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DEFINICION DE ANEMIA

La anemia es la insuficiencia de glóbulos rojos o la capacidad reducida de los


mismos para transportar oxígeno o hierro.
La relación entre anemia y embarazo es frecuente, aunque raramente es una
complicación seria, (la sufren más del 50% de las mujeres embarazadas).

¿CÓMO SE TRATA LA ANEMIA?


El mejor tratamiento de la anemia durante el embarazo es prevenir su aparición
con una dieta variada y equilibrada, que incluya alimentos ricos en hierro y en
vitaminas cuyas carencias provocan el desarrollo de la anemia. Una dieta
vegetariana estricta no aporta las necesidades diarias de hierro y vitamina B12,
por lo que se debe consultar con el médico la conveniencia de utilizar suplementos
durante el embarazo.
Es importante incluir en la dieta los siguientes alimentos:
 Hígado.
 Carnes rojas.
 Carnes de ave (pollo, pavo, pato).
 Huevos.
 Frutas ricas en vitamina C, que ayuda al organismo a absorber el hierro
(naranjas, limones, fresas, kiwi…).
 Vegetales de hojas verdes (espinacas, brócoli, acelgas…).
 Legumbres (lentejas, habas, guisantes…).
 Pan y bollos de harina integral.
 Pescado y mariscos (sardinas, anchoas, mejillones, almejas complicarse con
una pielonefritis o infección en el riñón.

INFECCIÓN URINARIA EN EL EMBARAZO
Nuestro tracto urinario es normalmente estéril, es decir, no contiene gérmenes. Sin
embargo, algunas personas pueden tener bacterias detectables en el examen de
orina, lo que llama bacteriuria, sin necesariamente indicar una infección urinaria.
La presencia de bacterias en la orina sin la ocurrencia de síntomas de infección
urinaria se denomina bacteriuria asintomática. En la mayoría de las personas, la
bacteriuria asintomática no tiene ninguna relevancia clínica y no necesita ser
tratada. Sin embargo, el embarazo es una de las pocas excepciones a esta regla.

Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de desarrollar infección urinaria


cuando presentan bacteriuria. Los cambios hormonales y en los músculos de los
órganos urinarios favorecen el reflujo de la orina y la dilatación de los uréteres,
hechos que aumentan el riesgo de bacterias de la vejiga llegar a los riñones,
causando pielonefritis.

Además del mayor riesgo de pielonefritis, la bacteriuria asintomática en el


embarazo ha sido asociada con un mayor riesgo de nacimiento prematuro, peso
fetal y aumento de la mortalidad perinatal.

Por lo tanto, contrariamente a lo que ocurre en las mujeres no embarazadas, en


las mujeres embarazadas se indica la investigación de bacterias en la orina
aunque no exhiban quejas urinarias. Si la bacteriuria es detectada, aunque no
exista cistitis o pielonefritis, se indican antibióticos para esterilizar el tracto urinario
y prevenir complicaciones en el embarazo. Si no se trata a tiempo, casi un 40% de
las embarazadas con bacteriuria asintomática desarrollarán pielonefritis.

TRATAMIENTO DE INFECCIÓN URINARIA EN EL EMBARAZO


Toda embarazada debe hacer un cultivo de orina en la primera visita al obstetra o
entre 12 y 16 semanas de gestación. También es común el obstetra solicitar
nuevamente el cultivo de orina en el tercer trimestre.

Todas las mujeres embarazadas con cultivo de orina positivo deben ser tratadas
con antibióticos, teniendo síntomas o no. En las mujeres embarazadas, la
bacteriuria asintomática es vista como una cistitis.

LA PRECLAMPSIA
Los síntomas de la preeclampsia o hipertensión en el embarazo abarcan una gran
cantidad de molestias entre las que se pueden incluir dolores de
cabeza, hinchazón de manos y cara (edema) porque la gestante suele retener
mucho líquido y aumento brusco de peso.
Otros síntomas que pueden aparecer son: dolor abdominal en la parte alta,
agitación, disminución de las ganas de ir al baño y como consecuencia de la
producción de orina, náuseas y vómitos, y cambios en la salud ocular como visión
borrosa.

las señales más comunes por las que se suele guiar el ginecólogo son
el aumento de la presión sanguínea (PA ³ 140/ 90 mmHg) y la presencia de
proteínas en la orina de la mujer debido a daños renales. Si no se trata a
tiempo puede derivar en una preeclampsia grave o eclampsia caracterizada
por convulsiones y por el peligro que corre el feto de nacer antes de tiempo.
De ahí la importancia de realizar controles médicos regulares que evitan
alcanzar esas fases tan graves. tratamiento de la preclampsia en el
emberazo

La preeclampsia leve mejora en casa haciendo reposo y dieta baja en sal,


embarazo y tomando medicamentos antihipertensivos para bajar la presión
arterial. En cambio, la preeclampsia severa requiere ingreso hospitalario y
administración de fármacos antihipertensivos y medicamentos que eviten
las convulsiones (eclampsia). Resulta imprescindible controlar a la futura mamá
con análisis de laboratorio pautados para evaluar el desarrollo de la enfermedad y
tratar a tiempo las complicaciones.
Rubéola

Es una enfermedad muy contagiosa que se manifiesta, con fiebre, tos,


conjuntivitis, dolor de cabeza, inflamación de los ganglios del cuello y erupción que
comienza en la cara y se extiende hacia abajo.
Habitualmente, no presenta riesgos ni complicaciones en la población general,
pero si una mujer que no posee anticuerpos (ya que no está vacunada o no tuvo la
enfermedad) contrae rubéola en el primer trimestre de embarazo, puede afectar
severamente al bebé.

La mayoría de las mujeres actualmente tienen anticuerpos contra la rubéola, ya


sea por haberla padecido, o por haber recibido la vacuna correspondiente.
En la primera visita, el obstetra chequea mediante un análisis de sangre la
inmunidad a esta enfermedad. En el caso de no ser inmune, es importante evitar
el contacto con personas que ctengan rubéola y vacunar a los otros hijos o niños
con los cuales se pueda estar en contacto.
En caso de contraer la enfermedad, se puede realizar un tratamiento con
inmunoglobulinas para reducir los riesgos en el bebé. Después del parto, la mujer
se deberá vacunar para sus próximos embarazos. Las mujeres que han sido
vacunadas no deben quedar embarazadas hasta 3 meses después de aplicada la
vacuna.
TRATAMIENTO DE RUBEOLA EN MUJERES ENBARAZADAS. En el caso de
mujeres que quedan embarazadas antes de someterse a esta prueba, se procede
a realizar la prueba de inmunidad durante una de las primeras visitas prenatales.
Cuando una mujer embarazada no es inmune a la rubéola, debe evitar el contacto
con cualquier persona que tenga la enfermedad.No existe un tratamiento contra la
rubéola que sea eficaz a durante el embarazo, como tampoco una manera eficaz
de prevenir la rubéola en una mujer vulnerable que ha sido expuesta a la
enfermedad. Las mujeres embarazadas que no son inmunes también deben
considerar recibir la vacuna después de dar a luz, para de esa manera estar
inmunizadas si quedan embarazadas en el futuro.
Se puede administrar la vacuna contra la rubéola, sin riesgo alguno, a una mujer
que amamanta a su hijo.
No se recomienda administrar la vacuna durante el embarazo; y se recomienda
que toda mujer que recibe la vacuna aplace sus intentos de concebir un bebé
hasta, por lo menos, tres meses después de recibirla.

Hipertensión arterial

Durante el embarazo, la presión arterial por encima de la normal puede causar


problemas. Sin embargo, se la puede detectar precozmente ya que en cada
control prenatal se debe medir la presión arterial. Los síntomas posibles son dolor
de cabeza o pies hinchados.

Generalmente, no presenta síntomas, aunque a veces se acompaña de dolor de


cabeza, pies y manos hinchados, situaciones que se deben informar
inmediatamente al obstetra, pues pueden ser muy riesgosas para la madre y el
niño. El obstetra indicará exámenes complementarios para controlar la salud
materna y la del bebé, como ecografías, doppler, y análisis de sangre y orina.
TRATAMIENTO DE LA HIPERTENSIÓN DURANTE EL EMBARAZO

Tras el diagnostico de los trastornos hipertensivos que pueden presentarse


durante el embarazo tales como la hipertensión crónica previa a la gestación, la
hipertensión gestacional, la preeclampsia-eclampsia o la preeclampsiaeclampsia
superpuesta sobre hipertensión crónica, hay que decidir su tratamiento
considerando los beneficios y riesgos que puede acarrear para la madre y el feto,
teniendo en cuenta otros factores importantes, como la etiología de la hipertensión
arterial (HTA) y el momento de finalización del embarazo. No hay evidencia del
beneficio del uso de los fármacos hipotensores para el tratamiento de la HTA leve
a moderada durante el embarazo1 aunque el riesgo de HTA grave se reduce a la
mitad con el uso de antihipertensivos. Sin embargo, los antihipertensivos no se
asociaron con cambios en el riesgo de preeclampsia, muerte fetal-neonatal, parto
prematuro o neonato pequeño para la edad gestacional. La bajada de la tensión
arterial no afecta el curso de la preeclampsia porque su proceso patogénico
primario es la alteración de la vascularización placentaria que conduce a una baja
perfusión de la placenta y provoca la liberación de factores que causan una amplia
disfunción endotelial y multiorgánica en la gestante. Por otra parte el crecimiento
fetal puede verse retardado por la bajada de la presión arterial media causada por
los hipotensores2 (una bajada de 10 mmHg de presión arterial media materna se
asocia con 176 g de disminución en el peso al nacimiento) sin relación con el tipo
de HTA o de fármaco hipotensor.
n afectar el embarazo

Embarazo
 Desarrollo fetal
 Actividad Física
 Mujer, pareja y familia
 Preparación para la lactancia
 Preparación para el parto
 Embarazadas sin pareja
 Embarazo adolescente
 Futuro papá
 Nutrición en el Embarazo
 Salud en el Embarazo
 Videos en el Embarazo
 Complicaciones
 Pérdida del embarazo
 Listas útiles
 Múltiples
 Prematuros
Listas
 Nombres de Bebés
 Ideas y Promociones
 Productos y Servicios
 Recetas
 Libros
 Preguntas más frecuentes
 Nutrición
Comunidad
 Foros
 Videos
 Actividades Gratuitas
 Novedades
 Fotos
 Consejos de Mujer a Mujer
 Dilemas
 Para Papás
 Preguntale al Especialista
Calculadores
 Días Fértiles
 Fecha estimada de parto
 Semana de embarazo
Enfermedades que pueden afectar el embarazo
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Algunas enfermedades son particularmente peligrosas durante el embarazo.


Conviene tenerlas en cuenta, tanto para prevenirlas como para tratarlas y evitar
con ello sus efectos negativos.
Algunas enfermedades son particularmente peligrosas durante el embarazo.
Conviene tenerlas en cuenta, tanto para prevenirlas como para tratarlas y evitar
con ello sus efectos negativos:
 Rubéola
 Toxemia(conocida también como pre-eclampsia)
 Infecciones urinarias
 Hipertensión arterial
 Toxoplasmosis
 Varicela
 Placenta Previa
 Estreptococo grupo B
 Diabetes gestacional
 Colestasis del embarazo
 Cuello del útero incompetente
 Enfermedades de transmisión sexual
Rubéola

Es una enfermedad muy contagiosa que se manifiesta, con fiebre, tos,


conjuntivitis, dolor de cabeza, inflamación de los ganglios del cuello y erupción que
comienza en la cara y se extiende hacia abajo.
Habitualmente, no presenta riesgos ni complicaciones en la población general,
pero si una mujer que no posee anticuerpos (ya que no está vacunada o no tuvo la
enfermedad) contrae rubéola en el primer trimestre de embarazo, puede afectar
severamente al bebé.

La mayoría de las mujeres actualmente tienen anticuerpos contra la rubéola, ya


sea por haberla padecido, o por haber recibido la vacuna correspondiente.
En la primera visita, el obstetra chequea mediante un análisis de sangre la
inmunidad a esta enfermedad. En el caso de no ser inmune, es importante evitar
el contacto con personas que tengan rubéola y vacunar a los otros hijos o niños
con los cuales se pueda estar en contacto.
En caso de contraer la enfermedad, se puede realizar un tratamiento con
inmunoglobulinas para reducir los riesgos en el bebé. Después del parto, la mujer
se deberá vacunar para sus próximos embarazos. Las mujeres que han sido
vacunadas no deben quedar embarazadas hasta 3 meses después de aplicada la
vacuna.

Toxemia o pre-eclampsia

La preeclampsia, gestosis gravídica o toxemia, es un cuadro grave de causa no


bien definida que se presenta después de la semana 20, y que se caracteriza por
hipertensión arterial materna, a la que se agregan alteraciones de la función
renal, edemas y aparición de proteínas en la orina.

Es más frecuente en los extremos de la vida reproductiva, o sea, debajo de los 20


y más allá de los 35 años de edad.

También se presenta con mayor incidencia en las mujeres obesas, aunque esto no
es una condición indispensable.

Los síntomas de esta enfermedad son hinchazón de pies, manos y cara, dolor de
cabeza, visión borrosa, mareos, aumento repentino de peso y presión alta.

Por lo general, se detecta en los controles prenatales, por lo cual es muy


importante no saltearlos.

En casos muy severos en que se agregan convulsiones, se denomina “eclampsia”.


Este cuadro pone en riesgo la vida de la madre y del bebé; por lo tanto, es
imprescindible acudir de inmediato al médico en el caso de que se presenten
algunos de los síntomas mencionados. Este cuadro puede evitarse a través de un
estricto control prenatal y del tratamiento adecuado de la preeclampsia
Infecciones urinarias

Las infecciones del sistema urinario (riñones, vejiga, uréteres y ureta), frecuentes
entre las mujeres, son causadas por bacterias y pueden ocurrir
independientemente del contacto sexual. Sus síntomas son picazón y necesidad
frecuente de orinar, fiebre y dolor en el bajo vientre. Se tratan con antibióticos y
otros medicamentos ya que pueden complicar el embarazo. Es
importante consultar al médico por este problema.

Hipertensión arterial

Durante el embarazo, la presión arterial por encima de la normal puede causar


problemas. Sin embargo, se la puede detectar precozmente ya que en cada
control prenatal se debe medir la presión arterial. Los síntomas posibles son dolor
de cabeza o pies hinchados.

Generalmente, no presenta síntomas, aunque a veces se acompaña de dolor de


cabeza, pies y manos hinchados, situaciones que se deben informar
inmediatamente al obstetra, pues pueden ser muy riesgosas para la madre y el
niño. El obstetra indicará exámenes complementarios para controlar la salud
materna y la del bebé, como ecografías, doppler, y análisis de sangre y orina.

Toxoplasmosis

Es una enfermedad que no siempre advierte la mujer. Cuando se contagia durante


el embarazo afecta al feto y aunque es poco frecuente reviste gravedad.

Se contagia a partir de las heces de los gatos o la carne de cerdo o cordero


infectado. Los casos más graves se manifiestan a través de fiebre, dolor de
garganta y erupciones, hasta problemas serios en las meninges, según dónde se
localiza el parásito (toxoplasma). Sí se localiza en el útero, aumenta el riesgo de
aborto y de parto prematuro.

La forma de prevenirla es evitando el contacto con heces de gato y evitar comer


carne de cerdo o cordero que no esté bien cocida. La mayoría de los habitantes de
las zonas urbanas desarrollan naturalmente defensas contra esta enfermedad. No
obstante, puede detectarse con un análisis de sangre al comienzo del embarazo.

Tratamiento de la toxoplasmosis en el embarazo y el recién nacido


La toxoplasmosis es una enfermedad que puede contraerse en cualquier momento
de la vida. Sus síntomas pueden pasar desapercibidos y nunca se le asocian
complicaciones. Si lo contrae una mujer embarazada, puede originar
malformaciones congénitas en el feto. Estas malformaciones serán más graves si
la infección se produce en el primer trimestre de embarazo. El contagio se puede
prevenir a través de unas pautas higiénicas y alimentarias durante el embarazo.

Diabetes gestacional

Se denomina “diabetes gestacional” a la que aparece o se diagnostica durante el


embarazo. Generalmente, se presenta alrededor de la semana 20 de gestación.

Todas las embarazadas deben ser controladas durante las semanas 24 y 28


mediante un análisis de glucosa en sangre. Si existe diabetes gestacional, el
obstetra le recomendará a la embarazada mantener bajo el nivel de azúcar
mediante dieta y actividad física. También, es preciso realizar controles prenatales
más frecuentes.

La diabetes gestacional puede provocar abortos espontáneos, mortalidad


perinatal, alto peso al nacer, parto prematuro, etc. Luego del parto, debe
controlarse el nivel de glucosa para analizar si la mujer continúa con diabetes.

Tratamiento de la diabetes gestacional


Una vez diagnosticada, la diabetes gestacional será tratada principalmente
mediante la dieta, puesto que los hipoglucemiantes orales están contraindicados
durante la gestación. El objetivo de este tratamiento es la regulación del
metabolismo materno y el desarrollo normal del embarazo y del parto.
Es importante tener en cuenta la necesidad de ganancia de peso de la madre
gestante, sobre todo a lo largo del segundo y el tercer trimestre (350-400gr
semanales); por ello, el aporte calórico deberá ser aproximadamente de 30-40 kcal
por kg de peso y día. En mujeres obesas el aporte será algo menor, unas 24 kcal
por kg de peso ideal y día. Además, se recomienda realizar en torno a seis
comidas a lo largo del día (siendo comida y cena las de mayor carga calórica),
evitando así situaciones de ayuno, que son poco recomendables durante el
embarazo. Un médico nutricionista será el que deba indicar el tipo y la
composición de la dieta de la embarazada en función de las características de
cada paciente.

Colestasis embarazo

Su nombre correcto es colestasis intrahepática del embarazo y se trata de un


trastorno de aparición única durante el embarazo, caracterizado por picazón e
ictericia (color amarillento de la piel, los ojos y las membranas mucosas).

Habitualmente se presenta en el tercer trimestre de la gestación, aunque puede


aparecer antes. Las embarazadas con colestasis comienzan con picazón en la
palma de las manos y plantas de los pies sobre todo por la tarde/noche, que al
cabo de poco tiempo se hace continuo y puede alcanzar todo el cuerpo.
Aproximadamente dos semanas después puede aparecer la ictericia, que
generalmente es leve. Los síntomas habitualmente desaparecen dos días después
del parto.

El riesgo de parto prematuro y de muerte fetal puede verse aumentado en mujeres


con colestasis intrahepática del embarazo. Por eso es importante ante estos
síntomas consultar al médico para evaluar el tratamiento y los cuidados a seguir.

Tratamiento de la Colestasis intrahepática del embarazo (ICP)

Colestasis intrahepática del embarazo (ICP o colestasis obstétrica) pueden ser


leve e inofensivos pero en casos graves pueden causar daños al feto. Esta es la
razón por qué tiene que ser tratada adecuadamente y de manera adecuada.

La parte más importante de la gestión del PCI incluye monitoreo regular de la


mujer embarazada para aumentar los ácidos biliares en la sangre que podrían
dañar al bebé.

Dirección General de Colestasis hepática intrahepática del embarazo incluye


pruebas de función hepática normal, fetales, monitoreo, etcétera. 1-7

Miocardiopatía

Es una enfermedad de los músculos del corazón. Las causas son varias: puede
ser provocada por la enfermedad de las arterias coronarias (arterias obstruidas),
presión arterial alta, infecciones, determinados medicamentos, diabetes, trastornos
de la tiroides o abuso de alcohol.

Aunque rara vez la miocardiopatía puede aparecer durante el último trimestre de


embarazo o los primeros meses después de tener un bebé, es importante estar
atentas a cualquier dolor o molestia y siempre avisar o realizarse algún estudio.
¡No te cuelgues!

TRATAMIENTOS DURANTE EL EMBARAZO


Medicamentos: La mayoría de los fármacos del área cardiovascular cruzan la
placenta y, por lo tanto, exponen al feto a sus efectos farmacológicos. Algunos
fármacos llegan a la leche materna y pueden afectar al recién nacido. Además,
durante el embarazo, las propiedades de cada medicamento se modifican y a
menudo las dosis requieren ajuste. Por todo esto, se debe sopesar los beneficios y
riesgos maternos y fetales de administrar un determinado fármaco durante el
embarazo

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