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ALIMENTARIA
Robótica, clonación, nanotecnología, ultrasonidos… son algunos de los campos tecnológicos en los
que la industria alimentaria ya está trabajando para formular los alimentos del futuro y satisfacer en
mayor medida a los consumidores, cada vez más preocupados por la salud y más exigentes con las
condiciones de composición y procesado de los alimentos.
La industria alimentaria es uno de los sectores más dinámicos e importantes de la economía mundial.
Se compone de más de 280.000 empresas y es el principal empleador del mundo. Con una facturación
anual superior a 1.000 billones de euros, es el mayor sector manufacturero y un potente exportador.
Sin embargo, necesita mejorar su competitividad y dar respuesta a las nuevas demandas de los
consumidores. En este sentido, las nuevas tecnologías y los avances científicos son los principales
aliados de la industria alimentaria que en este momento tiene planteados grandes retos.
La Plataforma Tecnológica Europea "Food For Life", formada por entidades públicas y privadas e
impulsada por la Comisión Europea para promover la investigación bajo el liderazgo de la industria, ha
establecido una serie de aspectos clave sobe los que el sector tiene que focalizar la innovación:
procesamiento de alimentos, mayor control de la higiene, poder suministrar alimentos seguros que
ofrezcan opciones saludables y placenteras, reducir los desperdicios y mejorar la información hacia el
consumidor. "La industria de alimentos y bebidas de la UE está altamente comprometida en la solución
de los impactos ambientales adversos, manteniendo la inocuidad y la calidad que exige el consumidor
y reduciendo también los desperdicios de comida", sostiene Mauricio Notarfonso, que hace más de
ocho años que trabaja como experto en programas tecnológicos de la Comisión Europea en
Federalimentare (Federación Italiana de Industrias Alimentarias).
Tecnología avanzada
"La industria alimentaria manufacturera puede ser mucho más automatizada, sostenible, flexible,
inteligente y basada en nuevos modelos de nuevos negocios", vaticina Notarfonso. La robótica, la
clonación, nanotecnología, las alta presiones, el corte ultrasónico, se presentan como algunas de las
soluciones futuras para hacer frente a los principales desafíos que tiene planteados el sector.
Para dar forma a los alimentos del futuro, la industria alimentaria también necesita innovar en nuevos
ingredientes. "La obesidad creciente hará del manejo del peso un factor clave para decidir qué
ingredientes son prominentes en el año 2015", pronostica John George, experto en ingredientes de
Euromonitor Internacional, una de las compañías pioneras en tendencias de mercado. El creciente
deseo de los consumidores europeos por productos sanos y de composición lo más natural posible
marcará las tendencias del futuro.
La robótica, indispensable
Para que la producción sea más flexible y eficiente, las fábricas de alimentos del futuro tendrán que
ser inteligentes e interconectadas. La integración de la robótica es una prioridad para el sector
alimentario. Según los últimos datos publicados por la British Automation and Robotics Association
(BARA), el desarrollo de la robótica en la manufacturación de alimentos en el Reino Unido en 2013 se
incrementó un 60% en comparación con el 2.000. Mike Wilson, el presidente de esta asociación
referente, defiende que robótica está abriendo nuevas oportunidades para la automatización de
procesos alimentarios. "Actualmente, los principales beneficios que aporta son velocidad, confiabilidad
y reducción de residuos.
La nanotecnología, el futuro
El uso de la nanotecnología en los alimentos y bebidas está apenas empezando, pero hay muchas
oportunidades para innovar e investigar nuevas formas de trabajar. Las nuevas herramientas
permitirán aprender de los procesos de escala nanométrica que están operando en nuestro entorno
cotidiano. Por lo tanto, en los próximos años se esperan nuevas aplicaciones en la cadena alimentaria
mediante la comprensión de la química superficial de las partículas muy pequeñas. Los últimos
avances se centran en el diseño de envases inteligentes, el desarrollo de nanosensores para la
detección de patógenos, el registro de almacenamiento y la nano-encapsulación.
La producción en condiciones de "sala limpia" gana cada vez más aceptación en la industria de la
alimentación. Yogures, pan, embutido, quesos, ensaladas, bebidas..., cada vez más productos se
envasan y empaquetan en entornos libres de gérmenes. El responsable de proyectos europeos en
Federalimentare subraya que "se está innovando en nuevos sistemas más sensibles para la detección
de cuerpos extraños y en soluciones mutifuncionales para la detección rápida de microorganismos".
Trabajar en estas salas límpias hace menos necesario el uso de conservantes y, por lo tanto, favorece
la fabricación productos de "etiqueta limpia", que hoy están marcando tendencia en Europa.
Etiquetas limpias
Los resultados del informe "The-Clean-Label-Guide-To-Europe" ponen de relevancia que los
consumidores cada vez prestan más atención a la composición de los productos alimenticios, y
prefieren alimentos menos procesados y elaborados con ingredientes de origen natural que
contribuyan a una "etiqueta limpia". "Los proveedores de ingredientes han respondido con la aparición,
por ejemplo, de almidones funcionales de etiqueta limpia", expone John George.
Además de estar más preocupados por la composición, los europeos también prestan más atención
en cómo se explícita en el envase. Un aspecto controvertido que conoce bien el analista de
Euromonitor Internacional: "Los fabricantes pueden intentar explicar la función de un ingrediente o
resaltar sutilmente su naturalidad, por ejemplo la lecitina emulsionante puede aparecer como "lecitina
de soja". Esto se orienta a dar a los consumidores una comprensión de por qué ciertos ingredientes
son beneficiosos y por qué algunos son necesarios.
La creciente lucha contra la obesidad será un factor determinante a la hora de fabricar alimentos. "Esto
es mala noticia para los productos transformados como harinas de trigo y base de patatas para
aperitivos. En cambio, granos sanos como la quinoa, chia y espelta ganarán protagonismo", opina
George. La búsqueda de alimentos más sanos también pasa por reducir la cantidad de grasas y de
azúcares: "Los edulcorantes de alta intensidad naturales como la stevia y la fruta del monje han ido
ganando terreno entre las marcas más conocidas y siguen siendo grandes oportunidades", defiende.