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FACULTAD DE CIENCIAS
Licenciado en Matemáticas,
presenta
Octubre de 2009
ii
Índice general
Resumen V
1. Introducción 1
2. Definición de R 3
2.1. Construcción de R por cortaduras . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
2.2. Construcción de R por sucesiones de Cauchy de números racionales 11
2.3. Definicion axiomática de R . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
3. Cardinalidad de R 17
iii
iv ÍNDICE GENERAL
5. Conclusiones 47
A. Apéndice 49
A.1. Números cardinales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
A.2. Teorı́a de conjuntos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
Resumen
v
vi RESUMEN
Capı́tulo 1
Introducción
1
2 CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
Definición de R
3
4 CAPÍTULO 2. DEFINICIÓN DE R
i) α 6= ∅ y α 6= Q.
si r ∈ αc y s ∈ α, entonces r < s.
Bajo la definición anterior es claro que todos los números racionales pueden
ser vistos como una cortadura (cortadura racional).
A continuación exhibimos dos ejemplos de cortadura, una racional y una no
racional, a fin de ilustrar cómo es que el conjunto de cortaduras posee algunos
elementos más que las cortaduras racionales.
Este número verifica las condiciones que se requieren para que r − δ per-
tenezca a α√2 , a saber:
2 − r2 2 − r2
δ= =
2 − r2 + 2r + 1 3 − r2 + 2r
c
y queda probado que α√ 2
no tiene máximo.
a0 ≤ a y A − a < t.
A0 − a0
< t.
n
Tomemos ahora el mı́nimo entero k tal que a0 + k A0 n−a0 ∈ α. Nótese que para
k = n se obtiene A0 y para k = 0 se obtiene a0 . Luego A = a0 + k A0 n−a0 y
a = a0 + (k − 1) A0 n−a0 satisfacen las condiciones del lema.
α + β = {A + B|A ∈ α, B ∈ β}.
i) Asociatividad,
α + (β + γ) = (α + β) + γ.
ii) Conmutatividad,
α + β = β + α.
iii) Neutro,
α + 0+ = α.
iv) Opuestos,
Los incisos i), ii), iii) son triviales a partir de la definición de cortadura. Mos-
traremos sólo el último.
Tomemos α ∈ D y definamos
αβ = {AB|A ∈ α, B ∈ β}.
α1 = α.
α0 = 0.
2.1. CONSTRUCCIÓN DE R POR CORTADURAS 9
α(β + γ) = αβ + αγ.
10 CAPÍTULO 2. DEFINICIÓN DE R
Hay que considerar varios casos dependiendo de los signos de las cortaduras
α, β, γ y de β + γ. Probaremos primero los casos en que α es mayor o igual que
cero, reduciéndolos al caso en que todas las cortaduras son positivas, el cual ya
está probado más arriba. Después ilustraremos cómo el caso en el que α es una
cortadura negativa se reduce a los anteriores.
αβ = α[(β + γ) + (−γ)]
αβ = α(β + γ) − αγ,
de donde
αβ + αγ = α(β + γ).
5) Ahora consideraremos α < 0. Empleando las reglas los signos tenemos que
αγ ≤ βγ.
Teorema 2.25. Existe un cuerpo ordenado tal que todo subconjunto no vacı́o
y acotado superiormente tiene supremo.
2.2. CONSTRUCCIÓN DE R POR SUCESIONES DE CAUCHY DE NÚMEROS RACIONALES11
Definición 2.26. Una sucesión (an ) es de Cauchy si para todo racional > 0
existe un natural N tal que si n, m > N entonces |am − an | < . El subconjunto
de las sucesiones de Cauchy lo denotamos C.
Lema 2.27. Dada una sucesión de Cauchy (an ) existe un número racional
positivo B tal que |an | ≤ B para todo n ∈ N.
verifica el lema.
Demostración. Las partes no triviales de la prueba son las clausuras bajo suma
y producto. Sean (an ) y (bn ) sucesiones de Cauchy. Dado > 0 existen naturales
12 CAPÍTULO 2. DEFINICIÓN DE R
Ahora, por ser de Cauchy, dado > 0 existen naturales N1 y N2 tales que si
n, m > N1 entonces |am − an | < /2l y si n, m > N2 entonces |bm − bn | < /2k.
Por tanto
|am bm − an bn | < k + l = ,
2k 2l
y el producto también es sucesión de Cauchy.
Claramente yn ∈ I ⊂ J.
c) Definamos ahora xn = zn + yn . Por construcción (xn ) ∈ J y xn ∈ / I. Y,
puesto que xn 6= 0 para todo número natural n, la sucesión ( x1n ) es de
Cauchy e inversa de xn . Por tanto xn es unidad.
Obsérvese que los elementos del cuerpo C/I son las clases laterales de la forma
I + (an ), y que dos sucesiones están en la misma clase lateral si (an ) − (bn ) ∈
I. También hacemos notar que este cuerpo contiene a Q de manera natural
asociando a cada racional r con la sucesión constante (r).
El siguiente paso es dotar a este cuerpo de un orden que, en cierto modo,
venga inducido por el de Q. Comenzamos por ordenar el anillo de sucesiones de
Cauchy.
Definición 2.32. Una sucesión de Cauchy (an ) es positiva si existe un natural
N tal que si n > N entonces an > 0.
Diremos que (an ) < (bn ) si la sucesión (bn ) − (an ) es positiva.
Es fácil comprobar que esta definición efectivamente ordena el anillo C,
ası́ como comprobar que éste induce un orden en el cociente: I +(an ) < I +(bn ) si
(an ) < (bn ) (especialmente que esta definición no depende de los representantes
elegidos).
Lo más interesante, sin embargo, son las dos propiedades que enunciamos a
continuación sobre este cuerpo ordenado: es arquimediano y es completo (ahora
en el sentido métrico, es decir, que toda sucesión de Cauchy converge).
Teorema 2.33. El cuerpo ordenado C/I es arquimediano y toda sucesión de
Cauchy converge en él.
Demostración. Primero veamos la propiedad arquimediana. Sean I + (an ) e
I + (bn ) dos elementos de C/I que verifican 0 < I + (an ) < I + (bn ). Entonces
existe un natural N tal que an < bn si n > N . Por otro lado, por ser de
14 CAPÍTULO 2. DEFINICIÓN DE R
Cauchy, la sucesión (bn ) tiene una cota superior B, luego podemos escribir
an < bn < B. Puesto que el orden de Q sı́ es arquimediano existe un natural
m tal que B < man , de donde la sucesión (man ) es mayor que (bn ) o, en otras
palabras I + (bn ) < m(I + (an )).
Continuamos con la convergencia de toda sucesión de Cauchy separándola
en dos casos: sucesiones de Cauchy de racionales, como paso previo, y sucesio-
nes de Cauchy arbitrarias. Sea (an ) una sucesión de Cauchy racional, la cual
define el elemento α = I + (an ) en C/I. Veamos que dicho elemento es su lı́mite.
Efectivamente, sea > 0 un elemento de C/I. Puesto que este cuerpo es arqui-
mediano, Q es denso en él, con lo cual existe un racional q tal que 0 < q < .
Por ser (an ) de Cauchy existe un natural N tal que |am − an | < q si m, n > N .
Ahora calculemos la distancia de la sucesión (an ) al elemento α:
|am − α| = |(I + (am )) − (I + (an ))|
= I + (|am − an |)
< I + (q) = q <
siempre que m > N , luego (an ) converge a α.
Ahora consideremos una sucesión de Cauchy en C/I, (βk ), donde cada ele-
mento de la sucesión es de la forma βk = I + (bkn ) y (bkn ) es una sucesión de
Cauchy racional (con ı́ndice n). Por el párrafo anterior sabemos que la sucesión
(bkn ) converge a βk . Ahora bien, por ser (βk ) sucesión de Cauchy sabemos que
dado > 0 existe un natural K tal que si k, l > K entonces |βk − βl | < pero,
desarrollando la expresión de los elementos βk tenemos
|βk − βl | = |(I + (bkn )) − (I + (bln ))|
= I + (|bkn − bln |) < .
Por los argumentos anteriores existe un racional q tal que I +(|bkn −bln |) < q <
lo cual significa que existe un natural N tal que si n > N tenemos |bkn −bln | < q,
siempre que k, l > K. Esto nos permite definir una nueva sucesión de racionales
(ak ) donde ak es un elemento de la sucesión (bkn ) con n suficientemente grande
para que se cumpla |ak − al | < q si k, l > K. Esta sucesión es de Cauchy y, por
tanto, define un elemento en C/I que llamamos α, su lı́mite. Ahora sólo resta
ver que (βk ) converge a α.
|βk − α| = |(I + (bkm )) − (I + (ak ))|
= I + (|bkm − bkn |)
< I + (q) < .
Ası́ pues hemos construido otro cuerpo ordenado y completo a partir de las
sucesiones de Cauchy. Cualquiera de los dos, el conjunto de cortaduras D o el
cociente C/I, puede ser llamado el conjunto de los números reales. Ası́ que se nos
plantea una primera pregunta, ¿cuál de los dos elegir? La respuesta es que no
importa pues el resultado es el mismo, debido a que podemos identificar ambos
conjuntos mediante el siguiente isomorfismo.
2.3. DEFINICION AXIOMÁTICA DE R 15
φ : C/I → D
Éstas son, además, las propiedades que se desean en el conjunto de los reales. El
siguiente teorema dice que todos los conjuntos que verifican dichas propiedades
son isomorfos entre sı́.
φ: K → C/I
x 7 → I + (qn ).
Este último teorema nos permite dar un salto más y prescindir completa-
mente de la construcción de un conjunto con las propiedades mencionadas y
postular, simplemente, que un conjunto con tales propiedades es lo que llama-
mos el conjunto de los números reales.
Cardinalidad de R
Lema 3.2. Sea {In }n∈N una T familia de intervalos cerrados y anidados en R,
es decir, In+1 ⊂ In . Entonces n∈N In 6= ∅.
17
18 CAPÍTULO 3. CARDINALIDAD DE R
lo cual es una contradicción con el lema 3.2. luego [0, 1] no es numerable y, por
tanto, tampoco R lo es.
De esta manera queda de manifiesto el que R tiene una cardinalidad mayor
que la cardinalidad de los números naturales. Ahora surge la más natural de las
preguntas ¿Qué tan grande es es R en comparación con N? Su cardinalidad es
2ℵ0 .
Para la demostración de este resultado se usamos la representación de un
número entre cero y uno en forma binaria. Con esta herramienta expondremos
una función entre el conjunto potencia de los naturales y el intervalo unitario
de la recta real.
Tomemos un número decimal entre cero y uno digamos x, su expresión en
notación binaria es una secuencia de dı́gitos escrita de la forma 0.x1 x2 x3 . . . ,
donde xn ∈ {0, 1} que cumplen
∞
X xn
x= .
n=0
2n
P(N) = P(N) \ F,
donde
F = {A ⊂ N|A es finito }.
Los argumentos expuestos en el apéndice sobre cardinalidad muestran que el
conjunto F tiene cardinalidad ℵ0 ya que
X
|F | = 2n = ℵ0 .
n∈N
P(N) ∪ F = P(N),
|P(N)| + |F | = |P(N)|.
f : P(N) → (0, 1)
A 7→ f (A) = 0.x1 x2 x3 . . .
donde cada cifra binaria está dada por xn = χA (n). Probamos a continuación
que esta función es biyectiva.
i) Es suprayectiva pues consideremos un número real x del intervalo (0, 1) y
demos su expansión binaria x = 0.x1 x2 x3 . . . , xn ∈ {0, 1}. Por lo comen-
tado anteriormente podemos dar una expansión binaria que no termine en
una cola de ceros, es decir tal que no existe N ∈ N de modo que xn = 0
para todo n > N . En tal caso el conjunto
A = {n ∈ N|xn = 1}
Hecho lo anterior sólo falta biyectar (0, 1) con R, lo cual se consigue, como es
sabido, mediante la función g(x) = tan(πx − π2 ). Como f y g son biyectivas su
composición también lo será con lo que concluimos que |R| = |P(N)| = 2ℵ0 .
Capı́tulo 4
Algunos subconjuntos
importantes de R
21
22 CAPÍTULO 4. ALGUNOS SUBCONJUNTOS IMPORTANTES DE R
x + y = 1 + · · · + 1 + 1 + · · · + 1,
luego está en N.
Para el producto hacemos uso de la propiedad distributiva, quedando patente
de nuevo que el producto de una suma finita de unos por otra suma finita de
unos es, de nuevo, una suma finita de unos.
xy = (1 + · · · + 1)(1 + · · · + 1) = 1 + · · · + 1.
4.1.2. Cardinalidad de N
Por definición N tiene cardinalidad ℵ0 , el cual es el menor de los cardinales
infinitos.
4.2. LOS NÚMEROS ENTEROS 23
Z = −N ∪ {0} ∪ N.
x + y = −((−x) + (−y)),
Por tanto las operaciones suma y producto dan una estructura algebraica
a Z: es un anillo conmutativo con identidad. Efectivamente, a diferencia de los
naturales, en los enteros tenemos un neutro para la suma, 0, y opuestos para
cada elemento por construcción. El resto de propiedades necesarias para ser
anillo se heredan de R directamente. No es cuerpo porque todos los elementos,
excepto 1 y −1, carecen de inversos.
4.2.2. Cardinalidad de Z
Proposición 4.6. Z tiene cardinalidad ℵ0 .
Demostración. Por definición tenemos |Z| = | − N ∪ {0} ∪ N|, pero los tres
conjuntos del segundo miembro son disjuntos, luego |Z| = | − N| + |{0}| + |N| =
ℵ0 + 1 + ℵ0 = ℵ0 .
4.3.2. Cardinalidad de Q
Proposición 4.9. El conjunto Q tiene cardinalidad ℵ0 .
Demostración. Puesto que Q contiene a Z tenemos la desigualdad ℵ0 ≤ |Q|. Por
otro lado, es claro que la cardinalidad de Q es menor o igual que la de Z × Z
pues la función que asigna a cada racional la pareja (a, b) donde ab es la fracción
irreducible que representa al racional, es inyectiva. Pero |Z × Z| = ℵ0 ℵ0 = ℵ0 .
Por tanto |Q| ≤ ℵ0 .
De ambas desigualdades concluimos |Q| = ℵ0 .
Un elemento que está en Q pero no en Z es, por ejemplo, 12 , lo cual muestra
que Z ⊂ Q es una contención propia.
Nótese que en esta definición los trazos permitidos toman sentido en el entorno
de la geometrı́a euclı́dea.
α 1
= ,
β AF
β
de donde el segmento AF tiene longitud α . Por tanto queda probado que B\{0}
es subgrupo multiplicativo de R \ {0}.
Con ambos resultados queda probado que B es subcuerpo de R.
a) Como intersección de dos rectas, donde cada una pasa por dos puntos con
coordenadas racionales.
26 CAPÍTULO 4. ALGUNOS SUBCONJUNTOS IMPORTANTES DE R
b) Como intersección de una recta que pasa por dos puntos con coordenadas
racionales y una circunferencia cuyo centro tiene coordenadas construibles,
y el cuadrado de su radio es racional.
que los extremos de dicha curva sean A y C. Eregimos una perpendicular desde
el punto B hasta cortar la circunferencia, llamando a este punto D. Luego el
triángulo ABD es semejante con el triángulo ACD, por tanto
AB α
= ,
1 AB
√
de donde AB = α.
Ası́ los números contruibles se pueden obtener intersectando rectas que pa-
san por puntos de coordenadas construibles, e intersectando circunferencias con
centro de coordenadas construibles, y radio construible, con rectas de coorde-
nadas construibles.
Dado el razonamiento anterior tenemos el siguiente resultado.
Teorema 4.14. El cuerpo B consta, precisamente, de todos los números reales
que podemos obtener de Q, tomando raı́ces cuadradas de números positivos un
número finito de veces y aplicando un número finito de operaciones de cuerpo.
Demostración. Los números racionales son construibles. Suma de números ra-
cionales es construible, la raı́z cuadrada de un número racional es construible, y
los únicos elementos de B que no están en Q son las raı́ces cuadradas de números
racionales.
Corolario 4.15. Si α ∈ B pero α ∈ / Q entonces existe una secuencia de números
construibles γ1 , γ2 , . . . , γn = α tal que Q(γ1 , γ2 , . . . , γn ) es una extensión de
Q(γ1 , γ2 , . . . , γn−1 ) de grado 2. En particular [Q(α) : Q] = 2r (donde [Q(α) : Q]
denota la dimensión de Q(α) sobre Q como espacio vectorial) para algún entero
r.
4.4.2. Cardinalidad de B
Teorema 4.16. B tiene cardinalidad ℵ0 .
√
Demostración. Llamemos Q+ al conjunto de las raı́ces cuadradas de números
racionales mayores o iguales a cero. Este conjunto tiene la misma cardinalidad
que Q+ , √
la cual es ℵ0 . √
1
Sea ( Q+ )n = {(α) 2n |α ∈ Q+ } el cual tambien tiene cardinalidad ℵ0 ;
Construyamos el conjunto [ p
A= ( Q+ )i ,
i∈N
el cual también tiene cardinalidad ℵ0 por ser unión numerable de conjuntos
numerables. Ahora concideremos el conjunto de los inversos aditivos de dicho
conjunto, denotado por A.
En virtud del teorema anterior
X
B={ a1 a2 · · · ai |ai ∈ A ∪ −A}.
i,j∈N
Luego |B| = ℵ0 , pues vuelve a ser una suma numerable de cantidades numera-
bles.
28 CAPÍTULO 4. ALGUNOS SUBCONJUNTOS IMPORTANTES DE R
4.5.2. Cardinalidad de A
Como ya hemos comentado B ⊂ A pero, ¿qué tan grande es A, en cuanto
a cardinalidades, con respecto a B? En la presente sección mostramos que la
cardinalidad de A es, de nuevo, ℵ0 .
De la definición de número algebraico sabemos que para cada elemento de
A existe un polinomio p(x) con coeficientes en Q, tal que p(α) = 0. Entonces
basta con saber cuántos polinomios con coeficientes racionales existen para saber
cuántos elementos algebraicos hay.
Teorema 4.23. El conjunto A tiene cardinalidad ℵ0 .
Demostración. Consideremos el siguiente conjunto
Pn = {p(x) ∈ Q[x]|p(x) es de grado n}.
Un elemento de este conjunto es de la forma
p(x) = a0 + a1 x + a2 x2 + · · · + an xn ,
con an 6= 0.
Cada coeficiente ai , i = 1, . . . , n toma valores en Q, es decir, ℵ0 posibilidades.
Por tanto, en virtud del teorema A.3, |Pn | = ℵ0 .
La unión de estos conjuntos resulta en el conjunto de todos los polinomios
con coeficientes en Q [
Q[x] = Pn ,
n∈N
donde la unión es disjunta. Por otro lado, un polinomio de grado n tiene, a lo
sumo, n raı́ces, por tanto tenemos la siguiente desigualdad
X
|A| ≤ n|Pn |.
n∈N
Sin embargo, para comprobar que el conjunto de los algebraicos es, en ver-
dad, una extensión propia de los construibles recordamos unos de los problemas
clásicos de la geometrı́a griega que no se pudo resolver hasta la llegada de la
teorı́a algebraica moderna.
Teorema 4.24. Es imposible duplicar el cubo, es decir: dado el lado de un cubo,
no es posible construir, con regla y compás , el lado de un cubo que tenga el doble
del volumen del cubo original.
Demostración. Sea el cubo de lado 1 y, por tanto, de volumen 1. El cubo que
se busca debe
√ tener volumen 2 y, por tanto cada uno de sus lados debe ser de
longitud 3 2, pero dicho numero es raı́z del polinomio p(x) = x3 − 2, que es
irreducible sobre Q, de manera que
√3
[Q( 2) : Q] = 3.
En virtud del corolario 4.15 deberia existir un número n tal que 3 = 2n , lo cual
no es ocurre.
√
Ası́, 3 2 es un número algebraico pero no construible, luego la inclusión
B ⊂ A es propia.
T = (Q, q0 , Γ, b, δ),
que describe es: estando en el estado inicial q0 y con el cabezal sobre la celda
que contiene el sı́mbolo 1 ésta permanece en el estado q0 , escribe sobre la celda
el sı́mbolo blanco y se mueve a la derecha; allı́ leerá un simbolo b, entonces
cambiará al estado q1 y escribirá sobre la celda un sı́mbolo 1 y se moverá a la
derecha, entonces voverá al estado q0 y leerá un sı́mbolo b. Esta máquina no se
dentendrá a pesar de que en la imagen de su funcion de transición se encuentre
la instrucción Halt.
Figura 4.3: Máquina de Turing que borra entradas hasta encontrar un blanco
f: N −→ N
n 7→ n + 1.
Una máquina T que computa la función f anterior es la que tiene un solo estado
Q = {q0 }, el alfabeto Γ = {b, 0, 1} y la función de transición
S
δ : Q × Γ −→ Q × Γ × {L, R} {Halt}
(q0 , b) 7→ (q0 , 1, R)
(q0 , 1) 7→ (q0 , 1, R)
(q0 , 0) 7→ Halt
de la parada de las máquinas T . Supongamos que existe una máquina T que dice
si una de estas máquinas se detiene al introducirle una cierta entrada. Utilizando
el hecho de la numerabilidad de conjunto de las máquinas T numerémoslas y
llamemos a la máquina con número i, Mi . Por otro lado, la entrada inicial debe
ser una cadena finita de caracteres del alfabeto, con lo cual la cantidad de tales
entradas también es numerable. Ası́ denotamos Mi (j) a la máquina i con la
entrada j. Definamos la función h : N × N → N dada por
(
2, si Mi (j) se detiene,
h(i, j) =
1, en otro caso.
producto.
1 5 1
|fe (k0 )| ≥ |α| − k
≥ k0 − k0 ,
2 0 2 2
4.6. LOS NÚMEROS COMPUTABLES 37
−1 1
≤ α − fe (n + 1) ≤ n+1 .
2n+1 2
Si fe (n + 1) > 0, tenemos
1 1 1
α ≥ fe (n + 1) − > − = 0.
2n+1 2n+1 2n+1
En forma análoga, si fe < 0, entonces α < 0. Luego el procedimiento anterior
es un algoritmo para saber si α es un número positivo o negativo.
Teorema 4.32. Sean p(x) ∈ T[x] y α, β ∈ T tales que p(α)p(β) < 0. Si p(x) es
monótono en el intervalo [α, β] existe un único γ ∈ T tal que p(γ) = 0.
1. Haga L = α, y R = β.
3. Genere αn .
|α − β|
|αn − γ| ≤ .
2n
Por tanto {αn }∞
n=1 es una sucesión de números computables qua converge a γ.
Luego γ es un número computable.
Hemos ya reunido los elementos suficientes que nos conducen a uno de los
puntos claves en esta sección: probar que todo número algebraico es computable.
Demostración. Sea α ∈ A; entonces existe p(x) ∈ Q[x] tal que p(α) = 0. Por
indución sobre el grado del polinomio probaremos que todo número algebraico
en el intervalo [a, b], el cual contiene las raı́ces de p(x), es computable. Notemos
que si p(x) ∈ Q[x] y p(α = 0) entonces existe q(x) ∈ Z tal que q(α) = 0. Si el
grado de q es n = 1, q(x) = lx + m con l, m ∈ Z y en este caso es claro que
α ∈ T.
Supongamos ahora que para todo polinomio con grado menor que n se cum-
ple que que sus raı́ces son computables. Sea p(x) con grado n. La deriva de
p(x), p0 (x), tiene grado n − 1 y, por hı́potesis de inducción, las raı́ces en [a, b]
son computables y se pueden ordenar de la siguiente manera:
Luego si α ∈ [a, b] entonces existe k tal que α ∈ [αk , αk+1 ]. Aplicando el teorema
4.32 se tiene que α es computable.
Presentamos ahora un número que no es algebraico pero sı́ computable,
conocido como la constante de Liouville, para lo cual algunas definiciones y
resultados son necesarios antes de definirlo.
Definición 4.34. Un número de Liouville es un número real α tal que ∀n ∈ N
existen enteros p, q, con q > 1, tales que
p 1
0 < |α − | < n .
q q
A continuación probamos que efectivamente un número de Liouville no es
algebraico.
Proposición 4.35. Sea α un número irracional raı́z de un polinomio f (x) de
grado n > 0 con coeficientes enteros. Entonces existe un número real a > 0 tal
que ∀p, q ∈ N, con q > 0, se tiene que
p a
|α − | > .
q qn
Demostración. Procederemos por contradicción. Sean M el valor máximo de
|f 0 (x)| en el intervalo [α − 1, α + 1] y α1 , α2 , ..., αm las otras raı́ces de f (x).
Sea a > 0 tal que:
1
a < mı́n{1, , |α − α1 |, |α − α2 |, ..., |α − αm |}.
M
Supongamos que existen p, q para los cuales el lema no se cumple, es decir
p a 1
|α − | 5 n 5 a 5 mı́n{1, , |α − α1 |, |α − α2 |, ..., |α − αm |}.
q q M
Entonces pq ∈ [α − 1, α + 1], además pq 6= α1 , α2 , ..., αm , por tanto no es raı́z de
f (x). Tampoco hay raı́ces entre α y pq .
Por el teorema del valor medio, existe x0 entre pq y α tal que:
40 CAPÍTULO 4. ALGUNOS SUBCONJUNTOS IMPORTANTES DE R
f (α) − f ( pq ) = (α − pq )f 0 (x0 ).
Puesto que α es raı́z pero no pq , se tiene que |f 0 (x0 )| > 0 entonces
p f ( pq )
|α − | = | 0 |.
q f (x0 )
Pn
Sabemos que f (x) es de la forma i=0 ci xi , con ci ∈ Z entonces:
n
p X
|f ( )| = | ci pi q −i |
q i=0
Pn
ci pi q n−i
= i=0 n
q
1
= n.
q
Dado que f 0 (x) ≤ M y 1
M ≥ a por definición, tenemos que
p f ( pq )
|α − | = | 0 |
q f (x0 )
1
=
M qn
a
> n
q
p
= |α − |,
q
lo cual es una contradicción.
Corolario 4.36. Sea α un número de Liouville, entonces α es irracional.
Demostración. Procederemos por contradicción.
Si α es algebraico existen n un entero y un número real a > 0 tal que para
todo p, q
p a
|α − | > n .
q q
1
Sea m un entero tal que 2m ≥ a. Tomando l = m + n existen h, k con k > 1,
tales que
h 1
|a − |< l
k k
1
=
k m+n
1
= m n
k k
1
< m n
2 k
a
< n
k
4.7. DEFINIBLES 41
4.7. Definibles
Después de la sección anterior vemos que sólo de una cantidad ı́nfima de los
números reales podemos calcular su valor o, al menos, dar una aproximación:
sólo una cantidad numerable. Pensando en el resto de números reales llevamos
la pregunta hasta el extremo: aunque no los podamos calcular o aproximar,
¿podemos al menos definirlos? Es decir, podemos aislar cada número real para
distinguirlo del resto de reales. Obviamente cada número natural puede ser
distinguido, pues tenemos un sı́mbolo para cada uno de ellos (la numeración
que aprendemos de niños), con lo cual también cada número entero y cada
racional. De hecho veremos más abajo que todos los computables caen en este
grupo de forma natural. Pero nuestra pregunta es si podemos hacer esto con
todos y cada uno de los reales. Porque, de no ser ası́, ¿qué pasararı́a con los
reales que no podemos definir?
Para discutir estas ideas es necesario acotar bien qué entendemos por “defi-
nir” un número real.
Consideremos los conectivos lógicos ∧, ∨, ¬, cuantificadores ∀, ∃, separadores
(, ) y el sı́mbolo de la teorı́a de conjuntos ∈. También consideramos una familia
numerable de fórmulas atómicas (o constantes) {p1 , p2 , . . . }. Uniéndolo todo
tenemos el alfabeto A. Sea Σ el conjunto de todas las fórmulas que podemos
formar tomando cadenas finitas de sı́mbolos de A. Consideraremos la teorı́a de
conjuntos ZFC (por Zermelo, Fraenkel y el axioma de elección) como modelo de
Σ.
Es bien conocido, aunque no lo hemos expuesto en este trabajo, que el con-
junto de los naturales se puede construir en la teorı́a de conjuntos a partir del
42 CAPÍTULO 4. ALGUNOS SUBCONJUNTOS IMPORTANTES DE R
que define un único número real que, por tanto, también es definible. Del mismo
modo, el opuesto de x es el único número real z que verifica la fórmula x+z = 0,
con lo cual también es definible. Para el producto razonamos del mismo modo:
la fórmula xy define un número real, luego el conjunto E es cerrado bajo el
producto y, si x 6= 0, existe un único real z que verifica xz = 1, lo cual lo
define.
4.7.2. Cardinalidad
Proposición 4.42. El conjunto de los números definibles tiene cardinalidad ℵ0 .
Definición 4.44. Sea F un código libre de prefijos en {0, 1}N y p una palabra
en dicho código. Definimos el conjunto
1
µ(Sp ) = .
2|p|
Demostración. Basta ver que la medida de {0, 1}N es uno. Pero observemos que
tenemos la siguiente partición
{0, 1}N = S0 ∪ S1 ,
1 1
µ({0, 1}N ) = µ(S0 ∪ S1 ) = + = 1.
2 2
Ahora codificamos cada máquina T con cada posible entrada para la misma
con el código F, de modo que cada palabra p corresponde a una máquina con
una entrada. Esto es posible porque el conjunto de máquinas y entradas es
numerable y, por otro lado, el conjunto N puede traducirse en dicho código. En el
conjunto F consideramos aquéllas máquinas y su entrada tal que su ejecución se
detiene eventualmente, y llamamos a este subconjunto F 0 . Con estos ingredientes
podemos ya definir la constante de Chaitin.
Probaremos a continuación que dicha suma converge y, más aún, que 0 <
Ω < 1 con lo cual podemos interpretarlo como una probabilidad: la probabilidad
de parada.
Conclusiones
En este trabajo he mostrado cómo las construcciones realizadas para dar com-
pletitud a los racionales y crear con ello un cuerpo ordenado y completo da lugar
a un conjunto tremendamente complicado: el conjunto de los números reales.
La primera muestra de la amplitud de la tarea la da su cardinalidad, pues
R es no numerable como he mostrado en el capı́tulo 3. Este enorme aumento
de cardinalidad (que de hecho no podemos cuantificar debido al problema de la
hipótesis del continuo) nos lleva a la cuestión de saber dónde hemos introducido
tantos elementos nuevos.
En el capı́tulo 4 he explorado los subconjuntos que, a mi entender, son los
más notables de R, y que además forman una cadena ascendente de inclusión
e, intuitivamente, de complejidad: naturales, enteros, racionales, construibles,
algebraicos, computables y definibles.
Los computables son un conjunto muy notable por la propiedad que los
define como los únicos números reales que podemos calcular, es decir, conocer
su valor o una aproximación al mismo. Sin embargo es un conjunto numerable.
Lo mismo ocurre con el conjunto de números definibles, aquéllos que podemos
distinguir del resto de reales; también es un conjunto numerable. Más allá de los
computables no podemos calcular ningún número ni aproximarlo. Más allá de
los definibles no podemos ni siquiera aislar ningún número. Pero más allá de los
definibles viven la mayorı́a de los reales, por no decir prácticamente la totalidad
de ellos, ya que un conjunto numerable dentro de los reales supone una parte
insignificante del mismo.
Por tanto, encaramado a la torre de subconjuntos que podemos manejar y
conocer, miro al resto de los números reales, es decir, prácticamente a todos, y
sé que están ahı́, pero no los puedo ver y por ello me pregunto, ¿dónde están
los reales?
47
48 CAPÍTULO 5. CONCLUSIONES
Apéndice A
Apéndice
h : N• −→ N• × N•
49
50 APÉNDICE A. APÉNDICE
ℵk+1
0 = ℵ0 ℵk0
∪n∈N An
es un conjunto numerable.
b) |P(A)| |A|.
Sea
f : A −→ P(A)
a 7→ a.
f es una función inyectiva. de esta manera queda probado a). Para probar b)
procederemos por contradicción. Supongamos que |P(A)| ≤ |A| entonces del
inciso a) se tiene que |P(A)| = |A|, luego existe unna función biyectiva
h : A −→ P(A)
a 7→ h(a) ⊂ A
.
Definamos ahora B = {b ∈ A/b ∈ / h(b)}. Entonces B ⊂ A, por tanto B ∈
P(A). Además h−1 (B) ∈ A, luego por definición de B tenemos que h−1 (B) ∈
B ⇔ h−1 (B) ∈
/ h(h−1 (B)) lo cual es una contradicción.
Bibliografı́a
[2] Cohen L.W. & Ehrlich G.,[1977] The Structure of the Real Number System,
Robert E. Krieger Publishing Company Inc.
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