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PERSONAJES
Un parque. Un banco. Fuera de escena se oye un coro de niñas cantar Mambrú se fue
a la guerra, que será el fondo musical de toda la pieza, más fuerte o en murmullo,
según lo pida la acción.
NICO entra por la derecha cargado con un saco y tirando de un rudimentario carrito
en el que parlotea un niño.
NICO Ya hemos llegado. ¡Cómo pesas! Voy a tener que darte menos comida para que no
engordes tanto. (El niño llora.) No, monín, es broma. (Le da un chupa-chupa y el niño se
calla.) Se está bien aquí, ¿verdad? (Suelta el saco y se sienta en el banco.) Pero no
podemos estar mucho tiempo, el abuelo nos espera y se asusta si llegamos tarde.
(Escucha atento.) ¿Oyes cómo cantan las niñas? Sienten a sus padres cerca y son
felices, en cambio nosotros... sólo tenemos al abuelo. (Una ráfaga de tristeza cruza sus
ojos, pero se rehace enseguida.) ¡No sólo al abuelo! Y este banco para descansar, y los
pájaros que cantan, y el perfume de las flores, y el sol, y la vida... (Da una voltereta.)
¿Ves? ¡Estoy vivo! (Misterioso.) También tenemos... ¡los libros! (Extrae algunos del
saco, los mima, los acaricia.) Aquí se aprende, y se sueña, y se olvida... Cuando seas un
poco mayor te enseñaré a leerlos y los dos juntos llegaremos lejos, lejos, lejos..., ¡hasta las
estrellas! Porque yo voy a ser astronauta y te llevaré conmigo. ¿Qué será eso? Fuera se
escucha un gran escándalo. NICO se sube al banco y otea el horizonte. Por la
izquierda entra DANIEL, con aires de triunfador. Lo acompañan SUSI y ARTURO.
DANIEL ¿Qué haces ahí, te has metido a vigía? Pues por aquí no vas a ver ningún barco.
Los que siguen a DANIEL le ríen la gracia. NICO baja del banco.
ARTURO Daniel, que iba a pasar el puente de la Glorieta de los Patos y Ramiro que se le
cruza queriendo atravesarlo primero...
NICO No sé...
ARTURO (Sin poder contener la risa.) En un santiamén Ramiro fue a hacer compañía a los
patos. Si lo hubieras visto chapoteando en el agua, como un besugo...
SUSI Cómo eres de bruto, Daniel. A veces me pregunto por qué voy contigo.
NICO Mejor averiguamos cuál de los dos sabe más. (Da a SUSI los libros.) Tú puedes
hacer de árbitro.
DANIEL Déjate de tonterías. (De un manotazo cierra el libro a SUSI.) Si tú ni siquiera vas
a la escuela.
SUSI Es verdad.
NICO Pero en mis ratos libres estudio y estoy seguro de que sé más que tú.
DANIEL (Arrebata los libros a SUSI y los hojea.) ¿Sólo porque lees estas pamplinas?
DANIEL ¿Astronauta, tú, con esa pinta? Permíteme que me ría. Además, mira lo que hago
con tus libros. DANIEL tira al suelo los libros y los pisotea.
NICO (A SUSI.) Gracias, cuando seas mayor te llevaré conmigo a la luna, o a Marte, o a
donde tú quieras.
DANIEL (Da a NICO un empujón.) Menos charla, amiguito, Susi viene conmigo y no me
dejará por ti.
NICO ¿Tan seguro estás? Susi es libre y escogerá a quien ella quiera.
SUSI Bien dicho, Nico. Ya tenía ganas de conocer a alguien que le plantara cara a este
tonto presumido.
DANIEL Te da pena tu lindo astronauta porque sabes que de un puñetazo soy capaz de
mandarlo a la luna sin traje espacial y sin cohete.
ÚRSULA Gracias, Nico, por guiarme, si no llega a ser por ti me meto en el charco. ¡Ha
llovido tanto esta noche!
SUSI (A DANIEL y ARTURO.) ¿Lo veis? Lo que no sois capaces de hacer vosotros.
ÚRSULA ¿Daniel, también, ese pillastre? ¿Sabes lo que me hizo el otro día? Mientras
dormitaba a la puerta de mi casa sentada en una silla, se entretuvo en amarrar a mi bastón
unas latas. Cuando me levanté y eché a andar me llevé un susto morrocotudo.
ÚRSULA Si las tuvieras tan rápidas para ir a la escuela en lugar de hacer rabonas y tirar
piedras a los nidos...
ÚRSULA ¿Qué sabrás tú? ¿Has soñado alguna vez con ser más bueno, más estudioso?
ÚRSULA No es bastante.
DANIEL ¡Bah! Si quisiera podría ser astronauta, como dice Nico que va a ser él.
DANIEL Y si gano te amarraré todas las latas vacías que encuentre. Lo malo es que tendré
que esperar mucho tiempo.
ÚRSULA No creas. Podemos averiguarlo enseguida.
ÚRSULA da unas palmadas. Oscurece de pronto y una hermosísima luna llena
asoma entre los árboles inundando de inquieto mercurio la escena. Se oye un gran
estruendo. Los niños miran a lo alto y contemplan, boquiabiertos y asombrados,
cómo se enreda en las ramas de un árbol un paracaídas del que pende, pataleando,
un extraño personaje vestido de astronauta.
NICO ¿Qué importa? Sea quien sea está en un apuro y debemos auxiliarle.
DANIEL Yo no me acerco.
ÚRSULA ¿No presumes de valiente? En las buenas acciones es cuando hay que
demostrarlo.
SUSI Te acompaño.
NICO y SUSI se acercan al ASTRONAUTA y lo toman por los pies. El
ASTRONAUTA, al fin, logra soltarse del paracaídas y, dando un gran salto, cae entre
los dos niños.
ASTRONAUTA ¿Todos los niños de aquí son tan buenos y tan valientes como vosotros?
NICO ¿Americano?
DANIEL (Sobrecogido, a NICO.) ¿No te lo advertí? Debiste dejarlo colgado del árbol.
ASTRONAUTA (A DANIEL, tirándole de una oreja.) ¿Así pensabas recibirme? ¡Vaya una
educación y una cortesía para acoger a un recién llegado! ¿Cómo te llamas?
ASTRONAUTA (Saca una libreta y la hojea.) ¡Ajá! ¿Con que tú eres el famoso Daniel?
Aquí estás apuntado. (Se dirige a SUSI.) Y tú, ¿quién eres?
ASTRONAUTA (Tras repasar su cuaderno se cuadra ante NICO.) ¡Te saludo y te felicito!
Traigo orden de enseñarte los secretos de la astronáutica, de hacerte piloto de mi nave
espacial, de conducirte por espacios siderales hasta las estrellas.
NICO No sé manejarla.
NICO ¿Y mi hermanito?
DANIEL Señor Extraterrestre, ¿puedo subir yo también? Usted dijo que podía servirle.
DANIEL Para lo que usted ordene. Con tal de guiar también su nave espacial...
ASTRONAUTA Para pilotar la nave hace falta estar preparado, haber estudiado mucho...
¿Lo has hecho tú?
ASTRONAUTA (Tras repasar su cuaderno le retuerce una oreja.) Por la cola, eso dicen
mis apuntes. ¿Crees que ganas mucho con mentir?
ASTRONAUTA Sí, Nico, pero se nos acabó el combustible y hemos de llevarla hasta la
próxima estación de servicio. ¿Cae muy lejos?
NICO ¡Huy...! En la otra punta de la ciudad (o pueblo.) ¡Pobres Daniel y Arturo, van a llegar
reventados!
ÚRSULA ¡Esperad! Tengo que cobrarme una apuesta. ¿Dónde estás, Daniel?
DANIEL (Se arrodilla.) ¡No, Úrsula, por favor, no me atices con el bastón!
ÚRSULA Te lo mereces, pero no voy a darte. Me doy por satisfecha si lo que te está
pasando te sirve de lección.
ARTURO Yo procuraré tener más personalidad y copiar de los demás sólo lo bueno.
ASTRONAUTA En vista del arrepentimiento de Daniel y Arturo su castigo sólo durará hasta
que llenemos los tanques de combustible. Luego volarán con nosotros en la nave.
TODOS ¡Viva, viva, viva...!
La nave espacial, arrastrada por DANIEL y ARTURO, vuelve a ponerse en movimiento
hacia la izquierda. El coro de niñas cantando Mambrú se fue a la guerra suena más
fuerte. La luna guiña y sonríe.
FIN