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Notas margina\es .sobre teor{a,y pr~is

' .' Pízra LllricJ, S01111tman11.

Qu~ 1~ cuestión de .ci!orCa y praxis depende de la cuestión de ,su-


jeto y objeto lo muestra una simplé rcJlcx:ión his~órka: En .el m.ismo
momento en que la teorla ,dc·tu dos sustancias.de Dcscatt~s.ratificó
la dicotomía.de -sujeto y objete, la l_itemfurá presentó por primera vez.
a. la p~s i::omo problemática debido :;i su tensión. con la reflexión.
La razón pura prácri<;a carece-, pese al fervíen.tc rcálísmó.; éJc objeto,
igual que para la manufacni~ y, la. industria d ~undo e,s u1:1 mate-
ri;ll sin cu·a.lida.des qi.ie hayqu.e someter ·a una elaboración, la cual no
se legitima más que en el mc;_rado. Mtenttas qui;' la praxis promece
•sacará las personas de su en<;:ierro en ellas m4rn·~. siempré ha esc~-
do e.e rrad.a; por eso los pclcd'cos SO.h inabordables y. l¡i refercnci:i de
b. práXis a los o.bjecos csci só'Cavad;i ;i priotL I>odrl;in1~s preguntar·
nos si h:ista hoy coda la p,r-axis de don}iní9 deJa n;i,rur;ilcza oo habrá
si:rto, en su 1nd~fercnéÚl al o~jeco, uria pscud~pmxis. Su c:iráctcr de
ap'<1riem.;:i~ se .JQ transn1ite a todns. las. acciencs que acogen int:\cto el
vieJO ges~p 11rolca10 de la· praps. l)csdc el principió se h" reprocha-
dé con r.a zón al pra.grnatÍsmo nmcric;;lno que, al e~t:\ble~cr c:omo ·c ri-
terio del conocirh..ient"o ·su utili<la,d pró.crica, econ1promerc al conoci-
m1en10 con In situaé.ión cl!,¡sr~nt:e; y~ ·q-ue en ningú11- otro lugar se
puede examinar su utilidad. Pero ·SÍ, al_fi.nal un;\ ttorla :imbicios.1, par.a
nQ s~r fú1il, há de ritc,st~r so urllidad aquí y ahora,'. le.succder.i lo mis-
n10 aunque crea que se escapa a I:¡. in·man.c nda del sisten1ll. De ~sta
solo puede huir 1~ ICOfÍ'<l qujclndosc la.caden~ pra.gmátÍé:J, Que t.oda
676 , (rf1itr1 ti, lt r 11lr11 r.1 f f,1,1<drul 11

teoría es .gris se lo- dice: el Meflsrófel.:s de Goc1hc a s11 discípulo, ;i1


que toma el pelo; esta frase era ideología desde el p ritncr dfa, un c:1;1-
gaño sobre el hecho ele que el árbol de la viJ :1 que lus pr;lcctcos ha~
plantado y que d den1on!o compara c.o n ,d o ro no es verde; el g~s
de la teorfa es un:1. funci.6n: de la v 1J;¡ sin cual idad es. No ha de c:x11-
rir nada que no se deje a trapar; c:unpoco d jlcnsr:tmicnro · E! sujeto
retirado a si mismo, separado ele su otro por un -ab is,no , c::s incapaz
de·actuar. l:-lan1lct es tanro la prehistoria del indívicli1n c11 su rcflaaón
subjetiva como el dranla <lcl individuo para(i'.Lado en su accu:1~ió n por
esa reflexión. El indivrdlio considera in;1décuada s u aucoenaJenacaón
~ lo que no es·igual a él)' se sienr~ io1pedido a ejecuc;irl:.i. Poco tiem-
po despu6, la novela describe yn có1no el individuo reacdon~ a esa
s:üuación que se denomina mal mediante la palabfa 1(e-x trañam1ento•
(como si en l.i época preindivid.ual hubiera habido cercanía, que .sólo
los,1ndividu:tdos pueden percibir: los anjn,ales so.n una ·..:com,uruchw
solitaria•, como dirfa Borchardt);_ con la pseudoacdvidad. Las locu-
ras de O pn Quijo re sc;,n jnrentos de compensar lo otro, que·se escu-
rre, •Íenón1i:nos de r~cirución:•, en el lenguaje de los psíqúi.,iuas. Ló
que desde entone~ se con:sid'era el probJ¿ma de la praxis y qu'e. hoy
se agµd íza en la cu:esaón de fa relac.ión ene.re.p(ax&s )' teoría coincide
con la pérdida de ex.periencia causada ppr fo. racionalidad de lo que
s iempre es igual. Cuando la experiencia está obscruida o ya no ais-
ce,.la praxis sé deceriora·y, por canco, es deseada, deformada, sobre•
valorada desesperada:mente. De este modo,. lo que se denomina od
problema de.la pi;axis» se-entrelaza con c;J prob.lema deJ con·o cim'ien-
co. lá subjcrivldad absrracta a la que conduce el proceso de raciopa-
lizacióil no puede semu rtric-10 hacer nada, igual que el sujeto rrasécn•
dcnra.l no puede rener .espontaneidad, qoc es lo que se le suele :ltribuir.
Desde ~a doctrina carrcsiana de la certeza indubitable del sujeto (y In
fiJoS'ofía que la describió codificó algo consumado hi,qóricamente, uña
cons:relaci9n de sujeco y objeto en Jaque, de: acuerdo c9n el topos ln'~
tiguo, sólo lo desigual puede: conocer lo dc:sig~al), la praxis tiene el
aspecco de una apa.riencia, -com·o si no pudiera salir del f'.oso. Ptlfflras
como .. t;ibor:iosida<l~ y <•ajecrc:o" dan muy bic.n con esrc matiz. Lát
pseudorre:tlidadcs de algunos: movimientos prácticos de ma~ dtl si~ .
glo XX., que se han conv.ercido en una realidad sangrícnta y empero ..
es
están eclipS'a~as por lo que .no éomplc:t.amente real, por lo dt•-;;
me.nciaJ, nac1c:roo cuando se preguntó por la accrón. Micn~.-as que el .
677

pcinsamu:1110 se linüta a ]a ra1,ó" subjedv.,, LJ tili1.a~le práctii:amence,


<;Qrrclativamente lo.otro que se le csc\ttrc queda asignado .a u.ha pra-
xis ~da ve?. 1nc:nos concepru;.l y que no .reconoce otra ~edad~ que
ella ntisma. De. una iri:in-c:r-.1 tan antinóm le;,. como ln prop1:1· so·c1cda.d
que· lo sc;¡scicne, d esp(ficu burgu4 posee; a la vez llUtonoml.a ~ ho.s•
a
Cllidad pragmacistá La ceoría. El n,undo, que· la. n11.6n sub1et1~a ya
sólo re-consuuye, ha de c.a mbiar porque lis/ lo exige su tendencia ~e
cxp~nsión econónuca, pero ha de ~eguir siendo lo que es . Se lé qus-
ta al pe·ns:.1.m iento lo que puede alectar a esto.: sobre todo l.i teoría,
que quiere hacer algo má~ que reconstruir.. Habda que· crear una cons-
crencia de teorfa y praxis que ni separára a ambos de tal modo que
la ce:orí:i se volviera impotente y la prax:i:s 3(bi-rtaria ni quebrara la teo-
rla mediante L, prim¡u:fa archiburgue.sa de la rnzóñ prácrica qui: Kant
y fichce p.roclarnan?n. El pensamien.to CS· una actuaci6h, la teoríá cs.
uru figura de la praxis.: la id-cologla de la:pur,c:za del pensamiento nos
engaña sobre ésto~ El pensamiento cicne uri ciráct'er doble: es inma-
nente y riguroso, pefO r.unbién es un modo de comportamiento real en
medto de la realidad. En. la medida en q~e el ·sujeco, la sustancia pen•
san re de. los.filósofos, es objeto, en la médid:i en que forma parte de1
objeto, ya es práctico. La i.rr.icionalidad de la praxis (su modelo es-
tético son las acciones c:r.suaJes mediante las éJ,ue Hamler realiza lo pla-
nificado y fracasa .en la rca.lización) re:ani!'nai nfatigablcmJ:nte la apa-
cíencia de la separación absolura de sujero y objeto. Donde el o.bjcro
finge ser ante el ,suj«o lo absoluramenre i ncónmcnsurablc, un desti-
no ciego arrap'il la comu:nic;u;'ión e.n rre ai'nbos.

Simplificaríamos.si', en nombre de la filosofía de la historia, datá-


ramos La divergentia entre teorla r praxis en el Ren¡ic.in1ienco. Pero én
aqüella épó.ca, tras c.1 de.smoronamienrc, <Je ese tJftÍo que se atn:vfo a
señaJ:u ,su lugar jerár-qui1::o a la verdad y a las buenas obras. se refle-
xionó por primera vez ~9bre cll~. Se vivi6 'l a crisis de la praxis en la fi-
~ura; de no saber qu~ hacer. Junto 3 la jerarq ula m~.die:val, que c:staba .
!~saeta.a la tasuísrica, so deshicieron las indicaciones pr.tcrícru qüe. aun
s~endo problem:icic~s. al menos parecían ,1decuadas a la estructura so·
c1al. En el tan criticado formalismo de la ética. kantiana culmina un
movimienró que ech6 a ródar de una ~anera: imparabl~ y con dere-
678 Crtrirrr ti.: Ít1 aifr1.1~11 y iocüdltá 11 ,

cho crícíco con la en1ancipación de la razón nu1óno111n. La 111capaci-


dad para la pr.utis era primariamente la consctcncb de la c.arcnda de
rcgulanvos, k1 debiltdad e.~tnba desde el prindp,io¡ ele ílhl procede <1 ti•
tubeo. que escl·empJrcnmdo con In razón con10 con<emplación y pólí~
un freno a b praxis. El C:tr:lcccr formal de la razón purn pr:fccica con.~
tiruyó·su Ir.icJ.$0 ante la praxis; por su pues ro, c:1n1b.ién dio pie a la au~
correflex.ión. que conduce n1ás allá del conccpco culposo de prws, Si
La praxis aunirquic1 tiene desdt> sie111pre unos rasgo.~ maníacos y co-
activos, frente a e.llos la aucorreílexión significa: la 1nterrupc16n de la
acción que apunta aegamentc haci-a fuera, la Ja.lra Je. í11gcnu1dad como
cransic.ión hacia lo humano. Quien no quiefa ron1anr11.ar la Edad ~1e-
dia tendr-J. que esrudiar. la d.ivergencia entre ce.orfo y praxis hast.1 lle-
gar a. la separación más oncigua entre trabajo corporal y. era bajo c:spi-
rhual, prQbablcmenti! hasta la prehi.sróri:i. cenebr<:>~/1- La _praxis surgió
dc:l trabajo, en el ~omcenco en que d trabajo ya ne quería reproducir
directamcncc \a vicia, sino producir sus condiciones: esro colisionó con
.las coo-diciones aiscentes. Su procedencia del crabajo es una carga-pe-
sada para la pr.u:is. Hasta hoy acompaña al momento de falca de li-
9.<:rtad que la praxis ar.rascr.a: que el} d pa~ado hubo que actuar con-'
ua el principio de placér pdr el bien de la autoconservación; aunqil~·
d trabajo redacido a unmínimo.ya no necesita estar ac9pla·d o a la re,...
nuncia.·EI accionismo de nuestros días r.ambi·é n oculca que el anhelo
de .libe.nad está empatel\Jaélo cstre<;;h¡u~:u~nté cQn la ave,síóri a 1;1 pfa:..
xis. La praxis era el reflelo de la penuri~; C$tO la $Ígue <lcsfigu~ndo hoy.
cuando quiere suprimir la penuria. Por tanto, el arce e.s cr.itÍca de la praxis
,c omo falca de libertad; así comienza su verdad. L, aversión a la pr.1·
xis que 'hoy está can co.éh.ada por doquier se percibe como un ,hQclt
en fenóm·enos, de hiscoria natural como las conscruc~ione.s de los qis~
toces, la labqrios1da<l d-e las horniig:is y las abejas 1,-, cl.griJt~qo C$ÍUert~
d:I esorabajo_que ttarup,o~_ca un fall~. Lo nuevo se,.enucla'l..l en ,.,_,~ra-
~l
x1s con lo anúguo; la prax,1.s se conviene en un -,tnrnrnl s,igr:aJo, tgú¡tl,i
que en el pasado. se co,nsiderab.a .u n, crimen ll(:). chLrcgars,; :-il rite\.-añls~
mo de autoc.onserv:i,ción de la especie. La fisono1ní:i de Ja,prax.is es uñí\~
seriedad. animaJ qµc se disuelve cuando el ¡ngenio se erria1ic'ipá de.!§'~
praxis: ~to d_c;bc.de $er lo que qucrf~ decir la teoría tlel juego de Sclj.}· ':
\ler. Los partidarios del acdonismo no suelen tener sentido del hu· ·~
mor; y de u.ria manera que no a.5ust.a menos que la.risa fo17.ad;i de oti&: :;
La fo.Ita de autorccílcxiórt ne s,e de!Jc,sólo a su p~icologf~. sino que.mw-.~
,'
N,nas marg:>111/ts 10/irr t<ori:, }' pr:Lo.;; 67?

·ca a la pra.xis en cua.nro di.a. S\l propio fcrkhc, se canvicrre en una ba-
rricada._ ante Sll me~a. Di,déctic:1 dest'spcrádn, ,del hechizo con e\ ~1ue
b pr.:t.'Cis,rodea ~ l,os seres humnnos sóló s.c: pucde.~alir rnediantcda pra-
;{ÍS, pero de mocnen't o b pr.ixis_.(insensible, ubrus,i, cmb(utccí<la) co-
fabor~ c:ii rc;;fotz;tr el hei:.hizu, 1,..;i hostilidad a I:\ rcorJa oc los úhim<1i
rn:mpo~ conviene- esro en un progran,a. Pero b n1c1:i pr.icrica, que in-
cluye la liberaciórr res.pecto de Eodo lo obtuso, no es indifercnrc a ·\os
medios t¡uc quieren alcan uirlá; d~ le contrarío, la dhtléctica degenera
en un jc:stiitisn10 vulgar. El ésrúpido parlamentario- de la caricarura de
Doré que se ¡acta coú estas. pab.bras: ((Señores míos, yo soy anee codo
práctico~, es un infeliz que no ve m~ al.lá de \as careas que le cier:a en-
cima y ádcm;is s..e:.CTee.alguic.n; su gesr,;> d.e nuncia que el espíriru d~ la·
praxis es antiesp(riru. L9 no obtuso es i:eprese._l}ca.do por la ceorla. l'~c:
a su falt~ de libertad, la reorfa e.s d lugarrenienrc de-la libere.ad en me~
dio dé la fo.ha de- übermd.

Hoy Sé -ah.üS.i d~ nuevo de]~ antftesis de teoría y pra.xis para denunciar


a I;¡ rcorí;l. Cµando a ·un esrudiapte le 4~troµron su habitación.porqúc:
prefería crab:ijar a participar en ,,acciones•; le esc,ibieron en la pared:
•Quien se ocupa de la. reorfa sin accuai: prácticamenre es un rr:iidor 1 .al
socialismól>a U pra:x-u
se ha converúd0, no 'sólo freitc~ .a este cstudián·
te, en d . prerc:xro ídeológic,o para forzar a la ·C'onciencia moral. El pen-
samiento que los pr.icti1:9s' dif.'Ullan es uµ csfueno excc,sivo ¡,ara ellos;
~ige dan~iaclo trabajo·, es dem¡_¡:siado,pclc~co. Q\IÍCn piens~ se resis-
te¡ es más cómodo naqar con la,corr:icnrc:, aunque digas que estás con·
era la corriente. Al1c.cdera un!l figura regresiva}' deformada dd prjnqpio
de placer, -al dejanc llevar; puedes albergar b cspcrania de que tus CO·
r-religionarios te 09)rgardn un prcrruo moral. Él sucedáneo de superyó
colectivo dc:cfcia con una ruda inversión . superyó dcs.1·
. lo que el viejo
' '

1El conccpco de era.Ido r proa:<lc de l:i.s.provi.tlo.ria ccc.rnas de Ia Ntprcsi6n· colcctiVII, ,sea


,ml fuere su color_Li l:cy de: los.grupos de cOl\!pi~dOte< cs:14 lrrh-oob)lid:i.d; por eso.
l~s i:onspit'l:dorcs sucicn 1uucir,i1 el conttpco n1frico, de Junmtl)to, Quien 'pltn~ de
otra manc.rl no seri $610 ,cxpuhado, !ino iJ.\I( ~-dcn1J, s< apondd a .unts sandon~
,nora les dur1iim.1., ·EJ ·<óilccpto de moral c~ig1da nmonomfa, pec!i tsta no,t$ t~len·
d:ii por qu 1cn~$ Je llcn:rn la b.C>Cl hablando de. rrtora\. Quien metccrda eoo ycr1fad ser
é1:>11s1dera,do un 1r~do,; i:s quien ~renta con1r¡ sli. ¡,ropla aumñomfa.
,,
680
Crll/.11 dr /,, whum y .writLÍ1ul ti

probaba: la ce:sión de sí n\lsmo cualifica al cóndc:.ct·11die-rice con10 llfU


pcrson.~ liltjor. Tan,bién c.'11 Kanr k1 praxis cnl~ltica es 1.J vol11nt.id bue•
na; }' C$la cs. !a r:wSn atnónoma, Un conccpro 110 ob1uso <le praxis Y.,.
sólo puc:<lt refc:rirsc a la política, a las rclacio11e:s ,fe la sociedad que con-
denan :i la. pra.xis.de éada IÍ1dividuo :1 ser irr-devJnre Esto e$ d lugar de
la diferenci:i entre b étici k.1nciana y·las ideas <le Hegel, que (co-mo Kie~-
keg:,.ard :,-10) yá no conoce la ética en d sen1iclo rradicion¡¡I. l,ps ciCíl·
tos de filos.afia moral de !<401 eran, en Gor:ison:tocia con el estado de la
Iluscr:teión en el siglo >.';VIII y pese :1 su anripsicologi~m? y a su búsq~:-
da de una Yigenc.ia univers;il, indi~·iduálistas én l;i med1cb ei:i que se di-
rigían al ind ividuo en tanro qué sus.trato de la actuación correcta (en
1<.anc: radicalmente Qcioilal) . Todos los ejctnplos de Kant procedep de
la esfe..i pñ,·a.ch y social; el concepto de <1écica de la c~nvicc1ónP, cuyo
sujeto es d individuo individualizado, ti.ene que, ver ,con esto. En He·
gel se anuncia por pñmeta va Ta experiencia de que d comporcamien-
to dd individuo, aunque su volunrad seap.wá, no :J.éama a uno r.e:ilidad
que le ptescríbe y restringe a.l individuo las cqndicion<;~ de.sú actu_ación.
Heg~. al ampli~r el concepto de lo moral hacia lo pqUtico, le, disuelve.
Desde entonces no· si.rve fa re'flexión apolítica so.bre la pra.1c:is. Per,o tam-
poco hay que engañarse sobre el hecho de que la arnpliació.n política
dd concepto de praxis incluye la repte~i6n dd individuo por lo gcne-
.ral. La humanidad, que no existe sin la índividw.cjó.n, es revocida vir-
cualmentc por la supresión arro$'11'1re de la individuación. Una vez que
la :icruación dd individuo (y de todos los individuo~) se ha vuelto des-
preciable, µmbiéo la acruación colectiva .se paraliia. La espontllfle.idad
pareee inane;\.la visea de la prepondcr;incia f,k,ic:i de las relaciones ob-
jeúvas. La fil~soffa mor.ti de Kant y la lilpsoHa.dd dere'd10 .de l~legd re-
presentan dos nivdcs dialécticos de la a.utoconscicncia q~1rgucs;i de la
pr.1Xis, Ambas son, escindidas en los polos de lo p:tnicular y lo grner:lf
que esa corucic.ni;ia desgarra. falsas; :in,bas tienen r:azón la una frente a
.la ocr:r mientras en la realidad no se dewe/~ un·a figura superior posible
de la praxis; y para esto hace fulra l:i reílexi.óh teórica. Es indiscudblc
que el análisis radona.l de la situación es cl presupuesto al menos de la
praxis pollcica: así se proccde_h_:isca en la esfera militar, que es la esfera
de la primada cruda de la pra.x1~. El análisis de la situación no· se :1g.9ra
en la adaptación a ~tll. Al refle:icionar ,obre clJa., .n1br:iy:i nlon,cntos que
pueden llevarnos má.s.all:I de las coaccion~ d~ la shu~ción. En~ es muy
reicv(lnrc par.a la rdac16n entre teorfa. y praxis. l\.1cd1.ante stl d1fere"cia
' rtorl ,I ..)' pr,<.,'ÍJ
N 1?1,,.• 111¡1~¡;11111!t1 sobrr 681

re.speci:o de b : en.xi-s en r,n110 que :lctu~ciór) inmedi:ita, ligada :1 la si•


cuacíón:, medbnre su indepc:ndi1.;ic11.Sn. lá .feorl:i se ro11vicrte eri fo fuer-
za prcidu-tü,·~ 1ransformnJor::i, pr;\c1ka. Si d pensantien10 se refiere a
llgo in1porontt1émplea-un in,pulso pr:ktico, aunque: ese¿ ocuho al pen·
samienro. S6lo piensa quien no áccpía pa.siv:i'mc:n1c lo dado; desde d. pri-
mitivo c¡ue escudi" cómo proregc:r su hoguera. die l:i Uu,•ia o dónde: rc-
fug.í;1~e de un~ tortneJ1ta, has1;1 el .ilustt.r<lo que connruyc cómo la
hum.anidad· sale mediante el interé.,~ en 'su auroconservación de b mi~
oorfa de ~ad de la que .ella mis.ma és culpable. Estos rno!Ívos siguen
acruando; en.especial tal vet don<le no' hay una ocasíón práctica qué sea
tern:itici de manera i[J.mcdiara. Toélo pensanüenco que sea algo más que
el .orden de unos d;itos y un con1ponencc de fa técnica tiene: un te~s pr:íc•
riéQ. Tq~a 11\édÍta·d ón sobre.la libtrra~ se prolo·ng:¡ en.la concepcíón de
su posible: realización, á no ser que. l:a.,rnedi~ción sea téfrenada por l:i
pra.-ut y oblig;ida a conciudr.:.l unos r~ulmdos determinados. La sepa-
ración entre SL!jCtO yobJetQ ITO CS rev'ocabJe·inmediat:J.!fleOtC por.el .po-
der del pensamíenco, y no hay unidad _.in.mediata de reorfa y pra.'Cis: esca
unidad ímicarfa )a identíd.id fahn de sujeto y objeto y perpetuarla el prin-
cipió de domip.io.que poné·la idencidad y contrii. d cual ciene que luchar
la pra.us ve1:dad~ El·concc:rudo de ~rdad de la noció11 de .la unidad
de ceori;t y praxis estaba Hgado á: condíc.i ones históricas. En los puntos
de interse~ción, .en !.as ftacruras del d~rollo pueden encenderse La ~-
fla.ión.y la actuación; pero ni siquiera·enconces serán lo mismo.

4
1-·
La praxis debe respetar la ptimá!=fa del objeto; la cdtic:t del i.de-
alisca ·Hegel ·a Ja écic'l de la concie.nc,íi de Kanl anotó csco po, pri-
mer.a vez. Bien en rendid~. la pr~~s es, ya que e\ sujeto está n1edia-
do. lo que el objeto quiere: .sig.u e las necesidades del objcco. V.ero no
me.diante la. adaptadón del sujctq, que simplc:~cn1e conso.lidar{a la
objecivid~d heterónoma. Li penuria del objeto esrá medi,\d·a por el
sisccma, social géfleral; de ahí quit sólo seá determ.inable crltican1.encc
por la rcorfa. La· praxis. sin teoría, por debajo dd escad<> más av.zn-
~do del conocitrikn.ró, ticf.le que fraélsar,)' segun s_u concepto la·p~-
XJS debería <;oJilP.renderlo. Una p'ra.xis fo Isa no .es' pr;íids. La d·es~spe-
raci6n que, :i.1 cnc'Q.ntro.r (;C_rr:idas las·;salid:as, se ~.rroja cicg:uncnte,·se
'alía. aun siendo su voluntad pura¡ eón fo des.d ie.ha . La hostilid:ad ·a_
682 Critfrf/ dr lll ct,/tura _y rocitdttd 11

la teQría en el espíritu de la época, su e1ninción no casu:il, su pr.c,_s.


crip.ció.n por una in:ip~ciencia qut> quiere trarufocinar el ,nun~o sin
i1itefpre carló. mientr:.is. que la ft.1se c_n, que hasta ;1hof:i lcis filc,s~fos
s11,ipl(1n(nu han interpretado: csp ho.si:ilíc.bd a la 1corfa se co-i-1v1<:r·
ce en el punto dibil de la pra;c¡s. Que la teoda reng:1 que dobleg:,t~·
s,e a Ji pr:u:is disllelvc su concen1dn de v:e rJ:itl y condena a la pr:uus
a ser demencial.; ya ,•a siendo hor.1 (}' desde d pu 1110 de vista prácci-
co) <:le decir e.si.o., A los movimientos colcc1ivos, da igual de qué con·
~nido, una pi:zci ele locura les·proporciona su sinicscro alrJctivo. Me·
di-anee Ja inregració'n en la lo·c ura colectiva, los individuos Sl! aclaran
con su propia de.sii;itegrilción; según Erns1 Simn1d, n1cdiance la pa-
r¡¡noia_colecc_iva Se:! ada.rnn con su paranoia pri·,·ada. Ésta se manifiesta
en e.l instante anterior con10 la inc;tpacidad el.e :1éoger reflcxi.v amen-
re en la consciencia conrradicaion.c s objetivas que d sujet.o no pue-
de disolver en armonía; la u.nidad convulsamence incontrov_ercib.l e es
la capagéra de. la aucoescis.ión imparable. La locura sancianada dis-
pensa dd (!X:lJJ}en de la realidád, que neccsariainen (e ac;arrea a. la cons-
cienc.ia debilitada unos antagonismos insoportables. como el de n:e-
cesidad subjeuva y renuncia objetiva. Servídor lisonjero y mal\'ado
dd pr.i.ocipio de pJa·c e,r, el momento demencial concagia una enfer-
medad que amenaza de ,muerte ;il yo mediante b apariencia de· que
está a salvo. Temer a cs'co sería l.a ;;iucoconservaéión m:.ís sencilla y,
por tanro, teprimida: l:i ne.gativa imperturbable a atravesar el ,Ru-
bicón entre la razón y la h;>cura, que se ~éca r-.ipidamente. El paso a
ta praxis s.in .teoría es motivado por La impotencia objetiv·a de la reo-
da }' multiplica esta impotencia mediante e\ ;i.islamienco y la fe-
t'ichiz.ación del momento subjerivo del mo:vJmicntó histórico, de b
espontaneidad. Su defor_n,ación es una reacción al mundo adminis-
rra:do. Pero al cerl":l! los ojos con.vulsa~ente ante la tóralidad dd mun-
do administrado .Y cornp.o rrarse corno si todo dependiera de las
peison:i.s, la cspQnranéidad se suma -a la tenden.cia objeth·a de la des~
humanización p-rogrcsiva; r.ambíén en ·sus prácticas L:,t espontan.ci•
dad, que inervó la penuria del objeto, tendría que adh_erirse a los !u"
garcs propensos de la r.ealid.ad endurecldn, a los lugares en. que saleó
.a la luz las fracturas que la presión del endurecimiento <;ansa; no da'r
golpes de un:i man.e ra atbirr.iria, abstr:icta, sin ton)¡\t en c-0n$idc:ra_-
ción el contc!lido de lo que se comba.te a menudo sólo en intcrts
de la publicidad.
1
5 ·,
Si' e..xcepcionalmcn1c. nos ;udesgarrios a d .aborar, n1d!l a/1:i de: las
diferencias hisróricas ~n .que vivcn-;Jo~ c.oncept()S de icor/a y praxis,
un¡¡ pc:r:speccjv..1 ~gntnde•, pc:rcibi1nQs .ló infinicarnc:ntc progrcsiv9 de
la s..-p:inción de ceorfa r praxis, dc:r,lor¡¡da por los ron1ántícos y di-
fun1ad;1. a c:o.nünuación p~,r nn1Cho, socialiscas (no por d Marx ma-
duro). ·1..a dispensa ~d cspfriru rcspecro del trabajo macc:riaJ es una
ap:1r.ienc1a. pue_s el esp!rttu prcsupo11c p~ra su propía exisrcndn d era-
bajo m~terial. Pero no es sólo aparic:nci:i, no sólo sirve a la represión.
La sep=-ción m ,uca el nivel de un proceso·quc: conduce m;t~ allá del
predominio ciego de la .praxis n1acerial, pócencialmentc á la libértad.
Que ~gunos Yivan sin tf;l_qajo n\atel'ial y, ·como d Zaratustra de
Nie~che, disfruten de su csp!ritu, l!i pri vilegio injusto, dice cambi~n
que es posible para todos; especialmente en un estado de las fuerzas
ptoduct:i\-as técnicas que hace posible la..dispensa .general respecto de;)
trabajo material, la reducción dd trabajo a un valor llmice. Revocar
esa s·epamción mediante un acto de aucotidad parece ideal, pero 6
regresivo. El esp/ricu obli.gado a pasar a· la praxi:s sin c:xccd·encc serfa
concretismo. Se lle'\!arfa. bien ton la tende ncia recnótrata-posirivism,
'a la: ql!e díée_.oponcr.se y .con la que posee más afinid'ad de .lo que se
imagina:- Con!~ sepat.1ción de ceoria yp(axis despierta la humanidad,
que es ajena a esa fulr:a de scpara<:ión ,que en verdad se doblega a la
primacfa de fa. praxis. Los animales, _ de una manera similar a las per-
sonas .con lc:sioi:ies cerebrales, sólo .conocen los ob.jecos de acción: la
percepción, la·ascucia. d .comer, son.lo mismo bajo una coacción que
es más gravosa :para los seres no suqjedvos que paro los su jecus. La
asrucia tiene que haberse independizado para que los individuos ad-
quieran esa distancia rcpecto de la co.tni<l1 cuyo telor s~rí.a el fi-nal del
domjnío en qi.l~ la. hi,!pria nacur-:11 se· p.crper~a. Lo mjrigador, fo bon-
dadoso, lo delic;:.1do, ~o.mbitb· lo concilia<l.or ·~n la praxi~ irilÍta al es- .
píritu,, un piod_ucto de la separ.adón cuya revocación promueve la ~-
íltx.ión irreflexiva. u,:des-sub!imadón, q'uc en la ~poca :ictunl apenas
hace falta récorficndar, perpetuaría é\·estado cencbroso,quc ella quie-
re iluminar. Que Aristóteles: diera c-1' ntilyor valor a fas virtudes dia-
noéricas cenfo sin duda su ::ísp·ect& idcológil.'..Ó. la resignación del hom-
bre privadó hc:lenfstico que p.or miédci <leja dc.iníluh sob·re lo.~ asunfos
públicos y busca una justificaqón. Peto su tcorla de fo. virtud tam-
684 Crt11,·,, ,1, /1, , 11//11r:1 y ioá tdt,d 11

bién á:brió el hori1.ontc de· la obse.rvjdóii biernl\'c111un1<la; hienaven -


l\lrada p.o'r~1l1<!-se habría esc,1p.1do del cjcrcicin y el s11frírnic-n10 de la
v1olenc1a. L:i po.lllicn de Aris.tt'ltcles es n1,ls. hum:in:i que el Í:i1;1do de
Plarón, igual ~uc una cl'.>'n.scicncin cuasi burguesa es 1n;h hu1nan~.ql1t:
una .consciencia rescaurariya que, para in1pon~rse a un m un<lo ya ilus-
trado, se conviénc en cot;ilitaria.. La me1a dt b pca.xb corretea serla
su propia supresión.

Marx adv.inió en la célebre ~rea :i Kugelmann c;onrra la amen;a-


z.a de rcc.ier en t~ barbarie, 1:¡ue e·n áqucllá éppta ya debía de ser pa-
tence. Nada h,1),da podi90 cxpres:ir mejor la .afinidad ·electiva encre
conservadurismo y revoluci6n. És.ca le parecíl ya :i M-arx la ultim1t
rario para eYita.r el desn,oronamienlo que él pronoscica.ba. Pero ;cl míe-
.do que impuhába a Mar.xya 'escá superndo. L.1. rec~lda ha tenido lµ-
gar. Espera.r después de Auschwin. e Htroshima que la re<::alda to-davfa
ha de tener lugar rc:cuerd;i al tri.ste consuelo <le que las co.sas puedtn
ir peor todavía. l.;i humanidad gue hace lo malo y sópo·rta lo m!l,lo
r:l'tificá asfJó peor: no hay más que escud1ar la ch:fch::ua·de loJ pdig·ros
de b distensión. u .pra-x ü oportuna hoy -sería sólo el esfueno de sa-
l ir de Ja barb:arie. llna vez que l.i hi'horia. ·se há acelerado hasr.1 alc::uuax
uria ·velocidad supcrsónip., 1:i. barbarie ba pros pecado canco ·que con•
cagia a lo que se le. opone. A m1ichos les paretc plausible la cxcüsa de
que conua 6 toralid:id .bárbara ya sólo valen lo~ ~edios birbaros. Pero
y:i hemos llegado a un umbral. Tras la experiencia del rerr:or nacio-
naJsocíalísca y·estalinista y ;1 Li yista de la per<luraci6n de la represión
to.rt!li r;i.ria, lo que h:ice cincuenra. afios.y durfirHe_una fuse breve pudo
parec;erle justo a la é3eeran7,iJ abstracta e llu$oria de un can1b.io toc.11,
fa violenci :i, se ha quédado cnrc<la,do i nextricalJlcmente en lo que ha-
bría que cambiar. Si d riex~ de ,u.lpa de_b. sociedad, y con ~i la pers-
pecciV;i de fo. eat.ísrrofe, se: ha vu~lro V\'!rdadcramc.ntc rotru (y nada per-
mire ponerlo co duda),. sólo se le puede conu:1p0ncr lo '-]U<: ron,pc
con c.\c: nao de- ofuscaci6n en ve-z de participa.r en él. O la hlu11ani-
dad renuncia .al •ojo por ojo• de la. violencia o la p.rnxis política Sll-
pu.e.H:imenie radíc;al, rcnucv.a·el viejo horrot. Ignonüniosanienre .~e vc-
r-Üica b idea bur~µ~a de que el f~sdsmo y el comuni!mo, son lo
,nismo, o fo idea m.i.~ reciente de que la ApO ayuda.~I NPD: d mun-
68S

dP. burgue~ ya es lal como los h11tguescs se lo in,agínan. Quien no


d::i d p~o hacia la vjolenci:\ irr.aciqnal '}' ru<la _acaba encontrándose
cerc:i <le ese refotn'Íis1no <llle es cón1pl il;c de la subsisrenda dd codo malo.
Pero los :ir:ajos iio sin,cn de n:rch1, y lo c¡uc sirve de algo esrn tapado.
Ll di:ilécrica se echa a perder con10 ,soffscica en .cu:into se conc.c:nrra
.de m:incra pnigm:i,tisra en ,d siguic1uc· paso, n1:ís allá dd cual llega
desde ~a.ce:: cie1npo et c~1nocin1iento 1c: la t.Otillidad.

7 '

lo falso de'la primacía ac~ual d~ \a pra.xJ.s queda claro en la pri-


maci;i de la t.icéica sobre rodo lo· demás. Los medios se han indepen-
dí.udo ;i,J má.~imo. AJ p:onerse irrefl~iva.mentc ál servicio de los fines,
se han' alejado de éstos. Así. por doguiér se exige la,discusi6n, c.n un
impulso que en principio es anciaucoricario. Pero la rácrica ha ani-
quílado la. discusión (que por lo. demás es, al igual que la opinión pú-
blíca, uoa. c:átegoría burgues;i). El resultado que las discusiones podrfan
tener (unas decisiones de objetividad superior porque las jnrenciones
y los argumencos se inez.c!an) no inr~esa: a quienes qµieren discutir
aucomárjcamenl e, hasta en situaciones inadecuadas. Lis facciones do-
mi.nant'e.s en ca4a caso lienen prepa~dos los tesultad'os a los. que quie-
ren UegaL lá drsc'usión escl :il serv'icio d'e la n1anipulaci6n.. Cada ar-
gumento cs.tá pensado para la in'ce.ncí6n, sin preocuparse por su solidez..
Aper1a.s se prc;st;t atención '.ª lo que \a otra pane dice: apenas lo im-
prescindiqJe par.a poder replicar con ·fórmul:i:s estándar. N.o se qiiie-
ref! ha.cer experiencias, si es que tod~vla s.e pueden hacer. El rÍ\'al en
'la discu'síóp se aonvicue en una fun~ión dd plan: es cosifictdo por la
consciencia cosifica.da 111.algrl lui-,n!n~e. ·.Se quiere o convertirlo. m~-
diantQ la ·réé'nica de díscusión y la oblig.itiqn de ~er sólrdar10 en ;ilgo
1.uilJz.aqle o des:icredi:tarlo ante sus partidarios; C!. babl:in .s·in,plemen-·
te para la galería, para la publicidad, cuyos presos soni. la pseudoacti-
vidad s6lo se mroídehc viva rned.i ante :inuncios. incesantes. Si d r!val
no cede, se le dc;scalifica y se le :ícusa·de ho r.cner l'as propiedades que
una discusión presupone. El concepto de discüsió.n es manipµlado.rao '
hábilmente qu~ el otr.o ha de, dejar.se convencer¡ ·es10 rebaja disttl· 'ª
siór,i ~ u.na f:us.i. Tras'la técnica ma.nda un, principio aucorirario: quie~
dlsi.tnre h~ de a~eptar la op1ni6n del grupo. Los inabord"bles proycct.an
su propia i.nabQrdabi\ida& a quien no. se deja aterrorimr. De,<tStC rhodo~
• •
Crlti('r/ 1/1: /11 .-11(11,m J ¡ot iedrul /1
ú86
el ,tccionisn,o se su,n:t a la. rcnclcnc1:i :t b gue d ice 1.1¡,nnersc::· al ins-
crumencalisnlo burgués que fo1id1i2a los 1necl ios po rque la rcílaión
sobre los fines es insopon-able ¡>ara su tipo de pra.xis.

u pseudoaccividad, lo1 praxii. quc: n,ds se consider:t in1port:lntc y


n1ás se; cierra a b reorb }' al conocimicnco cuJn\o ni'ás pícr1.lc: cl ·con-
racto con d objeto)' el sentido de. las pr0purdones, es un produc ~o
'de l:15 condiciones sociales objetivas. E.lb sí que csd ·adapr:.ida: a la
sicuacion del hui¡ ció,. El gesto pseudorrevolucionario es el comple-
mento de la imposibilidad récni.co~milita:r de la revolución csponcá-
nc:~, de la que ya hace tiempo habló J.Urgcn von Kempski Las barri-
adas son ridículas conrra quienes administran lá bomba~ por eso se
jueg-.a a las barricadas, y los qt1e mandan per.mtteo el ¡uego durancc
.algún tiempo. Las técniC1S de la gu-ercilla del Tercer tvlundp tal ve:z
se encuentren en otra situación; nada en 'el mundo :rdminiscrado fun-
cion::i a la perfección. Por eso, én los p:ifse.~ induscri:tles av~n..ados se
dige a los países s-ubdesarrollados comq modelo.. EscóS modelos son
can débiles como d culto ,a la per~onalidad de unos dirigentes asesi-
nados ignominiosamenre.'Unos n1odelos que ni siquiera se han acre-
ditado en la.selv.i de B'olivia no se pueden traslada:r.
La pseudoactivídad es de.s:;ifi:ida por el estado <le las fuerzas pro-
ductivas- récrücas, que al mismo tiempo fo, conaena a:.se.r una apariencia.
lguál que la pcr.sonali14 ci6¡, es un mal consuelo.sobre el hecho.de ·quc
en .d .me<;a.nismo anónimo los individuo~ ya no cuenc;tn, la pseudo-
actividad neis engaña sobre la despocencia~ión de una praxis. que prc-
sup.o ne la persona que .ic~ú.a con libertad y.·n ufonomía, la cun! ra no
cx.1ste. É.s rdev.ante rambién para In actividad. poi hic;1 si parn navegar
alrededor de la Luna hacían falla los :isrronau:tas, que: no sólo :re guia-
b;i.n por su.s bocones y sus a.páratos, siri:o que adc::n1:ls rcci.bfan unas .qr-
dents minuciosa.;s desde la Tierra. L~ fisono·mÍíl y el ciró.cter socJal de
C.olón y Borman son c¡ompletamcn ce. diferentes, Como un reflejo c:n
d mundo. adminiscrado, la pseudoactividad repite el n1undo admi-
nistrado. Las celebridadc.s de. la prute..<¡üf ~on virtuos.o s <le los regla-
inéhtos y de lós proc~dimicn{os forma.le~ . Lo5 enemigos jurados de
las insrituci·one.s exigen que se insurucionalicc esto o aquello, por lo
general deseos de unos gn1pos consricuidos al azar; aquello de lo que
687

se habla·ha dr ser •vincul..tnre•• a rod,; cost,l. ·rodo csro es fomentado


súbjctiv-:unenre por el fenó,ncnc, :uuropol..Sgko del gtulg(ti(~Íng'. ele:' la ·
c~gJ. cn1oci~1nll _de la uk~ica. que:su'perJ ;i l:1 ra1:6~1. y s~ extiende por
codos los- dn1biros dt> la v,da. lrónic~c:nre (la civ1hzac16 n en 3U hu-
mi1Í;ición mi.~ profunda). iVlcLuh:,n tiene m1.($n: thr 111(d111m i1 thr me1-
sage. u >'. up.lantaci:ón de los flncs p.or l9s.medios su.sri111yi; a las prCJ·
picd;1des en los propi"Os seres humanos. <\lnrc:rioriz.ación» sería l:t palabra
falsa para esto porque éic mccanisn'lo no pennice qué se forn,e la.sub-
jetividad sólidi la insuu1nenraliiaci,Sn u.s urpa su lugar. En la pseu-
do.tcuv1dad, hasta lleg;JJ' a lá p~eu<lQL'T<!\iolución, la téndcnci:i obícci-
v-.1 de la sociedad ~e reúne eón kt re_g resión subj.euva_ Paró<licamcnce,
la historia pro.d.u ce las pers.onas que necesi-ta.

9 . •

La teoria·objeciv.a de la sociedad (entendiendo la sociedad como


algo que se ha independizado frenre a los vivos) tiene la primacía so-
bre la psícología, que -no llega a lo áecer.miha.ncc.. Por supue.~to, en
este c:onocimieruo re.suena desde Hege( ·d rencor contra él indív.iduo
'{ :S u Libércad, en ~spectál contra el inlpuls.o . !::$ce rencor acómpa.ñó
<;orno unasombr.i al sµbje-rivismo butgu~s, y :i..l .final era su mala con-
ciencia. El ascet:ismo fre-nce a la psicoJogfo, tampoco se. sostiene obj-c-
rivámence. Desde. que·la economía de mercado esca trastornada y :ira
pasando de una: p.tovís.íonalidaél a ofra, sus leyes ya no basrá.n para
explicar. Sin terier en cuenca la psicología, en la que-las obligaciones
objetiva:s se in'rérioriz:i.n una y oti';a vr::z., no se comprenderla ni que
la:s personas acepten pasivamente un estad.o de ir.racíonalid.ad des-
u-ucciva ni que ~e in1egten en mov\micntos <;uya cónt~dkción eón
sus intereses es evidente. Con eno ~tá otn)parenrada la función de
los decei:rriiñantés psicológicos en los estudiantes·. En rdacion con el
poder real, tjue .iperiás siente· unas cosquillas, el aéci-0nismo es irra-
ci.onal. Í.os más intcLigcntcs Jaben q:lle d :iózi'onismo no conduce a
ningUJ:Ja pane, mienn:as que otros s~ h:i ·ocuJron laporiqsan-1ente. Como
los grupos grandes de personas no sl1c.Je.n ~eddir..se por el 01.arririo.
hay g1jé'tomar en cónslderació.n.los .i!npulso, pskológi~os; por lcrde-
má.s., los inrercsc:s direct:irrtentc ,ecop61nko~ fnlrnn 1ncnos de lo que
quier.e hacernos ercer, la chách;ira de la. soc1c<lad cld biene.s.to1r, mu ~
chos estudiantes siguen vegetando en él l'rmi1e dd bambre. La cóns-
688
Cr/r,r-,, ,Ir J., ,·11lt111·11 ,Y roctetl(ld / f

trucci6n d~ 1~ pseudorealiclad csni im1iues1·a a l fin y :11 e.abo por Jas


barreras:ob1euvas; está n1cdiada ps.icológicao1c:111c. y la <lctención del
pensa1n1ento está caus-ada por la dinimíc;, de los i1¡1pulsos. Aquf hay
un;i. concmdicci6n flagrante. f\,[icntra~ que los parl'idarios dd :1ccio-
ni smo se. interesan libidinosan1cnce p;r sí an isrnos, por sus necesida-
des. anlmicas, por el pbcer secundario de ocuparse de ,sf misn1os, el
momcn·r o subjecivo los li;ice enfurecer c.u ondo sale .a la luz en ~.u s ri-
vales. Se prolong:i ;1qu( b tcsi's de Frcud ce\ .P,icblt>g/11 de "11 r,1111111 y
n1.1dlisis de-/ yo de que l.ns imágenes de La :iutoridad tienen subjetiva-
mente d carácter de la fulta de an1or y de relaciones, de J:i frialdad.
Lo.s anüaucoric:trios, en los cuales pervive la autoridad, engalanan sus
im:ígenes negativas con las cualidades tradicionales.de\ dirigente y se
inquietan en cuanto dkis són de O·tra manera y ·oo cortesponden a lo
que los anriaucoritarios. desean en S'ecrcro de las autoridades. Quie-
n.es procesmn con más contundencia. se parecen a los caracteres au-
~oritarios en el rechazo de lá introspección; cuando se ocupan de sí ·
mismos. es sin educa y con agresividad hacia fuera. Sobrevaloran su
propia relevancia de maner:i naréi:sista; no tienen sentido .de las pro-
pprci:ones. Instalan sus oé<:esidades inmc:diatamente, por ejemplo ha-
~lando de • procesos de aprendizaje,;, como \.a medida de la pn,,:is:;
no dejan m:ucho espacio para \a earegorf;1 d.ia.léctict de enajenación .
Cosifican su pcopia psicología y espe.ran qu.e los dcrn.á s c;1rob1én c~n-
gm una conscaeneia cosifimda. Propiam~nte haceri. de la· e.i:pericncia
un cabú y se vuelven alérgicos en cuanto algo se la rccµerda . La c'X-
periencia sé les reduce a ·lo .que dios denominan «ventaja de informa-
'c ió n•, sin darse cuenca de que los conceptos de información y co-
municación que ellos empican ·csr,fn impei;cados de la industria
cuJtural monopoJCsrica y ~e la ciencia que b ~tudia. Objét'i\'amen-
ce contribuyen a la transformación regresiva de lo. que queda de\ su-
jeto en puntos de referencia de tonditio,ud refloces.

10

En la ciencia, la separación encre teorfll y praxis se ha plumado


rec:íente,mente,de una maner-a irreOexiva y excrcina (}( :i.demás en la so•
ciolog(a., q~c 1e~erla cema_ci7:arla) en la ~corla de Ma~ \Vel~cr sobre ¡11
liber~ad axiolog1c·:t. Y-a cast tiene setenta afios, pero sigue tníluycndo
sobre la sociología posiciv.ista. Lo que se há dicho COlltTU ella ha afee-
" 669·
NotiJI' 111argí11,1/.1i robrr U1>rla y pra.v:,1 ,
''
rado n1uy poco n la ciencia é!-r~blecida. La posición contrari~, mis o
menos<.Xplícitn y no medi:ida, la f>9siciq11 de una ética marcn:il de los
valores que; siendo ínmeclb1a1nenre cvjdentc, dirija la praxis se desa-
creditó por su ,trbiri:iric'd(lcl rcsra1ua\iva. L1 libertad axiológica de We-
ber¡~ unidzrá su conceplo de ratlonalid:id. No es.rá cl~ro cu;ll.~c la.s
dos c-:irego'rías. (en su versión ,vebtriana) s e basa en la otra. Como se
sabe. l;t rtcionalid3d ocupa el centro de rodo el rrabajo de Weber y sig-
nifica par.i él princip;tlmc11tc r.1cionilidad i11stru1nental. Weber fo defi-
ne eomo l;¡, relación entre lós fines y los medios adecuados. Los.fines
se encucncran :fum de b raci·orialíd:ad; son 'entreg;tdos a una especie
de decisión cúyas implrc:icioncs ce~cprosas (qµe Weber no deseaba)
se manifestaron poco·tíempo déspqés·de la muerte de.\'v'eber. Est.'l ex-
clusión de los fin~s respecto de la r~1+6n. que Weber. restringió, pero
que formab:1 sin c;luda el ccnor de -5u teoría de l;i, ciencia y de su cs-
tracegia cientíqc:i, no~ menos :i.rbitr.arin.quc: c:I decre.to de v'1lo,es. La
raciortalidad, :tl igual qiJe la insráncia subjetiva qúe está :i.. su ser:vido,
el yó, no se poc:de separar sin más.,d.e la aucocon~erva,ción; d sociólo-
go anüp.sicológíéo. péro subjeúvo, Weber no lo intentó. La r;uón sur-
gió corn9 U1Scrumcn~c, de la autocoruervación, del e.x:1men de la rca-
Hdad. Su,gener;uiclad, gue a \Xfeber le vino mu)'. bien porque le permitía
apa:n;arse de la psicología, la exrendió mis alla de su portador inme-
diaco, del individuo. Esto la emwcipó,, desde que existe, del ,:iz.-ir de
los fines individuales. El s~jeto de Lá razón que se conserv.1 a s( mis~
.m o e~; en su genc.raHdad espiritual ir'l'maiiertre, algo general y real, b
soc iedad, fi.nalm.ence la h.u manidad. la conservación de la humani-
dad ~ \!na crigencia de: la racionalidad: d lln de ésta es una or~ni~
zactóll r:;ici<:>nal de la.sociedad,pucs de lo (¡Ontrario la racionalidad de-
tendría su propio movimien[O autoritarirunence. La humanidad ,está
organizada raéionaltncnrt :solo si cónscr:va la·poienciali<lad indómíca.
de sus: sujeto$.Soda:lizadot . l'or, c,I cont:rnrio, .se:rfa: irracional 'y demcn•
ciaI ·(y~re tjemplo -es algo más qúe un ejemplo) qt~c la.adecu:ición de
los m~dio!i de 'qéstrutdón aJ firi de la destrucción s~ racion:21, mien-
~as ~11e :cl fin de l;1 p,az y de la s~pr1:;!i6n ele lqs antagoni~rnos ,1ue lo
1mp1dcn ad cttkndiu gr~rcas s-ea 1~.r:rc1onal. Weber, como un fiel por•
lavo:~ de su c):i..~c. í nvín.16 la rda.c1ón entre r-Jcioónlid:úl .e ifraciónall·
dad. Como p.or vcnganz.a,. er'I ¿J .y couu~ ~o tnrención ht. racionalidad
fines-medios cambia dialécri~menre. El d~sarrollo de la burocracia (la
forma más: puI"J. del dorni11io r:i,donal) !iacía la sociedad de la jaula.
690 Cr/t,,-,¡ de l.i t ,,ltur¡¡ -~ JOl'in/11d {/

pro(eti:z.adó gor \'v'ebcr_ con horr?r, ~s irracional. Palahras conHJ ,,jau-


la» .. «consol1o;u:1ónJ\ 11 tndepen<l1zac1ón del apar;1co,, y sus .sí nóni1nos
.1nd1can qué los n1ed1os que ellas designan se c-ónvíct ~c:n ed un fin en
sl nüsmo y dejan de ·cumplir su racionalidad fines-n,e<lios, Sin em-
bargo, esto no es un Íerrórneno de degeneración, con,o le gus1arfo pen-
sar :1 h burg1.1es{a. Wc:ber s;1bía, aunque es1·0 no cuvo consecuc-nci:u
pah su concepción , que: la irrádonalidad que· él clcscrib'fa y ocul ta_ba
se :sc;guia de la <lefioición de la raz.ón como medio, de su ceguera para
los fines y par:i la consciencia crftiéa de los mismo~. La resign.i<la m-
cionalidad ,vc:beriana s.e vuelve i.rmdon.u p·o.rquc, como po.stub We-
ber en idenrificación furiosa con el agresor, para su a.scetismo los fi.
nes ~on irracionales. Si n.o se ápoya en ladercrminidad de los objecos,
la razón huye de sí misma: su princiP.io se:conv.i'e rtc ¡::n una·.inflnitud.
mala. La desideologiz:ación ap:u:ente de lá ciencia p·o r Weber fue ma-
quinada como una ideología contr::t d análisis de Marx. Y s~ desen• ·
mascará en su índ:íferencia hacia la locura manifiesta, es desacertada y
conrradittori;. en sí mjsma. La nti.ón tiene que ser, al igual que la auto-
conserva.ción, la de la especie, de la que depende liu:r.i.lmentc la su-
pe:rviven'cia de cada. indíviéluo, A través de la ai.i.roconservación, b rozón
adquiere el pocen.ci-a.l dé esa autorreflexión qué alguna vez póclrí:l tr.is•
ccndet la.•aut9conservación a la que la razón fue reducida al se¡; limi-
tad.a a medio.

11

El áccion-isrno es regresivo. Hechizado por esa posiiividad que: des-


de 'hace tiempo le sirve .d e armadura a l;i debilidad del yo. se niega a
reflexionar sobre su propia im potcncía. Quienes grimn si.n cesar •de-
masiado abstraeto» recurren al concretismo, a una inmediatez. que: es
inferior a lq.s medios reó_r:icos presentes. Esto bcnefi~ia a l.1 _pseudo-
praxis. Algunas personas especialmente precaviditi dicen, .a la mon:
ra igualmente sum.iria én que jµzga.n _el ·l,~te., que la t~orla e$ rc:prcs1·
va; én medie,, del Sf't(/11· tJll(), <qu~ :lCtlVldad no Jo CS a SU manera? J>cr~
ta actuación 'in media ro que Jb.mn a golpcat est:{ tnucho mil ccr~ de ~á
opresión que el pensamient:o '!ue t_oma ál~ento: El punto _irqu1m~d1-
co : ¿cómo es posible una prais-1s.no repr:es1va?, <c;ón1~ ab~1ts~ camino
a través de la alternativa de espontane1d.a d y organ.1?,;1c1ó11., sólo st!
puede encontrar mediante la teorl:i. (suponiendo que se pueda en-
'
Nquu 11wrgn111/~1.1tib.1Y uor/4 _Y tm.\·i, 6,9.1

corürar) . Si rén1mdan\os al concepro1 se vuelven visílJlcs r:isgos .como


la s0li<laridad luiihtcrál, que dege11cra en rertor. Se iniponc sin .ce-
rem<>nias la sup~e.n1acfa burgut sa de: los rne<lios sobre los fine.s, ese
espfrir.u que s~g~n d progr:ir'na se c-01nl~a1e. La reforma téc.n.ó crata de
ltt universi·dad que se·quiere in1,.pedir, c:11 vei roda·vfa bona fuit, no es
el e0nLtaaraque a esa procesen . .f.sra. la . prornueve por sf misma. uli-
berc:a.d de c:icedra es rebajado n acen,c:1011 al dienre y ha de someter.se
a ,co11c.roles,
1'2 ·.

De los ar:gurñcncos de los que d a~cionismo dispone. uno está: le-


jos de la escr.itegia política de la que :S<l precia, pero es muy, suge:sci-
vo: ~enemos que opta, por el movim'ie.n to de protesta precismence
porque sabemos que nó cíe.ne ópórt~niqades objeliva~ de ~ito; si-
guiendo eJ model~· de· Ma.rx durante la com~na de París o de la ac-
tuación dcl partJ'do comunisu duran.t~ el desmoronamiento dd go-
bierno anatco-socialista de Múnjch e¡, 1919. El :u.gumenco dice qoe, ·
as( como esos compotcamiencos fue,ron :desencadenados .por la de-
sesperación, quienes desesperan de h1 posibilidad deberían apoyar una
acwación siñ éxp·ectatÑ:ts: la derrota irtevitable impone como Í!\Stl!lda
mo'ral la soHdaricLid· incluso' a .quien~prev.ieron la cat.i.strofe y no se
s.o qiecic:rón al ciicradcr de la soli.da.riq;id unilateral. Pero apelar al hc-
roísme prolong:r.en verdad ese dictado; quien no haya permicido que
le quice~ la sensibilidad para estas C(?Sas reconocerá el tono hueco.
Los exiliados en l.i segura América p~dfamos soportar las noticias so-
brc.Aus.d 'nvirz.: ncl' ·c.s (ácíl créer que Vietnam lé quite a: alguien el suc-
fio. e.n esp.eci;iJ Rorque codo enemjgo de Las guerras.colonialc:s s.abc
que los t1ieti::-ongs conurao a la mané:r¡i china. Quicri sé ima.ginc que,
siendo. un p.roductp de esra soci.edad, csr.1 librc dc-1;\ fri:ild:id burguesa
se (lace·jfusíones·sobre d mundó y -~obre: s( mismo; .sio e.sn frialdad
ya no podrfa vjq.jr nad,ie. L".l capacidad de idcndficirse con el sufti-
ro,i~nto \!Jeno· eJ pequeña en todos, sin excepcione..~. Decir C}llt >~ n.o
podernos contemplarlo y qui: ninguri~ persona de b\lena voluntad ha
de v.olyet: a concc:mplarlo r;¡¡ciooali-zaJá '=o.a cción moral. Posible y ad-
mi rabie fue 1~ :tciitüd al bord.c del h~rrorex'lrémo de los: 1¡onjurados
dd 20 dé juli·o, que prefirieron arricsg:l{se y mori.rde una·mancra·;itro?.
:1 no hacer nada . .Áfirmar .desde 1:, distancia que uno se siente con10
aquéllos confunde .)~ imaginación con la fu~ del .prescnre inm~-:-, .
692 CrlllaJ dt Ir, c11 ./:ur,1 v .111,•u4,1d JI
diato, La pura autopro_tección in1 pidc qui: d 1111 ~cntc Sé' in1.1gine lo
peor, en· especial las acciones que lo expünci.1 . ¡¡ Iµ pev r. (¿uic:tl t icne
co11ocín1iento ha de :idn,iur los llrnilc~. ob¡t'tivo~ de un ~ itlcnt·i fica-
ción que: colisioná con su <lc:sco de aurocon.scrvación y fdicida.d, en
ve¡ de coi;nportarse con10 si fuet'a ya una persol)J i:ld üpo que tal Vt:r.
se re-.ilit:tr.í. ~-11 cl esrado ele liberrad, sin 1nicJo . Dd ruunde tal como
es 1,1adie p.uede tener basr:uuc 1nieclo . .Si -alguícn sacrífré:i no sólo su
in1el'ecro, sino adt"má.s :is( 111isn10, na<lic puede i111peJJr)dO, aunque
objeriv,.1-mentesea un mardrio falsó . 1:-la.cer del s:1cril1cio un mand2-
mienro forma parte de),reperrqrio fuscisrn. La solidaridad con una ClU•
~a ·cuyo fracas_o inevitables~ conoce puede proporcionar un benefi-
cio narcis'ista y selecto, pero en si es tan demencial com0 la praxis de
lá que se ésper.i cómoda.mente una aprebirción que prcsum.iblemen-
te ser'j revoe;tda enseguida pQrque ningún sacrificio del intelecto es
suficic:nre para la.s pretensionés insaciables de la .falra de esp'íriru.
Brechr, que: en conformidad cQn su siru;i.ción codav(a cenía que ver
con la.polírica, no con su suced:ineo, djjo en ci.erta ocasió.n que, sien-
do completamente sincero co.nsigo mismo, en el fondo le inreresa~a
·más.el {e.1tro que transformar el mundo2 • Esca c:onsciencia sei;fa el me-
jor corce'Crivo de un réácró que hoy se confunde con la realidad, igual
que los l;ap.ptni.n¡;s que los accionistas escenifican de vez en cuando
mezclan apariencia estética y realidad. Quien no quier.a qued::irse atrás
de la confesión volunc;tria y :i.rr.ev.ida de Breche sospechará que c.ui tocb
la praxis ·de hoy carece de GJ.lcm co.

13
El praci:ícismo de hoy se basa en un mo!llento que d repugn;infc-
lenguaje de la so.ciólogCa del saber ha bautiiado como •sospeéh.l de
ideolog~a,,., ~omo si el motor .para la crftic.~ de las ideologías no fucr.i
la c:xpeoenc1a de su fu.Jsedad, smo d .dc:sp.(ccro pequeiioburgués de rodo
espíritu debido a su presunto c9.ndicioa:unicnto por intereses, que d
interesado escéptico proyecta ~I cspíiltu. Si la ¡:s;:axis oculta mediante
el opio de la colc:crivícfocl su propia imposibilidad a~ttta.l, se convier-
te en ideología. Hay un indicio inequívoco de esr.o: el plai:Heamknto ·.
automático de (g, pregunta «¿qué haccr,?11, que responde a todo pens:i,. , ·

2 Cfr, w. BrnJ:amln, Vmuch~ ob~r Brt:cht,. Pn!r,cfort dél Mtno. t966, p. 118.
Noras ,r1argi11aks so.b,.e rrori,, ,r pr,u:lf 693

n'liento cr(cico anees aun de ha_bedo u~pre.sad9 y coli)prc'ndido. 'En n,in.


gún ocro Jug;ir es 111:11\ .llagr;11Hc el oscuruntisn,.o de_h, hosrili<lad a la
teori" d,e lus últimos tiernpós, que recuerd.t l1I gesto de ,111ien pi<le el
pa$apor(e._ln1pH~ira,,)' por canto 11\lÍ)' poderosa, es b l,r<len: ricncs -o,ue
firn1ar.E\ individuo tiene que ent n:gll.fsc-al col.ectivo¡ como rccompen~
por habe,r entrado en d ,nclting por se le as,egura que pertenece al iru•
po. las personas déhiles y asuscadas se s1entcn fuerres cuando corren
cogid<ls de la man.o . Este es el puntb real de paso hacia d irraciona·
lisrno ...Con centenl!es dt ~ofasmas .se defiende, co_n centenares cle,me·
q:ios de p~ión moral se inculca. a los adeptos que si renuncian a la
raz.óo ptop'ia y aJ jwcio propio p:rr1i c1parán en lá razón superior, co-
lecciva, mi:enrras que para conoce, l:i verdad hace f11lta esa razón i,n-
dividuráda que dkcn que está supemd:1 y ·que sus afirmaciones C$d.n
rc_(ucad-as y despachadas desde hace· tiempo por la sabiduría superior .
de los cama,raélas. Se recic asÍ' en ef.l. actitud disciplinaria que \o:s co-
muniscas pracricamn. Com_ o una c6ine:dia se repice en los pseudorre-
volucionarios, e.e acuerdo cpn un::i sencenda de Marx, lo que era serio }'
tenía. unas consecuencias terribles.'étiao!,'.io la ~icuación rodavfa parcdi
abie~. No nos eneontramos con argiimencos, sino tein consignas CS.·
tandariz.adas que,p.roceden de los dir; gentes y su entorno .

: 14•

Y.a que h r1:orCa y la praxis :n,i so~ inmediatamenrc lo mismo ni


son absolutamen.ce diferentes, su ~el:íción es de .dist:9nrinuidad. No
hay un cami rio conrinuo de la p~is ~ J.i teoría: csro es lo que se süe--
lc denominar. d <1 moment9 esponclnco~. Pero l.a ceot.ía forma p:ircc.
de la sociedad y ~ a1 mismo tiempo autónoma. L'\ p.mxis no tr~nS•
curre con l:ndependcnda de la. teoría:, ni' ésta con independencia de
aquflla. Si laprµis fueta el critc:;io de la teoría, se convertiría por el
bien dd th('illa prtibtindu,,, en la p.atrafla qtte ·1\.1nrx criticó y no po-
dr(::i. alcanzar Io que quiere; ~¡ la praxis -~e: basara simplementeen las h,-
..d.icacíoncs de-b rcorfo., se endurecería doc.t'rina(i;¡menté y aqcm,is fal-
sificarfa l,a teoría. Lo. que Robcspierrc. y Sairú·Jusr hicieron con la.
volonlig!rt!r¡z/e de Rousscau, a 'l:i q.u.e no lef.-tlcab:í el rasgo. rcpre.si·
YO , es
el ejemplo más célebre de ~[O, pero no e) tíni.co. El dogn:1~ d.c:
la \U\Ídad de reorí.¡. '}' pr-~is no es ~ialéc.rico, 3 diferencia de la ~~l~trr-
n~ a: la que 2pda: habla de simple identi'ckd donde sólo la contrnd1cc1Jn
' ' • 1
Crl11n1 tle J., , 11lturu >' so,· üdad l/
694
ciene la oportunidad de ser fecunda. Mientr;irque l:i. tcorla no se pue-
de c.xcmer del proceso social general. e.n c!.$.Lc tiene can1bién aurono-
mfa; b ccoría no es sólo un medio de\ tqdo. sino l:lmbién un mo-
menro; de- lo con~rario no podrfa resistirse al hccltizo del codo. La
rebción eriue teoría y pra.xü es, una ·Vt:7. que ambas se han alejado
un;1 de otra, d mmbio cuallrn.tivo, no h1 cransición, rnucho 1ncnos la
subordi·nación. Teoría y pra.-.:is gua¡,Jan una rel:ición polar. L3. u:orla
q.ué pod.rfa. tener m.ís csperanz.is de reaJiU1rse es la que no esrá pen-
sada con19 Ja insuucción para re.ilii..u\a, en ~n;ilogía con l.o que su-
cedió en las. ·ciencias:naturales cncre la teoría .arómici y la ·fisión nu-
clear; lo común, la rettorrcfcrencia a la' prrotis pos'ible escaba en b ra:z.ón
cecnológica., no en la idea .de aplic~:ción. La doctrina de la unidad de
Márxse ttferJ~ aJ·«ahorao nun.c;~»·, segunµncnte p.or rJ presencin1iento
de gue se es~ba haciendo laédc. {.)or t.anto, er:a praccica; peto a la t:e-
orí:i eb.borada, a la c.rfrica de la economía polítie:.~, le (alean rodas. l:u
traruiciones coneretas a esa pr:ixis que de acuerdo con la resis n. 0 11
sobre Ft:úerb'ach es_la r;izón de se.r de la ceorfa, La :aversión de Mane
a las recetas teóri.c;as pa:ra \a praxis no era menor que su a:versión a
describir positi,'.amentc una sociedad. sirt <a:lases. El caphitl contiene
innumerables inveciivas, por lo general contra los .economist~ y los
filósofos, pero no un prógrama de acción; todo pormvoz <le la ApO
que haya aprendido su vocabulario re11drfa qtJe denunciar a este li-
bro pór ai,)~rracto. -De l;i. teo.r~a. de la plusvalfa. no se desprenqia cómo
hay que hacer la revolu~ión; el a.ntífilosóf!co M.arx no pasaba por cuan-
to respecta a la praxis en general (pero sí a cucsrio.nes políticas·con-
cretas). del filosofema de que la emáncipación del proletariado sólo
puede ~er co~a. suya; y -en .aquélla época el ptolern.riado todavía. er.a yj-
siblc, En las úJtimas décadas, obras como los &ruáio~ Iolrr.t. au.to..ri-
dad y famjJia, La ptr1onalidad a,uor-itgria e ind~~o la \éQtf,t del do-
minio ~e Dialictiéá de {a lluttrttción (que es hct.e rodoxa \ie~de 1nucftos
puntos de vista) han siclo c.scrito.s Slrl inc~nc.ión práctica y e1npcro han
-ejercido una influencia práctica. El atr:ic:tivo de estas obms ,consÍs.-tfa
en qu~, en· un m.undo en d que hasra los p~nsarnienloS,se han·con\'cr-
üdo en mercancías y provocan J¡¡ s,de1· rrsiüanc~. aJ lt"erlas nadie tenía ta
sensación de que cs.1:ab.in infencarido venderle algo. Cu.iodo he in-
tervenido inmediatamente,, con un efecto pr.íct'ico visible, h;i su.ce-
dido· sólo mcdíánté )a. c.e oría; en l;i ppl~ntica contra el •movimic.n to
Juvenil~ JT-111sical y en l.1 cr!uc.i de la jerga neoalcmana d~ la atnenti-
o<l;1J, ,1ue le ngi16 l:i .fics,a ~ una hleok1gla n1uy virulenta. Si es.as ideo-
lé>gfas-~iin con.<dcn<'Ía fnls,t, su ¡:lis·otuci.<$n (que .se difundió én el m~-
dio del pensiúniéi)to}: i11augura -u n nl6vi111icn10 bncio l:i n1Jyorfa de
c,.faJ. este m evii:nicnto ·i;f es pníctico. ~l rcrrut'cano de: Marx .~obre la
•i:::rítica cr!ric-Js, el chiste pleon:bric~ y gastado que cree que la teo-
ría se destruye. porque es ccorfa, ocuh¡i sólo !J inscgudda-d .ti 1rasla-
d_.1r lJ teo~fa direa~n1ente n la prácricn. l\1ás add:inre, y pese ;i la ln-
ccrnJdonaL t on 'la que .se peleó, tvl:\n: no se entregó 3, la pr:uis'. La
pra.,¡is es una fuet1rc de fucrta paro l.i: tc:orl;i., pero no es rccomenda-
d:i por c!$ta: En la ·.ce9r.fa .aparece, sio,plc·mtn~e r con ncccJidad, como
uA~ minch;i ciega, como una obsesióh con lo cririo.do; no se puc·dc
<l~,n-ol~ar en detalle un·a éeor!a cr!ti~~ q\1c n:o sohrcva!orc -IQ jndi.vi-
dual: }' s-in lo_indi'l:'idual seria inane. El aiíadido de lo dcmenciaJ 3d-
vierce contra los excc;os en que lo individual. auménta incontenibl'e-
roente.

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