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El poder ejecutivo en la constitución.

Garduño Leal Hugo Alejandro 312276140

El poder ejecutivo en la constitución.


“Se deposita el ejercicio del supremo poder ejecutivo de la unión en un solo individuo, que
se denominara “Presidente de los Estados Unidos Mexicanos”
Art. 80 CPEUM

La constitución ha sufrido mutaciones significativas que distan la concepción y


apreciación, función e incluso importancia de esta, respecto de la promulgada el 31
de mayo de 1917, hoy representa nuestro actuar y funge como directriz en la
creación de los nuevos preceptos dentro del ordenamiento jurídico mexicano, de
ello concebimos que una desemejanza clave es la totalidad de sus reformas,
adiciones y preceptos.
En su mayoría los cambios refieren a la figura presidencial como titular del ejecutivo
federal, no tuvo las mismas facultades ni intenciones Carranza que Zedillo, el autor
refiere que puede cuantificarse la dialéctica constitucional en cuanto a ciclos,
determinados por la materialidad de sus cambios. Mencionando 3 muy importantes
el ministro Cossío, el político electoral de 1977, que estriba en la amplitud de
facultades, el carácter competente y central de los P. políticos, existe mayor control
y regulación en el proceso electoral, este ciclo refiere es continuado y operativo en
función de ampliar el diseño originario. El federal que atañe directamente al
congreso y centralización de funciones por autoridades federales y asignación
municipal, cuya muestra precisa el 73°F XXIX y por ultimo el referente a los
derechos humanos y su transición significativa antecedida de las garantías
individuales y derechos sociales en la década de los 70 que sin tener la validez y
observancia jurídica denotaron un paradigma importante.
“Al incorporarse a la constitución en junio de 20111 el nuevo artículo 1°, las cosas han
tomado un carácter completamente distinto”
José Ramón Cossío Díaz.

Estos y cualesquiera ciclos existentes mas no son adjudicables o señalables en


exclusividad a una sola figura presidencial, siendo el mejor escenario posible que
postergue su iniciativa o la inicie según sea el caso, el punto conspicuo es la gran
distancia que existe, inherente a cualquier evolución, ajustándose inevitablemente
con el tiempo, la significancia objetiva actual que data de la década de los 90, nos
habla de la norma o el conjunto de normas ordenadoras de la totalidad del orden
jurídico, dada su posición de suprema jerarquía exaltando las variables en su
funcionamiento a comparativa de la del 17 y la pluralidad de instituciones y
organismos jurisdiccionales dirigidos a su aplicación.
“La suma de estas posibilidades diferenciadas ha producido lo que suele denominarse
mutaciones constitucionales”
José Ramón Cossío Díaz.
El poder ejecutivo en la constitución. Garduño Leal Hugo Alejandro 312276140

La interpretación y el significado del tal suerte no será la misma y buscará constituir


en alusión a un interés o sector diferente según sea el caso y en la tan importante
cuestión para entender la relación política y sociocultural entre los gobernados, la
figura del ejecutivo y su opinión para con el gobierno. El Carácter constitucional
general comenzó a permear e integrar las ramas del derecho, puesto que cualquier
ley debe de estar sublege a esta y considerar forzosamente lo que a su materia
refiera, dándole una importancia hegemónica a la carta magna y en paralelo un
detrimento a la misma precedido por organismos internacionales y el compilado de
derechos humanos que en Vogue esta, dándole apertura de interpretación no solo
al orden jurídico mexicano como sucedía en el 17, sino a una serie de tratados
internacionales y sus respectivas disposiciones, de tal suerte que una resolución,
por volver a citar, de la CIDH puede anteponerse al veredicto de diversos órganos
nacionales, incluida la SCJN.
“Podemos concluir entonces que la constitución de ahora y la de entonces no son la
misma. No lo son normativamente hablando […] No lo son interpretativamente hablando
[…] No lo son operativamente consideradas […]”
José Ramón Cossío Díaz.

No es, fue, ni será considerada la carta magna como irreformable, rígida e


invariable, sino con apertura a las circunstancias, actuaciones y menesteres que la
sociedad le demande. Será menester también mencionar que la cultura jurídica,
apreciaciones, alcances, necesidad, observancia, preservación, jerarquía y respeto
estarán siempre aparejados con la situación social de los conformantes del estado
que compone, y será siempre procurada en favor de los anhelos según la instancia
de los gobernados mismos.
Para comprender la historia política mexicana es fundamental entender y conocer
los antecedentes de la implementación de la figura presidencial, la figura per se, su
transición y el acotamiento de poder. Las facultades metaconstitucionales de las
que habló Carpizo, la aparición de las OCA y la figura de la transición democrática
son parte fundamental de este proceso, y que gracias a la importancia jurídica y
política de la constitución ha sido posible la correcta partición del poder y la
disminución del mismo al ejecutivo, que tanta controversia y nociones autoritarias
ha significado en la historia del estado mexicano, siendo posible de apreciar
asimilando en extensión la importancia institucional del México contemporáneo.
Dentro del orden presidencial se dota al ejecutivo de funciones representativas y
políticas, aunque el sistema liberal político enviste prioritariamente al legislativo
sobre el judicial y ejecutivo.
“En todos los casos en que el gobierno subsistiere, el legislativo será el supremo poder.
Porque quien a otro pudiere dar leyes le será obligadamente superior”
John Locke, segundo tratado sobre el gobierno civil.
El poder ejecutivo en la constitución. Garduño Leal Hugo Alejandro 312276140

Otras tesis refieren los contrapesos que deben de existir, envistiendo al ejecutivo
con facultades legislativas, que a su vez oponen resistencia la potestad legislativa,
como lo es el veto. Acotando expresamente la existencia de tres poderes
representados por órganos diferentes con acciones simultaneas y complementarias,
dándole cabida y sustento al principio de imparcialidad, que pincela obligaciones del
P.J.
“La única institución esencial para defender el derecho siempre ha sido y todavía es un
poder judicial honesto, hábil, preparado e independiente”
Charles H. McIlwain, Costituzionalismo antico e moderno, trad.V. de Capraris.

El Legislativo no interferiría con las funciones ejecutivas puesto que teóricamente


se ejecutará conforme a la legislación, lo cual no impide su potestad de auditar las
tareas del ejecutivo, y viceversa controlando al legislador gracias al derecho de
Veto, esto división y restricciones “proporcionales” atenderían al adagio liberal: “Si
el poder se concentra, la libertad se esfuma”.
Frente a la teoría liberal se concentran los paradigmas absolutistas que buscan
detentar el poder en limitadas o una sola sede, versando en favor al orden y su
importancia y jerarquía superior frente a bienes como la libertad o la igualdad, de tal
suerte que se debe concentrar en contadas manos.
La teoría liberalista política, no es igual a la democrática o de la distribución del
poder, pero converge en puntos finos, como lo es el actuar de conformidad a lo que
la ley señala y solo apegarse a ello, teniendo en cuenta la legalidad y preservando
y exponiendo su actuar ante el PJ. El ejecutivo tiene que ser eficiente pero no
autócrata, siendo garantía de las decisiones políticas que señala la democracia.
El sistema democrático presidencial se configura cuando los ciudadanos emitiendo
su voluntad a través del voto, señalan quien a su juicio deberá integrar tanto el
cuerpo legislativo como quien ejecutará figura presidencial quien ostentará en
paralelo funciones de jefe de estado y jefe de gobierno, cuya legitimidad será
concedida por el pueblo y mediada por el congreso.
El poder ejecutivo en la constitución. Garduño Leal Hugo Alejandro 312276140

A cada estado le competen y le refieren diferentes realidades, necesidades y


exigencias, todo esto será un factor determinante en la eficiencia de la forma de
gobierno elegido.
La fragilidad del régimen presidencial esta estigmatizada en los plazos inflexibles
de gobernabilidad, derivado de una no continuidad, desentendimiento con el cambio
de cada administración, no solo de los órganos jurisdiccionales, sino el ámbito
legislativo, sector institucional, la corrupción que, por si fuera poco, presenta
adhesión a la Ley Hidalgo. (Chingue su madre el que deje algo) lo cual dificulta
mucho una procedibilidad favorable en cuanto a crisis políticas se refiere. Otro factor
que resaltar gracias a la presencia de varios partidos políticos en el fenómeno de
minorías mayoritarias o gobiernos divididos, caracterizados por la falta de apoyo del
legislador al ejecutivo, dilatando o frenando las propuestas ejecutivas y los
programas de gobierno únicamente por rencillas o desacuerdos políticos, no por
ineficacia o contra versión a dichos programas. La lucha de poderes tensionante de
la sociedad exasperada por nombres o hombres adversariales a las mayorías
legislativas o el agrado general de la clase política, en presencia de cualquiera de
estas podríamos observar una ineficacia gubernamental que a su vez pudiese
derivar en una crisis de estabilidad, así como la búsqueda del poder por medios
diversos, ya sea jurídicos o políticos para que su actuar este ausente de ataduras.
El antecedente presidencial nos remite a la constitución americana de 1787, que
creo una presidencia institucional, delimitada por el poder legislativo, atendiendo a
la obra de Montesquieu con pesos y contrapesos, facultades limitadas y con
libertades “garantizadas hacia los administrados” Al igual que en la conformación
federada, los procesos de independencia y demás cuestiones de índole diversa,
México adopto dicho régimen e ideología junto con otros países de América latina,
mutando en el Hiperpresidencialismo, con la figura ejecutiva respetada y hasta
temida, quien se valía de facultades inventadas, acciones no precedidas por ningún
ordenamiento pero que tenían como finalidad establecer los criterios presidenciales
de orden, era como un autoritarismo amigable y mas nuevo, con mas personajes
pero igual acumulando demasiado poder en una sola figura. En el caso mexicano
constituyo como tal, no solo la historia legislativa y judicial subordinada a la figura
presidencial, sino la concepción de la clase política en general. Régimen de Partido
Hegemónico. A pesar de la separación de poderes el presidente en turno, provenía
del mismo partido que el sucesor, y así por 70 años, el congreso era mayoría “por
no decir unanimidad” y el presidente gozaba de las ya previamente analizadas
facultades Metaconstitucionales.
Saliendo del panorama analítico, de acuerdo con el autor, invariablemente de la
realidad mexicana y el momento en el que se dio la promulgación y todos los actos
en torno a la carta magna, el discurso previo de Dn. V. Carranza me parece una
joya en toda la extensión de la palabra, respaldando a Ugarte cuando dice que vale
la pena citar in extenso, para recordar las frases mas celebres.
El poder ejecutivo en la constitución. Garduño Leal Hugo Alejandro 312276140

“No podré deciros que el proyecto que os presento sea una obra perfecta, ya que ninguna que sea
hija de la inteligencia humana puede aspirar a tanto; pero creedme, señores diputados, que las
reformas que propongo son hijas de una convicción sincera, son el fruto de mi personal experiencia
y la expresión de mis deseos hondos y vehementes porque el pueblo mexicano alcance el goce de
todas las libertades, la ilustración y progreso que le den lustre y respeto en el extranjero, y paz y
bienestar en todos los asuntos domésticos.”

“El poder Legislativo tiene incuestionablemente el derecho y el deber de inspeccionar la marcha de


todos los actos del gobierno, a fin de llenar debidamente su cometido”

Tengo entendido que el régimen parlamentario no ha dado el mejor resultado en los pocos países
latinoamericanos en que ha sido adoptado ; pero para mí la prueba más palmaria de que no es un
sistema de gobierno del que se puedan esperar grandes ventajas, está en que los Estados Unidos
del norte, que tienen establecido en sus instituciones democráticas el mismo sistema de presidente
personal, no han llegado a pensar en dicho régimen parlamentario, lo cual significa que no le
conceden valor práctico de ninguna especie

V. Carranza. 1916 inauguración del congreso Constituyente.

Era esencial desde aquel entonces comenzar a planear las medidas anti corrupción
y anti ambición de todos los conformantes del congreso, restándoles el poder de
juicio sobre el ejecutivo, una constitución brillante y sumamente liberal, por demás
avanzada para lo que vivía México, notamos nociones que aluden a los factores
reales del poder, observancia y presencia de los intereses democráticos, el
antecedente psicológico y el complejo definido por algunos autores como el del indio
cobra sentido y se arraiga más aun en la idiosincrasia mexicana, rechazando toda
obediencia buscando la destrucción, ¿pero después que hay? Después de matar al
capataz, ¿Qué se necesita?
Esta figura se empodero en primera instancia por la necesidad de unión y
solidaridad, encontrar tiempos de paz, legitimando el arbitrio de alguna manera, era
posible haber intercalado entre sistema, pero de palabras del propio V. Carranza,
¿Para que pasar a un sistema débil y desconocido, cuando podemos robustecer el
sistema presidencial? La convivencia que imaginaba C. jamás significo
supeditación de los medios legislativos de contención. Culturalmente hablando
refirió prácticamente con palabras más dulces el carácter tendencioso, salvaje y
desobediente, indisciplinado que requería urgente, mano dura para su
enderezamiento.
“La libertad tiene por condición el orden”
“La dictadura jamás producirá el orden, como las tinieblas no pueden producir la luz.”
V. Carranza. 1916 inauguración del congreso Constituyente.
El poder ejecutivo en la constitución. Garduño Leal Hugo Alejandro 312276140

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