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LA INTERVENCION EN TRABAJO SOCIAL: Una mirada política de lo cotidiano

1-Tres ejes articuladores

Revisando alguna bibliografía sobre el tema de la intervención en trabajo social pudimos encontrar
diferentes enfoques y puntos de vista, reconociendo en Margarita Rozas a quien inicia un camino
de debate poniendo en evidencia lo que se lee como “obvio”, es decir, el “cómo se hace”.

Y en Nora Aquin a quien le da el sustento filosófico e ideológico explicitando y situando la


intervención en la coyuntura socio-política.

Es con estos antecedentes que nos afirmamos para decir que para poner en contexto la mirada
política de nuestra intervención en lo cotidiano es imprescindible posicionarse Teórica-
Metodológica Práctica y Políticamente respecto de los tres ejes articuladores que la organizan y
dan sentido y dirección a nuestras acciones. Estos son: el Estado, la Sociedad y las Políticas
Públicas.

Cuando hablamos de práctica nos referimos “al hacer”, a “lo hecho”, no al discurso sostenido en
afirmaciones teóricas. Nos referimos a aquellas acciones producto de reflexiones, análisis y
síntesis que devienen de interpelaciones a lo dado como “obvio”.

¿Porque?, porque nuestras intervenciones no son neutras, sino que responden siempre a esos tres
grandes ejes de análisis y son el resultado de posicionamientos ideológicos que pueden coincidir o
ser confrontados con los lineamientos filosóficos que se dirimen en los estratos superiores de
Planificación, Gestión y Administración del Estado y sus políticas.

Es en ese coincidir o confrontar como se define la modalidad de intervención que a nuestro


entender es una sola, es siempre la misma excepto que cambiemos nuestros fundamentos
ideológicos , ideas desarrollados en el articulo publicado en Revista Debate Público: “Un modelo
de Intervención Social en dos modelos de país”.

Básicamente allí se fundamenta porque una mirada política de lo cotidiano en la dictadura del 76 y
el modelo neoliberal que le sucedió acompañaba sus políticas por acción u omisión y otras
miradas la resistían o confrontaban quedando al margen de las escuchas tanto de la academia
como de las Instituciones. Y porque hoy los mismos que apoyaban aquel modelo hoy se
autodefinen como progresistas acompañando este modelo que nosotros, los que resistíamos
estábamos esperando.

Retomando los ejes articuladores de nuestras intervenciones, diremos que los consensos y
disensos , al momento de la decisión política impactarán en su ejecución, su implementación y su
materialización.

Correspondemos ahora conceptualizar cada eje a fin de explicitar nuestro posicionamiento:

El Estado: en su materialización es el lugar donde se debaten el conjunto de fuerzas de gobierno,


cohesión y administración que pugnan por hacer prevalecer sus intereses con el objetivo general
del “bienestar general de la población”. Cabe aquí una reflexión: Todos quieren el mismo objetivo
la diferencia estaría en el “como” se logra y a quien se incluye en esa lectura. En tal sentido tomar
posición implica remitirse al concepto central que plantea Thwaites Rey cuando se pregunta Que
Estado para que Proyecto de país? A lo que nosotros respondemos un Estado intervencionista con
un modelo de pais en crecimiento, con inclusión social y trabajo.

La sociedad: Es el conjunto de ciudadanos que viven en una Nación , involucrando aquí a los
sectores populares que no solo se identifican como clase sino por la pertenencia a una patria
común, un pasado con historia compartida, una cultura popular y una identidad nacional. Y los
involucramos con el mismo énfasis con el que otros modelos los excluyeron.

En este sentido adherimos a la reconstrucción de ciudadanía basada en el respeto a la dignidad de


la persona, el respeto a los derechos humanos, sociales e individuales enmarcados en la
Constitución Nacional que devienen en derechos y obligaciones.

Políticas Públicas: Es el lugar donde se plasman los planes, programas y proyectos en las distintas
áreas: salud, vivienda, educación, recreación, seguridad y justicia. Cada una de ellas con una
decisión política y una direccionalidad que va a impactar de un modo determinado en nuestras
intervenciones.

Corresponde en este momento del desarrollo definir que es el trabajo social: es un accionar
político que identifica a las familias como el actor socio-político principal, tanto en la apelación a la
ciudadanía como en la reconstrucción y transmisión de valores, ideologías y modelos de
crecimiento y desarrollo de una sociedad, de un país. El es un trabajador asalariado, pero antes de
ello es un ciudadano lo que de hecho lo obliga a conocer sus derechos y obligaciones emanados
de la Constitución Nacional. Por lo tanto debe hacer de ella un instrumento y un verdadero
ejercicio cotidiano para ejercer su ciudadanía.

2- Una propuesta metodológica

Haremos aquí una breve síntesis a modo de reflexión respecto de los distintos momentos
metodológicos en que se llevan a cabo nuestras acciones. Siguiendo a Juan Barreix, diremos que
la metodología contiene la Filosofía, es la que nos da la visión de mundo desde la cual leemos la
realidad, puntos de partida, que pone en evidencia nuestros marcos de referencia,
ideología,valores, etc., Lineamientos, son las orientaciones para la acción, y los elementos, en los
que se descomponen la realidad, pues no podemos abarcarla toda

Tenemos que decir entonces, que intervenir es modificar la realidad, esto significa lo que
enunciamos en párrafos anteriores: es la forma de articulación de los territorios con los recursos.
Territorio e intervención, dos palabras cargadas de conceptos cargados de ideas .Tantos
conceptos y tantas ideas que hasta pueden carecer de contenidos. Dos palabras que pueden ir
sueltas o de la mano, sueltas como van las ideas sin ideologías o de la mano igual que van de la
mano la libertad con la responsabilidad.
Es decir que las acciones que se realizan en la articulación territorio-intervención-recursos, deben
ir de la mano de la libertad y la responsabilidad. As{i al hablar de territorio hablamos de Estado-
Patria-Nación-Pueblo-Fronteras-Región y cuando hablamos de intervención, hablamos de accion-
respeto-libertad-derechos. Para ejemplificar, hoy el estado no asigna “planes” como recursos,
sino que restituye derechos “asignación universal por hijo” y con ello restituye ciudadanía.

Estos conceptos se hacen fuertes y tienen peso cuando esa acción tiene una dirección y llega
donde tiene que llegar. Para ello es necesario que territorio-intervención- recursos se unan en una
lógica interrelación. No se concibe un recurso discrecional en un territorio donde se mueven los
“sujetos de derecho”, ni un recurso equitativo en un territorio con “beneficiarios”, o “población
meta”, o “usuarios” conceptos claramente neoliberales traídos de la mano de las exigencias del
Banco Mundial y sus financiamientos.

Si queremos hablar de estrategia esa lógica se define estratégica y geopolíticamente en la unidad


Estado-Políticas de estado. Siendo la estrategia la proyección a futuro, la meta a alcanzar y la
geopolítica, el mapa, el lugar físico y concreto donde están los actores sociales que forman parte
de aquel proyecto de país al que hacíamos referencia al inicio del artículo.

De este modo pasaríamos del estrecho concepto de la “cuestión social” para definir un problema,
al profundo ideal de una “estrategia” que permita anticipar y dar los pasos y acciones que tiendan
en definitiva a elevar el nivel de vida de la población y permita dar explicaciones que superen la
lectura de la división de clases, donde todo se explica por allí.

De tal modo que siguiendo a Matus que desarrolla los conceptos centrales de la Planificación
estratégica diremos que tenemos una situación inicial donde está situado el actor y la acción ,
una trayectoria, por donde pasa el proyecto que va a transformar la realidad para alcanzar la
situación deseada y un proyecto social que es el proyecto político o modelo de desarrollo.

Esto será el fundamento de que la planificación siempre será estratégica y la división entre
normativa y estrategia es solo a los fines de hacer estos análisis y definir los actores involucrados o
no en el proyecto.

Una mirada política en tensión

Retomando entonces los tres ejes articuladores de la intervención: Estado-Sociedad y Políticas


Públicas diremos que implican un trío en permanente tensión, capaz de generar acciones que
prioricen los objetivos que se impone un modelo de país.

Hoy un país con crecimiento y desarrollo Nacional y Popular , ayer un modelo concentrador de
riqueza en pocas manos , un modelo de país centrado en el mercado, con exclusión social y
desocupación. Siempre un modelo que por acción u omisión ,por hacer o no hacer, estará
marcando un rumbo, un horizonte al cual llegar.

Es en este marco que la Planificación en todas sus formas; planes, programas y proyectos será la
herramienta que ordene las acciones racionales ,pero no será suficiente por sí misma para dar
respuesta a los problemas sociales, como así tampoco lo serán los diagnósticos y evaluaciones
realizados con indicadores del banco mundial para dar cuenta de la pobreza de la Argentina.
Porque mientras sostengamos un discurso progresista y sigamos atados a viejos modelos de
planificación solo estaremos siendo como decía el Dr.Ramon Carrillo:” zapateros remendones” o lo
que es mas estaremos formulando buenos diagnósticos y buenos proyectos de “escritorios”, bien
técnicos y también “bien tecnocráticos”. Pero no estaremos a la altura de lo que hoy la sociedad
demanda de nuestro trabajo sociedad.

Es por ello que nos afirmamos en los lineamientos políticos e ideológicos de este proyecto de país
que incluye, que restituye derechos, que los amplia y que genera participación consolidando los
principios básicos de la democracia, cual son el debate político y la discusión de ideas ampliando
así los canales de participación ciudadana que en otros momentos nos quisieron hacer creer que
estaban agotados, que la ciudadanía era algo que había que construir, porque habían ciudadanos
del no derecho, ciudadanos de4ta.

Quiero concluir con un párrafo de Nora Aquin que proyecta ya en los 90 una realidad que se nos
impondría sin más años después, hoy. Por amor a la militancia, por amor a los hombres, por amor
a la profesión. Porque refiriéndose al o ideológico dice:

“El viejo ideal de una sociedad justa y pluralista sigue constituyendo el núcleo fundamental de una
utopía positiva que aún orienta las prácticas sociales de algunos actores colectivos. Si todavía
creemos en la posibilidad de la construcción de justicia, contra la ideología del desencanto y la
ideología del fin de las ideologías, llamamos a adoptar una actitud crítica, abierta y creativa,
recuperando algunos ideales, sin nostalgia, pero con firmeza: al discurso de la piedad,
antepongamos el discurso de la justicia. Al discurso del deber moral, antepongamos el discurso del
derecho social. Creemos, con esto, hacer un llamado, mejor dicho, sumarnos a los llamados que
circulan, para una toma de partido firme a favor de la razón, al menos de aquella razón que quiere
ponerse al servicio de las mayorías.”

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