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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

CENTRO UNIVERSITARIO DEL NORTE


CARRERAS DE INGENIERÍA
LEGISLACION

Nombre: Marisela García Reyes Carrera: Ing. Industrial


Carnet: 201543691 Fecha: 29/08/2017

¿En qué consiste cada clasificación de la servidumbre?

ACUEDUCTO:
Código civil, artículos 557 a 561. Obliga al dueño del predio sirviente a permitir el paso por su
finca del agua destinada a otro predio. El dueño del predio dominante es el que, queriendo
servirse del agua de que pueda disponer para su finca, ha de hacerla pasar por otro u
otros predios intermedios, que serán los sirvientes. El primero deberá indemnizar a los
segundos, especialmente si las aguas transportadas filtran o caen sobre las fincas intermedias.
Estas sólo han de soportar el gravamen indispensable para que
se alcance la finalidad prevista legalmente. De ahí que no puede imponerse la servidumbre de
acueducto sobre edificios, sus patios o dependencias, jardines o huertas ya existentes. En todo
caso, el dueño del predio sirviente puede cerrar o cercar el acueducto, edificando sobre él,
siempre que con ello no resulte éste perjudicado en su funcionamiento y pueda ser reparado en
caso de necesidad.

Por acueducto debe entenderse todo canal, acequia o tubería que permita transportar el agua
de un lugar a otro.

La ley impone una servidumbre coactiva de acueducto, en favor de toda heredad que carezca de
las aguas necesarias para el cultivo de sementeras, plantaciones o pastos o en favor de un
pueblo que las necesite para el servicio doméstico en sua habitantes, o en favor de
un establecimiento industrial. Esta servidumbre es siempre continua y aparente. Condiciones
de ejercicio. Para que se pueda reclamar la servidumbre de acueducto, es necesario que se
reúnan las siguientes condiciones:

a) ante todo es preciso que el fundo que reclama la servidumbre tenga necesidad del
agua para usos agrícolas, ganaderos, industriales, o para consumo de sus habitantes.

b) en segundo lugar, es necesario que el propietario del fundo dominante


tenga posibilidad de servirse de un agua que corre por un terreno separado del suyo por
otros fundos interpuestos.
Puede tratarse simplemente de aguas de uso público, por ejemplo un río; o de aguas corrientes
bajo la concesión de la autoridad competente, como ocurre con los canales de irrigación que
son construídos y administrados por el estadoo de aguas extraídas artificialmente del subsuelo;
o finalmente, de aguas pertenecientes a particulares que hayan concedido al propietario del
fundo dominante el derecho de disponer de ellas.

ESTRIBO DE PRESA:
Código civil, artículo 554. Es uno de los subtipos de las servidumbres de los predios ribereños,
establecido para proteger un interés privado conectado con un interés público, o uno de esta
última clase, que precisen de la derivación o toma de aguas de un río o arroyo, o necesiten el
aprovechamiento de otras corrientes continuas o discontinuas. Si, a tal fin, hay que establecer
una presa, y el interesado no es dueño del terreno ribereño, podrá constituirse
la servidumbre correspondiente que permitirá, previa la correspondiente indemnización, la
construcción de la presa. La indemnización comprenderá el valor del terreno ocupado por la
obra, y los daños y perjuicios ocasionados al dueño del predio sirviente.

ABREVADERO Y SACADO DE AGUA:


Código civil, artículos 555 y 556. Estas dos modalidades de servidumbre se encuadran en el tipo
genérico de las personales limitadas. Tienen el carácter de forzosas y solamente pueden
imponerse por causa de utilidad pública cuando se establecen en favor de una comunidad. El
dueño del predio sirviente queda obligado a dar paso a las personas y ganados hasta el punto
donde han de utilizar el agua. Las personas favorecidas por
tales servidumbres deberán indemnizar adecuadamente al dueño del predio sirviente, no sólo
por el valor del agua, sino también por la servidumbre de paso que lleva aneja. Respecto a
la cantidad de agua que pueda sacarse o abrevar, tendrá que tenerse en cuenta la regulación de
la servidumbre de acueducto.

LEGAL DE PASO:
En general, la servidumbre de paso se define como un derecho real sin posesión sobre la
propiedad de otra persona. La naturaleza "sin posesión" de la servidumbre de paso es una de
sus características principales (y potencialmente confusas). Una servidumbre de paso es un
derecho real que permite al titular de una servidumbre usar la propiedad sin tenencia ni
posesión.

Una servidumbre de paso no permite al titular ocupar la propiedad ni impedir que terceros
ingresen a la propiedad, a menos que interfieran con su uso de la servidumbre de paso. Por el
contrario, el poseedor de la propiedad puede continuar usando la servidumbre de paso e
impedir que terceros, menos el titular de servidumbre de paso, ingresen a la propiedad.
La tierra afectada por la servidumbre de paso se llamará "predio sirviente", mientras que el
terreno o la persona que se beneficie de la servidumbre es conocida como "predio dominante".
Si la servidumbre beneficia a una porción de terreno en particular, se dice que es una
servidumbre "accesoria" del terreno. Si la servidumbre de paso beneficia a un individuo de
manera personal, no como dueño de una porción de terreno particular o propiedad, la
servidumbre se conoce como "personal".

La mayoría de las servidumbres son afirmativas, lo que significa que autorizan el uso de la
propiedad de otro. Menos comunes son las servidumbres negativas, cuyo objetivo suele ser
conservar el acceso a la luz o la vista de una persona al limitar lo que se puede hacer en una
propiedad vecina o cercana.

PARA ESTABLECER COMUNICACIÓN TELEFÓNICA:


Artículo 796. Cuando para establecer comunicaciones telefónicas particulares entre dos o más
fincas, o para conducir energía eléctrica a una finca, sea necesario colocar postes o tender
alambres en terrenos de una finca ajena, el dueño de ésta debe permitirlo, mediante la
indemnización correspondiente, la que a falta de acuerdo entre las partes, fijará el juez en las
diligencias respectivas.

Esta servidumbre comprende el derecho de tránsito de las personas y el de la conducción de los


materiales indispensables para la construcción y vigilancia de la línea.

CONDUCCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA:


El Código Civil define la propiedad como "el derecho de gozar y disponer de una cosa, sin más
limitaciones que las establecidas en las Leyes". Bajo la rúbrica "De los servidumbres legales"
regula el Código Civil, en sus artículos. 549 a 593, diferentes servidumbres cuyo rasgo común es
el estar "impuestas por la Ley" teniendo como motivo "la utilidad pública o el interés de los
particulares".

La materia de servidumbres para el transporte de energía eléctrica, viene regulada en la


actualidad por los artículos 52 y siguientes de la Ley 54/1997, de Regulación del sector Eléctrico.
El objeto de la Ley es regular las actividades destinadas al suministro de energía eléctrica,
consistentes en su generación, transporte, distribución, comercialización e intercambios
intracomunitarios e internacionales, así como la gestión económica y técnica del sistema
eléctrico. Esta servidumbre se enmarca en las denominadas " servidumbres de empresa",
habida consideración que se trata de un gravamen que se establece en beneficio inmediato de
una empresa de producción, transformación, transporte o distribución de energía eléctrica.
La Ley de Regulación del Sector Eléctrico declara de utilidad pública las instalaciones eléctricas
de generación, transporte y distribución de energía eléctrica a los efectos de expropiación
forzosa de los bienes y derechos necesarios para su establecimiento y de la imposición y
ejercicio, de la servidumbre de paso extensiva también al supuesto de que, por razones de
eficiencia energética, tecnológicas o medioambientales sea oportuna su sustitución por nuevas
instalaciones o la realización de modificaciones sustanciales en las mismas. Asimismo el
reconocimiento de la utilidad pública de dichas instalaciones, debe venir precedido por la
solicitud de la empresa distribuidora interesada, que incluirá una relación individualizada de los
bienes o derechos que considere de necesaria expropiación.

En sus dos modos: la servidumbre de paso aéreo comprende, además del vuelo sobre el predio
sirviente, el establecimiento de postes, torres o apoyos fijos para la sustentación de cables
conductores de energía. Y la servidumbre de paso subterráneo comprende la ocupación del
subsuelo por los cables conductores, a la profundidad y con las demás características que señale
la legislación urbanística aplicable. Una y otra forma de servidumbre comprenderá igualmente
el derecho de paso o acceso y la ocupación temporal de terrenos u otros bienes necesarios para
construcción, vigilancia, conservación y reparación de las correspondientes instalaciones.

La servidumbre de paso de energía eléctrica no impide al dueño del predio sirviente cercarlo o
edificar sobre él dejando a salvo dicha servidumbre, siempre que sea autorizado por la
Administración competente, que tomará en especial consideración la normativa vigente en
materia de seguridad. Podrá asimismo el dueño solicitar el cambio de trazado de la línea, si no
existen dificultades técnicas, corriendo a su costa los gastos de la variación.

En definitiva, no existe una servidumbre legal forzosa de paso de energía eléctrica, pues esta
servidumbre tan sólo puede establecerse, por razones de utilidad pública, y mediante la
correspondiente declaración en tal sentido por parte de la Administración, a favor de las
empresas distribuidoras de energía eléctrica, pero no a favor de los particulares.

LEGAL DE DESAGÜE:
Artículo 1071. Los predios inferiores están sujetos a recibir las aguas que naturalmente, o como
consecuencia de las mejoras agrícolas o industriales que se hagan, caigan de los superiores, así
como la piedra o tierra que arrastren en su curso.

Artículo 1072. Cuando los predios inferiores reciban las aguas de los superiores a consecuencia
de las mejoras agrícolas o industriales hechas a estos, los dueños de los predios sirvientes tienen
derecho de ser indemnizados.
Artículo 1073. Cuando un predio rustico o urbano se encuentre enclavado entre otros, estarán
obligados los dueños de los predios circunvecinos a permitir el desagüe del central. Las
dimensiones y dirección del conducto del desagüe, si no se ponen de acuerdo los interesados,
se fijaran por el juez, previo informe de peritos y audiencia de los interesados, observándose, en
cuanto fuere posible, las reglas dadas para la servidumbre de paso.

Artículo 1074. El dueño de un predio en que existan obras defensivas para contener el agua, o
en que por la variación del recurso de esta sea necesario construir nuevas, está obligado, a su
elección, o a hacer las reparaciones o construcciones, o a tolerar que sin perjuicio suyo las
hagan los dueños de los predios que experimenten o estén inminentemente expuestos a
experimentar el daño, a menos que las leyes especiales de policía le impongan la obligación de
hacer las obras.

Artículo 1075. Lo dispuesto en el artículo anterior es aplicable al caso en que sea necesario
desembarazar algún predio de las materias cuya acumulación o caída impida el curso del agua
con daño o peligro de tercero.

Artículo 1076. Todos los propietarios que participen del beneficio proveniente de las obras de
que tratan los artículos anteriores, están obligados a contribuir al gasto de ejecución en
proporción a su interés y a juicio de peritos. Los que por su culpa hubieren ocasionado el daño,
serán responsables de los gastos.

Artículo 1077. Si las aguas que pasan al predio sirviente se han vuelto insalubres por los usos
domésticos o industriales que de ellas se haya hecho, deberán volverse inofensivas a costa del
dueño del predio dominante.

DE LUZ O DE VISTA:
Las relaciones de vecindad y el derecho de propiedad, encuentran sus limitaciones, en la
posibilidad de abrir huecos en paredes propias y tener vistas más allá de los límites legales, que
se señalan en el Código civil, en los artículos 580 a 584, donde se establecen los tipos de
servidumbre de luces y vistas como un derecho de adquisición o de negación.

Derecho de luces: Constituye el derecho de luces el recibirlas mediante la apertura de ventanas


o huecos. Este derecho está limitado por el art. 580 CC en cuanto a la pared medianera: “Ningún
medianero puede sin consentimiento del otro abrir en pared medianera ventana ni hueco
alguno”.
Respecto de pared no medianera el art. 581 establece que el dueño de una pared, contigua a
finca ajena, puede abrir en ella ventanas o huecos para recibir luces a la altura de las carreras, o
inmediatos a los techos, y de las dimensiones de 30 centímetros en cuadro; y, en todo caso, por
reja de hierro remetida en la pared y con red de alambre.

Estos huecos, llamados de ordenanza, se establecen para permitir simplemente recibir luces, sin
que puedan dar lugar a vistas; de ahí los requisitos de tamaño, reja y red de alambre. Se trata de
huecos de mera tolerancia, y por ello el dueño de la finca o propiedad contigua a la pared en
que estuvieren abiertos podrá cerrarlos si adquiere la medianería y no se hubiere pactado lo
contrario. También podrá cubrirlos edificando en su terreno o levantando pared contigua a la
que tenga dicho hueco o ventana (cfr. art. 581.2 y 3).

Derecho de vistas: El Código Civil establece, respecto del derecho o posibilidad de tener vistas
sobre fundo (finca) ajeno e impedir actos que las obstaculicen, una serie de limitaciones. En
relación a la pared medianera es necesario, lo mismo que con las luces, el consentimiento del
otro medianero (cfr. art. 580).
Respecto de pared no medianera el art. 582 dispone que “no se puede abrir ventanas con vistas
rectas, ni balcones u otros voladizos semejantes, sobre la finca del vecino, si no hay dos metros
de distancia entre la pared en que se construyan y dicha propiedad. Tampoco pueden tenerse
vistas de costado u oblicuas sobre la misma propiedad, si no hay 60 centímetros de distancia”.

En consecuencia, se pueden abrir ventanas con vistas rectas si existe una distancia superior a
dos metros entre la pared en que se construyan y la propiedad vecina, y con vistas oblicuas si la
distancia es superior a 60 centímetros.

Son vistas rectas las que usa el hombre teniendo la cabeza en su posición natural, lo que implica
que se abren las ventanas o balcones en pared paralela a la línea que divide los dos predios o
que forme con ésta un ángulo muy agudo. Son oblicuas las que obligan al hombre a girar su
cabeza, es decir, las que corresponden a ventana abierta en pared que forma un ángulo recto, o
muy próximo a 90 grados, con el límite de los dos fundos.

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