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Controversia por la Guajira

Entre signos de mal agüero de que EE.UU. podría estar tratando de desestabilizar el
gobierno venezolano, se remolinea una nueva controversia. William Brownfield,
embajador de EE.UU., señaló recientemente que EE.UU. estudiaría el traslado de su base
aérea militar en Manta, Ecuador, a Colombia. Según el New York Times, un área
mencionada en informaciones posteriores fue la región de La Guajira” cercana a la
frontera venezolana. El ministro de exteriores de Colombia, Fernando Araújo, desmintió
rápidamente que Colombia tuviera algún plan de permitir a EE.UU. que estableciera una
base en La Guajira”.

La controversia no podía haber ocurrido en peores circunstancias.

Ya han aparecido tensiones como resultado de esfuerzos secesionistas en el Estado más


occidental de Zulia que incluye la región la Guajira” venezolana. La oposición a Chávez
en Zulia propuso recientemente un estudio de factibilidad para la potencial
independencia del gobierno federal. Lo que es más, el gobernador de Zulia, Manuel
Rosales, quien perdió contra Chávez en la elección presidencial de diciembre de 2006,
anunció su apoyo a la autonomía de su Estado.

Hablando en su programa semanal en la televisión “¡Aló, Presidente!, Chávez advirtió a


los dirigentes de la oposición que toda actividad hacia la autonomía de Zulia conduciría
a la confrontación. “Aconsejo a aquellos individuos que quieren partir Venezuela en
pedazos que lo piensen muy bien. No toleraremos una fragmentación política de nuestro
país,” declaró, agregando que cualquier intento semejante será enfrentado por la fuerza.
El líder venezolano siguió diciendo que la autonomía de Zulia constituye un “plan
imperial” diseñado y apoyado por EE.UU. para controlar áreas petrolíferas estratégicas.

Región empobrecida, la Guajira es el hogar de los indios Wayúu que van y vienen a
través de la frontera. Es en parte un desierto árido y está sobre la frontera entre
Colombia y Venezuela. Remota desde el punto de vista geográfico, la Guajira ha estado
involucrada históricamente en controversias diplomáticas. En 1928, las autoridades
colombianas estaban tan preocupadas por conjuras secesionistas en la región que la
Cámara de Diputados de Bogotá se reunió en sesión secreta para discutir “acciones de
agentes yanquis en los Departamentos de Santander y Goagira que apuntaban a
provocar un movimiento separatista que, unido con Zulia [en medio de la zona petrolífera
venezolana] formaría la República de Zulia.”

Como resultado de la complicada historia, toda discusión sobre la instalación de una


presencia de EE.UU. en el área, provoca inevitablemente pasiones nacionalistas. Chávez
ha declarado que “No permitiremos que el gobierno colombiano entregue La Guajira al
imperio,” refiriéndose a EE.UU. Al aparecer informaciones en los medios, las autoridades
en la Guajira alzaron sus voces en protesta. Eber Chacón, partidario de Chávez y Alcalde
de Páez, un municipio indígena local, llamó a los wayúu en Colombia y Venezuela a
repudiar intentos de la oposición venezolana de dividirlos con sus “posiciones
autonomistas y separatistas.” Chacón agregó que la instalación de una base de EE.UU.
en La Guajira representaría una amenaza potencial para la seguridad del hemisferio.
La República del Zulia y la secesión en
Venezuela
La historiografía registra al menos seis intentos de separar al occidental estado
Zulia del territorio de Venezuela. Un proyecto del BID puso las bases geográficas y
comerciales de ese nuevo territorio que, junto con dos provincias colombianas,
debía integrar la República del Zulia.

De forma recurrente, cuando se presenta alguna coyuntura política o electoral


importante, se discute sobre la posibilidad de que una provincia de Venezuela se
separe del territorio y se constituya en uno independiente al que todos llaman la
República del Zulia.

Basta una breve búsqueda en Internet para encontrar una cascada de páginas,
blogs y posteos relacionados con el tema y que van desde textos con datos
históricos hasta chistes sobre la posibilidad de separar el territorio.
Se trata de una corriente secesionista que ha sido combatida a lo interno del país
desde hace varias décadas y denunciada de forma sistemática como una
estrategia de potencias extranjeras. Pero ¿es una posibilidad extinguida?

La región
Ubicado en el noroccidente del país, el estado de Zulia, cuya ciudad capital es
Maracaibo, es una de las 24 entidades federales que integran Venezuela. Su
territorio abarca un 6,89% del total nacional y para el año 2015 el Instituto
Nacional de Estadística (INE) calculaba en 3.704.404 la cantidad de habitantes, lo
que la convierte en la provincia más poblada de Venezuela.
El Zulia comparte más de 700 kilómetros de frontera con Colombia, entre ellos
límites con el departamento de La Guajira, conocido por sus reservas de gas
natural, carbón, hulla y oro; y con el Norte de Santander, que aporta a su país
importantes servicios comerciales y de transporte que sustentan la actividad
fronteriza.
Según algunos documentos esta es la zona escogida para crear la República del
Zulia.

Primeros intentos
Un artículo escrito por el intelectual venezolano Luis Britto García enumera una
serie de episodios históricos que delatan la tesis secesionista en el estado Zulia.
Quizá el primer intento se registra en 1678, cuando "el Cabildo marabino y el
capitán general don Francisco de Alberró desconocen la Real Cédula de 1676 que
une las provincias de Maracaibo y Mérida".
Luego, hacia 1869, el entonces gobernador del Zulia, "Venancio Pulgar, se alza
para desconocer al Gobierno Nacional". El presidente de turno, relata Britto
García, "declara al Zulia 'en sublevación a mano armada contra las instituciones
políticas que se ha dado la nación', reconquista Maracaibo y pone en fuga" al
gobernador, que termina refugiado en un barco de guerra británico, de
nombre "Cherub que, por casualidad, observaba el alzamiento", detalla con ironía
Luis Britto.
Estados Unidos
El libro 'Historia y retos del petróleo en Venezuela (Vol.1)' recoge un texto escrito
por Salvador de la Plaza (1896-1970), un dirigente sindical, abogado y político
venezolano que dedicó gran parte de su vida a denunciar la entrega de la
explotación petrolera a las empresas extranjeras.
Para abril de 1965, De La Plaza escribe que ya para 1927 se había elaborado un
plan para "constituir en república independiente al estado Zulia y a los
departamentos Santander y Guajira de Colombia, repetición mejorada de lo que
habían logrado ya con Panamá el 3 de noviembre de 1903".
Y no era una denuncia basada en supuestos. Escribe el político venezolano que
"el proyecto de 'integración fronteriza' [fue] elaborado por su agencia -el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID)- y para cuya 'aprobación' en ambos lados de la
frontera hizo viaje expreso y festinado el Sr. Felipe Herrera", quien a la postre
fuera el creador, fundador y primer presidente del BID.
Salvador de la Plaza estimó que el proyecto del BID no era una apuesta de
Estados Unidos para "ayudar económicamente a Venezuela y a Colombia, sino de
desarrollar una región limítrofe de ambos países, rica en petróleo y otros
productos naturales", que podrían convertirla rápidamente en un nueva nación
"cada vez más dependiente y ensamblada a la economía norteamericana".
Nuevas aspiraciones
Le tocará a Vincencio Pérez Soto, gobernador del estado Zulia para 1916, derrotar
una intentona de secesión "al parecer promovida por las petroleras", según el
recuento de Britto García.
Doce años más tarde, Britto recoge otro evento. En 1928, el financista
estadounidense William Buckley "promueve otro complot aceitero para separar
el Zulia" de Venezuela.
Más recientemente, en el año 2005, justo cuando la prensa mundial daba cuenta
de los violentos incidentes "autonomistas" en la provincia gasífera boliviana de
Santa Cruz, el embajador estadounidense acreditado en Venezuela, William
Bromfeld, de vista en la ciudad de Maracaibo hace alusión a "la República
Independiente y Occidental del Zulia", se lee en el artículo.
Luego en el año 2006, la opinión pública nacional conoce al movimiento
autonomista denominado 'Rumbo Propio', que publicó, además de su manifiesto
de separación, una serie de vallas publicitarias alusivas al secesionismo. A los
miembros de esta organización les fueron abiertas averiguaciones judiciales bajo
el cargo de traición a la patria.
Venezolanidad
Por décadas en el estado Zulia, que tiene unas importantes vetas de extracción
petrolera, sus pobladores se quejaban mantener a todo el país y no recibir
beneficios a cambio.

Una canción tradicional, 'La grey zuliana', considerada un himno en la región,


canta lo siguiente: "Madre mía, si el Gobierno no ayuda al pueblo zuliano tendréis
que meter la mano y mandarlo pa'l infierno". Luego, y refiriéndose a la riqueza
petrolera administrada en Caracas: "Maracaibo ha dado tanto, que debiera de
tener, carreteras a granel, con morocotas [monedas de oro] de canto".
Y no obstante los estrechos nexos existentes entre las oligarquías del estado de
Zulia (Venezuela) y el Norte de Santander (Colombia), ¿por qué no avanzan los
secesionistas?
El historiador venezolano Martín Guedez cree que la respuesta a esa pregunta se
encuentra en "la fortaleza del espíritu amplio venezolanista que comparten los
habitantes de la Patria".

Entrevistado por RT especifica que "aún para los zulianos más ganados por la
idea de la separación, la fuerza de la Patria que fundó Simón Bolívar es tan
imperante que no se han atrevido" a un nuevo movimiento.

Tampoco han conseguido, "más allá de ciertos círculos", que el pueblo llano
asuma que esa prédica los aparte de Venezuela. "Seguimos teniendo un pueblo
zuliano que es espiritualmente amante de su localidad, pero que lo hace desde
una arraigada visión de venezolanidad", apunta el historiador.

¿Será esto suficiente para que no se repitan estos focos secesionistas?

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