliberal con apertura al mercado internacional,
con reducción del Estado en lo que respecta a su interven-

395
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

ción económica, haciéndose sentir en el mercado laboral


por el hecho de que la precariedad laboral se hizo presente,
sumada la flexibilización, un aumento de la desocupación,
una reestructuración de ramas, y una marcada reducción
del empleo industrial. Esto género una disminución en la dis-
tribución de la riqueza, que se expresó con claridad en la
baja de los salarios y el aumento de la pobreza.
Con este panorama económico y social las consecuen-
cias en el turismo se hicieron sentir, porque aquel que se
denominó masivo, vinculado al mundo del trabajo, entró en
crisis. Bertoncello (2005) señala varias razones; el empobre-
cimiento excluye a un creciente número de habitantes de la
posibilidad de practicar turismo; otra, que la crisis de la repre-
sentación sindical tiene efectos en este tipo de turismo, pues
disminuye la cantidad de afiliados que se beneficiaban con él
y los equipamientos tienen inconvenientes para mantenerse.
Respecto de cómo esto afecta los balnearios, el mismo
autor argumenta que en primer lugar, el turismo como dere-
cho social se ve cuestionado, afectando a turistas que pro-
venían de la clase media baja y de los sectores asalariados,
mostrando consecuencias negativas en los balnearios, por
la disminución de su actividad económica. Y, en segundo
lugar, por la capacidad de invertir en el mantenimiento de
sus equipamientos, tanto por los gobiernos locales que de-
jan de recaudar impuestos, como por la depreciación sim-
bólica que sufren. De ello resulta que lo “Destinos turísticos
en crisis, pierden paulatinamente su atractivo a medida que
van degradándose sus condiciones materiales y simbólicas”
(Bertoncello, 2005:329).
Además, marca Bertoncello que, en este contexto, los
balnearios sufren una importante fragmentación entre y
dentro de ellos porque quienes tienen una inserción laboral
plena optan por ofertas específicas, ya que se promocionan
nuevos destinos y nuevas ofertas en algunos puntos tradi-
cionales, con nuevas lógicas para el desarrollo del turismo,

396
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

consolidándose una estructura de alta inversión con hoteles


resort, de importantes equipamientos y servicios que mues-
tran diferencias respecto del resto de las inversiones: “El
turismo asiste a la llegada de nuevos capitales y agentes
económicos que incentivan la demanda de grupos solven-
tes, orientándola hacia nuevos destinos turísticos, o hacia
nichos específicos” (Bertoncello, 2005:330). En consecuen-
cia, para interpretar qué sucede hoy en las playas locales,
que bien puede relacionarse con las playas bonaerenses,
hay que vincular el tema con la globalización y la influencia
de la escala mundial que traspasa lo local: “En temas como
el turismo de playa, los enfoques en estos tiempos necesitan
de una integridad de escalas” (Ordoqui, sin fecha).
En la escala local (localidades balnearias) la acción del
hombre se manifiesta en el uso del espacio que en este
caso está dado por el valor que se le da a la playa; este
uso recibe la influencia de las escalas regional y mundial,
porque la escala local se hace permeable al paso de la pro-
puesta de la economía global “Lo urbano dice presente en
las playas” (Ordoqui, sin fecha). En los balnearios, surgen
emprendimientos de exclusividad y este hecho no es domi-
nado por el medio local ya que recibe las influencias de las
otras escalas: “En estas playas se introducen ideas ligadas
a los nuevos culturalismos de la posmodernidad” (Ordoqui,
sin fecha). Cambiaron los comportamientos de la población
en la playa; antes el mar era más protagonista, ahora pasan
a tener protagonismo los servicios que brinda el balneario:

En estos tiempos, las costumbres parecen ser otras: la mayoría


de las personas se encuentran de espaldas al mar, porque el
escenario ya no está frente al mar como lo estaban los bal-
nearios; los paradores se tornaron el centro de la escena en
la playa; los visitantes clavan sus miradas hacia el interior del
espacio de playa, hacia la contemplación de las personas y
de lo materializado y no de la playa en sí, como se dijo antes,

397
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

la fuerza que han tomado los espacios complementarios y su


nueva función, como eje de sociabilidad del veraneante” (Or-
doqui, sin fecha).

En definitiva, se analizó el nacimiento del turismo en la


Argentina y los pasos a través de los que se fue transitando,
siempre en relación con los modelos económicos imperan-
tes en cada etapa, que originan comportamientos sociales.
De ello, se deducen dos posturas: por un lado, que el tu-
rismo es un sector sensible de la economía nacional, pues
repercute en el avance o retroceso de los territorios que
brindan el servicio. Y, por el otro, que en ningún momento
se percibe el respeto al recurso natural, ni siquiera cuan-
do fundaron los balnearios por el desconocimiento que
mostraron los actores sociales involucrados en el proceso.
Desde las empresas que, para obtener ganancias, vendían
sitios que debían ser considerados como parte de la retro-
alimentación de las playas (dunas), más la idea limitada
del concepto de playa que provocó una instalación desor-
denada del espacio urbano. Asimismo, en la actualidad, el
nuevo comportamiento que presentan los inversores sobre
la playa demuestra también que los diferentes actores in-
volucrados se comportan ignorando la dinámica del área y
conduciendo el espacio a una mayor situación de riesgo.

Consecuencias de la valorización
del territorio de Santa Clara del Mar

La localidad de Santa Clara del Mar se encuentra ubi-


cada en las siguientes coordenadas geográficas: 37º latitud
sur y 57º de longitud oeste. Pertenece al partido de Mar Chi-
quita, provincia de Buenos Aires, Argentina.

398
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Mapa: Ubicación de Santa Clara del Mar

Fuente: adaptación de la página mar chiquita, digital, 2009.

Posee una población estable de 5204 habitantes. (IN-


DEC. Censo 2001). Esta cifra tiende a triplicarse o cuadrupli-
carse en los meses estivales, fomentados para el desarrollo
del turismo.
La investigación se centra en la localidad de Santa Cla-
ra del Mar y no en otras de la costa Atlántica que poseen
casi sus mismas características, por implantarse cerca del
recurso, por fundarse con los mismos fines y en base a una
legislación que no contemplaba su topografía. Dos son las
causas que llevan a estudiar este espacio: por un lado, su
paisaje natural conformado por micro-acantilados que en-
cierran playas de bolsillo, en el que se tiene que respetar el
borde del acantilado y no la abundancia de médanos, como
en otras ciudades balnearias, en las cuales es necesario

399
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

considerar su pie. Es la única localidad del este de la provin-


cia que promocionó sus playas con fines turísticos a partir
de acantilados, ya que en función de esta área comienza
a destacarse dicha geomorfología acompañada por playas
de bolsillo.
Después de la creación de la localidad los acantilados
se vieron afectados por la escollera sur del puerto de Mar
del Plata que incrementó su proceso erosivo, por el cambio
de deriva litoral que en nuestro sector es de sur a norte y la
generación de mayor erosión a las playas de Santa Clara del
Mar. Por eso se intensificaron las construcciones de obras
duras como las escolleras. Su frente costero urbanizable con
un ejido urbano próximo a la playa genera un avance sobre
el recurso natural. Es una geomorfología que debe tener un
uso racional del espacio cercano al mar, con la responsabi-
lidad de todos los actores intervinientes porque como con-
secuencia de este proceso se experimentaron transforma-
ciones que amenazan con la sustentabilidad de la playa que
atrae a la población. La afluencia de turistas ha dado lugar al
crecimiento de bienes y servicios urbanos que demandan y
demandaron un incremento de la utilización del suelo, donde
asentarse, desarrollando una actividad inmobiliaria que se
extiende sobre las áreas disponibles.

Características del frente costero urbanizable

Para empezar, se describen las particularidades del


frente costero, las modificaciones de la avenida costanera
y los balnearios instalados en la playa. Se ha recorrido la
zona y se han obtenido datos que resultan de interés para el
desarrollo del tema.

400
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Transformación del frente costero urbanizable

En primer lugar, se presentan los elementos destacados


del frente costero, entendiéndose a éste como la línea del
área urbanizable en la cual se observan las construcciones
de los particulares. Posee 26 manzanas con un total de 93
parcelas que tienen contacto con la Avenida Costera, 40 de
ellas sin construir en todo su recorrido.

Cincuenta y tres parcelas están construidas y los estilos


de construcción que se presentan pueden dividirse en tres:
el chalet tradicional, estilo mediterráneo y casa americana,
en todo el recorrido de la Avenida Costanera. Para su es-
tudio se dividió la línea de frente urbanizable en tramos y
éstos son de Avenida del Arroyo a Miramar, de Miramar a
Río Grande y el tercero de Río Grande a la Avenida El Paso.
El Chalet tradicional es el que predomina con un porcentaje
que asciende al 77%.

401
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Cuadro: Estilo de construcción en la línea del frente urbanizable.

Tramo 1 Tramo 2 Tramo 3


Parcelas Total
Av. del Arroyo Miramar a Río Grande a la
a Miramar Río Grande Av. El Paso
Total 29 44 20 93

Baldíos 10 16 14 40

Construcciones 19 28 6 53

Estilo de Construcciones

Chalet 16 22 3 41

Americano 2 5 3 10

Mediterráneo 1 1 2

Fuente: elaboración propia, 2009.

Gráfico: Porcentajes del estilo de construcción en la línea del


frente urbanizable.

Fuente: Elaboración propia, 2009

El estilo de construcción que predomina es el chalet tra-


dicional, y el estilo americano en segundo lugar. En todos
los tramos predomina el estilo de chalet tradicional; en el

402
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

primero y segundo tramo existen dos propiedades de estilo


mediterráneo.

Estilo de construcción en la primera línea del frente


urbanizable- Santa Clara del Mar.
Provincia de Buenos Aires. Argentina.

Foto propia obtenida en 2009 Construc- Foto propia obtenida en 2009. Primer tra-
ción década actual. Primer tramo de la Av. mo de la Av. Costanera desde las calles
Costanera desde las calles Avenida del Avenida del Arroyo hasta Santa Elena.
Arroyo hasta Santa Elena.

Foto propia obtenida en 2009. Estilo medi- Foto propia obtenida en 2009. Construc-
terráneo. Primer tramo de la Av. Costanera ción actual (Tres dúplex en una parcela).
desde las calles Avenida del Arroyo hasta Primer tramo de la Av. Costanera desde
Santa Elena. las calles Avenida del Arroyo hasta Santa
Elena.

403
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Foto propia obtenida en 2009. Construc- Foto propia obtenida en 2009. Construc-
ciones con fines comerciales. Segundo ción estilo americano, década del noventa.
tramo de la Av. Costanera desde la calle Segundo tramo de la Av. Costanera desde
Santa Elena hasta la calle La Florida. la calle Santa Elena hasta la calle La Florida.

Foto propia obtenida en 2009. Construc- Foto propia obtenida en 2009. Construc-
ción estilo actual. Segundo tramo de la Av. ción estilo mediterráneo, década del ‘80.
Costanera desde la calle Santa Elena has- Segundo tramo de la Av. Costanera desde
ta la calle La Florida. la calle Santa Elena hasta la calle La Florida.

Foto propia obtenida en 2009. Chalet tradi- Foto propia obtenida en 2009. Chalet tradi-
cional, fines del ’70. Segundo tramo de la cional década del ‘80. Segundo tramo de
Av. Costanera desde la calle Santa Elena la Av. Costanera desde la calle Santa Elena
hasta la calle La Florida. hasta la calle La Florida.
404
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Foto propia obtenida en 2009. Chalet tra- Foto propia obtenida en 2009. Casa ameri-
dicional década del ’90. Tercer tramo de cana, década del ’90. Tercer tramo de la Av.
la Av. Costanera desde la calle La Florida Costanera desde la calle La Florida hasta
hasta Avenida del Paso. Avenida del Paso.

Foto propia obtenida en 2009. Chalet dé- Foto propia obtenida en 2009. Chalet déca-
cada actual. Segundo tramo de la Av. Cos- da actual. Tercer tramo de la Av. Costanera
tanera desde la calle Santa Elena hasta la desde la calle La Florida hasta Avenida del
calle La Florida. Paso.

Se observan distintos niveles de alturas de las construc-


ciones, clasificados en tres categorías. Construcción de un
nivel (C1), de dos (C2), y de tres o más (3 o más). Predomi-
nan en la primera línea del frente urbanizable el nivel C1 de
construcciones de un nivel de altura; seguidamente, el nivel
con dos alturas está representado por un 41%. El tercer nivel
no es tan protagonista: sólo se observan dos construcciones
representadas por hoteles; uno se intenta poner en funcio-
namiento tras el proceso de deterioro sufrido en la década
anterior.

405
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Cuadro: Nivel de altura en la primera línea del frente urbanizable.

Primer Segundo Tercer


Nivel Total
tramo tramo tramo
C1 12 11 3 26

C2 6 12 2 20

C3 1 2 - 3

Total 19 25 5 49

Gráfico: Porcentaje del nivel de altura en la primera línea del


frente urbanizable

En la primera línea del frente urbanizable que posee contacto con la Avenida
Costanera se observa que el nivel que caracteriza este espacio es el de un
nivel de altura (C1). Fuente: elaboración propia, 2009.

Al transitar el espacio surge lo más destacado de este


recorrido: la reducción del frente urbanizable. Sólo puede
percibirse al recabar la información en el estudio minucioso
de las parcelas y después de llevar la información al plano,
dado que el plano municipal de 1971 no tiene las fluctua-
ciones y reducciones de los terrenos próximos a la costa
(Plano catastral de 1971, y plano 2 aprobado por la dirección
de Geodesia, La Plata 1/2/50; plano 3, promocionado por el
municipio con fines turísticos). Tales modificaciones se ha-

406
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

cen evidentes al tener en cuenta el número de manzanas.


Cada una de ellas, en un momento, poseía cuatro lotes en su
frente urbanizable a partir de la manzana 62 y hasta la última
(24); se nota tanto una pérdida de cincuenta lotes, como di-
ferencias en el trazado de lotes en cinco manzanas que van
desde la 124 a la 76.

Imagen satelital: Reducción del frente urbanizable en Santa Clara


del Mar, tramo 1.

Fuente: adaptación de Google Earth, 2009.

Se observan once manzanas, desde la 124 a 24, que


muestran reducción en su frente urbanizable. Las modifica-
ciones en el amanzanamiento comienzan a notarse a partir
del frente correspondiente a la manzana 124, ubicada entre
las calles San Francisco y Los Ángeles, en la cual los cuatro
lotes del frente perdieron parte de su espacio. A partir de
la manzana comprendida entre las calles Los Ángeles y La
Habana, la línea del frente deja de ser recta para tener osci-
laciones que no están registradas en los planos.

407
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Imagen satelital: Reducción del frente urbanizable de Santa Clara


del Mar, tramo 2.

Fuente: adaptación de Google Earth, 2009.

Asimismo, en las cuatro manzanas señaladas, las di-


mensiones de los lotes del frente también se redujeron. De
los 15 m de frente por 40 m de fondo que poseía cada parce-
la se constaron diferencias en sus dimensiones porque, se
observa una importante reducción en los metrajes de dichas
parcelas notándose una disminución, que en algunos casos,
es de más de 50% de sus medidas de origen.
En la manzana 62, ubicada entre las calles Av. Monte-
carlo y Bilbao, la modificación está dada por la pérdida de
cuatro lotes del frente que tenían quince por cuarenta cada
uno, más dos lotes contiguos de diez de frente por treinta de
fondo, ubicados en las calles laterales. En el plano original,
la manzana poseía veintiocho lotes; en la actualidad cuenta
con veintidós, es decir, con una reducción de 6 lotes. La
manzana 48, ubicada entre las calles Bilbao y Lisboa, po-

408
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

seía 28 parcelas. Perdió cuatro de sus lotes de frente, con


15m de frente con 40m de fondo.

Imagen satelital: Reducción del frente urbanizable en Santa Clara


del Mar, tramo 3.

Imagen satelital: Reducción del frente urbanizable en Santa Clara


del Mar, tramo 4.

Fuente: adaptación de Google Earth, 2009.

409
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Del mismo modo, la manzana 36, que poseía 28 parcelas,


ha perdido 8, y las número 46 y 39 cuyo total era de 28 perdie-
ron 10 lotes, cada una. Tales manzanas se encuentran com-
prendidas entre las calles Lisboa y Miami. La última manzana
correspondiente a la numeración 24, ubicada entre las calles
Baden Baden y Avenida El Paso, perdió doce lotes.

Imagen satelital: Reducción del frente urbanizable, tramo 5.

Fuente: adaptación de Google Earth, 2009.

Características morfológicas la Avenida Costanera

Hasta aquí se han mencionado los cambios espaciales


de tipo morfológico del frente urbanizable. Seguidamente,
se hace referencia a las características paisajísticas de la
avenida costanera que muestra irregularidades en su tramo.
Para ello, se la ha recorrido con dirección sur a norte, desde
la Avenida del Arroyo hasta la Avenida del Paso, y se obser-
varon las siguientes diferencias: por un lado, en el momento
de su “loteo”, poseía treinta metros de amplitud (según el

410
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

plano aprobado por la Dirección de Geodesia de la provin-


cia de Buenos Aires con fecha 1/2/50-21/3/49- 22/9/49. Por
el otro, se observa actualmente que la amplitud de dicha
avenida está reducida y muestra modificaciones en tres tra-
mos de su recorrido.

Imagen satelital: Tramo 1 de la Avenida Costanera desde Av. del


Arroyo a Santa Elena.

Tramo 1 desde Av. del Arroyo a la calle Santa Elena; 12 metros de amplitud y
6, 40 de boulevard, único sector asfaltado del trazado. Fuente: adaptación de
Google Earth, 2009.

El primer tramo, comprendido entre la avenida del Arro-


yo hasta la calle Santa Elena, posee un amplitud de 12 me-
tros, con un boulevard de seis metros con cuarenta (6, 40)
dividiéndose el metraje restante (cinco metros con sesenta),
en dos metros con ochenta (2,80) para los diferentes senti-
dos de la circulación del tránsito, con una acera de 4 metros.
En nueve cuadras, este sector es el único que se encuentra
asfaltado y con un paseo costanero.

411
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Costanera de Santa Clara del Mar. Provincia de Buenos Aires.


Argentina. Primer tramo de la costanera desde Av. del Arroyo
hasta la calle Santa Elena.

Ingreso a Av. Costanera por la Av. Del Costanera asfaltada y con boulevard. Fuen-
Arroyo (con dirección sur a norte). Fuente: te: Fotografía propia obtenida en 2009.
Fotografía propia obtenida en 2008.

Costanera asfaltada y con un boulevard Paseo costanero. Fuente: Fotografía propia


(Dirección sur a norte) Fuente: Fotografía obtenida en 2009.
propia obtenida en 2009.

Paseo costanero se observa que se en-


Paseo costanero. Fuente: Fotografía pro- cuentra asfaltado y con acera peatonal.
pia obtenida en 2009. Fotografía obtenida en 2008.
412
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

En el segundo tramo, que se extiende desde la inter-


sección de la calle Santa Elena hasta la esquina de la calle
La Florida, se observa la reducción de la Av. Costanera en
la primera cuadra y su ampliación hacia el mar, con doce
metros de extensión y una acera de 1,80 metros. Esta modi-
ficación se realizó en el año 2007 y ha mantenido la misma
extensión hasta la esquina de la Av. Río de Janeiro donde
se reduce a diez metros con treinta centímetros, pasando
a tener doce metros con uno ochenta de acera en las dos
cuadras sucesivas.

Imagen satelital: Tramo 2 comprendido entre las calles Santa


Elena y La Florida.

Fuente: adaptación de Google Earth, 2009

Tramo comprendido entre las calles Santa Elena y La


Florida. Se observa la continuidad de metraje tras la am-
pliación hacia el mar; existe, a continuación, una reducción
de más de un metro (1m) y nuevamente continúa la misma
amplitud.

413
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Segundo tramo de la Av. Costanera desde Santa Elena hasta La


Florida.

Sector de la Avenida Costanera que se Sector de la Avenida Costanera que se am-


amplió con dirección hacia la playa. plió hacia la playa.
Fotografía obtenida en 2008 Fotografía obtenida en 2008.

Costanera. Fotografía obtenida en 2008

El tercer tramo, comprendido entre las calles La Florida y


Avenida del Paso, muestra lo siguiente: la avenida se redu-
ce a diez metros (10 m), con una acera de uno con ochenta
(1,80) en las calles siguientes. A partir de allí se marca la
primera fluctuación, con quince metros (15 m) de amplitud
sin acera en una cuadra para reducir rápidamente su exten-
sión a 5 metros. Es indudable que esto constituye uno de los
tramos más críticos de la avenida costanera por la reducción
espacial y dado que se trata del sector más visible del avan-

414
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

ce de la urbanización a la línea del micro-acantilado, impi-


diendo la circulación. Continúan las fluctuaciones desde la
calle Río Grande; al inicio 5 m a 10 m; en la cuadra siguiente
12 m; a continuación 10 m; sigue con 8 m; luego 6; volviendo
a 12 m; y culmina el tramo vinal de la Av. Costanera con 20
m. Por supuesto que el sector crítico coincide con lo seña-
lado y está relacionado con el sector que muestra mayor
reducción del frente costero.

Imagen satelital: Tramo 3 comprendido entre las calles La Florida


y Av. El Paso.

Tramo comprendido entre las calles La Florida y Av. del Paso. Sector más conflic-
tivo por las fluctuaciones que presenta en su recorrido. Fuente: adaptación del
Google Earth, 2009.

415
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Tercer tramo de la Av. Costanera desde la calle La Florida hasta


Av. de Arroyo

(Fuente: Fotografías de la autora obtenidas en 2008)

Costanera: sector en que comienzan: las Propiedad cercana a la Avenida.


curvaturas.

Reducción de la Avenida costanera. Construcciones cercanas a la costa.

Sector crítico de reducción del espacio. Sector crítico de la avenida costanera.

416
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Sector crítico de la avenida costanera. Construcción muy próxima a la avenida,


marcando un sector muy crítico.

Sector crítico de la avenida costanera. Avenida costanera.

Sector de la Avenida costanera, donde se Balneario con infraestructura sólida,


observa una influencia de construcciones ubicado a pocos metros de la Avenida
sólidas. costanera.

417
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Avenida Costanera, Santa Clara del Mar, Avenida Costanera. Santa Clara del Mar.
en su tramo norte.

Sector crítico de la Avenida Costanera, Avenida Costanera en Santa Clara del Mar.
con dirección norte a sur.

Avenida Costanera con dirección sur a Avenida Costanera en Santa Clara del Mar
norte, Santa Clara del Mar. con dirección sur a norte.

418
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Las características paisajísticas de la Avenida Costanera


presentan una contaminación visual a causa de la reduc-
ción de su trazado, producto del desorden en el espacio:
conexión de algunos sectores con los balnearios, la Avenida
Costera y las propiedades de los particulares.

Construcción con materiales sólidos ubi- Construcción al este de la costanera, de


cados al este de la Av. Costanera. La espaldas al mar. Está compuesta por una
componen un restaurante y locales co- confitería y galería de locales comerciales
merciales. Santa Clara del Mar. Fuente: en diferentes rubros. Fuente: Fotografía de
Fotografía de la autora obtenida en 2009. la autora obtenida en 2009.

La reducción del frente urbanizable en Santa Clara del Mar


que se puede constatar al observar las imágenes satelitales
confirma el cambio de la morfología espacial, producto de la
erosión que afectó el frente costero por la dinámica marina. Se
constata, así, la pérdida considerable de parcelas y, en algunos
casos, la reducción de éstas. La ampliación de la avenida ha-
cia el mar es una modificación más que contribuye al desorden
espacial que comentamos. En efecto, se confirma la concep-
ción del área como línea fija, que no respeta la acción del mar.

Estilos de construcción en balnearios


de Santa Clara del Mar

Las características del los balnearios instalados sobre


la playas en los espacios concedidos por el municipio para
brindar servicios al desarrollo del turismo han sido aprecia-

419
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

dos a partir del recorrido por sus playas de sur a norte: se


ha podido determinar la existencia de ocho balnearios, la
mayoría concedidos para la explotación de servicios, dos
balnearios de carácter municipal y un club de pesca. Sus
construcciones son de materiales sólidos (cemento), made-
ra, techos de cañas, o chapas de zinc y todos presentan casi
los mismos servicios: gastronomía, piletas, duchas, locales.
El primer balneario, ubicado con dirección sur a norte,
presenta, para la explotación de la playa, solamente sombri-
llas, paradores y baños químicos. A continuación, aparece
el club de pesca, con una construcción íntegra de material
y con salida de botes para pesca deportiva. Un segundo
balneario, municipal, sin concesión a particulares, está pro-
tegido con escolleras. Ha quedado implantada al pie del
acantilado una pared de cemento, como consecuencia de
la ampliación de la Avenida Costanera hacia el mar, entre
las calles Necochea, Santa Elena y Punta Lara. Un tercer
balneario concesionado, construido con materiales sólidos,
madera y piedras, con diferentes servicios y hacia la Aveni-
da Costanera. Un cuarto balneario posee las mismas parti-
cularidades; tiene, también, locales en su recorrido, con in-
greso sobre la Avenida Costanera y una confitería con vista a
la Avenida. Seguidamente, se encuentra un quinto balneario
municipal, sin explotación comercial. Otro sexto que posee
la particularidad de ofrecer un apart hotel sobre la playa con
suite de dos ambientes con un metraje 44 m2 y tres ambien-
tes con 66 m2 con diferentes servicios como solárium, gim-
nasio, piscina, carpas y sombrillas. El séptimo continúa con
el estilo de construcción y con variedad de servicios. Antes
del último balneario se observa un cartel de licitación por el
que se intuye se prestarán más servicios al sector.
Los inversores denominan el último balneario como
“complejo”, por la variedad de servicios que presta: bun-
galós equipados, solárium con piscinas, servicio de gastro-
nomía, mirador con vista al mar, restaurante, parque infantil

420
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

y deportes. Su estilo de construcción, para ofrecer dichos


servicios, es en base a materiales sólidos y madera, y posee
la peculiaridad de estar ubicado en la última escollera don-
de se construirá un cerco de bloques de cemento armado.

Primer balneario. Foto de la autora, 2009. Club de pesca. Foto de la autora, 2009.

Balneario municipal con desplazamiento de ro- Balneario ubicado en contacto con la amplia-
cas de las escolleras por efecto de la sudesta- ción de la costanera con dirección hacia el mar
da del mes de julio del corriente año. Foto de la a terminar. Se observa la conclusión en la foto
autora, 2009. siguiente. Foto de la autora, 2009.

Balneario con departamentos en la playa. Se


Balneario con construcción sólida con di- destaca los efectos sufridos por la sudestada de
ferentes servicios. Foto de la autora, 2009. julio del año 2009. Foto de la autora, 2009.

421
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Balneario con construcción sólida y división de Parador de espalda al mar. Foto de la autora,
madera. Foto de la autora, 2009. 2009.

Balneario de construcción sólida. Foto de la au- Cartel de licitación para un balneario. Foto de la
tora, 2009. autora, 2009.

Balneario con construcción de madera. Foto de Balneario ubicado en la última escollera muestra
la autora, 2009. la división que se realizará con placas de ce-
mento armado. . Foto de la autora, 2009.

422
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

El uso de suelo en el frente costero urbanizable

En la primera y segunda línea amanzanada de la locali-


dad de Santa Clara del Mar se observa la presencia de 59
manzanas con un total de 1738 parcelas. Los criterios de cla-
sificación considerados para determinar el uso del suelo son:

v la densidad de edificación dada por la altura de la


construcción, (edificación de un nivel, de dos, de tres o más);
v parcelas sin edificación y parcelas en edificación;
v infraestructura de servicios turísticos contemplada por lo-
cal comercial, restaurantes, hoteles.

Urbanización de la primera línea amanzanada

Las primeras manzanas, a partir de la línea del frente


costero urbanizable, cuentan con un total de parcelamiento.
El uso del suelo por parcela muestra una importante canti-
dad de edificación con un 60% en un nivel (un piso de altu-
ra), un 40% en segundo nivel de edificación (dos pisos de
altura), registrándose dos construcciones de tres niveles.

Gráfico: Densidad de edificación por nivel

423
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Uso de suelo en la primera línea del frente urbanizable


por niveles de altura. El mayor porcentaje es para la cons-
trucción de un nivel. Fuente: elaboración propia, 2009

Cuadro: Uso del suelo en las primeras manzanas de la línea del


frente urbanizable. Por parcelas ocupadas.

 
E.1 E.2 E.3 ó
     más

263 15 7 0 0 5 1 2 0  
262 24 14 0 0 8 0 2 0  
257 18 10 3 0 5 0 0 0  
 El hotel
258 15 9 3 1 1 2 0 1 ocupa 2
parcelas
253 29 15 12 0 2 0 0 0  
231 30 16 4 0 10 0 0 0  
229 30 19 4 0 7 0 0 0  
204 30 16 7 0 7 0 0 0  
200 30 14 6 0 10 0 0 0  
195 30 9 11 0 10 0 0 0  
190 30 9 7 0 13 0 1 0  
184 30 7 13 0 9   1    
177 30 9 12 0 8 0 0 0  
El hotel
169 30 8 14 1 3 0 0 4 ocupa 5
parcelas
160 30 9 10 0 10 1 0 0  
148 30 12 10 0 7 0 0 0  
136 30 8 8 0 14 0 0 0  
124 30 12 6 0 11 1 0 0  
112 28 14 4 0 10 0 0 0  
100 28 14 9 0 4 1 1 0  
88 28 10 11 0 5 0 0 0  
76 28 4 10 0 14 0 0 0  
62 22 11 6 0 2 3 0 0  
48 24 11 6 0 7 0 0 0  
36 20 4 4 0 11 1 0 0  

424
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

46 18 6 4 0 8 0 0 0  
39 18 7 5 0 4 2 0 0  
24 16 4 6 0 6 0 0 0  
Tota-
721 288 195 2 211 12 7 5  
les

Fuente: elaboración propia, 2008-2009

En cambio, si se toman en consideración todos los nive-


les de análisis agrupados, se nota que el segundo lugar en el
uso de suelo le corresponde a la clasificación de parcelas sin
construir, puesto que el porcentaje que posee es mayor al de
la edificación de segundo nivel de altura. El dato obtenido de
parcelas sin construir en la primera línea del frente urbanizable
es de 29% y el valor correspondiente a la construcción de dos
niveles es del 27%. Esta descripción muestra el uso de suelo
existente en el frente urbanizable próximo a la avenida costane-
ra en contacto con el sector problemático, producto de la traza
urbana y sujeta a los efectos de las futuras sudestadas.

Gráfico: Uso del suelo en la primera línea del frente urbanizable.

Porcentaje del uso del suelo en la primera línea del frente urbanizable. El se-
gundo porcentaje le corresponde al espacio sin construcción (baldío). Fuente
elaboración propia 2009

425
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Respecto de los otros criterios utilizados, los valores


obtenidos son de menor cuantía dado que suman el 4%
destacándose las obras en construcción con el 2%: sólo se
registran doce obras en construcción, siete comercios y la
utilización de cinco parcelas por un hotel.

Gráfico: Uso de suelo en la primera línea del frente urbanizable


por categoría de análisis.

Uso de suelo en la primera línea del frente urbanizable por categoría de análisis.
Se observan, mayores cantidades de uso parcelas de un sólo nivel de cons-
trucción y sin construir. Las parcelas destinadas a construcción de dos niveles
representan tercera posición.
Fuente: elaboración propia, 2009.

En la primera línea del frente urbanizable que posee con-


tacto directo con la Avenida Costanera, se registra un 71%
de edificación de la cual la edificación de primer piso es las
más registradas en el uso de suelo. La infraestructura de
servicios turísticos en esta primera línea del frente es supe-
rada por esta edificación y se ven varias parcelas sin edifica-
ción, en relación con el total. Todos estos datos pueden ser
comparados observando los planos que muestran el uso del
suelo en la primera y segunda línea por nivel de altura, ade-
más de los planos de la primera y segunda línea del frente

426
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

urbanizable, que muestran terrenos sin construir y obras en


construcción; inclusive, se detalla el uso de los servicios del
lugar en base a locales comerciales y hotelería.

Condición de la segunda línea amanzanada


del frente urbanizable

La segunda línea del frente urbanizable cuenta con 31


manzanas divididas en novecientos 17 parcelas.

Cuadro: Uso del suelo en la segunda manzanas de la línea


del frente urbanizable. Por parcelas ocupadas.

C1 C2 C3        

 
285 29 9 4 0 12 0 4 0  
286 19 7 2 1 9 0 0 0  
260 18 8 1 0 5 0 4 0  
261 18 9 3 1 4 1 0 0  
255 18 7 4 0 6 0 3 0  
256 18 7 6 0 5 0 0 0  
252 32 11 5 0 7 3 9 0  
230 22 10 4 0 2 0 6 0  
228 22 10 0 0 8 0 4 0  
203 33 11 8 0 6 1 7 0  
199 34 13 9 0 9 0 4 1  
194 34 21 9 0 4 0 5 0  
189 34 16 7 0 6 1 4 0  
8 en 4
183 34 22 4 0 5 0 8 0
parcelas
9 en 5
176 34 14 12 0 0 0 9 0
parcelas
7 en 4
168 34 16 9 0 7 0 7 0
parcelas

427
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

5 en 3
159 34 13 12 0 7 0 5 0
parcelas
9 en 5
147 34 7 13 0 10 0 9 0
parcelas
139 34 12 12 0 8 1 2 0  
123 34 16 3 0 13 2 1 0  
111 34 19 3 0 9 1 3 0  
99 34 13 9 0 10 0 1 0  
87 34 14 8 0 8 2 3 0  
75 34 12 7 0 13 0 2 0  
61 34 8 16 0 6 0 4 0  
47 34 14 9 0 7 1 1 0  
35 34 16 6 0 12 0 0 0  
45 34 14 7 0 13 0 1 0  
34 34 16 8 0 10 0 0 0  
22 23 3 8 0 12 0 0 0  
23 19 5 5 0 9 0 0 0  
Total 917 373 213 2 242 13 106 1  

Fuente: Elaboración propia, 2008-2009.

Respecto de los niveles de altura de la construcción, la


de un nivel es el que persiste con mayor porcentaje (64%). Le
sigue el nivel de dos (36%) en segundo lugar, y casi imper-
ceptible es el tercer nivel pues posee sólo dos edificaciones.

Gráfico: Densidad de edificación.

428
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Porcentaje del uso del suelo en la segunda línea del frente urbanizable. El mayor
porcentaje es el que corresponde al primer nivel de construcción. Fuente: elabo-
ración propia, 2009.

Gráfico: Uso del suelo en la segunda línea del frente urbanizable


por categoría de análisis.

Cantidad del uso del suelo en la segunda línea del frente urbanizable por cate-
goría de análisis. Se registra la de mayor uso como la construcción de un nivel y
los terreros sin construir. Fuente: elaboración propia, 2009.

Comparando todos los criterios utilizados, los terrenos


sin construir están en segundo lugar pues el porcentaje
que le corresponde es 26%; los locales comerciales se
presentan como mucho más significativos por encontrar-
se en la avenida comercial de la zona, y el porcentaje co-
rrespondiente a ellos es del 11%, seguido de las obras de
construcción. La hotelería presenta los valores más bajos.
Igualmente si se comparan los planos se notará que, so-
bre las base de locales comerciales, existen edificaciones,
destacándose las de un nivel.

429
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Gráfico: Uso del suelo en la segunda línea del frente urbanizable.

Porcentaje de uso de suelo en la segunda línea del frente urbanizable. Se ob-


serva que la construcción de un nivel (C1) es la más significativa seguida de las
parcelas sin construir, el tercer lugar es para la construcción de dos niveles (C2)
y, el cuarto para los locales comerciales. Fuente: elaboración propia, 2009

Al realizar una comparación entre ambas líneas del frente


urbanizable de Santa Clara del Mar, se destaca: en la utiliza-
ción de la superficie del suelo, las construcciones de un solo
nivel 39%, la segunda posición está determinada por las par-
celas sin construcción 31%, el tercero, representado por las
construcciones de dos niveles 23%, el cuarto corresponde 6%
para los locales comerciales, el quinto corresponde a las obras
en construcción (1%), y perteneciente a la hotelería y a las
construcciones de tres niveles el porcentaje no es significativo.
El estilo predominante en la línea del frente urbanizable
confirma que, desde el momento de la instalación de la locali-
dad balnearia, se ha mantenido la edificación de un nivel, sin
proyecto de grandes inversiones en edificaciones en altura.
Esto es favorable a los balnearios por la inclinación de los
rayos solares, pero no justifica el trazado próximo a la playa
porque generó un impacto sobre la dinámica costera, ya que

430
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

se ha considerado el uso de suelo como espacio inalterable,


apropiándose de lo que necesita el recurso marino para conti-
nuar, y pasó a ser un espacio muy aprovechado convirtiéndo-
se en vulnerable, expuesto al proceso de erosión y los efectos
de las sudestadas.

Gráfico: Uso del suelo en la primera y segunda línea del frente


urbanizable.

Muestra los valores correspondientes a la utilización de las parcelas en área ana-


lizada. Las construcciones de un nivel son las de mayor presencia seguida de
espacios sin construir. En tercer lugar, aparece la construcción de dos niveles
sumándose en el total de las dos líneas los locales comerciales. Fuente: elabo-
ración propia, 2009.

Gráfico: Porcentaje de uso de suelo en la primera y segunda


línea del frente urbanizable

431
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Uso del suelo en todo el frente urbanizable. El mayor valor está representado
por el primer nivel de construcción; continúa, los terrenos sin construir, en tercer
lugar las construcciones en dos niveles, en cuarto lugar, el local comercial, y los
restantes son poco significativos donde la obra en construcción supera el uso de
suelo por parte de la hotelería. Fuente: elaboración propia, 2009.

En resumen, la valorización de estos espacios costeros


bonaerenses y la tendencia del turístico estuvieron y están
unidas a los cambios económicos y sociales, que no consi-
deran las particularidades de las áreas desarrolladas para
este fin comercial. Y en particular, en Santa Clara del Mar, la
puesta en valor del área no reconoció su geomorfología, pro-
mocionando la localidad balnearia a partir de micro-acantila-
dos que encierran playas de bolsillo. Esto trajo consecuen-
cias en su frente costero urbanizable porque se trazó una
avenida costanera en forma lineal, en la que dicha recta tuvo
fluctuaciones producto de los efectos erosivos naturales y
antrópicos. En consecuencia, las características del espa-
cio que representa su “frente costero” merece un análisis y
una reflexión respecto de los usos que le dan los inversio-
nistas y los propietarios junto con el mercado inmobiliario
que ofertan el espacio cercano al mar, ya que en un tramo
del sector costero de Santa Clara del Mar existe una impor-
tante concentración de actividades relacionadas con el área
urbana, dada por la coexistencia del uso del suelo para uso
residencial, con el área transitable de vehículos y con la ex-
plotación turística de la playa, todo ello genera una enorme
contaminación visual.
En cuanto a la línea del frente urbanizable, muestra va-
rios estilos de construcción desde las últimas décadas del
siglo pasado a la actual, no registrándose construcciones
del momento de su fundación. La altura de la edificación no
es tan considerable para un frente costero, pues permite la
presencia de los rayos solares hacia la playa, lo que resulta
de gran interés para el desarrollo turístico. Sin embargo, es
incuestionable que la excesiva explotación de los balnea-
rios, con varias infraestructuras con materiales sólidos, no es
432
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

aconsejable para las áreas costeras porque interrumpen la


movilidad de las arenas que retroalimentan las playas. Éstas
son explotadas en toda su dimensión y ofrecen una varie-
dad de oportunidades a los visitantes en proximidades a una
Avenida Costanera que, por momentos, se hace impercepti-
ble por la proximidad entre el frente urbanizable y el ingreso
a los balnearios. En un tramo de la avenida, su reducción ha
suscitado la ampliación de dos cuadras hacia la playa.
Respecto del uso del suelo en la primera y segunda línea
de amanzanamiento, es intensivo, porque está orientado a la
edificación con fines residenciales más que a la infraestruc-
tura de servicios para el turismo (local comercial, restauran-
te) que se presentan sobre la avenida comercial con mayor
intensidad. Además, la falta de cartografía actualizada por
parte del municipio, determina que no se registran las fluc-
tuaciones de la avenida costera y la reducción del espacio
generado por las pérdidas de parcelas, producto de la ero-
sión que afecta a la zona tras la creación del puerto de Mar
del Plata.
En definitiva, las peculiaridades que presentan los tres
sectores de mayor valorización en el espacio costero, de
Santa Clara del Mar, como son su frente urbanizable, la ave-
nida costera y los balnearios, dan cuenta de una sobre ex-
plotación del espacio que no considera su dinámica costera
y las diferencias espaciales de la zona.

Normativa del espacio costero de la


provincia de Buenos Aires

Territorio argentino y distribución de competencias

Resulta imprescindible en este desarrollo temático basa-


do en el marco legal aplicable al ámbito costero, atender a
la cuestión del reparto de competencias en la estructura de

433
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

nuestro Estado, con el propósito de comprender la distribu-


ción de competencial legislativo. A esos efectos ha de recor-
darse que el Artículo 1 de la Constitución Nacional establece
que la Nación Argentina adopta para su gobierno la forma
representativa, republicana y federal. Con esta expresión, la
norma fundamental refiere tanto a la forma de Estado como
a la forma de gobierno que rige en Argentina. Ello es así por
cuanto la forma de Estado atiende a su estructura u organiza-
ción política; es la forma de régimen que responde al modo
de ejercicio del poder en relación con la población y el te-
rritorio, mientras que la forma de gobierno es la manera de
organizar uno de los elementos del Estado: se ocupa de los
titulares del poder, la organización y las relaciones entre ellos.
En nuestro contexto constitucional, la forma de gobierno
representativa, presupone que el gobierno actúa en repre-
sentación “del pueblo” y adscribe a la tesis de la democra-
cia como forma de gobierno según la cual los representantes
ejercen el poder que le concede el pueblo por la duración
de su mandato, es decir, el Estado es gobernado por repre-
sentantes del pueblo por eso el Artículo 22 recalca que: “El
pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus repre-
sentantes y autoridades creadas por esta Constitución. Toda
fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los
derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete
delito de sedición”.
La forma republicana de gobierno adoptada se carac-
teriza por la división de poderes (la clásica tríada: Ejecutivo,
Legislativo y Judicial), la elección popular de los gobernan-
tes y su renovación temporaria, la publicidad de los actos de
gobierno, la responsabilidad de los gobernantes y la igual-
dad ante la ley.
Finalmente, la forma de Estado (y no de gobierno) federal
significa una descentralización política del poder del Estado
con base física, geográfica o territorial. Nuestro Estado fede-
ral, luego de la reforma constitucional de 1994, se compone

434
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

de 23 provincias (Estados miembro o unidades políticas que


lo conforman) y una Ciudad Autónoma (la Ciudad de Buenos
Aires de particular y discutido estatus). Asimismo, a la dua-
lidad de poderes —el Estado Federal y los de las provincias
que lo integran— se ha agregado el poder municipal. Dado
que el poder es ejercido a través del gobierno, es decir, el
aparato orgánico funcional del Estado, de lo hasta aquí ex-
puesto surge que en nuestro país, coexisten el gobierno fe-
deral, los gobiernos provinciales, los gobiernos municipales
y el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A su vez, las
funciones (legislativa, ejecutiva y federal) son asignadas a
distintos órganos como conjunto de facultades y atribucio-
nes en su área de competencia. A ello se encuentra dedica-
da la parte orgánica de la Constitución federal.
La estructura de órganos que la Constitución establece y
contiene para ejercer el poder del Estado Federal es denomi-
nada Gobierno Federal y se institucionaliza en el Poder Legis-
lativo o Congreso de la Nación, el Poder Ejecutivo o presidente
de la República y el Poder Judicial o Corte Suprema de Justicia
de la Nación y Tribunales Inferiores, componiendo la clásica
tríada del Gobierno Federal. Esa estructura tripartita de órga-
nos y funciones dentro del gobierno federal se reproduce, en
sus lineamientos básicos, en los gobiernos provinciales.
La norma fundamental argentina organiza solamente el
Gobierno Federal, mientras que los gobiernos provinciales
son organizados por las Constituciones provinciales. Sin em-
bargo, en atención a la relación de subordinación propia de
la estructura federal, la Constitución Federal traza algunas
pautas: 1) la tipología de los gobiernos provinciales debe
ser coherente con la del Gobierno Federal, conforme pres-
cribe el Artículo 5: 2) La competencia de los gobiernos pro-
vinciales debe tener en cuenta la distribución efectiva por la
Constitución federal, entre el Estado federal y las provincias;
3) los gobernadores de provincia son agentes naturales del
Gobierno federal para hacer cumplir la Constitución y las le-

435
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

yes del Estado federal (según lo preceptúa el Artículo 128)


y debe respetarse el Artículo 31 que establece “Esta Cons-
titución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se
dicten por el Congreso y los tratados con las potencias ex-
tranjeras son la ley suprema de la Nación; y las autoridades
de cada provincia están obligadas a conformarse a ella, no
obstante cualquiera disposición en contrario que contengan
las leyes o Constituciones provinciales”.
Ha de tenerse presente que los parámetros que, sin
afectar la autonomía de las provincias, contiene la Constitu-
ción federal, se agruparon bajo el título “gobiernos de pro-
vincia”, que constituyen el segundo título de la parte orgáni-
ca (segunda parte), denominada “autoridades de la nación”,
lo que implica que los gobiernos provinciales revisten, junto
al gobierno federal, el carácter de autoridades nacionales.
Finalmente, la relación de coordinación entre Estado fe-
deral y provincias (típica de la estructura federal) plasma en
el reparto de competencias. El principio fundamental se en-
cuentra en el Artículo 123 (que reproduce el antiguo Artículo
104). Con esa base se estructura el sistema de competen-
cias exclusivas (del Estado Nacional, y de las provincias),
las concurrentes —entre ambos—, excepcionales —de uno
u otras— y las compartidas. Por lo tanto, el Estado Federal
posee competencia de excepción, por delegación expresa
a su favor en la Constitución Nacional, por parte de las pro-
vincias. Las provincias tienen competencia general, forma-
da por todas las atribuciones remanentes, es decir, las no
delegadas en la nación y las expresamente reservadas por
pactos especiales al momento de su incorporación.
Actualmente, como ha sido expresado, la Constitución
federal reconoce expresamente la autonomía de los muni-
cipios de la provincia, por tanto, se ha sumado una nueva
pauta obligatoria al diseño del poder en jurisdicción de pro-
vincia. En efecto, el Artículo 123 establece que las provin-
cias deben asegurar “la autonomía municipal y reglando su

436
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

alcance y contenido en el orden institucional, político, ad-


ministrativo, económico y financiero”. Y, así, la organización
del poder local del que disponen las provincias debe tomar
en cuenta los municipios autónomos. Ayuda a la compren-
sión del reparto de competencias en el sistema federal —y
por tanto del nuestro— al poner énfasis en los conceptos de
función y materia. Estas funciones fundamentalmente son:
la función de normar la materia en cuestión. La función de
ejecutar lo que previamente ha sido normado y la función
de dirimir conflictos que se presentan aplicando las normas
generales de esa materia al caso particular.
La función de normar se refiere —en un sentido amplio—
a la regulación jurídica de la materia en toda su extensión,
ya sea a través de instrumentos normativos de rango legal
o reglamentario. La función ejecutiva está vinculada con la
puesta en marcha de lo que ha sido regulado por la norma.
La función judicial implica dirimir conflictos individuales y
está vinculada a la actuación ante los tribunales de justicia.
Precisamente, el reparto de competencias atiende a la de-
terminación de si el ejercicio de una función, en relación con
una materia ha sido conferido al Estado Nacional o ha sido
reservado su ejercicio por la provincia. Y —en el marco de
la Constitución reformada— ha de considerarse si no le es
atribuida al municipio provincial.
En este contexto, los órganos investigados de función le-
gislativa del Estado en con relación con la materia y el Estado,
constituye el tema específico de la presente investigación.

La normativa aplicable al ambiente costero


de la provincia de Buenos Aires

La organización espacial de los balnearios de la costa


atlántica tuvo un origen modesto, según Bertoncello (1993),
porque sus “fundaciones” se basaron en simples trámites
administrativos con el propósito de cumplir con la ley de fun-

437
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

dación de nuevos pueblos y ciudades de la provincia de


Buenos Aires (Ley 3487 de 1913 y sus decretos reglamen-
tarios de 1927 y 1928). La ley establecía que la creación
de nuevos pueblos debía ser aprobada por la Dirección de
Geodesia y Catastro de la provincia de Buenos Aires, la cual
supervisaría para asegurarse de que el sito contara con las
cualidades necesarias (como disponibilidad de agua pota-
ble, y ser un espacio libre de inundaciones). Además era
fundamental que proveyera una cesión al Fisco de las tierras
para usos públicos.
Ahora bien, esta ley no tomaba en cuenta las condicio-
nes particulares de las urbanizaciones litorales, dejando de
lados aspectos de gran importancia como las irregularida-
des topográficas y el modo resolver las mismas al menor
costo ambiental posible. Las pocas reservas de tierras para
usos públicos, no contemplaban los servicios a ser presta-
dos ni quiénes debían ser los prestadores; no determina-
ba ni daba pautas sobre las dimensiones, usos y formas de
ocupación (Juárez y Mantobani, 2006:45).
De modo que no contemplaba la función del lugar ni la
morfología del espacio. En consecuencia, las fundaciones
cumplían con sus requisitos legales pero no analizaban las
peculiaridades espaciales, porque los trazados fueron rea-
lizados en planos de tablero que, aunque habían sido apro-
bados por la legislación vigente, tuvieron problemáticas
posteriores. En el terreno se encontraron con dos particu-
laridades dadas por su paisaje que no fueron considera-
das: la dinámica marina y los médanos. Por lo tanto, no era
compatible el dibujo hecho en damero con lo que era propio
de los territorios mediterráneos. En consecuencia, el mayor
inconveniente fue la falta de definición de playa ya que el
sitio a implantar debía ser contiguo a ella: Es decir “tampo-
co planteaba la definición de playa, ni tenía en cuenta los
aspectos dinámicos ligados a la misma, lo cual determinó la
fundación de villas balnearias a distancias mínimas del mar,

438
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

adosadas al cordón litoral” (Juárez y Montobani, 2006:45). A


causa de ello se implantaron balnearios bajo el concepto de
playa amparado por el Código Civil respecto del cual Ber-
toncello (1993) afirma que existió en nuestro país una situa-
ción legalmente incierta acerca de qué es la playa. En virtud
del Código Civil, en su Artículo 2340, inc. 4 se entiende por
playa: “bienes públicos del Estado general o de los Estados
particulares (…) Las playas del mar y las riberas de los ríos
navegables, entendiéndose por tales la extensión de tierras
que las aguas bañan o desocupan durante las altas mareas
o las crecidas medias normales”.
Para Bertoncello (1993) ese criterio tuvo una importante
consideración y es el de reservar las playas como bien públi-
co. Pero a su vez, acarreó dos inconvenientes: por un lado la
indefinición acerca de si las playas son propiedad del Estado
Nacional o de las provincias, como consecuencia de lo cual
en la práctica el tema se resolvió a favor de la provincia de
Buenos Aires desde el momento en que se concedió a los
municipios el derecho de otorgar concesiones de uso. Por
otro, que surgió del concepto de playa, fue el de considerar
solamente la línea bañada por las olas en pleamar. Esto resul-
ta, según el autor, restrictivo y no condice con una definición
de playa que contemple todas sus características y, en espe-
cial, su dinamismo ya que es una forma de asegurar su su-
pervivencia. La falta de definición de playa y la carencia de la
contemplación topográfica de la ley hicieron que los balnea-
rios fueran implantados a la menor distancia posible del mar,
prácticamente unidos al cordón litoral con la traza de la aveni-
da costanera. Y de esto se deriva que “en general el trazado
de la costanera no respeta las líneas de médanos de la playa
y entonces se pierde la primera defensa contra el avance del
mar, con lo cual en lugar de encontrarse con los médanos se
encuentra con la avenida costanera” (Dadón, 2006).
Posteriormente, en 1950, el gobierno provincial dictó el
decreto 9116/50 que tenía como propósito reglamentar “los

439
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

fraccionamientos que se realicen sobre la costa Atlántica y


en zona de médanos vivos de la provincia” (Juárez y Mon-
tobani, 2006:45). Tuvo corta vigencia y fue dejado sin efecto
por dos causas: el cambio de gobierno y porque la mayoría
de los pueblos ya estaban fundados.
Surge así, por primera vez, una definición de playa que
establece dos zonas diferenciadas definida por el Código
Civil: una, la “ribera externa”, correspondiente a una franja
paralela y continua a la playa definida por nuestro Código
que deberá dejarse para uso público, sujeta a la entrada
del mar cuando soporta las mareas astronómicas y eólicas
y, otra, unida a la “ribera externa” que debería presentar-
se la “avenida costanera” de 100 m de ancho. Argumenta
Juárez y Mantobani (2006) que fue un decreto interesante
porque intentó establecer un concepto de playa y puso lí-
mites a la subdivisión de tierras impidiendo el loteo en zo-
nas de médanos.
En 1977, surgió el decreto ley 8912/77, la ley que rige el
ordenamiento del territorio de la provincia, y regula el uso,
ocupación, subdivisión y equipamiento del suelo. (Art. 1) Es-
tablece los objetivos generales del ordenamiento territorial
(Art. 2) y los principios en la materia; constituye el marco
legal del ordenamiento municipal y fue la base fundamental
para la elaboración de los planes de ordenamiento o códi-
gos de ordenamiento urbano de los municipios de la costa.
Y en su Artículo 23 establece que:

solo podrán crear o ampliar núcleos urbanos y zonas de usos


específicos en terrenos con médanos o dunas después que
los mismos se encuentren fijados y forestados de acuerdo con
lo establecido en las normas provinciales sobre la materia. En
dichos casos se preservará la topografía natural del área y se
adoptarán en el proyecto soluciones altimétricas que asegu-
ren un correcto escurrimiento de las aguas pluviales. El tipo
de uso, intensidad de ocupación y parcelamientos admitidos

440
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

serán los que permitan garantizar la permanencia de la fijación


y forestación.

En la actualidad la fijación de los médanos no es acep-


tada por los entendidos porque no permiten alimentar a las
playas con las arenas necesarias dado que “la fijación de
los médanos litorales induce el entrampamiento de la arena
fina que altera la dinámica costera: las playas ceden arena
pero desde las dunas forestadas no reciben arena de vuelta”
(Isla, 2006:143). En el Artículo 58 establece que:

al crear o ampliar núcleos urbanos que limiten con el Océano


Atlántico, deberá delimitarse una franja de cien metros (100
m) de ancho, medida desde la línea de pie de médano o de
acantilado, lindera y paralela a las mismas, destinada a usos
complementarios al de playa, que se cederá al Fisco de la pro-
vincia fijada, arbolada, parquizada y con espacios para esta-
cionamiento de vehículos. Asimismo dentro de las áreas verdes
y libres públicas que corresponda ceder según lo estipulado
en el Artículo 56, no menos del 70% de ellas se localizarán en
sectores adyacentes a la franja mencionada en el párrafo ante-
rior, con un frente mínimo paralelo a la costa de 50 m.

En 1983, el decreto provincial 1549/83 “en su Artículo 37


hace referencia a la zona costera estableciendo que las par-
celas que se creen por subdivisión de sectores afectados a
zonas residenciales y comerciales en áreas urbanas frente
al litoral del Río de La Plata y Océano Atlántico, la densidad
neta máxima admisible será de 80 hab/ha hasta 5 km desde
la ribera” como lo recuerdan Juárez y Montobani (2006:46).
El decreto provincial 1549/83, que reglamenta artículos de
la Ley 8912 de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo. Y
deroga los decretos 4006/57, 1359/78 y 2018/81, tal como lo
consigna su “Artículo 1: Reglaméntase en la forma que se in-
dica a continuación los siguientes Artículos de la ley 8.912”. Al

441
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

reglamentar el Artículo 37 establece que:

En las parcelas que se creen por subdivisión de sectores afec-


tados por el plan de ordenamiento a zonas residenciales y co-
merciales, en áreas urbanas en general que carezcan de agua
corriente y cloacas, la densidad neta máxima admisible será
de 100 hab./ha y de 80 hab/ha en áreas urbanas frente al litoral
del Río de la Plata y Océano Atlántico hasta 5 km desde la ribe-
ra. Para las zonas residenciales extraurbanas que carezcan de
ambos servicios la densidad neta será de 60 hab/ha. Mientras
no esté determinada la capacidad de la fuente de provisión de
agua potable, la densidad máxima admisible para zonas que
sólo tengan servicio cloacal será de ciento cincuenta (150) ha-
bitantes por hectáreas. Cualquiera sea la densidad potencial
asignada a una zona, en sus parcelas sólo se permitirá cons-
truir con la densidad real que le corresponda a cada una de
ellas en función de los servicios con que cuenten. En todos los
casos se permitirá la construcción de una vivienda unifamiliar
por parcela con el número de dormitorios que corresponda a
las necesidades del núcleo familiar de su titular.

El decreto 10391, de 1997, establece metodologías y


procedimientos de determinación y fijación de la línea de
ribera marítima en la provincia de Buenos Aires, de acuerdo
con lo dispuesto por el Artículo 2340, inc. 4 del Código Civil.
Dicha demarcación tiene una función de delimitar un domi-
nio público del Estado y a la vez sirve de límite en las propie-
dades contiguas, mientras que la autoridad administrativa
local es la encargada de realizar esa tarea.
Dado que las playas de mar son bienes de dominio pú-
blico de los Estados ribereños en atención a lo dispuesto
por los Artículos 2339 (“Las cosas son bienes públicos del
Estado general que forma la Nación, o de los Estados parti-
culares de que ella se compone, según la distribución de los
poderes hecha por la Constitución Nacional; o son bienes

442
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

privados del Estado general o de los Estados particulares”)


y 2340 inc. 4 (“Las playas del mar y las riberas internas de
los ríos, entendiéndose por tales la extensión de tierra que
las aguas bañan o desocupan durante las altas mareas nor-
males o las crecidas medias ordinarias;”) del Código Civil,
corresponde al Estado titular del dominio establecer los lí-
mites hasta donde llega el ejercicio de sus derechos sobre
tales bienes.
Ya en 1933 el Poder Ejecutivo de la provincia de Buenos
Aires dictó un decreto nombrando a tres ingenieros para que
determinaran la línea de ribera provincial basándose en una
interpretación de una línea recta. Con anterioridad, por de-
creto 926 del 1/4/1926, se había establecido el dominio so-
bre las playas y riberas de los mares y ríos de su territorio. Y
mucho antes, este reconocimiento fue expresado mediante
el decreto del Poder Ejecutivo Nacional del 31/3/1909 dicta-
do en base al dictamen del procurador del Tesoro, en el que
se deslindó con precisión el alcance de la Jurisdicción de la
Nación y de las provincias respecto de las playas y costas
de los ríos navegables.
Existe un cuestionamiento del carácter dinámico que con-
diciona la estabilidad de un trazado lineal por la influencia de
los factores naturales y humanos. En relación con el factor
natural se debe considerar el aumento del nivel del mar y el
factor humano debe ser entendido como proceso depredato-
rio dado por la sociedad en la extracción de arena.
Los estudios para llegar a este decreto (10391/97) expli-
can que si en un lugar dado tenemos determinada la cota de
las altas mareas normales (Artículo 2340, inc. 4, Código Civil)
y a ésta hacemos pasar en plano horizontal, ella demarcará
en su intersección con el continente una línea curva de igual
nivel que tendrá la configuración de las sinuosidades de la
cota, resultando la curva de nivel llamada línea de ribera.
De tal comprensión surge que tenemos que considerar los
niveles altimétricos por influencia de los factores repetitivos y

443
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

normales, como los aspectos geomorfológicos que natural-


mente conforman el espacio. Es parte de los rasgos natura-
les fácilmente identificables, donde la acción de las aguas,
ya sea por la influencia de las mareas astronómicas como
por efectos meteorológicos, aportan rasgos distintivos.
De acuerdo con el informe del servicio de Hidrografía
Naval de la Armada Argentina, se da respuesta a ese fenó-
meno por las observaciones realizadas en Mar del Plata. En
dicho informe se establece que para fijar la línea de ribera no
debe tomarse solamente la marea astronómica, debido a la
importancia y regularidad de la influencia de los fenómenos
meteorológicos que pasan a convertirse en aspectos norma-
les, ya que producen modificación en la altura del agua. La
correcta delimitación y determinación de la línea de ribera
debe partir de estos fenómenos.
Es gracias a este estudio que el decreto 10391/97 esta-
blece en su Artículo 1°: Declárese que es de potestad ex-
clusiva de la Provincia de Buenos Aires, determinar y fijar
la línea de ribera en el ámbito territorial que le es propio, sin
perjuicio de las facultades jurisdiccionales que le competen
al Gobierno Nacional en la materia. Mientras que su Artículo
2 estatuye:

Las metodologías y procedimientos de fijación de la línea de


ribera marítima, estarán dados por un criterio mixto que con-
temple la cota de nivel de las altas mareas normales a partir de
la totalidad de los fenómenos naturales que por su importancia
y regularidad, pasan a convertirse en fenómenos normales, y la
adaptación de ésta al rasgo geomorfológico generado. En este
último caso, sea el espaldón de la playa cuando hubiera desa-
rrollo de médanos, o el pie del acantilado cuando no lo hubiera.

Y el Artículo 3°: “En zonas que hubieran sido pasibles de


acciones depredatorias o devastadoras por acción del hom-
bre o artificiales, deberá recurrirse a la medición altimétrica

444
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

que recepte las altas mareas normales con la modalidad se-


ñalada en el artículo anterior, y como único medio incólume
de expresión de la naturaleza”. Finalmente, el Artículo 4 de-
termina que es responsabilidad de la Dirección de Geodesia
fijar la línea de ribera en cada caso particular y en cada zona
geográfica y en tiempo determinado.
Nueve años después del replanteo de la línea de ribe-
ra surge el decreto 3202/06 que determina la formulación
de los presupuestos mínimos para los Códigos de Ordena-
miento Urbano de los Municipios de la Costa en atención a
las prescripciones emergentes de la ley 12257, decreto ley
8912/77, ley 11723 de protección de los Recursos Naturales
y Ambientes. En sus considerandos, establece, entre otros
puntos, los siguientes:

v Que entre tramos de la costa Atlántica comprendida


entre Punta Rasa y Punta Alta se encuentran ambientes frá-
giles que, con efecto del proceso de urbanización, surgen
transformaciones que peligran la sustentabilidad del medio;
v Que el valor del paisaje convirtió al recurso en impor-
tancia para el turismo;
v Que la afluencia de turistas hace que se incrementen
múltiples actividades económicas, notándose un incremento
de la población permanente;
v Que el incremento de demandas aumenta ya sea en
el uso del suelo y en la demanda de bienes y servicios;
v Que en los últimos años se advierte un descuido en
la protección de los reservorios permitiendo el avance del
ejido urbano sobre áreas indispensables para garantizar la
recarga de napas y la extracción a través de pozos de agua
sin una adecuada medición de su capacidad;
v Que la autorización de nuevas urbanizaciones no
contemplaron una adecuada red cloacal, multiplicando los
pozos negros que contaminaron napas;
v Que el avance de las áreas urbanizadas sobre mé-

445
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

danos y las obras marítimas con diseños inadecuados rom-


pieron la dinámica entre el aporte y desplazamiento de las
arenas, aumentando el proceso erosivo;
v Que la ausencia de un marco referencial que oriente
el accionar de los actores sociales ha llevado a problemas
de contaminación, salinización de las napas de agua dulce,
deterioro del ecosistema de médanos y recarga de arena en
las playas;
v Que el decreto ley 8912/77 define criterios para la pro-
tección, establece restricciones a partir de la línea del pie de
médano y constituye una ley marco para el accionar de los
municipios en los planes de ordenamiento, estableciendo
pautas que a modo de máximos y mínimos reglamentan el
poder de las comunas y garantizan la observación del dere-
cho urbanístico;
v Que del contexto normativo emerge la necesidad
de fijar parámetros que acoten las posibilidades de creci-
miento, manteniendo el desarrollo de la actividad dentro de
parámetros que garanticen la sustentabilidad ambiental, la
protección del paisaje, y la provisión estándares de urbani-
zación acordes a la calidad del ambiente;
v Que de la sanción de estos Códigos, según el decreto
ley 8912/77, resulta responsabilidad primaria de los munici-
pios y para su vigencia deberán contar con la convalidación
provincial, en cuyo ámbito y a través de los organismos téc-
nicos competentes se verifica el grado de concordancia de
los códigos locales y estrategias más abarcadoras definidas
por la provincia;
v Que en tal sentido el legislador ha preceptuado la
necesidad una franja de terreno en la costa y la ley 12257
como el decreto ley 8912/77 definen una nueva afectación,
transformando en espacio público los terrenos comprendi-
dos en el área que identifican. Ambos cuerpos normativos
señalan el interés por determinar este ambiente como área
de protección y preservación, lo que se verá consolidado si,

446
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

a su vez, los proyectos que se emprendan se ajusten a los


presupuestos mínimos que se establecen;
v Que, por consiguiente, se impone establecer un nú-
mero de principios rectores, básicos y objetivos, que se de-
nominan “presupuestos mínimos” con el fin de establecer
una regulación liminar que permita ordenar el accionar de
las municipalidades en cuanto al ordenamiento urbano de
su competencia y de la provincia en lo concerniente a los
alcances de la ley 12227, decreto 8912/77;
v Que se torne un uso racional del espacio cercano al
mar con la responsabilidad de los actores intervinientes;
v Que lo expresado cuenta con el apoyo de provenien-
tes de consultas realizadas a especialistas que coinciden
con lo delicado de la cuestión;
v Que en el marco de ideas debe garantizar el uso pú-
blico del mar, su ribera, y del espacio de restricción al domi-
nio terrestre.

El decreto 3202/06, en su Artículo 1 establece que para


la aprobación de los proyectos urbanísticos o de desarrollos
específicos en la zona de la costa atlántica bonaerense, de-
berán verificar la adhesión municipal por ordenanza especí-
fica con respecto a los presupuestos mínimos establecidos
en este decreto.
En el Artículo 2, cada organismo competente provincial
deberá verificar para su aprobación, si cumplen con los pre-
supuestos mínimos adoptados por el municipio de acuerdo
con este decreto. Mientras que el Artículo 3, los municipios
que adhieran a este decreto, deberán definir los límites del
núcleo urbano central y los núcleos urbanos complementa-
rios desarrollados con anterioridad al 30 de mayo de 2006,
con el fin de identificar las unidades territoriales que servirán
de base para el cálculo de futuras expansiones o la creación
de nuevos núcleos urbanos aplicando los presupuestos mí-
nimos establecidos en este decreto.

447
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Se establece, en Al artículo 4, que los municipios no po-


drán ampliar el área urbanizada más allá de una línea deter-
minada. Respecto de la nueva urbanización, en el Artículo
5 se establece que ésta deberá encuadrarse en las figuras
de ampliación urbana de los Artículos 17 y18 del decreto ley
8912/77 y que no se aceptarán urbanizaciones dentro de las
áreas de médanos.
En cuanto a la ampliación del área urbanizable, el Ar-
tículo 6 especifica que los municipios no podrán exceder
una densidad de 60 hab/km2 ni exceder el 20% del frente
urbanizable.
Respecto de la aprobación de las nuevas urbanizacio-
nes, se describen en el Artículo 7, que menciona, entre otros
parámetros, lo siguiente: para la ampliación del área urbana,
el municipio es el que debe definir la línea del frente coste-
ro; y, en casos de nuevos núcleos de urbanización, tiene la
responsabilidad de delimitar dos líneas, una sobre la costa o
línea de frente y otra sobre el fondo o hasta donde considera
que debe ser urbanizable; en los casos de costa acantilada,
su borde es igual a la línea de pie de médano; las nuevas
urbanizaciones deben contar con servicios de provisión de
agua potable y desagües cloacales, los médanos de la pri-
mera cadena no podrán ser removidos; las nuevas urbani-
zaciones inscriptas, deberán afectar parte de la superficie
urbanizable para la localización de áreas verdes.
En conclusión, debido a los problemas de erosión y pér-
dida de franjas de arena que ponen en peligro la susten-
tabilidad de la actividad turística de las playas de la costa
Atlántica, el gobierno limitó a través del citado decreto las
construcciones públicas y privadas en todo el límite de fren-
te costero (línea de área urbanizable). A partir de esta nor-
ma, que determina que los emprendimientos deberán estar
ubicados a más de 250 m de la línea de ribera del mar y en
este sector la aprobación de los paradores se encontraba
condicionada a que se ajusten a normas de edificación.

448
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Se establecen presupuestos mínimos para el uso del


suelo en el espacio cercano al mar. Los municipios que
abarcan dicha costa, deberán adherir o no a la norma. La
propuesta establece que los emprendimientos municipales
no podrán emplazarse a menos de 250 m del mar mientras
que los privados deberán edificarse a más de 300 m. Los
municipios podrán ampliar esta distancia pero no reducirla.
En cuanto al tipo de construcción que estará permitido en
esta franja se adaptarán a las normas IRAN 42100 limitando
el uso de cemento, permitiendo el uso de madera y pilotes
para posibilitar el movimiento de la arena y el agua.
“De acuerdo con esa norma, las urbanizaciones en la
costa deben ubicarse a mas de 250 m de la línea del mar,
y los concesionarios de los balnearios sólo podrán edificar
hasta un máximo de 200 m2 por cada kilómetro de playa,
entre otros puntos” (Codignotto, 2008) ya que “En las costas
argentinas el diseño urbano es inadecuado”; por lo tanto,
“En el ámbito nacional se deberá crear un instituto de ma-
nejo costero ágil y de actualización permanente, en defini-
tiva, deberá existir una legislación sobre edificación que se
adecue a los procesos naturales y que proteja a las costas”
(Codignotto, 2008).
En 2008 se promulgó el decreto 1802/08 que tuvo como
propósito crear una, “Unidad de Coordinación de Manejo
Costero” integrado de la provincia de Buenos Aires, como
claramente se establece en su Artículo 1:

Crear en el ámbito del Ministerio de Jefatura de Gabinete y


Gobierno la Unidad de Coordinación de Manejo Costero Inte-
grado de la provincia de Buenos Aires, la que tendrá por objeto
coordinar, supervisar, y ejecutar las acciones que demande la
implementación del Plan Integral de Costa, como así también
articular y viabilizar la participación de las distintas áreas de
Gobierno de la provincia de Buenos Aires y de los municipios
involucrados, en la gestión de la zona costera.

449
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

La norma señala en sus considerandos que:

constituye un deber de la provincia asegurar políticas de con-


servación y recuperación de la calidad del agua, aire, y suelo,
compatibles con la exigencia de mantener su integridad física
y su capacidad productiva, y el resguardo de áreas de impor-
tancia ecológica, de flora y la fauna, a fin de preservar la vida
en su sentido amplio, asegurando a las generaciones presen-
tes y futuras la conservación de la calidad ambiental y la diver-
sidad biológica.

Además sostiene que “se debe preservar y proteger la


productividad y diversidad biológica de los ecosistemas
costeros, propendiendo al desarrollo de la zona costera
como un sistema ambiental integrado”.
También indica que:

a efectos de una adecuada gestión del espacio costero resulta


de suma importancia la planificación integrada y la coordina-
ción ínter orgánica, debido a la índole de problemas que llevan
a su degradación continua, entre los cuales se encuadran, por
ejemplo, la instalación de grandes centros urbanos, el turis-
mo sin control en los meses estivales, la presencia de grandes
núcleos industriales por la cercanía de los puertos, la pesca
destructiva y la tardía consideración de factores ambientales
en su uso y su aprovechamiento.

Para lograr los objetivos propuestos, el coordinador Téc-


nico asistirá en el diseño de la estrategia del Plan de Ma-
nejo de Costas, que deberá incluir un Plan de Estratégico
de Costas, considerando la participación de los gobiernos
municipales, Plan Maestro de Obras, una Zonificación del
Litoral Bonaerense y la creación de un Comité Técnico que
tendrá como función la coordinación de las actividades en
cada región y temática en cuestión.

450
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Se ha efectuado un recorrido por las principales normas


que constituyen el derecho positivo —histórico y vigente—
de aplicación a la regulación del espacio litoral marítimo de
la provincia de Buenos Aires, desde la creación de las loca-
lidades balnearias.
De su análisis se desprende que adolecen de una ade-
cuada visión y comprensión de las particularidades caracte-
rísticas de un espacio vulnerable y cambiante por sus pro-
cesos naturales. La valorización del espacio por parte de la
población determinó que la urbanización se encuentre em-
plazada muy próxima al recurso natural.

Valorización turística del espacio


territorial de Santa Clara del Mar

Aquí se presenta la información obtenida mediante datos re-


cabados con las encuestas hechas sobre una población to-
tal de 126 personas, seleccionada teniendo en cuenta cierto
grado de compromiso con el espacio, ya que son residentes,
propietarios, o asiduos turistas, que han mostrado una impor-
tante aceptación del lugar. Este universo se organizó en grupos
divididos por años de residencia o permanencia en el lugar:

v el primer grupo está representado por 12 personas


que tienen entre 30 y 40 años de permanencia, de las cuales
3 son residentes;
v el segundo, es el compuesto por 25 personas de 20 a
30 años de permanencia residiendo dieciocho de ellas;
v el tercer grupo abarca un total de 38 personas que
tienen de 10 a 20 años de permanencia en el lugar y de los
cuales 29 son residentes;
v el último grupo es el que cuenta con 51 personas que
tienen entre 10 y 2 años de permanencia, de las cuales 31
son residentes.

451
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

El 60% de ellas tiene entre diez y cuarenta y años de per-


manencia en el lugar, y el resto, tiene menos de una década
de presencia en el área. Del total encuestado se deduce que
81 personas son residentes.
Para conocer la valorización turística que poseen de
Santa Clara del Mar se consideraron tres aspectos: uno
relacionado con la percepción que la sociedad manifiesta
acerca de la dinámica del área costera; otro aspecto inclu-
ye las medidas de intervención realizadas sobre el espacio
que son percibidas por el grupo social; y el último aspecto
analiza las acciones de la gestión del gobierno municipal
en el espacio. La pregunta motivadora se relaciona con la
dinámica del área y la percepción que poseen los grupos de
pertenencia con el lugar: ¿la población tiene noción sobre
la movilidad de la costa o la considera una línea fija? Las
preguntas indirectas fueron formuladas en base a las causas
del cambio de la playa o de la costanera.
Para cada uno de los tres aspectos considerados se for-
mularon diferentes interrogantes:

v El primer aspecto está orientado a la dinámica del


área; por eso, sus inquietudes están dirigidas a la playa y a
la costanera. Se realizaron cuatro preguntas para obtener in-
formación acerca de la playa con el propósito de conocer los
cambios paisajísticos, sus características diferenciadoras
que perduran y las motivaciones que permitieron el cambio
del paisaje. Y, para la costanera, se formularon tres pregun-
tas similares a las realizadas a playa, porque se dirigen a los
cambios observados, a los aspectos que perduran y a las
motivaciones que llevaron al cambio del espacio costanero.
v El segundo aspecto hace referencia a las medidas
de intervención que se observan en la playa y la costanera;
para ello se considera, en primer lugar, qué representa el
cambio para los habitantes y, en segundo lugar, cuáles fue-
ron los aspectos paisajísticos que se modificaron.

452
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

v El tercer aspecto se relaciona con la percepción que


posee la población sobre la acción de la gestión municipal,
en las playas y en la costanera; luego, se consulta acerca de
las prioridades que el municipio debería atender según lo
que se advierte del espacio.

Con respecto a los datos obtenidos se deduce que el


total de los encuestados tiene una importante aceptación del
lugar. Al organizar la información por grupos, se demuestra
que la aceptación es muy alta en los primeros grupos y dis-
minuye en los encuestados que poseen menos presencia en
el lugar; en consecuencia, a menor presencia en el espacio
baja la valorización, esto se deduce al comparar los grupos
de mayor a menor permanencia.

Cuadro: Aceptación del lugar Gráfico: Aceptación del lugar

Agrupado por Le agrada No le


año de residencia agrada
o permanencia

30-40 = 12 p/e 11 92% 1 8%


20-30 = 25 p/e 23 92% 2 8%
10-20 = 38 p/e 34 89% 4 11%
10-2 = 51 p/e 43 84% 8 16%
Total = 126 111 14
p/e 12%
88%

Fuente: elaboración propia, 2009

453
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Dinámica costera y percepción de la población

Cambios paisajísticos en la playa

La primera pregunta, que se relaciona con la idea de la


existencia de cambios paisajísticos en la playa, está orientada
a interrogar acerca de la forma que tenía la playa al momen-
to de conocerla, igual o distinta; las respuestas nos permiten
establecer que la playa ha cambiado para el total de los en-
trevistados. Sin embargo, al realizar la apertura del gráfico,
existe diferencia en el último grupo ya que considera que la
playa es igual desde que la conoció, es decir, no reconoce
cambios en el paisaje; esto se justifica porque los encuesta-
dos tienen menos de una década de permanencia en el lugar,
y las modificaciones que se realizaron, como escolleras o la
concesión a los balnearios, están presentes en la playa desde
hace más de una década. En cambio, los tres primeros gru-
pos consideran la playa modificada desde que la conocieron;
el que más nota la diferencia en el paisaje es el primer grupo,
porque tiene más permanencia en el espacio y puede compa-
rar las acciones que se realizaron en el lugar. En consecuen-
cia, se puede afirmar que a menor permanencia en el lugar,
menor es la percepción de los cambios.

Cambios paisajísticos para la costanera

De la misma manera que se consultó sobre lo que pien-


san los entrevistados respecto de la playa, se formuló este
interrogante para la costanera. La mayoría reconoce que la
costanera es distinta. Sin embargo al desagregar la informa-
ción por grupos, los de mayor permanencia consideran que
la costanera es distinta desde que la conoció, y algunos no
recuerdan cómo era. La mayoría reconoce que la costanera
es distinta, algunos la consideran igual y muy pocos no la re-
cuerdan. Al analizar cada grupo encuestado se observa que

454
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

en todos los grupos reconocen los cambios paisajísticos con


diferentes respuestas: los dos primeros aceptan el cambio
y, en algunos casos del primer grupo, no recuerdan espe-
cialmente. En cuanto al tercer y cuarto grupo, sólo hacen
referencia a que es distinta e igual, siendo el cuarto grupo
el que se destaca por considerar la costanera sin cambios
(Gráfico 24 y 28. Cuadro Anexo 3. Fotos 75 y 76).

Cambios paisajísticos en la playa: Cambios paisajísticos para la costanera:


Total encuestado Total encuestado

Características diferenciadoras
de la playa y la costanera

Respecto de la población que responde sobre la exis-


tencia de cambios en la playa, se formuló una pregunta
específica relacionada con las causas del cambio referido:
¿cómo recuerda la playa?
Las respuestas en relación con las características di-
ferenciadoras para ser analizadas pueden agruparse en
dos aspectos: uno, relativo a los efectos de la acción an-
trópica en la que se incluye infraestructura puesta en los
balnearios, obras de defensa, etc. Esto significa que existe
una mayor presencia de turistas ya que en sus respuestas
confirman que las playas estaban desoladas. El otro, se

455
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

relaciona con la configuración natural dado que en sus res-


puestas se confirma la presencia de médanos, acantilados
y la amplitud de las playas.
Las respuestas se inclinan por los efectos de la acción
del hombre en el espacio, principal motivo que resalta tanto
el total encuestado como si se analiza por grupo. Las dife-
rencias son notables en las respuestas orientadas a la con-
figuración natural.
El primer grupo, si bien reconoce la acción del hombre
como motivo principal de cambio, en lo concerniente al as-
pecto natural resaltan que había más médanos y acantilados
y que las playas eran más amplias. El segundo grupo tiene
las mismas inclinaciones en sus respuestas pero no recono-
ce la existencia del micro-acantilado. De todos los grupos, el
que más reconoce la acción del hombre es el tercero y, en el
aspecto natural sólo reconoce la existencia de médanos. En
el último grupo sigue la misma tendencia en cuanto a las ca-
racterísticas diferenciadoras basadas en la acción antrópica
y en relación con el aspecto natural sólo percibe la amplitud
de la playa.
En consecuencia, el grupo de mayor permanencia re-
conoce todos los aspectos y, a medida que se reduce la
presencia en el espacio, se reconocen algunos elementos
naturales.
Respecto de la costanera, las respuestas son similares a
la de la playa ya que la veían desolada con poca edificación
y turistas, especialmente los grupos de mayor tiempo en el
lugar y, a medida que permanecen por menos tiempo en el
espacio, no perciben ningún cambio.

456
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Características diferenciadoras en la playa: Total encuestado

Se observa la presencia de micro-acantila- Escollera construida con el propósito de


dos. Fuente: José María Orensanz. frenar la erosión. Fuente: José María Oren-
sanz, 1949

Sobre la escollera se construyeron bancos Club de pesca, 2010. Fuente: Elaboración


como lugar de descanso. Fuente: José propia, 2010.
María Orensanz, 1949.

457
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Aspectos paisajísticos cuyos rasgos


perduran en la playa

El aspecto paisajístico que perdura en la playa para el


total encuestado es la tranquilidad y esta característica se
mantiene al interpretar cada uno de los grupos. Los aspec-
tos que la población considera en sus respuestas son los si-
guientes por orden de importancia para el total entrevistado:
la tranquilidad es uno, otro es que nada perdura, el siguiente
es que perdura su aspecto natural. También mencionan la
falta de mantenimiento en el espacio como algo característi-
co, algunos no pueden reconocer lo perdurable y por último,
nombran las escolleras como el elemento paisajístico que
permanece en la playa.
El grupo de mayor permanencia reconoce sólo dos de
estos aspectos. El principal es que nada perdura; esto se en-
tiende porque son los que más observaron los cambios en el
proceso de urbanización. El otro se refiere a la tranquilidad del
lugar. El segundo grupo pondera la tranquilidad como la carac-
terística principal. No obstante, reconoce otros matices como
su aspecto natural. Es el único grupo que menciona a las esco-
lleras, elemento perdurable. El tercer grupo en tanto reconoce
la tranquilidad como lo principal, y la falta de mantenimiento en
el espacio, en segundo término. El cuarto y último grupo es el
que más considera la playa como un lugar tranquilo.

Aspectos paisajísticos cuyos rasgos


perduran en la costanera

Las respuestas relativas a los aspectos paisajísticos que


perduran en la costanera se inclinan por considerar que
nada perdura en la costanera en primer lugar; en segundo
lugar mencionan el paseo costanero con sus construccio-
nes; en tercer y cuarto lugar sostienen que perduran dos as-
pectos en igual proporción: el natural y el ambiente familiar.

458
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Los grupos responden de diferente manera porque los


de mayor permanencia sostienen que nada perdura y que
no recuerdan que se mantiene en la costanera. Los dos úl-
timos grupos muestran diferencias en sus respuestas por-
que, el tercer grupo incluye en sus respuestas, además de
que nada recuerda, y en igual proporción que no recuerda,
el aspecto natural como algo que perdura. El cuarto grupo
tiene como destacado que reconoce más que los otros la
presencia del paseo costanero, el ambiente familiar, y el as-
pecto natural.

Aspectos paisajísticos cuyos rasgos perduran en la playa: Total encuestado.


Fuente: Elaboración propia, 2009.

Aspectos paisajísticos cuyos rasgos perduran en la costanera: Total encuestado.


Fuente: Elaboración propia, 2009.

459
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Motivaciones del cambio en la playa

Las respuestas se inclinan, en primer lugar, por la acción


del hombre, en segundo lugar por los cambios para el bien-
estar del turismo. Éstas están presentes en todos los grupos.
En tercer lugar, aparece la respuesta acerca del desconoci-
miento a la causa del cambio de la playa, que está en for-
ma destacada en los dos últimos grupos siendo mayor en
el último. El grupo de diez a veinte años de residencia o
sentido de permanencia se destaca por contener las cuatro
respuestas.
En los cuatro grupos la acción del hombre es la respues-
ta que más destacó con altos porcentajes. La excepción a
esta respuesta la marca el último grupo, que si bien es ma-
yor la inclinación por esta afirmación, está muy próxima a
otras dos, como son cambiar para el bienestar del turismo y
el desconocimiento frente al cambio. El desconocimiento se
hace presente en este grupo y en el tercero pero en porcen-
tajes inferiores.
Los que piensan que la acción de la naturaleza es la
causa del cambio sólo puede ser observados en dos gru-
pos, como el de mayor permanencia y el tercer grupo, sien-
do mayor la respuesta del primer caso, pues en el tercero
representa sólo el porcentaje más bajo.
Respecto del total encuestado, las respuestas se incli-
naron en cuatro aspectos: la acción del hombre, el bienestar
del turismo, el desconocimiento, y la acción de la naturaleza.
Se afirma que la playa es distinta, las causas que sostie-
nen esta afirmación son: la acción antrópica (registra mayor
porcentaje), los cambios en el espacio para el bienestar del
turismo; en tercer lugar, no saben las causas del cambio y
respecto a la acción de la naturaleza sólo se presenta en
cuarto lugar con el menor porcentaje.

460
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Motivaciones del cambio en la costanera

El total encuestado distingue tres causas para el cam-


bio observado en la costanera. El primero relacionada con la
acción del hombre que construye en el espacio, la segunda
con la acción de la naturaleza que modifica el paisaje y la
tercera causa está dada por el incremento del turismo que
obliga a brindar más servicios.
Las respuestas se presentan distintas para cada grupo,
por ello, cabe destacar qué considera cada uno. Para el pri-
mer grupo, el principal cambio está dado por el incremento
del turismo, y, en segundo lugar, por la acción de la natura-
leza pero no, considera la acción del hombre que cambia
el espacio; por el contrario el segundo grupo sí menciona
la acción del hombre como modificadora al espacio, el in-
cremento del turismo, luego el tercer grupo sólo reconoce la
acción del hombre y la naturaleza. El último grupo se com-
porta en sus respuesta como el segundo grupo, es decir,
nombrando los tres aspectos considerados pero con la di-
ferencia de que mencionan más la acción de la naturaleza.

Motivaciones del cambio en la playa: Motivaciones del cambio en la costane-


Si supone que la playa no es la misma ra: Total encuestado.
desde que la conoció ¿Por qué cree
que cambio?

461
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Las medidas de intervención en el área costera

Para analizar las medidas que considera la población


sobre la intervención en el espacio, primero se tiene en
cuenta si se observaron cambios en la playa y en la cos-
tanera con el propósito de reconocer la intervención en el
ambiente, de las diferentes acciones antrópicas o naturales;
posteriormente se consulta sobre los aspectos paisajísticos
que se modificaron en el área.

Cambios observados en la playa

El total encuestado considera en su mayoría cambios en


la playa, algunos no observaron cambios y pocos no recuer-
dan la existencia de cambio.
Al comparar los grupos se percibe que el de mayor per-
manencia en el espacio no tiene ninguna duda de que la
playa cambió; al comparar los grupos, el primero y segundo
tienen respuestas similares porque aceptan los cambios en
la costanera y algunos no recuerdan los cambios; los dos
grupos siguientes tienen también respuestas semejantes
porque se inclinan por aceptar el cambio en la costanera
y, en segundo lugar, no observan cambios. La diferencia se
hace notable en el último grupo: hay más población que no
observó cambios.
Esta consulta está relacionada con la primera pregunta
de dinámica en la cual se interrogaba si a la playa la veía
igual o distinta para comprender los cambios paisajísticos y
las respuestas son similares. La playa es distinta para el total
encuestado, lo mismo se observa al disgregar los grupos, en
el cual se destaca el primer grupo que no duda del cambio,
a diferencia del último grupo, que no percibe los cambios
y esto es evidente porque tienen menor permanencia en el
espacio y en consecuencia en su percepción.

462
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Cambios observados en la costanera

El interrogante que se relaciona con los cambios obser-


vados en la costanera obtiene datos con respuestas en for-
ma positiva, negativa, y con una tercera opción referida a
que no recuerda los cambios.
La información se puede analizar agrupando los dos pri-
meros y segundos grupos porque presentan respuestas si-
milares. Los dos primeros grupos mencionan de las tres res-
puestas sólo dos, la existencia de cambios en su mayoría y
algunos que no pueden recordar los cambios especialmente
los de mayor permanencia en el área. Mientras que en los
dos últimos sus respuestas sólo son afirmativas o negativas,
reconocen cambios, aunque en el último no observó cam-
bios en la costanera; esto se relaciona con que tiene menor
existencia en el espacio y no percibieron otros cambios.

Cambios observados en la playa: Total Cambios observados en la costanera:


encuestado. Total encuestado.

Aspectos paisajísticos que son modificados


en la playa

El interrogante anterior sostenía que la población en-


cuestada había observado cambios en la playa. Esto pue-
de confirmarse a través de la pregunta referida a las cosas
que se modificaron en la playa, es decir, qué perciben en
su cambio. El resultado es que se modificó la playa por la

463
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

construcción sobre ésta de balnearios en su mayoría conce-


sionados a particulares, las obras de defensa y la ocupación
de la playa que derivó la reducción de su espacio. Al obser-
var los grupos se puede notar que la idea de construcción
en los balnearios es la determinante para todos los grupos
especialmente para el de menor permanencia en el espacio,
que no distingue otros datos. En referencia a los otros dos
aspectos se presentan en los tres primeros grupos; el tercer
grupo es el que menos menciona la modificación de la playa
por las obras de defensa.

Aspectos paisajísticos que son modificados


en la costanera

En relación con la costanera, las respuestas de los as-


pectos seleccionados son más diversos ya que responden
que son seis los aspectos modificados; cinco de ellos se
orientan hacia las inversiones en el espacio y sólo uno en
al proceso erosivo por la acción de la naturaleza (percibido
únicamente por el segundo grupo encuestado y con muy
poca representación pues es superado por la construccio-
nes como comercios y viviendas de particulares. Se destaca
el primer grupo quien considera que el cambio está dado
sólo en el paseo costanero.
El paseo costanero es reconocido por todos los grupos.
El primero es el que se destaca porque es lo único que per-
cibe, y el último grupo es el que menos lo nombra respecto
de los otros; en cuanto a las construcciones hechas en la
costanera, el que más las menciona es el tercer grupo; la
modificación del trazado de la costanera por la erosión na-
tural sólo es afirmada por el segundo grupo, siendo imper-
ceptible para los otros; la ampliación de la avenida hacia
la playa es reconocida con más importancia por el último
grupo y algo por el tercero; un solo grupo reconoce que se
modificó sólo un tramo de la costanera y es el segundo de

464
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

los grupos entrevistados; el acceso a la playa únicamente es


mencionado por el último grupo.

Aspectos paisajísticos que se


modificaron en la playa: Total
encuestado

Aspectos paisajísticos que se


modificaron en la costanera:
Total encuestado.

465
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Nuevas acciones en la playa

Para conocer las ideas que tienen los encuestados res-


pecto de la intervención de nuevas acciones en la playa, se
realizó una consulta de la cual se obtuvieron tres opciones
en sus respuestas: una afirmativa, otra negativa y por últi-
mo, se consideró la opción “no sabe qué responder sobre
el tema”. De ello se deduce que del total encuestado la ma-
yoría se inclina por aceptar las nuevas intervenciones en la
playa, con un alto porcentaje 73%; el porcentaje siguiente
está dado por los que piensan que no se debe intervenir con
un 24% y sólo el 3% responde que no sabe sobre el tema.
Si se observan las respuestas por grupo, la tendencia es
que todos ellos consideran que se debe intervenir con nue-
vas acciones. Se puede destacar que mientras el segundo
y tercer grupo tiene respuestas similares al total encuestado
—porque da respuesta con las tres opciones con diferencias
en sus porcentajes— en cambio, el primero y tercer grupo
que son los de mayor y menor permanencia en el espacio no
dudan al responder sobre el tema.

Nuevas acciones en la costanera

Respecto de la costanera en la que se realizó la misma


consulta con posibilidad de dar las mismas respuestas que
las de playa se puede deducir que el total entrevistado con-
sidera que se debe intervenir en el costanera con un alto
porcentaje (86%), el segundo porcentaje le corresponde a
los que no consideran la intervención de nuevas acciones
(11%) y un bajo porcentaje no sabe qué responder (3%).
Al desagregar las respuestas por grupos se nota que el
único grupo que considera la tercera opción —no sabe— es
el último, porque los otros tres grupos responden en forma
afirmativa y negativa, de las cuales también se puede hacer
una observación al primer grupo, que está representado por

466
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

los que tienen mayor permanencia en el lugar, y que consi-


dera en un 100% que la intervención de nuevas acciones
debe estar presente en la costanera; no así los otros dos que
tomaron como segunda respuesta el no a la intervención con
acciones, especialmente el tercer grupo analizado.

¿Considera que se debe intervenir con ¿Considera que debe intervenir con
nuevas acciones en las playas de Santa nuevas acciones en la costanera de
Clara del Mar? Total encuestado. Santa Clara del Mar? Total encuestado.

Medidas de intervención que considera


la población para la playa y la costanera

Un 73% de la población encuestada considera que se


deben hacer mejoras en las playas. Las respuestas para jus-
tificar las mejoras son diversas; se inclinan por doce aspec-
tos, que, a su vez, pueden clasificarse en dos vertientes, una
relacionada con el paisaje natural y otra, con la preparación
del espacio para el turismo.
Dentro del aspecto natural, las ideas que sostiene la
población se inclinan por argumentos tales como: menos
balnearios privados, no construir sobre la playa, eliminar es-
colleras, más playas públicas, eliminar el paredón que cons-
truyeron para ampliar la calle hacia la playa; respecto a la
preparación de la playa para el turismo, las respuestas se
relacionan con el mantenimiento del lugar, servicios, acce-

467
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

sos a la playa, seguridad, iluminación, y la prohibición de


animales en la playa.
Por lo tanto, si consideramos los dos aspectos, sumando
las diferentes respuestas, los resultados son los siguientes:
la preparación para el espacio turístico está por encima de
la valoración del paisaje natural.
Respecto de qué se debe mejorar en las playas, los gru-
pos en diferente proporción se inclinan por solicitar que se
prepare el espacio para el turismo, destacándose el último
grupo que en un importante porcentaje que reclama por el
aspecto natural ya que solicita tener más playas públicas y
no construir sobre la playa. Es el único grupo que observó y
reclamó por la construcción del paredón realizado al pie del
micro-acantilado para ampliar la playa.

Medidas de intervención que considera la población para la playa de Santa


Clara del Mar. Total encuestado. Fuente: Elaboración propia, 2009.

468
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Medidas de intervención que considera la población para la costanera. To-


tal encuestado. Fuente: Elaboración propia, 2009.

Respecto del espacio costanero, nueve respuestas ob-


tenidas muestran que siete de ellas se relacionan con el
acondicionamiento para los servicios turísticos: continuar
con el paseo costanero, iluminar, mantener limpio el lugar,
construir un muelle, asfaltar, controlar el tránsito, más comer-
cios y sólo dos respuestas se inclinan por forestar el espacio
y preservar la erosión. La continuación del paseo costanero
es la respuesta que más se destaca como prioritaria en la
intervención del espacio.
Si se analiza por grupos, el primero de ellos considera
que lo principal es la limpieza del espacio, luego continuar
con el paseo costanero, y, en tercer lugar, la iluminación. El
segundo grupo sólo considera el paseo costanero y asfaltar;
el tercer grupo hace referencia a la continuación del paseo
y es el único que responde que se debe preservar al espa-
cio de la erosión; el cuarto grupo el que responde con más
aspectos siendo el principal continuar con el paseo, luego
coinciden con asfaltar y forestar, con mayor intervención a
través de la instalación de más comercios, limpieza, ilumina-
ción y los muelles.

469
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

La mayoría de las respuestas se inclinan por la interven-


ción con acciones que no preservan el espacio, es decir,
medidas que no son sustentables para este espacio de ries-
go como son continuar con el paseo costanero, asfaltar, más
comercios, muelles. Algunos plantean la idea de preservar
la costanera de la erosión pero es un dato poco significativo
para el total entrevistado y que se observa en el tercer gru-
po. Finalmente, se percibe que el último grupo es el que más
solicita intervención sin sustentabilidad.

Percepción de la población respecto


de la gestión del Municipio

Para conocer lo que la población considera de la ges-


tión del municipio en el espacio, primero se le formularon
preguntas relacionadas con el reconocimiento de los bal-
nearios, su concurrencia, el más atractivo y por qué, y el
carácter del balneario (municipal o concesionado). Estos
interrogantes se plantearon para notar el conocimiento que
tienen los entrevistados de la playa. Luego se consultó si
consideran que el municipio se ocupa del cuidado de la pla-
ya y sus razones: posteriormente se solicitó que los entrevis-
tados mencionaran las prioridades que, a su criterio, debería
atender el municipio.
El total encuestado y los grupos tienen conocimiento de los
balnearios, destacándose el segundo grupo que reconoce con
mayor conocimiento la existencia de balnearios y el primero es
el que menos identifica los nombres de los balnearios.
El porcentaje (25%) que no asiste a la playa argumenta
como causas que no le gusta el mar; otros porque trabajan en
temporada o por cuestiones de salud. Del total encuestado,
un importante porcentaje (75%) concurre a la playa ya que
todos los balnearios en mayor o menor proporción son elegi-
dos y por cercanía y vida social, por la tranquilidad, por los
servicios, y por tener en algunos casos una playa más amplia.

470
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

En cuanto al interrogante relacionado con asistencia a


los balnearios, respecto a si es de carácter concesionado o
municipal; las respuestas se inclina hacia a concurrencia a
los balnearios concesionados y esto se justifica porque exis-
ten pocos balnearios municipales pues la mayoría está total-
mente en manos de los concesionarios. De todos los grupos
encuestados el que asiste a balnearios municipales son los
del grupo de mayor permanencia en el lugar.

¿Conoce cuántos balnearios existen en Población que concurre a la Playa: Total


Santa Clara del Mar? Total encuestado encuestado.

Población que concurre a un balneario


¿Conoce cuántos balnearios existen en municipal o concesionado:
Santa Clara del Mar? Total encuestado Total encuestado

471
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Percepciones que tiene la población encuestada,


respecto del cuidado que reciben las playas por
parte del municipio

Un alto porcentaje considera que el municipio no se ocu-


pa del cuidado de las playas. Si se detiene en el análisis de
cada grupo, se deduce que el grupo que considera que el
municipio no se dedica al cuidado de las playas es el de ma-
yor permanencia y respecto de los otros tres las respuestas
son similares en porcentaje.
En cuanto a las causas relacionadas con la falta de cui-
dado o atención en las playas por parte de la gestión, el re-
sultado del grupo encuestado muestra como tendencia que
la falta de interés se relaciona con la poca atención que reci-
be el espacio para la atención de turismo, pues afirman que
la limpieza del lugar es la prioridad; la misma tendencia se
refleja en los grupos, a excepción del primero cuya postura
se orienta a la falta de interés por el espacio.
Respecto de los que consideran que se ocupan del cui-
dado de las playas justifican sus argumentos en base a los
servicios que reciben por las concesiones en los balnearios,
o en que cada temporada cuidan el espacio.

Prioridades que debería atender el municipio


según el grupo encuestado

Las prioridades que mencionan los encuestados son va-


riadas pero las respuestas se pueden agrupar en cinco as-
pectos ellos son: servicios, mejoras en el lugar, mantenimien-
to, promoción del espacio turístico, y cambios en el paisaje.
Los servicios están considerados como una prioridad
para el total encuestado, respuesta que se mantiene en to-
dos los grupos especialmente en el cuarto grupo. Otro as-
pecto a considerar es la promoción del espacio turístico que
tiene prioridad para el tercer grupo y no así para el prime-

472
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

ro que no lo menciona; en cambio, para el último grupo los


cambios del paisaje lo perciben como prioridad.

Percepciones que tiene la población encuestada respecto al cuidado que


reciben las playas por parte del municipio. Total encuestado.

Causas que sostiene la población respecto a la falta de atención en las


playas por parte del municipio. Total encuestado.

Prioridades que debería atender el municipio según el grupo encuestado.


Total encuestado

473
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

En la presente investigación relacionada con la percep-


ción de la población respecto a la dinámica costera y la mo-
vilidad social, se consideraron tres aspectos y por cada uno
de ellos se formularon diferentes interrogantes.
El primer aspecto tiene que ver con que la dinámica del
área determina que la población observa la playa y la cos-
tanera distinta desde que la conoció, es decir, que acepta
el cambio paisajístico. Respecto a la característica diferen-
ciadora ésta se basa en la presencia de más edificación. En
cuanto al rasgo que perdura y hace atractivo el lugar, para los
encuestados es tranquilidad y, en consecuencia, las motiva-
ciones que llevan al cambio del paisaje están dadas por las
acciones que realiza el hombre para el bienestar del turismo.
El segundo aspecto es el que hace referencia a las medi-
das de intervención en la cual la población confirma la exis-
tencia de acciones sobre el espacio porque reconoce cam-
bios en la playa y la costanera; los aspectos paisajísticos
que modificaron el área son consecuencia de la intervención
dada en la playa a través de la infraestructura para los bal-
nearios concesionados y en la costanera, por la realización
del paseo costero. Consideran que se debe intervenir con
nuevas acciones, y que las nuevas medidas de intervención
deben priorizar el mantenimiento de la playa y continuar con
el paseo costanero.
En lo que concierne al aspecto referido al desarrollo de
la gestión local, es interesante mencionar que todos recono-
cen los balnearios, y que utilizan la playa como esparcimien-
to; que el balneario más visitado es el que consideran más
tranquilo y en segundo lugar el que posee más servicios y a
los que más asisten son concesionados. Esto es entendible
porque existen sólo dos balnearios municipales y seis con
desarrollo comercial. En este espacio valorado, todos los
grupos de edades argumentan desde su visión que existe
desatención a las necesidades del área; el sesenta y dos
por ciento responde que el municipio no se ocupa. Esto se

474
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

justifica con la consulta relacionada con las mejoras de inter-


vención en el espacio.
En general, las respuestas reconocen cambios por la ac-
ción del hombre, pero desde la transformación que se rea-
lizó de las playas para el desarrollo del turismo, dado que
la playa es distinta desde que la conocieron para un 79%.
Los que más registran el cambio son los de mayor tiempo
de presencia en la localidad. Los que nombraron la idea de
erosión natural conforman sólo el 5% percibe el cambio. Lo
mismo sucede con la costanera pues las respuestas tienen
argumentos semejantes a las dadas para la playa, soste-
niendo que se debe asfaltar y continuar con el paseo cos-
tanero, además de dar más servicios. La modificación del
trazado por la erosión natural es imperceptible, porque me-
nos del uno por ciento la tiene en cuenta para argumentar el
cambio sufrido por la costanera. De modo que la demanda
de la población es variada y está relacionada con las accio-
nes fundadas en mejorar la localidad para brindar bienestar
al turismo, sin contemplar el aspecto natural.
En definitiva, se deduce que la sociedad no considera la
costa como una línea dinámica o con posibilidad de erosión
desde lo natural o antrópico, porque la observa como una
línea fija y por tal razón se ve un perfil urbano que muestra
la necesidad de acercarse cada vez más al recurso marino.
Aceptan el lugar con agrado, considerando que les gusta
porque es tranquilo. Sostienen que se debe mejorar el man-
tenimiento y continuar con las obras del paseo costanero,
quieren cambios para promocionar el lugar y seguir con el
desarrollo de la actividad turística, por lo cual realizan de-
mandas al gobierno local. Se posesionan en que se debe
mejorar los servicios o el paisaje urbano, sin considerar que
para el desarrollo del turismo la acción del hombre debe im-
plantarse teniendo en cuenta la sustentabilidad del recurso.
Tal concepto estuvo registrado, pero sólo en algunas res-
puestas con un bajo índice de compromiso con el espacio,

475
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

porque son pocos o casi imperceptibles los actores socia-


les que perciben estar interactuando en un área de riesgo,
sujeto a los efectos de las sudestadas por implantarse tan
próximos a la línea de ribera.

Conclusión

El resultado de la relación sociedad-naturaleza es el princi-


pal motivo de interés geográfico. Su objeto de estudio es el
espacio en el cual se manifiesta dicha interrelación. A causa
de ello este análisis fue enfocado en el litoral marítimo del
área costera de Santa Clara del Mar, provincia de Buenos
Aires en el que se observa una problemática caracterizada
por el avance de la urbanización sobre la línea de ribera
sin respetar la dinámica geomorfológica, tras el proceso de
valorización turística implantado en la costa bonaerense y
amparado por la normativa aplicada a su fundación.
Un territorio es reflejo de su historia y, en este caso, como
en otros de la provincia de Buenos Aires, ha estado domina-
do por los emprendimientos para el fomento de localidades
balnearias, donde la preocupación del momento giró en tor-
no a la traza urbana a partir del recurso marino motivador de
la economía local.
La puesta en valor del espacio costero como proyecto
turístico, en un espacio que fue desvalorizado por los inte-
reses económicos y políticos nacionales: “Los campos lin-
deros a la playa eran considerados improductivos por lo
que no tienen uso hasta fines del siglo XIX. Es en esta etapa
cuando se fundan los primeros centros turísticos-balnearios
transformándose la playa en el recurso natural atractivo”
(Hernández, 2008:11). Estos espacios no cumplían con los
requerimientos exigidos por la ley de ejidos de la provincia,
como se explicó: “De acuerdo a la ley de Ejidos de 1870, la
elección de sitios para la fundación de pueblos debía tener

476
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

en cuenta la adyacencia de caminos, vías férreas, ciudades


y excepcionalmente puertos. El litoral atlántico carecía de
estas condiciones y tampoco presentaba aptitudes para la
agricultura y la ganadería, por eso, se lo consideraba inhabi-
table (Dadon, 2005:55).
La transformación del paisaje natural creó en la socie-
dad la necesidad de aproximarse al recurso, adquiriendo
tierras, formando un espacio de recreación con un turismo
fundamentado en el interés por el sol y la playa. El cambio
espacial fue acompañado de un comportamiento social y
económico dado que “Es el ocio lo que cambia todo” (Da-
don, 2006:3).
En lo que respecta al proceso de valorización y com-
portamiento social se pudo explicar considerando las parti-
cularidades del turístico argentino expuesto en el siglo XIX,
donde la posibilidad de hacer turismo era un privilegio de los
sectores favorecidos por la economía nacional. Por eso “Es
interesante saber cómo se creó el turismo en Argentina. El
turismo costero, más o menos 1870-1880, se hizo emulando
al europeo, sobre todo al francés y al inglés. El turismo de
Mar del Plata originariamente era un turismo contemplativo”
(Dadón, 2006:2). Y no menos importante, la consolidación
de una clase social de altos ingresos con tiempo libre, la
nueva oligarquía agropecuaria, que se abocó en gran parte
a una vida distendiosa, gastando fortunas en viajes a Euro-
pa y tratando de imitar a su regreso el estilo de vida de la
aristocracia europea resultó el motor indispensable para la
expansión del turismo (Bertoncello, 1993:3).
Además, el impulso que tuvo el turismo en el siglo XIX
fue acompañado de la unificación y tendido de vías férreas.
Es incuestionable que el turismo marcó el motivo de interés
espacial, ya que las costas fueron vistas con otra postura,
más allá de un lugar para la creación de puertos y, como
se afirmó anteriormente, sin valor y sin perspectivas de ac-
cionar sobre ellas: “Era vista como zona desértica, que se

477
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

refleja en las discusiones de los senadores de Buenos Aires.


Se fundan pueblos en todos lados menos en las costas. El
Turismo, entonces es el primer proyecto para las costas de
la Argentina” (Dadón, 2006:2).
Ahora bien, el motivo que impulsó el turismo de la costa
fue afectado por la crisis mundial del año treinta. Económi-
camente, la oligarquía agropecuaria, se vio afectada dismi-
nuyendo así este estilo de turismo tan peculiar que había
realizado inversiones en el sector marplatense. Después de
la caída del modelo agroexportador, los estancieros produc-
tores redujeron sus ingresos por la baja de sus ventas en el
mercado europeo, y, con el fin de elevar sus ganancias, for-
maron empresas inmobiliarias que subdividieron tierras con-
sideradas sin valor productivo especialmente en su primera
ocupación. Recordemos que “El frente marítimo no está va-
lorizado económicamente, constituyendo meramente el fon-
do de las estancias, eventualmente utilizado por las familias
propietarias como lugar de esparcimiento estival, sin valor
económico” (Bertoncello, 1993:20).
La decisión de los terratenientes generó la base de la
transformación del paisaje que pasó a ser objeto de consu-
mo turístico a partir de la fracción de los terrenos, marcan-
do la primera acción de la relación de la sociedad sobre el
espacio. Se entendió que “Los territorios… son entidades
históricas contingentes en permanente transformación que
se reproducen a través de prácticas sociales y culturales de
los sujetos” (Benedetti, 2007:47). Por consiguiente, a media-
dos de la década del cuarenta surge el turismo social am-
parado por la legislación laboral; un turismo beneficiado por
el modelo de industrialización, sustitución de importaciones
que creo bajo estas circunstancias, una demanda masiva
de lugares turísticos con beneficios sociales para la clase
obrera y media. Se produjo así “El verano de las clases altas
de fines del siglo diecinueve se metamorfoseó en el turismo
masivo de sol y playa de mediados del siglo veinte, cuyos

478
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

estándares internacionales eran definidos por la prensa y el


cine” (Dadón, 2005:62).
En estas circunstancias, el área de estudio, Santa Clara
del Mar, fue fundada a mediados de dicha década y comen-
zó así, en el lugar, la transformación bajo los requerimientos
mínimos de fundación de pueblos y ciudades, con un mode-
lo de pueblo mediterráneo.
Entonces, las fundaciones se realizaron sin considerar el
medio físico y con simples trámites administrados realizados
ante las autoridades del gobierno provincial. De ahí que “Es-
tos pueblos o balnearios tenían origen modesto ya que sus
fundaciones consistían en meros trámites administrativos a
fin de cumplimentar con la ley de fundación de pueblos vi-
gente en la provincia de Buenos Aires desde 1913 (Nº 3487
y sus decretos reglamentarios de 1927 y 1929)” (Bertonce-
llo, 1993:22).
Puesto que dicha ley requería cualidades necesarias de
los lugares elegidos, como el acceso al agua potable, y que
no sea un espacio inundable incluso solicitaba ceder al fis-
co tierra para usos públicos. Esto debía ser aprobado por
la Dirección de Geodesia y Catastro provincial. “…requisito
común a cualquier pueblo de la provincia, que no tenía en
cuenta ni el particular destino, recreativo ni la topografía es-
pecifica de los balnearios” (Bertoncello, R. 1993 Pág. 22).
En efecto, el territorio objeto de investigación no fue con-
templado en todo su dinamismo, porque la ley aplicada se
caracterizó por la falta o desconocimiento del concepto de
playa. Los espacios se organizaron “Basándose en el artí-
culo 2340 inciso 4 del Código Civil que define a la “playa
del mar…, entendiéndose por tales la extensión de tierras
que las aguas bañan o desocupan durante las altas mareas
normales o crecidas ordinarias”.
Es incuestionable que si se considera la línea de ribera
marítima como inalterable sin conocer su sistema o com-
portamiento natural limita su continuidad. Aceptar a la pla-

479
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

ya como el sector de altas y bajas mareas deja un vacío


conceptual que contribuye a la invasión de los particulares
sobre zonas que son complemento de la playa como la pri-
mera línea de médanos o pie de acantilado que fue utilizado
para el trazado de la costanera en forma paralela al mar al-
terando la primera línea de defensa marina. Y “en general el
trazado de la costanera no respeta la línea de médanos de
la playa y entonces se pierde la primera defensa contra el
avance del mar, con lo cual en lugar de encontrarse con los
médanos se encuentra con la costanera” (Dadón, 2006:2).
Resulta de esto que el concepto de playa fue limitado por
el desconocimiento de su dinamismo en la aplicación de la
normativa, pero no fue lo único, ya que tampoco tuvieron
en cuenta el frente marítimo. Como señala Bertoncello, “con
respecto al frente de playa los proyectos no lo consideraban
en absoluto; todos ellos se limitaban a dejar el espacio mí-
nimo indispensable entre la playa y la línea de edificación,
que debería además ser utilizado para la construcción de la
avenida costanera”. A causa de ello, en el trazado urbano
quedó un espacio reducido que manifiesta la falta de respe-
to a su geomorfología y acción del mar, así se presentaron
problemáticas en el frente costero, que, como en este caso,
es motivo de investigación. Las consecuencias no queridas
del “proceso de ocupación de las costas iniciado en la dé-
cada de los 40 comenzaron a percibirse recién dos décadas
más tarde” (Dadón, 2005:61). El incremento de la población
de la superficie urbana y de las actividades económicas
ocasionó el aumento de los problemas ambientales. La mala
planificación del frente urbano y la pavimentación de las
avenidas (en particular la costanera) redujeron los cordones
medanosos o directamente los eliminaron distribuyendo al
mismo tiempo las defensas naturales contra el oleaje y las
tormentas (Dadón, 2005:63).
En efecto, se puede deducir que la ausencia legal en es-
tas cuestiones facilitó los problemas espaciales posteriores,

480
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

porque “No existe ningún elemento urbanístico para realzar


la presencia de la playa y del mar y parecería que todo espa-
cio que media entre los primeros metros de playa inmediatos
al mar y las construcciones es un espacio vació que hay que
minimizar” (Bertoncello, 1993:33).
Lo interesante de la normativa fue preservar la playa
como derecho de bien público que en caso de la provincia
Buenos Aires son de su jurisdicción y ésta permitió a los mu-
nicipios el derecho de otorgar concesiones para utilizarlos
como balnearios. En cambio, por la carencia conceptual de
la definición de playa, y la libertad de acceder a su frente por
falta de reglamentación, permitió “que los balnearios hayan
sido implantados a menor distancia posible del mar, prácti-
camente adosados al cordón litoral, que en gran parte sería
destinado al trazado de la avenida costanera” (Bertoncello,
1993:35). A causa de ello el perfil urbano de Santa Clara del
Mar es problemático, tras el desconocimiento de los proce-
sos naturales que se observaron con posterioridad en la re-
lación sociedad, naturaleza, después del trazado de la línea
de edificación o frente marítimo próximo al mar dejándolo
expuesto a la erosión natural y antrópica con los efectos de
las sudestadas.
A fines de los 90 se pone en cuestión la definición de
playa y se establece una metodología para la fijación de la
línea de ribera en la provincia de Buenos Aires con el De-
creto 10391/97. La fijación del límite de las playas de mar
por disposición del Código Civil es de dominio público de
los estados ribereños en atención a lo dispuesto por los ar-
tículos 2339/2340 incisos 3 y 4. De ello resulta que le co-
rresponde al titular del dominio establecer los límites. Por lo
tanto, analizar dicho decreto implica aceptar que la línea de
ribera como inalterable, no condice con el sistema natural. Y
explica que detenerse en el tiempo y en el espacio, conduce
a un error en esta realidad cambiante. En consecuencia, el
decreto 10391/97 propone un criterio mixto de delimitación

481
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

que debe contemplar la cota de nivel de las altas mareas


normales a partir de los fenómenos naturales que por su im-
portancia y regularidad, pasan a convertirse en fenómenos
normales y adaptación al rasgo geomorfológico.
Posteriormente, en 2006, surge otro decreto, el 3202/06,
que pretende regular las construcciones costeras en los
doce distritos ubicados desde Punta Rasa a Punta Alta den-
tro de ellos se encuentra el partido de Mar Chiquita con la
localidad en cuestión. Debido a los problemas de erosión
y pérdidas de franja de arenas que afectan la actividad tu-
rística y ponen en riesgo la sustentabilidad de las playas li-
mitando las construcciones públicas y privadas en todo el
frente costero. De modo que los emprendimientos deberán
ubicarse a más de doscientos cincuenta metros de la ribera
del mar para emprendimientos municipales, permitiéndose
paradores playeros con construcciones sujetas a normas.
Los privados por su parte, deberán ubicarse a trescientos
cincuenta metros.
Hasta este momento se analizó la esencia de la creación
de las localidades balnearias, con sus peculiaridades, el rol
del turismo en los años de auge y en las décadas siguientes,
seguidamente en segundo lugar se desarrolló la sobrevalo-
rización de las tierras costeras que en la actualidad están
en riesgo. Por tal motivo se destacan los aportes brindados
por un grupo de investigadores (Barros et at, 1995), en el
siguiente trabajo Evaluación de la vulnerabilidad de la costa
Argentina al ascenso del nivel del mar Proyecto Arg/95/G/31
PNUD SECYT cuyo objetivo general fue proponer informa-
ción de base y establecer lineamientos preliminares de las
condiciones actuales y futuras de parte de la costa Argenti-
na. Destacamos, en este caso, lo que resulta de interés para
nuestra área de estudio

Diversas estimaciones entre ellas las proporcionadas por IPCC


(1995), indican que la influencia del efecto invernadero daría

482
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

un incremento de la temperatura media global entre 1º a 3º C


para el año 2100. Como resultado de ello se estima un aumento
del nivel medio del mar sufriera una aceleración que llevaría
para ese momento un incremento entre treinta y cincuenta cen-
tímetros sobre los valores actuales” (Barros, et al., 1995:1).

Si bien se piensa que el efecto del avance del nivel ma-


rino calculado a la fecha será menor es un dato a tener en
cuenta porque “La acción directa de las poblaciones huma-
nas como, por ejemplo, los errores del manejo territorial en
áreas costeras originarán inundaciones oceánicas y funda-
mentalmente erosión. En consecuencia, la intensidad de los
fenómenos como el aumento del nivel del mar o las sudes-
tadas se ven altamente potenciados” (Codignotto, 2008:1).
El estudio de vulnerabilidad manifiesta que el impacto
del nivel del mar no afectará solamente el aspecto geomor-
fológico sino también la pérdida de superficie tras las inun-
daciones a que se verán sometidas las zonas, incluyendo el
proceso erosivo de los acantilados y las playas unidas a los
efectos socio-económicos y al desarrollo potencial del área
costera: “El problema a resolver ya no es entonces uno diri-
gido a los procesos físicos sino que involucra un tratamiento
multi e interdisciplinario” (Barros, et al., 1995:4).
Es evidente que la acción del hombre sobre el espa-
cio y en especial en este medio en el que interactúa con el
recurso marino, al actuar con un criterio inadecuado a las
características espaciales generó y produjo consecuencias
negativas más significativas que el ascenso del nivel del mar
a corto plazo si continúa la situación actual. “Es importe di-
ferenciar los fenómenos derivados del calentamiento global
de las acciones que ejercen los humanos en los territorios
costeros” (Codignotto, 2008:1).
Igualmente, los investigadores sostienen que esta pérdi-
da espacial es también producto del cambio de deriva. “El
emplazamiento del muelle también altera las costas porque

483
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

cambia el patrón de dirección de las olas concentrando su


energía en puntos de la costa que consecuentemente son
erosionados” (Codignotto, 2008:1). A causa de ello, en el
área de nuestra investigación “La construcción del puerto
genero erosión en las playas céntricas. Las escolleras le-
vantadas para recuperar estas playas trasladaron el efecto
erosivo hacia el norte, afectando gravemente las playas de
Santa Clara del Mar en el vecino partido de Mar Chiquita”
(Isla, Villar 1992; Dadon, 2003:3).
Por el hecho de que existe vulnerabilidad en estas áreas
de riesgo los especialistas consideraron como modelo la
estimación de costas vulnerables al criterio de inundación
directa. “En este caso, la perdida de tierra es una función de
la pendiente del terreno es decir que a menor pendiente ma-
yores son los riesgos de inundación y viceversa. La informa-
ción disponible acerca de la dinámica de costas y olas para
la Argentina, hacen actualmente imposible un modelo de de-
talle de los procesos de resiliencia” (Barros, et al., 1995:51).
Relacionándolo con la región de interés, en lo concerniente
a la geomorfología y pendiente de la zona en la cual el hom-
bre acciona, el estudio aclara que la costa entre Mar Chiqui-
ta y Miramar está constituida por acantilados formados por
sedimentos Plio-Pleistocenos semiconsolidados y que las al-
turas varían desde unos pocos metros hasta los veinticinco
metros de altura. Estos acantilados bordean por el norte y
el sur cuarcitas del Paleozoico inferior que corresponden a
la terminación marina del sistema del Tandil, aflorando en la
parte central de la costa de la ciudad de Mar del Plata. La
zona de la laguna de Mar Chiquita es más baja, ascendien-
do hacia el sur como micro-acantilados, representados por
afloramientos de sedimentos loéssico pampeanos.
Asimismo, se estima que por los resultados de diferentes
modelos de circulación global habría un incremento en la
frecuencia de tormentas.

484
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Obviamente las tormentas son el mecanismo de erosión de ma-


yor envergadura sobre toda costa, especialmente porque ello
implica normalmente una sobre elevación (sep up) del NMM
definido normalmente como onda de tormenta (Store Suge), y
la acción de olas de periodo corto y pendiente abrupta. Este
tipo de olas, actuando sobre un nivel de las costa más alto que
lo normal, ataca sectores que en general no están en contacto
directo con el mar y, donde existe urbanización, es donde sue-
le haber construcciones” (Barros, et al., 1995:52).

En consecuencia, ante estos hechos se debe tener en


cuenta la traza urbana en las localidades balnearias porque
son paralelas y próximas al mar.
En referencia al análisis de la vulnerabilidad de las cos-
tas de la provincia de Buenos Aires ésta fue dividida en dos
zonas, norte y sur. La de nuestro interés se ubica en el sector
norte, desde Punta Piedras hasta Mar del Plata que, a su
vez, fue clasificado en tres sectores; desde la Bahía de Sam-
borombón, desde Punta Rasa y Punta Médanos, y entre Pun-
ta Médanos y Mar del Plata. Este último tramo se sectorizó
en ocho tramos. El espacio analizado corresponde al sector
siete, ubicado desde Mar Chiquita a Mar del Plata Norte con
una costa ascendente en altura hacia Mar del Plata, prime-
ramente con micro-acantilados arenosos, acantilados con
afloramientos del sedimento loéssico pampeano.
En lo que respecta al modelo de zonas costeras vulnera-
bles, el grupo de investigación considera que la metodolo-
gía sugerida por US Country Studies (1994) para determinar
las tierras que serían afectadas por el ascenso del nivel del
mar en base a la Regla de Bruun (1992) es inadecuada para
la zona de estudio; por varias razones se acepta que la geo-
morfología de la plataforma interior y el frente costero debe
ser suave y sin grandes variaciones de profundidad. “Ello
haría que los procesos de transformación de la ola (trans-
formación, refracción y difracción, principalmente), factores

485
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

claves para establecer los niveles de erosión de la costa,


sean simples” (Barros et al., 1995:51) Argumentan por otra
parte, que en la costa Argentina, en el frente de dicha pro-
vincia, la plataforma continental interior y el frente son com-
plejos. Además, sostienen que el tipo de costa se presenta
sólo con arenas conformada con una playa con médanos
costeros y en la provincia el tramo que puede considerarse
en esta condición está comprendido entre San Clemente y
Mar Chiquita, zona destacada porque es donde se encuen-
tran las características descriptas anteriormente. Entre Mar
Chiquita y Pehuén Co hallan tramos de playas con médanos
pero con depósitos semiconsolidados pertenecientes a la
Formación Pampa (Pleistoceno). “Estos materiales constitu-
yen los acantilados observados entre Mar Chiquita y Que-
quén”. (Barros et al., 1995:51).
Del mismo modo, sostienen que se debe tener en cuenta
las tormentas ante los efectos del NMM porque éstas son de
efecto erosivo intenso de importante envergadura sobre las
costas ya que implican una sobreelevación del nivel medio
del mar, definido como onda de tormenta más la acción de
las olas de corto periodo y pendiente abrupta.
Además, para analizar la vulnerabilidad de las costas,
éstas fueron clasificadas tres grupos; acumulación, erosión
incipiente y erosión activa. Llegan así a la siguiente conclu-
sión: El sector comprendido entre Faro Querandí y Mar del
Plata resultando ser un sector de erosión moderada a alta.
Este sector costero se encuentra bajo los efectos de erosión
generalizada, fenómeno que aumenta su intensidad hacia
el sur. Los máximos valores de erosión se encuentran en las
proximidades de Mar del Plata. El sector sur está represen-
tado por acantilados labrados sobre sedimentitas del Pleis-
toceno y cuarcitas precámbricas. El sector ubicado al norte
presenta menor índice de erosión. No se observan acantila-
dos, sólo micro-acantilados en su parte austral. (Barros et
al., 1995:54).

486
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

También los investigadores propusieron medidas de


prevención en el área de estudio ante los efectos que po-
dría producir el ascenso del nivel medio del mar —estimado
para 2100— aclarando que en algunas zonas el efecto será
de importante consideración porque se verán más afecta-
das que otras. Proponiendo en todos los casos estrategias
a seguir en el área de interés: protección con estructuras
variables (región costera entre San Clemente del Tuyu has-
ta Pehuén Co) se recomienda un sistema de protección por
redoblamiento de la playa con arena adecuada para cada
sitio y para la energía típica de la zona. Esta recomenda-
ción se extiende especialmente para ciudades tales como
Mar del Plata, Miramar, Orense, Claromecó, Mar Chiquita,
Necochea, Monte Hermoso en las que las construcciones
han eliminado el médano frontal. En el caso de Mar del Plata
y Miramar se recomienda la eliminación de gran parte de los
espigones y la alimentación de las playas. En particular, en
Mar del Plata, se sugiere el dragado de la barra que suele
cerrar el puerto y el volcado del material en Playa Grande
(Barros et al., 1995:57).
Además sugieren algunas medidas a implementar para
evitar los efectos del ascenso del nivel del mar y la erosión
costera:

v Regular la extracción y movilización de arena de playa,


playa sumergida y médanos ya que “Todos los edificios coste-
ros están construidos por arena de playa” (Codignotto, 2008:1).
v Evitar la expansión de la urbanización en el área in-
mediata a la playa y sobre los acantilados. “De acuerdo con
la norma, las urbanizaciones en la costa deben ubicarse a
más de 250 m de la línea del mar, y los concesionarios de
los balnearios solo podrían edificar hasta un máximo de 200
m cuadrados por cada km de playa, entre otros puntos” (Co-
dignotto, 2008:1). La norma que hace referencia el autor es
el decreto provincial Nº 3202/06.

487
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Hasta aquí se desarrollaron los temas concernientes a la


valorización, legalidad aplicada con sus particularidades y
las consecuencias de la sobrevalorización de espacios cos-
teros y las medidas a tener en cuenta.
En tercer lugar, resulta interesante conocer si la población
está informada sobre las características de esta zona de ries-
go, sobre la movilidad de la costa o la considera una línea fija
tras el comportamiento que muestran al implantarse cerca de
la línea de ribera en el desarrollo turístico de la zona. Este in-
terrogante es el que movilizó el estudio de este caso, teniendo
en cuenta, para su investigación, el lineamiento de la geogra-
fía de la percepción cuyo “Objetivo principal de esta corriente
es estudiar las relaciones entre la representación mental que
los individuos tienen del espacio y las conductas respecto del
mismo” (Santarelli, Campos, 2002:124).
El estudio nos permite conocer la imagen subjetiva del
mundo real, el comportamiento de los habitantes mediante
el análisis de sus conductas. A esto se llega con una en-
cuesta realizada a los habitantes ya que al aplicar la corrien-
te geográfica de la geografía de la percepción descubrimos
la subjetividad de los que eligieron este espacio y que de-
muestra un comportamiento particular tras la valorización
del recurso marino con fines turísticos. La cual demostró que
gran parte de la población carece de conocimiento sobre el
área de riesgo en el cual está inserta por tal motivo acep-
ta con naturalidad la necesidad de aproximarse al recurso
aceptando el perfil urbano que poseen en el cual los actores
sociales consienten y aceptan al espacio como se encuentra
con una actitud permisiva y sin buscar soluciones susten-
tables acordes a un área de riesgo. En efecto, Santarelli, y
Campos (2002) argumentan la importancia de realizar estu-
dios de percepción en geografía porque pueden ser utiliza-
dos en la toma de decisiones, o concientización de las áreas
de riesgo como es el caso de costas marinas. Pues ¿cuál
es la idea de la sociedad frente a la movilidad de la línea de

488
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

costa? Dado que “La evolución de las áreas costeras está


vinculada en relación directo con los fenómenos de ascen-
so y descenso territoriales relativos, como así también a los
desplazamientos hacia el mar y hacia la tierra de la línea
costa. Los desplazamientos en el plano horizontal de la línea
de costa, están representados por fenómenos de erosión y
acreditación” (Codignotto, 1997:89).
El perfil urbano de Santa Clara del Mar avanza sobre la
línea del mar o sobre el acantilado desarrollando su urbani-
zación turística en un sector mínimo de espacio costero. El
sentido geográfico está puesto en lo que piensa la población
sobre el futuro del recurso y del espacio turístico. Porque
“Esto significa un potencial en peligro para los habitantes
de dichas áreas como así también la posibilidad de daños
y/o destrucción de numerosas infraestructuras” (Codignot-
to, 2008:2). Al respecto Codignotto (1997) destaca cuatro
grupos de factores que modelan las costas. El primer factor
grupo I de carácter geológico (estructura en el sentido geo-
morfológico); grupo II corrientes y mareas; grupo III acción
eólica, fluvial y antrópica; Grupo IV oscilaciones del nivel del
mar en el orden local y global. Entiende el local como el fenó-
meno tectónico o vulcanismo y el cambio climático mundial.
Volviendo a la actitud del turista actual en lo concernien-
te a su comportamiento y a la tendencia de hacer turismo en
los últimos años se observa que: Desde fines del siglo XX
y los primeros años de este siglo XXI, han surgido nuevas
modalidades y formas turísticas de playa con manifestacio-
nes espaciales directas en las arenas. Las interrelaciones
entre los distintos actores sociales, el juego de intereses, las
diferencias en las racionalidades de los mismos, el rol de las
instituciones y el Estado en un sentido geo-histórico sobre el
desarrollo y el despliegue de la actividad turística y el recur-
so playa (Ordoqui, 2008:3). Este autor plantea que la mani-
festaciones deben analizarse dentro de los cambios que han
producido en el turismo en los últimos treinta años, procesos

489
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

que se impulsaron a escala mundial y lograron establecer


nuevas especificidades y continuidades entre el turismo ma-
sivo que tuvo su desarrollo luego de la segunda guerra mun-
dial y aquel turismo unido a la sociedad pos-industrial de los
últimos años. Surgen nuevas tendencias que aparecen en
los espacios turísticos internacionales como en centros bal-
nearios de carácter nacional o regional. Además argumenta
que en estos momentos se necesita un análisis integrado de
escalas (local-regional-nacional-mundial) para entender los
procesos propios de cada espacio, dado que en lo local la
evolución del uso y la ocupación del suelo tienen impactos
urbanos que se transfieren directamente a las arenas porque
“lo urbano dice presente en las playas” (Ordoqui, 2008:5).
Las nuevas formas, modalidades y manifestaciones de
la sociedad en los lugares turísticos de playas tienen que re-
lacionarse con lo que ocurre en otras escalas territoriales, y

Las implicancias del paso de algunas playas de espacios ex-


clusivos a espacios masivos, así como surgen nuevos centros
balnearios de exclusividad, ocurren por fenómenos que van
más allá de la zona donde se desarrollan sus balnearios o pa-
radores. Asumir una perspectiva territorial será valioso para in-
tentar la vinculación espacial de las mega tendencias turísticas
y los impactos de los dispares procesos de desarrollo regiona-
les (Ordoqui, 2008:5).

También aclara el autor cuáles son las implicancias reales


que ha tenido lo global en un territorio como la costa bonae-
rense en relación con los cambios que desarrolló el turismo,
mediante el análisis que puede realizarse en base a las trans-
formaciones que han afectado al mundo en los últimos años
por la globalización, pues la concentración de capital implicó
disminución de ingresos, y provocó una disminución del turis-
mo masivo. El turismo, al ser un servicio, se vio perjudicado, y
pasó a ser exclusivo de los sectores de mayor poder adquisiti-

490
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

vo, y dirigido a los sectores de mayor poder económico (Pina-


mar o Cariló) o con dirección a otros destinos como Punta del
Este, sectores de Brasil, Caribe o Miami, beneficiados por la
política cambiaria establecida por la convertibilidad. Además,
informa que la actividad turística de playa está determinada
por los procesos socio-económicos ocurridos en el país, con
la crisis de diciembre de 2001 y del verano de 2002. Afirma
que la posmodernidad se hace sentir actualmente en las pla-
yas por la presencia de grandes empresas a escala mundial a
través de sus franquicias nacionales y locales que traspasan
modelos de los grandes centros de consumo a la costa atlán-
tica. Entonces, la concepción que se tenía de los balnearios
como un lugar con carpas y restaurantes fue cambiando en
los últimos tiempos a partir de la década del noventa y los pri-
meros años del presente siglo porque en la actualidad surge
una convivencia entre los concesionarios de los balnearios y
los ahora denominados Paradores.
En resumidas cuentas, se puede afirmar que la puesta
en valor del espacio costero con fines turísticos de la provin-
cia de Buenos Aires no incluyó las particularidades físicas
del ambiente anulando la geomorfología y el accionar erosivo
natural del recurso marino. Se implantó la urbanización a po-
cos metros del recurso cuando se pensó en las fundaciones
de localidades balnearias amparadas por una normativa que
mantenía ausente las características naturales de un espacio
desvalorizado, que cambiaba su posición con la valorización
del recurso. Posteriormente, la modificación de la región con
la creación del Puerto de Mar del Plata se hizo sentir en la pe-
queña localidad de estudio por el cambio de la deriva litoral,
provocado por la construcción de la escollera sur. Por tal mo-
tivo, en la localidad balnearia se realizaron obras de defensa
para resguardarse o aminorar la erosión cuyo mayor efecto
prevalece en sectores de la avenida costanera.
A causa de la erosión antrópica y la influencia del cam-
bio climático global las costas se presentan más vulnera-

491
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

bles. Y una costa será vulnerable cuando según Codignotto


(2005) cuando sea afectada por dos agentes la erosión y la
inundación. El efecto del cambio climático tiende a un au-
mento del nivel del mar unido a un ascenso de temperatura,
y, en consecuencia, a un incremento de tormentas en las
cuales las olas se presentarán con más fuerza erosiva en las
áreas con frente marítimo que se verán perjudicadas espe-
cialmente donde aparezcan los errores del manejo territorial.
En efecto, el grupo de investigadores del área costera vul-
nerable (1995) destacó como elemento a tener en cuenta
la pendiente del terreno porque ella determina el efecto de
las inundaciones y la pérdida de espacio. En Santa Clara
del Mar, la pendiente está formada por micro-acantilados;
si bien no está comprendida, de acuerdo con este estudio,
como la zona más vulnerable, el efecto de las tormentas po-
drá afectar el frente marino por el perfil de su urbanización
implantado con un fuerte avance a la línea de ribera, puesto
que los efectos de las tormentas se harán sentir sobre las
urbanizaciones próximas al mar, es decir, que están en con-
tacto directo con el recurso.
Por el hecho de que existe una inquietud respecto de un
efecto natural, producto del accionar del hombre sobre el
medio, dicha investigación sobre el área costera de Santa
Clara del Mar, pretendió conocer la posición de la pobla-
ción en base a la corriente de la geografía de la percepción.
Como zona problemática lo interesante es descubrir en qué
estado del conocimiento se encuentran los habitantes que
transitan como turistas, inversores, residentes, y desarrollan
una función económica en un espacio de riesgo.

Recomendaciones

Se entrevistaron diferentes actores sociales como el se-


cretario de Obras del Partido de Mar Chiquita, el delegado
de la localidad, un concesionario y dos particulares que tie-

492
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

nen su propiedad en inmediaciones del sector conflictivo de


la avenida costanera.
Por un lado, se presentan los aportes dados por los en-
trevistados que se encuentran involucrados en el gobierno
local, el secretario de Obras del Partido de Mar Chiquita y
el delegado Municipal. En primer lugar, se hace referencia
a las orientaciones, de las preguntas realizadas al secreta-
rio de Obras, que se orientan hacia el trazado urbano, las
normas de estilos urbanísticos del frente costero, el estilo de
construcción de los balnearios, las normas urbanísticas que
se permiten en la playa, la opinión que posee sobre dos te-
mas el decreto 3202/06 y el trazado de la avenida costanera.
Respecto de la opinión que tiene del trazado urbano, el
secretario argumenta que no es muy favorable, porque las
parcelas son de poco espacio en su frente (10 m) y son es-
pacios chicos para realizar tres viviendas por lote; en cuanto
a la línea del frente urbanizable la acepta mejor porque tiene
15 m de frente por parcela.
Las normas de los estilos urbanísticos del frente costero
se basan en el decreto ley 8912, adaptable al espacio por
medio de ordenanzas; no se permite construir en altura, sí
hacia la Av. Acapulco. Aclara que no posee código de orde-
namiento, pues lo están trabajando en el municipio aunque
deben cambiarlo ya que la localidad tiene servicios y éstos
deben considerarse en el código.
En lo referente a las normas que rigen el estilo de cons-
trucción de los balnearios, que se construye con total liber-
tad y que se continuará con el mismo estilo sostiene hasta
ahora presente en las playas ya que se permitió la concesión
por quince años con posibilidad de renovación.
En lo que concierne a la opinión que posee sobre el úl-
timo decreto 3202/06 que regula las construcciones, sostie-
ne que no puede imponerse en Santa Clara del Mar debido
a que este está dado para las nuevas construcciones y en
Santa Clara ya está todo construido.

493
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Respecto del trazado de la Avenida Costanera, sostiene


aunque no se piense en expropiar fue recuperada en cuatro-
cientos metros y se pretende continuar con la ampliación. Se
realizó bajo un proyecto propio.
El secretario concluye que en Santa Clara del Mar, no se
perdió mucho, sólo 70 m en su frente, y lo que está construi-
do ya estaba presente.
En segundo lugar, se presentan las orientaciones de los
interrogantes que se realizaron al delegado de la localidad,
la opinión que posee sobre el trazado de la avenida costane-
ra, los reclamos de los vecinos, y si posee información acer-
ca de las medidas que tomará el Municipio sobre el trazado
de la avenida.
En cuanto a la opinión, del delegado respecto del traza-
do de la avenida costanera, sostiene que le faltaron diez me-
tros de ancho ya que allí se podría incluir un paseo peatonal,
una bici senda y forestación del espacio.
Respecto de los reclamos de los vecinos argumenta que
recibe muchos reclamos y sí tiene información acerca de las
medidas que se van a tomar; informa que se está trabajando
en un sector de trescientos metros con ensanchamiento y de-
fensa de cemento y que se piensa avanzar con el proyecto.
En tercer lugar; se mencionan los datos que aportan los
actores sociales relacionados con las inversiones en el es-
pacio con diferentes propósitos. Por un lado, se describen
las respuestas que brinda el concesionario de un balneario
cuyas preguntas formuladas fueron orientadas en base a las
razones por la cual decidió invertir, los cambios detectados
en las playas, si recibió asesoramiento para construir con
ese estilo urbanístico basado en construcciones sólidas. En
cuanto a las razones de su inversión éstas se fundamentaron
en la casualidad ya que él buscaba otro tipo de negocio en
base a la gastronomía, y al ser mal atendido en un balneario,
pensó que podía tener una concesión y formó una sociedad.
Respecto de los cambios, sostiene que son totales porque

494
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

hay terrenos que actualmente pertenecen a la playa, puesto


que no se hace planificación por parte del municipio para de-
fender la costa (critica los daños que le provoca el desagüe
pluvial que se encuentra próximo a su playa porque no puede
descargar el agua ya que está lleno de arena y estalla).
Por lo que respecta al estilo urbanístico responde el
concesionario que no recibió asesoramiento y que pensó
en este estilo, porque si construye con madera los costos
del mantenimiento serán elevados calculando la duración
de la concesión. Además, menciona lo que piensa sobre el
conflicto de la avenida costanera diciendo que cuando el
municipio llamó a licitación no solicitó que se dejara quin-
ce metros, por lo menos, para realizar la avenida costanera
pues a esta altura de las construcciones esto es imposible.
Igualmente, se formularon preguntas a dos propietarios
de viviendas particulares ubicadas a metros de la Avenida
Costanera en su tramo conflictivo, orientadas hacia la costa-
nera y la playa:

v La primera pregunta plantea cuándo invirtió en la loca-


lidad. El primer vecino invirtió en 1984 conociendo el lugar
en 1962. El segundo en 1987.
v La segunda pregunta está orientada a cómo era la
costanera en el tramo comprendido entre las calles La Haba-
na y Avenida del Paso. Para el primero de ellos, era angosta
y recta, sin interferencia de las construcciones duras de los
balnearios, efectuadas a partir de la década del 90 aproxi-
madamente. El segundo entrevistado responde que era in-
dudablemente más amplia.
v La tercera pregunta está referida a lo que siente el
vecino al ver cómo se redujo el trazado de la avenida cos-
tanera. El primer entrevistado se reserva la opinión porque
no es una cuestión de sentimientos sino de operatividad. El
segundo siente preocupación e impotencia ante un hecho
prácticamente irreversible.

495
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

v La cuarta pregunta se refiere a si realizó reclamos ante


el municipio por los cambios observados. El primero de los
encuestados responde que sí, con vecinos, y no tuvo res-
puestas. El segundo participó de reuniones vecinales.
v La quinta pregunta se inclina a conocer las ideas que
tienen acerca del futuro. El primero sostiene que el cumpli-
miento de las leyes dará futuro a Santa Clara del Mar, en
cambio, el segundo afirma que mientras se prosiga con la
construcción de escolleras en toda la costa y se permita
edificar sin el retiro necesario, se puede perder la avenida
costanera.
v La sexta pregunta está referida a qué opinión tienen
ambos de la ampliación realizada en el tramo de la aveni-
da costanera en el cual un paredón cumple actualmente la
función de acantilado. El primero argumenta que, siendo un
sector urbano, el gobierno realizó la obra posible, sin soste-
ner cómo hubiese correspondido a la categoría de la obra y
de la entidad urbana, subordinándose a la línea de avance
en la construcción de la concesión fiscal (Playa Summer). El
segundo entrevistado acepta la modificación porque sostie-
ne que en Mar del Plata existe un antecedente similar (frente
al Asilo Unzué) que tuvo un efecto positivo.

A continuación, se exponen las respuestas obtenidas de


los mismos entrevistados relacionadas con la playa.
Respecto de cómo era la playa cuando la conoció o in-
virtió en el lugar, para el primero no existe gran modificación;
los rompeolas instalados a fines de la década del 70 y am-
pliados a mediados de los 90 han frenado la erosión cos-
tera e, incluso, en sectores, incrementado la acumulación
de arena en la playa. Dicho procedimiento, sin embargo, es
actualmente cuestionado a raíz de efectos contradictorios,
planteándose nuevos inconvenientes colaterales. Para el se-
gundo entrevistado la playa era similar a lo que hoy es Ca-
met Norte, con mucha roca en zona de rompiente.

496
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

En cuanto a si recuerda la existencia de acantilados,


el primero afirma que el perfil costero no se ha modificado
esencialmente en altura, pero sí en contornos por socavones
y cavernas en los sectores no protegidos. El segundo sí los
recuerda, sostiene que no eran tan elevados como los de
Camet Norte.
Con referencia a la existencia de médanos sobre el mi-
cro-acantilado, el primero de los entrevistados argumenta
que no tiene noticias de la existencia de médanos a poste-
riori del trazado y ocupación urbana, pero sí de la formación
de la primera barrera, la que es sistemáticamente removida
con palas y camiones por el municipio, no devolviéndose a
las playas como está determinado. En cambio, el segundo
entrevistado recuerda los médanos como bajos y bastante
cambiantes.
A propósito de los cambios sufridos por efectos de la
última sudestada ocurrida en el mes de julio, el primero de
los entrevistados notó la afectación de las construcciones
duras, de arriesgado emplazamiento, aparentemente no
aprobados por el municipio. El segundo afirma que las edifi-
caciones sin base fueron impactadas en su estructura, que-
dando algunas inutilizadas.
El último aspecto consultado se refiere a qué se piensa
acerca del futuro del frente costero respecto a lo que reali-
zará el municipio para mejorar las inversiones y proteger el
recurso. El primer entrevistado afirma que el municipio de-
berá cumplir con los compromisos asumidos en materia de
legislación específica y contar con el concurso de la técnica
y de los especialistas. Pero observa la total falta de contro-
les o de criterio, en el tramo que va desde La Florida hasta
Av. del Paso, en una actitud muy permisiva y contradictoria
de las necesidades ambientales de dicho espacio territorial
como construcciones duras e invasivas del espacio urbano
y de la circulación actual (comprometiéndola a futuro), obs-
trucción de visuales y negación del paisajismo, poluciones y

497
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

efluentes, densidad y usos no adecuados, extracciones sis-


temáticas de arena, cambios arbitrarios de históricos niveles
de calles. Todo esto sobre un medio frágil y estrecho como
el de la playa, a contramano de las leyes de ordenamiento y
protección vigentes. El segundo entrevistado piensa que si
los responsables no consideran el ambiente costero como
un bien apropiado para la función turística con sus debilida-
des, el futuro del espacio será limitado para dicho fin.
Por lo expuesto, surgen a consideración las siguientes
recomendaciones para un uso de suelo sustentable en el
área costera de Santa Clara del Mar, ya que la valorización
espacial que adquirió Santa Clara del Mar en el momento de
su fundación estuvo ligada a la maximización de sus benefi-
cios amparado por una normativa permisiva desconocedora
de la dinámica geomorfológica del litoral costero. En un con-
texto en el cual imperaba el modelo económico denominado
sustitución de importaciones que le permitió la adquisición
de parcelas a una clase social inserta en el mercado laboral,
en general, inmigrantes, que le brindaba la oportunidad de
ser un pequeño propietario con acceso al ocio y a la recrea-
ción del denominado turismo de sol y playa.
La primera acción antrópica sobre este espacio litoral
fue instalarse sobre el área próxima a la playa trazando una
avenida costanera paralela a la playa sin reconocer algu-
nos elementos espaciales propios del paisaje natural como
el micro-acantilado que encierra playas de bolsillo y su línea
de ribera de carácter fluctuante por efecto de las mareas
normales o pleamares extraordinarias.
En consecuencia, este micro-acantilado fue afecta-
do por otra acción antrópica realizada en el área costera
marplatense y que fue la escollera sur con el propósito de
construir su puerto, generando con posterioridad erosión
en el frente costero de Santa Clara del Mar. Seguidamente,
se implantó la segunda acción antrópica sobre el territorio
con la implementación de las escolleras que, a fines de los

498
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

90 se posicionaron con diferentes formas con el objetivo de


aminorar el proceso erosivo, pero, los efectos sobre el perfil
urbano ya estaban presentes; por consiguiente, la porción
espacial más afectada fue el trazado de la avenida costane-
ra que marcó fluctuaciones. Posteriormente, surge la tercera
acción del hombre sobre la localidad y que es la ampliación
de unos metros de la avenida costanera hacia la playa, con
la construcción de un paredón que cumple la función de un
micro-acantilado.
Hasta este momento se mencionaron los hechos antrópi-
cos más destacados que originaron la problemática del lu-
gar. Seguidamente, se analiza cada uno de ellos comparán-
dolos con las acciones que sugieren los especialistas para
un manejo sustentable del medio.
Respecto de la primera acción del hombre que fue ins-
talar su frente urbanizable tan próximo al mar, en la actuali-
dad esta instalación es cuestionada porque, según Barros
(1995), se debe evitar la expansión urbana en el sector in-
mediato a la playa y sobre los acantilados por los efectos
de las sudestadas que serán cada vez más fuertes frente
al cambio climático. Prueba de ello fue lo ocurrido en la úl-
tima sudestada de julio de 2009 en la cual algunas de las
construcciones de material de concreto ubicadas sobre la
playa fueron resquebrajadas, algunas agrietadas, se rompió
el balcón de una construcción ubicada al pie del acantilado,
desplazando las piedras que están presentes en las esco-
llera por efecto de las fuertes olas, inclusive esta pleamar
extraordinaria se extendió hasta el murallón de cemento que
realizaron para ampliar la costanera. Otra sugerencia dada
es que los balnearios no se construyan utilizando materiales
sólidos como el cemento ya que rompen la dinámica de las
arenas mientras que la utilización de madera en el implante
de los balnearios puede ser más beneficiosa porque permite
que la arena se movilice pues “Los balnearios sobre pilotes
producen menos erosión porque permiten el transporte de la

499
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

arena por debajo de las construcciones, pero lo ideal es que


no haya balnearios en la playa. No sería problema construir-
los sobre las duna o en los predios privados, pero no sobre
la playa” (Marcomini y López, 2009).
En la localidad, las concesiones a los balnearios permi-
ten que en ellas se invierta con total libertad; por tal motivo,
los efectos de la última sudestada en Santa Clara del Mar
pueden observarse en sus playas.

Se observan desprendimientos de la construcción sólida realizada en la


playa en el pie del acantilado que representaba un balcón con vista al mar.
Foto de la autora, 2009.

Rupturas y grietas profundas de una construcción ubicada sobre la playa y


a metros de una escollera. Fuente: foto de la autora tomada en julio, 2009.

500
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Desplazamiento de las arenas hacia el paseo costanero, a días de ocurrida


la sudestada. Muestra que la playa necesita de esta dinámica, y que se en-
cuentra obstaculizada por el avance de las construcciones hacia la playa.
Foto de la autora, 2009.

Con referencia a la segunda acción antrópica y que está


representada por la formación de escolleras, Isla (2006)
aconseja que su construcción debe realizarse en sentido
inverso a la deriva litoral para que los componentes sean
llenados con el mismo caudal sedimentario en tránsito y
“Para evitar impactos deriva abajo como ocurre en el lími-
te entre Santa Clara del Mar y Camet Norte se recomienda
una batería de espigones que minimicen los impactos en el
sentido de la deriva litoral. Se han practicado espigones con
formas de “L”, “J”, o “T” aunque el CERC recomienda los
simples espigones rectos como los más efectivos y con sim-
ples costos de manutención” (Isla, 2006). Otro, como Barros
(1995) recomienda repoblar con arena las playas y regular
las construcciones de escolleras porque impiden la deriva
litoral de sedimentos y aumentan el proceso erosivo.
En cuanto a la tercera acción efectuada en el espacio
que debe considerarse en esta problemática, es la modifi-
cación realizada en la Avenida Costanera para ampliar su
dimensión con sentido hacia la playa. Esta acción también
es cuestionada porque, según Marcomini y López (2009),

501
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

es conveniente restringir el pavimento de las avenidas, cor-


tar las calles que desembocan en las playas. Barros (1995)
proponen limitar las aperturas de las calles perpendiculares
a la costa, interrumpiéndola a unos doscientos metros de la
línea costanera.
La investigación realizada en este espacio del litoral cos-
tero de la provincia de Buenos Aires muestra que la proble-
mática existente en ella es producto de una falta de compro-
miso con el espacio, pues consideran que la línea costera
no es una zona de riesgo y que el cambio climático no los
afectará ya que las tres acciones (la definición de la playa, la
construcción de escolleras y la ampliación de la avenida) se
realizaron sin respetar esta área tan vulnerable.
La primera acción no consideró la dinámica costera,
respaldada por una normativa que le permitía estar cerca
del recurso y en la actualidad surge otra normativa (decre-
to 3202/06) que regula las construcciones, pero parece que
llega demasiado tarde, según los involucrados en la gestión,
porque el municipio no lo considera y sostiene que es para
las nuevas construcciones y en Santa Clara del Mar, todo
está construido. Y, como consecuencia del error, producto
de la instalación del frente urbanizable a una distancia mí-
nima del mar, presenta una realidad que no reconoce en el
plano, ya que aparentemente no es reconocida en la carto-
grafía local, porque utilizan un plano en el cual las manza-
nas del frente urbanizable son rectas y en la actualidad si la
comparamos con las imágenes satelitales y el recorrido del
campo parte de ellas tienen una interesante modificación,
que el municipio no acepta, o no pretende clarificar con un
nuevo plano.
La segunda acción tiene sus falencias pues la cons-
trucción de las escolleras perjudica la deriva litoral de otras
áreas del mismo partido porque interrumpen la deriva. Y la
tercera, referida a la ampliar la Avenida Costanera hacia el
mar, se realiza bajo un proyecto propio del municipio. De

502
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

modo que los actores sociales involucrados en la gestión


espacial de Santa Clara del Mar, parecen no recurrir a los
aportes que brindan los científicos respecto a cómo se debe
realizar un buen manejo costero, ya que aceptan una exce-
siva urbanización próxima a la playa anulando la dinámica
del recurso y generan un desorden espacial que no benefi-
cia la función turística que posee la localidad. Es necesario
advertir que con el desconocimiento de los estudios de los
investigadores las problemáticas serán cada vez mayores.
Y esto se afirma porque no existen proyectos basados en
los aportes que pueden brindar los científicos conocedores
de la dinámica geomorfológico que pueden brindar su co-
nocimiento para colaborar con las necesidades del espacio
permitiendo el respeto necesario que merece un área vulne-
rable como el espacio costero para tener un manejo basado
en el mantenimiento del recurso con sustentabilidad evitan-
do las consecuencias socio económicas que pueden alterar
el uso turístico de este territorio.

Glosario

Acantilado: tipo de costa que presenta paredes casi vertica-


les como resultado del ascenso de playas antes sumer-
gidas por efecto de la intensa abrasión marina. Acantila-
do activo: es aquel que se encuentra bajo los efectos de
la acción marina. Acantilado inactivo: es aquel que no se
encuentra bajo los efectos de la acción marina.
Albúfera: laguna separada del mar por una barra o barrera.
Puede tener una comunicación restringida con el mar
Antrópica: acción relacionada con la actividad del hombre.
Conchilla: depósito formado principalmente por fragmentos
de conchas de moluscos que se acumulan en las playas
por acción del oleaje.
Deriva: proceso en el cual el material clástico es moviliza-

503
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

do y depositado por la acción de olas y corrientes en la


zona litoral.
Duna: acumulación de arena que forma elevaciones produci-
das por el viento y depositadas alrededor de algún obs-
táculo. Además influyen en su formación la humedad, la
cantidad de arena disponible y la cobertura vegetal. Las
dunas se presentan principalmente en zonas desérticas
o costeras. Como son formaciones móviles, su estructu-
ra no se mantiene fija. Las formas son muy variadas.
Eólica: proceso sedimentario en que intervine prepondera-
damente el viento y el sedimento formado mediante él.
Erosión: eliminación de las rocas de un lugar por acción de
los agentes que actúan en la superficie terrestre. La ero-
sión es la resultante de un conjunto de procesos, de los
cuales los principales son generalmente la meteoriza-
ción y el transporte.
Escollera: estructura de piedras acumuladas en el lecho del
mar, emergidas de la superficie, dispuesta mar adentro,
con el fin de resguardar del oleaje tramos costeros elegi-
dos como fondeadores de embarcaciones o para acre-
centar la anchura de las playas.
Espigón: estructura de madera, hormigón o hierro. Se dife-
rencia de las escolleras porque ésta es preferentemente
de piedra.
Línea de costa: línea de contacto entre la orilla del mar (máxi-
mo avance de las olas) y la playa o la base de un acanti-
lado. Varía permanentemente a causa de la marea.
Litoral: franja o faja extendida entre la marca máxima de la
pleamar y la isobata de 200 metros. // Costa, ribera //
concerniente o relativo a la orilla o costa de un mar o
curso fluvial.
Loess: roca sedimentaria poco consolidada de color gris
castaño claro, compuesta por sedimentos de una frac-
ción limo predominante, con arena fina subordinada y
escasa arcilla, con cierta proporción de carbonato de

504
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

calcio y que posee la propiedad de sostenerse en pare-


des verticales.
Loéssico: material formado predominantemente por loess.
Marea: movimiento periódico y rítmico de ascenso y descen-
so del nivel del mar producido por la atracción gravita-
cional conjunta de la luna y el sol. El ciclo varía entre 12
a 24 horas aproximadamente.
Marea de reflujo: término referido al periodo de marea decre-
ciente o marea en bajante.
Marea de sicigia: la amplitud de una marea que se produce
en luna llena y nueva, que corresponden a los valores de
marea más altos y más bajos con respecto a las mareas
comunes.
Ola: onda causada por el viento en la superficie de las aguas
de los océanos, mares lagos y corrientes fluviales.
Planicie costera: superficie llana, de poca pendiente y relie-
ve, desarrollada a lo largo de una costa, compuesta por
sedimentos marinos, fluviales, fluviomarinos.
Playa: superficie llana formada por acumulación de arena,
grava, etc., en zona costera de un cuerpo de agua. El
límite inferior de una playa es ubicado por algunos en el
nivel de la bajamar, y, por otros en un punto indefinido
por debajo de ésta, el límite superior puede ser colocado
precisamente en la parte superior de la escarpa formada
por la pendiente.
Playa de bolsillo: playa pequeña desarrollada entre salientes
rocosas o entre espigones.
Pleistoceno: periodo geológico comprendido entre los 1,8
millones y los 10 000 años antes del presente.

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508
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

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509
PARTE III

Universidad de La Habana (Cuba):

Facultad de Turismo, Carreras de Pregrado y


Posgrado Maestría en Gestión Turística
Turismo y cambio climático:
mitigación y adaptación.
La experiencia cubana

José Alberto La O Osorio


Eduardo Salinas Chávez
Enrique Navarro Jurado

Resumen

El capítulo analiza la literatura científica referida al cambio


climático en destinos turísticos litorales en el Caribe, y en
particular en Cuba. Las 711 publicaciones revisadas nos
permiten señalar: (1) que el cambio climático se ha con-
vertido en el principal tema ambiental a nivel mundial; (2)
que dada la íntima relación entre el turismo litoral y el clima,
se considera que sus manifestaciones repercutirán en los
destinos turísticos caribeños, obligando a todos los intere-
sados a adaptarse a él, pero esto dependerá de los recur-
sos disponibles en cada región o país, de las instituciones y
gobiernos, de la voluntad política, de los recursos humanos
y la tecnología; (3) en Cuba se trabaja en la adopción de
medidas vinculadas a la inclusión del turismo en el Manejo
Integrado de Zonas Costeras, en la mejora de las normas
de localización de las instalaciones turísticas, en la integra-
ción de los factores climáticos en el marco regulatorio de
la actividad turística, en la diversificación de los productos
para reducir la estacionalidad del turismo, y la divulgación
del conocimiento sobre el cambio climático en los negocios
turísticos, y los turistas.

513
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Introducción

El vertiginoso crecimiento del turismo a escala mundial ha


ocasionado que este se convierta en la principal actividad
socioeconómica de muchos estados insulares tropicales. En
la situación actual, el turismo internacional es considerado
como un medio importante para subsanar los problemas de
sus economías. La estrategia que se ha impulsado durante
los últimos años ha sido convertir los paisajes naturales y
culturales con potenciales significativos en atractivos desti-
nos turísticos, con el objetivo de recaudar ingresos (Salinas y
La O, 2006). Esta actividad no es tan solo una importante ge-
neradora de ingresos, sino también se considera causante,
paradójicamente, de impactos negativos sobre los recursos
naturales y culturales que ella misma demanda (Salinas et
al., 2008).
Se predice que estos impactos negativos podrían au-
mentar exponencialmente por el Cambio Climático (CC); se-
gún el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el CC
(IPCC), es muy probable que cada vez sean más frecuentes
las variaciones en las temperaturas y las precipitaciones, así
como también en la intensidad de los ciclones tropicales;
siendo el CC para los decenios venideros un factor cada
vez más decisivo por su influencia en el desarrollo y la ges-
tión del turismo en los países insulares, especialmente en las
áreas tropicales (IPCC, 2007a).
El turismo de sol y playa depende de un clima favorable
a esta modalidad turística, por lo que las manifestaciones
negativas del CC en las regiones tropicales repercutirán de-
cisivamente en los destinos turísticos (IPCC 2007b). El gran
número de regiones y destinos turísticos que se podrían ver
directamente afectados por el CC pone de manifiesto la ne-
cesidad de crear conciencia en los estados, corporaciones y
comunidades locales para fomentar el enfrentamiento a los
fenómenos y procesos naturales derivados del CC. Esto me-

514
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

diante una capacitación sistemática y estrategias de gestión


que obligarán a los interesados del sector a adaptarse al CC.
A pesar del amplio reconocimiento por la comunidad
científica internacional de la necesidad de encontrar e im-
plementar estas estrategias de adaptación al CC, en las
zonas costeras con desarrollo turístico, y la amplia difusión
de términos relacionados con este nuevo paradigma de la
humanidad, parece aún existir un margen muy amplio de
interpretaciones y perspectivas asociadas con la mitigación
y adaptación a los impactos del CC; la aplicación de esta
concepción al turismo como un objetivo práctico y fácilmen-
te utilizable no ha sido muy desarrollada aun en el Caribe.
Tomando en consideración estos elementos es nuestro
objetivo analizar la literatura científica referida a las princi-
pales afectaciones del CC a las zonas tropicales, principal-
mente en los destinos litorales en la región del Caribe, y po-
niendo como caso de estudio a Cuba, uno de los destinos
turísticos más importantes del área.

Metodología

La metodología empleada se ha centrado en el análisis de la


producción científica internacional de la última década, en
informes de organismos internacionales competentes en la
materia, y las directrices oficiales expresadas por el Estado
cubano sobre este fenómeno.
Las bases de datos consultadas son las especializadas
en temas ambientales como Online Access to Research in
the Environment (OARE) del PNUMA, Scopus perteneciente
al proveedor líder de información científica mundial Elsevier
B.V., Environment Complete Database, Acceso a la Investi-
gación Mundial en Línea sobre la Agricultura (AGORA) de la
FAO, EBSCO Publishing y la Red de Revistas Científicas de
América Latina y el Caribe, España y Portugal (Redalyc) de

515
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

la Universidad Autónoma del Estado de México; así como


otros sitios web relacionados con el tema, siendo utilizados
metabuscadores como: Google, Bing, Ixquick y Dogpile.
La selección de la muestra se determinó mediante el mé-
todo estadístico no probabilístico, no aleatorio a convenien-
cia que se aplica a muestras finitas. Los criterios de selec-
ción fueron: período de tiempo (10 años), cobertura territorial
(general) y cobertura temática (zonas costeras). De las fuen-
tes seleccionadas se registraron 711 registros bibliográficos,
haciendo entonces el análisis de tendencia informacional.
Además se consultaron varios expertos en la temática am-
biental y en temas de inteligencia empresarial.

Resultados y discusión

El Cambio Climático:
Problema ambiental de carácter global

Se estima que el CC tendrá un efecto significativo no tan


solo en el área del Caribe donde realizamos nuestras inves-
tigaciones sino en el medio ambiente mundial, amenazando
en particular a los países en desarrollo. Cuanto más rápido
cambie el clima, mayores serán los daños que se registren,
previéndose un aumento del nivel medio del mar, entre 9 y
88 centímetros para el año 2100, lo que ocasionará inun-
daciones en las zonas bajas; también podría ocurrir un au-
mento en las precipitaciones a nivel mundial y cambios en la
intensidad y frecuencia de los eventos hidrometeorológicos
extremos (Barange et. al., 2011). Un CC incontrolado podría
provocar, ya en este siglo, un calentamiento de más de 5°C
(Lawrence et. al., 2008; Matthews y Keith, 2007; Parry et.
al., 2008; Scheffer et. al., 2006; Torn y Harte, 2006; y Walter
et. al., 2006), que es precisamente según el Banco Mundial
(2010) la diferencia entre el clima de hoy respecto al de la

516
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

última era glacial, cuando los glaciares llegaron a Europa


central y al Norte de los Estados Unidos.
Aquel CC tardó milenios ocurriendo de forma natural, el
actual en cambio inducido por la actividad humana se pro-
duce en el plazo de un siglo, lo que deja poco tiempo para
que las sociedades y los sistemas naturales y humanos se
adapten. Un cambio tan drástico de la temperatura provoca-
ría grandes perturbaciones en dichos sistemas, los que son
fundamentales para la humanidad y la economía. El nivel
medio del mar podría aumentar en un metro en el presente
siglo según otros investigadores (Horton et. al., 2000). Si
esto ocurriera, como todo lo indica, se anegarían 5 millones
de kilómetros cuadrados de costas en el mundo, se perdería
una cuarta parte de las tierras cultivables, quedarían sin ho-
gar 200 millones de personas y desaparecerían varios esta-
dos insulares (López Blanch, 2011), lo que representaría una
amenaza para más de 60 millones de personas y pérdidas
por más de US $200.000 millones de activos sólo en los paí-
ses en desarrollo (Dasgupta et al., 2009).
La tendencia lineal de calentamiento de la atmósfera en
los últimos 50 años es de 0.13ºC/año, lo que significa que ha
aumentado casi el doble en los últimos 100 años. Además,
desde 1961 las observaciones realizadas en el mar mues-
tran un calentamiento continuado de los océanos al menos
hasta los 3000 metros de profundidad (IPCC, 2007a). Los
mares han sido en este sentido los salvadores del plane-
ta al absorber hasta un 80% del calor añadido al sistema
Tierra; mientras los directivos de las naciones desarrolladas,
las principales emisoras de GEI, han hecho poco caso a los
llamados de la comunidad internacional, y en vez de tomar
medidas efectivas para detener el calentamiento en el pla-
neta (López Blanch, 2011), estos países han alargado las
negociaciones globales y puesto la humanidad en un limbo,
observando las catástrofes que cada día son más frecuentes
e intensas a nivel global.

517
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

En América Latina y el Caribe los sistemas naturales más


importantes están amenazados.

v En primer lugar, se prevé la desaparición de los gla-


ciares andinos, lo que modificaría el régimen y volu-
men del agua a disposición de toda la región andina
y provocaría estrés hídrico por falta de agua para al
menos 77 millones de personas ya en el año 2020,
así como una amenaza para las fuentes de energía
hidroeléctrica, responsable de más de la mitad de la
electricidad consumida en muchos países de Amé-
rica del Sur (De La Torre et al., 2008).
v En segundo lugar, el calentamiento y la acidificación
de los océanos darán lugar a episodios frecuentes
de blanqueamiento y posible extinción progresi-
va de los arrecifes coralinos del Caribe (Fitzpatrick
y William, 2007), que no tan solo cuentan con los
criaderos de aproximadamente el 65% de todas las
especies ictícolas de la cuenca caribeña, sino que
además ofrecen protección natural frente a las ma-
reas de tormenta y son un activo fundamental para
el turismo.
v En tercer lugar, los daños en los humedales del Golfo
de México harán que esta costa sea más vulnerable
a los huracanes cada vez más intensos y más fre-
cuentes (Banco Mundial, 2008, 2009 y 2010).
v Finalmente, la mayoría de las Islas del Pacífico, el
Índico y hasta del Caribe desaparecerían o sufrirían
enormes inundaciones. Las pequeñas islas, tales
como Cuba, tienen características que las hacen es-
pecialmente vulnerables a los efectos del CC, parti-
cularmente con relación al incremento del nivel del
mar y los eventos extremos (IPCC, 2007b).

Según la Secretaría de la Convención Marco sobre el

518
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Cambio Climático (UNFCCC, 2005) entre estas caracterís-


ticas que hacen a las pequeñas islas del Caribe vulnera-
bles se destacan recursos naturales generalmente limitados;
concentración de la población en áreas cercanas al litoral y
actividades socioeconómicas e infraestructuras a lo largo de
la zona costera; alta susceptibilidad a los ciclones tropicales
cada vez más frecuentes e intensos, así como a la surgencia
de tormenta asociada; dependencia de recursos de agua
dulce que son altamente sensibles a los cambios del nivel
del mar y como consecuencia a la intrusión salina; relativo
aislamiento a los grandes mercados, con la consiguiente
pérdida de competitividad en el comercio; economías ex-
tremadamente abiertas; inadecuada infraestructura en la
mayoría de los sectores; y un limitado tamaño que elimina
efectivamente algunas opciones de adaptación a los incre-
mentos del nivel del mar.
Se puede afirmar que en el dictamen realizado por el
IPCC está cada vez más claro que el calentamiento global y
su consecuencia el CC es inequívoco (IPCC, 2007a y 2011),
que la mayor parte del aumento observado...se debe muy
probablemente al aumento de las concentraciones de GEI
de origen antropogénico. Una de las principales actividades
del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
Climático (IPCC) es la evaluación periódica de los conoci-
mientos científicos; este órgano cuenta con un grupo de más
de 2000 científicos cuyos resultados alcanzados en consen-
so son aprobados por todos los gobiernos participantes; asi-
mismo, informes especiales y documentos técnicos sobre
temas en los que se considera necesaria la información y
el asesoramiento científico e independiente, y respalda a la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (CMNUCC) mediante su labor sobre las metodolo-
gías relativas a los inventarios nacionales de gases de efecto
invernadero, entre otros temas de gran relevancia (Tompkins
y Amundsen, 2008).

519
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

En síntesis, la acumulación creciente de los GEI en la


atmósfera como resultado de la actividad humana están ex-
cediendo los niveles históricos que mantienen a la Tierra ha-
bitable (Bueno et. al., 2008). A la vez, las alarmas activadas
por la comunidad científica están aumentando y ellas apun-
tan no solo a los peligros derivados de la acumulación cre-
ciente de los GEI sino también a sus causas; principalmente
la creciente utilización de combustibles fósiles, y en una par-
te apreciable pero menor, los cambios en el uso agrícola de
la tierra, primordialmente por la pérdida de áreas forestales
(IPCC, 2007a y 2011).

Producción científica sobre el


cambio climático en la última década

Respecto a las investigaciones realizadas, después del


año 2002 se observa un aumento en los trabajos vinculados
al CC y la adaptación en las regiones costeras, siendo el
2006 el año de mayor producción científica, con una tenden-
cia que refleja que en los próximos años irá en crecimiento la
cantidad de artículos relacionados con esta temática, según
el coeficiente de determinación (R2) de la línea de tendencia
polinómica (Figura 1).
Dentro de las 711 publicaciones revisadas: el 52% abor-
dan las manifestaciones del CC en las zonas costeras, viendo
este espacio geográfico con un enfoque sistémico y como el
más importante en cuanto a las repercusiones del CC; el 22%
tratan específicamente las barreras de corales, debido a la
cantidad de especies que están sufriendo el blanqueamiento
producto del CC, y por la importancia que se le ha atribuido
a las crestas arrecifales como defensa de las zonas costeras
ante los eventos hidrometeorológicos extremos y el ascenso
del nivel del mar; el 12% de los artículos están vinculados con
las causas e impactos del CC; y solamente el 1% relacionan
al turismo con el CC (Figura 2).

520
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

En un análisis por países de un total de 51, los 3 más


representados en las publicaciones sobre el CC en las zo-
nas costeras encontramos a los Estados Unidos, con 289
artículos, seguido por Australia con 61 y el Reino Unido con
60 artículos, siendo considerados los lideres en las inves-
tigaciones de ecosistemas particulares como los corales.
Otros países representados son Alemania, Canadá, Méxi-
co y España (Figura 3). Estos países abordan con mucho
énfasis las investigaciones relacionadas con el ascenso del
nivel del mar y los eventos hidrometeorológicos extremos en
las zonas costeras de forma general; haciendo un marcado
énfasis en las investigaciones de los sistemas coralinos y
los impactos del CC, básicamente en el sur de las Antillas
Menores y el Pacífico occidental (Figura 4). En el Caribe, el
Reino Unido financia varios proyectos de mitigación y adap-
tación al CC, y ha seleccionado a Cuba por su potencial
intelectual y científico como rector de estas investigaciones
en la región.

Entre las instituciones que más se destacan en la pro-


ducción científica en temas vinculados al CC y las zonas
costeras, con un 16% de los artículos, está la Universidad
de East Anglia (UEA), en Norwich, Norfolk, siendo a la vez
la institución que contiene la mayor concentración de inves-
tigadores en el Reino Unido que trabajan sobre el cambio
climático y el desarrollo, y la cual ha llevado a cabo inves-
tigaciones en varios países del mundo, relacionándose con
los responsables políticos a través de procesos tales como
el IPCC. Otras instituciones significativas son estadouniden-
ses como la UCLA (Universidad de California) con el 15% de
las publicaciones, seguida del USGS (Servicio Geológico de
Estados Unidos) con el 11% y las universidades de Miami y
la Florida ambas con un 9% (Figura 5).

521
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Figura 1. Las investigaciones sobre el


Cambio Climático y las zonas costeras.

Fuente: Elaborado por los autores.

Figura 2. Temas más abordados en las


publicaciones analizadas.

Fuente: Elaborado por los autores.

522
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Figura 3. Países con mayor producción científica.

Fuente: Elaborado por los autores.

Figura 4. Temas más abordados por países


en las publicaciones analizadas.

Fuente: Elaborado por los autores.

523
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Figura 5. Instituciones con mayor participación


en las publicaciones analizadas.

Fuente: Elaborado por los autores.

Entre los autores referidos en las bases de datos biblio-


gráficas analizadas los más productivos son: la Emma L.
Tompkins, de la Universidad de Southampton en el Reino
Unido con más de 30 artículos publicados en la temática
de la zona costera. Tompkins centra sus investigaciones en
la adaptación al CC y el desarrollo de nuevos instrumentos
para la gestión costera, en la exploración y evaluación de los
efectos e impactos de los convenios internacionales relacio-
nados con el CC, y las respectivas funciones de los Estados,
las empresas y los productores privados en la gestión de de-
sastres (Barange et al., 2011; Tompkins et al., 2010; Boyd y
Tompkins, 2010, Tompkins, Hurlston y Poortinga, 2009; Eakin
et al., 2009; Doria et al., 2009; Tompkins, Brown y Few, 2008;
y Tompkins y Amundsen, 2008). Otros autores destacados
por el número de sus publicaciones son: Hara Drinia de la
National and Kapodistrian University of Athens y Scott M. Fit-

524
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

zpatrick de la Universidad de Oregón, la primera vinculada


a investigaciones paleoambientales en los ecosistemas ma-
rinos (Drinia et al., 2007 y 2012) y el segundo vinculado con
la ecología de las islas (Fitzpatrick y Keegan, 2007 y Keegan
et al., 2008).
En Cuba se comparte la tesis de que el CC es una reali-
dad indudable; lo que, a consideración de algunos académi-
cos como el Dr. José Mateo de la Universidad de La Habana
(2012), es debatible son las repercusiones y manifestacio-
nes de estos cambios. Lo mismo ocurre en su opinión en el
contexto del sistema natural (geo-esfera) del planeta Tierra.
Ello significa, que sus repercusiones dependen de la interre-
lación de los diferentes componentes que forman el sistema
natural: la estructura geológica, el relieve, las aguas terres-
tres y marinas, los suelos, la vegetación y el mundo animal.
Según Mateo, cualquier cambio en uno de estos componen-
tes provoca cambios en los restantes componentes y en el
sistema natural como un todo; así como en su estructura, su
funcionamiento, su capacidad de producción y de reproduc-
ción. Esto a su vez repercutirá en su capacidad de adap-
tación a los cambios. El CC funciona como un conjunto de
circunstancias que condicionan un hecho, como un fondo
en el sistema Tierra cuyo carácter es global, y los cambios
de los restantes componentes tienen un carácter regional y
local (Mateo, 2012).

El Turismo en el Caribe y el Cambio Climático

Por sus demostradas afectaciones al desarrollo y la ges-


tión socioeconómica de los países insulares, los impactos
del CC se han convertido en el principal tema ambiental a
nivel mundial (IPCC, 2001 y 2007a). Para la Comisión Eco-
nómica para América Latina (CEPAL), el enfoque centrado
en el CC y en las necesidades más generales de desarrollo
guarda consonancia con el apoyo activo de la Organización

525
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Mundial del Turismo (OMT) al séptimo objetivo de desarrollo


del Milenio, el que está relacionado con garantizar la soste-
nibilidad del medio ambiente (ONU, 2010).
La OMT ha determinado que el turismo es una fuente
primaria de intercambio internacional, la cual genera ganan-
cias en 46 de los 50 países menos desarrollados del mundo
(UNWTO, 2007; Hall, 2007; UNDP, 2005). Según se plantea
en el reporte “Climate change and tourism: responding to
global challenges” (UNWTO, UNEP y WMO, 2008), el CC
está afectando a los destinos turísticos y sus impactos están
influyendo en la toma de decisiones del sector turístico. De
acuerdo con estas fuentes y el IPCC es muy probable que
los efectos del CC en los destinos litorales sean mayormente
negativos, lo que repercutirá significativamente en las eco-
nomías de la mayoría de los pequeños estados insulares del
Caribe, pero a su vez tendrá un efecto contrario en territorios
insulares de latitudes medias y altas (IPCC 2007b).
La UNWTO, la UNEP y la WMO categorizan los impactos
que afectarán a los destinos turísticos, su competitividad y
sostenibilidad en cuatro grupos de impactos y los definen de
la siguiente manera:
v Impactos climáticos directos vinculados el clima
como recurso principal del turismo, y el cual tiene una impor-
tante influencia en la operación de los costos, tal como cli-
matización, irrigación, comida, suministro del agua y costos
de los seguros. El IPCC ha concluido que el incremento en la
frecuencia y/o la magnitud de los efectos del CC cambiará la
industria del turismo. Esta se verá afectada por un aumento
de los daños a las infraestructuras, por necesidades de pre-
paración para emergencias adicionales, con una operación
más alta de gastos financieros (seguros, reservas de agua,
energía y sistemas de evacuación), e interrupciones de la
actividad (UNWTO, UNEP y WMO, 2008).
v Impactos indirectos producto de los cambios am-
bientales dado que las condiciones ambientales son un

526
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

recurso importante para el turismo, y las mismas van a pro-


vocar profundas afectaciones a los destinos tanto a escala
local como regional.
v Impactos de las políticas de mitigación en la movili-
dad turística que buscan reducir las emisiones de GEI que
tienen un impacto en el flujo turístico (Simpson et. al., 2008;
Gössling et al., 2010), y que pueden influir adversamente
en la economía del turismo de muchos países, como es el
caso de los caribeños. Estas políticas aumentan los costos
del transporte y afectarán significativamente a los destinos
(UNWTO, UNEP y WMO, 2008).
v Impactos indirectos relacionados con la sociedad y
determinados por el riesgo a futuro del crecimiento económi-
co y la estabilidad política de las naciones afectadas; puesto
que la riqueza discrecional disponible de los proveedores
de servicios turísticos se reduciría, teniendo implicaciones
negativas para el futuro crecimiento de la actividad (Barnett
y Adger, 2007; Stern, 2006; Simpson et al., 2008).
El sector del turismo en el Caribe no puede hacer fren-
te al problema del CC por cuenta propia, por lo que debe
actuar en el marco del programa general de desarrollo sos-
tenible tanto a nivel global, como regional y local. En la ac-
tualidad los conocimientos sobre las repercusiones actua-
les del CC en los destinos turísticos son insuficientes. Es
necesario hacer una evaluación de los posibles efectos en
la demanda turística y de los niveles y tendencias actuales
de las emisiones de GEI generados por el sector turístico,
así también como del desarrollo de respuestas normativas
y de gestión por los principales actores con intereses en la
actividad turística como inversionistas, empresas turísticas,
turoperadores, compañías aéreas y gobiernos locales para
de ese modo con un enfoque integral instar a desarrollar una
respuesta en común a un problema común.
El CC va incorporándose con lentitud en las decisiones
que adoptan los diversos actores en el turismo; los estudios

527
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

realizados constatan un grado relativamente bajo de preo-


cupación, y escasos indicios de planificación estratégica a
largo plazo en previsión de ulteriores modificaciones climá-
ticas (IPCC, 2007b; UNWTO, UNEP y WMO, 2008; Simpson
et. al., 2008;); siendo esto lo que avala la importancia de las
investigaciones en esta temática y plantea la necesidad de
la comunicación efectiva entre los científicos que estudian el
CC y los operadores turísticos a escala regional y local; en
particular a efectos de elaborar previsiones del CC e indi-
cadores dirigidos a las instancias turísticas encargadas de
adoptar decisiones en el plano local (Scott y Becken, 2010).
Muchos de los países en desarrollo de la región caribeña
han iniciado una serie de prácticas basadas en los fondos de
mitigación y de adaptación como una oportunidad, ya sea de
subsistencia coyuntural de grupos o personas (con diversos
intereses) o una posibilidad de impulsar el desarrollo soste-
nible real a largo plazo para la región (Pabón, 2013). En tal
sentido se destacan la adaptación, entendida como acciones
dirigidas a reducir la vulnerabilidad, y la mitigación cuyo pro-
pósito es disminuir las emisiones netas de GEI (Pichs, 2013).
Ambas estrategias se complementan mutuamente y resultan
más exitosas en la medida en que se insertan en los progra-
mas de desarrollo desde una perspectiva de sostenibilidad;
para ello deben enfrentar diversas barreras (técnicas, de mer-
cado, financieras, institucionales, etc.) y costos.
Por otra parte el sistema natural está en estrecha rela-
ción e interdependencia con los sistemas sociales, por lo
tanto las acciones humanas inciden directamente sobre la
estructura y funcionamiento del sistema natural como un
todo, aconteciendo los impactos de manera diferencia-
da en dependencia del contexto político, social, cultural y
económico predominante (Mateo, 2012). Ello significa, que
en dependencia del patrón de la organización espacial de
cada destino turístico se llevará a cabo la manifestación de
los impactos de los CC; por lo que se hace necesario para

528
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

una comprensión más real de la influencia del CC desde una


perspectiva sistémica, tomar en cuenta un enfoque geográfi-
co y espacial. Sobre estas bases se asume que la visión del
CC, como separada del cambio global, y como de inciden-
cia directa y unilateral sobre los sistemas humanos, y por
ende turísticos, e incluso considerarla como un fenómeno
sólo “natural”, en la que se deja a un lado la dimensión es-
pacio – temporal articulada, es un reduccionismo científico,
una simplificación excesiva del análisis, que deja a un lado
la complejidad sistémica, y que no tiene en cuenta el pen-
samiento dialéctico. (Mateo, 2012). El calentamiento global
y el CC son una realidad. Más que una necesidad, la mitiga-
ción del primero y la adaptación al segundo se constituyen
en una valiosa oportunidad para el progreso en aspectos
económicos, ambientales y sociales de los pueblos en los
países en desarrollo (Pabón, 2013).

Mitigación y adaptación al
cambio climático en el turismo cubano

En general, las estrategias de respuesta fundamentales


en la lucha frente al CC son la mitigación y la adaptación. Es-
tas estrategias, deben considerar la inercia de los sistemas
climático, ecológico y socioeconómico, así como el carácter
irreversible de las interacciones entre estos sistemas, lo que
refuerza la importancia de acciones preventivas con enfo-
que sistémico, abordando las problemáticas ambientales de
forma integrada sin separar la concepción de que el CC es
el efecto de una causa específica (Berrittella et. al., 2006),
por lo que los esfuerzos coordinados deben ser más eficien-
tes y eficaces.
Sobre los retos y obstáculos que debe enfrentar la miti-
gación del CC, cabe destacar que las emisiones globales
de GEI se incrementaron en un 70% entre los años 1970 y
2004 en relación con las de los tiempos preindustriales. En

529
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

el caso específico del CO2, el aumento registrado en ese


período fue del 80%. En ausencia de medidas adecuadas,
se prevé un crecimiento significativo en las próximas dé-
cadas (IPCC, 2007a). En el año 2011, el IPCC aprobó dos
documentos que contienen importantes contribuciones al
respecto (Pichs, 2013). Uno de ello, es el “Informe Especial
sobre Fuentes Renovables de Energía y Mitigación del Cam-
bio Climático (SRREN)”, donde se certifica que el potencial
técnico de las energías renovables es sustancialmente ma-
yor que la proyección de la demanda energética futura, y
que las energías renovables desempeñan un papel crucial
en todos los escenarios de mitigación (IPCC, 2011). El otro
es el “Informe Especial sobre Gestión de los Riesgos de Fe-
nómenos Meteorológicos Extremos y Desastres para Mejorar
la Adaptación al Cambio Climático (SREX)” el cual define
la interacción de factores climáticos, ambientales y huma-
nos que conducen a los efectos adversos de los fenóme-
nos climáticos extremos y los desastres, las opciones para
la gestión de los riesgos de los impactos y desastres, y el
importante papel que juegan los factores no climáticos en la
determinación de los impactos (IPCC, 2012).
En Cuba, los estudios realizados hasta el momento de-
muestran que el clima está transitando hacia un estado con
características similares a las proyectadas por el IPCC para
la región del Caribe. En particular, el incremento de la tem-
peratura superficial del aire; la reducción del rango diurno
de la temperatura; la mayor frecuencia de sequías largas y
severas, especialmente en verano; y el aumento de los tota-
les de lluvia asociados a eventos de grandes precipitaciones
en invierno (CITMA, 2012). Esto condicionará la disminución
de las disponibilidades de agua, tanto superficial como sub-
terránea, el deterioro de la calidad del agua, cambios com-
plejos en la dinámica de las relaciones de los componentes
ambientales en los sistemas naturales y humanos de mayor
interés, etc. (CITMA, 2012).

530
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Según la Segunda Comunicación Nacional de Cuba


(2CNC) a la CMNUCC se puede asegurar que en el país
(Planos et al., 2012):
v Se observa un incremento en la temperatura super-
ficial del aire de 0.9°C, desde mediados del pasa-
do siglo. No obstante a dicho incremento, y que las
últimas dos décadas han sido las más cálidas re-
gistradas, se ha producido un ligero descenso de
la temperatura superficial desde comienzos de los
años 90, lo que se considera una estabilización alre-
dedor de un valor medio muy alto. El incremento an-
tes descrito, está condicionado por el aumento de la
temperatura mínima promedio, calculado en 2.9°C.
v El promedio anual nacional de precipitación muestra
una ligera y no significativa tendencia al incremento,
no así regionalmente; en este sentido, la variación
más importante de este elemento climático se rela-
ciona con la tendencia a la disminución de la preci-
pitación en la Región Oriental, que desde la década
de los años 90 ha manifestado un déficit significativo
en los acumulados de precipitación. Las lluvias del
período poco lluvioso han aumentado, acompaña-
das de un incremento en las anomalías extremas.
v Ha habido un significativo incremento de los eventos
de sequía registrados en el período 1961-1990 con
respecto al 1931-1960, lo que mantuvo su continui-
dad en las sequias que afectaron la mitad oriental
del país desde principios de los años 90, acentuán-
dose hasta culminar con el gravísimo proceso de
sequía ocurrido en esta región desde mayo del año
2003 a mayo del 2005, el cual progresivamente se
extendió a todo el país.
v Desde 1996 se inició un período muy activo de la
actividad de huracanes sobre Cuba, principalmente
desde el año 2001, de tal forma que, entre el 2001 y

531
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

el 2008, el país fue afectado por nueve huracanes.


Sin embargo, si bien existe una ligera tendencia al
incremento a largo plazo en la frecuencia de huraca-
nes que afectaron a Cuba (1791–2008), esta no es
estadísticamente significativa.
v Es de suma importancia la ocurrencia de siete (7) hu-
racanes intensos desde el 2001, cifra que no se ha-
bía registrado en década alguna desde el año 1791
hasta el presente. Tal récord se asocia al incremento
observado en toda la cuenca del Océano Atlántico,
incluyendo el Mar Caribe, y puede estar condiciona-
do, ante todo, a los muy altos valores de la tempe-
ratura del mar en el Caribe, registrados desde 1998.
v El comportamiento del índice de aridez hidrológica
en los escenarios analizados resulta altamente in-
quietante, pues para el climoperíodo 2080 ya apa-
recen verdaderos semidesiertos en la Región Cen-
tro-Oriental de Cuba, según la clasificación climática
original de Budyko, en el escenario ECHAM4 A2.
En los escenarios construidos con el escenario de
emisión de gases B2 tal fenómeno también ocurre
aunque en áreas de menor extensión en la zona de
Guantánamo, el valle del Cauto y el Norte de Tunas
y Holguín.

En Cuba, el mayor desarrollo de la actividad turística


está ligado a la zona costera y sus recursos marinos. Es-
tos espacios son muy vulnerables a los procesos naturales
y antrópicos, pudiendo no corresponderse con la estructura,
funcionamiento y evolución de sus paisajes (La O, Salinas
y Licea, 2012). Para los decenios venideros el CC será un
cambio decisivo que afectará al desarrollo y la gestión del
turismo en territorios insulares y costeros (La O y Salinas,
2011). En la 2CNC presentada por el Gobierno de Cuba re-
cientemente, se expone que en el entorno de los sistemas

532
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

litorales y los recursos marinos las zonas más vulnerables


son las costas bajas y de suave pendiente, en las cuales se
encuentra ausente o deteriorado sistemas protectores como
los manglares y las barreras coralinas (Planos et al., 2012).
La erosión en las playas es un fenómeno generalizado
en el Archipiélago Cubano y ocurre con un ritmo estimado
de retroceso de la línea de costa de 1.2 m/año, aunque exis-
ten reportes superiores a 2.5 m/año en varios sitios del país.
Esta intensidad es similar a la reportada para la región del
Caribe. Existen evidencias de origen instrumental de una
aceleración del ascenso del nivel medio del mar relativo en
algunas localidades al Norte, por ejemplo 0.214 cm/año en
la estación Siboney ubicada en La Habana a los 23º05.6´N
y 82º28.2´E, y 0.143 cm/año en la estación Gibara en la Re-
gión Oriental a los 21°06.5´N 76°07.5´E.
El informe de Cuba también plantea que las condiciones
climáticas esperadas para finales del siglo XXI darán lugar
a una disminución gradual del escurrimiento fluvial hacia las
aguas de la plataforma, con el consecuente aumento de la
salinidad de las mismas. Esto puede aumentar la salinidad en
los estuarios y el proceso de intrusión salina en los suelos, so-
bre todo en la estación seca del año. Los cambios del patrón
de las precipitaciones y del escurrimiento, así como un mayor
uso del recurso agua pueden traer como consecuencia cam-
bios en los efectos de las anomalías pícnicas que generan
movimientos de las aguas someras y afectaciones a los eco-
sistemas marinos costeros (Planos et al., 2012). Aumentarán
las áreas de los humedales a expensa de las planicies coste-
ras bajas, que gradualmente se inundarán de forma perma-
nente, con la consecuente extensión tierra adentro del proce-
so de flujo y reflujo de las aguas debido a la marea.
En Cuba, con la planificación turística llevada a cabo
desde hace unas décadas, se han propuesto como estra-
tegia el desarrollo de 16 regiones para la actividad turística.
Estas se localizan fundamentalmente en espacios litorales,

533
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

con el fin de convertir a la mayor isla del Caribe en el destino


de sol y playa más importante de la región. Este proceso
inversionista representa un gran reto a la isla de Cuba, no
teniendo precedente dadas las características y atributos de
los paisajes litorales, los cuales son espacios vulnerables a
los cambios naturales y antrópicos, que pueden no corres-
ponderse con la estructura, funcionamiento y evolución de
estos espacios geográficos (La O, 2005).
El Estado cubano, partiendo de su Estrategia Ambien-
tal Nacional y sobre base del ordenamiento ambiental y los
resultados de diversas investigaciones, incide en garantizar
la introducción de la dimensión ambiental desde el planea-
miento territorial de los polos turísticos hasta la microlocali-
zación de las instalaciones. Según el Ministerio de Turismo
(MINTUR) de Cuba todos los polos turísticos cuentan con
sus estudios de peligro y riesgos naturales, permitiéndoles
modelar las situaciones extremas y a su vez elaborar regula-
ciones para el uso del suelo en áreas y regiones con distin-
tos grados de exposición.

Mitigación

La comunidad internacional se ha comprometido a reducir


las emisiones de GEI. Mecanismos como la CMNUCC y el Pro-
tocolo de Kyoto confluyen en el interés común de los países a
pesar de sus diferencias y la flexibilidad en el cumplimiento de
las metas a los países desarrollados. Vale destacar que entre
los 10 primeros emisores de CO2 a nivel mundial no hay ningún
país perteneciente a la región latinoamericana y caribeña; en-
contrándose entre los 20 principales emisores, México (lugar
13) y Brasil (lugar 17) con 459 y 374 millones de toneladas de
CO2 respectivamente (en el año 2009). Las emisiones conjun-
tas de los 6 mayores emisores de CO2 de América Latina y el
Caribe solo representaron el 17% de las emisiones de China en
el año 2009 (Somoza-Cabrera et al., 2013).

534
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Es notorio señalar que acciones de mitigación promo-


vidas mundialmente como los Mecanismos de Desarrollo
Limpio (MDL) y la Reducción de Emisiones por Deforesta-
ción Evitada (REDD) están perpetuando una división global
o diferenciación espacial del trabajo: facilitando a los países
desarrollados el avanzar en la industria y tecnología, y a los
países en desarrollo el orientarse hacia la primarización de
sus economías, especializándose en el cuidado de bosques
y en cultivos de especies forestales o para biocombustibles
(Pabón, 2013); ampliándose la brecha tecnológica y agudi-
zando la diferencia en el desarrollo entre los países desarro-
llados y en desarrollo.
Cuba, como signataria del “Parte No-Anexo I” de la CM-
NUCC no tiene compromisos vinculantes de reducir sus emi-
siones de GEI. A pesar de ello, desde hace algunos años, en
el país se desarrollan diferentes programas que contribuyen
a la reducción de las emisiones. Además en el caso cubano
concurren dos elementos a tomar en consideración. Primero,
la reducción de emisiones como consecuencia de la crisis
económica y segundo, la reducción relativa de emisiones
como resultado de una política energética que pone espe-
cial énfasis en una mayor eficiencia y un mejor uso de las
fuentes nacionales de energía.
En Cuba, el sector energético es el más importante en el
aporte de las emisiones de GEI, y tuvo una contribución de un
73.6% (63.8%CO2; 41.5%NOX; 76.8%SO2) del total de las emi-
siones en Cuba en el año 2006; le siguen por su importancia
la industria manufacturera y la constructiva, que en conjunto
aportan el 23.7% del CO2, el 22.6% del NOX y el 19.6% del
SO2 (Manrique, 2013). Los gases más significativos origina-
dos en los procesos de combustión son el dióxido de carbono
(CO2) y los óxidos de nitrógeno (NOX), cuyas concentraciones
sufren una disminución en el 2006 con respecto al año base
(1990, año donde se produjeron los mayores niveles de emi-
siones en Cuba) de 17% y 30.4% respectivamente; el dióxido

535
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

de azufre (SO2) que debido a la utilización y propiedades del


crudo nacional experimenta un aumento de concentración
marcada en el aire durante todo el periodo, del 39% con res-
pecto al 1990. En la Figura 6 se pueden apreciar los niveles y
metas de reducción de emisiones, las cuales en ambos casos
son superiores a los niveles de emisiones observados en el
periodo 2000-2015 y el nivel de emisiones “ideal” correspon-
diente a un alto nivel de eficiencia.

Figura 6. Emisiones GEI y compromisos de Cuba (tomando


como años base el 1990 y 2005)

Fuente: Cubaenergía, Somoza-Cabrera et al., 2013.

En la 2CNC a la CMNUCC, se lograron identificar 22 op-


ciones de mitigación que llevan implícito el mejoramiento de
la eficiencia energética, de estas opciones nueve (9) corres-
ponden a opciones de mitigación en el uso de la energía en
el sector residencial, diez (10) en la generación de electri-
cidad y tres (3) en el sector transporte (sin incluir el cambio
de gasolina por alcohol y de diesel por biodiesel donde las
mejoras de eficiencia no son evidentes). En su conjunto es-

536
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

tas opciones evitarían anualmente emisiones de GEI, en es-


pecial CO2, en el orden de los 7.3 millones de toneladas, con
beneficios adicionales (costos negativos) del orden de los
53 a 174 US$/t CO2 evitado (Somoza-Cabrera et al., 2013).
En la actualidad se están ejecutando en Cuba cuatro
(4) proyectos MDL, estos son: la reducción de emisiones de
CO2 en la producción de cemento en Cienfuegos al Sur del
país, la captura de metano en vertederos de las ciudades
Habana y Santiago de Cuba, y la optimación de la produc-
ción energética a partir del gas natural en las plantas Ener-
gas de Varadero y Járuco en la Región Occidental del país.
Además se cuenta con un grupo de proyectos MDL en cur-
so que están vinculadas principalmente con la generación
eléctrica a partir de biogás y biomasa de las industrias azu-
carera, arrocera y forestal; aumento de las capacidades en
la generación eléctrica con el uso de energías limpias como
son la instalación de ocho (8) hidroeléctricas y la construc-
ción de un parque eólico en la costa Norte de Camagüey;
y la sustitución de luminarias consumidoras por otras más
eficientes (Cuba, 2013). Se puede concluir que las priori-
dades de Cuba en el tema de mitigación están en el sector
energético, y principalmente en la generación eléctrica, el
transporte y la agricultura.
El sector turístico no tiene ningún proyecto MDL a nivel
nacional o regional, pero cuenta con potencialidades para
el mejoramiento de su eficiencia energética, y para el desa-
rrollo y utilización de fuentes renovables de energía. Estas
acciones y medidas estarían enfocadas hacia
v Introducir las actividades vinculadas a la mitigación
en el inventario periódico (emisiones y absorciones) de GEI
como herramienta interna de evaluación ambiental.
v Proporcionar incentivos para el aumento del índice
de desarrollo tecnológico en los medios de transporte, así
como fomentar las asociaciones entre el transporte y los di-
ferentes actores del sector turístico.

537
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

v Desarrollar e implementar los llamados “productos


de movilidad blanda” como transporte de baja emisión de
carbono; mejorar los sistemas de reserva por Internet y sis-
temas de distribución global, disminuyendo las emisiones y
permitiendo a las agencias que propicien productos de mo-
vilidad blanda; adaptación de la promoción nacional, regio-
nal y local hacia mercados de menos intensidad de carbo-
no; desarrollar productos con mayor duración en la estancia
para destinos de larga y mediana distancia.
v Usar nuevas tecnologías para la conservación de la
energía en los establecimientos de hospedaje; uso de com-
bustibles alternativos y fuentes renovables de energía; ges-
tión integrada de las emisiones de GEI, una gestión ambiental
más amplia; elevar la concientización entre los consumidores
sobre el reciclaje; desarrollar capacidades de construcción
relacionadas con el CC y la arquitectura e ingeniería.
v Estimular la sustitución y la complementariedad de
las fuentes convencionales de energía por fuentes renova-
bles en los hoteles.

Adaptación

La adaptación al CC requiere un ajuste de los sistemas


naturales y/o humanos, en respuesta a estímulos climáticos,
minimizándose los posibles daños ocasionados y/o poten-
ciándose los efectos positivos de los impactos del CC (IPCC,
2007). Estas iniciativas y medidas encaminadas a reducir la
vulnerabilidad de los sistemas ante los efectos del CC se
pueden caracterizar por ser varios tipos, como por ejemplo:
anticipadoras, pro-activas o reactivas, autónomas, espontá-
neas o planificadas, privadas o públicas.
La mayor significación de la adaptación es que es el único
camino para enfrentar los impactos resultantes de un calenta-
miento global, del cual se plantea que es inevitable debido a
las emisiones de GEI pasadas; siendo la adaptación una res-

538
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

puesta disponible, conveniente y de bajo costo económico.


Esta cuestión pasa por elaborar políticas ambientales integra-
les y sistémicas, que en lo fundamental estarían enfocadas a
la adaptación, no al CC, sino a la creación de modelos de ex-
plotación de los recursos y servicios ambientales adaptativos,
o sea que traten de adaptarse a los mecanismos estructurales
y funcionales de los sistemas naturales. O sea, garantizar que
la sostenibilidad ambiental natural, sea el manejo del ámbito
al cual deberían adaptarse los sistemas económicos y socia-
les, tal y como fue propuesto originalmente por Peter Nijkamp
en los años 80 del siglo XX, y tal y como fue concebido en
la Cumbre de la Tierra y en la Agenda 21, documentos fun-
dacionales de la concepción original de desarrollo sostenible
aceptada prácticamente por todos los gobiernos y movimien-
tos sociales en 1992 (Mateo, 2012).
Según Pichs (2012) a la hora de diseñar programas de
adaptación al CC han de tomarse en cuenta tres niveles de
actuación: los esfuerzos nacionales, la integración regional
y la cooperación internacional. En el caso cubano se deben
aumentar los esfuerzos en integrar las dimensiones econó-
mica, social y ambiental como parte de las estrategias de
desarrollo sostenible; siendo fundamental determinar los po-
sibles acontecimientos ante distintas circunstancias en los
escenarios socioeconómicos y ambientales evaluados, con
el fin de diseñar las políticas y las líneas de actuación más
convenientes según las prioridades e intereses del país. Es-
tos esfuerzos nacionales necesariamente tendrán que estar
complementados con los procesos de integración subregio-
nal, como la Asociación de Estados del Caribe, la Comuni-
dad del Caribe (CARICOM), y la recién creada Comunidad
de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Las acciones para la adaptación deberán comenzar con
la pregunta ¿adaptarse a qué?, la respuesta estará basada
en el análisis de la relación de las comunidades, los secto-
res socioeconómicos, y con la identificación de los posibles

539
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

efectos del CC. El segundo paso consistiría en una evalua-


ción de los impactos que el cambio en los patrones clima-
tológicos causaría y en la valoración de la vulnerabilidad de
los sistemas naturales y humanos frente a la amenaza que
constituyen estos cambios (Pabón, 2013). La reducción de
esa vulnerabilidad es una de las principales vías hacia la
adaptación. Esto es un proceso a largo plazo, de actualiza-
ción continúa, en el que se desarrollan programas ajustables
por el progreso del conocimiento y por la experiencia que se
tenga en el desarrollo de las acciones planteadas.
En este sentido, no sería lo fundamental la adaptación y
mitigación ante el CC, sino la búsqueda del funcionamiento
de los sistemas humanos en armonía, y no en contradicción
con los sistemas naturales. Para ello se exige de escenarios
de organización espacial, que tomen en cuenta la dimensión
espacio – temporal compleja del cambio ambiental. Esto no
significa, dejar a un lado el Protocolo de Kyoto, y la lucha con-
tra los efectos negativos del CC, sino insertarlas y articularlas
en la construcción de escenarios que incorporen la sostenibi-
lidad ambiental en los procesos de desarrollo (Mateo 2012).
La construcción de estos escenarios será más exitosa
en la medida en que las comunidades y sus sistemas de
gobernanza tengan un adecuado grado de concientización
con relación a los problemas que enfrentan; y su capacidad
de respuesta incluya un conjunto de elementos tales como:
los recursos financieros, tecnología, recursos humanos,
redes institucionales, voluntad gubernamental y política, y
presencia de organizaciones sociales como sujetos activos
frente a estos procesos.
En Cuba, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio
Ambiente (CITMA) tiene el papel rector de la adaptación del
país al CC, coordinando y asesorado al Gobierno y al res-
to de sus dependencias ministeriales. De acuerdo con los
escenarios de CC que vaticinan los expertos del CITMA, se
predice que en lo que resta de siglo el ascenso paulatino del

540
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

nivel medio del mar es la principal amenaza del CC a largo


plazo en el litoral cubano. En primer lugar, este proceso oca-
sionará el aumento de las zonas sumergidas del archipiéla-
go con un aumento gradual de las zonas permanentemente
inundadas. También, aumentarán las zonas temporalmente
inundadas debido a las oscilaciones de la marea, y a las
variaciones del nivel del mar que ocurren como consecuen-
cia de eventos meteorológicos severos (Hernández et al.,
2010). En general, se pronostica un ascenso de 27 cm para
el año 2050, y de 87 cm para el 2100, implicando la dismi-
nución gradual de la superficie emergida de la isla en zonas
bajas en un 2.31% para el año 2050 y 5.44% a fines de siglo
(CITMA, 2010); y creándose las condiciones más favorables
para la erosión costera y una mayor penetración de la cuña
salina en los ríos y en el manto freático (Planos et al., 2012),
por lo que se debilitarán los ecosistemas: playa, arrecifes
de coral, manglares y pastos marinos, que son los recursos
naturales que soportan la actividad turística cubana.
Actualmente a nivel nacional se está trabajando en la
implementación de las estrategias en lo que se ha denomi-
nado Programa de Enfrentamiento al Cambio Climático de
la Sociedad Cubana, las mismas se han identificado a partir
de los resultados y las directrices del Macroproyecto de la
Agencia de Medio Ambiente “Peligros y vulnerabilidad cos-
tera (2050-2100)” y la Estrategia Nacional Ambiental. A nivel
territorial y local se han creado las premisas de trabajo y los
planes de acciones para el periodo 2011-2016 en los gobier-
nos provinciales y locales, así como dependencias territoria-
les del MINTUR y el CITMA, partiendo en todos los casos de
las bases planteadas a nivel nacional.
Según Eduardo Planos (2012), especialista del Centro
del Clima en Cuba y coordinador de la 2CN, en Cuba se
trabaja para encontrar soluciones viables a los problemas
causados por el calentamiento en los sectores priorizados
de la economía. En la 2CNC el sector turístico no aparece

541
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

incluido explícitamente, sino que se refiere al espacio donde


este se desarrolla: la zona costera y los recursos marinos.
En este sentido las principales acciones adaptativas están
vinculadas con el incremento en la eficiencia en el uso del
recurso agua en la economía, acciones de educación am-
biental para la población, los tomadores de decisiones y en
los centros educacionales, la implementación de herramien-
tas legales posibles para la conservación de los ecosiste-
mas marinos costeros, el uso sostenible de los mismos, y la
adecuación de la sostenibilidad de estos sistemas naturales
al conocimiento predictivo del CC.
De manera más concreta en cuanto a la zona costera y
los recursos marinos se han comenzado a implementar va-
rias estrategias como son:

v de retroceso, vinculadas a la no construcción de


áreas residenciales, fábricas u hoteles en las zonas bajas
con perspectivas mayores de 50 años.
v de acomodamiento, destinadas a desarrollar con-
cepciones constructivas en la infraestructura adaptadas a
las inundaciones temporales para las zonas bajas.
v de protección, con el objetivo de desarrollar la rege-
neración de las playas sobre la base de “soluciones blan-
das” en combinación con otras tecnologías, y el desarrollo
de sistemas de monitoreo (mediciones sistemáticas) y de
alerta temprana con tecnologías de punta así como de nue-
vas tecnologías de ingeniería de costas.

El turismo por su parte comienza a trabajar en la adop-


ción de medidas de adaptación al CC vinculadas a la inclu-
sión del turismo en el Manejo Integrado de las Zonas Cos-
teras (MIZC), en la mejora de las normas de localización de
los establecimientos turísticos (ej. alejamiento de la línea de
costa), en la integración de los factores de CC en el marco
regulatorio de la actividad turística, y en la implementación

542
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

de técnicas de conservación del agua. También se trabaja


en la diversificación de los productos turísticos para redu-
cir la estacionalidad, la promoción del conocimiento sobre
el CC entre las empresas turísticas y sus clientes, y parale-
lamente en el establecimiento de sistemas de protección y
rehabilitación de las playas y las costas, en la reducción de
las actividades turísticas cercanas a los arrecifes de coral
y en la prevención y preparación para el enfrentamiento de
fenómenos meteorológicos extremos con una mejora de la
disponibilidad de información climática en el sector turístico.
Este proceso de adaptación que parte de políticas y es-
trategias nacionales debe perfeccionarse aún más en su ins-
tancia local y regional, con la articulación entre los sistemas
naturales y los humanos tomando en cuenta la dimensión es-
pacio – temporal, en aras de lograr una mayor sostenibilidad
de la actividad turística en la nación cubana. En tal sentido
se plantea la multi-dimensionalidad del proceso adaptativo
en el sector turístico, poniendo pautas en el ámbito: institu-
cional y/o gubernamental, ambiental, infraestructura turísti-
ca, y educacional.
En el ámbito institucional y/o gubernamental, se hace ne-
cesario definir acciones adaptativas de carácter local e inte-
gradas a las estrategias de desarrollo territorial (zona coste-
ra) y sectorial (turismo). Esto facilitaría mejoras del proceso
de planificación ambiental costera, potenciando la identifi-
cación de áreas de riesgos climáticos para su gestión. Y a
su vez refinar las normas y directrices de ordenamiento terri-
torial relacionadas con la actividad turística, como por ejem-
plo la relocalización y demolición de instalaciones ubicadas
los lugares bajo estos riesgos.
En cuanto a la dimensión ambiental, se requiere conti-
nuar trabajando y perfeccionado el ordenamiento, la funcio-
nabilidad y las legislaciones de la zona costera y los recursos
marinos a través del MIZC. También en el fortalecimiento de
las capacidades locales de adaptación al potenciar el rol de

543
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

los sistemas naturales como infraestructura natural de pro-


tección costera como son: la reforestación y conservación
de los manglares, fomento de vegetación estabilizadora de
dunas, alimentación artificial con arena y mejorar la gestión
de los aportes de residuos al mar que están deterioro de las
barreras de coral. Así como consolidar la gestión ambiental
de las empresas turísticas con la participación, asesoría y
complementariedad en los programas de monitoreo de pla-
yas, su calidad del agua.
En lo relacionado con la infraestructura turística se pre-
cisa re-estructurar los reglamentos y normas constructivas,
modificando los diseños y materiales de puertas, ventanas
y techos, haciéndolos resistentes a condiciones de vientos
extremos. En las instalaciones hoteleras se requieren la im-
plementación de dispositivos de ahorro de agua y energía,
de un mejor manejo en los sistemas de tratamiento y distri-
bución de agua, y la educación de los clientes en la reduc-
ción del consumo de agua. Además las instalaciones deben
contar con planes de cobertura y procedimientos antes del
comienzo de la temporada ciclónica, como: formación y ca-
pacitación del personal, la poda de árboles y cosecha de
frutos como cocos, con el fin de evitar accidentes; y la ne-
cesidad de sistemas de alerta temprana en línea directa con
el servicio meteorológico, no tan solo a nivel nacional, sino
también a escala regional y local.
En la dimensión educacional, las medidas deben hacer
hincapié en la implementación de programas de divulgación
comunitaria, y en campañas públicas de sensibilización a
través de los medios sociales de comunicación sobre temas
como: la conservación del agua, los riesgos de la radiación
ultravioleta, la protección de barreras de coral, manglares
y playas; así como la colocación de carteles y señales que
adviertan la prohibición de actividades humanas que dañen
la zona costera y sus recursos. En este accionar es reco-
mendable la evaluación paulatina del nivel de conocimientos

544
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

sobre el tema de las empresas, sus empleados y clientes, lo


que mejorará la relación de confianza entre los visitantes y
los destinos turísticos.

Conclusiones

v Existe una tendencia al incremento en la producción


científica referente a las problemática del CC, y particular-
mente a su impacto y adaptación en las regiones costeras
tropicales. La mayor visibilidad científica la tienen los países
desarrollados, encabezados por Estados Unidos y el Reino
Unido en el campo académico, los que particularizan en las
aristas del problema, y deja a un lado el principio de la com-
plejidad sistémica del planeta Tierra.
v En la incipiente literatura internacional sobre turismo
y CC existen dos grandes líneas de investigación y divulga-
ción. Una primera encaminada a evaluar la responsabilidad
del turismo en la emisión de GEI y las posibilidades de la
mitigación de los efectos negativos de la actividad turística,
y una segunda dirección orientada a evaluar los efectos del
CC sobre el turismo, particularmente en los destinos litorales
e insulares en latitudes tropicales que ha generado estrate-
gias de adaptación a los efectos producidos por el CC en el
turismo. Ambas direcciones son complementarias y necesi-
tan profundizar en los aspectos metodológicos y prácticos
de su aplicación.
v Dada la íntima relación turismo litoral y clima, se con-
sidera que las manifestaciones regionales repercutirán deci-
sivamente en los destinos turísticos caribeños, obligando a
todos los interesados a adaptarse, lo que supondrá el desa-
rrollo de la capacidad de adaptación, la cual se sustenta en
los recursos económicos y naturales de cada región o país,
las redes sociales, las estructuras institucionales y de gobier-
no, la voluntad política, los recursos humanos y la tecnología.

545
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

v En Cuba se trabaja en la adopción de medidas adap-


tativas vinculadas a la inclusión del turismo en el MIZC, en la
mejora de las normas de localización de las instalaciones tu-
rísticas, en la integración de los factores y procesos climáticos
en el marco regulatorio de la actividad turística, en la diversi-
ficación de los productos turísticos para reducir la estaciona-
lidad del turismo, y la promoción del conocimiento sobre el
cambio climático entre las empresas turísticas y sus clientes.
v Los impactos del CC se han convertido en el principal
tema ambiental a nivel mundial por sus demostradas afecta-
ciones al desarrollo y la gestión socioeconómica. Estos im-
pactos requieren de una acción inmediata de los tomadores
de decisiones a nivel local, regional y global basada en la
vasta producción académica y científica que documenta y
comprueba la problemática del CC.

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Los Estudios del Paisaje aplicados


a la Planificación Territorial del Turismo
en Cuba

Eros Salinas Chávez


Eduardo Salinas Chávez

Resumen

Desde hace varias décadas se viene trabajando en Cuba la


planificación del turismo sobre la base del uso de unidades
espaciales de síntesis, que permiten integrar los elementos y
procesos naturales con la actividad humana y establecer las
bases para la propuesta del modelo de uso turístico de cada
territorio, fundamentada en la determinación de su aptitud
para las diversas actividades turístico-recreativas, el cálculo
de la capacidad de carga y los umbrales ambientales al de-
sarrollo de las diferentes modalidades turísticas.
Este trabajo tiene como objetivo principal identificar y
caracterizar las investigaciones geográfico-paisajísticas
aplicadas a la planificación territorial del turismo, realizadas
en Cuba a partir de 1975, en particular las llevadas a cabo
en instituciones de turismo y la Universidad de La Haba-
na, destacando la importancia y significado posterior que
para otras instituciones tuvo la aplicación de este enfoque
integrador, fundamentado en el empleo de las unidades de
paisajes, como base conceptual teórico-práctica de los tra-
bajos investigativos territoriales.
En la etapa actual se avanza en la planificación y la ges-
tión de los destinos turísticos, la incorporación de indicado-

555
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

res para medir la sostenibilidad de los modelos de desarrollo


aplicados, la gestión local del turismo y la certificación am-
biental de instalaciones, productos y destinos que, junto con
la capacitación y formación de los especialistas necesarios
para el crecimiento previsto de la actividad y con el desarro-
llo de proyectos de investigación-desarrollo, permiten avan-
zar hacia la sustentabilidad del turismo en el archipiélago
cubano a mediano y largo plazo, incorporando además en
años recientes los Estudios de Riesgos y el Análisis de la
Adaptación del Turismo al Cambio Climático.

Introducción

El turismo es un fenómeno socio-económico y cultural que


se encuentra en pleno proceso de crecimiento y diversifi-
cación, lo que trae consigo, entre otros numerosos efectos,
la valorización y revalorización de viejos y nuevos espacios
(como los litorales y las montañas). Su acelerado crecimien-
to ha ocasionado que se convierta en la principal actividad
socio económica de muchos países insulares, obviándose
en la mayoría de estos países los criterios de racionalidad
y sostenibilidad para el uso de sus recursos básicos, dado
el carácter masivo y acelerado de dicha actividad. Es por
esto que la Planificación y Gestión Territorial del Turismo se
convierte en la base del desarrollo de nuevos destinos y la
reactualización de los viejos, siendo necesario para esto la
utilización de un enfoque integrador, sistémico y holístico,
que en nuestro caso se ha asumido desde la perspectiva
del paisaje o geosistema como unidad espacial geográfica
definida como

un sistema espacio-temporal, complejo y abierto, que se origi-


na y evoluciona justamente en la interface naturaleza-sociedad,
en un constante estado de intercambio de energía, materia e

556
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

información, donde su estructura, funcionamiento, dinámica y


evolución reflejan la interacción entre los componentes natura-
les (abióticos y bióticos), técnico-económicos y socio-cultura-
les (Mateo, 2008; Salinas, 1991).

Planificación territorial del turismo en cuba

Evolución del turismo en Cuba

El surgimiento del turismo en Cuba y su desarrollo ha es-


tado en correspondencia estrecha con la historia económica
y político-social del país. En el siglo XIX y en la primera mitad
del siglo XX, el desarrollo turístico estuvo caracterizado, en
términos generales, por la inexistencia de una política defi-
nida para aumentar o sostener los avances alcanzados en
ciertos períodos.
En la segunda mitad del siglo XIX ya operaban en La Ha-
bana tres importantes hoteles, el Hotel Santa Isabel ubicado
frente a la Plaza de Armas en el antiguo Palacio del Conde
de Santovenia y los hoteles Inglaterra y Telégrafo, este últi-
mo considerado en su época como el mejor, pues disponía
de habitaciones con baños propios, restaurante a la carta y
personal que hablaba varios idiomas, ubicados ambos en la
conocida Acera del Louvre, centro de reuniones y actividades
conspirativas contra la colonia española. Estas tres instala-
ciones de alojamiento sometidas a diferentes transformacio-
nes y reparaciones funcionan en la actualidad, en particular
el Inglaterra lo ha hecho de manera ininterrumpida desde su
inauguración, los otros dos han estado cerrados y dedicados
en diferentes periodos a otras actividades no turísticas.
Entre las primeras referencias de archivo de llegadas de
visitantes extranjeros se encuentran, a finales del siglo XIX,
los registros del antiguo Hotel Trocha (inaugurado en 1886),
ubicado en el actual barrio del Vedado, en La Habana, don-

557
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

de aparece la descripción de un gran número de ciudada-


nos norteamericanos que venían a Cuba por diferentes moti-
vos, paseos y negocios.
Diversos especialistas señalan en sus estudios la exis-
tencia de tres o cuatro etapas del desarrollo turístico de
Cuba, según los criterios empleados al dividir las mismas
(Villalba, 1993; García. A., 1998 y 2005, Mundet, Ll. y Ed. Sa-
linas, 2000 y Salinas, Er. 2003). En este trabajo se ha prefe-
rido analizar el desarrollo del turismo en Cuba en dos perio-
dos, que a su vez se pueden subdividir en distintas etapas.

Periodo pre-revolucionario (1902-1958)


El primer intento de organizar la actividad turística con
el propósito de su fortalecimiento, se realizó el 8 de agos-
to de 1919, con la creación oficial de la llamada Comisión
Nacional para el Fomento de Turismo; por lo cual, se puede
afirmar que el surgimiento del turismo como industria se pro-
duce en esta fecha. A partir de entonces, se comenzaron a
construir una serie de obras con fines turísticos, proceso que
se apoyó en el gran auge económico nacional, resultado del
alza desmedida de los precios del azúcar en el mercado
internacional al concluir la Primera Guerra Mundial.
Estos factores motivaron un crecimiento continuo en la
entrada de visitantes extranjeros con fines turísticos, el que
se mantuvo, de acuerdo con informaciones estadísticas,
hasta 1928. Cuba se convierte en el principal destino del
Caribe y según los primeros datos oficiales en la temporada
1924-25, arribaron 31 566 turistas, cuando el Caribe reci-
bía según estimados sólo un total de 88 200 turistas y las
islas cercanas a EE.UU. como Bahamas y Bermudas, casi
no recibían visitantes. A esto contribuyó la amplia promo-
ción de Cuba realizada en los EEUU en este primer cuarto
del siglo XX, matizada por el interés de convertir a Cuba en
una dependencia no sólo económica y política sino cultural
también.

558
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

A partir de ese año, se inició un período de crisis en la


economía del país, que influyó en la industria turística y cuyo
mínimo fue en 1934. En el período de 1935-1941, comienza
una recuperación de la actividad turística en Cuba la que se
manifiesta en un crecimiento del número de visitantes.
Es de destacar que según estadísticas del Banco Nacio-
nal de Cuba el promedio de turistas anuales, en el periodo
de 1934-1941 fue de 134 271, con una estancia media de
8 días y un gasto por visitante de unos 100 dólares, lo que
suponía ingresos anuales superiores a los 12 millones de dó-
lares como promedio (Villalba, 1993).
La Segunda Guerra Mundial provocó la caída del turis-
mo en el mundo, pero con su fin, en 1945, se produce un
alza en los viajes turísticos y en general en la principal rama
económica de Cuba: el azúcar. Se incrementa entonces el
número de turistas extranjeros (especialmente norteameri-
canos) que visitan Cuba coincidiendo esto con el auge del
juego y la apertura de numerosos casinos, principalmente
en La Habana. Durante estos años EE.UU. constituía nuestro
principal mercado emisor, con una cuota de participación de
alrededor del 88% del total de visitantes
Este hecho, unido a las facilidades brindadas para viajar al
extranjero, trajo como consecuencia la salida de los cubanos
de más altos ingresos, que gastaban más en el exterior, que el
dinero dejado por los turistas extranjeros en el país, lo cual pro-
vocó un déficit que se mantuvo hasta 1956. A principios de la
década del 50 del pasado siglo, Cuba se convirtió en el primer
destino turístico del Caribe con más de 6500 habitaciones y
una capacidad de alojamiento de 12 067 plazas en 1951, reci-
biendo ese año 188 000 turistas lo que representaba el 26.4%
del total de visitantes del Caribe y el doble del segundo destino
en importancia de la región, Jamaica con 13.1%.
Desde el punto de vista económico, se ha comprobado
que el turismo de esta época seguía en importancia a la lla-
mada “segunda industria nacional” (el tabaco), de acuerdo

559
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

con los ingresos percibidos; aunque ya en 1957, llegó a ocu-


par el segundo lugar, después del azúcar, en relación al total
de las exportaciones.
Uno de los factores que influyeron en el desarrollo del turis-
mo, fue el incremento de las inversiones hoteleras, en especial
el auge producido desde 1952 hasta 1958. En estos años, las
construcciones hoteleras arrojaron un aumento en la capacidad
de alojamiento, lo que, unido al incremento de las existentes y
al aumento del alojamiento no hotelero (casas y apartamentos),
hicieron que la capacidad se incrementara notablemente. Este
saldo permitió superar uno de los factores que más frenaba
el desarrollo turístico del país. Se construyeron en La Habana
importantes hoteles como el Habana Hilton, el Riviera y el Ca-
pri y en Varadero los hoteles Oasis e Internacional, además de
iniciarse la construcción de la gran Marina Barlovento al Oes-
te de La Habana, otras obras se añadieron a esos propósitos
desarrollistas del turismo, la conclusión del túnel de la bahía
de La Habana, el campo de golf de Colinas de Villareal y la
Vía Blanca, autopista que comunicaba las dos principales zo-
nas turísticas: la capital con la playa de Varadero. Estas obras
mostraban el interés combinado de la mafia norteamericana y
del gobierno entreguista de aquellos momentos de convertir a
Cuba y en especial a La Habana en un gran burdel y casino
cercano a las costas de los EE UU (ver Cuadro 1).

Cuadro 1 Capacidad hotelera de Cuba a fines de 1951.

Número de
Provincias Capacidad de alojamiento
habitaciones
Pinar del Río 172 352
La Habana 4 118 7 636
Matanzas 1 000 2 153
Las Villas 462 641
Camagüey 418 650
Oriente 382 635
TOTAL 6 552 12 067
Fuente: Banco Nacional de Cuba, Estadísticas Bancarias, BNC,
La Habana, 1955.

560
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

En 1957, se alcanzó la cifra más alta de arribos con 272


265 visitantes, de los cuales el 85% eran norteamericanos
atraídos en su gran mayoría, por la publicidad denigrante
que ofrecía La Habana, como centro de juegos y prostitu-
ción del Caribe. De esta forma, Cuba ocupó el primer lugar
como receptor del área caribeña, lo cual contrastaba con la
insignificante cantidad de turistas nacionales, asociado esto
a una realidad de pobreza caracterizada por: desempleo,
discriminación racial, insalubridad y subdesarrollo en gene-
ral, que padecía la mayor parte de la población.

Como resumen se puede señalar

que este período estuvo sujeto a la anarquía y desidia de un


sistema capitalista de subordinación al extranjero y latrocinio
en la esfera pública que se tradujo en la falta de previsión en la
dirección y administración, bajos ingresos por turista, estadías
cortas y una pobre oferta basada esencialmente en el juego, el
vicio y la prostitución (Villalba, 1993).

Periodo Revolucionario (1959- actualidad)


De 1959 hasta 1976:
Con los cambios promovidos por la Revolución Cuba-
na, se centró la atención en el incremento y desarrollo de
un turismo nacional de carácter popular, que permitiera el
acceso y disfrute masivo por parte de la población a los cen-
tros turísticos y recreativos, sobre la base de dar un carácter
social a las propiedades e infraestructuras creadas antes de
la Revolución.
En marzo de 1959, la Ley 270 establece el libre acceso
sin distinción de personas a todas las playas y áreas litora-
les. En noviembre de ese mismo año, se dispuso la creación
con carácter autónomo y personalidad jurídica propia del
Instituto Nacional de la Industria Turística (INIT), cuyos obje-
tivos básicos de trabajo eran:

561
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

v Programación de la política de fomento turístico.


v Ejecución de los planes de desarrollo turístico.
v Conservación y fomento de las riquezas naturales
cubanas.
v Protección del patrimonio histórico y cultural de la
nación que sea relevante a los fines del turismo.
v Promover la supresión progresiva de todas las cau-
sas del subdesarrollo turístico cubano.

En la década de los años 60, la recepción de turistas ex-


tranjeros mantuvo una tendencia decreciente, expresión de la
dependencia absoluta del mercado de EE. UU. En 1962, sólo
visitaron Cuba 361 turistas, resultado de la ruptura de las re-
laciones diplomáticas entre los dos países, la declaración del
bloqueo económico, comercial y financiero, y la prohibición de
viajar a Cuba a los ciudadanos norteamericanos. Devino enton-
ces un período casi nulo de concurrencia de turismo internacio-
nal, en el que, los pocos visitantes que llegaban provenían de
los antiguos países socialistas de Europa y un número reducido
de viajeros de otros países por razones de solidaridad.
Se realizaron importantes inversiones principalmente re-
lacionadas con las zonas de playas con el objetivo de dar
a conocer Cuba a los cubanos, algo que antes de 1959 no
existía ni remotamente, así se construyeron numerosas ins-
talaciones turístico- recreativas como por ejemplos las reali-
zadas en las playas: El Mégano, El Salado, Arroyo Bermejo,
Bailen, Daiquiri, Playa Larga y Girón, por citar sólo algunas
y otras en las zonas del interior, entre las que pueden des-
tacarse: Los hoteles Los Jazmines, La Ermita y, las cabañas
de Soroa, La Güira, Gran Piedra y Pinares de Mayarí, distri-
buidos por todo el territorio nacional.
A partir de 1970, comienzan a llegar pequeños grupos de
turistas desde Canadá y algunos países de América Latina, al
tiempo que aumentan los visitantes procedentes de Europa.
Esta irrupción del mercado canadiense, el turismo internacio-

562
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

nal se somete a un intenso trabajo de recuperación.


En 1973, se define la política general de desarrollo del
turismo por parte del Consejo de Ministros, fundamentada
en la continuación del desarrollo de esta rama, en todas sus
modalidades, y en la creación de un apoyo financiero me-
diante los ingresos derivados por dicho concepto. Con este
propósito, se comienza el aprovechamiento para el turismo
internacional de las instalaciones hoteleras que durante los
meses de octubre a abril, permanecían en parte ociosas
para lo cual se realizan diferentes reparaciones y mejoras
en las mismas, a la vez que se inician nuevas inversiones de
alojamiento y servicios.
Cambios ocurridos en las relaciones internacionales, los
avances obtenidos por la Revolución en lo económico y so-
cial en este periodo, y la introducción el 7 de noviembre de
1976 de la nueva división político- administrativa del país,
y el inicio del proceso de institucionalización, indicaron la
necesidad de replantearse políticas, concepciones y formas
organizativas hasta entonces vigentes en todos los sectores.

De 1977 hasta 1993:


En noviembre de 1976, como resultado de la reestructu-
ración de las instituciones administrativas del país, toda la
actividad turística, se centra, en un organismo especializa-
do, y de esta forma se crea, el Instituto Nacional de Turismo
(INTUR) con funciones de planificación y ejecución de la po-
lítica de desarrollo turístico. El objetivo principal era impulsar
el turismo internacional sin dejar de atender el nacional, par-
ticipando más activamente en el proceso de comercializa-
ción y garantizar la formación, capacitación y desarrollo de
los recursos humanos con el fin de elevar la calidad de los
servicios y recuperar la cultura que le son inherentes.
Simultáneamente se inicia un proceso inversionista de
cierta importancia cuyo objetivo era dotar a cada capital pro-
vincial y algunos municipios de una instalación hotelera, para

563
ello se introducen nuevas tecnologías para la construcción
de los mismos, se levantan en esa época los hoteles: Pinar
del Río, Camagüey, El Pernik (Holguín), Las Tunas, Miraflores
(Moa), Florida, Habanilla, Rancho Luna y Pasacaballos (Cien-
fuegos), Sierra Maestra (Bayamo) y el hotel Guantánamo, por
citar algunos.
En lo que respecta a su distribución territorial y adminis-
tración, la rama turística ha experimentado uno de los cam-
bios más dinámicos de la organización económica y empre-
sarial ocurridos en Cuba.
Por un lado el desafío de la competencia del turismo en
la región del Caribe y otros países del Tercer Mundo, que
promueven similares atractivos naturales con una experien-
cia ininterrumpida y superior a la cubana, y por otro lado,
la coincidencia en la búsqueda de soluciones al más corto
plazo posible a los problemas económicos de cada uno.
El funcionamiento de la administración estatal no podía
prever siempre soluciones ágiles, a veces locales, a los di-
ferentes problemas que se originan como consecuencia del
desarrollo turístico, y para los cuales se requería la partici-
pación de empresarios extranjeros experimentados, con in-
terés de trabajar en Cuba.
En febrero de 1982, se promulga el Decreto-Ley 50, que
regula la asociación económica entre entidades cubanas y
extranjeras, la cual, se consideró, en su momento, como un
instrumento para expandir, de forma más dinámica, las ex-
portaciones y el turismo.
Con la promulgación de esta legislación se comienza a
estimular la asociación de empresas mixtas y sociedades
cubanas con capital extranjero, la explotación conjunta de
instalaciones, el incremento de representaciones de firmas
comerciales y de turismo interesadas en trabajar en las áreas
de menos experiencia en Cuba vinculados con la gerencia
y administración, investigaciones de mercados, y financia-
miento e inversiones.

564
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

De esta forma, se desagregó el papel del INTUR como


única organización administradora del turismo y en 1987,
surge la Corporación Cubanacán de Comercio Exterior y Tu-
rismo, y en 1988 el Grupo Gaviota S.A, lo que unido a la na-
ciente Havanatur (entidad turoperadora cubana) brinda un
nuevo impulso al proceso de comercialización internacional
del turismo cubano.
Son importantes las inversiones realizadas en estos años
con el objetivo de poner en explotación nuevos polos turísti-
cos como: El Norte de las provincias de Camagüey, Holguín
y en Santiago de Cuba (Parque Natural Baconao y Playa Se-
villa), el grupo insular de Jardines del Rey y amplias zonas
de Varadero. Estas dos corporaciones (Cubanacán y Gavio-
ta) desarrollaron también hoteles para hombres de negocios
y servicios de atención médica especialmente en la ciudad
de La Habana, además de centros de turismo de salud en
Topes de Collantes en Sancti Spiritus y el balneario de aguas
minero-medicinales de San Diego de los Baños provincia de
Pinar del Río, por sólo mencionar algunos.
La caída del campo socialista y la posterior desintegra-
ción de la Unión Soviética representó un duro golpe para
la economía cubana, que perdió el 80% de sus exportacio-
nes e importaciones y supuso un brusco descenso del 35%
del PIB y obligó al gobierno cubano a considerar al turismo
como una alternativa posible para la recuperación y reacti-
vación económica. Esto conllevó un proceso de construc-
ción de nuevas capacidades hoteleras y de servicios extra
hoteleros, el desarrollo de infraestructura de apoyo al turis-
mo y la participación cada vez mayor del capital extranjero
en este sector. Queda registrado 1987 como el punto que in-
corpora al turismo dentro de los tres programas priorizados
por el país (biotecnología, programa alimentario y turismo).

De 1994 hasta el 2008:


El 21 de abril de 1994, se constituyó oficialmente el Mi-

565
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

nisterio de Turismo (MINTUR) encargado en lo sucesivo de


ejercer las funciones rectoras de dirección política, regula-
ción y control del sector y su actividad empresarial. Dirige
el proceso de desarrollo turístico a través de las empresas e
instituciones relacionadas con los servicios afines a este tipo
de demanda, logrando para este sector la competitividad
global y eficiencia, garantizando su rentabilidad y sustenta-
bilidad en el tiempo y su constante vínculo con la elevación
del nivel y calidad de vida de los ciudadanos del país.
Entre los objetivos estratégicos del MINTUR figuraban:
contribuir a la integración del turismo a toda la sociedad,
crecer en el número de visitantes y en la capacidad de alo-
jamiento, desarrollar un producto turístico sostenible; una
cultura integral de la calidad, asegurar la formación y el de-
sarrollo de los recursos humanos, incrementar los ingresos y
aumentar la rentabilidad y eficiencia del sector.
En la misma fecha, se crearon diferentes cadenas ho-
teleras con funciones gerenciales. La cadena Gran Caribe,
(hoteles de 5 y 4 estrellas); Hoteles Horizontes (hoteles de
3 y 2 estrellas) esta entidad fue disuelta en el 2004 e Islazul
para atender al turismo nacional; además de la empresa
Puerto Sol para el desarrollo de las marinas y actividades
náuticas (entidad que desapareció en 2003), y finalmente, el
Grupo de Recreación y Turismo Rumbos que administraría
los principales servicios extra hoteleros. Al mismo tiempo, se
fortalecieron las funciones de otras entidades ya estableci-
das con anterioridad como: Cubanacán S.A., Gaviota S.A. y
la Empresa Cubamar esta última dirigida a la modalidad del
turismo juvenil internacional.
Un nuevo Decreto-Ley aprobado en 1995 por el Parla-
mento Nacional aumenta las posibilidades para la inversión
extranjera en diferentes modalidades y en distintas ramas de
la economía, entre ellas el turismo. Ya a fines de ese mismo
año existían firmados, diez acuerdos para la promoción y pro-
tección recíproca de inversiones entre Cuba y otros países.

566
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Cuadro 2. Comportamiento de los Turistas físicos e Ingresos

Ingresos
Años Turistas Físicos (miles)
(millones de USD)

1990 340 243


1991 424 402
1992 461 550
1993 546 720
1994 619 850
1995 746 1 100
1996 1 004 1 333
1997 1 170 1 515
1998 1 416 1 759
1999 1 603 1 901
2000 1 774 1 948
2001 1 765 1 840
2002 1 686 1 769
2003 1 906 2 000
2004 2 048 2 367
2005 2 319 2 798
2006 2 220 2 138
2007 2 152 1 982
2008 2 348 2 098
2009 2 429 2 249
2010 2 530 2 396
2011 2 716 --
2012 2 838 --

Fuentes: Revista Destinos, junio 1997, Granma Internacional octubre


de 1997, Medina N. 1999; Granma, 24 agosto del 2000; Revista Destinos,
agosto 2001 y agosto 2002, Primera quincena; Granma 22 de enero 2003;
Castro F. 2003 y MINTUR, 2006; ONE, 2012.

567
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

En la década de los 90, la tasa promedio de crecimiento


anual, fue 19% en los visitantes y 26% en los ingresos bru-
tos, una de las más altas en toda la región del Caribe. El sec-
tor del turismo pasó a ser el primero en la economía cubana
en cuanto al aporte de divisas.
Si se compara la participación de Cuba en el mercado
turístico caribeño esta era del 3% en 1990 mientras en 2000
se elevó al 9%. A su vez, a fines de 2002 se podía afirmar
que Cuba se había convertido en el primer destino en el Ca-
ribe para los canadienses, italianos y españoles, y en el se-
gundo destino caribeño para los alemanes (Castro, 2003).
En el Informe a la Asamblea Nacional del Poder Popular
en agosto de 2001, el Ministro del Turismo señaló entre otros
aspectos lo siguiente:

En los últimos diez años, el sector multiplicó por ocho los ingre-
sos, quintuplicó el número de turistas internacionales, triplicó
las habitaciones y duplicó los puestos de trabajo. A su vez,
la participación porcentual dentro del total de ingresos de la
balanza de pagos en 1990 fue de 4.1%, monto que en 2000
alcanzó el 41%; en ese periodo, la participación de los produc-
tores nacionales de bienes y servicios para el sector, pasó de
un 12% al 61% (Ferradaz, 2001).

Estos valores muestran la dinámica que tiene en Cuba el


desarrollo del turismo y con cuánta seriedad se le atiende en
todos los niveles de gobierno.
El modelo de desarrollo adoptado así como la infraes-
tructura turística que se ha construido en este periodo, es
muy similar a otros de la región, por lo que la poca dife-
renciación y el incremento de la oferta han provocado la in-
tensificación de la competencia entre países y destinos en
el Caribe, no obstante, como una alternativa se propone el
desarrollo del multidestino, aunque este no se ha consolida-
do aún, por diversas causas entre ellas: la incapacidad de

568
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

obtener diferencias importantes y percibidas en lo interno de


los países y destinos que conforman los paquetes turísticos
y en otras ocasiones por falta de una real voluntad política
para el desarrollo de las ofertas de multidestino.
El plan de comercialización y competencia del turismo
cubano en los años venideros debe realizarse sobre la base
de la diversificación y diferenciación de los productos, la
propuesta de sostenibilidad del modelo turístico y la exce-
lencia en los servicios brindados a los turistas.
Algunas de las características del turismo cubano que
influyen directamente en sus productos y su comercializa-
ción son las siguientes:

v El rápido crecimiento de las capacidades hoteleras


que se realiza siguiendo un patrón muy parecido al de otros
países y destinos del Caribe.
v Las cadenas hoteleras internacionales que operan
en Cuba, bien sea bajo un contrato de administración o em-
presas mixtas, son las mismas que están en otros países de
la región, lo mismo ocurre con los turoperadores mayoristas
y agencias de viajes.
v Se “apuesta” a un turismo masivo de paquetes y en
consecuencia a un segmento de mercado de medio a bajo
poder adquisitivo.
v Existe un predominio de la oferta de Sol y Playa la
cual es también predominante en la región, en especial su
variante de Todo Incluido.
v La entrada del país en el Periodo Especial y la pro-
gresiva recuperación económica posterior, motivó primero
un incremento del rol del turismo en la economía nacional,
después este impacto ha decrecido a medida que crecían
otros sectores económicos.
v Los precios de los servicios extrahoteleros, restau-
rantes, taxis y otros, son considerados por los visitantes
como altos en relación con la calidad de los mismos.

569
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

v En la promoción del país se destaca la proyección


de una imagen integral de la nación, de su cubanía y de sus
valores históricos y culturales.
v Dos tendencias se observan en este periodo, por una
parte la concentración empresarial de la operación turística
y por otra, la centralización de la política de desarrollo y con-
trol de la actividad.
v Si bien se aspira a un incremento en el número de
turistas recibidos y se trabaja en nuevas inversiones, en la
actual coyuntura internacional, se hace énfasis en la eficien-
cia, la disciplina y la competitividad, tratando de elevar la ca-
lidad de los productos y los servicios y teniendo como pre-
misa el desarrollo de un turismo de paz, seguridad y salud.

En 2004 se realiza un reajuste en la estructura del sector


del turismo y a partir de esa fecha el Sistema Turístico Empre-
sarial Cubano está compuesto por las siguientes entidades:

v Cinco grupos hoteleros nacionales: Cubanacán, Ga-


viota, Gran Caribe, Islazul y Habaguanex, propietarios de
276 hoteles de diferentes categorías y tamaño, en total unas
45 000 habitaciones y una Empresa de Campismo Popular.
v El Grupo Empresarial Extrahotelero Palmares, que
administra más de 850 instalaciones en todo el país, entre
restaurantes, establecimientos de comida ligera, centros
nocturnos, delfinarios, parques de recreación y campos de
golf. También existen otras dos empresas que administran
entre ambas más de 80 instalaciones de restauración de di-
ferentes tipos.
v Diez agencias de viaje receptivas: Cubatur, Viajes
Cubanacán, Viajes San Cristóbal, Gaviota Tours, Havanatur,
Paradiso, Ecotur, Amistur, Universitur y Cubadeportes.
v Cinco empresas de transporte turístico: Transtur,
Transgaviota, Havanautos, Fénix y Rex, con servicio de renta
de autos, ómnibus y taxis.

570
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

v Tres redes de tiendas especializadas para el turismo:


la cadena Caracol, con más de 700 tiendas distribuidas por
toda Cuba, Tiendas Gaviota con cerca de 50 instalaciones y
Tiendas Habaguanex con unas 100 instalaciones concentra-
das estas últimas en el Centro Histórico de La Habana.
v Dos Grupos Empresariales de Actividades Náuticas
y Marinas: Marlin y Gaviota que suman entre ambas un total
de 10 marinas internacionales.

Por su parte la actividad de apoyo y servicios estaba


integrada por las entidades siguientes:

v Una agencia de comunicación integral para el turis-


mo: PUBLICITUR.
v Tres grupos empresariales de servicios complemen-
tarios, EMPRESTUR que se ocupa de servicios de mante-
nimiento e inversiones menores, limpieza de las playas y
cuidado de los jardines de las instalaciones hoteleras y su
ambientación interior. SERVISA que realiza la transportación
priorizada de los trabajadores del sector, además de servi-
cios de tintorería y CEDINFO dedicada a la informatización
dentro del sector.
v Dos grupos empresariales importadores y comercia-
lizadores de productos: ITH y A.T. Comercial.
v Un sistema de formación turística denominado FOR-
MATUR que cuenta con 18 escuelas distribuidas en los prin-
cipales sitios de interés turístico del país.
v Un sistema de oficinas empleadoras especializado
en el sector turístico: TUREMPLEO con un total de 23 ofici-
nas empleadoras en todo el territorio nacional.
v Una empresa de servicios artísticos: TURARTE y dos
empresas inmobiliarias.

De 2008 hasta la actualidad:


En el Informe a la Asamblea Nacional del Poder Popular

571
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

el 26 de diciembre de 2008, el Ministro del Turismo Manuel


Marrero señalaba:

Se ha logrado un incremento promedio anual del 11% en el nú-


mero de visitantes entre 1900 y el 2007 […] el comportamiento
de la planta hotelera pasó de 12 900 habitaciones en 1990 a 46
500 en 2007, para un 8% de crecimiento promedio anual (62%
de ellas son de categoría 4 y 5 estrellas); los 13 grupos interna-
cionales que tienen contratos de gestión y administración hote-
lera, operan 62 instalaciones con más de 24 000 habitaciones
[…] En los últimos 17 años se han incrementado en seis veces
los arribos de visitantes, se triplicó el número de habitaciones,
se multiplicó por ocho los ingresos y se duplicó la fuerza de
trabajo (Marrero, 2008).

Estos valores muestran la dinámica que tiene en Cuba el


desarrollo del turismo y con cuanta seriedad se le atiende en
todos los niveles de gobierno.
La autorización a las ofertas de alojamientos en casa par-
ticulares como parte de la estrategia de desarrollo del trabajo
por cuenta propia, abrió otras posibilidades para las estancias
tanto del turismo nacional como extranjero, “en 2011 existían
5 mil 207 habitaciones en casas particulares que prestaban
servicios de alojamiento turístico y mil 608 restaurantes-cono-
cidos como paladares los cuales en su mayoría, son produc-
tos competitivos de alta calidad” (Marrero, 2012).
A partir del 31 de marzo de 2008 fecha en que se levantó
la prohibición existente para el mercado nacional en divisas,
se han alojado en hoteles numerosos ciudadanos cubanos,
este mercado tiene un crecimiento muy dinámico, tanto en
volumen como en ingresos en alojamientos, servicios de ren-
tas de autos y compra de excursiones a diferentes sitios del
país; “En el pasado 2011 se alojaron en instalaciones hote-
leras 580 mil cubanos residentes en el país, lo que repre-
sentó un crecimiento del 32%. A ello se suman 824 mil 205

572
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

vacacionistas que optaron por instalaciones del Campismo


Popular en todo el país” (Marrero, 2012).
En la situación actual cubana, el turismo internacional,
es considerado como un medio importante para subsanar
los problemas de la economía con la captación de divisas
frescas, sobre la concepción estratégica de convertir a los
paisajes naturales y culturales con potenciales significativos
en atractivos para la recaudación de ingresos (Salinas y La
O, 2006). En Cuba entonces el mayor desarrollo de la activi-
dad turística está ligado a los paisajes litorales; estos espa-
cios son muy vulnerables a los cambios, tanto naturales como
antrópicos, que pueden no corresponderse con la estr­uctura,
funcionamiento y evolución de los mismos, siendo el cambio
climático para los decenios venideros un factor cada vez más
decisivo que afectará al desarrollo y la gestión del turismo en
los territorios insulares y costeros (La O y Salinas, 2011).
La nueva Ley de Inversiones Extranjeras aprobada en
marzo de 2014 por la Asamblea Nacional de Poder Popular
(parlamento cubano) y que entrará en vigor en junio, favo-
rece la introducción de capitales foráneos en Cuba en ra-
mas priorizadas del desarrollo económico del país, siempre
analizadas caso a caso y aprobadas por las instancias del
Consejo de Ministro o de los Ministerios correspondientes,
según la importancia y la cuantía de las mismas, esta nueva
Ley flexibiliza las inversiones extranjeras, les da seguridad
y establece un marco claro y definitorio para su puesta en
marcha, siendo el turismo uno de los sectores priorizados
para estas inversiones y deberá tener un importante despe-
gue en los años próximos de acuerdo a todos los estimados.

Planificación territorial del turismo en Cuba

La primera referencia a algún instrumento legal regula-


torio del desarrollo del turismo en Cuba (con una voluntad
expresa acerca de los lugares o áreas recomendadas para

573
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

su explotación) data de 1929, en la que se establecía úni-


camente la construcción y el funcionamiento del Casino Na-
cional, el Hipódromo y el balneario La Concha al oeste de la
capital (Maribona, 1959).
En 1952 que se crea el Instituto Cubano del Turismo que
se pronuncia acerca de la necesidad de realizar una planifi-
cación de esta actividad en Cuba, con el interés de focalizar
las inversiones en determinados destinos, y “considera que
poseen superiores posibilidades inmediatas de atracción y
de retención de turistas en grandes cantidades: Varadero,
Trinidad, Santiago de Cuba, San Diego de los Baños, Isla de
Pinos, Cienfuegos, San Miguel de los Baños, San José del
Lago, Camagüey, Guantánamo” (Maribona, 1959).
Lo dicho corrobora la inexistencia de un planeamiento a
nivel nacional que conociera las potencialidades reales para
hacer turismo, aunque tampoco se promovía la necesidad
de contar con un instrumento rector, más bien se enfocaba
el trabajo hacia el estudio particular de algunos destinos en
cuestión, relacionados principalmente con: playas, las aguas
minero medicinales y ciudades de valores patrimoniales.
Con el triunfo de la Revolución en 1959 y la declaración
del carácter socialista de la misma en 1962, se inician en el
país profundas transformaciones políticas y sociales que le
imprimieron un nuevo sello al desarrollo económico, y por
ende al planeamiento turístico. En este contexto es que se
instituye el planeamiento como actividad rectora que desde
1960 y en los siguientes años de esa década asumió como
una de sus primeras tareas el estudio y la localización de
numerosas instalaciones recreativas en las playas, como las
de: El Mégano, El Salado, Bacuranao y otras. Así como la in-
auguración de centros turísticos como Soroa, Viñales y Boca
de Jaruco, entre otros.
Durante los años 70 del pasado siglo, el planeamiento
turístico con una experiencia acumulada, se dio a la tarea
de estudiar las principales “áreas turísticas” de Cuba con

574
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

capacidad de alojamiento y cierta tradición turística: Playas


del norte de la Habana, Varadero y Santa Lucía en la provin-
cia de Camaguey. A su vez, se sumaron nuevos estudios de
territorios como Cayo Largo y Cayo Sabinal, alejados de los
centros tradicionales y con un amplio potencial en playas y
atractivos naturales que llevaron al Instituto de Planificación
Física en 1974 a realizar el “Estudio para una Propuesta Na-
cional de Turismo” cuyo fundamento fue determinar la capa-
cidad potencial del país para satisfacer las expectativas de
los vacacionistas nacionales fundamentalmente, si bien se
incluyó una jerarquización de los complejos turísticos donde
se recomendaba su explotación para turismo internacional.
Entre los principales resultados se encontraban:

v incluir como elemento fundamental del análisis las


condiciones físico-geográficas y climáticas para caracteri-
zar el marco de estudio y las tipologías: lugares con pro-
puesta de alojamiento o de servicios
v realización del primer inventario de recursos turísti-
cos a nivel nacional, que serviría para fundamentar los terri-
torios a desarrollar
v delimitar los territorios con potencialidades para el
desarrollo de diversas modalidades, denominándolos” com-
plejos turísticos”, totalizando 16, y dentro de ellos destacar
los principales elementos.
v determinar la capacidad receptiva del país en térmi-
nos de” vacacionistas”
v jerarquizar los recursos turísticos por complejos.

En 1990 se propició por el Consejo de Estado la elabora-


ción de la Estrategia de Desarrollo del Turismo, lo que unido
a la creación del Ministerio del Turismo (MINTUR), posibilitó
jerarquizar este sector y acometer trabajos para actualizar y
profundizar el conocimiento de las potencialidades turísticas
del país, lo que culminó con el estudio realizado por el Insti-

575
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

tuto de Planificación Física y otras instituciones del país titu-


lado “Potencial Natural Turístico”, cuyo objetivo fundamental
fue “definir, los potenciales de los polos y regiones del país
en cuanto a recursos naturales, histórico-culturales, científi-
co-técnicos, infraestructuras ingenieras y fuerza de trabajo”
(IPF, 1995).
También continuó la elaboración de los Planes Directo-
res Locales y Regionales para el desarrollo del turismo así
como estudios a nivel de país de diversas modalidades tu-
rísticas particulares como fueron entre otros: Esquema Na-
cional de la Náutica (IPF, 1996) y Potencial Habitacional para
el Desarrollo Ecoturístico de Cuba (IPF, 1997); estudios que
sentaron las bases para la realización del futuro Esquema de
Turismo en Cuba, según los nuevos enfoques establecidos
por el MINTUR para la actividad turística y la realización de
estudios prospectivos de la actividad turística en el país.
El desarrollo turístico actual y perspectivo se concentra
en ocho regiones turísticas priorizadas que son: La Haba-
na, Varadero, Jardines del Rey, Norte de Camagüey, Norte
de Holguín, Santiago de Cuba, Costa Sur Central y Los Ca-
narreos.
Además, de estas ocho regiones priorizadas se pueden
agregar por su importancia para el desarrollo del ecoturis-
mo, el turismo de aventuras y el turismo rural, otras cuatro
zonas que cuentan ya con instalaciones turísticas y signi-
ficativos atractivos naturales e histórico-culturales para la
práctica del turismo de naturaleza, ellas son: Valle de Viña-
les; San Diego de los Baños- Soroa- Las Terrazas; Ciénaga
de Zapata y la ciudad de Baracoa - Parque Nacional Ale-
jandro de Humboldt.

576
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Cuadro 3. Regiones turísticas de Cuba

Regiones turísticas Principales lugares que comprende


principales

La Habana Ciudad de La Habana y Playas del Este


Varadero, las ciudades de Matanzas y
Varadero Cárdenas, y San Miguel de los Baños
Jardines del Rey cayos Coco, Guillermo y Paredón Grande
Santa Lucia, cayo Cruz, cayo Sabinal y la
Norte de Camagüey ciudad de Camagüey
Playas Guardalavaca, Pesquero, Estero
Norte de Holguín Ciego y Yuraguanal, y las ciudades de
Holguín y Gibara
Baconao, Gran Piedra, Chivirico y la
Santiago de Cuba ciudad de Santiago de Cuba
Ancón, Topes de Collantes y las ciudades
Costa Sur Central de Trinidad y Cienfuegos
Los Canarreos Cayo Largo del Sur

Otras regiones turísticas  

Valle de Viñales y el pueblo; San Diego


Viñales- San Diego de los de los Baños; el Complejo Turístico Las
Baños- Sierra del Rosario Terrazas y Soroa.

Humedal de Zapata, Playa Larga, Bahía


Península de Zapata de Cochinos y Playa Girón

Ciudad de Baracoa, playas Maguana y


Baracoa Cajuajo, y Parque Nacional Alejandro de
Humboldt

cayos Santa María, Ensenachos y Las


Norte de Villa Clara Brujas; Sagua la Grande y Caibarien

Ciudad de Bayamo, Playa Marea


Granma del Portillo y los Parques Nacionales
Desembarco del Granma y Pico Turquino.

Península de
Guanahacabibes

Fuente: Elaborada por los autores.

577
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Potencial turístico de Cuba

La distribución de las capacidades hoteleras en 2000


era la siguiente: 58% en playas, 31.8% en las ciudades,
4.1% en zonas rurales, 2.5% en las bases náuticas, 8.1%
en las instalaciones de turismo de salud (incluyendo hote-
les SPA y centros asistenciales especializados) y el 1.8% en
otras modalidades.
Desde 1990 a 2000 se construyeron 22 400 habitacio-
nes, las cuales sumadas a las existentes permitieron contar
en 2000 con una disponibilidad de 35 300 habitaciones cifra
que a fines del 2002 alcanzaba las 40 000 habitaciones. En
el 1990 se disponía de 17 hoteles de 4 y 5 estrellas, en enero
de 2003 en esas dos categorías existen 102 hoteles con 26
000 habitaciones, las dos terceras partes de la planta ho-
telera total de Cuba. El 89% de estas habitaciones son de
propiedad cubana, mientras que el resto es en asociación
del 50% con compañías extranjeras (Destinos, agosto 2001;
Granma, 24 de agosto del 2000 y Castro, 2003).
En 2005 Cuba contaba con 276 hoteles con unas 44 200
habitaciones aptas para el turismo internacional y 866 res-
taurantes, centros nocturnos y otras instalaciones recreati-
vas destinadas al turismo.

Cuadro 4 Crecimiento de las Habitaciones Hoteleras

Años Habitaciones (miles) Crecimiento Anual (%)


1990 12.9
1991 16.6 29
1992 18.7 13
1993 22.1 18
1994 23.3 5
1995 24.2 4
1996 26.9 11

578
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

1997 27.4 2
1998 30.9 13
1999 32.3 5
2000 35.3 9
2001 37.2 8
2002 39.5 5
2003 40.8 3
2004 41.2 1
2005 44.2 7
2006 46.2 4
2007 46,5 1
2008 49,0 6
2009 52,7 3
2010 55,5 4

Fuentes: Revista Destinos, junio 1997, Granma Internacional octubre
de 1997; Medina N. 1999; Granma, 24 agosto del 2000; Revista Destinos,
agosto 2001 y agosto 2002, Primera quincena; Granma 22 de enero 2003;
Castro F., 2003 y MINTUR, 2006 y 2008, ONE, 2012.

El potencial total de habitaciones que el país puede


asimilar racionalmente ha sido estimado en unas 153 000
(aunque los valores máximos posibles estarían alrededor
de las 207 000). De estas habitaciones unas 128 000 (85%
del total) están aprobadas y ubicadas en las ocho regiones
priorizadas antes señaladas. El 80% de las habitaciones po-
tenciales se propone ubicarlas en áreas de playas, el 13%
en las ciudades y solo el 7% restante en el interior del terri-
torio en paisajes rurales o relacionados con áreas naturales
protegidas. Como puede comprobarse por estas cifras en la
Estrategia de Desarrollo Turístico tiene un rol muy significati-
vo el turismo de playa que apuesta a la conocida fórmula de
mar, arena y sol, siguiendo criterios de desarrollo similares a
los empleados en la actualidad por otros países caribeños

579
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

competidores de Cuba: República Dominicana, Jamaica y


Bahamas, por citar algunos.

Cuadro 5. Potencial turístico por regiones

Regiones turísticas Miles de habitaciones

Regiones priorizadas
La Habana 37
Varadero 27
Costa Sur Central 12
Jardines del Rey 19
Norte de Camagüey 32
Norte de Holguín 15
Santiago de Cuba 3
Los Canarreos 10
Subtotal 155
Regiones no priorizadas
Caibarién 9
Sagua la Grande 3
Viñales 2
Guanahacabibes 2
Península de Zapata 1
Norte de Las Tunas 6
Sur de Granma 2
Baracoa 16
Subtotal 41
Otros territorios 11
TOTAL CUBA 207

Fuente: Ministerio de Turismo de Cuba, 2006

580
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

A fines de 1999, en el turismo laboraban directamente


83 000 personas; en el 2002 esta cifra alcanzó las 100 000
personas; su efecto en cuanto a los empleos indirectos se
calculaba, en el 2002, en cerca de 200 000 trabajadores en
los sectores y ramas que con él se relacionan. Estas cifras
han continuado en ascenso. A mediados del 2008, “el sec-
tor del turismo empleaba de manera directa a unos 110 000
trabajadores, el 41,22% de los cuales son mujeres y más
de la tercera parte menores de 35 años; el 57,14% posee al
menos 12 grado de escolaridad y el 20% tiene nivel univer-
sitario” (Marrero, 2008).
Se ha trabajado de forma sistemática también, por am-
pliar las ofertas extrahoteleras de la red gastronómica, tien-
das especializadas, medios de transportes turísticos, cen-
tros de recreación musical, museos, clínicas especializadas,
ofertas náuticas junto al desarrollo de varias marinas, cen-
tros deportivos, facilidades para convenciones y congresos,
eventos culturales, y otras muchas opciones de interés para
el turismo.

Cuadro 6. Habitaciones existentes según modalidades


turísticas en Cuba, 2010 (en miles)

Habitaciones % del Habitaciones %del


Modalidades
2001 total 2010 total

Playa 24.9 67 38.6 69.5


Ciudad 9.5 25 13.4 24.1
Naturaleza 1.0 3 1.3 2.4
Salud 0.6 2 1.1 2.1
Náutica 0.9 2 0.8 1.5
Otros 0.3 1 0.2 0.4
Total 37.2 100 55.5 100

Fuente: Ministerio de Turismo de Cuba, 2010.

581
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

A mediano plazo, se considera será necesario revalo-


rar la distribución habitacional entre las distintas áreas del
país, atendiendo a las tasas sostenidas de crecimiento en
modalidades como: el ecoturismo, el turismo de aventuras,
el turismo rural y los centros de SPA (tendencias mundiales
a las cuales el Caribe no es ajeno). En una primera etapa,
programas con una adecuada combinación entre la playa
y las visitas a zonas protegidas de altos valores naturales,
histórico - culturales y estético - paisajísticos pueden brindar
muy buenos resultados a Cuba en el mercado turístico inter-
nacional, inclinado en la actualidad hacia la formación de
nuevos productos más relacionados con la naturaleza y las
culturas autóctonas. Se “potenciarán las formas actuales de
comercialización e incorporarán nuevas modalidades como
el multidestino, el ecoturismo, el turismo náutico, de salud,
deportivo, cultural, el tiempo compartido, el turismo de cru-
cero y otras de turismo especializado” (PCC, 1997).

La concepción integradora del paisaje como


fundamento de la Planificación de Turismo en Cuba

Los Estudios del paisaje en Cuba


Los estudios de los paisajes en Cuba comenzaron, real-
mente, con los trabajos realizados en el siglo XIX por Alejan-
dro de Humboldt sobre la base del análisis de las relaciones
existentes entre los diferentes componentes de la naturaleza
cubana. Es a partir de estos importantes aportes realizados
por el sabio alemán, que en el siglo XX un grupo de pres-
tigiosos especialistas cubanos promueven el conocimiento
integral de la naturaleza cubana y sientan las bases para
el inventario y cartografía de los diferentes componentes
físico-geográficos del paisaje (relieve, clima, agua, suelos,
etc.), realizados a partir de los años 60 y que culminan con la
publicación en 1970 del Atlas Nacional de Cuba, el cual da
inicio a una nueva etapa en los estudios físico-geográficos,

582
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

donde se promueve el análisis integral de la naturaleza y la


creación en la década de los 80 del Grupo de Investigacio-
nes en Geoecología y Paisajes en la Facultad de Geografía
de la Universidad de La Habana (centro del desarrollo teó-
rico-metodológico de la Geografía Física Compleja o Geoe-
cología en Cuba) la inclusión en el Nuevo Atlas Nacional de
Cuba en 1989 de la sección XII dedicada a los paisajes (con
14 mapas a diversas escalas) y la realización en los años
posteriores de más de 30 tesis de doctorado y maestría so-
bre la temática del paisaje como fundamento del ordena-
miento de los territorios, así como numerosas investigacio-
nes y publicaciones en Cuba y el extranjero, que han estado
acompañadas por la impartición de numerosos cursos de
postgrado y de conferencias por especialistas de este grupo
en Cuba y diversos países de América Latina y Europa.

Las investigaciones del paisaje en la


planificación del turismo en Cuba
Las investigaciones territoriales aplicadas a la planifica-
ción del desarrollo turístico con un enfoque geográfico paisa-
jístico se desarrollaron, por primera vez en Cuba, en 1974, en
el Departamento de Áreas Naturales del Instituto Nacional de
la Industria Turística (INIT) su mayor importancia radicaba en
que permitieron integrar el análisis de diversos componentes
naturales y antrópicos existentes en un territorio, los que an-
teriormente se estudiaban de forma aislada y parcial. Dicha
investigación se ejecutó con carácter experimental en el litoral
comprendido entre la playa Jibacoa y la Ensenada de Ba-
cunayagua, en la actual provincia de Mayabeque, donde se
llevaría a cabo un proceso importante de nuevos desarrollos
hoteleros, el título de ese trabajo científico fue: “Reserva Turís-
tica Integral Jibacoa - Bacunayagua”, en la misma se realizó
por primera vez en Cuba un mapa de paisajes a escala 1:50
000 a partir de la experiencia adquirida en esta temática con
los profesores de la Universidad Estatal de Moscú.

583
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

Este trabajo sentó las bases y motivó la realización de


otros trabajos de investigación con este enfoque integrador
del paisaje en otros territorios de Cuba donde se comen-
zaba a planificar un uso turístico a mediano y largo plazos
entre ellos tenemos: La evaluación integral del territorio de
Cayo Sabinal ( en el extremo oriental del grupo insular Jar-
dines del Rey) con el objetivo de evaluar los recursos turísti-
cos allí existentes y establecer una estrategia de desarrollo,
concluyéndose en 1976 el informe de investigación titulado:
“Cayo Sabinal. Evaluación de las condiciones naturales para
el turismo”. Este trabajo constituyó, sin lugar a dudas, un
hito en este tipo de investigaciones geográficas aplicadas
al turismo en Cuba debido a la complejidad del tema abor-
dado, por incorporar a grupos multidisciplinarios en su reali-
zación y por los valores de los resultados alcanzados, entre
otros, vale señalar como expresión gráfica, la conclusión de
diversos mapas por componentes naturales y de paisajes a
escala 1:50 000 y 1:13 000 de algunas zonas litorales selec-
cionadas por sus altos valores turístico - recreativos.
En este mismo año y a partir de las experiencias ante-
riores se publicó la “Metodología para la evaluación de los
recursos turísticos”, primera de su tipo en el turismo cubano,
la cual constituyó el fundamento para la realización de otros
trabajos investigativos posteriores.
El significado de estos estudios para el desarrollo turísti-
co propició la creación en 1977 del Centro de Investigacio-
nes Turísticas (CIT) en el nuevo Instituto Nacional de Turismo
y cuya primera investigación de importancia.
La primera investigación de importancia fue en Cayo
Largo del Sur, con el propósito de rescatar el uso turístico
de este territorio, que hoy constituye un importante destino
turístico, en enero de 1978 se concluyó esa investigación,
cuyo informe llevaba por título: “Cayo Largo. Condiciones
naturales y explotación turística”, que siguió los pasos meto-
dológicos iniciados con el trabajo en Cayo Sabinal, pero con

584
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

resultados superiores dada la experiencia adquirida en este


tipo de investigación, tanto en lo teórico como en lo práctico.
Cayo Sabinal y Cayo Largo fueron las primeras inves-
tigaciones territoriales integrales con enfoque geográfico
paisajístico realizadas en Cuba aplicadas a la esfera de la
recreación y el turismo. Este enfoque holístico comenzaba
a ser utilizado por otros organismos e instituciones como el
Instituto de Planificación Física, la Facultad de Geografía de
la Universidad de La Habana y algunos Institutos de la en-
tonces Academia de Ciencias de Cuba actualmente Ministe-
rio de Ciencias Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) para
diferentes sectores de la economía nacional, la conserva-
ción del medio ambiente, así como otros estudios turísticos.
En abril de 1978, se publicó en el CIT una nueva “Guía
Metodológica para el Inventario de los Recursos Turísticos”
para ser aplicada a los diferentes recursos de interés turís-
tico sean naturales, histórico-culturales y socio-económicos.
Esta Guía sirvió de base para la realización de un grupo de
inventarios en los años siguientes, entre los que pueden
destacarse los siguientes: Inventario de los Recursos Turís-
ticos de Soroa (1978), Viñales, Playa Santa Lucia, Topes de
Collantes y Ciudad de La Habana (1979), además de dos
trabajos especiales: Topes de Collantes. Caracterización de
sus paisajes para su uso turístico (1978) y Evaluación esté-
tica de los paisajes para su aprovechamiento turístico en el
Valle de Viñales (1979).
El CIT fue disuelto en los primeros meses de 1980 y
parte de sus funciones fueron asumidas por la Dirección de
Desarrollo, que pasó a llamarse Dirección de Investigacio-
nes y Desarrollo del INTUR, la que realizó algunos trabajos
territoriales en los que se continuó aplicando este enfoque,
pero en menor número, entre ellos se pueden señalar: San
Diego de los Baños. Turismo de Salud. Condiciones actuales
y consideraciones para su aprovechamiento turístico (1981);
Baracoa. Evaluación de sus recursos turísticos (1981); Re-

585
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

cursos turísticos de los litorales Gibara-Banes (1981) y Ma-


yarí–Moa (1981); Cayo Levisa. Evaluación turística y estra-
tegia de desarrollo (1983) y Ciénaga de Zapata. Evaluación
turística y estrategia de desarrollo (1985).
Estos criterios metodológicos de evaluación de los pai-
sajes para la planificación territorial del turismo, ampliamen-
te utilizados en las investigaciones multidisciplinarias del
turismo en distintos territorios de Cuba sirvieron de base
para trabajos posteriores de igual o mayor envergadura que
fueron dirigidos por diversas instituciones entre ellos pueden
citarse: La sección de XIV Infraestructura Social del Nuevo
Atlas Nacional de Cuba publicado en España en 1987 don-
de aparecen varios mapas de Cuba titulados: Recursos re-
creativos, Regiones recreativas y alojamiento para el turis-
mo, así como dos mapas a escala detallada de Varadero y
La Habana como principales polos turísticos de Cuba y una
serie de tablas y gráficos con estadísticas del turismo en
Cuba, elaborados todos por especialistas de distintas insti-
tuciones cubanas (Instituto de Geografía e Instituto Cubano
de Geodesia y Cartografía, 1989); la realización de varios
Planes Directores para el Desarrollo del Turismo en diversos
territorios de Cuba, el Inventario de Atractivos Turísticos de
Cuba y el estudio del Potencial Turístico del país entre otros
trabajos que liderados por el Instituto de Planificación Físi-
ca y sus Direcciones Provinciales sirvieron de base para la
realización en 1996 de la Regionalización Turística de Cuba
y posteriormente del Esquema Especial de Ordenamiento
Territorial de las Regiones Turísticas (Castellanos, 1998; IPF,
1974, 1994 y 1995; Lanza et al. 1996); la realización a fines
de la década de los años 80 e inicios de la década de los
90 del pasado siglo, del proyecto de investigación Estudio
de los Grupos Insulares y Zonas Litorales del Archipiélago
Cubano con Fines Turísticos que con la participación de más
de 20 instituciones científicas cubanas y liderado por la Aca-
demia de Ciencias de Cuba y el Instituto Cubano de Geo-

586
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

desia y Cartografía (actualmente GEOCUBA) llevó a cabo


importantes estudios integrados en diversas áreas del terri-
torio nacional, que sirvieron de base para el ordenamiento
turístico logrado en diversos polos y regiones turísticas de
Cuba (Colectivo de autores, 1989 y 1990 a y b).
Este proceso fue acompañado en lo académico con la
consolidación del Grupo de Investigación en Geoecología,
Paisajes y Turismo en la Facultad de Geografía de la Univer-
sidad de La Habana, la realización de varias tesis de docto-
rado en Geografía del Turismo, el comienzo de la Maestría
en Geografía, Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial
con una mención en Turismo y Ordenamiento Territorial en
1995 y la organización de numerosos eventos científicos y
publicaciones que han consolidado El enfoque integrador
del Paisaje como fundamento de la Planificación Territorial
del Turismo en Cuba y la inclusión de nuevas direcciones
de investigación relacionadas con la Planificación y Gestión
Territorial del Turismo como son:

v Análisis de los Peligros, Vulnerabilidad y Riesgos


aplicados al turismo.
v El empleo de los Sistemas de Información Geográfica
en la Planificación y Gestión del Turismo.
v Adaptación del Turismo al Cambio Climático.
v Planificación y Gestión de diversas modalidades
turísticas.
v Papel de los actores sociales en el desarrollo del
turismo en destinos específicos.
v Papel del turismo en el desarrollo local y regional

Conclusiones

v El turismo en Cuba ha tenido en los últimos 20 años un


crecimiento explosivo que debe continuar en las próximas

587
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

dos décadas ajustándose más su índice de crecimiento, a


las tendencias mundiales, creciendo pero con menos acele-
ración, si las condiciones internacionales no varían sustan-
cialmente. Por otra parte, si se elimina el bloqueo económi-
co, comercial y financiero contra Cuba practicado por EEUU
desde hace más de 50 años y la prohibición de viajar a Cuba
a los ciudadanos norteamericanos, este sería otro escenario
de desarrollo diferente.
v El turismo como fuente de divisas ocupa en la actua-
lidad el segundo lugar en la economía cubana, en el primer
lugar se encuentran los productos y servicios de alto valor
agregado (biotecnología, industria farmacéutica y servicios
profesionales de diverso tipo) y en el tercer puesto la minería.
v El Estado y las instituciones del turismo en Cuba han
trazado la política y estrategias de desarrollo turístico que
permitirán consolidar a nuestro país como el primer destino
del Caribe insular y uno de los principales de Las Américas
pudiendo resumirse en: diversificación de los productos,
incremento de la calidad en los servicios y productos, rea-
lización de acciones de comunicación más eficientes, am-
pliación de los canales de distribución entre turoperadores y
agencias de viajes, incremento de la participación extranjera
(inversión, comercialización y administración) y garantizar la
sustentabilidad del turismo a mediano y largo plazos.
v La ubicación geográfica de las nuevas capacidades
hoteleras previstas incrementará el papel que hoy tiene el
turismo de Sol y Playa en Cuba, al mismo tiempo que está
previsto el desarrollo de diferentes modalidades turísticas
(naturaleza, eventos, incentivos y salud entre otros, aprove-
chando así las ventajas competitivas del país.
v Se incrementarán las ofertas de turismo cultural vin-
culadas a las ciudades, en especial aquellas que poseen al-
tos valores históricos, nuestra cultura deberá convertirse en
un fuerte atractivo para el turista, a la vez que se potenciarán
los valores culturales y éticos del pueblo cubano.

588
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

v El Caribe insular y Cuba en particular deberán con-


tinuar trabajando conjuntamente en la consolidación de la
primera Zona de Turismo Sustentable del mundo. A su vez,
desde el punto de vista comercial se deberán implementar
programas de multidestino que permitan una participación y
complementación de los productos turísticos de los distintos
países caribeños y tratar de limitar la actual competencia en
precios que es dañina para todos.
v En sentido general y según nuestra experiencia por
más de 3 décadas de trabajo, la concepción integradora del
paisaje posibilita: pasar del análisis espacial al análisis del
territorio como unidad de poder económico y social; sinte-
tizar los resultados de la caracterización y diagnostico por
componentes a unidades de integración con enfoque sisté-
mico y holístico e incorporar en estos trabajos unidades de
integración desde el comienzo del proceso.
v Así mismo con los aportes de la Geoecología se
promueve la prospección espacial de los fenómenos natu-
rales, económicos y sociales; se establecen unidades de
integración para la planificación y gestión territorial del tu-
rismo; se facilita el uso e implementación de los SIG y la Te-
ledetección y se promueve la participación ciudadana en el
ordenamiento, la planificación y gestión de las actividades
recreativas y turísticas mediante su vinculación al proceso
en sus diversas fases.
v Deberán tomarse en cuenta los escenarios de Cam-
bio Climático propuestos para la región del Caribe a la hora
de la planificación y gestión de los diferentes destinos turís-
ticos, trabajando en la Mitigación y Adaptación del Turismo
a los fenómenos y procesos que se mencionan para nuestra
región en los diferentes documentos elaborados.

589
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

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Turismo religioso.
Atractivos habaneros

Maité Echarri Chávez

Resumen

Con el Directorio Peregrinans in terra, la Iglesia volvió, en


1969, su atención pastoral al fenómeno turístico, en momen-
tos en que el turismo se ofrecía como plataforma de muchas
posibilidades para el progreso de las personas y de los pue-
blos. Entendemos por turismo religioso la oferta de viajes
dirigida, en especial, a turistas animados por un espíritu de
veneración propio del sentir religioso, cuyos destinos son,
principalmente, los lugares de culto o de arte sacro (Burbrid-
ge, 2006). Está integrado por actividades diversas, de modo
especial por las peregrinaciones y festividades, y parte de
condiciones propicias para su realización vinculadas con
un rico patrimonio cultural que integra conventos, capillas,
iglesias y santuarios así como de expresiones inmateriales
como las celebraciones y tradiciones (OMT, 2005). Debido a
que desde el punto de vista cultural, el patrimonio engloba la
historia y las ideas de un pueblo, los valores y las creencias,
las construcciones y los monumentos, los lugares en los que
tuvieron lugar acontecimientos importantes en el pasado,
las artes, los actos y festivales costumbristas y los estilos
de vida tradicionales, incluyendo además aquellos paisajes
modificados por el empeño humano, los recursos que es-

599
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

tán relacionados con las expresiones religiosas pueden ser


analizados, identificados, inventariados. No atañe solamente
esta modalidad a los gestores turísticos desde el ámbito so-
cio-económico sino también a la Iglesia como entidad, pues
a través del turismo religioso se hacen posibles nuevas ex-
periencias que refuerzan la comprensión armónica e integral
de la persona, asumiendo una dimensión “eucarística” que
debe hacer del tiempo de turismo un tiempo de contempla-
ción, un tiempo de encuentro, un tiempo de gozo compar-
tido en el Señor (Pontificio Consejo para la Pastoral de los
Emigrantes e Itinerantes, 2010).
Los destinos turísticos son los lugares geográficos que por
sus atractivos, condiciones y reconocimiento son ofertados
por los intermediarios a uno o varios segmentos del mercado
y que los turistas eligen para pasar la totalidad o parte de sus
vacaciones buscando en ellos satisfacer las expectativas que
su fama, las opiniones de personas allegadas y de expertos,
la publicidad y otras razones de carácter económico, social o
personal, han despertado en ellos en referencia a su cuadro
motivacional como viajeros (Martín, 2006).
La Ciudad de La Habana como capital de Cuba, es el
principal destino citadino del país, y el potencial cultural que
engloba la sitúan como líder para el desarrollo de modalida-
des turísticas que versan su accionar en atractivos y recursos
vinculados a las diferentes manifestaciones culturales que en
ella tienen lugar. Las actuales propuestas turísticas asumen
únicamente el componente cultural de la religiosidad y las
promociones están centradas en unos pocos exponentes de
la arquitectura eclesial (Mintur, 2007; Infotur, 2009).

Hacia una definición de turismo religioso

Desde tiempos ancestrales, los desplazamientos por moti-


vos de fervor y devoción religiosa han estado presentes en

600
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

la humanidad, sin importar sexo, credo o estrato social. Ac-


tualmente millones de peregrinos realizan anualmente estos
tipos de viaje a diversos y muy variados santuarios. Los mo-
tivos que encierran son distintos, como pueden ser ofren-
dar algo, pedir un favor o por cumplir con una tradición. De
manera general, los viajes religiosos tienen como objetivo o
están asociados a la visita o participación en:

v Fiestas religiosas: Semana Santa, fiestas


patronales, romerías
v Visitas a monasterios
v Rutas Marianas o Espirituales como el Camino
de Santiago
v Visitas a grandes catedrales
v Destinos jubilares
v Exposiciones de carácter religioso
v Grandes acontecimientos religiosos o visitas
de líderes espirituales

Queda claro que el turismo vinculado a lo religioso es


una realidad que ocupa tanto a gestores turísticos como a
los responsables eclesiásticos. Sin embargo, el concepto de
turismo religioso es un concepto complejo, es decir, formado
por dos entes que tienen valor en sí mismos, y que dan lugar
a una entidad o realidad nueva que comparte las caracterís-
ticas o los elementos de las dos entidades que lo integran:
turismo y religión.
Una definición simple de turismo es la dada por la Orga-
nización Mundial del Turismo (2010): “El turismo comprende
las actividades que realizan las personas durante sus viajes
y estancias en lugares distintos a su entorno habitual, por un
periodo de tiempo consecutivo inferior a un año, con fines
de ocio, por negocios y otros”. Definiciones más complejas
definen al turismo como el

601
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

conjunto de fenómenos y relaciones económicas, psico-socio-


lógicas, culturales y medioambientales que se generan entre
los viajeros y las entidades vinculadas a los viajes desde el lu-
gar emisor, las entidades proveedoras de servicios y productos
en el lugar de destino, los gobiernos de los lugares emisores y
receptores así como las comunidades locales de acogida, con
motivo del viaje y estancia de visitantes temporales en un des-
tino diferente a su lugar de residencia habitual (Martín, 2006).

Ello nos lleva a resumir que el turismo surge con los via-
jes temporales de las personas cuyas estancias y activida-
des, que ocurren en lugares diferentes a los de su residencia
habitual, hacen surgir fenómenos y relaciones dado que las
actividades son diferentes a las que comúnmente se rea-
lizan. Se establece de ese modo una interacción entre los
visitantes y varias entidades: las que animan y propician la
posibilidad y realidad el viaje, las que proveen de servicios
para hacer posible la llegada, la estancia y la salida, las co-
munidades locales y los gobiernos locales.
La clasificación de actividades a realizar en un destino
nos permite definir las modalidades turísticas. Las principa-
les modalidades que se desarrollan hoy son el turismo de sol
y playa, el turismo cultural, de salud, de naturaleza, religioso,
entre otras. Esta manera de ver los modos o formas de ha-
cer turismo tiene que ver con el lugar de realización, el nivel
de participación y el interés temático o las motivaciones del
turista. De modo que, para el caso que nos ocupa, la religio-
sidad y las instituciones religiosas pueden convertirse, y de
hecho se convierten, en las motivaciones y en las entidades
que interactúan con el viajero. Sin embargo, la motivación
religiosa coexiste con la curiosidad o el interés cultural por
ciertas formas de entender el mundo, diferentes de la propia.
Según señala la OMT, “las religiones impulsan a las
personas a viajar, y los viajes por motivos religiosos se
han multiplicado en los últimos decenios gracias a la fa-

602
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

cilitación del transporte y a la expansión del alojamien-


to hotelero que han acompañado el desarrollo del turis-
mo en los finales del siglo XX y principios del siglo XXI”.
Entre las motivaciones religiosas que dan lugar a viajes tu-
rísticos se cuentan las peregrinaciones, el cumplimiento de
promesas, las celebraciones religiosas, las visitas a edificios
o monumentos notables de carácter religioso y los ofreci-
mientos a divinidades.
La más sencilla de las definiciones de turismo religioso
la encontramos en el Diccionario de Turismo: es la actividad
turística que consiste en realizar viajes (peregrinaciones) o
estancias en lugares religiosos (retiros espirituales, activida-
des culturales y liturgias religiosas, etc.), que para los practi-
cantes de una religión determinada supone un fervor religio-
so por ser lugares sagrados de veneración, o perceptuales
según su credo. Como vemos, los elementos centrales de
esta definición son: la actividad turística, el viaje, la estancia
y las motivaciones.
Arregui García (2007) entiende por turismo religioso una
actividad turística a través de la cual quienes la realizan pre-
tenden alcanzar gracias espirituales, buscando la proximi-
dad, la inmersión o el contacto con lo sagrado. Por lo tanto
es un tipo de turismo relacionado fundamentalmente con las
creencias, aun cuando este es un aspecto discutible y di-
fícilmente precisable puesto que, en definitiva, el carácter
religioso de un evento nos remite a una experiencia personal
buscada por quienes asisten a tales eventos y, también, a
los propios objetivos u oferta que hacen los organizadores.
Sus manifestaciones fundamentales son el peregrinaje; vi-
sita a santuarios o lugares sagrados y tumbas de santos;
asistencia y participación en celebraciones religiosas. Por
consiguiente entiende que el turista religioso busca vivir, so-
bre todo, una experiencia religiosa.
La Secretaría de Turismo de México (2009) equipara el
concepto de turismo religioso al de turismo espiritual, en-

603
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

tendiendo a este último como los viajes a puntos de des-


tino donde la motivación primaria de visita está dada por
aspectos de carácter religioso, manifestadas principalmente
en peregrinaciones o viajes con una connotación claramente
asociada a una expresión de fe.
Partellada (2009) define como turismo religioso aquel tipo
de turismo que tiene como motivación la visita de lugares sa-
grados (santuarios, conventos, monasterios, iglesias, ermitas,
catedrales) o participación en celebraciones religiosas (Se-
mana Santa por ejemplo) para descubrir la esencia religiosa,
el mensaje que transmiten, el valor histórico y la belleza artís-
tica. Esto no excluye, sino que comprende en muchas ocasio-
nes, la oración y la celebración de los sacramentos.
Los conceptos relacionados nos llevan a valorar algunos
aspectos. El énfasis está relacionado con la presencia de
la fe como motivo para emprender un viaje, más varían en
cuanto a la intensidad de la experiencia que se busca en el
destino religioso. Si bien la religiosidad forma parte del com-
ponente cultural y la idiosincrasia de los pueblos, el turismo
religioso no debe ser confundido con el turismo cultural aun
cuando comparten los mismos recursos que los sustentan.
Hablamos, por ejemplo, de las visitas y contemplación del
componente material del patrimonio religioso: las catedra-
les, monasterios, conventos, museos de arte sacro, iglesias,
o incluso del disfrute del patrimonio inmaterial asociado a
ellas: conciertos de música sacra, procesiones, fiestas litúr-
gicas. Lo diferencia que, si bien los turistas culturales que
visitan espacios religiosos pueden alcanzar un estado espi-
ritual que los vincula a lo sagrado, ello no está consciente-
mente vinculado a sus creencias religiosas.
Podemos resumir que el turismo religioso es un viaje
turístico que se emprende por una motivación de fe y que
incluye actividades vinculadas al conocimiento y disfrute de
experiencias religiosas diversas, a través de la participación
en celebraciones o mediante la visita a lugares sagrados, y

604
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

que puede implicar motivos tradicionalmente turísticos como


el descanso, conocer nuevos lugares, paisajes naturales o
culturales y personas.

A partir de ello podríamos entonces intentar una tipolo-


gía de turistas religiosos, en función de la experiencia que se
busca durante el viaje aun cuando ninguna de ellas excluye
otros motivos como la amistad con otros hermanos de fe, ver
entornos interesantes, distraerse, divertirse y experimentar
aventuras:

v Turista religioso a peregrinaciones: es aquel turista


para quien la peregrinación es un acto de culto y va unida a
la oración, la penitencia y otras expresiones que se practi-
can durante el viaje y en el lugar sagrado.
v Turista religioso que visita lugares y celebraciones de
interés: el destino escogido está estrechamente vinculado
con sitios de valor histórico para el grupo denominacional o
corriente religiosa a la que pertenece y puede o no participar
de las actividades desarrolladas durante su estancia. Pudié-
ramos decir que es un espectador religioso.
v Turista religioso espiritual: practica actividades enca-
minadas a ofrecerle paz interior y serenidad y se desarrolla
generalmente en contacto con la naturaleza o en sitios o am-
bientes de tranquilidad y quietud (conventos, monasterios).
v Turista religioso deliberado: vive la experiencia reli-
giosa a plenitud.

Una de las actividades más frecuentemente realizadas


en turismo religioso es la peregrinación, términos que han
llegado incluso a equipararse. Los Papas Pablo VI y Juan
Pablo II definieron la peregrinación como una forma espe-
cial de hacer turismo. Una peregrinación se define como un
“‘viaje que se emprende para llegar a un lugar considerado
sagrado por la acción de Dios en él’”. Este viaje se empren-

605
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

de por motivos religiosos y para realizar actos religiosos de


penitencia o de devoción. Nace del deseo de ponerse en
contacto con el Sacrum.
Resulta entonces evidente que la organización de una
peregrinación requiere de acciones por parte del creyente,
que va a necesitar cubrir necesidades básicas de alojamien-
to y alimentación y precisa de la preparación de la población
receptora para satisfacer las necesidades antes menciona-
das y ello se traduce en una fuente de ingreso para sus habi-
tantes. Aun cuando algunos autores como Rubio y Mariscal
(2006) que anotan que las peregrinaciones y el turismo de
motivación religiosa pueden considerarse como turísticas, al
margen de que los productos o servicios dispuestos para
este fin no entren en el mercado de consumo y en ocasiones
ni se comercialicen, no se puede perder de vista que ade-
cuar y aprovechar las oportunidades de esta modalidad es
una alternativa para no pocos destinos.
La OMT insiste en el nuevo turista religioso, que si bien
hace unos años eran paseantes nacionales, personas mayo-
res, grupos de jóvenes y familias con niños, actualmente son
cada vez más internacionales, con estancias más cortas y
que recurren crecientemente a agencias especializadas, así
como a los medios de las tecnologías de la información y la
comunicación.
Chaspoul y Lunven establecen cuatro tipos de enfoques
del Turismo religioso:

1. Enfoque espiritual: el turismo religioso es un medio


para el individuo de acercamiento a Dios.
2. Enfoque sociológico: el Turismo religioso es un me-
dio para el creyente de conocer mejor la historia del grupo
religioso al que pertenece, de ensalzar sus lazos con la co-
munidad.
3. Enfoque cultural: la visita a los lugares de culto y san-
tuarios es un medio para el individuo, tanto creyente como

606
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

no creyente, de comprender las religiones que impregnan


las sociedades (en el plano histórico, sociológico, simbólico,
etnológico, cultural e incluso político).
4. Enfoque geográfico: los administradores de los des-
tinos de Turismo religioso observan modificaciones en sus
flujos y se adaptan a las evoluciones del mercado turístico.

Según algunos autores los lugares con atractivo religioso


se pueden clasificar en tres tipos (Parellada, 2009):

v en primer lugar estarían los santuarios de peregrinación;


v en segundo lugar, los espacios religiosos con un
carácter histórico-artístico significativo;
v y por último estarían los grandes encuentros de grupos
religiosos y las celebraciones de carácter también religioso.

Se puede ver que los destinos religiosos no solamente


se ciñen a un espacio con una arquitectura concreta, como
sería el caso de los santuarios de peregrinación, sino que
también existen otros espacios visitados por su interés his-
tórico, su localización geográfica, y también celebraciones
religiosas que pueden ser contempladas no sólo desde el
punto de vista espiritual sino también desde el punto de vis-
ta turístico como un elemento de atractivo. Así el turista re-
ligioso, mención aparte de sus motivaciones, se comporta
durante la estancia en el destino turístico de la misma forma
que cualquier otro tipo de turista y constituye una expresión
emblemática de la modernidad, que se revela como una ex-
periencia compleja en continua evolución.

Las posibilidades del turismo religioso son variadas y es-


tán relacionadas con:

v El turismo religioso, puede representar una oportuni-


dad considerable para el desarrollo de actividades turísticas

607
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

dado que es recurrente y por lo tanto resulta ser un turismo


más fiel al sitio de visita.
v Cuando hablamos de beneficios de esta modalidad
turística estamos haciendo referencia a su impronta social,
psicológica, y económica.
v En el orden psicológico, las peregrinaciones y la
realización correcta de sus rituales son actos educativos y
pacíficos.
v La persona sustituye los sentimientos negativos por otros
positivos y logra un estado de tranquilidad, seguridad y paz.
v Promueve el diálogo entre las diferentes religiones y
culturas del planeta
v La gestión profesional genera resultados económicos
para todos los prestadores de servicios del circuito turístico,
incluidos los actores locales del sitio visitado que participan,
directa o indirectamente en el mismo.
v Todo evento religioso que moviliza o atrae a turistas de
diferentes lugares, genera divisas y reactiva la economía local.
v El cobro de aranceles de ingreso a templos o museos
religiosos, alojamiento de peregrinos en colegios o monaste-
rios, contribuyen al mantenimiento de la estructura edilicia y,
al pago de servicios elementales como el consumo de agua
y energía eléctrica.
v Mejora la calidad de vida de los residentes locales ya
que genera fuentes de empleo alternativas como los guías
locales.
v Activa o reactiva ciertas actividades como la artesa-
nal ya que muchos turistas buscan llevarse algún recuerdo.

Turismo y religión en Cuba

Estudios realizados sugieren que, de una forma u otra, la


religión en Cuba es un campo de atracción para el viajero.
Existen, además, indicios que motivan su estudio, como son:

608
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

el reavivamiento religioso que se ha producido en los últimos


años, paralelo a un crecimiento también del turismo, que ha
expandido el interés de extranjeros de viajar a Cuba.

El cuadro religioso en Cuba está conformado por:

v Iglesias cristianas (católicas, protestantes y ortodoxas).


v Expresiones de origen africano.
v Espiritismo.
v Expresiones traídas por inmigraciones económicas.
v Asociaciones de expresiones religioso-filosóficas.
v Religiosidad popular.
v Grupos surgidos en las últimas décadas
(nuevos movimientos religiosos).

Los rasgos esenciales de la religiosidad cubana están


expresados en:

v Fuerte vínculo entre los procesos históricos y la


expresión de lo religioso.
v Diversidad.
v Sincretismo, uniones, mezclas y procesos de
criollización o transculturación.

Esta religiosidad presente se hace especialmente visible


en determinadas celebraciones que reavivan anualmente la
esencia de lo religioso en la Capital. Tal es el caso de las ce-
lebraciones relacionadas con Semana Santa, Navidad, y la
peregrinación al santuario de San Lázaro. Esta última, según
cifras consultadas, mueve a miles de personas (ver tabla 1)
que más cercanas o lejanas al catolicismo tienen fe en los
milagros del Santo, pues no sólo desde la iglesia católica lle-
gan fieles al Rincón, sino también practicantes de religiones
de origen africano y personas cuyas religiosidad popular
las motiva a la celebración. Mayoritariamente provienen de

609
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

la ciudad de La Habana y de poblaciones cercanas de las


provincias Mayabeque y Artemisa. En los últimos años se ha
incrementado el número de extranjeros que se incorporan
a la peregrinación. Esta es una oportunidad que puede ser
aprovechada por los gestores turísticos para futuros escena-
rios de desarrollo.

Tabla 1: Totales de personas a la Iglesia del Rincón

Años Asistentes
1984 50 999
1989 79 972
1990 86 777
2000 88 854

Fuente: Elaborado a partir de notas de clases de la asignatura Sociolo-


gía de la Religión, ISECRE, 2012

Ramírez (2012) anota que se han clasificado cuatro gru-


pos de factores asociados al crecimiento religioso en la
sociedad cubana, los que determinan un nuevo contexto
desde finales el siglo XX y principios del XXI que ha inci-
dido en el atractivo turístico con referente religioso y que
resumidos se relacionan con:

Desde la esfera oficial del país:

v Eliminación de impedimentos para el ingreso de


creyentes revolucionarios en el Partido Comunista de Cuba.
v Eliminación de medidas discriminatorias en la práctica
social sin respaldo legal.
v Gradual sustitución de concepciones dogmáticas,
prejuiciadas, por concepciones abiertas y flexibles.
v Eliminación de los cursos de ateísmo en Universida-
des y Escuelas del Partido.

610
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

En la conciencia social y la práctica cotidiana:

v Aceptación en la población de los creyentes y de las


creencias como algo natural.
v Mayor interés por el conocimiento de la religión (de-
manda de literatura).

En la cultura y medios de comunicación:

v Mayor presencia de lo religioso en las manifestaciones


artísticas.
v Referencias a la religión más frecuentes en la radio,
la TV y la prensa escrita.
v En las organizaciones religiosas.
v Incremento de recursos humanos y materiales.
v Ampliación del espacio social.
v Redefiniciones de las proyecciones políticas y sociales.
v Un turismo religioso no institucionalizado de carácter
individual o de pequeños grupos formado por
extranjeros que se han iniciado en Cuba en
religiones populares.

A este último aspecto debemos agregar el incremento


de hermanamientos entre iglesias nacionales y foráneas
que han promovido el intercambio de visitas de sus líderes
y miembros.
En orden descendente, los aspectos más destacados, en
cuanto a los temas que más les interesan a los turistas dentro
de la religión en Cuba, son los siguientes (Abreu, 2009):

1. Sobre el enfoque política y religión en Cuba (90%): los


derechos de los creyentes, la libertad de creencias, la rela-
ción Iglesia-Estado y la política del Estado y el Partido Comu-
nista de Cuba hacia la religión; y sobre las contradicciones
entre las instituciones religiosas y la Revolución en sus inicios.

611
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

2. Las religiones cubanas de raíces africanas (81%): la


influencia y origen de estas religiones; espectáculos cultu-
rales relacionados con estas manifestaciones; deseos de
asistir a toques santos y cómo consultarse con un babalaos;
relaciones de estas creencias con el espiritismo y con el ca-
tolicismo; y diferencias entre las distintas manifestaciones de
origen africano.
3. Intereses socioculturales (71.6%): cómo se manifies-
ta la práctica religiosa en Cuba, sus costumbres, qué tipo
de religión prevalece, los tipos de iglesia y su crecimiento;
arquitectura religiosa; qué porciento de la población es cre-
yente; y sobre las procesiones a San Lázaro.
4. Sobre la religión católica (28%): el crecimiento de la
religión católica, cantidad de iglesias que existen, si es la
creencia predominante; influencia e impacto de la visita del
Papa Juan Pablo II; y publicaciones de la Iglesia Católica,
existencia de programas en los medios de difusión y si exis-
ten escuelas católicas.
5. Interés por servicios religiosos (12.6%): localización
de Iglesias protestantes o católicas, horarios de misas u
otros servicios.
6. Otros (7.2%): interés por el protestantismo y sus ca-
racterísticas en Cuba; celebración de las Navidades; y cre-
cimiento de los Testigos de Jehová.

Como uno de los principales emisores en materia de reli-


gión hacia Cuba, según entrevistados, se encuentra Estados
Unidos. Uno de los hechos más impresionantes e inespera-
dos de la vida norteamericana de fines del siglo XX ha sido
la reemergencia del sentimiento religioso como una fuerza
mayor en la política y la cultura. Existen, de hecho, cifras
de turoperadores que muestran que, alrededor de un 70%
de los grupos de turistas norteamericanos piden, al menos,
una actividad relacionada con la religión. En cuanto a los
españoles, se considera tienen mayor interés que los alema-

612
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

nes y franceses. Abarcan un abanico de temas en su interés


como: las características del catolicismo en Cuba, mucho in-
terés en visitas a la mayor cantidad de iglesias con un atrac-
tivo arquitectónico y cultural en general, y el pedido por ver
rituales de origen africano.
Varios son los exponentes del patrimonio habanero que
pueden y de hecho lo están en muchos casos, vinculados a
opciones turísticas relacionadas con la religiosidad cubana.
El resurgir de tradiciones y una fuerte presencia de arquitec-
tura eclesial, hacen de La Habana una propuesta más que
interesante para el turista.

Del Vía Crucis habanero y otros atractivos religiosos

La Cruz Verde, que inmutable permanece en la esquina


de Amargura y Mercaderes, en la fachada de la casa mar-
cada con el número 255 en pleno Centro Histórico, que per-
teneciera a la Familia Lagunilla, que fuera después estancia
de misioneros y hoy alberga la Casa del Chocolate y cuya
imagen despierta la curiosidad del transeúnte, nos remite a
una pregunta ¿por qué esa Cruz? La historia pareciera olvi-
dada pero después de 200 años de silencio, comienza a es-
cucharse una voz tenue pero penetrante para el habanero:
la voz del Vía Crucis.
Viacrucis o vía crucis significa «camino de la cruz», ge-
neralmente celebrado el Viernes Santo, y se refiere a las di-
ferentes etapas o momentos vividos por Jesucristo desde
el momento en que fue aprehendido hasta su crucifixión y
sepultura. Puede ser también conocido como “Estaciones
de la Cruz” y “Vía Dolorosa” o al recorrido de cruces que
señalan un camino o una ruta donde se puede realizar este
ejercicio piadoso. Se trata de un acto de piedad, un camino
de oración que se busca con la meditación de la pasión y
muerte de Jesucristo en su camino al Calvario. Como resulta
conocido, el camino se representa con una serie de cator-

613
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

ce imágenes de la Pasión o “Estaciones”, correspondientes


a incidentes particulares que, según la tradición cristiana,
Jesús sufrió por nuestra salvación, basados en los relatos
evangélicos y la tradición, que como costumbre se hace a
través de un recorrido grupal que puede tener lugar dentro
del templo o por las calles, deteniéndose en cada estación
y haciendo una oración en cada una, una lectura de algún
pasaje del Evangelio y también un canto.
En Cuba se comenzó la tradición de rezar el Vía Crucis a
comienzos del siglo XVII, a iniciativa de la congregación de
los franciscanos y fue practicada hasta principios del siglo
XIX, en que se dejó de realizar sin que se sepan los motivos
que indujeron a su suspensión y por lo tanto a una supues-
ta pérdida de esta tradición. Esta situación se vio agravada
cuando en la década del 60, más exactamente 1961, se sus-
pendieron las peregrinaciones en general por las tensiones
surgidas entre la iglesia y la naciente revolución en el poder
(Alonso, 2005).
Es conocido el hecho de que la visita del Papa Juan Pa-
blo II, en el año 1998, trajo consigo un cierto proceso de
acercamiento entre la Iglesia y el Estado, propiciándose
para la iglesia el rescate de tradiciones diluidas en el con-
texto social, entre las que se pueden citar: la incorporación
del 25 de diciembre, fiesta de navidad, entre las celebracio-
nes oficiales de nuestro país; también se autorizó la salida
de procesiones con sus santos a las calles sobre todo en
el área cercana a la parroquia, en las festividades propias
de la iglesia. Más recientemente con la visita de Benedicto
XVI, se incorporan las celebraciones de Semana Santa de-
clarándose “receso laboral” con “carácter excepcional” en
2012, extendiéndose por parte los órganos superiores de la
Nación su celebración anual a partir de 2013.
Es en este contexto, hace poco más de 7 años, especí-
ficamente el 25 de marzo de 2005, en la Casa de las herma-
nas Brigidinas se reunieron religiosos católicos y protestantes,

614
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

para a la altura de las 7 de la noche realizar en la sagrada


casa las dos primeras estaciones del Calvario de Jesús y co-
menzar desde entonces el revivir de una tradición perdida.
Salió la procesión por la calle de los Oficios, los miem-
bros de las iglesias protestantes abrían el paso a las velas e
inciensos que portaban los monaguillos de la iglesia católi-
ca, para alumbrar y depurar el camino del Cristo coronado
arrastrando la cruz que llevaban sobre sus hombros un gru-
po de hombres. Tras la imagen del Cristo dos sacerdotes
y una monja altavoz en mano, guiaban los rezos, leían las
paradas y orientaban los cantos que el coro eclesiástico eje-
cutaba tras la lectura de las estaciones. Al llegar a la calle de
la Amargura hicieron el primer alto para leer la tercera esta-
ción y tomar el camino que los llevaría a la Iglesia del Cristo
del Buen Viaje o del Humilladero, como fin del Calvario. En la
esquina de Mercaderes y Amargura se unió a la imagen del
Cristo crucificado la de la Virgen Dolorosa y entre rezos de
Ave María y Victorias cantadas, prosiguió la marcha para en
la esquina de San Ignacio incorporar La Cruz.
En un intervalo aproximado de 200 m se hacía una pa-
rada para leer una estación, hasta llegar a la Plazuela del
Cristo, que estaba iluminada y se había improvisado un es-
cenario que se convirtió en altar cuando al llegar la proce-
sión fuera sacada la imagen de Cristo crucificado. La cere-
monia en la plazuela fue sencilla, y contó con las palabras
del Cardenal Jaime Ortega, que enfatizó: “Esta procesión
es de solidaridad y de gratitud, no de lástimas”, e incitó a
todos los presentes a amar y hacer el bien, por encima de
todas las cosas. Tras las palabras de Ortega, se leyeron las
estaciones 13 y 14.
Más recientemente, en las iglesias católicas de La Haba-
na, durante las misas del domingo 12 de febrero de 2012, los
sacerdotes dieron lectura a una nota del arzobispo cardenal
Jaime Ortega que anunciaba la celebración de “Vía Crucis zo-
nales en cada una de las vicarías como preparación a la visita

615
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

del Papa Benedicto XVI y como preparación de la Pascua”.2


Tomando como referente el rescate de la celebración del Vía
Crucis como muestra de nuestro patrimonio intangible y esla-
bón de afianzamiento de la identidad cultural de nuestra urbe,
consideramos puede ser este el tema de partida de nuevos
productos turísticos a proponer, aunque cuando coincida con
la celebración deberá unirse el visitante a la peregrinación
misma. Fuera de semana santa, han de involucrarse otros re-
cursos religiosos seleccionados según su representatividad,
atractividad desde el punto de vista artístico, y su susceptibi-
lidad de desarrollo o aprovechamiento turístico.
La cercanía entre las instituciones religiosas que se pueden
ser incluidas en las novedosas propuestas a concebir puede
constituirse el aspecto decisivo para los gestores ya que la
concentración es lo que determina, en gran medida, las po-
sibilidades de incorporarlas en recorridos turísticos religiosos.
Para el desarrollo de nuevas propuestas de valorización
turística, los atractivos parroquiales y patrimoniales pueden
ser complementados con otras instituciones (religiosas o
no) que agrupan, en ellas mismas, valores culturales. Tal es
el caso de la Parroquia San Cristo del Buen Viaje, la Sacra
Catedral Ortodoxa rusa de la Habana “Nuestra Señora de
Kazam”, la Iglesia del Espíritu Santo, El Templete, la Iglesia
Católica María Auxiliadora de los cristianos, Museo de arte
sacro y sala de concierto, el Sacro Arzobispado Ortodoxo
Griego en Cuba, Catedral San Nicolás de Mira, la Sala de
Concierto “San Felipe Neri”, Santa Metropolitana Iglesia
Catedral del Sagrario y de la Inmaculada Concepción, el
antiguo Seminario San Carlos y Ambrosio, la Iglesia del
Santo Ángel Custodio, la Sinagoga Adath Israel de Cuba,
entre otros.

2 http://www.cihpress.com/2012/02/anuncia-arzobispo-de-la-habana-via.html.

616
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Para turistas religiosos, el entorno dispone de habitacio-


nes para el alojamiento en el Convento de Santa Brígida. Las
hermanas brigidinas hacen de la hospitalidad ecuménica
y la acogida su apostolado por lo que estas instalaciones
son casas de caridad, integradas todas por la dimensión
espiritual y cultural. La casa brigidina habanera dispone de
ofertas de desayuno (incluido en el precio de la reserva), el
alquiler de salones de reuniones con capacidad para 30 y
40 personas, servicio a las habitaciones, realización de bau-
tizos (previa coordinación), servicio de tele cable y 10% de
descuento en los restaurantes del centro histórico.

A modo de conclusiones

La Habana es portadora de una fuente extraordinaria de re-


cursos y productos culturales, de arte religioso específica-
mente, materializados en iglesias y conventos católicos de
gran valor arquitectónico y artístico en general, que repre-
sentan oportunidades para su posterior aprovechamiento
turístico, tanto por sí mismas como por las diferentes expre-
siones artísticas en su interior, y que existen en casi todos
los municipios de la Ciudad. En el caso cubano, el turismo
religioso cristiano está marcado por una concepción cultu-
ral desde las entidades turísticas que comercializan estas
propuestas, mientras que para las entidades religiosas ha
devenido en coyuntura para la generación de recursos fi-
nancieros propios.

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Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Propuesta metodológica para el estudio


del turismo en
ciudades patrimoniales cubanas

Maité Echarri Chávez

Resumen

Hoy los Centros Históricos constituyen verdaderos espa-


cios de efervescencia investigativa, en los que convergen
disciplinas que pretenden, a partir de diferentes enfoques,
proveer los modelos de desarrollo acorde con las especifi-
cidades de cada Centro. De ahí resulta que la variedad de
temas tratados dificulte la búsqueda de patrones a la hora
de retomar metodologías de análisis. A nuestro modo de ver,
y teniendo en cuenta la bibliografía consultada, desde el
punto de vista turístico, los Centro Históricos son estudiados
según tres enfoques principales: la rehabilitación, la confor-
mación de la ciudad histórico-turística y la definición de su
imagen y potencial, y finalmente mediante el estudio de la
gestión turística.

La Rehabilitación en Centros Históricos

El enfoque de la rehabilitación parte de la valorización del


patrimonio edificado, generalmente inmuebles, para la co-
munidad receptora y para el turismo como actividad gene-
radora de ingresos que viabiliza la obtención de recursos

623
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

financieros, donde la preocupación por la salvaguarda del


patrimonio ha rebasado el monumento y ha ido ampliándo-
se paulatinamente pasando del inmueble a su entorno. Para
lograrlo incorpora estudios de corte histórico donde se reto-
man los antecedentes funcionales de modo que el pasado
enriquezca la obra a realizar.
Medina (2000), define la rehabilitación como el conjunto
de las actuaciones coherentes y programadas, destinadas
a potenciar los valores urbanísticos, edificatorios, ambienta-
les, socioeconómicos y funcionales de determinados secto-
res urbanos, con la finalidad de mejorar la calidad de vida
de la población residente mediante medidas encaminadas a
la mejora de las condiciones del soporte urbano y edificado
existente, a la elevación de los niveles de habitabilidad y usos
y a la dotación de los equipamientos comunitarios, servicios
y espacios libres de uso público. Unido a ello se introduce el
tema de la revitalización o reutilización donde, según Sena-
bre (2002), se acepta como principio que el cambio es inevi-
table en cuanto a la demanda de nuevos usos, la necesidad
de adecuación de la trama para dotarla de accesibilidad y la
necesidad de reconvertir las características de la edificación
antigua para alcanzar los servicios mínimos que aseguren
los estándares de habitabilidad que demandan los actuales
usuarios, conllevando inevitablemente a adaptaciones y mo-
dificaciones del componente espacial de la estructura. Las
acciones en tal sentido son muy variadas y dependen en
gran medida de la escala de trabajo; por ejemplo los cen-
tros históricos mexicanos han recurrido a rehabilitaciones
tanto de edificios monumentales (remodelación del teatro
Zebadía, Chiapas, restauración de la casa de Diego Rivera
y Frida Khalo, DF), como de espacios abiertos y barrios (re-
vitalización integral de los barrios Mellado, Marfil, Gavilanes
y San Miguel en la ciudad de Guanajuato , restauración de la
avenida Juárez y plaza de San Miguelito en San Luis Potosí;
Sánchez, 2000). En otros casos la rehabilitación está sujeta

624
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

a proyectos temporales debido a acciones muy concretas,


como fue el caso de la recuperación de la Pérgola de la Pla-
za Carrillo en Trinidad (Sancti Spiritus), símbolo de la Ciudad
y de la identidad local, la cual fue desarticulada tras el paso
del huracán Dennis (2005). Los proyectos pretenden valo-
rar, conservar y rehabilitar el patrimonio vinculándolo a los
roles propios de la ciudad para lograr mejores condiciones
de vida de la población local, aumentando su sentido de
pertenencia y reforzando la identidad.
Se plantea un reto ante los actuales procesos de re-
habilitación en tanto la puesta en valor del patrimonio y su
consiguiente refuncionalización, ha generado una demanda
especuladora del suelo tanto para el turismo como para re-
sidentes, no así en el caso cubano donde este proceso de
recuperación patrimonial representa un recurso importante
para el desarrollo y el afianzamiento de las identidades loca-
les; en este sentido se han potenciado programas locales de
desarrollo, como los Proyectos de Rehabilitación Integral de
los Barrios San Isidro y Jesús María (La Habana Vieja) donde
la rehabilitación implica la participación comunitaria, con un
enfoque integral y carácter social.

Conformación de la ciudad histórico-turística


y definición de su imagen y potencial

La conformación de la ciudad histórico–turística parte de


análisis históricos donde se definen los cambios en la es-
tructura urbana y la inserción del turismo dentro de la mis-
ma; valora desde una perspectiva espacial una ciudad que
generalmente queda reducida a unas pocas hectáreas y en
la cual se concentran la mayoría de los atractivos que el visi-
tante va a conocer, mientras que, para identificar la imagen y
el potencial turístico se buscan o elaboran índices de los re-
cursos culturales, se valora la dinámica de evolución cuan-

625
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

titativa y cualitativa de los mismos, así como la definición


de los íconos urbanos que impulsan la comercialización del
Centro Histórico como destino turístico dentro de la región y
se analizan las perspectivas de su crecimiento.
Mangano (2004), plantea que la selección de esta ima-
gen es de suma importancia y debe reflejar de modo vehe-
mente la realidad, ya que la misma se utiliza en las estrate-
gias de promoción, a escala nacional e internacional, por lo
que debe ser un símbolo que identifica y es identificado por
los residentes, además de que el visitante lo asume como
referencia de su visita. Ambos enfoques implementan accio-
nes encaminadas a establecer servicios de saneamiento en
espacios abiertos y públicos, definir señalética de acceso e
in situ, establecer centros de información turística, ofrecer
seguridad al visitante y, sobre todo, lograr la sensibilización
de la población residente respecto a la atención al turista
de modo que haya una correspondencia cultural mutua, ac-
ciones que permitirán la comercialización de los destinos a
través de la imagen urbana que se busca (Mincetur, 2004).
El 6º Taller de Imagen Urbana en Ciudades Turísticas
con Patrimonio Histórico (Campeche, 2000), expresó la pre-
ocupación e inquietud generadas por el deterioro tanto del
patrimonio edificado como de la imagen de nuestros pobla-
dos y ciudades, así como su impacto en la calidad de vida y
la base económica de los mismos, sus características y las
causas del mismo y la necesidad de integrar a toda la so-
ciedad y autoridades, en el cuidado y mejoramiento del pa-
trimonio natural, cultural y edificado. Quedó además eviden-
ciada la importancia que esto entraña para la identificación,
el arraigo y el orgullo de la población por su lugar y la nece-
sidad, por tanto, de la búsqueda de acciones concretas y
de los recursos que estas demanden para el mejoramiento y
conservación de los barrios, zonas y conjuntos tradicionales
de las ciudades. Varios autores destacan que el cuidado de
la imagen de la ciudad no debe restringirse solo a zonas de

626
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

la misma, a riesgo de contar con zonas protegidas rodeadas


de desorden, por lo que es fundamental una visión integral
que asegure el cuidado y el mejoramiento del asentamiento
como conjunto (Lebos, 2005; Hatanaka, 2002; Bigné, 2000;
Balogly, 1999).
Sin embargo, la delimitación espacial dentro del con-
junto urbano de la ciudad histórico-turística, puede no sólo
generar nuevas afectaciones dentro de las zonas que no es-
tán incluidas en la misma sino también profundizar los ya
existentes. Tal es el caso de Toledo, donde el interés de los
visitantes se limita a formas muy reducidas de la identidad
local, al patrimonio de características más espectaculares
y en términos espaciales a una porción muy reducida del
centro histórico (Calle, 2000).
Otro caso interesante es el de la ciudad peruana del
Cuzco, destino turístico que alberga hoteles de lujo, restau-
rantes de moda y joyerías pero también oculta una pobreza
extrema que pasa desapercibida en el mismo corazón del
centro histórico. La mayoría de los cientos de turistas que
cada día llegan a Cusco, declarada Patrimonio de la Huma-
nidad por la UNESCO, recorren el principal eje de la ciudad,
visitan los monumentos restaurados y hacen realidad un
sueño: visitar el santuario inca de Machu Picchu, aunque po-
cos escapan de la ruta marcada en los mapas turísticos, que
engloban sólo algunas calles, ni se percatan de que a pocos
metros de los centros de ocio las viviendas están a punto
de derrumbarse, carecen de agua corriente o sistemas de
desagüe y saneamiento (AECI, 2005). Por ejemplo, en el
barrio de San Pedro, a pocos minutos caminando desde la
Plaza de Armas y la Catedral, una zona que acoge jardines,
restaurantes y hoteles que se agolpan entre mercados de
artesanías, tiendas de prendas y joyerías que venden oro y
plata, es común que varias familias habiten el mismo inmue-
ble, hagan uso de los mismos servicios sanitarios y discurra
su vida rodeados de vectores, basura y aguas estancadas.

627
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

No obstante, para esas áreas empobrecidas se abren las


puertas de la rehabilitación y recuperación, desarrollándose
proyectos en tales sentidos en la búsqueda de una mejora
sustancial de las condiciones de vida de la población local
(Arquisocial, 2005; AECI, 2004).
Las fisonomías de las ciudades histórico-turísticas, sus
dimensiones y representación espacial, varían según las
características propias del entorno urbano sobre el cual se
imponen; sin embargo el proceso de selección-concentra-
ción-consumo turístico cultural está en dependencia de la
gestión e inserción de la actividad turística en el seno de los
centros históricos en cuestión.
En Cuba, las acciones relacionados con estas temáticas
están enfocadas hacia el establecimiento de una imagen,
que si bien forma parte de la cotidianeidad de los cubanos,
es utilizada para la promoción de los destinos como parte
de la amalgama de opciones para distintas modalidades tu-
rísticas (Publicitur, 2006a); mientras que la conformación de
la ciudad histórico-turística es el resultado del accionar de
agencias de viajes en los diferentes espacios, condicionada
por rutas establecidas por guías de turismo y mapas temá-
ticos, que limitan la oferta turística cultural a un entramado
urbano reducido.

Gestión turística de Centros Históricos

En el proceso de gestión se valora la inserción de la actividad


turística en los espacios patrimoniales, los desafíos que implica
para la comunidad receptora y su impacto en el medio ambien-
te urbano, proponiendo las políticas de actuación mediante el
concepto rector de la sustentabilidad. Es el proceso integrado
donde se fusionan cuatro elementos claves: la imagen y atrac-
tivos del destino, los estudios de mercado, el conocimiento y
la promoción y la responsabilidad organizativa (Jafari, 2000).

628
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

En 2002, Figueredo plantea que el proceso de gestión


conlleva a la preparación de políticas locales y a la imple-
mentación de planes de desarrollo en los cuales se busca
la participación de la comunidad receptora, estas políticas
están contempladas en los instrumentos de la gestión estra-
tégica del turismo a través de planes de actuación para ad-
ministraciones locales y regionales, los instrumentos para la
comunicación y comercialización así como la estructuración
de los flujos de información turística (Triadó, 2004). Además,
el proceso de gestión de la actividad turística está marca-
do por el concepto de sustentabilidad, puesto en práctica
a través de las diferentes dimensiones de la capacidad de
acogida, definida esta última por García (2003) como la fre-
cuentación turística que puede soportar de manera sosteni-
ble el sistema socioeconómico regional haciendo referencia
a cuatro dimensiones del concepto: la capacidad de acogida
física (relacionada con el umbral más allá del cual aparecen
problemas ambientales, se dañan los recursos culturales y el
medio ambiente local), la perceptual o psicológica (relacio-
nada con el límite en que la saturación lleva a los turistas a
buscar destinos alternativos y la calidad de la experiencia del
visitante decae drásticamente), la socio-cultural (en relación
con el límite hasta el cual la población local tolera el turismo y
los turistas se “soportan” entre sí) y la económica (entendida
como el límite hasta el cual se pueden integrar las actividades
turísticas en el entramado productivo local sin que se vean
desplazadas otras funciones y actividades económicas).
En tal sentido, Martín (2003) anota que la gestión debe
conseguir que la puesta en valor del patrimonio que ateso-
ran los centros históricos para el disfrute turístico no signifi-
que una descontextualización de los elementos culturales,
una excesiva comercialización cultural y una caricatura
estereotipada de las personas que conforman esa cultura,
criterio que también asume Lara (2004) al considerar al tu-
rismo como motor de desarrollo en ciudades Patrimonio de

629
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

la Humanidad. De modo que se trata de valorar el o los po-


sibles impactos que el turismo genera tanto para la comuni-
dad receptora como para el visitante, para los gestores y los
actores de la actividad.
En Cuba tales acciones han estado enmarcadas por los
planes directores diseñados por las diferentes instancias
del Instituto de Planificación Física en los cuales se integran
las acciones a desarrollar según las proyecciones previstas
en el crecimiento de los principales indicadores del turismo
(DPPF, 2004 y 2001).

Metodología propuesta para el análisis geográfico


del turismo en ciudades patrimoniales

Teniendo en cuenta que el turismo no constituye una ciencia


y por lo tanto carece de métodos propios de análisis, las
investigaciones a realizar obligan a la multi, inter, y trans-
disciplinariedad, por lo cual en la búsqueda de un enfoque
que admita la integración de los anteriormente abordados
y que permita abordar la problemática del turismo desde
diferentes perspectivas, se asume como concepto rector
el análisis geográfico el cual, según Salinas (2002), permi-
te comprender los modos de organización en y del espa-
cio, partiendo de las relaciones existentes entre todos los
elementos que componen el paisaje (bióticos, abióticos y
antrópicos). Se compone de dos dimensiones: la espacial,
que está relacionada con los fenómenos y elementos que
tienen una representación espacial (por ejemplo: áreas de
expansión urbana) y otra dimensión relacionada con la infor-
mación geográfica que si bien no tiene una representación
espacial, los elementos que se analizan desde el punto de
vista estadístico pueden ser referidos a un lugar geográfico
(por ejemplo: las ganancias de una empresa).

630
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

Teniendo en cuenta la integralidad del concepto, y las


amplias posibilidades que brinda no sólo en los estudio de
corte turístico, para la instrumentación del mismo se defi-
nieron tres direcciones de análisis que permitieran además
implementarlo en el caso de estudio.
Las dos primeras direcciones de análisis quedaron defi-
nidas por el modelo de gestión turística y la oferta turística y
cultural a las cuales se adiciona una tercera para incorporar
el estudio del turismo como actividad económica a partir de
la dinámica de los principales indicadores del sector, pues
este último aspecto en muchas ocasiones no es tratado, ya
que los mismos se refieren no sólo a los centros históricos
en cuestión sino a una escala superior en las cuales están
incluidos (por ejemplo: la región o destino turístico, a la ciu-
dad o municipio) (Poria et al, 2006; Guzmán, 2005; Parra et
al, 2004; Santana, M 2003)

Dirección de análisis: Modelo de Gestión Turística

Para desarrollar esta dirección de análisis se valoraron tres


elementos: los dos primeros vinculados a la zonificación fun-
cional y la estructura espacial turística, pues la planificación de
la actividad turística en centros históricos cubanos se basa en
ellos (Echarri, 2001; Venegas, 2004 y Torrens, 2004), y el terce-
ro relacionado con la sostenibilidad de dicho modelo.
El estudio de la zonificación funcional se basó en el cál-
culo del Índice de Centralidad Turística o de Biagini, y la Tasa
de Frecuentación Turística, en aras de reconocer tendencias
según inversiones previstas y el comportamiento de la sec-
torización inicial determinando sus vocaciones, así como los
umbrales de especialización según las variables estudiadas.
El estudio de las estructuras espaciales permitió pro-
poner nuevos elementos que se integran a las políticas de
desarrollo previendo su comportamiento y localización es-
pacial y reconocer la evolución cuantitativa de las mismas

631
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

teniendo en cuenta su jerarquización, atractivos que incor-


poran, vocaciones de uso, imágenes urbanas asociadas y
su problemática ambiental, para lo cual se diseñó un modelo
de recogida de información mediante tablas.
Al integrar a esta dirección el estudio de indicadores de
sustentabilidad, se incorporó una vía de análisis de la diná-
mica del modelo de gestión actual. La sustentabilidad del
turismo ha sido definida de diferentes maneras de acuerdo
con las condiciones políticas, económicas, socio-culturales
y ambientales (Ko, 2005). En Cuba, se entiende por desarro-
llo sostenible el proceso de elevación sostenida y equitativa
de la calidad de vida de las personas, mediante el cual se
procura el crecimiento económico y el mejoramiento social,
en una combinación armónica con la protección del medio
ambiente, de modo que se satisfacen las necesidades de las
actuales generaciones, sin poner en riesgo la satisfacción de
las necesidades de las generaciones futuras (Gaceta Oficial,
1997). La OMT (2004a) por su parte, propone considerar el
turismo sostenible como el desarrollo que atiende a las nece-
sidades de los turistas actuales y de las regiones receptoras y
al mismo tiempo protege y fomenta las oportunidades para el
futuro; se concibe como una vía hacia la gestión de todos los
recursos de forma que puedan satisfacerse las necesidades
económicas, sociales y estéticas, respetando al mismo tiempo
la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales, la
diversidad biológica y los sistemas que sostienen la vida. La
sostenibilidad o sustentabilidad es un concepto difundido en
el ámbito turístico, si bien la manera en que se puede alcan-
zar, es decir los métodos y la forma en la que puede hacerse
posible es algo poco estudiado y en general se refiere a expe-
riencias locales (Salinas y La O, 2006).
En todo caso, se trata de un concepto que para hacerlo
realmente operativo precisa de las experiencias locales por
lo que los resultados, más que para lograr un modelo único,
sirven para establecer comparaciones y/o reconocer metas

632
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

deseadas. En tal sentido el aporte de instituciones y orga-


nismos internacionales mediante propuestas de indicadores
para evaluar la sostenibilidad ha provisto nuevos elementos
para hacer válido el concepto. Algunas de las más conocidas
son las propuestas de indicadores para evaluar la sostenibili-
dad del turismo en diversos destinos formuladas por la OMT
(2004, 1997), la Asociación de Estados del Caribe (1999) y del
CITMA-MINTUR (2003). Teniendo en cuenta que el conjunto
de indicadores a utilizar se pone en función de las particulari-
dades del destino, en el presente estudio se han seleccionado
indicadores de las propuestas realizadas por las instituciones
arriba mencionadas debido a las características que definen
el modelo de gestión de la Oficina del Historiador de la Ciu-
dad de La Habana. Esta selección de indicadores constituye
un nivel básico y proporcionan una gama de información pre-
liminar en aras de gestionar de forma sostenible el destino,
si bien cubren un espectro limitado de mediciones. No fue
posible aplicar el conjunto de indicadores propuestos por el
CITMA-MIINTUR, pues la misma carece de indicadores para
destinos específicos, de ahí la necesidad de complementarla
con las propuestas de la OMT y la AEC. Para esta investiga-
ción, se determinaron dos años para reconocer la viabilidad
de los procesos llevados a cabo en la planificación y actua-
ción del turismo. Se definieron 9 categorías que incluían 26
indicadores, para los cuales se definieron comportamientos
positivos, negativos o estancados, reflejados en una escala
mediante el uso de colores: rojo si numéricamente disminu-
ye, verde para cuando aumenta y amarillo si no sufre cam-
bios. Para determinar el comportamiento de las categorías
se tuvo en cuenta que si la misma estaba compuesta por
más de un indicador, su comportamiento estaría determina-
do por aquellos que mayor peso tuvieran para ella, pues el
aumento en un indicador no precisamente indica sostenibi-
lidad, de ahí que en el análisis de las categorías, el color
rojo indica comportamiento negativo, el verde positivo y el

633
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

amarillo estancado. Además se complementó este aspecto


con los resultados de una encuesta aplicada a residentes,
diseñada y procesada por el Plan Maestro (2003), la cual
resulta interesante pues permite conocer la valoración de la
comunidad receptora con relación a la inserción del turismo
en su vida cotidiana.

Dirección de Análisis: Oferta Turística y Cultural

La segunda dirección de análisis estuvo definida por la


oferta del Centro Histórico como destino de la región turística
Habana. En este caso se definió su comportamiento espa-
cial y su correspondencia con la estructura espacial turística
propuesta y la clasificación según recursos que la compo-
nen. Resulta novedosa en esta investigación la asociación
entre los componentes de la oferta y las tipologías patrimo-
niales que se evidencian, además el haber establecido un
método de clasificación para la cualificación de esta oferta
desde el punto de vista turístico, la cual se realizó teniendo
en cuenta cinco variables:

v Atractivos que identifican a elementos de la estruc-


tura espacial (A1)
v Atractivos vinculados al área de influencia de las
estructuras espaciales (A2)
v Atractivos incluidos en opcionales turísticas y/o pro-
grama de rutas y andares (A3)
v Atractivos vinculados a recorridos (A4)
v Atractivos jerarquizados por multifuncionalidad (A5)

Una vez definidas las variables se realizó una matriz,


como muestra la tabla 3, que permitió la conjunción de estas
variables y establecer una escala de valores que reconoció
los siguientes:

634
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

v Valor 5: si el atractivo está representado en al menos


4 de las variables propuestas.
v Valor 3: si el atractivo está representado en al menos
3 de las variables propuestas.
v Valor 1: si el atractivo está representado en al menos
4 de las variables propuestas.
v Valor 0: si el atractivo no está representado por las
variables propuestas.

Tabla 3: Matriz para la cualificación de la oferta patrimonial


desde el punto de vista turístico.

Variables
A1 A2 A3 A4 A5 Total
Atractivos

Fuente: elaborado por la autora

Es válido mencionar que no se incluyeron como varia-


bles la rehabilitación del inmueble, los valores patrimoniales,
la utilización y conservación pues son comunes a todos los
atractivos.
En este acápite se diseño, aplicó y procesó una encues-
ta para determinar algunos aspectos incidentes en la comer-
cialización del Centro Histórico, como destino estancia, la
cual fue aplicada a directivos, especialistas y comerciales
de entidades hoteleras de la Compañía Habaguanex y de la
Agencia de Viajes San Cristóbal, por ser ambas entidades
las responsables de la comercialización de la oferta turís-
tica cultural. El objetivo de esta encuesta fue sólo el reco-
nocimiento de algunos aspectos que de manera positiva
o negativa influyen en la comercialización; de ese modo la
encuesta incluyó 25 preguntas enmarcadas en tres grupos
relacionados a los objetivos de la comercialización y las vías
para implementarlos, la valoración de las ofertas, principal-

635
Turismo & Universidad Cultura, economía y sociedad

mente de la cultura, y el conocimiento de las generalidades


del mercado.

Dirección de análisis:
Turismo como actividad económica

La tercera dirección estuvo marcada por el análisis del


turismo a partir de la evolución de los principales indicado-
res del sector en la compañía Habaguanex S.A por ser la
que revierte sus ganancias íntegramente al proceso rehabi-
litador del Centro Histórico. Se valora la posición de la Com-
pañía en relación con otras cadenas hoteleras presentes en
el territorio las cuales forman parte de la competencia, y se
analiza además el impacto de las inversiones futuras y su
incidencia en otros aspectos de interés. Los indicadores del
turismo analizados fueron: Principales mercados emisores,
Habitaciones días, Disponibilidad y ocupación, Turistas físi-
cos, Turistas días, Estancia Promedio e Ingresos (totales, por
turistas días y estructura), pues los mismos se corresponden
con los señalados por la OMT como básicos (OMT, 2003,
2002, 1999).
Esta metodología de análisis ha sido implementada en
entidades de otros centros históricos cubanos ya que las
direcciones que establece se materializan en cada uno de
ellos, si bien las entidades que tributan la información nece-
saria no están sujetas a una misma institución, como sucede
en el caso de estudio. Además se muestra como una estra-
tegia de estudio que permite conocer, valorar y pronosticar
el funcionamiento de este tipo de destinos tomando como
referencia la actividad turística en su comportamiento espa-
cial, económico y cultural en contextos citadinos con dinámi-
cas funcionales complejas, como es el caso de los centros
históricos.

636
Graciela Güidi/Alicia Iglesias (compiladoras)

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El turismo es una industria que ha crecido exponencialmente en Ar-
gentina, por razones que nos resultan próximas: el sostenido desa-
rrollo regional de la última década; la inclusión de mayores contin-
gentes a niveles de consumo vedados en las décadas precedentes;
la recuperación de Aerolíneas Argentinas que significó, para nuestro
país, una mayor conectividad; la inversión en infraestructura vial; la
incorporación de nuevos derechos (mayor escolarización, nuevos ju-
bilados) con acceso al turismo social, entre otros, son algunos de los
factores que dinamizaron esta industria.
Vivimos un tiempo de conocimiento multidisciplinario que conjuga
cultura, arte, ambiente, comunicación, deporte, desarrollo comunita-
rio y diseño; y todo ello hace al turismo. Por ello resulta imprescindi-
ble la construcción y generación de conocimiento en esta materia: a
eso se aplican estas páginas.

Jorge Calzoni
Este libro se terminó de imprimir en julio de 2015 en
Integraltech S.A. Impresión Inteligente
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