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Reporte de Fuente

SILVA, Rocío (2008) El factor asco. Basurización simbólica y discursos autoritarios en el


Perú contemporáneo. Lima: Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú.

En este primer reporte se analizará el libro El factor asco. Basurización simbólica y

discursos autoritarios en el Perú. Rocío Silva Santisteban, autora de este libro, es bachiller

de Derecho y Ciencias Politicas de la Universidad de Lima. Luego oriento su carrera

académica a la Literatura y al estudio del género. Además, Santisteban cuenta con una gran

experiencia periodística a nivel latinoamericano. En la actualidad es redactora del diario La

insignia en España y trabaja como directora del diplomado de periodismo de la

Universidad Jesuita de Lima. Fue becaria por la Rockefeller Foundation, AVNA y

CLACSO. Entre sus obran figuran poemarios como Condenado amor (1996), turbulencia

(2005) y los ensayos, Estudios culturales: Discursos, poderes, pulsiones (2001) e

Industriales culturales: Máquina de deseos en el mundo contemporáneo (2007).1

Respecto al libro, Santisteban expresa que esta investigación se dio gracias a la beca

“Violencia: el sesgo cultural”2 que le otorgó SUR (Casa del socialismo y la Rockefeller

foundation for the humanities) a la cual le guarda un íntimo agradecimiento. En el texto

Santisteban se explaya en torno al tema del asco. Por un lado, (i) pretende mostrarnos toda

una gama de definiciones previas en torno al asco por parte de algunos investigadores para

darnos algunas nociones previas y básicas para el entendimiento de su postulación. Una vez

1
Cfr. Pagina web de Los noveles (2010)
2
Las pautas del concurso pueden ser vistas en la siguiente pagina web:
http://www.universia.edu.pe/contenidos/comunidades/universitarios/becas/rockefeller.php

1
emplazados en su universo, (ii) la autora redimensiona el asco como una reacción con base

cultural por la cual se pueden construir, maliciosamente, estereotipos basurizados. A este

proceso lo denomina Basurización simbólica. Por último, (iii) la autora nos mostrará

algunos casos nacionales en los que se evidencia el proceso de basurización simbólica y en

los que se pueden percibir la creación de personajes dignos de repudio. La postulación de

Silva afirma que los medios de comunicación transmiten discursos autoritarios en los que

se esconde la exclusión, a través de personajes basurizados. Entonces, el fin de ésta

investigación es desenmascarar algunos discursos nacionales que se dicen filántropos, pero

que, en realidad, predican la exclusión del otro, el cual provoca asco y se entiende que es

necesario purgarlo.

Al analizar la fuente de manera más detallada, uno se conecta de manera con el significado

que tiene la autora acerca del asco y la ruta por la cual este vocablo viaja para llegar a la

construcción del prejuicio. Ahora, la autora plantea el asco como:

“(…) una sensación aversiva producto del contacto personal -a través de los
sentidos- y sorprendente con un objeto o sujeto que provoca rechazo debido al
temor que este pueda contaminarse.” (Santisteban 2008:54)

En esta cita se evidencia la base física y biológica del asco. Al afirmar que se produce por

el contacto personal y añadir la acotación de los órganos sensoriales, la concepción de asco

se reafirma en la categoría cuerpo. Sin embargo, al asco se le relaciona con el rechazo y el

temor. Para que el asco cause rechazo y temor, debe haber un mecanismo previo que

2
necesariamente tuvo que ser aprendido. Así, el asco se aprende3, el asco es cultura. Y

justamente, al hablar del asco como una representación cultural aprendida, a Silva le parece

pertinente hacer una diferenciación entre el asco y lo asqueroso. Para esto, la autora se basa

de un dato muy interesante. A pesar que ambas palabras parecieran pertenecer a una misma

raíz, el Diccionario de la Real Lengua Española le atribuye diferente origen. La palabra

asqueroso viene del vocablo latín esquarosus que significa “lleno de costras; mientras que

asco, proviene de usgo lo cual significa odio4. Se puede decir que lo asqueroso se remite a

la sensación biológica de “nausea”5 ante un objeto (la costra); por lo tanto, proviene desde

el objeto mismo. En cambio, el asco, así como el odio, es una reacción que se genera por

algún estímulo. Es decir, nace desde el ser que percibe lo asqueroso. Silva lo explica así:

“(…) lo asqueroso emana de objetos que muchas veces pueden ser considerado
universalmente repulsivo (como las heces o la sangre menstrual); en cambio, el
asco dependerá con mayor énfasis de las imbricaciones culturales de cada
sociedad (…)” (Santisteban 2008:56)

En este punto también se nutre la teoría que propone que el asco es cultura, pues, si bien lo

asqueroso nace desde el objeto, es el sujeto el que le da la categoría de asqueroso en base a

su aprendizaje generacional y su medio social6. Así, el sujeto, en función de lo asqueroso,

regula su mundo entre el ser y el deber ser.7 Lo no asqueroso, es y lo asqueroso debe llegar

a ser. Este mecanismo de orden es el que hace al sujeto sentir un cierto apego al asco. De
3
Cfr. Santisteban 2008: 32
4
Cfr. Santisteban 2008:54-55
5
La nausea, aunque este muy ligada a los términos asco y asqueroso, debe
diferenciársele de las otras acepciones. La nausea está relacionada con el efecto
meramente biológico ante un estimulo asqueroso (arcada).
6
El asco por sí solo no existiría. El asco vive en el imaginario de un individuo, el cual se
remite al entorno en el cual fue inculturizado.
7
Cfr. Santisteban 2008:32
3
hecho, la autora cree que el asco tiene una naturaleza compleja, la cual no solo conlleva a la

propiedad de repeler, alejar, segregar (excluir); sino que también tiene la capacidad de

atraer, centrar, ordenar (incluir)8. Ya en este nivel de análisis, la autora introduce el

concepto de basura. La basura es asquerosa, por lo tanto se debe segregar (botar). Ahí la

basura encuentra su espacio: Afuera. “(…) todo lo que simbólicamente es visto como

basura debe ser puesto afuera” (Santisteban 2008:64). La basura contamina y, lo que es

peor, contagia. Este temor es el combustible del mecanismo de evacuación de desechos. La

autora relaciona la basura con la clase baja y obrera. Para esto se vale de pruebas literarias

(la literatura te da la posibilidad de representar el imaginario colectivo de una sociedad) y

toma a “Los gallinazos sin plumas” de Julio Ramón Ribeyro como digna recreación de la

intimidad entre lo pobre y la inmundicia9. Ahora, ya hemos dicho que el sujeto categoriza

lo que es y debe ser asqueroso, ergo, también califica lo que es basura y debe ser depurado.

A este proceso, la autora lo denomina “Basurización simbólica”10. Es acá donde la otredad

se hace evidente, se crea un orden de centro-periferia. El que desecha la basura esta en el

centro y el que la recoge esta en la periferia. Se basuriza al otro. 11 Dentro de este contexto

exclusivo, la autora plantea que algunos discursos vertidos en la media, han construido,

malintencionadamente, personajes basurizados. Santisteban analiza específicamente el caso

Laura Bozzo12. A la conductora de televisión la toma como representante de un mundo


8
Esta naturaleza ambivalente del asco, es una propuesta apoyada por la autora pero
que ya había sido tratada con anterioridad. William Ian Miller, ya en 1998, hablaba del
asco como una emoción que podía causar repulsión o atracción.
9
Cfr. Santisteban 2008:62
10
La autora parte del concepto de Basurización, introducido por Daniel Castillo, al cual
le aumenta el vocablo simbólico, pues para ella, la basurización está basada en un
sistema de símbolos que ordenan concepciones y que justamente se reflejan en el
discurso.
11
El otro ya no se encuentra en el nivel del nosotros. La basurización impone una
verticalidad en la cual el otro es visto, no solo como recogedor de basura, sino
también, como basura misma.
12
Laura Bozzo condujo programas de talk show en los años 90, los cuales se
caracterizaban por sus controvertidos temas y panelista. Su fama en el mundo
4
mediático, generalmente manejado por la clase política, la cual, al intentar depurar la

sociedad del estorbo que representan los pobres, construye otra realidad: La tele-realidad13.

Este nuevo mundo que vive dentro de la televisión, construye, a su vez, la imagen de un

pobre virtual. Un pobre universal, completamente homogeneizado con características

indigentes, reprobables y diferentes. Se crea un digno representante del asco: el “tele-

pobre”. Estos nuevos pobres son empoderados gracias al poder mediático de la televisión,

lo cual desemboca en la difícil identificación entre este y el pobre real. El “tele-pobre” es

visto como un ser humano dispuesto a todo por sobrevivir, sin importar los estamentos

morales. Estos, al ser televisadas, provocan en el espectador una especie de “evacuación”

de miserias, es decir un purgamiento de desechos. Dicho personaje, al estar “financiado”

por la televisión llega a sentirse más como el puro reflejo del pobre real. Es así que la

autora encuentra en el talk show, la construcción de un estereotipo ridiculizado y altamente

basurizado.

Para finalizar con este reporte, y haciendo la prudente acotación que nuestro tema de

investigación busca entender cómo funcionan los mecanismos de exclusión en los medios

de comunicación del Perú entre 1960 y el 2000, es relevante mencionar que el aporte de

Santisteban es fundamental, pues nos da un criterio de exclusión sumamente interesante

como es el factor asco, el cual ha sido duramente debatido por diferente ideólogos. No

contenta con eso, emplaza ese criterio en el acontecer nacional para luego desmantelar un

supuesto sistema de ayuda social y exponer su verdadera naturaleza como pieza de un

televisivo se hizo tan grande que se le considera la gran representante del talk show en
el Perú.
13
Cfr. Santisteban 2008: 65
5
mecanismo de exclusión. Es importante mencionar también que la autora nos presenta al

“tele-pobre” y gracias a esto, nuestra monografía se nutre de un personaje estereotipado.

SILVA, Rocío (2008) El factor asco. Basurización simbólica y discursos autoritarios en el


Perú contemporáneo. Lima: Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú.

Página Web de Salvador Raggio (2010)


(http://www.losnoveles.net/rociosilvasantisteban.htm) Blog de Salvador Raggio, literato y
comunicador, en el que publican importantes literatos de habla hispana como Rocío
Santisteban. (Consulta: 13 de abril)

Reporte de Fuente

COSME, Carlos y otros (2007). La imagen in/decente. Diversidad sexual, prejuicio y


discriminación en la prensa escrita peruana. Lima: IEP

En este segundo reporte, se analizará la obra escrita por cuatro autores encabezados por

Carlos Cosme. Este autor es un activista de la igualdad de derechos. En realidad no se tiene

mucha información biográfica sobre él, pero a grandes rasgos se puede decir que siempre se

ha relacionado a las vertientes humanistas y artísticas. Es historiador del arte por la

Universidad Mayor de San Marcos (UNMSM) y arquitecto por la Universidad Nacional de

Ingeniería (UNI). También tiene una maestría de Arte Peruano y Latinoamericano por la

UNMSM. 14

14
Datos biográficos del autor extraidos de la solapa del libro “La imagen in/decente.
Diversidad sexual, prejuicio y discriminación en la prensa escrita peruana
6
Respecto al libro, es una obra de 116 páginas que giran en torno a los grupos humanos con

afectividades no hegemónicas15. El libro encierra como tesis la no inclusión de los grupos

gays, bisexuales, lesbianas y trans en la participación ciudadana, ya que el actual concepto

de ciudadanía promueve su exclusión, debiendo redefinirse de manera inmediata. Así, el

texto se enfoca en tres objetivos puntuales: (i) desmantelar la concepción de ciudadanía,

mostrando una arista oculta que implica exclusión, (ii) demostrar que la prensa escrita

peruana construye estereotipos excluyentes de grupos con afectividades no hegemónicas, lo

cual es un discurso altamente exclusivo y (iii) proponer al Estado un nuevo concepto de

ciudadanía, el cual sea verdaderamente inclusivo y participativo.

Ya entrando a detalles importantes, los autores parten desde el concepto de ciudadanía,

tratando de desmembrarlo para poder tocar su verdadero trasfondo. El significado de

ciudadanía a nivel consensuado implica el ejercicio de derechos, así como la participación

de un individuo en el progreso de su propia nación. La participación y respeto por el otro

(que, en realidad, es el mismo) genera pasión. Es decir, genera un sentimiento de inclusión,

de identidad. Es así que la identidad nacional se constituye como un factor determinante

que cohesiona a los ciudadanos de una misma nación.16 Sin embargo, el mecanismo

identitario no es bien usado. Se confunde identidad con equidad. Lo que el libro condena es

justamente el efecto de esa confusión: La homogenización. Cosme señala que se:

“(…) condiciona[n] las prácticas que determinan el sentido de comunidad,


ampliando los márgenes de inclusión/exclusión (López 1991); y por el otro,

15
El autor hace una crítica al término diversidad sexual, planteando la idea que la
diversidad encasilla a personas con afectividades no hegemónicas, ahondando más la
exclusión.
16
Cfr. Cosme 2007:15
7
delimita la igualdad de sus integrantes en torno a las representaciones del
‘nos/otros’.” (Cosme 2007:14)

Esto quiere decir que un individuo solo formará parte de una identidad nacional, en tanto

comparta los mismos modelos que dicha Nación practica. Esto implica la existencia de un

poder hegemónico que regula el comportamiento de su respectiva colectividad, y un grupo

que no cumple con los parámetros establecidos, por lo que se les debe homogenizar o

excluir. Así, “ser idéntico al modelo de hegemónico de ciudadano es el mandato de Estado

nación” (Cosme 2007:17), cualquier diferencia o incongruencia con el modelo hegemónico

se considera nociva para el sistema. Entonces, el sentido de ciudadanía o nacionalidad

inclusiva es, en realidad, una ciudadanía del nos que se contrapone a los otros. Dentro de

este sistema del nos/otros17, el modelo que le interesa analizar al autor es el de la

sexualidad. Según Cosme, el modelo sexual se rige según normas basadas en el género,

entendido como una condición innata reflejada en los genitales. Así, la humanidad usa la

categoría sexo como medio de identificación. El hombre es (existe), en tanto porte una

sexualidad reconocida genital, hormonal y morfológicamente18. Bajo la categoría genital,

el sexo tiene una función meramente reproductiva, que limita el derecho al placer y el goce

sexual. Dentro de esta limitación se encuentran los grupos con sexualidades y afectividades

no hegemónicas, por lo tanto la categoría genital atenta contra la idea de ciudadanía. Ante

esta problemática, el autor propone basar la sexualidad dentro de la categoría cuerpo. Desde
17
Cfr. Cosme 2007:17
18
Cfr. Cosme 2007:15 “Sexo, luego existo”. Postulado en el que se nota la relevancia
del sexo como órgano genital para ordenar el sistema. Se categoriza como masculino y
femenino según las dos únicas posibilidades morfológicas y la única manera de
interacción es la heterosexual. Cualquier otra manifestación, no va con el modelo
sexual; es decir, no existe.
8
aquí se satisface, no solo los principios reproductivos, sino también los otros derechos

sexuales y de interrelación:

“(…) las practicas corporales impugnan toda convección unilateral sobre la


realidad sociocultural, toda racionalidad que reduzca la complejidad de los
procesos identitarios” (Cosme 2007:16)

Sin embargo, aceptar esta categoría sería un proyecto de largo plazo, pues derrumba uno de

los principales pilares sobre los que descasa nuestra sociedad: La heteronormatividad. El

autor define este sistema bajo el conjunto de tres normas irrompibles. La primera es la

aceptación de la heterosexualidad como eje ordenador. La segunda plantea que la

diferenciación de género se extiende a dos, tomando como base la genitalidad. Y la tercera

refiere a la dominación masculina.19 Respecto a este último principio, el autor señala que la

sexualidad femenina normalmente se oculta, o se silencia20. Es, tal vez, por eso que se

condene más la no heterosexualidad (trans, gays, bisexuales, lesbianas) en tanto evidencie

más femineidad.

La femineidad se convierte en un simbolismo, por lo que se aprecia la verdadera naturaleza

de la exclusión. La exclusión es simbólica.21 Basado en esta premisa, el autor usa el

análisis semiótico para examinar en la prensa escrita peruana y encontrar manifestaciones

exclusivas dirigidas hacia grupos con afectividades no hegemónicas y, además, entender los

sistemas de construcción de prejuicios. Luego de un meticuloso análisis, El autor logra

diferenciar dos grandes grupos de población GLBT: Los anormales y los extravagantes. A

19
Cfr. Cosme 2007:21
20
Cfr. Cosme 2007:106
21
Cfr. Cosme 2007: 20
9
los anormales se les ve como víctimas, sin embargo, estas víctimas son potencialmente

peligrosas pues con su forma de ser rompen la estabilidad social y sexual. En cambio, a los

extravagantes se les niega realidad, en tanto su mundo (lleno de extravagancia) es un

mundo ficticio. Ya con los personajes encontrados, el autor se preocupa en entender el

proceso por el cual, la simbología gráfica y la escritura construyen un mecanismo de no

tolerancia (exclusión) hacia la otredad. Para esto, toma como punto de partida el “sentido

común”.22 El sentido común es homogeneizador. Este trata de emparejar las diferentes

cosmovisiones de los individuos de la sociedad limando asperezas y suavizando

incongruencias. Así, actúa como filtro, pues sólo conserva los conceptos con mayor arraigo

y disimula las particularidades. Esto conlleva al primer mecanismo exclusivo: La

estereotipia. Al sentido común le resulta más fácil simplificar una realidad compleja en sus

características más resaltantes –estereotipo-, que tratar de adherirla en toda su complejidad

al sentir común. Para la construcción de estereotipos destructivos, la prensa escrita23 usa dos

recursos: La acumulación y la explicitación. Por un lado, la explicitación se encarga de

mostrar un evento bochornoso de la manera más detallada posible. Esto se hace para lograr

el asco sobre el sujeto que se trata. Así, mientras más retorcida, sórdida y meticulosa sea la

descripción, más destructivo será el estereotipo. En cambio la acumulación consiste en

amontonar situaciones reprochables a un individuo que se perciba como representante de un

grupo mayor. De esta manera, el reproche ya no sólo va al representante, sino al grupo que

22
El sentido común regula la normativa de lo colectivamente aceptable, por lo tanto
fija los límites entre lo normal, concebido como cotidiano y real; y lo anormal,
concebido como perturbador, sorprenden te y peligroso. Entonces, a partir de esto, se
puede afirmar que el “sentido común” es el mecanismo por el cual un grupo humano
configura su mundo.
23
En el libro se analiza la semiótica y el discurso escrito de los diarios “El comercio”,
“Aja” y “El trome”.
10
representa. Este recurso desvirtúa el fin de la prensa, pues se enfoca más en el reproche del

escándalo que en la información de la noticia:

“A fuerza de repeticiones y reiteraciones, la imagen se despoja de sentido,


expresando en última instancia el mandato tácito (el deber ser) y no la
información objetiva (lo que es).” (Cosme 2007:86)

De este modo, la prensa se inmiscuye en la esfera privada de los individuos con prácticas

reprochables, esto gracias al consentimiento tácito de los que están dentro de los parámetros

hegemónicos. Otra forma de exclusión funciona bajo el mecanismo de la negación de la

existencia del otro. La interrogante sería: ¿De qué manera la prensa puede invisibilizar a

otro individuo? Para esto, el autor se basa en la noción de identidad en el campo sexual de

un colectivo. De acuerdo a la heteronormatividad imperante, cualquier individuo que no

cumpla con los estamentos del sistema, en este caso, respecto a la sexualidad, se convierte

en un ser con una existencia dudosa. La identidad que aplica el sentido común esta

encasillada entre el sexo (macho y hembra) y el acto sexual (heterosexualidad); por lo que

considera infundado e inexplicable el modelo basado en la categoría cuerpo y en los

procesos de socialización y aprendizaje24. Así se marca un quiebre, el cual posibilita la

invisibilidad por parte del grupo hegemónico hacia el grupo subordinado.

Para terminar, es necesario explicar la importancia de esta fuente en nuestra monografía. Se

trata de una investigación por parte de cuatro autores, lo cual hace que la información sea

más confiable. Además, el texto tiene una línea editorial íntegramente direccionada a los

24
Cfr. Cosme 2007: 88
11
grupos con afectividades y sexualidades no hegemónicas, lo cual le atribuye un importante

carácter especializado. Ya a manera de aporte sustancial, el texto pone en el tapete el

concepto tradicional de ciudadanía y además, nos plantea una alternativa en aras de una

ciudadanía verdaderamente inclusiva. Es también resaltante la identificación de estereotipos

en la prensa escrita en base a los grupos de sexualidades no hegemónicos, pues el nivel del

análisis semiótico es tan sorprendente que va desde el análisis discursivo hasta la

observación de estructuración de la primera plana. Sin embargo, considero que el aporte

más rescatable de esta investigación es la propuesta de ver la sexualidad en torno a la

categoría cuerpo. Esto viabiliza la comprensión de la sexualidad como una realidad de

carácter sociocultural (y no biológica) lo cual acabaría con la concepción unilateral de la

heteronormatividad.

COSME, Carlos y otros (2007). La imagen in/decente. Diversidad sexual, prejuicio y


discriminación en la prensa escrita peruana. Lima: IEP

Diego Hernández M.
200920501

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