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FACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

PSICOLOGÍA FORENSE

INFORME

“PSICOLOGÍA FORENSE EN LATINOAMERICA”

AUTORES:

Chorres Urbina Leonardo

Rodriguez Miguel Emelyn

Roldan Vera Elizabeth

Zavaleta Hoyos Maria

ASESORA:

María de los Angeles Cordero Medina

Nuevo Chimbote- Perú

2018

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INDICE

LA PSICOLOGIA FORENSE EN LATINOAMERICA……………………………………………………….……3

1. LA PSICOLOGIA FORENSE EN ARGENTINA……………………………………………….………..3


1.1. EVOLUCIÓN HISTORICA……………………………………………………………………………..3
1.2. MARCO LEGAL……………………………………………………………………………………….…..6
2. LA PSICOLOGIA FORENSE EN BOLIVIA……………………………………………………………….7
2.1. EVOLUCIÓN HISTORICA………………………………………………………………………..……8
2.2. MARCO LEGAL……………………………………………………………………………………………8
3. LA PSICOLOGIA FORENSE EN CHILE………………………………………………………………...10
3.1. DESARROLLO ACTUAL……………………………………………………………………………...10
3.2. MARCO LEGAL………………………………………………………………………………………….11
4. LA PSICOLOGIA FORENSE EN COLOMBIA…………………………………………………….….13
4.1. EVOLUCIÓN HISTORICA………………………………………………………………………..….13
4.2. DESARROLLO ACADÉMICO………………………………………………………………….…..14
5. LA PSICOLOGIA FORENSE EN MEXICO………………………………………………………….…14
5.1. EVOLUCIÓN HISTÓRICA……………………………………………………………………………14
5.2. MARCO LEGAL…………………………………………………………………………………………15

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LA PSICOLOGIA FORENSE EN LATINOAMERICA

En Latinoamérica la psicología forense se abrió paso a través de un largo camino


originario de Estados Unidos y Europa cuyos pobladores tienen actualmente mayor
conciencia del papel que desempeña este profesional dentro del ámbito judicial dando
paso a creación de centros especializados a la formación de manera disciplinaria de la
misma, como también de promover los estudios e investigaciones, difundiendo y
centralizando los aportes obtenidos.

Actualmente se habla de un mayor número de profesionales aficionados a esta rama


(psicólogos forenses) ejerciendo dentro de los tribunales como parte de algún
gabinete, procuraduría, asesoría o integrando una lista de peritos oficiales siendo
reconocidos por un sector del poder judicial y abalados por jueces que apoyan la
interdisciplinaridad despertado un alto grado de confianza en la idoneidad de su
práctica producto de la credibilidad de sus informes, asesorías o peritajes, aunque aún
existan algunos sectores de la justicia que no los acoge.

Cabe resaltar que hay una fuerte conexión de esta rama con sus orígenes europeos
(psiquiatría europea) según Benítez (2001). Por lo tanto, es preciso resaltar la labor
ejercida por la Asociación Iberoamericana de Psicología Jurídica (AIPJ) que fomenta el
intercambio de ideas, experiencias entre profesionales de diversos lugares de
Iberoamérica ayudando a su desarrollo a través de congresos internacionales como el I
Congreso: Santiago de Chile- Chile (1995), II Congreso: La Habana- Cuba (1997), III
Congresos: San Paulo- Brasil (1999) y el IV Congreso: Madrid- España (2001).

1. LA PSICOLOGIA FORENSE EN ARGENTINA

Para García (2001) la evolución que ha tenido la psicología forense en Argentina es


en comparación a su evolución en estados unidos, por mucho, más pobre en su
producción y/o investigación, aunque actualmente es el país donde se le da más
importancia dentro del área judicial.

1.1. EVOLUCIÓN HISTORICA

Creación de la primera revista sobre forense en castellano (revista criminal)


en la ciudad de Buenos Aires en 1873; en 1885 se dio el I Congreso de
Antropología criminal, instauración de cátedras de universitarias, la
fundación de la Sociedad Antropología jurídica, creándose también los
servicios de antropometría policial siendo representada por Vucetich con
su sistema de identificación naciendo de este modo la “Criminología
Psiquiátrica” o “Criminología Clínica” (Carey, 2001).

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A principios del siglo XX el positivismo europeo se vuelve más fuerte a
través de José Ingenieros con su libro tratado de psicología y criminología.
Ya en 1903 se crea un laboratorio de psicología Experimental en la clínica
psiquiátrica y Criminológica dirigido por José Ingenieros quien inserto el
concepto de médico-psiquiátrico en las pericias de la justicia proponiendo
así la división de la criminología en “etiología criminal, clínica criminal, y
terapéutica criminal” además de hacer una diferenciación entre la
antropometría de un delincuente con el de un degenerado, se creó la
Oficina de Estudios Médicos Legales dentro de la cárcel Villa Devoto donde
se observaba al delincuente, ya en 1907 se crea la Penitenciaria Nacional
(Instituto de Criminología) cuyo objeto fue el estudio de los internos para
determinar el adecuado tratamiento para su readaptación a la sociedad a
través del análisis de los delincuentes en sus fases psicoorgánicas
(desarrollo físico, intelectual y moral), de las condiciones del ambiente en
el que actuaban y de las causas y evolución del estado psíquico hasta el
momento del delito o condena. Posterior mente se crea el instituto de
clasificación como su sucesor, aunque ya se hayan creado instituciones
similares en diferentes partes del país.

En 1927 en la ciudad de Rosario se instala el doctor Emilio Pizarro Crespo


(medico) quien realizo una diversa producción de textos sobre la clínica
médica no siendo bien aceptadas por su contenido crítico, pero importante
ya en 1939 se auto domina Medico psicólogo en su libro “Psicología y
psicoprofilaxis de los delitos” cabe mencionar que aún no existía la
Psicología como titulación académica.

Entre el periodo de 1935 a 1950 se publica la Revista de Medicina Legal


dirigida por Raymundo Bosch que incluían elaboraciones periciales. Por
otro lado, en la ciudad de Rosario se crea la primera carrera asociada a la
psicología con el nombre de “Auxiliar de Psicotecnia” cuya duración de
estudios fue de dos años en la Universidad Nacional del Litoral ya en 1955
se da de la carrera de psicología con una duración de cuatro años con un
doctorado luego del primer ciclo y en el último año se llevaba la asignatura
de “Psicología jurídica” aunque estaba prevista para la facultad de derecho
siendo todo esto anulado tras la caída del gobierno peronista ese mismo
año y aunque fue retomado un año después ya con nuevas modificaciones
como cuatro años de estudios para la obtención del título de psicólogo y
cinco años para el de doctor además de ello la asignatura de psicología
jurídica paso a ser parte del quinto año de estudio con una nueva
asignatura llamada “Internado Psiquiátrico, Clínico o Penal”
desapareciendo en 1961 sin volverse a retomar en la actualidad y sin

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haberse archivado sus temáticas en las facultades de psicología como en la
de humanidades y artes. (García, 2001)

Para García (2001) Tras el I Congreso Argentino de Psicología en Tucumán


(1954) donde se propone un espacio para la “Psicología Jurídica o Forense”
orientada a las instituciones de Derecho en cuanto las cuestiones
penitenciarias, no fue llevado a la práctica por la carencia de instituciones
que la avalaran, por otro lado, Ibáñez (2001) menciona que en ciertos
gabinetes auxiliares de la justicia se adoptó de manera formal las
oportunas intervenciones de los profesionales de la psicología creándose
así la Asociación De Psicólogos Forenses de la República Argentina (APFRA)
el 21 de Julio de 1989 en respuesta a las inquietudes y la necesidad de
respaldo de los profesionales psicólogos de quince provincias y dela capital
federal cuyo primer presiente fue el actual psicólogo forense de San Carlos
de Bariloche Óscar Benítez, iniciándose así un ciclo de especializaciones
profesionales a cuenta propia ya que ninguna universidad de Argentina las
bridaba (Blanes, 2001)

De en adelante empezó el desarrollo de la psicología forense


organizándose congresos específicos anuales auspiciados por el APFRA y
publicando la “Revista Psicología Forense”, además de ello la Asociación
Argentina de Estudios e Investigación en Psicodiagnóstico (ADEIP) crea
espacios forenses y legales en sus jornadas. En el año 1997 aparece la
“Revista de Psiquiatría Forense, Sexología y Praxis” de la Asociación
Argentina de Psiquiatras (AAP) quien junto con la APFRA difunden los
avances de la psicología forense. En la actualidad los psicólogos son
reconocidos formalmente como auxiliares de la justicia ubicándolos al nivel
de los demás profesionales de las practicas judiciales bajo el rol de peritos.

Un perito psicólogo puede desarrollarse como Perito Oficial (trabajando en


un juzgado, en una asesoría pericial o en una asesoría de menores y formar
parte del cuerpo orgánico administrativo de la justicia); Perito de Oficio (a
través de un contrato para la producción de un dictamen o informe pericial
previa inscripción en las listas de “turno de oficio” de las distintas cámaras)
y Consultor Técnico (psicólogo propuesto por alguna de las partes para
brindar asesoramiento profesional en un caso determinado).

Cabe resaltar que el juez puede requerir la participación del Perito Oficial
en distintas dependencias judiciales a través de los nombramientos de la
Suprema Corte de Justicia integrando de esta forma el Cuerpo Técnico de
la Oficina Médico Forense bajo el termino de auxiliar. Por otro lado, en los
lugares que aún no se ha logrado institucionalizarlos, los psicólogos son
reconocidos mediante designaciones provisionales en Organismos

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Gubernamentales no judiciales a través de asistencial institucional o
asesoramiento especializado a los estrados judiciales y a los organismos
dependientes (servicios penitenciarios, instituciones de la salud mental, la
promoción comunitaria, etc.)

En cuanto al ámbito educativo es en 1985 (27 de setiembre) el senado y la


cámara de diputados dan la ley número 23.277 “el ejercicio profesional de
la psicología” originando la apertura de la carrera de psicología en
diferentes universidades, aunque aún no cuenten con una especialización
en el área forense propiamente dicho, aunque en el Instituto de Psicología
Forense del colegio de psicólogos de Rosario y en las ciudades de Buenos
Aires, La Plata y Córdova se otorga ya desde algunos años un título
proveniente de cursos de actualización para profesionales egresados de
esta rama que permite el ejercicio de la misma como auxiliarles de la
justicia.

1.2. MARCO LEGAL

Como hemos comentado, la evolución de la psicología forense en argentina


ha sido similar a la de España y en parte a la de estados unidos, puesto que
ha debido irse desligando de la piscología clínica primero y luego de la
piscología criminalística, se debe tener en cuenta las diversas leyes y
decretos que se dictaron desde el año 1969 se establecieron sobre los
profesionales psicólogos , los cuales quedaron ubicados como asistentes
de los médicos, como quedo expuesto en la ley núm. 548. Con fecha del 15
de mayo de 1969, en su capítulo X, << De los auxiliares de psiquiatría >> en
donde se indicaba en el artículo 91 que los psicólogos podrían actuar:

• En psicopatología, como colaboradores del médico especializado en


psiquiatría, bajo su indicación, control, supervisión y debiendo limitar su
actuación a la obtención de test psicológicos y a la colaboración en tareas
de investigación.

• En medicina de recuperación o rehabilitación como colaboradores del


médico especializado , además solicitar un autorización previa al consejo
provincial de salud pública y cumplir los requisitos que el mismo
estableciera , como podemos observar la tarea del psicólogo era de
auxiliar del médico y por lo tanto, tampoco podía tener intervenciones en
el ámbito del derecho (Blanes,2001).

Mediante el decreto número 21/72, con fecha del 31 de enero de 1972 , se


especificó que para actuar como colaborador del médico especialista , los
psicólogos debían :

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• Obtener la matriculación referida en el Artículo 5° e dicha ley y su
correspondiente reglamentación.

• Solicitar al consejo provincial de salud pública la correspondiente


autorización con el refrendo del profesional médico, cuyo objetivo era el
esclarecimiento y progreso de la ciencia psicológica mediante la
fundamentación experimental y el perfeccionamiento de métodos e
instrumentos propios de la disciplina , sin asumir características de
intervención terapéutica ( Blanes, 2001)

Con el advenimiento del periodo democrático, a comienzos de la década de


los años 70 se dictó la ley núm.972, con la fecha del 6 de septiembre de
1974, esta ley fue pionera en reconocer el verdadero ámbito de trabajo del
psicólogo.

Esta ley es la primera en indicar esa posibilidad laboral, acotándola dentro


del estudio de la personalidad del sujeto que delinque, de la rehabilitación
del penado, de la orientación psicológica de los liberados y sus familiares ,
de la actuación sobre atenciones grupales, dela prevención del delito de la
realización de peritajes.

A partir del año1984, ya en tiempos democráticos, se dicta la ley orgánica


del poder judicial rionegrino y se establecen en esta provincia los cuerpos
médicos forenses, creándose allí el cargo de <<psicólogo forense>> a los
año 90 cuando se dictan leyes en donde la participación del psicólogo
forenses toma mayor relevancia en el ámbito jurídico, otorgándole así un
mayor reconocimiento a sus tareas. Tales leyes son las referidas a la
violencia familiar. Salud mental, etc.; donde se establecen, de forma
obligatoria; el dictamen de un profesional experto en psicología forense
(Blanes, 2001).

2. LA PSICOLOGIA FORENSE EN BOLIVIA

En Bolivia, al igual que pasa en otros países del continente latinoamericano, la


psicología jurídica, la psicología forense y otras psicologías aplicada al derecho son
poco conocidas. Podemos decir que con la implementación del nuevo código de
procedimiento penal, los estudiantes de derecho están exigiendo que se
contemplen las materias forenses dentro de sus planes de estudio. Por otra parte, la
población está conociendo el desempeño del psicólogo en otras áreas diferentes a
las convencionales (clínica, social, educativa, etc.)

Como lo demuestra el hecho de que a principios del siglo que acabamos de


entrenar se fundara el colegio de psicólogos y desde ahí se están promocionando
seminarios, capacitación y disfunción de la aplicabilidad de estas nuevas

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especialidades de la psicología en el área legal y especialmente de la psicología
forense (Inrustra,2001).

2.1. EVOLUCIÓN HISTORICA

En Bolivia existe un suficiente conocimiento de lo valioso de un peritaje


realizado por un psicólogo forense. Los motivos de esta situación tienen
que ver con una códigos de procedimientos de una gran antigüedad, así
como con la poca importancia asignada a los elementos de apoyo
(Velásquez, 2001)

La figura institucionalizada del psicólogo forense como tal no existe y las


investigaciones sobre están temática en las universidades son casi nulas, en
comparación con otro países latinoamericanos. Sin embargo, han existido
numerosos avances, sino en piscología forense si en criminología, debido a
los cambios y ajustes de la ley del procedimientos criminales de 1858,
donde se agregó a los principios de la prueba judicial otro que libra al sano
criterio de los jueces la apreciación de las pruebas. Esta ley rigió hasta
1973, tras la cual tomo vigencia el siguiente código de procedimiento
penal, dentro del que se incorporaron nuevos órganos de control en la
dinámica de los procesos judiciales, fue el primer paso en el desarrollo de
la figura del psicólogo forense en Bolivia.

Por otra parte, el instituto de investigaciones forenses es un órgano


dependiente administrativo y financiero de la fiscalía general de la
república.

El perfil de los profesionales que son requeridos para este trabajo se


menciona entre otros a especialistas en psicología o psiquiatría forense,
asimismo la nueva ley orgánica del ministerio público , en su artículo q5 ha
constituido el programa de protección de víctimas, testigos y propios
funcionarios, dentro de cual la figura del psicólogo forense está
empezando a tomar una nueva y significativa relevancia (Irusta,2001).

2.2. MARCO LEGAL

A lo largo de la historia del sistema de administración de justicia de Bolivia,


podemos encontrar algunos elementos importantes donde se menciona a
peritos o expertos que datan del año 1972. El libro primero del código de
procedimiento penal, se hace referencia a la enajenación mental, donde
comenta lo siguiente <<El juez podrá ordenar de oficio, a petición del fiscal
o del defensor el reconocimiento médico – psiquiátrico del imputado que
presente síntomas de alguna perturbación mental. Los especialistas,
previo el examen correspondiente elevaran su informe acerca de la salud

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mental del imputado, indicando, en su caso, si la enfermedad es de data
anterior o posterior al hecho delictuoso>>En el segundo libro del código de
procedimiento penal, se hace referencia a los peritajes, desde donde se
condiciona la participación de un perito o experto a cuando se presente un
elemento de convicción que requiera conocimientos especializados.

Actualmente, el sistema judicial penal de Bolivia vive un período de


transición entre el antiguo sistema inquisitivo y el nuevo código de
procedimiento penal en vigencia desde el 31 de mayo de2001, dicho
sistema ha cambiado la forma de composición de las instancias judiciales,
pasando de un procedimiento escrito a otro verbal, es decir, introduce un
elemento naturaleza acusatoria, el juicio oral , que se realiza de forma
pública y contradictoria como elemento central y cumbre del procesos
(Velasquez,2001)

En la actualidad los requisitos para formar parte de un jurado civil no


estipulan nada acerca del estado psicológico de la persona, pero se está
contemplando la necesidad de que los jueces ciudadanos debieran ser
sometidos a una evaluación psicológica , que permita conocer su estado
mental y su capacidad a la hora de distinguir entre el bien y el mal
(Irusta,2001)

Así pues, el nuevo código de procedimiento penal, en su artículo 204


<<pericia>>señala que una pericia se ordenara siempre y cuando sean
necesarios los conocimientos especializados en alguna ciencia, artes o
técnica para poder descubrir o valorar un elemento de prueba.

El artículo 207 del nuevo código de procedimiento penal se menciona a los


consultores técnicos. El consultor técnico puede presenciar la pericia y
hacer observaciones durante su transcurso, sin emitir dictamen, asimismo,
en las audiencias pueden asesorar a las partes en los actos propios de su
función, interrogar directamente a los peritos o a los testigos y concluir
sobre la prueba pericial, pero siempre bajo la dirección de la parte a la que
asisten. Dichos consultores técnicos deben ser especialistas en alguna área
específica, dentro de las que cabe destacar a la psicología, y son
nombrados directamente por la fiscalía , sin necesidad de autorización
judicial (Irusta,2001)

Por lo tanto, vemos que están surgiendo los primeras destellos de un


campo de acción que, lejos de poder denominarse aun con total certeza
como psicología forense , sí que se aleja de las funciones que hasta el
momento eran las típicamente asignadas a los psicólogos , lo cual significa

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la apertura a un nuevo ámbito dentro de la psicología, el cual esperamos y
deseamos que pronto empiece a recoger sus merecidos frutos.

3. LA PSICOLOGIA FORENSE EN CHILE

Con respeto a Europa y a Estados Unidos, la psicología Forense en Chile presenta


ciertos retrasos, ya que el desarrollo de esta rama de la Psicología es aún
rudimentario y los avances producidos hasta el momento se han dado de modo
autodidacta por parte de los profesionales en esta disciplina. (Taboada, 2001).

3.1. DESARROLLO ACTUAL

La presencia de psicólogos en los Juzgados y Tribunales en Chile, es escasa


ya que hasta la fecha su situación ha quedado limitada al ejercicio de perito
externo, donde pueden participar profesionales y las instituciones que son
de apoyo a las labores de los Juzgados. Hasta la fecha sólo se han
incorporado asistentes sociales en el sistema judicial en materia de
violencia familiar y menores. Este último dato es esclarecedor si nos
fijamos en el tipo de pericias más practicadas en la actualidad, ya que un
58% se refiere a causas penales y solo un 42% a causas civiles. Así pues, la
labor del perito psicológico se encuentra apartada para las instituciones de
apoyo, al servicio médico legal y a los psicólogos autónomos que están
acreditados frente a los Tribunales de Justicia. (Taboada 2001). Para ejercer
la Psicología Forense se debe estar en posesión de título de Psicología y
tener conocimiento jurídico de lo que la Ley exige al perito y de cómo
puede transformar sus conocimientos técnicos en aplicaciones jurídicas. En
Chile, el perito cumple su función asesorando al juez a través de informes
individuales, los cuales generalmente vienen a complementar a las pericias
psiquiátricas.

El trabajo oficial del psicólogo forense se halla limitado al campo del


psicodiagnóstico, mediante el uso de test proyectivos y otros instrumentos.
Si bien, esta situación está cambiando en los últimos años en el área del
Derecho de la Familia, donde el ejercicio de la Psicología Forense es un
poco más amplio a pesar de estar referido a un tipo especial de patología.

Por otro lado en Chile, al contrario de lo que sucede en España, la actividad


pericial en el campo de la Psiquiatría y Psicología se halla incluida en un
único instituto que integra además otras áreas de acción de la Medicina

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Forense, facilitando la integración, coordinación y generación de criterios
comunes.

En cuanto a la investigación y docencia dedicada al ámbito forense desde el


punto de vista de las disciplinas de la salud mental, vemos que en la
actualidad no existen cursos de especialidad en universidades o centros de
formación profesional; de esta forma nos podemos dar cuenta que la
Psicología y la Psiquiatría Forense carecen de programas de aprendizaje
formal como subespecialidades, por lo cual los profesionales realizan
capacitaciones parciales en otros terrenos de trabajo, como la
Criminología, la Patología Social, o bien a partir de la experiencia derivada
de su labor con reclusos víctimas de violencia sexual o menores en
situación irregular.

Sin embargo, desde mediados de la década de los años 80 existen grupos


de trabajo en materia de asesoría psicológica en el proceso de
investigación y terapéutico; así tenemos al Centro de Atención a Víctimas
de Atentados Sexuales (CAVAS), el cual está vinculado a la policía de
investigaciones. En el caso del sistema de administración de justicia, el
ministerio tiene entre sus dependencias un servicio especializado en
asesoría médico forense llamado Servicio Médico Legal, el cual tiene tareas
de investigación científica y docencia de pre y postgrado para diversas
universidades asociadas. Este servicio es de distribución nacional y
contempla el trabajo especializado en Tanatología, Toxicología y
Laboratorio Forense, y Psiquiatría Forense. Dentro de esta última área se
incluye la labor de Sexología Forense, Clínica y Lesionología y Psicología
Forense.

Así también, al final de la década de los años 90, la Universidad de Chile


incluyó en el último año de su programa de pregrado una asignatura
denominada “Psicología Jurídica”, y más recientemente, en el año 2002, la
Universidad Diego Portales de Santiago de Chile impartió un diplomado
sobre “Psicología Jurídica y Forense”.

3.2. MARCO LEGAL

El campo de acción habitual para las pericias psicológicas y psiquiatras en


Chile es relativo al Derecho Penal y al Derecho Civil. En cuanto al Derecho
penal, en Chile, los jueces continúan solicitando que la pericia penal
contenga expresamente un pronunciamiento sobre la imputabilidad del
procesado, considerando la existencia o no de algún trastorno mental y la
eventual participación que esa alteración tenga en el comportamiento de

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la persona imputada. De esta forma, el juez puede requerir opinión de los
peritos los cuales deben considerar:

 Un examen médico psiquiátrico para descartar alguna patología capaz de


alterar las capacidades cognitivas o el juicio de la realidad.
 Una evaluación psicológica destinada a valorar los principales rasgos de
personalidad a través de la aplicación de algún test psicodiagnóstico,
siendo el Test de Rorschach el más utilizado en Chile. Además debe incluir
una valoración de inteligencia, donde se puede utilizar la Escala de
Inteligencia de Wechsler (WAIS).
 Una evaluación del nivel de ajuste psicosocial habitualmente realizada por
un asistente social.

Por lo tanto, podemos decir que el trabajo del psicólogo y del psiquiatra
forense en el campo del Derecho Penal se halla condicionado por variables
propias de la antigüedad del instrumento legal. En cuanto al Derecho Civil,
la función de los psicólogos y Psiquiatras forenses se centra en determinar
si una persona está afectada de alguna anomalía capaz de construir alguna
causa de incapacidad legal. Las áreas de acción de esta rama del Derecho
son las siguientes:

 Interdicción: El perito debe evaluar la capacidad civil de una persona, es


decir, la capacidad para gobernar los derechos y deberes que la Ley
contempla para él, por el solo derecho de existir. Por lo general, el
psicólogo forense realiza una evaluación psicométrica de la inteligencia o al
grado de deterioro cognitivo. En este ámbito, el psicólogo se ve enfrentado
a la validez del testimonio que está evaluando; sin embargo en Chile aun
no es posible desarrollar una evaluación sobre la validez de testimonios
aplicable a estándares nacionales.
 Derecho de la Familia: En Chile existen diferentes leyes que contemplan
aspectos relacionados con situaciones como la capacidad para la tutelación
de hijos, el derecho de visita de uno de los padre no custodio o la violencia
familiar. La labor del perito es aquí particularmente difícil, pues muchas
veces se trata de conflictos familiares que se han prolongado durante años,
por lo que los psicólogos forenses que trabajan en el Servicio Médico Legal
han comenzado a evaluar de forma directa estos aspectos por medio del
examen clínico, compartiendo sus funciones con otros peritos psiquiatras,
puesto que la Ley exige que sean dos los profesionales que estén de
acuerdo en las conclusiones de la evaluación, y en caso exista discordia
entre los peritos el caso será analizado por el equipo de la unidad en una
reunión clínica.

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Podemos concluir, afirmando que nos encontramos con un panorama
supuestamente alentador, ya que las condiciones actuales de la evolución y
el desarrollo de la Psicología Forense en Chile probablemente permitirá la
generación de espacios de acción para una ciencia que actualmente no
existe como debe ser.

4. LA PSICOLOGIA FORENSE EN COLOMBIA

Haciendo un paralelismo entre la Psicología Forense en Europa y los Estados Unidos


con la existencia en Colombia, vemos como esta última se encuentra en sus inicios,
pero aunque lento el progreso de esta rama de la Psicología en Colombia es
constante y lo relevante de su función se demuestra en el sistema legal vigente,
donde ha sido aceptada como parte auxiliar de la justicia y tiene un mejor
pronóstico a corto y medio plazo (Hernández, 2001).

4.1. EVOLUCIÓN HISTORICA

Remontándonos a 1934, nos encontramos que el Doctor Uribe Caulla


publica en ese año primera obra, Medicina Legal Psiquiatría la cual ha sido
utilizada durante años para la enseñanza de la Medicina Forense Legal por
sus referencias al quehacer psiquiátrico forense y a las peritaciones sobre
esta temática. Un poco más tarde, en 1948, se crea en Bogotá el Instituto
de Medicina Legal, que por sus primeros años fue dirigido por el psiquiatra
Uribe Cualla, quien impulsó la Psiquiatría Forense como el estudio de la
enfermedad mental y su relación con el delito.

Las décadas de los años 40, 50 y 60 se pueden considerar como un


desarrollo casi nulo el ámbito que nos ocupa, puesto que toda la actividad
forense al servicio de la Justicia giraba en tomo a la Medicina Legal, siendo
los diseñados los doctores Camilo Arango y José Manuel Prada como los
primeros psiquiatras forenses a nivel formal.

A su vez, en 1979 se reconoce, por parte del Congreso, a la Psicologia como


una profesión y secreta el postgrado de “Psiquiatría Forense” (Rodriguez,
2001). Pero será en los primeros años de década de los 80 cuando la
Psicología Forense surja de manera empírica a través de la puesta en
vigencia en el año 1981 del Nuevo Código Penal y de la instauración de los
primeros peritos psicólogos en el Instituto Nacional de Medicina Legal y
Ciencias Forenses de Bogotá. Diez años más tarde, en 1991 se establece la
nueva Constitución Política, desde donde se va a dar validez al peritaje

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psicológico en exclusividad. En la actualidad Psicología Forense se
encuentra enmarcada dentro del sistema legal como auxiliar de la Justicia,
aunque cabe resaltar que la fuerza del ejercicio forense, por parte del
sistema judicial, hace mayor hincapié en las valoraciones efectuadas por
psiquiatras más que en las realizadas por psicólogos, esto se debe a que los
últimos se limitan a la aplicación de las pruebas psicométricas.

4.2. DESARROLLO ACADÉMICO

En lo referente al inicio del desarrollo de la docencia e investigación de la


especialidad forense dentro del marco de la Psicología, nos situamos en los
últimos años de la década de los 70 y primeros de los 80, pues es en esta
época cuando se constituyen las primeras licenciaturas de Psicóloga en
Colombia. A su vez, cabe citar al doctor Ricardo Izquierdo, quien por aquel
entonces era el director del Instituto de Medicina y Ciencias Forenses y
organizo la catedra de “Medicina Legal” en varias universidades de Bogotá.

Ya en la década de los años 90 se crea la Primera rotación de Psiquiatría


Forense para los residentes de postgrado y se establece la catedra de
Psicología Jurídica, en el pregrado de unas universidades de Psicología,
floreciendo algunas investigaciones, seminarios, y congresos relacionados
con tema. Por su parte, en el año 2000, la Universidad Antonio Narino
impartió por primera vez la materia de Psicología Jurídica» (Hernandez,
200). Abriendo el milenio, se crea en 2001 la especialidad de Psicología
Legal y Forense en la Universidad Santo Tomas (y en la actualidad, se está
en el proceso de formar la especialización en Forense por parte de Instituto
de Medicina Legal y Ciencias Forenses en colaboración con la Universidad
Nacional de Colombia (Gómez, 2001).

5. LA PSICOLOGIA FORENSE EN MEXICO

En campo de la ley es un ámbito que aún no ha sido cubierto totalmente por los
profesionales en Psicología en México por lo tanto la evaluación de la psicología
forense está dando sus primeros aunque firmes pasos. En la actualidad México es
por desgracia en único país iberoamericana que no cuenta y/o reconoce la
existencia de esta área aplicada de la psicología.

5.1. EVOLUCIÓN HISTÓRICA

La psicología Forense en México no se ha desarrollado completamente a


pesar de la necesidad de la figura de los psicólogos expertos en temas
forenses por parte de los jueces y de los ministros públicos, entre los
principales motivos que hay que mencionar cabe destacar la falta de
profesionales dedicados específicamente a esta área de la psicología, la

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falta de sistematizado y difusión del trabajo de los psicólogos en este
ámbito. Tampoco se incluyen las materias de Psicología Jurídica en los
planes de estudio de las universidades.

No obstante podemos resaltar algunos atisbos en el nacimiento de las


bases necesarias para el asentamiento de esta disciplina. En México se
produjo un intento de modificación el papel de la Psicología a nivel
penitenciario con los trabajos de Hilda Marchiori, del doctor García
Ramírez y del doctor Rodríguez Manzanera. Estos investigadores
propusieron cambiar el trato ofertado en las cárceles hasta ese momento
dando la oportunidad a los internos de salir, trabajar y regresar
nuevamente a la institución donde se les ofrecía psicoterapia, a partir de
los primeros resultados se observó que los internos presentaban mejores
condiciones psicológicas.

Por otra parte, a nivel académico, actualmente no existen estudios


reglados sobre la Psicología Forense dentro de los planes de estudios
universitarios; lo más cercano a esta rama de la Psicóloga en México son
las maestrías en Ciencias Forenses, las cuales principalmente van dirigidas a
médicos y químicos, y están enfocadas principalmente hacia temática de la
Criminología. De ahí que las dos clasificaciones existentes de las Ciencias
Penales (la de Jiménez de Asua y la de Pavon Vasconcelos), en la primera
no se incluye a la Psicología Forense (únicamente a la Psicología Criminal),
y en la segunda esta queda integrada como una disciplina auxiliar, no
fundamental, junto con la Medicina Legal, Criminalística y la Estadística
Criminal (Lozano, 2001). Por lo tanto nos encontramos con que en la
actualidad se están impartiendo, en su mayor parte por expertos
profesionales venidos de otros países, las primeras promociones de la
Diplomatura o Maestría en la Psicología Jurídica y Criminología.

5.2. MARCO LEGAL

El marco Lega se encuentra en el Código Federal de Procedimientos


Penales y en el Código Penal del Estado de México. Dentro del Código
Federal de Procedimientos Penales en su artículo 220, se asienta que
siempre para el examen de personas hechos u objetos se requieran
conocimientos especiales se procederá a la intervención de peritos y en el
artículo 134 del Código de Procedimientos en Materia Penal se especifica
que siempre que para el debido conocimiento y apreciación de alguna
persona, objeto, hecho o circunstancia importante fueran necesarios o
convenientes conocimientos especiales se dispondría del examen o
informe pericial. De esta forma, el trabajo de los profesionales de la
Psicología está sustentado por la Ley, siendo reconocidos como peritos. Por

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lo tanto el área general del trabajo del psicólogo forense puede incluir el
trabajo directo con jueces federales y estatales así como con agencias del
Ministerio Publico desempeñando la función de expertos en su materia,
por todo lo visto podemos vaticinar que el futuro del psicólogo en el campo
jurídico puede ser de gran trascendencia en México, aunque todavía debe
transcurrir algún tiempo para que dicha especialidad se formalice
totalmente para lo cual se necesita una serie de acciones.

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