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JOSEFA ORTIZ DE DOMINGUEZ

Josefa Ortiz de Domínguez (nació el 8 de septiembre de 1768 – 2 de marzo de 1829)


fue una de las participantes en la conspiración de Querétaro. Se casó con Miguel
Domínguez, En 1802 Miguel Domínguez fue promovido por el virrey de Nueva España
al cargo de Corregidor de la ciudad de Santiago de Querétaro.

Los criollos comenzaron a organizarse en grupos literarios donde se difundían las


ideas de la Ilustración, prohibidas por la Iglesia Católica. Doña Josefa se integró en
una de estas sociedades, y convenció a su esposo tiempo después, de integrarse
también a ella. En las tertulias queretanas se hallaban figuras de la talla de Miguel
Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende y los hermanos Aldama.

Después de la planificación, los rebeldes estaban listos para levantarse en armas el


primero de octubre de 1810. Sin embargo, el 13 de septiembre fueron descubiertos por
un infiltrado, que informó a las autoridades del virreinato de las actividades del grupo
literario de Querétaro. El corregidor Miguel Domínguez fue obligado a conducir un
cateo en las casas de la ciudad, con el propósito de capturar a los líderes insurgentes.
Para protegerla, encerró a la corregidora en un cuarto bajo llave. No obstante lo
anterior, Josefa Ortiz de Domínguez pudo advertir al cura de Dolores, Miguel Hidalgo,
que la conspiración había sido descubierta. Fue por ello que el párroco convocó al
pueblo a levantarse en armas la madrugada del 15 de septiembre de 1810, con lo que
dio inicio la guerra por la independencia de México.

A los 61 años de vida, el 2 de marzo de 1829 falleció en la Ciudad de México, víctima


de una pleuresía.
LEONA VICARIO

María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador nació en la


Ciudad de México, México, el 10 de abril de 1789.

Leona Vicario financiaba con su propia fortuna la insurgencia. Sirvió como correo de
los insurgentes, a los que servía como espía en la Ciudad de México --junto con otras
personas de una organización secreta llamada Los Guadalupes-- hasta que fue puesta
presa el 13 de enero de 1813 al ser descubierta su participación en las conjuras
independentistas. Fue condenada a recluirse en el convento de Belén de las Mochas,
de la Ciudad de México. Más tarde, tres insurgentes disfrazados de oficiales del
ejército virreinal la ayudaron a escapar rumbo a Tlalpujahua, Michoacán, donde
finalmente contrajo matrimonio con Andrés Quintana Roo.

Aunque Leona Vicario, su esposo Quintana Roo y su recién nacida hija Genoveva
fueron capturados por las tropas realistas en 1818, fueron luego puestos en libertad, al
concedérseles el indulto y destierro a España.

Leona Vicario murió en la Ciudad de México el 24 de agosto de 1842. Sus restos


fueron trasladados a la Columna de la Independencia en 1925. Su nombre está
inscrito con letras de oro en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Lázaro,
sede del Congreso de la Unión.
MARIA GERTRUDIS BOCANEGRA

Incansable luchadora social que contribuyó a la independencia de nuestra patria, con


su inquebrantable ideología libertaria que jamás abandonó.

Gertrudis Bocanegra nació el 11 de abril de 1765 en la ciudad de Pátzcuaro,


Michoacán, en la sociedad colonial de la Nueva España.

Su trayectoria desde muy joven, sin duda brillante, esmerada al estudio, permitió que
por sus manos hayan pasado libros que la fueron inclinando a los ideales libertarios,
que más tarde aplicará con valentía y patriotismo en defensa de los más legítimos
intereses de la causa independentista.

El haber sido hija de padres españoles, Pedro Javier Bocanegra y Felicia Mendoza, no
fue motivo para que se sumara a lucha de independencia, como tampoco lo sería el
contraer matrimonio con Pedro Advíncula de la Vega, joven soldado del regimiento
provincial, quien más tarde serviría a los intereses de la Patria.

Siempre activa al frente de la familia, se convirtió en eficaz e incansable correo


insurgente de la región Pátzcuaro-Tacámbaro; logró con su capacidad organizar toda
una red de comunicaciones con la efectividad, discreción y agilidad que se requería
para la lucha libertaria, papel que las mujeres jugaron con gran relevancia.

Fue enviada a su natal Pátzcuaro en la dolorosa etapa en que el movimiento libertario


se resistía a abandonar la lucha por consolidar la nación mexicana; su misión
consistió, aprovechando sus cualidades de mando y el conocimiento del medio, en
organizar las fuerzas insurgentes y facilitar la entrada a su ciudad.

Con su habitual decisión, comenzó allegándose información del estado que guardaba
la situación. Trató de convencer a los simpatizantes de la insurgencia para sumarlos a
otros grupos, incluso intento convencer a fracciones del ejército realista a que se
agregaran al bando libertario, pero fue traicionada por una de las gentes en quien
confió.

Apresada, sufrió terribles interrogatorios para que delatara a sus compañeros, pero
Gertrudis jamás emitió palabra alguna que pusiera en riesgo el movimiento libertario,
conservando su temple y fortaleza que la caracterizaron a lo largo de su vida, en
aquellos difíciles momentos en que las amenazas y la presión se cernían sobre ella.
Sujeta a proceso fue sentenciada y fusilada al pie de un fresno de la Plaza Mayor, hoy
Vasco de Quiroga, el 11 de octubre de 1817.
MANUELA MEDINA
"La Capitana"

En Texcoco perteneciente al Estado de México, pasó los últimos años de su


vida la heroína insurgente Manuela Medina a quien se le designaba
popularmente "La Capitana".

La principal referencia que se tiene de su decisión, actividades y servicios a la


causa insurgente, es la que se encuentra en el "Diario de la Expedición del
señor Morelos de Oaxaca a Acapulco del 9 de febrero al 18 de abril (de 1813)",
documento inserto en el V tomo de la Colección de Juan E. Hernández y
Dávalos, página 29, en donde textualmente se lee: "Día 9 (abril).-No se ha oído
hoy fuego alguno. Llegó doña María Manuela Molina, india natural de Tasco,
Capitana titulada por la Suprema Junta. Esta mujer, llevada del fuego sagrado
que inspira el amor a la Patria, comenzó a hacer varios servicios a la Nación,
hasta llegar a acreditar y levantar su compañía. Se ha hallado en 7 batallas y
entusiasmada con el gran concepto que al señor general le han acarreado sus
victorias, hizo viaje de más de 100 leguas para conocerlo, expresando después
de lograrlo, que ya moriría gustosa, aunque la despedazara una bomba de
Acapulco. Ojalá que la décima parte de los americanos tuviera las mismos
sentimientos!"

"La Capitana" mereció el grado desde los primeros meses de 1813,


habiéndoselo expedido la Suprema Junta de Zitácuaro establecida en la Plaza
de Sultepec.

Al lado del gran Morelos combatió denodadamente en la ocupación del puerto


de Acapulco consumada el 13 de abril de 1813 y en la rendición del Castillo de
San Diego (la fortaleza acapulqueña) lograda el 20 de agosto del propio año.

Para 1821 la mílite insurgente guardaba cama en alguna humilde casa de


Texcoco, víctima de las graves heridas de lanza que había recibido en combate
a manos de las tropas realistas y que por más de un año y medio la tuvieron
entre la vida y la muerte.

La heroína texcocana murió pobre y calladamente.

El cálido elogio que le tributó en vida el gran Morelos; el distingo que de ella
hace al elogiar sus sentimientos en favor de la Libertad de México, son
clarinada de alerta para que Manuela Medina "La Capitana" tenga lugar de
honor entre nosotros: Dio, con renunciación suprema, su sangre y su vida por
la Patria.

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