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36 empresas con un alto compromiso ambiental

Forbes México presenta su primer informe en torno de las empresas con las mejores prácticas
para operar sin pasar por encima del medio ambiente. Destacan Walmart de México, Bio-Pappel,
Herdez y Bimbo.

En 2010, el derrame de petróleo provocado por la Brithis Petroleum en el Golfo de México generó
un fuerte impacto en el medio ambiente. Apenas hace unos meses, Grupo México fue causante de
un derrame de 40,000 metros cúbicos de sulfato de cobre acidulado y otros metales pesados
como arsénico, aluminio, cadmio, cromo, fierro, manganeso y plomo a los ríos Bacanuchi y Sonora.

Ambas compañías han debido pagar un alto costo a causa de sus respectivos descuidos y
omisiones. Un monto económico que, en el caso de BP, ascendió a 4,500 millones de dólares
(mdd), mientras que Grupo México destinó a un fideicomiso para resarcir los daños por 154 mdd.
La reputación de estas organizaciones sufrió un duro golpe y las acciones de ambas compañías
registraron caídas de 54 y 10%, respectivamente.

Las empresas, en general, cada vez se preocupan más por el impacto que sus actividades generan
al medio ambiente. Pero aún falta mucho trabajo por hacer. De acuerdo con el reporte de
Emisiones de Dióxido de Carbono (CO2) 2013 de la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus
siglas en inglés), las emisiones de CO2 se incrementaron 32% entre los años 2000 y 2011.

En los últimos años, el tema de sustentabilidad ha cobrado mucha fuerza. Las regulaciones
internacionales buscan que los gobiernos de cada país adapten sus propios procesos y principales
actividades económicas a programas y compromisos de reducción de emisiones de CO2, los cuales
fueron firmados bajo el Protocolo de Kioto (al que, por cierto, las economías de China y Estados
Unidos aún no están 100% adheridas).

Pese a ello, organismos como el Carbon Trust que nació en Londres en el año 2001, bajo el
objetivo de iniciar las mediciones de emisiones de los gobiernos y las empresas, han desarrollado
herramientas para calcular la huella de carbono de las empresas.

Y aunque la voluntad y disposición de las grandes empresas llega a ser relevante, la tarea no es
sencilla debido a la complejidad de las redes comerciales y económicas de hoy en día. Y para
muestra un botón: del total de las empresas que conforman el Primer Informe que contempla a las
firmas con alto compromiso ambiental, sólo 50% dice tener un seguimiento puntual de su huella
de carbono, que consiste en la medición de todos y cada uno de los procesos que la empresa
realiza dentro de su actividad primaria.

Cadenas sustentables
Para la fabricante de cerveza Corporación Moctezuma, su relación con los recursos hídricos es
fundamental para su desarrollo en el largo plazo, menciona Nina Mayagoitia, gerente de
Sustentabilidad, quien agrega que su relación de eficiencia en el uso del agua de 3.6 litros por litro
de cerveza, se encuentra por debajo de los estándares globales; además, presume que la
compañía aplica un estricto programa de mediciones que va desde la utilización de recursos
agrícolas, hasta la distribución de su producto en el destino final.

Pero cada industria es distinta y entre más diversificada esté una empresa, más compleja será la
medición de su huella de carbono, y para mitigar y medir sus emisiones, las empresas deben
invertir anualmente importantes sumas de dinero. Las empresas participantes en el informe de
Forbes México revelaron que durante 2013 el monto que invirtieron en programas o tecnologías
para cuidado del medio ambiente asciende a 400.3 mdd, alrededor de 19% más que el año
anterior (esta cifra sólo fue proporcionada por 28 empresas).

El impacto al medio ambiente es inherente a la intensidad económica de las compañías y los


países; es decir, a mayor desarrollo económico, mayor demanda de recursos naturales. Estados
Unidos, por ejemplo, consume 23% de la energía eléctrica y 24% del petróleo a nivel mundial, y
junto con China emite 16.8% y 25.5% del CO2 que recibe el planeta, respectivamente.

En otras palabras, el tema del deterioro del medio ambiental pasa por un proceso estrictamente
económico y ello ha llevado a buscar y repensar el enfoque tradicional de la economía, menciona
Isabel Studer, directora del Instituto Global para la Sostenibilidad, del Tec de Monterrey. El reto,
agrega, se encuentra en la premisa de desarrollar una economía verde que sustituya el concepto
de economía abstracta que por más de 100 años ha caracterizado los mercados del mundo, y que
para muchos ha llevado a las actuales condiciones de cambio climático que hoy se palpan en el
planeta.

No obstante, la economía verde se puede entender como un proceso encaminado a incentivar


medidas que busquen resarcir de alguna manera los efectos que la actividad económica ha
causado en la naturaleza. Así, podemos ver que la implementación de impuestos al carbono
pueden ser una medida de economía verde, señala Gabriel Quadri, director de la consultoría
Sistemas Integrales de Gestión Ambiental.

La economía verde se puede interpretar de distintas maneras, pero en realidad lo que se debe
modificar es la manera en cómo se están explotado los recursos naturales y el valor que estos
tienen en las economías de los países, menciona Isabel Studer. De acuerdo con la especialista,
existen esfuerzos por hacer medible el valor de las riquezas naturales, de tal forma que éste sea
capitalizable con el objetivo de crear un PIB verde para la economía de las naciones.

Establecer un valor por todas y cada una de las riquezas naturales del planeta, se antoja
complicado, ya que cuantificar cada especie y en base a qué, es tema de polémica entre diversos
especialistas. Por lo pronto, en México la comisión nacional biológica es la encargada de valuar
nuestro capital natural, el cual se ha deteriorado 7% en los últimos siete años, de acuerdo con el
organismo.
Según el informe elaborado por la revista británica Stern, especialista en temas de cambio
climático, de mantenerse la tendencia actual de emisiones de CO2 y los impactos del cambio
climático, en el largo plazo, podría erosionarse el PIB mundial entre 5% y 20%.

Resarcir los recursos naturales extraídos y trabajar para que sean perdurables en el tiempo, son
parte de la tarea de Cuauhtémoc Moctezuma, menciona Nina Mayagoita, quien además señala
que involucrar a todos los actores de la cadena de proveeduría llevaría a las economías a
encaminarse a lo que se entiende como verde. Empresas como Walmart, P&G, Herdez y PepsiCo,
entre otras, trabajan ya con sus proveedores para ayudarles a implementar procesos que les
permitan disminuir sus emisiones de CO2.

Sin embargo, a decir de Quadri, las acciones de las empresas y la implementación de una
economía verde a nivel global no debería de sustituir las regulaciones del Estado, y ahí hay mucha
tarea por hacer en México, que deberá comenzar a implementar regulaciones e incentivos fiscales
que promuevan la innovación de tecnologías sustentables.

Consolidar una economía verde requerirá de muchos cambios; entre ellos, una política pública que
incentive cambios importantes en los sectores que mayor incidencia tienen en la generación de
CO2. El tema recaudatorio podría ser un instrumento interesante para desaparecer los subsidios
cruzados que existen en México; por ejemplo, en el suministro de energía eléctrica, refiere Isabel
Studer.

Pero aunque los recursos hídricos, bosques y actividades agrícolas representan un capital natural
importante dentro de la cadena de recursos naturales por resarcirse, son las energías fósiles y la
generación de electricidad las que mayores emisiones de CO2 generan al medio ambiente: 45% y
19%, respectivamente, según datos de la IEA.

Ambos recursos son la columna vertebral de la economía mundial en la actualidad y aunque


mucho se ha avanzado en la generación de energías renovables, aún existen países que continúan
utilizando carbón en cualquiera de sus modalidades para generar electricidad o energía calorífica.
Mientras que en México se da prioridad a la explotación de energías fósiles por encima de una
política pública que promueva la innovación encaminada a disminuir el uso de este tipo de
energéticos.

Panorama global
La Unión Europea encabeza nuevamente la iniciativa para la reducción de emisiones de CO2 a
nivel mundial. La meta: reducir 30% las emisiones de todo el planeta para 2020 y alcanzar una
disminución de por los menos 60% para 2050, con respecto a los niveles de 1990.

Para alcanzar dichas reducciones, se espera conseguir una disminución de 20% en el consumo de
energía eléctrica, mediante el uso eficiente del energético y un incremento en el uso de energías
renovables, que participan con 8.5% del suministro eléctrico mundial.
El objetivo es que en los siguientes 10 años el uso de este tipo de tecnologías alcance 20% del
suministro en la región.

Los países de la Unión Europea, además, han implementando una serie de límites de emisiones
por sectores económicos, mismos que están centrados básicamente en el uso eficiente de los
recursos fósiles y la implementación de energías renovables.

Un reporte de Carbon Trust revela que únicamente 5% de las empresas a las que se les realizó una
encuesta se miran como pioneras en su sector al implementar programas de sustentabilidad;
mientras que 44% reveló que sus acciones han sido más reactivas que preventivas.

Las empresas a nivel global han comenzado a involucrarse en la conservación y cuidado ambiental
implementando programas de mitigación de emisiones de CO2. Lo anterior es una ventaja
competitiva para aquellas empresas que han comenzado a implementar medidas de mitigación de
emisiones y que están en condiciones de darlas a conocer; lo que abonaría al enriquecimiento de
este informe.

Forbes México tiene presente que este informe implica un gran reto debido a que es difícil
establecer qué sectores son los que más emisiones de CO2 generan, debido a que la actividad de
cada industria es completamente distinta a la otra. Sin embargo, el fin es resaltar el esfuerzo y
compromiso que las empresas líderes en México están realizando para disminuir su impacto
ambiental, modificando también sus prácticas y procesos industriales.

Estas son las 36 empresas con un alto compromiso social


Bio-Pappel

Grupo Bimbo

Nestlé

Continetal Automotive

Ternium México

CEMEX México

Rassini Piedras Negras

Coca – Cola FEMSA (KOF)

Kellogg Company México

General Motors de México


Grupo Herdez

Cuauhtémoc Moctezuma

Procter & Gamble (P&G) México

Novartis Farmaceútica

Walmart de México

Hoteles City Express

Nissan Mexicana Automotriz

Iberostar

Alfa Holding

Grupo Posadas

Ford Motor Company México

Tenaris Tamsa

British American Tobacco México

Pfizer México

Daimler

Grupo Elektra

Hard Rock

Grupo Salinas

The Home Depot México

PepsiCo México

Schneider Electric

Empresas ICA

3M México

Arcos Dorados México (McDonald´s)

Dow Chemical

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