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Opinión
T.D.: 11681388
OPINIÓN Nº 243-2017/DTN
1. ANTECEDENTES
Antes de iniciar el desarrollo del presente análisis, es necesario precisar que las
consultas que absuelve este Organismo Técnico Especializado son aquellas referidas al
sentido y alcance de la normativa de contrataciones del Estado, planteadas sobre temas
genéricos y vinculados entre sí, sin hacer alusión a asuntos concretos o específicos, de
conformidad con lo dispuesto por el literal o) del artículo 52 de la Ley de
Contrataciones del Estado, Ley N° 30225 (en adelante, la “Ley”), y la Tercera
Disposición Complementaria Final de su reglamento, aprobado mediante Decreto
Supremo Nº 350-2015-EF (en adelante, el “Reglamento”).
2. CONSULTA1 Y ANÁLISIS
1 En atención a la competencia conferida a la Dirección Técnico Normativa, se han revisado las consultas planteadas
por el solicitante, a efectos de verificar el cumplimiento de los requisitos previstos en el Procedimiento N° 90 del
TUPA del OSCE “Consultas del sector privado o sociedad civil sobre la normativa de contrataciones del Estado”;
advirtiéndose que la primera consulta está referida a si una Entidad puede modificar unilateralmente las condiciones
previstas en las Bases integradas de un proceso de selección, con ocasión de la suscripción de un contrato (es decir,
durante el proceso de selección); mientras que la segunda y tercera -respectivamente-, están orientadas a determinar
si, durante la ejecución del contrato derivado de dicho proceso de selección, cabe declarar la nulidad del contrato, y
en ese escenario, si en virtud de la declaración de nulidad del contrato, el contratista ya no se encontraría obligado a
ejecutar las prestaciones a su cargo. Por tanto, al estar referidas la primera y las dos últimas consultas, a etapas
distintas del proceso de contratación, y al estar planteadas -estas últimas- sobre la base de un escenario particular
que corresponde ser evaluado por las autoridades competentes, solo se absolverá la primera consulta.
por tanto, será absuelta bajo los alcances de dicho cuerpo normativo (en adelante, la
“anterior normativa de contrataciones del Estado”).
2.1.2 Ahora bien, una vez que era aprobado el Expediente de Contratación, el Titular de
la Entidad, o el funcionario a quien se le hubiera delegado esta atribución, debía
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Ahora bien, resulta pertinente precisar que si bien las Bases del proceso de
selección debían recoger a detalle -entre otros conceptos- las condiciones de la
contratación, podía ocurrir que éstas contemplaran información imprecisa,
incongruente o defectuosa, ante lo cual, los participantes de dicho proceso podían
solicitar su aclaración mediante consultas o, incluso, cuestionarlas mediante
En este punto, cabe anotar que si bien correspondía al Comité Especial absolver
las consultas u observaciones a las Bases del proceso de selección, no era de su
competencia definir las condiciones de la contratación, pues ello era
responsabilidad del área usuaria de la Entidad; en ese sentido, el Comité Especial
no podía modificar dicha información de oficio, aun cuando fuera a propósito
de una consulta u observación planteada por un participante.
2.1.4 Efectuadas las precisiones precedentes, resulta oportuno señalar que en el marco
de lo dispuesto por la anterior normativa de contrataciones del Estado, una vez
que la Buena Pro quedaba consentida o administrativamente firme5, tanto la
Entidad como el postor ganador, estaban obligados a suscribir el contrato, el
5 De acuerdo a lo establecido en el primer párrafo del artículo 137 del anterior Reglamento.
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mismo que debía celebrarse por escrito y ajustarse a la proforma incluida en las
Bases con las modificaciones aprobadas por la Entidad durante el proceso de
selección, según lo establecido en el artículo 35 de la anterior Ley.
Al respecto, el artículo 142 del anterior Reglamento establecía que “El contrato
está conformado por el documento que lo contiene, las Bases Integradas y la
oferta ganadora, así como los documentos derivados del proceso de selección que
establezcan obligaciones para las partes y que hayan sido expresamente
señalados en el contrato”. (El subrayado es agregado). Asimismo, conforme al
citado artículo, el contrato es obligatorio para las partes.
Por tanto, considerando que el contrato debía ajustarse, entre otros documentos
derivados del proceso de selección que contenían obligaciones para las partes, a
las Bases integradas, y que éstas últimas constituían las reglas definitivas del
proceso de selección -no pudiendo ser modificadas por autoridad administrativa
alguna, según lo previsto en el artículo 59 del anterior Reglamento-, la Entidad
no podía modificar unilateralmente las condiciones contractuales con ocasión de
la suscripción del contrato; bajo responsabilidad del Titular de la Entidad.
3. CONCLUSIÓN