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LA REVOLUCIÓN CULTURAL COMO RECHAZO DE LA TRADICIÓN CHINA.

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Como Gran Revolución Cultural Proletaria (⽆无产阶级⽂文化⼤大⾰革命) o más simplemente

Revolución Cultural (⽂文⾰革) se entiende la gran campaña de masas que Mao Zedong empezó en el

año 1966 con la intención de eliminar a los intelectuales, a los

altos cargos del partido o a cualquier individuo que fuese

acusado de traicionar los ideales revolucionarios en cuanto

derechista, revisionista o contrarrevolucionario. En realidad

en el fondo la Revolución Cultural fue una tentativa de Mao

de recuperar su autoridad, restaurando la ortodoxia

comunista, después del fracaso del Gran Salto Adelante

(1958-1961), durante el cual había sido criticado. La campaña

fue dirigida por Mao con la ayuda del sector dirigente del

Partido, la Banda de los Cuatro (四⼈人帮) formada por Jiang

Qing1, Zhang Chunqiao, Yao Wenyuan, Wang Hongwen. Uno

de los objetivos fundamentales de la Revolución Cultural era la eliminación de todo lo que estaba

relacionado al pasado de China, en particular los "Cuatro Antiguos" (四旧): ideas antiguas,

cultura antigua, costumbres antiguas, hábitos antiguos (旧思想、旧⽂文化、旧风俗、旧习惯).

Fueron los Guardias Rojos (红卫兵), estudiantes universitarios o de escuelas secundarias, los que

fueron encauzados para esta misión en cuanto a que eran más entusiastas y habían sido

influenciados en menor manera por la cultura tradicional china. El deseo de Mao era la destrucción

de la China del pasado para crear una Nueva China.


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1 Moglie di Mao Zedong, desde el 1949 fue Ministra de Cultura.
El pensamiento confuciano y los costumbres tradicionales

Mao en su obra Sobre la nueva Democracia escribió: “En China existe una cultura semifeudal,

reflejo de la política y economía semifeudal del país, sus representantes son los que adoran la figura

de Confucio, el estudio de su canon, la antigua moral y las antiguas ideas que se oponen a la nueva

cultura y a las nuevas ideas.” En una

conversación con el filosofo francés

André Malraux2 declaró : “El

pensamiento, la cultura y las costumbres

que han conducido a China donde está

ahora, tienen que ser eliminadas, y en

sus lugares hay que poner el

pensamiento, la cultura y las costumbres

de una China proletaria, que todavía no

ha nacido…el pensamiento, la cultura y las costumbres tienen que ser salir a la luz a través de la

lucha, y la lucha tiene que seguir existiendo hasta que no exista más el peligro de un volver al

pasado.” En particular Mao pensaba que la sociedad burguesa y la estructura política feudal

dominada por los terratenientes que

había caracterizado la historia de China,

era el mayor obstáculo para la creación

de la dictadura del proletariado. La base

ideológica feudal tradicional china era

el pensamiento confuciano, por eso la

ideología de Confucio con las “tres

principales reglas de conducta y las

2 André Malraux (1901-1976) Escritor, político y filosofo francés.


cinco virtudes constantes ”3 y todo lo que era el canon confuciano tenía que ser eliminado. Si la

tradición confuciana exaltaba la armonía universal, Mao creía en la importancia de la revuelta y la

lucha entre fuerzas opuestas. La tradicional idea china del justo medio, del equilibrio, de la

moderación, y de reforma como restauración de valores ya existentes, era lo contrario de lo que

proponía Mao, una transformación radical y una ruptura con el pasado. La tradicional teoría

política también fue desviada por Mao Zedong. “El gobierno

basado en la benevolencia” basado en la virtud y la compasión que

eran los medios para mantener el orden del país, por supuesto se

oponía a la utilización de la fuerza propuesta por Mao. La idea

confuciana según la cual una mujer casta tenía que quedarse en

casa adaptándose a los valores femeninos, la vida doméstica, la

virtud, la maternidad y el trabajo manual, fue contrapuesta a la

imagen de las mujeres de hierro (铁姑娘) que a pesar de ser

mujeres, se hacían cargo de las tareas más duras, igualando a los

hombres en la formación del socialismo. La propaganda celebraba a las heroínas revolucionarias,

mujeres fuertes que trabajaban duramente, que se ponían a servicio del pueblo y que ponían sin

dudar la política y el trabajo antes de todo. Todo lo que era femenino fue prohibido, la ropa que las

mujeres podían llevar era igual a la de los hombres, llevando a una masculinización de la sociedad.

La importancia de la familia, en particular el respecto de la

piedad filial (孝)también fue opuesta a la importancia del

Partido. La vida cotidiana era organizada por el gobierno así

que no habían ocasiones para las familias de vivir juntos, no

podían comer en casa, sólo en las mensas, por la noche eran

organizadas reuniones en las cuales era obligatorio participar

3Las reglas de conducta explican la relación de sumisión de los ministros al Emperador, de los hijos a los padres, de las mujeres a los
maridos. Las cinco virtudes constantes son benevolencia (仁), justicia (义 ) ritos ( 礼), inteligencia (智 ) e lealtad (信 ).
si no se quería ser acusado de ser contrarrevolucionario. La sexualidad era condenada. Tener

animales domésticos estaba prohibido. Criar los grillos que era una actividad tradicional y muy

común fue prohibida y juzgada burgués. La vida cotidiana de los chinos había cambiado

radicalmente.

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El arte, la literatura y la religión.

No sólo fue contrastada la ideología confuciana tradicional, sino las manifestaciones religiosas con

una violencia destructiva en nombre del ateísmo impuesto por Mao. Su objetivo era también

desarraigar el taoísmo y el budismo. Muchísimos

templos fueron convertidos en fabricas, las

escrituras fueron quemadas, las estatuas de las

divinidades, los recipientes para los sacrificios,

los pergaminos de los Sutras Budistas, las

reliquias fueron hechas trizas, los monjes taoístas

fueron obligados a cortarse el pelo y a casarse.

En Pekín durante el «Gran Salto Adelante»

nacieron mil cuatrocientos fabricas en el centro

de la ciudad. El Templo del Gran Buda producía yesos para hornos, el Templo de la Sabia Sabiduría

producía hilo eléctrico, el Templo del Dios del Fuego producía bombillas, el Templo de la Pagoda

de la Ley fue destruida para construir el Estadio de los

Trabajadores, el Templo de la Floreciente Felicidad fue

sacrificado para lugar a un supermercado.


En Tíbet habían 6000 templos, hoy quedan 50.


La China tradicional siempre había tenido en gran

cuenta su historia, tradición y su rica producción

literaria, Mao les declaró la guerra. Yao Wenyuan, uno


de la Banda de los Cuatro, dijo : “ Quien adquiere conocimiento, se convierte a burgués.”

El conocimiento, la cultura, la cultivación de la inteligencia habían sido prerrogativas de la clase

burgués, y los burgueses eran por supuesto los mayores enemigos de la revolución proletaria. El

presidente Mao escribió: “Los humildes son los más inteligentes, los nobles los más tontos!” Era

una conclusión que constituía una critica profunda de la concepción de la historia predicada hace

más de dos mil años por los discípulos de Confucio y de Mencio según la cual “arriba está la

inteligencia, abajo la estupidez”. Una de las mayores víctimas de la guerra de Mao fue la literatura.

Desafortunadamente no sólo fue una lucha en palabras, sino que Mao ordenó la eliminación de todo

lo que hubiera sido escrito en el suelo chino que no tuviese

mensaje revolucionario . En el XI Pleno del Partido, en 1966,

encargó a los Guardias Rojos la destrucción de todas estas

escrituras. Como declaró Zhang Chunqiao en un discurso en la

biblioteca de Shanghai : “De los millones de libros que están aquí,

hay que salvar sólo dos estantes.” Cuando los Guardias Rojos

descubrían colecciones de libros, documentos, después de haberlo

quemado o llevado a la tina para producir papel destinado a imprimir el Libro Rojo de Mao,

obligaban sus propietarios a salir a la calle con un sombrero de burro, y los obligaban a llevar al

cuello un cartel de madera muy pesado que provocaba heridas, con sus nombres y sus “crímenes”, a

estar de pie sobre una silla durante horas o en la “posición del avión ” con los brazos bloqueados
detrás de la espalda. Las

casas se convirtieron en un

campo de batalla, donde las

personas eran víctimas de la

violencia de esos jóvenes

rebeldes. Homicidios, palizas

y torturas crearon un clima

de terror, una verdadera caza

de brujas. Por supuesto no sólo las colecciones privadas fueron destruidas sino el tesoro que estaba

en las bibliotecas, en los museos, en los teatros hace siglos. Fueron destruidas obras de literatura,

caligrafías, cuadros de la dinastía Ming, cerámicas antiguas, estatuas de la dinastía Tang. Fue la

destrucción más profunda, duradera y invasiva de la historia china.


En el proyecto de Mao también estaba la eliminación del sistema de escritura chino, representante

de cinco mil años de historia, con la sola utilización del Pinyin latinizado. Afortunadamente no

tuvo éxito.

La creación de una cultura de Partido, cuya obra fundamental era el Libro Rojo de Mao, en lugar de

los Cinco Clásicos 4(Wujing) y los Cuatro Libros 5(Sishu) fue exportada a la sociedad a través de

una fuerte propaganda y la creación de un culto del presidente Mao que era considerado una

divinidad. Toda la producción literaria, artística tenía que expresar el valor revolucionario maoísta

como había dicho el presidente en ocasión de la Conferencia de Yan’an en el mayo del 1942 “El

arte está al servicio del pueblo y del socialismo (为⼈人民服务,为社会主义服务).”


La Revolución Cultural en definitiva fue una página muy oscura de la historia china, la situación

degeneró y los daños fueron fatales. China perdió una cantidad incalculable de su tesoro histórico y

cultural que nadie nunca podrá recuperar.


4Shijing (Clásico de la Poesia); Yijing (Clásico de los Cambios); Shujing (Clásico de historia); Chunqiu (Anales de
Primavera y Otoño); Liji (Colección de los Rituales)

5 Lunyu (Analectas de Confucio); Mengzi (Mencio); Daxue (Gran Saber) e Zhongyong (Doctrina de la medianía).
BIBLIOGRAFIA

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