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Valoración económica de los humedales: un componente importante

de las estrategias de gestión de los humedales a nivel de las cuencas


fluviales
Alain Lambert
Asesor principal de la Convención de Ramsar
Mayo de 2003

La valoración económica se puede definir como una tentativa de asignar un valor cuantitativo y
monetario a los bienes y servicios suministrados por los recursos o sistemas ambientales, ya sea
que se cuente o no con precios de mercado que nos puedan prestar asistencia. Cuando no existen
precios de mercado (por ejemplo, para servicios de control de inundaciones, servicios de
mitigación de desastres, evitación de la erosión), el valor se establece según la voluntad de pagar
por el bien o servicio, ya sea que en la práctica se haga o no un pago. Uno de los principales
problemas para estimar el valor de un ecosistema se plantea cuando los servicios prestados, por
ejemplo, un reglamento relativo al cambio climático o la conservación de la diversidad biológica,
benefician a la comunidad mundial. Sin embargo, en esta breve introducción no abordaremos la
valoración de los servicios de los ecosistemas mundiales.

¿Por qué se debe estimar el valor de un ecosistema?

A menudo los ambientalistas cuestionan la necesidad de poner siempre un precio a la naturaleza y


afirman que ésta tiene un valor intrínsico, que es nuestro sistema de apoyo a la vida a largo plazo,
lo cual es razón suficiente para protegerla. Por cierto, tienen toda la razón, pero lamentablemente
la realidad de la vida en este planeta nos demuestra que muchas personas no comparten esa
opinión; especialmente (aunque no son los únicos) quienes sufren de hambre y comprensiblemente
tratan de obtener de los humedales el máximo provecho posible en el corto plazo. ¡Si hoy tienen
hambre, no se preocuparán por lo que pueda pasar mañana y, mucho menos, en 20 años! Pero
quienes viven en los países en desarrollo no tienen el privilegio de poder aplicar este criterio de
corto plazo. También a menudo quienes viven en los países desarrollados tienen una visión
limitada y prefieren maximizar sus beneficios inmediatos, en lugar de garantizar los de a largo
plazo.

Como ésta es una visión realista de la vida en nuestro planeta, debemos trabajar con ella. En
consecuencia, consideramos que cuando no se puede esperar razonablemente que a corto plazo
cambie una situación, es mejor tratar de aprovecharla al máximo y ejercer influencia para mitigar
sus efectos negativos en el medio ambiente.

Hay por lo menos dos buenas razones para realizar una valoración de los servicios y bienes que
prestan los humedales:

1. En épocas de dificultades financieras, no es fácil para quienes deben adoptar las decisiones
gubernamentales gastar el dinero de los contribuyentes en actividades ambientales, especialmente
si no cuentan con un amplio apoyo del público. La valoración de los humedales es un modo de
estimar los beneficios que el ecosistema brinda a la población y permite a los expertos financieros
realizar un estudio de costos y beneficios que quizás sea favorable para las inversiones
ambientales. En el análisis de costos y beneficios se comparan precisamente los beneficios y los
costos que tienen para la sociedad las políticas, los programas o las actividades encaminados a
1
proteger o restaurar un ecosistema. En consecuencia, es un instrumento importante para que
quienes gestionan el medio ambiente y adoptan decisiones puedan justificar el gasto público
realizado en actividades de conservación y gestión de los humedales1.

2. La otra buena razón es que el público no siempre tiene conciencia del valor de los humedales.
Hay muchos que piensan que sólo sirven como criaderos de mosquitos. Si se dan a los
administradores y al público escépticos pruebas objetivas de los beneficios monetarios y no
monetarios que brindan los humedales, los ambientalistas obtendrán su apoyo. La mayoría de las
personas sólo se preocupan por lo que aman o por lo que les produce un beneficio económico. Al
ayudar a la población a mejorar sus condiciones de vida mediante el uso y la venta de bienes y
servicios provenientes de los humedales, obtendremos un gran apoyo para nuestra causa.

La valoración económica es sólo una de tantas maneras que se pueden utilizar para definir y medir
valores. Otros tipos de valores (religiosos, sociales, culturales, mundiales, intrínsicos, etc.)
también son importantes, pero en la mayoría de los países el valor económico es el más importante
cuando quienes adoptan las decisiones tienen que hacer elecciones difíciles para asignar los
escasos recursos gubernamentales.

La valoración económica no es una actividad sencilla y carente de conflictos. Muchas veces


depende de las preferencias humanas. En otras palabras, depende de lo que la población percibe
como las repercusiones (positivas o negativas) que los humedales tienen en su bienestar. En teoría,
el valor económico de cualquier bien o servicio se mide según lo que estamos dispuestos a pagar
por ese bien, menos lo que cuesta suministrarlo. Pero muchas veces, debido a que se les percibe
como un bien común (falla del mercado), no tenemos que pagar por los productos y servicios
provenientes de los humedales. En ese caso, el valor surge de la estimación de la voluntad de
pagar, ya sea que en la práctica se haga o no un pago.

Relación entre ecología y economía

En todas las regiones del mundo, la población humana está sufriendo problemas sociales,
económicos y ambientales como resultado de la destrucción y mala gestión de sus recursos
naturales, especialmente en lo que respecta a sus humedales y recursos hídricos. Esa destrucción,
que prosigue a tasas alarmantes en muchos países, contribuye a la escalada de la pobreza y a los
problemas en el suministro de agua y la seguridad alimentaria, así como a robar al planeta de su
diversidad biológica, de la que están dotados los humedales. Sus causas son múltiples: desde las
actividades locales y las políticas nacionales hasta las cuestiones mundiales.

Si bien los humedales se encuentran entre los ecosistemas más ricos que prestan apoyo a la vida en
el planeta, están entre los más amenazados y destruidos. ¿Por qué motivo los seres humanos
destruyen los elementos esenciales de sus ecosistemas? La respuesta es relativamente simple:
porque no valoran en términos económicos y monetarios los bienes y servicios suministrados por
los humedales. Los humedales sagrados constituyen una excepción y a menudo están bien
conservados, porque la población local reconoce su valor religioso.

Otra razón por la cual no se valoran los bienes y servicios suministrados por los humedales es más
compleja y probablemente está vinculada al hecho de que la mayoría de nosotros no somos
conscientes de sus características (biológicas, químicas y físicas) que permiten el desarrollo y la
conservación de su estructura, lo que, a su vez, es crucial para los bienes y servicios provenientes

1
Barbier, Akerman y Knowler, en Economic Valuation of Wetlands: A Guide for Policy Makers and Planners,
publicación de la Oficina de Ramsar, 1997.
2
de los humedales. Las funciones desempeñadas por los ecosistemas son el resultado de
interacciones entre características, estructuras y procesos2. Debido a la complejidad de las
interacciones naturales, la evaluación ecológica de las funciones desempeñadas por esos
ecosistemas se puede realizar mejor aplicando el enfoque de la cuenca fluvial. Esas funciones,
valores y atributos sólo se pueden mantener si se permite que sigan funcionando los procesos
ecológicos de los humedales. Pero el enfoque de la cuenca fluvial va más allá de la medida del
interés personal directo de muchos beneficiarios de los humedales. En consecuencia, la
caracterización ecológica es un paso indispensable antes de realizar una valoración económica.

En las actividades de valoración económica, la escala del trabajo es muy importante, porque la
tentativa de evaluar separadamente a los ecosistemas, que son muy interdependientes, puede dar
lugar a resultados paradójicos de sustituciones poco prudentes de "ecosistemas de humedales
menos valorados" por "humedales artificiales (construidos por los seres humanos) de mayor
valor". Aunque la Convención de Ramsar reconoce el valor de los humedales artificiales, la
fragmentación de la totalidad del sistema de humedales (cuenca fluvial) en una serie de humedales
más pequeños puede dar lugar a la sobre-valoración o sub-valoración económica de una unidad
separada en relación con la totalidad del sistema.

Esa es la principal razón por la cual la Convención sobre los Humedales promueve la escala de la
cuenca fluvial como marco para la gestión de los humedales y, en consecuencia, también sugiere
que se le utilice para las actividades de valoración económica de los humedales3. Quedan algunas
interrogantes sobre el problema del tamaño exacto de la unidad de gestión y muchos se preguntan
en qué medida se debe considerar qué parte de una cuenca fluvial es un humedal4. En ese caso, un
criterio pragmático complementaría perfectamente bien el criterio teórico de la cuenca fluvial.

En abril de 2003, en la primera reunión del Comité Directivo sobre dos estudios realizados por
especialistas franceses en administración comercial, encaminados a promover el comercio
sostenible de productos de los humedales, encabezados por el Tour du Valat y los Pôles Relais
Lagunes Méditerranéennes5, los productores de tierras bajas de albuferas y humedales costeros
tenían problemas para aceptar que productos provenientes de río arriba, que aparentemente no
guardaban relación con los humedales (manzanas, uvas, etc.) se incluyeran en la investigación y se
beneficiaran de las investigaciones, la promoción comercial y los trabajos en comercialización.

Esta actitud bastante común introduce otro elemento de complicación: como a menudo el valor de
un producto se determina por su rareza, los productores tratan de dar una imagen específica del
carácter único y la rareza de su ecosistema y, en consecuencia, tienden a limitar la escala de
trabajo a una zona muy limitada. En otras palabras, tratan de convencer al público del gran valor
de sus productos promoviendo la idea de que provienen de un ecosistema muy pequeño, raro,
único y puro. Son todos estos elementos los que contribuyen a elevar los precios. En
consecuencia, las teorías de comercialización insisten en que la cuenca se divida en varias
unidades pequeñas. Por otro lado, aunque los sistemas de producción en los bancos río arriba y en
las laderas de la cuenca tienen una gran influencia en la calidad de los ecosistemas de las tierras
bajas, a menudo no se considera que los productores río arriba forman parte del ecosistema del
humedal y, en consecuencia, no se benefician de los incentivos económicos y financieros

2
R. K. Turner y otros, en Ecological Economics, 35 (2000), págs. 7 a 23.
3
Integración de la conservación y el uso racional de los humedales en el manejo de las cuencas hidrográficas,
Manual de Ramsar N° 4, publicación de la Oficina de la Convención de Ramsar.
4
Tore Söderqvist y otros, In Valuation of wetlands in a landscape and institutional perspective, en Ecological
Economics 35 (2000), págs. 1 a 6.
5
Los títulos de las dos investigaciones son": 1) Valuing Languedoc-Rousillon's lagoons products, y 2) Valuing
French wetland's products.
3
encaminados a limitar los insumos agrícolas o el consumo de agua, lo que, a su vez, beneficiaría a
los humedales de las tierras bajas.

En consecuencia, se corre el riesgo de que, sin los incentivos pertinentes, los productores río arriba
no utilicen su tierra de una manera tan racional como cabría esperar (limitando los insumos,
evitando la erosión, etc.) y, por ende, contribuyan a deteriorar al ecosistema de las tierras bajas
(imagen de calidad) y a que falle la estrategia de comercialización.

¿Cuáles son los valores de los humedales?

Según se definen en la Convención de Ramsar, los humedales incluyen una gran variedad de tipos
de hábitat, entre ellos ríos, lagos, albuferas costeras, manglares, turberas e incluso arrecifes de
coral. Además, hay humedales artificiales como viveros de peces y camarones, estanques
acuícolas, tierras irrigadas para la agricultura, salinas, embalses, graveras, campos de aplicación de
fangos cloacales y canales.

Los humedales se encuentran entre los entornos más productivos del mundo. Son cunas de
diversidad biológica que suministran el agua y la productividad primaria de la cual innumerables
especies de plantas y animales dependen para la supervivencia. Apoyan grandes concentraciones
de especies de aves, mamíferos, reptiles, anfibios, peces e invertebrados. De las 20.000 especies de
peces que hay en el mundo, más del 40% vive en agua dulce. Los humedales son también
importantes depósitos de material fitogenético. Por ejemplo, el arroz, que es una planta común de
los humedales, es la dieta habitual de más de la mitad de la humanidad.

La interacción entre los componentes físicos, biológicos y químicos de un humedal, como el suelo,
el agua, las plantas y los animales, permiten al humedal desempeñar muchas funciones vitales, por
ejemplo: almacenamiento de agua; protección contra las tormentas y mitigación de las
inundaciones; estabilización de la costa y control de la erosión; recarga de las aguas subterráneas
(circulación del agua desde el humedal hacia el acuífero subterráneo); descarga de aguas
subterráneas (movimiento ascendente del agua, que pasa a ser agua superficial en un humedal);
purificación del agua por conducto de la retención de nutrientes, sedimentos y sustancias
contaminantes; y estabilización de las condiciones climáticas locales, en particular la precipitación
y la temperatura.

Los humedales brindan enormes beneficios económicos, por ejemplo: suministro de agua
(cantidad y calidad); pesquerías (más de las dos terceras partes de la producción pesquera del
mundo están vinculadas a la salud de las zonas costeras y los humedales de tierra adentro);
agricultura, por conducto de la conservación de la capa freática y la retención de nutrientes en los
terrenos aluviales; producción de madera; recursos energéticos, como turba y materias
provenientes de las plantas; recursos silvestres; transporte; y oportunidades de recreación y
turismo.

Si queremos crear conciencia sobre la importancia de estos ecosistemas como sistemas que prestan
apoyo a la vida, es de importancia primordial expresar esos distintos valores en términos
económicos. Ésta es una disciplina relativamente nueva, pero se están logrando progresos
prometedores.

En el gráfico 1 infra, tomado de R. K. Turner y otros, en Ecological Economics, 35 (2000), pág.


12, se resumen muy bien las complejas relaciones que existen entre los distintos niveles de
intervención.
4
Gr. 1 Relaciones entre las funciones, los usos y los valores de los humedales

Características
Por ex. Ubicación, pendiente, sustrato,
geología, especies presentes,
profundidad del agua, pH, oxígeno
disuelto, precipitación, variaciones
estacionales.

Ecología
Estructura Procesos
Biomasa, perfil del Fotosíntesis, transpiración, ciclo de
suelo/sedimentación, productos bioquímicos, descomposición,
comunidades de flora y fauna, etc. colonización, sucesión, etc.

Funcionamiento de humedales

Usos de los humedales

Economía
Ecología-

Interface
Bienes Servicios
Por ex. Agricultura, pesquerías, Por ex. Control de inundaciones,
silvicultura, productos forestales recarga de aguas subterráneas,
non maderables, agua, recreación… recambio de nutrientes, retención de
sustancias tóxicas,

Valores de los humedales


Valores del Uso Directo
Valores del Uso Indirecto Valores del no Uso
Análisis del mercado, pérdida de
Costo del daño, funciones de Existencia, legado,
productividad, fijación del precio
producción, fijación del precio filantropía
hedónico, costo del viaje, costo de
hedónico, gastos defensivos,
reemplazo y restauración,
reubicación, costo de reemplazo y Valoración contingente
valoración contingente
restauración, valoración contingente…

Economía
Valores de opción

Valoración contingente

Valores del Uso Valores del no Uso

VALOR ECONÓMICO TOTAL

clave: retroalimentación del sistema ___________ vínculos económicos y ecológicos

5
El valor económico total (VET) de los humedales se define como el monto total de recursos de
que los particulares están dispuestos a desprenderse para aumentar la cantidad de servicios
provenientes de los humedales. El VET se divide en distintos tipos de componentes:

A. Valores de uso

1. Los valores de uso directo (VUD) son los beneficios derivados de los peces, la
agricultura, la madera utilizada como combustible, la recreación, el transporte, la cría de
animales silvestres, la turba y la energía, los aceites vegetales, las tinturas, las frutas, etc.

2. El valor de uso indirecto (VUI) son los beneficios indirectos derivados de funciones que
desempeñan los humedales, como retención de nutrientes, control de inundaciones,
protección contra las tormentas, recambio del agua subterránea, apoyo a ecosistemas
externos, estabilización micro-climática, estabilización de la costa, etc.

3. El valor de opción (VO) es el que permite a un particular obtener beneficios, al


garantizar que se contará con un recurso que podrá usarse en el futuro.

B. Valores del no uso

1. El valor del no uso (VNU) deriva del conocimiento de que se mantiene un recurso
(diversidad biológica, patrimonio cultural, sitio religioso y legado). Los ambientalistas
promocionan enérgicamente este valor, ya que respaldan el concepto del puro valor
intrínsico de la naturaleza.

¿Cómo cuantificar los valores de los humedales?

La próxima pregunta es de qué manera se puede poner adecuadamente un valor monetario a los
productos o servicios provenientes de los humedales. La idea motriz de la evaluación de los
productos y servicios provenientes de los humedales es demostrar que, en algunos casos, mantener
las funciones naturales del ecosistema de la manera más pura posible puede tener valor económico
y generar beneficios. Por supuesto, para lograrlo adecuadamente, se debe comparar el precio de
los productos provenientes de los humedales bien mantenidos con el precio de producir bienes o
servicios similares de una manera menos favorable al medio ambiente: construcción de diques o
planes de riego, promoción de la agricultura con uso intensivo de insumos, transformación de
tierras en campos de pastoreo, etc. El aspecto principal de esta actividad es internalizar los factores
externos6. La mayor parte de los productos y servicios producidos en el planeta están subsidiados,
a menudo sin que el consumidor lo sepa. El hecho de que el productor de frutas que utiliza
fertilizantes químicos no tiene que pagar el costo del tratamiento del agua necesario para eliminar
el exceso de nitratos provocado por el uso de fertilizantes y así obtener agua potable no refleja el
precio real del producto. El hecho de que el agricultor que riega intensivamente sus campos no
tiene que pagar por los daños (erosión, contaminación) que provoca la escurrimiento en las laderas
de la cuenca y que por último aumenta la turbidez del agua fluvial no refleja el precio real del
metro cúbico de agua que utiliza. En ambos casos, se está subsidiando en gran medida a los
fertilizantes químicos y al agua. Este tipo de subsidio hace que se dé poca consideración a la
protección ambiental. Y, por supuesto, alguien debe pagar los daños causados. ¿Quién paga? Toda

6
Internalizar significa simplemente incluir. Los factores externos o externalidades son aquellos elementos "externos"
que contribuyen al costo real de cualquier artículo pero que, por razones políticas o por fallos en el mercado, no se
reflejan en el precio real y que, en consecuencia, son pagados por la comunidad. Por ejemplo, un factor externo de los
fertilizantes es el costo del tratamiento del agua.
6
la comunidad, en su carácter de contribuyente, paga por el uso poco racional que los
particulares hacen de los bienes comunes.

Como quienes adoptan decisiones y los políticos desean ver cifras convincentes antes de tomar
medidas que puedan afectar su popularidad, se han elaborado varios métodos para tratar de
cuantificar el valor monetario de los servicios y los bienes prestados por los humedales.

La manera más sencilla de hacerlo es aplicar el método del precio de mercado (la ley de la oferta y
la demanda), pero lamentablemente ello no es siempre posible porque simplemente no hay
mercado para algunos productos provenientes de los humedales o porque algunos valores de los
humedales intrínsecamente no son comercializables. Esos fallos del mercado se producen cuando
los mercados no reflejan en su totalidad el costo o beneficio social de un bien. Entre los fallos del
mercado relacionados con los ecosistemas se puede mencionar que: 1) muchos humedales prestan
servicios que son bienes públicos; 2) muchos servicios prestados por los humedales se ven
afectados por externalidades; y 3) a menudo no están definidos claramente los derechos de
propiedad relacionados con los ecosistemas y sus servicios.

Otra limitación al método del precio de mercado es que éste no siempre refleja de manera
automática el valor real de un bien. Hay muchos casos en que la verdadera voluntad de pagar es
mucho mayor de lo que el cliente paga en la realidad.

Sin embargo, se han ideado varios métodos (que no son perfectos) para ayudar a cuantificar o dar
un orden de magnitud a algunos valores concretos de los humedales.

En el cuadro infla, (adaptado de: Barbier, E.B., M. Acreman y D. Bowler (1997), Economic
Valuation of Wetlands: A Guide for Policy Makers and Planners, Convención de Ramsar sobre los
Humedales; King D. y Mazzota (1999), sitio Web de Ecosystem Valuation
(www.ecosystemvaluation.org); Stuip, M.A.M., Baker, C.J. y Oosterberg, W. (2002), The
Socioeconomics of Wetlands, Wetlands International y Riza, Países Bajos), se da una idea de los
métodos de evaluación cuantitativos más comunes empleados y de sus limitaciones.

7
Método Aplicable a… Descripción e importancia Inconvenientes y limitaciones

Método del Valores de uso directo, El valor se estima a partir del precio en Las imperfecciones del mercado (subsidios,
precio de especialmente productos los mercados comerciales (ley de la falta de transparencia) y las políticas
mercado provenientes de los oferta y la demanda). distorsionan el precio de mercado.
humedales.

Método del Valores de uso indirecto: Se puede estimar el costo de la remoción Se presume que el costo del daño evitado o de
costo del daño protección costera, del contaminante orgánico o de los sustitutos es comparable al beneficio
evitado, del erosión evitada, control cualquier otro contaminante a partir del original. Pero muchas circunstancias externas
costo de de la contaminación, costo de la construcción y el pueden hacer cambiar el valor del beneficio
reemplazo o retención del agua, etc. funcionamiento de una planta de original esperado y, en consecuencia, la
del costo del tratamiento de agua (costo del sustituto). aplicación de este método puede dar lugar a
sustituto El valor del control de las inundaciones subestimaciones o sobreestimaciones. A las
se puede estimar a partir del daño que compañías de seguro les interesa mucho este
podría causar la inundación (costo del método.
daño evitado).
Método del Recreación y turismo. Se estima el valor recreacional del sitio a Este método sólo sirve para obtener
costo del viaje partir de la suma de dinero que gasta la estimaciones. Es muy fácil obtener una
gente en llegar a ese lugar. sobreestimación, porque es posible que el sitio
en sí mismo no sea el único motivo por el cual
se viaja a la zona. También es necesario contar
con muchos datos cuantitativos.
Método de la Algunos aspectos del Se utiliza este método cuando los Este método sólo captura la voluntad de la
estimación del valor de uso indirecto, valores del humedal ejercen influencia gente de pagar por un beneficio percibido. Si
precio del uso futuro y del no en el precio de los bienes que se la gente no es consciente del vínculo que
hedónico uso. comercializan. El aire limpio, las existe entre el atributo ambiental y el beneficio
grandes superficies de agua o los para sí mismos, el valor no se reflejará en el
paisajes estéticos aumentar el precio de precio. Este método exige un uso muy
la vivienda o de la tierra. intensivo de datos.
Método de la Valores del turismo y del En este método se pregunta directamente En las técnicas aplicadas en la entrevista se
valoración no uso. a la gente cuanto está dispuesta a pagar puede introducir varias posibles fuentes de
contingente por servicios ambientales concretos. A sesgo. También es incierto si la gente en
menudo es la única manera de estimar el realidad está dispuesta a pagar la suma
valor del no uso. También se refiere a él indicada en la entrevista. Es el método de
cómo "método de la preferencia valoración más controversial de los no
indicada". correspondientes al mercado, pero es una de
las pocas maneras de asignar un valor
monetario al no uso de valores del ecosistema
que no involucra compras en el mercado.

Método de la Todos los bienes y Los valores se estiman preguntando a la No se pregunta directamente la voluntad de
elección servicios provenientes de gente que habrá concesiones mutuas y pagar, ya que éstas se infieren de las
contingente los humedales comparaciones entre series de servicios concesiones mutuas y comparaciones, que
del ecosistema o ambientales. incluyen el atributo del costo. Es un método
muy bueno que ayuda a los encargados de
adoptar decisiones a categorizar las opciones
de política.
Método de la Para los servicios del El valor económico se estima Se utiliza a menudo cuando es muy costoso
transferencia ecosistema en general y transfiriendo las estimaciones de valores realizar una nueva valoración económica cabal
de beneficios los usos recreativos en existentes hechas en estudios ya de un sitio concreto. Sólo puede ser tan exacta
particular completados en otra localidad o como el estudio inicial. La extrapolación es
contexto. únicamente válida entre sitios con las mismas
características básicas.

Método de la Para bienes y servicios Se estima el valor económico de La metodología es directa y se necesitan pocos
productividad concretos provenientes productos o servicios provenientes de los datos, pero el método sólo funciona con
de los humedales: agua, humedales que contribuyen a la algunos bienes o servicios.
suelo, humedad del aire, producción de bienes comercializables.
etc.

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Para la mayor parte de los neófitos en economía, la utilización de esos métodos quizás parezca
complicada o muy exhaustiva. Pero detrás de la aparente complicación, hay mucho lugar para
aplicar el sentido común.

La valoración económica y financiera no es una panacea. Hay casos en que:

1) No se debe realizar. Si, por ejemplo, el ecosistema de que se trata es un sitio de Ramsar con
especies endémicas muy raras y amenazadas y con pocas posibilidades de beneficiar
económicamente la población local, es evidente que la valoración ambiental deberá tener
precedencia sobre cualquier valoración económica. El costo de la pérdida de las especies
endémicas es mucho mayor que el beneficio derivado de la recolección de, por ejemplo, unos
pocos huevos de ave por un breve período, antes de que esa especie se extinga. La misma
lógica se puede aplicar a los valores religiosos. En algunos países, éstos están por encima de
todos los valores económicos.

2) No se debe realizar de manera exhaustiva. En la mayor parte de los países será difícil
encontrar economistas calificados en condiciones de realizar una valoración económica a
fondo, pero algunos de los métodos propuestos pueden ser empleados por los demás. En
algunos casos, los beneficios económicos son tan importantes para tanta gente que una rápida
valoración económica sería suficiente para permitir que los encargados de adoptar decisiones
puedan tomar las medidas del caso. Quizás no sea necesario realizar una valoración exhaustiva
en el caso de la protección de un rico ecosistema costero, en que un gran número de
pescadores se ganan el sustento, comparada con la destrucción de manglares para construir un
camino.

Una valoración parcial o rápida quizás sea suficiente para observar cuáles son las tendencias o
tener un panorama de la situación y puede constituir una aportación valiosa al proceso de
adopción de decisiones. Por supuesto, si quienes adoptan decisiones no se preocupan de su
población, no hay nada que la evaluación o la falta de ella pueda hacer al respecto.

Análisis de costos y beneficios: instrumento para quienes adoptan decisiones

En la sección anterior se explicó de qué manera responder a la pregunta: ¿Cuánto cuesta este
producto o cuáles son los beneficios monetarios de un servicio o bien en particular proveniente
de los humedales?

Una vez que conocemos la respuesta a esta pregunta básica, hay que comparar el valor del
producto o servicio proveniente de un humedal bien preservado y gestionado con el valor de
un producto proveniente de un humedal gestionado mal o poco prudentemente. Esa
comparación se debe realizar entre productos o servicios comparables y, por supuesto, sólo
tiene sentido si en todos los costos se internalizan los factores externos.

Los encargados de adoptar decisiones no pueden tomarlas basándose únicamente en la


intuición. Debe contar con hechos y valores, pero también, en el proceso de adoptar la
decisión, deben afrontar tres tipos de aportes muy distintos:

1. Los ambientalistas, las organizaciones no gubernamentales y otros grupos de interés


(agricultores, industria del turismo, etc.) a menudo hacen sentir su opinión enérgicamente y
tratan de ejercer influencia sobre quienes adoptan las decisiones. Se supone que esos grupos
9
representan la diversidad de la opinión pública, pero no siempre lo hacen de manera coherente.
Al ser un factor básico para quienes adoptan las decisiones, tienen una cierta influencia.

2. Los científicos brindan a los encargados de adoptar decisiones información científica y


hechos aparentemente neutrales en relación con el ciclo hidrológico, el funcionamiento del
ecosistema, etc. Sus opiniones son fundamentales para que los encargados adoptar las
decisiones puedan entender el contexto en que trabajan y ayudarlos a no tomar medidas que
puedan ser muy nocivas o irreparables en la gestión de los ecosistemas.

3. Los economistas ambientales combinan los sentimientos de los ambientalistas sobre el valor
intrínsico de la naturaleza (enfoque sentimental), la comprensión del funcionamiento del
ecosistema según lo explican los científicos (enfoque científico) y el pragmatismo que
necesitan quienes adoptan decisiones para poder cumplir su función (enfoque realista). Son
quienes suministraron estimaciones y valores objetivos de los beneficios.

Todas esas aportaciones entran en el "molinillo político", según figuran en el gráfico infra,
tomado de King, D. y Mazzota, M. (www.ecosystemvaluation.org), que constituye una
ilustración muy explícita de las fuerzas en juego y de los retos que afrontan los encargados de
adoptar decisiones.

tradución :
El resultado de millones y millones de estudios científicos de todo tipo
Hechos "sin valorar"

Intereses agrícolas; Intereses ambientales; Intereses "puramente políticos"


Perspectiva ofrecida por los intereses especiales; Beneficios reales para el público
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De mercado y no mercado; De uso y no uso; En la localidad y fuera de ella; Actuales y futuros

MOLINILLO POLÍTICO

Decisiones sobre los gastos nacionales; Decisiones sobre los gastos regionales; Prácticas de conservación en los
establecimientos agrícolas; Mejorías ambientales
Estimación de beneficios hecha por el NRCS (National Resources Conservation Service)

Conclusiones

La valoración de los humedales no se limita a los beneficios económicos y monetarios que los
ecosistemas de humedales pueden brindar los seres humanos. Se refiere también a atribuir un
valor a todos los tipos de beneficios para los seres humanos y/o la naturaleza, incluso los
valores religiosos, sociales, ambientales (diversidad biológica, cambio climático, valor
intrínsico, etc.), estéticos, económicos y otro tipo.

Todos los valores son buenos. El reto consiste en establecer prioridades de conformidad con la
realidad local y en beneficio tanto de los seres humanos como de la naturaleza. Para ello es
necesario utilizar un criterio casuístico.

En los países en desarrollo, en donde para la mayoría de la población la vida no siempre es


fácil, el valor económico tiende a ser más importante que los demás. Esto debe ser tenido
cuidadosamente en cuenta para velar por que en todos los planes de gestión de los humedales
haya un fuerte componente de mitigación de la pobreza. En los países en desarrollo quizás la
valoración económica sea menos pertinente, especialmente si los beneficios económicos son
marginales cuando se los compara con los estéticos o recreativos.

Los métodos de valoración económica todavía no son perfectos e incluso son controversiales,
pero ciertamente son lo suficientemente buenos como para brindar información valiosa, que
menudo no es percibida por la población. La producción de bienes y servicios está
estrechamente vinculada al funcionamiento de los ecosistemas (hidrología, suelo, calidad del
agua, etc.) y en todas las etapas de la valoración económica se debe tener en cuenta esa
realidad.

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