Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Agrupación Estudiantil
EDIPO
YOCASTA
CREONTE
LAYO
TIRESIAS
ESFINGE
PITONISA
LACAYO
SACERDOTISA DE DELFOS
CORO
CORIFEO
CORO-
De Edipo de Tebas haciendo memoria,
les cuento la historia con penas y glorias.
YOCASTA- Que lo hagan los demás. Yo me voy a poner Botox. ¡Vamos guagua!
EDIPO- Sí mi amor.
(Se van).
CORIFEO- Bueno, estos son Edipo y Yocasta, y ahora nos queda por presentar a
Layo, Creonte, la Pitonisa…
TIRESIAS- ¡Podemos terminar pronto con esta tontera! Recuerden que soy ciego
y escuchar tanta lesera me pone de mal humor. Tengo que ir a vaticinar
desgracias por todo el país y poner la voz en off en un reportaje sobre pokemones
micro traficantes promiscuos y adictos a Facebook. Empecemos ahora y
dejémonos de estupideces.
CORIFEO- Bueno. Parece que vamos a tener que hacerla corta. ¡Vamos
chiquillos!
CORO-
Esta es la historia de Edipo y su cahuin familiar.
Como la historia era muy larga y no queremos aburrirlos, la tuvimos que acortar.
Y para que sea más sencilla y más ágil de entender,
Será chileno, ya no más griego,
Pero aún será…Edipo rey.
II
(Entra Layo).
CORO-
Tirano y celoso,
curioso y miedoso.
(Entra la Pitonisa)
CORO-
Sabiendo tal cosa,
Veloz como un rayo,
Le dijo a un lacayo.
(Entra el lacayo).
LAYO- Te iras con mi hijo, no quiero que crezca, haz tu que perezca como te
parezca.
CORO-
El dócil lacayo no cumple la orden
y con los pies atados
lo dejó colgado.
El muy desdichado
quedó colgado
con los pies atados.
Luego Edipo salvóse
y por los reyes de Ismo
es adoptado.
III
CORIFEO-Edipo crece para convertirse en rey y en una fiesta, el cura del pueblo,
un poco entonado, se le acerca para decirle un secreto.
(Edipo y Tiresias).
TIRESIAS- No es que te quiera arruinar la fiesta, pero tengo que contarte algo que
todos ya saben, pero que por cariño, nadie te dice: No eres hijo verdadero de los
reyes, eres un recogido, un usurpador, y lo que es peor, un huacho.
TIRESIAS- Para que no seas tan insolente con tus papis, porque si es por ello, la
corona no la vas a ver ni aunque la saques del refrigerador.
EDIPO- ¡Changos!
IV
CORO-
Nuestro joven Edipo, que aún no era rey,
de alguna forma, intentaba entender,
al más famoso oráculo fue a ver
pero mejor hubiera sido, renunciar al saber.
(La pitonisa esta sentada detrás de un mesón. Junto a ella, también esta
sentada la sacerdotisa de Delfos. Aparece Edipo. Hace la fila y espera).
SACERDOTISA DE DELFOS- ¡Número 825, número 825! a la una, a las dos…
EDIPO- ¡Soy yo! Quiero saber mi futuro y si en realidad soy hijo de mis padres.
(Edipo se dirige a la Pitonisa, pero antes que le pueda preguntar nada, esta,
saca un cartelito que dice “Caja fuera de servicio”).
CORO-
Edipo tu vida se pone movida,
muy movida,
serás parricida
si bien yo detesto hablarte de esto,
se viene, se viene,
se viene un incesto.
(Edipo huye).
CORO-
Dicho y hecho.
Edipo y un viejo se encontraron en un trecho
Ceder el paso nadie quiso,
Un semáforo, jamás tanta falta hizo.
(Edipo y Layo).
LAYO- ¡Mocoso!
CORO-
Edipo no sabe que ese es su padre
Mas luego en instantes…
CORO-
Matolo, matolo el muy concha de su…
CORO- Venga el ….
CORIFEO- Basta. irrespetuosos! ¿Qué van a pensar de nosotros? Estamos
haciendo teatro, un clásico griego.
VI
CORO-
Por un servicio prestado
a un alto funcionario
que jamás fue cancelado,
la esfinge rencorosa
ni tonta ni perezosa,
a la ciudad ha difamado.
EDIPO- Sí.
EDIPO- Ahhh. Yo no tengo plata. Me fui de la casa porque me enteré que iba a
matar a mi papa y a empernarme a mi mamá, y salí con lo puesto.
ESFINGE- ¿Así que te creís muy vivo? Ya po. Ándate a Tebas, no tenís idea de la
sorpresita que te espera.
VII
CORO-
Edipo, Edipo, eres el mejor.
Venciste a la Esfinge, como un campeón.
Por haber salvado a nuestra ciudad,
Tebas te da, su corazón.
CORO-Sí. Ahora.
YOCASTA- ¿Qué hace un chico como tú en un lugar como este? Yo soy Yocasta.
La reina. Hace poco quedé viudita y me siento muy solita. ¿Qué opinas de las
maduritas?
EDIPO- Necesito una ayudita musical.
CORO- ¡Cuenta con nosotros!
EDIPO y CORO-
CREONTE- Disculpen que interrumpa tanto idilio, pero esta luna de miel de
ustedes ya lleva mucho tiempo y parecen no darse cuenta de la crisis de nuestra
ciudad.
CORO-
En Tebas está la crema.
La peste se ceba
La gente delira y se muere sola.
La muerte su horrenda cara asoma;
¡Vamos Edipo! ¡A ponerse la corona!
CREONTE-
Edipo no sabe gobernar
Solo quiere disfrutar
Y con la reina pernoctar
YOCASTA-
¿Y que tanto? Hermanito, yo no sé si lo que te hace cahuinear es la ambición…o
la envida.
CORO-
Yocasta era muy de la realeza.
pero no dejaba títere con cabeza.
CORIFEO-
Oh, gran Edipo señor. De nuestra tierra gurú. El país se derrumba, y tú pensando
en tu dama. Míranos. El hambre y la muerte nos corroen.
EDIPO-
¿Y qué hago?
CORO-
¡Atina!
EDIPO-
Yo sé que estáis sufriendo,
pero ya pasará.
Hablaré con mi asesor,
el tiene el don de la verdad.
YOCASTA-
¿Y a quien vas a llamar?
EDIPO-
Al curita de mi pueblo, es medio copuchento, pero siempre le achunta.
CORO-
¡Que entre Tiresias!
YOCASTA-
Que dices Edipo, no seas gil, vámonos a la cama, no llames desgracia. Deja las
cosas tal como están, la vida se pasa, yo quiero papa antes que me ponga vieja…
TIRESIAS-
Los dioses piden venganza, mujer ingrata. Tú sabes lo que pasa. No te hagas la
cucha. La sangre de Layo pide al culpable, y mientras no se halle, la gente de
Tebas se irá a la cresta.
CORIFEO-
Edipo pregunta cuál es el secreto.
YOCASTA-
¡No seas porfiado!
¡No revuelvas el pasado!
No le hagas caso a los mal hablados.
Yo quiero vivir siempre a tu lado.
CORO-
“¿A tu lado?”
YOCASTA-
Sí.
CORO-
“¿A tula do?”
YOCASTA-
¡Que burdos!
EDIPO-
¡Basta de lesera! Viejo, yo quiero saber que es lo que se esconde aquí.
TIRESIAS-
Si tu deseo es perderte, yo no puedo detenerte… ¡Que así sea!
CORO-
¡Redoble de tambores!
TIRESIAS-
Tú naciste de esta mujer, y a tu padre lo hiciste zumbar.
CORO-
¡CHAN!
TIRESIAS-
¿Estás contento ahora?
EDIPO-
O sea, que ahora, a Yocasta, le tengo que tener regalo, para el santo, para el
cumpleaños, para el aniversario…¿y para el día de la madre?
TIRESIAS-
Exactamente.
CORO-
Los hijos que los dos engendraron,
largas secuelas dejaron,
largas secuelas.
Y aunque a Yocasta le duela,
de sus propios hijos es abuela.
YOCASTA-
Bueno, ¿No lo podemos dejar así? ¿Que de aquí no salga? ¿Que todo quede en
familia?
CORO-
Nunca mejor dicho.
EDIPO-
¡Que mala pata!
(Silencio)
EDIPO-
Creo que me voy a tomar un tiempo para pensar.
YOCASTA-
¿Te acompaño?
EDIPO-
Aléjate de mí.
YOCASTA-
¡Más respeto, que soy tu madre!
TIRESIAS-
¡Y esto ha sido…CASO CERRADO!
CORIFEO-
Después de una sesión con su analista,
Edipo, muy alterado, se quita la vista.
CORO-