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Desigualdades y estratificación social

El objetivo de este módulo es introduciral alumno en el estudio de la desigualdad y la estratificación social.


Trabajaremos dos grandes temas: la desigualdad social en el interior de los países y la desigualdad social entre
los países. Si bien ambas dimensiones de la desigualdad se encuentran profundamente entrelazadas, con
fines pedagógicos las presentamos por separado.Para analizar la desigualdad social,discutiremos tres grandes
perspectivas:A)el análisis propuesto por el funcionalismo;B)el análisis de clases inspirado en los trabajos de Karl
Marx;C)el análisis de clases inspirado en los trabajos de Max Weber.Para analizar la desigualdad global
presentaremos dos perspectivas:a)la teoría de la modernización;b)la teoría de la dependencia.Antes de comenzar,
te invitamos a que reflexiones sobre los siguientes interrogantes:¿Por qué hay individuos que tienen más
ingresos que otros? O,de manera colectiva, ¿por qué algunos grupos de individuos tienen más prestigio y riqueza
que otros? ¿Todos los individuos tienen igual probabilidad de alcanzar idénticosniveles de riqueza, prestigio o poder
en la sociedad?Si extrapolamos los interrogantes a escala global, las preguntas serían: ¿Por qué hay países con
mayor nivel de riqueza que otros?¿Son estos países más “desarrollados” que los otros?, ¿o la causa se fundamenta
enpautas culturales?.Reflexionemos: ¿por qué es importante la desigualdad? (Fragmento extraído del informe
del Banco Mundial sobre equidad y desarrollo).Pensemos en dos niños sudafricanos nacidos el mismo día, en el
año 2000. Nthabiseng es negra, hija de una familia

3pobre de un área rural de la provincia del Cabo Oriental, a unos 700 kilómetros de Ciudad delCabo. Su
madre no tuvo ninguna educación formal. Pieter es blanco, nacido en una familia acaudalada de Ciudad del
Cabo. Su madre terminó estudios preuniversitarios en la prestigiosa Universidad Stellenbosch.El día de su
nacimiento, difícilmente a Nthabiseng y Pieter se los habría podido responsabilizar por sus circunstancias
familiares: su raza, los ingresos y la educación de sus padres, su ubicación rural o urbana, como tampoco por su sexo.
Sin embargo, las estadísticas sugieren que esas variablespredeterminadas marcarán una enorme diferencia en
la vida que ellos lleven. Nthabiseng tiene el 7,2% de probabilidades de morir durante su primer año de vida; esto
es, más del doble que Pieter, para quien esas probabilidades son del 3%. Pieter puede esperar llegar a los 68 años y
Nthabiseng a los 50. Pieter puede tener una perspectiva de 12 años de educación formal y Nthabiseng
menos de uno.Lo más probable es que a todo lo largo de su vida, Nthabiseng sea considerablemente más
pobre que Pieter. Durante su crecimiento, es menos probable que ella tenga acceso a agua potable y
servicios sanitarios, y a buenas escuelas. De manera que las oportunidades que estos niños tienen de
desarrollar todo su potencial humano difieren inmensamente desde el principio, sin ninguna culpa de su
parte.Tales disparidades de oportunidad se traducen en diferentes habilidades para contribuir al
desarrollo de Sudáfrica. Es posible que la salud de Nthabiseng al nacer no haya sido tan buena, debido a una
nutrición menos buena de su madre durante el embarazo. En virtud de su socialización de género, su
ubicación geográfica y su acceso a instituciones educativas, Pieter tiene muchas más probabilidades de
adquirir una educación que lo habilite para aprovechar al máximo sus talentos innatos.Incluso si a los 25
años, y en contra de todas las probabilidades, Nthabiseng lograra concebir una gran idea empresarial (por
ejemplo, una innovación para incrementar la producción agrícola), a ella le sería mucho más difícil persuadir a
un banco de hacerle un préstamo a una tasa de

4interés razonable. Pieter, al tener una idea igualmente brillante. Incluso si a los 25 años, y en contra
de todas las probabilidades, Nthabiseng lograra concebir una gran idea empresaria (digamos, sobre la forma de
diseñaruna versión mejorada de software prometedor), seguramente encontraría más fácil obtener crédito,
gracias a tener un diploma preuniversitario y muy posiblemente bienes que le sirvan como garantía. Gracias
a la transición de Sudáfrica hacia la democracia, Nthabiseng puede votar y, de ese modo, influir
indirectamente en la política de su gobierno, cosa que el apartheid les negaba a los negros. Pero el legado de
desigualdad de oportunidades y de poder político del apartheid permanecerá durante algún tiempo. Elcamino
a recorrer desde semejante cambio político (fundamental) hasta cambios en las condiciones económicas y
sociales, es largo. (Ferreira et al., 2006, p. 1).La introducción sobre la dispar situación de vida de los dos niños
en Sudáfrica nos lleva a reflexionar sobre las desigualdades sociales y sus consecuencias. Todos,en alguna
medida,hemos sido testigos, en el transcurso de nuestra vida, de algún tipo de desigualdad social,
independientemente del lugar en el cual habitamos. Es precisamente el encuentro con la desigualdad el punto
de inicio de esta sección. De manera específica, en el campo de la sociología, los padres fundadores intentaron
de una u otra manera explicar las causas y los efectos que provocan las desigualdades.En todas las
sociedades existe algún tipo de desigualdad, es decir, un sistema de estratificación social que hace posible que
categorías enteras de personas se ubiquen en diferentes posiciones en la estructura social yque,como consecuencia
de esto, obtengan dinero, poder oprestigio. También debemos agregar que toda estructura de desigualdad
tiene algún tipo de sistema simbólico que explica por qué hay una distribución asimétrica de los recursos
sociales.Para hablar de este tipo de desigualdad, los sociólogos Macionis yPlumer (2007)se refieren a la
estratificación social como la clasificación o jerarquización de los individuos según la categoría a la que
pertenecen (o se les asigna). Para Crompton (1997), la expresión de estratificación social es un concepto
general que describe estas estructuras de desigualdad.En las sociedades preindustriales,la estratificación social se
consideró un fenómeno “natural”. Si las desigualdades eran calificadascomo una

5cuestión natural de las sociedades, no era necesario investigarlas en términos sociales. Es decir, la
naturalidad implicaba que proveníande una estructura establecida por algún orden divino. Sin embargo, como
señala Crompton (1997), progresivamente los cambios operados por las revoluciones industriales y la
llegada de la Modernidad implicaron una crítica a los sistemas tradicionales de creencias que habían
explicado y legitimado las desigualdades materiales. Frente a la idea de que los seres humanos son
desiguales por naturaleza o por alguna causa divina, se desarrolló el argumento de que los seres
humanos son iguales, no desiguales. Este es precisamente el punto de partida de la reflexión sociológica
sobre la desigualdad. Crompton (1997) se cuestiona:si la igualdad es la condición natural de los seres humanos,
¿cómo se explican y justifican las desigualdades persistentes?, ¿por qué algunos individuos dominan a otros?
Estas preguntas son de varios órdenes, como problemas de la teoría social y política; sin embargo, nosotros
trataremos de responderlos de manera sociológica.En el plano de la teoría política, los teóricos del “contrato social”
ofrecieron las primeras respuestas (Crompton, 1997). Thomas Hobbes (1588-1679), postulaba que la vida de las
personas en un supuesto estado de naturaleza era peligrosa, brutal y corta, era una continua guerra del hombre
contra el hombre,como señaló en su conocida frase.La solución que se propusopara este problema del orden era
que todas las personas se sometieran al Estado, ya que era el ente que garantizaba el controlen la sociedad.
John Locke (1632-1704), por su parte, afirmó que la autoridaddel Estado erala que mejor podría garantizar los
derechosnaturalesa la vida, la libertad y la propiedad. Otro teórico, Jean Jacques Rousseau (1712-1778), postuló
una conocida frase: el hombre nació libre, y en todas partes se le encuentra encadenado.Según Rousseau, la
libertad absoluta es inalcanzable, pero afirmaba que la democracia directa, expresada por medio de la
voluntad general,proporcionaba la mayor protección al individuo.Así, en el siglo XVIII se establecieron los
fundamentos del argumento de que todos los ciudadanos tenían derechos políticos, tal como se expresa en el voto
universal y las instituciones democráticas.Ante este panorama, debemos recordar los eventos que dieron origen a la
reflexión sociológica en Europa: la Revolución Industrial y la Revolución francesa. Estos profundos cambios
sociales, como el fin de una sociedad con características tradicionales y el desarrollo del capitalismo
industrial, provocaron un énfasisen la racionalidad del orden social moderno. Es

6decir, la racionalidad, el cálculo racional –y no las normas de la costumbre–, se constituyeron como el


principio a través del cual la conducta económica debía guiar a las sociedades capitalistas en desarrollo.Los
procesos de expansión de los mercados y las transformaciones de los procesos de producción también
implicaron la erosión de los derechos consuetudinarios en el dominio del comercio y la manufactura. Es decir, los
cambios políticos que crearon al individuo formalmente libre también dieron paso al trabajador sin tierra que
tenía el derecho de vender lo único que poseía: su fuerza de trabajo. El trabajo, en este contexto, se
transformó en una mercancía.La importancia de las revoluciones inglesa y francesa fue central y de una
magnitud considerable, ya que aquellas provocaron la transición al capitalismo industrial. Esa es la nueva
sociedad que estaba emergiendo con sus nuevas desigualdades y quelos primeros sociólogos intentaron
explicar.Marx consideraba el desarrollo de la historia humana como una consecuencia de los conflictos
económicos y no solamente políticos. La desigualdad era el resultado del acceso diferencial a los medios
de producción y a lo que se producía. A diferencia de los teóricosdel contrato social, para Marx el Estado era
inseparable del poder económico, y el individuo soberanoera tan solo una condición necesaria del modo de
producción capitalista para poder perdurar; es decir, coexistían la igualdad política (todos, normativamente, eran
considerados como iguales) con las desigualdades materiales. En este contexto, el hecho de que hayan existido
diferentes retribuciones, producto de un sistema dominante de producción, era un hecho no político,
solo económico.Según Crompton (1997), el desarrollo del capitalismo industrial fue el elemento principal de
la transición a la Modernidad. La idea de modernidaddescribe no solo el desarrollo del industrialismo, sino
también los correspondientes modos de vigilancia y regulación dela población de los Estados nacionales; estos
han sido identificados como una de las formas sociales características del paso hacia la Modernidad. La
Modernidad se caracteriza también por el desarrollo de organizaciones, es decir, de sistemas
reflexivamente controlados que tienen la capacidad de actuar sobre el mundo social.Estas aclaraciones son
válidas debido a que en este módulo haremos referencia específica a las clases sociales,y estas son un
fenómeno centralmente moderno. En el mundo moderno, la clase social estructura un sistema de desigualdades
diferente al de las sociedades tradicionales en

7donde aquellaseran consideradas adscriptas o naturales (como, por ejemplo, las de los Estados feudales
o las desigualdades definidas religiosamente, las de género yla raza). Es por esta razón que la clase es un
excelente punto de partida para analizar los sistemas contemporáneos de estratificación. Claro que esta
centralidad de la clase, como mecanismo de estructuración de las desigualdades, no quiere decir que las formas
de distinción y diferenciación social previas desaparecieran sin dejar rastro. En efecto, muchas desigualdades
relacionadas a la edad, el género y la raza, persisten.Como dijimos al terminar el Módulo 1, estas cuestiones
plantean una serie de interrogantes sobre el lugar que tuvieron nuestras sociedades latinoamericanas en este
proceso. ¿Qué piensas tú al respecto?Como indicamos anteriormente, gran parte de la reflexión clásica de la
sociología se originó teniendo como punto de partida las profundas transformaciones operadas en
Europa.Macionis y Plumer (2014) señalan que hay cuatro características esenciales de la estratificación:a)La
estratificación social es una característica de la sociedad en su conjunto,y no de algunos de sus
miembrosconsiderados individualmente.b)El sistema de estratificación social (desigualdades) se perpetúa de
generación en generación. En todas las sociedades, existe la probabilidad (alta o baja, dependiendo de
la sociedad en cuestión y del momento histórico) de que los padres transmitan a sus hijos la posición social que
ocupan, aunque en las sociedades modernas existe movilidad social.c)El estudio de la movilidad social de
las personas es un tema con una gran tradición en la sociología. En su definición más simple,podemos decir
que la movilidad social es un cambio en la posición que el individuo ocupa en la estructura social. En este
cambio,se considera el análisis de los patrones intergeneracionales de transmisión de la posición social.
En función del cambio, la movilidad puede ser ascendente, descendente u horizontal. Un ejemplo de
movilidad social ascendente sería el de una persona nacida en un hogar con bajos niveles de educación e
ingresos,que logra acceder a estudios universitarios, a mayores ingresos y a ocupaciones con mayor
prestigio.d)La estratificación es una constante histórica, pero sus especificidades varían deunasociedad a otra.
Es decir, en todas las sociedades existió

8siempre algún tipo de diferenciación, pero el sentido y el grado han sido diferentes. Pensemos en el
ejemplo de las sociedades primitivas, donde un factor de desigualdad podía ser el sexo o la edad de sus
miembros. Con el surgimiento del capitalismo y en la era moderna asistimos a una complejización de los
factores de desigualdad.e)Laestratificación social no es solo una cuestión de desigualdad, sino también de
cultura social, y está relacionada con el sistema de creencias de los individuos. Esto quiere decir que no
solo hay una distribución diferencial de los recursos, sino también una explicación cultural y social que define
y justifica la desigualdad. Las explicaciones sobre el porqué de la desigualdad también han variado a lo largo de la
historia.Como señalan Macionis y Plumer (2007), de manera general podemos definir tres macrosistemas de
estratificación: esclavitud, sistema de castas y las clases sociales. Estos grandes sistemas se pueden analizar, además,
en función de los tipos de sistemas sociales: ya sean sistemas cerrados, caracterizados por la poca o nula
movilidad social, o sistemas abiertosque permiten una movilidad social mayor.EsclavitudEs una forma de
diferenciación y desigualdad que se basa en el derecho de propiedad que un grupo de individuos ejerce
sobre otro grupo. Las personas devienen en cosas que pueden sercompradas o vendidas. En América Latina,
la explotación de la fuerza de trabajo esclava, de origen africano, fue una práctica generalizada en toda la
región: desde de las islas del Caribe y las más productivas zonas del Brasilhasta las actuales
Honduras,Panamá, Costa Rica, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y,en menor medida, México y el Río de la
Plata (Gruner, 2010).Podemos acordar con Giddens (2010) que la esclavitud es la forma más extrema de
desigualdad, donde unos individuos son propietariosde otros. Esta condición legal de posesión de los esclavos
presentó históricamentevariaciones según el tipo de sociedad. Algunas veces los esclavos eran privados de
todos sus derechos legales, como en el sur de Estados Unidos, y en otros casos su posición era parecida a la de un
sirviente.La historia de la esclavitud es extensa y merecería un apartado específico. Sin embargo, queremos
dejar claro que fue una forma de estructuración de la desigualdad con particulares características. Si hacemos un
poco de historia, en los siglos XVIII y XIX los esclavos fueron utilizados casi

9exclusivamente como trabajadores en las plantaciones o como sirvientes domésticos en Estados Unidos,
Sudamérica y las Antillas. Ya en la Atenas clásica estaban presentes en diversos lugares y algunas veces
tenían posiciones de responsabilidad, aunque se los excluía de los puestos políticos y militares; inclusive,
algunos sabían leer y escribir, trabajaban como administradores del gobierno y muchos eran artesanos
(Giddens, 2010).Estas situaciones extremas de desigualdad producían que no pocas veces existieran rebeliones
de los esclavos. Para citar tan solo dos ejemplos ampliamente conocidos en la historia de América Latina,
podemos hacer referencia a las revueltas en Haití y los múltipleslevantamientos en Brasil.La Revolución haitiana
tuvo su origen en el estallido de una sublevación de esclavos durante la noche del 22 al 23 de agosto de 1791.
Como señala Manigat (2009), la revuelta podría analizarse como un episodio más de los conflictos que generaba el
sistema esclavista –como las fugas, los suicidios y otros hechos constantes en todo el sistema de esclavitud
implementado en América–entre la población negra. Considerando esa perspectiva, el autor manifiestaque los
acontecimientos de la Revolución haitiana representan el enfrentamiento clásico entre grupos sociales por
mantener el statuquo. Sin embargo, esta revolución inaugura un ciclo de independencias en América
Latina y el Caribe con una triple connotación: problematiza laidea de libertaden relación con la surgida en el Siglo
de la Luces; promueve la edificación de un Estado negro anticolonial y antiesclavista, en el contexto de un
gobierno colonial francés en la región; y, finalmente, provoca el enfrentamiento contra unapotencia imperial,con
saldo positivo para los esclavos (Manigat, 2009).La centralidad de la esclavitud, como institución
fundamental de la organización del sistema capitalista, es destacada por Gruner (2010). Según este autor,se hace
imposible pensar la expansión del sistema capitalista fuera de Europa en el siglo XIX sin analizar la esclavitud. Esta
red de compra y venta de seres humanos entre los tres continentes (Europa, América y África) fue un
componente decisivo de la historia contemporánea: estaexplotación favoreció el crecimiento económico, de
la industria textil, la naviera y del comercio internacional.La importancia de la Revolución haitiana radica, según
Gruner (2010), en el hecho de que se produce allí la primera revolución de América Latina mientras la
expansión del sistema capitalista estaba en su apogeo. Haití se encontraba al margen de la revolución francesa: la
igualdad, fraternidad y solidaridadno se aplicaban para los habitantes de la isla.

10Los debates sobre la esclavitud en América Latina son amplios. Aunque no profundizaremos aquí el tema,
queremos destacar que fue una modalidad de estratificación social que tuvo profundos efectos sobre las
sociedades contemporáneas.Sistema de castasEs una forma de estratificación social basada en
características “adscriptivas”de las personas.El sistema de castas es característico de la India y deriva del hinduismo.
Allí, el lugar que ocupan las personas en el espacio social está organizado en función del lugar en donde
nacen y de su ocupación. En el escalón más bajo,se encuentran los dalits(conocidos como losintocables);en el
nivel más alto,los brahames(conocidos como lossacerdotes).Crompton (1997) señala que las desigualdades
sociales en este sistema se derivan de una estructura de la sociedad establecida por la divinidad. Aquí, el lugar en
la jerarquía social está ligado a la pureza religiosa. El argumento es que las castas inferiores contaminan a las
superiores, ypor eso hay una serie de restricciones que se aplican a los individuos de las castas bajas y a sus familias.
En esta situación, el sistema de castas se superpone (aunque no totalmente) con la estructura de la
desigualdad.El argumento de Crompton (1997) es que si consideramos que hay sistemas ideológicos que
justifican las desigualdades, aquí debemos hacer referencia a dos conceptos religiosos: el kharmay el dharma.
El karma implica que las personas nacen en una determinada casta y que eso es lo que merecen de acuerdo
a las acciones que han llevado a cabo en una vida anterior. El dharma, que significa “existir conforme a lo que es
moral”, enseña que vivir la vida presente de acuerdo con las normas genera como resultado el posterior
renacimiento en una casta superior y, por lo tanto, una progresión última en el sistema de castas. De
esta manera, las desigualdades de las castas, como la posibilidad de cambio social en el futuro, tienen una
estrecha relación con las verdades religiosas universales y se sitúan más allá de un examen sociológico. Es
decir, encontramos explicaciones de un orden divino que son interpretadas parte del orden natural de las
cosas.Por otra parte, este sistema social es cerrado, de modo que cuando aparece en su forma más pura, el
destino social del individuo no tiene posibilidades de ser modificado.

11Hay cuatro características principales del sistema de castas:a)Las castas suelen ir asociadas a una ocupación
específica, de modo que los hijos generalmentedesempeñan el mismo trabajo que sus padres.b)El matrimonio
con individuos de otra casta es prácticamente impensable (matrimonios endogámicos).c)La pertenencia a
una casta determina la vida cotidiana en la medida en que los individuos solo se relacionan con otrosde su propia
casta. Esto está amparado bajo ciertas creencias religiosas que establecen que el contacto con castas inferiores,
por ejemplo, “contamina” a las castas superiores.d)Por último, y como cuestión más importante, los sistemas de
castas se apoyan en fuertes creencias culturales. Según la cultura y las tradiciones, se entiende que es
un mandato moral aceptar la posición social que a uno le ha tocado.Debemos hacer referencia a que el
sistema de castas es extremadamente elaborado y complejo, y que muchas veces su estructura varía en cada zona
de la India; es decir, no constituye un sistema homogéneo, sino una diversidad de creencias y prácticas,
muchas veces difusamente conectadas.Sociedad de clasesSeguramente has escuchado la expresión clase
socialen varias oportunidades y con diferentes connotaciones: a través de los medios de comunicación, que
hacen constante referencia al concepto, y hasta en conversaciones con amigos y familiares. Para algunos,
la clase hace referencia a estilos de viday particulares gustos (“tener clase”); para otros, tiene que ver con el
estatus social. En el discurso político,muchas veces se hace referencia a los impuestos aplicados a “la clase alta”,
cuando en realidad se están señalando los“impuestos aplicados a las personas que poseen altos ingresos”. Dada
la gran diversidad que existe, en esta sección vamos a avanzar solo lo necesario como para entender el concepto
desde una perspectiva sociológica y quitarle cierta ambigüedad que lo rodea en el discurso cotidiano. Sin embargo,
debemos señalar que, inclusive en el ámbito sociológico, el concepto es objeto de diferentes definiciones según la
tradición teórica.Históricamente, el sistema capitalista erosionó los sistemas feudales y de esclavitud y provocó
su transformación en un sistema de clases. En teoría, esteúltimosistema se basa en las capacidades y logros
personales. Se supone, además, que es más abierto, de modo que los individuos, a través

12del sistema educativo o por otros mecanismos, pueden experimentar algún tipo de movilidad social con relación
a la posición que ocupan sus padres; sin embargo, esto no siempre ocurre.Nos detendremos a detallar las
explicaciones que la sociología da a este sistema, ya que se trata del modelo que organiza el tipo de sociedad en
la cual vivimos.Giddens (2010) señala cuatro elementos centrales que distinguen este sistema de estratificación
de los otros:a)A diferencia de los otros sistemas de desigualdad, las clases sociales no se establecen por
disposiciones jurídicas o religiosas, y la pertenencia a ellas no se basa en una posición heredada, que se haya
determinado legalmente o por la costumbre. Lo habitual es que los sistemas de clase sean más fluidos que los
restantes tipos de estratificación,y que los límites entre las clases no estén nunca claros. Además, no
hay restricciones formales aplicadas al matrimonio entre personas de distintas clases.La pregunta que
nosotros agregamos a este aspecto es: ¿cuál es la distancia que existe entre la igualdad normativa y la
igualdad social real? Gran parte de la investigación sociológica sobre este interrogante demuestra que muchas
veces existen grandes brechas entre la igualdad que tenemos todos en el plano jurídico y la igualdad
social que realmente experimentamos y en la cual estamos inscriptos.b)En teoría, la clase a la que pertenece
un individuo es en parte adquirida, es decir, no está totalmente determinada por el nacimiento, como es común
en otros tipos de estratificación. Sin embargo, nosotros preguntamos: ¿hasta qué punto la clase puede
modificarse en el transcurso de vida de un individuo?c)Las clases se basan en las diferencias económicas que
existen entre los grupos de individuos y en las desigualdades en la posesión y control de los recursos materiales. En
los otros sistemas de estratificación, los factores no económicos, tales como la influencia de la religión en
las castas indias, suelen ser mucho más importantes.d)En los otros sistemas de estratificación, las desigualdades
se expresan principalmente en relaciones personales basadas en el deber o la obligación, ya sea entre siervo
y señor, esclavo y amo, o individuos de una casta inferior o superior. Por el contrario, los sistemas de
clases

13operan principalmente mediante conexiones impersonales a gran escala. Porejemplo, una de las bases
fundamentales de las diferencias de clase se halla en las desigualdades de salario y de condiciones de trabajo
que afectan a todas las personas de una categoría ocupacional específica, como resultado de las circunstancias
económicas derivadas del conjunto de la economía como totalidad. Uno de los corolarios de este sistema es
que existen derechos universalesque no dependen de la posición social de los individuos: en principio, la igualdad
ante la ley es central.¿Qué es la igualdad de oportunidades?El resultado final de la vida de una persona, en sus
muchas dimensiones, debe reflejar principalmente los esfuerzos y talentos de esa persona, no sus antecedentes
de nacimiento. Las circunstancias predeterminadas –género, raza, lugar de nacimiento, orígenes familiares–y el
grupo social en el que nazca la persona, no deben contribuir a determinar si ella ha de tener éxito económica,
social y políticamente...El principio de igualdad de oportunidades es conceptualmente simple: las circunstancias en
el momento del nacimiento no deben tener ningún peso en las oportunidades que una persona tenga en la
vida...Las desigualdades como tales podrían no ser una gran preocupación si los resultados finales variaran
por razones que tuvieran que ver principalmente con los esfuerzos individuales. (Ferreira et al., 2006, pp.
13-20).La ideología como justificación de los sistemas de estratificaciónObservando nuestras sociedades,
podemos preguntarnos: ¿cómo se mantienen en ellas las desigualdades?, obien:¿por qué la gente tolera las
desigualdades? Una de las razones para el mantenimiento y la reproducción de las desigualdades
sociales es la ideología.

14La ideologíaesdefinida como un conjunto de creencias culturales que sirven para justificar la estratificación social,
entre otras cosas. Las creencias que refuerzan la dominación de una minoría privilegiada sobre la mayoría de la
población son ideologías.Desde sus comienzos, la sociología intentó dar respuesta a la pregunta sobrelas
causas de las desigualdades; el eje de análisis fue el estudio de quién obtiene qué y porqué. Los padres
fundadores de la sociología, Marx, Weber y Durkheim, estructuraron distintosparadigmas explicativos, con
diversosmarcos analíticos, para comprender por qué existen las diferencias sociales.Al respecto, nos
detendremos nuevamente sobre el análisis de la sociedad de clases, de modo de profundizarlo.Según Wright
(2005), existen básicamente tres perspectivas para analizar la desigualdad en las sociedades capitalistas:a)La
perspectiva centrada en el individuo. Bajo este enfoque, la posición económica del individuo es analizada como el
resultado del nivel de éxito personal (algo que es un fenómeno puramente individual). Este “éxito” de los
individuosestá determinado por factores como: educación, trasfondo familiar, motivaciones, conexiones
personales (capital social). Así, la persona que es pobre lo es porque ha tenido un déficit en los atributos relevantes,
mientras que la persona que es rica ha tenido ventajas en los mismos atributos. Lo importante es destacar que
en este tipo de explicación no hay relaciones sociales entre una y otra persona como factor explicativo. Los
grados de desigualdad están definidos en función de la inequidad de estos atributos; es decir, podemos
entender la posición de los individuos en el espacio social analizando sus“trayectorias” (y estas son puramente
individuales).b)y c)El análisis de clases a partir de otras dos tradiciones: weberiana y marxista1, adopta, en
cambio, una versión diferente para entender la desigualdad social. En vez de analizar y focalizar la atención
sobre el proceso por el cual los individuos están ordenados en posiciones, el análisis de clases analiza las
relacionesentre las posiciones. Es decir, ambas tradiciones tienen en cuenta los patrones de desigualdad como
resultado de conexiones causales entre las posiciones. En el análisis marxista,la relación de
interdependencia es pensada también en 1Hablamos de tradición “weberiana” porque hacemosreferencia al
esquema teórico propuesto por Max Weber, y de tradición “marxista” porque hacemosreferencia al esquema
teórico propuesto por Karl Marx.

15términos de explotación,como un mecanismo causal que genera desigualdad.En el primer caso –


perspectiva centrada en el individuo–,estamos hablando de enfoques gradacionales(como el de la
vulnerabilidado algunos enfoques de clases sociales), y en el segundo –enfoque marxista y weberiano–, de
perspectivas relacionales(Gómez, 2009).
AULA 1
Enfoques clásicos para el estudio de la estratificación social y de las clases sociales El análisis propuesto por el
funcionalismoUna de las perspectivas gradacionales tradicionales es la del funcionalismo. Dentro del funcionalismo
se entiende que la desigualdad social juega un papel crucial para el correcto funcionamiento de las
sociedades.En una de las explicaciones clásicas de la desigualdad social, Davisy Moore (1942;1945) postulan que
la estratificación social tiene resultados positivos para la sociedad en su conjunto,y se preguntan:
¿cómoseexplica que en todas las sociedades que conocemos existan desigualdades? ¿Por qué la desigualdad es
un fenómeno universal? La respuesta que dan estos sociólogos es que en toda sociedad compleja o moderna
existe la división del trabajo, y que esta implica que hay una gran variedad de ocupaciones diferentes que
requieren habilidades y niveles de preparación distintos (ciertos trabajos son más simples y otros son más
complejos; pensemos, por ejemplo, en un abogado o en una persona que realiza tareas de limpieza). Para
Davis yMoore, hay una división social del trabajo, y esta es una “necesidad funcional” para el correcto
funcionamiento de la sociedad.Como señala Laurin-Frenette (1976), esta perspectiva postula que la
estratificación se define como un sistema de desigualdades o de diferencias de prestigioy de
estimaciónentre los miembros de un sistema social. Esas diferencias en el prestigio delos diversos individuosson
relativas a las distintas posiciones que estos ocupan en la estructura social. Toda sociedad debe asegurarse de que
las tareas y funciones necesarias para su supervivencia y su buen funcionamiento sean adecuadamente
cubiertas, es decir, que las funciones sociales: a) sean ejercidas; b) que sean ejercidas por los que se
encuentran en condiciones de hacerlo, y c) que estos las cumplan del mejor modo posible.Esto implica
que la sociedad debe encontrar un medio eficaz para atribuir a sus miembros las diversas tareas y funciones,
y motivarlos para que las cumplan convenientemente. El cumplimiento de ese objetivo se logra a través de
la institucionalización de un sistema de estratificación social: el establecimiento de un sistema
estable de “recompensas” que sirvan como incentivos para el cumplimiento de las diversas funciones, así como
de

3mecanismos que aseguren la distribución de tales recompensas entre los titulares de las diversas posiciones.El
sistema de distribución de las recompensas forma parte del sistema social(sociedad): las recompensas que
tienen los individuos están vinculadas a las diferentes posiciones que ocupan en relación a títulos, requisitos
previos y privilegios necesarios para el cumplimiento de las tareas correspondientes a esa posición. Esto está
en correspondencia con la satisfacción y la motivación del individuo que ocupa dicha posición.Las recompensas
que percibe el individuo en cada posición son de tres tipos:1)las que contribuyen al confort y al bienestar del
individuo;2)las que contribuyen a su placer y a su entretenimiento;3)las que acrecientan el respeto y la estima que
tiene de sí mismo.Todas las recompensas son manifestaciones de estima y de prestigio porque son
concedidas al individuo por la colectividad como reconocimiento por la contribución que realiza, a través
de la posición que ocupa, a la supervivencia y al funcionamiento del sistema social.Para Davis y Moore (1942;
1945), el salario o los ingresos que corresponden a una posición social no son la fuente del estatus de
esa posición, sino que, por el contrario, son el estatus o el prestigio de la posición los que implican unos
ingresos determinados. Es decir, debido a que la posición tiene determinado estatus o prestigio es que se obtiene
un determinado salario. Así, la posición de un individuo en la jerarquía del prestigio y de la estima resulta
una manifestación social de su valor personal, pues se le recompensa según sus aptitudes para cumplir
adecuadamente una función y según la eficacia con quesedesarrolla en dicho cumplimiento.Notemos, valga la
redundancia, que el eje clave de estos autores es concebir a la sociedad como un sistema social donde cada
individuo cumple una función social.Siguiendo con el argumento de estos autores, el valor personal del
individuo debe coincidir con su valor para el sistema social y, de una manera general, la jerarquía de las
cualidades personales debe coincidir con la jerarquía de las funciones y con la del prestigio social asociado a
ellas. La función de la estratificación es la de asegurar dicha coincidencia; justamente por ello la desigualdad
social institucionalizadapuede ser definida como un mecanismo establecido por las sociedades con la
4finalidad de garantizar que las posiciones importantes serán cubiertas por los individuos más competentes.El
corolario de este argumento es el siguiente: las ocupaciones que requieren una mayor calificación son
lasmás necesarias para mantener viable una sociedad y, por lo tanto, se necesita recompensar de alguna
forma a aquellos que parecen dispuestos a invertir tiempo y dinero en adquirir los conocimientos necesarios
para ejercer esas profesiones. Si queremos que la sociedad funcione, tenemos que ofrecer recompensas
desiguales, acordes a los méritos de cada persona. La tesis de estos sociólogos se basa, entonces, en la meritocracia,
idea que postula que solo puede haber desigualdades en función de los esfuerzos yméritos disparesde las personas.
Así, se premia el desarrollo del talento individual,y la sociedad debe garantizar la igualdad de oportunidades
procurando que los beneficios y recompensas no se distribuyan de modo uniforme.Davis y Moore (1942; 1945)
dan el ejemplo de la profesión médica, la cual exige una formación larga, costosa y difícil,que tiene un estatus
elevado y, por consiguiente, altos ingresos y otros privilegios apreciables.En principio, esta parece una explicación
bastante simple del fenómeno de la desigualdad y es criticada fuertemente por el paradigma de las clases
sociales que desarrollaremos a continuación.Para introducir el próximo paradigma, podemos preguntarnos:¿Todos
los individuos tienen el mismo punto de partida para llegar a determinadas posiciones? ¿Cuáles son las
desigualdades estructurales en las cuáles están insertos los individuos?Análisis de claseEl análisis de clases se basa
en una concepción relacionalde la sociedad. Este tipo de análisis se inspira en los trabajos de Karl Marx y
Max Weber. En un artículo clásico, Emirbayer (1997) postula que los sociólogos enfrentan un dilema
central: concebir el mundo social conformado por sustancias o por procesos, por cosas estáticas o por
relaciones dinámicas. Los enfoques marxista y weberiano de las clases sociales son perspectivas relacionales
porque conciben al mundo social como conformado por procesos y relaciones entre las clases sociales.

5En esta introducción,consideraremos la clase social como unamanifestación de la modernidad,es


decir, una característica de los sistemas modernos de estratificación, de las sociedades industriales, en
contraposición a estructuras tradicionales de desigualdad (caracterizadas por la adscripción o el orden
“natural”).Según Marx, existen principalmente dos clases que se pueden diferenciar en función de la posición
que ocupan en la esfera económica: la de los propietarios de los medios de producción y la de los
trabajadores (proletarios).El análisis de clases inspirado en MarxLos conceptos de clases sociales, relaciones de clase
o luchas de clases son centrales en la obra de Marx y podemos decir que son claves para gran parte del
marxismo como cuerpo de pensamiento. Sin embargo, y paradójicamente, Marx murió justo antes de
redactar el capítulo dedicado a las clases sociales en su obra culmine El Capital1(1867). Como señalan Duek e
Inda (2007), a pesar de que los conceptos de clase social y lucha de clase son centrales en la teoría de Marx, él
no los formuló con la misma sistematicidad con la que se ocupó de otros temas. Por esta razón, el concepto
de clase social en Marx debe reconstruirse a partir del conjunto de su obra.Duek e Inda (2007)
señalanacertadamente a que desde la antigüedadyhasta el siglo XIX diversos pensadores hablaban de la existencia
de clases y las describían; veían que la sociedad se dividía siempre entrericos y pobres, entrenobles y
plebeyos, entrelibres y esclavos, pero no podían explicarse las causas de esta desigualdad. El aporte decisivo de
Marx, por lo tanto, no fue descubrir la existencia de las clases, sino proporcionar una explicación científica de
la estructura y dinámica de las clases sociales.Para Giddens (1994;2010),el argumento de Marx es que la clase
es un grupo de personas que tienen una relación común con los medios de producción. Si pensamos en
términos históricos, antes de la aparición de la industria moderna,los medios de producción consistían
primordialmente en la tierra y los instrumentos que servían para cultivarla o para cuidar el ganado. Por lo
tanto, en estas sociedades preindustriales,las dos clasesfundamentales eran: por un lado, quienes
poseían la tierra (los aristócratas, la nobleza y los dueños de los esclavos) y, por otro lado, losque se
dedicaban a hacerla producir (los siervos, los esclavos y los 1En el capítulo 52 de la sección séptima del
volumen III de El Capital, con el título “Las clases”, Marx empieza a redactar la sección destinada al análisis de las
clases sociales, pero no logra terminarla.

6campesinos libres). En las sociedades industriales modernas, las fábricas, las oficinas y la maquinaria, así como
la riqueza o el capital necesarios para obtenerlas, se hicieron más importantes. Entonces, las dos clases
principales son la de quienes poseen estos nuevos medios de producción (los industriales o los capitalistas) y
la de aquellos que se ganan la vida vendiéndoles su fuerza de trabajo (la clase obrera o, en términos de Marx, el
“proletariado”).Según Marx, entonces, las clases sociales están determinadas por el proceso de
producción. Esto quiere decir que las dos grandes clases principalesestán fundadas en las relaciones de los
individuos con los medios de producción: los propietarios de los medios de producción (burgueses) y aquellos
individuos que tienen que vender su fuerza de trabajopara subsistir (proletarios). Esta estructura profunda
de la desigualdad es lo que explica gran parte de la dinámica social.Como dijimos anteriormente, al tratarse de
una perspectiva relacional,se asume que existen relaciones entre las clases sociales y que estas son de
explotación.Siguiendo con el argumento propuesto por el sociólogo inglés Giddens (2010), en todos los
momentos históricos existieron relaciones de clase y de explotación. En las sociedades feudales,la explotación
tomó la forma de una transferencia directa y simple desde lo que producía el campesinado hacia la
aristocracia. Es decir, los siervos estaban obligados a dar una cierta parte de su producción al señorfeudal o
tenían que trabajar un determinado número dedías al mes en las tierras de este. En las sociedades
capitalistas modernas, en cambio, la explotación es más sutil. El argumento clásico de Marx es que en un día de
trabajo de los trabajadores producen más de lo que el empresario necesita para recuperar el salario que les
paga. Ese excedente es el origen de las ganancias que los capitalistas utilizan para aumentar su
beneficio.Como podemos observar en el fragmento del Manifiesto del Partido Comunista, que puedes leer
más abajo, en toda la historia existió alguna forma de explotación de una clase sobre la otra. Sin embargo, según
Marx, el desarrollo de la industria moderna provocó que la riqueza y acumulación que se producían fueran mucho
mayores. El trabajador, según Marx, está sometido a la mecanización y a la opresión. Un ejemplo clásico de
esto es el del operario que tiene que realizar durante muchas horas la misma tarea rutinaria. Debemos recordar
en este punto que Marx escribió en la época de los comienzos del capitalismo.Véase el fragmento de Tiempos
Modernos, deChaplin, en este módulo.

7Burgueses y proletariosHasta nuestros días, la historia de la humanidad, ha sido una historia de luchas de clases.
Libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores feudales y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra,
opresores y oprimidos, siempre frente a frente, enfrentados en una lucha ininterrumpida, unas veces
encubierta, y otras franca y directa, en una lucha que conduce siempre, a la transformación revolucionaria de la
sociedad o al exterminio de ambas clases beligerantes.Desde el principio de la historia, nos encontramos
siempre la sociedad dividida en estamentos, dentro de cada uno de los cuales hay a su vez, una nueva jerarquía
social con grados y posiciones. En la Roma antigua eran los patricios, los équites, los plebeyos, los
esclavos.En la edad media eran los señores feudales, los vasallos, los maestros, los oficiales de los gremios,
los siervos de la gleba. Y dentro de cada una de estas clases, nos encontramos también con
matices internos. La moderna sociedad burguesa, que ha surgido de las ruinas de la sociedad feudal, no
ha abolido los antagonismos de clase. Lo que ha hecho, sólo ha sido crear nuevas clases, nuevas condiciones de
opresión, nuevas modalidades de lucha; que han venido a sustituir a las antiguas.Nuestra época, la época de la
burguesía, se caracteriza por haber simplificado estos antagonismos de clase. Hoy y cada vez más
abiertamente, toda la sociedad tiende a separarse, en dos grandes grupos enemigos, en dos grandes clases
antagónicas: la burguesía y el proletariado.De los siervos de la gleba de la edad media, surgieron los villanos de las
primeras ciudades, y estos villanos fueron el germen, de donde brotaron los primeros elementos de la
burguesía.Eldescubrimiento de América o la circunnavegación de África, abrieron nuevos horizontes e
imprimieron nuevo impulso a la ascendente burguesía. El mercado de la China y de las indias orientales, la
colonización de América, el intercambio comercial con las colonias, el incremento de los medios de cambio y de
las mercaderías en general; dieron al

8comercio, a la navegación, a la industria; un empuje jamás conocido, atizando con ello el elemento
revolucionario, que se escondía en el seno de la sociedad feudal ya en descomposición. (Marx y Engels,
2005, pp. 8-10).Hasta aquí, presentamos de manera esquemática las ideas de las clases sociales de Marx.
Según esta forma simple de comprender la desigualdad, la elite capitalista no solo extrae riqueza y todo tipo
de recursos de la esfera económica, sino que también las instituciones políticas y legales garantizan que las
desigualdades sociales se reproduzcan generación tras generación, es decir, que se reproduzca la estructura
de clases. Las leyes hereditarias permiten la reproducción de las dinastías financieras y empresariales, y
el sistema educativo permite que los más afortunados estudien en universidades de prestigio donde pueden
establecer vínculos privilegiados.Ahora bien, podemos preguntarnos:¿por qué no ha habido una revolución
proletaria en las sociedades capitalistas? De hecho, el sistema capitalista sigue en pie. Para responder a este
interrogante, se pueden argumentar al menos los siguientes fenómenos (MacionisyPlumer, 2007):1)La
fragmentación de la clase capitalista: hace un siglo las propiedades eran solo de unas pocas familias,
mientras que ahora existe el crecimiento de una mayor cantidad de propietarios, como así también el
crecimiento de una clase gerencial.2)Trabajadores de cuello blanco, azul y rosa: la mayor parte de las personas
que constituían la clase obrera cuando Marx escribió eran trabajadores del campo, cuyas ocupaciones eran
de bajo prestigio y solo requerían el uso de habilidades manuales. Hoy, en cambio,existen empleos de mayor
reconocimientoque requieren el desempeño de habilidades mentales.En algunos países (como Estados Unidos,
por ejemplo) un trabajador de “cuello blanco” es una persona que se dedica a actividades profesionales,
gerenciales o administrativas; generalmente, estas se realizan en oficinas. El trabajador de “cuello azul”, por otra
parte, es una persona de clase trabajadora que se encarga de tareas manuales, como por ejemplo: la minería,
el saneamiento, el trabajo de custodios,elcampo petrolífero, la construcción, la mecánica, el mantenimiento,el
almacenamiento y otros tipos de trabajos fundamentalmente físicos. Finalmente, los trabajadores de “cuello
rosa” son caracterizados por la interacción con clientes, entretenimiento, ventas u otros trabajos orientados a
servicios.3)Mejora en las relaciones laborales: se puede argumentar que en la actualidad los trabajadores
tienen más recursos organizativos quelos

9que tenían hace un siglo. Para determinados autores, es la propia clase obrera laque tiene una capacidad de
acción que le permite provocar cambios en el sistema capitalista, de manera independiente del Estado y los
partidos políticos. Uno de los grandes cambios en este plano es el surgimiento de los sindicatos.4)Mayor protección
legal:desde los tiempos de Marx ha habido una mejora en la legislación que protege a los trabajadores.Sin
embargo, podemos postular como argumentos a favor de Marx que:1)la riqueza sigue estando concentrada;2)las
ocupaciones de “cuello blanco” apenas ofrecen mejoras a los trabajadores;3)el progreso sindical requiere
luchas sociales;4)el sistema legal sigue favoreciendo a la gente de altos ingresos.Análisis de clase inspirado en Max
WeberSegún Max Weber (1864-1920), las divisiones de clases sociales no obedecen solo a la esfera de la
producción económica, es decir, al control o no de los medios de producción, como postulaba Marx. Para
Weber, existen factores fundamentales fuera y dentro de la economía, como los valores, por ejemplo, que
pueden ser relevantes para explicar la desigualdad social.Como estudiamos en el Módulo 1, la dimensión de la
religión o los valores que había inculcado la ética protestante pueden explicar el nacimiento del capitalismo, además
de la variable económica. Pero la adherencia a este tipo de argumento no implica que Max Weber no
creyera que la variable económica era relevante, sino que pensaba en un esquema multicausalde surgimiento del
capitalismo.Según Giddens (2010), Weber coincide con Marx en que la clase se basa en condiciones económicas
objetivas. Sin embargo, hay dos diferencias fundamentales: en primer lugar, postula que en su formación
también son importantes otros factores económicos, aparte de los reconocidos por Marx. Por ejemplo, para
Weber, las divisiones declase se derivan no solo del control o no de los medios de producción, sino también de
diferencias que no son estrictamente económicas. Estas formas de diferenciación son los conocimientos
técnicos y las credenciales o las calificaciones que influyen en el tipo de trabajo que las personas pueden
obtener. Es decir, los profesionales y directivos ganan más y tienen mejores condiciones de trabajo que, por
ejemplo, las personas de “cuello azul”; sus credenciales educativas les otorgan mayor capital en el mercado. A su
vez, dentro de la

10clase de los trabajadores que realizan tareas manuales, los artesanos calificados pueden asegurarse salarios
más altos que los que tienen poca o ninguna calificación. En segundo lugar, Weber distingue otros dos aspectos
básicos de la estratificación, además de la clase. A uno lo denomina estatus,y alotro,partido.Así, para Weber la
desigualdad social se produce por la interacción de tres dimensiones:1)desigualdad económica, denominada como
posición de clase (esfera económica);2)desigualdad en relación al prestigio social (esfera social);3)desigualdad en
relación al poder (esfera política).A su vez, Weber tiene otra visión de la estratificación: una perspectiva
multidimensional de la estratificación (Marx, por el contrario, pensaba que el poder y el prestigio social se derivaban
de la posición económica, por lo que no vio razón para estudiar esas dimensiones por separado).EstatusSegún
Weber, el estatus hace referencia a las diferencias que existen entre dos grupos en cuanto a la reputación o
prestigio que les conceden los demás. Es decir, hay grupos que tienen posiciones privilegiadas y que son
reconocidos por su gran prestigio en una determinada sociedad; los médicos son un ejemplo de
estos.Desde la perspectiva de Duek e Inda (2006), el estatus representa la distribución del poder social. De
acuerdo con esto, el poder social es el cimiento de la formación de estamentos o grupos de estatus
jerarquizados, así como el poder económico lo es de la formación de clases. Las divisiones estamentales de la
sociedad no tienen que ver con diferencias económicas, de posición en los mercados de bienes nide trabajo,
sino que hacen referencia a diferencias sociales, es decir, de prestigio, estatus u honor. Es así que la distribución
del poder social o prestigio en una comunidad configura un orden estamental.Giddens (2010), por su parte,
señala que aunque la clase está dada de forma objetiva, la posición depende de la evaluación subjetiva que
tengan las personas sobre las diferencias sociales.

11PartidoComo señala Giddens (2010), Weber plantea que en las sociedades modernas la formación de
partidos es un aspecto importante del poder y puede influir en la estratificación, con independencia de la
clase y de la posición.El partido define a un grupo de individuos que trabajan conjuntamente porque
tienen orígenes, aspiraciones o intereses comunes.Como señalamos anteriormente, Marx entendía que la
clase social explicaba las diferencias de estatus y la organización en partidos políticos; Weber, en cambio,
argumentaba que ninguno de esos procesos podía reducirse a las divisiones de clase (aunque claramente se
veían influidos por ellas y,a su vez,la posición y la organización de los partidos podían influir en las
circunstancias económicas de los individuos y de los grupos, afectando la clase). De tal modo, Weber observaba
que los partidos podían estar basados en preocupaciones que excedían las diferencias de clase, como los
orígenes religiosos o los ideales nacionalistas.Veamos un ejemplo: unapersona que adhiere a la teoría marxista
puede explicar en términos de clase los conflictos entre católicos y protestantes en el norte de Irlanda,
puesto que hay más católicos en trabajos de clase obrera que protestantes. Un weberiano, en cambio,
opinaríaque tal explicación es ineficaz, porque también hay muchos protestantes que proceden de la clase
trabajadora. Los partidos a los que las personas se afilian son la expresión tanto de las diferencias religiosas
como de las de clase.Coincidimos con Giddens (2010) en que los escritos de Weber sobre la estratificación
son importantes porque, además de la clase, muestran otras dimensiones del fenómeno que tienen una gran
influencia en las vidas de las personas. Algunos sociólogos sostienen que el esquema de Weber ofrece una
base más flexible y compleja para el análisis de la estratificación que el proporcionado por Marx: si se entiendela
desigualdad desde esta perspectiva multidimensional, ya no es posible hablar de una sociedad polarizada en
dos clases sociales.Ambos esquemas de clase y la explicación funcionalista tienen en la actualidad defensores y
detractores, por lo que el debate continúa. Lo que queremos destacar es que los sociólogos contemporáneos
sofisticaron sus marcos teóricos y metodologías para explicar las desigualdades en lassociedadesactuales. En
esa dirección, podemos establecer que hay perspectivas neomarxistas, neoweberianas y
neofuncionalistas.Estas discusiones muchas veces adquirieron matices cuando los sociólogos intentaron aplicar las
categorías generales a la situación en América Latina.

12¿Cuál es la relación entre la inteligencia y la desigualdad?Para seguir pensando, leamos un fragmento de una
intervención realizada por Bourdieu en el marco del coloquio realizado por el Movimiento contra el Racismo y la
Amistad entre los Pueblos (MRAP), en 1978, titulado Elracismo de la inteligencia.Para leer el fragmento
completo, consulta la bibliografía complementaria:Bourdieu, 1978, pp. 67-71. Quisiera decir, en primer lugar,
que hay que tener presente que no hay un racismo, sino racismos: hay tantos racismos como grupos que
tienen la necesidad de justificarsepor existir como existen, constituyendo esto la función invariante de
los racismos.Me parece muy importante centrar el análisis en las formas de racismo que son sin duda las más
sutiles, las más irreconocibles y, por tanto, las menos denunciadas, quizá porque los denunciadores habituales
del racismo poseen algunas de las propiedades que inclinan a esta forma de racismo. Me refiero al racismo
de la inteligencia. El racismo de la inteligencia es un racismo de clase dominante que se distingue por una
multitud de propiedades de lo que se designa habitualmente como racismo, es decir, el racismo
pequeñoburgués, que constituye el objetivo central de la mayoría de las críticas clásicas del racismo,
empezando por las más vigorosas, como la de Sartre.Este racismo es propiode una clase dominante cuya
reproducción depende, en parte, de la transmisión del capital cultural, capital heredado que tiene la
propiedad de ser un capital incorporadoy, por tanto, aparentemente natural, innato. El racismo de la inteligencia
es lo que utilizan los dominantes con el fin de producir una «teodicea de su propio privilegio», como dice
Weber, es decir, una justificación del orden social que dominan. Es lo que hace que los dominantes se
sientan justificados de existir como dominantes, que se sientan de una esencia superior. Todo racismo es un
esencialismo y el racismo de la inteligencia es la forma de sociodicea característica de una clase dominante

13cuyo poder se basa en parte en la posesión de títulos que, como los títulos escolares, se consideran
garantía de inteligencia y que han suplantado en muchas sociedades, incluso para el acceso a las posiciones de
poder económico, a los antiguos títulos, tales como los títulos de propiedad o los títulos nobiliarios. (Bourdieu,
1978,pp. 67-71).
AULA 2
Los sistemas mundiales.
América Latina en el mundo
Los sistemas mundiales. América Latina en el mundo

Así como cada país presenta en su interior profundas disparidades sociales, a escala planetaria también existen
desigualdades entre los países.En el recuadro inicial de este módulo (pp. 2-3),incluimos un ejemplo de las diferencias
que encontramos entre las oportunidades que tienen dos personas que viven en África del Sur. Sin embargo,
las asimetrías en el acceso a oportunidades son mucho más pronunciadas si consideramos las diferencias en el
interior de los países. Veamos la situación de Sven, un niño nacido en un hogar sueco promedio.La situación de
SvenSus posibilidades de morir durante el primer año de vida son mínimas (0,3%) y su esperanza de vida es de
80 años, esto es, 12 años más que Pieter y 30 más que Nthabiseng.Sus probabilidades de educación son de 11,4
años –5 más que el sudafricano promedio. A estas diferencias en años de escolaridad se suman diferencias de
calidad: en octavo grado, Sven normalmente obtendrá un puntaje de 500 en una prueba de matemáticas
internacionalmente comparable, mientras que el estudiante sudafricano promedio no obtendrá más que
264 puntos –más de dos desviaciones estándar por debajo de la mediana de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Lo más probable es que Nthabiseng nunca llegue a ese grado
y, por tanto, nunca presentará esa prueba. (Ferreira et al., 2006, p. 1).La pregunta inicial que podemos
hacernos es:¿Qué categorías utilizamos para referirnos a las desigualdades a nivel global?, o bien:¿qué indicadores
nos sirven para medir las desigualdades?El punto de partida de esta sección será reflexionar sobre la situación social
y económica de América Latina. Los interrogantes que nos movilizan son amplios; por ejemplo: ¿existen
diferencias estructurales entre América Latina y el resto del mundo desarrollado, o se trata más bien de grados de
desarrollo? ¿Nuestra situación se debe a que la modernidad (de la que

4hablamos en el primer módulo) no se implementó de manera exitosaoaque nuestra modernidad tuvo


características específicas?Estas preguntas también nos llevan a interrogarnos sobre el lugar que ocupa
América Latina en el contexto global. Una inicial categorización de la ubicación de América Latina en el contexto
mundial fue la que propuso el economista francés, Alfred Sauvey, en 1952. Según él, el concepto de “tercer mundo”
designaba a los países que no pertenecían a ninguno de los bloques enfrentados en la Guerra Fría: el bloque
occidental (Estados Unidos, Europa Occidental, Japón, Canadá, Corea del Sur, Australia y aliados) pertenecía
al primer mundo; el bloque comunista (Unión Soviética, Europa Oriental, China) pertenecía al segundo mundo.
Uno de los rasgos esenciales del segundo mundo es queestaba conformado porsociedades con economías de
planificación centralizadas, que concedían un papel pequeño a la propiedad privada o la competencia entre las
empresas. La Unión Soviética tenía una forma muy característica de organización social, política y económica;
fundamentalmente, era una comunidad compuesta por diferentes grupos nacionales y culturas. Rusia era el
mayor de ellos,y el ruso, el idioma oficial de la unión; sin embargo, también se hablaban otras muchas lenguas,
como letón, alemán, árabe o georgiano (Giddens, 2010).En ese contexto, América Latina pertenecía al “tercer
mundo”. Sin embargo, esta inicial forma de categorizar a los países actualmente está en desuso, ya que los países
del bloque socialista han desarticulado muchas de las políticas de aquel momento histórico; además, porque
implica un criterio esencialmente político para estratificar a los países.Otra manera de categorizar es aquella que
dividea los paísesen aquellos “en vías de desarrollo” ylos “países desarrollados”,y queconsidera que
losprimerosestán de alguna manera en una etapa de transición desde un estado de subdesarrollo a otro de
pleno desarrollo económico; por el contrario, hay ciertos países que ya han alcanzado niveles plenos y óptimos de
desarrollo económico.El Banco Mundial utiliza una clasificación de los países según los ingresos. Esta
clasificación se basa en el ingreso nacional bruto (INB) per cápita. En base a su INB per cápita, cada economía
se clasifica como de ingreso bajo, ingreso mediano (que se subdivide en mediano bajo y mediano alto) o
ingreso alto. También se utilizan otros grupos analíticos que se basan en regiones geográficas.
5¿Qué es el Ingreso Nacional Bruto y el Producto Interno Bruto de un país?El producto interno bruto es la
variable más conocida y utilizada para analizar el desempeño de las economías. Sin embargo, no es la que
mejor refleja la cantidad de recursos con que cuentan los residentes de un país para gastar o destinar a
ahorro. Esto es asíporque no todos los recursos que se generan internamente permanecen en el país, sino
que parte de ellos se transfiere al exterior por concepto de remuneración de los factores de producción de
propiedad de residentes en el resto del mundo, tales como los pagos de intereses por las deudas contraídas y
las remesas de utilidades de las empresas extranjeras radicadas en el país. De igual modo, los residentes
de un país determinado reciben recursos por concepto de remuneración de los factores radicados en el
resto del mundo.Por este motivo, y desde la perspectiva de las cuentas nacionales, cobra relevancia la
diferenciación de los conceptos de ingreso interno e ingreso nacional. Medido a precios corrientes, el
ingreso interno bruto de un país es igual al producto interno bruto y corresponde a la sumatoria de los ingresos
generados en la actividad productiva de los sectores residentes. Al sumar a este ingreso interno bruto los
pagos netos de factores mencionados en el párrafo anterior, se obtiene el ingreso nacional bruto. Dadas las
características de las economías de los países de América Latina y los montos registrados por concepto de estos
pagos, la diferencia entre el comportamiento del ingreso interno bruto y del ingreso nacional bruto ha sido, en
determinados momentos, apreciable.Adicionalmente, en los últimos años ha ganado importancia en
muchos países de América Latina la recepción de recursos correspondientes a remesas de dinero que los
trabajadores emigrantes realizan a sus familias. Estos sonrecursos que, aunque se generan en otro país y por lo
tanto no están incluidos en el cálculo del PIB, forman parte de las disponibilidades de los residentes para
solventar los gastos en los que deben incurrir, o alternativamente, destinar al ahorro. Al sumar estos
recursos al ingreso nacional se obtiene entonces el ingreso nacional bruto disponible. Dadas las
magnitudes de los montos registrados

6por concepto de transferencias corrientes netas recibidas del resto del mundo en los últimos años, la
diferenciaentre los conceptos de ingreso interno bruto, ingreso nacional bruto e ingreso nacional bruto
disponible adquieren, para algunos países, gran relevancia. (Kacef, 2008, pp. 11-12).¿Lo sabías?•De los 6.000
millones de personas que viven en el mundo, más de 1.200 millones viven con menos de US$1 por día y otros
2.000 millones de personas viven apenas un poco mejor.•Alrededor del 60% de las personas que viven con
menos de US$1 por día viven en Asia oriental y en África al sur del Sahara.•Enlos países de ingreso alto, los
agricultores --hombres y mujeres--constituyen menos del 6% de la fuerza laboral, mientras que en el
conjunto de los países de ingreso bajo y mediano representan casi el 60% de todos los trabajadores.•A los países en
desarrollo les corresponde casi US$1 de cada US$4 que ganan los países industriales con sus exportaciones.
(Grupo del Banco Mundial, s.f., http://goo.gl/LSNdjl).El dato común que encontramos entrelas diferentes
categorizaciones de los países es que vivimos en un mundo profundamente desigual. Según el Informe sobre
el desarrollo mundial 2006: Equidad y Desarrollo, del Banco Mundial (Ferreira et al., 2006), estas
desigualdades se traducen en extraordinarias asimetrías de oportunidades, tanto dentro de las fronteras
nacionales como entre los países. En el informe se agrega que incluso la misma oportunidad básica de la
vida está distribuida en forma muy desigual; por ejemplo: mientras que menos de la mitad del 1% de los niños
nacidos en Suecia muere antes de cumplir el primer año, casi el 15% de todos los nacidos en Mozambique
fallece antes de esa edad. En el Salvador, la tasa de mortalidad infantil es del 2% en el caso de los niños nacidos de
madrescon cierto nivel de instrucción, y del 10% si sus madres carecen de formación. En Eritrea, la cobertura de la
inmunización es próxima al 100% en los niños del quinto más rico de la población, pero solo del 50% en el
quinto más pobre.

7Figura 2: La pobreza en América LatinaFuente: CEPALSTAT, 2015,http://estadisticas.cepal.org/ Seguramente tú


debes conocer otras modalidades para categorizar a los distintos países. Te invitamos a reflexionaral respecto. Lo
que queremos destacar en esta breve introducción es que los diferentes conceptos que usamos para referirnos al
lugar que ocupa América Latina

8en el escenario mundial no son neutros; por el contrario, implican una carga conceptual que intentaremos
deslindar en esta sección.Para analizar la desigualdad a escala global, la sociología (específicamente, la reflexión
sociológica latinoamericana) dio varias explicaciones. En esta sección discutiremos las primeras teorías que
intentaron dar cuenta de la situación de desarrollo, subdesarrollo y desigualdad en la región: la teoría de la
modernización y la teoría de la dependencia.
AULA 3

Teorías de la modernizaciónA partir de la década del cincuenta,se produce un cambio en la orientación de la


sociología latinoamericana queda origen a lo que se denominó la sociología “científica” (Fuentes, 2006; Solari,
Franco, yJutkowitz, 1976). La sociología científica fue un movimiento de renovación contra una situación que en ese
momento era percibida como negativa para el desarrollo de la ciencia social en la región. La crítica apuntaba al
supuesto atraso teórico y metodológico en el que se encontraba la sociología a comienzos de la década de
1940,y a la escasa investigación empírica. El blanco de las críticas de esta corriente fue lo que se consideraba que
era “precientífico”, “premoderno” y “presociológico”. Esta primera etapa en la sociología latinoamericana,
caracterizada como de los pensadores, tenía al ensayo como principal medio de comunicación. Los llamados
pensadores, según indicaron Solari, Franco y Jutkowitz (1976), eran los intelectuales de América Latina
que centraron su preocupación en lo social y lo político, y cuyo rasgo central era interpretar la
realidad social para luego transformarla.Los aportes de la sociología científica inician una renovación
de la disciplina, sus concepciones, metodología y de la forma de concebir la relación entre realidady
transformación.En ese momento histórico, sereconocía que la sociología tenía una larga tradición en América
Latina, pero esto era al mismo tiempo un obstáculo y un apoyo para el objetivo de establecer una ciencia
empírica. Solari et al. (1976) plantean que Gino Germani (uno de los iniciadores de lo que se conoció como
sociología científica) señaló que, por un lado, la sociología latinoamericana era un apoyoporque erauna
tradición de “realismo social” en la región, un esfuerzo por comprender la realidad latinoamericana; pero, por
otro, era un obstáculoporque creó una sociología académica estéril y anquilosada, que no otorgabavalor a
la investigación empírica.La sociología científica tuvo uno de sus mayores exponentes en la teoría de la
modernización. Solari y sus colaboradores (1976) indican que uno de los postulados centrales de la teoría de
la modernización es que en la actualidad la sociedad se encuentra “en transición”, y el proceso de
desarrollo económico supone un estado inicial y un estado final. Por lo tanto, se entiende que culmina con el
paso de una sociedad “tradicional” a una “desarrollada”. El estado final se corresponde empíricamente con el de las
sociedades actualmente desarrolladas.

3La teoría de la modernización concibe, entonces, al desarrollo como la adopción de pautas de


comportamiento, actitudes y valores identificados con la racionalidad económica moderna, caracterizada por
la búsqueda y obtención de la máxima productividad y ganancia. También identifica los posibles obstáculos
que pueden surgir en la plena implantación de la modernidady define los instrumentos de intervención capaces
de resolver y alcanzar los resultados deseados en el sentido de aproximar a cada sociedad y nación ese modelo
teórico de sociedad.Fuentes (2006) postula que el supuesto fundamental de la teoría de la modernización es
la existencia de tipos ideales(en el sentido weberiano) en extremos de un proceso evolutivo: la transición
de la sociedad tradicional hacia la sociedad moderna.Se presupone que las sociedades avanzan desde un
extremo de un continuo hacia otro extremo. Las sociedades latinoamericanas se encuentran, de
acuerdo con esto, subdesarrolladas porque tienen características tradicionales que les impiden ser
plenamente modernas.Es decir, la sociedad actual es una “sociedad en transición” y debe evolucionar hacia el
desarrollo. Según Solari y sus colaboradores (1976), inclusive cuando no se utiliza de manera expresa ningún
modelo construido, ninguna tipología, el referente empírico (la sociedad a la cual deberíamos llegar) son
las sociedades más desarrolladas. Esta tipología es claramente dicotómica y los autores reconocen esta
simplificación tan solo con fines analíticos, pero están de acuerdo en que entre los dos extremos, es decir, en la
etapa de transición, cabe distinguir una multiplicidad de formas; aunque, de todos modos, siempre el proceso
conduce a ese estado final. Así también, tanto el estado final como el inicial son tipos extremos que asumen, en
las sociedades reales, formas sumamente variadas.El rasgo fundamental del tipo de sociedad industrial moderna es
el que se considera en el concepto de secularización, el cual designa un proceso compuesto por tres tipos de
cambios continuos (Solari et al., 1976):1)cambios de la estructura normativa predominante, en términos de que
los individuos se ven cada vez menos constreñidos a actuar según las formas estrictamente preestablecidas,
por lo que se multiplicanlas situaciones en que pueden optar lícitamente entre diversas alternativas (es el pasaje
de la acción prescriptiva a la electiva);2)paso de la institucionalización de lo tradicional a la institucionalización del
cambio:se legitima la innovación, etcétera;3)especialización creciente de las instituciones y surgimiento de
sistemas valorativos específicos y relativamente autónomos para cada espera institucional.

4Así, si en la sociedad tradicional la familia era la institución en el seno de la cual ocurrían todos los sucesos de la
vida de sus miembros (puestoque,además de la relación de parentesco,encontraban allí su lugar de trabajo,
por ser una unidad económica, y aprendían y adquirían habilidades para el desempeño de oficios, etc.), en
la sociedad moderna las unidades económico-ocupacionales en las que discurre la vida laboral de sus
miembros se distinguen de la familia y se constituyen entrehombres no ligados por lazos de parentesco,
cuya educación se realiza en el marco de las escuelas, etcétera, en donde las actividades económicas,
educacionales y demás se tornan relativamente autónomas.Es decir, la sociedad industrial moderna se
caracteriza por la vigencia creciente de opciones, la constante división y especialización del trabajo, la aceptación y
valoración creciente del cambio y la transformación. En tal marco, la secularización del conocimiento, la
tecnología y la economíaconducen al empleo cada vez mayor de fuentes energéticas de alto potencial y
a la maximización de la eficiencia en la producción de bienes y servicios.La ideas de Whalt Rostow, economista
estadounidense, sintetizan los postulados de la teoría de la modernización. Según indica Valencia (2005), fue
Rostow quien mejor expresó esta teoría del desarrollo, la cual dominó el pensamiento de las décadas de los 50y
60.Sintetizamos las ideas de Rostow en función de los trabajos de Preston (1999) y Valencia (2005):1)La
situación inicial es la sociedad tradicional. La característica de esta sociedad es la de una estructura con
funciones de producción limitadas y con un desarrollo científico también rudimentario. Esto no significa que la
sociedad tradicional fuese totalmente estática. Sin embargo, la falta de ciencia y tecnología modernas puso
límites a su modo de organización. Rostow caracteriza esta sociedad tradicional en función de su base agrícola, su
forma de gobierno basada en el clan y la mentalidad fatalista.2)La segunda etapa del proceso, siguiendo con el
argumento esbozado en el trabajo de Preston (1999), tiene que establecer condiciones previas para el
despegue hacia el crecimiento autosostenido. El ejemplo que se da es Europa Occidental a fines del siglo XVII y
comienzos del XVIII, cuando la sociedad medieval se desintegra, la ciencia moderna crece y el comercio se
desarrolla. En tal periodo histórico comienza el proceso de rehacer la sociedad tradicional.3)La tercera etapa se
vuelve “normal”. Rostow sostiene que el despegue implica la superación de los viejos bloques y resistencias al
crecimiento. Hay enclaves limitados de la actividad moderna que finalmente se

5expanden y llegan a dominar el conjunto de la sociedad. En una década o dos,la estructura básica de la economía se
transforma de tal manera que hay una tasa constante de crecimiento que puede ser sostenida regularmente. El
impulso inicial se deriva del avance tecnológico y de la formación del capital social fijo. El país que ejemplifica este
proceso de despegue es la Inglaterra de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Para Valencia (2005), el
despegue de algunos países de América Latina como Brasil, México, Chile o Argentina puede situarse eneste
período, porque coincide (grosso modo) con el proceso de industrialización por sustitución de importaciones
que dejó atrás a la vieja economía primario-exportadora; aunque no la desmanteló, sino que la
refuncionalizó en el contexto de la expansión del capitalismo.4)En la cuarta etapa,hay un período largo de
progreso y, como consecuencia de esto, las industrias avanzan, maduran y se estabilizan. Este es un
momentode buen ajuste a los mecanismos sociales e institucionales: con el tiempo se establecen una
economía y una sociedad maduras que se basan en la absorción de nuevas tecnologías generadas
internamente. Se pasa de una situación donde una proporción del ingreso nacional se invertía en
importaciones a una inversión y la sustitución de estas; esto permite la producción masiva de mercancías
destinadas a la exportación a otros países.5)La quinta etapa es el período de consumo masivo:los sectores
principales se apartan de las industrias pesadas hacia el abastecimiento de bienes de consumo duraderos y servicios
en el mercado de consumo. La sociedad ha efectuado el tan buscado cambio hacia una
modernización.Si bien en este momento histórico hay diferentes teorías del desarrollo, según Valencia
(2005),el denominador común puede sintetizarse en dos postulados que influirán en las ciencias sociales hasta
nuestros días,sobre todo, en la metodología para comparar sociedades industriales desarrolladas y
sociedades subdesarrolladas y dependientes. Los puntos en común son los siguientes:1)El subdesarrollo es una
etapa previa y necesaria para alcanzar un capitalismo pleno. El corolario de esta tesis es que hay un continuumen
un proceso linealde desarrollo, donde es necesario reunir condiciones de la primera etapa para poder alcanzar
la plenitud.2)La segunda tesis es de orden metodológico. Se expresa en un conjunto de parámetros formales
para medir el subdesarrollo;se utilizan índices como: alfabetización, nutrición, natalidad y mortalidad, ingreso
per cápita, niveles de pobreza. Estos indicadores expresan el nivel en el que se encuentra una sociedad en relación al
continuumevolutivo.

6¿Qué es un ensayo en esta discusión?El ensayo no es un artículo o un libro científico que intenta dar pruebas
concluyentes de una hipótesis para, de ese modo, confirmarla más allá de toda duda: pretende, ante todo,
persuadir de la verdad de una idea, desarrollándola, mostrando implicaciones y conexiones que enlos
mejores exponentes del género son novedosas, reclaman una nueva manera de ver al mundo y, sobre todo,
al hombre, que en definitiva es el gran tema de todo ensayo.En las circunstancias que enfrentaron los
pensadores latinoamericanos, es decir, ante la necesidad de levantar un pensamiento sobre sus sociedades
globalmente consideradas y hacer de él una base para su transformación, los andamiajes que proporcionaban las
ciencias humanas de la época eran tan necesarios como partos para la naturaleza ymagnitud de la tarea. De ahí
que el ensayo fuera la salida casi impuesta para cumplirla cabalmente. (Solari et al., 1976, p 27).¿Quién fue Gino
Germani?Gino Germani nació en Roma en 1911. Tras haber estado preso en Italia bajo el régimen fascista de
Mussolini, en 1934 se radicó en Argentina, donde estudió filosofía y desarrolló una actividad política
comprometida con la lucha contra el fascismo. A partir de 1956 se desempeñó como docente en la
Universidad de Buenos Aires en materias relacionadas con la sociología, y en 1967 fue designado como Director
del Instituto y la Carrera de Sociología, creada ese mismo año. Desde allí, Germani fundó en el país una
línea de estudios alrededor de temas que no habían sido abordados hasta el momento; entre otros tópicos
se ocupó de analizar la estructura social, los procesos de modernización y secularización y la vida
política de la sociedad moderna; haciendo de su trabajo un aporte teórico y metodológico de singular riqueza. En
1966, tras el golpe de Estado, deja el país para ser profesor de Estudios latinoamericanos en Harvard; en
1975 se traslada a Italia para trabajar en la Universidad de Nápoles y muere pocos años más tarde en
Roma, en 1979. (Mera yRebón, 2010, http://goo.gl/MYajEV).

7Teoría de la dependenciaComo señala Theotonio dos Santos (1998) –uno de los fundadores–, esta teoría
surgióen América Latina, en los años 60,para explicar las nuevas características del desarrollo dependiente de
la región. Esta perspectiva analítica es una crítica al marco interpretativo de los anteriores modelos
explicativos, como la teoría de la modernización, que ponía énfasis en un supuesto subdesarrollo de las
sociedades latinoamericanas. Si bien aquí hacemos referencia a la teoría de la dependencia como un
cuerpo coherente de análisis, en realidad se trata más bien de un conjunto de autores con ideas que
muchas veces no están de acuerdo. Bajo este contexto es más adecuado hablar de teorías de la dependencia en
plural y no en singular.Es importante enfatizar, como lo hace Boron (2008), que la teoría de la dependencia
nace en América Latina, a pesar de que existen algunas contribuciones aisladas en la obra del economista
egipcioSamir Amin. Estas voces críticas respecto dela orientación científica propiciaron un armazón explicativo
alternativo. Exponemos los principales argumentos.Debemos ubicarnos temporalmente, según Osorio (1995), en
la segunda mitad de los años 60y los inicios de los 70, donde la reflexión sociológica latinoamericana estuvo
relacionada fuertemente con la problemática de la dependencia,y la incorporación de esta categoría fue uno de los
elementos centrales de las ciencias sociales de aquellos años. Uno de los grandes desafíos que enfrentó la
sociología de la época fue explicar la situación en la que se encontraba América Latina. El contexto
sociopolítico caracterizado por hechos como el Mayo Francés de 1968, el Cordobazo en 1969 y diferentes
eventos culturales de radicalización política tuvo profundos impactos en el campo de las ciencias sociales
en general y la sociología en particular.Para Osorio (1995), hay dos grandes procesos que marcaron la historia y el
curso de las ciencias sociales latinoamericanas en los años sesenta,y que fueron la base de la teoría que nos
ocupa. El primero de ellos fue la Revolución cubana, que constituyó uno de los principales parámetros en las
definiciones teóricas y políticas del continente en la época. Este procesopuso enjaque gran parte de las
interpretaciones del marxismo clásico para entender la realidad latinoamericana y obligó a repensar los
modelos explicativos. El segundo factorque incide en el surgimiento de esta teoría es la creciente integración
del proceso productivo de las economías de América Latina con el capital extranjero en los años 50y 60.
Nosotros podemos agregar un tercer evento de importancia: en la década de los

8años70culminan los procesos de descolonización de algunos países de África y Asia.Esimportante entender el


contexto de surgimiento de la teoría de la dependencia. Por esta razón, profundizaremos en el tópico
retomando la exposición de Theotonio dos Santos (1998). Para Santos (1998), las ciencias sociales en la región
comenzaron a reflejar una nueva realidad. Como vimos en las secciones anteriores, las ciencia sociales se habían
constituido en el siglo XIX en torno a la explicación de la Revolución Industrial y del surgimiento de la
civilización occidental como un gran proceso social creador de la modernidad que correspondía a un
nuevo estadio civilizatorio, representado a veces como resultado histórico de la acción de las fuerzas económicas
y sociales, como son el mercado y las burguesías nacionales. En otras circunstancias, las ciencias sociales
aparecen como el resultado de un modelo de conducta racional del homo-economicusy del individuo
racionalista y utilitario, que serán expresión última de la naturaleza humana, cuando esta quede liberada
de tradiciones y mitos antihumanos. Otras veces, estas conquistas económicas, políticas y culturales se
presentarán como producto de una superioridad racial o cultural de Europa.Para Santos (1998), es la crisis del
colonialismo (iniciada en la PrimeraGuerra Mundial y acentuada después de la terminación de la
SegundaGuerra Mundial) la que pondrá en discusión algunos de los supuestos de la evolución histórica. Por ejemplo,
la derrota nazi llevó a rechazar la idea de una supuesta excepcionalidad europeay de la superioridad racial. La
idea de que la modernidad debería ser tratada como un fenómeno universal, como un estadio social que todos
los pueblos deberían alcanzar, ya que es el desarrollo pleno de una sociedad democrática (que los países
victoriososidentificaban con el liberalismo norteamericano e inglés y,por otra parte,con el socialismo ruso)
entra en crisis.Es en este contexto que surge un campo de producción intelectual dedicado al análisis de
estos temas, con el título general de teoría deldesarrollo, donde la característica central fue la de pensar el
desarrollo como una adopción de normas de conducta, actitudes y valores identificados con la
racionalidad económica moderna, caracterizada por la búsqueda de la productividad máxima, la generación de
ganancias y la creación de inversiones que llevasen a la acumulación permanente de las riquezas por parte de
los individuos y de cada sociedad nacional.Como vimos en el módulo inicial, ya los padres fundadores de la
sociología, Karl Marx, Emile Durkheim y Max Weber, establecieron teorías (en algunos aspectos,convergentes,y en
otros,contradictorias)sobre esta sociedad moderna.

9Santos (1998) señala que la teoría del desarrollo (la que estuvo vinculada a la teoría de la modernización) buscó
localizar los obstáculos dela plena implantación de la modernidad y definir los instrumentos de intervención
capaces de facilitar el alcance de los resultados deseados, en el sentido de aproximar cada sociedad existente a esta
sociedad ideal. Por más que estas construcciones teóricas pretendían ser construcciones neutras en término de
valores, era imposible ocultar la evidencia de que se consideraba a la sociedad moderna (la cual había
nacido en Europa y se afirmaba en los Estados Unidos de América) como un ideal que se pretendíaalcanzar y una
meta sociopolítica que se debíaconquistar. También resultaba más o menos evidente la aceptación tácita de que
la instalación de esta sociedad era una necesidad histórica incontestable. Como vimos, estas teorías fueron
sintetizadas por los planteos de Rostow que analizamos en la sección precedente.Solari y sus
colaboradores (1976) señalan que este enfoque latinoamericano, conocido como teoría de la
dependencia, postula: a) una integración entrelas ciencias sociales y la historia; b) una concepción del desarrollo
muy diferente; c) la consideraciónde la explicación la inserción de las sociedades latinoamericanas en el sistema
capitalista mundial como elemento esencial; d) la consideración del problema político y del papel del Estado;
e)laidentificación delas situaciones estructurales básicas y de las formas en que se sucedieron en América Latina.
El punto fundamental de la explicación es analizar la inserción de las sociedades latinoamericanas en el sistema
capitalista mundial. Es decir, no existen grados de desarrollo: lo que encontramos son pautas históricas de
explotación de unos países sobre otros y un sistema económico mundial interconectado y desigual.Como señala
Santos (1998), la teoría de la dependencia, que surgióen América Latina en los años 60, intentó explicar las
nuevas características del desarrollo dependiente que se habían implantado en los países
latinoamericanos. Desde la década de los años 30, los países se habían orientado en la dirección de la
industrialización, caracterizada por la sustitución de productos industriales importados de las potencias por
los producidos en industrias nacionales. De inmediato, terminado el ciclo depresivo (caracterizado por dos
guerras mundiales, una crisis global y laexacerbación del proteccionismo y el nacionalismo), se restablecía a
través de la hegemonía norteamericana la integración de la economía mundial. El capital, concentrado en aquel
momento en los Estados Unidos, se expandió hacia el resto del mundo en buscade oportunidades de inversiones que
se concentraron en el sector industrial. En estos años de crisis, la economía norteamericana generalizó el
fordismo como régimen de producción y circulación, y dio inicio, incluso, a la revolución científico-tecnológicaen
los años 40. La oportunidad de un nuevo ciclo expansivo de la economía

10mundial exigía la expansión de estas características económicas a nivel planetario. Esta fue la tarea que el
capital internacional asumióteniendo como base de operación la enorme economía norteamericana y su
poderoso Estado nacional, además de un sistema de instituciones internacionales establecido en Bretton
Woods.Implantada de manera elemental en los años 30 y 40, la industria en los países dependientes y
coloniales sirvió de base para el nuevo desarrollo industrial de posguerra y terminó articulándose con el
movimiento expansivo del capital internacional, cuyo núcleo estaba formado por las empresas multinacionales
creadas entre los años 40 al 60. Esta nueva realidad respondía a la noción de que el subdesarrollo significaba
la falta de desarrollo. Este fue el contexto para comprender dos caras de un mismo proceso;la plena
implementación del desarrollo del capitalismo y de un sistema mundial de producción producía de manera
simultánea los hechos que se estaban estudiando: desarrollo y subdesarrollo.Finalmente, Santos (1998) señala el
punto central de su argumentación. Para el autor, si la teoría del desarrollo y del subdesarrollo erael resultado de
la superación del dominio colonial y de la aparición de burguesías locales, deseosas de encontrar un camino
que les permitiera participar en la expansión del capitalismo mundial, la teoría de la dependencia, surgida en
la segunda mitad de la década de 1960, representó un esfuerzo crítico para comprender la limitación de un
desarrollo iniciado en un período histórico en que la economía mundial ya había sido constituida bajo la
hegemonía de enormes grupos económicos y poderosas fuerzas imperialistas, aun cuando una parte
de estas entraba en crisis abriendo la oportunidad para el desarrollo del proceso de descolonización.Hasta aquí,
podemos ver las profundas disparidades que existen entre el paradigma de la modernización y el de la
dependencia. Debemos citar, también, dos importantes antecedentes de la teoría de la dependencia (Santos,
1998):1)El surgimiento de una tradición crítica al eurocentrismo, implícito en la teoría del desarrollo. Se deben
incluir, en este caso, las críticas nacionalistas al imperialismo euro-norte-americano y la crítica a la
economía neoclásica de Raúl Prebisch y de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina).2)El
debate latinoamericano sobre el subdesarrollo, que tiene como primer antecedente el debate entre el
marxismo clásico y el neomarxismo, en el cual se destacan las figuras de Paul Baran y Paul Sweezy.

11Así, las ideas centrales de lateoría de la dependencia son (Santos, 1998):1)el subdesarrollo está conectado de
manera estrecha con la expansión de los países industrializados;2)el desarrollo y el subdesarrollo son aspectos
diferentes del mismo proceso universal;3)el subdesarrollo no puede ser considerado como la condición
primera para un proceso evolucionista;4)la dependencia, con todo, no es solamente un fenómeno externo, sino que
se manifiesta también endiferentes formas en la estructura interna (social, ideológica y política).Una de las
características de esta nueva teoría fue la interdisciplinariedad, inspirada de alguna manera en una
extensa tradición intelectual latinoamericana de pensadores que tuvieron al ensayo como principal medio
de comunicación. Estas originales propuestas metodológicas superaban las aplicaciones de teorías,
metodologías o propuestas científicas importadas de los países centrales,y comenzaron a abrir un campo
teórico propio, con metodología propia y una identidad específica.Sintetizamos los puntos que debe tener la
teoría de la dependencia en la actualidad, como escuela de pensamiento que busque interpretar, ahora, la
realidad social latinoamericana:1)La teoría social se debe desprender de su extrema especialización y retomar
la tradición de las grandes teorías explicativas con el objetivo de reordenar el sistema de interpretación del
mundo contemporáneo.2)Esta reinterpretación debe superar, sobre todo, la idea de que el modo de
producción capitalista, surgido en Europa en el siglo XVIII, es la referencia fundamental de una nueva
sociedad mundial. Este fenómeno debe ser visto como un episodio localizado, parte de un proceso histórico
más global que envuelve la integración delconjunto de las experiencias civilizadoras en una nueva civilización
planetaria, pluralista y no exclusivista, basada en la no subordinación del mundo a ninguna sociedad
determinada.3)La formación y evolución del sistema mundial capitalista debe orientar el análisis de
las experiencias nacionales, regionales y locales, buscando rescatar las dinámicas históricas específicas como
parte de un esfuerzo conjunto de la humanidad por superar la forma

12explotadora, expropiatoria, concentradora y excluyente en que este sistema evolucionó.4)El análisis de este
proceso histórico debe rescatar su forma cíclica, procurando situar los aspectos acumulativos en el interior de
sus límites, establecidos por la evolución de las fuerzas productivas, y las relaciones sociales de producción, la
justificación ideológica de estas relaciones y los límites del conocimiento humano.5)En este sentido, la evolución
de la ciencia social debe ser entendida como parte de un proceso más global de la relación del hombre con
la naturaleza: la suyapropia, la inmediata, la ambiental y el cosmos, solo aparentemente ausente de la
dinámica de la humanización. Esto es, ella debe ser entendida como un momento de un proceso más amplio
de desarrollo de la subjetividad humana, compuesta de individuos y pueblos que están construyendo el
futuro siempre abierto de estas relaciones. (Santos, 1998, p. 19).

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