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El elaborar en forma individual un resumen de la evolución histórica del Derecho Comercial, que

brevemente explique causas, consecuencias y evolución histórica de los siguientes tres ejes:

1) Concepto subjetivo del derecho mercantil: el mercader, las ligas, y corporaciones.


2) Concepto predominante objetivo del derecho comercial: art 1 del C. Comercial.
3) Tendencia actual del Dcho, Comercial. La empresa.

El Derecho comercial, es concebido por algunos autores como aquella aprte del derecho privado que
regula las relaciones jurídicas que surgen del ejercicio del comercio (Vivante), o como el conjunto de
normas de instituciones y relaciones juridicas que se refieren al comercio, (Siburu), el mismo se desarrollo
a lo largo de la historia por medio de cuatro grandes etapas:

La primera etapa conocida como “El Derecho Comercial como el derecho de los comerciantes”, donde se
encuentra focalizada en la figura del comerciante, que es sometido a normas propios de estos sujeros y a
una jurisdicción conformada por sus pares. Situada desde el medioevo (s. V a s. XV), hasta la Revolución
Francesa.
Con la invasión Islámica en Europa, se comenzó a atrevezar un proceso de inconvenientes entre aquellos
que quisieran intervenir en el tráfico e intercambio de mercaderias, fruto de la “mezcla” de hombres de
distinto origen, con distintas costumbres, idiomas y conocimiento de distintos derechos. Los habitantes de
las villas y burgos, buscaron entonces, la defensa de un régimen de libertad para garantizar en cierta forma
el comercio, por lo que ha medida que pasa el tiempo, los mercaderes comienzan a agruparse en
corporaciones y gremios, con el objetivo de defender sus intereses en una sociedad que los consideraba
apartados del regimen tradicional de vida; por lo que se empezó a conocer la persona del mercader, como
aquella nueva figura que relegó la actividad agraria a un papel secundario, tratandose de una persona que
trata o comercia, con regularidad, con géneros vendibles, es decir, mercancias o mercaderías.
Con la agrupación en corporaciones, comienzan a esbozarse conjuntos de normas particulares, que serían
aplicables solo a sus integrantes.
Paralelamente a ello, comienzan a desarrollarse dos instituciones conocidas como la feria y los mercados,
donde se realizaban ventas al menudo para el abastecimiento de la población que habitaba los lugares
donde se desarrollaban los anteriormente nombrados.
Estas nuevas relaciones y negocios exigen nuevas normas, y así las corporaciones de comerciantes que
gobernaban las ciudades, comenzaron a interesarse en la regulacion de los negocios mercantiles, lo que
llevo a que estas nuevas actividades, con tendencia a la universalidad y a la celeridad de las operaciones,
la celegración de ferias y mercados, la constituciones de ligas y hermandades, entendidas como la
agrupación de personas, ciudades o entidades, ligadas por un juramento de fidelidad y ayuda mutua en
defensa de sus intereses comunes como lo es el comercio en este caso y la práctica reiterada de actos, que
generaban como consecuencia el nacimiento de determinados usos y costumbres, es lo que trae la
necesidad de una regulacion especial.
Es en entonces que nace lo que conocemos como “Lex Mercatoria”, que surge en el seno de los gremios
de comerciantes, sujetos propios y exclusivos de sus normas, configúrandose así esta etapa subjetiva.

La segunda etapa, conocida como “El Derecho Comercial, como el derecho de los Actos de comercio”
donde se ingrea a un ambito objetivo y donde nace la “Teoría del comercio”, ubicada entre fines del Siglo
XIX y comienzos del Siglo XX. Fue entonces que con la Revolución Francesa, y la busqueda de la
impementación de los principios de libertad e igualdad, se dio lugar en la disciplina mercantil, a un nuevo
estilo tendiente a la busqueda de elementos objetivos y no así subjetivos como en la etapa anterior, para
caracterizar la actividad y las normas que en definitiva, la regularían.
Cabe destacar tambien, que la Revolución Industrial, trajo nuevos instrumentos técnicos que obedecían a
un nuevo impulso, y a una nueva mentalidad que se encontraba enfrentada con la clásica de las
corporaciones, y que se estructuraba, contrariamente a aquellas, sobre la base de la libertad.
Con la confección del código Francés de 1808, cambió en forma substancial toda concepción del sistema
mercantil, sus disposiciones fueron inspiradas en las ordenanzas de Colbert ( Ministro de Luis XIV, Francia
1681); esta nueva concepción carecía de metodo propio y de principios comunes que permitieran la
sistematización quedando, en suma, tan solo una concepción predominante objetiva, pero que carecía de
fundamentación sistemática intrínseca que otorgara homogeneidad al régimen.
Es así, como lo que era un Derecho Mercantil aplicable a los comerciantes, pasa a ser un Derecho de
aplicación a todas las personas que realizaran determinados actos, regulando, entre sus disposiciones,
esos actos a los que denominaban “Actos de Comercio”.
En dicho código se establecía un concepto de comerciante, como aquellos que realizaban actos de
comercio, haciendo de ello su profesión habitual; se determinaba la competencia de los tribunales de
comercio, se detallaba lo que la ley consideraba, en forma general actos de comercios, etc. La tendencia
generalizadora del código, comieza entonces, a envolver dentro del régimen a personas que no son
comerciantes, imponiendose socialmente, a raíz de un notable desarrollo de la economía producto de la
segunda revolución industrial que dio origen al nuevo sistema llamado “Capitalismo”.

Una tercera etapa, conocida como, “El derecho comercial como derecho a al empresa”, donde se retoma
una concepción subjetiva, que comienza desde, la primera parte del Siglo XX hasta la primera parte del
Siglo XXI.
Con la sanción del Código Alemán en 1897 nace un nuevo concepto subjetivo, ya que no se conciben actos
de comercio que no sean desarrollados por los comerciantes, con lo que la teoría autónoma del acto de
comercio que se veía reflejada en el Código Francés queda desvirtuada.
Posteriormente, en 1942, con a Sanción del código Italiano, ocurre lo mismo, conviertiendo a la figura del
empresario en el centro sobre el cual giran los conceptos relativos a la actividad mercantil.
El derecho comercial fue perdiendo su carácter identificatorio de Derecho Privado, para incorporar, en su
contenido normas de Derecho Público, donde se empezaría a identificar como un Derecho Economico,
caracterizada por la actividad creciente del Estado y otras corporaciones de Derecho Público, el elemento
esencial de esta concepción, lo constituye la empresa, en una esfera funcional determinada por una
estructura de factores productivos, y como nuevo protagonista del Derecho Comercial hasta fines del S XX,
dando entonces como concecuencia que la figura del comerciante fuera reemplazada por la empresa.

Finalmente, la cuarta etapa, conocida como “El Derecho Comercial como Derecho de la actividad
económica organizada”, donde se vuelve a una concepción predominante objetiva, que va desde fines de
1980 hasta la actualidad, donde el elemento referente pasa a ser la actividad y alrededor de ella girarian
los sujetos, la organización y el patrimonio; esto se vio reflejado en el Código Fránces del 2000, la reforma
al regimen societario en Italia e 2003 y 2015, la iniciativa reformista española en 2015, etc, donde se
persigue priviligiar el mantenimiento y la protección de la actividad por sobre los sujetos y las
organizaciones; en Nación este fenomeno es representado por el nuevo Código Civil y Comercial
sancionado por la Ley 26994.
Cabe destacar, que a este resultado, se ha llegado también con un gran impulso dadi por la globalización,
que produja un proceso de interacción e integración entre la gente, las empresas y los giebiernos de
diferentes naciones, un proceso en función del comercio y la inversión en el ámbito interncional, el cual
cuenta con el respaldo de las tecnologias de la información.
Es así como aparece también el regimen de Defensa al Consumidor, una disciplina que deriva de los
contratos de consumo; ya no se requiere para que un sujeto revista el carácter de proveedor, que actue
profesionalmente, ni habitualmente, ni que persiga un fin de lucro. Aún la actividad ocacional y hasta
gratuita, encuadra dentro del concepto de “relación de consumo”.

En 1858 es aprobado el proyecto de Código de comercio del Estado de Buenos Aires, entrando en vigencia
en 1862, cuando el país se unificó. El cual fue sujero a distintas reformas, hasta que finalmente, en 2015
fue derogado por la sanción del Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, donde se establece un
régimen único de obligaciones civiles y comerciales, bajo el argumento de que división del derecho
Privado en sus dos ramas, civil y comercial, obedecia exclusivamente a una razón histórica.
En dicho código de comercio derogado, establecía en su Artículo 1: “La ley declara comerciante a todos los
individuos que, teniendo capacidad legal para contratar, ejercen de cuenta propia actos de comercio,
haciendo de ello profesión hábitual”. Donde se toma un concepto predominante objetivo, porque ya no se
encuentra focalizada en la figura del comerciante en sí, sino más bien en la actividad que este realiza,
haciendo de ella su profesión habitual, tal y como dice la norma.

En la actualidad, en el Derecho Comercial podemos observar como el comerciante fue reemplazado por la
persona humana que realiza una “actividad economica organizada” o es titular de “una empresa”, el acto
de comercio desplazado por una “actividad económica organizada”, y a la Empresa, con un rol más
destacado sin la cual, no hay sociedad.

Vale destacar que la empresa es definida como “La organización técnico- económica que se propone
producir, mediante la combinación de diversos elementos -naturaleza, trabajo y capital- bienes o servicios
destinados al cambio, con esperanza de obtener beneficios, corriendo los riesgos por cuenta del
empresario. La economía se concibe a la empresa como “la organización económica aislada e
independiente de u proveso de produccion”.
El empresario, por su parte, es quien dirige la empresa por sí, o por intermedio de otras personas, y con el
cual se relacionan jerarquicamente los trabajadores, cualquiera sea la participacion que las leyes asignen a
éstos en la gestion y dirección de la Empresa; con las potestades de: Organizacion, dieccion, disciplinarias,
de variación unilateral de modalidades de trabajo y de denunciar sin causa el contrato de trabajo.

Es entonces como la misma Empresa toma un rol más importante en la actualidad, lo cual se manifista
mediante el ortorgamiento de una de mayor y especial protección, con normas de tutela de la empresa
entre las que se destaca la no paralización de las empresas que presten servicios publicos (art 243), el
“pacto de herencia futura” para la continuación de la empresa familiar (art 1010), etc. Concibiendola
como límite del fraccionamiento patrimonial, como presupuesto necesario para la configuración de una
Sociedad y considerándola, también, como una especie de frontera entre la Sociedad y el Contrato
Asociativo, ya que con la sanción de la Ley 29994, las sociedades no se denominan más “comerciales” pero
deben ser todas “empresarias”, y cuando no haya empresa pero existan sus otros elementos se estará ante
un “Contrato Asociativo”.

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