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TIPOGRAFÍA Y ARQUITECTURA GRÁFICA
Antes de empezar a maquetar, debemos definir el documento, aspectos como el tamaño y la orientación.
Todo esto se resume al espacio que se dispone para realizar un diseño.
A partir del formato de nuestro documento, debemos definir otro elemento importante, los márgenes. En
un documento existen cuatro márgenes: el margen superior, el inferior, el interior y el margen exterior.
La medida de estos márgenes no es fija en ningún caso. Los márgenes son las superficies libres de retícula
que suelen quedar en los borden del formato y donde suelen colocarse los marcadores como paginación
o encabezados. Debemos prestar atención a los márgenes pues muchas veces ayudan a crear una compo-
sición interesante y dejan espacios en blanco que dan aire a las composiciones. Debemos prestar especial
atención a los márgenes interiores en una publicación impresa de doble hoja ya que es un espacio donde a
veces existen dificultades de unión y lectura.
A partir de ahí deberemos definir los demás elementos que se integran en una página o documento de
doble página: texto, tamaños y fuentes, estilos, color, retícula, marcadores, etc…
1. La línea y el texto.
Hasta ahora hemos tratado básicamente aspectos relativos a la microtipografía: letras, palabras, etc…
Sin embargo el tratamiento de líneas, columnas y textos requiere de conceptos nuevos que nos ayuden
a organizar bien los contenidos en la superficie del formato a diseñar, bien sea una tarjeta, un cartel, un
periódico, o un libro ilustrado.
_2 Una línea es un conjunto de palabras que se apoyan sobre la misma línea base. Y presenta dos clases de
problemas tipométricos, el del espacio entre las palabras y el de las dimensiones de la línea. El problema
del espacio entre las palabras es que puede desestructurar la línea y dañar la lectura y la estética cuando
las palabras distan mucho unas de otras. Hay que hallar una medida razonable, que dependerá del tipo de
escrito que estemos componiendo.
El problema de la dimensión de la línea depende de varios factores. En conjunto hay que considerar:
1. El tipo de lectura que requiera el texto: consulta, periódico, novela, estudio…
2. El tamaño de la letra: a mayor tamaño, mayor longitud de línea.
3. El número ideal de caracteres según el ancho de línea.
* La línea nunca debe ser tan larga que dificulte la precisión en el retorno al comienzo de la siguiente línea.
Como regla general: a mayor longitud de línea, mayor interlineado.
* Para líneas de 90 mm. más o menos, apropiadas para libros, el número de caracteres que se considera
óptimo en cada línea varía entre 60 y 70.
Este aspecto parece depender del autor del escrito, y así es en literatura creativa. No es igual de largo un
párrafo de Proust que uno de Baroja, por ejemplo. Pero no es así en otro tipo de proyectos: guías, catálo-
gos, publicidad, etc. En estos casos hay que aconsejar sobre la adecuada medida de los párrafos, apuntando
que la brevedad y diferenciación gráfica en cada uno de ellos suele beneficiar la facilidad de lectura.
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• De las interlíneas depende la coherencia del párrafo, etc.
Hay que considerar, además, que muchos diseños tipográficos requieren un particular tratamiento, al cual
el diseñador tiene que ser sensible. Algunas familias requieren ser usadas en cuerpos grandes porque si no
no se aprecia su diseño Lo mismo al contrario: letras de proporciones estrechas, muy espigadas, pueden
ser fatigosas cuando se usan a razón de 150 caracteres en líneas que tal vez no son demasiado largas, pero
que cansan al lector. La proporción del diseño de la letra y de la línea, no cuadran entre sí.
si los huecos que normalmente deja la justificación no entorpecen la lectura del documento.
• Justificado izquierda y bandera derecha: se justifica linealmente a un lado mientras el texto discurre de
forma flexible e irregular al otro. Lo normal en nuestro sistema occidental es alineación izquierda y flexi-
ble o bandera a la derecha. Es la forma más natural y recomendada, para textos largos. Crea una letra y un
espaciado entre palabras muy uniforme y facilita la lectura.
• Justificado derecha y bandera izquierda: Esta forma dificulta mucho la lectura, por lo que se aconseja
que use, para textos pequeños y poco extensos.
• Alineación asimétrica: Se utilizan para dar a la página un aspecto más expresivo, son muy atractivas,
pero muy costosas de leer en grandes extensiones de texto.
• Una línea viuda es aquella que, siendo la última de un párrafo, aparece al principio de la página o colum-
na siguiente, por lo que se muestra aislada de su contexto y, por norma general, seguida de una línea en
blanco que la separa del siguiente párrafo.
• El caso contrario, una línea huérfana es la primera línea de un párrafo que aparece al final de la página
o columna, cuyo párrafo continúa en la siguiente página o columna, quedando aislada del resto de su
párrafo.
• Rios: espacios abiertos en los textos que parecen ríos o líneas de espacios en blanco, rompiendo la armo-
nía de la mancha tipográfica.
• Mares: espacios abiertos en los textos que parecen huecos circulares de espacios en blanco, rompiendo la
armonía de la mancha tipográfica.
Hay que considerar, además, que muchos diseños tipográficos requieren un particular tratamiento al
separar los párrafos de textos de lectura. Las sangrías se usan desde el s.XVII. La sangría normalmente es
el espacio de una mayúscula (cuadratín). Normalmente se dice que en la primera línea no debe de haber
sangría ya que la sangría marca un salto de párrafo y en la primera línea no hay un salto que la anteceda,
por eso es común ver sangría en un texto sin que aparezca en el primer párrafo.
Textos distintos invitan a usar marcas diferentes para los párrafos, de hecho existen múltiples fórmulas
para dar un salto de párrafo y separarlos:
• sangría y salto de línea (se adoptan en el s.XVII, uso tradicional sobre todo la sangría),
• salto de línea y medio espacio, sangría negativa y salto de línea (uso más contemporáneo) ,
• o marcas sin salto de línea ni sangría (separación de los párrafos en el origen del diseño editorial, medie-
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val y en 1500, casi en desuso). (VER Hellen Lupton, fotocopias de clase)
5-. Jerarquización.
Para cualquier documento que trate textos con diferentes funciones, ya sean titulo y texto de lectura, u otras mu-
chas, necesitamos una adecuación de formatos para los textos en relación a su función e importancia.
El formato que le damos a los textos que poseen diferente función es conferirle una jerarquía a esos textos. La
jerarquía transmite la organización del contenido y destaca unos elementos por encima de otros. Esto ayuda
al lector a acceder a la información y comprenderla. Cada nivel de información debe señalarse con una marca:
sangría, interlineado, uno de variables tipográficas, elección de fuentes distintas, color, tamaño, etc…)
Veremos algunos elementos de jerarquía en una doble página de revista como ejemplo:
• El titulo: Es el elemento lingüístico más importante de la composición, ya que tiene la misión de llamar
la atención e introducir al resto del contenido.
Introducción: Un pequeño texto resumen que acompaña y completa al titulo.
• Texto corrido: Es normalmente el elemento al que menos se le presta atención, sin embargo debemos
prestarle mucha atención ya que es el texto que nos permite acceder a la totalidad de la información en un
articulo.
• Los subtítulos: Simplemente adelantan o resumen en pocas palabras, el contenido del bloque de texto.
• Pie de foto: Este elemento tiene como misión dar información sobre la fotografía, y normalmente es
preciso y no muy denso. Tienen cuerpos pequeños.
• Destacados: Es un elemento destacado (por medio de color diferente, otro estilo al resto de la tipografía)
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que comunica un mensaje especial como por ejemplo un servicio especial, los componentes del producto.
Marcadores: Encabezados y paginación: Informan del número de página y de la sección.
Combinar tipos para adecuarnos al contenido y la función de los textos es algo complicado, pero de vital
importancia. Debemos buscar fuentes que estén ideológicamente asociadas a nuestros contenidos, de
manera que las letras se adecuen al mensaje, y debemos jerarquizar buscando fuentes que contrasten para
distinguir diferentes niveles de importancia, como títulos o texto corrido.
Cuando combinemos tipos debemos buscar contrastes tanto en pesos, anchos y formas que nos ayuden a
comprender y diferenciar bien los diferentes niveles de importancia y nunca usar fuentes similares que no
ayudan a distinguir diferentes niveles de importancia dando lugar a confusión. Por ejemplo una bold con
carácter para titulares y una tipo con buena legibilidad para texto corrido, pero nunca una bold, ultraligth
o condensada, sino mas bien una tipo equilibrada en ancho y peso.
Los espacios tanto de letra (tracking y kerning) como los interlineados influyen en la legibilidad de un tex-
to. Cuando las letras de una palabra están extremadamente separadas o tenemos un tracking muy abierto
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(a partir de +25/50) se perciben las letras como entidades aisladas y es mas difícil componer palabras y
frases. Es lo mismo que pasa cuando las líneas están muy separadas teniendo un interlineado mayor de
120 % del tamaño de la fuente.
Otro elemento que dificulta la legibilidad es el hecho de que tengamos interlineados sólidos o cerrados,
por debajo de su proporción natural, menos de 120%, ya que al pasar de línea corremos el riesgo de saltar
a una línea errónea por proximidad.
El color también dificulta la lectura, debemos buscar contrastes asumibles para el ojo, es decir evitar
contrastes bajos y contrastes de colores que producen distorsiones ópticas como vibraciones, entre rojos
y verdes , por ejemplo. Los fondos con colores irregulares no planos requieren de mucha dificultad para
superponer textos, es por eso que si buscamos textos funcionales de lectura debemos tratar de conseguir
fondos neutros.
Del mismo modo que elegimos fuentes con una identidad gráfica determinada, debemos elegir buenos ta-
maños para cada tipo de estilo o función del texto. Los tamaños para los textos dependen del tipo de publi-
cación y su tamaño en mano , del lector y su edad, de la función del texto y de la distancia a la que leamos.
Los títulos o titulares pueden tener cualquier tamaño si vamos a ser expresivos con el texto, y superar los
72 puntos, y los subtitulos o introducciones de artículos la mitad o menos que estos primeros.
Lo más importante es colocar tamaños adecuados en los textos de lectura. No todas las fuentes poseen un
tamaño homogéneo ya que su peso visual depende de las alturas de sus líneas de referencia base como la
altura de la x y sus ascendentes y descendentes. Un buen tamaño para texto de lectura cuando estamos a
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una distancia cercana como un periódico o un texto podemos usar entre un 8 y un 12. Normalmente un
8 es para publicaciones dirigidas a un público joven con buena destreza y habito en la lectura. El texto
pequeño es más elegante y ayuda a reducir papel.
Sin embargo si el público no tiene todavía tanto habito o tiene ya problemas de lectura como cansancio
o falta de visión debemos recurrir a tamaños mayores como 12. Podemos comparar publicaciones como
Historia o Yorokobu para ver estos cambios de tamaño.
Nunca debemos elegir ni siquiera para tarjetas o marcadores tamaños inferiores a 6 ya que no son legibles.
http://www.unostiposduros.com/como-seleccionar-tipografias-para-texto/
La composición y distribución de los elementos en la página, contraste, tensión, ritmo, equilibrio, repeti-
ción, regularidad, dependerán en gran medida del uso de la retícula, o su ausencia son algo que definirá la
estética o estilo de nuestra publicación.
Lo primero que debemos hacer es decidir los márgenes en función del formato. Una vez que están defini-
dos los cuatro márgenes se obtiene el espacio de Mancheta o Mancha, es decir la zona de impresión o la
zona en la que estarán los contenidos de la publicación o la que equivale al tamaño de la página menos los
márgenes.
Es el momento de definir a modo de composición los espacios que vamos a utilizar tanto con texto como
con imagen y los que dejaremos en blanco, es un ejercicio de composición y ordenación: tamaño de los
títulos, subtítulos, imágenes, etc…
Los espacios en blanco tienen más importancia de lo que parece, aunque algunos anuncios casi prescindan
de ellos. Los espacios es blanco transmiten claridad, libertad, espacio, y ayudan en muchos casos a equili-
brar la composición. Por un lado se buscan espacios blancos por motivos técnicos, ya que el ajuste y corte
de las páginas impresas varía normalmente entre uno y tres milímetros, y en casos desfavorables hasta
en cinco milímetros. Así se evita que el texto quede cortado. Y por otro lado son motivos estéticos. Unos
blancos bien proporcionados pueden acrecentar extraordinariamente el goce de leer. Todos los trabajos
bibliográficos celebres del siglo pasado presentan las proporciones de los blancos cuidadosamente calcula-
dos.
_6 Los principios compositivos de la pagina son básicamente los mismos que en una imagen, las reglas que lo
rigen son las mismas solo que los elementos son especiales, texto imagen ornamentos y color. Debemos
prestar especial atención a:
• La orientación de los pesos visuales: verticalidad u horizontalidad
• La tensión “fuerza” que atrae la vista del espectador hacia cierto “lugar” de una imagen
• Ritmo: repetición secuencial de un conjunto de elementos
• Equilibrio: una composición se encuentra en equilibrio, si los pesos de los distintos elementos que la
forman se compensan entre sí.
• Jerarquización: asignar valores a los elementos de la página. Un elemento líder que se destaca por sus
atributos: tamaño, color, posición, orientación, opacidad, orden de lectura.
A. LA RETÍCULA.
Se utiliza para organizar todos los elementos tipográficos y demás ilustraciones que integraran la página.
La configuración de la retícula, depende de la información que se ha de transmitir y las propiedades físicas
de cada elemento tipográfico. Las retícula de formato estándar, tienen módulos cuadrados, columnas de
texto, márgenes, líneas de contorno y medianiles (el espacio que queda en blanco entre dos columnas de
texto). Las tres funciones básicas de la retícula son:
• Son guías para la alineación y la distribución de los elementos en un formato.
• Organiza todos los elementos y los jerarquiza.
• Crea un orden intangible que puede ser comprendido y repetido por otras personas.
TIPOGRAFÍA Y ARQUITECTURA GRÁFICA
Los beneficios que reporta trabajar con una retícula son: Calidad, Eficacia, Economía, y Continuidad.
Una retícula aporta a la maquetación un orden sistemático y facilita al lector, distinguir los diversos tipos
de información.
RETÍCULA MANUSCRITO
Estructura Principal
- Bloque de texto y márgenes
Estructura Secundaria
- Folio explicativo
- Los Título de los capítulos
- Numeración de las páginas
- Notas pie de página (si es necesario)
RETICULA DE COLUMNAS
• Son flexibles. Las columnas pueden depender unas de otras (texto co-
rrido) o pueden ser independientes (pequeños bloques de información).
• La retícula de 2 y 4 columnas: permite componer una distribución equi-
librada. Pueden surgir composiciones demasiado simétricas.
• La retícula de 3 y 6 columnas: Habitualmente se considera esta retícula
como la más acertada para el diseño de los folletos. Proporciona colum-
nas legibles, y además se tiene la opción, que la de tres columnas se puede
subdividir a su vez en 6 columnas.
En este tipo de retícula es importante cuidar:
• El ancho de columna en relación al cuerpo de la tipografía en cada caso
y las particiones de palabra que origina.
• El medianil o espacio en blanco entre columnas.
• Las líneas de flujo horizontales que guían al lector por la página.
RETICULA MODULAR
RETICULA JERÁRQUICA
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• Se adapta a la información que se organiza.
• Se analiza la interacción óptica entre elementos situados de manera
espontánea y luego se elabora una estructura que los coordine.
• Las páginas web constituyen ejemplos de retículas jerárquicas.
• Origen en el Renacimiento (libros de lectura). Factor clave: la simetría.•La estructura de la página tra-
dicional se basa en la construcción de los márgenes y las zonas vivas a partir de principios matemáticos y
geométricos griegos.
• Diagrama de Villard de Honnecurt, permite determinar la mancha y los márgenes de la página
• Estilo: retícula formada por campos e intervalos, los márgenes se deciden después de ella. Los campos
dependen de la flexibilidad, el efecto que se busca y, sobre todo, la naturaleza y número de elementos a
posicionar.
• Construcción: se dibuja la mancha como un rectángulo, se divide en dos con medianil, y se subdividen
las columnas en partes iguales dependiendo del texto, creando bloques o módulos en las dos columnas.
VARIACIÓN DE LA RETICULA
La retícula funciona si todos los problemas pueden resolverse y se mantiene el interés página tras página.
Cuando se tiene la retícula, es conveniente ordenar todo el contenido del proyecto doble página por doble
página. Se debe crear una lógica rítmica o secuencial. Cada doble página puede tener una presentación
visual propia pero a la vez, funcionar como parte de un todo.
Sin embargo las retículas pueden ser flexibles para superar el estatismo y aportar plasticidad a la página,
respetando la legibilidad y funcionalidad de los textos, y adecuándonos a las líneas subyacentes de forma
básica, para dar coherencia formal al conjunto.
Pero existen sobre todo desde los 80, autores que han trabajado con la disolución de la retícula para darle
a los trabajos un componente expresivo que supera al funcional. (Leer articulo de Timothy Samara donde
habla de la disolución de la retícula y las fórmulas de transgresión de la misma)
B. DECONSTRUCCIÓN RETICULAR
También podemos organizar todos los elementos mediante la deconstrucción reticular. Como la palabra
misma indica, el propósito de “deconstruir” es desmontar un espacio racionalmente estructurado de modo
que se obligue a los elementos que se encuentran en él a establecer nuevas relaciones entre sí; o, dicho de un
modo sencillo, empezar con una retícula y después ver qué ocurre. Apuntando esto, probablemente quede
claro que no existe ningún conjunto de reglas válido que pueda aplicarse al proceso de deconstrucción.
La distribución de los espacios y de los diversos elementos que componen el documento, es una de las
tareas más importantes a la hora de maquetar. Habitualmente, se utiliza la antigua práctica de dibujar so-
bre papel, es decir, se realizan pequeños bocetos a grandes rasgos y de posibles distribuciones del espacio,
hasta llegar a escoger la alternativa más adecuada al diseño.
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Los dos elementos que se dispone, en el momento de maquetar son:
- Los textos: Titulares, bloques de textos, subtitulares y pies de foto
- Las imágenes: Fotografías, otras ilustraciones y los espacios en blanco.
Las imágenes son los elementos de la composición que más atraen la atención del lector, ya que visualmen-
te son más rápidas y atractivas de ver que el texto. Estas a su vez, deben contener la información relacio-
nada con el texto que las acompaña, ya que de lo contrario, podríamos confundir al público lector. Incluir
imágenes o ilustraciones en nuestros documentos proporciona mucha fuerza a los mismos, con el aporte
de belleza, dinamismo y atención para los lectores.
La colocación de las imágenes y su tamaño respecto al texto, puede hacer que varíe el orden de lectura
de un documento. Por este motivo, es importante tener en cuenta el número de imágenes, su tamaño y la
colocación de las mismas, a la hora de diseñar la retícula compositiva. Una forma muy utilizada y acertada
es la de componer formas asimétricas a través de las imágenes, rompiendo a su vez la monotonía de las
composiciones. Los espacios que se encuentran en blanco, no significan nada, pero la composición permi-
te que el texto se lea de una forma más clara y que la composición produzca un efecto visual agradable.