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La meta de cada seguidor de Jesús es llegar a ser mas como él. Y el objetivo de este plan de
estudio creer es proporcionar una imagen clara de lo que significa pensar, actuar y ser como
Jesús.
10 sesiones que se centran en las creencias básicas de la fe cristiana.
10 sesiones que se centran en prácticas que constituyen el fundamento de la vida
cristiana.
10 sesiones que se centran en virtudes como las de Cristo.
Bosquejo de la sesión
Esta guía de estudio del alumno en conjunto con el video les ayudará a evaluar sus vidas,
señalando las áreas que necesitan una atención especial, además proporcionará
herramientas para ayudarlos a crecer.
Cada sesión se divide en tres partes:
1. Estudio personal
Este debe ser completado antes de las reuniones con el grupo (antes de la escuela
dominical)
a) Ellos deberán leer un capitulo de creer y anotar sus respuestas a las cinco
preguntas contenidas dentro de la sesión.
b) Hay cuatro declaraciones para ayudarlos a evaluar sus vidas.
c) Por último deberán memorizarse el versículo clave.
Orden de la clase:
Video
Discusión
Oración
Tarea del maestro:
Volver a recordar a los estudiantes la manera en que este material “creer” se debe
trabajar. Y de esta forma, sacar el mayor provecho de posible. De esta manera el
alumno se verá en la obligación de llevar sus lecturas al día, memorizar el versículo
correspondiente y lo mas importante realizar la autoevaluación la cual le ayudará a
reconocer las áreas en las cuales está más débil.
Es estudiar la Biblia en forma personal o grupal, tratando de descubrir lo que ella enseña, con
el propósito de ponerla en práctica.
El estudio bíblico participativo es atractivo e interesante, pues cada uno trata de descubrir
por si mismo lo que la Biblia enseña. Es la persona la que investiga lo que ella dice, la
interpreta y la aplica.
Cuando enseñamos la Biblia a un grupo de adolescente, jóvenes o adultos, no deberíamos
darles todo resuelto; no tendríamos que explicarles todo lo que un pasaje de la Biblia dice.
Tendríamos que permitirles que lo averigüen ellas y ellos mismos. De este modo, ellos
podrían encontrar en nuestras clases ese sabor de aventura que tiene el descubrir un tesoro
escondido. Es necesario favorecer el crecimiento espiritual de nuestros alumnos y alumnas.
Y no lo estamos favoreciendo cuando somos nosotros quienes les explicamos lo que la Biblia
dice, en lugar de permitirles a ellos descubrirlo.
Antes de poder guiar a nuestros alumnos y alumnas a realizar un estudio bíblico participativo,
debemos primero estudiar nosotros la Biblia en forma profunda y significativa. Si nosotros
no estamos entusiasmados con lo que la Biblia dice, no podremos incentivar a nuestros
alumnas y alumnos. Las actitudes se transmiten sin que nos percatemos de ello.
Entusiasmémonos con el estudio bíblico, disfrutemos de el y pongamos en práctica en nuestra
propia vida lo que la Biblia enseña. Recordemos que enseñamos más por lo que somos que
por lo que enseñamos con palabras. (somos facilitadores)