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Poliposis

La PNS es una enfermedad inflamatoria en la que tiene lugar una degeneración edematosa
multifocal y bilateral de la mucosa de las masas laterales del etmoides. Esta degeneración
provoca la formación de lesiones polipoides lisas, gelatinosas, translúcidas y piriformes, que
progresivamente van ocupando los meatos etmoidales hacia las fosas nasales. Desde este
punto de vista, sería más preciso emplear la denominación de poliposis etmoidonasal. Tiene
carácter benigno y nunca degenera. Es eminentemente crónica tanto en sus manifestaciones
como en su tratamiento, siendo casi siempre médico aunque veces hay que recurrir al
tratamiento quirúrgico.

Desde un punto de vista clínico, el documento EPOS (European Position Paper on


Rhinosinusitis and Nasal Polyps) define la rinosinusitis (y en ese concepto incluye a la poliposis
nasal) como una inflamación nasal y de los senos paranasales caracterizada por dos o más de
los siguientes síntomas:

 Obstrucción / congestión nasal


 Secreción anterior o posterior
 Dolor / presión facial o
 Déficit / pérdida del sentido del olfato.

Junto con cualquiera de los siguientes hallazgos:

 O bien hallazgo en la endoscopia nasal de pólipos nasales, rinorrea mucopurulenta


procedente del meato medio o edema / obstrucción de la mucosa, fundamentalmente
del meato medio;
 O bien hallazgos en la TC de cambios en la mucosa del complejo ostiomeatal o sinusal.
Además, clasifica la gravedad de la enfermedad en leve y modera-grave basándose en
una escala analógica visual de gravedad valorada del 1 al 10, correspondiéndoles una
puntuación de 0-4 y de 5-10, respectivamente.

ETIOLOGIA

Existen múltiples patologías que asocian pólipos nasales, entre las que podemos encontrar:
asma, fibrosis quística, el síndrome de Kartagener, el síndrome de Young, inmunodeficiencias,
sinusitis fúngica, etc. Sin embargo, la mayoría de los pacientes que presentan pólipos nasales
están afectados de una enfermedad inflamatoria de la mucosa sinusal cuya etiología aún hoy
no está clara. Se han propuesto numerosas teorías:

1. Teoría alérgica: desde los años 30 a los 80 predominó la asociación de los pólipos a la
alergia, como resultado de la alta concentración de eosinófilos encontrada dentro de
los pólipos. Actualmente se acepta que la alergia predispone o potencia la poliposis
nasal.
2. Teoría mecánica: hace referencia a las alteraciones del flujo aerodinámico del aire,
donde una fosa nasal estrechada, hace que la mucosa inflamada soporte una mayor
presión negativa. Esto, unido a otros factores, promovería el estado de éstasis del
moco.
3. Teoría vasomotora: se produciría una alteración en el sistema nervioso autónomo de
la mucosa nasosinusal, apareciendo un incremento en la concentración de aminas. Se
produciría un aumento de la permeabilidad vascular, la activación de receptores
alfaadrenérgicos y un edema submucoso.
4. Teoría infecciosa: la infección de la mucosa nasosinusal fue una teoría muy aceptada
en el pasado, pero hoy día se piensa que sería consecuencia de la obstrucción nasal y
no causa de poliposis.
5. Teoría genética: la poliposis nasal es una enfermedad poligénica. Se ha detectado una
mayor presencia significativa del haplotipo HLA-DR7 en pacientes que asocian
poliposis nasal, asma e intolerancia a la aspirina.
6. Teoría inflamatoria: en la poliposis nasal existe un aumento de eosinófilos y mastocitos
así como de interleuquinas y leucotrienos. Estudios recientes apoyan la idea de que la
inflamación presente en los pólipos nasales puede representar un tipo de resistencia
adquirida al tratamiento con corticoides, hecho que se ve confirmado por la baja
respuesta a los corticoides que presentan determinados grupos de pacientes con
poliposis nasal.

CLINICA

Existe una importante similitud entre los síntomas de la poliposis y los de la rinitis perenne o
persistente. En los comienzos de la enfermedad suele aparecer sensación de ocupación nasal
sin llegar a obstruir completamente la fosa. Ya en fases más avanzadas, van apareciendo otros
síntomas como la obstrucción nasal clara y un agravamiento de la hiposmia. La alteración del
olfato puede ser el primer síntoma; éste es un síntoma progresivo que suele evolucionar a
anosmia.

A veces, la pérdida del olfato puede interpretarse como sensación de pérdida del sabor, que
no es mas que la manifestación de la ausencia de retro olfato. Este síntoma no siempre está
presente o aparece de forma más tardía.

La insuficiencia respiratoria nasal suele ser el síntoma princeps referido por la mayoría de los
pacientes. Inicialmente es cambiante en el tiempo, dependiendo del tamaño de los pólipos. A
veces los pacientes relatan una variabilidad exagerada de la insuficiencia respiratoria nasal.
Este síntoma es el reflejo de la hiperreactividad nasal propia del proceso inflamatorio, base
fisiopatológica de la poliposis nasal. En raras ocasiones la obstrucción nasal es completa. Es
típicamente bilateral, permanente y aumenta en decúbito supino.

La rinorrea, bilateral, anterior o posterior, también es un síntoma frecuente. Normalmente es


espesa y es frecuente que sufra sobreinfecciones que prolongan el tratamiento del cuadro.

Otras manifestaciones posibles son el prurito y los estornudos en salvas, reflejo de una
hiperactividad de la mucosa nasal.

La cefalea y la molestia ocular son menos frecuentes. Los dolores faciales se proyectan sobre la
zona nasal o sinusal y se suelen describir como una sensación de pesadez. Se localizan
principalmente a nivel de las regiones maxilar o medio facial.
La epístaxis es un signo de escasa incidencia. Para la mayoría de los autores no es un síntoma
inicial relacionado con la enfermedad.

DIAGNÓSTICO

Las bases del diagnóstico son la historia clínica y los hallazgos a la exploración. Las pruebas de
imagen como el TC nos aportan información adicional, como es la extensión de la lesión así
como otras patologías asociadas, complicaciones y como estudio prequirúrgico de la lesión. En
el TC tenemos que identificar estructuras de vital importancia como el septum nasal, el
cornete medio y las paredes óseas de los senos. Podremos ver expansión ósea o erosión.
También se pueden apreciar niveles hidroaéreos y la completa opacificación de los senos.

Previo al estudio radiológico deberemos hacer una completa exploración otorrinolaringológica


básica que incluya una rinoscopia anterior, en la que normalmente encontraremos una masa
semitransparente, blanda y móvil. Posteriormente realizaremos una exploración endoscópica,
evaluando el meato medio, la apófisis unciforme, la bulla etmoidal, la región cercana a la rima
olfatoria, la zona anterior al seno esfenoidal y la rinofaringe.

Es importante la realización de biopsias en el caso de lesiones unilaterales ya que es numerosa


la patología tanto benigna (angiofribroma nasofaríngeo, papiloma invertido, pólipo
antrocoanal...) como maligna (carcinoma epidermoide...) que podemos hallar.

En el caso de niños, la presencia de pólipos nasales debe hacernos pensar en la posibilidad de


fibrosis quística en los casos bilaterales y del meningoencefalocele en los casos unilaterales.

Tumores nasales benignos

Las neoplasias nasosinusales presentan una muy baja incidencia, representando la suma de
tumores malignos y benignos menos del 3% de los tumores del tracto aerodigestivo superior.
Además presentan una gran diversidad histológica, lo que hace que sea difícil tanto su estudio
como clasificación.

El diagnóstico se hace mediante una correcta historia clínica y exploración, acompañado de


una evaluación endoscópica y técnicas de imagen; siendo la biopsia la que nos da el
diagnóstico definitivo en la mayoría de los casos.

CLASIFICACIÓN

1) TUMORES INFLAMATORIOS
a) Poliposis. Pólipo antrocoanal.
b) Quiste de retención.
c) Granuloma.
d) Mucocele.
e) Micetoma.
f) Granuloma de colesterol.
2) TUMORES EPITELIALES
a) Papiloma escamoso.
b) Papiloma Schneideriano.
c) Adenoma pleomorfo.
3) TUMORES NO EPITELIALES
a) TUMORES DE HUESO Y CARTÍLAGO
i) Osteoma.
ii) Condroma.
iii) Fibroma osificante.
iv) Displasia fibrosa.
b) TUMORES DE TEJIDOS BLANDOS
i) Fibroangioma juvenil.
ii) Hemangioma.
iii) Hemangiopericitoma.
iv) Hemangioma capilar lobular.
v) Tumores nerviosos.
vi) Fibromatosis agresiva.
vii) Mixoma.
c) TUMORES DE TEJIDOS VECINOS
i) Meningioma.
ii) Tumores odontogénicos.
iii) Tumor neuroectodérmico.
iv) Teratoma.

PAPILOMA ESCAMOSO

Tiene su origen en una hiperplasia del epitelio escamoso estratificado de la mucosa nasal.
Conserva la arquitectura y maduración celular. Puede crecer de forma excrecente, pediculada
o sésil.

Corresponde al 4% de los tumores nasosinusales y su localización más frecuente es el vestíbulo


nasal y el área alar. Se ha pensado en una posible etiología vírica.

Clínicamente aparece como una masa dolorosa y friable, de superficie irregular, lo que nos lo
diferencia de los pólipos nasales, con los que habría que hacer el diagnostico diferencial.

El tratamiento es quirúrgico, mediante excisión. Puede haber una recidiva local hasta en el
50% de los casos. Es muy rara la malignización.

PAPILOMA SCHNEIDERIANO

Consiste en una hiperplasia epitelial mucosa del epitelio respiratorio de las fosas nasales y
senos paranasales, con crecimiento endofítico al estroma subyacente del epitelio neoplásico. A
pesar de la benignidad histológica presenta gran agresividad local.

Clínicamente aparece como una masa polipoidea unilateral; en un 2% de los casos es bilateral,
que produce obstrucción nasal, epistaxis, rinorrea, sinusitis, dolor facial, anosmia, anestesia y
epífora.

Existen tres tipos:


• Papiloma septal: También llamado fungoide o exofítico. Histológicamente se asemeja a la
verruga vulgar o papiloma escamoso. Corresponde al 50% de los papilomas schneiderianos.
Asienta frecuentemente en el tabique septal y aparece mayormente en varones de edad
media. Puede ser exofítico, verrucoso, pediculado o sésil.

• Papiloma invertido: El epitelio invade el estroma subyacente, de ahí el término invertido. El


47% de los papilomas schneiderianos son de este tipo. Aparece más frecuentemente como una
masa rojo-grisáceo en la pared nasal lateral, en varones entre la 5ª y 6ª década de la vida.

• Papiloma cilíndrico: Anatomopatológicamente se asemeja a la rinosporidiosis. Corresponde


al 3% de los papilomas schneiderianos. Aparece como una masa rojoamarronada en la pared
nasal lateral y en el seno maxilar. Es más frecuente en varones entre 40 y 70 años.

ADENOMA PLEOMORFO

Tiene su origen en las glándulas seromucosas y salivares accesorias presentes en la mucosa


nasal. Se encuentra en la fosa nasal, generalmente en el septum desde donde
secundariamente invade los senos paranasales. Puede contener focos de adenocarcinoma en
su interior. Ocurre más frecuentemente entre la 3ª y 6ª década de la vida.

La clínica es de obstrucción nasal y epistaxis. Se puede apreciar una masa exofítica, polipoide,
de bordes irregulares y de coloración grisácea.

El tratamiento consiste en la resección quirúrgica de forma precoz. Las recidivas son hasta del
10% y pueden llegar a ser muy tardías, por lo que el seguimiento ha de hacerse durante años.
Las extirpaciones amplias no evitan las recidivas.

OSTEOMA

El osteoma es un tumor benigno raro de hueso, que parece tener un origen perióstico o
yuxtacortical. Histológicamente consiste en tejido óseo bien definido con grado de maduración
variable.

Aparece más frecuentemente en el seno frontal; siendo menos frecuente en seno etmoidal y
más raro en seno maxilar. Se da más a menudo entre la 2ª y 5ª década de la vida. Su etiología
es desconocida.

Es de crecimiento lento, por lo que suele ser asintomático. Puede dar clínica como
deformación esquelética y facial, diplopia, dolor por compresión, cefalea, sinusitis, mucocele
por obstrucción de ostium. Puede dar origen a una craneolicuorrea. En osteomas múltiples en
adolescentes hay que descartar un síndrome de Gardner, que asocia éstos avuna degeneración
maligna de pólipos intestinales.

Radiográficamente existen dos tipos:

• Compacto: Alta densidad, homogéneo, con un contorno redondo o lobulado.

• Esponjoso: Es menos denso.

CONDROMA
Esta lesión se caracteriza por tejido cartilaginoso maduro, que puede crecer en cualquier parte
del tracto rinosinusal, pero sobre todo en la parte baja del macizo facial. Es más frecuente en
adultos jóvenes.

Presenta un crecimiento lento e invade localmente. La clínica dependerá de su localización.


Radiográficamente se ven calcificaciones en pequeños puntos.

El tratamiento consiste en la exéresis quirúrgica radical, sin esperar a valorar su crecimiento.


La degeneración sarcomatosa es rara.

HEMANGIOMA

El hemangioma es un crecimiento benigno de los vasos sanguíneos; raros en las fosas nasales.
Se encuentra principalmente en la parte anterior del septum y en cornetes, pudiendo llegar a
ser mayor de 2 cm, siendo raro en los senos paranasales. Existen tres tipos: cavernosos,
capilares y mixtos.

Generalmente es asintomático, pero se pueden manifestar por obstrucción nasal y epistaxis


los localizados en el septum; y sinusitis, clínica dental y oftalmológica los localizados en el seno
maxilar. Puede ser pediculado y polipoide o sésil, de aspecto rojizo; y puede estar ulcerado,
sangrando con facilidad.

Radiográficamente se aprecia una rarefacción. Se pueden hacer escleróticos con el tiempo,


presentando flebolitos.

El tratamiento consiste en la exéresis quirúrgica en los casos que produzca sangrados o


disconfort, embolizando preoperatoriamente, especialmente en grandes lesiones maxilares,
para disminuir el sangrado operatorio. La excisión debe incluir tejido sano, para evitar
recurrencias.

HEMANGIOPERICITOMA

Tumoración rara que aparece generalmente en fosas nasales, pudiendo afectar las cavidades
paranasales.

Puede ser de crecimiento lento y elástico o infiltrante y agresivo.

El tratamiento consiste en la exéresis quirúrgica.

HEMANGIOMA CAPILAR LOBULAR

También llamado tumor del embarazo o granuloma gravídico. Se encuentra principalmente en


el septum nasal o en el cornete. Aparece hacia el tercer trimestre de embarazo.

Se manifiesta por obstrucción nasal y epistaxis. La masa es de color rojo-amarronado y su


tamaño puede variar de milímetros a centímetros. Puede ser sésil o pediculado. Es friable y
con frecuencia ulcerado.

Normalmente se resuelve posparto, por lo que puede ser vigilado. En caso de necesidad puede
ser cauterizado o resecado bajo anestesia local.
Los mucoceles

Son formaciones pseudoquísticas y expansivas de los senos paranasales. Se trata de


formaciones de carácter benigno. Su pared externa está constituida por mucosa más o menos
modificada de la cavidad sinusal mientras que su contenido consiste en un líquido aséptico de
consistencia viscosa.

La distribución de la aparición de mucoceles es similar en ambos sexos. La edad de aparición


de los mismos suele ser en torno a los cuarenta o cincuenta años.

Los síntomas clínicos dependen de la localización del mucocele, presentando una prolongada
fase asintomática o al menos paucisintomática. El diagnóstico se realiza mediante visualización
endoscópica directa, siendo imprescindible el estudio con TAC y en ocasiones RMN. En cuanto
al tratamiento, el desarrollo de las técnicas endoscópicas que asocian una morbilidad menor
que las técnicas abiertas, lo han convertido en el abordaje de elección para tratar este tipo de
patología. La mayoría de los mucoceles pueden ser tratados por vía endoscópica,
especialmente por cirujanos expertos. Además el examen endoscópico directo postquirúrgico
proporciona al cirujano una herramienta fundamental para la detección temprana de una
posible recidiva.

Sinusitis

La sinusitis es la inflamación de la mucosa de uno o varios senos paranasales. En los primeros


años de vida, la sinusitis se localiza casi exclusivamente en los senos etmoidales. Los senos
frontales y esfenoidales no alcanzan su desarrollo completo hasta los 7-10 años de edad. Los
senos maxilares son los de mayor tamaño y los afectados con mayor frecuencia.

Epidemiologia

Es una enfermedad con alta incidencia, que afecta a adultos y niños, y se posiciona entre las
primeras causas de morbilidad. En promedio, al año un adulto padece de 2 a 5 episodios de
RNS virales (resfriado común) y un niño de 7 a 10; de estas, del 0,5% al 2% evoluciona a RNS
bacteriana. Aproximadamente, el 90% de los pacientes acude al médico de atención primaria
para su tratamiento. Ocasiona grandes gastos en el sistema de salud y, en la actualidad, genera
una alta prescripción de antibióticos. La RNS crónica está presente en 10-15% de la población
general.

Sinusitis aguda

Este padecimiento, que se define como la sinusitis que dura menos de cuatro semanas, es el
origen de la mayor parte de los casos de esta enfermedad. El diagnóstico de muchos de los
pacientes se realiza de manera extrahospitalaria y suele ser más bien consecuencia de una URI
viral que le antecede. A menudo es difícil diferenciar, con bases clínicas, una sinusitis
bacteriana aguda de otra de origen viral. Por esta razón, tal vez no quepa la sorpresa de que se
administren con frecuencia antibióticos contra tal trastorno (85 a 98%).

Etiología
La obstrucción de los orificios sinusales que culmina en la rinosinusitis puede provenir de
elementos infecciosos o no infecciosos. Las causas no infecciosas incluyen la rinitis alérgica
(con edema de la mucosa u obstrucción por pólipo); barotraumatismo (p. ej., buceo en aguas
profundas o viajes en aeroplanos) y exposición a sustancias irritantes. La obstrucción también
surge por tumores nasales y sinusales (p. ej., carcinoma escamoso) o enfermedades
granulomatosas (p. ej., granulomatosis con poliangitis [enfermedad de Wegener] o
rinoescleroma) y trastornos que alteran el contenido de moco (p. ej., fibrosis quística) que
ocasionan sinusitis al entorpecer la eliminación del mismo. En las unidades de cuidados
intensivos, entre los principales factores de riesgo de que surja sinusitis de origen nosocomial
están la intubación nasotraqueal y los catéteres nasogástricos.

La rinosinusitis viral muestra una frecuencia mucho mayor que la sinusitis bacteriana, aunque
en un número relativamente pequeño de estudios se han analizado muestras de aspiración
sinusal en busca de virus diferentes. En las investigaciones realizadas de esa forma, los virus
aislados con mayor frecuencia, solos y también con bacterias, han sido rinovirus, virus de
parainfluenza y de influenza.

Las causas bacterianas de la sinusitis han sido mejor descritas. Entre los casos de origen
extrahospitalario, S. pneumoniae y Haemophilus influenzae no tipificable constituyen los
factores más comunes, los cuales ocasionan 50 a 60% de los casos. Moraxella catarrhalis
origina enfermedad en un porcentaje importante de niños (20%), pero en una cifra menor de
adultos. Otras especies de estreptococos y Staphylococcus aureus ocasionan sólo un
porcentaje pequeño de casos, aunque hay interés cada vez mayor por la aparición de S. aureus
resistente a meticilina (MRSA, methicillin-resistant S. aureus) de origen extrahospitalario.

Es difícil valorar si una bacteria detectada en cultivo constituye un microorganismo infectante


verdadero, ya que una muestra quizá no se obtuvo de una profundidad suficiente (que no
cabría esperar esterilidad en ella) o sobre todo en caso de una intervención quirúrgica previa
de senos, en la cual un microorganismo pudo haber proliferado. En ocasiones, se detectan
anaerobios, en caso de infecciones de las raíces de premolares, que se propagaron y
penetraron en el seno maxilar superior vecino. No se ha definido la participación de
Chlamydophila pneumoniae y de Mycoplasma pneumoniae en la patogenia de la sinusitis
aguda. Por lo general, los casos de origen nosocomial provienen de bacterias presentes en el
entorno hospitalario, las cuales incluyen S. aureus, Pseudomonas aeruginosa, Serratia
marcescens, Klebsiella pneumoniae y Enterobacter. A menudo, las infecciones mencionadas
provienen de varios microorganismos e intervienen algunos que son muy resistentes a
innumerables antibióticos.

Entre las causas corroboradas de las sinusitis también están las micosis, si bien muchos casos
agudos se observan en pacientes inmunodeprimidos y constituyen infecciones invasoras que
pueden ser letales. El ejemplo mejor conocido es la mucormicosis rinocerebral causada por
hongos del orden Mucorales, el cual incluye Rhizopus, Rhizomucor, Mucor, Mycocladus (antes
Absidia) y Cunninghamella (cap. 205). De manera clásica, las infecciones mencionadas afectan
a diabéticos con cetoacidosis, pero pueden también aparecer en quienes han recibido un
trasplante, en individuos con cánceres hematológicos y en pacientes sometidos por largo
tiempo a corticoterapia o administración de deferoxamina. Otros mohos hialinos, como
Aspergillus y Fusarium, son causas ocasionales de la enfermedad.

ETIOLOGÍA (1)

RNS aguda: la etiología viral es más frecuente y los virus aislados son:

- Rhinovirus 15%

- Influenza 5%

- Parainfluenza 3%

- Adenovirus 2%

- Virus Sincicial Respiratorio

Otros:

- Coronavirus

- Metaneumovirus

- Virus del sarampión

NIÑOS

- Streptococcus pneumoniae 21-33%

- Haemophilus influenzae no tipificable 31-32%

- Moraxella catarrhalis 8-11%

- Anaerobios 2-5%

- Sin desarrollo bacteriano 29%

ADULTOS

- Streptococcus pneumoniae 38%

- Haemophilus influenzae no tipificable 36%

- Moraxella catarrhalis 16%

- Staphylococcus aureus 13%

- Streptococcus pyogenes 4%

- Otros 4%

- Sin desarrollo bacteriano 36%


Manifestaciones clínicas

La mayor parte de los casos de sinusitis aguda surge después de URI viral o junto con ella y es
difícil diferenciar los signos clínicos de una y de otra. Una proporción importante de individuos
con resfriados tienen inflamación de los senos, aunque, como se mencionó, la sinusitis
bacteriana verdadera complica sólo 0.2 a 2% de tales infecciones virales. Entre las
manifestaciones comunes iniciales de la sinusitis están expulsión de secreciones nasales y
congestión de vías nasales, dolor facial a la presión y cefalea. A menudo se considera que la
secreción purulenta, espesa u oscura de las vías nasales denota sinusitis bacteriana, pero
también aparece en los comienzos de las infecciones virales como la del resfriado común y no
es específica de las infecciones bacterianas. Otros signos inespecíficos comprenden tos,
estornudos y fiebre. La sinusitis bacteriana a veces se acompaña de odontalgia que suele
afectar los molares superiores y también de halitosis (mal aliento).

En la sinusitis aguda, el dolor espontáneo o la presión suele localizarse en el seno afectado (en
particular el maxilar superior) y empeora cuando la persona flexiona la cintura hacia delante o
está en decúbito dorsal. Las manifestaciones de sinusitis esfenoidal o etmoidal avanzada, a
pesar de ser inusuales, tal vez sean intensas e incluyen dolor frontal o retroorbitario intenso
que irradia al occipucio, trombosis del seno cavernoso y signos de celulitis orbitaria. La sinusitis
focal aguda es poco común, pero hay que pensar en ella, por la afectación del seno maxilar
superior y la fiebre en individuos con síntomas intensos, sea cual sea la duración de la
enfermedad. De forma similar, el cuadro clínico inicial en individuos con sinusitis frontal
avanzada puede comprender el llamado tumor congestivo de Pott en que hay hinchazón de
partes blandas y edema blando sobre el hueso frontal, con un absceso subperióstico. Entre las
complicaciones de la sinusitis que a veces son letales están la meningitis y los abscesos
epidurales y cerebrales.

El cuadro inicial de la rinosinusitis micótica aguda, suele incluir síntomas que dependen de
efectos congestivos, en particular si la infección se ha propagado a las órbitas y al seno
cavernoso. Con frecuencia surgen signos, como hinchazón y celulitis orbitaria, proptosis, ptosis
y disminución de los movimientos extraoculares, así como dolor retroorbitario o periorbitario.
Asimismo, de modo habitual surgen úlceras nasofaríngeas, ectasia y cefaleas y, en casos más
avanzados, se ha descrito afectación de los pares craneales V y VII. En la exploración a veces se
detecta erosión de huesos. A menudo el cuadro al parecer no es muy grave a pesar de la
naturaleza evolutiva rápida de las infecciones en cuestión.

Los individuos con sinusitis aguda de origen nosocomial muchas veces están en estado crítico
y, de este modo, no presentan los signos clínicos corrientes de la sinusitis. Sin embargo, hay
que sospechar la identidad del trastorno, es decir, cuando una persona hospitalizada que tiene
factores de riesgo apropiados (p. ej., intubación nasotraqueal) termina por mostrar fiebre sin
ninguna otra causa manifiesta.

Diagnóstico

Por lo regular, es difícil diferenciar entre la rinosinusitis viral y la bacteriana, en el entorno


extrahospitalario, ante la escasa sensibilidad y especificidad de las manifestaciones clínicas
habituales. Una manifestación clínica que se ha utilizado para orientar en las decisiones
diagnósticas y terapéuticas es la duración de la enfermedad. La sinusitis bacteriana aguda es
poco frecuente en individuos cuyos síntomas han persistido por menos de 10 días y, por esa
razón, los grupos de expertos han recomendado reservar tal denominación a individuos con
“síntomas persistentes” (por más de 10 días en adultos o más de 10 a 14 días en niños),
acompañados de tres signos cardinales, como secreción purulenta por vías nasales,
obstrucción de vías nasales y dolor facial. Incluso en individuos que cumplen con los criterios
anteriores, sólo 40 a 50% tiene sinusitis bacteriana verdadera. No se recomienda en la parte
aguda de la enfermedad usar tomografía computarizada (CT, computed tomography) ni
radiografía de senos nasales, en particular en el comienzo de la enfermedad (es decir, antes de
10 días), dada la elevada prevalencia de anormalidades similares en individuos con
rinosinusitis viral aguda. En la valoración de la sinusitis persistente, recurrente o crónica, la CT
de los senos paranasales es el estudio radiográfico más indicado.

Por medio de la anamnesis y los antecedentes, el ambiente o ambos elementos, a menudo se


identifican casos de sinusitis aguda por bacterias anaerobias, sinusitis micótica aguda o
sinusitis de origen no infeccioso (p. ej., la de tipo alérgico). En el caso de un paciente
inmunodeprimido con sinusitis micótica aguda, es necesaria la exploración inmediata por parte
de un otorrinolaringólogo. Un patólogo debe estudiar fragmentos de biopsia de las zonas
afectadas en busca de elementos de hifas del hongo e invasión hística. Los casos en que se
sospeche sinusitis aguda de origen nosocomial deben ser confirmados por medio de la CT de
senos paranasales. El tratamiento debe orientarse al microorganismo patógeno, razón por la
cual hay que obtener material de aspiración de los senos para cultivo y pruebas de
susceptibilidad (antibiogramas), de ser posible, antes de administrar el tratamiento con
antimicrobianos.

RNS aguda viral (resfriado común): síntomas leves o moderados que se resuelven antes de 10
días.

RNS aguda bacteriana:

- Persistencia de los síntomas por más de 10 días.

- Empeoramiento de los síntomas al 5 o 6 día de la enfermedad.

- Inicio con síntomas severos: fiebre alta o rinorrea purulenta por 3 días consecutivos.

RNS aguda recurrente: episodios de RNS aguda que se resuelven completamente y el paciente
persiste asintomático por al menos 10 días, pero se repiten 3 o más veces al año.

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