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LIDERAZGO EMPRESARIAL
Factores personales más importantes que influyen en el líder son los siguientes:
1.- El coraje inquebrantable: Está basado en conocimiento de sí mismo y de su
ocupación. Ningún seguidor desea ser dominado por un líder que le falte confianza
y valentía. Ningún seguidor inteligente será dominado a largo plazo por tal líder.
2.- Control de sí mismo: El hombre que no se puede controlar a sí mismo nunca
puede controlar a otros. El autocontrol es ejemplo para los seguidores de uno, los
cuales los más inteligentes se emularán.
3.- Un agudo sentido de justicia: Sin un sentido de justicia, ningún líder puede
comandar y mantener el respeto de sus seguidores.
4.- Firmeza de decisión: El hombre que tambalea en sus decisiones demuestra que
no es seguro de sí mismo, no puede guiar a otro exitosamente.
5.- Firmeza de planes: El líder exitoso debe planear su trabajo y trabajar su plan. Un
líder que se mueve por suposiciones y sin planes definitivos prácticos es
comparable con un barco sin timón. Tarde o temprano el barco se estrellará contra
las rocas.
6.- El hábito de hacer más de lo que le pagan: Una de las penalidades del liderazgo
es la necesidad de disponerse a hacer lo que él más requiere de sus seguidores.
7.- Una personalidad agradable: No desaliñado; Las personas descuidadas no
pueden ser líderes exitosos. El Liderazgo exige respeto. Los seguidores no
respetarán a un líder que no califica altamente en todos los factores de una
personalidad agradable.
8.- Compasión y entendimiento: El líder exitoso debe ser compasivo con sus
seguidores. Aún más, él debe entender los problemas de las personas.
9.- Maestro del detalle: El liderazgo exitoso exige que la posición del líder sea como
un maestro de detalles.
10.- Disposición de adquirir completa responsabilidad: El líder exitoso debe estar
dispuesto a asumir la responsabilidad por los errores y deficiencias de sus
seguidores. Si él trata de desviar ésta responsabilidad, él no permanecerá como
líder. Si uno de sus seguidores comete un error y demuestra a sí mismo ser
incompetente, el líder debe considerar que, es él quién que falló.
11.- Cooperación: El líder exitoso debe entender y aplicar el principio del esfuerzo
cooperativo y ser capaz de inducir a sus seguidores a hacer lo mismo. El liderazgo
exige PODER y el poder exige COOPERACION.
Otro autor que destaca la importancia de la Humildad es el Dr. David Issacs que la
define como:
“Reconocer sus propias insuficiencias, cualidades y capacidades y las
aprovecha sin llamar la atención ni requerir el aplauso ajeno” (Issacs, 1985).
Esto es lo contrario a la negación de sí mismo, ya que la humildad es reconocerse
de forma amplia, tanto en las debilidades como en fortalezas ante las circunstancias
que implica la vida y el trabajo.
Ventajas de la humildad
Esto crea un ambiente adecuado para la convivencia entre los integrantes de la
organización, ya que nadie se cree superior a nadie y está dispuesto a dar lo mejor
de cada uno para el logro de los objetivos grupales, esto es para el bien común.
Adicionalmente la persona humilde también reconoce las cualidades de los
demás y esto permite el trabajo en equipo. Por lo que educar esta virtud en todo
el personal y no solo en los directivos, beneficia significativamente a toda la
organización.
Las empresas deben fomentar y educar esta virtud, que les permitirá ser realistas y
por lo tanto poder ponerse retos para la mejora del desempeño personal y grupal.
La humildad necesaria en el líder
Ciertamente la humildad en el director no es un tema sencillo de tratar, el ser y el
deber ser se encuentran muy alejados entre sí. Sin embargo, la humildad debe ser
un rasgo esencial que todo líder debe poseer, so pena de que dicho liderazgo
se convierta, con el tiempo, en tiranía.
Tal vez podría pensarse que la creación de riqueza o valor agregado, primera de
las finalidades enumeradas, que coloquialmente se llama ganar dinero, conlleva una
muestra de egoísmo, incompatible con la empresa y el espíritu de servicio propio
del ser humano con humildad. Pero la creación de riqueza no se hace sólo con
vistas al dueño, jefe o directivo, sino que se destina tanto al que dirige la
organización como a la comunidad a la que sirve, a los que trabajan con él y a las
generaciones futuras.
Ya puede verse que el olvido de sí, para volcarse de lleno en el cumplimiento de las
finalidades de la empresa, es una actitud difícil. Pero el director debe asumirlo si
quiere en verdad ejercer su función. ¿En qué grado la humildad de la persona
beneficia el ejercicio del liderazgo? Aunque el liderazgo y la dirección en cierto modo
se identifican dentro del gobierno de una entidad, también pueden verse desde
perspectivas distintas.
Pero esto no impide que siempre, en cada trabajo individual, la persona deba
diagnosticar la situación en que se encuentra, definir los objetivos y metas del
mismo —sea concretando, sea superando, sea rebajando las metas señaladas por
los directivos—, y mandar la ejecución correspondiente —sea a sus subordinados,
si los tiene, sea a su propia persona, si carece de subordinados o necesita operar
junto con ellos.
Llegamos así por otro camino a la misma conclusión de las humanidades clásicas,
en el sentido de que, faltando la actitud humilde, falta la condición de posibilidad
para toda virtud, pues se encuentra en la base de cada una de ellas.
2.2.3. Otros
Las organizaciones dependen, para crecer y perdurar del liderazgo de sus dirigentes
y esto es válido para las que tienen fines de lucro y las que no. Ya que las
organizaciones dependen del líder, necesitamos ver qué aspectos de éste son
importantes.
Un buen líder debe reunir cuatro condiciones;
1. Compromiso con la misión
2. Comunicación de la visión
3. Confianza en sí mismo
4. Integridad personal.
Pero el líder no sólo debe cumplir con estas condiciones, también debe cumplir con
ciertas virtudes que lo van a guiar en la buena toma de sus decisiones. Estas
virtudes son la prudencia, templanza, justicia y la fortaleza. La tarea del líder no es
tan fácil, debe ser capaz de tener muy buena comunicación y una capacidad de
integración, es hacer que los miembros de la organización liberen su energía para
el logro de un objetivo común. La comunicación cumple un rol protagónico pues
permite transmitir lo que está dentro de nosotros tal como lo sentimos. Y la
integración permite realizar acciones eficientes en forma conjunta y sin
desconexiones.
La persona proactiva no espera a que los demás tomen decisiones por ella,
actúa con determinación anticipándose a los problemas y crea
constantemente nuevas oportunidades. Tenemos la responsabilidad de escoger
nuestras propias respuestas ante lo que nos ocurre y de dirigir la acción de una
manera inteligente. Para tener éxito es preciso tener iniciativa y saber hacer frente
a la incertidumbre.
Por ejemplo, ante la pérdida de empleo hay personas que caen en la depresión, en
cambio, otras aprovechan para buscar opciones como por ejemplo montar un
negocio propio y triunfar.
En la vida aparecen dificultades periódicamente. El problema no es que las
dificultades aparezcan sino que las mismas tengan el poder de detener nuestro
progreso. Las personas que se sienten paralizadas y estancadas, viven su vida
como si fueran “víctimas” de todo lo que les pasa. Hacernos víctimas es la mejor
manera de hacer que nuestros problemas y dificultades se hagan permanentes.
A primera vista, la posición de victima es atractiva ya que dado que somos
inocentes, no se nos puede culpar. Pensamos que circunstancias fuera de nuestro
control nos llevaron a estas situaciones. Pero si somos completamente inocentes, y
no parte del “problema”, ¿cuándo conseguiremos lo que queremos? Como dice
Freddy Kofman es su genial conferencia de Vida, Libertad y Conciencia sobre este
tema y que te invito a escuchar “Si no somos parte del problema no podemos
ser parte de la solución. Y por tanto no tenemos poder para influir en los
resultados“
El modo en el que nos enfrentamos a las dificultades es lo que marca la
diferencia.
A continuación te propongo una serie de preguntas para que reflexiones sobre la
actitud con la que normalmente te enfrentas a las situaciones.
¿En qué te concentras, en lo que tienes control o en lo que no?
¿Eres de las personas que cuando están en algún aprieto buscan culpables y
excusas ante lo ocurrido?
¿Eres de los que utilizan el “se” (ej : se rompió), “debería”, “habría”, “tendría”, etc…?
¿Eres de las que te quejas por la situación que vives pero tienes miedo a cambiar
las circunstancias para obtener nuevos resultados?
¿Eres de los que siempre haces lo mismo y te preguntas porqué otros tienen más
éxito que tú?
¿Eres de los que esperan a que surjan los problemas para intentar buscar una
solución?
¿Tenías grandes iniciativas/sueños pero por otras personas sientes que no los has
llegado a vivir?
Cuántas veces en nuestras conversaciones hemos oído, o dicho esto de: “no puedo
hacer nada…”, ”es culpa de mi jefe/pareja/compañero …” y un largo etcétera de
frases que proyectan al responsable de la situación fuera de nosotros mismos.
Te diría que hicieras un ejercicio de reflexión y frente a los problemas que te
acontecen, en aquellas situaciones que te sientes bloqueado o estancado te
plantearas cuál es tu actitud, a quien o que estas responsabilizando y que acciones
están en tu mano llevar a cabo para ejercer una actitud proactiva y provocar
cambios.
Adoptar el papel de protagonista no significa ser ingenuo y negar las dificultades,
sino tenerlas en cuenta para seguir progresando pero desde aquellas acciones
donde tenemos influencia. Esta es la esencial diferencia entre ser reactivo y
proactivo, víctima y protagonista: mientras que la víctima utiliza las dificultades de
su vida como excusa para seguir estancado, el protagonista las utiliza como razones
para seguir progresando.
Un modo de tomar más conciencia de nuestro propio grado de proactividad consiste
en examinar en qué invertimos nuestro tiempo y nuestra energía. Cada uno de
nosotros tiene una amplia lista de preocupaciones: el trabajo, la salud, los hijos, etc..
Cuando revisamos las cosas que están dentro de nuestro círculo de preocupación
resulta evidente que sobre algunas de ellas no tenemos ningún control real, y, con
respecto a otras, podemos hacer algo (circulo de influencia).
Determinando cuál de estos dos círculos es el centro alrededor del cual gira la mayor
parte de nuestro tiempo y energía, podemos descubrir mucho sobre el grado de
nuestra proactividad.
Ahora que tenemos esto claro, según Steven Covey, tenemos dos opciones:
a) Ser proactivos, y centrarnos únicamente en nuestro círculo de influencia. Adoptar
una actitud positiva y esforzarnos por mejorar aquellas cosas que están bajo nuestro
control.
b) Ser reactivos, pensar en lo que está fuera de nuestro círculo de influencia, pero
dentro de nuestro círculo de preocupación, es decir, circunstancias sobre las que
no tenemos control.
Si elegimos ser proactivos, seremos protagonistas, generaremos energía que
ampliará nuestro círculo de influencia, si optamos por ser reactivos, seremos
víctimas y eso nos provocará una sensación de impotencia, nos centraremos en lo
que no podemos cambiar y desatenderemos los asuntos en los que podemos hacer
algo, con lo cual nuestro círculo de influencia se encogerá.
Puede parecer muy simple, puede parecer obvio, pero el camino para conseguir las
cosas es tan simple como trabajar sobre lo único en lo que tú tienes influencia, que
son las cosas dentro de tu círculo de influencia.
La vida pasa por las decisiones que tomamos frente a las circunstancias. Para salir
de la resignación y del resentimiento debemos tomar control. Si no tomas control
de tu vida, la vida tomará el control sobre ti.
Ya está bien de estar esperando que alguien venga y solucione las cosas. Sólo a
través de una actitud proactiva y positiva lograremos que nuestra vida mejore.
Desde formarnos para ser más competentes, a redirigir nuestra trayectoria
profesional, desde enfocar nuestro negocio desde una nueva perspectiva a cambiar
de sector, tenemos soluciones a mano, mejor dejemos de quejarnos de las
circunstancias y tomemos una actitud proactiva. Te invito a que hagas la siguiente
declaración: Yo soy responsable de mi vida. Me declaro como protagonista único y
principal de mi vida.
Y ahora, crea tu propia suerte. No te preocupes, ocupate. ¿Quién vas a elegir ser
frente a las circunstancias (buenas o malas) de la vida? ¿Quieres ser Proactivo o
Reactivo? ¿Víctima o Protagonista?
Positivos
Teresa de Calcuta
Teresa de Calcuta dedicó toda una vida los demás. Fue una misionera que
centraba sus esfuerzos en ayudar a los más desfavorecidos.
Nelson Mandela
Alan Mulally
Barack Obama
Mark Zuckerberg
Negativos
Adolf Hitler
Poco hay que decir del que es el mayor líder negativo de la historia.
Benito Mussolini
Joseph Stalin
Este político y militar ruso ejerció de dictador de la Unión Soviética entres los
años 1941 y 1953.
Robert Mugabe
Por si fuera poco, ha amasado una gran fortuna desviando el dinero público
de su país en paraísos fiscales.
Kim Jong Un
Presidente camerunés que lleva nada más y nada menos que 28 años en el
poder. Paul Biya llegó a la presidencia para establecer sus ideales sobre una
oposición que ya prácticamente ni ejerce como tal.
Islam Karimov
Por muy increíble que parezca, llegó a torturar a dos personas en agua
hirviendo y mató en 2005 a cientos de personas que se manifestaban
pacíficamente tras una rebelión en Andiján.