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Universidad Católica de Santiago del Estero

Departamento Académico San Salvador


Carrera: Ciclo de Complementación Curricular Lic. En Ciencias Religiosas

Cátedra: Seminario de Integración III


Docente: Lic. Sergio Castanetto

Hermanos de Lasalle,
presencia
y desafíos en Barrio Malvinas Argentinas

Estudiantes:
 José Jeremías Emanuel Breggia
 Javier Francisco Espinoza
 Ramón Rodrigo Antonio Lamas
 Pbro. Ariel Ramón Gerardo Paredes García

Año: Agosto de 2017


PROYECTO

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Seminario de Integración III
Docente Encargado: Lic. Sergio Castanetto
Estudiantes  Breggia, José Emanuel Jeremías
 Espinoza, Javier Francisco
 Lamas, Ramón Rodrigo Antonio
 Paredes García, Ariel Ramón Gerardo
Comunidad Seleccionada Hermanos de las Escuelas Cristianas, Provincia Argentina-
Paraguay, Región Pastoral NOA-Centro, comunidad de San
Salvador de Jujuy.
Denominación Hermanos de LaSalle
Domicilio Av. Antenor Sajama nº 593 Barrio Malvinas Argentinas. Tel.
4251188 / 4252543
comunidadjujuy@lasalle.org.ar
Ámbito de trabajo Comunidad de Hermanos.
Fundador San Juan Bautista de La Salle (1651-1719)
Fue el primero que organizó centros de formación de maes-
tros, escuelas de aprendizaje para delincuentes, escuelas téc-
nicas, escuelas secundarias de idiomas modernos, artes y
ciencias. Su obra se extendió rapidísimamente en Francia, y
después de su muerte, por todo el mundo. En 1900, Juan Bau-
tista de La Salle fue declarado Santo. En 1950, a causa de su
vida y sus escritos inspirados, recibió el título de Santo Pa-
trono de los que trabajan en el ámbito de la educación. Juan
Bautista mostró cómo se debe enseñar y tratar a los jóvenes,
cómo enfrentarse a las deficiencias y debilidades con compa-
sión, cómo ayudar, curar y fortalecer. Hoy, las escuelas lasali-
anas existen en 85 países del mundo.
Carisma El Hno. Álvaro Rodríguez, anterior Superior General, escribe
sobre el carisma:
“Nuestro Instituto nació de una intuición mística: una res-
puesta evangélica en una situación histórica procurar la edu-
cación humana y cristiana de los hijos de los artesanos y de los
pobres, que se continúa en nuestros días…”
“El carisma lasaliano no nos pertenece en exclusiva a los Her-
manos sino que es patrimonio de todo el pueblo de Dios, por
eso podemos hablar de un carisma lasaliano compartido con
los seglares lasalianos…
Composición de la Comu- Tres hermanos.
nidad

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Instrumento para recabar información

ENTREVISTA

Somos estudiantes del Ciclo de Complementación Curricular Licenciatura en Ciencias Religio-


sas, impartido por la Universidad Católica de Santiago del Estero, Departamento Académico
San Salvador.

Cursamos un seminario de Integración de las materias: “Problemáticas Sociales y Culturales” y


“Cristo, Iglesia, Pueblos y Religiones”. La integración parte de una aplicación práctica de los
temas en una comunidad concreta. Elegimos los Hermanos de La Salle, de Jujuy.

 Según el carisma que tienen ¿en que consiste su salida social en la comunidad?
 ¿Cuál es su influencia en el barrio Malvinas?
 ¿Que respuesta tienen de los jóvenes a las propuestas que ofrece el carisma Lasaliano?
 ¿En que casos particulares la gente les pregunta o les consulta?
 ¿Cuáles son los desafíos que el barrio les presenta?
 ¿Cómo es la pastoral vocacional en ese barrio?
 ¿En que consiste la espiritualidad Lasaliana?
 Sabemos que trabajan con laicos, ¿Cuál es el dinamismo comunitario, que estructura
tienen?
 ¿Cómo se sostiene económicamente estas tareas?
 ¿Cómo se organizan los grupos para trabajar?
 ¿Cómo es la colación de poder en los grupos?

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ENTREVISTA

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Entrevista a los hermanos de La Salle

1 - Según el carisma que tienen ¿En qué consiste la salida social en la comunidad?
Es un carisma compartido. Hermanos entre ellos mismos, hermanos con respecto a los
alumnos, y hermanos porque todos deben ser discípulos de único Maestro que es Je-
sús.
Brindarse a la comunidad, y esto se manifiesta en la comunidad educativa para que los
jóvenes tengan un futuro. Es decir es a tiempo completo. Es la salida social en cuanto a
su carisma por ser educadores.
El carisma se manifiesta en las comunidades de base, en la comunidad educativa, y en
la unidad que se intenta lograren todo el barrio.
Estamos en el barrio Malvinas desde 1971 pero recién en 1979 el gobierno nos ofrece
la escuela.
2- ¿Cuál es su influencia en el barrio Islas Malvinas?
Como son educadores de la juventud, la principal influencia se nota en su relación con
los jóvenes del barrio. Parte de la escuela como centro educador pero se extiende
también a los egresados que llevan el carisma.
Cuentan con un Comedor Infantil y de Ancianos que reciben a 40 abuelos y aproxima-
damente a 200 niños. Sumado recientemente y gracias a un trabajo conjunto entre los
docentes y los hermanos se formó un espacio llamado “Espacio Joven”, donde realizan
actividades lúdicas y deportivas.
3 - ¿Qué respuesta tienen de los jóvenes a las propuestas del carisma Lasaliano?
Mayormente a lo que se refiere a los logros educativos. Muchos se acercan porque
cuando surge una necesidad pueden recurrir a ellos. Y los jóvenes perciben la presen-
cia de los hermanos y su compañía.
4 - ¿En qué casos particulares la gente los consulta?
Constantemente y sobre todo por enfermedades, varios fueron los casos en donde se
hicieron gestiones para interconsulta médica relacionando el colegio de Jujuy y el Lasa-
liano de Bs As. Además los consultan para las oraciones en los velatorios.
5 - ¿Cuáles son los desafíos que el barrio les presenta?
El barrio Islas Malvinas comenzó como un asentamiento y fue creciendo paulatinamen-
te hasta conformarse como tal. Cuenta con cuatro instituciones educativas, 3 primarios
y 2 secundarios, cuenta con dos salas de primeros auxilios, 1 comisaria, 1 CPV. Tam-
bién se encuentra la institución de APACCE, ARENI, una planta de EJESA.

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Son muchas las realidades y desafíos que presenta el barrio. Pero como comunidad
educativa cristiana, trabajamos con algunas problemáticas. Las mismas son consumo
de sustancia y estupefaciente, el tema del trabajo y la alimentación deficiente de los
alumnos que provoca el atraso. Y el trabajo que se realiza con las madres embaraza-
das.
6 - ¿Cómo es la pastoral vocacional en el barrio?
La pastoral vocacional apunta a que los jóvenes sean formadores. No sólo es enseñar
sino acompañar.
Además hay dos postulantes para ser hermano y uno está en discernimiento.
7 - ¿En qué consiste la espiritualidad lasaliana?
Es una espiritualidad de ojos abiertos: observan la realidad y a partir de allí dan res-
puestas. El contacto con Dios no es algo light. Tenemos la Palabra como fuente.
8 – Sabemos que trabajan con laicos ¿cuál es el dinamismo comunitario, qué estruc-
turas tienen?
Somos como una asociación para el servicio educativo de los pobres. No tenemos una
estructura fija, preferimos el trabajo dialogado y la mirada de realidad nos permite
buscar dónde llegar y cómo ofrecer diversos servicios a aquellos que lo soliciten.
9 - ¿Cómo se sostienen económicamente estas tareas?
La economía es en función de la misión. Tenemos un pozo en común sobre el cual to-
dos decidimos. Cada gasto que se hace es acordado y registrado.
Se viven acorde al lugar donde están.
10 - ¿Cómo se organizan los grupos para trabajar?
Los hermanos estamos para el acompañamiento, es decir nos tienen como referente
pero no es decisivo. Se organizan reuniones semanales y allí toman decisiones para los
grupos. Cada grupo tiene un referente pero que no toma la posición de dueño.
11 - ¿Cómo es la colación de poder en los grupos?
Es una autoridad compartida a través de responsabilidades que se marcan en una reunión
mensual y luego cada uno, según su compromiso, van realizando.

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ANÁLISIS,
PROPUESTAS
Y CONCLUSIONES

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Un acercamiento...
El siglo XXI presenta a la fe católica nuevos desafíos y contrastes. La globalización generó nu-
merosos procesos, entre ellos surge una nueva mirada de lo religioso como un hecho cultural,
pero también como parte de la secularización que va invadiendo la sociedad y el pensamiento.

Estas acciones se traducen desde un proceso histórico resultando un sinnúmero de modifica-


ciones y reconfiguraciones que, desde las ciencias sociales, nos ayudan a comprender a la reli-
gión, y sobre todo a la religión que uno profesa, como fenómeno religioso.

Para poder situarnos en un hecho religioso deberemos, primero, acercarnos progresivamente,


y luego, sacar las capas que la práctica cotidiana pone a esa expresión de fe.

El mundo Moderno hizo que el hombre se despoje de situaciones e ideas que parecían, o al
menos algunas corrientes de pensamiento creían, coaccionaban su manera de ser. Este proce-
so permitió que avance en la búsqueda de una razón cada vez más desafiante y comprometida
con su entorno (el mundo), con los demás (solidaridad) y se abrió a la posibilidad de lo Otro,
aquello que escapa a su voluntad no como una mera reproducción de ideas, pensamientos y
comportamientos, sino buscando protagonismo en una historia que no se remite a lo tempo-
ral, sino que reconfigura lo que se presenta como más desafiante. Es la entramada de las rela-
ciones en búsqueda de un nuevo modo de llevar adelante lo cotidiano.

Por lo tanto, para producir un encuentro y un diálogo entre ambas posiciones, será necesario
analizar su desarrollo teológico y práctico, con la finalidad de producir frutos de amistad evan-
gélica, a fin de poder trabajar mancomunadamente por la edificación del Reino de Dios.

Laicidad y Secularización, procesos de identificación


La Modernidad trae, de manera particular para América Latina, los conceptos de laicidad y
secularización con características particulares.

Laicidad es un término que se origina en la esfera religiosa, señala la separación entre el Orden
Sagrado y el bautizado, el laico. Se toma como referencia la etimología griega “laos” que signi-
fica “del pueblo”. La modernidad reconfigura este término y pasa a denominar un espacio
temporal independiente de la influencia religiosa. El laicismo se opondrá a lo religioso, y lo
religioso pasa cada vez más a una esfera privada, confundiéndose con la pluralidad y la tole-
rancia religiosa. Por eso la laicidad refiere a un régimen de convivencia social cuyas institucio-
nes políticas ya no están legitimadas por lo sagrado sino por el pueblo, cambia el origen de la
autoridad y se desplaza lo religioso a un acuerdo entre iguales.

Secularización será entonces un proceso de diferenciación social donde la religión se convierte


en una institución junto con otras instituciones y pierde su pretensión globalizante.

Surge así el término de “hecho religioso”. Ya Durkheim elabora el concepto de hecho social
indicando: “que contiene modos de actuar, pensar y sentir exterior al individuo, y posee un
poder de coerción en virtud del cual se oponen a él… (… ) Sólo a ellos se debe dar el calificativo
de sociales (…), al no tener substrato al individuo, no pueden tener otro que la sociedad, sea la

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sociedad política en su totalidad, sea alguno de los grupos parciales que encierra (…). Por tanto
pertenecen al ámbito propio de la sociología”1.

Este concepto implica entonces una normativación, con una conciencia colectiva, con una es-
tructura (sistema de órganos), marcando que un hecho social sólo puede ser explicado por un
hecho social.

¿Cómo sería pensar un hecho religioso frente a esta propuesta?


Ya que Durkheim considera la religión un hecho social, su realidad objetiva es observada desde
afuera como cosa, analiza el sistema de símbolos y señala tres dimensiones en el hecho religio-
so: creencias, prácticas y organización. Se deriva entonces que lo religioso en el sistema de
órganos que propone cumple la función de establecer límite entre sagrado y profano, válido y
no válido, lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer.

Y ¿dónde se ubica, entonces, la vida consagrada y la actividad de los laicos?


De la misión del Espíritu nace la Iglesia, nace en ella la vida consagrada y cada uno de sus insti-
tutos, nacen todas las formas de vida laical. No es la vida consagrada la que hace la misión; es
la misión la que configura y rehace a la vida consagrada y así con cada una de las formas de
vida. La misión es la madre de la Iglesia. De la misión del Espíritu nace cada iglesia particular,
cada congregación, cada comunidad. Pero, eludiendo todo primer plano, el Espíritu actúa a
través de múltiples ministerios, servicios, carismas. El Espíritu realiza su misión en Alianza con
la Esposa del Hijo: El Espíritu y la Esposa dicen: ¡Ven, Señor! ¡Ese es el magnífico pacto de la
misión!

Esto será posible si logramos entender que “la misión es, ante todo, un compromiso de cola-
boración con el Espíritu de Dios; Que la reflexión acerca de los carismas se debe realizar en
comunidad y como familia; Que es necesario entrar en una fase de auténtico ecumenismo
carismático interno, con las normas del diálogo intelectual y del diálogo de vida; Que de la
comunión de vida surge el deseo de compartir la misión que nos viene de Dios y de llegar a
proyectos concretos”2.

Desafíos y contrastes
En este modo en que la concepción moderna ve lo religioso se presenta también la relación
con el mismo barrio como instancia social. Se reclama el estilo de vida como condicionante y la
respuesta del laico revela un modo muy personal, privado de vivir su fe.

El desafío más grande será motivar una formación más seria y que abarque no sólo la doctrina
sino un modo de vivir comprometido con la sociedad, con los demás, con Dios y con ellos mis-
mos.

Frente a una Modernidad que presenta lo global como posibilidad de conocer deberemos pre-
parar un laico crítico con capacidad de distinguir en medio de la pluralidad los elementos que
configuran su fe.

1
Portantiero, 1977, pág. 56
2
Cfr. García Paredes, J.et al.; Fundamentos teológicos de la misión-Subsidio 1, S.S. de Jujuy, 2017, p 10 -
16.

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En una modernidad que presenta una aldea global deberemos comprometer al laico con “los
gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre
todo de los pobres y de cuantos sufren…3”, en las situaciones sociales del Barrio, no sólo de la
Comunidad Lasaliana.

Con una Modernidad que fragmenta identidades por la pluralidad de pertenencia de los suje-
tos, debemos ayudar a los laicos a conformarse como unidad de pertenencia a una comunidad
de bautizados que ponen todo en común a semejanza de Hechos de los Apóstoles.

El desafío más importante será invitar a estas personas que no olviden su dimensión secular,
no como separación de esferas sino como compromiso de transformación de su entorno. Que
asuman la felicidad que propone el Evangelio siendo agentes en constante conversión y discí-
pulos misioneros.

Debemos aprender a mirar toda realidad pastoral sin juzgarla con categorías de “buenos” o
“malos”, sino con la seguridad que, si uno mismo entra en la vida y el desarrollo de los diversos
modos que tienen de expresar sus relaciones la acción social, el ámbito económico, aún las
situaciones que comprometen su seguridad, podemos ser agentes de cambio asumiendo una
perspectiva más holística rompiendo con las estructuras que se marcaron proponiendo nuevas
miradas que ayuden a una contención.

A la luz de lo analizado y reflexionado, se puede traer a colación el decreto Ad Gentes, donde


se menciona a “la Trinidad como matriz de la misión de la Iglesia4”. Donde toda la Trinidad es
comunión y relación, y por eso para lograr la medida de relación y coherencia entre el Reino de
vida y la fidelidad al anuncio evangélico por parte de la Iglesia, es clave la disposición al diálogo
inter-religioso en clave misionera.

Por eso proponemos la conformación de una Escuela de ciudadanía que permita reforzar el
trabajo que los hermanos están realizando en el barrio. Esta Escuela permitiría el diálogo entre
las instituciones intermedias, la comunidad religiosa y los vecinos; paneles, charlas, catequesis,
encuentros festivos, todo entorno a una renovada y comprometida misión eclesial.

3
Gaudiium et Spes, 1965. N 1
4
Cfr. AD 2-4

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Bibliografía

 Borri, Néstor; Poder construir, construir poder. Cuadernos Mapas n° 3-2010


 Cripriani, Roberto-Manual de Sociología de la Religión-2004
 Durkheim,E; “Las formas elementales de la vida religiosa” AKAL EDITOR – 1982
 García Paredes, J.et al.; Fundamentos teológicos de la misión-Subsidio 1, S.S. de Jujuy,
2017
 Touraine Alain - Critica De La Modernidad - F o n d o d e C u l t u r a Ec o n ó m ic a –
1994

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