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Entre signos de mal agüero de que EE.UU. podría estar tratando de desestabilizar el
gobierno venezolano, se remolinea una nueva controversia. William Brownfield,
embajador de EE.UU., señaló recientemente que EE.UU. estudiaría el traslado de su base
aérea militar en Manta, Ecuador, a Colombia. Según el New York Times, un área
mencionada en informaciones posteriores fue la región de La Guajira” cercana a la
frontera venezolana. El ministro de exteriores de Colombia, Fernando Araújo, desmintió
rápidamente que Colombia tuviera algún plan de permitir a EE.UU. que estableciera una
base en La Guajira”.
Región empobrecida, la Guajira es el hogar de los indios Wayúu que van y vienen a
través de la frontera. Es en parte un desierto árido y está sobre la frontera entre
Colombia y Venezuela. Remota desde el punto de vista geográfico, la Guajira ha estado
involucrada históricamente en controversias diplomáticas. En 1928, las autoridades
colombianas estaban tan preocupadas por conjuras secesionistas en la región que la
Cámara de Diputados de Bogotá se reunió en sesión secreta para discutir “acciones de
agentes yanquis en los Departamentos de Santander y Goagira que apuntaban a
provocar un movimiento separatista que, unido con Zulia [en medio de la zona petrolífera
venezolana] formaría la República de Zulia.”
Basta una breve búsqueda en Internet para encontrar una cascada de páginas,
blogs y posteos relacionados con el tema y que van desde textos con datos
históricos hasta chistes sobre la posibilidad de separar el territorio.
Se trata de una corriente secesionista que ha sido combatida a lo interno del país
desde hace varias décadas y denunciada de forma sistemática como una
estrategia de potencias extranjeras. Pero ¿es una posibilidad extinguida?
La región
Ubicado en el noroccidente del país, el estado de Zulia, cuya ciudad capital es
Maracaibo, es una de las 24 entidades federales que integran Venezuela. Su
territorio abarca un 6,89% del total nacional y para el año 2015 el Instituto
Nacional de Estadística (INE) calculaba en 3.704.404 la cantidad de habitantes, lo
que la convierte en la provincia más poblada de Venezuela.
El Zulia comparte más de 700 kilómetros de frontera con Colombia, entre ellos
límites con el departamento de La Guajira, conocido por sus reservas de gas
natural, carbón, hulla y oro; y con el Norte de Santander, que aporta a su país
importantes servicios comerciales y de transporte que sustentan la actividad
fronteriza.
Según algunos documentos esta es la zona escogida para crear la República del
Zulia.
Primeros intentos
Un artículo escrito por el intelectual venezolano Luis Britto García enumera una
serie de episodios históricos que delatan la tesis secesionista en el estado Zulia.
Quizá el primer intento se registra en 1678, cuando "el Cabildo marabino y el
capitán general don Francisco de Alberró desconocen la Real Cédula de 1676 que
une las provincias de Maracaibo y Mérida".
Luego, hacia 1869, el entonces gobernador del Zulia, "Venancio Pulgar, se alza
para desconocer al Gobierno Nacional". El presidente de turno, relata Britto
García, "declara al Zulia 'en sublevación a mano armada contra las instituciones
políticas que se ha dado la nación', reconquista Maracaibo y pone en fuga" al
gobernador, que termina refugiado en un barco de guerra británico, de
nombre "Cherub que, por casualidad, observaba el alzamiento", detalla con ironía
Luis Britto.
Estados Unidos
El libro 'Historia y retos del petróleo en Venezuela (Vol.1)' recoge un texto escrito
por Salvador de la Plaza (1896-1970), un dirigente sindical, abogado y político
venezolano que dedicó gran parte de su vida a denunciar la entrega de la
explotación petrolera a las empresas extranjeras.
Para abril de 1965, De La Plaza escribe que ya para 1927 se había elaborado un
plan para "constituir en república independiente al estado Zulia y a los
departamentos Santander y Guajira de Colombia, repetición mejorada de lo que
habían logrado ya con Panamá el 3 de noviembre de 1903".
Y no era una denuncia basada en supuestos. Escribe el político venezolano que
"el proyecto de 'integración fronteriza' [fue] elaborado por su agencia -el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID)- y para cuya 'aprobación' en ambos lados de la
frontera hizo viaje expreso y festinado el Sr. Felipe Herrera", quien a la postre
fuera el creador, fundador y primer presidente del BID.
Salvador de la Plaza estimó que el proyecto del BID no era una apuesta de
Estados Unidos para "ayudar económicamente a Venezuela y a Colombia, sino de
desarrollar una región limítrofe de ambos países, rica en petróleo y otros
productos naturales", que podrían convertirla rápidamente en un nueva nación
"cada vez más dependiente y ensamblada a la economía norteamericana".
Nuevas aspiraciones
Le tocará a Vincencio Pérez Soto, gobernador del estado Zulia para 1916, derrotar
una intentona de secesión "al parecer promovida por las petroleras", según el
recuento de Britto García.
Doce años más tarde, Britto recoge otro evento. En 1928, el financista
estadounidense William Buckley "promueve otro complot aceitero para separar
el Zulia" de Venezuela.
Más recientemente, en el año 2005, justo cuando la prensa mundial daba cuenta
de los violentos incidentes "autonomistas" en la provincia gasífera boliviana de
Santa Cruz, el embajador estadounidense acreditado en Venezuela, William
Bromfeld, de vista en la ciudad de Maracaibo hace alusión a "la República
Independiente y Occidental del Zulia", se lee en el artículo.
Luego en el año 2006, la opinión pública nacional conoce al movimiento
autonomista denominado 'Rumbo Propio', que publicó, además de su manifiesto
de separación, una serie de vallas publicitarias alusivas al secesionismo. A los
miembros de esta organización les fueron abiertas averiguaciones judiciales bajo
el cargo de traición a la patria.
Venezolanidad
Por décadas en el estado Zulia, que tiene unas importantes vetas de extracción
petrolera, sus pobladores se quejaban mantener a todo el país y no recibir
beneficios a cambio.
Entrevistado por RT especifica que "aún para los zulianos más ganados por la
idea de la separación, la fuerza de la Patria que fundó Simón Bolívar es tan
imperante que no se han atrevido" a un nuevo movimiento.
Tampoco han conseguido, "más allá de ciertos círculos", que el pueblo llano
asuma que esa prédica los aparte de Venezuela. "Seguimos teniendo un pueblo
zuliano que es espiritualmente amante de su localidad, pero que lo hace desde
una arraigada visión de venezolanidad", apunta el historiador.