El examen de ultrasonido es totalmente suave y no ocasiona ninguna molestia.
Consiste en hacer deslizar sobre la piel un pequeño aparato llamado transductor, que emite ondas sonoras de alta frecuencia (dos millones a 20 millones de hertzios), inaudibles por el oído humano, que son captadas de vuelta en forma de eco. Como cada órgano y estructura tisular tiene una densidad específica, los tiempos de retorno de los ecos devueltos por ellos son diferentes y se traducen en la pantalla en tonos variables de gris, del blanco al negro, formando una imagen captada por un ordenador.
Se pasa un gel adecuado sobre la piel, en la región a ser examinada, y sobre él
hace deslizar el transductor que emite las ondas sonoras y las capta de vuelta. También se puede realizar por vía intravaginal. Con la mujer acostada, el médico introduce el transductor por la vagina y él capta informaciones de las estructuras genitales superiores.
¿Cuáles son los exámenes más comunes?
Se puede realizar ultrasonografía de prácticamente cualquier parte del cuerpo.
Algunos de los exámenes ultrasonográficos más comunes son:
Ultrasonografía de abdomen: requiere un ayuno de 6 a 8 horas y que la
vejiga esté repleta. Se utiliza para la evaluación del hígado, vesícula biliar, riñones, páncreas, vejiga, grandes vasos, retroperitoneal y, más excepcionalmente, tracto gastrointestinal. En la mayoría de los casos, las mujeres son más frecuentemente utilizadas para evaluar el estado del útero, las trompas y los ovarios, pero también puede usarse para evaluar dolores de pélvico, sangrados anormales, tumores, infecciones, alteraciones de la vejiga y para orientar eventuales biopsias por agujas. En el hombre el ultrasonido se realiza con el objetivo de evaluar la próstata, la vejiga y las vesículas seminales.
Ultrasonografía de las mamas: utilizada para el diagnóstico y el seguimiento
de lesiones mamarias y para la realización de biopsias con agujas.
Ultrasonografía de la tiroides: la ultrasonografía con doppler de tiro de tiro
proporciona información sobre la tiroides y su flujo sanguíneo.
Ultrasonografía de las articulaciones: para ayudar en la evaluación de
alteraciones de las estructuras articulares y de la musculatura asociada a la articulación (sinovites, artritis, entre otros).
Ultrasonografía en el embarazo: un uso muy frecuente de la ultrasonografía
es en el seguimiento del embarazo, momento en que puede evaluar el desarrollo del feto y la salud del bebé.
Ultrasonografía en las biopsias: otro importante y frecuente uso de la
ultrasonografía es guiar las agujas de biopsias para sus blancos correctos.
Aprender sobre electrocardiograma, ultrasonido y lecciones de medicina es
muy sencillo con Practical Clinical Skills, cualquier estudiante o profesional de la rama de la salud puede hacerlo fácilmente.