Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Una de las principales críticas que podrían hacerse a esta obra es la concepción de
la crónica como un género en el que debe imperar el orden cronológico de los
acontecimientos. Esta perspectiva es, sin duda, incompleta y limitada, pues dicho
género permite al periodista utilizar el tiempo a su conveniencia con el objetivo de
conseguir un producto tan asequible como atractivo.
Pero en este trabajo no pretendo realizar observaciones a tal manual, sino hacer
una comparación entre los conceptos, categorías y exigencias del mismo y el texto
Raphael, amor mío del propio Vicente Leñero. Esto con el objetivo de encontrar si
el autor es coherente entre lo que propone en una obra y lo que realiza en otra.
De acuerdo con Leñero y Marín, el reportaje “sirve para complementar, para ampliar,
para profundizar, para dar contexto a una noticia”2. Además, “profundiza en las
causas de los hechos, explica los pormenores, analiza caracteres [y] reproduce
ambientes sin distorsionar la información”3.
Por otro lado, la crónica “es el relato pormenorizado, secuencial y oportuno de los
acontecimientos de interés colectivo. [Implica] hacer la historia de un suceso”4. A
este género también le compete la descripción “describe a los personajes desde
muy distintos ángulos y emplea recursos dramáticos para ‘prender’ al lector”5.
1 Caparrós, Martín. Las mejores crónicas de Gatopardo. Editado por Silva, Miguel; Molano, Rafael.
Editorial Debate, 2006.
2 Leñero, Vicente; Marín, Carlos. Manual de periodismo. Editorial Grijalbo, México, D.F., 1986, p.
186.
3 Ibíd. p. 185
4 Ibíd. p. 155
5 Ibíd. p. 156
6 Ibíd. p. 167
cronista “toma la realidad como punto de referencia para interpretar los fenómenos
sociales […] No tiene el propósito de informar sino de orientar al público”7.
Por cuanto a la estructura del relato, puedo afirmar que Raphael, amor mío está
más cercano a ser una crónica interpretativa que una opinativa o un reportaje. Sin
embargo, no consigue serlo del todo. Es, más bien, un intento pobre.
“Se apellida Martos y nació en Linares, Andalucía, el 5 de mayo de 1945 […] Tiene
otra casa en Madrid, donde vive con su familia. Su fruta preferida es el plátano, su
número de buena suerte es el 13…” versa un fragmento del texto de Leñero, a
propósito del cantante conocido como Raphael.
Hasta este punto, Raphael, amor mío cumple con la primera característica de la
crónica según el Manual de periodismo: es un relato secuencial, además de
cronológico, de los acontecimientos.
Ante esto, es necesario considerar que Raphael, amor mío refiere sucesos verídicos
pero la manera en que los aborda no es pertinente. “Los periodistas ofrecen dichos,
razonamientos, cifras, emociones, gráficas a partir de su verosimilitud, de la
posibilidad de ser aceptadas, creídas, verificables con el rigor presunto de los juegos
de la cientificidad”8, afirma Froylán López Narváez en el prólogo del Manual de
periodismo.
Además, el propio Leñero afirma, más adelante en el manual, que los textos
periodísticos no son cartas privadas ni apuntes de un diario íntimo, sino que son
escritos destinados a todo tipo de personas, por lo que se debe tener en cuenta:
8 Ibíd. p. 14.
9 Ibíd. pp. 28-29
10 Ibíd. p. 18
útil como estructura para dar a conocer cierta información, termina por devorar el
aspecto noticioso del mismo.
“Lástima que Toño no estaba aquí. Me hubiera encantado que oyera a tío Pepe
hablar de que mi amor ha revolucionado […] el arte de la canción moderna. ¡Y eso
se lo debemos al generalísimo Franco!”
Toño y tío Pepe son personajes que pudieron, o no, existir, y el lector nunca lo sabrá.
El único indicio de la identidad de Toño es que, en algún momento de su vida fue
poseedor de un Fiat.
- Caparrós, Martín. Las mejores crónicas de Gatopardo. Editado por Silva, Miguel; Molano,
Rafael. Editorial Debate, 2006.
- Leñero, Vicente; Marín, Carlos. Manual de periodismo. Editorial Grijalbo, México, D.F.,
1986.