Sunteți pe pagina 1din 166

Salvador Benigno Molinas 

 
 

A​l​g​uno​s 

​r​e​c​o​rr​i​d​o​s   
​p​o​r​ e​l ​r​i​nc​ó​n d​e​l    
S​i​l​enc​i​o 
​Prosas perdidas 
 
 

   
 
 
 
 
Algunos recorridos por el rincón del Silencio. 
Molinas Benigno Salvador 
Ruma_27_m@hotmail.com 
 
Corrientes Capital 2017 
 
 
 
Ilustración y diseño de tapa e interiores: Salvador Benigno 
Molinas. 
Corrección y asistencia literaria:  
 
 
Todos los Derechos reservados. 
 
 

 
 
 
 

2/​Salvador Benigno Molinas


 
 
 
 
 
“la vida es simplemente un trecho de pasos,
Millas de altamar me separan de la realidad,
Aún sigo mirando los vientos”
-Ruma: mi álter ego- 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/3


 

4/​Salvador Benigno Molinas


A mi otro yo; por soportarme.

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/5


 

6/​Salvador Benigno Molinas


Amo la música como amo al mundo…al verdadero mundo, el real.

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/7


 

8/​Salvador Benigno Molinas


A Amelia Mirta Mateo, mi madre
Por traerme a la vida.
La mejor persona que existió, que
Seguirá existiendo en mi corazón y en el cosmos sideral.
Te extraño todos los días, te quiero muchísimo.

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/9


 

10/​Salvador Benigno Molinas


Es  verdad  que  muchas  personas  creativas  no  consiguen  establecer 
relaciones  personales  maduras  y  que  algunas de ellas llegan a vivir 
en  el  aislamiento  extremo.  También  es  verdad  que,  en 
determinadas  circunstancias,  un  trauma  originado  por  la 
separación  o  la  pérdida  de  un  ser  querido  durante  la  infancia 
puede  conducir  a que una persona potencialmente creativa tienda a 
desarrollar  aquellos  aspectos  de su personalidad que sólo es posible 
satisfacer  en  un  estado  de  relativo  aislamiento.  Sin  embargo,  de 
ello  no podemos inferir que las conductas creativas y solitarias sean 
en sí mismas patológicas […] 
El  comportamiento  de  evitar  el  contacto  con  los  demás  es  una 
respuesta  concebida  para  proteger  al  niño  de  los  desórdenes  del 
comportamiento.  Si  trasladamos  esta  idea  a  la  vida  adulta, 
advertiremos  que  el  niño  que  evita  el  contacto con los demás puede 
muy  bien  transformarse  en  una  persona  cuya  necesidad  principal 
sea  encontrar  alguna  clase  de  sentido  y  orden  en  la  vida  que  no 
dependa  por  completo,  o  incluso  en  gran  medida,  de  las  relaciones 
interpersonales. 
​ANTHONY STORR, 
​Solitude: A return to the Self 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/11


 

  
 
 
 
 
 
 
 
 
   

12/​Salvador Benigno Molinas


Contenido

​Insomnio

_ Te reencuentro
_ Hoy
_ El color de la verdad
_ Mi tierra
_ Un intento más
_ Allá voy destino
_ Agonizando (si supieras mi dolor)
_ Bajo la luz de la luna
_ Los viernes te recuerdo
_ Sombras en una noche de octubre
_ Extraños presagios
_ La comprensión
_ Duele decir adiós: parte 1 (canción)
_ Duele decir adiós: parte 2  
_ Mi invitación (canción)
_ Simples palabras
_ El camino más largo
_ Después del atardecer
_ Esperaré
_ Extasiar
_ Ella y un día natural
_ Hojita verde
_ ¡Qué Buenos Aires!

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/13


 

_ Esas casualidades
_ Vivir es vivir
_ Florencia
_ Días de primavera
_ Cien velas en una noche
_ Ya volverás primavera

Replanteo de verano

_ Cosas de la vida
_ Cielo azul
_ El día de hoy
_ ¿Cuánto más?
_ No quiero quedarme solo hermano
_ Déjame quererte
_ Te amaré en silencio
_ La vida de María
_ Sinfonía del tiempo
_ Algo perdido
_ El último minuto
_ Plegarias
_ Exilio
_ Testigo ocular
_ El viento de tu verdad
_ Lírica “aquellos años”
_ Ese motivo sos vos (canción)
_ Despabilando
_ El mágico
_ El último día

14/​Salvador Benigno Molinas


_ Paloma blanca
_ Páginas de estímulo. Parte 1
_ Páginas de estímulo. Parte 2
_ Ilógico
_ Explorando
_ Solo éxtasis
_ Incorporando mis pensamientos
_ Exceso de sueño

​Paradigmas

_ Perspectiva
_ Esto es luto
_ Deje morir
_ Sonrisa atómica
_ Miento menos
_ Ultramar
_ Una y otra vez
_ Llorar es satisfacción
_ La mitad es ficción
_ En vivo
_ Sin pensar
_ Necesito un minuto
_ Lágrimas infinitas
_ Al llegar la tormenta
_ Mediodía en posadeña
_ Fuera de órbita
_ Futuros encuentros
_ Fuiste mía
_ Milagros
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/15
 

_ Cínicamente clara
_ Golpes de tambor
_ Viajé y renací
_ El sol y la mariposa
_ Charata
_ Otra lluvia
_ Ruffo
_ Herida negra
_ No estar acá, ni allá
 
​ Sublimación

_ Último momento
_ Chico de la calle
_ Confesiones de una noche de…
_ Inmortalmente cansado
_ Lejos del mañana
_ Un puñado de nada
_ Sonámbulo
_ Vientos de invierno
_ Almas gemelas
_ Días de julio
_ Fracciones
_ Anécdotas
_ En mi mundo
_ Errores
_ Luces bien
_ Transición
_ Me retiré

16/​Salvador Benigno Molinas


_ Usando tu imaginación
_ Silencio
_ Allá, en la distancia
_ Firme, de pie
_ Moviéndome
_ Aroma a facturas “postres”
_ Luz y miel
_ Mucho más real
_ Suave espera
_ Montañas de meditación
_ Martina
 
Bonus  
 

   
_ Impasse
_ Tu nombre y su reflejo
_ Ven conmigo
_ Te extraño allí
_ Nube gris
_ Las vías
_ ¿Infantil o melancólico?
_ Odio y amor
_ Sentimientos hallados
_ Lo que
cueste
_ Comienza el fin
_ Dos cigarrillos y un café

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/17


 

 
 

 
  
 
 
 
 

18/​Salvador Benigno Molinas


Algún tipo de Introducción 
 
Fui adaptándome, con el paso de los años, al mundo en
que vivimos, donde el amor es un objeto, una obra
espiritual perdida. Tiempo ha pasado desde que me
crucé con el alma que me cambió mi forma de vislumbrar
la realidad, que dejó brotar en lo más profundo de mis
rincones una sensación de inmunidad a todo lo tangible
e intangible. Se posó en mí sin buscar nada y luego se
atenuó dejando una alteración permanente “​Fue obra del
Mayor y sus quehaceres del destino​”.
Por el rincón del silencio casi disimulado, se creó entre
melodías de letras resonando en el aire, en las paredes
de mi cabeza, en terrenos impensados del limbo. Era un
proyecto casi perdido sumergido en días lejanos y
pausas eternas. Y los días pasaron…
El milagro de la creación nunca llegó. “Los párrafos se
escribieron paulatinos” por una vida que tuvo sus bordes,
pero gracias a visiones, el entendimiento logró
sobrepasar sus límites.
Son historias hechas prosa, de viajes, de lugares, de
naturaleza, del mundo y el universo, de personas, de
intentos, de encuentros, de desencuentros, de
tradiciones, de caminatas, de ciudades, de pueblos, de
locura, de amor, de amistad. Historias de vida pero
contadas con una mirada elocuente, dando otra vuelta a
las palabras.
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/19
 

Un libro para disfrutarlo antes de dormir, en un sofá bajo


la luz de un velador, en el colectivo mientras viajas,
tomando una taza de café o bien una copa de vino.
Cada página se acopla muy bien con alguna canción
como soundtracks acompañando un dialecto magnético
y el resultado es impresionante.

Por el rincón del silencio puedo decir que es algo


demostrado con palabras sobrepobladas al margen del
error sobre eufonía de sentimientos complejos. Recorrí
lugares intrincados y silenciosos, hice que fueran míos.
El libro está realizado con detalles irónicos, se contrastan
letras de forma metafóricas, doble sentido de la
interpretación. La simple lectura puede parecer algo
inerte, pero dentro de cada prosa poética existe una
creación amplia por degustar, con palabras comunes y
jugando un poco con definiciones ostentosas.
Cada línea, cada sílaba de las palabras fue mutando, y
va contando sensaciones flexibles, con sello propio.
El espíritu es un territorio puesto para sostener la vida,
ese espíritu hace que el cuerpo sienta todo los golpes.
[​Cualidad peculiar]​.
En muchas ocasiones deje guardadas las ideas, Cuando
aún no se asemejaba a un libro. Todo fue frenado y
archivado durante un largo periodo en cajones cerrados
para que maduren a su forma.
Me pasé viajando por numerosos terrenos mentales y
físicos; he participado de muchos contrastes en la vida,
observe al ser humano con diferentes ideologías y
personalidades. Mi experiencia visual en el transcurso
20/​Salvador Benigno Molinas
de mi existencia y los caminos transitados ayudaron a
formar o deformar un poco esta obra. Provoqué así
también que tenga una identidad diferente.
En el rincón del silencio: son historias marcadas por
rumbos únicos, adquiridas de los más remotos huecos
del abismo abstracto de la pasión de decir o transmitir
algo.
Aprendí mucho en esta lejana etapa de melancolía;
aprendí a no dejar pasar la vida, a no perder tiempo en
vano y por sobre todo que los sentimientos puros valen
más que nada en el mundo.
El humano es error en carne propia. Acá hay fragmentos
de historias que quedaron, que siguen quedando por
concluir. Estos son ​Algunos recorridos por el rincón
del Silencio​.

Marzo 5 de 2017

  
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/21


 

 
 
 
 
 
   
 
 
 
 
 
 
22/​Salvador Benigno Molinas
 
 

​ 1 
Insomnio 
 
 
 
 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/23
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
24/​Salvador Benigno Molinas
​Te reencuentro 
 

 
 

Dos  pétalos  cayeron,  dos  lluvias  pasaron  y  se  encrudecieron  de 


forma  inesperada.  Se  enlazaron  las  raíces  del  árbol  de  la  vida. 
Paré,  esperé  y  de  nuevo seguí, aún no lo sabes pero tú tienes el don 
de poder participar de las miradas eternas. 

El  polvo  de  los  bosques  quedó purificado por las gotas de sudor de 


la  naturaleza,  choques  de  la  irrealidad  en prematura necesidad de 
verse.  Después  de  distinguir  el  cosmos  sin  tí,  me  cubrí  en  deseo de 
inhalar el frío sentir de la soledad más concentrada. 

Ya  siento  el  vacío  más  consciente  que  jamás  pueda  superar.  El 
abismo  de  la  nada  en  actuación,  cayeron  dos  pétalos  y  sintieron 
unirse en el suelo. Quiero continuar buscándote. 

   
 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/25
 

​ ​Hoy 
 
 
 
 
 
 
El calor ha afectado a todo ser humano. 
En ti se demuestra mejor! 
Abrí  los  ojos  y  al  despertar  vi  un  mundo  diferente  al  que  conocí 
ayer.  Necesitaba  un  hombro  en  donde  apoyarme, diste centímetros 
de cariño… y el sol quemó los buenos pensares. 
Hace  varias  horas  era  especial,  ahora  ya  no  existo  en  tus 
neuronas.  No  tengo  cadenas  para  detenerte,  para  mantenerte 
sostenida  a  mi  mundo.  Te  has  ido  a  alguien  nuevo  hoy,  yo  estoy 
parado  en  lluvias  con  la  cara  seria  del  dolor.  Me  dejé  crecer  la 
indignidad, mi corazón cerró. 
Viajé  por  las  sierras  en  una  misión,  vi  la  jungla,  el  agua  caer, vi 
el  color  de  lo  natural.  Sé  que  tengo  que  dejarte  ir,  verte  alejarte  y 
extrañarte.  
Las nubes se estremecieron: y así fue el cielo.  
Quiero  mantenerme  inmóvil,  soportar  lo  peor  de  ti,  soy  una 
máquina  de  resentimientos, ya no sé en quién debo confiar. Quiero 
saltar, que alguien divise mi rostro entre la gran muchedumbre. 
Mi espíritu se sacude entre la vida y la muerte. 

26/​Salvador Benigno Molinas


​El color de la verdad  
 
 
 
Creo  que  cometí  el error de confiar profundo en el resto mundo y el 
color  de  la  verdad  se  manchó  de  gris.  “Cuando  era  joven  de  niño 
creía que los sueños se hacían realidad” y ahora me Pregunto:  
¿Por  qué el cielo se tornó gris y no azul como siempre lo vi? tal vez 
deba  irme  de  esta  ciudad  y  dejar  el  suelo  libre  de  polvo  (rastro). 
Pasa  todo  el  tiempo  todos  juegan  a  amar,  estoy  atrapado  en  un 
azar,  ahora  sé  que  tengo  que  dejarme  ir  donde  el  día sea día y no 
una pintura ficticia en donde todos respiran confusión. 
El  lujo  de  tus  ojos, luz de tu rostro, el encanto de tu sonrisa. Creo 
que  sé  tú  decisión.  Me  quedó  claro  ayer  en  ese  año.  Cada  paso es 
insólito,  las  personas  andan  indiferentes hasta las más allegadas a 
tu interior, no se confía en nadie. Esto es real, el dolor es real.  
Di  lo  mejor  de  mí,  vi  lo  mejor  de  ti,  [lo  peor  de  ambos].  Tengo 
miedo de ir perdido a lugares diferentes.  
Mi corazón se estruja y me rehusé a gritar, me pasan cosas raras y 
voy  quedando  en  la  calle,  tengo  que  confesarte  algo,  me  niego  a 
ceder.  
Dormí  en  el  piso  de  esa  habitación,  dormí  en  el  piso  de  ese  gran 
galpón.   
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/27
 

​Mi tierra 
 
 
 
 
 
 
 
Pobladores  de  mi  tierra  que  día  a  día  cruzan  los  sacrificios  en 
busca de sus sueños como papá y mamá. 
Respiran  esperanzas  expulsando  cansancio  y  dolor,  transpirando 
logros  y  sonríen con su limpio corazón. Compradores de ilusiones y 
a ningún sueño dicen no. 
Esa  es  la  gente  de  mi  tierra,  tan  humilde  como dios creo. Luchan 
por  sus  esperanzas,  se  sacrifican,  ganan  o  pierden  vuelven  a 
comenzar, lloran y ríen pero nunca vencerán. 
Esta  es  la  verdad  de  la  gente  que  trabaja  noche  y  día,  de la gente 
sencilla  que  transita  la  vida  llevando  sueños  y  sembrando  amor. 
Dios  cuide  de  toda  esta  gente  con  su  divina  bendición  porque  sin 
ella nadie luchará por sus sueños y nadie sembrara amor. 
 
 
 
 

28/​Salvador Benigno Molinas


​ ​Un intento más 
 
 
 
 
Una  historia  ha  comenzado  o  quizás  esté  a  punto  de  terminar. 
Pero  la  verdad  es  difícil  hacer  este  viaje  sin  lastimarnos  y  el  dolor 
es insoportable. 
Recorrí  las  líneas  de  tu  piel,  besé  cada  lunar,  y  es  imprescindible 
que  nos  miremos  mutuamente  a  los  ojos.  Voy  en  dirección  a  una 
satisfacción,  me  encontré  fusionado  con  tu  cuerpo;  esa  fue noche de 
muchas  palabras,  acostados  en  una  cama  poco  común  donde  es 
ocasional estar juntos y no sé si te encontraré de nuevo. 
Sigo  acá  sentado  contigo  donde  una  noche  te  supe  conocer.  El 
silencio  quedó  plasmado  en  estas  paredes,  desperté  con  mis  sueños 
más  inéditos,  te  hablé  y  quedaste muda sin palabras en tu lengua. 
Siempre  pienso  en  seguir  intentando,  tú  te  rendiste  porque  nada 
me demuestra lo contrario.  
Una  noche  más  en  donde  hay  que  sobrevivir,  pero  ya  me 
acostumbré  a  soñar  en  silencio. Mañana saldrá un nuevo sol, más 
brillante  que  el  de  hoy,  los  pájaros  volarán  en  manada  y  el viento 
amigo inseparable soplara muy fuerte por los rincones de mi casa. 
 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/29
 

​Allá voy destino 


 
 
 
 
 
 
 
Te  extraño.  Te  extraño…  hoy  mañana, hoy mediodía, hoy tarde, 
hoy  noche.  Muerdo  mi lengua, no duermo, tengo abierto los ojos de 
par en par.  
Tus  voz  lejana  me  pide  por  favor  (  que  te  lleve  conmigo),  así  en 
carne  y  esencia  seremos  uno.  Te  pido  desde  el  corazón,  llévame… 
Así  sabré  que  esta  vida  vale  la  pena,  muéstrame  que  al  venir  al 
mundo no todo es mentiras y dolor. 
 
En  el  confín  de  la  madrugada  no  dejo  de  soñar,  emociones 
quedaron  salpicadas  en  cartas.  La  muerte  me  espera  en  la  puerta 
de entrada. El niño lloró al nacer. Mi camino se desvaneció.  
No  creo  que  lo  entiendas  y  siento  que  no  lo  entiendas.  Millas  de 
altamar,  gaviotas  vagabundas  en  el  puerto  viejo.  Mi  partida  fue 
matutina,  ni  el sol salió a mi despedida. El horizonte me marcó el 
paso, voy soplando el viento norte en busca de mi destino. 
 
 
 
30/​Salvador Benigno Molinas
​Agonizando 
“Si supieras mi dolor” 
 
 
 
 
 
Las  horas  no  pasan,  el  segundo  se  detiene  con  mí  respirar,  creo 
que  no  me  piensas  y  no  lo  creo.  Tu  ser  es  una  tentación,  ¿qué 
tendría  que  hacer  para  dejar  de  pensarte?  Agua  de  lágrimas, 
simples palabras sin sentido. 
La  herida  ocasionada  por el solo hecho de no estar contigo no tiene 
sanación  alguna,  la  herida  que  no  cesará  de  sangrar,  esto  duele 
demasiado sin ti… 
Escupo  la  ilusión  de  verdades  que  llevo  como  plomo  en  mí,  y  solo 
son mentiras. 
Enfermedad  que  prolifera  en  mi  cuerpo  de  manera  anormal  e 
incontrolada,  tumor  maligno  que  se  apoderó  de  mí.  Apaguenme, 
necesito  dormir  un  sueño  sin  fin.  Hay  fantasmas  en  las  sala  de 
espera  y  las  cortinas  de  este  lugar  se  transforman  en  grandes 
murallas. Veo fin en mis párpados. 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/31


 

​Bajo la luz de la luna 


 
 
 
 
 
 
 
 
No  sé  cómo  caminar  este  sendero,  el  que  me  hace  sufrir,  pedí 
ayuda bajo la luz de la luna, la respuesta me guió al amor.  
 
Dejemos  lo  malo  al  margen  de  la  vida,  el  frío  es  insostenible,  no 
hay  donde  esconderse.  Tú  me  encontraste  la  noche  de  mayo  y  fui 
feliz,  consumimos  una  fiebre  helada  dentro de ti, dentro de mí, tus 
piernas tiemblan y el descontrol se apoderó del momento. 
 
Miramos  a  lo  lejos,  con  ansiedad  un  estrecho  pedazo  de  vida. No 
sabemos  lo  que  viene  y  menos  el  final  de  todo  eso.  Respira 
profundo y no mires atrás, cierra los ojos, yo te acompaño. 
El  sufrir  se  esfumó  con  besos  de  amor,  la  envidia  tratará  de 
apartarnos de nuestro amor. 
Déjame llevarte a un mundo mejor. 
Déjame llevarte a un amor mejor. 
 
 

32/​Salvador Benigno Molinas


​Los viernes te recuerdo 
 
 
 
 
 
 
 
 
Tus  ojos  me  hicieron  conocer  lo  que  es  volar,  corro  a  ponerme  un 
abrigo  en  este  viernes  de frío, encendí un cigarrillo y fui a buscarte. 
Me pasé horas siguiendo tus huellas.  
 
Nunca  te  encontré.  Caminé  por la vereda del olvido, una mosca se 
posó  en  mi  nariz  y  voló  por  los  cielos, sólo eras una sombra en mi 
luz. Te apareces para hacerme feliz y solo los viernes te recuerdo. 
 
Rodando  en  esta  carrera  sin  final  o  antes  que  descarrile  el tren de 
la  vida  quiero  meditar  bajo  algún  árbol,  sin  que  me  molesten  en 
este  anhelo  importado.  Te  escondes  cuando  abro  los  ojos.  No 
importa  lo  lejos  o  cerca  que  estés,  busco  sentirte  en  esta  extraña 
vida.  Sentado,  siento  el  recuerdo  de  tus  labios,  los  tengo  dentro  de 
mí. 
 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/33
 

​Sombras en una noche de octubre  


 
 
 
 
 
Las  velas  se  apagan  y  la  noche  se  acaba,  tendidos  en  besos  fui 
testigo  de  nuestro  amor,  apartados  del  mundo  común.  El  boscaje 
se  desnuda  y  la  fogata  muestra  su  luz cósmica, nos cuenta nuestro 
futuro, está tan claro como el aire.  
 
junte tus manos y las mías. 
Te  fuiste,  como  si  te  estuvieran  persiguiendo,  solo  me  dijiste 
gritando a los vientos que me amabas y que no me olvidarías. 
 
La  suave textura de tu piel no la puedo tocar, ya no. Y te extraño 
cuando  el  día  se  acerca  y  la  noche  comienza,  pacificas  melodias 
tristes  se  introducen en mis oídos, la ciudad lejana duerme y yo con 
mi propia cruzada. La despiadada realidad. 
Me  acuesto,  veo  el  cielo  y  sus  estrellas  tratando  de sosegarme para 
no pensar en ti hasta el amanecer.   
 
 
 
 

34/​Salvador Benigno Molinas


​Extraños presagios 
 
 
 
 
 
 
 
 
De  espalda  parado  frente  al  muro  silbando  canciones  de  poder, 
música  conocida  para  todos,  sosteniendo  la  gran  bandera  de  la 
esperanza.  Sumando  multitudes,  salvando  verdades,  tratando  de 
comprender los más intrincados murmullos.  
 
La  calurosa  mañana  ha  pasado  y  la  tarde  emprenderá su rumbo, 
te  crucé  en  la  calle  y tú mirada baja  comenzó a preocuparme, solo 
quiero la verdad, esa que duele o emociona. 
 
Los  amigos  lejos  de  aquí  encontraron el comienzo de sus vidas con 
figuras  sin  igual.  Escucho  el  silencio  muy  inciertamente  esperando 
oír  tu  voz,  estoy  traspasando  la  barrera  del  sonido,  estoy  volando 
hacia tus sueños de amor.  
 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/35


 

​La comprensión 
 
 
 
Sí. 
Mi  estupidez  me derribó y ganó la batalla, no supe apoderarme de 
mi  gusto  por hacer las cosas bien; no bastaba con decir “yo pensé”. 
comprendí  después  de  perderlo  todo,  tengo  simplemente  una  nube 
de  ilusiones.  Después  de  fracturar  el  arrepentimiento con golpes en 
la  pared  entendí  que  no  soy  nada  sin  el  corazón  que  tienes  allí 
dentro, tienes que creer.  
Mis  palabras  se  van  consumiendo  al  vivir  en  la  intemperie.  Hoy 
estoy  acá,  mañana  tal  vez  allá,  me  he  convertido  en  una  persona 
solitaria y vagabunda. 
En  un  segundo  puede cambiar tu vida, pueden pasar cosas buenas 
y  malas,  hay  que  tener  esa  fuerza  para  sobrellevarlo  y  actuar  con 
coraje.  La  vida  de  por  sí  es  complicada  desde  que  nacemos  hasta 
que dejamos de existir, día a día pasan las aguas turbulentas.  
Ya sé, Se me escapó el tiempo de mis manos y las oportunidades se 
escurren, pero dibujaré días nuevos.   
 
     

36/​Salvador Benigno Molinas


​Duele decir adiós parte 1 (canción)  
   
 
 
 
 
 
 
 
Ya llegó el momento de decir adiós, Tanto que prometimos y nada 
pudimos cumplir. Ya se hace de noche y me tengo que ir, ¿Para 
qué detenernos? , ¿Para qué seguir? 
Estoy como perdido en un lugar sin caminos y no sé cómo puedo 
hacer para estar con vos. No llores te pido que vamos a hacerlo 
bien. 
 
 
 
 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/37


 

Duele decir adiós parte 2 


 
 
 
 
 
¿Por qué duele decir adiós? 
Dime la respuesta mientras me alejo, por favor. 
Pobre  poeta  sin  destino,  lágrimas  mutuas  retumban  cuando  caen 
al  suelo.  El  alma  va  muriendo  lenta  y  delicadamente  “como  la 
hoja  de  un  árbol  que  va  secándose”,  el  árbol  va  quedando  sin 
nada  entre  sus  ramas.  Nuestras  tristes  miradas  recorren  nuestros 
cuerpos.  
Las  nubes besándose en lo alto, el rocío estampa todo lo que toca a 
su  paso,  el  miedo  de  quedar completamente vacío, voy pensando en 
vos  cada  día  que  me  queda  y  tendrás  que  saberlo  asumo  la 
responsabilidad  de  estar  solo  en  los  cortos  caminos  de  la  vida  que 
me quedan, esta vida que se convirtió en un lugar triste y solitario.     
 
 
 
 
38/​Salvador Benigno Molinas
​Mi invitación (canción) 
 
 
 
 
 
 
 
 
Gracias por no venir a mi invitación 
Creo que dar las gracias me hace bien 
Juro no me enojé, esta vez. 
Tu ausencia da esperanzas a mi corazón 
No quiero saber cuál fue el motivo 
Que te obligo a no venir. 
Mejor no digas nada y mantente callada 
Por si lastimas mis alas y no pueda volar 
Mejor no digas nada, creo que será mejor así 
Mantente callada, será mejor así. 
 
 
   
 
 
 

 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/39
 

​Simples palabras 
 
 
 
 
 
La distancia está destruyendo lo poco que logramos construir.  
A  diario  escribo,  pienso,  descubro  recuerdo  olvidado  de  frases 
antiguas  tuyas  y  mías,  noches  de  frío  sentados  en  lugares, 
planeando o soñando un cálido hogar donde estar. 
 
La  blanca  cerámica  se  empaña  con  tu  erotismo,  apoyados,  toilette 
de lujuria, subrayando rumbos inolvidables. 
¿Te acuerdas?, yo no lo olvido. 
 
Por  eso escribiré en mi diario matutino el encuentro en el muelle, el 
beso,  tus  caricias.  El  largo  trecho  del  sol  que  se  vio  oculto  por  el 
cielo  nublado,  con  cuerpo  de  tormenta  y  lluvia  de  verano  que  nos 
ha  mojado  todo.  El  río,  el  verde  pasto  de  la  costa,  y así el paisaje 
que  nos  acompañó  en  nuestro  encuentro.  No  me  olvido  del  viento 
frío,  tu  cuerpo  junto  al  mío, el olor a tierra mojada, el olor a vida, 
tus ojos. Sentados en la costanera tus labios fueron míos. 
 

40/​Salvador Benigno Molinas


​El camino más largo 
 
 
 
Milímetros  de  largos  caminos  he  recorrido,  el  sol  transmite  su 
alegría. En el cuarto de hotel te supe valorar.  
El  agua  del  lago  me  mostró  el  antes del todo, tu voz susurraba en 
la  brisa,  tu  foto.  La  esperada  respuesta  a  miles  de  preguntas. 
Alegría  resuena  como  eco.  Las  gaitas  escocesas  entretejieron  su 
melodía  en  mis  oídos,  el  verde  manto  y  su  majestuoso  acantilado 
me mostró el comienzo del paisaje.  
 
Cielo  añil  de  los  recuerdos,  noche  de  estrellas  fugaces,  camino 
lúcido de invierno, dime cómo puedo volver a verte! 
 
Dime si es que todo termina y algo nuevo comienza.  
Lo  malo de los buenos momentos es que cuando te vas solo quedan 
recuerdos.  Tengo  miedos  con  mis  manos, realmente me arrodillé en 
el  único  verde  prado  y  recé  para  que  el  camino  de  retorno  a  mi 
futuro  sea  corto,  espero  que  me  logres  escuchar,  me  logres 
comprender​. 
 
 
   

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/41


 

Después del atardecer  



  
 
Déjame  pasar  buenos  momentos  rodeado  de  tus  cálidos  brazos, 
déjame cerrar la puerta y soñar que estoy vivo. 
Déjame  verte  cada  mañana  al  despertar  hasta  que  las  olas  del 
mundo  se  calmen,  que  solo  tú  y  yo  quedemos  libres  en  un  sueño 
inmortal. 
No quisiste… 
Sobre  el  regazo  de  mi  mesa  dejé  escrito  palabras  normales:  El 
último  centímetro  de  mi  pared  se  agrieta,  me  alejé  de  nuevo,  las 
cortinas flameaban por la brisa fresca.  
La  casa  se  marchitó,  elocuentemente  mi  sombra  me  acompañó  a 
transitar  mi  angustia,  las  luces  frágiles  de  las  callejuelas.  Mis 
pensamientos  que  vuelan  sin  parar,  no  sé  si  será  el  primer  otoño 
triste, ya perdí la cuenta. 
Paso  a  paso  me  doy  a  la  idea  que  nací  en  un  tiempo  equivocado, 
me siento fuera de contexto. Lloré, reí… 
Quiero  compartir  hasta que la muerte me separe y que en espíritus 
quedemos unidos. Todo cambia, no hay duda. Me acerqué junto al 
crepúsculo  del  mar,  lo  disfruté,  lo  respire,  tomé  fuerzas  y  esparcí 
mis cenizas al agua.   
 
 
   
42/​Salvador Benigno Molinas
​Esperaré 
 
 
Del  árbol  la  última  hoja  cayó  en  este  otoño  frío  y  gris,  las  hojas 
son llevadas por el viento quién sabe dónde. 
La  noche  se  muestra  mansa  pero  dura  para  el  corazón,  aunque 
vaguemos  por  las  madrugadas  buscando  a  alguien  en  quien 
confiar,  alguien  a  quien  amar  y  que  nos  pueda  salvar  de  la 
amarga  soledad.  Camino  por  las  noches,  camino por las mañanas 
pero  enloquezco  pensando  que  la  vida  no es para mí. Y el desierto 
esté  donde  el  sol  nos  pega  fuerte,  evaporando  los  sueños  y  aquel 
anhelo deseo de huir. 
Pero Te encontré! 
SOS un poco agua, un poco sombra 
SOS un poco paz, una poca fuerza 
SOS un poco aire fresco, un poco de lluvia 
SOS un poco de todo, todo lo que da vida 
Unas pocas esperanzas y mis fuerzas en el corazón, 
SOS un poco de todo y un poco más tal vez. 
Ya no pienso que esta vida no es mía, quiero vivirla un rato más 
Aunque ese rato lo ocupe esperándote, esperare en mi rato de vida. 
Esperaré para vivir.     
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/43
 

Extasiar 
   
 
 
 
 
 
 
 
El rubor y tus labios rojos 
ha dejado marcas por mi piel, 
la copa de vino se derramó por 
las sábanas de seda que en suelo se hallan. 
Tu vestido se pierde en la oscuridad. 
Los besos que sin dudar nos dimos hasta el amanecer, 
tus ojos color miel me hipnotizaron desde el principio. 
Los viejos sentimientos de un corazón, 
Los cuerpos van dilatándose. 
Los viajes son eternos. 
Y sé dónde bajarme, donde haya un gran amor, 
un lugar donde pueda tallar mis confesiones de amar. 
 
 
 
 
 

44/​Salvador Benigno Molinas


​Ella y un día natural 
 
 
 
Te  vi  sentada  en  la  plaza  en  uno  de  esos  días  de  otoño,  estabas 
observando  la  gente  pasar  a  tu  alrededor  y  sin  importar  llorabas 
por  alguien  que  no  vale  la  pena;  ya  es  un  día  perdido  en  tu 
corazón.  Suspiraste  sin  arrepentimiento.  Me  acerqué  y  tu  escudo 
protector  me hizo retroceder pasos, extendí mi mano para ayudarte 
a  olvidar  engaños  y  mentiras  para llevarte lejos a un mundo mejor 
que el de hoy. 
Moviéndote  sin  sentido,  dando  vueltas  sin  ningún  lugar  donde  ir. 
Ninguna respuesta.  
El cielo luce bien, es mágico. 
La  corriente  de  aire  que  surca  por  los  costados  de  tu  figura 
angelical  marcó  un  significado  en  mi  vida.  Qué  te  ha  pasado  a  ti 
que  no  me  dices  ni  una  sola  palabra,  tu  mirada  desenfocada  con 
visiones inactivas.  
La  calle  está  empapada  de  papeles  blancos  con  tu  nombre  y 
muchas  hojuelas  secas  que  de  algunos  follajes  provenían,  los  autos 
transitan  rumbos  inciertos,  sin  saber  tú  te  pones mal. Me acuerdo 
de  tus  palabras y esos ojos cristalizados de lágrimas diciendo: chau 
amor  mío,  quiero  que despiertes por ser este un sueño, un sueño en 
el cual volví para que no me olvides.   

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/45


 

​Hojita verde 
 
 
 
 
Entró  por  mi  puerta  una  hoja  liviana  que  de  algún  exquisito 
árbol  procedía,  ayudada  por  la  ventisca  se  dio el lujo de entrar sin 
pedir  permiso.  Majestuosa  se  posó  en  mi  vida,  está  llegando  la 
noche  las  luces  comienzan  a  encenderse.  Miré  con  disimulo,  ella 
yacía  acostada  sobre  la  cama  de  mi  habitación,  yo  parado  (cerca 
suyo),  el  sudor  de  su  piel  ha  mojado  mis  deseos,  tan  sedosa,  tan 
cautivadora, frágil. 
 
Daría  todo  por  sentir  sus  labios  cerca  de los míos, abrazarnos sin 
importar  el  qué  dirán.  Apaguemos  el  sol  y  guardemos  la  luna 
para  descansar  tranquilos  sobre  el  verde piso, mirar a lo alto y ver 
la  inmensidad  del  espacio.  Pensar  que  solo  somos  un  grano  de 
arena en la galaxia existente. 
 
Quién  sabe  si  al  volar  por  los  aires  del  espacio  encontraré  el  sitio 
indicado  para  poner  tu  nombre  junto al mío. Como ha dicho John 
Lennon “el amor es la respuesta a todo”. 
 
 
 

46/​Salvador Benigno Molinas


¡​Qué buenos aires! 
Desconocidos  en  un  sitio  inimaginable,  las  calles  son  eternas  pero 
con  fantasías  en  cada  esquina.  Te  vi  parada  en  una  avenida,  yo 
buscando  un  futuro,  tú  en  busca  de  un  pedazo  de  pasado.  Las 
luces  de  esta  grande  ciudad  Cosmopolita  iluminan  el  cielo  (lomas 
de  Zamora),  subí  por  unos  escalones  que  me  llevaron  al  umbral 
del  cielo,  edificios  antiguos  y  nuevos,  arriba  se  podía  sentir  el 
mundo en tus manos.  
Una  paloma  me  invitó  a  surcar  la  atmósfera  porteña,  ella  quiere 
sentirse deseada provoca angustia y a muchos ha ido borrando. 
Nunca  voy  a  comprender  y  trato  de componer mi malestar, no tan 
distintos. Dicen que todo escrito está.  
La  ciudad  puede  ser  un  paraíso  dependiendo  de  la  forma  que  lo 
mires,  tu  corazón  puede  ser  un  pasadizo  a  un  mundo  de  amor 
dependiendo de tu forma de ser. 
Los  solitarios  entre  melodía  y  melancolía  siempre  esperando  el 
milagro,  el tango moribundo, el subte línea E, el tren Roca a zona 
sur. 
La mañana sin sol, un eclipse fracaso. 
Tu  sonrisa  en  mi  memoria  ya  no  la  tengo,  pero  tampoco  me 
importa. 
¿La tendré oculta en algún lugar? 
Te  cruce  por  la calle Alem. ¿Vas a seducirme otra vez?, espérame 
ya vuelvo, voy a dar un paseo por mi jardín infinito.  

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/47


 

​ Esas casualidades 
 
 
 
 
 
 
 
El tiempo exacto para encontrarse por casualidad de nuevo en una 
parada  de  colectivo.  El  rocío  como  retazo  de  lluvia,  fue  quien 
acompañó  aquel  encuentro:  tú  mojado  hasta  los  pies  y  ella  más 
también. 
 
Sin  pronunciar  más  que  miradas  bastó  para  que  el  fuego  se 
propague  inconsciente.  El  rocío  su  único  nexo  en  esta  parada  tan 
cotidiana,  rogando  por  una  oportunidad,  algo que las lleve lejos de 
allí, las calles inundadas de excesos, de fantasías. 
 
La  mira  de  frente,  de  perfil,  le  gustaría  que  la  luz  las  ilumine; 
necesita  gritar  que  en  el  mundo  hay  que  hacer  excepciones.  Hizo 
acto  de  presencia  el  colectivo  linea  90  que  las  llevará  de  regreso al 
lugar de donde vienen. 

 
 
48/​Salvador Benigno Molinas
​Vivir sin vivir 
 
  
 
 
 
 
Quisiera  que  me  lleves,  no  quiero  seguir  así,  los  ríos  se  dispersan. 
Si  no  llegara  a  estar  parada  mañana  acá  en  estos  caminos  no me 
lloren,  nombrenme  pero  no  lloren  sería  una  pérdida  de  lágrimas, 
solo  recuerden  que  el  amor  sin  amor  no  es  nada,  estaré  en  el  aire 
para ustedes.  
 
No  teman  dormiré una larga ilusión, me quiero ir, esto no es para 
mí,  cuando  pasa  el  tiempo  todo  se  olvida.  Garabateando  con  mis 
manos  el  suelo  de  mi  casa.  Quiero  dejar  plantada  las  semillas  de 
mis  pensamientos  en  mi  jardín  para  que  cuando  pase  el  futuro 
diluvio, crezca el árbol de mis sueños. 
 
Mis  cuatros  paredes  quedaron  limpias,  el  agua  comienza  a  ceder, 
no  puedo  hacer  nada  sin  despedirme  pero  las  despedidas  son  muy 
tristes, quiero dormir y vivir allá.  
Ahora de grande me he dado cuenta que esto no es del todo bueno.   
 
   

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/49


 

​ ​Florencia 
 
 
 
Bajé de la cima de un árbol 
Una flor de un color especial 
Y la cuidé como si fuera a extinguirse. 
El agua cristalina fluye por su cuerpo, 
se baña con un poco de luna y se seca con el sol. 
Ella es hermosa cada día, 
devuelta a mi hogar le encontré marchita 
y me dijo que quería morirse. 
Sus lágrimas crearon lágrimas en mí. 
Me pidió que la dejara posarse 
sobre algún prado verde y fértil. 
Por un sendero la dejé sin mirar atrás. 
Ha pasado mucho tiempo y ya no supe nada de ella. 
Crucé por el mismo lugar en manos de una dama 
y observé con asombro miles y miles de hermosas flores, 
Colores sobrenaturales. “ella me regaló una sonrisa” 
Oh amada primavera. 
 

  
50/​Salvador Benigno Molinas
​Días de primavera 
 
 
 
Suave  brisa  fresca  que  se  luce  entrando  en mi ventana llenando la 
habitación  de  un sabor a naturaleza, el olor a flores silvestres en el 
patio  de  la  casa  y  el  sonido  del  viento  por  los  árboles,  fuiste  mi 
compañera  de sábanas y pensamientos, encontré esas viejas fotos en 
mi placard. Por favor no hagas promesas sobre nuestras vidas… 
 
Ya  no  sé  si  hay  que  decir  la  verdad,  no  aguanto despertar por las 
mañanas  con  la  luz  prendida  y  recordando  ser  el  muchacho  feliz 
que  componía  frases  de  amor  que  ya  no  están  más  en  esta  gran 
pantalla. 
 
Quisiera  decirte  al  oído  todas  las  buenas  cosas  que  pienso  de  ti, 
con  un  susurro  tal  vez, no lo sé, si te hablo con la mirada será por 
algo. 
Descalzo  paseo  por  las  calles  de  barro de mi tierra, sin sentido fui 
dando golpes a mis ideas locas de abandono total. 
 
Los  días  me  acompañan en mí respirar, la pasión de decir que soy 
libre del universo. 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/51
 

​Cien velas en una noche  


 
 
 
 
Me  intriga  saber  quién estará saboreando los labios de mi amada, 
conocer  lo  largo  que es este pasadizo,  ya no me haga acordar de la 
mañana  en  la  que  el  silencio  se  llevó  lo  que  había.  Yo 
pretendiendo  tenerlo  todo.  La  diferencia  es  cada  vez  más 
despiadada,  prendo  varias  velas  en  este  rincón  para  no  quedar  a 
oscuras, ya es extraño estar parado sonriendo sin gracia. 
 
Cierro  mis  puños  con  violencia  hacia  mi  rostro,  quiero  pelear  a 
golpes  de fierro esta batalla, Ya morir ni vivir no significa nada en 
la  actualidad,  las  cien  velas  se  apagan  intercaladamente,  me 
encontraré  con  mi  mente  para tratar de superar todo lo que quedó, 
las  voces  ya  no  las  temo  y  el  rencor  ya es mi amigo porque otro no 
tengo.  
 
Se baja el telón de este gran circo, aplaudan! 
¿Qué  está  pasando  bajo  este  cielo?  ,  siento  que  todo  vaya  a 
terminar pronto, lamento lo perdido, presiento lo ocurrido. 
 

52/​Salvador Benigno Molinas


​ Ya volverás primavera 

 
 
  
 
 
 
 
 
El  otoño  se  despide,  un nuevo invierno llegará con sus brazos fríos 
y  sus  indomables  vientos,  abril  muéstrame  el  lugar  donde van los 
pájaros, donde el sol se esconde y la primavera planea volver.  
 
Desde  mi  vereda  veo  las  huellas  del  viento  que  se  abren  camino 
entre las hojas de un viejo árbol de limón. 
 
Que  esperanzas  tengo  primavera  de  volver  a  verte,  adornada  con 
tus flores, tu perfume especial.  
Es necesario el invierno.  
Esperada primavera si es necesario el invierno para aprender. 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/53


 

54/​Salvador Benigno Molinas


2​  
Resplandor de verano 
 
 
 
 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/55
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

56/​Salvador Benigno Molinas


   
Cosas de la vida 
 
 
 
El perfume inolvidable de esa persona. 
El camino a tu hogar. 
Disfrutar esos diez minutos antes de una lluvia donde las nubes 
grisáceas nos cubren dejando su tonalidad plasmada por doquier. 
Mirar las maravillas de la naturaleza en funcionamiento. 
Mojarte con el agua del cielo. 
Despertar cada día, al lado de quien amas. 
Mirar las estrellas en las noches. 
Los besos de esa persona que te has enamorado. 
Escuchar esa música que te hace temblar. 
Salir a caminar y meditar sin rumbo alguno. 
Cuando una leve sonrisa se vuelve intensa y sentís en el pecho 
felicidad. 
Viajar y viajar tan lejos como cerca. 
Eso y mucho más es la mezcla de sucesos que son parte de la vida, 
pizcas de condimentos naturales que hace que la esencia humana 
tenga validez. 
   
   

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/57


 

​Cielo azul  
 
 
Salí  de  mi  casa  para  trabajar  en  lo  que  sería  mi  cielo  azul.  Te 
has puesto ese perfume que me gusta. 
He  construido  una  gran  escalera  hasta  lo  más  alto,  creo  ver caras 
conocidas  allá  arriba,  las  veo  por  ese  ventanal  de nubes, puedo ser 
fantasma y acariciarte cuando quiera.  
Mis  manos  están  gastadas  de  tanto  pintar  el  azul  del  cielo,  el  sol 
brilla  de  vez  en  cuando,  con  las  nubes  dibujaré  tu  rostro  junto  al 
mío.  Con  la  tarde  llegó  el  ocaso  de  un  día  soleado,  la  mañana  se 
portó alegre y pasó hacer un día especial.  
Junté  mis  fuerzas  para  ver  si  se  podía  comenzar  el  viaje  a  la 
realidad,  la  que  dejamos  al  costado  del  camino;  el  puente  es 
inmenso  y  magnífico  para  la  vista.  Se  muestra  erigido 
majestuosamente  como  si  fuera  una  obra  de  arte  que  pertenece  a 
algún  brillante  artista.  No  dejamos ni sobras de aquel paisaje, un 
lugar  donde  el  pasado  y  el  futuro  se  olvidan  por  completo.  Solo 
vives el presente el minuto a minuto y el relax se apodera de tu ser. 
Lo  considero  un  spa de la madre naturaleza, una porción  de vida 
que pocos lo pueden disfrutar. Y ellos los que no pueden, quedarán 
inmersos  en  la  indiferencia.  Después  de  esto  la  realidad  es 
aburrida, no tiene significado y cuesta volver.  
   
58/​Salvador Benigno Molinas
El día de hoy 
  
 
 
 
 
 
¿Cuánto  más  seguirá  el  hombre  sin  darse  cuenta  de  su 
depredación?,  esquivando su mirada cuando pasa por frente a él la 
verdad, la miseria que castiga a unos débiles niños. 
 
Nadie  entrará  al  reino  de  Dios  sin ser un niño en su corazón, eso 
deberían  saberlo  señores  y  no  tocar  trompetas  cuando  dan 
limosnas, ¿Cómo lo hacen? 
 
¿Cuánto  más  no  dormirán  por  su  oro?  antes  de  darse  cuenta  que 
están  desnudos  ante  los  ojos  de Dios, qué pena me dan señores, en 
la  vida  todo  lo  pagarán,  ¿cuántos  países  más  dejará  en  lágrimas? 
tu  destrucción.  ¿Cuántos  misiles  fabricaras?  antes  de  darte cuenta 
de  cuántos  alimentos  puedes  comprar,  ¿cuántas  veces  más  te 
hablará  Dios?  para  darte  cuenta  que  sos  humano.  Tu  tiempo  es 
poco pero él te ama y te espera hasta que reflexiones​.   
 
   

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/59


 

​¿Cuánto más? 
 
 
 
 
 
 
¿Por cuántas monedas vendí mi vida? 
Y ¿cuántos centavos me dieron por ella? 
La  cambié  quizás  por  unos  segundos  de  verte  en  mis  recuerdos 
nada más. 
¿En cuantas palabras se me escapó el alma? 
En  unas  pocas  y contadas nomás, se me escapó al decir te quiero y 
ya no volvió conmigo más 
¿Cuántos ríos deberé cruzar? 
Y  todas  las  mañanas  que  tenga  que  escapar,  lo  que  me  queda  en 
carne verán todos, menos el corazón, porque quedo acá. 
Entregue  mi  vida  quizás  por  unas  monedas  y  me  pagaron  con 
centavos  de  recuerdos,  pero  invertir  mi  alma  con  solo  decir  te 
quiero.  ¡Qué  importa  si  gano  o pierdo! sólo eso Dios lo sabrá, qué 
importa si esto lo sabes. La inversión está hecha ya. 
 
 
 

60/​Salvador Benigno Molinas


No quiero quedarme solo hermano 
 
 
 
 
 
 
 
Adiós  parece  una  palabra  fácil,  pero  cuando  adiós  significa  no 
vernos  más golpea tanto que nos cuesta volver a empezar, las calles 
nos  vieron  remontados  en  sueños,  que  alguien  se  encargue  de 
bajarlos. 
 
No  quiero  quedar  solo  amigo,  las  calles son duras y lo sabes, hace 
tanto  frío  que  no  me  alcanza  abrigo,  tragamos  el  dolor  y  lo 
volvimos  a  escupir  por vivir solo un momento sin pensar en los que 
viven  de  nuestro  error,  confesiones  de  alma que guardo y la supiste 
guardar  bien,  lloraste  ¿te acordas? y yo también lloré entre estrofas 
de una desafinada canción. 
 
No  quiero  quedar  solo  Alberto  y  hoy  solo  me  acompaña  el  dolor, 
solo  me  quedan  fuerzas  para  decir  gracias  por  enseñarme  a  odiar 
la traición, por siempre hermanos… 

   
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/61
 

​ ​Déjame quererte   
   
 
 
 
Qué  melodías  daré  a  estas  letras  para  que  escuches,  que  palabras 
ocuparé  para  que  entiendas,  la  vida  me  la  dio  Dios y en ella pido 
tener paciencia. 
 
Condenado  al  silencio  quizás  viva  por  no  hablar  y  tener  que 
equivocarme,  morderé  mi  corazón  para  que  mi  boca  no  dañe,  te 
veo  sin mirarte y duele saber que alucine, me animo a olvidar y me 
tornó débil, déjame quererte, aunque solo lo sepa yo, me hará bien. 
No me esquives o esquívame del todo 
No me hables o déjame del todo sin tu voz  
 
Es  la  primera  vez  que  no  sé  lo  que  está  bien  y  lo  que  está  mal, 
quizás  porque  se  enfrenta  mi  corazón  y  la  realidad,  no  tienes  la 
culpa  y  lo  sabes…  me  traicionó  el  corazón  y  en  esta  peleada 
batalla puede más que yo. 
   
 
 
 

62/​Salvador Benigno Molinas


​ ​Te amare en silencio  

 
 
 
 
 
 
 
Quisiera  tenerte hoy a mi lado y decirte todo lo que en verdad callo 
por  cuidar  este  instante,  quisiera  que  me  escuches  cuando  hablo 
con la mirada porque mis ojos jamás te engañan.  
 
Sé  que  puedo  amarte  pero  quisiera  poder  mostrarte,  porque 
guardarlo duele tanto que seguir es muy duro, asfixiare de nuevo el 
alma  y  si  me  miras,  miraré  de  nuevo  el  suelo  para  no olvidar que 
solo somos nadie.  
 
Ahora  me iré, me alejare no sé cuánto tiempo y aunque juré que te 
olvidaré miento, porque solo te amaré en silencio. 
 
 
 
 
 
 

 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/63


 

​La vida de maría 


 
 
 
 
 
 
 
 
María  es  una  mujer  que  vive  lejos  de  la  ciudad  donde  el  verde  es 
un  mantel  brilloso  y  el  azul  del  río  tiñe la tierra. Ella no necesita 
más  que  a su hija y su marido, quien hace de sus luchas un sueño, 
para  ellos  oro  no  es felicidad. ¡Ay maría! cuéntame del mundo por 
allá,  donde  escuchas  la  voz  de  Dios  como  un  trueno, ahí donde la 
envidia es pisada por el deseo de amar. 
 
María  duerme  con  una  sonrisa  como  tallada en su rostro, su niña 
a  su  lado  sueña  con  el  gorrioncillo  del  bosque,  que  cantaba  en  las 
tardes  campestres,  no  necesito ciudad dice ella, porque el hombre es 
capaz  de  un  sueño  hacer  pesadilla  y  al  verde  matara.  No necesito 
ciudad  piensa  ella,  el  mundo  quiere  alejarse de Dios y sin él, ¿qué 
vida llevaran? 
 
  
 
 

64/​Salvador Benigno Molinas


​Sinfonía del tiempo 
 
 
 
Haz la pregunta, ¡házmela ya! 
Desapareceré en partes te lo pruebo, yo puedo.   
! Te lo dije! Puedo volar, puedo volver, pero nunca deje de pensar en ti.  
Ni por todo el oro del mundo, frase original.  
Siento cosquillas, es la anestesia local surtiendo efecto.  
Los  soldados  van al combate, el sol en busca  de refugio, me haces viajar en el 
tiempo donde sos solo mia, no me puedo mentir a mí mismo. 
¿Dónde me llevará esta melodía? ¿A dónde iré a parar? 
En  un  objeto  me  he  convertido,  las  palabras  traen calma a tus ojos, el olor a 
madera  nueva  ,  el  color  del  jardín  , las ventanas pintadas de blanco, el sabor 
del  vino  añejo,  las nubes derretidas por la tormenta de ayer que fluyeron entre 
charcos de agua por las calles y veredas. 
Los  semáforos  nos  deleitan  con  la pronta espera, el pájaro, un taxi, Joaquín, 
el sueño del vicio, el amor lejano, embriagado por el sueño sudamericano.  
Estoy  desempleado  y  me  refugio  en  mi  interior,  me  sobran  las  palabras. Soy 
un huésped, me encontré con una brasileña por el camino de los Andes.  
Es  más  de  lo  que  puedo  amar  y  la  guitarra.  Lo  huelo  a  complicado,  Siento 
en  mi  algo  que  no  puedo  explicar,  tengo  un  vacío,  busco  tu  mano  en  este 
cuarto oscuro. 
 
 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/65


 

​Algo perdido  
 
 
 
 
¿Por  qué  ocultar  tu  destino?  si  solo  buscas  llenar  tu corazón y ese 
sueño  se  desvaneció  cuando  la  injusticia  detuvo  tu  reloj.  Te 
arrancaron  de  este  mundo,  poesía  cruel  que  nadie  escribió, 
fantasma  azul  del  camino,  tu  adolescente  calor  hoy  se  extinguió  y 
eso  nadie  lo  hablara  porque  por  siempre  lo  quieren  ocultar,  te 
sientes algo perdida, sola preguntándote: 
 
¿Por  qué  todo  cambio?  Si  eras  tan  feliz  un  tiempo  atrás  cuando 
comenzaste  con eso del amor, ¿por qué será que a la gente tan poco 
le importa saber lo que pasó?  
Solo es en carne propia que se siente estar muriendo de amor. 
Fantasma  azul  del  camino,  tu  adolescente  calor,  hoy  nadie  lo 
hablara porque por siempre lo ocultan. Bufón de la risa.  
¿Por  qué  has  derramado  lágrimas  sobre  las  piedras  que  serán 
mudas? 
 
 
 
 
 

66/​Salvador Benigno Molinas


El último minuto 

 
 
 
 
 
 
Quisiera  que  me  escuches  en este preciso instante y si pudiera verte 
sería aún mejor. 
Estamos  tan  distantes  que  este hielo nos congela, aunque estimula 
al corazón con una mentirosa espera. 
 
Sé  que  no  vendrás  y  a  mi  manera  aunque  sé  que  duela  esquivo 
algún  te  extraño  que  mi  alma  expulsa,  quisiera poder dormir hoy 
como  pueda  temprano,  porque  solo  así  te  veré  tan  real.  Me 
despierto  y  en  los  pliegues  de  la  cama  quedan  algunos  llantos 
apagados, besados por algunas lágrimas y apretado por un adiós. 
 
Esquivo  la  locura  que  seductora  se  muestra disfrazada con tu ser, 
que  por  mi  ventana  pasea.  Las  madrugadas  me  hicieron  de  hielo 
pero  en  el  corazón  soy  llamas  que  jamás  se  apaga  y  se  aviva  con 
solo pensarte.   

   
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/67


 

​Plegarias 
 
 
Llamé  a  escondidas  a  Dios  y  le  pedí  que me dejara dormir en sus 
manos,  lejos  de  la  depresión  del  mundo  ordinario  que  ustedes  han 
creado.  
Ansioso  espero  su  respuesta,  me  he  sentado  mirando  la 
tenebrosidad  inquieta,  volví  sabiendo  que  esta  vida  tiene  muchas 
caras,  recorrí  como  aventurero  miles  de  lugares  tan  maravillosos  y 
tierras diferentes. 
 
Ayer  intenté  dejar este… mi cuerpo, pero no sé, me dio un poco de 
curiosidad  y decidí temporizar más, quizás por imaginar  algo que 
vendrá.  
 
Es  una  sorpresa,  te  vi  parada  en  las  vías  y  estabas  llorando,  me 
pasé  para  acariciarte  y  la  luz  del  tren  nos  cubrió  sin  dejar 
sombras,  no  llores,  volveremos  a  ser  jóvenes  otra  vez,  aunque  sea 
en nuestro universo donde bailaremos y reiremos, en los días de frío 
o de calor me cubriré con tu piel. 
 
No  dejes  que  algo  opaque  nuestras  diferencias,  estoy  al  borde 
donde el astro se va ahuyentando, la estación refleja felicidad.   
   
68/​Salvador Benigno Molinas
Exilio 
 
 
 
El  espejo  me  mostró  mi  rostro  fijo  y  abrumado.  El  tiempo  va 
envejeciendo mi mirada, mi habitación a oscuras quedó. 
 
Sintiendo  que  todo  da  vuelta  sin  parar,  no  quiero  salir  a  la  calle 
por  miedo  que  ya  nadie me reconozca, en este espacio mi amada se 
convirtió  en  mi  enemiga  íntima  y  no  quiero  ponerme  a  pensar, 
porque  el  pensar me trae recuerdos de amar, un amor que se volvió 
desechable. 
 
Me  bañé con el agua del desafío, he partido hacia una isla desierta 
donde  el  agua  cristalina  se  despliega,  el  terreno  es  virgen.  Las 
nubes son estériles y el sol está dispuesto a dar todo de sí.  
 
Me  dispongo  a  comenzar  una  nueva  vida,  La  arena  blanca  se 
empaña sobre la híbrida playa. 
Me exilié de por vida, me distraje siguiendo la ola perfecta. 
 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/69


 

​Testigo ocular 
 
 
 
 
 
Él  observa  el  sitio  desde  un  ángulo  diferente.  Transitando  va  el 
humano  respirando  días.  Cuadras  y  cuadras  se  mezclan  con 
suspiros  implacables,  la  luna  es  aliada  de  la  soledad.  Siempre  en 
todo  momento  la  vida  te  da  y  te  quita  como  si  nada,  pero  uno 
toma coraje o valentía para seguir.  
 
Quizás  por  deseo  de  saber  o  averiguar  que  hay  más  allá.  La 
ciudad  se  encuentra  cerrada  y  vacía,  personas  ajena  sollozando  a 
escondidas en risas burlonas que no se quedan quietas. 
 
Las  estrellas  efímeras  siempre  observando  en  lo  alto  del  cielo. 
Corremos  con  pasos  agigantados  para  no  quedar  afuera  del 
milagro  y  los  entes  que  no  podrán  moverse  quedarán  como 
pensadores en el ayer. 
 
 
 
 
 

70/​Salvador Benigno Molinas


​El viento de su voluntad 
 
 
 
 
 
 
 
Voy  a  quedarme  acá  adentro  a  recordar  los tiempos que se fueron 
borrando  y  sé  que  no  volverán,  pero  quedan  en  mí,  allá  afuera 
todo ha cambiado, es difícil tratar de reír de nuevo. 
 
Yo  enterré  mi  corazón  muy  profundo  por  eso  no  lo  puedo  sentir 
más,  respiro  a  los  cuatro  vientos  para  poder  seguir  viviendo, 
porque  ella  se  fue  mientras  dormía,  es  llevada  por  el  viento  de  su 
voluntad. El sol brilla de vez en cuando.  
No  te  das  una  idea  de  cuánto  duele  mis  pies.  El  frío  de  mi 
habitación habita en mí. 
 
Tu  imagen  aparece  una  vez  más,  suavemente  recitaré  mis  poemas 
lastimados  por  culpas  humanas.  Libramos  una  lucha  siniestra 
entre inocencia y lujuria, me dejaste viendo cosas raras. 
   
   
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/71
 

Lírica “aquellos años” 


 
 
 
 
Esto  no  es  cuento,  no  es  novela,  no  es  tampoco  poema,  es corazón 
que  sangra  sin  sangre,  es  sino  tan  sólo  de  dolor,  es  un  llanto  que 
llora  sin  lágrimas,  sin  alguna  pena especifica que atormenta hasta 
lo  más  profundo  de  lo  inexplicable y lo inexplicable se vuelve claro 
cuando estás conmigo, a mi lado. 
 
Son  cosas  que  pasan  sin  pensar  y  pensando  mi  pensamiento dicen 
te  extraño,  te  extraño  en  lo  más  profundo  de  mi  corazón,  que 
sangra  sin  sangre  en  alma.  La  perdí  en  el  rincón  oscuro  de  mi 
vida, pasó sin dejar huellas en las rutas del amor. 
 
La  noche  gris  de  mi  memoria  ilumina  todo  oscuridad  que  me 
atormenta,  la  pasión,  la  traición,  las  noches  negras  que  me  pase 
pensando  en  ti.  La  ilusión que me atrapa en una condena, en esta 
fría,  calurosa,  helada  trayectoria  que  gira  alrededor  de  mí,  de vos. 
No  sé  qué  pensar,  el  pensamiento  me  atormenta  en  la  noche 
calma, gris, que me apasiona y me condena.   
 
 

72/​Salvador Benigno Molinas


​Ese motivo sos vos (canción) 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
¿Cuál es el motivo que motiva el amor? 
¿Cuál es el motivo que motiva tu amor? 
Sé que ya no estás pensando en mí 
Pero yo sigo pensando en ti 
Dime si es que en las mañanas podrá salir de nuevo el sol 
Dime si es que en las mañanas podrá brillar tu corazón 
Pero 
¿Cuál es el motivo que motiva este amor? 
¿Cuál es el motivo que motiva nuestro amor? 
 
 
 
 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/73


 

Despabilando  

 
 
 
 
 
Las  fuerzas  del Atlántico han acariciado tu cuerpo, espero parado 
con  raíces  que  esa  estrella  fugaz  me  pase  a  buscar,  los  caminos de 
agua se mutaron y el cambio climático llegó para quedarse.  
 
Los  peces  no  quieren  ser  comida  de  hoy,  me  siento  angustiado por 
la  tarde,  por  este  costado  del  planeta  es  difícil  vivir,  la  pobreza  se 
cubre con vidrios polarizados.  
 
Una  niña  me  dijo  que el mundo se ve como uno lo mire, no quiero 
alejarme  de  mi  hogar,  no  quiero  alejarme  de  tus  besos  que 
alimenta mi subsistencia. 
 
Es  hora  de  salir,  el  color  de  la  juventud  nos  reconquista.  Una 
decisión  importante  que  perdura  para  su  existencia.  La  dirección 
correcta. 
 
 
 
 
 

74/​Salvador Benigno Molinas


El mágico  

 
 
 
 
 
Se  le  escapó  de  las  manos  el  aire  puro,  el  tiempo.  Dile  cuándo 
podrá  olvidar  la  desgracia,  el  hambre  mata  sus  reflexiones,  como 
sacarte  de  sus  sueños  “suerte”. Todos los días piensa en que podrá 
mascar,  solo  encuentra  el  olvido  y  la  derrota,  dile  cuando 
regresaras  a  su  lado  para  caminar  bajo  el  sol  del  mañana.  Las 
ropas se les desintegran. Se le desgastan los años. 
 
El  camina  como  nublado  y  batalla  nuevamente por un lugar en el 
mundo,  un  sueño  es  su  alimento  y  su  energía  para  tomar  coraje  y 
tratar  de  pasar  desfilando  por esta sociedad traumada, sus únicos 
amigos son parásitos vagabundos. 
 
Va  a  tragar  el  orgullo  que  lo  dejó  en  el  olvido,  en  las  calles  de 
tierra  y  asfalto.  Su  hogar  son  las  plazas  o  rincones  oscuros  de 
algún  lugar,  él  va  a  confeccionarse  su  propia  ley,  lo  veo  solitario 
por  las  callejuelas  pensando  ¿dónde  se  le  fue  su  suerte?  Quedó 
postrado  en  el  camino  de  la  vida  quizás.  Se  pone  en  pie  y  pide 
revancha. 

   

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/75


 

​El último día 


 
 
 
 
 
Sumaste  lágrimas  las  cuales  convertiste  en  un  gran diluvio potente 
y  devastador;  dame  una  oportunidad  y  déjame  salir  a  ver que hay 
allá afuera, las luces blancas, las grandes calles. 
Crece  la  ciudad,  las  tenues  luces  del  piso  nueve se apagan una vez 
más,  las  escaleras  son  interminables.  El  alma  se  me  despega  y 
subo  solo  para  poder  mirar  la  gran  ciudad, se adormece mi cuerpo 
con fuertes golpes.  
Tantos solitarios. Las estrellas son perlas en una noche de abril. 
Ha  soplado  la  última  brisa,  ha  salido  el  último  día  hoy,  las 
estrellas  brillarán  con  todas  sus  fuerzas  en esta noche, la luna y el 
sol  en  un  magnífico  eclipse  se  besaron  por  última  vez.  El agua, el 
verde  de  lo  natural  aprovechara  todo  y  te  extrañaré,  donde quiera 
que vaya tratare de recordarte. 
Por  fin  el  dolor  de la vida se va apagando, aún queda el aroma de 
la  tierra  mojada  por  tus  lágrimas, la sudestada arrastra todo a su 
paso.   

     

76/​Salvador Benigno Molinas


​Paloma blanca 
 
 
 
 
 
Lenta  y  afable  caída  de  una  pluma,  rozó  mi  rostro  para  posarse 
en  el  suelo  junto  a  mis  pies,  yo  parado  pensando  que  de  algún 
pájaro  provenía.  Caminando  por  el  sendero  del  bosque  copioso,  te 
encontré… 
Sobre  el  viejo  regazo  de  un  árbol  yacías,  eras  la  más  hermosa 
mujer que pudiera existir. 
Mis ojos por primera vez habían visto algo sin igual. Cubierta por 
una suave y delicada tela estabas.  
Juramos  estar  unidos  sin  que  los  inviernos nos separen y los hielos 
nos congelen, permaneceremos juntos dijimos.  
Ya  pasaron  siglos  y  estoy atrapado en estas paredes transparentes, 
la  arena  del  suelo se acumula en mis párpados y no puedo ver más 
allá  de  la  verdad.  Es  cansador  estar  sentado  en  este  lugar  que 
aprisiona mi mente. 
  Quisiera  tener  la  fuerza  para  romper  las  paredes  de esta prisión. 
Estoy  alimentando  mi  locura:  una  mujer  blanca  a  volado  en  el 
medio  de mil tormentas, queman las verdades. Las mentiras en mi 
frente están marcadas. 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/77


 

​Páginas de estímulo: Parte 1 


 
 
 
 
Sueño  despierto  en  esta  vida,  escribiendo  simples  palabras  que 
suenan  bien.  Sobre  el  pasado,  esté  presente  o  algún  futuro  en  el 
cual  siempre  figuras  tú.  Cierro  las  puertas  del  olvido,  escribí  un 
par  de  canciones  para  poder  cantarlas  en  las  que  hablan  de 
sensaciones  mutuas,  sobre  lamentos  y  pasión.  Pero  no  sé  si  la 
escucharás:  Risas,  llantos,  el odio y el amor, todo lo que simboliza 
vivir. 
 
Leyendo  estas intrincadas páginas que he escrito para ti, afuera no 
se  puede  caminar  por  un  lógico  invierno,  sentado  escuchando  una 
inofensiva  armonía,  reconstruyendo  lo  que  fue  nuestro  pasado. 
Caricias  que  asoman  debilidad,  rayando  las  hojas  de  tu  libro  de 
amor,  pensamientos  que  son  frágiles,  tus  ojos  se  llenan  de  oscura 
confusión  que  no  cesa.  La  puerta  quedó  abierta  y  no  te  animas  a 
cerrarla por si no tienes retorno.  
 
 
 
 

78/​Salvador Benigno Molinas


Páginas de estímulo: Parte 2 
 
 
 
 
Frente  a  frente  tus  labios  se  vuelven  frágiles  a  una  sensación  de 
ansiedad,  la  liberación  de  tu  amor  en  actuación.  Cada  impresión 
que provoca un placer. 
 
Ha  pasado  un  largo  periodo  de  espacio  en  el  tiempo  y  hoy  sobre 
mis  blancas  páginas  cayeron  gotas  que  de  mis  ojos  fueron 
emanando  por  la  simple  razón  que en mis brazos no estás. Poesía 
mal escrita en un día de marzo de 2017. 
El  calor  se  borró  y  las  famosas  nubes  volvieron.  Ayúdame  a 
cruzar  este  puente  que  en  un  minuto  tocaré  fondo  y  no  quiero 
volver más, será mejor así. 
 
Yace  mi  cuerpo  acostado  en  la  vereda  del  olvido,  temblores  se 
apoderan de tu conciencia. Los mares se han secado.  
Yo  he  encontrado  tu  amor  y  lo  convertí  en  mi  hogar,  los 
adolescentes  sueños  de  amar.  Tu  mirada me encerró, mi mirada te 
encontró. 
    
   

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/79


 

​Ilógico 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Ha  llegado  la  hora  de  saltar  hacia  lo  más  profundo,  las  olas  del 
río  están  heladas  y  la  luna  mi  única  compañía. 
Sentado  en  el  borde  de  mis  emociones  el  último  cigarrillo  encendí, 
los  sueños  en  los  que  estuvimos  juntos  se  fueron  congelando  con  el 
frío de la noche.  
Pero  tu  fuego  quedó  archivado  en  mi  interior,  me deslicé pensando 
en ti. 
 
 
 
 
 
 

   
   
80/​Salvador Benigno Molinas
Explorando 
 
 
 
 
 
 
Hoy  son  sueños,  mañana  verdades.  Estoy  cansado  de  caminar 
bajo este mismo sol.  
Estoy  tratando  de  romper  y  resquebrajar  el  tiempo  así despojar lo 
irreal  en  realidades,  sin  dinero  en  el  bolsillo  y  tu  fantasma  que 
aparece  donde  quiera  que  vaya,  nuestras  quimeras  empapan  los 
muros  de  la  vida.  Agua  traslúcida  que  tiñe  de  ímpetu  al  ser 
urbano,  los  vientitos  se asoman refrescando nuestras almas, mire a 
lo lejos para ver si encontraba alguien que me guíe. 
 
El  faro  de  lo  alto  quedó  ciego,  ya  no  da  luz  al  barco,  sufre  la 
parálisis  visuales,  “nada  es  fácil”, no logro mirar las fases lunares 
y sigo con paciencia, es un trecho muy largo que tengo que recorrer.  
El  techo  se  desploma,  las  gotas  se  desgarran  por  mi  ventana. 
Acostado en esta cama indeleble susurro con unir los polos. 
 
   

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/81


 

​Solo éxtasis 
 
 
 
 
 
 
 
 
Parece  que  solo  en  mis  sueños  te  tendré  presente,  porque  en  esta 
realidad  no,  solo alcanzó el éxtasis con vos. Mi razón no entiende, 
mi comprensión no sabe explicarle al corazón como no estás aquí.  
 
No  lloré,  simulé  una  sonrisa  cuando  estábamos  juntos,  mi  gran 
incógnita  es  saber  que  sientes,  lo  peor  que existe dentro mío donde 
el  dolor  descansa,  espero  que  mañana  todo  cambie,  si  solo  en  mis 
sueños  te  tendré  buscaré  el  éxtasis,  dormiré  para  siempre  en  un 
lugar  simple  hoy,  voy  a  besarte  en  un  sueño  perdurable  donde  mi 
inmortalidad encontró su fin. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

82/​Salvador Benigno Molinas


Incorporando mis pensamientos 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Vagando sin sentido dulce niña mía 
Su alma es mi alimento 
La luna descansa sobre Formosa. 
Si… Vas a herirme otras vez! 
El agua de la ducha está helada. 
Fui víctima de todo alguna vez. 
Es nostalgia y no sé porque. 
En el curso de las cosas quiero volver el tiempo atrás 
Y estar en esos días de mucho orden. 
No sé si lo comprendes, entiendes! 
No sé si podré seguir luchando más 
Duele verte alejarte! 
La lluvia cae en el jardín de atrás. 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/83


 

​Exceso de sueño 
 
 
 
 
 
 
 
 
Ya casi es media noche y los pájaros no cantan 
Las flores de la primavera cerraron sus puertas 
El sendero a tu hogar se ha borrado o lo borraste, 
Para que no intente conocerte. 
El témpano se desplomó en mis sombras. 
Lamento hacerte daño, 
quiero cambiar la historia. 
Tus labios son mi única salida 
o alguna entrada a un mundo nuevo. 
Me siento pequeño y sin cama donde posar mi cuerpo, 
quiero sujetarme y respirar unos minutos más. 
Tu honestidad brillante a sido mi luz en esta pura oscuridad. 
 
 
 
 
 
84/​Salvador Benigno Molinas
 
 
 

    
​3 
Paradigma 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Otoño
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/85
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

86/​Salvador Benigno Molinas


Perspectiva  

 
 
 
 
 
 
La  lluvia  me  alivia  con  gotas  pequeñas y grandes, acaricia todo lo 
que  toca,  estoy  a  punto  de  cerrar  la  cortina,  y  ese  salpicón  de 
diamantes  transparentes  moja  mi  rostro,  logra hacerme arrepentir. 
Sencillez que aporta un meditar sobre la magnitud de la vida. 
 
Tan  esperada  lluvia  que  desata  alegría  y  emoción,  libre  olor  a 
tormenta,  que  se transpone en la ciudad. Alimenta a las plantas y 
árboles por doquier, necesitadas de aliento. 
Seres  vivos  que  no  aprovechan,  quienes  son  reacios  a  sentirte  y 
cubren con barreras tus fieles gotas liberadoras. 
 
Luchadores de tormentas que buscamos con anhelo por los rincones 
de  tus  nubes:  vientos  que  llevan  al  desconcertado  camino  a  seguir. 
La  inclemencia  satisface  a  poetas  y soñadores, amantes nostálgicos 
de aislamiento. 
 
   
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/87


 

​ ​De luto 
 
 
 
Falta  de  murmullos,  una  sombra  lejana  se  aproximó  sin  piedad 
arrasó  todo  a  su  furia.  Me  palidecí  del  dolor.  Sonámbulo  va  el 
humano en incandescentes días. La muerte llegó para quedarse. 
 
Días  creo,  dias  no  lo  creo  del  todo  aún.  De  luto  respiro  una 
bocanada  de  sentidos nulos, padeceré la pérdida, resisti tu pérdida 
y  me  golpeaba  duro  en  realidades  cada  vez  más  frecuentes.  La 
muerte llegó sin tregua.  
 
No  quiero  terminar  derrotado  y  eliminar  todo  de  mí  mismo.  El 
corazón  se  petrifica  de  malos  tratos,  es  el  disparador  para  que  el 
alma  luché  desde  adentro  por  tener  un lugar donde dialogar con la 
mente. 
 
Estoy  contando  los  soles  para  no  quemarme  más  con  días 
mediocres  donde  la  gente  con  falta  de  sabiduría  fabrican 
personalidades  distintas  (falsos). Aún siento el dolor de tu perdida 
y trato de ser fiel a tus códigos.  
   

88/​Salvador Benigno Molinas


Deje morir 
 
 
 
 
Me  sostuve  la  cabeza  y  en  mis  oídos  oí  gritar  a  mi  conciencia  ¡te 
equivocaste!  ya  no  hay  redención,  nada más perturbador que abrir 
los  ojos  y  reconocer  el gran error cometido por la culpa total de uno 
mismo. 
 
Se  desmorono  todo  bajo  mis  pies,  caída  libre  en  consecuencias 
absurdas, no hay piedad.  ¿Por qué?  
Las  equivocadas  maniobras  del  instinto  tienen  ramificaciones 
fatales.  No  me  importa  ofenderme  en  esta  cruzada  con  nombre 
propio. El yo culposo. 
 
Apreté  mis  manos  contra  mis ojos oscureciendo, y en ese momento, 
no  sabía  cuánto  padecería  al  abrirlos.  Arrodillado  me  encuentro 
frente  a  la  imagen  del  espectro.  Está  bien,  te  entiendo  y  continúo 
entendiendo.  Queman  mis  entrañas.  La  culpa  fue  mía.  Mi 
subsistencia a perecido​.  
 

 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/89
 

​Sonrisa atómica 
 
 
 
 
 
No  se  apagó,  pero  está  callada.  Nada  puede  remediar  y  curar  la 
física  alegría  de  tu  expresión,  mientras  yo  volvía  de  la 
incandescente mañana. Vos Jugabas en el patio de aquel año en la 
primaria.  
 
Expulse placer y sentí comodidad al seguirte por aquellas baldosas 
dibujadas  con  variedades  de  números.  Una  estrella  bendita  dejó 
rasguños en el cielo. 
 
Barrio  de  la  independencia  antes  barro  hoy  asfalto.  La  luz  del 
foco  ilumina  la  esquina  y  los  autos  dejan  partículas  de  tierra 
convertidas en brumas del pasado. 
 
Los  años  90  marcaron  una  infancia  de  quimeras.  Los  años 
disipados  marcando  mis  recuerdos  con  fotos,  imágenes  que  dejan 
entrever un antojo de tristezas. 
 
 
 

90/​Salvador Benigno Molinas


​Miento menos 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Te  miento  si  te  digo  que  no  siento  tu  aroma,  yo  miento  a  cada 
rato, y más cuando digo que te dejare en paz.  
Dejar  de  palpar  lo  suave  de  mi  cuerpo,  dejar  de  palpar  lo  sincero 
de  mi  vida,  dejo  de  palpar  mi  sensible  corazón,  dejo  de  sentir  la 
ternura de lo honesto, lo maravilloso que es escuchar tu voz. 
Me  dedique  a  asumir  la  responsabilidad  de  decir  verdades 
transparentes. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/91


 

​Ultramar 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
En  el  medio,  en  lo  más  lejano  del  mar,  sacrifique  mis  demonios 
divagando por el celeste del cielo y el espejo de agua cristal.  
Las  riendas  de  mi  existencia  se  amarraron  a  una  madera  a  la 
deriva:  mientras  los  más  incoherentes  habitantes  viven  sus  propios 
océanos de cotidianeidad. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

92/​Salvador Benigno Molinas


​Una y otra vez 
 
 
 
 
 
 
 
 
Lindo título para recordar lo que significa seguir insistiendo. 
Glorificar  e  invocar  tu  nombre  y  pedirte  un  -sí-  como  respuesta. 
Saltar objetivos sea cual fuera, pero lograr la meta.  
En este caso es estar a tu lado. La meta sos vos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/93


 

​Llorar es satisfacción
 
 
 
 
 
 
 
Derrumbes  de  placeres  en  tu  interior,  revoques  de  alegría  en  tu 
puerta.  Agua  de  risas.  Todo  hace  bien  cuando  lloras  con  ganas, 
cuando  a  pesar  de  apretar  los  ojos  igual  expulsan  un  dolor, 
alegría. 
Recorre  por  tu  rostro  ese  líquido  salvador,  transparentado  secados 
por tus manos o por algún pañuelo improvisado. 
 
Nunca  te  vi  tan  insostenible,  llorar  es  satisfacción  dije  y la marea 
no paró de romper. 
Todo se transformó en un desconcierto para tu entrañable corazón. 
La  fiesta  de  burbujas  en  lo  íntimo.  Reconociste  la  clave  de  vivir 
mejor. 
 
 
 
94/​Salvador Benigno Molinas
La mitad es ficción
 
 
 
 
 
 
Trato  de  sostenerme  constantemente  de alguna pared para no caer: 
Por más que esa pared, en ocasiones, sólo sea de cartón pintado. 
 
Va  corriendo  la cinta de aquella canción subtitulada, no me pidas 
motivos​, ​en ningún momento te los diré. 
 
Ellos  hacen  el  amor  en  la  mesa  del  parque.  El  avión  sobrevuela 
tragando plumas por su culpa: fue una buena película de acción. 
 
Te  besé con sabor a hojas verdes recién cocinadas, el efecto del genio 
no tardó en proclamarse. Las almohadas fueron sustento para una 
caída vertiginosa, adormecidos con el deseo de amor. 
 
 
 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/95
 

En vivo 
 
 
 
Alfileres  perforan  tu  entusiasmo,  viejas  ruinas  de  oídos  tapados 
de  dogmas  en  el  medioevo.  Figuritas  de  una  época  muy 
catastróficas​. 
 
Los  aplausos  sonaron  por  un  largo  instante  bajo  el  escenario.  Tu 
felicidad  se  contagió  con  el  público,  se  marcan  las  sílabas  de  tu 
primera balada.  
 
En  aquel  hotel  del  ​dorado  compartí  una  charla  a  la  distancia 
contigo. Eras esa persona tan buscada por caras diferentes. 
 
Ya  no  importan  las  moralejas. Creo en el presente si te tengo a mi 
lado, todo será como planee desde un principio. 
 
En vivo disfrutarte, que nada nos separe​. 

96/​Salvador Benigno Molinas


Sin pensar 
 
 
 
 
Estoy  tan  deshabitado,  eso  está  bien  para  mi  cabeza,  no  me 
asusta.  Entusiasmado  espero  el  pasaje  que  me  llevará  por  el  país 
de las maravillas.  
 
“Me odio” hasta el punto de sofocarme con mis propias manos. 
No  más  llantos  de  discusiones.  Me  odio  con  toda  mi  sangre. 
Prometo  ser  infiel  al  santo  protector  que  está  allí  afuera  violando 
conciencias por doquier. 
 
Recompensa  inesperada  en  este  cuarto  oscuro,  que  se  vuelve  un 
hogar  parecido  a  tantos  otros.  Recordaré  los  símbolos  en  la 
tenebrosa niebla. Desgracia. Pesadilla. Terror. 
 
Me  odio.  Me  ocultaré  en  las  máscaras  de  papel  y  marcharé  a 
entrevistarme con mi dios burlón​. 
 
 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/97
 

Necesito un minuto 
 
 
 
 
Injusticia:  querer  y  no  poder.  Sé  que  en algún lugar del hemisferio 
universal  voy  a  estar,  no  estarás  enterada  pero  yo  sigo  perdiendo 
tramos de mi corazón. 
 
Pienso  en  ti  todos  los  días,  quiero  poder  decirte  las  palabras 
bonitas que guardé a través de la inmensa oscuridad. 
 
Volando  como  un  planeador  averiado  me estrellé en el más tupido 
descampado  de  las  tierras  del  sur.  Necesito  un  minuto  para 
cambiar la historia. Tu historia y la mía. 
 
Atravesaré  ese  muro  a  puños hasta que la realidad se haga sentir. 
Estaré  redimiendo  mis  pecados  hasta  que se cumpla el día que me 
perdones. 
 
 
 
 
98/​Salvador Benigno Molinas
Lágrimas infinitas 
 
 
 
 
 
¿Por qué esta vez será diferente?, dijiste… 
Sólo  mira  a tu alrededor amor de corazón perpetuo. No hay nadie 
que  nos  siga  asechando o que nos mantiene presos sin una libertad 
tan anhelada.  
 
No  hay  nada  de  que  temer,  sólo  mira  a  tu  alrededor.  Podemos 
respirar  profundo  y  ser  felices.  Nadar  en  los  arrecifes  más 
hermosos o caminar de la mano por paseos esmeraldas. 
 
Quiero  adormecerme  contigo  después  de  un  whisky  empañado. 
Disfrutar bajo los telares una guerra con pasión y destrozos. 
 
El  vidrio  que  te  vio  pensativa  se  dispersó  en  fragmentos,  el  señor 
escritor  marcó    con  tinta  negra  el  guión  de  nuestras  vidas,  y  en  él 
escribió nuestros destinos separados. Cada día más lejanos. 
 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/99
 

Al llegar la tormenta 
 
 
 
 
Este terrible enigma me está comiendo, devorando lo poco sano que 
queda.  
Ella  me  hablaba  de  valores,  la  falta  de  valores.  Una  nueva 
avenida donde dirigirme me espera. 
 
La  lancha  surca  marcando  un  trazo  en  el  río  Paraguay,  la costa, 
la  frontera  inundada  de  rumbo  marginales.  Camalotes,  selva 
litoraleña. Tengo frío y soy malo para actuar. Rumbos. 
 
Los  días  son  de  pobreza  moral,  son  abstinencia  de  amor.  La 
necesidad  de  pedir  amor  y  no  recibir  nada.  Imaginemos  el  estado 
de control. Tiempo de paz. Amarte sin prometerte repetidas veces. 
 
Efectos de días soleados.  
 
 
100/​Salvador Benigno Molinas
Mediodía en Posadeña  
 
 
Llegamos,  es  de  noche  en  Posadeña,  surtió  efecto  el  lugar. 
Anclamos  en  un  sitio  imaginable,  con  colores  divergentes  en  sus 
paredes y el humo bohemio arrebató la noche en posadas.  
Nuestros  cuerpos  dieron  confort  en  el  cuarto  privado  y  tu 
sensualidad  me  llevó  a  enamorarme aún más. Fuiste tú la que sin 
límites  me  hiciste  sentirme  ​vivo,  al  verte  a  mi  lado logré ​completar 
mi corazón. 
 
Luego  retome  el  escrito,  volví  al  presente  y  fue  sin  duda  un 
desgarro.  En  tu  ausencia  dejé    un  mundo  de  desolación.  Deje 
entrever  el  amor  “sentado  en  la  galería”  rodeado  de  plantas 
frívolas. 
El  virtuoso  clima  va  combinando  para  dar  más  placer  al  espíritu 
humano. 
Gente  diferente,  gente  viajera,  vagabundos  del  mundo  hacen  del 
aposento  un  universo  cultural aún mayor a diario, abre las mentes 
del  que  los  ve  o  los  escucha  y  hasta  coordinan  una  amistad  sin 
entenderlo. 
 
 
 
*Posadeña: hostel ubicado en la ciudad de Posadas Provincia de Misiones, Argentina.   

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/101


 

Fuera de órbita 
 
 
 
 
Del  suelo  levante  un  puñado  de  tierra  mágica,  la  puse  en  la 
maceta con la planta que criaré​ ​y que te la regalaré. 
Suave  y  verde,  planta  de  amor:  Te  protegeré  para  que  ella  te  vea 
crecer.  
 
Si  ya  no  me  amas,  aceptaré  ​bloquearte, me ocultaré en los pasillos 
oscuros.  Todo  tiene  un  horario,  todo  tiene  una duración justa o en 
este caso injusta. 
Tengo  que  despertarme  de  esta  siesta  desesperanzado  sin  labios 
corroídos de amor. Labios sin salivas. 
 
Te protegeré para que ella crea en mí. 
 
Mensajes  aquí,  mensajes  allá.  Temo  perderme  aún  más.  Temo 
que  te  olvides  de mi nombre. Temo tu olvido. Mírame un segundo. 
Quiero verte hasta que los días dejen de existir. 
 

102/​Salvador Benigno Molinas


Futuros encuentros 
 
 
 
 
El  juego  de  palabras  combina  bien.  La  idea  se  sujeta  a  una 
ilusión de un encuentro.   
Voy  viajando  mirando  la  ciudad,  las  tiendas  y  la  multitud. 
Escuche  varias  voces  y  sé  que  no  estoy  libre  del  todo.  Aún  sigo 
siendo tuyo. 
 
Todos  los  caminos  llegan  a  un  mismo  lugar…  indicaste.  Y  yo 
atónito quedé 
 
Mis  pies  saben  hacia  dónde  dirigirse,  crucé  esa  plaza  con  árboles 
caídos  hasta  tu  casa.  El  cántico  capturó  esos  instantes juntos más 
allá del que yo imaginé. 
 
Sigo  esperanzado  en  volver  a  los  días  esos  que  nos  cubren  de 
alegría bajo ese lindo sol de invierno celeste. 
Olor  a  cítricos  con  rayos  flameantes  de  solsticio  impregna  mi ropa 
y tu ropa. Tengo una revelacion. 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/103
 

Fuiste mía 
 
 
 
 
Naranjos  florecidos,  esas  texturas  ​parecidas a días felices de sentir 
alivio,  una  sensación  de  llenura  en  el  corazón.  Eso  es  lo  que  he 
estado buscando. Te lo​ ​aseguro​. 
 
Carreteras  angostas  y  del  más  alto lugar resplandecen  millones de 
rayos de luz acaparando mi atención.  
 
Fuiste mía, fuiste mía….  
Se  va  apagando  mi  alegría,  falta  poco  para  acabar  el  movimiento 
de  mi  eterno  júbilo.  Necesito  que  estés  presente  en  mi  corazón. 
Que bailes a mi alrededor. 
 
De nada sirvió el amor. 
De nada sirve el melancolismo de las palabras. 
Ese  sentido  de  que  nadie  te  puede  salvar  del  castigo  de  quedar 
postrado.  Desamparado  en  un  planeta  lleno  de  gente,  en  un 
universo con tantas infinitas estrellas. 
 
104/​Salvador Benigno Molinas
Milagros 
 
 
 
 
Te  secuestraron Milagros en plana media mañana, cuando toda la 
gente  salía  hacer  sus  compras  diarias.  Cuando  el  niño  no  volvía 
aún  de  la  escuela  y  las  chicas  atravesaban  las  tres  horas  de 
facultad. 
 
Murmuraron  que el coche cruzó y arrebató a gran velocidad., pudo 
haber  ​sido  aquel  obrero  que  volvía  a  su  trabajo  o  la  señora  de  la 
esquina  que  cada  mañana  iba  a  jugar a la quiniela. La suerte no 
estuvo  de  turno  este  martes  cuando  te  levantaste,  como  todos  los 
días,  para  ir  a  trabajar  y  caminar  las  mismas  baldosas  de  tu 
vereda favorita, rutina despiadada. 
 
El  vehículo  no  frenó,  tampoco  detuvo  la  marcha,  solo  siguió  su 
camino.  Milagros  quedó  en  el  asfalto  vista  por  varias  personas 
ajenas  como  si  una  película  de  acción  se  tratara,  el  llanto  del 
destino  tronó  con  ímpetu  (conmociona)  avisa  que  un final abrupto 
llegó. 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/105


 

Cínicamente clara 
 
 
 
 
 
 
 
 
Aléjate, vete…  
Déjame sola… 
No quiero más tu voz 
Vos para mi moriste, yo para vos dejé​ ​de existir. 
Me  alejaré,  y  nunca  volveré  a  hablarte,  menos  a  mencionarte 
mientras pueda pronunciar palabras. 
Aléjate, vete… 
Dejemos bien claro que esto tuvo un fin. 
 
 
 
 
 
 

106/​Salvador Benigno Molinas


Golpes de tambor 
 
 
Se  escucha  a  lo  lejos  los  tambores  de  una guerra, esa que tememos 
y que rogamos se convierta en un mal sueño delirante. 
Las  ráfagas  en  el  medio  del  campo  de batalla marcan el comienzo 
de una pelea casi épica. 
 
Los  redoblantes  agitándose  con  un  sonido  casi  salido  del  mismo 
latido  del  corazón  de  Dios.  Las  banderas flameantes con nombres 
casi borrosos por el barro negro. 
 
Choque  frontal  de  miles  de  almas  armadas,  temblorosas  y  con  un 
solo  objetivo...  la  sangre  salpica  la  tierra  virgen.  Ya  no  peleen por 
las locuras de unos solos pocos.  
 
Duele  ver  pelea  sin  entender  que  sólo  son  soldaditos  de  juguetes 
movidos  por  burócratas  corruptos  vividores  de  codicia.  Su 
satisfacción  por  el  dolor  ajeno.  Bebedores  de  desgracias  en  copas 
desnudas de champagne. 
 
Ojos azules, barro negro, muerte. Compradores de almas. 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/107


 

Viajé y renací 
 
 
 
 
 
Culminé  mi  estado  mental  en  aquel  cerro,  él  me  hizo  conocer  “el 
lago lacar” en San Martín de los Andes.  
Marcó  mi  esplendor  en  la  vida,  fue  como  encontrarme  con  mi 
interior, limpiarlo. Pero solo duró semanas. 
 
El paraíso fue interrumpido por dudas, soledad, y desconcierto.  
Me  alejé  de  la  tierra  prometida sin comer una manzana. Fue solo 
un descuido de mi adolescente sentir. 
 
 
 
 
 
 
108/​Salvador Benigno Molinas
El sol y la mariposa 
 
 
 
 
 
Amantes  libres  en  un  país  mundial  donde  todo  se  puede  lograr. 
Un solo gobierno, planeta con romanticismo extremo. 
 
Las  dos  son amarillas y se funden hasta ocultarse una con la otra, 
no es fácil distinguir quién es más bella. 
 
Compartiendo la creación se fusionan. 
Abre sus alas abre su sol, me aturde el elipse, me supera. 
 
Las  zapatillas  por  el  pasto  se  contaminan  cuando  trato  de 
alcanzarte  mariposa brillante, mojados mis pies solo quieren llegar 
a  tiempo.  El  sol  se  quema  hasta  su  dormilón  sueño.  No  me dejes 
así, de esta manera. 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/109


 

Charata 
 
 
 
 
 
 
Desayune pan de campo y mate amargo. 
Olores  nostálgicos  se  disipan  por  el  temprano  pueblo  como 
neblinas. 
 
Familiarizado,  una  postal.  Sudoeste  Chaqueño,  se  pone  en  el 
centro del mundo, nada envidia. 
 
Fragancia  a  campo,  aire  puro.  Enriquecido  de  semillas  de 
inmigrantes y criollos. 
 
Pueblo lindo, pueblo amado. 
Charata . 
 
 
 
 

110/​Salvador Benigno Molinas


Otra lluvia 
 
 
 
 
 
 
 
Todas  las  lluvias  son  nuevas,  todas  las  lluvias  sanan y limpian el 
sabor amargo del dolor. 
Cuando  veo  mi  pequeño  adolescente  recuerdo,  ​tenía  una  fortaleza 
impecable,  siempre  solía  tener  esa  melancolía  con  mirada 
soñadora. 
 
El  sueño  se  borró  como las tantas lluvias, una más del montón… 
que con cada una, una nueva historia. 
 
No  me  daban  miedo  los  animales  del  circo,  sí  ​me  daba  miedo  los 
animales  que  caminaban  diariamente  por  mi  casa.  Se  peleaban 
hasta rasguñarse con los diez dedos. 
Animales disfrazados. 
 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/111
 

Ruffo 
 
 
 
Te adopte frente a una escuela, allá por el año 2.003.  
Te proclamaban de pura raza, pero resultó ser un criollo sin ley. 
Amigo  inseparable  de  tristezas  y  humor,  te  extraño  todo  los  días 
de  mi  vida,  te  extraño  mucho  cuando los días de antaño vuelven a 
mí. 
 
Me  ayudaste  muchas  veces  a  superar  las  sombras  de  la  soledad, 
loco  sin  ley,..  Dejé  siempre  que  seas  siendo  el  aventurero  que 
sentiste ser.  
Te lastimé muchas veces, perdón. 
La  química  que  tenías  jamás  se  comparará  con  nada,  amigo  que 
por  más  que  la  distancia nos alejara, estabas ahí presente en todo. 
Abandone  a  mi  amigo…  siento  ese  pesar  en  mis  días,  el  peso  de 
un remordimiento por dejarte solitario cuando más me necesitaste. 
Nunca  me  pediste  nada  y  vos  me  lo  diste  todo;  tu  cariño  y 
amistad, tu ladrido y alegría. 
Todos  te  admiraban  y  dejaste marcas de tus vivencias en cada uno 
de nosotros.  
 
112/​Salvador Benigno Molinas
Herida negra 
 
 
 
 
 
Prende  otro  cigarrillo,  déjalo  al  costado  de  la  cama  y  Abrázame; 
aunque  no  me  estés  mirando  sé  que  me  amas,  eres  el  único  que 
llorara. 
Ya no soy tuya, ya no soy de nadie, 
Ya no creo en ti, ya no creo en nadie. 
 
Precavidas  apariencias,  depura  el  dolor  de  saber  que  no  va  haber 
una cura, y que más allá será peor.  
No  habrá  más  dolor  allá,  estarás  en  un  mejor  lugar.  Positivismo 
que  hace  vomitar  hasta  aquel  sujeto  sin  tacto,  aquel  trapecista, 
ese… el sin vértigo. 
Ok… 
Satura el famoso más allá de las cosas.  
 
 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/113
 

No estar acá, ni allá 


 
 
 
 
 
La  pérdida  de  alguien,  la  pérdida  literal  de  un  ser  amado  o  de 
alguien  en  particular  duele  mucho,  en  ocasiones  deja  en  shock  el 
alma o simplemente se descompensa la vida misma. 
No  estar  acá,  ni  allá  es  un  sentir  de falta de comprensión sobre el 
vació. 
No  estar  acá  ni  allá  es  que  tus  pies  y  el  latido  de tu corazón dan 
el  aviso  de  incomodidad  extrema  que  se  apodera  de  toda  la 
motorización  del  cuerpo.  Te  indica  la  disconformidad  de  seguir 
vivo.  Y  que  solo  el  remedio  para  esto  es  obtener  lo  que  se  te 
arrebato o en muchos casos que se escapó por rupturas evitables. 
La  mente  y  el  cuerpo  buscan  con  desgarro  emocional  eso  que  se 
esfumó  pero  jamás  en  ningún  sentido  nada  vuelve  a  la  línea  de 
normalidad. 
 
 
 

114/​Salvador Benigno Molinas


 
 
 
 
 

4​ ​Sublimación  

​Invierno
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/115


 

 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
   
 
 
   
116/​Salvador Benigno Molinas
​Último momento 
 
 
 
 
La  última  piedra  de  sentido  común  arrojé  a  tu  corazón,  para 
poder  estar  contigo  mi  amor,  un  momento  más.  Pero  tú  estabas 
profundamente  dormida,  me  marché  para  no  volver.  El  último 
mensaje  escribí  hoy  para  ponerte  al  tanto  de  nuestra  situación, 
pero  tú  no  me  lo  respondiste.  Me  di  por  vencido  en  esta  lucha 
siniestra  entre  corazón  y  alma,  por  supuesto  no  volveré  a  cruzar 
por tus escondites. 
 
Corrí,  me  marché  lejísimos  de  aquí,  el  suave  pétalo  de  un  jazmín 
está  envejeciendo  por  las  saladas  lágrimas, soy un idiota en pensar 
caminar  sin  rumbo  esas  grandes  montañas  que  has  creado. 
Tropecé por este lugar ayer. 
 
Los  nubarrones  se  reflejan  en  este  espejo  que  está  a  mis  pies. Tu 
pelo  se  posaba  en mis hombros. El árbol crece sin parar, las tibias 
aguas trajeron confort.   
Creo saber que estás pensando cuando cruzas por mi vereda. 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/117


 

Chico de la calle 
 
 
 
 
 
Llegó  a  tener  un  estado  de  coma,  neutro,  los  tímpanos  le  dolían y 
las  manos  le  temblaban.  Los  ojos  se  les  cerraban  y  los  días  se  les 
desgastaron hasta ya no existir; esperaba por sus alas, cubiertas de 
polvo  están.  Los  zapatos  viejos  le  lastiman  y  el  anillo  no  le  entra 
más.  
 
Su  estómago  se  estrujó  y le dolía la cabeza, él está muerto en vida, 
las  veredas  lo  vieron  amanecer,  esperaba  en  la  esquina  en  una 
tienda de amuleto por sus alas. 
 
Como  le  mordió  la  vida  en  este  lugar  con  aroma  a  rosas,  busca 
una  respuesta  en  el  septiembre,  caen  las  hojas  de este triste roble y 
sigue  pensando,  tomando  copas  de  dolor.  Él  mirando  a  lo  alto 
tratando  de  recordar  que  vendrá  detrás  de  esa  niebla.  La  noche 
perdura  y  no  logra  comprender  lo  vacío  que  está,  el  vaso  sigue  su 
función, tu rostro se tatúa en el cielo. Una marca efímera. 
 
 

118/​Salvador Benigno Molinas


Confesiones en una noche de… 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Se  me  extravió  el  mapa  que  me  llevará  de  regreso  a  mi  hogar, 
camine  y  sin  dormir  recorrí  el  mundo  para  encontrar  el  lugar  de 
regreso.  Los  sueños  vuelan,  la  luna  llora  su  pérdida.  Jugando  un 
inocente  juego  contigo  en  las  sombras;  mi  almohada  está  suave, 
subo  a  medianoche  a  mi  terraza  para  aconsejar  a  la  luna.  Cada 
día que pasa trato de no perder la llave que me dejara entrar. 
Esta  noche  bajo  la  luz  de  la  luna  escribí  mis  confesiones  en 
páginas en blanco que las deposite en tus manos. 
 
 
 
 
 
 

 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/119
 

Inmortalmente cansado 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Ha  sido  un  día  muy  agitado,  mi  deseo,  el  estar  a  tu  lado  y  entre 
esas sábanas de seda habitar.  
Solo  di,  si me dejarás dormir tranquilo entre las sábanas cándidas 
de  tu  piel,  miro  por  el  umbral  de  tu  hogar  y  sigo  un  rumbo 
desconocido  bajo  este  cielo.  Sigo  pidiendo  un  deseo  a  las 
constelaciones,  los  atardeceres  me  guían  a  tus  ojos  marrones  a  tus 
besos,  un instinto que se muestra en la penumbra. Se siente bien el 
viento este que nos toca en esta ruta. 
 
 
 
 
 
 
 
 

120/​Salvador Benigno Molinas


​Lejos del mañana 
 
 
 
 
 
 
 
 
Lejos  de  casa  trata de hallarte, ella está persiguiendo un anhelo de 
siempre,  poder  verte  en  sus  recuerdos,  una  aventura  que  siempre 
tuvo  en  su  ser,  excavando  el  pasado  con  sus  manos,  admirar  el 
rostro que ya ni puede recordar por el largo pasar de los años. 
 
 
Le  dio  todo  el  amor posible que tenía y ella es la número dos para 
su  corazón,  ella  le dio todo de todo y él no la entiende. Respiraban 
juntos  para  vivir,  miraban  el  ocaso  de  sus  vidas,  juntos  estaban  y 
juraron morir unidos. 
Gira  la  rueda  de  la  vida  y  ella  ansiosa  espera  que  el  algún  día 
aparezca  por  esa  puerta  a  buscar  lo  que  le  pertenece,  el  fuego  que 
dejó en su corazón. 
 
 
 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/121


 

Un puñado de nada 
 
 
Este  gélido  frío  me  consume,  los  huesos  me  duelen  y  no  puedo 
esconderme,  estudio  la  forma  de  que  te  quedes  en  mi  interior,  te 
digo  es  lo  mejor,  no  pienses  y  vamos  a  un  lugar  nuevo,  más  lindo 
bajo ese techo de uvas rojas.  
La gente no comprende lo que nos pasa.  
El  atardecer  florece  yo  acá  sin  nada,  las  nubes  negras  se  arman, 
los  árboles  mojados,  el  olor  a  libertad.  La  fe  ya  se  agota,  se 
murmura en las sombras. 
Mi  cuarto,  ese  que  está  al  costado  del  no  sé  dónde,  está  vacío,  el 
mate  amargo,  la  canción  adolorida,  ya  no  puedo  fumar,  miro  la 
vida pasar.  
Mi  conciencia  piensa  lo  que  tú  nunca vas a descifrar, las mentiras 
pisan  cada  vez  más  fuerte,  tu  puño  se  cierra  con  fuerza,  siento 
unos golpes en el pecho. 
Hace  varios  días  desconozco  mi  identidad,  desnudo  estoy  acostado 
en  este  suelo,  voy  divisando,  la  luz  del  velador  se  quiere  esconder, 
pero  te  refleja  bien.  Me  distraigo  pintando  tu  rostro  en  mi  pared 
para  poder  verte  siempre. La tormenta ha llegado y hay que cerrar 
las ventanas para que el viento no nos lleve lejos de aquí.   
 
   
122/​Salvador Benigno Molinas
​Sonámbulo 
 
 
 
Cruzamos  la  barrera,  un  gran  salto  di  y  el  golpe  en  la  cabeza 
recibí,  tus  lisos  rizos  se  trenzaron  en  mis  dedos,  ¿tan  dura  es  la 
realidad?  
 
El  sur  te  acaricia,  los  espejos  se  dividen.  Tuve  una  conversación 
que  resultó  de  a  uno,  mi  burbuja  se  disolvió,  es  el  mejor  año  que 
tuve  en  esta  cama,  mis  zapatos  se  llenaron  de  polvo  al  andar 
descalzo estos parajes.  
 
Torpemente  tropecé  con  la  misma  piedra  millones  de  veces,  me 
escondí  bajo  la  luz  del  velador  para  escribir  sobre  vos,  me basé en 
escuchar  porque  hablar  no  puedo,  mastiqué  el  sabor  de  la 
amargura,  el  silencio  se  tragó  todo  lo  que  había,  las  monedas  sin 
valor en mi bolsillo me invitan a caminar.   
 
Mi  lengua con secretos en sus rincones, tengo un arma en el ropero, 
rezando  no  ponerla  en  funcionamiento,  la  casa  cruza  el  crimen 
perfecto, seis horas mirando el piso. 
 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/123
 

​Vientos de invierno 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
El reloj marca las tres de la mañana 
Y la casa solitaria está 
Rasgando las sabanas del no tenerte, 
Es un impuesto muy caro para pagarlo solo. 
Este frío invernal congela mis sentidos 
Y mi corazón se marchita. 
Las arboledas lloran por mi ventana. 
La luz se escapa en el rincón cubriéndose de sombras, 
Oigo rugir la tormenta, quejarse y demostrar su valentía. 
Invierno gris y lujurioso, 
Cruza por la soledad de nuestras vidas es una eterna realidad. 
 
 
 
 
 
 

124/​Salvador Benigno Molinas


Almas gemelas 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
Yo  soy  como  vos  y  vos  como  yo,  Jugando  en  la  misma  desde  hace 
mucho tiempo. 
Yo  soy  como  vos  y  vos  como  yo,  Esperando  a  ver  qué  nos  dice  el 
viento. 
 
En  este  mundo  de  tristes  pensamientos,  Te  canto esta canción que 
la  encontré  durmiendo.  Me  prestaste  tu  cuerpo  mal  herido  para 
seguir luchando en este mundo perdido. 
 
Peleas  y  reencuentro,  como  grandes  amigos jurando por siempre no 
dejar el vacío. Seguir luchando. 
Yo  soy  como  vos  y  tú  como  yo,  esperando  a  ver  qué  nos  dice  el 
tiempo. 
 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/125


 

​Sin una mirada 


 
 
 
 
 
Ya  no  me  lastimes  no  soy  tan  duro  como  parece,  tengo  pesadillas 
esta noche con este lunes. El amor está prohibido.  
 
Te  manchaste  con  mi  sangre,  buscaste asesinarme. Sobre esta silla 
de  madera  tratare  de  componer  las  ideologías  rotas  por  el  vidrio. 
No quiero más gritos en mi cabeza. 
 
No  tengo  apetito,  me  alimento  de mi desgracia, ya no existe en mí 
el  dolor,  exploró  desde  dentro  de  la  oscuridad.  El  postre  servido 
está,  los  fantasmas  se  deleitan,  ya  no  quiero  seguir  mirando  las 
cosas fijamente.  
La  distancia  se  va  estrechando,  camine  para  atrás  para  revivir 
pasos perdidos. 
 
Comparé tu rostro con otros y no veo mucha diferencia, 
Floto  en  el  aire  cuando  te  recuerdo,  paranoico  no  puedo  seguir 
escuchándote;  observó  la  luz  prendida,  me  acordé  del  miedo  y 
frustrado me fui. Trate de descubrir qué dice tu corazón.   

126/​Salvador Benigno Molinas


​Días de junio 
 
 
 
 
 
 
Te  dormiste  en  un  inesperado  sueño  para  tratar  de  demostrar 
algo,  con  algún  trago  lo  tomaste  y  a  las  puertas  del  cielo  fuiste  a 
parar. 
 
El  vaso  de  cristal  se  me  cayó  de  la  mano  al saber de tu desgracia, 
no  lo  podía  creer  y  pase  años  inconscientes.  Volví  años  después 
para  compensar  las  horas  perdidas,  bajo  el  limonero  de  mis 
recuerdos  mis  ojos  no  ven  más  allá de mi instinto y la vida es muy 
fina. 
 
Las  miradas  se  cruzan,  las palabras se mezclan; tengo un poco de 
sed  por  culpa  de  estos  rayos  solares.  El  día  se  funde  en  mis 
pensamientos.  Sin  dirección  voy,  mi  cuerpo  se  resquebraja.  El 
amor  es  una  gran  publicidad  comercial  o  ilusión  cinematográfica, 
es  una  historia  de  fantasía.  Hoy  no  quiero  salir,  salir  no,  no 
quiero. Estoy bien en mi mundo, es mejor que el de afuera. 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/127


 

​Fracciones 
 
Quiero  estar  en  tu  memoria  para  que  te  acuerdes  de  mí  y  en  los 
huecos  del  tiempo  volver  a  tus  brazos  mujer,  mujer  que  ya  te  has 
olvidado de mí. 
La  bohemia  naturaleza  se  lanza  entre  los  tejidos  de  la  vida,  los 
quejidos  de  la  joven  perla,  la  siesta  se  forma  en  nubes  con  tintes 
negros  en  su  interior,  las  corrientes  de  aire  desparraman  las 
hojillas  del  suelo.  Las  ramas  de  los  arbolados  son  movidos  de  un 
lado a otro como bailando en el aire, son libres, felices. 
El  pastizal  como  una  alfombra  con  colores  fragmentados  de  verde 
manzana,  anaranjados,  amarillentos,  conjuga  el  paisaje  que 
deleita a todo ser viviente. 
El  viento  inquieto  arrastra  todo  del  suelo  como  limpiando  malos 
pesares,  el  cielo  comienza  a  armar  su  ejército,  los  árboles  se 
sacuden  de  un  lado  al  otro provocando silbidos, llantos, cantos con 
fuerza. Van musicalizando el invierno de apoco.  
El  congelante  regazo  de una estación que vino para quedarse, diez 
minutos  para  meditar  sobre  la  soledad  y  el  sol  que  nos  ha 
abandonado por un largo periodo. Se me perdió la memoria pero el 
corazón no… él quedó ahí intacto, quieto.quieto.quieto.quieto. 
No  todo  sale  como  uno  se  imagina,  nada  es  fácil,  extrañar  duele 
tanto,  pensar  duele  más,  deje  levitando  un  verso  y  junte  sobras  de 
felicidad. 

128/​Salvador Benigno Molinas


   

​Anécdotas 
 
 
 
 
 
 
 
Las  anécdotas  son  parte  de  nuestro  paso  por  el  mundo,  es  la 
mochila  que  llevamos  cargando  por  este  viaje  que  se  hace  llamar 
vida,  las  anécdotas  las  hacemos  nosotros.  Momentos  vividos, 
buenos,  malos,  tristes,  felices.  Son  parte  importante  a  la  hora  de 
hablar, contar, expresarse. 
 
Nos  hace  saber  que  cosas  hicimos,  quiénes  somos,  de  dónde 
venimos,  dejan  intacto  la  originalidad  de  los  sucesos  diversos,  nos 
hace  ser  fuerte  como  el  hierro  o frágiles como un papel mojado. La 
amistad y el amor van de la mano. 
 
Las  anécdotas  de  toda  índole  nos  unen  a  todos  a  pesar  de  la 
distancia del tiempo y el espacio. 
 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/129


 

​En mi mundo 
 
 
 
 
Mi mundo es donde las estrellas brillan de vez en cuando, donde el 
mar  salpica  de  sal  los  bordes  de  la  vida,  donde  en  ocasiones  la 
lluvia cae y el amor se escurre por las calles inundadas. Se escurren 
recuerdos vividos de ti que eres tan importante y por culpa humana 
te perdí. 
En  mi  mundo  se  duerme  por  miles  de  horas para hablarte en mis 
sueños, allí somos libres y el amor es eterno. 
En  mi  mundo  nada  cambia  de  color  y  siempre  sos  parte  de  mi 
corazón (estás hoy).  
Hola, donde de quieras que estés… 
En  mi  mundo  nuestras  fantasías  surcan,  sobrevuelan  el  aire.  No 
solo te quedes mirándome, acompáñame a ser feliz. 
En  mi  lugar  se  camina  miles  de  centímetros  el  uno  con el otro sin 
cansarnos, sé que te acordaras.   
Una  noche  en  que  se  esfumó  el  tiempo,  las  cuadras  fueron 
multiplicándose entre besos de amor…. De verdadero amor. 
 

   
130/​Salvador Benigno Molinas
​Errores   

  
 
 
 
Un  paso  gigante  en  el  amor…  el  poder  olvidar  tu sonrisa. Bailar 
con  tus  labios  una  danza  que  dura  segundos infinitos. Saltemos a 
otro mundo que será divertido. 
 
Me  levanté  una  mañana  y  fui  ceniza,  mordí  mis  labios  hasta 
sangrarlos  para  que  deje  de  dolerme  el  corazón.  Te  mostré  mi 
mundo  el  verdadero,  el  que  yo  sólo  sabía.  Ya  quedan  cenizas  de 
esos días mágicos. No pares, no detengas mis sentidos. 
 
Mi  error  que  condena  cada  respiración,  mi  madre  me dice que soy 
cruel pero nadie ve mi interior. No pares, no pares mis sentidos. 
No  quiero  que  los  pájaros  dejen  de  volar,  que  todo  se  oculte  tan 
rápido  y  que  llores  de  nuevo  por  mí.  Son  mis  dedos  las  que 
tiemblan de lamentos ajenos en una realidad cada vez más latente. 
 
 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/131


 

​Luces bien 
 
 
 
 
 
Te  vi  con  esos  ojos  en  llamas,  tan  tiernos  que  me  enamoran. 
Llegué  tarde  ahora,  Tu  sonrisa  ya  es  nueva,  Luces  bien.  Oigo 
cosas  muy  buenas  de  tus  ojos  que  son  llamas  vivas  encendidas. 
Paso  mucho,  mucho  tiempo  sin  verte.,  Y  el  tiempo  esta  vez  dejó 
secuelas.  
 
El  amor  de  tus  ojos  por  mí  se  extinguió,  ahora  son  llamas  de 
nueva  luz.  Dije  a  Dios  que  te  amo,  y  que  mi  ser  seguirá 
perdidamente enamorado. Resistiré el pasar del tiempo otra vez.  
 
Yo  te  vi  y  eres  sol  de otro sistema. Ha pasado realmente el tiempo 
y sentí el abandono total, Sí total. 
 
Tienes  que  creerme  que  tus  ojos  son  luz,  son  llamas  encendidas 
cuando  te  miro  y  que  me  queman  al  no  ser  chispas  de  mi  fuego. 
Dije  con  el  corazón  que  quiero tu amor devuelta, pero ya no sirvió 
de nada. 

 
132/​Salvador Benigno Molinas
​Transición  
 
  
 
 
 
Y  miré  por  fuera  el  tiempo  fragmentado  en  nubarrones,  la  línea 
del  mar  visible  en  el  horizonte,  Comodoro  Rivadavia  se  consumió 
a sí mismo en frío congelante de nostalgia. 
 
Me  senté  en  la  mesa  de  madera  fría  a  contemplar  las  arenas  del 
tiempo,  los  cuerpos  se  entremezclan  con  simple  inercia,  devuélveme 
mi corazón una vez más…  
Te dejé morir en mi pecho. 
 
Corrí  hasta  la  puerta  sin tener resultados, me sentí atrapado, vine 
de  Formosa  donde  el  sol  sale  en  todas  las  estaciones  del  año  y  es 
condimento muy picante que quema todo a su paso. 
 
Fue  mi  culpa  porque  dormía  en  una  pesadilla  esta  mañana, la vi 
morir a mi alma en ese lugar donde no hay reclamos.   

   
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/133
 

​Me retire 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Claramente sentí el deseo de perderme. 
Me asfixié con mi reflexión, más sentí el deseo de sollozos 
candentes. El dolor de aguantar la angustia, una dificultad que 
duele como clavado en el pecho. 
Aferrado a una vana idea: resultado ardiente el pecado. 
No pude ser el valiente héroe de novelas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
134/​Salvador Benigno Molinas
 

Usando tu imaginación 

 
 
 
 
 
 
Veo  colores  en  el  piso,  en  las  paredes  de  mi  imaginación,  y se ven 
cada  día  diferente.  Estoy  jugando  semidormido  en  este  rincón  con 
mis propias manos. 
 
Ya  no  sé  qué  hora  es,  solo  sé  que  te  veo  de  mis  ojos  adentro. 
Podría  hacer  todo  lo  que  me  pidas,  Pero  no  soy nada para ti. Me 
voy  transportando  a  tu  cercanía  y  Los  colores  se  multiplican  pero 
se van oscureciendo cada vez que me ignoras. 
 
Quiero que sepas que soy puro, te lo repito. 
No  sabes  que  se  siente  respirar  sin  aire  y  que  solo  el  corazón  con 
sus latidos te indiquen que estas vivo. 
 
Una y otra vez te repito... mis sentimientos son puros hacia tí. 

   
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/135
 

​ Silencio 
 
 
 
 
 
 
Todavía  siento eso místico, eso que solo es tuyo y mío. Pero aislado 
lo  siento,  recordandolo  en  silencios,  recibo  toques  eléctricos  como 
chispas  en  mi  sistema  nervioso.  No  logro  comprender  porque  dejé 
que te fueras. 
 
La  canción  que  escuche  en  la  radio  se  me  adhirió  en  el  resguardo 
melancólico  de  mi  mente.  La  escuche  con  solo  una  estrofa 
escurrida  por  mis  oídos  y  se  extendió  rápidamente  con  sus 
emocionantes  extremidades por mis venas hasta que culminaron en 
las neuronas de mi corazón.  
 
Mi piel se erizó enérgica para que se notara que las armonías eran 
fiel  consecuencia  del  reflejo  del  amor  ausente  y  los  miles  de:  te 
extraño! Guardados en aquel rincón oscuro del silencio.  
 
 
 
 
 

136/​Salvador Benigno Molinas


​Allá, en la distancia 
 
 
 
 
 
 
 
 
Ayer  viaje  al  espacio  exterior  y  vi  el  mundo  en  su esplendor, vi la 
casa  de  mi  madre  desde  allá  lejos,  vi  las  aguas  del  océano,  vi  el 
verde… vi todo disipándose. 
 
Los  pies  son  mis  compañeros  en  estas  caminatas  nocturnas  en  la 
luna,  me  quedé  descansando  en  una  roca  de  polvo,  y  no  imaginé 
las  estrellas,  si…  me  imaginé  verte  a  mi  lado  acentuando  todo  el 
lugar con tu imagen perfecta. 
 
Los  círculos  de  la  luna  son  más  pequeñas  que  el  cráter  en  mi 
corazón,  yo  no  palpitamos  al  mismo ritmo.  Volaré en dirección a 
un  desolado  planeta  o  satélite  que  pueda  albergar  mi  cuerpo 
herido. 
 
 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/137


 

​Firme: de pie 
 
 
 
 
 
 
Aún  sigo  de  pie,  debo  calmarme  y  pisar  fuerte  el  piso  que  me 
sostiene,  que  me  mantiene  en  este  sitio.  Me  tiembla  el  cuerpo,  el 
corazón, duele. Debo calmarme y aguantar las ganas de llorar.  
 
No me basta con pedir perdón. 
Necesito  hablarte  por  lo  menos  un  segundo,  tirado  en  el  limbo  se 
siente  mi  mente,  el  tiempo  me consume a su paso. Las intrincadas 
claves de tus sentimientos. 
 
Ladrillo  a  ladrillo  trato  de  restaurar  el  paso  de  esta  tormenta. Si 
sigues  amándome  quiero  saber!,  si  realmente  sigues  amándome 
debo saberlo.  
 
 
 
 
 
 
138/​Salvador Benigno Molinas
​Moviéndome 
 
 
 
 
 
 
Fui  hasta  aquel  lugar,  te  sostuve  suavemente  o  quizás  muy  fuerte 
al  borde  de  la  nada,  No  es  fácil  y  no  me rendiré sin tu amor. Me 
muevo de a poco a un estado de sin paz. 
 
Miénteme  si  hace  falta  pero  dime algo, algo que no sepa. Aprende 
a  mentir  de  a  poco,  tuve  en  mis  manos  tu  hilo  de  vida,  fue  tan 
frágil que provoco un mal.  
 
De  a  poco  dejaste  de  verme  directo:  “emergencia  del  alma”  el mar 
se petrificó por los... 
Círculo  de  vicios.  Melómana  sin  juicio,  romántica  sin  sentido. 
Miente  un  poco  más  allá  de  la  verdad,  siento  palpar  a  las 
palabras  de  salivas  dulces  de  tu  boca.  Te  siento tan cercana a un 
punto justo. Solo falta un poco más. 
 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/139


 

​Aroma a facturas “Postres” 


 
 
 
 
 
Te  dije  que  tenías  un  aroma  especial,  sentí  el  sabor  de  la  canela 
mezclada  con  tu  ropa  en  esas  noches  de  frío.  La  finalidad  de una 
canción de amor.   
 
Sincronizados  con  letras  punta  fina.  El  siempre  amado  lugar  de 
encuentro  de  dos  amores  inesperados,  las  luces  en  las  noches  son 
alfombra  de  sentimientos  emanados  en  místico  efecto.  El  sabor  de 
suaves roces de incontables acercamientos, dulce beso de frutilla.  
 
Las  veredas  nos  vieron  pasar  y  las  plazas  abarrotadas  de  nada o 
de  multifacéticos  paisajes,  personas  sumidas  en  neutralidad  y 
nosotros  inconscientes  del  mundo,  todo  a  nuestro  alrededor  son 
figuras  pegadas,  quietas.  La  ciudad  es  nuestra.  El  aroma  de  tu 
piel, el delicioso sabor de tu perfume. Tu aliento. 
 
 
 
   

140/​Salvador Benigno Molinas


​Luz y miel 
 
 
 
 
 
 
Meciéndote  inquieta,  ya  culminó  la  siesta  y  tus  ojos  miel  son 
cristales perpetuos: realmente perpetuos! 
Me  quede  inmune,  inmóvil  en  ese  momento  y  lo  grabe  para 
siempre.  
 
De  noche  pude ver los colores marrones de tus ojos que se opacaron 
tras  esta  distancia  tan  temida.  Bajo  ese  árbol  en  siesta  supe 
valorar tu mirada, tu amor. 
 
Sediento  de  tu  agua  fui  perdiendo  el  síntoma  al  desvío  en  un 
mundo  ajeno  al  amor.  Sentí  latir  tu  miedo  a  perdernos  y  se  vio 
reflejado  en  tu  rostro.  El  calor  de  nuestros  cuerpos  arden  y 
nosotros fusionados por amor incansable. 
 
  
 
 
 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/141


 

​Mucho más real 


 
 
 
 
 
El humo del  Café caliente en la merienda del martes, me saltee de 
escribir  y  me  puse  a  sentir  el  dolor  del  azúcar  quemando  mi 
lengua.  Frases  incongruentes  me  señalan  un  éxito  de  canciones 
fallidas.  El  vértigo  de  los dolores de cabeza sobre la traición de las 
historias por terminar. 
 
La  tarde  se  vio  interrumpida  por  personas que entran en pasos de 
grandilocuencia,  pensé  en  aquel  día  cuando  sentía  algo  que  tenía 
en  el  corazón,  era  algo  intenso.  Veo  gente pasar por un portal de 
vidrio  transparente  con  obstáculos  de  muebles  diseñados  para 
comercializar y lucrar con amplio trecho de ganancia. Instrumentos 
de decoración puestos a orilla de la cultura. 
 
Sentado  en  la  mesa,  el  aroma  a  chocolate  y  vainilla  flota,  olor  a 
libros  nuevos  que  dejan  en  evidencia  el  relax  de  un  lugar apacible 
y  que  ni  por  un  momento  ansio  el  apartarme.  Un  mundo  donde 
conservé el estado de confort.   
   

142/​Salvador Benigno Molinas


​Suave espera 
 
 
 
 
 
 
 
Aquí  estaré,  no  me alejaré. Solo estaré y esperaré. Las gotas salen 
de  esa  canilla  y  su  sonido  es casi tan ensordecedor como el vacío de 
este  lugar.  Las  rendijas  de  las  persianas  me  impiden  ver  tu 
llegada, la noche se hace más espesa y en el final me deje dormir. 
 
Extraño  el  sabor  de  tu  abrazo,  vienen  los  celos  de  las  cosas  que 
pasamos  juntos.  En  el  transcurso  de  los  días  reviso  mi  heladera 
para  alimentar  mi  alma  hambrienta  de  tu  amor,  ese  que  extraño 
más de un tiempo, más de dos tiempos. 
 
Suave  espera  de  un  renacido  como yo, de un perdido de futuros, de 
un  loco  de  verdades,  un  melancólico  que  se  entrecorta  con realismo 
radical.  Me  haces  sentirme  vivo  siempre…  de vez en cuando o  ya 
casi nunca. 

 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/143
 

​Montañas de meditación 
 
 
 
 
 
 
 
Cada  cosa  que  haces  me  afecta,  cada  temblor  me  das  cuando  te 
pones  mala,  no  me hablas, solo recibo golpes y voy siempre a parar 
al  suelo.  Siento  tu  mano  alejarse  con  total  indiferencia.  No  me 
perdonaré en cien mil años luz tu enojo. 
 
Así  que  dime…  dónde  puedo encontrarte, sé que perdí mi tiempo, 
pero  vuelvo a intentar que me entiendas, el piso cada vez más duro 
me  recibe.  No  puedo  soportarlo  más,  siento que el juicio terminó y 
mi  condena  la  tengo  en  mis  manos  manchadas  de  aflicciones 
disipadas. 
 
Ya  perdí  tiempo,  se  acabaron  las  posibilidades  y  cuando  te  vi  me 
volvió el sentido de la vida a mi mente, cuerpo, alma. Pactare días, 
para  buscarte  donde  quiera  que  estés  y a pesar de mi culpa traerte 
de vuelta.   

   

144/​Salvador Benigno Molinas


​Martina 
 
 
 
 
Dorados  rizos  esponjosos,  el  brillo  saliendo  de  su  cabello. 
El  olor  a  bebé  que  asfixia  el  sentido  de  tristeza y alegría hasta lo 
más  marchito.  Duerme  con  sueños  de  inocencia  y  felicidad 
enfrascados con brisas nuevas. 
 
Imaginando  la  ternura  de  su  primera  palabra,  besar  el  vientre  de 
su  madre.  Y  sabes  que  ella  va  reír  por  primera  vez,  va  pasar 
mucho  tiempo  hasta  que  se  te  borre  esa  nostalgia.  Caramelizados 
padres por su hija Martina. 
 
 
Su  nombre  y  firma  la  eligieron  mamá  y  papá, y sí. Sus ojos nos 
cautivaron  al  instante.  Lo  siento  si  no  te  lo  dije  antes:  pero  soy 
muy muy muy feliz al desearte tenerte en mis brazos. 
Mujercita  de  amores,  tu  presente  me  hace  sentir  que  nada  en  el 
planeta va valer más que su sencillo respirar. 

 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/145
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

146/​Salvador Benigno Molinas


 
 
 
  
​Bonus 
 
 
 
 
 
 
 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/147
 

 
 
 
 
 
 
 
   
 
 
 
 
 
   
   
148/​Salvador Benigno Molinas
Impasse  
 
 
 
 
 
 
El  olor  a  limón  recorre  la  cocina  y  se  sumerge  en  el  patio  de  la 
casa, es del árbol de la vida. 
Le  deje  organizar  mi  vida  a  ella  que  suspira  mi  nombre,  sin 
pedirme nada a cambio da su amor por montones. La veo regar  
sus plantas durante la última insinuación de luz. 
 
Después  de  una  equivocada  maniobra  trastabilló  mi  corazón  y 
dejo ver mi vergüenza.  
 
Me  pediste  tiempo,  espacio,  vida  nueva  en  solitario.  Mi  mundo, 
mis días con aroma a limón en el patio de la casa han terminado. 
 
 
 
 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/149
 

Tu nombre y su reflejo 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
No retengo en mí los olvidos, no retengo en mí los delirios. 
Admirador  de  la  prematura  dolencia,  adolescencia  compactada en 
hormonas de placeres vagos. 
Vi más de ella en su reflejo, mujer deseada, amor de mil sueños.  
 
 
 
 
 
 

150/​Salvador Benigno Molinas


Ven conmigo 
 
 
 
 
 
Avenidas  impregnadas  de  soberbia,  amores  escondidos  entre 
asfaltos  decadentes,  estás  tratando  de  huir  de  algo  que  no  te 
persigue. Cálmate​ ​respira hondo y mírame fijo. 
 
No  más  sola,  ya  no  soledad  en  los  desiertos  verdes,  ya  no  más 
nostalgia en los desiertos oscuros del alma. 
 
Ven conmigo, ven a mi amor 
 
Corre  huye  pero  de ti misma, déjame que yo  arregle el desorden de 
la casa. Llegué para amarte para siempre. 
Me  moví  de  todas  las  formas  para  que  puedas  sentirte  cómoda, 
ahora te daré el amor que siempre esperaste​. 
 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/151
 

Te extraño allí 
 
 
 
Me perdí ¿dónde estoy? ¿Qué fue de mí? 
Nunca voy a aprender. 
 
¿Hola? 
 
Había una vez, una historia con sabor a frutas. Una tarde hecha 
noche donde todo fue mágico, fue místico, y perdurará para 
siempre. 
La esquina de Colón y Alem…la vías, las calles, la idea de 
entrar clandestinamente al aula de aquel colegio entre sombra, las 
rejas impidieron nuestra pasión, lujuria desmedida. 
Las madrugadas.  
Déjame decirte que te siento como si estuviera parado frente tuyo 
ahora. Las charlas, las múltiples charlas que fueran como 
redactadas por un guionista del amor. Dispareja perfecta. 
¡​No sé dónde estoy! ¿Dónde estás? 
Petrificado quedé ahí, por todo el tiempo que me quede vivir. 
Juntos.    
152/​Salvador Benigno Molinas
Nube gris 
 
 
 
 
Amiga y compañera de distintos edenes, desde que me enseñaron 
mis ojos a verte, jamás te fui infiel. 
 
Me mostraste el oscuro cielo y me salvaste de la depresión, de vez 
en cuando hay nubes entre las estrellas. Siempre te busco cuando 
me abandonas para marcharte a otro cielo y me dejas varado 
donde ese gran monstruo me somete. 
 
Nube gris, hermoso día. 
 
Ríete, llénate de carcajadas. Neutralizo el marketing que me estas 
encomendando.  
Aprovecha la alegría,  
Siempre me abandonas para marcharte a otro cielo con tus 
bolsillos cargados de soberbia. 
Detrás de la cascada en el salto aguardaré…  
Pasaré mis días.  
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/153
 

Las vías 
 
 
 
 
¿​La  revolución  es  de  las  masas  o  de  una  sola  persona? 
Desconfiados  en  calles  oscuras  y  acechadores  nocturnos  escondidos 
entre árboles de juguetes. 
El  norte  consumió  su  dolor,  hazte  sentir  incluso  más  que  aquella 
multitud que no pudo atajar las balas en Margarita belén. 
 
Las  vías  van  hacia  un  destino  más  bienaventurado.  La  miradas 
de los sabuesos más expertos, no, no, no.  
El silencio se apodera de las calles de tierra en la lejana década. 
Los  faroles  amarillos  en  el  medio  de  las  esquinas  desconfían 
“alumbraban solo lo que ellos querían”. 
 
Escucho  el  tren,  escucho  las  vías  de  mil  vidas  alejándose  y 
perdiéndose ante aquel angustioso sonido. 
Revolución de a uno. 
 
 
154/​Salvador Benigno Molinas
¿Infantil o melancólico? 
 
 
 
 
 
Perdí todo ritmo, 
Perdí toda sensibilidad, 
Me perdí a mi mismo, 
Necesito volver a comenzar desde lo más profundo del inicio. 
Cada día que pasa estoy tan lejos de mí. 
De qué sirve tu ropa si está manchada de glamour, de ambiciones 
por colores vivos. 
 
 
 
 
 
 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/155
 

​Odio y amor 
 
 
 
Cobrando lo que diste. 
Pasando boletas del pago de vida. 
 
Te llevaron en un lugar frío y hosco, solo eras un ser humano 
aparentando una vida. No quiero ni abrir mis ojos. 
 
Risas, chistes. Qué lindo el amor. 
Lloras a escondidas. Dame amor, dame eso tan dulce que 
guardas. 
 
Qué​ ​entretenido gozar de un futuro: No se nota en tu mirada la 
tristeza 
Qué entretenido es mojar tus labios entre esas… que sexualidad, 
causalidad. 
 
 
 
156/​Salvador Benigno Molinas
Sentimientos hallados 
 
 
 
 
Sentirse  un  tonto,  ser  un  perdedor,  caminar  admirando  lo  que 
todos tienen y solo ser un perdedor. 
Y comprender que es solo completar un círculo.  
 
Los  huesos  te  duelen​,  ninguna  contemplación  puede  reconfortar  la 
maldita distracción. 
Y sos vos el único eslabón de la cadena que completa el círculo. 
 
Puedo  ser  una  buena  persona,  puedo  cumplirte  los  mejores  deseos, 
esos  de  los  mejores  jamás  soñados  y  que  ni  en  tus  escondites  más 
inéditos has pensado… 
 
Pero seguirás siendo solo un tonto, un perdedor. 
Intento,  reintento,  aguda  composición  rebobinada  en  una  sola 
canción. Consumición divertida de nicotina asfixiante. 
Una encrucijada de felicidad. 
  
 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/157
 

Comienza el fin 
 
 
 
Como  una  manada  de  caballos  salvajes  solté  mis  recuerdos  de 
todos  los  años  vividos:  treinta  y  un  años  de  evocaciones.  Sin  duda 
los dejé escapar a una libertad sin precedente, a un austral mejor. 
Caminé,  luego  corrí  por  donde  menos  pensé  hacerlo.  Perseguí  un 
día  diferente.  Quiero  ser  la  mente  positiva  que  nunca  me  permití 
serlo,  conquistaré  el  mundo  desde  abajo,  conquistaré  mi  propio 
territorio. 
Me  compraré  cinco  soles,  diez  planetas,  tres  lunas  y  cuarenta  mil 
estrellas.  Mistificare  el  aire  de  mis  pulmones  “y  mis  recuerdos 
desenfrenados”.  
En  lo  mejor  de  los  días  cuando  más  feliz  me  siento,  cuan  niño 
alegre,  algo  oscuro  acecha  por las dóciles cercas del prado verduzco, 
allá  por  lugares  donde  mis  ojos  no  alcanzan  –divisó  la  presencia 
del mal- 
Las  noticias  cuentan  la  destrucción  del  mundo,  allí  las  bombas 
simultáneas  hicieron  eclosión.  Nadie  tuvo  tiempo,  ni  siquiera  a 
juntar los dedos. La humanidad dio su última bocanada. 
 
 
158/​Salvador Benigno Molinas
Dos cigarrillos y un café 
 
 
 
 
El  penúltimo  sorbo  del  café  supo  amargo,  el  humo  del  cigarrillo 
precipitaba  el  aviso  que  se  consumía  con  apuro.  El  Cambio  de 
gobierno se confirma en los periódicos.  
La  caída  del  gobierno  se  confirma  en  la  tv.  En  la  mesa  del  día 
cero  yace  el  hambre.  Leí  sobre  indec,  afip,  Muerte,  Muerte, 
farándula.  
 
Filosofando  en  un  cuartel  de  luz  ciega,  la  vidriera  de  la  cafetería 
da  a  un  mundo  invernal,  la  vereda  limpiada  y  purificada,  y  vi 
pasar de la mano unas parejas disparejas. 
 
Compré  mi  libertad  con  un  gran  interés  en  millones  de  cuota  de 
dos  pesos,  un  gran  precio,  también  pagué  mi  impuesto  de 
nacimiento. 
 
Todos  los  días  más  luchadores  del  futuro,  mantengan  la  cabeza 
abierta para conseguir una nueva vida. Una nueva libertad. 
 
 

Algunos recorridos por el rincón del silencio​/159


 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

160/​Salvador Benigno Molinas


​ Gracias
A las personas cercanas a mí que hoy no están presente
pero en corazón y alma sí: Siempre eternos.

A​l conjunto de sucesos que hacen parte de mi vida:


principalmente ​La  música​, ​por su influencia, todos sus
estilos y variedades. Fueron musicalizando este largo
proceso.
A​ Dios.
A​l café.
A​ los libros, los que compre y los que ya tenía.
A​ la silla que me sostuvo.
A ​mi corazón, o lo que queda de él.
A​ los mil te extraño.
A​l sol y jornadas sin nube.
A​ la luna, las estrellas: al cielo mismo.
A​ los días con nubarrones grises con y sin lluvia.
A​ las tormentas: las tranquis.
A​l invierno en especial, pero sin desmerecer a otras
estaciones del año.
A​ Nonpalidece por su música.
A​ su aporte creativo: Word, YouTube, google.
A mis ojos por las largas horas de exposición frente a la
pantalla de la computadora, así también mis oídos con
los auriculares puestos.
A la cervezas… y de vez en cuando a las copas de
vinos.
A​ mis ex árboles de pomelo, mangos y limoneros.
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/161
 

A​ ese jardín infinito del Barrio 12 de octubre.


A mi perro: Ruffo que duerme un sueño mágico. Te
recuerdo.
A las provincias de: Misiones, Córdoba, Formosa, chaco
y Corrientes. También Buenos Aires. Por su naturaleza y
ciudad.
A ​la ciudad de San Martín de los Andes. Sin palabras; un
paraíso en la tierra.
A​ Asunción. República del Paraguay.
A​ charata- chaco
A ​los mates amargos.
A ​la gente que no se animó a creer en mí. Su aporte fue
sumamente necesario. Sin ellos esto no valdría la pena.
A​ los tantos puchos.
A ​los colectivos urbanos. Y los de larga distancia.
A​ las películas, Mis preferidas y las nuevas.
N​o me quiero olvidar: A mí ya desgastada “computadora”
notebook, porque aguanto los virus, y los muchos etc.
Llego con lo justo. Sin ella esto no sería posible. Un
¿Gracias? O ¿lo contrario? _ Risas _
N​o te ofendas! no te cambio ni por un ​Macbook pro.
A los desayunos, los almuerzos las meriendas y las
cenas.
A​ Ruma: mi Alter ego; él hizo el 85 % del trabajo.
A los que lograron leer hasta acá. Que su tiempo,
paciencia se les sea devuelto de alguna forma. No se
aceptan reclamos.
C​reo que hasta acá llegué. Me faltan mil cosas; las
guardo para mis adentro. Ya no los aburro más.

162/​Salvador Benigno Molinas


   
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/163
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
164/​Salvador Benigno Molinas
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Suceda lo que suceda siempre tienes que volver a cantar  
 
 
 
 
 
 
   
 
   
  
Algunos recorridos por el rincón del silencio​/165
 

 
 
 

166/​Salvador Benigno Molinas

S-ar putea să vă placă și