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UNIDAD ACADÉMICA DE ENFERMERÍA NO.

FACULTAD DE ENFERMERIA

Generación 2014-2019

ENSAYO.

LA GESTIÓN DE LA ENFERMERA EN LOS


SERVICIOS DE SALUD.

PRESENTA:
ALEJANDRO RAMOS CASARRUBIAS.

GRUPO 802.

FACILITADOR: ETELVINA BELLO SOLÍS.

12-ABRIL-2018
INTRODUCCIÓN.
El personal de enfermería representa la mayoría de los profesionales de la salud y
es el único que atiende a todos los usuarios en algún momento de la asistencia, lo
que implica que requiere tener habilidades de gestión en cualquier puesto jerárquico
en que se encuentre. Es incorrecto que el personal de enfermería trabaje sin un
sustento, existen diversos marcos de referencia con los que la enfermera debe
enfocar su actuar, por ejemplo los modelos conceptuales, las normas nacionales,
los procesos que se lleven a cabo en la institución en que labore y los protocolos de
actuación o de procedimientos, todo esto sin dejar de lado el aspecto humano, es
decir, considerando las preferencias y necesidades de los pacientes.
Ser un líder no es una tarea fácil, se requiere de esfuerzo y trabajo para lograr
poseer las cualidades necesarias. El liderazgo entonces, se vuelve imprescindible
en el ámbito de la enfermería, ya que se requiere que haya gestores de cuidados
con conocimientos acerca del servicio que debe prestar su área, del manejo y
coordinación de los profesionales, relaciones interdisciplinarias y humanas, así
como gestión de los recursos materiales y financieros. Cabe mencionar que la
gestión del entorno es también esencial, pues en la actualidad las grandes
organizaciones que emanan las políticas en materia de asistencia sanitaria,
promueven el trabajo en el primer nivel de atención, lo que implica que la enfermera
sepa cómo utilizar los recursos del medio exterior en pro de la salud de las
comunidades.
Es importante que en las instituciones, la dirección se aplique de manera correcta,
pues esta procura que se tomen decisiones pertinentes y que estas a su vez queden
claras para todos los colaboradores, en este rubro, todas las enfermeras, cual sea
que sea su puesto, deben ejercer actitudes de dirección, ello en pro del bienestar
del paciente. Ellas también deben estar conscientes que ante los cambios
tecnológicos que están surgiendo en el ámbito de la salud, la asistencia debe ser
continuada, es decir, no debe limitarse al alta del hospital, sino gestar cuidados que
favorezcan la adopción de estilos de vida saludables, incluso de manera
ambulatoria.
Las enfermeras gestoras nunca deben olvidarse de los aspectos que engloba el
cuidado a los pacientes, ya que la administración y gestión en enfermería, siempre
irá orientada hacia el logro de poder brindar una atención de calidad a los usuarios,
por lo que los aspectos técnicos son tan importantes como los conocimientos
administrativos, incluso en los puestos directivos más altos de una institución de
salud.
DESARROLLO.
LA GESTIÓN DE LA ENFERMERA EN LOS SERVICIOS DE SALUD.
La situación de la enfermera en la organización.
El profesional de enfermería destaca en los servicios sanitarios por diferentes
razones. En primer lugar por representar la mayoría de los profesionales de la salud
(en México representan el 50%), considerando aquí, mayor cantidad de horas
laborales o productivas, además, la enfermera siempre atiende a todos los usuarios
en algún momento de su atención, ya sea que funja como principal brindadora de
servicios o como medio para canalizar a otros departamentos o profesionales; en
segundo lugar, porque una gran parte del pago de salarios de la institución, así
como del uso de material, está destinado a los profesionales de enfermería; en
tercer lugar, porque la enfermera funge como coordinadora del cuidado total del
paciente, pues ella establece comunicación con él, con sus familiares, amigos,
compañeros de trabajo, equipo multidisciplinario, otras dependencias y otros niveles
de atención, lo que la convierte en una fuente de información sobre todo para los
familiares y el paciente, quien resuelve sus dudas con ella, no solo del tema de su
estado de salud, sino de otras necesidades personales que tuviera.
El papel de la gestión enfermera.
Los profesionales de enfermería realizan actividades de gestión en cualquier nivel
de jerarquía que tengan en la organización. Desempeñan tres papeles
simultáneamente: como subordinados de sus jefes, como superiores de otros
compañeros, y como representantes de la organización frente a los usuarios. Cual
sea que fuera el papel que se esté desempeñando, las enfermeras siempre tienen
los mismos objetivos comunes pero con diferentes matices, por ejemplo respeto a
los derechos de los pacientes y asegurar una atención de calidad, fomentar el
trabajo en equipo y la capacitación continua con sus compañeros de trabajo, y
cumplir con los estándares establecidos de atención de la organización y contribuir
al logro de las metas. Para que estos objetivos sean cumplidos, el personal de
enfermería debe tener 3 habilidades: técnicas, humanas y conceptuales. Las
primeras se refieren a la realizan de procedimientos concretos de asistencia, así
como utilización de aparatos, hecho que se logra con la capacitación constante y la
experiencia, estas habilidades se desarrollan más en los niveles cercanos a la
atención con los pacientes: las segundas a la comunicación, liderazgo y
coordinación que se ejerce con colegas, usuario y familia, se desarrollan en todos
los niveles de enfermería; las terceras al conocimiento y apego a la misión de la
organización, así como a los objetivos del servicio en que se encuentre, es decir, la
enfermera debe tener claro en qué parte del organigrama se encuentra y laborar de
acuerdo a sus funciones, responsabilidades y metas, se desarrollan más en los
niveles jerárquicos más altos.
Aspectos generales de la gestión enfermera actual.
El personal de enfermería debe fundamentar sus acciones en modelos
conceptuales de enfermería, pues estos determinan las premisas esenciales que se
deben procurar en el ejercicio diario. Los modelos conceptuales contienen
información acerca de quién es el protagonista que proporcionará los cuidados,
quién es el receptor de los mismos, cuál es el contexto, situación o lugar en que se
darán, cuál es el objetivo de dichas acciones y la dinámica o la manera de llevarlos
a cabo. Los modelos son necesarios en la gestión enfermera, ya que plantean
objetivos a seguir, establecen la coordinación de los recursos y conllevan al proceso
administrativo, además, ayudan a la elaboración de normas sobre aspectos como
distribución de trabajo, horarios, capacitación continua, entre otros.
Hoy en día, las actividades en una organización de servicios sanitarios, se centran
en la organización en sí, es decir, buscan su comodidad y conveniencia, dejando de
lado las necesidades o preferencias de los usuarios. Es necesario que este hecho
dé un giro, pues el paciente debe ser el centro del actuar. Hay dimensiones que
deben cubrir las actividades para que se consideren centradas en los usuarios, tales
como: respeto a sus preferencias y necesidades, evitar pérdidas de tiempo en la
atención, enseñanza y comunicación que refuercen el autocuidado y la
independencia más pronta, promoción del confort físico procurando un ambiente
acogedor y cómodo, apoyo emocional para evitar el estrés y la ansiedad, y la
implicación de la enfermera con la familia del usuario. Todas las enfermeras, sin
importar su cargo, deben trabajar en base a estas premisas para que sean gestoras
no solo de recursos, sino también de cuidados, ya que aunque ocupen puestos de
jefaturas, nunca deben dejar de lado el cuidado directo al paciente.
Los campos de actuación de la gestión enfermera.
En relación con la organización. El personal de enfermería debe trabajar en base
a normas o estándares de la práctica asistencial, a procesos asistenciales o de
cuidados y a protocolos o procedimientos. Las normas son guías para la acción,
que, valga la redundancia, nos dicen qué acciones deben llevarse a cabo en los
usuarios. Generalmente son elaboradas por organismos altos, por ejemplo la ANA,
estas normas son bajadas a las enfermeras de todo el país para que las apliquen,
y los organismos están continuamente revisándolas para descubrir si requieren
alguna modificación; los procesos asistenciales marcan el procedimiento de
actuación dentro de una organización de salud que se llevarán, servicio tras servicio,
con los pacientes con determinados estados de salud-enfermedad; los protocolos
marcan específicamente la línea a seguir para realizar un procedimiento. Deben ser
muy explícitos, abarcando contenido acerca del procedimiento que abordan, las
características del profesional que lo debe realizar, así como del paciente, la manera
de utilizar los recursos materiales y el producto final del procedimiento. Así también
detallan qué hacer ante alguna eventualidad. Especialmente deben protocolizarse
los procedimientos que tengan alto grado de complejidad, los que sean importantes
para la recuperación del paciente y los que muestren diferentes resultados
dependiendo cómo se realicen. Un protocolo debe ser accesible para todo el
personal, debe tener facilidad para la supervisión de su cumplimiento, así como
adaptación a la organización que permita llevarlo a cabo.
En relación con el personal. El gestor de enfermería debe atender varios
aspectos: debe dotar de la cantidad suficiente de profesionales de enfermería que
requieren las actividades a realizar. Proporcionar un buen ambiente de trabajo, esto
en cuanto a las instalaciones, así como aspectos como la asignación de turnos, días
libres, entre otros aspectos que eviten la monotonía. Fomentar el trabajo en equipo
para favorecer que cada quien aproveche su potencial y se alcancen las metas
organizacionales. Debe gestionar los conflictos que surjan, ya sean personales,
intrapersonales, o que tengan que ver con terceros. Evaluar las competencias de
los demás profesionales e incentivar su crecimiento.
La relación con los usuarios. Independientemente de la cercanía o lejanía con el
paciente, un gestor de enfermería debe trabajar en base a tres premisas. Propiciar
ambientes de cuidados favorables, incluye proporcionar confort en cuanto al
entorno, instalaciones y equipo necesario para efectuar los procedimientos;
asegurar la calidad de los cuidados, para esto, la enfermera debe trabajar en base
a normas y protocolos establecidos; y defender los derechos del usuario, situación
que muchas veces no sucede, sin embargo, cuando una persona está hospitalizada,
representa una oportunidad para que todos los profesionales que lo atienden,
refuercen sus derechos y le brinden estabilidad emocional, y la enfermera debe ser
la protectora y defensora principal de sus estos, sobre todo, de la dignidad, el
respeto, libertad de decisión y confidencialidad.
El perfil del gestor actual.
Esta persona debe reunir ciertas características como las que se mencionan a
continuación: conocer el servicio en el que se encuentra, sus objetivos, metas,
acciones que allí se realizan y sus obligaciones; conocer el proceso administrativo;
saber recoger y manejar la información; tener liderazgo; relacionarse con demás
personal incluso externo; y fomentar la investigación dentro de su equipo para
descubrir maneras de hacer el trabajo más eficiente. Estas características se logran
con conocimientos sobre enfermería, sobre gestión y administración, y sobre
liderazgo y relaciones personales.
Las enfermeras deben liderar los cuidados.
La ONU, la OMS, y la OPS, han estado impulsando la labor de los servicios
sanitarios hacia la promoción y al mantenimiento a la salud, tomando en cuenta que
estos dos aspectos dependen de factores que rodean a las personas, por lo que el
profesional de enfermería debe tener la capacidad de responder a los retos
profesionales correspondientes al cuidado humano de forma holística. La enfermera
entonces, debe contemplar dos dimensiones en su ejercicio, la prestación de
cuidados directos para la salud de las personas, así como la administración de
recursos del entorno, tanto a nivel institucional como de la comunidad. Podemos
decir entonces, que ella tiene que poseer habilidades técnicas, de liderazgo y
gestión.
Definición y principios de liderazgo y dirección.
La enfermera, como parte de los cuidados que brinda a los pacientes, puede
desempeñarse en cualquier nivel de atención a la salud, pero en el caso del primero,
al trabajar en la comunidad, ella funge como gestora de los recursos con los que se
cuenta para que las personas los aprovechen en el cuidado de su propia salud. Así
también, es parte integral del equipo interdisciplinario al establecer actividades de
colaboración, incluso de mando frente a otros colegas, esto desemboca en que la
enfermera tiene un doble papel funcional, el asistencial y el de gestora de recursos
de salud.
Liderazgo. Un individuo tiene liderazgo cuando inspira confianza y reconocimiento
en su equipo. Tiene que ver con el talante humano, con la influencia que ejerce en
los diferentes profesionales para alcanzar los valores y la cultura de la organización.
Una enfermera practica el liderazgo cuando logra integrar a todas las partes que
tienen que ver con una atención sanitaria de calidad, y esta cualidad parte de la
búsqueda de la excelencia en la atención y desarrolla constantemente con las
destrezas prácticas y con el trato digno y empático con las personas. Las
características que debe poseer un líder son conocimiento, capacidad para motivar,
comunicación, entusiasmo, visión global de la situación y capacidad para tomar
decisiones. Debe favorecer un entorno de cooperación mutua, en el que todos los
integrantes trabajen rumbo a las metas planteadas, debe inspirar confianza entre
los que lo rodean y un ambiente positivo. No hay un líder que se adecúe a todas las
situaciones y contextos, ya que estos son cambiantes, por ejemplo en conductas de
tareas o de relaciones, es por ello que lo ideal es que el papel de líder se designe a
diferentes personas de acuerdo al momento, hay que hacer hincapié en que el líder
no nace, se hace. Hay diferentes tipos de líderes: el autocrático toma primero las
decisiones y después las comunica en forma de mando, esto es ideal en momentos
de crisis; el participativo plantea las alternativas a su equipo para obtener opiniones,
pero la decisión sigue estando en él; el democrático consensa a todos los
profesionales para llegar a una solución común; el liberal promueve la libertad
completa para que el grupo sea el que tome la decisión. Todas estas formas tienen
sus ventajas y desventajas, es por ello, que el líder debe conocer primero a su
equipo y la situación para saber qué postura tomará.
Dirección. El proceso de dirección es aquel conduce hacia las metas. Contempla
las capacidades y competencias de cada miembro de la institución para saber qué
tipo de actividades se le pueden delegar. La dirección implica cinco aspectos: el
liderazgo para que las metas sean alcanzadas, la motivación para que todos
cooperen en la obtención de metas, la comunicación para que todos sepan qué
hacer, la orientación para retroalimentar a aquellos que lo necesiten y eliminar
barreras u obstáculos, y la supervisión para alcanzar la eficiencia en las metas. La
dirección ayuda a que las enfermeras operativas conozcan las maneras de trabajar
que se establecen desde los altos mandos de la organización, sin embargo, estos
últimos también deben conocer la realidad objetiva que se vive en los escenarios
cercanos a la atención al usuario para realizar mandatos realizables. Para llevar a
cabo las actividades que de la dirección emanen, se requiere de motivación,
delegación de actividades y resolución de problemas planteados.
Motivación. La motivación es la acción que impulsa y dirige al personal a llevar a
cabo las acciones encaminadas a la consecución de objetivos, para ello se
requieren de instrumentos de motivación que propicien que los subordinados tengan
el interés de participar, por ejemplo remuneraciones económicas y asesoramiento,
que este puede darse con programas de capacitación, asignación de expertos a
actividades concretas o de formación continuada, como la invitación a asistir a
reuniones científicas o congresos.
Delegación de actividades. Cuando ocurren cambios, sobre todo a nivel operativo,
surgen también las necesidades de diversas innovaciones, que para adaptarse a
ellas se necesita mando por parte de la dirección que se ve reflejado en delegación
de actividades a los profesionales, de manera que todos participen y se den
responsabilidades compartidas. Una buena delegación requiere que el profesional
comprenda exactamente lo que tiene que hacer, yendo implícito aquí el nivel de
comunicación existente, y en dado caso un incentivo. Es esencial que dichas
órdenes sean sometidas a supervisión y retroalimentación para corroborar que se
alcanzaron los resultados esperados.
Resolución de problemas planteados. Un buen director debe saber utilizar y
compartir la información, debe también tomar actitudes de liderazgo y mantener a
su grupo unido, esto conlleva a la resolución de conflictos que puedan surgir. La
enfermera ejerce actitud de dirección al controlar a las personas y al entorno que
rodean las áreas donde se administran los cuidados, asegurando siempre el
bienestar del paciente.
La gestión de los cuidados enfermeros en el sistema de salud.
El cuidado es un acto humano que realizan todas las personas para sobrevivir y
mantener una buena salud, sin embargo, hay situaciones que dificultan llevar a cabo
las acciones que tienen que ver con este concepto. La enfermería es la ciencia que
se encarga del cuidado de las personas, entonces, es la enfermera la principal
brindadora de cuidados. Esto lo realiza cuando enseña, ayuda o asiste a las
personas a realizarse sus acciones personales, también lo realiza cuando los
individuos se encuentran en situaciones de enfermedad y necesitan apoyo, así
mismo también cuando el usuario requiere de cuidados especializados en los que
es de vital importancia la ayuda de profesionales de la salud y/o de material y
aparatos destinados a ese problema en cuestión. La enfermera es el personal más
cualificado en materia de calidad de atención brindando cuidados, lo que implica
que se ella la principal responsable de estos y que juegue un papel muy importante
en el equipo sanitario.
La gestión del cuidado de la salud, tiene tres determinantes, las cuales son el
conocimiento acerca del ser de la enfermería (respeto a los valores de los usuarios),
el método que se utiliza para aplicar los cuidados, así como el contexto o ambiente
que se procura. Estos determinantes arrojan indicadores que permiten evaluar la
calidad de la atención prestada en materia de sistemas de salud y forma parte de la
investigación que impulsa la gestión enfermera. La enfermera otorga cuidados
enfermeros por dos causas: la primera es por problemas y necesidades de salud,
es decir, cuando el usuario está cursando por un cuadro de enfermedad y requiere
apoyo, en el cual la enfermera trabaja con intervenciones independientes e
interdependientes para atender sus necesidades; la segunda es por desviaciones
de la salud, esto es cuando el usuario adopta estilos de vida poco saludables que
pueden ponerlo en riesgos de salud, aquí también, la enfermera interviene
independiente e interdependientemente en caso de requerir ayuda de otros
profesionales, la enfermera lo suele asistir debido a falta de conocimiento,
motivación o capacidad para adoptar medidas de autocuidado.
La enfermería como disciplina, retoma conocimiento de muchas profesiones de la
salud para dar orientación y ayudar al usuario, reconoce que el entorno es parte
fundamental en el proceso salud enfermedad de la persona, es por ello que la
enfermera gestora de cuidados, debe no solamente basarse en la relación con el
paciente, sino también en la gestión del exterior que lo rodea. También se debe
gestionar la parte de los valores del cuidado, en el cual la enfermera debe procurar
respeto a creencias de la persona. Con esto, favorecerá un entorno favorable para
la realización de los cuidados, le dará orientación al paciente acerca de aspectos
relacionados con su estado de salud, así también le brindará atención personalizada
e individualizada. La enfermera debe gestionar también la incorporación y el uso de
la tecnología, que permitan una mejoría de calidad en el paciente, siendo en este
rubro representativa la tecnología para los cuidados cotidianos y terapéuticos, así
como la información y comunicación que pueda servir a la misma enfermera y al
paciente y familiares sobre sus dudas.
Existen diversos métodos o herramientas de gestión, mismos que son universales,
pues se pueden utilizar en cualquier ámbito. Sin embargo en materia de la gestión
de los cuidados enfermeros, hay tres que son esenciales por permitir la respuesta
al objetivo central que es cuidar de la vida y de la salud de las personas: información,
aplicación de métodos de la administración y evaluación de resultados. La
información nos sirve para estudiar indicadores respecto a la salud de la población,
nos ofrece datos sobre morbimortalidad, así como condicionantes de la salud, lo
que ayuda a elaborar intervenciones de enfermería adecuadas a los grupos
poblacionales específicos. La aplicación de métodos de administración, consiste en
la utilización de herramientas que tengan la esencia del cuidado, un ejemplo de ello
es la aplicación del proceso enfermero, el cual a través de diagnósticos de
enfermería nos permite obtener intervenciones que se adecúan a los problemas
encontrados de los usuarios. La evaluación de resultados se da mediante
indicadores, estos nos revelan cómo se encuentra el estado de salud general, qué
problemas y enfermedades hay, cuál es la demanda de cuidados por parte de
profesionales, entre otros aspectos. También evalúa la cantidad de recursos
humanos, materiales y financieros que se utilizan en las unidades de salud para
atender los problemas, una vez hecho esto, permite hacer la comparación costo
efectividad para saber si los recursos que se están utilizando están siendo
suficientes, todo este análisis se lleva a cabo a través de procesos investigativos,
los cuales deben ser fomentados por la institución.
Debate sobre el liderazgo y la gestión enfermera en el actual sistema nacional
de salud.
En la actualidad, los servicios sanitarios han cambiado, se utiliza más tecnología
que facilita al paciente administrarse cuidados por sí mismos, aprender sobre su
patología, incluso han tomado auge las teleconsultas. Por otro lado, la tendencia de
la atención ha cambiado de rumbo del nivel hospitalario, al primer nivel de atención,
pues se procura trabajar más con la promoción de la salud y prevención de
enfermedades. Estos cambios obligan a la enfermera a brindar una atención
continua, que incluso debe seguir después de dar de alta al paciente. Las
enfermeras gestoras ya no deben tener el liderazgo sólo ellas, sino que este último
necesita ser compartido, pues en la medida de que las enfermeras de base tengan
conocimientos administrativos, deben integrarse a realizar en conjunto actividades
de gestión de los cuidados.
Las estrategias nacionales enfocadas en la enfermería debieran contener el perfil
del gestor de cuidados, así como incorporar las actividades de investigación en las
organizaciones, y aquí va implícito el desarrollar herramientas que permitan evaluar
la calidad de los servicios sanitarios prestados. En los cuidados enfermeros, el
liderazgo debe tener ciertas características, por ejemplo: contar con un marco de
referencia acerca de los procedimientos y del área en el que se desempeñe,
fomentar el espíritu multidisciplinario en la profesión, coordinar y dirigir al personal,
así como asignar puestos de trabajo según las competencias y capacidades de cada
uno de los profesionales, tomar en cuenta el humanismo de los usuarios, fomentar
la investigación para mejorar los estándares de la calidad, y establecer
comunicación con otros profesionales del equipo sanitario.
Se debe hacer énfasis que la esencia del liderazgo, es la naturaleza de los cuidados
enfermeros. En la actualidad, las enfermeras que estudian gestión para obtener un
puesto de trabajo, solo se centran en esto, olvidando que su objetivo es gestar por
la calidad de los procedimientos. Un buen gestor de cuidados debería ser un
excelente profesional enfermero antes que un buen técnico de administración.
CONCLUSIONES.
La enfermera funge como coordinadora del cuidado total del paciente, pues ella
establece comunicación con él, con sus familiares, amigos, compañeros de trabajo,
equipo multidisciplinario, otras dependencias y otros niveles de atención, lo que la
convierte en una fuente fidedigna de información.
Los profesionales de enfermería realizan actividades de gestión en cualquier nivel
de jerarquía que tengan en la organización. Desempeñan tres papeles
simultáneamente: como subordinados de sus jefes, como superiores de otros
compañeros, y como representantes de la organización frente a los usuarios.
Los modelos son necesarios en la gestión enfermera, ya que plantean objetivos a
seguir, establecen la coordinación de los recursos y conllevan al proceso
administrativo, además, ayudan a la elaboración de normas que rigen los modos de
actuación. El personal de enfermería debe trabajar en base a normas o estándares
de la práctica asistencial, a procesos asistenciales o de cuidados y a protocolos o
procedimientos.
La enfermera debe contemplar dos dimensiones en su ejercicio, la prestación de
cuidados directos para la salud de las personas, así como la administración de
recursos del entorno, tanto a nivel institucional como de la comunidad.
Una enfermera practica el liderazgo cuando logra integrar a todas las partes que
tienen que ver con una atención sanitaria de calidad, y esta cualidad parte de la
búsqueda de la excelencia en la atención y se desarrolla constantemente con las
destrezas prácticas y con el trato digno y empático con las personas.
El proceso de dirección es aquel que conduce hacia las metas. Contempla las
capacidades y competencias de cada miembro de la institución para saber qué tipo
de actividades se le pueden delegar. La dirección implica cinco aspectos: el
liderazgo, la motivación, la comunicación y la supervisión.
La enfermera es el personal más cualificado en materia de calidad de atención
brindando cuidados, lo que implica que sea ella la principal responsable de estos y
que juegue un papel muy importante en el equipo sanitario.
Las enfermeras gestoras ya no deben tener el liderazgo sólo ellas, sino que este
último necesita ser compartido, pues en la medida de que las enfermeras de base
tengan conocimientos administrativos, deben integrarse a realizar en conjunto
actividades de gestión de los cuidados.

BIBLIOGRAFÍA.
Monmpart García María Paz. Administración y gestión de servicios de enfermería
Barcelona: Masson., 2009
Balderas P. M. Administración de los servicios de enfermería, sexta edición
Editorial MC. Graw-Hill, Interamericana, México 2012

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