Sunteți pe pagina 1din 13

BIBLIOTECA OBRAS

DE
DE
AUTORES CRISTIANO:
Declarada de interés nacional
SAN AGUSTÍN
ESTA COLECCIÓN S E PUBLICA BAJO LOS AUSPICIOS Y ALTA EN EDICIÓN BILINGÜE
DIRECCIÓN DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA

III
LA COMISIÓN DE DICHA PONTIFICIA
U N I V E R S I D A D ENCARGADA DE LA
INMEDIATA RELACIÓN CON LA B . A. C. O B R A S F I L O S Ó F I C A S
ESTÁ INTEGRADA EN EL AÑO 1 9 6 3
POR L O S S E Ñ O R E S S I G U I E N T E S : Contra los académicos. Del libre albedrío. De la
PRESIDENTE : cuantidad del alma. Del maestro. Del alma y su
origen De la naturaleza del bien: contra los maniqueos.
Excmo. y Rvdmo. Sr. Dr. Fr. FRANCISCO BARBADO VIE-
J O , 0 . P., Obispo de Salamanca y Gran Canciller de la VERSIÓN, INTRODUCCIONES Y NOTAS DE LOS PADRES
Pontificia Universidad.
FR. VICTORINO CAPANAGA, O. R. S. A.
VICEPRESIDENTE:limo. Sr. Dr. LORENZO TURRADO, Rec- F R . E V A R I S T O S E I J A S , O . S. A .
tor Magnífico. F R . E U S E B I O C U E V A S , O . S. A .
FR. M A N U E L M A R T Í N E Z , O. S. A.
VOCALES : R. P . Dr. L u i s ARIAS, O. S. A., Decano de F R . M A T E O L A N S E R O S , O. S. A.
la Facultad de Teología; R. P . Dr. MARCELINO CABRE-
ROS, C. M. F., Decano de la Facultad de Derecho;
R. P . Dr. PELAYO DE ZAMAYÓN, O. F . M. Cap., Deca- TERCERA EDICIÓN
no de la Facultad de Filosofía; R. P . Dr. JULIO CAM-
POS, Sch. P., Decano adjunto de la Sección de Huma-
nidades Clásicas; R. P . Dr. ANTONIO GARMENDIA DE
OTAOLA, S. I., Decano adjunto de la Sección de Pedago-
gía; R. P . Dr. MAXIMILIANO GARCÍA CORDERO, O. P.,
Catedrático de Sagrada Escritura; R. P . Dr. RERNARDINO
LI.OKCA, S. L, Catedrático de Historia Eclesiástica.

SECRETARIO:M. I. Sr. Dr. Luis SALA ISAI.UST, Profesor.

BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS


LA EDITORIAL CATÓLICA, S. A. APARTADO 466
MADRID . MCMLXIII
MADRID • MCMI.XIll
1,1,2 DEL LIBRE ALBEDRÍO 201

DEL LIBRE A L B E D R I O Ag.—Sí, ciertamente, ya que no puede ser hecho sino por
alguien. Pero si me preguntas quién sea éste en concreto, no
te lo puedo decir, por la sencilla razón de que no es uno de-
terminado y único, sino que cada hombre que no obra recta-
mente es el verdadero y propio autor de sus malos actos. Y si
lo dudas, considera lo que antes dijimos, a saber: que la jus-
LIBRO I ticia de Dios castiga las malas acciones a . Y claro está que no
serían justamente castigadas si no procedieran de la voluntad
CAP1TU LO l libre del hombre.
2. Ev.—Mas no sé yo que peque nadie que no haya apren-
¿Es D i o s EL AUTOR DEL MAL?
dido a pecar. Y si esto es verdad, dime, ¿quién es aquel de
1. Evodio.— -Dime, te ruego: ¿puede ser Dios el autor quien hemos aprendido a pecar?
del mal ? Ag.—¿Crees tú que la disciplina 11 es un bien?
Agustín.—Te lo diré, si antes me dices tú a qué mal te re- Ev.—¿Quién se atreverá a decir que la disciplina es un m a l ?
fieres, porque dos son los significados que solemos dar a la Ag.—¿Y si no fuera ni un bien ni un mal?
palabra m a l : uno, cuando decimos que «alguien ha obrado Ev.—A mí me parece que es un bien.
mal»; otro, cuando afirmamos que «alguien ha sufrido al- Ag.—Y con mucha razón, puesto que por ella se nos co-
gún mal». munica la ciencia o se enciende en nosotros el deseo de adqui-
Ev.—De uno y otro deseo saber quién sea el autor. rirla, y nadie adquiere conocimiento alguno sino mediante la
Ag.—Siendo Dios bueno, como tú sabes o crees—y cierta- disciplina. ¿O piensas tú de otro modo?
mente no es lícito creer lo contrario—, es claro que no puede Ev.—Yo pienso lo mismo, o sea, que mediante la disciplina
hacer el mal. Además, si confesamos que Dios es justo—y ne- no aprendemos sino el bien.
garlo sería una blasfemia—, así como premia a los buenos, Ag.—Mira, por tanto, no aprendas el mal, ya que disciplina
así tamben castiga a los malos; y es indudable que las penas no se deriva sino de discendo.
con que los aflige son para ellos un mal. Ahora bien, si nadie Ev.—¿De dónde procede, pues, que el hombre obre el mal,
que padece, padece injustamente, como nos vemos obligados si no lo ha aprendido?
a confesar, pues creemos en la Providencia divina, reguladora Ag.—Quizá de que se aparta de la disciplina y se hace
de cuanto en el mundo acontece, sigúese que de ningún modo
es Dios autor del primer género de mal, y sí del segundo. Aug.—Est c e r t e : non enim nullo auctore fieri posset. Si a u t e m
Ev.—¿Hay, pues, otro autor de aquel primer género de quaeris q u i s n a m iste sit, dici non potest: non enim u n u s aliquis est,
mal, del cual acabamos de ver que no es Dios el autor? sed quisque malus sui malefacti a u c t o r est. L n d e si dubitas, illud atien-
de quod s u p r a dictum est, malefacta iustitia Dei v i n d i c a n . Non enim
LÍBER I iuste v i n d i c a r e n t u r , nisi fierent volúntate.
2. Ev.—Nescio u t r u m q u i s q u a m peccet, qui non d i d i c e r i t : quod
CAPUT l si verum est, q u i s n a m sit ille a quo p e c c a r e didicerimus, i n q u i r o .
AN DEUS ALICUIÜS MALÍ AUCTOR SIT? Aug.—Aliquid boni existimas esse d i s c i p l i n a m ?
Ev.—Quis a u d e a t dicere m a l u m esse d i s c i p l i n a m ?
1. Evodius.—Dic mihi, quaeso te, u t r u m Deus non sit auctor m a l í ? Aug.—Quid, si n e c b o n u m nec m a l u m est?
Augustinus.—Dicam, si p l a n u m feceris de quo mala q u a e r a s . Duo- Ev.—Mihi b o n u m videtur.
bus enim modis a p p e l l a r e solemus m a l u m : uno, c u m male q u e m q u e fe- Aug.—Bene s a n e ; siquidem scientia per illam d a t u r aut excitatur,
cisse d i c i m u s ; alio, cum mali aliquid esse perpessum. n e c q u i s q u a m nisi per disciplinam aliquid discit: an tu aliter p u t a s ?
Ev.—De u t r o q u e scire cupio. Ev.—Ego per disciplinam non nisi bona disci arbitror.
Aug.—At si D e u m b o n u m esse nosti vel credis, ñ e q u e enim aliter Aug.—Vide ergo ne non discantur m a l a : n a m disciplina, nisi a
fas est, male non facit: rursus, si D e u m iustum fatemur, n a m et hoc discendo non dicta est.
n e g a r e sacrilegum est, ut bonis p r a e m i a , ita supplicia malis t r i b u i t ; quae Ev.—Lnde ergo a b h o m i n e fiunt si non d i s c u n t u r ?
u t i q u e supplicia p a t i e n t i b u s mala sunt. Q u a m o b r e m si nemo iniuste poe- Aug.—Eo fortasse quod se a disciplina, id est a discendo avertit
nas luit, quod necesse est credamtis, q u a n d o q u i d e m divina providentid
hoc universum regí credimus, illius p r i m i generis m a l o r u m nullo modo, » Retrae!, c.9 n.3.
t> Disciplina viene de discipuli doctrina, o sea la enseñanza recibida. San Agus-
h u i u s autem secundi auctor est Deus. tín toma ordinariamente la palabra disciplina en este sentido; pero a veces la
Ev.—Est ergo aliu» auctor illius mali, cuius D e u m n o n esse com- toma también en sentido general de método escolástico o pedagogía, enseñanza y
pertum est? aun por la ciencia misma.
¿{i 1.2,4 DEL LIBRE ALBEDRÍO 203
¿ DEL LIBRE ALBEDRÍO 1^ 1_ 3

completamente extraño a ella. Mas, sea de ello lo que fuere, entienda aprende, sigúese que todo aquel que aprende obra
lo cierto es que la disciplina es un bien, y que se deriva dé bien. Porque todo el que aprende, entiende, y todo el que en-
discendo, y que el mal no se puede en modo alguno aprender; tiende, obra bien. Por consiguiente, desear saber quién es nues-
porque, si se aprendiera, estaría contenido en la disciplina, tro maestro en orden al conocimiento de alguna cosa es lo
y entonces no sería ésta un bien, como tú mismo acabas de mismo que desear saber quién nos enseña a obrar bien. Desiste,
decirme. No se aprende, pues, el mal, y es, por tanto, inútil pues, de preguntar por no sé qué mal doctor o maestro, porque,
que preguntes quién sea aquel de quien aprendemos a hacer si es malo, no es doctor, y si es doctor, no es malo.
el m a l ; y si aprendemos el mal, lo aprendemos para evitarlo,
no para hacerlo. De donde se infiere que obrar mal no es otra
cosa que alejarse de la disciplina. CAPITULO II
3. Ev.—No obstante, yo creo ciertamente que hay dos dis-
ciplinas: una que nos enseña a obrar bien y otra que nos ANTES DE INVESTIGAR EL ORIGEN DEL MAL, VEAMOS QUÉ DEREMOS
enseña a obrar mal. Lo que ha ocurrido es que, al preguntarme CREER ACERCA DE DLOS
tú si la disciplina era un bien, el mismo amor del bien cautivó 4. Ev.—Sea como dices, y puesto que me acosas de ma-
de tal modo mi atención, que, fijándome en aquella que nos nera que me veo obligado a confesar que no aprendemos a
enseña a obrar bien, contesté que era un bien; pero ahora me hacer el mal, dime: ¿ cuál es el origen del mal ?
doy cuenta de que hay otra disciplina, de la cual afirmo que Ag.—¡Ah! Suscitas precisamente aquella cuestión que tan-
indudablemente es un mal, y de ésta precisamente deseo saber to me atormentó a mí siendo aún muy joven, y que, después
quién sea el autor. de haberme fatigado inútilmente en resolverla, me empujó e
Ag.—Pero al menos admitirás sin distingos que la inteli- hizo caer en la herejía de los maniqueos a . Y tan deshecho
gencia es un bien. quedé de esta caída y tan abrumado bajo el peso de sus tantas
Ev.—Sí, y la considero un bien tan grande, que no sé que y tan insulsas fábulas, que, si mi ardiente deseo de encontrar
en el hombre pueda haber otro mayor, ni diré jamás que nin- la verdad no me hubiera obtenido el auxilio divino, no habría
guna inteligencia pueda ser mala. podido desentenderme de ellos ni aspirar a aquella mi primera
Ag.—Dime entonces, cuando se trata de instruir a alguien, libertad de buscarla b. Y porque en orden a mí actuó con tanta
si no entiende lo que se le enseña, ¿podrá parecerte docto? eficacia que resolví satisfactoriamente esta cuestión, seguiré
Ev.—No, de ningún modo. contigo el mismo orden que yo seguí y que me puso a salvo.
Ag.—Si, pues, toda inteligencia es buena, y nadie que no Séanos Dios propicio y haga que lleguemos a entender lo que

atque abalienat: sed sive hoc, sive aliud aliquid sit, illud certe mani- intelligit, discit; omnis qui discit, bene facit: omnis enim qui discit,
festum est, quoniam disciplina bonum est, et a discendo dicta est disci- intelligit; et omnis qui intelligit, bene facit: quisquís igitur quaerit
plina, mala disci omnino non posse. Si enim discuntur, disciplina conti- auctorem, per quem aliquid discimus, auctorem profecto, per quem bene
nentur, atque ita disciplina non erit bonum; bonum est autem, ut ipse facimus, quaerit. Quapropter desine velle investigare neccio quem ma-
concedis: non igitur discuntur mala, et frustra illum a quo male faceré lum doctorem. Si enim malus est, doctor non e^t: =i doctor est. malus
discimus, quaeris; aut si discuntur mala, vitanda non facienda discun- non est.
tur. Ex quo male faceré nihil est, nisi a disciplina deviare.
3. Ev.—Prorsus ego duas disciplinas esse puto; unam per quam
bene faceré, aliam per quam male faceré discimus. Sed cum quaereres CAPUT 11
utrum disciplina bonum esset, ipsius boni amor intentionem meam ra- MAI.DM UNDE PRIUSQUAM DrSQUIRATUR, QUID DE DEO CREDENDUM
puit, ut illam disciplinam intuerer, quae bene faciendi est, ex quo bo- PROPONITUR
num esse respondí: nunc autem admoneor esse aliam, quam procul
dubio malum esse confirmo, et cuius auctorem requiro. 4. Ev.—Age iam, quoniam satis cogis ut fatear non nos discere male
Aug.—Saltem intelligentiam non nisi bonum putas? faceré, dic mihi unde male faciamus.
Ev.—Istam plañe ita bonam puto, ut non videam quid in homine Aug.—Eam quaestionem moves, quae me admodum adolescentem
possit esse praestantius; nec ullo modo dixerim aliquam intelligentiam vehementer exercuit, et fatigatum in haereticos impulit, atque deiecit.
malam esse posse. Quo casu ita sum afflictus, et tantis obrutus acervis inanium fabula-
Aug.—Quid? cum docetur quisque, si non intelligat, poteritne tibí rum, ut nisi mihi amor inveniendi veri opem divinam impetravisset,
doctus videri? emergeré inde, atque in ipsam primam quaerendi libertatem respirare non
Ev.—Omnino non poterit. possem. Et quoniam mecum sedulo auctum est, ut ista quaestione libe-
Aug.—Si ergo omnis intelligentia bona est, nec quisquam qui non a
Conf. n i 10-18.
* Conf. n i 19.
1, 3, 6 DEL LIBRE ALBEDRÍO ÍOft
•-!()4 DEL LIBRE ALBEDHÍO 1,2,5
la nada todas las cosas que han sido hechas. Sentado esto, y
liemos creído, ya que estamos ciertos de seguir en esto el ca- contando con el auxilio divino, intentemos ahora con empeño
mino trazado por el profeta, que dice: Si no creyereis, no en- la inteligencia de la cuestión que propones, por este orden.
tenderéis. Creemos que hay un solo y único Dios y que de El
procede todo cuanto existe, y que, no obstante, no es Dios el
autor del pecado. Turba, sin embargo, nuestro ánimo esta con- CAPITULO III
sideración : Si el pecado procede de las almas que Dios creó,
LA CONCUPISCENCIA ES EL ORIGEN DEL MAL
y las almas vienen de Dios, ¿cómo no referir a Dios el pecado,
siendo tan estrecha la relación entre Dios y el alma pecadora? 6. Ag.—Deseas saber, sin duda, cuál es el origen del mal
5. Ev.—Acabas de formular con toda claridad y precisión que hacemos. Pero antes es preciso saber qué se entiende por
la duda que cruelmente atormenta mi pensamiento, y que me obrar mal. Dime, pues, ¿cuál es tu parecer sobre este par-
ha obligado y empeñado en esta discusión contigo. ticular? Y si no puedes resumir todo tu pensamiento en pocas
Ag.—¡Animo! No desmayes y cree firmemente lo que crees, palabras, dámelo a entender enumerando al menos particular-
pues no hay creencia alguna más fundamental que ésta, aun- mente algunas acciones malas.
que se te oculte el porqué ha de ser así, ya que el concebir a Ev.—Omitiendo algunas por falta de tiempo y otras de las
Dios como la cosa más excelente que se puede decir ni pensar, que no me acuerdo, ¿quién duda que son obras malas los adul-
es el verdadero y sólido principio de la religión, pues no terios, y los homicidios, y los sacrilegios?
tiene esta idea óptima de Dios quien no crea que es omnipo- Ag.—Dime, por tanto, y en primer lugar, por qué te pare-
tente y absolutamente inconmutable, creador de todos los bie- ce a ti que el adulterio es una acción mala. ¿Acaso porque la
nes, a todos los cuales aventaja infinitamente, y gobernador ley lo prohibe?
justísimo de todo cuanto creó, y que no necesitó de cosa al- Ev.—Es malo, no ciertamente porque la ley lo prohiba,
guna para crear, como si a sí mismo no se bastara. De donde sino que la ley lo prohibe porque es malo.
se sigue que creó todas las cosas de la nada, mas no de sí Ag.—Y ¿qué decir si alguien nos apremiara exagerando
mismo, puesto que de sí mismo engendró sólo al que es igual «1 placer del adulterio y preguntándonos por qué lo juzgamos
a El, y a quien nosotros decimos Hijo único de Dios, y al un mal, y un mal digno de condenación? ¿Crees tú que ha-
brías respondido satisfactoriamente a los que desean no sólo
que, deseando señalar más claramente, llamamos «Virtud de
creer, sino también entender, escudándote ante ellos con la
Dios» y «Sabiduría de Dios», por medio de la cual hizo de autoridad de la ley? Porque yo creo contigo, y creo indubi-
rarer, eo tecum agam ordine quem secutus evasi. Aderit enim Deus, et tutis, ad intelligentiam eius rei quam requiris, opitulante Deo, nitamur
nos intelligere quod credidimus, faciet. Praescriptum enim per prophe- hoc modo.
1
tam gradum, qui ait: Nisi credideritis, non intelligetis , tenere nos, bene
nobis conscii sumus. Credimus autem ex uno Deo omnia esse quae sutn; CAPUT III
et tamen non esse peccatorum auctorem Deum. Movet autem animum,
CONCUPISCENTIA CAUSA MALÍ
si peccata ex iis animabus sunt quas Deus creavit, illae autem animae
ex Deo, quomodo non parvo intervallo peccata referantur in Deum. 6. Aug.—Quaeris certe unde male faciamus: prius ergo discutien-
5. Ev.—Id nunc plañe abs te dictum est, quod me cogitantem satis dum est quid sit male faceré; qua de re tibi quid videatur exprome.
excruciat, et quod ad istam inquisitionem coegit et traxit. Quod si non potes totum simul breviter verbis comprehendere, saltem
Aug.—Virili animo esto, et crede qxiod credis: nihil enim creditur particulatim malefacta ipsa commemorando. sententiam tuam notam fac
melius, etiamsi causa lateat cur ita sit. Optime namque de Deo existi- mihi.
mare verissimum est pietatis exordium; nec quisquam de illo optime Ev.—Adulteria et homicidia et sacrilegia, ut omittam caetera, qui-
existimat, qui non eum omnipotentem, atque ex nulla partícula commu- bus enumerandis vel tempus vel memoria non suppetit, quis est cui non
tabilem credit; bonorum etiam omnium creatorem, quibus est ipse prae- male facta videantur?
stantior; rectorem quoque iustissimum eorum omnium quae creavit: nec Aug.—Dic ergo prius, cur adulterium male fieri putes; an quia id
ulla adiutum esse natura in creando, quasi qui non sibi sufficéret. Ex faceré lex vetat?
quo fit ut de nihilo creaverit omnia; de se autem non creaverit, sed Ev.—Non sane ideo malum est, quia vetatur lege: sed ideo vetatur
genuerit quod sibi par esset, quem Filium Dei unicum dicimus, quem lege, quia malum est.
cum planius enuntiare conamur, Dei Virtutem et Dei Sapientiam nomi- Aug.—Quid, si quispiam nos exagitet, exaggerans delectationes adul-
namus, per quam fecit omnia, quae de nihilo facta sunt. Quibus consti- tera, et quaerens a nobis cur hoc malum et damnatione dignum iudice-
mus; num ad auctoritatem legis confugiendum censes hominibus, iam
1
Is., 7,9, sec. Lxx. non tantum credere, sed intelligere cupientibus? Nam et ego tecum
206 DEL LIBRE ALBEDRÍO 1,3,7
I. 3, 8 DEL LIBRE ALBEDRÍO
tablemente, y digo muy alto a todos los pueblos y naciones
que deben creer que el adulterio es un mal muy grande. Pero una prueba cierta de alguna mala acción de los condenados,
ahora tratamos, además, de saber y entender y tener por cer- siendo así que todos aquéllos fueron hallados dignos de con-
tísimo lo que hemos recibido por la fe. Así, pues, reflexiona denación por haber confesado la fe de Jesucristo. De suerte
que, si es malo todo cuanto los hombres condenan, sigúese
cuanto puedas, y dime luego por qué razón te parece que es
que en aquel tiempo era un crimen el creer en Jesucristo y
un mal el adulterio.
confesar esta fe. Si no todo lo que los hombres condenan es
Ev.— Sé ciertamente que es un mal esto, que yo mismo no malo, preciso es que aduzcas otra razón por la que pruebes
quisiera verme obligado a ver en mi mujer, porque el que que el adulterio es un mal.
hace a otro lo que no quiere que se haga con él, obra cierta-
Ev.—No sé qué responderte.
mente mal.
Ag.—Y ¿qué dirías de cualquier hombre cuya lujuria lle- 8. Ag.—Tal vez la malicia del adulterio proceda de la
gara a tanto que de buen grado prestara a otro su mujer para libídine, pues, como ves, te has encontrado con dificultades in-
superables al querer dar una razón extrínseca de la malicia
que libremente abusara de ella, a condición de tener él a su
de este hecho, que por lo demás te parece evidentemente malo.
vez la misma libertad respecto de la mujer de aquél? ¿Te pa-
Y para que entiendas mejor que la malicia del adulterio pro-
rece que nada malo haría en eso? cede de la libídine, te diré que, si alguien deseara eficazmente
Ev.—Al contrario, muchísimo mal. abusar de la mujer de su prójimo y de algún modo llegara a
Ag.—Pues, como ves, éste no peca contra el principio que saberse su intento, y que lo hubiera llevado a cabo de haber
acabas de citar, puesto que no hace lo que no querría que se podido, éste no sería ciertamente menos culpable que si real-
hiciera con él. Así que debes buscar otra razón por la que me mente hubiera sido sorprendido en flagrante delito, aunque de
convenzas de que el adulterio es un mal. hecho no hubiera podido realizar sus deseos.
7. Ev.—Me parece ser un mal, porque con frecuencia he
visto que han sido condenados los hombres acusados de este Ev.—Nada más claro, y ya veo que no es necesario un
largo discurso para convencerme de lo mismo respecto del ho-
crimen.
micidio y del sacrilegio, y así de todos los demás pecados, pues
Ag.—Y qué, ¿no se ha condenado también con frecuencia es evidente que la libídine es el origen único de toda suerte
a muchos hombres por sus buenas acciones? Recuerda, recuer- de pecados.
da, la Historia, y no digo la profana, sino la que goza de
autoridad divina, y verás cuan mal tendríamos que juzgar de indicium esse malefacti, cum illi omnes damnatione digni propter con-
los apóstoles y de todos los mártires, si es que hemos de fessionem suam iudicati sint. Quamobrem si quidquid damnatur malum
considerar la condenación de unos hombres por otros como est, malum erat illo tempore credere in Christum, et ipsam confiten
fidem: si autem non omne malum est quod damnatur, quaere aliud
credo, et inconcusse credo, omnibusque populis atque gentibus creden- unde adulterium malum esse doceas.
dum esse clamo, malum esse adulterium: sed nunc molimur id quod Ev.—Quid tibi respondeam non invenio.
in fidem recepimus, etiam intelligendo scire ac tenere firmissimum. Con- 8. Aug.—Fortassis ergo libido in adulterio malum est: sed dum
sidera itaque quantum potes, et renuntia mihi, quanam ratione adulte- tu foris in ipso facto quod iam videri potest, malum quaeris, pateris
angustias. Nam ut intelligas libidinem in adulterio malum esse, si cui
rium malum esse cognoveris. etiam non contingat facultas concumbendi cum coniuge aliena, planum
Ev.—Hoc scio malum esse, quod hoc ipse in uxore mea pati nollem: tamen aliquo modo sit id eum cupere, et si potestas detur facturum
quisquís autem alteri facit quod sibi fieri non vult, male utique facit. esse, non minus reus est, quam si in ipso facto deprehenderetur.
Aug.—Quid, si cuiuspiam libido ea sit, ut uxorem suam praebeat Ev.—Nihil est omnino manifestáis, et iam video non opus esse longa
alteri, libenterque ab eo corrumpi patiatur, in cuius uxorem vicissim sermocinatione, ut mihi de homicidio et sacrilegio, ac prorsus de ómni-
parem cupit habere licentiam? nihilne malí faceré tibi videtur? bus peccatis persuadeatur. Clarum est enim iam nihil aliud quam libi-
Ev.—Imo plurimum. dinem in toto malefaciendi genere dominari.
Aug.—At iste non illa regula peccat: non enim id facit quod pati
nolit. Quamobrem aliud tibi quaerendum est. unde malum esse adulte-
rium convincas.
7. Ev.—Eo mihi videtur malum, quod huius criminis nomines vidí
saepe damnari.
Aug.—Quid, propter recte facta nonne nomines plerumque damnati
sunt? Récense historiam, ne te ad alios libros mittam. eam ipsam quae
divina auctoritate praecellit; iam invenies quam male de Apostolis et
de ómnibus martyribus sentiamus, si placet nobis damnationem certum
208 DI L I IBIH ALBLDRÍO I,4,9«
' *> 1 0 DEL LIBRK ALBEDRÍO

él desea es vivir sin temor. Sin duda desea un bien el que de


CAPITULO IV sea vivir sin temor, y he aquí por qué este deseo no es cul-
pable; de lo contrario tendríamos que culpar a todos cuantos
OBJECIÓN RESPECTO DEL HOMICIDIO COMETIDO POR MIEDO.— desean el bien. Nos vemos, por tanto, obligados a confesar
QUÉ CONCUPISCENCIA ES CULPABLE que se dan homicidios en los que no hallamos como factor
el deseo de hacer mal, y que es falso aquello de que la pasión
9. Ag.—¿Sabes que a esta libídine se la llama también constituya el fondo de la malicia de todo pecado; pues de otro
por otro nombre concupiscencia? modo se daría algún homicidio que pudiera no ser pecado.
Ev.— Lo sé. Ev.—Si el homicidio consiste en matar a un hombre, pue-
Ag.—Y qué te parece, ¿hay entre ella y el miedo alguna de darse alguna vez sin pecado, pues a mí no me parece que
diferencia, o no hay ninguna? peque el soldado que mata a su enemigo, ni el juez o su mi-
Ev.—Al contrario, me parece que distan mucho entre sí nistro que da muerte al malhechor, ni aquel a quien involun-
estas dos cosas. tariamente y por una fatalidad se le dispara la flecha.
Ag.—Por lo que veo, opinas que es propio del apetito el Ag.—De acuerdo; pero de ordinario a éstos no les llama-
tender hacia su objeto, y que es propio del miedo la fuga mos homicidas. Así que dime a ver si el siervo que mata al
del mal. señor de quien teme graves tormentos, debe ser o no incluido,
Ev.—Así es. como tú dices. según tú, en el número de los que matan a un hombre en
Ag.—Ahora bien, si un hombre matare a otro, no por el circunstancias tales, que de ningún modo debe dárseles el cali-
deseo de conseguir algún bien, sino por el temor de que le ficativo de homicidas.
suceda algún mal, ¿acaso no sería éste homicida?
Ev.—Lo sería ciertamente, mas no por esa razón dejaría E,v.—Veo que éste dista mucho de aquéllos, pues aquéllos
de ser este acto imperado por el apetito, porque el hombre que lo hacen o en virtud de las leyes o no contra la ley; en cam-
por temor a otro le mata, es evidente que desea vivir sin temor. bio, no hay ley alguna que justifique el homicidio de éste.
Ag.—¿Y te parece un bien pequeño el vivir sin temor? 10. Ag.—Otra vez me remites a la autoridad como a ra-
Ev.—Al contrario, me parece un bien muy grande; pero zón última. Pero conviene tengas presente que lo que ahora
en modo alguno puede aquel supuesto homicida obtenerlo a nos preocupa es entender lo que creemos, Y puesto que damos
costa de su crimen. crédito a las leyes, es preciso intentar ver, en la medida que
Ag.—No digo yo que así pueda obtenerlo, sino que lo que nos sea posible, si las leyes, que castigan este hecho, lo hacen
o no con razón y justicia.
CAPUT IV
certe ením bonum cupit, qui cupit vitam metu liberam; et idcirco ista
OBIECTIO DE HOMICIDIO PATRATO EX METU.—CüPIDITAS CULPABILIS cupiditas culpanda non est; alioquin omnes culpabimus amatores boni.
«.•LID SIT Proinde cogimur fateri esse homicidium, in quo nequeat malae illius
cupiditatis dominado reperiri; falsumque erit illud, quod in ómnibus
9. Aug.—Scisne etiam istam libidinem alio nomine cupiditatem peccatis ut mala sunt, libido dominatur; aut erit aliquod homicidium,
vocari? quod possit non esse peccatum.
Ev.—Scio. Ev.—Si homicidium est hominem occidere, potest accidere aliquan-
Aug.—Quid? inter hanc et metum nihilne interesse, an aliquid do sine peccato: nam et miles hostem, et iudex vel minister eius nocen-
putas? tem, et cui forte invito atque imprudenti telum manu fugit, non mihi
Ev.—Imo plurimum haec ab invicem distare arbitror. v i d e n t e peccare, cum hominem occidunt.
Aug.—Credo te ob hoc arbitran, quia cupiditas appetit, metus fugit. Aug.—Assentior: sed homicidae isti appellari non solent. Responde
Ev.—Est ita ut dicis. itaque, utrum illum qui dominum occidit, a quo sibi metuebat cruciatus
Aug.—Quid si ergo quispiam non cupiditate adipiscendae alicuius graves in eorum numero habendum existimes, qui sic hominem occidunt,
rei, sed metuens ne quid ei mali accidat, hominem occiderit? num ho- ut ne homicidarum quidem nomine digni sint?
micida iste non erit? Ev.—Longe ab eis istum differre video: nam illi vel ex legibus fa-
Ev.—Erit quidem, sed non ideo factum hoc cupiditatis dominatu ciunt, vel non contra leges; huius autem facinus nulla lex approbat.
caret: nam qui metuens hominem occidit, cupit utique sine metu vivere. 10. Aug.—Rursus me ad auctoritatem revocas: sed meminisse te opor-
Aug.—Et parvum tibi videtur bonum sine metu vivere? tet id nunc a nobis esse susceptum, ut intelligamus quod credimus; legi-
Ev.—Magnum bonum est, sed hoc illi homicidae per facinus suum bus autem credimus: tentandum itaque est, si quo modo possumus id
provenire nullo modo potest. ipsum intelligere, utrum lex quae punit hoc factum, non perperam
Aug.—Non quaero quid ei provenire possit, sed quid ipse cupiaf. puniat.
210 1.5,11 DEL LIBRE ALBEDRÍO 2\ ¡
DEL LIBRE ALBEDRÍO I, 4,10
Ev.—La ley n o castiga i n j u s t a m e n t e c u a n d o castiga al q u e vida m a l v a d a y c r i m i n a l , q u e , m á s b i e n q u e v i d a , d e b e r í a lla-
marse muerte.
a ciencia y conciencia m a t a a su señor, lo q u e n o h a c e n i n g u n o
d e los a n t e s c i t a d o s . Ev.—Confieso m i e r r o r , y m e a l e g r o m u c h í s i m o de h a b e r
visto a l fin c l a r a m e n t e q u é es a q u e l d e s e o c u l p a b l e q u e l l a -
Ag.—Qué, ¿ a c a s o n o te a c u e r d a s de q u e p o c o h a dijiste
m a m o s l i b í d i n e . A h o r a veo con e v i d e n c i a q u e consiste e n el
q u e en t o d o a c t o m a l o d o m i n a b a l a p a s i ó n y q u e p r e c i s a m e n t e
a m o r d e s o r d e n a d o de a q u e l l a s c o s a s q u e p o d e m o s p e r d e r con-
p o r eso e r a m a l o ?
tra n u e s t r a p r o p i a v o l u n t a d .
Ev.—Me a c u e r d o p e r f e c t a m e n t e .
Ag.—¿Y n o a c a b a s de c o n c e d e r t a m b i é n q u e n o es u n de-
s e o m a l o el deseo del que a n h e l a vivir sin m i e d o ?
CAPITU LO V
Ev.—También me acuerdo.
Ag.—Según eso, c u a n d o el siervo m a t a a su s e ñ o r p o r ese OTRA OBJECIÓN FUNDADA EN LA M U E R T E D E L INJUSTO AGRESOR,
d e s e o , n o lo m a t a p o r u n deseo c u l p a b l e . P o r c o n s i g u i e n t e , n o PERMITIDA POR LAS LEYES HUMANAS
h e m o s d a d o a ú n con el p o r q u é de la m a l i c i a de este h o m i c i -
d i o . C o n v e n i m o s a m b o s en q u e t o d a acción m a l a n o es m a l a 1 1 . Ev.—Veamos, p u e s , a h o r a , si te p a r e c e , si la l i b í d i n e
p o r o t r a c a u s a , sino p o r q u e se realiza b a j o el influjo de la i m p e r a t a m b i é n en los s a c r i l e g i o s , q u e v e m o s se c o m e t e n en
p a s i ó n , o sea de u n deseo r e p r o b a b l e . gran número p o r las personas supersticiosas.
Ag.—Mira n o sea p r e m a t u r o p l a n t e a r e s t a c u e s t i ó n : c r e o
Ev.—Ya m e p a r e c e v e r q u e i n j u s t a m e n t e se c o n d e n a a este
que d e b e m o s discutir antes si se p u e d e m a t a r sin n i n g ú n gé-
siervo, lo q u e , a la v e r d a d , n o m e a t r e v e r í a a decir si t u v i e r a
n e r o de c o n c u p i s c e n c i a al e n e m i g o q u e v i o l e n t a m e n t e se a r r o -
alguna otra razón que dar.
j a s o b r e n o s o t r o s o al s i c a r i o q u e t r a i d o r a m e n t e n o s a c o m e t e ,
Ag.—¿Es p o s i b l e q u e así te h a y a s c o n v e n c i d o de q u e d e b a
en defensa de la p r o p i a v i d a , de la l i b e r t a d o de la p u r e z a .
d e c l a r a r s e i m p u n e u n c r i m e n t a n g r a n d e antes de v e r d e s p a c i o
Ev.—¿Cómo p u e d e s p e n s a r que se h a l l a n e x e n t o s de li-
si a q u e l siervo n o d e s e a b a v e r s e l i b r e del m i e d o a su s e ñ o r ,
b í d i n e quienes se defienden p o r s a l v a r estas c o s a s q u e p u e d e n
con el fin de s a c i a r sus d e s o r d e n a d o s a p e t i t o s ? P o r q u e el de-
p e r d e r c o n t r a su l i b e r t a d ? Y si en c o n t r a de su v o l u n t a d n o
s e a r vivir sin m i e d o n o s ó l o es p r o p i o de los b u e n o s , s i n o t a m -
p u e d e n p e r d e r l a s , ¿ q u é n e c e s i d a d h a y de q u e l a s defiendan
b i é n de los m a l o s , p e r o con esta d i f e r e n c i a : q u e los b u e n o s lo
h a s t a la m u e r t e del i n j u s t o a g r e s o r ?
desean r e n u n c i a n d o al a m o r de a q u e l l a s cosas q u e n o se p u e -
Ag.—¿No son e n t o n c e s injustas las leyes q u e p e r m i t e n al
d e n p o s e e r sin p e l i g r o de p e r d e r l a s , m i e n t r a s q u e los m a l o s , a
v i a j e r o m a t a r al s a l t e a d o r de c a m i n o s a n t e s d e q u e éste m a t e
fin de g o z a r p l e n a y s e g u r a m e n t e de e l l a s , se esfuerzan en re-
a a q u é l , o que u n h o m b r e o u n a m u j e r m a t e , si p u e d e , a n t e s
m o v e r los o b s t á c u l o s que se lo i m p i d e n , y p o r eso l l e v a n u n a
securitate incubent, removeré impedimenta conantur. et propterea faci-
Ev.—Nullo modo perperam punit, quandoquidem punit eum quí vo- norosam sceleratamque vitam, quae mors melius vocatur, gerunt.
lens et sciens dominum necat, quod nullus istorum. Ev.—Resipisco, et admodum gaudeo iam me plañe cognovisse quid
Aug.—Ecquid, recordaris te paulo ante dixisse, in omni facto malo sit etiam illa culpabilis cupiditas, quae libido nominatur. Quam esse
libidinem dominan, et eo ipso malum esse? iam apparet earum rerum amorem, quas potest quisque invitus amittere.
Ev.—Recordor sane.
Aug.—Quid? illud nonne ídem tu concessisti, eum qui cupit sine C.APUT V
metu vivere, non habere malam cupiditatem?
OBIECTIO ALTERA DE OCCISIONE HOMINIS VIM AFFERENTIS PER HUMANAS
Ev.—Et hoc recordor.
LEGES LICITA
Aug.—Cum ergo ista cupiditate a servo dominus interimitur, non iLla
tulpabili cupiditate interimitur. Quamobrem cur sit hoc facinus malum, 11. Ev.—Quare nunc, age, quaeramus, si placet, utrum etiam in
nondum comperimus. Convenit enini Ínter nos omnia malefacta non ob sacrilegiis libido dominetur, quae videmus plura superstitione committi.
aliud mala esse, nisi quod libídine, id est improbanda cupiditate fiunt. Aug.—Vide ne praeproperum sit: prius enim mihi discutiendum vi-
Ev.—Iam mihi videtur iniuria iste damnari: quod quidem non aude- detur utrum vel hostis irruens, vel insidiator sicarius, sive pro vita,
rem dicere, si aliud haberem quod dicerem. sive pro libértate, sive pro pudicitia, sine ulla interficiatur libídine.
Aug.—Itane prius tibi persuasisti tantum scelus impunitum esse opor- Ev.—Quomodo possum arbiüari carere istos libídine, qui pro iis re-
tere, quam considerares utrum ille servus propter satiandas libídines bus digladiantur, quas po«sunt amittere inviti: aut oí non possunt, quid
suas metu domini carere cupiverit? Cupere namque sine metu vivere, opus est pro his usque ad hominis necem progredi?
non tantum bonorum, sed etiam malorum omnium est: verum hoc inter- Aug.—Non ergo lex iusta est, quae dat potestatem vel viator! ut la-
est, quod id boni appetunt avertendo amorem ab üs rebus, quae sine tronem, ne ab eo ipse occidatur, occidat; vel cuipiam viro aut feminae
amittendi periculo nequeunt haberi; mali autem ut his fruendis cum ut violenter sibi stupratorem irruentem ante illatum stuprum, sí possit,
212 DEL LIBRE ALBEDRIO 1,5,12 l, 5.13 DEL LIBRE ALBEDRÍO 213
de que se consume el hecho, al que violentamente atenta con- za con la misma fuerza, a fin de defender a los ciudadanos.
tra su honra? Igualmente la ley manda al soldado que mate Y dígase lo mismo de todos los ministros subalternos que ju-
a su enemigo, y si no lo hace es castigado por sus jefes. ¿Aca- rídica y jerárquicamente están sujetos a cualesquiera potes-
so nos atreveremos a decir que estas leyes son injustas, o más tades.
bien que son malas? Pues a mí me parece que no es ley la Pero en cuanto a los demás, aun siendo justa la ley, no
que no es justa.
veo cómo puedan ellos justificarse; porque la ley no les obli-
12. Ev.—Creo que se halla suficientemente a cubierto de ga a no matar, sino que les deja en libertad de hacerlo o no
tal acusación la ley que en la nación a quien se da permite hacerlo. En su mano está, por consiguiente, el no matar a
males menores a fin de evitar los mayores. Mucho menor mal nadie por defender aquellas cosas que pueden perder en con-
es, evidentemente, matar al que pone asechanzas a la vida tra de su voluntad, y que por esto mismo no deben amarlas.
ajena que al que defiende la propia. Y mucho mas criminal Por lo que hace a la vida, quizá alguno dude de si de algún
•es el estupro de un hombre contra su voluntad que el que éste modo se le puede quitar o no la vida al alma, al dar muerte
mate al que violentamente pretende semejante agravio. al cuerpo; pero si se la puede quitar, debe despreciársela;
Por lo que hace al soldado, al matar a su enemigo, no es si no se puede, no hay por qué temer. En cuanto a la pureza,
más que un mero ejecutor de la ley, por lo cual es fácil que ¿quién duda que radica en la misma alma, puesto que es una
cumpla su deber sin pasión alguna. Y, finalmente, a la ley virtud? De donde se sigue que no puede sernos arrebatada
que ha sido dada para defensa del pueblo no se la puede por la profanación involuntaria de nuestro cuerpo. Luego no
-argüir de apasionada; porque si el que la dio lo hizo por or-
está en nuestra mano el poder retener todo lo que nos puede
den de Dios, esto es, de acuerdo con los principios de la
arrebatar el injusto agresor, a quien damos muerte. Así que
•eterna justicia, pudo hacerlo absolutamente libre de toda pa-
no entiendo en qué sentido podemos decir que es nuestro. Por
sión, y si lo hizo movido por alguna pasión, no se sigue de
esto que se deba obedecer esta ley apasionadamente, ya que esta razón no condeno yo las leyes que permiten matar a los
un legislador malo puede dar leyes buenas. Si un tirano de tales; pero no encuentro cómo disculpar a los que de hecho
usurpación, por ejemplo, recibe de un ciudadano, a quien in- matan.
teresa, una suma de dinero para que decrete que a nadie le 13. Ag.—Mucho menos puedo yo comprender por qué has
sea lícito raptar a una mujer, ni aun para casarse con ella, de intentar justificar a quienes ninguna ley condena como reos.
¿acaso será mala esta ley por el hecho de haber sido dada Ev.—Ninguna quizá, pero de aquellas que nos son cono-
por aquel injusto y corrompido tirano? Se puede, por consi- cidas externamente y promulgadas por los hombres, porque
guiente, cumplir sin pasión la ley que manda repeler la fuer- no sé yo que no estén sujetos a alguna otra ley mucho más

interimat. Nam muid etiam iubetur lege, ut hostem necet: a qua caedc illi legi quae tuendorum civium causa vim hostilem eadem vi repelli
si temperaverit, ab imperatore poenas luit. Num istas leges iniustas, vel iubet, sine libidine obtemperan: et de ómnibus ministris, qui iure atque
potius nullas dicere audebimus? Nam mihi lex esse non videtur, quae ordine potestatibus quibusque subiecti sunt, id dici potest.
iusta non fuerit. Sed illi homines lege inculpata, quomodo inculpati queant esse, non
12. Ev.—Legem quidem satis video munitam contra huiuscemodi video: non enim lex eos cogit occidere, sed relinquit in potestate. Libe-
accusationem, quae in eo populo quem regit, minoribus malefactis ne rum eis ¡taque est neminem necare pro iis rebus quas inviti possunt
maiora committerentur, dedit licentiam. Multo est enim mitius eum amittere, et ob hoc amare non debent. De vita enim fortasse cuipiam
qui alienae vitae insidiatur, quam eum qui suam tuetur, occidi. Et sit dubium, utrum animae nullo pacto auferatur, dum hoc corpus interi-
multo est immanius invitum hominem stuprum perpeti, quam eum a quo mituí: sed si auferri potest, contemnenda est; si non potest, nihil me-
vis illa infertur, ab eo cui inferre conatur, interimi. tuendum. De pudicitia vero quis dubitaverit, quin ea sit in ipso animo
constituta, quandoquidem virtus est? unde a violento stupratore eripi
Iam vero miles in hoste interficiendo minister est legis; quare offi- nec ipsa potest. Quidquid igitur erepturus erat ille qui occiditur, id
• cium suum facile nulla libídine implevit. Porro ipsa lex, quae tuendi totum in potestate nostra non est: quare quemadmodum nostrum appel-
populi causa lata est, nullius libidinis argui potest. Siquidem ille qui landum sit, non intelligo. Quapropter legem quidem non reprehendo,
tulit, si Dei iussu tulit, id est quod praecepit aeterna iustitia, expers quae tales permittit interfici; sed quo pacto istos defendam, qui inter-
omnino libidinis id agere potuit: si autem ille eum aliqua libidine hoc ficiunt, non invenio.
statuit, non ex eo fit ut ei legi eum libidine obtemperare necesse sit;
quia bona lex et a non bono ferri potest. Non enim si quis, verbi causa, 13. Aug.—Multo minus ego invenire possum, cur hominibus defen-
tyrannicam potestatem nactus, ab aliquo cui hoc conducit, pretium acci- sionem quaeras, quos reos nulla lex tenet.
piat, ut statuat nulli licere vel ad coniugium feminam rapere, propterea Ev.—Nulla fortasse, sed earum legum quae apparent, et ab homini-
mala lex erit, quia ille iniustus atque corruptus hanc tulit. Potest ergo bus leguntur: nam nescio utrum non aliqua vehementiore ac secretissi-
ma lege teneantur, si nihil rerum est quod non administret divina pro-

0
214 DEL L1BKE ALBEDRIO I, 6,14 I. 6» 14 DEL LIBRE ALBEDRÍO 215
o b l i g a t o r i a y secreta, p u e s t o q u e n o h a y cosa que n o g o b i e r n e
Ev.—Mi deseo es l l e g a r a los límites e x t r e m o s d e c u e s t i ó n
la divina P r o v i d e n c i a . ¿ C ó m o p u e d e n h a l l a r s e l i m p i o s de pe- t a n i m p o r t a n t e , si es q u e a l p r e s e n t e p o d e m o s , p u e s los consi-
c a d o a n t e esta l e y q u i e n e s p o r d e f e n d e r l a s cosas q u e c o n v i e n e d e r o infinitos.
d e s p r e c i a r h a n m a n c h a d o s u s m a n o s con la s a n g r e de u n h o m -
Ag.—De n i n g ú n m o d o . C o b r a á n i m o y e n t r a p o r los ca-
b r e ? P a r é c e m e , s e g ú n esto, q u e la ley, d a d a p a r a el b u e n g o - m i n o s d e la r a z ó n confiado en la p i e d a d , p u e s n o h a y n a d a
b i e r n o de u n p u e b l o , a u t o r i z a l e g í t i m a m e n t e estos a c t o s , q u e , t a n a r d u o y difícil q u e con la a y u d a d e D i o s n o se h a g a m u y
n o o b s t a n t e , castiga la P r o v i d e n c i a d i v i n a . P o r q u e , sin d u d a , l l a n o y m u y fácil. Así q u e , p e n d i e n t e s s i e m p r e d e E l e i m p l o -
la ley h u m a n a se p r o p o n e c a s t i g a r n o m á s q u e en la m e d i d a d e r a n d o su a u x i l i o , i n v e s t i g u e m o s lo q u e n o s h e m o s p r o p u e s t o .
lo p r e c i s o p a r a m a n t e n e r la p a z e n t r e los h o m b r e s , y s ó l o e n Y a n t e s de n a d a , d i m e si esta l e y q u e se p r o m u l g a p o r escrito
a q u e l l a s cosas q u e están al a l c a n c e del l e g i s l a d o r . M a s en c u a n - es útil a t o d o s los q u e viven v i d a t e m p o r a l .
to a o t r a s c u l p a s , es i n d u d a b l e q u e tienen o t r a s p e n a s , de l a s
Ev.—Es c l a r o q u e s í ; p o r q u e de estos h o m b r e s precisa-
que ú n i c a m e n t e p u e d e a b s o l v e r la s a b i d u r í a divina.
m e n t e se c o m p o n e n los p u e b l o s y l a s n a c i o n e s .
Ag.—Alabo y a p r u e b o esta tu distinción, que, a u n q u e s ó l o
Ag.—Y estos m i s m o s h o m b r e s y p u e b l o s , ¿ p e r t e n e c e n a
i n c o a d a e i m p e r f e c t a , es confiada y a l c a n z a s u b l i m e s a l t u r a s . a q u e l l a s cosas q u e n o p u e d e n ni p e r e c e r n i m u d a r s e y q u e
T e p a r e c e q u e es v e r d a d q u e la ley h u m a n a , q u e tiene s ó l o son, p o r t a n t o , e t e r n a s , o, p o r el c o n t r a r i o , son m u d a b l e s y
p o r fin el g o b i e r n o de los p u e b l o s , p e r m i t e v deja i m p u n e s están sujetas al t i e m p o ?
m u c h o s actos q u e castiga l a P r o v i d e n c i a divina, y, a d e m á s , Ev.-—¿Quién p u e d e d u d a r d e q u e el h o m b r e es evidente-
de q u e la l e y h u m a n a n o a l c a n c e a t o d o , n o se sigue q u e d e b a n m e n t e m u d a b l e y q u e está sujeto a l t i e m p o ?
r e p r o b a r s e sus d e t e r m i n a c i o n e s . Ag.—Ahora b i e n , si se d i e r a p u e b l o t a n m o r i g e r a d o y gra-
ve y c u s t o d i o t a n fiel del b i e n c o m ú n q u e c a d a c i u d a d a n o
CAPITULO VI t u v i e r a en m á s la u t i l i d a d p ú b l i c a q u e la p r i v a d a , ¿ n o sería
j u s t a u n a ley p o r la q u e se le p e r m i t i e r a a este p u e b l o ele-
L A L E Y E T E R X A , MODERADORA D E L A S L E Y E S HVMAXAS.—NOCIÓN g i r m a g i s t r a d o s , q u e a d m i n i s t r a r a n la h a c i e n d a p ú b l i c a del
DE LA L E Y E T E R N A mismo?
14. E x a m i n e m o s a h o r a c u i d a d o s a m e n t e , si te p l a c e , h a s - Ev.—Sería m u y justa.
ta q u é p u n t o deba c a s t i g a r las m a l a s acciones esta ley p o r Ag.—Y si, finalmente, este m i s m o p u e b l o l l e g a r a p o c o a
la q u e se g o b i e r n a n los p u e b l o s en la p i e s e n t e v i d a , y vea- p o c o a d e p r a v a r s e de m a n e r a q u e prefiriese e l b i e n p r i v a d o
m o s d e s p u é s q u é es lo q u e d e b a ser secreta, p e r o i n e x o r a b l e - al b i e n p ú b l i c o y v e n d i e r a su v o t o al m e j o r p o s t o r , y, sobor-
m e n t e c a s t i g a d o p o r la d i v i n a P r o v i d e n c i a . Ev.—Cupio, si modo perveniri possit ad tantae reí términos: nam
hoc ego infinitum puto.
videntia. Quomodo enim apud eam sunt isti peccato liberi, qui pro lis
Aug.—Imo adesto animo, et rationis vias pietate fretus ingredere.
tebus quas contemni oportet, humana caede polluti sunt? Videtur ergo
Nihil est enim tam arduum atque difficile, quod non, Deo adiuvante,
mihi et legem istam, quae populo regendo scribitur. recte ista permitte-
planissimum atque expeditissimum fíat. In ipsum ¡taque suspensi atque
re, et divinam providentiam vindicare. Ea enim vindicanda sibi haec lex
ab eo auxilium deprecantes, quod instituimus, quaeramus. Et prius re-
populi assumit, quae satis sint conciliandae paci hominibus imperitis, et
sponde mihi, utrum ista lex quae litteris promulgatur, hominibus hanc
quanta possunt per hominem regi. Illae vero culpae alias poenas aptas
vitam viventibus opituletur.
habent, a quibus sola mihi videtur posse liberare sapientia.
Ev.—Manifestum est: nam ex his hominibus utique populi civitates-
Aug.—Laudo et probo istam, quamvis inchoatam minusque perfec- que consistunt.
tam, tamen fidentem et sublimia quaedam petentem distinctionem tuam.
Aug.—Quid? ipsi homines et populi, eiusdemne generis rerum sunt.
Videtur enim tibi lex ista. quae regendis civitatibu- fertur, multa con-
ut interire mutarive non possint, aeternique omnino sint? an vero mu-
cederé atque impuníta relinquere, quae peí divinam tamen providentiam
tabiles temporibusque subiecti sunt?
vindican tur; et recte. Ñeque enim quia non omnia facit. ideo quae facit
improbanda sunt. Ev.—Mutabile plañe atque tempori obnoxium hoc genus esse quis
dubitet?
CAPÜT VI Aug.—Ergo, si populus sit bene moderatus et gravis communisque
utilitatis diligentissimus custos, in quo unusquisque minoris rem priva-
LEX AETERNA MODERATRIX HUMANARUM ACTIONDM. EIUS NOTIO tam quam publican! pendat; nonne recte lex fertur, qua huic ipsi po-
pulo liceat creare sibi magistratus, per quos sua res, id est publica, ad-
14. Sed dispiciamus diligenter, si placet, quo usque per legem is-
ministre tur?
tam. quae populos in hac vita cohibet, malefacta ulciscenda sint: deinde
quid restet, quod per divinam providentiam inevitabilius secretoque pu- Ev.—Recte prorsus.
niatur. Aug.—Porro si paulatim depravatus idem populus rem privatam reí
publicae praeferat, atque habeat venale suffragium, corruptusque ab eis
216 DEL LIBRE ALBEDHIO I, 6, 15 I, 6, 15 DEL LrBRE ALBEDRÍO 217

nado por los que ambicionan el poder, entregara el gobierno para elegir sus magistrados y, por el contrario, se prive de
de sí mismo a hombres viciosos y criminales, ¿acaso no obra- este derecho al disoluto y malvado?
ría igualmente bien el varón que, conservándose incontamina- Ev.—Entiendo que esta ley es inconmutable y eterna.
do en medio de la general corrupción v gozando a la vez de Ag.—Creo que también te darás cuenta de que en tanto
gran poder, privase a este pueblo de la facultad de conferir la ley temporal es justa, y legítima en cuanto que está fun-
honores, para depositarla en manos de los pocos buenos que dada en la ley eterna; porque si el pueblo a que aludimos
hubieran quedado, y aun de uno solo? en un tiempo gozó justamente del derecho de elegir a sus ma-
Ev.—Sí, igualmente bien. gistrados, y en otro distinto se vio justamente privado de este
Ag.—Pero siendo, al parecer, estar dos leyes tan contra- derecho, la justicia de esta vicisitud temporal arranca de la
rias entre sí, que la una y la otra quitan al pueblo la facul- ley eterna, según la cual siempre es justo que el pueblo juicioso
tad de elegir sus magistrados, y habiendo sido dada la se- elija sus magistrados, y que se vea privado de esta facultad el
gunda en condiciones tales que no pueden existir ambas en que no lo es, ¿no te parece?
un mismo pueblo, ¿podemos decir que una de las dos es injus- Ev.—Conforme.
ta y que no debía haberse dado? Ag.—Según esto, para dar verbalmente, y en cuanto me
Ev.—De ningún modo. es posible, una noción breve de la ley eterna, que llevamos
Ag.—Llamemos, pues, si te parece, ley temporal a esta que, impresa en nuestra alma, diré que es aquélla en virtud de la
aun siendo justa, puede, no obstante, modificarse justamente cual es justo que todas las cosas estén perfectamente ordena-
según lo exijan las circunstancias de los tiempos. das. Si tu opinión es distinta de ésta, exponía.
Ev.—No tengo nada que oponerte; es verdad lo que dices.
Ev.—Llamémosla así.
Ag.—Y siendo como es única la ley eterna, con la cual
15. Ag.—Y aquella ley de la cual decimos que es la ra- deben conformarse siempre las diversas leyes temporales, a
zón suprema de todo, a la cual se debe obedecer siempre, v pesar de las diversas modificaciones que sufren de acuerdo
que castiga a los malos con una vida infeliz y miserable y pre- con las exigencias del buen gobierno de los pueblos, ¿puede
mia a los buenos con una vida bienaventurada, y en virtud ella experimental" alguna modificación?
de la cual justamente se da aquella que hemos llamado ley Ev.—Entiendo que absolutamente ninguna, ya que ninguna
temporal, y en su misma virtud y con igual justicia se la fuerza, ningún acontecimiento, ningún fallo de cosa alguna
modifica, ¿puede no parecer inmutable y eterna a cualquiera llegará nunca a hacer que no sea justo el que todas las cosas
persona inteligente? ¿O es que puede ser alguna vez injusto estén perfectísimamente ordenadas.
el que sean desventurados los malos y bienaventurados los
buenos, o el que el pueblo morigerado y sensato se le faculte miseri, boni autem beati sint; aut ut modestus et gravis populus ipse
sibi magistratus creet, dissolutus vero et nequam ista licentia careat?
Ev.—Video banc aeternam esse atque incommutabilem legem.
qui honores amant, régimen in se flagitiosis consceleratisque committat; Aug.—Simul etiam te videre arbitror in illa temporali nihil esse ius-
nonne item recte, si quis tune exstiterit vir bonus, qui plurimum possit, tum atque legitimum, quod non ex hac aeterna sibi homines derivarint:
adimat huic populo potestatem dandi honores, et in paucorum bonorum. nam si populus Ule quodam tempore iuste honores dedit, quodam rur-
vel etiam unius redigat arbitrium? sus iuste non dedit; haec vicissitudo temporalis ut iusta esset, ex illa
Ev.—Et id recte. aeternitate tracta est, qua semper iustum est gravem populum honores
Aug.—Cum ergo duae istae leges ita sibi videantur esse contrariae, daré, levem non daré: an tibi aliter videtur?
ut una earum honorum dandorum populo tribuat potestatem, auferat Ev.—Assentior.
altera; et cum ista secunda ita lata sit, ut nullo modo ambae in una Aug.—Ut igitur breviter aeternae legis notionem, quae impressa no-
civitate simul esse possint; num dicemus aliquam earum iniustam esse. bis est, quantum valeo verbis explicem, et est qua iustum est ut omnia
et ferri minime debuisse? sint ordinatissima: tu si aliter existimas, prome.
Ev.—Nullo modo. Ev.—Quid tibi vera dicenti contradicam non habeo.
Aug.—Appellemus ergo istam legem, si placet, temporalem, quae Aug.—Cum ergo haec sit una lex, ex qua illae omnes temporales ad
quanquam iusta sit, commutari tamen per témpora iuste potest. homines regendos variantur, num ideo ipsa variari ullo modo potest?
Ev.—Appellemus. Ev.—Intelligo omnino non posse: ñeque enim ulla vis, ullus casus,
15. Aug.—Quid? illa lex quae summa ratio nominatur, cui semper ulla rerum labes unquam effecerit ut iustum non sit omnia esse ordina-
obtemperandum est, et per quam mali miseram, boni beatam vitam rae- tissima.
rentur, per quam denique illa quam temporalem vocandam diximus,
recte fertur recteque mutatur, potestne cuipiam intelligenti non incommu-
tabilis aeternaque videri? An potest aliquando iniustum esse ut mali
218 DEL UBRE ALBEDRÍ0 I, 7, 16 1,7,16 DEL LIBRE ALREDRÍO 211»

y t a n sujetas q u e , p l e g á n d o s e c o m p l e t a m e n t e a su d o m i n i o ,
CAPITULO Vil le o b e d e c e n c o m o p o r u n a especie de i n s t i n t o y de h á b i t o , ¿ n o
CÓMO EL HOMBRE ESTÁ PERFECTÍSIMAMENTE ORDENADO A UN FIN
se te h a o c u r r i d o n u n c a q u e p u d i e r a d a r s e el caso de q u e al-
SEGÚN LA LEY ETERNA, Y CÓMO, SEGÚN E S T E FIN, VALE MÁS E L
g u n a , e n t r e t a n t a s c o m o son c a p a c e s de d o m i n a r y d a r m u e r t e
SABER QUE EL VIVIR
al h o m b r e p o r la fuerza o p o r la a s t u c i a ( a l g u n a s de e l l a s
m á s t e m i b l e s p o r su f e r o c i d a d , p o r su c o r p u l e n c i a o t a m b i é n
16. Ag.—Continuemos y v e a m o s a h o r a c ó m o el h o m b r e p o r cierto i n s t i n t o de c r u e l d a d ) , i n t e n t a r a a su vez s u b y u g a r
está p e r f e c l í s i m a m e n t e o r d e n a d o en r e l a c i ó n consigo m i s m o , al h o m b r e ?
p u e s ya v e m o s q u e u n p u e b l o consta de h o m b r e s u n i d o s e n t r e Ev.—Estoy s e g u r í s i m o de q u e este caso n o p u e d e d a r s e
sí p o r el v í n c u l o de u n a m i s m a ley, que es, s e g ú n d i j i m o s , nunca.
la ley t e m p o r a l , y d i m e , a n t e t o d o , si tienes p o r i n d u b i t a b l e Ag.—Muy b i e n ; p e r o s i e n d o e v i d e n t e q u e m u c h o s ani-
q u e vives. m a l e s a v e n t a j a n al h o m b r e en fuerzas y d e m á s h a b i l i d a d e s cor-
Ev.—¿Qué cosa p o d r í a y o a s e g u r a r con m á s certeza q u e p o r a l e s , d i m e : ¿ c u á l es la cosa p o r la q u e el h o m b r e a v e n t a j a
ésta? al b r u t o , de m a n e r a q u e n i n g u n o de éstos p u e d e d o m i n a r al
Ag.—¿Y a l c a n z a s tú a d i s t i n g u i r que u n a cosa es vivir h o m b r e y, sin e m b a r g o , el h o m b r e p u e d e d o m i n a r a m u c h o s
y o t r a m u y distinta s a b e r q u e v i v i m o s ? de a q u é l l o s ? ¿ E s p o r v e n t u r a la que s o l e m o s l l a m a r r a z ó n o
Ev.—Sé c i e r t a m e n t e q u e n a d i e s a b e q u e vive, sino el q u e inteligencia?
r e a l m e n t e v i v e ; p e r o i g n o r o si t o d o ser viviente se da c u e n t a Ev.—Puesto q u e al a l m a p e r t e n e c e a q u e l l o p o r lo q u e so-
de q u e vive. m o s s u p e r i o r e s a las b e s t i a s , n o veo q u e p u e d a ser otra cosa,
Ag.—Cuánto q u i s i e r a y o q u e , así c o m o crees, así t a m b i é n así c o m o , si fueran i n a n i m a d o s , d i r í a q u e los a v e n t a j a m o s e n
s u p i e r a s q u e las b e s t i a s c a r e c e n de r a z ó n ; p a s a r í a m o s enton- q u e n o s o t r o s t e n e m o s a l m a y e l l o s n o . P e r o , s i e n d o e l l o s ani-
ces r á p i d a m e n t e p o r esta c u e s t i ó n ; m á s , al d e c i r q u e n o lo m a d o s c o m o n o s o t r o s y s i e n d o , p o r o t r a p a r t e , e v i d e n t e que n o
sabes, t e n d r e m o s que d e t e n e r n o s m u c h o en e l l a , p o r q u e es p u e d e m e n o s de ser a l g o , y a l g o m u y i m p o r t a n t e , a q u e l l a rea-
tal, que pasarla por alto equivaldría a imposibilitarnos p a r a l i d a d , c u y a a u s e n c i a de su a l m a es c a u s a de q u e estén someti-
c o n t i n u a r n u e s t r a discusión h a c i a el fin q u e n o s h e m o s p r o - dos a n o s o t r o s y c u y a p r e s e n c i a en l a n u e s t r a constituye el
p u e s t o con t a n t a lógica c u a n t a sé que es n e c e s a r i a . p o r q u é de n u e s t r a s u p e r i o r i d a d s o b r e ellos, ¿ q u é n o m b r e le
Así q u e d i m e : al v e r a las b e s t i a s t a n f r e c u e n t e m e n t e c o m o d a r é q u e m e j o r le c u a d r e q u e el de r a z ó n ?
l a s v e m o s d o m a d a s p o r el h o m b r e , esto es, sujetas al h o m b r e Ag.—Mira c u a n fácil es, con la a y u d a de D i o s , lo q u e
n o sólo en c u a n t o al c u e r p o , s i n o t a m b i é n en c u a n t o al a l m a , los h o m b r e s tienen p o r m u y difícil. P o r q u e te confieso q u e
creí que esta cuestión, q u e c o n s i d e r o y a r e s u e l t a , nos i b a a
CAPUT Vil l l e v a r t a n t o t i e m p o c o m o q u i z á t o d o lo t r a t a d o desde el prin-

HOMO EX AETERNA LEGE QUOMODO ORDINATISSIMUS DISQUIRENDUM, EOQUE ut voluntati eius sensu quodam et consuetudine serviat; utrum tibi ullo
FINE OSTENDITUR SCIRE MELIUS ESSE QUAM VIVERE modo fieri posse videatur, ut bestia quaelibet immanis vel feritate vel
corpore, vel etiam sensu quolibet acérrima, parí vice sibi hominern
16. Aug.—Age nunc, videamus, homo ipse quomodo in seipso sit subiugare conetur, cum corpus eius sen vi seu clam multae interimere
ordinatissimus: nam ex hominibus una lege sociatis. populus constat; valeant.
quae lex, ut dictum est, tempoialis est. Et dic mihi utrum certissimum Ev.—Nullo modo istuc fieri posse consentio.
sit tibi vivere te. Aug.—Bene sane: sed item dic mihi, cum manifestum sit. viribus
Ev.—Hoc vero quid certius responderim? caeterisque officiis corporis a plurimis bestiis hominern facile superari,
Aug.—Quid? illud potesne dignoscere, aliud esse vivere, aliud nosse quaenam res sit qua homo excellit, ut nulla ei bestiarum, ipse autem
se vivere? multis imperare possit? an forte ipsa est quae ratio vel intelligentia dici
Ev.—Scio quidem nemineni se nosse vivere, nisi viventem; sed utrum solet?
omnis vivens noverit se vivere, ignoro.
Ev.—Non invenio aliud, quandoquidem in animo est id quo belluis
Aug.—Quam vellem ut credís, ita etiam scires pécora carere ratio- antecellimus: quae si exanimes essent, dicerem nos eo praestare, quod
ne; cito nostra disputatio ab ista quaestione transiret: sed quoniam ne- animum habemus. Nunc vero cum et illa sint animalia, id quod eorum
scire te dicis, longam sermocinationem moves. Ñeque enim talis res est, animis non inest ut subdantur nobis, inest autem nostris ut eis meliores
qua praetermissa pergere in ea quae intendimus, tanta connexione ra- simus, quoniam ñeque nihil, ñeque parvum aliquid esse cuivis apparet:
tionis, quanta opus esse sentio, sinamur. quid aliud rectius, quam rationem vocaverim?
Dic itaque mihi, cum saepe viderimus bestias ab hominibus domitas. Aug.—Vide quam facile fiat, Deo adiuvante, quod homines difficil-
id est, non corpus bestiae tantum, sed et animam ita homini subiugatam,. limum putant. Nam ego, fateor tibi, quaestionem istam, quae, ut intel-
220 DEL LIBRE ALBEDRÍO 1.7.17 1,8,18 DEL LIBRE ALBEDRÍO 221

cipio de nuestra discusión. Así, pues, ten esta verdad muy en Ev.—Muy bien has entendido y explicado mi pensamiento,
cuenta para continuar ahora lógicamente nuestro discurso, si es que la ciencia no puede ser alguna vez mala.
pues creo no ignoras ya que esto que llamamos saber, scire, Ag.—Tal creo yo firmemente, a no ser que, tomando una
no es otra cosa que percibir por la razón. palabra por otra, confundamos la ciencia con la experiencia,
Ev.—Así es. pues el experimentar no siempre es un bien, como, por ejem-
Ag.—Por tanto, el que sabe que vive, no carece de razón. plo, experimentar suplicios. Pero la que propia y verdadera-
Ev.—Es una conclusión muy natural. mente llamamos ciencia, porque se adquiere por la razón y lai
Ag.—Pero también las bestias, como ya hemos visto clara- inteligencia, ¿quién puede decir que sea nunca mala?
mente, carecen de razón. Ev.—Veo también esta diferencia; sigue adelante.
Ev.—Es claro que sí.
Ag.—He aquí, pues, que ya conoces lo que habías dicho
que ignorabas, o sea que no todo viviente sabe que vive, aun- CAPITULO VIII
que todas las cosas que saben que viven son necesariamente
LA RAZÓN, QUE HACE AL HOMBRE SUPERIOR A LAS BESTIAS, ES.
vivientes.
LA QUE DEBE PREVALECER TAMBIÉN EN ÉL
17. Ev.—Ya no me cabe duda. Continúa hacia donde te
habías propuesto llegar, pues he visto ya con claridad que una 18. Ag.—He aquí lo que deseo explicarte ahora. Si esto
cosa es vivir y otra muy distinta saber que se vive. que hace al hombre superior a las bestias—sea lo que fuere
Ag.—¿Y cuál de estas cosas te parece más digna? y llámese como se quiera, mente o espíritu, o mejor, mente
Ev.—¿Cuál te parece a ti, sino la ciencia de la vida? y espíritu indistintamente, puesto que una y otra expresión
Ag.—Dices que te parece que es mejor la ciencia de la vida se encuentran también indistintamente en los sagrados l i b r o s -
que la misma vida; ¿o es que tal vez quieres decir que la domina en él y tiene sometidos a su imperio todos los demás
vida más elevada y pura consiste en la ciencia, que nadie pue- elementos de que consta el hombre, entonces es cuando se halla
de alcanzar, sino el que está dotado de inteligencia? ¿Y qué éste perfectísimamente ordenado.
es entender, sino vivir mediante la luz misma de la mente una Es indudable, en efecto, que tenemos mucho de común, no
vida más noble y perfecta? Por lo que, si no me engaño, no sólo con los brutos, sino también con las plantas y semillas.
has preferido a la vida ninguna otra cosa distinta de la mis- Y así vemos que también las plantas, que se hallan en la es-
ma vida, sino una vida mejor a cualquiera vida. cala ínfima de los vivientes, se alimentan, crecen, se robustecen
y se multiplican, v que las bestias ven y oyen, y sienten la
ligo, terminata est, tamdiu nos retenturam putaveram, quam fortasse presencia de los objetos corporales por el olfato, por el gusto.
omnia quae dicta sunt ab ipso nostrae disputationis exordio. Quare ac-
cipe iam, ut deinde ratio connectatur: nam credo non te ignorare, id Ev.—Optime omnino et cognovisti et explicasti sententiam meam:
quod scire dicimus, nihil esse aliud quam ratione habere perceptum. si tamen scientia mala esse nunquam potest.
Ev.—Ita est. 4ug.—Nullo modo arbitror, nisi cum transíate verbo scientiam pro
Aug.—Qui ergo scit se vivere, ratione non caret. experientia dicimus: experiri enim non semper bonum est; sicut experiri
Ev.—Consequens est. eupplicia: illa vero quae proprie ac puré scientia nominatur, quia ratione
Aug.—Vivunt autem bestiae, et sicut iam emicuit, rationis expertes atque intelligentia paratur, mala esse qui potest?
sunt. Ev.—Teneo et istam differentiam: persequere caetera.
Ev.—Manifestum est.
Aug.—Ecce igitur iam nosti, quod te ignorare responderás, non omne
quod vivit scire se vivere, quamiiuaim omne quod se vivere sciat, vivat CAPUT VIII
necessario.
RATIO QUA PRAECELLIT HOMO BESTIIS DERET IN IPSO DOMINARI
17. Ev.—Non mihi est iam dubium; perge quo intenderas: aliud
enim esse vivere, aliud scire se vivere, satis didici. 18. Aug.—Illud est quod voló dicere: hoc quidquid est, quo peco-
Aug.—Quid ergo tibí horum duorum videtur esse praestantius? ribus homo praeponitur, sive mens, sive spiritus, sive utrumque rectius
Ev.—Quid putas, nisi scientiam vitae? appellatur (nam utrumque in divinis Libris invenimus), si dominetur
Aug.—Meliorne tibí videtur vitae scientia quam ipsa vita? an forte atque imperet caeteris quibuscumque homo constat, tune esse hominem
intelligis superiorem quamdam et sinceriorem vitam esse scientiam, quam ordinatissimum. Videmus enim habere nos non solum cum pecoribus,
scire nemo potest, nisi qui intelligit? Intelligere autem quid est, nisi sed etiam cum arbustis et stirpibus multa communia: namque alimen-
ipsa luce mentís ilhistrius perfectiusque vivere? Quare tu mihi, nisi fal- tum corporis sumere, crescere, gignere, vigere, arboribus quoque tri-
lor, non vitae aliud aliquid, sed cuidam vitae meliorem vitam praepo- butum videmus, quae Ínfima quadam vita continentur; videre autem
suisti. atque audire, et olfactu, gustu, tactu corporalia sentiré posse bestias.
222 DEL LIBRE ALBEDRÍO 1,8,18 ' y' 1" DEL LIBRE ALBEDRÍO 2211

y por el tacto, y vemos, y tenemos que confesar, que la mayor es cuando se puede decir que domina en el hombre lo que
parte de ellas tienen los sentidos mucho más despiertos y agu- debe dominar, y domina en virtud de aquella ley que dijimos
dos que nosotros. Añade a esto la fuerza y robustez, la solidez que era ley eterna.
de sus miembros y la celeridad y agilidad de los movimientos Ev.—Te comprendo y sigo tu razonamiento.
de su cuerpo, en todo lo cual superamos a algunas, igualamos
a otras y somos inferiores a no pocas. Tenemos, además, de
común con las bestias el género a que pertenecemos. Pero, al CAPITULO IX
fin y al cabo, toda la actividad de la vida animal se reduce a
procurarse los placeres del cuerpo y evitarse las molestias. LA DIFERENCIA ENTRE EL SABIO Y EL NECIO ESTÁ EN EL SEÑORÍO
Hay algunas otras acciones que ya no parece que sean O VASALLAJE DE LA MENTE
propias de los animales, pero que tampoco son en el hombre
el exponente de su mayor perfección, verbigracia, el bromear 19. Ag.—Y cuando el hombre se halla así dispuesto y
y el reír, actos propios del hombre, sí, pero que, a juicio de ordenado, ¿no te parece que es entonces verdaderamente sabio?
cualquiera que tenga un concepto cabal de la naturaleza hu- Ev.—No sé qué otro hombre pueda parecerme sabio, si éste
mana, son una de sus más ínfimas perfecciones. no me lo parece.
Observamos también en el hombre amor a la alabanza y a Ag.—Creo sabrás también que la mayor parte de los hom-
la gloria v el deseo de dominar, tendencias que, si bien no son bres son necios.
propias de los brutos, no debemos, sin embargo, pensar que Ev.—También esto es mucha verdad.
sean ellas lo que nos hacen superiores a las bestias, pues cuan- Ag.—Ahora bien, si el ser necio es contrario a ser sabio,
do la apetencia de éstas no se halla subordinada a la razón, puesto que ya hemos visto quién es el verdadero sabio, seguro
nos hace desgraciados, v claro está que a nadie se le ha ocu- que también te das perfecta cuenta de quién sea el propiamente
rrido nunca el hacer título de su miseria para preferirse a los necio.
demás. Por consiguiente, cuando la razón domina todas estas Ev.—¿Quién no ve que lo es aquel en quien la mente no
concupiscencias del alma, entonces es cuando se dice que el tiene el mando supremo?
hombre está perfectamente ordenado. Porque es claro que no Ag.—En vista de esto, ¿qué hemos de decir de aquel que
hay buen orden, ni siquiera puede decirse que haya orden, allí se halla en estas condiciones, que no tiene mente o que, aun
donde lo más digno se halla subordinado a lo menos digno, cuando la tenga, no tiene ésta el principado que le corresponde?
si es que a ti no te parece otra cosa. Ev.—Más bien esto último que acabas de decir.
Ev.—Es evidente que no.
Ag.—Pues cuando la razón, mente o espíritu gobierna los motus regit, id scilicet dominatur in homine, cui dominatio lege debe-
movimientos irracionales del alma, entonces, y sólo entonces, tur ea quam aeternam esse comperimus.
Ev.—Intelligo ac sequor.
et acrius plerasque quam nos, cernímus et fatemur. Adde vires et va-
lentiam firmitateraque membrorum, et celeritates facilliraosque corporis CAPUT IX
motu«. quibus ómnibus quasdam earum superaraus, quibusdam aequamur,
a nonnullis etiam vincimur. Gemís tamen ipsum rerum est nobis certe STULTI ET SAPIENTIS DISCRIMEN EX DOMINATU AUT SERVITUTE
commune cum belluis: iam vero oppetere voluptates corporis, et vitare MENTÍS
molestias, ferinae vitae omnis actio est.
Sunt alia quaedam, quae iam cadere in feras non videntur, nec ta- 19. Aug.—Cum ergo ita homo constitutus atque ordinatus est. nonne
men in homine ipso summa sunt. ut iocari et ridere: quod humanum tibi sapiens videtur?
quidem. sed infimum hominis iudicat, quisquís de natura humana rec- Ev.—Nescio alius quis mihi sapiens homo videri po«sit, si hic non vi-
tissime iudicat. Deinde amor laudis et gloriae, et affectatio dominandi, detur.
quae tametsi bestiarum non sunt, non tamen earum rerum libídine Aug.—Credo etiam te illud scire, plerosque homines stultos esse.
bestiis meliores nos esse arbitrandum est. Nam et iste appetitus cum ra- Ev.—Hoc queque satis constat.
tioni subditus non est, miseros facit. Nemo autem cuiquam miseria se Aug.—At si stultus sapienti est contrarius, quoniam sapientem com-
praeponendum putavit. Hisce igitur motibus animae cum ratio domina- perimus, quis etiam stultus sit, profecto iam intelligis.
tur, ordinatus homo dicendus est. Non enim ordo rectus, aut ordo appel- Ev.—Cui non appareat hunc esse, in quo mens summam potestatem
landus est omnino, ubi deterioiibus meliora subiiciuntur: an tibi non non habet?
videtur? Aug.—Quid igitur dicendum, cum homo ita est affectus deesse illi
Ev.—Manifestum est. mentem, an, quamvis insit. eam carere dominatu?
Aug.—Ratio isla ergo, vel mens, vel spiritus cum irrationales animi Ev.—Hoc potius quod ultimum subiecisti.

S-ar putea să vă placă și