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Mateo 17:20 – La Fe Mueve Montañas – Significado Bíblico

La fe mueve montañas es una cita biblia con un significado clave, es una de esas frases con
una verdad que suele ser mal entendida. Existen personas que deducen que están viviendo
en fe cuando en esencia no lo están. Desafortunadamente la fe ha sido simplificada a algo
natural, cuando es totalmente sobrenatural. Cuando decimos que la fe mueve montañas
estamos desatando lo sobrenatural, y estamos seguros que para Dios no existen imposibles.

En Mateo 17:20 Jesús dijo: “Les aseguro que si tienen fe tan pequeña como un grano de
mostaza, podrán decirle a esta montaña: “trasládate de aquí para allá”, y se trasladara.
Para ustedes nada será imposible.”

¿Qué es la fe?
Fe es la término hebreo “emuná’: que representa; estabilidad, firmeza, confianza, seguridad,
fidelidad, reino, realidad, veracidad, honradez, lealtad. Como podemos observar, cada uno
de esos significados especifica la naturaleza propia de Dios. En consecuencia no se trata de
suposición ni de optimismo. El componente que establecerá que el Señor opere, es el simple
hecho que Dios no sabe engañar ni infringir lo que ha prometido. Si Él lo ha dicho, debe
usted tener la certeza plena y la seguridad que así será.

La fe mueve montañas significado.


Es una afirmación concreta y segura, donde estamos creyendo en el poder sobrenatural de
Dios. Cuando el creyente tiene fe, es la mente del Espíritu santo que se ha revelado a su vida
donde comienza a operar y comienza a tener dominio sobre esta dimensión de oportunidad,
medida y conocimiento.

Ahora, fe es la garantía que asegura un determinado suceso; es decir cuando decimos la fe


mueve montaña estamos dando la firmeza de tener y poseer la seguridad de Dios en nuestro
corazón, y saber que no existe nada que sea imposible, es reconocer que él es soberano para
hacer que la montaña se mueva; Eso que usted está pidiendo se cumpla, todas aquellas cosas
que (nosotros) resistimos, es la prueba de las sustancias que (nosotros) no notamos y la
convicción total y segura de su realidad. La fe discierne como un hecho real lo que no está
manifiesto a los sentidos.

(Hebreos 11:1, traducido de la Biblia Amplificada) El original griego dice así: “Ahora la fe
es la realidad del fundamento donde la esperanza radica o se establece, es la realidad de todo
lo que existe y ejerce control y dominio sobre las cosas que no vemos”.

La dimensión de la fe mueve montañas


Fe es la preparación divina proporcionada al hombre para extralimitarse en el ámbito natural.
Si Dios hubiese necesitado, que a partir del principio, el hombre sólo viviera en la dimensión
natural jamás le hubiese proporcionado fe. Dios estableció la dimensión natural, Dios fijó el
tiempo a la tierra, pero cuando formó al hombre colocó eternidad en él para que alcanzara
vivir en las dos dimensiones: la natural y la sobrenatural.
El ámbito invisible es mayor al natural

Es la realidad por la que el mundo invisible señorea al mundo visible en que existimos. La fe
nos admite traspasar la línea del ámbito natural y adquirir la eternidad. Nosotros debemos
decidir en qué ámbito buscamos vivir: en el ámbito del tiempo o en el ámbito de la eternidad.
Si marchamos en la magnitud espiritual.

En la amplitud espiritual, todo es, todo está hecho, todo está consumado: salud,
prosperidad, liberación, salvación, paz, fortaleza, y toda la suministro material, emocional y
espiritual que necesitamos en esta tierra; todo de ante mano ya fue provisto por Jesús por
el pacto en la cruz.

¿Cómo saber si la fe mueve montañas ahora?


Exclusivamente a través de la fe. La mayor parte de los creyentes saben de dónde vinieron.
Unos conocen adónde van. Sin embargo, muy escasos son aquellos que creen lo que son
ahora. Varios creyentes no están lúcidos de lo que Dios está haciendo y señalando ahora.
Cuando nos escapamos de la fe para vivir según lo que miramos, el enemigo nos traslada a
enfocarnos en los problemas, dificultades y enfermedades; pero recordemos que todo eso es
transitorio; por fe entendemos que todo está aconteciendo y muriendo en cada momento.. Por
fe asumimos creer que Dios está interviniendo ahora.

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La fe se alimenta de lo imposible
Un creyente lleno de la fe sobrenatural de Dios posee una pasión vehemente por lo imposible
y su fe se nutre cuando afronta situaciones imposibles. Cuando Dios nos dio a cada uno
nuestra medida de fe, un deseo por lo imposible sobreviene a nuestro espíritu. Fuimos creados
para poseer hambre por lo imposible.

La fe manifiesta como un hecho consumado algún acontecimiento, o actuación que aún no


es revelado a los sentidos. La naturaleza de la fe no es para que sea mostrada a los
sentidos. De manera que, cuando Dios nos ordena a hacer algo, generalmente nunca le
encontramos sentido, porque si tuviera sentido no resultaría ser sobrenatural. La mente carnal
no consigue ver lo invisible, por ello es como que si no existiera.

Dios nos ha dado una medida de fe a cada uno. Conforme a la medida de fe que Dios repartió
a cada uno. (Romanos 12:3)

¿Quiénes tiene suficiente fe para mover montañas?


Todos los creyentes tienen fe, pero en distintas medidas. La escritura nos certifica que todos
tenemos fe, pero no todos poseemos la misma medida de fe. Dios conducirá a un nivel de fe
más grande a los que hayan creído por cosas aún mayores de esta manera es notorio que la
ha crecido. De manera que si inducimos nuestra medida de fe incluso al límite, en aquel
momento Él nos promueve a un nivel mayor.

Cuando preferimos permanecer cómodos en un lugar donde nuestra fe no es retada, es viable


que la medida de fe que poseemos se pierda, en lugar de acrecentar. Si somos buenos
administradores de la medida de fe que tenemos, Dios nos proporcionará más. Ten en cuenta
siempre: la fe mueve montañas.

¿Qué significa una medida de fe?


La escritura cuando se refiere a una medida, quiere decir que es la esfera de influencia y el
nivel de autoridad en el cual usted planta su fe a fructificar. El ser humano está capacitado
para influenciar bien sea para bien o para mal. En la atmósfera espiritual, todo opera de
acuerdo a niveles de autoridad.

Por ejemplo, a cada persona ha recibido una medida de autoridad en la congregación. La


dimensión de fe que Dios nos ha entregado a cada uno de nosotros es para ser utilizada de
manera efectiva acorde a su nivel de autoridad. Tenga presente siempre que si su medida de
fe es capaz para mover montañas o derrumbar fortalezas, en la misma proporción debería
ser su nivel de autoridad. Debido a que a cada uno se le ha proporcionado una medida de fe,
nunca habrá un pretexto para no creerle a Dios que la fe mueve montañas.

¿Cómo podemos recibir la fe de Dios?


Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. (Marcos 11:22)
En el versículo anterior la versión correcta es, “Tened la fe de Dios”. En el griego, el verbo
está en voz pasiva, esto indica que la acción viene desde afuera. Es decir, Jesús no nos
demanda que tengamos fe en Dios, sino que Dios nos proporciona la fe que a él le pertenece.
En pocas palabras: nuestra naturaleza humana es ineficaz para poder producir fe por sí
misma, por eso es necesario alcanzar la fe de Dios, una fe fuerte que sea capaz de mover los
cimientos, la fe que mueve montañas es la medida de fe que Dios quiere que tengas.

Jesús le dijo a Pedro: “Pedro recibe la fe de Dios para que bendigas a otros”; y en el libro de
los Hechos vemos a Pedro haciéndolo. Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que
tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. (Hechos 3:6)

¿Cómo podemos recibimos la fe de Dios? Para poder recibir la fe de Dios tan solo debes
pedirle al señor que abra tu corazón y sea dilatado con su fe, le pides que destruya en ti toda
duda, razonamiento, incredulidad, y argumento; para que puedas recibir los milagros que él
ha prometido; y para que puedas impartir a otros la fe que el señor te entregue.

Adversarios de la fe
Existen adversarios de la fe que están en oposición constantes a continuación son los
siguientes:

 La incredulidad
Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para
apartarse del Dios vivo. (Hebreos 3:12)
La incredulidad es un espíritu diabólico que aplica la razón para conducirnos a contradecir,
rechazar, resistir u oponernos a Dios. En este tiempo conseguimos ver cómo predomina la
incredulidad; aun desde los púlpitos se oyen prédicas que fortifican la incredulidad, la
resignación y la religiosidad.

Nos encontramos asediados de un mundo hostil hacia Dios y el objetivo principal del
enemigo es desarrollar la incredulidad en los creyentes. Podemos decir, que
estamos lidiamos con una “incredulidad educada”.¿Qué quiero decir con esto?
Sencillamente la habilidad de razonar pretende e intenta reemplazar al hombre espiritual;
para lograr esto ha desarrollado argumentos científicos, filosóficos y psicológicos, con el fin
de destruir la fe.

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Ante Los Religiosos

La incredulidad se ha convertido en el contexto por el cual medimos nuestra realidad; lo que


es posible y lo que nos creemos imposible. ¡Tenemos que ser completamente libres de la
incredulidad! La único motivo de gran peso bíblico para fracasar es la incredulidad.

 Los hechos
La verdad es uno de los niveles más alto de la realidad, y sólo se puede tener entendimiento
de esto por revelación. Jesús es la verdad. Cuando Dios manifiesta algo, lo que él manifiesta
es la verdad y eso se tiene cumplimiento, a pesar de las situaciones, o de lo que expliquen los
teólogos, los doctores o el mismo diablo. Dios vive en el ámbito de la verdad, Dios siempre
te mostrara que la fe mueve montañas enormes, para acrecentar aun mas tu fe.

“Su nombre es el Gran Yo Soy”. (Vea Hebreos 13:8).

 La razón
Por la fe entendemos haber sido constituido el universo.(Hebreos 11:3)
Podemos observar que primero es la fe y posteriormente el entendimiento. Tratar de creerle
a Dios con la razón no tiene sentido absoluto, ya que esto jamás nos permitirá aumentar
nuestro nivel de fe. La meta principal del enemigo es recluirnos dentro de los límites de la
razón, como lo pudo hacer con Adán en el jardín del Edén. Por eso, cada vez que tratamos
de entender a Dios aplicando la razón regresamos a comer del árbol del conocimiento del
bien y del mal.

Cuando hablo de la razón como enemistad de la fe o de lo sobrenatural pretendo que


comprendamos un punto sumamente importante: la razón o intelecto posee su lugar y si
debemos utilizarla en este mundo físico para tomar decisiones en el espacio natural.
Dios nos proporcionó la razón con un propósito y es pertinente usarla dentro del mundo
natural. Pero cuando se pretende usar la razón en el ámbito espiritual, no funciona. Es lo que
quiero decir con esto cuando afirmo que la razón es enemiga de la fe. Creo que la razón es
una facultad dada por Dios para operar en el mundo natural.

La fe es la habilidad suministrada a todo creyente para creer lo que no es razonable. La


razón jamás trabaja a favor de la fe. Cuando la razón intenta a funcionar nos aparta de la fe.
Por eso, mucho de lo que Dios hizo, y que está escrito en la biblia, escasea de sentido para la
razón humana.

¿Cómo movernos de la razón a la fe?


Para lograr operar en fe necesitamos desconectar nuestra razón y “perder” nuestra mente. Si
usted le sigue a su mente, vivirá creyendo en las razones de un hombre y pondrá en tela de
juicio el poder de Dios. La fe no requiere la razón humana para creer porque sobrepasa todo
razonamiento y no se funda en el sentido común.

La razón se logra convertir en un arma mortal que se vuelve contra usted cuando le da razón
a su enfermedad, depresión, pobreza, falta de perdón, problema matrimonial, adicción,
amargura, o pecado. Por tal motivo es importante pasar a una dimensión mayor de fe.

En conclusión, si su vida ha permanecido imposibilitada, si no se está estimulando en fe, éste


es el momento preciso de tomar la decisión de creer con el corazón y no con la mente que
puede ir con Dios a la otra dimensión. En ese lugar encontraras algo nuevo, fresco,
encontraras milagros, sanidades y toda provisión de parte de Dios.

Es ahora el momento oportuno de decirle al Señor: “Proporcióname una nueva revelación


para ir a otra dimensión de fe, conéctame con hombres que estén repletos de tu fe y puedan
desatar esa revelación para ir a esta nueva dimensión de fe.

Querido lector, hoy Dios quiere romper estructuras de incredulidad para que sea fructífero
en la fe sobrenatural, para que te apropies y comiences a orar por los enfermos y veas como
reciben sanidad, para que te levantes con Jesús a liberar a los cautivos, para que tu oración
llena de la fe que mueve montañas dé vista a los ciegos, para que la fe que mueve montañas
abra los oídos de los sordos, para que a través de la fe sobrenatural levantes a los paralíticos.

Cuando Dios dinamita con su fe, comienza un movimiento poderoso, donde tu fe moverá
montañas que jamás creíste podías mover. “Recuerda la fe mueve montañas ” Mateo 17:20…

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