Poemas

ontogenéticos

Rómulo
Pardo
Urías
PORTADA: Todos los poemas pertenecen a Rómulo Pardo Urías y
fueron escritos entre 2002 y 2007.
Zapote version 1
D.R. © Rómulo Pardo Urías. Xalapa, México.
Acrílico y oleo sobre tela 300 X 240 cm 2005
Hecatombe Productions, La Loma estudio.
Victor Anderson
¿Quién eres? Hermano suicida,
Moribundo en sueños,
¿Por qué no consigues Fugaz en tu huida.
mostrarte genuino
como ese suspiro ¿Quién eres hermano?
que sueltas de amor? ¿Qué buscas?
¿Qué quieres?
¿Quién eres?
Hermano distante,
Confuso en el viento
Disperso en el aire.
¿Quién eres hermano?
Hermano, hermano…

¿Quién eres?
Hermano intrigado,
Perdido en el tiempo,
Ahogado en el llanto.

¿Quién eres?
Garbage en las rocas Amanecer

Soy un bebedor que frecuenta Por una oscura rendija sale el sol.
El bar de las vidas desperdiciadas Llega hasta mi pupila
Eligiendo diferentes bebidas emotivas. -recoge un rayo de luz perdido
Voy llenando mi sangre con recuerdos ajenos. Y lo hace una imagen remota.

Deambulan por mis neuronas Lentamente sube por mi brazo,

Las podridas frases de mis padres, En una fuga perpetua,
Aquellas que aprendieron de mis abuelos La luminosa estrella
Y que impregnan el ambiente con su fétida esencia Que cubre un tramo de mi mirada.

“¡Basura en las rocas!”, le pido al cantinero,

Un bebistrajo alcohólico urgente,
Desperdicios, suciedad, cotidianos, comunes.
“¡Basura en las rocas, por favor!”
Sólo te quiero el nombre será de nosotros.

Ayer fue hoy ¿Quién decide que callemos?

Hoy es mañana Antes es igual que ahora:
Mañana será ayer. Sólo te quiero.

¿Cuándo podrás volver?

Quizá nunca lo sabré:
Sólo te quiero.

Aquí fue allá

Allá es muy lejos
Muy lejos será aquí

¿Cómo fue que te perdí?

No lo puedo comprender:
Sólo te quiero

Tu nombre es mío
mi nombre es tuyo
Boreal
Nieve, deseo...
-Caigo del cielo
nazco en el viento, lento, ligero,
mientras el tiempo dice que muero-.
Duerme la luna en su aposento.
-Firme, dorado, lleno de fuego,
sale el sol pleno de su destierro-.
Abre las puertas.
-Con sus misterios vuelve mis días voces de hierro-.
¡Sople ese viento, lento, ligero,
siga nevando tiempo y esmero!
-Año con año este es el juego-.
Día con día son los momentos
-Copos de vida-
de un corazón.
Nostalgia
Algo de tu ausencia está conmigo
mientras como chocolate con almendras
y doy la vuelta a la tienda de la esquina.
Nadie lo cree pero ahí estás,
tú eres ella. Ella es mi madre;
nos reunimos a conversar y jugar cartas.
Sigo pensando que no te veré
para cuando el nuevo sol alcance el horizonte
y tus pasos se alejen de este corazón.
Tírame un beso dulce,
hazme saber que sigo vivo,
pero déjame sentir que no regresaras.
Equivalencia Instante YX

Tu presencia, mercancía de mi memoria, Sangre tibia

Se subasta en algún puerto europeo. Dulce alimento
En el siglo XXI no queda ya espacio, Cenizas genéticas
Así que regreso al XIX, para ser exacto. Compuesto vital.

Se ofrecen chelines y liras por tu mirada, Cortante aire

un beso tuyo equivale a nueve esclavos de Senegal. Frío oxígeno
Tu calma, tu temple, tu sonrisa, se intercambian Momento inhalado
una a una por mil acres de pastizal irlandés. Mezcla gaseosa.

Maderas exóticas llegan desde Brasil y Guinea Pensamiento lúgubre

con el fin de ganar algo de tu aliento, Sombría memoria
mientras que plumas de quetzal valen Agónico tiempo
cada una de tus frágiles caricias. Imagen venidera.
Así el mercado se encuentra saturado,
de compradores y de mercancías.
Algún día de estos sacaré mis dos pesos
para visitarte en alguna estación del metro.
Un simple verso de amor se me caía.

Sueño que te soñaba Veo que te veía

mientras en sueños cuando la luz
me despertaba. me lo permitía.

Pienso que te pensaba Pienso que te soñaba

mientras la boca porque creía que te decía
se me secaba. todo lo que sentía
en el momento en que te veía.
Creo que te creía
mientras quería
lo que decías.

Digo que te decía

lo que callaba
mientras huía.

Siento que te sentía

porque la baba
Sólo te quiero El nombre será de nosotros.

Ayer fue hoy ¿Quién decide que callemos?

Hoy es mañana Antes es igual que ahora:
Mañana será ayer. Solo te quiero.

¿Cuándo podrás volver?

Quizá nunca lo sabré:
Solo te quiero.

Aquí fue allá

Allá es muy lejos
Muy lejos será aquí.

¿Cómo fue que te perdí?

No lo puedo comprender:
Solo te quiero.

Tu nombre fue mío

Mi nombre es tuyo
Tú-yo
Besos que comen besos: esculturas de tu aliento,
como los soles del templo en el que habitamos
después de cada forma singular de nuestras manos.
Afuera, la oscuridad de la ausencia impera
como recinto del tiempo roto:
languidece el recuerdo en el que llegas,
en el que nos vamos juntos hasta el mar.
Las flores germinaron en tus corneas y afluentes de
millones de corrientes de sueño me arrebatan
de tu ausencia en mi tacto, hoy que cantan.
Ya muere un arrebato indeciso y cambiante,
tu fuerza se convierte en manantial de caricias
y así nuestro cuerpo amalgamado es amante.
Miramos por el pasado el reloj y las gaviotas.
Sonríe, blanca, la habitación con tus deseos,
fuentes que lejos del sol extinto entre cobijas
acurruca en mis pies tus llamas fijas.
Luego llega el jugo de nuestros futuros
con engranajes maduros rayados a lápiz;
mi olfato persigue el ámbar de tus poros
que se esconde después de cristalizarse con sudor.
Salté contigo hasta el fin de la cama;
me columpio entre tus piernas que me inflaman,
que me rodean esféricas, que abrazan mi ceguera:
hoy que te vas tan pronto y te siento tan cercana
como la ola del mar que se aleja y que llega
una vez más, una vez más a la playa.
Palmeras al viento estrellan más besos,
besos que comen besos: tu cuerpo me disfraza
de árbol de la vida que sube hasta Venus,
que llega hasta ti, hasta el jarrón de tu voz.
No verte Noche de muertos

Antes de que la luz llegase a mis ojos Luna de plata flotante,

recuerdo haberte tocado, traslúcida cortina.
soñar junto a ti, Dejaste caer un suspiro
dormir con tu aliento. lleno de fabulaciones;
tu farsa es llamada silencio.
Después del sueño,
la quietud me invade con tu ausencia; Sí flotase sobre ti,
en la almohada hay una canica, luna -garganta cancerosa-,
desde su centro tu cara irradia túnel hacía el sol,
augurios de crestas amorosas. irme no sería este noche.

Despertar: olvido del sopor erótico,

ceguera sorpresiva de tu recuerdo.
Sin tu brillo, los rayos de sol son opacos,
opacos instantes sin ti.
Pasado Campo negro del silencio,
oasis de la añoranza perdida
Noches muchas fruta envilecida, diafragma,
Angustias. orgasmo que nunca llego.
Noches amargas
Locuras.
Noches ausentes
Flores.

Cascada de tinieblas,
colapso de la vida,
imágenes de un terremoto,
desquiciado porvenir.

Noches plagiadas
Pasiones.
Noches sonámbulas
Melodías.
Noches austeras
Máquinas.
Nueve que casi son diez Consecuencias de la instalación de la memoria

Nueve minutos exactos Soplo novelesco encandilado

forman un poema moribundo en las columnas sagradas,

que se vuelve una canción gaviotas inmaculadas

de oraciones deshilvanadas. navegantes de la costa.

Soplo radiante que aflora,

Nueve horizontes distintos aire de vida que añora

son lugares plácidos, el sabor de tú langosta,

amaneceres hermosos la que tu me has cocinado

brazos cálidos. al saber que fui tu amado.

Nueve que casi son diez

cosas: vecinos, recuerdos marchitos,
signos y símbolos.
Pasan nueve gaviotas.
Hasta hoy que sigue jugueteando con los trapos
que se quedaron tendidos el día de San Valentín.

¿Son nuestros pensamientos

frutos podridos, engendros Entonces hay ciertos pensamientos

del antiguo árbol del conocimiento? carentes de significados,

que se han perdido a la vista

¿Inmaculadas líneas divisoras como gaviotas en la mar océano

que se sumergen en su quietud sin nada que pudiera hacérselo saber.

y se propagan en lo infinito?
Quedan sin nombre aquellos alaridos

¿Son siquiera restos de un lenguaje, mutantes y amenazadores en su intimidad,

somnoliento y diluido, pedazo de la realidad falsos, condenados, pero nunca tajantes;

que se ha desvanecido cuando tratamos de evocarlo? simples y portentosos llegaron

y no se fueron hasta hoy.

Tal vez sólo sean sepulcros

de tantas visiones que se presentan,
de miles y millones de sonidos hipnóticos,
descalabrados chiflidos dentro de la tempestad.

Quizá son el residuo de la memoria

Sigilo
Nodriza reciente y musculosa,
máquina desposeída de la infancia,
espasmo insondable;
este silencio alquila un piso
en la torre latino.
Mi pasado esta sustantivándose
en recuerdos ingratos de granjas,
granjas carentes de astros,
de celofán o de cera, de cualquier tipo.
Llegar al mundo junto al mistral,
en un sembradío de olivos donde se discuten
amores tornasolados de Helena y míos;
amigas desde el primer chupetón.
Viento fundador del escalpelo,
herramienta cortante de noches contrabandistas,
nocturnas curvas hediondas de lujuria,
fábrica de fetiches del depto en ti, centro.
Magancería de ubres humanas apretujadas
entre siluetas sensacionalistas de juventudes
ardiendo en caminos de soltería,
jamón serrano colgando en mis labios.
¡Oh nodriza! patriota del viento
cual torrente mediterráneo que desde los Alpes
en su camino arrastra indiscriminadamente
vidas y muertes:
cosmos hidrooxigenados.
Cerradura del trauma edípico,
desde ti nací, hacia ti voy,
en opuesta dirección a tu destino,
inevitable fosa común, hoy en tiempos de guerra.
Ecos del fuego
Calmo recuerdo que no llegas,
cómo quisiera cercar tu fulgor
de sonidos a lingotes formados con chocolate.
Pero tu olvido no existe como tu tampoco.
Siento en el aire el sabor ahumado
desde que te conozco hasta hoy:
¿cómo pedir a una cortina que sea sábana?
Ningún día podremos tenernos:
recuerdo, te olvido cuando ya has llegado.
por la ausencia de vida
para morir una vez más.
Muertas las ideas de grandeza:
muere conmigo mi poesía
compañera solitaria en mi soledad,
muerto cada día de mis poemas.
Morí al dormir entre tus senos.

Después de todo estoy muerto,

muertas mis palabras y mi voz.
Murieron como el eco del grito
de un fuego cabalgante.

Muerto fui por la miserable ración

de amores platónicos y frutas secas,
por las mesas de cuadros,
SEÑAL REPRODUCTIVA OÍDO

Células carentes Hueco enfermizo,

de rostro recalcitrante:
que contengan recuerdo sonoro.
los secretos Tu eres el oído de los miserables.
provenientes del pasado:
abierta la puerta No puedes escapar
de la continuidad vital de ti, de tu eco
se regenera –desilusión-
el ciclo que se cierne
maravilloso sobre ti,
de la primavera estéril protuberancia .
exuberante.
TORMENTA MÁSCARA

Juegan Fetiche indistinto

con sus oídos que como
ritmos desordenados; cáscara envejecida
ella se columpia. cubres miles de formas
en un tiempo remoto.
Las nubes del cielo
no oscurecen su alma; Señuelo interlocutor,
ella se regocija eres apariencia familiar.
con el sonido de la tormenta.
Tu punta
nunca
será
esta vida.
UNIVERSO ENCRUCIJADA

El sol Pasos humedecidos de tierra

nace Del profundo placer de indagarte.
en silencio Eres torrente de pétalos
cuando la luna Arrullo plateado como luna sobre el mar.
anda por venir:
los sonidos del mundo Deshilvano mis frases con caricias
se llenan de la luz celestial. En tu forma derramada de cristal:
Sólo frases
Eso es todo lo que queda
De las intuiciones solitarias,
Nuestras.

Derivo sueños de las vocales

En las querellas de nuestras voces
Quetzales surcan nuestros alientos:
Hoy salimos del tiempo que engendraba vida
Para vivir en el día que nos engendra.
Centinela cósmico ni sabrán, que tu centro no es de oro,
sino de pura energía.
Eres el desterrado, Seras el desterrado,
fuiste marginado y humillado, pero nos vigilas, nos observas,
pero te has levantado, mientras nos hablamos estupideces,
resurgido de tus cenizas. mientras nos nutrimos de modelos superfluos,
Atravesarías el universo, en tanto la vida sigue girando en torno tuyo,
sólo por una caricia, por ser el único que no podemos olvidar.
pero te has quedado en el centro, Astro, vida, dios, fulgor, sol.
alumbrando la vida de otros. Y cuando todo concluya,
Eres el desterrado, aleaciones de mi memoria,
fuiste despreciado y mutilado, el ensueño florecerá,
tus huesos se repartieron, la marcha incesante
entre tribus y clanes, devorará los restos
sombrías frases dejaste, de un espejismo llamado vida.
confusión desde que partiste brindaste,
sólo por un beso de ella volverías,
pero ella también fue perseguida.
Eres el desterrado,
del cosmos, de la tierra, pero no del fuego,
fuiste y seras venerado, por tu longevidad,
te admiraron como adversario.
Derrotado fuiste encarcelado en una esfera
incandescente,
fuiste vaciado por tus enemigos,
fuiste desterrado por quienes te veneraban.
Ahora quieren domarte,
domar tu paciencia y tu furia contenida,
quieren alcanzar tu esplendor,
quieren llegar hasta ti, pero no saben,
Ramificación que ya no me pertenece,
pero que me hace saber que te quiero encontrar.
¿Cuándo te he visto,
inmersa en el laberinto
del subterfugio aromático
que se desprende del aliento cósmico?

¿Cómo te he encontrado.
rodeada de las configuraciones terrestres
que te brindan alegría
al dejar plasmada en tu vida cada tierna ilusión?

La cuestión está en el aire,

en el viento que respiras,
ese instante llamado nunca,
porque ahí estamos juntos.

¿Por qué te he seguido,

entre estrechos caminos y pasajes,
columpiando mis intenciones pasajeras,
adormecidas, cadenciosas, intensivas cicatrices?

¿Acaso te he amado
desde el principio acalorado
de la raíz alucinógena
que derramamos cuando nos conocimos?

Solo, me encuentro con tu presencia,

me rodean las ramas del árbol de la inocencia,
Crueldad Presencia, soledad

Las caricias tibias se columpian,
estremecen la entraña,
derraman una porción sanguinolenta,
una pizca de azúcar corpórea.
Alguien lo capta, se abalanza. Sigiloso
quiere alcanzar a derretirse en un momento,
parece posible la fusión,
solo existe el juego de las mascaras.
Algunas personas respiran humo,
algunas personas fuman ilusiones,
algunas personas aguardan el día,
algunas personas resisten la tempestad.
Presencia, soledad, tenue caricia que se oxida,
bajo la cobija negra de lentejuelas,
caricia que se derrama en tu silueta,
oxido de recuerdos turbios.
¿Cuántos días extraviados en tus poros?
¿Cuántas figuras derretidas en tus labios?
El juego, es tu ausencia, presencia, soledad,
cuando el aire se columpia entre mis dedos,
¡oh! imagen de tu pelo, mirada que se pierde
entre las sombras de tu sangre.

¿Por qué hay personas sagaces y también

personas corrompidas por su lastima?
¿por qué el sol y la luna debían pelear
cada día y cada noche en los tiempos
inmemorables?

Sólo el tiempo conoce este secreto,

este mismísimo verso, radical, extremo,
en el que se ha manifestado un dilema,
aquel que proviene del cruel devenir.