Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
UAPA
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA CLINICA
PRESENTACION
Nombre:
Norman Paulino
Matricula:
14-7961
Carrera:
Psicología Clínica
Materia:
Psicofarmacología
Trabajo:
Actividad 2
Profesor/a:
Los hipnóticos son fármacos que se utilizan para producir efectos de somnolencia en las
personas. De este modo, constituyen medicamentos que permiten tratar alteraciones y
trastornos del sueño.
El grupo de fármacos hipnóticos se encuentra estrechamente relacionado con el grupo de
medicamentos sedantes. De hecho, la mayoría de hipnóticos producen también efectos
sedantes.
No obstante, los fármacos sedantes tienen como principal objetivo terapéutico reducir la
ansiedad, generar sensaciones analgésicas y promover la calma. En cambio, la principal
acción que producen los fármacos hipnóticos consiste en generar somnolencia.
En la actualidad, los hipnóticos son sustancias que se utilizan principalmente para inducir el
sueño, motivo por el cual se les conoce popularmente como somníferos.
En el presente artículo se exponen los 10 fármacos hipnóticos más importantes que existen
hoy en día, y se revisan las características principales de cada uno de ellos.
Los hipnóticos son sustancias psicotrópicas psicoactivas que inducen somnolencia y sueño
en la persona que lo consume.
Es preciso tener en cuenta que a pesar de que la principal función de estas sustancias es
terapéutica, los hipnóticos pueden utilizarse también como droga de abuso, ya que muchos
de ellos genera adicción si se realiza un uso regular.
En la actualidad, las hipnóticos engloban una gran variedad de sustancias. De hecho, todos
los fármacos que realizan la acción de inducir somnolencia pueden catalogarse como
hipnóticos.
Tipos de hipnóticos
Los hipnóticos puede clasificarse, de forma general, en dos grandes categorías: los
hipnóticos orales y hipnóticos intravenosos.
Los hipnóticos orales, tal y como su nombre indica, se caracterizan por administrarse por vía
oral. Suelen emplearse para el tratamiento del insomnio grave y deben ser consumidos
siempre bajo prescripción médica.
Así mismo, resulta conveniente no abusar de este tipo de sustancias ya que pueden generar
adicción, por lo que se suele recomendar emplear los fármacos hipnóticos con cautela y
añadir otras herramientas terapéuticas en el tratamiento del insomnio como el desarrollo
de buenos hábitos de sueño, patrones de preparación para el sueño, estrategias de
relajación o terapia psicológica.
Por su parte, los hipnótico intravenosos e inhalatorios son sustancias que se emplean para
la realización del acto anestésico y durante la sedación en ambiente hospitalario.
1- Barbitúricos
Los barbitúricos son una familia de fármacos derivados del ácido barbitúrico. Actúan como
depresores del sistema nervioso central y su ingesta genera una amplia gama de efectos
sobre el funcionamiento cerebral.
Los efectos de los barbitúricos pueden ir desde la sedación suave hasta la anestesia total.
Así mismo, actúan como ansiolíticos y como anticonvulsivos.
Los barbitúricos se caracterizan también por generar un potente efecto hipnótico a nivel
cerebral. Su consumo produce sensaciones de somnolencia y disminuye el estado de alerta
de la persona.
Constan de sustancias liposolubles, por lo que se disuelven con facilidad en la grasa del
organismo. Los barbitúricos traspasan con facilidad la barrera hematoencefálica y se
introduce en las regiones cerebrales.
A nivel cerebral, los barbitúricos actúan impidiendo el flujo de iones de sodio entre neuronas
y favoreciendo el flujo de iones de cloruro. Se acoplan a los receptores GABA del cerebro y
aumentan la acción del neurotransmisor.
2- Propofol
No obstante, el empleo de este fármaco puede ocasionar efectos secundarios, tales como
depresión cardiorespiratoria, amnesia, mioclonías, dolor en la región corporal de
administración y reacciones alérgicas en personas sensibles a sus componentes.
3- Etomidato
Los efectos cardiovasculares del etomidato son mínimos y como efectos secundarios
presenta dolor en la administración intravenosa y supresión suprarrenal.
5- Ketamina
Este hecho hace que los centros superiores no puedan percibir estímulos auditivos, visuales
o dolorosos sin generar depresión respiratoria. Con el consumo de ketamina los ojos
permanecen abiertos con una mirada perdida.
En contrapartida, la ketamina es una sustancia que cada vez se utiliza más con finalidad es
recreativas. En este sentido, la ketamina se comercializa bajo el nombre de “Polvo K”.
Su uso suele generar adicción, por lo que cada vez son más numerosos los casos de abuso
de ketamina. Así mismo, en ciertos casos el consumo de esta sustancia se suele combinar
con psicoestimulantes, tales como la cocaína o la metanfetamina.
6- Benzodiacepinas
Las benzodiacepinas son fármacos psicotrópicos que actúan sobre el sistema nervioso
central. Su consumo produce principalmente efectos sedantes, hipnóticos, ansiolíticos,
anticonvulsivos, amnésicos y miorrelajantes.
En este sentido, las benzodiacepinas son unos de los medicamentos más utilizados en salud
mental, principalmente para tratar la ansiedad, el insomnio, alteraciones afectivas, epilepsia,
abstinencia alcohólica y espasmos musculares.
Así mismo, se utilizan en ciertos procedimientos invasivos como la endoscopia con el objetivo
de reducir el estado ansioso de la persona e inducir sedación y anestesia.
Cuando alcanzan las regiones cerebrales, las benzodiacepinas actúan como agentes
depresores del sistema nervioso de una forma más selectiva que los barbitúricos.
Estos fármacos se acoplan a los receptores específicos para las benzodiacepinas del
sistema nervioso central, los cuales forman parte del complejo ácido gamma-aminobutírico
(GABA).
En este sentido, las benzodiacepinas presentan una acción similar a la de los barbitúricos
pero con efectos más específicos. Por este motivo, en la actualidad son medicamentos
mucho más seguros que generan menos efectos secundarios y que se utilizan más
frecuentemente en la medicina.
Por lo que respecta su papel hipnótico, las benzodiacepinas pueden resultar útiles para el
tratamiento a corto plazo del insomnio. Su administración está recomendada solo para un
periodo de dos a cuatro semanas debido al riesgo que presentan estos fármacos de generar
dependencia.
7- Análogos de benzodiacepinas
Sus efectos principales se caracterizan por generar una alta conservación de la arquitectura
del sueño y bajos efectos miorrelajantes. Así mismo, estas sustancias presentan un elevado
potencial del dependencia si se utilizan a largo plazo.
Para el tratamiento del insomnio, en la actualidad existe cierta controversia sobre sí los
análogos de benzodiacepinas son más o menos eficaces que los fármacos
benzodiacepínicos.
La melatonina es una hormona que se sintetiza a partir del aminoácido esencial de triptófano.
Se genera principalmente en la glándula pineal y participa en varios procesos celulares,
neuroendocrinos y neurofisiológicos.
La principal acción de esta hormona consiste en regular el estado de sueño y vigilia. Está
en parte regulada por la iluminación exterior y presenta niveles de actividad bajos durante el
día y altos durante la noche.
9- Antihistamina
Los fármacos antihistamínicos son sustancias que sirven principalmente para reducir o
eliminar los efectos de las alergias. Actúan a nivel cerebral bloqueando la acción de la
histamina a través de la inhibición de sus receptores.
Por este motivo, estos fármacos se utilizan hoy en día también con fines sedativos y algunos
antihistamínicos como la difenhidramina o la doxilamina se emplean para el tratamiento del
insomnio.
10- Antidepresivos y antipsicóticos