Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Peter F. Drucker
Ed. Norma, 1.994
En este libro, Peter Drucker describe un conjunto de tendencias que están configurando
la sociedad de los primeros años del siglo XXI. Estas tendencias que se han venido
acentuando en los últimos años del presente siglo pueden resumirse en las siguientes:
A partir entonces del siglo XVIII y con el inicio de la Revolución Industrial, las
cofradías se convirtieron en “disciplinas”, los cofrades en “especialistas” y el
conocimiento empezó a aplicarse a las herramientas, a los productos y a los procesos en
lo que podríamos denominar la primera fase de la aplicación del conocimiento práctico.
Según Drucker: “Una disciplina convierte un arte en una metodología, tal como la
ingeniería, el método científico, el método cuantitativo o el diagnóstico diferencial del
médico. Cada una de estas metodologías convierte experiencia ad-hoc en sistema. Cada
una convierte anécdota en información. Cada una convierte habilidad en algo que se
puede enseñar y aprender”. [p. 52]
La segunda fase del conocimiento aplicado al trabajo ocurrió cuando Frederick Taylor,
a finales del siglo XIX desarrolló una serie de principios para hacer más productivo el
trabajo de manufactura. Con tales principios, los obreros podían capacitarse fácilmente
y realizar su trabajo de una forma muy productiva. Los principios de Taylor dieron
lugar a la revolución de la productividad sobre la que se basó la economía de los
países desarrollados durante el presente siglo y que dio origen al dramático incremento
en la calidad de vida de las personas.
Las dos primeras fases de la aplicación del conocimiento al trabajo dieron también
origen al capital privado ya que sólo de esta forma podían conseguirse las maquinarias
de producción necesarias para atender las demandas de la población. En estas dos fases,
la persona era parte de la máquina, servía a la máquina.
La productividad del conocimiento será cada vez más decisiva en el éxito económico y
social de un país. Se ha demostrado que las industrias que en los últimos cuarenta años
han pasado a ocupar el centro de la economía son aquellas cuyo negocio es la
producción y la distribución de conocimientos y no la producción y la distribución de
objetos [p. 198]. Actualmente los principales productores de riqueza son la información
y el conocimiento, incluso sobre los tradicionales factores de producción.
- Por la aplicación del que ya existe para generar nuevos productos y servicios.
- Por la mejora continua del proceso, producto o servicio (Método Kaisen)
- Por la innovación.
Con relación a la productividad del conocimiento, Drucker dice: “La productividad del
Conocimiento va a ser, cada vez más, el factor determinante en la posición competitiva
de un país, una industria, una compañía. Con respecto al conocimiento, ningún país,
ninguna industria, ninguna compañía tiene ninguna ventaja o desventaja “natural”. La
única ventaja posible estará en cuánto pueda obtener con el conocimiento
universalmente disponible. Lo único que va a tener importancia en la economía
nacional, lo mismo que en la internacional, es el rendimiento de la administración en
hacer productivo el conocimiento”. [p. 211].
La sociedad de organizaciones.
La sociedad Poscapitalista, según Drucker, es una sociedad de organizaciones [p. 71].
Una organización es, según él, un grupo humano compuesto de especialistas que
trabajan juntos en una tarea común. [p. 54]. La función de una organización es la de
hacer productivos los conocimientos. Las organizaciones son eficientes precisamente
porque se concentran en una sola tarea, definida en su misión. Básicamente las
organizaciones son un instrumento para el trabajo en equipo de los especialistas y son
de por sí desestabilizadoras porque deben funcionar para el cambio constante a través de
un proceso deliberado de innovación. Trabajan bajo el principio de la “destrucción
creativa” enunciado por primera vez por Joseph Schumpeter. [p. 64 ]. Esto implica
mantener al capacitación continuada de los especialistas.
El Estado-Nación.
A partir de las ciudades estado de la antigüedad y del estado feudal de la edad media, la
sociedad industrial dio lugar al denominado “Estado Nación” caracterizado por un
servicio civil centralmente controlado, un ejercito permanente, un control central de la
emisión de moneda, de los impuestos y de las aduanas y unos jueces nombrados por el
gobierno central.
Durante el siglo XX, el Estado-Nación fue dando paso al Megaestado, en el cual, los
ciudadanos sólo son propietarios de lo que el Estado expresa o tácitamente les permite
tener. El gobierno vino a ser el hacedor, el administrador de todos los programas y las
tareas sociales y propietario de la economía. [p. 144].
Por otro lado, el estado postcapitalista necesita, además de los sectores público o de
gobierno y privado o de negocios, un tercer sector, el sector social autónomo por medio
del cual, la gente se sienta útil, sienta que contribuye al bienestar de la sociedad. El
estado debe entonces restaurar la ciudadanía como voluntad de contribuir de vivir por la
patria. [p. 186].
Según Drucker, “la ciudadanía significa (en este nuevo contexto) compromiso activo y
responsabilidad; significa ser uno un factor decisivo en la comunidad, en la sociedad, en
el país. [p. 187]. La gente está entendiendo esto cada vez más por lo que la acción de los
ciudadanos voluntarios se está incrementando en la sociedad postcapitalista.