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LEON
DISEÑO DE MAQUINAS
Dr. Oscar Zapata Hdz
TEORIA DE FATIGA
Matricula: 1664344
22 Noviembre 2017
La fatiga de materiales es una reducción gradual de la capacidad de carga del componente,
por la ruptura lenta de ese material, consecuencia del avance casi infinitesimal de las fisuras
que se forman en su interior.
Este crecimiento ocurre para cada fluctuación del estado de tensiones. Las cargas variables,
sean cíclicas o no, hacen con que, al menos en algunos puntos, tengamos deformaciones
plásticas también variables con el tiempo. Estas deformaciones llevan el material a un
deterioro progresivo, dando origen a grietas, las cuales crecen hasta alcanzar un tamaño
crítico, suficiente para la ruptura final, en general brusca, presentando características
macroscópicas de una fractura frágil.
Fatiga es una falla que puede suceder bajo condiciones bastante inferiores al límite de
resistencia del metal u otros materiales, esto es, en su región elástica. Es consecuencia de
esfuerzos alternados que producen grietas, en general en la superficie debido a la
concentración de tensiones.
La gran mayoría de las estructuras de ingeniería están sujetas a cargas, que son de una
forma general variables en el tiempo, más allá que muchas veces la carga sea estática en
una primer observación.
Una falla por fatiga sucede dentro de una gama bastante amplia de ciclos de carga, desde
valores del orden de los 10 ciclos hasta más de 108 ciclos. Es evidente que el número de
ciclos que el componente resiste, depende de la solicitación, pues con una carga dinámica
mayor se tiene una vida menor, sensiblemente reducida cuando se compara con una
situación donde la solicitación cíclica es menor, lo que lleva a una mayor vida.
Varias son las situaciones prácticas del número de ciclos esperados a lo largo de la vida del
componente. Por ejemplo un reservatorio presurizado, utilizado para almacenar un fluido
bajo presión, es un modelo de carga estática, sin embargo cuando el fluido es drenado, la
presión baja al valor atmosférico.
Con un drenaje cada 2 meses, a lo largo de la vida útil del reservorio, usualmente de 10 a
20 años, el número de ciclos de presurización será de 60 a 120 ciclos.
Esta vida debe asegurar una operación segura, sin fallas, lo que implica que las eventuales
grietas que se hubieran formado, no comprometan la función del equipo.
Para que este proceso de núcleo se inicie es necesario (al menos para los materiales
dúctiles) que sucedan deformaciones plásticas, sean estas generalizadas, o sean confinadas
en un pequeño volumen del material.
La falla por fatiga de los materiales a cargas cíclicas, también está íntimamente relacionado
con alguna de las siguientes causas que a continuación se relacionan: