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Gérard Genette Figuras III,

Capítulos 4 Modo y 5 Voz

 Capítulo 4 Modo
 La Función del relato es la de contar una historia, por tanto, de <<referir>> hechos
(reales o ficticios), su modo único o, al menos, característico no puede ser en rigor
sino el indicativo.
 Littré define el sentido gramatical de modo: nombre dado a las diferentes formas del
verbo empleadas para afirmar más o menos la cosa de que se habla y para expresar
los diferentes puntos de vista desde los que se considera la existencia o la acción».
 Modo Narrativo: la <<representación>> o, más exactamente, la información
narrativa tiene sus grados; el relato puede aportar al lector más o menos detalles, y
de. Forma más o menos directa, y parecer así mantenerse a mayor o menor distancia
de lo que cuenta; puede también graduar la información que ofrece, no ya mediante
esa especie de filtrado uniforme, sino según las capacidades de conocimiento de tal
o cual participante en la historia (personaje o grupo de personajes), cuya
<<visión>> o <<punto de vista>>, adoptará o fingirá adoptar <<distancia>> y
<<perspectiva>> así denominadas y definidas provisionalmente, son las dos
modalidades esenciales de esa regulación de la información que es el modo; como
la visión que tengo de un cuadro depende, en precisión, de la distancia que de él me
separe y, en amplitud, de mi posición respecto de determinado obstáculo parcial que
lo oculte más o menos.
 El relato de acontecimientos siempre es relato, es decir, transcripción de lo
(supuesto) no verbal en verbal: su mimesis no será, pues, nunca sino una ilusión de
mimesis, dependiente como toda ilusión de una relación eminentemente variable
entre el emisor y el receptor.
 Distinguiremos tres estados de discurso (pronunciado o “interior") del personaje,
refiriéndolos a nuestro objeto actual que es la <<distancia>> narrativa.
1. El discurso narrado o contado es, evidentemente, el estado más distante y, en
general, más reductor.
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2. El discurso transpuesto, en estilo indirecto: “' Dije a mi madre que tenía que
casarme con A1bertine” (discurso pronunciado), “pensé que tenía que casarme
con Albertine” (discurso interior). Esta forma aunque un poco más mimética
que el discurso contado y, en principio, capaz de exhaustividad, no da nunca al
lector ninguna garantía y sobre todo ningún sentimiento de fidelidad literal a
las palabras <<realmente>> pronunciadas.
3. La forma más mimética es, evidentemente, la que rechaza Platón, en que el
narrador finge ceder literalmente la palabra a su personaje. Ese discurso
restituido, de tipo dramático, es el que adopta, desde Homero, el género
narrativo “mixto” que es la epopeya –y que después sería la novela- como
forma fundamental del dialogo (y del monologo).
 El discurso “estilizado” es la forma extrema de la mimesis de discurso, en que el
autor “imita a su personaje no sólo en el contenido de sus palabras, sino también en
esa literalidad hiperbólica que es la de parodia, siempre un poco más idiolectal que
el texto auténtico, como la “imitación” es siempre una carga por acumulación y
acentuación de los rasgos específicos.
 Tipología de tres términos:
1. El primero de los cuales corresponde a lo que la critica anglosajona llama el
relato con narrador omnisciente y Pouillon “visión por detrás” y que
Todorov simboliza mediante la fórmula Narrador > Personaje -> Relato no
focalizado o de focalización cero.
2. En el segundo, Narrador = Personaje: es el relato con “punto de vista
según Lubbock, o con “campo limitado”, según Blin, la “Visión con”, según
Pouillon. -> Relato de focalización interna, ya sea fija, variable o múltiple.
3. En el tercero, Narrador < personaje: es el relato “objetivo” o “conductista”,
que Pouillon llama “visión desde fuera”. -> Relato con focalización externa.
 El criterio de focalización no se mantiene necesariamente constante en toda la
duración de un relato.
 La distinción entre los diferentes puntos de vista no siempre es ·tan clara como
podríamos creer, si sólo tuviéramos en cuenta los tipos puros.
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 Un cambio de focalización sobre todo si está aislado en un contexto coherente,


puede analizarse también como una infracción momentánea al código que rige
dicho contexto, sin que por ello resulte impugnada la existencia de dicho código.
 Llamaré en general alteraciones a esas infracciones aisladas cuando la coherencia
de conjunto sigue siendo, sin embargo, bastante fuerte para que el concepto de
modo dominante sigua siendo pertinente.
 Los dos tipos de alteración concebibles consisten bien en dar menos información de
la que en principio es necesaria, bien en dar más de la que en principio autoriza el
código de focalización que rige el conjunto.
 La omisión lateral o paralipsis.
 Paralepsis: no dejar una información que habría que tomar, sino, al contrario, de
tomar y dar una información que se debería dejar.

 Capitulo 5 Voz
 Recogiendo los términos conocidos de Benveniste, podernos decir que la historia va
acompañada aquí por una parte del discurso y no es demasiado difícil mostrar que
prácticamente siempre es así.
 “Aspecto”, dice Vendryes “de la acción verbal considerada en sus relaciones con el
sujeto”, sujeto que aquí no es sólo el que realiza o sufre la acción, sino también el
que (el mismo u otro) la transmite y eventualmente todos los que participan, aunque
sea pasivamente en esa actividad narrativa.
 Una situación narrativa como cualquier otra es un conjunto complejo en el que el
análisis o simplemente la descripción, no puede distinguir sino desgarrando un
tejido de relaciones estrechas entre el acto narrativo, sus protagonistas, sus
determinaciones espaciotemporales, su situación con las demás relaciones narrativas
implicadas en el mismo relato, etc.
 La principal determinación de la instancia narrativa es su posición relativa respecto
de la historia. Parece evidente que la narración no puede ser sino posterior a lo que
cuenta, pero esta evidencia queda desmentida· desde hace muchos siglos por la
existencia del relato “predictivo” en sus diversas formas (profética, apocalíptica,
oracular, astrológica, quiromántica, cartomántica, oniromántica, etc).
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 Habría que distinguir, pues, desde el simple punto de vista de la posición temporal
cuatro tipos de narración: ulterior (posición clásica del relato en el pasado, sin duda
la más frecuente con gran diferencia), anterior (relato predictivo, generalmente en el
futuro pero que nada impide condecir al presente), simultánea (relato en el presente
contemporáneo de la acción) e intercalada (entre los momentos de la acción).
 La estrecha proximidad entre historia y narración produce aquí, la mayoría de las
veces, un efecto muy sutil de roce entre el ligero desfase temporal del relato de
acontecimiento y la simultaneidad absoluta ·en la exposición de los pensamientos y
los sentimientos.
 La instancia narrativa de un relato primero es por definición extradiegética, como la
instancia narrativa de un relato segundo (metadiegético) es por definición diegética,
etc.
 El relato en segundo grado es una forma que se remonta a los orígenes mismos de la
narración épica.
 Tipos de relación que pueden unir el relato metadiegético al relato primero en el que
se insertan.
1. El primer tipo es una causalidad directa entre los acontecimientos de la
metadiégesis y los de la diégesis, que confiere al relato segundo una función
explicativa.
2. El segundo tipo consiste en una relación puramente temática, que no
entraña, pues, ninguna continuidad espaciotemporal entre metadiégesis y
diégesis: relación de contraste o de analogía.
3. El tercer tipo no entraña ninguna relación explícita entre los dos niveles de
la historia: es el propio acto de narración el que desempeña una función en la
diégesis, independientemente del contenido metadiegético: función de
distracción, y/u obstrucción.
 El paso de un nivel narrativo al otro no puede asegurarse en principio sino por la
narración, acto que consiste precisamente en introducir en una situación, por medio
de un discurso, el conocimiento de otra situación. Toda otra forma de tránsito es, si
no siempre imposible, al menos siempre transgresiva.
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 Si definimos, en todo relato, el estatuto del narrador a la vez por su nivel narrativo
(extradiegético o intradiegético) y por su relación con la historia (heterodiegético u
homodiegético), podemos representar mediante un cuadro con doble entrada los
cuatro tipos fundamentales de estatuto del narrador: 1) extrddiegético-
heterodiegético, paradigma: Homero narrador en primer grado que cuenta una
historia de la que está ausente; 2) extradiegético-homodiegético paradigma: Gil
Bias, narrador en primer grado que cuenta su propia historia; 3) intradiegético-
heterodiegético, paradigma: Scheherazade, narrador en segundo grado que cuenta
historias de las que suele estar ausente; 4) intradiegético-homodiegético,
paradigma: Ulises en los Cantos IX a XII, narrador en segundo grado que cuenta su
propia historia.
 Como el narrador, el narratario es uno de los elementos de la situación narrativa y
se sitúa necesariamente en el mismo nivel diegético; es decir, que a priori no se
confunde más con el lector (ni siquiera virtual) de lo que se confunde
necesariamente en narrador con el autor.

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