Sunteți pe pagina 1din 2

Escribir sobre lo intangible: vivir lo sagrado

La Antropóloga Jimena Trujillo Molano a partir de una noticia que fue publicada
en el periódico “El Tiempo” sobre los rituales con los cadáveres N.N., que son aquellos
cuerpos sin identificar, en Puerto Berrio. Se interesó por las circunstancias de los
verdaderos familiares de los fallecidos sin nombre, que medidas adoptan las
organizaciones gubernamentales o no gubernamentales para hallar a alguien que los
reconozca. El lugar más cercano para introducirse en este tipo de contexto es el
Cementerio del Sur de Bogotá donde ocurre un fenómeno muy similar debido al
entierro recurrente de cuerpos no identificados.

La primera impresión es interesarse por lo externo, quienes están fuera del ritual
que representan estos cuerpos pues la investigadora también se encuentra fuera del
contexto. Sin embargo, al asistir al cementerio y observar el proceso que se da sobre los
cuerpos N.N. comenzó a interesarse en el objeto del ritual. Sus preguntas cambian
entorno a la fascinación de las personas sobre esos cadáveres.

Y encuentra un montón de elementos que incurren en este fenómeno, en torno a las


almas del purgatorio. Donde los vivos crean y recrean relaciones sociales que prolongan
la idea del porvenir después de la vida. La muerte actúa como fenómeno sociocultural.
Revisemos el contexto, Colombia pasa por fuertes conflictos armados dentro de sus
relaciones sociales, personas que desaparecen constantemente, se encuentra el
catolicismo como religión predominante, en una sociedad que la idea de morir está
latente y el provenir no tanto, que a lo mejor esperan que el mas allá tenga algo mejor
para ellos.

Las almas del purgatorio es una tradición del catolicismo, para pedir por aquellas
almas que se encuentran en un sufrimiento insoportable. Estos cuerpos no tienen quien
rece por ellos, aquí entran los fieles que esperando obtener un beneficio al recordarlos
son devotos a ellos. La subjetividad del ser humano es una variable del proceder
incierto, el miedo al olvido y a la soledad que en el mundo terrenal está en los vivos,
para quienes creen en la vida después de la muerte es arrasador el tener la posibilidad de
no tener a nadie que los recuerde. Tal vez sea una de las razones por las cuales ese ritual
nace y permanece.

El ser humano tiende a proyectar sus ideas, aspirando a ganar algo. Dar para
recibir, es la idea que nos propone la investigadora y ciertamente es validera, crea el
sentimiento de endeudamiento que establecen como continuo después de la muerte.
Pero parece no solo enfrascarse en el presente donde piden favores continuos o grandes
favores trascendentales y a cambio da misas, flores realizan novenas, etc. a estos
cadáveres N.N. Da la impresión de que se proyecta para el después de sus propias vidas.
Y así dar continuación a una tradición cultural de la religiosidad popular de Colombia.

Al describir un poco sobre la metodología pues fue un ejercicio etnográfico, con un


enfoque fenomenológico, a partir de la teoría de Byron Good (2003) en donde la
experiencia de los sujetos construye la investigación. La investigación duro ocho meses,
el estudio es transversal. El fin de la explicación es exploratorio. La unidad de análisis
son todos aquellos que la investigadora observo dentro de este mundo de ritual, serían
los devotos, el sacerdote, los trabajadores y moradores del cementerio. Le tomo ocho
meses vincularse con los fieles sin embargo nunca perdió la característica de ajena a la
situación, o de no comprenderla por completo.

S-ar putea să vă placă și