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J Barry Carr

La izquierda mexicana
a través del siglo XX

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Traducción de
Paloma Villegas
~ Índice

Fotografía de portada
Francisco Mata

Agradecimientos, 11
Principales siglas citadas, 13

INTRODUCCIÓN, 17

La naturaleza de los protagonistas, 17


Para entrar en el mundo de la izquierda, 19
El comunismo, el marxismo y la sociedad mexicana, 20
El marco internacional, 22
La sociología del comunismo mexicano, 25
Delimitación cronológica, 27

l. LOS ORÍGENES DEL PARTIDO COMUNISTA MEXICANO, 29

Introducción, 29
La formación del Partido Comunista Mexicano, 31
Los años rojos, 32
El Congreso Socialista Nacional y la fundación del PCM, 34
La primera década del comunismo mexicano, 41
El comunismo mexicano y el campesinado, 46
El papel de los intelectuales y artistas, 48
Número de miembros, 50
Actitud frente al estado, 51
El giro a la izquierda, 56
Primera edición en inglés: 1982, The University ofNebraska Press, Lincoln, Nebraska
Título original: Marxism and Communism in Twentieth Century Mexico
Primera edición: 1996 11. UN LEGADO AMBIGUO: EL COMUNISMO MEXICANO Y EL PERIODO DE
ISBN: 968-411-387-0 CÁRDENAS, 61
DR © 1996, Ediciones Era, SA de C.V.
Calle del Trabajo 31, 14269 México, D.F.
Impreso y hecho en México
Introducción, 61
Printed and made in Mexico El Partido Comunista durante la presidencia de Lázaro Cárdenas, 64
Los orígenes del Congreso Extraordinario, 76
Este libro no puede ser fotocopiado ni reproducido
total o parcialmente por ningún otro medio o método
sin la autorización por escrito del editor.

This book may not be reproduced, in whole or in jJart,


in any Jorm, without written permission Jrom the publishers.

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III. LOS COMUNISTAS MEXICANOS Y LA REFORMA AGRARIA 1 Crisis y recomposición de la izquierda mexicana: cambios en la
EN LA LAGUNA, 1920-1940, 93 respuesta de la izquierda frente a Alemán, 182
Conclusión: los "días terrenales" de José Revueltas, 189
Introducción, 93
¿Triunfo proletario o campesino?, 93 VI. LA INSURGENCIA OBRERA Y LA RECOMPOSICIÓN DE LA IZQUIERDA,
La Laguna, 94 1950-1961, 193
La fuerza de trabajo de La Laguna, 95
Nexos y simbiosis entre obreros y campesinos, 98 Introducción, 193
La experiencia de los años veinte: tradiciones de lucha, 100 Situación y fuerza del PCM y del POCM: partidos, prensa
El PCM en La Laguna, 103 y número de miembros, 196
La Depresión, 104 El Partido Popular, 202
Se inicia la gran lucha, 106 Movimiento agrario y obrero, 206
El planteamiento del reparto de tierras, 109 La insurgencia ferrocarrilera, 1958-1959, 208
Importancia del reparto para la alianza obrero-campesina, 113 La izquierda, 1956-1960, 212
Febrero-marzo de 1959, 220
IV. LAS RELACIONES ENTRE LOS COMUNISTAS MEXICANOS El XIII Congreso del Partido Comunista Mexicano, 223
Y ESTADOUNIDENSES: LA HEREJÍA BROWDERISTA, 1934-1946, 117 Conclusión, 227

Introducción, 117 VII. EL NACIMIENTO DE UNA NUEVA IZQUIERDA, 1960-1975, 229


Browder y el browderismo, 121
El browderismo de Cuba a México, 124 Introducción, 229
El Partido Comunista Mexicano, 125 Nuevos sujetos históricos, 230
La Unidad Nacional, 127 Un contexto internacional distinto, 236
Las relacione~ con Lombardo Toledano, 130 Nuevas formas de hacer política, 238
El browderismo en México: primeras etapas, 131 La esfera cultural y académica como terreno de crítica
La realidad de la experiencia browderista, 13 7 y combate, 242
La inversión extranjera y la libre empresa, 141 Los viejos protagonistas, 248
Desintegración y postmortem, 1945-1946, 143 Conclusión, 258
Conclusión, 149
VIII. LA REBELIÓN ESTUDIANTIL Y LA LUCHA GUERRILLERA:
V. EL FRENESÍ DEL DESARROLLISMO: MIGUEL ALEMÁN Y LA 1968 Y SUS SECUELAS, 261
IZQUIERDA DOMADA, 1946-1950, 151
Introducción, 261
Introducción, 151 Los antecedentes de Tlatelolco, 262
Un reto para la izquierda mexicana, 157 Las demandas del movimiento, 267
La elección de Miguel Alemán, 158 Las respuestas a 1968. Hacia el pueblo: la lucha armada
El consenso socialista en torno a la industrialización, 161 y los nuevos movimientos urbanos populares, 270
La mesa redonda marxista de 1947, 164 Los nuevos proyectos de la izquierda, 274
La izquierda y la clase obrera organizada, 1946-1950, 171 Las reacciones del gobierno al movimiento de 1968: Echeverría,
La izquierda sale de la CTM, 175 la apertura democrática y las respuestas de la izquierda, 276
Los "charrazos", 177 Conclusión, 279

9
~

IX. LA CRISIS ECONÓMICA Y LA UNIFICACIÓN DE LA IZQUIERDA Agradecimientos


MEXICANA, 1976-1987, 281

Introducción, 281
El PSUM, 284
El Partido Comunista Mexicano, el PSUM y el eurocomunismo, 284
Socios de izquierda, 290
Los antecedentes de la fusión, 291 En el curso de la investigación para este libro he contraído deudas de
¿Un "partido de nuevo tipo"?, 294 gratitud con un gran número de individuos e instituciones en México,
La cuestión electoral y parlamentaria, 296 Estados Unidos, Gran Bretaña, Holanda y Australia. Mi principal deuda
La crisis económica y la austeridad, 298 institucional es con el departamento de Historia y el Instituto de Estu-
El PSUM y las organizaciones de masas, 302 dios Latinoamericanos de La Trabe University, que me proporcionaron
Conclusión, 303 un ambiente de trabajo favorable, tiempo para investigar y fondos para
viajar. En Estados Unidos, el Center for us-Mexican Studies de la Univer-
X. DESPUÉS DE CUAUHTÉMOC O EL RETO DE LAS MUCHAS sidad de California, San Diego, me otorgó una beca de investigación por
MODERNIZACIONES: EL FUTURO DE LA IZQUIERDA EN MÉXICO, 305 seis meses en 1984, financiamiento y apoyo organizativo para una con-
ferencia sobre la respuesta de la izquierda y el movimiento popular me-
Introducción, 305 xicanos a las políticas de austeridad, así como un medio académico
Los protagonistas de la izquierda, 306 inmejorable para escribir, investigar y reflexionar. He recibido apoyo y
El FDN y las elecciones de julio de 1988, 31 O asesoría excepcionales del director del Centro, Wayne Cornelius.
El futuro de la "izquierda independiente", 316 En México, el personal del Archivo General de la Nación, la Biblioteca
Un desafío para la izquierda, 320 Nacional y la Hemeroteca Nacional me ayudó enormemente. Me gustaría
Múltiples modernizaciones, 323 agradecer especialmente el apoyo que me dieron el Centro de Estudios
del Movimiento Obrero y Socialista (CEMOS) y su predecesor, el Centro de
ABREVIATURAS DE LAS FUENTES DE ARCHIVO, 327 Estudios Marxistas (CEM). Estas organizaciones poseen una colección
única de fuentes de archivo, panfletos y periódicos relativos a la historia
NOTAS, 329 del movimiento obrero y socialista mexicano en el siglo XX. Sin el acceso
a los registros del Partido Comunista Mexicano y a los papeles de Carlos
BIBLIOGRAFÍA SELECTA, 397 Sánchez Cárdenas que posee el CEMOS, yo no habría podido entrar en el
mundo del comunismo mexicano. Gracias especialmente al director del
ÍNDICE DE NOMBRES, 413 CEMOS, Arnoldo Martínez Verdugo y a Ricardo Espinosa, Eduardo !barra,
Antonio !barra, Raquel Sosa, Rocío Culebra y UrielJarquín.
Entre los muchos estudiosos y activistas mexicanos que me concedie-
ron entrevistas o con quienes he discutido mi investigación, quisiera des-
tacar a Miguel Ángel Velasco, Adolfo Gilly, Gerardo Unzueta, Fabio
Barbosa, Gerardo Peláez, Marcela de Neymet, Rodolfo Echeverría (El
Chicali), Alejandro Álvarez, Gilberto Rincón Gallardo, Roger Bartra,
Olivia Gall, Luis Hernández, Samuel León, Joel Ortega, Octavio Rodrí-
guez Araujo, Alicia Torres, Enrique González Rojo, Héctor Aguilar Ca-
mín y Gilberto Guevara. Pero debo agradecer especialmente a Arnaldo
Córdova y Enrique Semo, que han sido durante años extraordinaria-
mente generosos con su tiempo y su hospitalidad.

11
---..,

He hablado sobre muchos de los temas que se presentan en este libro


Principales siglas citadas
con colegas de diversos países. En particular quiero agradecer a Alan
Knight, Judith Adler Hellman, Kevin Middlebrook, Rodney Anderson,
Dawn Raby, Tim Harding, Nora Hamilton, Ann Craig, Daniela Spenser,
Paul Vanderwood, Steve Haber, Dan Lund y Jeff Rubín. Steve Niblo ha
leído varios borradores del libro y ha sido fuente de excelentes comen-
tarios desde el principio.
Algunas secciones de este libro aparecieron en artículos y libros pu- AFL American Federation of Labor
blicados independientemente y quisiera agradecer a los siguientes edi- ANOCP Asamblea Nacional Obrera, Campesina y Popular
tores por el permiso para reproducir este material. A Duke University AOCM Alianza de Obreros y Campesinos de México
Press, por una porción del capítulo 1 que se publicó como "Marxism ASARCO American Smelting and Refining Company
and Anarchism in the Formation of the Mexican Communist Party, ASU Acción Socialista Unificada
1910-1919", en Hispanic American Historical Review, vol. 63, n. 2 (1983), y BOC Bloque Obrero y Campesino
una parte importante del capítulo III que fue publicada como "The Me- CCI Central Campesina Independiente
xican Communist Party and Agrarian Mobilizations in the Laguna 1920- CCM Confederación Campesina Mexicana
1940: A Worker-Peasant Alliance?" en la misma revista, vol. 67, n. 3 CD Corriente Democrática
(1987). A The Guilford Press, por el capítulo 11, que apareció como "Cri- CDP Comité de Defensa Popular
sis in Mexican Communism: the Extraordinary Congress of the Mexican CEM Centro de Estudios Marxistas
Communist Party", en Science and Society, vol. 50, n. 4 (invierno de 1986- CEMOS Centro de Estudios del Movimiento Obrero y Socialista
1987), y vol. 51, n. 1 (primavera de 1987). A Cambridge University Press, CENCOS Centro Nacional de Comunicación Social
por partes del capítulo IX que aparecieron en "Mexican Communism CFE Comisión Federal de Electricidad
1968-1981: Eurocommunism in the Americas",journal of Latin American CGOCM Confederación General de Obreros y Campesinos de México
Studies, n. 17 (mayo de 1985) y al Center for us-Mexican Studies por par- CGT Confederación General de Trabajadores
tes que aparecieron en la introducción a Barry Carry Ricardo Anzaldúa CIA Central Intelligence Agency
(comps.), The Mexican Left, the Popular Movements and the Politics of Auste- CIO Congress of Industrial Organization
rity, Center for us-Mexican Studies, University of California, San Diego, CIOAC Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos
LaJolla, 1986. Una gran parte del capítulo X apareció como "The Left CJM Confederación de Jóvenes Mexicanos
and Its Potential Role in Political Change", en Wayne Cornelius,Judith CNC Confederación Nacional Campesina
Gentleman y Peter Smith (comps.), Mexico's Alternative Political Futures, CNDEP Comité Nacional en Defensa de la Economía Popular
Center for us-Mexican Studies, LaJolla, 1989. CNDP Comité Nacional de Defensa Proletaria
El poema de Efraín Huerta "Desconcierto", que se utiliza como epí- CNED Central Nacional de Estudiantes Democráticos
grafe para el capítulo VIII, fue originalmente publicado en Los poemas CNF Consejo Nacional Ferrocarrilero
prohibidos, Joaquín Mortiz, México, 1969. Se reproduce con el permiso CNH Consejo Nacional de Huelga
de Andrea Huerta Bravo. CNIT Cámara Nacional de la Industria de la Transformación
CNPA Coordinadora Nacional "Plan de Ayala"
CNTE Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación
CME Confederación Mexicana de Electricistas
COCEI Coalición Obrero Campesino Estudiantil del Istmo
CON Consejo Obrero Nacional
COCM Confederación de Obreros y Campesinos de México
CONAMUP Coordinadora Nacional del Movimiento Urbano y Popular
COR Confederación Obrera Revolucionaria

12 13
COSINA Coordinadora Sindical Nacional LNC Liga Nacional Campesina
CPN Confederación Proletaria Nacional LOPPE Ley Orgánica de Partidos Políticos y Elecciones
CRDP Comité Regional de Defensa Proletaria MAP Movimiento de Acción Popular
CROM Confederación Regional Obrera Mexicana MAR Movimiento Acción Revolucionaria
CSUM Confederación Sindical Unitaria de México MAS Movimiento al Socialismo
CTAL Confederación de Trabajadores de América Latina MAUS Movimiento de Acción y Unidad Socialista
CTC Confederación de Transporte y Comunicaciones MEP Movimiento Estudiantil Profesional
CTM Confederación de Trabajadores de México MLN Movimiento de Liberación Nacional
CUT Central Única de Trabajadores MRM Movimiento Revolucionario del Magisterio
FAT Frente Auténtico del Trabajo MRP Movimiento Revolucionario del Pueblo
FBI Federal Bureau of Investigation MRPCM Movimiento Reivindicador del Partido Comunista
FDN Frente Democrático Nacional Mexicano
FEG Federación Estudiantil de Guadalajara MSF Movimiento Sindical Ferrocarrilero
FEP Frente Electoral del Pueblo MSR Movimiento Sindical Revolucionario
FEU Federación Estudiantil Universitaria OIR-LM Organización de Izquierda Revolucionaria-Línea de Masas
FPP Federación de Partidos del Pueblo Mexicano PAN Partido Acción Nacional
FMI Fondo Monetario Internacional PARM Partido Auténtico de la Revolución Mexicana
FNCR Frente Nacional Contra la Represión PAUS Pacto de Unidad Sindical
FNDSCAC Frente Nacional por la Defensa del Salario Contra la PCEU Partido Comunista de Estados Unidos
Austeridad y la Carestía PCM Partido Comunista Mexicano
FNET Federación Nacional de Estudiantes Técnicos PCUS Partido Comunista de la Unión Soviética
FNTICE Federación Nacional de Trabajadores de la Industria de PFCRN Partido del Frente Cardenista para la Reconstrucción
Comunicaciones y Electricidad Nacional
FPAC de M Frente Popular Anti Comunista de México PLM Partido Liberal Mexicano
FSI Frente Sindical Independiente PMS Partido Mexicano Socialista
FSOC Federación de Sindicatos de Obreros y Campesinos PMT Partido Mexicano de los Trabajadores
de Durango PNR Partido Nacional Revolucionario
FSOCRL Federación de Sindicatos de Obreros y Campesinos POCM Partido Obrero-Campesino Mexicano
de la Región Lagunera POS Partido Obrero Socialista
FSROC Federación Sindical Revolucionaria de Obreros pp Partido Popular
y Campesinos PPM Partido del Pueblo Mexicano
FSTSE Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio PPR Partido Patriótico Revolucionario
del Estado PPS Partido Popular Socialista
FUZ Frente Urbano Zapatista PRD Partido de la Revolución Democrática
GCCT Gran Cuerpo Central de Trabajadores PRI Partido Revolucionario Institucional
IMSS Instituto Mexicano del Seguro Social PRM Partido Revolucionario Mexicano
IPN Instituto Politécnico Nacional PRS Partido de la Revolución Socialista
ISSSTE Instituto de Seguridad y Servicios Sociales PRT Partido Revolucionario de los Trabajadores
de los Trabajadores del Estado PSM Partido Socialista de México
IWW Industrial Workers of the World PSP Partido Socialista Popular de Cuba
]CM Juventud Comunista de México PSR Partido Socialista Revolucionario
]OC Juventud Obrera Católica PST Partido Socialista de los Trabajadores

14 15
-~----,

PSUM Partido Socialista Unificado de México Introducción


SITMMSRM Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros,
Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana
SME Sindicato Mexicano de Electricistas
SNTE Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
SPAUNAM Sindicato del Personal Académico de la Universidad
Nacional Autónoma de México
SSM Secretariado Social Mexicano La idea de un libro sobre la historia del marxismo y el comunismo en
STERM Sindicato de Trabajadores de la Educación de la República México surgió mientras investigaba el desarrollo del movimiento obrero
Mexicana en las dos primeras décadas de la Revolución Mexicana. Mi interés en la
STERM Sindicato de Trabajadores Electricistas de la República prehistoria del socialismo mexicano y el descubrimiento accidental, a me-
Mexicana diados de los setenta, de un valioso fondo de documentos relativos a
STEUNAM Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad los primeros años del Partido Comunista Mexicano (PCM) me incitaron
Nacional Autónoma de México a empezar a trabajar en una historia del PCM. 1 Sin embargo, pronto se
STUNAM Sindicato de Trabajadores de la Universidad hizo evidente que para relatar la historia del PCM había que ocuparse
Nacional Autónoma de México también de la izquierda mexicana en un sentido más amplio.
STFRM Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República
Mexicana LA NATURALEZA DE LOS PROTAGONISTAS
STPRM Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República
Mexicana ¿Qué es la izquierda? ¿Quiénes son los protagonistas de este relato?
SUTERM Sindicato Único de Trabajadores Electricistas El actor principal es el movimiento comunista mexicano, cuyos ante-
de la República Mexicana cedentes ehistoria (desde 1919 -cuando se fundó el PCM- hasta la diso-
SU TIN Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear lución del último fragmento del partido a fines de los años ochenta)
TD Tendencia Democrática (del SUTERM) constituyen el núcleo central de este estudio.
UAG Universidad Autónoma de Guerrero Me refiero al movimiento comunista y no al partido porque ha habi-
UAM Universidad Autónoma Metropolitana do varios comunismos mexicanos. Ése fue el resultado de la orgía de ex-
UAP Universidad Autónoma de Puebla pulsiones que forzaron a sucesivas oleadas de "disidentes" a salir del PCM
UAS Universidad Autónoma de Sinaloa a lo largo de las décadas. En los años cuarenta, por ejemplo, varios cientos
UGOCM Unión General de Obreros y Campesinos de México de comunistas fueron echados del partido, entre ellos figuras importan-
UIC Unidad de Izquierda Comunista tes como Hernán Laborde, Valentín Campa, Miguel Angel Velasco y
UMM Unión Minera Mexicana Carlos Sánchez Cárdenas. Estos hombres constituyeron un foro marxis-
UNAM Universidad Nacional Autónoma de México ta independiente en los años cuarenta, y los últimos tres formaron el
URC Unión Revolucionaria Comunista Partido Obrero-Campesino Mexicano (POCM), que desempeñó un pa-
UOI Unidad Obrera Independiente pel importante en los diez años que van de 1950 a 1960. Tanto Campa
WFTU World Federation ofTrade Unions como Velasco militan todavía en la izquierda en el momento de escribir
esta introducción.
Hasta la fecha, la mayoría de los estudios sobre la historia del PCM (y
en particular la semioficial Historia del comunismo mexicano publicada en
1984) han pasado por alto o prestado escasa atención a esos aconteci-
mientos. Se trata de una omisión grave, ya que los "disidentes" fueron
con frecuencia los primeros hombres y mujeres que rompi<:ron con la
ortodoxia estéril e intentaron una reconciliación de la tradición so-

16 17
cialista con las realidades cambiantes de la sociedad mexicana, uno de PARA ENTRAR EN EL MUNDO DE LA IZQUIERDA
los temas principales de este libro. Sus voces deben ser rescatadas.
Aunque los comunismos mexicanos son la "constante" en este libro, ¿Quiénes son los sujetos históricos del desarrollo del marxismo y el co-
la izquierda no comunista ocupa un papel importante también, espe- munismo en México? La mayoría de los estudios de la izquierda han
cialmente en el periodo posterior a 1960, cuando el número de prota- subrayado tradicionalmente el papel desempeñado por la ideología
gonistas de la izquierda aumentó notablemente. En los años sesenta y formal, las organizaciones políticas, la alta política ("el drama del Comi-
setenta las fronteras del marxismo y el socialismo en México explotaron té Central") y los líderes nacionales y locales. Esta perspectiva institu-
de modo similar a lo que ocurría en otros lugares del mundo: la emer- cionalista ha sido criticada con frecuencia. Supuestamente estudia a la
gencia de la "Nueva Izquierda" como consecuencia del XX Congreso del izquierda en los términos de la lógica de sus propias organizaciones, sus
Partido Comunista de la Unión Soviética y el inicio de la revolución cu- propias luchas internas y su propio discurso oficial; da demasiado peso
bana fueron, tal vez, los acontecimientos formadores más importantes. a los líderes y demasiado poco a las bases, y destaca lo nacional por en-
Estar "en la izquierda socialista" dejó de significar automáticamente ser cima de lo local.
parte de la tradición comunista y sus partidos. Esto no significa que no Comparto algunas de estas dudas aunque no todas. Un capítulo de
hubiera marxistas independientes antes de 1960. El economista Narciso este libro se aparta del nivel nacional para examinar el desarrollo del Par-
Bassols y el diplomático e intelectual Eduardo Villaseñor, por ejemplo, tido Comunista Mexicano en el área de La Laguna, al norte de México,
formaron una agrupación socialista influyente en los años cuarenta una región económicamente estratégica en la que el Partido Comunista
(Liga de Acción Política), y desde fines de los cuarenta había socialistas logró intersectar creativamente las tradiciones de oposición anteriores a
de diferentes matices militando en el Partido Popular creado por Vicen- 1910 y determinar los tiempos y la forma inicial, si no el resultado final,
te Lombardo Toledano, el decano de los marxistas mexicanos. Uno de de una importante reforma agraria en 1936. El capítulo r examina la vin-
Íos objetivos de este libro es examinar la corriente política intelectual culación entre el Partido Comunista y los pintores muralistas que cons-
asociada con la figura de Lombardo Toledano (a la que comúnmente se tituyeron la vanguardia artística de la Revolución Mexicana. En el
hace referencia como lombardismo). capítulo V, una revisión de la obra del principal novelista y ensayista mar-
A partir de los sesenta la izquierda se expandió enormemente y sur- xista de México, José Revueltas, nos ayuda a entender las tensiones y
gió una amplia gama de nuevas formaciones partidarias y organizacio- contradicciones que existían dentro del comunismo mexicano a finales
nes, la mayoría de ellas después de la sangrienta derrota del movimiento de los cuarenta. Al tratar los acontecimientos posteriores a 1960, se pres-
estudiantil-popular de 1968. Aún más importante fue la aparición de ta atención a la relación entre la izquierda y la cultura popular, las uni-
nuevas sensibilidades y formas de organizar la intervención política a versidades y las ciencias sociales políticamente comprometidas. Sin
través del arte, la literatura y la cultura popular. Paralelo a estos aconte- embargo, el desarrollo del impacto del marxismo sobre la vida intelec-
cimientos fue el surgimiento de nuevas formas de asociación vinculadas tual y académica de México debe aguardar otro estudio. 2
a una diversidad de proyectos que eran críticos del capitalismo de Me parece justificado prestar atención a la ideología, a la ''voz oficial",
posguerra. A la clase obrera y el campesinado, tradicionalmente consi- y al zigzag entre táctica y estrategia en dos sentidos principales. Muchos
derados como sujetos naturales de la izquierda, se unieron nuevos mo- de los momentos claves en la historia de la izquierda mexicana han esta-
vimientos sociales urbanos y coaliciones, especialmente en los setenta y do relacionados con cuestiones de lucha ideológica y política. Este tema jus-
los ochenta. La "clase" era ahora sólo uno de los muchos temas en torno tifica que se privilegie un tanto los asuntos ideológicos y políticos. En
a los cuales se coaligaban la izquierda y los movimientos populares. La segundo lugar, y más importante aún, la preocupación por lo que la "cú-
"comunidad", el "lugar de residencia", la "religiosidad", el "género" tam- pula" de la izquierda piensa es crucial para uno de los temas centrales de
bién se convirtieron en poderosas fuerzas movilizadoras. Por tanto, con- este libro: las luchas de la izquierda a lo largo de los años para adaptarse a
forme el libro avanza en el tiempo y el mapa de la izquierda se hace más las características cambiantes de la sociedad mexicana.
complejo, la definición de izquierda que utilizo se vuelve necesariamen- La lucha por comprender y transformar la sociedad mexicana plan-
te más amplia. teó grandes retos a la izquierda marxista. La izquierda socialista se vio
confrontada con la difícil cuestión de qué tanto se ajustaba México a las
categorías y consignas entonces disponibles para los marxistas. Una

18 19
preocupación igualmente urgente fue cómo la izquierda podía intersec- torno a quién ha de·controlar las organizaciones de masas de obreros,
tar las tradiciones indígenas de resistencia y liberalismo para que pudie- campesinos y pobres urbanos cuya cooptación por el estado tanto con-
ran ser utilizadas en la construcción de un programa y una práctica tribuyó a la fuerza y la estabilidad de los gobiernos en el periodo poste-
progresistas y anticapitalistas auténticamente mexicanos. rior a 1920. Una preocupación central de este estudio ha sido, por lo
Estos problemas y los debates en torno a ellos fueron planteados pre- tanto, relacionar el desarrollo de la izquierda con la evolución política del
cisamente por cuadros políticos profesionales (surgidos de todas las México posrevolucionario y en particular con la historia tanto de las or-
clases) y por los intelectuales revolucionarios. Para examinarlos, es im- ganizaciones de masas "oficiales" como la Confederación de Trabajado-
prescindible ocuparse de los protagonistas de estos debates y de las for- res de México (CTM), la Confederación Nacional Campesina (CNC) y el
mas en que fueron resueltos. De ahí la importancia dada en este estudio partido oficial (conocido sucesivamente como PNR, PRM y PRI) que ha
a las deliberaciones que tuvieron lugar en foros como la Mesa Redonda dominado la vida política desde 1929.
de Marxistas Mexicanos, en 1947. Pero sería un gran error suponer que la historia del comunismo me-
xicano sólo ha consistido en el conflicto violento con las estructuras cor-
EL COMUNISMO, EL MARXISMO Y LA SOCIEDAD MEXICANA porativas del estado. Durante una gran parte del periodo anterior a
1960 (y más obviamente entre mediados de los treinta y finales de los
Gramsci decía que escribir la historia de un partido comunista significa- cuarenta), el PCM y sus aliados, como los seguidores de Vicente Lombar-
ba escribir la historia de toda una sociedad, y Perry Anderson ha escrito do Toledano, se dedicaron a la búsqueda obsesiva de convergencias (e in-
sobre la necesidad de integrar la evolución de los comunismos naciona- cluso fusiones) con el partido oficial y su base de masas.
les con la historia del "equilibrio nacional de fuerzas" (clases, partidos, La respuesta de la izquierda marxista a la Revolución Mexicana y su
instituciones) en cada sociedad. En otras palabras, la izquierda sólo se "ideología" hegemónica, de la que la mayor parte de la izquierda fue
puede entender en términos de los objetivos, las personas involucradas una (voluntaria) cautiva hasta los años sesenta, es uno de los temas cen-
y las estructuras del medio económico y político en que actúa. trales de este estudio. Algunas de las cuestiones claves son los diferentes
Cumplir la meta fijada por Gramsci es una ardua tarea, ya que es im- proyectos gubernamentales emanados de la Revolución Mexicana y las
posible en un libro de esta extensión rastrear la evolución global de la reacciones del PCM a cada uno de ellos: los primeros intentos vacilantes
sociedad mexicana. Pero el reto permanece. ¿Junto a qué fuerzas políti- de reconstrucción económica y centralización estatal asociados a los ge-
cas y socioeconómicas ha actuado la izquierda marxista? El libro des- nerales de la dinastía del Norte, que dominaron los gobiernos de Álvaro
cribe un terreno económico familiar: la participación de la izquierda en Obregón (1920-1924) y Plutarco Elías Calles (1924-1928) en los años
la lucha en torno a la producción (huelgas, conflicto económico, lucha veinte; el radical nacionalismo económico del presidente Lázaro Cárde-
por la tierra) y sus intentos arduos y, durante mucho tiempo, vergonzo- nas (1932-1940), con su énfasis en la reforma agraria, la movilización de
samente insuficientes por reconocer la naturaleza predominantemente masas y la recuperación de la soberanía nacional; el desarrollismo con-
capitalista de la economía política mexicana. servador de los años de Miguel Alemán ( 1946-1952), que privilegiaba
Pero más allá de la cuestión de mejorar las condiciones materiales de la industrialización y el crecimiento económico a la vez que buscaba disci-
existencia de la población se hallan las luchas por defender, ampliar o plinar a las organizaciones obreras y campesinas, más que la redistri-
reconquistar la autonomía de las organizaciones populares. Éstas eran al bución y la justicia social; el "presidencialismo despótico" de finales de
principio los habituales órganos de clase de los obreros y los campesi- los sesenta y principios de los setenta (tras el aplastamiento del movi-
nos, por ejemplo, los sindicatos. Pero conforme el mapa de la izquierda miento estudiantil-popular de 1968), y las estrategias neoliberales de mo-
se ampliaba y diversificaba, otras formas de representación creadas por dernización económica y política seguidas por los gobiernos de De la
el movimiento popular (organizaciones de colonos, grupos estudian- Madrid y Salinas de Gortari durante la crisis de endeudamiento de los años
tiles, focos guerrilleros) pasaron al primer plano. ochenta.
La lucha por la autonomía de las iniciativas y organizaciones popula- El estudio también se ocupa de la relación entre el desarrollo delco-
res en la sociedad civil a menudo produjo confrontaciones con el esta- munismo mexicano y otras tradiciones progresistas y de izquierda. No se
do, cuya masiva expansión fue uno de los rasgos principales de la pretende hacer una historia de la idea del socialismo en México, pero sí
Revolución Mexicana. Ha habido choques especialmente violentos en trata temas como los orígenes del marxismo y el "socialismo científico";

20 21
la relación entre el marxismo y la tradición libertaria (el anarquismo y creación de la famosa estructura disciplinada y centralizada que funcio-
el anarcosindicalismo en particular) dentro del PCM en sus primeros naría en los años posteriores fue lento y a menudo contradictorio. Las
años (capítulo 1), y finalmente las relaciones, cruciales pero siempre po- comunicaciones y otros problemas obstaculizaban y desorganizaban la
lémicas, entre el PCM, la tradición lombardista (representada por el Par- comprensión y el manejo de las situaciones europeas por la Comintern.
tido Popular y luego el PPS) y lo que se ha conocido como la tradición Por eso resulta todavía más difícil aceptar la seriedad de aquellos estu-
del "nacionalismo revolucionario". dios históricos que sostienen de una manera rígidamente teleológica
A pesar de sus experiencias con el frentismo popular (1936-1940) y la que había una correspondencia exacta, desde el principio mismo, entre
unidad nacional (1941-1947) y de sus tratos siempre ambiguos con los las acciones del Partido Comunista Mexicano y el Comité Ejecutivo de la
sucesivos gobiernos mexicanos, el PCM luchó por conservar su compro- Comintern.
miso con la idea de un proyecto socialista independiente del estado y de El historiador aún tiene la tarea de descubrir hasta qué punto la Co-
la burguesía. Las tradiciones lombardista y nacionalista revolucionaria, mintern determinaba la dirección y el estilo del Partido Comunista Me-
por otra parte, aunque propugnaban el socialismo, nunca abandonaron xicano en los diferentes periodos de su historia. A esta tarea hay que
la esperanza de que el contenido progresista de la Revolución Mexicana añadir la cuestión de la relación entre el PCM y otros centros de la iz-
(simbolizado por su antimperialismo y sus ambiciones estatistas) pudie- quierda marxista mexicana (los grupos en torno a Lombardo Toledano,
ra rencauzarse hacia metas socialistas mediante alianzas amplias con los por ejemplo) y otros partidos del hemisferio occidental: el Partido So-
segmentos progresistas del partido oficial. cialista Popular de Cuba (PSP), por ejemplo, y el Partido Comunista d J
En los veinticinco años transcurridos tras las históricas revelaciones de Estados Unidos (PCEU), que desde 1920 estuvo encargado por la Comin-
Jrushev en el XX Congreso del PCUS en 1960, la brecha que separaba a la tern de una "supervisión" sobre sus partidos hermanos de América
tradición comunista del nacionalismo revolucionario se ensanchó casi Latina. -
hasta la ruptura. Para los años setenta, el PCM y un sector cada vez mayor Las relaciones con el PCEU fueron extremadamente estrechas durante
de la izquierda socialista habían concluido que el potencial progresista de los primeros treinta años de la vida del PCM, y en algún momento ciertas
la Revolución Mexicana se había agotado. Sin embargo, paradójicamen- figuras del PCEU se convirtieron en miembros de los cuerpos directivos
te, este estudio concluye con un reencuentro histórico y un tanto ines- del partido mexicano y guiaron la toma de decisiones en plenos funda-
perado entre los supervivientes del proyecto comunista y los más recientes mentales del Comité Central o actuaron como árbitros finales en las
defensores del nacionalismo revolucionario: los disidentes neocardenis- grandes cuestiones de la época. El contenido y los límites de esta rela-
tas del partido oficial (PRI) agrupados en torno a la figura de Cuauhté- ción casi "tutelar" deben ser examinados con cuidado si hemos de sacar
moc Cárdenas que tan espectacular aparición hizo en las elecciones de conclusiones sobre la posible doble dependencia del PCM respecto de la
julio de 1988. arena internacional. Este tema es estudiado a todo lo largo del libro, y
más particularmente en los capítulos 11 y IV.
EL MARCO INTERNACIONAL Sin embargo, hay que contemplar estas cuestiones con cautela, si no
queremos caer en las explicaciones simplistas y reduccionistas que pre-
Ciertamente ningún estudio sobre el marxismo y el comunismo en un sentan la historia del PCM como una serie de incidentes en que éste res-
escenario nacional puede ignorar la dimensión internacional de lo que ponde pasivamente a los agentes de la Comintern y al "oro de Moscú".
(ante todo era un movimiento que trascendía las fronteras nacionales. La Tenemos que reconocer que las políticas y directivas de la Comintern
1l Comintern,
• fundada en 1919 (y disuelta en 1943), proporciona los ladri- eran con frecuencia bien recibidas y aceptadas con entusiasmo por las
~ l_los principales para la construcción de este proyecto. Establecida entre direcciones nacionales de los partidos comunistas, y hay que explorar.
í las ruinas de la Segunda Internacional, la Comintern, una Internacional las circunstancias que explican este paralelismo de intereses en cada
: de la Acción, era, como han señalado Fernando Claudín, Perry Ander- contexto nacional. En otros casos, ciertos procesos mexicanos, indepen-
; son y otros, "un fenómeno sociológicamente único ... una organización dientes del marco internacional, preveían o anticipaban las políticas de
que exige una lealtad absoluta, una fidelidad disciplinada, entre sus sec- la Comintern. Una última advertencia se refiere al peligro de aceptar sin
ciones constitutivas".' Esto no debe disimular el hecho de que durante reservas la homogeneidad internacional del movimiento comunista.
los cinco primeros años de existencia de la Comintern el proceso de Todos los partidos, sin importar cuán estalinizados y serviles fueran, in-

22 23
variablemente asimilaban muchas de las características peculiares de la sí asimiló acríticamente el experimento browderista de "marxismo crea-
cultura nacional y las tradiciones radicales de su país. tivo" hasta casi liquidar la identidad del partido como fuerza socialista
,../¿Cuáles, pues, son las grandes coyunturas en que la Comintern jugi> independiente.
: un papel decisivo? Ante todo, el "giro a la izquierda" délllamado Tercer
· Periodode1á Comintern, iniciado en 1928, cuyos rasgos mexicanos cla- LA SOCIOLOGÍA DEL COMUNISMO MEXICANO
ves fueron establecidos en el pleno del Comité Central del PCM celebra-
do en julio de 1929. En esta reunión se concluyó que los gobiernos de Otro tema que intenta abordar el libro es lo que podría llamarse la so-
Plutarco Elías Calles y Emilio Portes Gil (1928-1929) habían capitulado ciología de los movimientos mexicanos comunista y marxista. Ésta es la
ante el imperialismo angloamericano y que de ahí en adelante la lucha menos estudiada de todas las problemáticas esbozadas en esta introduc-
de las masas recientemente radicalizadas tomaría una forma irrenuncia- ción. ¿Cuál ha sido la base social de la presencia comunista y de otras
blem~nte anticapitalista y antimperialista. El resultado fue una condena agrupaciones de izquierda en el México posterior a 1920? Necesitamos
global al bloque de generales revolucionarios que dominaban la dinas- saber en qué sectores de la clase obrera, el campesinado y la intelligent-
tía del Norte y una posición intransigente respecto de los sectores mera- sia han encontrado seguidores-el comunismo y las diferentes combina-
mente "reformistas" de la sociedad mexicana. ciones de socialismo e izquierdismo, cómo se organizaba su apoyo y
En segundo lugar, los cambios de actitud del PCM respecto del go- cómo se conservaba o perdía. También debemos identificar a los nuevos
bierno de Cárdenas en su primer año (diciembre de 1934-diciembre de protagonistas y simpatizantes a que se ha dirigido la izquierda, especial-
1935), simbolizados por el paso de la consigna "Ni CaHe.~_rü. Cárdenas" mente a partir de los sesenta.
y de la afirmación complementaria de que Lázaro·c·ií:rélenas preparaba
el camino al fascismo, a l/ consigna "Unidad a toda costa" a mediados
de 1937. El impacto del VII Congreso de la Comi11tern (agosto de 1935)
Cuadro 1
. y la intervención del líder det PCEU, Earl Browder~ en las deliberaciones
. del PCM en 1937 fueron cruciales en ese abrupto cambio de postura po- NÚMERO DE MIEMBROS DEL PCM, 1919-1981
lítica.
El tercer episodio se refiere a la crisis de liderazgo que se produjo en
! 1939-1940, en que tuvo lugar la purga del Secretario General del PCM, Noviembre de 1922 1 500
Hernán Laborde y otro destacado líder comunista, Valentín Campa, y su Abril de 1925 191
expulsión del partido. Aquí de nuevo la influencia externa (esta vez 1927 600
bajo la forma de una delegación de la Comintern) desempeñó un papel Julio de 1929 1 500
clave en la campaña del PCM para purgar a su directiva. Las memorias de Diciembre de 1934 600
Valentín Campa y los papeles de Earl Browder arroj<¡-n nueva luz sobre Junio de 1936 5 000
este periodo crucial, y sugieren que el motivo principal de las expulsio- Enero de 1937 10 000
nes fue que ciertos líderes del PCM se opusierpn a 1~ presión soviética Junio de 1938 17 756
para que el partido colaborara en los preparativos para eliminar a León Enero de 1939 25 000
Trotsky, que entonces vivía exiliado en la ciudad de México. Enero de 1939 30 125
L~ cuarta y última coyuntura se refiere al impacto del browderismo 1944 5 331
sobre los movimientos comunista y marxista mexicanos, que se examina Marzo de 1945 10 000
1
! __en el capítulo IV. La predicción de Earl Browder según la cual la cola- Noviembre de 1947 15 559
boración entre Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética aca- 1960 1900
baría con la dominación colonial del ter~er mundo tuvo un profundo, 1974 1 500
aunque muy breve, impacto sobre muchos partidos comunistas lati- 1981 15 000
noamericanos durante 1944 y 1945. Aunque el PCM nunca fue tan lejos
FUENTEo Barry Carr. "Temas del comunismo mexicano", Nexos, n. 54, junio de 1982, p. 24.
como algunos de sus·partidos hermanos (el PSP cubano, por ejemplo),

24 25
Para responder a estas cuestiones sería necesario poseer datos estadís- espectacularmente el crecimiento del PCM. Además, las dos grandes ra-
ticos básicos, aunque difíciles de obtener, sobre cuestiones tan elementa- chas de expulsiones masivas ( 1943 y 1947) redujeron aún más el núme-
les como el tamaño y la distribución geográfica cambiantes de la membre- ro de miembros del PCM. La formación del Pªr:tido Qbrero~Campesino --
sía del PCM y de otras fuerzas. Mortunadamente, el acceso a materiales de Mexican_Q(POCM) en 1950 y las defecciones en favor del Partido Popular
archivo del PCM y de algunos comunistas destacados ha hecho posible ha- deLo-~bard-oTüledano~(-á cuya consolidación irónicamente había con-
cer alguna reconstrucción preliminar de las bases del PCM, por lo menos tribuido el PCM al prestarle un buen número de sus cuadros) ahondaron
para fines de los treinta y- la década de los cuarenta. la decadencia del partido. La cifra de mil novecientos miembros en
El cuadro 1 se ha elaborado a partir de fuentes de variada credibilidad. 1960 es probablemente una exageración, ya que con la excepción de la
En todos los casos excepto uno (1960) las cifras proceden de fuentes per- base ejidataria siempre importante en la región lagunera, el PCM estaba
tenecientes al PCM como la prensa del partido o informes presentados desde cualquier punto de vista a punto de desaparecer en vísperas de su
ante congresos nacionales por el secretario de organización del partido. XIII Congreso, en 1960.
Siempre hay presión para inflar el tamaño de la membresía, y esto proba- Es necesario hacer una advertencia general sobre el manejo de estas
blemente explica, por ejemplo, la discrepancia entre las dos cifras relati- cifras. Debemos estar conscientes del peligro de sacar conclusiones sim-
vas a 1939, ambas tomadas del periódico del PCM, La Voz de México." plistas sobre la influencia del PCM a partir del número de sus miembros.
A pesar de éstas y otras deficiencias, las tendencias generales del nú- El modesto número de miembros que había en los veinte, por ejemplo,
mero de miembros del PCM entre los veinte y el final de los setenta son nos llevaría a subestimar el papel del PCM en la organización campesina
bastante claras. El partido fue minúsculo a lo largo de los veinte, como y el trabajo antimperialista así como la influencia del partido y de sus
resultado de graves dificultades organizativas, abruptos cambios de direc- distinguidos artistas (David Alfara Siqueiros, Diego Rivera) sobre la vida
ción y la continua resistencia de los miembros de base a la política de cultural ypolítica de México.
frente unido dentro de la "reformista" Confederación Regional de Obre-
ros Mexicanos (CROM) y los sindicatos independientes. La violencia en- DELIMITACIÓN CRONOLÓGICA
tre caudillos en los años veinte también se cobraba su diezmo; la rebelión
delahuertista de 1923-1924, por ejemplo, destruyó vínculos entre el cuer- Este libro sigue el ascenso y luego la desaparición formal de la tradició~-,
po central del partido y sus ra..mas locales, y una mayoría de las secciones comunista y marxista representada por el PCM y sus sucesores (el Partido
(en Veracruz, Yucatán, Michoacán) fueron destruidas o debilitadas por Socialista Unificado de México [PSUM], 1981-1987, y el Partido Mexica-
los rebeldes. Para fines de 1928, la organización del partido se había no Socialista [PMS], 1987-1989). Cu.o:ul<fQ elP)\'ISdec!dió disolverse a prin-
recuperado hasta el punto de que estaban funcionando en todo el país cipios de 1989 y fusionarse con el nuevo partido de centro-izquierda
más de treinta secciones, con un número total de quince mil miembros. creado en torno a la figura de Cuauhtémoc Cán:l.erias (el PRD), una era
Sin embargo, la represión lanzada por los gobiernos durante el periodo se cerró definitivamente. Desde luego, esto no equivale a decir que nada
1929-1934 y el sectarismo exhibido por el PCM durante su periodo iz- queda de la "izquierda'', aunque existen voces que sostienen precisa-
quierdista fueron causa de que dicha recuperación se detuviera rápida- mente eso. Porque para 1990 el mapa de la izquierda, tal como espero
mente, de modo que para principios de la presidencia de Cárdenas el haber demostrado, ya no estaba dominado por la antigua tradición co-
número de miembros no era mayor que diez años antes. munista. Se había ampliado para incluir una serie de perspectivas y prác-
La edad de oro del PCM en cuanto a número de miembros es sin duda ticas radicales mucho más abarcadoras y, factiblemente, más ricas que
la segunda mitad de los treinta, cuando ese número aumentó a grandes las de la era anterior a 1960.
saltos, a tono con la inspiración radical de la estrategia política y econó- Aunque el libro avanza de década en década, no hay ninguna preten-
mica cardenista, el nacimiento de los grandes sindicatos industriales na- sión de proporcionar una visión completa de la historia de la izquierda
cionales (de ferrocarrileros, petroleros y mineros) y la consolidación de marxista y comunista año por año, ni siquiera sexenio por sexenio. El li-
un poderoso sindicato de maestros. La crisis de liderazgo de 1940 y el gi- bro está organizado en torno a algunos episodios importantes elegidos
ro a la derecha del gobierno bajo Manuel Ávila Camacho (diciembre de porque marcan "rupturas" o avances significativos en la evolución de la
1940-1946), debido a la cual pertenecer al Partido Comunista dejó de ser izquierda o porque proporcionan una ventana particularmente ilumi-
útil como trampolín para alcanzar influencia sindical y política, invirtió nadora a través de la cual observar los procesos claves.

26 27
El libro se inicia con un estudio de los orígenes del Partido Comunis- 1. Los orígenes del Partido Comunista Mexicano
ta Mexicano y su primera década. Esto va seguido de un examen de las
experiencias del PCM durante la época dorada de los años de Cárdenas,
con especial atención a la crisis interna que condujo a la convocatoria
del Congreso Extraordinario de 1940. El capítulo 111 estudia el papel de-
sempeñado por los comunistas mexicanos en la organización agraria de la
región lagunera en el norte-centro de México, y especialmente las histó-
ricas expropiaciones agrarias de 1936. El capítulo IV contempla la here- INTRODUCCIÓN
jía browderista tal como fue experimentada en México duran te 1943-1945.
El capítulo V examina las respuestas comunistas y marxistas al giro con- En Europa central y occidental, los partidos comunistas fueron resulta-
servador en los planteamientos políticos y económicos del gobierno do de los efectos radicalizadores de la primera guerra mundial y de las
de Miguel Alemán ( 1946-1952), utilizando la Mesa Redonda Marxista de dramáticas escisiones que se produjeron dentro de los poderosos movi-
1947 para estudiar las concepciones de la izquierda de posguerra. El ca- mientos socialdemócratas. La socialdemocracia, por su parte, tenía una
pítulo VI investiga los inicios de la desintegración del PCM de viejo estilo influencia importante en una amplia clase obrera industrial con una lar-
bajo el impacto de las jornadas obreras de 1958-1959 y el XIII Congreso del ga historia de organización política. Sin embargo, a principios de 1917,
PCM. Los capítulos VII y VIII examinan el movimiento estudiantil-popular la socialdemocracia marxista no estaba muy extendida entre los trabaja-
de 1968 y las muchas y variadas respuestas de la izquierda a su sangrienta dores e intelectuales mexicanos. Los preceptos anarquistas y libertarios
represión. El capítulo IX se ocupa de la unificación de la izquierda en aún dominaban al sector más radical de la clase obrera, que estaba sólo
los setenta y ochenta. El libro concluye con un examen del surgimiento parcialmente organizada y en la que el liberalismo y el mutualismo te-
del poderoso reto neocardenista a la hegemonía del PRI, que tuvo su clí- nían todavía gran peso.
max en las elecciones de 1988, y contempla el significado de este terre- Más importante aún: México acababa de salir de treinta y cuatro
moto para el futuro de la izquierda mexicana. años de dictadura: el porfiriato, o gobierno del general Porfirio Díaz
(1876-1911). La dictadura no había extinguido todo rastro de actividad
popular política y sindical, como la leyenda negra solía afirmar, pero
ciertamente no permitió a la pequeña clase obrera mexicana desarrollar
la rica vida asociativa y política que el sufragio y otras conquistas polí-
ticas (y concesiones de la clase dominante) permitían a los obreros en
algunos países europeos. Los obreros no obtenían gran cosa mediante
la actividad política, y el recuerdo de la represión estatal estaba aún fres-
co. Así pues, no es necesario recurrir a la influencia del pensamiento
anarquista y libertario para explicar la muy difundida suspicacia respec-
to del estado y respecto de cualquier esperanza de obtener beneficios a
partir del ejercicio convencional del poder político, suspicacia que carac-
terizó durante tanto tiempo al ala radical de la clase obrera mexicana.
Antes de la revolución de 1910, la presencia del marxismo y el socia-
lismo en México era débil. 1 Sí existía una generalizada conciencia, por
lo menos hasta mediado~ de la década de 1880, acerca dedos rasgos prin-
cipales del crecimiento de la socialdemocracia europea. Paul Zierold, un
refugiado de la legislación antisocialista bismarck.iana, corresponsal de
Die Neue Zeit, parece haber establecido algún grado de contacto, antes
de 1912, con un pequeño núcleo de sus compatriotas que eran traba-
jadores en una cervecería de Toluca. Para 1914 se podía comprar en Mé-

28 29
xico la bibliografía socialista europea y es posible incluso que circulara tucionalistas se volvieron contra sus aliados obreros durante la huelga
en medios reducidos, a juzgar por la lista de títulos a la venta en las li- general convocada por la Casa. La derrota de la huelga general en la
brerías de la ciudad ele México. ciudad de México ese año y la disolución de la Casa del Obrero Mundial
Evidentemente el socialismo gozó de prestigio entre una amplia gama por el gobierno de Venustiano Carranza suscitó una revisión a fondo de
de intelectuales y figuras políticas durante la épica revolución. El derro- la estrategia de los obreros, la cual tendría sus frutos en los siguientes
camiento del régimen de Díaz en 1911 inauguró una década de luchas tres años con la formación de dos corrientes claramente diferenciadas
entre diferentes coaliciones revolucionarias por el control sobre la forma- dentro de la clase obrera de la parte central del país: el sindicalismo
ción del nuevo orden. Para muchos revolucionarios, ya fueran seguidores reformista de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), fun-
de los movimientos de base campesina de Zapata o Villa o de la coalición dada en marzo de 1918, y la fusión temporal de las corrientes anarcosin-
multiclasista de los carrancistas, que dominó la revolución a partir de dicalista y marxista del Gran Cuerpo Central de Trabajadores (GCCT)
1916, el socialismo disfrazaba posiciones esencialmente populistas y esta- con el Partido Comunista Mexicano durante 1919.
tistas. El uso del término reflejaba la idea cada vez más difundida de que
la meta suprema del estado revolucionario era establecer la paz social y el LA FORMACIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA MEXICANO
bienestar colectivo imponiendo el equilibrio entre las clases. Para otros,
socialismo era una palabra en clave utilizada para distinguir entre aque- Los tres años que precedieron a la fundación del Partido Comunista Me-
llos sectores que se identificaban con la estrategia social y política de la xicano (PCM) en noviembre de 1919 fueron de gran actividad para la iz-
Revolución Mexicana y quienes pertenecían al campo "reaccionario". quierda mexicana, que aún resentía las repercusiones de la confrontación
¿Y qué ocurría con la práctica política? El primer foco verdadero de ac- entre la Casa del Obrero y los constitucionalistas. La CROM adoptó muy
tividad política socialista fue el Partido Obrero Socialista (POS), fundado pronto una posición abiertamente reformista, a pesar de la permanente
en 1911 por Paul Zierold y un abogado de la ciudad de México, Adolfo presencia de matices anarquistas en su nombre y su constitución. La CROM
Santibáñez, secretario del partido y activista en la política socialista hasta esperaba obtener por sus actividades el apoyo de patronos poderosos,
1919. Dicho partido estaba influido por la perspectiva reformista del Par- pero la creciente hostilidad del gobierno de Carranza contra los obreros
tido Socialista Español, aunque algunos de sus primeros miembros esta- obligó al líder de la federación, Luis Morones, y a sus seguidores a buscar,
ban mucho más cerca de posiciones anarquistas y libertarias que de la durante 1919, nuevos y más amables patronos con la ayuda de su ala polí-
socialdemocracia. Los libertarios abandonaron el partido en junio de tica, el Partido Laborista. Éste obtuvo la atención y el apoyo de los gene-
1912 para formar aquel mismo año el grupo Luz, un centro racionalista rales Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, miembros destacados de lo
y libertario que fue el núcleo en torno al cual nacería la primera organi- que se conocería como la dinastía sonorense, y en 1920 apoyó la revuelta
zación obrera nacional de México, la Casa del Obrero Mundial. de Agua Prieta, la cual puso fin a la administración de Carranza e inau-
Tras el asesinato en 1913 del primer presidente del México revolucio- guró el dominio de los "norteños", que duraría los ocho años siguientes.
nario, Francisco I. Madero, el POS desapareció de la vista, aunque al pa- Otro indicio de la futura orientación de la CROM y urí.a fuente de con-
recer mantuvo actividades de organización y conferencias en la ciudad flicto con sindicatos más radicales fueron los estrechos vínculos que la
de México en 1915. Durante las repetidas ocupaciones y evacuaciones de organización estableció con la American Federation of Labor (Federa-
la ciudad por las fuerzas constitucionalistas y convencionistas (estas últi- ción Obrera Norteamericana). Durante la primera guerra mundial, la
mas constituidas por los seguidores de Emiliano Zapata y Francisco AFL se había identificado totalmente con los planteamientos militaristas
Villa), a fines de 1914 y en la primera mitad de 1915, las simpatías de del gobierno de Estados Unidos; también se hallaba a la vanguardia de
los líderes del POS se inclinaron fuertemente hacia el campo de Villa y los intentos por crear una federación obrera latinoamericana "modera-
Zapata. Esta posición contrastaba agudamente con las fuertes simpatías da" y antisocialista, objetivo para el que la CROM mexicana era una
constitucionalistas de una gran parte de la Casa del Obrero Mundial, afiliada clave.
que organizó brigadas militares (los Batallones Rojos) para apoyar al Sin embargo, en ese periodo el grueso de la clase obrera organizada
movimiento constitucionalista. se movía todavía dentro del marco ideológico de las ideas mutualistas o
La incursión de la Casa del Obrero Mundial en la política resultó de- libertarias. Un gran número de trabajadores se alejaron de la CROM por
sastrosa. En 1916, tras aplastar a las fuerzas zapatista-villistas, los consti- su orientación y, en particular, por su adopción de la estrategia de

30 31
"acción múltiple", una combinación de acción industrial "directa" e in- influyó en el desarrollo del radicalismo y el socialismo mexicanos. Los
tervención en la arena política. A fines de 1918, algunos de estos des- intentos de la administración Wilson por conseguir que el gobierno de
contentos crearon una nueva organización obrera, que ha pasado casi Carranza modificara su postura neutral suscitaron un resentimiento cre-
inadvertida para los historiadores del movimiento obrero mexicano: el ciente de los mexicanos contra las presiones e interferencias del podero-
Gran Cuerpo Central de Trabajadores. Fuertemente orientado hacia los so vecino. La política agresiva de Estados Unidos agudizó la hostilidad,
trabajadores de la ciudad de México, el Gran Cuerpo agrupaba a los obre- en particular, de la opinión radical y nacionalista de México. Su reacción
ros más radicalmente independientes y militantes de la capital y de sus tomó la forma de un estridente neutralismo o de un antimperialismo a
suburbios sureños, muchos de los cuales ingresarían, en febrero de 1921, veces acompañado de sentimientos favorables a la potencia alemana,
a la Confederación General de Trabajadores (CGT). El Gran Cuerpo que era considerada como un posible contrapeso a las pretensiones he-
contaba con el apoyo de los panaderos, los trabajadores tranviarios y los gemónicas de Estados Unidos. 6
empleados de la compañía telefónica (ambos sindicatos habían sido La declaración de guerra estadounidense tuvo otros efectos en Méxi-
muy activos a fines de 1914 y en 1915), los choferes y algunos sectores co. Muchos cientos de ciudadanos estadounidenses que se oponían al
de los movimientos de obreros textiles del Distrito Federal. También es- ingreso de su país en el conflicto armado cruzaron el río Bravo. Tal vez
tableció fuertes vínculos con el antiguo Partido Socialista Mexicano, que sólo unas docenas de los cientos de slackers (desertores) que pasaron a
revivió un tanto en enero de 1918. 2 México habían tenido actividades socialistas e izquierdistas en Estados
Unidos. Algunos de ellos, como Irving Granich (más tarde conocido co-
LOS AÑOS ROJOS mo Mike Gold, un destacado escritor comunista), Carleton Beals, Char-
les Phillips (más tarde, el experto del Partido Comunista de Estados
No se puede estudiar la formación del comunismo latinoamericano sin Unidos en cuestiones latinoamericanas que escribió bajo el pseudónimo
tomar en consideración la nueva era inaugurada por la revolución rusa. de Manuel Gómez) y el caricaturista de The Masses, Henryd Glinten-
Las noticias de las revoluciones de 1917llegaron a México a través de la kampf, llegaron tanto por accidente como por decisión al movimiento
prensa radical española (Tierra y Libertad de Barcelona, por ejemplo) y obrero y socialista mexicano del que surgiría el Partido Comunista Me-
a través de los relatos a menudo distorsionados que aparecían en la xicano a fines de 1919.
prensa diaria.' La orientación anarquista de la mayoría de los trabajado- México también albergó temporalmente a contestatarios de otro
res politizados no empañaba su entusiasmo por los formidables aconte- tipo: los representantes del movimiento anticolonialista hindú, que ha-
cimientos que tenían lugar en el joven estado soviético! En cambio, esos bía alcanzado considerable fuerza en América del Norte en la década
sucesos revolucionarios eran interpretados de acuerdo con las creencias anterior a 1917. 7 La estrecha vigilancia de la inteligencia británica y esta-
anarquistas y sindicalistas. La prensa mexicana radical prestaba particu- dounidense sobre las actividades de los antimperialistas hindúes, acre-
lar atención al soviet, o consejo de trabajadores, como la institución más centada al conocerse los vínculos alemanes de un sector del movimiento,
característica e importante creada por la oleada revolucionaria. Para los llevaron a varios nacionalistas hindúes a refugiarse en México en 1917 y
anarquistas mexicanos, la revolución rusa era un magnífico ejemplo de 1918." Uno de ellos, el bengalí M. N. Roy, desempeñaría un importante
acción directa, llevada a cabo por una minoría activa con las conocidas papel no sólo en el nacimiento del comunismo mexicano, sino en la
consignas anarquistas y libertarias de antimilitarismo, libertad individual evolución que seguiría en los años veinte la postura de la Comintern res-
y destrucción del estado. El mundo era testigo de un levantamiento pecto de las cuestiones coloniales. 9
espontáneo de las masas desesperadas por las miserias de la guerra. Hasta Roy llegó a México en junio de 1917 con su esposa estadounidense,
cierto punto, las distorsiones de la prensa burguesa en realidad alenta- Evelyn Trent, que tomó contacto con los grupos feministas mexicanos y
ba estos intentos de ver la revolución bolchevique como la encarnación colaboró en la fundación del Consejo Feminista Mexicano, a fines de
de la meta anarquista de revolución social. La respuesta de los radicales 1919. 10 En los últimos meses de su estancia en Nueva York, el nacionalis-
mexicanos a los acontecimientos revolucionarios en Rusia era, casi exac- mo anticolonialista de Roy había adquirido gradualmente rasgos socia-
tamente, la de muchos sindicalistas y anarquistas en España y en toda listas. A su llegada a la ciudad de México, fue tomando poco a poco
Europa durante los años de la inmediata posguerra.' contacto con el Partido Socialista Mexicano recientemente revivido y, a
La entrada de Estados Unidos en la guerra, en abril de 1917, también principios de 1919, ayudó a sanear las finanzas de su periódico."

32 33
Finalmente, la estratégica situación de México en las fronteras de Es- re su nombre, era descendiente de una familia angloamericana: su
tados Unidos y el impacto mundial del radicalismo social y agrario de la abuelo había sido un ingeniero del ejército estadounidense que se esta-
Revolución Mexicana atrajeron la admiración y la atención de secto- bleció en México en la década de 1840. Aunque Allen afirmaría más
res de la izquierda europea y en particular de la recién formada Tercera adelante que había militado largo tiempo en la política estudiantil y
Internacional. Mijail Borodin, un agente de la Comintern que visitó Mé- obrera, no hay prueba de que participara en actividades obreras o socia-
xico a fines de 1919, no fue sino la primera de numerosas figuras de la listas antes del final de 1918. 14
Comintern y del comunismo que dejaron su huella en el desarrollo del En realidad, Allen era, por confesión propia; un agente de la inteli-
comunismo mexicano. gencia militar de Estados Unidos que había sido reclutado, a fines de
1918, cuando trabajaba en una de las plantas manufactureras militares
EL CONGRESO SOCIALISTA NACIONAL Y LA FUNDACIÓN DEL PCM del gobierno mexicano, por el mayor R. M. Campbell, agregado militar de
la embajada de Estados Unidos en la ciudad de México. 15 Tras propor-
El paso más importante hacia la creación de un partido comunista me- cionar información sobre las instalaciones militares del país, Allen fue
xicano lo dio el Congreso Socialista Nacional de agosto-septiembre de persuadido de entrar en el Gran Cuerpo Central de Trabajadores e in-
1919. La reunión fue convocada por el Partido Socialista Mexicano, una sertarse en el mundo de la política obrera radical. 16 En poco tietnpo se
de las pocas organizaciones relacionadas con la tradición marxista y so- había ganado la confianza de los dirigentes del Gran Cuerpo y del Par-
cialdemócrata, aunque, como hemos visto, su relación con esa tradición tido Socialista Mexicano, y sus informes semanales a la embajada de Es-
era ambigua. Tras varios años de inactividad, a fines de 1917 el partido tados Unidos nos proporcionan un valioso panorama de la vida de los
resurgió bajo el liderazgo del licenciado Adolfo Santibáñez y Francisco trabajadores contrarios a la CROM, en la ciudad de México, en los años
Cervantes López. Santibáñez era un abogado de edad madura que des- inmediatamente posteriores a la primera guerra mundial. 17
de hacía tiempo se había especializado en casos de trabajadores. Había A pesar del tono explícitamente antianarquista de las publicaciones
servido al gobierno zapatista-villista de la Convención en 1915 y había ha- del Partido Socialista, los obreros que formaban parte de él estaban aún
blado en defensa de los obreros de la Casa del Obrero Mundial proce- profundamente imbuidos de las ideas anarquistas y sindicalistas, hasta el
sados durante la huelga general de 1916 en la ciudad de México. El punto de que se negaron a apoyar las acciones concretas ideadas para
partido publicaba un periódico, El Socialista, que empezó a circular en protestar por las amenazas estadounidenses de castigar a México por el
algún momento de 1917 primero semanal y luego mensualmente, pero nacionalismo económico que propugnaba la Constitución de 1917. Por
los problemas financieros lo forzaron a suspender la publicación a fines muchas dudas que tuvieran algunos miembros del partido sobre la for-
de 1918. 12 La ayuda financiera de M. N. Roy permitió al periódico volver ma adecuada de responder a tan graves conflictos, a mediados de 1919
a difundirse en forma más amplia en enero de 1919. el Partido Socialista Mexicano había adoptado una firme posición con-
Roy, al recordar las reuniones en que, durante 1918, habló con San- tra el imperialismo británico y estadounidense, utilizando un lenguaje ¡'
tibáñez y algunos miembros del Partido Socialista, señalaba que, con la militante que mostraba la influencia de M. N. Roy. El 11 de julio de
excepción del "muy burgués Santibáñez y un maestro", todos los miem- 1919, el partido adoptó una resolución para protestar contra la inten- '

bros ejecutivos eran "proletarios de pura sangre"." Probablemente el ción de Washington de deportar a los nacionalistas hindúes y para reco- 1

partido no tenía más que un par de docenas de miembros activos, aun- nocer el derecho del pueblo hindú a rebelarse contra el colonialismo
que recibía el apoyo de varios cientos de simpatizantes y lectores de su británico. 18 A principios de agosto, el partido denunció furiosamente una
publicación. Para empezar, el Partido Socialista no estaba formalmente presunta intervención de Estados Unidos en los asuntos de México y lla- 1
vinculado a los sindicatos obreros, si bien a fines de 1918 estableció es- mó al proletariado estadounidense a "organizar acciones económicas
trecho contacto con el Gran Cuerpo Central de Trabajadores a través de concertadas para evitar la intervención". Se convocaba a los trabajadores
las actividades de un nuevo recluta, José Allen. mexicanos a respaldar plenamente al gobierno de Carranza en la defen- 1 ¡

· José Allen sería más tarde el primer secretario general del Partido Co- sa de los intereses mexicanos; aunque se dejaba claro que esto no impli-
munista Mexicano, pero a principios de 1919 sus vínculos tanto con el caba un apoyo irrestricto a dicho gobierno. 19
movimiento obrero mexicano como con el Partido Socialista eran toda- Entre tanto, en Europa, entre las ruinas de la Segunda Internacional,
vía recientes. Ingeniero electricista por su formación, Allen, como sugie- se daban los primeros pasos para la formación de una nueva "Interna-

34 35
del Gran Cuerpo. Entre las grandes figuras del Partido Socialista Mexi-
cional de la Acción", en el congreso inaugural de la Comintern en Mos- cano que asistieron se hallaban Francisco Cervantes López, José Allen,
cú celebrado en marzo de 1919. Afines de enero se emitieron invitacio- Eduardo Camacho (que representaba a un grupo llamado Cien Jóvenes
nes para acudir al congreso constituyente a todos los partidos que se Socialistas Rojos de México) y M. N. Roy (como representante del órga-
oponían a la Segunda Internacional. Es interesante observar que pocos no noticioso del partido, El Socialista).
de los partidos o grupos considerados como posibles asistentes al con- Pocas referencias al congreso han sobrevivido, y la mayoría de las cró-
greso procedían de fuera de Europa?0 nicas contemporáneas eran muy parciales. Todas coinciden en que hu-
El Manifiesto de la Internacional Comunista al proletariado de todo el bo una fuerte disputa sobre el lugar que le correspondía a Luis Morones
mundo, imbuido del optimismo revolucionario reinante, llamaba a los y los relatos subsecuentes han tratado de identificar tres corrientes de
obreros de todos los países a unirse bajo la bandera comunista. Aun- opinión opuestas dentro del congreso: la posición reformista de Moro-
que hacía referencia específica a las condiciones en los países coloniales nes y la CROM, la línea oportunista del espiritualista y autonombrado
de Asia y África propugnando la lucha por la revolución proletaria más "Lenin de las Américas", Linn Gale, fugitivo del reclutamiento militar, y
que por la simple liberación del gobierno colonial, no había ninguna re- la posición socialista revolucionaria de los líderes del Partido Socialista
ferencia a América Central o del Sur y, con la excepción de un delegado Mexicano, especialmente Roy y Allen. 26 Sin embargo, cabe dudar de que
de Estados Unidos, América no estaba representada en el congreso. tal claridad de postura y línea fuera evidente durante el desarrollo del
Tampoco había representantes latinoamericanos en la conferencia de congreso. Linn Gale y su colega filipino Fulgencio Luna se representa-
Bakú sobre cuestiones coloniales, celebrada poco después del primer ban sólo a sí mismos, aunque expresaban simpatía por el sindicalismo
congreso de la Comintern, aunque el delegado estadounidense, John revolucionario de la Industrial Workers of the World (IWW). Morones y
Reed, incluyó varias referencias a México en el discurso que pronunció otro miembro destacado de la CROM, Samuel Yúdico, cuyas credenciales
en dicha reunión. 21 también fueron impugnadas, parecen no haber obtenido al final nin-
Tras el llamado de la Comintern, y bajo la presión de un movimiento gún apoyo político de ninguno de los delegados presentes. La versión final
obrero cada vez más radicalizado, se formaron partidos comunistas en de la Declaración de Principios se votó unánimemente el último día, in-
diversos países europeos, y la lucha entre las facciones de izquierda, cen- mediatamente después de que Morones se retirara del congreso. Las cró-
tro y derecha dentro de los partidos socialistas se intensificó. Algunas fi- nicas de Linn Gale sobre el congreso, que circularon ampliamente en la
guras claves del Partido Socialista Mexicano, especialmente Roy y prensa obrera de Estados Unidos, estaban sin duda teñidas por super-
Santibáñez, querían que el partido definiera su posición en el campo in- sonal enemistad para con Morones. En un momento durante los de-
ternacional. El programa del partido, todavía en agosto de 1919, refle- bates, Morones interrumpió a Gale blandiendo un ejemplar de la revista
jaba la heterogeneidad de sus bases y de su orientación ideológicaY que éste publicaba en español, Nueva Civilización, que contenía un retra-
El Partido Socialista extendió a mediados de julio las primeras invita- to del ministro del interior de Carranza, Manuel Aguirre Berlanga, con
ciones a un Congreso Socialista Nacional. Cuando el congreso se reunió quien Gale había tenido relaciones amistosas durante todo 1918 y 1919.
en la ciudad de México, el 22 de agosto, asistieron sesenta delegados La Declaración de Principios tomaba algunos de sus puntos de las
acreditados por diversas organizaciones. 23 Un obrero del Partido Socia- conclusiones del congreso inaugural de la Comintern, pero ponía más
lista Mexicano informó al periódico socialista de Nueva York, The Call, énfasis en los puntos más estrechamente ligados a, o menos conflictivos
que: "Han sido invitados delegados de todos los estados, que representan para, el pensamiento libertario. Así, en un párrafo, el congreso adjudi-
a los sindicatos obreros, las ligas de resistencia y todas las publicaciones caba la etiqueta de "traidor a los intereses de la clase obrera" a cualquie- 1 ¡

24
liberales, así como a los grupos puramente socialistas y radicales". ra que "tratara de desviar a los trabajadores hacia la creencia de que la
Las veintiún firmas que suscriben la Declaración de Principios que se clase obrera puede ser liberada mediante la acción política, es decir, me-
redactó al final del congreso nos dan una idea del tipo de delegados que diante la participación en los parlamentos burgueses". 27 La actitud de la
asistieron. 25 Había nueve delegados de sindicatos u organizaciones obre- recién formada Tercera Internacional, particularmente su temporal en-
ras individuales; entre ellos se encontraban algunos hombres que ha- tusiasmo por la "espontaneidad" y sus virulentas denuncias contra el
bían estado ya vinculados con círculos socialistas, como José Median, re- parlamentarismo de la vieja Segunda Internacional, llevó a los socialis-
presentante de la Cámara Obrera de Zacatecas, y Leonardo Hernández, tas mexicanos a derivar fácilmente conocidas conclusiones de natura-
delegado del Sindicato de Molineros de México y destacado miembro
37
36
leza libertaria y antipolítica a partir de los primeros pronunciamientos de los con la IWW en Tampico, pero no hay verdaderas pruebas de ninguna
la Comintern. Finalmente, en un acto que selló la decisión del congreso conexión importante entre el partido y los trabajadores de la zona pe-
de afiliarse al nuevo movimiento comunista internacional, los delegados trolera.31
aprobaron el envío de un telegrama de saludo al Partido Comunista de La decisión de crear un partido comunista que buscara formalmente
Estados Unidos, que estaba reunido en ese momento en Chicago. 28 En afiliarse a la Tercera Internacional se tomó entre la clausura del Congre-
ese saludo, el Partido Socialista Mexicano anunciaba: "Estamos nom- so Socialista Nacional y noviembre de 1919. Desde luego, la resolución
brando delegados a la Tercera Internacional". del congreso para enviar delegados a la siguiente reunión de la Comin-
Sin embargo, el Congreso Socialista Nacional no tuvo como resultado tern ya auguraba la formación de ese partido. A principios de octubre,
inmediato la creación de un partido comunista mexicano. El Partido So- un grupo de miembros del Partido Socialista, encabezado por José Allen
cialista Mexicano sólo cambió su nombre por el de Partido Comunista y Eduardo Camacho, empezó a publicar una revista semanal, El Soviet,
Mexicano en noviembre, varios meses tras la clausura del congreso. Por cuyo título no dejaba dudas en cuanto a la dirección que estaba toman-
esta razón, ha habido mucha confusión en torno a la aparición a media- do el partido. 32 El Soviet se describía a sí mismo como "semanario de pro-
dos de septiembre de un "partido comunista" dirigido por Linn Gale. A paganda socialista" y era publicado por el grupo "Hermanos Rojos" de
pesar de los ataques que sufrió durante el congreso, Gale se quedó hasta la central del Sindicato de Panaderos de la ciudad de México.
el amargo final y firmó la Declaración de Principios. Poco después, sin Los editores consideraban que la punta de lanza de la revolución
embargo, fue expulsado del local del Partido Socialista en la ciudad de mundial eran los bolcheviques rusos, los espartaquistas alemanes y los
México debido en parte a sus vínculos políticos con Aguirre Berlanga. wobblies estadounidenses, que abarcaban no sólo Europa, sino también
Prontamente formó su Partido Comunista de México, que nunca fue Estados Unidos y México. El lenguaje de los artículos y las consignas de
más que una organización de papel. la primera plana ("Por la Salud y Emancipación Universal"), sin embar-
Durante el resto de 1919, Gale y su camarilla de seguidores hicieron un go, indican que la inminente ruptura revolucionaria todavía era conce-
elaborado intento por desacreditar las actividades del Partido Socialista bida en un estilo semilibertario, como culminación de una lucha general
dirigido por Roy y Allen. El Partido Comunista de México apenas era algo de acción directa de las masas." La elección del título era especialmente
más que una oscura extensión organizativa del Gale's Magazine, una revista significativa. El ala izquierda del movimiento obrero mexicano, influida
socialista que Gale había publicado en México desde su llegada en julio por las ideas sindicalistas y libertarias, tenía particular entusiasmo por
de 1918. 29 El partido de Gale se proyectaba casi exclusivamente fuera de los conceptos de soviet y de consejo de trabajadores, a los que daba un
México, con la intención de convencer al movimiento obrero y socialista significado en ciertos aspectos muy diferente del que le daban los bol-
de Estados Unidos de que Gale era el único exponente del "verdadero cheviques. El soviet se convirtió en el epítome de la acción directa de la
bolchevismo" en este país. Olvidando convenientemente la historia de su clase obrera en su lucha por destruir el estado autoritario.
propia asociación con el gabinete de Carranza y con la embajada de Roy y Allen tomaron la decisión de instituir formalmente un Partido
Alemania en México, Linn Gale tildaba a Roy de espía del gobierno ale- Comunista Mexicano con la asesoría del delegado de la Comintern so-
mán y principal cómplice de la capitulación del Partido Socialista ante las viética, Mijail Borodin, cuya presencia en México a fines de 1919 es uno
estratagemas de Luis Morones y la CROM. 30 de los aspectos más fascinantes y peor entendidos de los orígenes delco-
El partido de Gale mostraba particular interés en llegar a la prensa de munismo mexicano. Borodin, cuyo nombre original era Mijail Grusen-
la IWW en Estados Unidos, y sus programas y declaraciones públicas subra- berg, había sido miembro activo de la facción de Lenin en el Partido
yaban que el partido "estaba inequívocamente comprometido con el Socialdemócrata Ruso antes de emigrar a Estados Unidos en 1906. Su
IWWismo y dispuesto a hacer cuanto fuera posible por promover la idea conocimiento del inglés y sus contactos con la izquierda estadounidense,
de Un Gran Sindicato". A diferencia del Partido Socialista (luego PCM), adquiridos mientras fue miembro del Partido Socialista de Norteamé-
que todavía gozaba de estrechos vínculos con un sector reconocidamen- rica, eran muy interesantes para el estado soviético, económica y política-
te pequeño del movimiento obrero de la ciudad de México, el Partido mente presionado, que necesitaba desesperadamente revivir los vínculos
Comunista de México se hallaba completamente al margen de la clase comerciales con el mundo capitalista. La primera tarea de Borodin a su
obrera mexicana. Dos miembros de su comité nacional, los estadouni- regreso al Nuevo Mundo, durante el verano y el otoño de 1919, consistió
denses J. C. Parker y M. Tabler, sostenían que habían establecido víncu- en proporcionar asistencia financiera al negociado del Gobierno Sovié-

38 39
tico en Nueva York, del que estaba encargado Ludwig Martens, y desa- acordó sus primeras reuniones con Roy y los demás dirigentes cuando
rrollar el comercio de materias primas con México. 34 Tras una compli- ya había contactado a varios simpatizantes estadounidenses del partido,
cada serie de viajes en los que tuvo que recorrer el Caribe y Estados los cuales habían llamado su atención sobre el tono radical de la página
Unidos, Borodin llegó a México a fines de septiembre o principios de en inglés del periódico de la capital El Heraldo de México, que ellos edi-
octubre. Por tanto, Borodin no pudo estar presente durante los debates taban. Después, Borodin se alojó en la palaciega residencia de Roy y los
del Congreso Socialista Nacional, como comúnmente se cree. 3' demás miembros del Partido Socialista lo vieron muy pocas veces."'
Pero lo más difícil de aclarar son las tareas políticas y diplomáticas ¿Es cierto, como se ha dicho, que Borodin convirtió a Roy al marxis-
más amplias que asumió Borodin en su visita a México. La inteligencia mo y al comunismo? Aparte de que diez semanas parecen poco tiempo
británica y estadounidense creía que, antes de dejar Moscú, Borodin para realizar semejante tarea, está claro que el nacionalismo anticolo-
había recibido el mismo útulo para Centro y Sudamérica que Martens nialista de Roy había ido adquiriendo un carácter cada vez más socia-
para América del Norte, junto con instrucciones de influir sobre el go- lista desde que salió de Estados Unidos a mediados de 1917!' Además,
bierno mexicano para que abasteciera a Rusia de alimentos y materias a pesar del verdadero aislamiento que sufrió el Partido Socialista Mexi-
primas. 36 El negociado del gobierno soviético en Nueva York era ante cano y del que se quejaba Francisco Cervantes López, el partido había
todo un organismo comercial; Martens, a pesar de sus evidentes filiacio- empezado a discutir su relación con la Tercera Internacional mucho
nes bolcheviques, se negó tercamente a entrar en el campo político, pa- antes de que Borodin llegara México. Es muy probable, sin embargo,
ra disgusto de los socialistas estadounidenses. Sólo hasta julio de 1920 que Borodin proporcionara a Roy y al partido información detallada y
creó la Comintern una sección con especial responsabilidad para Amé- actualizada sobre el crecimiento del movimiento comunista en Europa,
rica del Norte. Sin embargo, El Soviet anunció la formación de un Buró sobre las diferencias fundamentales que separaban a la socialdemocra-
Latinoamericano de la Tercera Internacional a principios de diciembre cia del comunismo, y sobre los requisitos para ingresar en la Comintern,
de 1919. 37 Dadas la evidente falta de interés de la Comintern por Amé- que se formalizarían al año siguiente en las famosas veintiuna condi-
rica Latina en esa época y su tendencia a considerar el conflicto entre el ciones.
mundo imperialista y el mundo colonial como un asunto Este-Oeste, El28 de noviembre de 1919, en una sesión extraordinaria del Partido
que concernía a los pueblos de Asia y Medio Oriente, la visita de Boro- Socialista Mexicano se cambió el nombre del partido por el de Partido Co-
din se vuelve todavía más problemática. munista Mexicano y se nombró una comisión para decidir la composi-
¿Cómo se explica su estancia de casi dos meses y medio en México? Las ción de la delegación del mismo que acudiría al siguiente congreso de
negociaciones comerciales con el gobierno mexicano pueden haber sido la Tercera Internacional. Pocos días después, Borodin escribió a José
una ocupación importante. Ciertamente, Borodin tuvo reuniones regula- Allen que el partido sería admitido en la Comintern con todos los dere-
res con varios funcionarios del gobierno, incluido el propio Carranza." chos de los partidos afiliados en cuanto los delegados mexicanos llega-
Claramente, Borodin estaba interesado también en recuperar unas valio- ran a Moscú. Dos semanas más tarde, el 8 de diciembre, el PCM creó un
sas joyas (que había abandonado en Santo Domingo a su paso hacia Nue- Buró Latinoamericano de la Tercera Internacional con el supuesto apo-
va York y que servirían para financiar las actividades comerciales de Rusia yo de ésta y con el objetivo de establecer vínculos entre organizaciones
y posiblemente las de la Comintern en América del Norte). Según M. N. del continente americano cuyos programas y principios fueran cercanos
Roy, Borodin estaba también interesado en conseguir el apoyo mexicano a los de la CominternY
y posiblemente incluso el reconocimiento diplomático para el nuevo go-
bierno soviético. Carranza quedó adecuadamente impresionado por la LA PRIMERA DÉCADA DEL COMUNISMO MEXICANO
declaración rusa de apoyo a la lucha de los pueblos latinoamericanos con-
tra el colonialismo y el imperialismo y, si hemos de creer a Roy, le dio au- El joven Partido Comunista Mexicano tuvo una existencia precaria du-
torización a Borodin de utilizar los canales diplomáticos mexicanos para rante sus primeros cinco años. Luchó al principio por dominar y luego
comunicarse con la Comintern en Europa. 39 por diferenciarse del medio radical principalmente anarquista y de
¿Cuál fue exactamente el papel de Borodin en la formación del Par- influencia anarcosindicalista del que había surgido. Casi sin fondos, con
tido Comunista Mexicano durante esos meses? A su llegada, Borodin no la presunción de algunos cientos de miembros y con una débil estructu-
intentó ponerse en contacto directamente con el Partido Socialista. Sólo ra organizativa que no iba más allá de media docena de estados, el PCM

40 41
sufrió además numerosos cambios en el personal dirigente y grandes paces, rompió con sus aliados no-comunistas ("socialfascistas"), destruyó
oleadas de represión por parte del gobierno federal, los gobiernos esta- sus vínculos con la organización campesina nacional más importante del
tales y los caudillos militares. país y volvió extremadamente difícil su participación en las acciones
El idioma también era un grave problema que dificultaba la comuni- sindicales y agrarias.
cación con el movimiento comunista internacional. Pocos de los prime-
ros dirigentes del PCM podían leer otros idiomas aparte del español, y la La base del PCM: los g;rupos urbanos
mayoría de los documentos de la Comintern no podían conseguirse en
español hasta 1924. 43 Rafael Carrillo, entonces dirigente de la juventud Entre 1919 y 1921-1922, el PCM trabajó en difícil alianza con grupos e
Comunista, sostiene que sólo en 1923, con ocasión de una visita a Mos- individuos de orientación predominantemente anarquista o anarcosin-
cú, tuvo oportunidad de leer las importantes Tesis sobre la cuestión colonial dicalista. El enemigo común era la "reformista" organización obrera
promulgadas en el 11 Congreso de la Internacional Comunista en 1920!4 nacional, la CROM, que al principio de los veinte ya se había ganado repu-
A pesar de estos problemas los comunistas mexicanos pronto tuvie- tación de ultraoportunista, corrupta y proclive a subordinar los intereses
ron una presencia significativa (aunque a menudo pasajera) en varios de sus miembros a las necesidades del estado central. Con apoyo del go-
segmentos importantes de la población urbana y especialmente en la bierno, la CROM se convertiría a fines de los veinte en la mayor con-
campesina, así como entre los artistas e intelectuales de vanguardia. En federación obrera.
sus primeros años (1919-1922), el PCM logró atraerse el apoyo de sus- Dado que los panaderos, telefonistas, obreros textiles, choferes radi-
tanciales núcleos de trab~adores de la ciudad de México (panaderos, cales y otros "rojos" cortejados por el PCM y los grupos anarquistas tenían
tranviarios, telefonistas, carpinteros, obreros textiles). Sus cuadros tam- simpatías libertarias, su fusión temporal con los primeros comunistas
bién contribuyeron a organizar un poderoso movimiento inquilinario creó un partido comunista de base extremadamente heterogénea y con
en Veracruz y la ciudad de México en 1922. gran potencial para los desacuerdos graves en cuanto a estrategias y
A mediados de 1924, después de que la rebelión delahuertista enca- posturas. Las tensiones crecieron con particular ferocidad durante el pri-
bezada por caudillos militares disidentes destruyera gran parte de la es- mer año de existencia de la Confederación General de Trabajadores
tructura del partido y tras la pérdida de su influencia en el movimiento ( CGT). Fundada en febrero de 1921, la CGT reunía a comunistas y anar-
inquilinario de la ciudad de México y de Veracruz, el PCM se encontraba quistas que intentaban constituir conjuntamente una oposición de iz-
en graves dificultades. quierda a la CROM. Pero la unidad no duró mucho. Las enérgicas medidas
Algo más tarde (1925-1929), la influencia del partido creció entre los contra los radicales extranjeros que adoptó el gobierno de Álvaro Obre-
ferrocarrileros (y trajo al partido figuras tan importantes como Valentín gón (1920-1924) y las noticias acerca de la persecución contra los anar-
Campa, Elías Barrios y Hernán Laborde) y en la industria petrolera, así quistas que llegaban del joven estado soviético causaron una escisión de
como entre los mineros de varios estados, en particular Jalisco, donde el la CGT en septiembre de 1921, apenas nueve meses después del naci-
pintor David Alfaro Siqueiros actuó como organizador sindical. Irónica- miento de la organización.
mente, la Liga de Comunidades Agrarias, integrada por los sectores más Durante los ocho años siguientes, el PCM evitó crear una federación
conscientes y mejor organizados del campesinado, una clase casi com- nacional obrera de influencia comunista. En cambio, instruyó a sus
pletamente ignorada en el Congreso Socialista Nacional de 1919, fue la cuadros para que trabajaran dentro de las organizaciones obreras exis-
que dio al partido su primer contacto sustancial y duradero con las ma- tentes (la CROM y, en menor medida, la CGT) y de los sindicatos indepen-
sas en zonas como Michoacán y Veracruz. Durante la segunda mitad de la dientes cada vez más numerosos (ferrocarrileros, algunos sectores de la
década, la organización campesina más importante y militante del país, minería y de la industria petrolera) que lucharon arduamente para po-
la Liga Nacional Campesina, estuvo bajo influencia comunista. A prin- ner coto a las pretensiones hegemónicas de la CROM.
cipios de 1929, el PCM se había convertido en el más exitoso de los par- La tensión generada por la coexistencia de tendencias marxistas y li-
tidos comunistas de América Latina. bertarias dentro del partido y la violencia empleada para aislar las acti-
Las tendencias ultraizquierdistas y sectarias del Tercer Periodo de la vidades comunistas hicieron que algunas secciones del PCM se resistieran
Comintern (1928-1934), sin embargo, acabaron con buena parte de esos a aceptar la estrategia del trabajo sindical dentro y junto a la "refor-
logros. El PCM expulsó a un numeroso grupo de sus miembros más ca- mista" CROM. Durante los primeros años veinte (de 1923 a principios de

42 43
1925) surgieron pequeños núcleos comunistas dentro de algunos sindi-
te imperio. Los sindicatos ferrocarrileros también resistieron firmemen-
catos de la CROM en la capital (carpinteros, periodistas, metalúrgicos),
te los intentos de los gobiernos de Obregón y Calles por reducir el
pero no duraron mucho.'' La dirección nacional de la CROM adoptó un
empleo como parte de las medidas necesarias para llegar a un acuerdo
tono anticomunista cada vez más estridente, acentuado por sus vínculos
con la American Federation of Labor (AFL) y la Pan American Federa- con los acreedores extranjeros de México.
tion of Labor dominada por aquélla. La política nacional de la CROM Unos cuantos ferrocarrileros militaban en el PCM desde sus primeros
consistía en impedir a los comunistas el ingreso en las organizaciones años. Algunos comunistas (Juan González y Carlos Rendón, por ejem-
afiliadas a ella. plo) habían trabajado intensamente en el Sindicato de Carpinteros
Sólo a mediados y finales de los veinte el PCM emprendió con serie- (uno de los gremios que integraban la Confederación de Sociedades Fe-
dad la tarea de organizarse dentro de algunos sindicatos de la CROMen rrocarrileras) y con los oficinistas de los ferrocarriles en la ciudad de
estados como Puebla y Veracruz, aprovechando la actitud más tolerante México. 5° De la agrupación de los trabajadores de oficina surgió otra im-
de esos sindicatos en el nivel local. En el IV Congreso de PCM (mayo de portante figura comunista: Hernán Laborde. Originalmente empleado
1926) se suavizó la línea respecto de organizaciones como la CROM. Se como oficinista de ferrocarriles, Laborde dirigió la lucha por la sindica-
llamó a poner fin al izquierdismo y, con mayor énfasis aún, se convocó liz<;lción de los trabajadores de las líneas del Pacífico sur en el oeste y el
a los comunistas a trabajar dentro de las organizaciones reformistas para noroeste de México.
crear fracciones rojas capaces de tomar el poder desde dentro.'" Pero los primeros vínculos importantes entre el PCM y el sector ferro-
Las tensiones entre libertarios y comunistas también contribuyeron a carrilero se establecieron entre 1926 y 1927, durante los agitados acon-
marginar al partido comunista del movimiento inquilinario que surgió tecimientos suscitados por dos grandes huelgas contra los Ferrocarriles
en varias ciudades en 1922-1923. 47 Los alquileres aumentaron enorme- Nacionales. Un comunista, Elías Barrios, fue elegido secretario general
mente a principios de los veinte, y las noticias sobre la legislación de de la CTC, y varios militantes ferrocarrileros, entre ellos Valentín Campa,
control de rentas aprobada en Yucatán junto con la indignación de las fueron atraídos al partido durante el curso de la huelga general decla-
prostitutas (uno de los grupos urbanos más explotados) contra sus rada en febrero de 1927. 51 Aunque la Secretaría del Trabajo, dominada
arrendadores suscitaron las primeras grandes luchas de inquilinos en por la CROM que era hostil a la huelga, logró romperla y muchos de los
Veracruz a principios de 1922. El movimiento se extendió rápidamente ferrocarrileros del núcleo comunista perdieron sus puestos de trabajo,
a la ciudad de México y a otros centros urbanos en los que proliferaron la militancia y la conducta honesta de cuadros comunistas como Labor-
las huelgas de alquileres, las manifestaciones callejeras y las ocupaciones de, Campa, Barrios, Alfonso Muriedas y Mario H. Hernández le ganaron
de casas. Sólo en la ciudad de México el número de participantes en el considerables simpatías al PCM entre los ferrocarrileros. Estas primeras
movimiento se ha calculado en treinta y cinco mil.'" experiencias contribuyeron para que el partido lograra crearse, en los
El Partido Comunista, aún no repuesto de su ruptura con la CGT en años treinta y cuarenta, una base fuerte dentro de la industria ferroca-
1921, procuró ganarse adeptos en los recién fundados sindicatos de in- rrilera.
quilinos, aunque los choques entre los activistas del PCM y entre comu- En el occidental estado de Jalisco, los comunistas también lograron
nistas y no comunistas en torno a los métodos de lucha eran cada vez una buena inserción entre los mineros de la región de Etzatlán, de 1925
más frecuentes. A pesar de que las luchas inquilinarias no lograron pro- a 1928. Dos comunistas, José F. Díaz y el muralista revolucionario David
porcionarle al PCM una nueva base urbana, sí contribuyeron de manera Alfaro Siqueiros, colaboraron para organizar la Federación Minera, de
importante al desarrollo del partido en otras áreas, del que la creación influencia comunista, y luego la Confederación Obrera de Jalisco, y a la
de dos periódicos es el ejemplo más significativo. 49 vez a establecer fuertes vínculos entre los mineros y los sindicatos agra-
Fue en las comunicaciones y en la industria minera donde el PCM lo- rios recién organizados. 52
gró mayor inserción. Los ferrocarrileros (organizados primero en la A pesar de estos avances organizativos logrados en la segunda mitad
Confederación de Sociedades Ferrocarrileras y, luego, en la Confedera- de los veinte, la membresía obrera del PCM era débil y fragmentaria. El
ción de Transporte y Comunicaciones, CTC), que estaban estratégica- cuarto congreso de los comunistas en 1926 propuso que el partido fuera
mente bien situados, sostuvieron una batalla permanente durante los reorganizado en células de taller, fábrica y oficina, aunque señaló que
años veinte contra los intentos de la CROM por absorberlos en su crecien- esto sería difícil de lograr debido a que había pocos miembros en la in-
dustria y muy pocos en las grandes fábricas. La excepción a esta regla era
44
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la región minera de Jalisco donde, para 1928, el partido decía tener tres parcelas. En México, las pequeñas propiedades habían sido un fracaso,
locales pertenecientes a células mineras particulares." sostenía el PCM, y muchos campesinos las rechazaban.
El PCM atacaba la lentitud del procedimiento de dotación provisional
EL COMUNISMO MEXICANO YEL CAMPESINADO y el otorgamiento de tierras estatales de mala calidad a los solicitantes
campesinos. Llamaba a los éampesinos a tomar y ocupar las tierras y a no
Mientras en la ciudad los conflictos político-ideológicos en el interior de limitar sus acciones a los canales legales. Allí donde hubieran obtenido ar-
la izquierda obstaculizaban el progreso del Partido Comunista en las ciu- mas en el curso de la revolución, los campesinos debían resistirse al de-
dades, el campo resultó un terreno fértil para el reclutamiento. De sarme.
todos los jóvenes partidos comunistas latinoamericanos, el PCM fue el El PCM reconoció sus dificultades en una declaración de 1924: ¿cómo
primero en crearse fuertes bases en el campesinado. A los tres años de responder a un "gobierno pequeño burgués obrerista con tendencias so-
su fundación (1922-1923) había establecido vínculos con combativos cialistas" que estaba repartiendo tierras pero sin resolver el problema
movimientos campesinos regionales, particularmente las ligas campesinas agrario?
de Veracruz y Michoacán. Dos figuras clave entre las ligas campesinas de
Michoacán, el exwobbly Primo Tapia y Justino Chávez, eran comunistas, Combatimos el reparto de tierras en pequeñas parcelas, encamina-
y la Liga de Comunidades Agrarias de Veracruz se identificaba con va- do a formar la propiedad privada. Insistimos, en vista de la naturale-
rios comunistas, entre ellos Úrsulo Galván y Manuel Almanza. 54 A fines za de la tierra en México, de la pobreza del campesino, de la falta
de 1926, el PCM desempeñó un papel central en la formación de la or- de agua, de la necesidad de instrumentos de labranza en gran escala
ganización paraguas de las ligas campesinas "rojas", la Liga Nacional y de la ideología del comunismo primitivo que todavía persiste entre los indios,
Campesina (LNC). En la práctica, sus debilidades organizativas, financie- en que las grandes haciendas deben entregarse a los peones para su
ras y teóricas forzaron al PCM a subordinar su labor campesina a las acti- trabajo en común y en gran escala [subrayado mío] .58
vidades de la LNC durante la segunda mitad de los veinte. 55
La LNC propugnaba el establecimiento de ejidos cooperativos y, a Es interesante destacar que, en esta declaración, el análisis del PCM so-
largo plazo, la socialización de todos los medios de producción. Aprove- bre el campesinado mexicano se centra más en las comunidades campe-
chando el ya poderoso radicalismo del movimiento campesino de Vera- sinas independientes y la población indígena que en los trabajadores
cruz, la Liga Nacional Campesina defendía la revolución proletaria y la agrícolas asalariados. Esto puede relacionarse con las particulares carac-
formación de un movimiento obrero-campesino como clave de una terísticas de las zonas y los campesinados en que el Partido Comunista
transformación agraria global.'" Sin embargo, al final de la década se había insertado en los veinte. Donde obtuvo mayores logros fue en
(1929), con el giro a la izquierda en la Comintern y la proliferación de Michoacán, Veracruz y Puebla, es decir, las regiones occidental y orien-
actitudes sectarias respecto de los nacionalistas revolucionarios no co- tal del centro de México: el eje más antiguo y más densamente poblado
munistas, el PCM rompió con la LNC y con su líder nacional, Úrsulo Gal- de población y colonización, en el que la agricultura a gran escala de la
ván; con ello, la base campesina del partido y su influencia se vieron hacienda coexistía con los pueblos campesinos independientes y "libres"
considerablemente reducidas. y un régimen todavía vigoroso de pequeña propiedad campesina (mini-
El PCM era inicialmente hostil al concepto de reparto de tierras a los fundistas y aparceros). 59 El PCM tenía mucho menos con tacto con los
campesinos y a cualquier política que planteara un aumento de las pe- nuevos estratos rurales del norte, más móviles e itinerantes, o con los tra-
queñas propiedades en manos de los campesinos. En su primer congre- bajadores agrícolas asalariados del tipo que se encontraría en La Lagu-
so, en diciembre de 1921, propuso una resolución según la cual el partido na, partes de Michoacán y el norte de Sinaloa (Los Mochis), en los años
debía "hacer comprender al proletariado rural la inutilidad del fraccio- treinta.
namiento de la tierra en parcelas, recomendando tomarla si es dable y En 1927, el PCM modificó de manera importante su política. Repitió
laborarla en común". El mismo documento recomendaba aprovechar sus tradicionales demandas de: 1) la completa disolución de los latifun-
las "tendencias [de los agricultores] a labrar la tierra en común"." Tam- dios y su reparto, sin indemnización, a los campesinos pobres; 2) el esta-
bién contrastaba las aspiraciones de los campesinos mexicanos con las blecimiento de impuestos progresivos para crear un fondo de inversión
de los europeos, que (supuestamente) eran adeptos de las pequeñas para los campesinos, y 3) el establecimiento de precios relativos másjus-

46 47
pintores encabezados por Diego Rivera, David Alfara Siqueiros, Xavier
tos entre la producción agrícola e industrial. Por primera vez, sin embar-
Guerrero, José Clemente Orozco, Fermín Revueltas y Graciela Amador
go, el partido aceptaba también que el enorme atraso de la producción
ingresaron en el pequeño drculo de artistas e intelectuales cercanos al
agrícola de México y los limitados recursos técnicos y financieros del go-
Partido Comunista. Los miembros de este grupo de vanguardia proce-
bierno hacían necesario adoptar como medida transitoria "la creación y
dían de orígenes diversos. Diego Rivera, hijo de un maestro y tendero,
el desarrollo de pequeñas propiedades campesinas de acuerdo con los
había pasado todo el tiempo que duró la "épica revolución" fuera de
puntos 1, 2 y 3 mencionados arriba". 60
México, estudiando y trabajando en Europa (1907-1921). Regresó aMé-
Pero este breve experimento de pragmatismo terminó rápidamente,
xico en 1921 para pintar un mural en la Escuela Nacional Preparatoria,
con el giro a la izquierda suscitado por la política de "clase contra clase"
comisionado por el ministro de Educación, José Vasconcelos. Inmedia-
que adoptó la Comintern en 1928. Durante los cinco años siguientes, el
PCM radicalizó su política agraria, denunciando vigorosamente todas las
tamente después de terminar dicha obra, Rivera empezó a trabajar en
formas de reforma agraria burguesa, exigiendo tomas de tierras y lla- otro encargo, mucho más ambicioso: la decoración de las paredes del
mando a la expropiación sin indemnización. La consigna del partido patio y los corredores del edificio de la Secretaría de Educación."'
Los primeros años de David Alfaro Siqueiros estuvieron determina-
era: 'Toda la tierra para el que la trabaja, sin pago ni indemnización a
dos sobre todo por las turbulencias de la prip1era década de la revo-
los terratenientes. Por la revolución agraria y antimperialista a la toma
lución. Siendo estudiante de arte en la ciudad de México, Siqueiros par-
del poder"."' Al mismo tiempo (fines de 1928) el PCM fundó su propia
ticipó como dirigente en huelgas contra las prácticas arbitrarias de sus
organización nacional obrera y campesina, la Confederación Sindical
maestros y, luego, en las protestas contra el derrocamiento del primer
Unificada de México (CSUM), acto que implicaba una virtual declaración
presidente elegido de la revolución, Francisco l. Madero. Tras huir de la
de guerra por parte del partido a las organizaciones "reformistas" en
ciudad de México, Siqueiros se unió a las fuerzas armadas del movi-
que habían trabajado sus miembros durante los años veinte. 62
miento constitucionalista. Terminó como capitán en las tropas del general
constitucionalista Manuel Diéguez, uno de los dirigentes de la impor-
EL PAPEL DE LOS INTELECTUALES Y ARTISTAS
tante huelga minera de Cananea en 1907, que fue gobernador de Jalisco
entre 1917 y 1919. Durante este periodo, Siqueiros se vinculó a la colo-
La influencia del PCM durante los años veinte (y aún después) fue mu-
nia artística, radical y bohemia, de Guadalajara, entre cuyos miembros
cho mayor de lo que sugieren su escaso número de miembros y sus limi-
se hallaban José Guadalupe Zuno (más tarde gobernador de Jalisco),
tados logros en el movimiento obrero y campesino. En parte, esto fue
Amado de la Cueva y Xavier Guerrero. Siqueiros renovó sus vínculos con
resultado de la identificación del partido con los movimientos vanguar-
Jalisco a mediados de los veinte, cuando dedicó varios años a organizar
distas artísticos y culturales que se inició a los pocos años de la funda-
a los mineros y campesinos del estado. Entre 1920 y 1922, Siqueiros ex-
ción del partido. Escritores como Juan de la Cabada, cantantes como la
ploró el mundo artístico de Francia, España e Italia. Durante su estancia
pionera feminista Concha Michel y el músico Silvestre Revueltas se afi-
en París, él y su primera esposa, Graciela Amador, hicieron sus primeros
liaron al partido en los veinte y principios de los treinta, y varios artistas
contactos con el mundo del comunismo y el movimiento obrero mien-
extranjeros que visitaron México (Tina Modotti, por ejemplo) también
tras colaboraban en periódicos y revistas del joven Partido Comunista
le dieron prestigio. La influencia del partido entre los teóricos sociales
Francés. En septiembre de 1922, Vasconcelos invitó a Siqueiros a volver
y los economistas fue menos notable, pero en áreas como el estudio de
a México para unirse a Rivera, Orozco y otros muralistas en la decora-
la vida económica, el partido y sus colaboradores contribuyeron a popu-
ción del edificio de la Secretaría de Educación. 65
larizar el marxismo como instrumento de análisis. El economista ale-
A fines de 1922, Rivera, Siqueiros, Orozco y los demás muralistas for-
mán Alfonso Goldschmidt, por ejemplo, colaboraba en El Machete y sus
maron su propio sindicato, el Sindicato de Trabajadores Técnicos, Pin-
conferencias y cursos en la Universidad Nacional influyeron en el pen-
tores y Escultores, para defender los intereses de una nueva vanguardia
samiento de futuros estadistas y teóricos económicos y sociales como
artística. El uso del término "sindicato" era significativo. Los pintores se
Narciso Bassols,Jesús Silva Herzog y Vicente Lombardo Toledano.'"
veían a sí mismos ante todo como trabajadores que debían defender sus
Sin embargo, el aspecto mejor conocido de la participación del Par-
condiciones de trabajo. Los pintores eran también anticapitalistas y an-
tido Comunista en el mundo cultural fue su vinculación con el movi-
timperialistas comprometidos; estaban a favor del trabajo colectivo y
miento muralista. En los últimos meses de 1922, un grupo de jóvenes

48 49
deseaban vincular su trabajo creativo con las necesidades de la sociedad unos pocos cientos de miembros" pertenecientes a entre diez y doce sec-
ciones (la ciudad de México, Veracruz, Morelia, Tampico, Guanajuato,
revolucionaria en evolución. 66
Pocos meses después de que se formó el grupo, el sindicato empezó Orizaba, Jalapa, Río Blanco, Mérida y Tlalpujahua [Michoacán]). La
a publicar un periódico quincenal, El Machete, que se convirtió en órga- mayoría de los miembros se concentraba por tanto en las regiones cen-
no no oficial del PCM hasta su adopción formal por el partido en mayo tral y norcentral; Veracruz, con cuatro secciones, era sin duda el estado
de 1925. El título Machete fue elegido por Graciela Amador, poeta y más importante. Había escasos miembros en el sur, con la excepción de
actriz, que escribió un poema sobre ese nombre, señalando que el ma- Mérida en Yucatán, o en los norteños estados fronterizos de Sonora, Ba-
chete era el arma utilizada por los campesinos: "El machete sirve para ja California, Chihuahua y Nuevo León, o en La Laguna, que más tarde
cortar caña, para abrir senderos en los bosques umbríos, para decapitar se convertiría en una zona importante de influencia comunista.'"'
culebras, para podar las malas hierbas y para humillar el orgullo de los En la segunda mitad de la década, el PCM recuperó su número de
ricos impíos". El periódico (del que sería editor Rosendo Gómez Lo- miembros y su influencia al expandirse entre el campesinado (a través
renzo) ofrecía vívidos reportajes sobre las luchas obreras y campesinas, de las ligas campesinas estatales y la LNC} y sectores de la clase obrera or-
magníficas obras de arte, caricaturas y grabados (de Siqueiros, Orozco, ganizada. Sin embargo, es difícil fijar cifras precisas relativas a la fuerza
Xavier Guerrero y Amado de la Cueva) y corridos revolucionarios, que del partido, dadas las ambiguas y contradictorias afirmaciones de sus re-
lo convirtieron en el órgano comunista más atractivo y de mayor éxito presentantes. En el V Congreso del PCM (abril de 1928), se informó que
de los que se publicaban en América Latina. el número de miembros había aumentado "cinco veces", pero no se
dieron cifras, aunque unos pocos meses antes el partido se había atribui-
NÚMERO DE MIEMBROS do mil miembros. 70 El ala juvenil (la Federación de Juventudes Comu-
nistas) tenía supuestamente mil doscientos miembros a mediados de
En los años veinte el número de miembros del PCM aumentó lentamente 1928, distribuidos en dieciséis secciones locales, y una organización in-
de menos de cien en 1920 a unos mil quinientos para 1929. El creci- fantil, los Pioneros Rojos, que tenía su propio periódico. 71
miento del partido no fue uniforme ni ininterrumpido. Durante apro- A finales de la década, el PCM también se había extendido a nuevas
ximadamente un año (entre fines de 1923 y fines de 1924) el partido zonas de México. A principios de 1928 se registraban saludos de veintiún
"se hizo pedazos", como aceptaba en 1925 el comunista estadounidense secciones locales: cuatro en Jalisco, cuatro en Veracruz, dos en Nuevo
miembro del PCM, Bertram Wolfe. 67 La ruptura del partido con los anar- León, dos en Tamaulipas, dos en la región del Distrito Federal/Estado
quistas y anarcosindicalistas de la CGT dañó sus vínculos con sus prime- de México y una en Puebla, una en Tlaxcala, una en Michoacán, una en
ros militantes obreros, y la mala fortuna del movimiento inquilinario a Oaxaca, una en Hidalgo, una en Chihuahua y una en Nayarit. 72 Para junio
principios de 1923 también contribuyó a debilitar la base comunista. Fi- del mismo año, las secciones locales sumaban ya veintiocho (y siete nue-
nalmente, la rebelión delahuertista (diciembre de 1923-abril de 1924) vas secciones estaban en proceso de formación). 73 La circulación de El
desorganizó gravemente al partido, que había utilizado su influencia so- Machete también aumentó rápidamente durante 1927 y 1928, pasando
bre el movimiento campesino del oriente de México (especialmente Ve- de 3 000 en abril de 1927 a 11 500 en noviembre de 1928.u
racruz) para organizar campesinos armados en defensa del gobierno
central. A mediados de 1924, el ejecutivo nacional del PCM declaró que ACTITUD FRENTE AL ESTADO
los lazos entre las secciones locales y el cuerpo central del partido eran
inexistentes y que muchas secciones habían sido destruidas por los re- Uno de los aspectos más interesantes de la historia del comunismo me-
beldes. La recolección de cuotas y la procuración de fondos se habían xicano es la variedad de sus reacciones a los acontecimientos revolucio-
suspendido, de modo que el tesoro del partido ascendía en total a ¡2.50 narios que tenían lugar a su alrededor. La revolución iniciada en 1910
dólares! El único signo alentador en este panorama lamentable era el era muy evidentemente una revolución no socialista, aunque tenía
1

lanzamiento de El Machete, que para diciembre de 1924 tenía seis millec- fuertes raíces agrarias, adquirió en ocasiones vacilantes matices antim-
tores.68 perialistas y, al mismo tiempo, monopolizó rápidamente la retórica de la
El grado de deterioro del PCM salió a la luz en su III Congreso, cele- lucha revolucionaria. 111!
brado en abril de 1925. El Partido Comunista reconoció que tenía "sólo Durante sus primeros cincuenta años el comunismo mexicano tuvo

50 51
grandes dificultades para elaborar una visión compleja y matizada de la viética, simbolizada por la declaración de la Nueva Política Económica
Revolución Mexicana, los proyectos sociopolíticos que ésta articuló y su en marzo de 1921, produjeron un cambio en la postura de la Comin-
relación con los objetivos socialistas. En la práctica, el partido osciló vio- tern, que abandonó la defensa agresiva de la "teoría ofensiva" por una
lentamente entre dos posiciones extremas: una aceptación acrítica del estrategia de "frente unido". El ejecutivo de la Comintern condenaba
potencial anticapitalista de la Revolución Mexicana y de los gobiernos ahora con entusiasmo aún mayor las posturas de la "izquierda infantil"
asociados a ella ("empujar la revolución hacia la izquierda") y una tajan- ultrarrevolucionaria y conminaba a los partidos comunistas a llegar has-
te e indiferenciada condena de estos gobiernos como "despóticos", ta las grandes masas trabajando a través de la prensa, los parlamentos y
"burgueses", "claudicantes frente al imperialismo", etcétera. Las dificul- los sindicatos existentes.
tades del PCM no se pueden atribuir a ningún factor aislado. Las vacilan- La Comintern recomendó que el PCM abandonara su postura antie-
tes posturas de la Comintern (hasta 1943) ciertamente determinaron y lectoral. A mediados de 1923, el PCM decidió participar en las elecciones
deformaron la visión del partido, pero otro tanto hicieron los violentos presidenciales que tendrían lugar al año siguiente, apoyando al candi-
y a menudo inesperados cambios de actitud del estado mexicano frente dato preferido por el presidente Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles.
a los movimientos populares. El peso de la herencia libertaria (anarquis- Las elecciones, se decía, expondrían la bancarrota de la política burgue-
mo y anarcosindicalismo) también contribuyó a subrayar la necesidad sa y permitirían al partido entrar en contacto con las masas a escala na-
de mantener la independencia de la clase obrera y de las organizaciones cional.78 Pero, tras abandonar su postura antielectoral de 1919-1922, el :¡
populares frente al estado represivo y los partidos políticos oportunistas. PCM fue mucho más allá de la tradicional argumentación en favor de 1

!1
La rt;tórica de la dirigencia del PCM en los años veinte (y más tarde) la participación de los revolucionarios en las elecciones. Durante buena
favorece una lectura de la historia inicial del partido como una lucha parte de 1923 y los primeros meses de 1924, los dirigentes del PCM hicie-
entre el marxismo y las corrientes libertarias. Sin embargo, es dudoso ron predicciones altamente optimistas sobre el potencial progresista de :¡
"'1
que tal claridad de definición caracterizara las posturas de personas que !í
Calles, que había empezado a utilizar sus nexos con la CROM para pre-
estaban sujetas a una rica mezcla de influencias ideológicas, desde el li- :1
sentarse como un "candidato de los obreros". :¡
,¡1
beralismo radical y el zapatismo hasta la tradición antiestatista del anar- En diciembre de 1923, un levantamiento militar, la rebelión dela- ¡li
quismo o la socialdemocracia marxista. Sin embargo, algunos rasgos de huertista, forzó a los comunistas mexicanos a definir su posición frente
la tradición libertaria son visibles en la práctica del Partido Comunista al estado en un momento de grave peligro para el gobierno federal. Os-
durante los años veinte y treinta, e incluso se perciben ecos de ese pasa- tensiblemente, la rebelión tenía por objeto impedir que Obregón colo-
do a fines de los sesenta y principios de los setenta, en su política de abs- cara al candidato de su preferencia en el palacio presidencial. Aunque
',
i: tencionismo electoral. el campo delahuertista contaba con varias figuras que pertenecían a la
El PCM surgió a la vida con un despliegue de radicalismo retórico y de "izquierda" de la coalición de caudillos revolucionarios (incluidos Salva-
oposición fundamentalista al estado y a su parafernalia electoral. 75 La dor Alvarado, Antonio Villarreal, Francisco Múgica y Manuel Diéguez)
más elocuente expresión de esta postura se encuentra en la advertencia y aunque Adolfo de la Huerta mantenía buenas relaciones con el movi-
del comunista fundador, José C. Valadés, al primer congreso del partido miento obrero (especialmente con los ferrocarrileros), el bando rebelde
en 1921, de que evitara mezclar a los obreros y los campesinos en las estaba dominado por figuras militares conservadoras e incluso reaccio-
luchas políticas entre caudillos rivales, que él calificaba de "motines po- narias (como el general Guadalupe Sánchez) que eran especialmente
líticos".76 El congreso condenó enfáticamente la idea de una partici- hostiles al reparto agrario. Tras un breve debate entre los dirigentes del
pación comunista en las elecciones, consideradas como una pérdida de PCM sobre si debían apoyar la rebelión o no, el partido puso sus limita-
tiempo y recursos. El PCM resolvió que: "Las condiciones actuales del dos recursos al servicio de la causa del gobierno federal, y sus secciones
país son un fiel reflejo del pasado económico e histórico de México y, de Veracruz y Michoacán tomaron las armas contra los rebeldes. 79
en consecuencia, [consideramos] un desgaste de fuerzas la participa- El lamentable estado de la organización interna y de las finanzas del
ción en las lides parlamentarias". 77 partido (agravado por la represión que desataron los rebeldes contra
El antiparlamentarismo del PCM contradecía la estrategia de la Co- el PCM y sus aliados campesinos) y las oportunistas maniobras de los di-
mintern en 1921. La declinante fortuna del movimiento revolucionario rigentes en su actitud frente a la revuelta condujeron a una gran purga
en Europa y la necesidad de reconstrucción económica en la Unión So- de líderes en abril de 1924. Se eligió un nuevo secretario general, Rafael
52 53 i!]
Carrillo (en sustitución de Manuel Díaz Ramírez), y todos los miembros y era autor de muchos pronunciamientos de la Comintern sobre temas
del antiguo comité ejecutivo, excepto uno, fueron destituidos. 80 mexicanos), Calles estaba intentando crear una república "cooperativa"
La crítica a los errores cometidos por el partido durante la rebelión basada en la pequeña burguesía, el pequeño propietario campesino y la
delahuertista no alteró, a pesar de todo, el entusiasta apoyo del PCM a la pequeña empresa, con el objetivo en última instancia de darse un mar-
campaña presidencial de Calles. Aunque los comunistas mexicanos casi gen de independencia frente al capital extranjero. El reto para el PCM
no tenían recurso alguno con qué negociar, el general sonorense aceptó era apoyar al gobierno mexicano en sus confrontaciones con el imperia-
las condiciones del PCM para apoyar su candidatura. 81 A cambio, el par- lismo, a la vez que combatir las ilusiones pequeñoburguesas sobre la
tido hizo una militante campaña a favor de Calles, presentándolo como posibilidad de lograr una "independencia" dentro de un escenario semi-
coloniaL83
una figura popular, un candidato del movimiento obrero e incluso un
socialista apoyado por la aplastante mayoría de los obreros y los cam- En cualquier caso en que el gobierno de Estados Unidos denunciara
pesinos. la tendencia radical de las decisiones del gobierno mexicano, el PCM de- reD
~··~ii_.. ,
~ ._·; Aunque la actitud del PCM respecto del gobierno de Calles (1924-1928) bía ofrecer prontamente su apoyo a Calles, siempre que su gobierno
...,-. aceptara el programa mínimo del partido. Esto ocurrió, por ejemplo, en
-···-·':' fue confusa -súbitos entusiasmos seguidos de un desencanto igualmente
...../~ dos ocasiones en que Calles respondió a declaraciones agresivas del se-
r¡· :'
abrupto-, sus inconsistencias eran una respuesta natural a las señales · ..·. 11
cretario de Estado estadounidense, Frank Kellogg. 84
~~::c. contradictorias que emitía el gobierno central, el cual promovía la recons-
En 1927, el expresidente Álvaro Obregón planeaba obtener un se-
~
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trucción económica sobre una base capitalista nacionaL Por ejemplo, el
.•.•t.-•·
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gobierno de Calles chocó con Estados Unidos en torno a varios temas
gundo mandato en las elecciones del verano siguiente. Se trataba de
una pretensión muy controvertida, dado que la Constitución de 1917,
m
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~"'
.
de política exterior (en Nicaragua, donde México apoyó a las fuerzas de
Sacasa-Moncada durante la guerra civil de 1927 y luego mostró simpa-
tías por Augusto César Sandino) y en torno a la legislación petrolera de
carta magna de la revolución, prohibía la reelección, de manera que hu-
biera habido que modificarla para que el deseo de Obregón pudiera S
S
f>S . México, a la que se resistían las compañías petroleras estadounidenses y cumplirse. Así pues, la polémica en torno a la reelección podía servir de
europeas. Durante el conflicto cristero, el anticlericalismo demagógico pretexto para la rebelión, y como cubierta de respetabilidad, a los cau-
j:'·_., del gobierno llevó a una confrontación tanto con la jerarquía católica dillos militares disidentes deseosos de impedir dicha reelección. A fines
.~- .....,.
(inconmoviblcmente reaccionaria) como con las masas campesinas que de 1927, los rebeldes Gómez y Serrano utilizaron precisamente ese ar-
gumento para defender sus acciones militares. 85 La cuestión de la suce-
n
Ul,
la seguían. Calles mismo tuvo gestos de solidaridad con las huelgas obre-
ras de todo el mundo: donativos para la huelga de los mineros ingleses
sión de Calles también interesaba vitalmente a las organizaciones obreras .·o¡_~

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• 1

y campesinas. En esencia, lo que estaba en juego era el futuro del patro- •1

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1

''ri· en 1926 y fondos para la Conferencia Antimperialista de Bruselas en


cinio político, la distribución de favores políticos y la garantía del apoyo
.~<!·
1927. El impacto acumulativo de !apolítica de Calles para Centroaméri-
·... gubernamental a decisiones particulares sobre asuntos obreros y agra-
ca y de su simpatía por las causas antimperialistas justificó las reacciones
positivas de la Comintern y del movimiento comunista estadounidense rios. Cada vez más se asociaba a Obregón con la causa del agrarismo, lo
.-.
¡.. .....
que para la CROM planteaba la inquietante perspectiva de ver evaporar

1
. '!. (Workers Party) ."2
'i Por otra parte, el ritmo con que se llevaba a cabo el reparto de tierras su influencia y su autoridad en caso de una victoria de Obregón en
.. 1928 .
·,··::.•.
·•.
disminuyó notablemente y el apoyo de Calles a las pretensiones hege-
·~ .. mónicas de la CROM hizo la vida difícil al ala izquierda del movimiento El PCM ofreció su apoyo a Obregón durante la campaña por la reelec-
sindical y campesino. Además, el nacionalismo económico del gobierno ción y acusó al bando antirreeleccionista de estar integrado por ultra-
de Calles se fue desvaneciendo rápidamente al final de su mandato, rreaccionarios."6 A la vez, los comunistas se resistieron cuidadosamente
cuando llegó a un acuerdo con los financieros de Estados Unidos. a la idea de que debían abandonar todo intento de crear un frente uni-
El IV Congreso del PCM (mayo de 1926) trató de lograr una postura do con los miembros de la CROM porque algunos líderes de dicha orga-
nización (temiendo perder su autoridad con un gobierno de Obregón)
compleja frente al nuevo gobierno mexicano. Los documentos del con-
habían insinuado la posibilidad de apoyar la rebelión. 87 El PCM advirtió
greso rechazaban la idea de que Calles era un simple lacayo del imperia-
que los ataques de la CROM al obregonismo podían conducir al bando
lismo de Estados Unidos. Según el punto de vista del partido (inspirado
de Obregón a contemplar la posibilidad de aplastar a la base de masas de
por el comunista suizo Edgar Woog, que visitaba México con frecuencia

54 55
la organización. 88 Al final, la marcha de Obregón hacia el palacio pre- sintegración, y a la debilitada CGT. Esta propuesta suscitó fuertes deba-
sidencial fue detenida en seco: el candidato fue asesinado poco después tes dentro del PCM y al principio, curiosamente, la Comintern se opuso a
de su victoria en las elecciones de julio de 1928. El asesinato inició un ella. 92 Sin embargo, los preparativos para crear la nueva confederación
proceso de rápida desintegración en las filas de la CROM, y miles de sus se iniciaron en septiembre de 1928, y la Confederación Sindical Unitaria
afiliados abandonaron la organización. Cuando el presidente Emilio de México (CSUM) fue fundada en enero del año siguiente. La nueva or-
Portes Gil sucedió a Calles en diciembre de 1928, el aparato de represión ganización reunía a buen número de federaciones obreras y campesinas
y control que la CROM había creado con la ayuda de gobiernos favo- estatales, la confederación ferrocarrilera nacional (CTC), los sindicatos
rables fue utilizado ahora por el nuevo gobierno para minar y debilitar mineros "rojos" de Jalisco, fragmentos izquierdistas de los sindicatos de
la autoridad de la propia CROM. la CROMen Puebla y Veracruz, y la Liga Nacional Campesina. 93 Con cier-
to optimismo, la CSUM proclamaba que tenía como miembros a 116 000
EL GIRO A LA IZQUIERDA obreros y 300 000 campesinos. 94 Aunque estas cifras sobrestiman la fuer-
za de la izquierda sindical, sí indican que un importante espacio se abría
Aunque el PCM no se unió a los ataques contra la otrora poderosa CROM, para esa izquierda a raíz de la desintegración de la CROM.
un importante cambio de postura de la Comintern lo hizo abandonar Sin embargo, la oportunidad se perdió rápidamente. El giro a la iz-
sus anteriores intentos de formar grupos revolucionarios dentro de di- quierda también produjo una ruptura entre el PCM y aquellos cuadros y
cha organización obrera. El VI Congreso de la Comintern (septiembre miembros que tenían dudas sobre la nueva línea, en particular sobre la
de 1928) inauguró una fase ultraizquierdista en la que la lucha de "clase creación de la CSUM y del Bloque Obrero-Campesino. La pérdida más
.,.. contra clase" sustituía la consigna de establecer frentes unidos con otras desastrosa fueron las renuncias y expulsiones de virtualmente todas las
fuerzas de izquierda. Los partidos socialdemócratas y los gobiernos figuras dirigentes de la Liga Nacional Campesina, que era la organiza-
obreristas eran ahora denunciados como socialfascistas. Internacional- ción en que la influencia comunista era más importante. Entre quienes
mente, la depresión económica cada vez mayor parecía respaldar el abandonaron el PCM estaban Manuel Almanza y Úrsulo Galván. Las re-
argumento de la Comintern según el cual el capitalismo estaba én crisis nuncias y expulsiones también afectaron a Diego Rivera, Luis Monzón
y, por tanto, había que crear las condiciones para una salida revolucio- (antiguo senador por San Luis Potosí) y al economista Federico Bach.
naria. La fiebre expulsadora fue ratificada en junio, en un pleno del comité
El cambio de política de la Comintern planteó un serio problema central, que estaba bajo la influencia del representante de la Comin-
al PCM. Varios funcionarios de la Comintern condenaron su simpatía, tern, Grollman. 95 Además, el Partido Comunista también denunció a la
aun crítica, por los aspectos progresistas del programa de gobierno de mayoría de sus aliados revolucionarios demócratas, como el exgoberna- 1

Calles. 89 Por tanto, desde mediados de 1928, el partido mexicano sufrió dor de Veracruz Adalberto Tejeda (el socialista independiente con ma-
por primera vez en su corta vida una fuerte presión internacional para yor influencia) y Ramón P. Denegrí. De un solo golpe se rompieron los
reorientar su estrategia. principales canales de comunicación del partido con el ala izquierda de
El giro ultraizquierdista llevó al PCM a patrocinar una coalición elec- la Revolución Mexicana.
toral independiente, el Bloque Obrero-Campesino (BOC) que postularía El izquierdismo adoptado en 1928 también afectó las relaciones del
sus propios candidatos en las futuras elecciones. 90 También, en nombre PCM con el movimiento antimperialista de América Latina, sobre todo
'·,:¡l~
de la crisis "inminente", los comunistas se opusieron violentamente a to- en Nicaragua, donde el partido rompió con Sandino en 1930, denun-
das las reformas de inspiración estatal con el argumento de que éstas ciándolo como traidor a la lucha por la liberación nacional. 96
pospondrían la inevitable explosión revolucionaria. Así, la Convención Aunque la nueva línea de la Comintern y su intervención en junio de
Obrero-Patronal, que empezó a discutir asuntos de arbitraje laboral en 1929 modificó de manera crucial la conducta del PCM y con ello garan-
noviembre de 1928, fue calificada de fascista, lo mismo que la Ley Fede- tizó su marginación en la sociedad mexicana durante los siguientes
ral del Trabajo promulgada en 193 1."1 cuatro años, sería erróneo ignorar las circunstancias locales que co-
Aún causó más controversia que, como resultado de ese giro a la iz- laboraron a empujar al PCM hacia la izquierda. Tras la revuelta escoba- :11

quierda, algunas secciones del partido propusieran la creación de una rista de 1929, otro pronunciamiento militar contra la autoridad del
nueva confederación obrera y campesina opuesta a la CROM, ahora en de- gobierno central (en que el PCM fue falsamente acusado de ayudar a los

56 57
rebeldes), el gobierno de Emilio Portes Gil lanzó una serie de ataques de una parte de sus aliados naturales (y recientes) durante un periodo
contra el partido y sus miembros. Varios comunistas destacados, entre en que el ritmo de transformación agraria se hizo notablemente más
ellos Guadalupe Rodríguez, el primer tesorero de la Liga Nacional Cam- lento. La LNC, por ejemplo, fue "cooptada" por políticos oficialistas, y los
pesina, Salvador Gómez, e Hipólito Landero, fueron asesinados una vez seguidores de Adalberto Tejeda, el crítico de izquierda más importante
aplastada la rebelión de Escobar. En junio, las oficinas de El Machete fue- de la tendencia conservadora de la Revolución Mexicana a principios de
ron clausuradas, y tres meses más tarde la imprenta del periódico fue los treinta, fueron persistentemente denunciados por el PCM como so-
destruida por fuerzas gubernamentales. La hostilización sistemática cialfascistas. No resulta sorprendente, por tanto, que los dirigentes del
contra los comunistas continuó con el arresto y la detención temporal PCM tardaran tanto en reconocer que la llegada de Lázaro Cárdenas al
de Rafael Carrillo en mayo y la expulsión de un gran número de exilia- palacio presidencial en diciembre de 1934 señalaba el principio de un
dos comunistas extranjeros (la mayoría procedentes de Cuba) a princi- muy fuerte giro en el campo social y político hacia la izquierda.
pios de 1930. 97 Finalmente, en enero de 1930, México rompió relaciones
con la Unión Soviética; no volverían a establecerse hasta mediados de
los cuarenta.
Cualquier duda que pudiera quedarle al Partido Comunista Mexica-
no sobre si era correcto el giro a la izquierda se disipó ante la ferocidad
de la represión desencadenada contra él y contra las organizaciones
bajo su influencia por el gobierno durante 1929 y 1930. 98 Además de las
matanzas y golpizas, docenas de comunistas fueron exiliados al penal
de las Islas Marías, frente a la costa noroeste del Pacífico. 99 La gota que de-
rramó el vaso fue la matanza de veintiún campesinos seguidores del PCM
en la población lagunera de Matamoros, en junio de 1930. Las creden-
ciales "fascistas" y "socialfascistas" de los gobiernos del maximato queda- '!!
ban ahora convincentemente comprobadas, y el movimiento comunista
internacional lanzó una campaña mundial de protesta contra las ac-
ciones del estado mexicano. 100
Aunque el PCM se vio forzado a pasar a la clandestinidad entre 1930 y
1934, pudo mantener un número de miembros que fluctuó entre 1 234
en enero de 1932 y 1 400 en diciembre de 1933, aunque la permanencia
r
de los miembros en el partido era muy breve. 101 El izquierdismo del pe- 1
riodo exigió que los comunistas se volvieran más innovadores en el tra- 11¡
,¡1.

bajo político y sindical. A principios de los años treinta, por ejemplo, el


'¡¡¡11'
PCM estableció vínculos con elementos de base del ejército y con algunos ¡1

oficiales simpatizantes. El partido publicó en 1931 y 1932 una pequeña il:


revista, El Máuser, que circulaba en los cuarteles, para disgusto del alto
mando. 102 En el campo, la obsesión de la Comintern por el trabajo con
los sectores más proletarizados del campesinado también produjo frutos
en regiones como La Laguna, donde el partido llegó a tener una base im-
portante entre los trabajadores de las fincas algodoneras.
A pesar de estos progresos, para el principio de los años treinta el ba-
lance daba más pérdidas que ganancias. El izquierdismo de esos años le-
gitimó y arraigó las prácticas sectarias que siempre habían estado
presentes en el PCM. 103 El impacto de su retórica apocalíptica aisló al PCM

58 59
n. Un legado ambiguo: el comunismo mexicano
y el periodo de Cárdenas

INTRODUCCIÓN

El giro de la Comintern hacia la izquierda, a partir de 1928, y el giro de


la Revolución Mexicana a la derecha, a partir de mediados de 1929, fre-
naron tajantemente, como hemos visto, el progreso del Partido Comu-
nista. Tras sufrir cinco años de sangrienta represión por parte de los
gobiernos del maximato (1930-1934), periodo en que el PCM se vio obli-
gado a una existencia semiclandestina, los comunistas mexicanos pudie-
ron operar abiertamente y hasta cierto punto libres de la persecución
del estado desde diciembre de 1934, con el inicio de la presidencia de
Lázaro Cárdenas.
Al tomar posesión, Cárdenas eliminó las restricciones contra la pren-
sa del partido, ordenó la liberación de los presos políticos comunistas y
suprimió el Departamento de Servicios Confidenciales de la Secretaría
de Gobernación, famoso por su violenta persecución de la izquierda. A
principios de los treinta, el periódico clandestino del partido había
'
circulado con grandes dificultades, escondido bajo sacos de maíz o con-
i!l trabandeado por todo el país por los ferrocarrileros simpatizantes. En
"
cambio, en 1938, El Machete aparecía diariamente (aunque sólo por un il
breve periodo) y el PCM tenía su propio programa de radio semanal, La ;¡!\
Hora del Pueblo. 1 l'1i
Durante la presidencia de Cárdenas, se produjeron movilizaciones 1

obreras y campesinas a una escala nunca vista en América Latina. En esos


,;¡
!1,11
años se llevó a cabo la expropiación de las compañías petroleras de pro-
piedad extranjera, se hicieron experimentos de autogestión obrera y !¡
!.'11

campesina y hubo una expansión masiva de la reforma agraria que impli- ,!i
có ataques a importantes ciudadelas del capitalismo agrario. Al mismo
tiempo, el estado apoyó la unificación de las fragmentadas organizacio- 1 i
1
nes obreras y campesinas del país, aunque en términos que impedían la
creación de un bloque obrero-campesino unificado. El radicalismo del 1

proyecto de Cárdenas suscitó confrontaciones entre el estado y ciertas 1

fracciones del capital que, por lo menos durante un tiempo, amenazaron


con producir una ruptura en el marco de la sociedad burguesa. 2
El PCM desempeñó un papel central en las espectaculares movilizacio-
nes que lograron los sectores populares a mediados y finales de los trein-

61
ta. Sus organizadores y cuadros encabezaron exitosas luchas por la tierra corrientes dentro de la Confederación de Trabajadores Mexicanos
y las condiciones de trabajo en la región algodonera de La Laguna, la (CTM) dirigida por los líderes obreros Vicente Lombardo Toledano y Fi-
zona cafetalera del Soconusco en Chiapas, en partes de Michoacán y en del Velázquez. Estas interpretaciones se centran en el breve éxodo de la
la región azucarera del norte de Sinaloa. El partido también desempeñó izquierda fuera de la CTM, en 1937, y concluyen examinando la subse-
un papel vital en la organización de un movimiento obrero unificado a cuente capitulación del PCM frente a la dirección de la central obrera,
partir de la creación, en 1936, de la Confederación de Trabajadores Me- capitulación simbolizada por la adopción de la consigna "Unidad a toda
xicanos (CTM). El PCM también merece crédito por su movilización costa". El exceso de atención prestada a la alta política de las relacio-
contra las amenazas de insurrección de la derecha y por la valerosa par- nes del PCM con la CTM ha dejado, sin embargo, escaso espacio al exa-
ticipación de muchos de los maestros miembros del partido en las lu- men de la estructura y la vida internas del PCM.
chas por el programa educativo socialista. 3 Este capítulo concluye con el examen del Congreso Extraordinario y
A pesar de estos avances, los años de Cárdenas no fueron simplemen- sus antecedentes. Es sorprendente, dado el clima dramático que rodeó
te la "edad dorada" del comunismo mexicano. En la era de los frentes a dicho acontecimiento -el intento de asesinato de León Trotsky, la pur-
populares, tanto en América Latina como en Europa, el populismo radi- ga de la dirección histórica del PCM y la participación de importantes
cal y el antimperialismo de Lázaro Cárdenas se forjaron sin la participa- personalidades de la Comintern-, que no existan estudios detallados de
ción formal del Partido Comunista en el gobierno. Todos los esfuerzos este episodio. Lo que tenemos son numerosos relatos fragmentarios,
del PCM por ingresar en las filas del partido oficial (llamado, a partir de gran cantidad de polémica útil y una o dos breves interpretaciones he-
1938, Partido Revolucionario Mexicano o PRM) hallaron una oposición chas por los propios actores históricos, entre los que destaca Valentín
frontal. Campa, el comunista más conocido de México y líder durante mucho
Además, las respuestas del PCM al cardenismo pasaron por extrañas tiempo de los ferrocarrileros. 5 Otros participantes importantes o bien
oscilaciones entre la hostilidad cerrada contra el régimen, al principio, murieron hace tiempo (como Hernán La borde, secretario general del
y la aceptación acrítica de sus credenciales revolucionarias tras la impo- PCM de 1929 a marzo de 1940) o han guardado silencio acerca de los su-
sición de la consigna de "Unidad a toda costa" a mediados de 1937! Este cesos de ese periodo (como Rafael Carrillo).
vaivén motivó acusaciones de sectarismo y oportunismo durante la pro- En marzo de 1940, en su Congreso Extraordinario, el Partido Comu-
funda crisis que sufrió el PCM entre noviembre de 1939 y marzo de 1940, nista Mexicano expulsó a dos de sus más altos dirigentes, incluido el que
poco antes del Congreso Extraordinario en que los más altos dirigentes había sido su secretario general desde 1929. Los historiadores del comu-
del partido fueron purgados. nismo mexicano han considerado tradicionalmente al Congreso como un
De igual modo, mientras el partido ganaba un número impresio- parteaguas en el desarrollo del PCM. Señalaba el fin de un periodo de
nante de puestos directivos en las organizaciones obreras, los sindicatos, seis años durante el cual el partido había ampliado masivamente su nú-
las juntas de profesores y los sindicatos de los empleados del estado, ni mero de miembros y adquirido gran influencia en sectores clave de la
el tamaño ni la durabilidad de su base social eran particularmente nota- intelligentsia, la clase obrera organizada y el campesinado. La purga de
bles. Resultaba decepcionante un total, a principios de los cuarenta, de 1940, se dice, dio inicio a un periodo de desilusión y luchas internas que
,,1
entre treinta y cuarenta mil miembros, al final de un intenso periodo reducirían al partido a la impotencia durante los siguientes veinte años.
de movilización popular, ya que el número real de miembros era proba- Los estudios sobre el Congreso de 1940 y sus antecedentes se han
blemente bastante más bajo. Finalmente, incluso las versiones que re- centrado generalmente en dos asuntos principales, ambos relacionados
chazan el reduccionismo simplista de la historiografía de la Guerra Fría, con los vínculos del partido mexicano con el movimiento comunista in-
1,:
que niega cualquier autonomía de los partidos comunistas nacionales, ternacional: la renuencia del PCM a cooperar con los planes soviéticos
deben reconocer el papel crucial y a menudo negativo que desempe- para eliminar a Trotsky y la preocupación de la Comintern por las rela-
ñaron el Partido Comunista de Estados Unidos y la Comintern en varias ciones erráticas, acríticas y cada vez menos efectivas con el gobierno de
coyunturas importantes de 1937 a 1940. Lázaro Cárdenas. Ambas cuestiones son cruciales para comprender el
Las interpretaciones históricas del comunismo mexicano en los últi- Congreso. Sin embargo, al concentrarse exclusivamente en la dimen-
mos años del sexenio de Cárdenas se han concentrado mayoritaria- sión externa de los sucesos se corre el riesgo de perder de vista el telón
mente en un episodio particular: las luchas entre el PCM y diversas de fondo esencial del drama de 1940: la compleja dinámica que vincu-

62 63
laba la vida interna del partido con la sociedad mexicana en su con- integrar a los nuevos miembros orgánica y políticamente. El resultado
junto. fue la presencia en el PCM de miles de hombres y mujeres que rara vez
Por ello, el argumento principal de este capítulo será que las raíces de participaban en las actividades del partido y que sólo nominalmente co-
la crisis de 1939-1940 eran esencialmente nacionales. Para mediados nocían los planteamientos políticos de éste. El pago de cuotas era
de 1939 la apatía y la desmoralización se habían apoderado de amplios extraordinariamente laxo y, aunque éste siempre ha sido un problema
segmentos del PCM. Esta actitud era una reacción a las crecientes mues- de los partidos comunistas de América Latina, la cifra de 4 500 miem-
tras de carrerismo y corrupción en el partido. La preocupación por la bros que pagaban cuota sobre un total de 25 000 o 35 000 parece excep-
incapacidad del PCM para detener el giro conservador del régimen de cionalmente baja. Codovilla calculaba que el número verdadero de
Cárdenas, que se había iniciado en 1938, planteaba dudas sobre si el miembros a fines de 1939 no superaba probablemente los 11 000."
partido había acertado al caracterizar al cardenismo como una versión También hay que tomar en cuenta la escasa permanencia de los
mexicana del frente popular. miembros; el partido parecía a veces "una especie de puerta revolvente
a través de la cual los miembros entraban y salían". 10 Un síntoma de este
EL PARTIDO COMUNISTA DURANTE LA PRESIDENCIA DE LÁZARO CÁRDENAS problema era la incapacidad del partido para conservar la lealtad de sus
integrantes más antiguos. Para 1939 las filas del PCM incluían sólo 56
Superficialmente, el PCM parecía estar en buena forma a fines de 1939. Su miembros que hubieran ingresado antes de 1928 y sólo 250 que hubie-
número de miembros había crecido rápidamente durante los cinco años ran ingresado entre 1929 y 1935. Claramente, la gran mayoría de los
anteriores, como resultado de su legalización y de su enérgica partici- miembros más antiguos del partido mexicano habían abandonado el PCM
pación en las· grandes oleadas de organización campesina y obrera de para fines de los años treinta. n
los años de Cárdenas. Su crecimiento también se vio impulsado por las Pero la fuerza o la presencia de un partido no se puede reducir a una
simpatías que suscitaba el frontismo popular, tanto entre la población simple cuantificación de su base. Si se examina el desempeño del perió-
en general como en un sector de la burocracia estatal, que apoyaba ca- dico del PCM, El Machete (La Voz de México a partir de octubre de 1938),
lladamente algunas de las actividades del Partido Comunista, por lo me- también aparecen áreas débiles. En su punto culminante durante la for-
nos hasta 1938. Aunque no había comunistas en la legislatura nacional, mación de la CTM y la lucha por la nacionalización de la industria petro-
1 1
el partido disfrutaba del sólido apoyo de varios diputados federales y sus lera, el periódico vendía hasta 35 000 ejemplares por número, y durante
militantes actuaban en las ramas locales del partido del gobierno, el un tiempo se convirtió en diario. Pero para mediados de 1939 se había
PRM. En febrero de 1939, se informó al VII Congreso del PCM que 73 pre- apoderado de él una grave crisis financiera y moral. A principios de
sidentes municipales, 178 concejales y 14 diputados de legislaturas esta- junio de 1939, La Voz empezó a aparecer irregularmente, y el 18 de ju-
tales eran miembros del partido. 6 nio suspendió su publicación diaria y volvió a un irregular ritmo sema-
i'l A principios de 1934, el PCM tenía solamente 1 250 miembros. Poco nal. Para diciembre de 1939 su circulación había descendido a 7 000 y,
1 más de dos años después, en agosto de 1936, esta cifra se había multipli- como el periódico reconoció en febrero del año siguiente, un importan-
cado por cuatro hasta alcanzar los 5 000. Para mediados de 1938, el te porcentaje de ese total "disfrutaba del 'sueño de los justos' como pa-
partido ostentaba 20 000 miembros y, a fines de 1939, se atribuía entre pel para envolver en los hogares de nuestros militantes". 12
30 000 y 35 000. 7 La vaguedad e imprecisión que rodean las cifras de Otro motivo de preocupación, y uno de los que recogieron los res-
1939 indican que las estadísticas sobre el número de miembros han de ser ponsables de las purgas de 1940, fue el inaceptable "aspecto sociológi-
consideradas con gran cuidado. Las que se daban en las asambleas ple- co" del PCM. Se criticaba en particular su escasa inserción en los sectores
narias y en la prensa del partido estaban a menudo infladas para impre- más dinámicos de la clase obrera industrial y el excesivo peso de los bu-
sionar o reforzar el prestigio de líderes o comités estatales particulares, rócratas estatales, los empleados y los maestros entre sus miembros. No
hecho señalado con gran sarcasmo por Vittorio Codovilla, uno de los había duda de que el partido estaba logrando que sus cuadros fueran
consejeros de la Comintern para el partido mexicano durante la crisis elegidos a posiciones de liderazgo en los sindicatos clave, incluidos los
de 1939-1940.8 importantes sindicatos industriales nacionales de ferrocarrileros
Además, resulta evidente que el rápido reclutamiento realizado du- (STFRM), mineros y metalúrgicos (SITMMSRM) y petroleros (STPRM). A
rante 1936-1939 no había estado acompañado de un trabajo serio para fines de 1939, los secretarios generales de estos dos últimos' sindicatos

64 65
eran comunistas, y un gran número de integrantes del importante comi- de minas de carbón de Nueva Rosita y Cloete. 16 En el rico estado mine-
té de vigilancia del sindicato ferrocarrilero también eran miembros del ro de Hidalgo, sólo había ocho células a nivel de compañía. En otros cen-
tros manufactureros, Guadalajara, Puebla, Orizaba e incluso en el Distrito
partido. 13
Con excepción del sindicato ferrocarrilero, en el que había casi mil Federal, los miembros obreros del partido estaban desperdigados en
miembros del partido, 14 la presencia del PCM en los grandes sindicatos cientos de empresas diferentes, lo que indicaba, como un funcionario del
dependía más de la reputación de militancia y relativa honestidad que partido señaló, que los organizadores obreros del PCM preferían reclutar
sus líderes tuvieran que de las actividades de una disciplinada estructura en los pequeños talleres y fábricas antes que en las grandes industrias.
de miembros de base politizados. Además, los obreros que pertenecían Un problema más grave era el carácter y la actuación de los cuadros
al partido estaban dispersos y escasamente articulados. Como sugiere el directivos del Partido Comunista en los sindicatos importantes. Poco
cuadro 2, había pocas células en las grandes industrias, con la excepción después de la creación de la CTM en marzo de 1936, ya era claro que la
de unos pocos estados como Nuevo León, donde, en octubre de 1938, toma de decisiones en la nueva central estaba en manos de la alianza
casi el 50 por ciento de los miembros del partido eran trabajadores in~ compuesta por el intelectual marxistizante Vicente Lombardo Toledano
dustriales. 13 y una camarilla conservadora y anticomunista dirigida por los jefes sin-
Coahuila coincidía más con la norma. Aunque el PCM tenía una pre- dicales Fernando Amilpa, Fidel Velázquez y Bias Chumacero. Los inten-
sencia muy impresionante entre la masa de ejidatarios de la porción tos por excluir a la izquierda de las posiciones de influencia dentro de
suroeste del estado (la región lagunera), sólo había veintiséis células de la organización produjeron enconadas luchas dentro de la dirección na-
empresa en el principal centro manufacturero, Torreón, y en la región cional y sus recién creadas federaciones estatales. A la vez que el PCM y
los grupos conservadores competían por las posiciones de influencia,
las bases procuraban resistir frente a los intentos del Comité Nacional
Cuadro 2 de la CTM por centralizar el poder a expensas de los sindicatos y federa-
COMPOSICIÓN DE LOS MIEMBROS REGISTRADOS DEL PARTIDO ciones locales, hasta entonces autónomos. Los nuevos sindicatos indus-
COMUNISTA EN JUNIO DE 1938 triales nacionales, que tenían la tradición más vigorosa de democracia
interna y autonomía sindical dentro del movimiento obrero, encabe-
5 592 zaban la oposición contra el giro conservador que estaba dando la CTM. 17
Obreros
4 865 El conflicto llegó a su punto más alto a principios de 1937 debido a
Maestros
3 972 las disputas entre la dirección nacional de la CTM y los centros sindicales
Campesinos
1 167 regionales de Coahuila, Nuevo León y Oaxaca, que tenían direcciones
Estudiantes
1 446 tanto del PCM como independientes. Lo que estaba en juego no era sólo
Trabajadores del sector público
812 una batalla por el poder entre la izquierda y la derecha sino entre dos
Ferrocarrileros
652 nociones diferentes de democracia sindical. Una de ellas subrayaba la
Mineros
430
necesidad de que la dirección rindiera cuentas a la opinión de las bases,
Obreros textiles
133 la importancia de la autonomía del sindicato local y regional y la nece-
Profesionistas
90 sidad de romper con la tradición corrupta y antidemocrática de "lideris-
Trabajadores de la industria eléctrica
72 mo" heredada de la mayor de las federaciones sindicales de los años
Trabajadores del transporte
62 veinte, la Confederación Regional de Obreros Mexicanos (CROM). La
Trabajadores portuarios
181 otra subrayaba la necesidad de una centralización de la autoridad, una
Otros
disciplina de hierro y un ilimitado respeto por el proyecto cardenista
19 474 que consistía en crear organizaciones de masas vinculadas estrechamen-
Total
te con las metas económicas y políticas del gobierno.
El escenario de la confrontación final entre estas dos estrategias fue
FUENTE: eEMOS, ese, Carpeta 27, PeM, "Proyecto de resolución sobre el segundo punto de la orden el IV Consejo Nacional de la CTM, en abril de 1937,'8 Muchas federacio-
del día del pleno del Comité Central que se celebrará durante los días JO, 11, 12 de junio de 1938". nes estatales y muchos sindicatos industriales nacionales abandonaron

66 67
la CTM en protesta por sus políticas arbitrarias y antidemocráticas. Aun- Aunque los efectos de esa vuelta en redondo sólo se sentirían en el
que dicha salida fue presentada por Lombardo Toledano y por la prensa mediano y largo plazo, el PCM salió de dicha controversia no sólo con las
hostil como un movimiento orquestado por el PCM, los comunistas me- manos atadas para la urgente batalla por democratizar la CTM sino des-
xicanos en realidad sólo dieron forma al descontento y el enojo muy di- prestigiado ante los sindicatos que lo consideraban un firme depositario
fundidos dentro del movimiento obrero. La dirección (no comunista) del compromiso honesto y de principios con el sindicalismo democráti-
del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) expresó el sentir de mu- co y revolucionario.
chos sindicatos en una declaración publicada el 4 de mayo. El hecho de que el PCM no lograra resistir frente a la alianza, cada vez
más abierta, de Lombardo con las fuerzas regresivas dentro de la CTM
No hay discusión sobre el problema del comunismo en la CTM y los también significó que el partido poco pudo hacer para aprovechar el
intentos por limpiar de comunistas las organizaciones obreras no tie- creciente descontento obrero en los últimos tres años de la presidencia
nen nada que ver con la ideología de los individuos particulares. En de Cárdenas. La breve explosión de entusiasmo popular en torno a la
realidad los comunistas tienen el "mal hábito" de desenmascarar a los nacionalización del petróleo en 1938 no logró disimular la frustración
líderes que engañan y explotan a los obreros y naturalmente, esta ac- de los obreros ante las posturas que adoptaba el gobierno en los conflic-
titud supuestamente "divisoria" no puede ser tolerada por los líderes tos obrero-patronales y ante las nuevas restricciones al derecho de huel-
en cuestión, mientras que es perfectamente aceptable para personas ga para ciertas categorías de trabajadores.
como nosotros, cuyas actividades en el movimiento obrero no están La carga económica que implicó, para los trabajadores petroleros y
dirigidas a preservar el actual estado de cosas. 19 ferrocarrileros, el experimento de administración obrera también causó
considerable resentimiento. La queja básica era que la administración
Sus actividades de abril lograron mitigar, durante un corto plazo, el obrera se estaba poniendo en práctica dentro de un marco económico
temor de que el Partido Comunista se hubiera comprometido irrevoca- -especialmente una política de precios- todavía diseñado para benefi-
blemente con una política de subordinación a la dirección de la CTM en ciar a los grandes monopolios industriales, y que su estilo burocrático
favor del frentismo popular, la unidad sindical y la necesidad de defen- garantizaba que las relaciones sociales de producción fueran semejantes
der las medidas progresistas del gobierno de Cárdenas. Estos temores a las condiciones existentes antes de la nacionalización. 21
habían surgido el año anterior, durante las elecciones para el 1 Consejo El PCM, que contaba con casi mil miembros entre los ferrocarrileros
Nacional de la CTM, debido a la aparente disposición de los líderes del y un grupo pequeño pero significativo de seguidores en el Sindicato de
PCM a sacrificar no sólo su propia influencia sino, más importante aún, Trabajadores Petroleros (STPRM), se opuso a la idea de la administración
los intereses del sindicalismo democrático. En esa ocasión el partido obrera pero no pudo retomar los problemas planteados por el experi-
había retirado a uno de sus miembros, Miguel Ángel Velasco, como can- mento. Simplemente etiquetó la idea como anarcosindicalista y, más
amenazadoramente, como trotskista. Dado que muchas de las luchas
. ,¡ didato para el puesto estratégicamente importante de secretario de Or-
ganización, en favor de Fidel Velázquez y contra los deseos de la mayoría emprendidas en las secciones locales del STPRM y del STFRM durante
! 1939 se relacionaban precisamente con la cuestión de definir la natura-
de los delegados a la conferencia. Esa decisión, que fue resultado de un
pacto privado entre los líderes del PCM y Lombardo Toledano, encoleri- leza del nuevo experimento y de las relaciones entre el estado y las em-
zó a los delegados, quienes concluyeron que el partido había compro- presas nacionalizadas, la negativa del Partido Comunista a participar en
metido no sólo su propio prestigio y su posición sino el principio de la esas discusiones debilitó sus más importantes centros de apoyo en la cla-
democracia sindical. se obrera industriaF2
La postura adoptada por el PCM en el IV Consejo de la CTM no duró Tras la retirada de Francisco Múgica, el único precandidato de la iz-
mucho. La fuerte intervención del Partido Comunista de Estados Uni- quierda para postularse a la presidencia por el partido oficial (PRM) era
dos y de su líder, Earl Browder, logró una rápida inversión de dicha pos- el general y hombre de negocios Juan Andreu Almazán, millonario y
tura y un humillante retorno a la CTM, pero ahora en los términos que conservador, que se convirtió en foco de la oposición al candidato ofi-
dictó la camarilla Lombardo-Velázquez. Este abrupto viraje coincidió cial del PRM, Manuel Ávila Camacho. Almazán creó en torno a su candi-
con la adopción de la política de "Unidad a toda costa" por el PCM en su datura una impresionante coalición multiclasista que incorporaba gran
pleno de junio. 20 número de sindicatos y de núcleos obreros dentro de los sindicatos fe-

68 69
rrocarrilero y petrolero y sectores del de electricistas, algunos sindicatos con sus cuotas. Notablemente, en ese estado que era la sede del sector
de empleados del estado y federaciones regionales de la CTM. 23 El PCM estratégico de México, el petrolero, el PCM sólo contaba con 23 miem-
denunció la amenaza clerical, imperialista y fascista que representaba bros en esa industria. La mayoría de los delegados al pleno de febrero
Almazán, ignorando que la conducta de algunos de sus propios cuadros de 1940 del PCM del Estado de México también eran maestros. 27 Los
y su tolerancia de las prácticas antidemocráticas en la CTM (a pesar de su maestros no sólo eran numéricamente importantes; además tendían a
retórica prorreformista) permitían que el enojo de los trabajadores se ascender como líderes de las células y los comités estatales. Dirigían los
canalizara hacia el conservadurismo. 2' comités estatales de Hidalgo, Morelos, Nayarit, Colima, Querétaro y el
La preocupación por la incapacidad del PCM para detener el giro hacia Estado de México. 28
la derecha en grandes segmentos del movimiento obrero fue un ele- A la vez que sus capacidades políticas, culturales y de palabra llevaban
mento importante de la crítica de los errores del partido que se desarro- a los maestros a posiciones de liderazgo, su predominio en el PCM tam-
lló poco antes del Congreso Extraordinario. 2' También alimentó el bién creaba problemas. Esto ocurría especialmente en la zonas rurales,
creciente y encarnizado debate entre los líderes del PCM en torno a cuá- donde a menudo dirigían células de campesinos. Dado que el gobierno
les eran las posturas correctas que el partido debía adoptar en sus rela- solía trasladarlos de un lugar a otro por todo el país, las células de cam-
ciones con Vicente Lombardo Toledano y su grupo de seguidores, deba- pesinos dirigidas por ellos sufrían de falta de continuidad en el liderazgo.
te que revisaremos más adelante. Algunas células de campesinos incluso suspendían sus actividades duran-
te las vacaciones de los maestros. 29 Los maestros comunistas tendían tam-
Presencia y número de miembros bién a hacer interpretaciones demagógicas y jacobinas del programa de
Educación Socialista y a enzarzar a las células en debates sectarios y exce-
El logro mayor, aunque no muy duradero, del PCM en los años de Cár- sivamente ideológicos que enfurecían a aquellos miembros del partido
denas fue el de adquirir una importante presencia dentro del aparato que tenían unos orígenes educativos y políticos menos desarrollados. 30 Es
administrativo del estado, especialmente entre los maestros y adminis- interesante señalar que casi la mitad de las expulsiones ordenadas por el
tradores de la educación. También había importantes núcleos comunis- Comité Nacional de Inspección y Disciplina del PCM entre los congresos
tas en las secretarías del Tesoro y de Comunicaciones y Obras Públicas y sexto y séptimo del partido fueron contra educadores. 31
en el Departamento de Riego. El partido desempeñó un papel princi- Éstos eran problemas menores en comparación con la reputación de
pal en la creación de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al arbitrariedad y corrupción atribuida a algunos de los miembros del par-
Servicio del Estado (FSTSE), muchos de cuyos dirigentes, entre ellos Fran- tido que tenían cargos en la Secretaría de Educación y entre los inspec-
cisco Patiño Cruz (su secretario general) y Brito Rosado, eran miembros tores escolares. La conducta incorrecta de los comunistas en la Secreta-
del partido en el momento de la crisis de 1939-1940. 26 ría de Educación era abundantemente comentada en la prensa y en la
La Secretaría de Educación fue sin duda el foco de influencia más im- retórica de los círculos reaccionarios y anticomunistas, pero hasta el pro-
portante del PCM durante el sexenio de Cárdenas. Lqs maestros, y especial- pio Partido Comunista llegó a alarmarse. Los datos sobre este tema que
mente los maestros rurales, tenían una arraigada reputación gracias a su se citan aquí están tomados de fuentes internas del PCM o de relatos de
dedicación y compromiso con la transformación moral y política de la so- sus miembros.
ciedad mexicana. La adopción del proyecto de Educación Socialista enun- En el mayor sindicato de maestros, el Sindicato de Trabajadores de la
ciado por primera vez en el Plan Sexenal de 1933 radicalizó la profesión Educación de la República Mexicana (STERM), creado en 1938 a partir
magisterial y condujo a muchos maestros al Partido Comunista. A fines de una iniciativa del PCM y de sus simpatizantes en la Secretaría de Edu-
de los años treinta los maestros eran el mayor grupo profesional dentro del cación, la mayoría de los cargos directivos estaban ocupados en 1939 por
PCM, ya que constituían alrededor del 30 por ciento del total de miembros. miembros del PCM, entre ellos Gaudencio Peraza y Germán Parra. Un
En algunos estados los maestros eran incluso más importantes numé- documento preparado para el Congreso Extraordinario acusaba a la
ricamente de lo que esos porcentajes globales permitirían pensar. En fracción comunista del sindicato de
Yucatán más de la mitad de los miembros del partido pertenecían al ma-
gisterio. En Tamaulipas, a principios de 1939, los maestros eran el mayor permitir que los maestros comunistas abusaran de sus puestos de di-
grupo (183) representado entre los 720 miembros que estaban al día rección y del apoyo que recibían de los inspectores escolares para

70 71
cometer actos verdaderamente repugnantes e inmorales ... no sólo
han dado empleo a sus amigos y han invertido e ignorado el escala-
fón sino que han despedido a maestros no partidarios que protesta-
ban por su abusiva conducta. 32
cano que entonces conducía la revolución hacia una vía más conservado-
ra, la cual continuaron todos los gobiernos mexicanos subsiguientes." 37
La cuestión fundamental para la izquierda revolucionaria, nacionalis-
ta y socialista era cómo garantizar la permanencia y el desarrollo del po-
pulismo radical y el antimperialismo de los primeros años de Cárdenas,
l
El informe concluía que este tipo de comportamiento era maná especialmente en la reforma agraria y las relaciones capital-trabajo. El
caído del cielo para los grupos anticomunistas. examen más superficial de los acontecimientos que habían tenido lugar
Según un informe confiable sobre la situación del PCM preparado por entre 1938 y 1940, en el plano mexicano e internacional, permitía darse
un representante del Partido Comunista de Estados Unidos alrededor cuenta de que dicha cuestión era urgente. Ya hemos señalado el giro a
de junio de 1939, varios miembros del Comité Central del PCM recibían la derecha del propio gobierno de Cárdenas. Los enormes avances en la
pagos regulares de la Secretaría de Educación canalizados a través del reforma agraria y las movilizaciones populares a propósito de la expro-
STERM, mientras era sabido que otros miembros del partido tenían tres piación petrolera habían provocado un reagrupamiento de las fuerzas
o cuatro empleos, "no cumpliendo ninguno de ellos pero cobrando en to- conservadoras y una radicalización de los principales baluartes del ca-
dos".'3 Todo esto era bien conocido en la Secretaría de Educación y en pital financiero e industrial de México. 38
los círculos magisteriales, y no colaboraba a aumentar el prestigio del También había signos de creciente nerviosismo en el ejército, debido
partido. a la importancia que cobraba el movimiento obrero organizado, su su-
La situación en el STERM y en la Secretaría de Educación era sintomá- puesta radicalización y su orientación anticapitalista y, en particular, por
tica de un problema general que afectaba al PCM hacia el final del go- las milicias obreras organizadas por la CTM.'9 Estos hechos y los méritos de
bierno de Cárdenas: el chambismo. Éste consistía en una indecorosa y un periodo de consolidación deben haber pesado fuertemente enlamen-
!i oportunista búsqueda de puestos en el aparato del gobierno y en las bu- te de Cárdenas y de los líderes del PRM cuando enfrentaron el problema
rocracias sindicales. Dada la influencia considerable que tenía el par- de la sucesión presidencial.
1
tido en importantes sindicatos y en ciertos niveles de las oficinas de Internacionalmente, la hostilidad británica y estadounidense ante el
gobierno, con frecuencia atraía a reclutas arribistas y sin principios que nacionalismo económico del gobierno de Cárdenas, junto con el avance
utilizaban su prestigio para catapultarse hacia los puestos públicos." del fascismo alemán e italiano y la hostilidad entre la Unión Soviética y
El fenómeno del chambismo se acentuó debido a los poco saludables las grandes potencias capitalistas amenazaban la estrategia mexicana pa-
lazos que existían entre facciones enfrentadas dentro del partido oficial ra ampliar su soberanía política y económica. La posibilidad de mayores
(el PRM) y varios de los líderes y comités estatales del PCM. 3' Alentados sanciones económicas e incluso militares de Estados Unidos contra Mé-
por la acrítica aceptación que mostraba la dirección nacional del PCM xico no se podía ignorar. Y aunque las crecientes tensiones en el interior
ante el partido oficial y sus posturas antimperialistas y radicales, los co- del bloque capitalista -entre la Alemania nazi y las potencias occidenta-
mités estatales del Partido Comunista con frecuencia se involucraban en les- le daban a México alguna fuerte influencia diplomática y económi-
las luchas de poder internas del partido gobernante. Esto causaba desor- ca, su proximidad a los Estados Unidos significaba que le sería difícil no
den y desmoralización en las filas comunistas. En Sinaloa y Chihuahua, verse arrastrado a la órbita de ese país si estallaba la guerra.
por ejemplo, los comités estatales del PCM se dividieron por causa de Esta enumeración de los elementos claves que intervinieron en la su-
grupos que apoyaban a los candidatos "oficiales" a la gubernatura, pa- cesión presidencial no quiere sugerir que el resultado del debate en
trocinados por los políticos en funciones, o a otros candidatos igualmen- torno a las dos estrategias posibles -mayor radicalización o bien cen-
te impopulares.'" trismo y consolidación- estuviera predeterminado. Que Cárdenas, en re-
trospectiva, allanó el camino para la acumulación capitalista en México
Múgica, Lombardo Toledano y las elecciones de 1940 no se puede discutir. Pero no es lo mismo decir, sin embargo, que el
proyecto político del cardenismo era "meramente" reformista. Los
Las elecciones federales de 1940 fueron sin duda de las más cruciales argumentos de cuatro de los más astutos historiadores del cardenismo,
en la historia del México del siglo XX. "Ese año", señala un historiador, Ariel Contreras, Nora Hamilton, Anatol Shulgovski y David Raby son
"el poder pasó a los moderados dentro del aparato revolucionario mexi- dignos de atención a este respecto!0 Una reseña de Raby sobre el im-

72 73
portante estudio de Shulgovski resume la situación de la siguiente ma- Ávila Camacho hasta junio de 1939, el tenor de sus declaraciones públi-
nera: cas anunciaba claramente cuál sería su decisión final!" Los pronuncia-
mientos del partido frecuentemente denunciaban la presencia de
las grandes movilizaciones populares de mediados de los treinta exce- trotskistas en el bando de Múgica. Esta suposición se debía a la simpatía
dieron los límites de la política puramente burguesa ... durante un y el apoyo que le había mostrado a Múgica un pequeño grupo de segui-
breve periodo las masas entraron en la escena política como partici- dores mexicanos de la Cuarta Internacional, entre ellos el voluble
pantes activas en una "lucha de liberación" cuyo resultado final, muralista Diego Rivera. Múgica, además, era conocido por haber de-
capitalista o socialista, no estaba prefijado sino que dependía del de- sempeñado un importante papel en las negociaciones para que Trotsky
sarrollo y la interacción de las fuerzas en conflicto!' se exiliara en México, papel que echó a perder sus relaciones con un
partido que ya estaba siendo presionado por la Comintern para que in-
El aspecto más inmediato y visible de la lucha por la futura dirección tensificara sus actividades antitrotskistas.
de la sociedad mexicana se refería.a la cuestión de quién sería el candi- Los dirigentes del PCM también lucharon por convencer a sus miem-
dato presidencial del PRM en las elecciones de 1940. El candidato "natu- bros de que Ávila Camacho no era de centro ni de derecha, como Mú-
ral" de la izquierda era Francisco Múgica, michoacano como Cárdenas, gica sostenía!5 Según Laborde, Ávila Camacho no era un centrista sino
defensor apasionado de la reforma agraria y representante de la facción un "auténtico cardenista", conclusión que claramente eludía el proble-
más radical de la burocracia estatal. A principios y mediados de los vein- ma de reconocer la heterogeneidad de las fuerzas sociales y políticas
te había estado cerca del Partido Comunista en su estado natal y, por un agrupadas en el campo cardenista.'6
azar del destino, reencontró a algunos de sus antiguos contactos en las Aunque el debate en el interior de la dirección del PCM no era visible
Islas Marías a principios de los treinta, cuando fue el director inu- desde afuera, la correlación de fuerzas tanto dentro del movimiento
sualmente progresista de su famosa prisión. Como secretario de Comu- obrero organizado como del movimiento campesino y, más importante
nicaciones del gobierno de Cárdenas, toleró las actividades organizativas aún, dentro del propio partido, favorecía considerablemente a Ávila Ca-
del PCM en su ministerio y mantuvo íntimas relaciones políticas y perso- macho. A fines de febrero de 1939 tanto la CTM como la Confederación
nales no sólo con Hernán Laborde sino también con los representantes Nacional Campesina se pronunciaron a favor de Ávila Camacho, borran-
mexicanos del PCEU! 2 El candidato finalmente elegido por la mayor par- do cualquier duda sobre la postura que debía adoptar el PCM."' El com-
te de las fuerzas representadas en el PRM, el más favorecido por Lombar- promiso del Partido Comunista con la "Unidad a toda costa" dentro de
do Toledano y, al final, por el propio Lázaro Cárdenas, fue Manuel Ávila la CTM y con la integridad del Frente Popular peculiarmente mexicano
Camacho. (que creía ver en el PRM), no le dejó más alternativa que correr "a la
Durante un tiempo el Partido Comunista Mexicano trató de evitar cola" de las decisiones de esas dos organizaciones de masas. Cuando en
comprometerse en el tema del precandidato del PRM. Se limitó a hacer junio defendió la decisión de apoyar a Ávila Camacho, Laborde otorgó
declaraciones en que aprobaba las credenciales revolucionarias y carde- gran importancia al argumento de que, si se hubiera apoyado a Múgi-
nistas tanto de Múgica como de Ávila Camacho y llamados a la unidad ca, se habrían dividido la CTM, la CNC y otras organizaciones populares!"
dirigidos a ambos. Dentro del PCM había simpatía por la causa de Mú- Al final, el movimiento sindical sufrió graves divisiones en torno a la
gica, tanto por parte de la dirección del partido como de sus miembros sucesión presidencial, y una vez que Múgica se retiró como candidato
de base." En un artículo publicado en La Voz de México a mediados de (el 13 de julio de 1939), la candidatura de Almazán se convirtió en el
mayo de 1939, Miguel Ángel Velasco (miembro del Buró Político del par- único foco serio de oposición a Ávila Camacho en torno al cual podía
tido) se refirió a las posiciones pro-Múgica de algunos miembros del concentrarse el descontento obrero. El Partido Comunista Mexicano se
PCM que, junto con algunos comunistas expulsados, estaban haciendo había equivocado en otra cuestión más, y había calculado mal el estado
circular documentos críticos sobre la postura del PCM. Aunque Velasco de ánimo de una parte importante de aquellos de sus miembros que
se refería a "un pequeño grupo de miembros del PCM", las ansiosas refe- eran de clase obrera, en interés de un frentismo popular que le redituó
rencias al asunto en la prensa del partido sugieren que un importante escasa influencia y que le llevó a sacrificar todavía más su precaria inde-
grupo de opinión estaba en desacuerdo con la postura de la directiva. pendencia.
Aunque el Partido Comunista no se declaró oficialmente a favor de

74 75
-

LOS ORÍGENES DEL CONGRESO EXTRAORDINARIO indicios de un intento por repensar la estrategia seguida a partir del ve-
rano de 1937. Los signos de esta nueva actitud de sobria reflexión no
Replanteamiento de la estrategia: Lombardo Toledano eran visibles entonces para la mayoría de los observadores externos, pe-
ro hay fascinantes referencias a ella en la transcripción de la intervención
Durante todo el año de 1939, la inquietud fue creciendo en las filas del de Vittorio Codovilla en una reunión de la dirección interna del partido,
PCM. El malestar general carecía de un foco claro y no estaba caracteri- a fines de 1939, que se ha preservado en los papeles de Earl Browder.:.o
zado por ningún consenso sobre las causas de las dificultades del La persona que albergaba las más serias dudas sobre la sabiduría de
partido. Pero su impacto sobre el estado de ánimo de éste y su confianza las acciones y decisiones anteriores era el propio Hernán Laborde. Esta
en sí mismo fue desastroso. Ya hemos señalado algunos de los proble- versión de la intervención de Codovilla en la reunión del 14 de diciem-
mas que enfrentaba el PCM. Otros nuevos se les sumaron en el curso de bre de 1939 nos da un indicio, si bien indirecto, de la dirección que se-
1939. guía el pensamiento de Laborde.
Para entender las raíces y el carácter del malestar que así debilitaba
al PCM es importante tomar en cuenta la impresión ampliamente difun- He escuchado con asombro las declaraciones del secretario general
dida de que el Partido Comunista se había vuelto blando e informe y de Laborde, que cinco años después del VII Congreso de la Comintern y
que carecía de una clara noción de sus metas a largo plazo. El secretario tras las experiencias de Frente Popular en Chile y en Cuba, nos dice
general del p_artido, Hernán Laborde, expresó esta preocupación gene- que a finales de 1939 tiene una preocupación, una duda que no ha
ral muyvívidamente en un celebrado comentario de 1939: "Hasta cierto comunicado aún a los demás camaradas de la dirección del partido.
punto, nuestro partido es un partido de algodón, cuando lo que necesi- Esa duda -trato de captar sus propias palabras- se refiere a si el [PRM]
tamos es un partido de hierro". En el origen de esta preocupación esta- es realmente un órgano del Frente Popular ya que no es un partido
ba la aceptación acrítica, por parte del partido, de las credenciales de gobernado por normas democráticas, un partido que decide las
frente popular que podía ostentar el PRM; su desdén por Múgica, y las políticas de gobierno sino un "partido de gobierno" dirigido por per-
pruebas cada vez más abundantes y embarazosas de que había caído en sonas impuestas en el gobierno, a través de las cuales Cárdenas pone
manos de personalidades arribistas, más deseosas de explotar los víncu- en práctica sus políticas de control sobre las acciones de la clase tra-
los del partido con las organizaciones de masas para su personal ventaja bajadora y las masas campesinas."
que de construir las bases de una política revolucionaria.
Algunos de los miembros más antiguos estaban particularmente alar- En el mismo discurso, Codovilla criticó lo que él llamó "sugerencias
mados por esos síntomas de oportunismo y chambismo. Cada vez con más recientes" de Laborde, de que era tiempo de formar un frente popular
frecuencia, se establecían comparaciones poco halagadoras entre el ca- clásico en México, dado que grupos tan importantes como el PCM, no-
rácter que había tenido el PCM durante el periodo de ilegalidad y su venta mil obreros mineros y metalúrgicos y los seguidores del socialista
comportamiento al final del sexenio de Cárdenas. La blandura ideoló- independiente y antiguo gobernador del estado de Veracruz, Adalberto
gica de los tiempos más recientes era contrastada con la supuesta Tejeda, no eran miembros del PRM. El líder argentino señalaba sarcásti-
firmeza de compromiso y la disciplina revolucionaria desplegadas du- camente que el PRM ciertamente no era un frente popular y que el 1

rante los años duros y peligrosos, pero también más satisfactorios, de la Partido Comunista Mexicano debía haberse dado cuenta de esto antes.
actividad semiclandestina!9 Esta visión de un pasado dorado convenien- Sin embargo, en la situación de crisis que predominaba en 1939, con-
temente pasaba por alto los daños que habían causado las actitudes cluía Codovilla, cualquier intento del PCM por patrocinar el estableci-
ultrasectarias del partido durante el periodo 1929-1934 y la forma desas- miento de una nueva agrupación tipo frente popular, independiente
trosa en que había roto sus vínculos con importantes sectores de la iz- del PRM, sólo desuniría y dividiría a las fuerzas progresistas. 52
quierda no marxista. También tendía a confundir las actitudes dogmáti- Las dudas de Laborde sobre la estrategia frentepopulista del PCM tam-
cas y el reducido número de miembros con la disciplina y la coherencia bién se vinculaban con otro campo de grave preocupación para el PCEU,
política. la Comintern y su emisario Codovilla. Se trataba de la relación ambigua
Tras el apoyo aparentemente entusiasta a la administración de Cár- y tensa que mantenía el PCM con Vicente Lombardo Toledano. La histo-
denas también había signos de que el partido dudaba de sí mismo e ria de las relaciones de los comunistas mexicanos con Lombardo a lo

76 77
largo de los años treinta y cuarenta es la de una lucha por recopciliar,
dentro del PCM, dos visiones diferentes sobre las estrategias apropiadas
La existencia de esas opiniones diversas dentro de la dirección del
pCM dificultaba sus relaciones cotidianas con Lombardo. La situación se
hizo particularmente difícil cuando el PCM se dio cuenta de que Lom-
-l 1

para tratar con el decano del marxismo en México. Durante el giro a la


izquierda del PCM, entre 1929 y 1934, Lombardo fue su opositor fer- bardo y algunos de sus seguidores pensaban formar un nuevo partido de
viente. El partido, a su vez, lo denunció como un traidor al movimiento la izquierda. La idea de un nuevo partido que se convirtiera en núcleo
obrero debido a sus antiguas filiaciones con la confederación obrera an- aglutinador de la izquierda fue la obsesión de Lombardo durante lama-
ticomunista CROM y su apoyo a la Ley del Trabajo "fascista" , promulgada yor parte de su vida. Surgió a la luz pública a principios de los cuarenta
en 1931, durante la presidencia de Pascual Ortiz Rubio." y luego desapareció para aparecer de nuevo con la creación de la Liga
Sólo cuando Lombardo visitó la Unión Soviética en 1935 (donde co- Socialista Mexicana. Finalmente, en 1948, cobró vida con la fundación
noció a Laborde por primera vez), pudo prepararse el terreno para una del Partido Popular. Sin embargo, los orígenes de la iniciativa de Lom-
modificación radical de la actitud del Partido Comunista hacia él.'" Las bardo se remontaban a 1939 y la idea de un nuevo partido de izquierda,
relaciones siguieron mejorando con la creación del Comité Nacional de así como las dudas de los comunistas al respecto, forman parte de los an-
Defensa Proletaria, a mediados de junio de 1935. La participación en tecedentes de la crisis del PCM, que llegó a su culminación a fines de .1
dicho Comité de la Confederación Sindical Unitaria Mexicana (CSUM), 1939.
dirigida por comunistas, junto a la Confederación General de Obreros Codovilla se refirió a estas cuestiones en su intervención de diciem-
y Campesinos Mexicanos, de Lombardo, así como el hecho de que el co- bre de 1939, advirtiendo a los dirigentes del PCM que si éste no actuaba 1
mité defendiera al gobierno de Cárdenas de los ataques de la derecha con rapidez los lombardistas pondrían en práctica su plan con desastro-
prestaron mayor solidez a esas relaciones. Con la idea del frente popular sos resultados para la Revolución Mexicana, para el propio partido y
bien acendrada en el programa y la estrategia del PCM, las críticas públi- para la CTM, ya que estos últimos sufrirían graves divisiones. Las noticias
cas del partido a Lombardo, secretario general de la CTM desde 1936, acerca de los planes para formar un nuevo partido lombardista sólo
cesaron temporalmente. reforzaron la urgente necesidad que tenía el PCM de comprometerse "re-
Bajo la superficie calmada de la relación públicamente cordial,'las sueltamente" con una fusión de las fuerzas comunistas y lombardistas
tensiones permanecieron. Aumentaron conforme Lombardo empezó a para crear un "gran partido marxista-leninista".:'"
apoyarse cada vez más en la fuerza y los puntos de vista del bloque con- Codovilla recomendó a los comunistas mexicanos que superaran el
servador que dirigía Fidel Velázquez dentro de la CTM. Con la salida de enojo que les producía el estilo obcecado y arrogante de Lombardo y
la izquierda en el IV Consejo de la CTM, las relaciones entre el PCM y que no permitieran que estos rasgos interfirieran en sus relaciones con
Lombardo volvieron a los arduos niveles del periodo anterior a 1935. él. El tema reapareció dos meses más tarde, en los documentos para dis-
Aunque la escisión de la CTM duró poco y el Partido Comunista pronto cusión preparados por el Congreso Extraordinario. Aunque no se men-
!
modificó su postura de bido a la presión del PCEU y de la Comin tern, una cionaba a Lombardo por su nombre, los documentos subrayaban la ne-
fuerte corriente subterránea de resentimiento siguió afectando las rela- cesidad de una fusión entre el Partido Comunista y "grupos similares"
ciones del partido con Lombardo durante los veinte años siguientes. dentro de la tradición marxista mexicana.
Dentro de la dirección nacional del partido dos corrientes de opi- Finalmente, los planes de Lombardo se pospusieron durante varios
nión empezaban a consolidarse. Un grupo fervientemente prolombar- años. Pero el hecho de que la nueva dirección del PCM, encabezada por
dista surgió bajo el liderazgo de Enrique Ramírez y Ramírez, entonces Encina a partir de 1940, mantuviera estrechos contactos semanales con
dirigente estudiantil. Entre tanto, las suspicacias sobre las posturas de él hasta 1943 sugiere que la crisis dentro del partido se resolvió, entre
Lombardo que expresaba un grupo de más edad se vieron reforzadas otras cosas, eliminando en gran parte, si no totalmente, la oposición in-
por las noticias acerca de las diarias humillaciones que sufría el partido terna a una profundización de las relaciones con el maestro. Uno de los
en el movimiento obrero a manos de los lombardistas y sus aliados con- únicos dos miembros del secretariado del partido que sobrevivieron a
servadores, y por el resentimiento que suscitaban las íntimas relaciones la crisis, Rafael Carrillo (antiguo secretario general del partido) fue la
¡rr
de Lombardo con viejos políticos del PRM. Dentro de esta última co- figura más preocupada por la permanencia de los sentimientos anti-
rriente, las figuras más destacadas eran Valentín Campa, Jorge Fernán- lombardistas de sus colegas, y parece haber sido una fuente importante
dez Anaya y Miguel Ángel Velasco." de información confidencial sobre el debate interno del partido para

78 79
la Comintern y Earl Browder. Parecería pues que, en los sucesos de y la campaña contra Trotsky estaban en cierta forma vinculadas, sólo en
1939-1940 y en el Congreso Extraordinario, la purga que sufrieron diri- los años setenta una de las víctimas claves de la purga de 1940, Valentín
gentes y miembros del PCM fue facilitada por una alianza entre los dele- Campa, empezó a escribir y hablar abiertamente, proporcionando datos
gados visitantes de la Comintern y los elementos más fervientemente importantes para la historia de este periodo.'; 1 Su misión consistía en
prolombardistas dentro de los altos rangos del partido. 57 procurar que el secretariado del PCM colaborara en los planes para eli-
minar a Trotsky. Laborde supuestamente consultó a Campa y a Rafael
El affaire Trotsky Carrillo y llegó a la conclusión de que, no sólo dicha colaboración pon-
dría en peligro las relaciones del PCM con el gobierno de Cárdenas, sino
El elemento que mayor atención recibió en el drama del Congreso que era en todo caso innecesaria, porque Trotsky era una fuerza ya des-
Extraordinario es sin ninguna duda la respuesta del PCM a la postura gastada.62
agresiva de la Comintern frente a Trotsky, a quien se le había otorgado Con el fin de obtener consejo y apoyo a su decisión de oponerse a los
el asilo en México en diciembre de 1937. La primera persona en perci- planes soviéticos, Campa, Carrillo y Laborde visitaron a Earl Browder en
bir los posibles vínculos entre la lucha interna del PCM y la persecución Nueva York, a mediados de mayo de 1939. 6' Según Campa, el dirigente
de Stalin contra el líder de la oposición de izquierda en la Unión Sovié- estadounidense apoyó la oposición del PCM a la estrategia soviética, ad-
tica fue el propio Trotsky. En un manuscrito de setenta y dos páginas, virtió a los mexicanos que no trataran más con el enviado soviético y es-
escrito tras el fracasado primer asalto a su casa en mayo de 1940 y publi- tuvo de acuerdo en explicarles la situación a los funcionarios de Mos-
cado más tarde bajo el título Los gángsters de Stalin, Trotsky hacía una se- cú.';' Comprensiblemente, los papeles de Earl Browder no confirman la
rie de comentarios premonitorios. 58 Vinculaba los preparativos de su ase- sustancia de la versión de Campa, pero un informe del representante
sinato con la aparición de los primeros signos de la crisis interna del del PCEU en la ciudad de México sugiere que la preocupación de la Co-
PCM, arguyendo que la policía secreta soviética (GPU) probablemente mintern y del PCEU por el "insuficiente" trabajo del partido mexicano en
había topado con la oposición de los mexicanos a la idea de cooperar la campaña anti-Trotsky sí figuró en las conversaciones de 1939. Labor-
con los planes de asesinato. Concluía que "el estímulo central que desa- de informó a su regreso a la ciudad de México que las críticas eran in-
tó la crisis vino de fuera del partido y se desarrolló de sus niveles supe- fundadas y que Moscú "no entendía la situación". 63
riores hacia abajo". 59 El desarrollo subsiguiente de este aspecto del drama está todavía
Algunas de las conclusiones de Trotsky son incorrectas. No es sor- muy poco claro. A fines de noviembre o principios de diciembre, como
prendente, dada la naturaleza fuertemente secreta de las deliberaciones veremos, varias figuras de la Comintern encabezadas por Vittorio Codo-
internas del PCM y el encono de los sentimientos del propio Trotsky res- villa llegaron a la ciudad de México tras consultar con Browder en
pecto de los comunistas mexicanos, una de cuyas figuras más destaca- Nueva York. Lo que ocurrió en la arena internacional entre la reunión
das, David Alfara Siqueiros, había dirigido el primer ataque contra su de mayo y la llegada de los delegados de la Comintern a fin de año está
residencia. Creía que el atentado había sido ordenado en noviembre o envuelto en el misterio. Una cosa sin embargo se ha comprobado, y es
diciembre de 1939, mientras que las pruebas de que se dispone mues- que había signos de preocupación de los soviéticos, de la Comintern y
tran que las discusiones en torno a ese tema se remontan mucho más del PCEU por la insuficiencia de la campaña anti-Trotsky del partido me-
atrás. Como muchos otros antiestalinistas, y especialmente el voluble y xicano y por la supuesta debilidad de su defensa de la política exterior
nada confiable Diego Rivera, Trotsky creía que había agentes de la GPU soviética, particularmente de la decisión de intervenir militarmente en
entre los miles de españoles, alemanes, austriacos, franceses y otros exi- Finlandia en noviembre de 1939.
liados europeos que empezaron a llegar a México en vísperas de la se- En su conversación de 1939 con Laborde, Campa, Carrillo y Velasco,
gunda guerra mundial. La figura que con más frecuencia fue blanco del Vittorio Codovilla atacó al PCM por su pasividad en la campaña anti-
ataque y que a menudo era tildado de agente soviético fue Vittorio Vi- Trotsky.';6 También se refirió a las recientes medidas disciplinarias contra
dali, el distinguido comunista italiano originario de la región de Trieste el distinguido pintor David Alfara Siqueiros. Poco antes, el mm·alista
y combatiente de la guerra civil española, más conocido por su pseudó- había lanzado un fuerte ataque conu·a el presidente Cárdenas por sus crí-
nimo, Carlos Contreras. 60 ticas a la política soviética respecto de Finlandia, y había dado la impre-
Aunque estudiosos posteriores han conjeturado que la crisis del PCM sión de que el PCM estaba retirando su apoyo al gobierno de Cárdenas. ¡! 1

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Codovilla se esforzó en mostrar que el problema de Siqueiros no podía ría un Partido Comunista fuerte y combativo. El documento concluía
reducirse sólo a una cuestión de indisciplina. Los estallidos de Siqueiros diciendo que el PCM sufría serias debilidades organizativas y políticas, y
reflejaban más bien "el descontento de la masa del partido, que quería que se necesitaba un foro nacional para resolver sus dificultades.
una defensa más vigorosa de la URSS por parte de la dirección del PCM".';' Sólo tres renglones, de los ochenta y siete que ocupaba este primer
Las referencias a la intervención soviética en Finlandia eran un recor- documento, se referían a la situación interna del PCM, y el lenguaje em-
datorio de las importantes modificaciones que había sufrido la política pleado era deliberadamente vago. Poco menos de dos meses más tarde,
exterior de la Comintern y la URSS en el verano y el otoño de 1939. La apareció un segundo anuncio del congreso, con un planteamiento muy
firma del pacto germano-soviético en agosto señalaba una tajante rup- distinto de los problemas y un lenguaje mucho más severo. El segundo
tura con la política de frentes populares y el inicio de una campaña para llamado hacía varias referencias a los problemas creados por la línea sec-
caracterizar los conflictos de Alemania con otras potencias europeas co- taria y oportunista que había seguido el Partido Comunista. Entre estos
mo enfrentamientos interimperialistas. El efecto de este cambio fue in- problemas se hallaba la creación "en el corazón del partido, de una fuer-
tensificar la crisis interna del PCM y agudizar el conflicto entre las za enemiga, un agente de corrupción y trotskismo".") De hecho, estos úl-
tendencias prolombardista y antilombardista. Dado que Lombardo era timos acontecimientos creaban la necesidad de un congreso especial. El
particularmente entusiasta en su defensa de la política exterior soviéti- orden del día del Congreso Extraordinario en esa segunda versión del
ca, las reservas del PCM hacia él suscitaban grandes dudas dentro de la anuncio también se había modificado considerablemente. En la versión
Comintern sobre la dirección que estaba tomando el partido mexicano. de febrero se introdujo un renglón nuevo bajo el encabezado "la lucha
Lombardo era un recurso demasiado valioso de la Comintern para arries- contra el trotskismo y los demás enemigos del pueblo (informe de la Co-
garse a permitir que su filial mexicana lo ofendiera. misión Depuradora Nacional)".
Las sustanciales diferencias de énfasis entre esos dos documentos se
La convocatoria al Congreso ExtmordinaTio: septiembre-diciembre de 1939 relacionan estrechamente con las actividades de los delegados de la Co-
mintern que llegaron a México a fines de noviembre y principios de
En el pleno que celebró el Comité Nacional (antes Comité Central) diciembre de 1939. El delegado principal era Vittorio Codovilla, un co-
en septiembre de 1939, se tomó la decisión de convocar un congreso ex- munista argentino que había pasado la mayor parte de los años treinta
traordinario para discutir los serios problemas que se le presentaban al en Europa, especialmente en España, donde había sido el polémico de-
PCM para el último año y medio del gobierno de Cárdenas. La discusión legado de la Comintern ante el Partido Comunista de España. Codovilla
del pleno fue moderada por un joven líder comunista de Torreón; éste volvió a América Latina a fines de 1939 vía Nueva York y México. Entre
había ganado reputación nacional como dirigente del comité que había los demás miembros de la delegación se hallaban el comunista venezo-
organizado las grandes huelgas de trabajadores agrícolas que se realiza- lano Ricardo Martínez y James William Ford por el PCEU. 71
ron en la región de La Laguna en la primavera y el verano de 1936. En Los delegados extranjeros se consideraban comisionados especial-
seis meses, y para sorpresa de la mayoría de los miembros del Partido mente por Browder para ayudar al PCM a resolver sus problemas, los
Comunista, Dionisio Encina sería el nuevo secretario general del PCM.';' cuales, según señaló Codovilla, eran "más serios de lo que jamás me ima-
El pleno también anunció la creación de una "Comisión Depuradora". giné que podían ser"." Se les asignaron a los visitantes tareas específicas
La primera convocatoria al Congreso Extraordinario se publicó en de investigación de acuerdo con los consejos del Secretariado del PCM.
La Voz de México a fines de noviembre de 1939."" El documento justifica- En diciembre, Codovilla aseguró a los miembros del Secretariado que
ba la convocatoria de un congreso nacional especial refiriéndose a la de- estaba allí para ayudarles, que quería que "la dirección del partido, el
teriorada situación internacional en Europa (el estallido de la guerra partido mismo, corrigiera sus propios errores y encontrara la forma de 1

entre Alemania, Gran Bretaña y Francia, y los ataques imperialistas con- enderezarse políticamente". También solicitó con firmeza una "colabo-
tra el Pacto Germano-Soviético de No Agresión y contra las acciones de ración franca y leal" del partido mexicano y la "eliminación de todos los
la propia Unión Soviética) y al peligro de que tanto México como Esta- obstáculos ... que puedan demorar la completa transformación del ritmo
dos Unidos se vieran arrastrados a la guerra en el bando imperialista. y las actividades del partido"." Valentín Campa recuerda, al escribir casi
Además de estos problemas, estaba la amenaza que planteaba la campa- cuarenta años más tarde, "la intervención directa de los enviados en to-
ña presidencial de Almazán. Para enfrentar estas circunstancias se reque- dos los aspectos de los asuntos del PCM"."

82 83

11
Evidentemente, a los enviados de la Comintern les desagradaron el Oaxaca, se crearon varias comisiones paralelas." 1 Según se puede deducir
estilo y el contenido de la primera convocatoria al congreso especial. de los comentarios de algunos miembros del nuevo equipo de Encina
Codovilla sugirió que se reescribiera por entero el orden del día y se después del congreso, parece que la tarea depuradora fue realizada con
concentrara en un punto esencial "para no distraer la atención de los excesivo celo en muchas regiones, lo que llevó a la pérdida de miles de
delegados". Pasó a esbozar la estructura de la agenda revisada, que in- miembros. 82 La expulsión de Laborde y Campa provocó que más de mil
cluía un nuevo renglón acerca de la lucha contra los enemigos del pue- comunistas abandonaran el partido. La Comisión Depuradora alcanzó el
blo (en el que el tema principal era el combate contra el trotskismo). momento cumbre de sus actividades a fines de febrero, cuando destituyó
También se propuso una modificación importante al punto cuatro de la a Laborde y a Campa y disolvió el Secretariado. Desde el 27 de febrero
primera convocatoria. En vez de proponer cambios al Comité Nacional hasta la celebración del Congreso Extraordinario, la comisión tomó el
del partido, Codovilla sugirió que el documento planteara la cuestión de control de la dirección del PCM,junto con miembros de la Comisión Po-
la elección de un comité completamente nuevo."' lítica, y nombró a Dionisia Encina corno secretario general interino.
Los enviados no se limitaron a sugerir cambios en el formato de los No es probable que la mayor parte de los miembros del PCM enten-
documentos preliminares del Congreso Extraordinario. También solici- dieran el significado de ni siquiera una pequeña parte de los materiales
taron que el partido realizara antes de éste una "limpieza de la casa", de discusión que el partido publicó en varios suplementos de La Voz de
expulsando a los trotskistas, chambistas y elementos deshonestos, y pro- México. Las páginas del periódico, en enero y febrero, estaban llenas de
moviera a los cuadros proletarios y a hombres de capacidad probada. Se quejas de los miembros del partido que no lograban entender los cargos
ofrecieron para esta última tarea los servicios de los comunistas españo- de la Comisión Depuradora o los argumentos y las críticas a las políticas
les exiliados.'" Mucho del vigoroso lenguaje empleado por Codovilla en seguidas hasta entonces que se expresaban en los materiales de discu-
diciembre fue incorporado, a veces palabra por palabra, a los materiales sión ("La Situación Nacional e Internacional y las Tareas del Partido")
de discusión que circularon en febrero del año siguiente en preparación distribuidos el 28 de enero. Un colaborador de La Voz explicaba que par-
para el congreso. 77 te de la confusión reinante en las filas del PCM tenía que ver con el he-
Codovilla daba particular importancia a la necesidad de desarrollar cho de que, hasta fines de febrero, Laborde y Campa habían estado
nuevos cuadros, proyecto que emprendió con enorme celo. Codovilla asistiendo libremente a las convenciones estatales del partido en su cali-
personalmente seleccionó a Dionisia Encina como candidato favorito dad de representantes de la dirección nacional. Que esto pudiera suce-
para el puesto de secretario general, aunque Hernán Laborde no fue der en medio de las autocríticas lanzadas por la Comisión Depuradora
oficialmente removido de su cargo por la Comisión Depuradora hasta el provocó considerable escepticismo."' ·
27 de febrero de 1940. 78 El argentino habló con muchos candidatos po-
tenciales antes de llegar a su decisión final, e incluso le prometió el El Congreso y sus consecuencias
puesto a Valenún Campa, según las memorias de este último. 7'' En pocas
palabras, los enviados de la Comintern actuaron como una especie de Los preparativos del Congreso Extraordinario se hicieron con gran
dirección paralela del PCM durante los tres o cuatro meses de su estancia cuidado. El Comité Nacional envió representantes a casi todos los esta-
en México. dos para supervisar la selección de delegados al Congreso, y los instruyó
Era claro que la Comisión Depuradora desempeñaría un papel im- para que no eligieran "oportunistas, carreristas ni masones"(!!). Los de-
portante en la preparación del congreso. Sus miembros fueron nombra- legados debían ser elegidos en convenciones estatales, pero se les ordenó
dos en el pleno de enero de 1940; su presidente era Andrés García Sal- a los representantes del Comité Nacional que prepararan de antemano
gado, un veterano de la lucha de Sandino en Nicaragua y de la guerra listas de candidatos adecuados tras consultar con dos miembros de cada
civil española. Codovilla lo había conocido en España. Otros miembros comité estatal. En las convenciones estatales esas listas debían servir de
de la comisión eran Rafael Carrillo, Ángel Olivo,Juan González, Campa base para recoger los votos. Además, los nombres de los delegados a las
y Laborde. 80 convenciones estatales debían ser aprobados por la Comisión Depurado-
La comisión inició su trabajo a mediados de enero, y ya había señala- ra a nivel nacional."" Por todo ello, el Congreso Extraordinario prometía
do a varios cientos de miembros del partido para su expulsión cuando el resultar un escenario seguro y predecible para las medidas drásticas que
Congreso Extraord~nario se reunió en marzo. En algunos estados, como se iban a tomar.

84 85
La predecibilidad fue ciertamente uno de los rasgos claves del con- los avances de la derecha. Sólo un Partido Comunista fuerte y resuelto
greso. Aunque Laborde y Campa aparecieron como los blancos señala- podía impedir que Cárdenas cediera más aún a la presión de las fuerzas
dos para su eliminación del partido desde las primeras horas del congre- reaccionarias que existían dentro de sus propias filas. Su tarea era ingre-
so, hubo poca oposición al tono inquisitorial de los procedimientos." sar al PRM para asegurar la expulsión de la derecha y para transformarlo
Por el contrario, la actitud de los delegados fue de asombro y confusión, en una auténtica organización de frente popular.
lo que demostraba que a muchos los tomó por sorpresa la naturaleza vi- A la vez que Encina reiteraba el ya antiguo objetivo de ingresar al PRM,
triólica del ataque lanzado contra las políticas y las personalidades de su informe también atacaba el historial de subordinación total del PCM a
Laborde y Campa.'6 las acciones del partido oficial. La dirección del PCM había vacilado entre
Los dos líderes fueron llamados a presentarse ante el congreso para posiciones sectarias ("Ni con Cárdenas ni con Calles") y el extremo opor-
responder a los cargos contra ellos, pero sólo Valentín Campa enfrentó tunismo ("Unidad a toda costa"), presentando erróneamente al PRM
la tormenta. El tono del cuestionamiento que Campa soportó en una co- como un frente popular listo para usarse e incluso frenando algunas de-
misión nombrada por el congreso se expresa claramente en este breve mandas obreras y campesinas para evitar dificultades con el gobierno.
extracto de una de las pocas descripciones fragmentarias que han sobre- Era tiempo de rechazar la idea de que el PRM era "el termómetro por el
vivido: que se mide el carácter revolucionario del medio ambiente" y de llevar
adelante la revolución más rápido y firmemente, especialmente en el sec-
el interrogatorio de Valentín Campa llevado a cabo por Andrés Gar- tor agrario, alentando a los campesinos para que ocuparan tierras cuan-
cía Salgado, que encabezaba la Comisión Depuradora [estaba] cons- do las medidas legales hubieran fracasado.'"
truido sobre la base de una crasa petitio principi. Es decir, sobre la base El discurso de Encina era una combinación de aseveraciones exactas
de tomar como demostrablemente cierta una premisa que en el pro- sobre las fallas del PCM y una feroz defensa de la independencia política ,!11r

ceso se convirtió en una conclusión incluso antes de la respuesta [y del partido. También estaba teñido del izquierdismo recién revivido con !

que] no permitía responder más que sí o no. Este interrogatorio, que la Comintern denunciaba la naturaleza "imperialista" de la guerra
entre otros procedimientos, no podía sino crear una impresión pro- mundial. Pero la ruptura con muchos aspectos de la estrategia reciente
fundamente desmoralizadora en los miembros del partido que bajo del PCM, incluida la política de "ir a la cola de la burguesía", de ningún
ninguna circunstancia podían aceptar que el dirigente de ayer se hu- modo era completa. El nuevo secretario general repitió los conocidos
biera convertido de la noche a la mañana en un delincuente común." argumentos del partido en favor de abolir la administración obrera
'
(para permitir que se llevaran a cabo la modernización y la renovación
La comisión especial que interrogó a Campa recomendó la expulsión de la tecnología) y a favor de la candidatura de Ávila Camacho. Y Encina
de los dos dirigentes, y el congreso entero aprobó dicha decisión con lo llenó a Lombardo Toledano de elogios más efusivos que los que podía
que La Voz de México llamó votación unánime.' 8 desear ninguno de los seguidores más cercanos del maestro ("esa fuerza ' ¡
11'

En su informe al congreso, Encina esbozó los principales peligros que reluciente de la Revolución Mexicana").'"' i

arrostraba la Revolución Mexicana. Tanto su informe como los mate- Cualquier esperanza de que el Congreso Extraordinario inaugurara
riales de discusión de febrero sostenían que el ímpetu revolucionario de para el PCM una nueva era de actividad creativa e independiente quedó
los primeros años estaba declinando y que México se acercaba rápida- prontamente ahogada en los años siguientes. A fines de 1940 el partido
mente a la encrucijada de su desarrollo. Los peligros que se le presenta- reafirmó su fuerte interés en unirse al PRM. 91 La "Unidad a toda costa" se
ban iban de las amenazas del imperialismo estadounidense, a los ten·ate- convirtió en consigna de Unidad Nacional cuando México entró en gue-
nientes semifeudales y los sectores de la burguesía comercial e industrial rra en el lado aliado, y los comunistas mexicanos hicieron todo lo posible
que podían revertir todo lo ganado por la clase obrera y el campesinado por afirmar su compromiso ultrapatriótico. En vez de ir a la cola de Cár-
mexicanos durante la presidencia de Cárdenas. La campaña electoral de denas, ahora iban a la cola del gobierno infinitamente más conservador
Almazán simbolizaba la creciente osadía de los elementos reaccionarios; de Ávila Camacho. Y tampoco sirvió la moderación del partido para dete-
Encina reconocía que dicho candidato había establecido vínculos con el ner el fuerte incremento de la hostilidad contra él y contra la izquierda
movimiento popular. en general que se produjo en los primeros dos años del nuevo gobierno.
Encina criticó la indefensión de la administración de Cárdenas ante En el campo sindical el PCM intensificó su búsqueda de un· entendí-

86 87
miento con la dirección de la CTM. Pero ahora, con su base sindical de- Tan fuerte era el respeto y el afecto por Campa que muchos ferroca-
teriorada por la crisis de 1939 y por la impresión resultante de las purgas rrileros que sí mantuvieron sus vínculos con el partido siguieron colabo-
de 1940, el PCM tenía una capacidad de negociación muy debilitada. Me- rando estrechamente con él. El prestigio de Campa también hizo que
nos capaz de trabajar políticamente entre la clase obrera urbana, sólo ocupara un cargo importante en el comité ejecutivo del STFRM de mayo
podía recurrir a su habitual estrategia de buscar "entendimientos" con de 1943 a enero de 1947. 96 Tal vez el fenómeno más notable fue la per-
la dirección cada vez más desacreditada de la CTM. Los tímidos esfuerzos duración del vínculo entre Campa y algunas figuras de la dirección del
del partido por detener la descomposición de la central nunca fueron PCM después de su exclusión. En 1942 y 1943 Campa empezó a escribir
mucho más allá de ocasionales intentos por apoyar a los seguidores de artículos y editoriales sin firma para La Voz de México, y la cuestión de si
Lombardo Toledano dentro de la confederación sindical. Pero incluso el partido había autorizado o debía seguir permitiendo esa colaboración
en eso, como ocurrió en la controversia de 1942 sobre la propuesta de siguió en el fondo de las luchas internas del partido en 1943."7
ampliar ilegalmente el mandato de Fidel Velázquez como secretario ge- En 1940, 1941 y 1942 el PCM también perdió un gran número de sus
neral de la CTM, el PCM se echó para atrás al final en beneficio de la cuadros sindicales, muchos situados en puestos de dirección de sindica-
"unidad obrera"." 2 tos importantes. Algunos fueron expulsados del partido por indisciplina
En el campo internacional, el PCM entró en su etapa de mayor subor- y otros renunciaron. La lista de figuras involucradas es larga e impresio-
dinación a los consejos y directivas de los partidos comunistas extranje- nante e incluye activistas del sindicato magisterial (STERM) como Germán ')l

ros. La dependencia respecto del PCEU continuó hasta alcanzar su punto Parra, Cándido Jaramillo, Gaudencio Peraza, Manuel Herrera Ángeles, 111!.

más alto en 1944-1945, cuando el PCM abrazó con entusiasmo las heréti- Miguel Castellanos y Hermenegildo Peña, y dirigentes del FSTSE, Fran- ji
¡¡:
cas posturas de Earl Browder sobre la evolución pacífica de las relaciones cisco Patiño Cruz y Brito Rosado.""
soviéticas con el mundo capitalista. Además, tras el Congreso Extraordi- La pérdida de miembros en el sindicato magisterial fue particular-
nario y con el rápido surgimiento del Partido Comunista Cubano como mente grave. Aunque no era nuevo que hubiera conflictos entre el PCM :1!,
el mayor y más influyente de los partidos comunistas de América Latina, y otras corrientes dentro del STERM, los preparativos para el Congreso
Bias Roca se incorporó a la lista de los consejeros permanentes del PCMY Extraordinario y las purgas les proporcionaron a los anticomunistas y a
Si bien legitimó grandes sangrías, el Congreso Extraordinario no re- las tendencias socialistas rivales poderosas municiones en su lucha por
solvió los conflictos internos del Partido Comunista. No se solucionó ni librar al sindicato de los dirigentes comunistas. En febrero y marzo de
siquiera en parte ninguno de los temas conflictivos que habían dividido 1940, se prodt~o una escisión durante el 1 Congreso Nacional del STERM,
a la dirección antes de 1940, y el congreso de 1940 estableció el fatal pre- y las fuerzas ajenas al PCM salieron para formar un sindicato rival. In-
cedente por el cual el PCM resolvía sus conflictos internos mediante pur- cluso dentro del STERM las fuerzas anticomunistas lograron importantes
gas y expulsiones. De los miembros de la Comisión Depuradora, sólo uno progresos, especialmente entre los trabajadores administrativos y ma-
estaba todavía en el partido para 1943; los demás habían renunciado o si- nuales.""
do expulsados. Yen el verano y el otoño de 1943 el partido sufrió una se- No se puede culpar de estas pérdidas exclusivamente a los errores del
gunda crisis grave, que condujo a más expulsiones y renuncias masivas.'" propio partido. Durante 1940 una vitriólica campaña anticomunista en
Los sucesos inmediatamente posteriores al Congreso Extraordinario la legislatura y en la prensa alimentó el interés de los funcionarios del
apuntaban ya lo que iba a ocurrir. El efecto más inmediato de la purga gobierno por reducir la influencia del PCM en la Secretaría de Educa-
fue una pérdida masiva de miembros. El problema fue especialmente se- ción y en el sindicato de maestros. También hay pruebas de que el pro-
rio entre los trabajadores ferrocarrileros. Más de la mitad de los comunis- pio Cárdenas estimuló algunas medidas en esa dirección. Con la llegada
tas del STFRM renunciaron o dejaron de renovar sus carnets en protesta de Ávila Camacho al gobierno en diciembre de 1940 y el nombramien-
por el tratamiento que habían recibido Laborde y Campa, ambos figuras to de un secretario de Educación conservador, Octavio Véjar Vázquez
distinguidas en la historia del movimiento ferrocarrilero. La pérdida de Vela, la tendencia anticomunista en el campo educativo se intensificó.'""
influencia del PCM alcanzó a la dirección del sindicato nacional de ferro- El tono de los pronunciamientos públicos de figuras cuyo apoyo era
carrileros, donde varios líderes simpatizantes de Campa y Laborde fueron clave para el nuevo gobierno se volvió marcadamente más anticomunis-
expulsados o excluidos del partido. Para fines de 1940 se calculaba que ta durante 1941 y 1942. En marzo de 1941, por ejemplo, el grupo
no quedaban más de doscientos ferrocarrileros en el partido.'" mayoritario dentro del Senado presentó un proyecto de ley en que con-

88 89
1

11
!
denaba el estalinismo de los comunistas y de sus aliados. 101 En el verano cano, acusando directamente a sus miembros de haber participado en él. :¡
de 1942 el presidente Ávila Camacho declaró al periódico conservador de El PCM negó más tarde cualquier responsabilidad en el asesinato. 1"" il

La Habana Diario de la Marina que el Partido Comunista no tenía impor- El número de miembros del partido disminuyó drásticamente en los
tancia nacional en México y que los comunistas sufrían la influencia de dos primeros años tras el Congreso Extraordinario. En diciembre de
"doctrinas exóticas que carecían de cualquier conexión positiva con los 1941 el Buró Político informaba de la existencia de cuatro mil quinien-
problemas del país". 102 tos miembros. Esto representaba un descenso del ochenta y cinco por
Sin embargo, la fuente más dañina de acciones anticomunistas estaba ciento en relación con las cifras sin duda infladas de fines de 1939. En
en la Secretaría de Comunicaciones, encabezada por el hermano del algunos estados, la caída fue impresionante: en Yucatán por ejemplo, se
presidente, el general Maximino Ávila Camacho, personaje notoriamen- pasó de mil a cincuenta miembros para fines de 1941. 107 A fines de 1942
te corrupto y violento. Como secretario de Comunicaciones, Maximino una encuesta sobre la fuerza del partido señalaba que sólo en cuatro zo-
Ávila Camacho logró montar una censura estricta sobre individuos y nas -el Distrito Federal, Nuevo León, Tamaulipas y Torreón- había una
organizaciones utilizando intervenciones telefónicas y telegráficas e in- presencia comunista significativa entre las "masas". Veintidós estados
terceptando el correo; muchas de las personas que eran objeto de esta eran denominados zonas de influencia comunista marginal o regiones
vigilancia pertenecían a la izquierda, y entre ellas se hallaban Vicente de "desorganización". 108

~
1 ¡
' 11
Lombardo Toledano, miembros destacados del PCM y los comunistas exi- La crisis interna del PCM que culminó en la celebración del Con- 1!!¡
l.[;',
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·¡ liados procedentes de Europa. 1' 13 greso Extraordinario no se puede explicar por referencia a la actuación
'1 1

¡i·:
A pesar de que había claras pruebas del apoyo o por lo menos la to- de un solo factor, ya sea la intervención de la Comintern, los errores es- ;:,;

lerancia de la agitación anticomunista por parte del gobierno de Ávila tratégicos de la dirección o los cambios en la correlación de fuerzas 1i'
Camacho, la dirección del PCM se resistía fuertemente a quemar los dentro de la sociedad mexicana en general. La participación de la de- r.'l.l
1,11

111
puentes con él, especialmente tras el ataque de losnazis a la Unión So- legación de la Comintern en los últimos meses de 1939 ciertamente
1
viética el 22 de junio de 1941, que convirtió la guerra europea en la determinó la forma en que el PCM resolvió su crisis, pero ni siquiera '1
"Gran Guerra Patria". La indecisión del partido se mostró claramente !¡1
contribuyó en alto grado a su profundización, menos aún la causó.
en su respuesta a una masacre de trabajadores en las fábricas de material Como hemos visto, el PCM. ya estaba en apuros mucho antes de que
de guerra del gobierno, perpetrada por la Guardia Presidencial a fines de Codovilla llegara, y los problemas internos habían suscitado vigorosos
septiembre de 1941. En su "Carta Abierta al Presidente", la dirección co- debates y una fuerte oposición entre los comunistas mexicanos y sus
munista evitó cuidadosamente culpar a la institución del propio ejército simpatizantes en el movimiento obrero y fuera de él. 1"'' Gran parte de
mexicano por el incidente y atacar al propio Ávila Camacho. 1" 4 Los este capítulo describe la agenda oculta de la crisis de 1938-1940.
comunistas sí reconocieron que les preocupaban las recientes reformas Tal vez el aspecto más trágico de todo el asunto fue que, por su pro-
a la Ley Federal del Trabajo, el estatuto de los empleados del estado y la pia iniciativa, Hernán Laborde estaba iniciando una dolorosa revisión
estructura legal de la educación pública. Pero los boletines internos del de la anterior estrategia del partido y en particular de su postura frente
partido aseguraban a los miembros que los cambios eran solamente al gobierno de Cárdenas. Es imposible adivinar qué tan lejos habría lle-
"ajustes comprensibles" e insistían en que el gobierno no había claudi- gado esa revisión y qué nuevas prescripciones habría generado. Pero la
cado de ninguno de los postulados y conquistas fundamentales de la intervención del PCEU y de la Comintern, ambos dueños de un enorme
Revolución. 103 prestigio dentro del partido mexicano, contuvo cualquier iniciativa in-
En general, el efecto negativo de los sucesos de 1939 y 1940 se vio cla- dependiente de ese tipo.
ramente en las cifras de miembros del partido y en el nivel de activismo.
Las fuentes internas señalan disminuciones en el pago de cuotas duran-
te todo el verano de 1940; en el mes de julio, sólo se recibieron dos mil
pesos. Las células se desbandaban, en Morelia y en otros puntos del esta-
do de Michoacán, por ejemplo, y la situación se deterioró todavía más
tras el asesinato de Trotsky. A raíz del atentado, Cárdenas lanzó una con-
dena brutalmente franca y elocuente contra el Partido Comunista Mexi-

90 91
m. Los comunistas mexicanos y la reforma agraria
en La Laguna, 1920-1940
1 ·~
¡

INTRODUCCIÓN

Aunque el gobierno de Cárdenas no fue en absoluto un periodo de enor-


mes avances para los comunistas mexicanos, es importante reconocer los
logros muy reales que alcanzó el PCM durante los treinta. La forma más
eficaz de hacerlo es alejarse del mundo de la ideología partidaria, las tác-
ticas y las disputas entre dirigentes centrado en la ciudad de México, y 1

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'
examinar el impacto del PCM en una de las regiones más importantes del ¡1·,"
país. Si el comunismo fue alguna vez capaz de construir una base de :~ ~;1
masas en algún lugar de México, ello ocurrió en la región de La Laguna. lti
Este capítulo examina la experiencia del PCM en esa región, desde sus pri- 1¡':
1''
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meros días hasta las grandes luchas por la tierra y las condiciones de tra- "
!11·.!
bajo, en los años treinta.
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¿TRIUNFO PROLETARIO O CAMPESINO? 1''

Desde mediados de 1935 hasta el otoño de 1936, la rica zona algodonera


de La Laguna vio una espectacular movilización de su fuerza de trabajo
agrícola. Más de doce meses de lucha de sus recién creados sindicatos de
trabajadores agrícolas culminaron con una huelga general en agosto
de 1936 y con la decisión del gobierno de Lázaro Cárdenas de expropiar
las haciendas algodoneras. Durante sus movilizaciones, los peones de las
grandes fincas recibieron el apoyo financiero, moral y organizativo de
sectores de la clase obrera urbana de las cercanas ciudades de Torreón y
Gómez Palacio. Tanto el Partido Comunista Mexicano como la recién
fundada Confederación de Trabajadores de México desempeñaron un
papel crucial en el establecimiento de esa alianza obrero-campesina.
Sin embargo, la forma en que se resolvieron las demandas agrarias en
el otoño de 1936 acabó con el potencial radical de dicha alianza. Las re-
laciones sociales capitalistas habían dominado tradicionalmente las ha-
ciendas de La Laguna. La fuerza impulsora de las movilizaciones agrarias
de 1935-1936 era el proletariado rural asalariado compuesto por los
peones acasillados de las haciendas, y no por pequeños propietarios cam-
pesinos. El carácter proletario de los trabajadores agrícolas de las ha-
ciendas algodoneras los llevó, por tanto, a organizar sindicatos y no co-

93
mités agrarios, y a plantear demandas "proletarias" -contratos colectivos, de la reforma agraria (1915-1930). A pesar de las múltiples solicitudes de
mayores salarios y mejores condiciones de trabajo- y no exigencias tierras planteadas por los sindicatos agrarios, en 1930 había apenas once
"campesinas" como el reparto de tierras. ejidos en la región, sólo uno de los cuales se hallaba en las fértiles tierras
Cuando el presidente Cárdenas intervino para resolver la huelga ·irrigadas de La Laguna propiamente dicha. Los terratenientes de la re-
general, lo hizo sobre la base de expropiar y dividir las haciendas algo- gión lograron conservar sus propiedades intactas y ceder sólo tierras
doneras en ejidos (es decir en propiedades colectivas), que serían culti- marginales situadas fuera de las principales áreas de cultivo: los llama-
vados por los antiguos peones. Los trabajadores agrícolas de La Laguna dos distritos ejidales. 2 Esto no significa que los habitantes de la región
serían a partir de entonces reabsorbidos en el campesinado como ejida- fueran observadores pasivos de las luchas políticas y agrarias desen-
tarios, y perderían su estatus proletarizado así como sus vínculos con la cadenadas por la Revolución Mexicana. Por el contrario, La Laguna fue
clase obrera. Así, en el caso de La Laguna, la reforma agraria y el otor- sede de una intensa actividad del "precursor" Partido Liberal Mexicano,
gamiento de ejidos significó el fin de la cooperación obrero-campesina. y las luchas agrarias, políticas y de facciones de la "revolución épica"
El argumento esquemáticamente esbozado arriba aparece en varios (especialmente el villismo) dejaron su impronta en la región.
estudios sobre la historia agraria y política del México del siglo XX, espe- La base de la prosperidad de La Laguna era la producción de algo-
cialmente en el importante estudio sobre el proceso de reforma agraria dón, que se desarrolló rápidamente a partir de la década de 1860, y trajo
l!llll i¡
en La Laguna escrito por Ruth Arboleyda y Luis Vázquez León.' Aunque consigo los ferrocarriles y la expansión de centros manufactureros ur-
!l ']
l:
:l. señalan correctamente el interés que tenía el estado en utilizar la refor- banos como Torreón. La escasez de mano de obra estimuló la inmigra- ;::
ma agraria para crearse una base leal en los beneficiarios de dicha re- ción desde otras regiones de México: hasta doscientos mil trabajadores 1!:'1!
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forma (los ejidatarios), vinculados al partido oficial, Arboleyda y Vázquez agrícolas sin tierras pueden haber emigrado a La Laguna en los veinti- 1
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León también atribuyen parte de la responsabilidad por la desintegra- cinco años inmediatamente anteriores al estallido de la revolución. 3
1/1
ción de la alianza obrero-campesina en La Laguna a las supuestas defi-
ciencias del Partido Comunista Mexicano. LA FUERZA DE TRABAJO DE LA LAGUNA 1

Este capítulo revisa los antecedentes históricos de la expropiación la-


gunera de 1936 y examina algunos de los rasgos específicos de la fuerza Los investigadores han señalado con frecuencia las relaciones sociales
de trabajo y de la economía de la región que colaboraron a determinar eminentemente capitalistas que dominaban la agricultura de La Laguna
el comportamiento agrario en los años veinte y treinta. Describe el de- y la ausencia relativa de formas y relaciones de producción precapitalis-
sarrollo de la presencia del PCM en La Laguna y explora el trasfondo tas! A diferencia de muchas otras áreas del centro y el sur de México, La
de la tensión entre las estrategias agrarista y sindicalista del partido. A lo Laguna ciertamente no contenía una densa red de pueblos campesinos
largo de esa revisión, intento establecer la medida y la naturaleza de la independientes, con una historia de agricultura no dependiente de las
colaboración obrero-campesina en La Laguna, que culminó con el re- haciendas. La población indígena de la región era además extremada-
parto de tierras en 1936. Una especie de "alianza obrero-campesina" se mente escasa, aunque había algunas comunidades indígenas libres,
creó en efecto en 1935-1936; esta alianza estuvo precedida por los signi- principalmente los pueblos indios ocuilan del distrito de Cuencamé en
ficativos vínculos que ya unían a las organizaciones agrarias con sus con- el suroeste de La Laguna, que tenían una historia de tenaz resistencia a
trapartidas urbanas en la década anterior. Pero habremos de dudar de la depredación de sus tierras por los hacendados.'
la medida en que el estatus, las demandas y las acciones de los trab~ja­ Aunque las referencias al carácter capitalista de la agricultura lagu-
dores agrícolas de La Laguna pueden clasificarse nítidamente como nera no son en general erradas, tienden a simplificar excesivamente el
campesino-agraristas o proletario-sindicalistas en cualquier momento carácter de la estructura social de la región, dando por supuesta una co-
del periodo que revisamos (1920-1940). rrespondencia entre los rasgos estructurales (propiedad de los medios
de producción/formas de trabajo) y el desarrollo de formas particula-
LA LAGUNA res de identificación y conciencia de clase. Aunque eran poco comunes
las pequeñas propiedades campesinas, había una importante tradición
La región lagunera de los estados de Coahuila y Durango fue un clásico de propiedades campesinas medianas en algunas áreas de La Laguna.
enclave del capitalismo agrario, apenas tocado por las primeras etapas El caso más conocido es el de los veteranos del ejército de Matamoros

. 94 95
y San Pedro y sus descendientes, que habían recibido tierras del gobier- nes reaccionaban al desempleo emigrando a otras regiones de México o
no de Juárez en la década de 1860 en pago por los servicios prestados a Estados Unidos, y el gobierno en ocasiones tenía que intervenir para
en las campañas contra la ocupación francesa. La usurpación de estas trasladar a miles de peones desempleados a otras zonas del estado de
tierras por compañías agrícolas y sus arrendatarios durante la explosión Coahuila. 10 En 1924-1926, por ejemplo, el gobierno mexicano transpor-
latifundista de fines del siglo XIX había dejado profundas cicatrices en la tó a cuatro mil peones de la región de La Laguna a la hacienda de San
memoria de los veteranos juaristas y sus descendientes, quienes tenían Carlos, cerca de la frontera estadounidense, que había confiscado por-
un largo historial de continua resistencia armada contra los terratenien- que su propietario no logró pagar un préstamo del gobierno. 11 Aunque
tes durante el porfiriato. Las zonas de Matamoros y San Pedro produci- el experimento fracasó, el entusiasmo inicial de los peones por ese pro-
rían una cantidad de dirigentes superior a la media, en los primeros yecto había sido grande.
años de la revolución, y varias figuras claves de la movilización campesi- Al mismo tiempo La Laguna continuaba actuando como un imán
na de 1935-1936 (José Zárate, Domingo Sifuentes, Manuel Soria y Santos para los trabajadores agrícolas, atraídos por la perspectiva de los altos sa-
Reyes) procedían de esa reserva de pequeños propietarios resentidos.'; larios que se pagaban durante las temporadas de plantación y de pizca.' 2
Por acostumbrado que estuviera al trabajo asalariado y al trabajo en Durante la pizca, los terratenientes alquilaban decenas de miles de esos
gran escala sobre una base intensamente cooperativa a través del sistema trabajadores temporales conocidos como bonanceros. A pesar de que te-
11
de cuadrillas, el proletariado rural de La Laguna era una formación ex- nían vínculos muy tenues con La Laguna y con su tierra, los bonanceros ~(i ,,1'

tremadamente volátil y frágil. De nuevo, sacar conclusiones a partir de apoyaron a los jornaleros residentes durante las grandes huelgas de ¡!1:,
los grandes rasgos estructurales de la economía política de la región 1936, negándose a respaldar a los terratenientes y a los varios miles de es- li!\
11e' , ~ 1'

(proletarización) puede plantear problemas. El carácter temporero. del quiroles importados en el verano.
cultivo del algodón y las severas restricciones ecológicas de La Laguna La importancia global de estos fenómenos no se puede subestimar.
volvieron altamente inestable la fuerza de trabajo residente de proleta- La fuerza de trabajo de La Laguna estaba ciertamente proletarizada, pe-
rios rurales asalariados (los peones acasillados). La demanda de mano ro era un proletariado rural intensamente inestable, golpeado por las ex-
de obra variaba de acuerdo con el nivel de abastecimiento de agua de tremas fluctuaciones del empleo. Esta inestabilidad se acrecentó entre
los ríos Nazas y Aguanaval, y el control sobre el agua era desde hacía mu- 1927 y 1932, cuando la región sufrió una crisis agrícola particularmente
¡, !, cho causa de disputas entre propietarios grandes y pequeños (incluidos severa exacerbada por la depresión mundial y una serie de malas cose-
los arrendatarios y aparceros).' A partir de 1915, las plagas del algodón chas. La zona de cultivo de algodón pasó de 132 000 hectáreas en 1926
también empezaron a devastar las cosechas, y algunos años se llevaron a 43 231 en 1932, lo que creó una reserva excepcionalmente grande de
hasta el 25 por ciento de la producción. 8 trabajadores desempleados (calculada por un autor en más de trece
La estructura de la propia producción de algodón también hacía que mil) .13 Al final de este periodo, los trabajadores agrícolas de La Laguna
los niveles de empleo fluctuaran violentamente a lo largo del año. Entre estaban desesperadamente necesitados de empleo y de ingresos seguros.
diciembre y abril (la temporada muerta) había poco trabajo en La Lagu- La estrategia sindicalista de buscar salarios más altos, el reconocimiento 1

na; éste era también el periodo en que los trabajadores agrícolas podían de los sindicatos agrarios y la firma de contratos colectivos de trabajo
il,
ser más fácilmente movilizados. La plantación del algodón tenía lugar muy bien pudo ser vista por los trabajadores como una forma inadecua- 1

en abril y mayo, y la pizca, momento en que la demanda de mano de da de enfrentar los muchos problemas estructurales que se les plantea-
obra se iba a las alturas, ocurría desde fines de agosto hasta fin de año. ban. Por otra parte, lograr un control directo sobre la tierra sí resolvía
El momento en que La Laguna atraía más mano de obra externa iba de uno de los problemas más serios de los trabajadores. La posesión de la
julio a noviembre." tierra, después de todo, en efecto ofrecía una razonable garantía de em-
Por lo demás, esas violentas fluctuaciones también afectaban áreas pleo seguro.
clave de la manufactura lagunera, ya que las procesadoras de aceites ve- Esta misma lógica ha operado en otros contextos históricos y geográ-
getales, las desmotadoras y las fábricas de jabón estaban vinculadas al ficos. En los dos primeros años de la revolución cubana (1959-1960), los
destino de la cosecha de algodón. El resultado era una curiosa combina- trabajadores de la caña altamente proletarizados combinaban deman-
ción de periodos de escasez de mano de obra (permanente queja de los das de mejoras en los salarios y las condiciones de vida con peticiones de
hacendados) y fuertes corrientes inmigratorias y emigratorias. Los peo- tierras. El investigador español Juan Martínez Alier ha argúido que la

96 97

11: '

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--~ 1¡

demanda de tierra en este caso era esencialmente una demanda de es-


tabilidad de empleo en una agro industria famosa por sus altos niveles de
claridad en 1934-1936, 'on mendonad~' co~ f<e';'enda por lo' e'Pecia:
listas en La Laguna pero nunca han stdo Sistemaucamente trazados m
'l
desempleo de temporada. 14 examinados en profundidad. Los datos biográficos pueden ser un mé- '
En el estudio de Ann Craig sobre los orígenes del agrarismo en Jalis- todo útil para verificar la existencia de nexos obrero-campesinos y para
co, los agraristas de Lagos convertidos en trabajadores consideraban la delinear sus contornos. Un caso particularmente revelador es el de
reforma agraria y la posibilidad de convertirse en miembros de un ejido Dionisio Encina (1907-1982), destacado activista del PCM a principios
como el medio para resolver la pobreza, la pérdida del empleo, la des- de los treinta, uno de los líderes de la huelga general de 1936 y luego se-
ocupación de temporada y la falta de control sobre el producto de su cretario general del Partido Comunista Mexicano de 1940 a 1960.
trabajo, así como una oportunidad de maximizar su independencia. 15 Los antepasados de Dionisio Encina fueron durante varias generacio-
Así que la decisión "sorpresa" de 1936, de optar por una solución agra- nes mineros en Zacatecas, y su padre había trabajado en pequeñas mi-
rista, y no sindicalista, de la huelga general de La Laguna puede haber nas de tres estados (Zacatecas, Durango y San Luis Potosí). Los primeros
sido algo más que una simple prueba de la astucia del estado y de la "in- años del joven Encina ilustran la existencia frágil y peripatética que
capacidad histórica" del PCM para guiar a sus miembros proletarizados muchos mineros se veían obligados a llevar. Incluso en las buenas épo-
'!m¡ hacia el socialismo. Además, como veremos, los ejidos colectivos del tipo cas, los mineros eran a la vez agricultores: cultivaban alimentos en par-
introducido después del reparto no se pueden considerar simplemente celas para complementar sus ingresos. La guerra civil revolucionaria ¡;·'.!. !\''.

paralizó las minas de Zacatecas, y la familia Encina se trasladó a Torreón :.


111 como una solución agrarista.
~'¡.
enjulio de 1914, aunque Dionisia, de siete años de edad, pasó un breve ¡¡',
NEXOS Y SIMBIOSIS ENTRE OBREROS Y CAMPESINOS periodo de cuatro meses con las fuerzas villistas en Bermejillo. Después ·!/
de un tiempo en la ciudad de Torreón, el padre de Encina consiguió un ¡:1;1

La Laguna significaba algo más que el puro cultivo del algodón, y los tra2 empleo en la mina La Ojuela, de Mapimí. La familia regresó a las minas "~:
i

bajadores mineros e industriales de la región habían mantenido víncu- de Zacatecas entre 1920 y 1923. Pero, cuando las oportunidades de tra-
los históricamente importantes con la fuerza de trabajo agrícola durante bajo se cerraron, se vio forzada a volver a Torreón. En 1924, Dionisio
las tres primeras décadas del siglo. Un importante sector minero se cen- trabajó durante tres años como carpintero antes de convertirse en he-
traba en torno a Mapimí (Durango) y, en menor medida, en torno a las rrero y trabajador metalúrgico en un pequeño taller de Torreón. Se in-
antiguas minas de Viesca en Coahuila. En Mapimí, por ejemplo, había corporó por primera vez a un sindicato en 1927, cuando vivía en el
siete minas en funcionamiento en 1886 -las cuales producían oro, plata, suburbio La Fe, de Torreón, donde se ubicaban varias de las fábricas más
plomo y cobre-, además de un horno y seis fundiciones. Las minas más importantes de la ciudad. Ahí tomó contacto con el Partido Comunista,
grandes estaban vinculadas a la importante planta de beneficio y fun- al que se incorporó en 1929, y rápidamente se convirtió en una figura ¡,

dición Compañía de Peñoles, en Torreón, la ciudad más grande de La destacada de la juventud comunista durante la fase "ilegal" del PCM. 17 '¡

Laguna. Más aún, la población altamente móvil de las zonas mineras fue La carrera de Manuel Murúa, uno de los dirigentes de la huelga de l¡

una importante fuente de reclutas para las diversas fuerzas rebeldes du- junio de 1935 en la hacienda Manila con que se inició la campaña para
rante la "revolución épica". La manufactura urbana tenía a Torreón por sindicalizar al proletariado rural de La Laguna, y luego activista del PCM, 1¡:

núcleo, y se limitaba a la fabricación de textiles y a otros procesos de- proporciona nuevas evidencias de lo fluidos que eran los límites entre
rivados del algodón, como la fabricación de jabón y aceite. Las manufac- el mundo agrario y el mundo industrial. Murúa fue villista durante un
turas textiles se concentraban en dos fábricas: La Constancia (comple- tiempo, después de lo cual trabajó como minero en la mina La Ojuela, 11
tamente destruida por las fuerzas de Pancho Villa en 1914) y la de la American Smelting and Refining Company (ASARCO), en Mapimí,
importante planta La Fe, fundada en 1898, que empleaba a alrededor y luego como ferrocarrilero. Cuando perdió su puesto como resultado
de seiscientos trabajadores durante la mayor parte del periodo que abar- de su participación en la huelga nacional ferrocarrilera de 1927, consi- 1
ca este estudio. 16 También había en Torreón un importante núcleo de guió empleo como peón de la hacienda Manila. 18 Otro comunista de La _1,1

trabajadores ferrocarrileros. Laguna, Arturo Orona (dirigente del partido en la región desde 1940
Los estrechos vínculos entre la fuerza de trabajo minera y manufactu- hasta principios de los años setenta), había trabajado como cargador en

¡
1

rera y el medio agrario de La Laguna, que aparecieron con particular Torreón durante un tiempo antes de pasar al mundo rural.' 9

98 99
LA EXPERIENCIA DE LOS AÑOS VEINTE: TRADICIONES DE LUCHA tierras según la legislación agraria del momento. Las razones por las que 11

los campesinos elegían una u otra estrategia particular eran extremada-


En la primera década de la Revolución Mexicana, fue la clase obrera in- mente complejas. Obedecían no sólo a la ubicación de clase de los de-
dustrial y minera de La Laguna, más que los trabajadores agrícolas de la mandantes campesinos (trabajador asalariado/aparcero/campesino
región, la que tomó la iniciativa en la organización sindical y la acción libre), sino también a las diversas estrategias que seguían los hacenda-
económica y política. Los mineros del carbón del norte de Coahuila fue- dos, el gobierno estatal y federal y las autoridades militares locales. La
ron los pioneros. En 1912 formaron la Unión Minera Mexicana (UMM), mayoría de estos últimos intentaban proteger la integridad del sistema
que luego se convertiría en uno de los más importantes baluartes indus- de haciendas y desviar las energías rurales hacia soluciones que propor-
triales de la primera federación sindical nacional de México, la Confe- cionaran a los trabajadores del campo propiedades y trabajo en las tie-
deración Regional Obrera Mexicana (CROM), cuando ésta se formó rras improductivas situadas en los márgenes del rico núcleo central de
(significativamente) en la capital de Coahuila, Saltillo, en 1918. Los pro- La Laguna.
pagandistas de la UMM participaron activamente en la formación de sin- La segunda década de la revolución se inició con una gran huelga
dicatos campesinos al norte de La Laguna, en San Juan de Sabinas y de un mes de duración en 1920 (del21 de junio al26 de julio). Diez mil
Villa de Abasolo. Pero no está claro si el sindicato actuó también entre peones de La Laguna, pertenecientes a treinta y cinco haciendas, de-
los trabajadores del centro minero de Mapimí, al oeste de La Laguna, mandaron un salario diario de tres pesos, una reducción de la jornada
que tenían estrechos vínculos con los peones algodoneros y los trabaja- de trabajo y (según una de las fuentes) el reconocimiento patronal a sus
dores industriales y artesanos de Torreón. En 1917 y 1918 funcionaban sindicatos. La mayor part~ de 'a actividad organizativa sindical entre los
en Torreón y Gómez Palacio cuatro comités de la Industrial Workers of trabajadores agrícolas de La Laguna estaba dirigida por una organiza-
the World (IWW), en las fábricas textiles de La Fe y La Amistad y en la ción obrera nacional, la CROM, cuyos fuertes vínculos históricos con Coa-
Compañía Metalúrgica de Torreón. 20 Los ferrocarrileros, choferes de huila ya se han señalado. Una de. sus primeras afiliadas campesinas fue
autobuses y carpinteros enviaron representantes al congreso fundador la Federación de Obreros y Campesinos que tenía su base en las ricas
de la CROMen 1918, y la Federación del Trabajo de Torreón contaba con propiedades atgodoneras de Tlahualilo. En este caso, la Tlahualilo Land
trece afiliados de organizaciones obreras al año siguiente. 21 Company, en connivencia con el gobernador del estado de Durango,
Fuera de las ciudades y las zonas mineras, hubo escasos signos de agi- respondió a las demandas "sindicalistas" de sus trabajadores otorgando
tación en favor de un cambio radical, incluso durante la ocupación de tierra en la antigua hacienda de Pinos a quinientas familias. El experi-
La Laguna por las fuerzas de Villa en 1913-1915. Aunque había conexio- mento había fracasado para abril de 1922, y la mayoría de los campesi-
nes entre el villismo y las anteriores tradiciones de resistencia campesina nos abandonaron la hacienda. 23
como la que dirigió Calixto Contreras, es claro que la administración vi- Para 1923 ya operaban sindicatos agrarios reconocidos, afiliados a la
llista de las tierras confiscadas a las haciendas no estuvo acompañada CROM y con 2 450 miembros en total, en treinta y cinco haciendas de
por ninguna alteración sustancial de las relaciones sociales de produc- la zona de Gómez Palacio. 24 Estos sindicatos formaron el núcleo de la Fe-
ción. Los escasos intentos de las viejas comunidades campesinas por lo- deración de Sindicatos de Obreros y Campesinos de la Región Lagunera
grar su reconocimiento como "pueblos libres", para tener derecho a (FSOCRL). En 1925, la FSOCRL contaba con cincuenta sindicatos y doce
solicitar tierras de acuerdo con la Ley Agraria del 6 de enero de 1915, se comités agrarios. 25
vieron frustrados por la violencia y el sabotaje de los terratenientes. 22 En 1921, en los distritos de Matamoros y San Pedro, también había
Alrededor de 1919-1920 el ritmo de la organización y la lucha rurales Federaciones Locales del Trabajo que combinaban estrategias agraristas
se aceleró, y los vínculos entre la actividad en La Laguna y las federa- y sindicalistas. Al parecer, la CROM en particular ayudaba a las comuni-
ciones sindicales y campesinas de alcance nacional se hicieron más dades a solicitar dotaciones y, simultáneamente, organizaba a los peones
notorios. Aunque se ha dicho que el campesinado de La Laguna adoptó agrícolas en sindicatos en torno a demandas "proletarias". 26 Un ejemplo
una estrategia sindicalista desde el principio de este periodo, en reali- de lo anterior fueron las tierras concedidas provisionalmente en la colo-
dad los trabajadores agrícolas adoptaron varias estrategias para mejorar nia Vicente Nava, por el gobierno de Obregón, en 1923.
sus condiciones: formaron sindicatos agrícolas, ocuparon tierras estata- En varias ocasiones durante los años veinte, grupos de campesinos la- '!
les ocasionalmente y, cuando tenían derecho, solicitaron concesiones de guneros ocuparon tierras públicas y de las haciendas a pesar de que los

100 101
gobiernos federales de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles intenta- ción con los patrones, queja frecuente en otras regiones de México.'0 En
ron mantener a la hacienda y a su sistema laboral a salvo de la amenaza los pocos casos en que las comunidades campesinas habían obtenido
de expropiación. En noviembre de 1922, una circular de la Comisión Na- concesiones provisionales de tierras, los hacendados contraatacaban
cional Agraria fue interpretada por algunos campesinos de Durango co- inundando las tierras de los campesinos y destruyendo o robando lasco-
mo una autorización para proceder a la inmediata ocupación de las sechas. Ante tales agresiones, los campesinos fácilmente se desmorali-
tierras de las haciendas. Los vecinos de Gómez Palacio ocuparon tierras zaban y dividían, y muchos regresaban a sus antiguos patrones.'1 Sin
pertenecientes a la Compañía Algodonera así como varias haciendas de embargo, a mediados de los años veinte, un nuevo actor histórico, el
la jurisdicción de Lavín; para fines de diciembre, sesenta pueblos de Du- Partido Comunista Mexicano, había hecho su aparición en la región, e
rango habían emprendido invasiones de tierras. 27 El presidente Obr,e- iba a servir de vehículo a la politización de un pequeño pero importante
gón, bajo la presión de los gobiernos y propietarios extranjeros, los for- grupo de campesinos.
zó abruptamente a devolver las tierras.
A fines de 1923, los trabajadores agrícolas desempleados de La Lagu- EL PCM EN LA LAGUNA
na intentaron ejecutar un decreto del 2 de agosto de 1923, que autori-
zaba la inmediata ocupación y colonización de las tierras baldías de pro- Es imposible fechar con exactitud la primera intervención del PCM en
piedad pública, si no eran propiedad privada ni pertenecían a ejidos. El La Laguna. Una autoridad hace referencia a un "núcleo" comunista que :i,¡"
i'· .
(1
decreto decía que se otorgaría el título de propiedad de esas tierras dos había en Matamoros en 1920, pero la primera mención documentada
•'
años después de que fueran ocupadas y cultivadas. Trescientos campe- de los comunistas de La Laguna aparece en mayo de 1922.José Dolores ~
1: 1
·¡ji'
sinos de las municipalidades de Matamoros y Torreón ocuparon tierras Zárate !barra, una de las pocas figuras supervivientes del partido en la 1
íi
en las riberas de los ríos Nazas y Aguanaval (Vega del Caracol) pero región, en entrevistas con José Santos Valdés y conmigo, ha recordado ¡;l;t¡,
pronto fueron desalojados por soldados y terratenientes. El 17 de abril que empezó a trabajar con el PCM en 1922, en Matamoros. Los pocos re- ¡l.
,,
'111'
de 1924, muchos campesinos que habían participado en esa ocupación gistros supervivientes del PCM que se refieren a La Laguna señalan que
¡¡
fueron detenidos y encarcelados por setenta y dos horas en Matamoros; Epifanio Huitrón Mascorro, más tarde ejidatario de Santa Ana del Pilar,
entre ellos se encontraba Felipe Zárate (poco después miembro funda- ingresó en el partido en 1924. ' 2
dor del Partido Comunista en la región), Isaac Guereca, Ruperto Alvara- Ciertamente, el PCM parece haber establecido fuertes raíces en Mata-
do, Francisco Sifuentes y Arnulfo Moreno. 28 moros, una municipalidad con una larga tradición de militancia agraria
A mediados de la década, por lo tanto, importantes segmentos de la encabezada por descendientes de colonos juaristas del siglo anterior.
población agrícola de La Laguna manifestaban aspiraciones. Se habían Puede haber organizado un primer sindicato que reclutaba a los even-
formado sindicatos tanto entre los peones asalariados de las haciendas tuales y los trabajadores agrícolas de las haciendas de la región. Dos de
como entre miembros de antiguas poblaciones campesinas (como los re- los primeros miembros campesinos del PCM, Basilio Reyes y Lolo Zárate,
sidentes de Matamoros que participaron en las ocupaciones de tierras estaban sin duda entre los hombres y mujeres que ocuparon tierras en
de 1923-1924) que tenían esperanzas de adquirir la condición de habi- la Vega del Caracol y en Chojos en diciembre de 1923, antes de que los
tantes de pueblos libres y, por tanto, la oportunidad de solicitar tierras atacaran soldados y hacendados." La "conexión Matamoros" se vio más
ejidales. La participación en un sindicato, además, no implicaba necesa- tarde reforzada, en los años veinte, por la incorporación al PCM de
riamente una clara preferencia por una estrategia exclusivamente sindi- más de cincuenta campesinos, entre ellos Alejandro Adame y otro
calista. Esto no era sorprendente, dada la forma en que la legislación miembro de la familia Zárate, Felipe. Para fines de los veinte, la presen-
agraria bloqueaba el derecho de los peones de las haciendas a solicitar cia del PCM había crecido considerablemente a juzgar por las cifras de
tierras. Para 1928 sólo había seis ejidos en toda la región lagunera, todos circulación del periódico del partido, El Machete. En marzo de 1928, se
ellos otorgados a campesinos con residencia en congregaciones, pue- vendieron 780 ejemplares en los estados de Coahuila y Durango (485
blos, villas e incluso ciudades. 29 Tampoco había un estrato unificado de ejemplares en Coahuila, 295 en Durango ), lo que convirtió a la región
proletarios rurales. Mientras muchos peones formaban sindicatos com- en la tercera más importante después del Distrito Federal yJalisco.'"
bativos, otros trabajadores asalariados residentes en las haciendas lagu- Por lo menos una de las organizaciones agrarias de la región se unió
neras eran atacados por los campesinos agraristas debido a su colabora- a la Liga Nacional Campesina (LNC), de influencia comunista. El Sindi-

102 103
cato de Campesinos Agraristas del Estado de Durango, que representa- política nacional del PCM los comunistas de La Laguna habían desempe-
ba a comunidades campesinas independientes, se unió a la LNC en 1926, ñado un papel activo en la campaña presidencial del general Pedro Ro-
y José Guadalupe Rodríguez, maestro rural y una de las figuras destaca- dríguez Triana, una personalidad lagunera y candidato del Bloque
das de la organización duranguense, fue elegido miembro del Comité Nacional Obrero-Campesino, creado por el PCM a fines de 1928. A esto
Ejecutivo de la LNC. En 1927, Rodríguez fue enviado a la Unión Soviética siguió una ola de arrestos y encarcelamientos que paralizó al partido, y
por la LNC, para participar en el décimo aniversario de la revolución bol- a su organización obrero-campesina, la CSUM, y lo puso decididamente a
chevique.3' la defensiva en 1929 y 1930. 38 El 29 de junio de 1930, la policía rural es-
tatal atacó una manifestación de miembros de la sección que tenía en
LA DEPRESIÓN Matamoros el Socorro Rojo, dirigido por el PCM, los cuales demandaban
tierras, la liberación de los presos políticos, una jornada de. ocho horas
La Gran Depresión de 1928-1934 golpeó fuertemente a la agricultura y aumentos salariales: murieron veintiún manifestantes. Durante el año y
de La Laguna; los precios y la demanda se desplomaron, aunque la for- medio que siguió a la masacre de Matamoros muchos comunistas de La
tuna de la industria algodonera ya había empezado a declinar desde Laguna fueron detenidos y encarcelados durante semanas en la ciudad
1926. Los propietarios de las haciendas reaccionaron ante la crisis de di- de México y en otros lugares. 39
li'l
versas maneras: aumentaron la mecanización para reducir el costo de la
mano de obra, rentaron una parte mayor de sus propiedades a arrenda-
Para mediados de 1931, el Partido Comunista de La Laguna se había
recuperado lo suficiente para iniciar un serio trabajo de organización.
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1'
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tarios acomodados (una práctica ya entronizada en los años veinte), ven- A juzgar por las cartas dirigidas al periódico clandestino del Partido, pu- '1:,

dieron propiedades cuando ello era posible o incluso abandonaron blicadas enjulio y agosto de 1931, había simpatizantes del PCM o, por lo
completamente la producción. 36 Un investigador ha llegado a sugerir menos, lectores de El Machete en, como mínimo, dos haciendas: El Ja- 1
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1''1
que el gobierno de Cárdenas intervino en 1936 para expropiar una in~ boncillo en Coahuila y La Joya (distrito de Torreón). En septiembre la l:f·
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dustria algodonera en bancarrota. El impacto de la crisis en la fuerza de Primera Conferencia Comunista Regional de La Laguna reportaba la exis- ,,'1!

trabajo algodonera fue devastador. Los trabajadores, como hemos visto, tencia de cinco células en haciendas (una de ellas integrada por ejida- :í
se habían acostumbrado desde hacía tiempo a un patrón violentamente tarios y las otras cuatro por trabajadores agrícolas) con un total de
impredecible de demanda para su mano de obra. Pero ahora había mu- cuarenta miembros. 40 Al mismo tiempo, la sección de Torreón había or-
cho menos trabajo, incluso en la temporada de pizca, y los acasillados ganizado una célula en una fábrica de jabón e informaba que tenía con-
aún enfrentaban la competencia de los trabajadm:«a inmigrantes que se- tactos para formar dos células más en la planta metalúrgica de la ciudad
guían llegando a La Laguna en una desesperada búsqueda de trabajo. y en la fábrica textil La Fe. 41 El número total de miembros del partido en
Para el Partido Comunista la depresión económica coincidió con el ul- Coahuila (localizados todos ellos en las áreas de Torreón y Matamoros)
traizquierdismo y el sectarismo del Tercer Periodo de la Comintern. Éstos era de setenta y cinco, que representaban exactamente el 7.5 por ciento
fueron años durante los cuales el partido se autoimpU$0 el aislamiento de la membresía total del PCM a fines de 1931.
respecto de la mayor parte de los movimientos obreros y campesinos Ocho meses más tarde, en la III Conferencia Regional del PCM en La 1

11¡1'
de México y sufrió ola tras ola de represión estatal. El PCM denunció, al Laguna, en abril de 1932, había delegados de seis zonas: Matamoros, Sa-
menos en el papel, todas las formas de reforma agraria burguesa, rene- crificio, Coyote, Santa Ana, San Pedro y Gómez PalacioY En julio de 1¡1 i

gando de la mayor apertura a la pequeña propiedad que había anuncia- 1933, El Machete se refería a la reorganización de cuatro células agrícolas
do en 1927, y llamando a los campesinos a tomar tierras y a expropiar de en Santa Ana, tres células existentes en Matamoros, cinco células agríco-
inmediato las grandes propiedades. 37 Fue durante este periodo cuando el las y dos de· barrio en Gómez Palacio, y dos células de barrio en San
43
partido dedicó gran parte de sus limitados recursos humanos y energías Pedro. Para poner estas cifras en perspectiva, debemos recordar que a
a la tarea de organizar a los proletarios rurales, con resultados variados en principios de 1932 sólo había veintisiete células agrícolas, siete de ellas de
zonas de agricultura capitalista de Michoacán (Nueva Lombardía), pero hacienda (es decir, integrada por peones) y veinte de pueblo (descritas
con un éxito mucho más sustancial en La Laguna. como "campesinas") en todo el país. 44 Por pequeñas y mal organizadas
Este periodo se inició con una prueba de fuego para los c<mlunistas que fueran, las células agrícolas de La Laguna representaban la base
de Matamoros, Torreón y otras áreas de La Laguna. De acuerdo con la agraria más importante dentro del Partido Comunista Mexicano!'

104
105
Conforme se ahondaba la crisis económica de La Laguna, la prensa la unificación del proletariado mexicano!" De este congreso surgió la
-~ .
1

del PCM registraba el deterioro de las condiciones de vida de los pobres CTM en 1936, aunque, como veremos, las esperanzas de la nueva or- .
rurales y empezó a publicar crónicas detalladas de la vida en varias de ganización obrera de incorporar a los ejidatarios y a los trabajadores
las haciendas de la región (entre ellas, Santo Niño e Hidalgo, y El Salva- agrícolas se vieron pronto canceladas por la oposición gubernamental.
dor, El Cántabro y El Perú).46 El Machete también señalaba que la depre- El impulso de unificación obrera y de mayor militancia que se obser-
sión abría nuevas oportunidades para los organizadores del partido. Al vaba a nivel nacional influyó sustancialmente en La Laguna. A fines de
comentar un reportaje sobre los treinta mil campesinos desempleados junio de 1935, los afiliados locales de la CSUM, el ala izquierda de la Liga
que vivían en la municipalidad de San Pedro en marzo de 1932, el PCM Socialista, que estaba afiliada al Partido Nacional Revolucionario, y el
preguntaba a sus miembros: "¿Qué esperan los comunistas y obreros Sindicato Progresista de Obreros Metalúrgicos de Torreón formaron la
unitarios de La Laguna para organizar y movilizar a las decenas de miles Federación Sindical Revolucionaria de Obreros y Campesinos (FSROC).
de peones desocupados? De nosotros depende que olviden su "bondad Resulta significativo que la FSROC, aunque era casi exclusivamente una
innata" y "todo principio de disciplina" para emprender la lucha resuel- organización de trabajadores urbanos calificados y semicalificados de
ta no "por un mendrugo de pan" sino por pan y salario suficientes"}' las industrias metalúrgica, textil y de la construcción, se comprometió
claramente a impulsar la organización de los trabajadores agrícolas.'"
,,,¡1:1
SE INICIA LA GRAN LUCHA La chispa que detonó las movilizaciones agrarias de la segunda mitad
de 1935 fue una huelga en la hacienda Manila, en la municipalidad de
A partir de mediados de junio de 1935, hubo una clara aceleración del Gómez Palacio, que emplazó el sindicato "Librado Rivera", el cual estaba :!
,,,.;
ritmo de la organización y la lucha agraria en La Laguna, proceso ínti- afiliado no a la CSUM dirigida por el PCM, sino a la Federación de Sindica- 1"i
mamente relacionado con un cambio radical en la dirección de la Revo- tos Obreros y Campesinos (FSOC), de Durango. Los peones de la hacien- ;!!'
lución Mexicana a nivel nacional. Como señala Nora Hamilton: · da Manila demandaban un contrato de trabajo. Aunque su huelga fue ¡l!
declarada ilegal, recibió el apoyo de un impresionante abanico de orga-
,r
.'1!
la creciente (aunque todavía fragmentada) movilización de campesi- nizaciones obreras y campesinas, entre ellas la Sección 9 del sindicato fe- 11''
11
nos, debida a la frustración ante la interrupción de la reforma agraria rrocarrilero (STFRM) y la propia FSOC, que anunciaron una huelga de
y a los trastornos derivados de la depresión, y una fusión de grupos solidaridad con la lucha de Manila en todo el municipio de Gómez Pa-
11
opuestos a la camarilla dominante dentro del estado permitieron a las lacio, a partir del 8 de julio. Tras una huelga de treinta y dos días, los peo-
facciones progresistas lograr el control del partido del gobierno y más nes de Manila lograron buen número de sus demandas económicas. 51
adelante, mediante la promulgación de un plan sexenal y de la can- La huelga de Manila dio un gran impulso a la sindicalización en toda
didatura presidencial de Lázaro Cárdenas, del gobierno. 48 La Laguna, y se formaron sindicatos agrarios en muchas haciendas de la
zona de Matamoros. Se obtuvieron contratos colectivos en Linares y San
Durante el curso de la lucha por consolidar la nueva "alianza progre- Ignacio, y la lucha se extendió a los sindicatos agrícolas de las haciendas
sista" construida en torno a la presidencia de Cárdenas y por defenderla de Los Ángeles, Santa Ana del Pilar y El Fresno de Arriba." El22 de sep-
de los ataques conservadores, muchos de los fragmentos aislados del tiembre de 1935, la tendencia a la sindicalización rural en La Laguna es-
movimiento obrero y campesino mexicano unificaron sus acciones para tableció vínculos con la gran movilización por la defensa del gobierno
formar nuevas organizaciones que presionaban por una mayor interven- de Cárdenas con la formación de una sección regional del Comité Na- \li
1',

ción del estado en los conflictos entre trabajo y capital y en los as~mtos cional de Defensa Proletaria (CNDP) que incluía federaciones de tra-
agrarios. La más importante movilización proletaria se concentró en la bajadores y campesinos de toda la región. Significativamente, fue el
formación del Comité Nacional para la Defensa del Proletariado (CNDP), Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de Torreón el que proporcionó 1¡1

el 15 de mayo de 1935. El CNDP, que reclutó miembros entre las bases el lugar de reunión en que se formó la nueva organización. El comité '·1¡,
obreras y campesinas de la CGOCM dirigida por Lombardo Toledano y de ejecutivo del Comité Regional de Defensa Proletaria (CRDP) incluía tan- 1 :

1
to trabajadores industriales como artesanos (Dionisio Encina como se-
la comunista CSUM, no sólo convocaba a la nación contra la amenaza
que representaba el expresidente Calles sino que empezó a preparar cretario general, Domingo Garibaldi como secretario de interior), así
¡ll
la convocatoria de un Congreso Nacional Obrero Campesino para forjar como algunos activistas ¡¡.grarios clave, como el recién fogueado héroe
:111'

106 107
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1 :
1
de la lucha de Manila, Manuel Murúa (secretario de organización y pro- EL PLANTEAMIENTO DEL REPARTO DE TIERRAS
paganda). La organización se atribuía un total de 4 188 miembros y re-
presentaba a la mayoría de los sindicatos industriales urbanos importan- Con la formación en la ciudad de México de la Confederación de Tra-
tes (de la industria metalúrgica, la textil y la manufactura de jabón) así bajadores de México (CTM} el 21 de febrero de 1936, los sectores más
como dieciocho sindicatos de trabajadores agrícolas." militantes de La Laguna podían contar con el respaldo de una nueva or-
La sindicalización de las plantaciones de algodón se intensificó en el ganización obrera nacional que se proponía, por lo menos en el papel,
otoño y a principios del invierno de 1935, cuando los nuevos sindicatos forjar una "sociedad sin clases". La CTM atrajo un gran número de afilia-
recibieron el apoyo activo de los trabajadores urbanos de Gómez Palacio dos de las organizaciones de trabajadores agrícolas y campesinos, y des-
y Torreón que también participaron en una serie de grandes huelgas en de el principio su Comité Nacional contenía un portafolio de asuntos
noviembre y diciembre. 54 En la mayoría de los casos, los sindicatos crea- agrarios. Sin embargo, la decisión de la CTM de incorporar trabajadores
dos en las haciendas durante este periodo eran sindicatos de obreros y cam- rurales enfrentaba la oposición no sólo del partido oficial (PNR) sino
pesinos, expresión que transmitía bien la ambigua identificación de clase también de la más importante de las organizaciones campesinas nacio-
d(Ol la fuerza de trabajo rural. Se centraban en demandas "proletarias" nales, la Confederación Campesina Mexicana (CCM) de Graciano Sán-
(observancia de los contratos colectivos, pago regular de salarios, vivien- chez, que advirtió a sus afiliados que no enviaran delegados al congreso j¡;jf

~1
das 'limpias, servicios médicos) pero también incluían la exigencia (co- de fundación de la CTM. El propio Cárdenas argumentó contra los pla-
mo en la hacienda La Concordia) de respetar los derechos de 'pastura nes de la CTM de convocar a una Convención de Campesinos, aunque su i;:!,
para los animales de los trabajadores."
Allí donde la resistencia de los hacendados era fuerte, los sindicatos
opinión no fue escuchada, ya que la CTM continuó organizando a los tra-
bajadores agrícolas en muchas regiones, incluida La Laguna; sin embar-
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'j,j¡
iniciaron huelgas, apoderándose de la casa grande del terrateniente y go, la convención propuesta nunca fue convocada."1
)!1:
combatiendo con los domesticados sindicatos blancos creados por los La tensión que existía nacionalmente entre la CTM y la CCM se refle- l
hacendados para oponerse al sindicalismo "rojo". 56 Los destacamentos jaba a nivel local en conflictos crecientes entre los sindicatos de traba- 1 ~ 1·
1¡11:;

locales del ejército intervenían con frecuencia para romper las huelgas jadores agrícolas afiliados a la CTM y las Ligas de Comunidades Agrarias, ,111:

rurales, pero la ayuda proporcionada por los trabajadores industriales la mayoría de las cuales estaban ya vinculadas al partido oficial y a las re-
¡:
des políticas estatales que abarcaban a gobernadores, presidentes muni-

ayudaba a equilibrar un tanto la situación. Así, cuando los campesinos 1

de la hacienda San Lorenzo se enfrentaron a un escuadrón del ejército, cipales y fuerzas vivas locales. Aunque el conflicto se debía parcialmente 1

recibieron el apoyo de los obreros textiles de la planta de La Fe así como a la competencia por atraerse nuevas clientelas y por las bases sociológi- lt

:1,
de los trabajadores de la fundación Peñoles y de la jabonera La Unión. 5 ; camente diferentes de las dos organizaciones (pequeños propietarios
Poco después los trabajadores rurales del CRDP respondieron declaran- campesinos y ejidatarios frente a trabajadores urbanos y rurales proleta-
do huelgas en las haciendas, en solidaridad con los huelguistas de La Fe rizados), la rivalidad entre los afiliados de la CTM y las ligas adquirió cada
y en demanda de un salario mínimo agrícola de tres pesos. 58 En las ha- vez más un carácter ideológico, y las ligas y sus aliados entre los inspec-
ciendas y los ranchos continuaron produciéndose esporádicas acciones tores federales del trabajo denunciaban el trabajo de los "comunistas"
huelguísticas durante toda la huelga, larga y enconada, de La Fe, que en las haciendas. A pesar de la serie de "pactos de no agresión" firma-
culminaron en un paro de tres horas en 113 haciendas, organizado el 11 dos en enero y marzo de 1936, la hostilidad entre los sindicatos "rojos"
de enero de 1936 por la Federación Sindical Revolucionaria."' El último y las ligas siguió creciendo, alimentada por los esfuerzos del subsecreta-
episodio de ese ciclo particular de acciones solidarias obrero-campesi" rio del Interior Agustín Arroyo C. y del inspector laboral Rodolfo López
nas fue una manifestación de obreros textiles el 12 de enero, en protesta España, que presionaban a los sindicatos de obreros agrícolas para que
por el encarcelamiento de Arturo Orona, un dirigente comunista cam- abandonaran a la CTM y se unieran a las Ligas de Comunidades Agrarias.
pesino de Jimulco que se convertiría en la figura clave del comunismo A fines de marzo de 1936 la primera etapa de la lucha agraria en las
de La Laguna durante las siguientes tres décadas. 60 fincas algodoneras de La Laguna había concluido. La fuerza de trabajo
de las grandes haciendas se había sindicalizado gracias a los auspicios de
la FSR (Coahuila), la FSOC (Durango) y el Comité Regional de Defensa
Proletaria, con la ayuda del Partido Comunista Mexicano, aunque nos

108 109
normal de trabajadores importados (bonanceros) en preparación para la
falta información detallada sobre la presencia del PCM en cada finca huelga general, ahora emplazada para el 15 de junio. 66
particular. 62 Los sindicatos importantes de trabajadores industriales ur- En protesta por la extrema intransigencia mostrada por los patro-
banos, y especialmente los sindicatos metalúrgico y textil, ambos vincula- nes y por la demora en la implementación del acuerdo firmado en la
dos al PCM, apoyaron la organización de los peones acasillados. A la vez, ciudad de México, el CRDP hizo un breve paro en 109 haciendas y en las ir1
~!
muchos propietarios de haciendas habían aceptado contratos colectivos, fábricas La Fe y La Metalúrgica el 2 de junio. El paro tuvo éxito excepto
aunque el trabajo de los sindicatos "rojos" a menudo se veía obstaculiza- en dos haciendas donde los sindicatos de la CGT forzaron a los peones a
do porque los terratenientes despedían a los trabajadores sindicalizados volver al trabajo. 67 A una de estas haciendas, El Consuelo (del distrito de
y empleaban sindicatos blancos para dividir a la fuerza de trabajo. Matamoros), los trabajadores de las fábricas de Torreón y de la ciudad
La dirección, el ritmo y los tiempos de ese proceso se habían visto de Matamoros acudieron en ayuda de los peones del sindicato de Nico-
fuertemente determinados por una serie de variables estructurales de lás Lenine para sostener la huelga, lo que desembocó en una batalla en- :1
1'
naturaleza política, legal y económica. La mediación del estado, los par- tre los campesinos "rojos" y un contingente de tropas federales con cuya 1'

tidos políticos y los movimientos obreros nacionalmente organizados intervención las fuerzas blancas lograron romper la huelga. 68 La colabo-
(PCM, CNDP, CTM) fue crucial en el desarrollo de los sindicatos de peo-
ración trabajadores-campesinos se fortaleció aún más el 8 de junio,
nes. La Gran Depresión agudizó las tensiones sociales, expuso aún más cuando los obreros metalúrgicos de la planta Peñoles de Torreón anun-
brutalmente la fragilidad de la existencia de los peones en un marco do- ciaron su intención de apoyar la huelga general del 15 de junio con
minado por el trabajo asalariado y debilitó a la clase hacendada, cada paros de seis horas diarias distribuidos en los tres turnos de trabajo. 69
vez más presionada. Finalmente, el nuevo Código Agrario de 1934 eli- Sin embargo, el 15 de junio la huelga fue pospuesta una vez más por
minó muchos de los impedimentos legales que inhibían el acceso de los
cuarenta y cinco días con la condición de que todas las partes del con-
peones acasillados a la reforma agraria. . trato propuesto fueran implementadas de inmediato. 70 Ahora parecía
En mayo, el alcance de las demandas planteadas por los sindicatos
claro que el problema de La Laguna se resolvería en la ciudad de Méxi-
agrarios empezó a ampliarse: se solicitaba una firme acción del gobier- co, en los cuarteles generales de la CTM y en el palacio presidencial, lejos
no contra el desempleo y, de manera interesante, el reparto de tierras de los campos de La Laguna. Según Dionisio Encina, existía entonces es- ¡',,·¡··'··.,
en La Laguna. La primera mención de la deseabilidad de una división casa comunicación entre la Convención Obrero-Patronal de la ciudad '.¡:,
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de las grandes propiedades surgió a fines de marzo, durante la visita a la de México y la región, y había crecientes signos de impaciencia en el l,·:r.:
'I'.Í'r.
1

ciudad de México de una comisión del Comité Regional de Defensa Pro- CRDP y en muchos sindicatos agrarios. 71 La inestable tregua reinante en . ¡l
letaria de La Laguna, encabezada por el comunista Jorge Fernández
1

las haciendas de La Laguna se vio amenazada el 9 de junio por la deci- ,,'¡'.1


Anaya. 63 La demanda de reparto de tierras a los peones también figura- sión del CRDP de llevar a cabo huelgas en dos haciendas, San Ignacio y
ba entre la larga lista de demandas planteadas por el CRDP, la FSR y la Santa Lucrecia, donde los patrones rehusaban reinstalar a los despedi- 111·\ ''1
FSOC en mayo, aunque la mayor parte de los puntos incluidos en el plie- ¡:1
dos y continuaban violando los contratos colectivos. 72 !
go petitorio se referían a las condiciones de trabajo en las haciendas '1
A principios de agosto, la muy pospuesta huelga general, emplazada
(demandas de un aumento salarial del 50 por ciento, construcción de
1

para el día 10, fue retrasada por una semana más, debido en parte a la
escuelas y viviendas para los trabajadores y la reinstalación de los peones tibia respuesta de las Ligas de Comunidades Agrarias y los comités loca- 1 11

64
despedidos) . les de la CGT. Sin embargo, el apoyo a la acción agraria en el grueso de
Las demandas de mayo estaban respaldadas por la amenaza de una la fuerza de trabajo industrial de la región siguió consolidándose. El 10
11

huelga general regional que abarcaría a casi cien haciendas así como las de agosto, la Sección 74 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mine-
plantas textiles y metalúrgicas de Torreón. Los patrones respondieron ros y Metalúrgicos de Torreón garantizó una sustancial ayuda de mil pe-
11

con rodeos para lograr la posposición de la huelga emplazada. Acorda- sos por semana para los huelguistas rurales, y seis días después la recién
ron (durante las negociaciones en la ciudad de México) firmar un nue- creada sección regional de la CTM (Federación de Trabajadores de la Co- 1

vo acuerdo sobre los contratos colectivos, reinstalar a los trabajadores marca Lagunera) dio su total apoyo a la próxima huelga general. 7·' 1
despedidos y abandonar a los sindicatos blancos pero no lograron im- La huelga general estalló finalmente el 19 de agosto. Inicialmente
plementar sus promesas ya sobre el terreno, en La Laguna."' Al mismo participaron veinte mil peones de 104 haciendas de Coahuila y Duran-
tiempo los hacendados empezaron a contratar un número mayor del
111
110
go, aunque para el final de la huelga estaban afectadas más de 150 fin• cando a los sindicatos de peones y propiciando el arresto de los acti-
cas. Las principales demandas del comité de huelga eran una salario mí.; vistas."0 Es interesante que en ese estadio los trabajadores agrícolas re-
nimo diario de 2.50 pesos, viviendas, agua potable y atención médica y, sidentes querían que los bonanceros y otros trabajadores te¡:nporales sa-
una vez más, la entrega de lotes para que los cultivaran los trabajadores lieran de la región, ya que estaban siendo utilizados por los patrones
agrícolas. Sin embargo, no está claro qué significaba la referencia a esos para atacar a las trabajadores permanentes."' Esto hace aún' más notable
lotes (que no era una demanda nueva, como hemos visto). ¿Se trataba el hecho de que los beneficios del reparto de tierras se ampliaran muy
de un simple reconocimiento de la práctica tradicional según la cual los. pronto precisamente a esos grupos: cuando el reparto fue formalmente
trabajadores asalariados cultivaban alimentos para el consumo domésti"' declarado, el 6 de octubre, benefició a muchos más trabajadores de lo
co en pequeñas parcelas adyacentes a sus casas (una práctica heredadá que Cárdenas había anunciado a finales de agosto. Además de los quin-
de los tiempos en que muchos peones eran aparceros) o se trataba de una ce o dieciséis mil peones acasillados, unos diez mil eventuales y quince
señal de que las demandas "agraristas" podían coexistir junto a las de' mil bonanceros obtuvieron derechos ejidales." 2
mandas "proletarias"? 7•
IMPORTANCIA DEL REPARTO PARA LA ALIANZA OBRERO-CAMPESINA
Esta pregunta se vuelve aún más difícil de contestar debido al hecho
de que antes de que la huelga se iniciara habían recorrido La Laguna ru- 11:1!
Se ha dicho que el reparto de las fincas de La Laguna fue sólo una vic-

~
mores de que Cárdenas planeaba dividir las grandes fincas algodone-"
ras. 75 Además, a pesar del énfasis que ponían tanto el Partido Comunista toria parcial, y que al PCM le corresponde parte de la responsabilidad
como la CTM en el tema de la sindicalización y la lucha proletaria, la de~ por ello. Sus líderes y militantes locales eran políticamente poco sofisti-
cisión final de resolver el problema de La Laguna mediante un reparto cados, y se ha dicho que la posibilidad de nacionalizar la tierra y los ! :·¡~
de tierras espectacular puede no haber sorprendido tanto a las dos orga- medios de producción, para que fueran explotados colectivamente en 11
¡!1 ~
nizaciones. Un año antes, en junio de 1935, Lombardo Toledano había empresas socializadas, "nunca cruzó por sus mentes". El PCM no conocía 1

li'' '1!
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ya publicado un artículo sobre el problema de La Laguna ("La comarca la mecánica de los ejidos y las cooperativas y, según Arboleyda y Vázquez
de La Laguna en cifras")~ en el que pedía la división de las haciendas en León, "el ejido colectivo era aceptado simplemente porque no perturba-
1:¡1··

parcelas de no más de doscientas hectáreas, el otorgamiento de ejidos a ba las prácticas de trabajo colectivo de los antiguos peones y porque no 1!''

las comunidades agrarias y los peones acasillados, y la creación de un había conciencia política de los intereses a largo plazo de las masas ru- '¡,1:
,,,
rales"."' 1

contrato colectivo de trabajo con un salario mínimo de tres pesos, es '1

cir, un~ mezcla de demandas agraristas y proletarias. 76 Según un docu- Pero éste es un retrato demasiado simplista e implica el supuesto te- 11 :¡
mento interno del partido fechado en 1946, el PCM a principios de 1936-. leológico de que, debido al debilitamiento de la fuerza y de la unidad
también apoyaba la idea de conceder parcelas individuales a los trabaja~ de los ejidos colectivos que se produjo en los años cuarenta y cincuenta,
dores agrícolas. 77 ese proceso era inevitable. Primero, el ejido colectivo no era simplemen-
La huelga duró diez días, hasta el 28 de agosto, cuando se reinició el te una parcela campesina: los antiguos peones y sus consejeros deman-
trabajo en once haciendas. Al día siguiente, el presidente Cárdenas in- daron y obtuvieron reformas que iban más allá de la visión campesina
formó al Comité de Huelga de La Laguna (en el que figuraban Encina de cómo debía ser administrada la tierra. El ejido colectivo planteaba la
y Mario Pavón Flores, ambos del PCM, y Mariano Padilla y Lombardo To-: propiedad y la administración colectivas de los medios de producción,
ledano) que autorizaría el reparto de las haciendas algodoneras entre aunque las circunstancias (un giro a la derecha en el gobierno central,
quince mil peones que tuvieran derecho a ello, a condición de que la las divisiones propiciadas por el estado dentro de los ejidos y el debilita-
huelga se levantara formalmente. 78 El 31 de agosto, la Federación de · miento del control campesino sobre la administración, la tecnología y
Trabajadores de la Región Lagunera ordenó a los campesinos reiniciar los recursos) deterioraron rápidamente esa posibilidad. 84
el trabajo, y con ello levantó oficialmente la huelga. 79 Por tanto, la táctica del PCM en el periodo del reparto no debe enten-
En el intervalo que va de estos sucesos a la declaración oficial del re- derse separada de los acontecimientos que tuvieron lugar durante los
parto en octubre, los terratenientes y los arrendatarios adinerados, con- cuatro años siguientes (1936-1940), en los que los ejidos colectivos am-
fabulados con los militares, se apresuraron a descapitalizar sus fincas pliaron enormemente su esfera de influencia y control. El PCM desem-
llevándose el equipo, derramando las preciadas aguas del río Nazas, ata- peñó un papel central en ese proceso de ampliación, a partir de la crea-

112 113
demás actores sociales del centro de atención del PCM. Algo muy pare-
~ .!]'
ción en 1937 de comités consultores que daban a los ejidatarios un peso ¡,:
importante en las funciones administrativas del Banco de Crédito Ejidal, cido sucedía en las fincas colectivizadas de la industria azucarera del
al que se oponían fuertemente los agraristas "oficiales" organizados en norte de Sinaloa, donde el PCM también tenía una presencia significati-
las Ligas de Comunidades Agrarias. El PCM también proporcionó una va (aunque de mucho menor duración) .90
gran parte de la "dirección natural" para las que serían las sucesoras de Desde fines de los años treinta hasta los sesenta, el peso de los ejidata-
los comités consultores, conocidas como Uniones de Sociedades de Cré- rios de La Laguna dentro de la estructura general del PCM fue conside-
dito Ejidal (organizadas en cada una de las zonas ejidales principales) y rable. La autoridad personal de Encina estaba reforzada por la presencia
del "alto mando del movimiento", la Unión Central."' de muchas figuras laguneras en el Politburó y en el Comité Central, y la
Ésta fue la base material sobre la que el PCM construyó su sustancial simbiótica relación del partido con la Unión Central le dio acceso a re-
influencia en La Laguna: para diciembre de 1939, había 135 células del cursos financieros que le eran muy necesarios.
partido en Durango y Coahuila, con un total de 1 761 miembros. 86 Sin La colaboración entre los ejidatarios y los trabajadores industriales
embargo, la identificación de los militantes campesinos (y ciertamente también declinó drásticamente a partir de 1936. Una conferencia del
de muchos miembros de la Unión Central influidos por el PCM) con el partido celebrada en 1938 concluyó que esa colaboración había sido
Partido Comunista y sus cuadros directivos, impecables, trabajadores y "inexistente", y llamó a los trabajadores a formar brigadas de propagan- •J•.•:

I
,le~'

honestos, se debió tanto a la habilidad del PCM para el toma y daca po- da que fomentaran la educación revolucionaria de los ejidatarios, entre- 1

lítico y para la distribución de recursos, como a cuestiones de conciencia nándolos en contabilidad y en el manejo y el mantenimiento de la
'1'
de clase y de ideología formal. 87 maquinaria agrícola, y proporcionando préstamos y, cuando fuera nece- ',
¡;
En segundo lugar, el giro en la postura del PCM, de la defensa de la sario, brigadas de trabajo para ayudar en las tareas agrícolas urgentes. 91 1
,1··

sindicalización (1932-1936) a la aceptación de una opción agrarista a Sin embargo, la disminución de los contactos entre obreros y campesi- ·11:
1

'1
fines del verano de 1936, no se puede explicar simplemente como resul- nos también era favorecida por los agraristas de la Liga de Comunidades '1
-~j,j,11: '
¡¡l,¡
tado de la blandura ideológica del partido y su rendición ante el proyec- Agrarias y por el gobierno del estado de Coahuila, que atacaba "la inde-
to global del estado cardenista. Que el PCM se concentrara en el sin- bida interferencia de los obreros en los problemas agrarios". 92
111 1;
dicato y en una táctica sindicalista era enteramente lógico, en vista de Por lo tanto, después del reparto, el PCM no pudo o no quiso prestar 1'

que los acasillados no tenían derecho a recibir tierras antes del Código mucha atención a los intereses de aquellos campesinos de La Laguna 11'

que no obtuvieron la categoría de ejidatarios o a las necesidades del im- lli


Agrario de 1934; si solicitar tierras no era viable, entonces la organiza-
ción sindical era una táctica más adecuada. Coinciden temen te, la fase iz- portante número de trabajadores (tres mil en 1939) que continuaban la-
quierdista del PCM ( 1928-1935) también lo llevó a insistir en las tácticas borando como asalariados en las propiedades privadas que quedaban en
proletarias y de clase contra clase, y en un rechazo agresivo del agraris- la región. A pesar de que el gobierno del estado de Coahuila prohibió
mo "fingido" de las organizaciones campesinas aliadas con el partido en 1938 el registro de todos los sindicatos agrícolas, los peones declara-
oficial. Sin embargo, la conducta del partido y las preferencias de sus ba- ron muchas huelgas. Pero esta vez hubo escasas huellas de la solidaridad
ses en La Laguna no se pueden derivar mecánicamente de la ideología regional demostrada en 1936, y el episodio señaló el final efectivo del
formal articulada por la dirección nacional. sindicalismo agrícola en La Laguna. 93
Con todo, está muy claro que el reparto sí hizo que el PCM pasara de También el creciente anticomunismo de la CTM y de la nueva Confe-
ser el foco de una alianza obrero-campesina (antes de 1936) a ser el cen- deración Nacional Campesina a partir de 1938 tuvo su parte en debilitar
tro de una militancia mucho más restringida, basada en los ejidos colec- la influencia del Partido Comunista sobre los trabajadores situados fue-
tivos. En la práctica, ahora se limitaba a ocuparse de los intereses ra del sector ejidal. Además, la aceptación acrítica por parte del PCM de 1

colectivos del campesinado reconstituido a partir de los antiguos traba- las credenciales de Frente Popular que podía ostentar Lázaro Cárdenas,
jadores agrícolas."8 Estos intereses de los ejidos (producción, crédito, dis- y su adopción de la consigna de "Unidad a toda costa", en 1937, menos-
tribución) y la tendencia a aumentar la producción mediante políticas cabaron aún más su credibilidad y su reputación de independencia. No
de "emulación" llegaron a dominar las preocupaciones y la vida entera de fue sorprendente, pues, que en 1938 el PCM ordenara a sus afiliados eji-
toda la estructura del PCM en La Laguna por varias décadas. 89 En ese pro- datarios que se inscribieran en la CNC, aceptando con ello tácitamente
ceso, los ejidatarios y sus problemas desplazaron virtualmente a todos los la separación institucional entre trabajadores rurales y urbanos.

ll4 ll5
Sólo a fines de 1946 y en 1947 reconoció el partido las consecuencias IV. Las relaciones entre los comunistas mexicanos
de haber desatendido a la base (para entonces considerable) de prole- y estadounidenses: la herejía browderista, 1934-1946
tarios agrícolas que quedaban fuera del sector ejidal. En marzo de 1947,
el Partido Comunista ordenó a la Unión Central que abandonara la CNC
y volviera a afiliarse a la CTM, para "reconstruir la alianza obrero-campe-
sina". Desafortunadamente, era demasiado tarde.

INTRODUCCIÓN

Entre enero de 1944 y mediados de 1945 tuvo lugar uno de los episodios
más interesantes de la historia del comunismo en el continente ameri-
cano. Tras interpretar la cumbre de Teherán entre Stalin, Churchill y
Roosevelt como prueba de que estaba asegurada la colaboración pacífi-
ca de posguerra entre la Unión Soviética y las grandes potencias capita-
listas, Earl Browder, secretario general del Partido Comunista de Estados
Unidos (PCEU), se propuso adaptar su partido a ese optimista mundo
nuevo. El PCEU se disolvió en enero de 1944 y fue sustituido por un cuer-
po "educativo", la Asociación Política Comunista (APC).
El experimento de marxismo creativo que inaguró el "browderismo"
preveía un largo periodo de consolidación del orden capitalista y la erra-
dicación del miedo a que la posguerra trajera una revolución socialista
en Occidente. También pronosticaba una transformación radical de las
relaciones entre Estados Unidos y América Latina, como resultado de la
masiva expansión de las fuerzas productivas de la economía estadouni-
dense durante la guerra y de los proyectos de industrialización de los
países de América Latina. Según Browder y sus seguidores, los capitalis-
tas estadounidenses por necesidad buscarían nuevos mercados hacia el
sur, y los intereses mutuamente compatibles de los capitalistas de Esta-
dos Unidos y de una América Latina modernizante señalarían el fin del
antiguo modelo de explotación imperialista de los países coloniales y se-
micoloniales.
El interés histórico del episodio browderista reside en lo que revela
sobre la dinámica de la relación entre partidos comunistas nacionales y
el movimiento comunista internacional. El browderismo desafía el tipo
de análisis simple que subraya la subordinación de los partidos comunis-
tas a los intereses de la Unión Soviética, porque, a diferencia de muchos
otros acontecimientos clave en la historia del comunismo internacional,
fue exclusivo del hemisferio occidental; se originó en Estados Unidos e
influyó a los partidos comunistas de Cuba, México, Venezuela, Colom-
bia, Chile, Argentina y otros países. 1
La adopción de las ideas de Browder en América Latina fue prueba
de la influencia y el prestigio que tenía el PCEU en el continente, fenó-

116 117
meno que puede rastrearse hasta mediados de los años veinte, cuando la Comintern no iba acompañado de ninguna propuesta de futura
el partido estadounidense, por consejo de la Comintern, asumió la res- estructura organizativa para el movimiento comunista internacional.
ponsabilidad especial de guiar al movimiento comunista de América Tampoco de una mención de las metas no burguesas del movimiento
Latina y el Caribe. 2 Browder y el PCEU desempeñaron durante largo comunista o de las luchas anticoloniales en Asia, el Medio Oriente y
tiempo un importante papel en la vida interna del Partido Comunista otros lugares. Más bien, según el texto que anunciaba el fin de la Co-
Mexicano (especialmente en 1937 y en la crisis interna del partido, en mintern, la tarea principal de los partidos comunistas era la derrota del
1939-1940). Significativamente, una de las grandes preocupaciones de fascismo ("el enemigo mortal de la clase obrera y los trabajadores").'
Browder durante su encarcelamiento en Estados Unidos, en 1941, era si Es fácil ver de qué manera la disolución de la Comintern puede ha-
sus colegas del partido continuarían "reorientando a todos aquellos ami- berle dado a Browder confianza en que su novedosa gran estrategia se
gos que han aprendido a confiar en mi juicio en los 'principales asuntos, basaba firmemente en nociones que habían recibido el imprimatur de
[particularmente] nuestros amigos de toda América Latina".' Si los par- la Unión Soviética y del propio Stalin. El anuncio de la Comintern sobre
tidos comunistas de América Latina padecían un "síndrome de depen- su próxima disolución, después de todo, citaba el caso de la decisión del
dencia", la natur'!-leza de esa dependencia es mucho más compleja de lo propio partido estadounidense de abandonar la Comintern, en 1940,
que se ha reconocido generalmente. como prueba del "crecimiento y la madurez de los partidos comunistas ·'11,11

Aunque las ideas de Browder no tuvieron impacto mucho más allá de y sus cuadros dirigentes" y de sus demandas de "mayor flexibilidad e in-
Estados Unidos y los países de América Latina, los orígenes inmediatos dependencia". Además, Stalin en una entrevista con el correponsal de
del browderismo se encuentran en una serie de procesos más generales Reuter, poco después del mensaje final de la Comintern, había expresa-
que tuvieron lugar dentro del movimiento comunista internacional, y do su idea de que el fin de la Comintern, al estimular la unidad antifas-
muy particularmente en la disolución de la Internacional Comunista en cista, "despejaría el camino para la futura organización de una compañía
1943 y la aceptación de los comunistas de todo el mundo de la táctica de naciones basada en su igualdad" [subrayado mío]. 6
de Unidad Nacional durante la segunda guerra mundial. En est~ capí- Si el fin de la Comintern era una fuente de legitimidad para las ideas
tulo se examina el impacto del browderismo sobre el comunismo mexi- de Browder, el tema de la Unidad Nacional-que era la consigna de Jos
cano dentro del marco de los acontecimientos tanto nacionales como partidos comunistas de todo el mundo- anticipaba otros aspectos del
internacionales. browderismo. Después de que los nazis invadieron la Unión Soviética en
Una concepción tan radicalmente revisionista como el browderismo junio de 1941, los partidos comunistas de los países aliados abandona-
no podría haber sido implementada a tan gran escala, en toda América, ron su anterior postura de oposición a la "guerra imperialista" y se lan-
si no hubiera existido de antemano un importante relajamiento de la es- zaron a una frenética campaña de apoyo al esfuerzo de guerra de los
tructura organizativa del comunismo internacional. La disolución de la aliados y para la defensa de la Unión Soviética.
Comintern en junio de 1943 constituyó precisamente esa oportunidad, En esta nueva fase de la guerra, los partidos comunistas veían como
ya que el hecho fue universalmente interpretado como una carta blanca su principal objetivo construir amplias alianzas de fuerzas democráticas
para que los partidos comunistas desarrollaran políticas y tácticas con- y antifascistas, eliminar obstáculos para un aumento de la producción y
cordantes con las peculiaridades de cada contexto nacional particular. movilizar recursos humanos y materiales para la derrota de las potencias
La decisión de disolver la Internacional Comunista se tomó muy re- del Eje. La "Unidad Nacional" implicaba en algunos casos el relajamien-
pentinamente y sin aviso, en lo que generalmente se ha considerado un to o incluso el abandono de posturas que habían formado parte durante
intento de disipar los temores burgueses sobre una próxima revolución largo tiempo del programa de la izquierda. En todas partes, Jos partidos
proletaria mundial y por "facilitar las negociaciones con Roosevelt y comunistas hicieron de la "batalla por la producción" una de sus priori-
Churchill, cuya meta no era solamente lograr la derrota de Alemania dades.
sino también asegurar el reparto del mundo entre los 'Tres Grandes"'. 4 La dimensión externa es crucial en cualquier examen de los orígenes
Durante la fase de los frentes populares, en la historia de la Comin- del browderismo en América Latina y de su final extinción tras la publi-
tern, no se había rechazado la posibilidad de explotar la profunda crisis cación en Francia, en abril de 1945, de una carta de Duelos en que el di-
provocada por la depresión de los años treinta para pavimentar el ca- rigente comunista francés denunciaba la herejía browderista. Pero esa
mino hacia la revolución socialista. Pero el anuncio de la disolución de dimensión externa no debe distraer la atención de las circunstancias his-

118 119
tóricas y regionalmente específicas que prepararon el camino para la jas determinaciones de la política comunista en este periodo. Para ello
implementación de algunas de las ideas de Browder en casi todos los es necesario modificar algunas (aunque no todas) las nociones más bur-
países de América Latina. das sobre la historia comunista, según las cuales los partidos respondían
En México esas circunstancias locales se relacionaban con la partici- por reflejo condicionado a las directrices y consignas externas, nociones
pación del PCM en los planes de Vicente Lombardo Toledano para crear todavía comunes en la historiografía del movimiento comunista.
un nuevo partido de izquierda unificada que, con el tiempo, remplaza-
ría a todas las organizaciones socialistas y marxistas existentes y, posible- BROWDER Y EL BROWDERISMO
mente (aunque esto nunca quedaba claro en las muchas formulaciones
que hizo Lombardo de ese proyecto), incorporaría elementos del par- EarlJ. Browder era una figura muy adecuada para encabezar el intento
tido oficial, el PRM. También se vinculaban a esta cuestión los esfuerzos de su partido de crearse unas raíces "norteamericanas" más auténticas.
continuados, pero fallidos, de los comunistas mexicanos por ingresar en Nacido en Kansas y de "estirpe inglesa que se podía rastrear hasta los
el partido oficial, esfuerzos que se iniciaron durante el sexenio de Cár- tiempos revolucionarios", el ascenso de Browder a la dirección del PCEU
denas y continuaron durante la presidencia cada vez más conservadora de en 1934 era símbolo de que el partido salía de su dependencia respecto
Manuel Ávila Camacho (1940-1946). La adopción de los rasgos brow- de los extranjeros." Para los años treinta, el PCEU enarbolaba la consigna
deristas por el PCM en 1944-1945 fue vista claramente por algunos co- "El comunismo es el americanismo del siglo XX".
munistas como una medida que podría facilitar un acercamiento con Aunque algunas de las opiniones heréticas de Browder se pueden ras-
el PRM. trear en documentos que publicó en 1942, su discurso de Bridgeport, el
La idea de Browder de que la posguerra traería una era de prosperi- 12 de diciembre de 1943, titulado "Teherán: El mayor parteaguas de la
dad y de armonía entre Estados Unidos y América Latina, basada en el historia" fue el marco básico de lo que más tarde se llamaría browderis-
interés común por la industrialización, no era en absoluto una ilusión mo. En Bridgeport, Browder consideró que la Conferencia de Teherán
exclusivamente estadounidense. Ya existía un amplio consenso dentro y la declaración que emanó de ella constituían "el mayor y más impor-
de la izquierda mexicana respecto a que el esfuerzo por la industrializa- tante parteaguas de toda la historia". Tras señalar que "hay muchas cosas
ción como precondición de la independencia económica era urgente y que no están dichas explícitamente en la Declaración de la Conferencia
correcto. La postura de Browder en 1944-1945 coincidía fácilmente con de Teherán, pero que están implícitas y tienen que ver con ella", Brow-
ese consenso aunque, como veremos, el Partido Comunista Mexicano der argumentaba que Inglaterra y Estados Unidos "han pasado la página
estaba dividido en cuanto a qué tanto el proyecto de industrialización finalmente y para siempre sobre su vieja expectativa de que la Unión So-
requería relajar la oposición de la izquierda al aumento de la inversión es- viética como país socialista desaparezca algún día". La colaboración 1
1

::
tadounidense en la economía mexicana. durante la guerra y la lucha antifascista habían sentado las bases para la
Así pues, el browderismo no surgió del total vacío y los partidos co- cooperación pacífica con la Unión Soviética en la posguerra. Además,
munistas latinoamericanos previeron algunos de sus rasgos incluso antes este nuevo orden se basaría en la reconstrucción de la base democráti-
de que el PCEU sufriera su transformación a principios de 1944. En ju- co-burguesa y capitalista de Europa occidental y central y en la erradica-
nio de 1943, por ejemplo, poco después de la disolución de la Comin- ción final del miedo de la clase gobernante estadounidense a que una
tern, el Partido Comunista de Costa Rica cambió su nombre por el de revolución socialista tuviera lugar en la posguerra. 9
Vanguardia Popular, en un gesto browderista avant la lettre. El partido Teherán forzaría un completo reajuste de las actitudes de la izquierda
cubano, que sería luego el más "browderizado" de América Latina, esta- internacional; "las viejas fórmulas y los viejos prejuicios" ya no serían
ba en diciembre de 1943 considerando propuestas para un cambio de de utilidad. Más polémicamente, Browder concluía que "las divisiones de
nombre (ya sin la palabra "comunista") y para una reestructuración clases o los agrupamientos políticos no tienen ahora importancia excep- !i

11;
radical de su organización tradicional, más o menos al mismo tiempo to en la medida en que reflejan un lado o [el] otro de esta cuestión [i.e.,
que Earl Browder hacía su sensacional declaración sobre el futuro del la estabilidad de una coalición anglo-soviético-estadounidense] ". 10 Con- 1

movimiento comunista de Estados Unidos, en Bridgeport, Connecticut. 7 forme Browder empezaba a elaborar sus ideas iniciales en medio del cre-
Por lo tanto, un examen de la forma en que el browderismo fue asi- ciente optimismo por el resultado de la guerra, se fue esbozando una
milado en México puede ser una oportunidad para explorar las comple- visión extraordinariamente provocativa del carácter de las relaciones po-

120 121
'1'1.'1
1::

líticas y económicas de posguerra, tanto entre el Este y el Oeste como del nivel de vida y una economía equilibrada. A cambio, el capital angloa-
entre el Norte y el Sur. mericano "debía recibir una ganada y unos plazos de amortización razo-
Según Browder, los círculos capitalistas occidentales estaban ahora nables". Y finalmente, era necesario poner límites a la incontrolada riva-
convencidos de que el tipo de oposición a la Unión Soviética que se ha- lidad entre las dos potencias imperialistas. 14
bía dado en la preguerra los llevaría al desastre. Además, Browder creía En la Convención Constituyente de la nueva Asociación Política Co-
que había signos de que Roosevelt y Churchill se proponían "liberar a munista (APC) que se reunió en Nueva York en mayo de 1944, Browder
las fuerzas de la revolución democrática del pueblo, y acabar con todas las saludó a los delegados fraternos de los partidos de América Latina y tras
formas de absolutismo". 11 lamentar que el cubano y el mexicano no hubieran podido asistir, desa-
Más importante aún, en cuanto a las relaciones norte-sur, la coexisten- rrolló más extensamente los puntos que había defendido en su libro de
cia pacífica de la posguerra era un resultado de la necesidad occidental reciente publicación, Teheran: Our Path in War and Peace (Teherán: nuestra
de disponer de mercados estables y crecientes para sus exportaciones. senda en la guerra y en la paz).
Continuar las rivalidades entre las grandes potencias durante y después
de la guerra perjudicaría la solución pacífica de este problema. La opi- Necesitamos mucho a América Latina en el mundo de posguerra. Ne-
nión de Browder sobre el asunto era clara: "Debe disolverse la ilimitada cesitamos a América Latina especialmente porque todo nuestro siste- F
rivalidad entre los ingleses y los estadounidenses, debe proporcionarse a ma de civilización en este país, toda la operación continua de nuestra
cada lado su parte en el proyecto común mediante una relación acor- economía de la que depende nuestro pan de cada día, dependen de
dada según las expectativas pasadas y las capacidades presentes".
12
encontrar otras tierras que nos alivien de la tremenda producción
Browder eligió a América Latina como caso paradigmático de los de nuestras fábricas que no sabemos cómo consumir nosotros mis-
cambios habidos en el marco de las relaciones económicas capitalistas mos. Y dependemos de América Latina para que nos ayude a este res-
internacionales que veía surgir en embrión y que quería ver desarrollar- pecto. Por favor, América Latina, hazte cargo de gran cantidad de
se y consolidarse. De hecho, veía a América Latina como el terreno de nuestras mercancías en el mundo de la posguerra. 15
prueba clave para sus teorías.
La cuestión de las rivalidades entre las Grandes Potencias tenía una Tras señalar cómo el masivo desarrollo de las fuerzas productivas in-
gran urgencia contemporánea para Browder, particularmente en Ar- ducido por la guerra en Estados Unidos amenazaba con una crisis de
gentina, donde Juan Perón llegó a la vicepresidencia con un gobierno subconsumo, Browder pasó a defender la necesidad de unas relaciones
militar defacto que tomó el poder en 1943 y rehusaba entrar en la gue- diferentes entre Estados Unidos y América Latina, que no se basaran en
rra del lado aliado o colaborar con los planes estadounidenses para un términos inequitativos de comercio, imperialismo, codicia y explotación.
nuevo sistema económico y de defensa panamericano. El movimiento La lógica misma de la acumulación de capital produciría estos cambios,
comunista internacional denunció al joven Juan Perón como nazi, y se- creía. El resultado más importante sería el impulso a la modernización
ñaló el riesgo de que las rivalidades interimperialistas (y en particular la y la industrialización de América Latina. Esto forzaría a los países lati-
competencia entre Inglaterra y Estados Unidos) abrieran la puerta al noamericanos a importar de Estados Unidos nuevos medios de produc-
fascismo. 13 ción a la vez que elevaría los niveles de vida del pueblo en el sur, y la
Pero lo que ocupaba más que nada la atención de Browder era la re- riqueza creada por la industrialización significaría que América Latina
forma de las relaciones interamericanas. Según él, Estados Unidos tenía podría permitirse pagar el aumento de las importaciones.
que hacerse responsable de modificar las relaciones existentes, ya que Según Browder, los capitalistas estadounidenses estaban despertando
1
"es el único que puede proyectar un programa común de escala y al- al hecho de que "las ganancias coloniales al viejo estilo" iban de salida y
cance suficientes para englobar en su inmensidad todos los intereses que los viejos mercados eran demasiado pequeños para la industria de
creados especiales". Su país debía tomar la delantera y proponer un pro- Estados Unidos. Concluyó su mens~e a los delegados latinoamericanos
grama común de desarrollo económico de los países latinoamericanos. declarando que confiaba en que cuando la guerra hubiera terminado
Había que reconciliar los intereses de cada vértice del triángulo forma- los latinoamericanos "colaborarán con nuestros nuevos capitalistas para
do por Inglaterra, Estados Unidos y América Latina. América Latina ne- hallar los mercados que éstos deben tener" y, con ello, inauguró una ex-
cesitaba que se le garantizara su independencia nacional, una elevación tensión de la Política del Buen Vecino. 16

122 123
Lo que otros veían como rumbos tentativos, fenómenos coyunturales Laborde y Valentín Campa, le proporcionaron a Blas Roca una oportu-
o meras tendencias que había que nutrir y estimular, Browder lo conver- nidad ideal para actuar como consejero y mediador.
tía en un estado ya alcanzado. Era igualmente vehemente al expresar un Roca derrochó sus consejos generosamente a principios de 1940. En
tercer elemento de su pensamiento: una apreciación realista de la con- varias ocasiones, en 1941 y 1943, asistió a reuniones del Buró Político del
ciencia popular estadounidense. Sostenía que "el pueblo estadouni- PCM así como a las sesiones plenarias de su Comité Central. 19 Insistía es-
dense está tan mal preparado subjetivamente para cualquier cambio pecialmente en la forma en que los comunistas mexicanos debían interc
profundo en la dirección del socialismo que ningún plan de posguerra pretar la consigna de Unidad Nacional después de la entrada de la
que tenga ese objetivo podrá unificar a la nación"Y Unión Soviética en la guerra, en 1941. Su sugerencia de que el partido
La tendencia de Browder a hacer juicios a outrance despertó oposi- debía tratar de ganarse a las masas campesinas que participaban en el se-
ción dentro del PCEU. Encabezada por William Z. Foster, que se había mifascista movimiento sinarquista provocó consternación en las altas y
opuesto a las ideas de Browder desde el principio, la corriente antibrow- bajas esferas del partido. Roca también insistía en denunciar cualquier
derista pasó, de ser un movimiento interno y no público, a constituir intento de reconciliar al PCM con sus dirigentes expulsados, Campa y La-
una rebelión a gran escala en 1945. Como resultado, se reconstituyó el borde, postura que contribuyó a exacerbar las tensiones internas del
PCEU, se destituyó a Browder de su posición directiva y finalmente (en partido y a suscitar otra desastrosa ola de expulsiones en octubre de
febrero de 1946) se le expulsó del partido. 1943. 20

EL BROWDERISMO DE CUBA A MÉXICO EL PARTIDO COMUNISTA MEXICANO

El primer partido comunista latinoamericano que respondió a los pun- Mientras el partido cubano había aumentado tanto su número de miem-
tos de vista de Browder fue la Unión Revolucionaria Comunista (URC) bros como su influencia en los tres primeros años de los cuarenta, los
de Cuba, y durante 1944 y 1945 los comunistas cubanos fueron sus se- comunistas mexicanos se encontraban bastante desorganizados, punto
guidores latinoamericanos más entusiastas. La traducción al españ6l del en el que Roca solía insistir durante sus visitas al cuartel general del PCM.
libro de Browder, Teheran, vendió más de veinte mil ejemplares en Cuba, La decadencia del Partido Comunista Mexicano resultaba aún más des-
y cuando la publicación de la carta de Duelos puso fin a la herejía brow- moralizadora dados los importantes logros alcanzados a mediados y
derista en Estados Unidos, el partido cubano tardó más tiempo que nin- fines de los años treinta, cuando había aumentado masivamente su nú-
gún otro de América Latina en rectificar su posición. 18 mero de miembros y logrado una gran influencia en sectores clave de la
Ya hemos señalado la influencia de los comunistas cubanos sobre los intelligentsia, la clase obrera organizada y el campesinado.
partidos comunistas del resto de América Latina. En ningún lugar eran El Congreso Extraordinario de 1940 y las purgas que lo acompañaron
esa influencia y ese prestigio más obvios que en las relaciones de los cu- no habían resuelto ninguno de los temas que dividían a la directiva del
banos con el Partido Comunista Mexicano, impresionado por el espec- PCM antes de 1940. La "Unidad a toda costa" se había transformado en
tacular y aparentemente eficaz acercamiento entre Batista y la URC y por la consigna de "Unidad Nacional" y era interpretada, como veremos, de
los éxitos electorales y sindicales de los cubanos. Bias Roca visitó México forma tal que el partido pasó de "ir a la cola" de Cárdenas a "ir a la cola"
por primer vez en 1939, pero su influencia sobre los círculos internos se del gobierno infinitamente más conservador de Ávila Camacho. Ade-
volvió decisiva cuando Dionisia Encina fue nombrado líder del partido más, se había sentado el precedente de resolver los conflictos internos
en 1940. mediante purgas y expulsiones.
El nuevo dirigente comunista mexicano era un experimentado orga- El efecto más inmediato de la purga fue una pérdida masiva de miem-
nizador agrario y obrero pero, en comparación con su predecesor, Her- bros. En diciembre de 1941, el número de éstos había descendido a 4 500;
nán Laborde, Encina poseía escasas dotes como teórico y estratega, y era esto representaba una caída del 800 por ciento. En el IX Congreso del
conocido por su estilo vacilante y demasiado dependiente de los conse- PCM, celebrado en mayo de 1944, se informó de una recuperación del nú-
jos de otros cuadros del partido. La debilidad de Encina como dirigente mero de miembros hasta un total de 7 300, pero las fuentes no oficiales
partidario y las disputas latentes en el interior de la dirección del PCM, del partido sugieren que la cifra real no pasaba de los 2 000. 21 Entre tan-
resultado de las luchas internas de 1939-1940 y la expulsión de Hernán to, el movimiento obrero sufría un rápido proceso de desintegración

124 125
Por otra parte, la obsesión del PCM con la unidad obrera era la clave
que ponía seriamente en peligro el dominio de la CTM. Los problemas que
de su lucha antifascista y su continuada obsesión con las purgas de 1940
enfrentaba eran acrecentados por las ambiciones políticas y personales de
parecía reforzar algunos de sus rasgos tradicionales más negativos. Se-
camarillas sindicales burocratizadas, un resentimiento generalizado en las 1
guía teniendo una actitud muy sectaria respecto de las tendencias socia-
bases por la corrupción y las prácticas antidemocráticas y, en no menor
listas y marxistas que planteaban críticas a la corrupción y la violencia
grado, por la incapacidad de la izquierda para presentar una alternativa
de la CTM. Así, los comunistas mexicanos estaban dispuestos a colaborar
creíble a sus bases supuestamente "naturales".
La hegemonía de la CTM empezó a tambalearse en 1941 y 1942, cuan- con los cetemistas, cada vez más desacreditados y anticomunistas, mien-
do surgieron dos nuevas centrales obreras, la Confederación Proletaria tras se negaban a colaborar con los proyectos socialistas independientes
Nacional (CPN) y la Confederación de Obreros y Campesinos de México del tipo de la Liga de Acción Política encabezada por Narciso Bassols. 23
(COCM), y varias de las más importantes federaciones estatales se separa-
Al mismo tiempo, el PCM expresaba un odio implacable por los expulsa-
22 dos de 1940, como Valentín Campa, que gozaba de considerable respal-
ron de la CTM, ayudadas e instigadas por los gobernadores de los estados.
do sindical. 26
Así pues, para 1943 había cinco organizaciones que se proclamaban 1

federaciones obreras de alcance nacional (CTM, CPN, COCM, CROM y


LA UNIDAD NACIONAL
CGT), y la CTM se vio forzada a pasar a la defensiva. Se hallaba en una po-
sición minoritaria, por ejemplo, en el Consejo Obrero Nacional (CON)
Las posiciones del PCM respecto de los frentes industrial y político obede-
creado en junio de 1942 como coalición, patrocinada por el gobierno,
cían a dos preocupaciones básicas. La más reciente de ellas era la cues-
de federaciones sindicales preocupadas por colaborar con la econo-
mía de guerra del país. 23 Las brechas que dejó la desintegración parcial tión de cómo interpretar la estrategia de Unidad Nacional, que se convirtió
de la CTM fueron llenadas por jefes sindicales que explotaban el resenti- en una obsesión del partido tras el ataque de los nazis a la Unión Soviética
miento de las bases contra la desacreditada dirección de la Confedera- en junio de 1941. Conservar la unidad del movimiento obrero, lo que en
ción y que formaban nuevas bases sindicales de orientación fuertemente la práctica significaba apuntalar a la tambaleante CTM, era una viga maes-
anticomunista. Nunca en toda su historia estaría la CTM tan débil y di- tra de la nueva línea del partido. Sin embargo, estaba subordinada a la
meta suprema de fortalecer la contribución política y económica de la ad-
vidida como en los años de la guerra.
Por lo tanto, el acercamiento temporal de la CTM al PCM en 1944, du- ministración de Ávila Camacho al esfuerzo de guerra aliado y, por tanto,
la defensa de la Unión Soviética.
rante el primer estadio del browderismo mexicano, se explica, en parte,
A fines de 1941, el Partido Comunista hizo una serie de propuestas
en términos de los graves problemas internos que encaraban las dos or-
para la defensa del país que incluían el servicio militar obligatorio, la fir-
ganizaciones. Ambas habían sufrido escisiones y disidencias, y ambas ne-
ma de un tratado militar y comercial con Estados Unidos para la defensa
cesitaban recuperar el control sobre sus respectivas bases. Además, cada
de México y el desarrollo de las industrias mexicanas, así como cambios
una de las dos organizaciones quería imponer su orientación al movi-
en las tácticas del partido en el frente industrial para evitar las huelgas
miento obrero, para consolidar y relegitimar su propio liderazgo.
En ningún momento se vio más claramente este efímero matrimonio innecesarias que pudieran dañar la producción. 27 Y, en caso de que que- ¡¡ ·1'

dara alguna duda sobre el "superpatriotismo" del Partido Comunista, el


de conveniencia entre la CTM y el PCM que durante una asamblea reali~ 111 1

periódico del PCM, La Voz de México, reforzó el apoyo de sus editoriales ¡.1i.'
zada por el PCM en su IX Congreso, en mayo de 1944. En esa ocasión, el '

líder de la CTM criticó una serie de paros salvajes realizados por sec- al presidente Ávila Camacho con una página de fotografías de Hidalgo, 11

Morelos y Juárez bajo el encabezado "El ejemplo de nuestros héroes es


ciones del sindicato de ferrocarrileros, porque los consideraba obra de 1¡

la garantía de nuestra victoria" .28


"elementos expulsados del Partido Comunista", en clara referencia a
Sin embargo, el PCM no tenía el monopolio de la interpretación de la
Valentín Campa y otros miembros de la antes poderosa base del PCM en
consigna de Unidad Nacional. Para el gobierno de Ávila Camacho, que
el STFRM. Embalado en el tema de la "traición desde dentro", Velázquez
había empezado a enarbolar esa bandera mucho antes que el partido, esta
señaló a continuación que tanto la CTM como el PCM habían reciente-
estrategia fue una prioridad que redujo aún más los avances obtenidos
mente "limpiado un poco la casa", gracias a lo cual las dos organizaciones
por los movimientos obrero y campesino durante 1935-1938, proceso que
ahora "estamos en condiciones de fraternizar a diario sin temor a que
ya se había iniciado durante los últimos años del sexenio de Cárdenas.
suframos ningún tropiezo". 24
127
126
]11!

El Código Federal del Trabajo fue modificado para dificultar la reali- con Lombardo Toledano, quien, Roca estaba convencido, "marcha rápi-
damente hacia ser un comunista"."
~1 1
zación de huelgas, y las huelgas "ilegales" (la noción de huelga legal era
una importante innovación) quedaban severamente penalizadas. 2" En el Pero los errores del PCM eran principalmente resultado de sus pro- 1!'1
i!
campo, la nueva legislación agraria debilitaba la posición de los ejidos pios actos. A pesar de que su dirección denunciaba constantemente la ¡ 1

colectivos e impulsaba al capital agrario, y se emprendió una campaña conducta crasamente oportunista que había tenido el partido durante el
política concertada para quebrar y dividir a los sectores más combativos sexenio de Cárdenas, no había signo alguno de que hubiera asimilado
y autónomos de los defensores de la reforma agraria. De manera penosa ninguna de las lecciones positivas de los acontecimientos de 1940. Los
para el PCM, fue en las zonas algodoneras de La Laguna, donde los co- comunistas mexicanos todavía eran adictos a la idea de que lo mejor pa-
munistas mexicanos tenían todavía fuerza considerable, donde la nueva ra sus intereses era continuar "radicalizando" la Revolución Mexicana,
línea agraria generó el mayor impacto.'" especialmente intentando empujar al partido oficial, el PRM, hacia la iz- 1'

También en otros campos la "moderación" de Ávila Camacho impli- quierda. 1

:1¡
caba un claro giro a la derecha en la dirección de las políticas del estado. Estas nociones estaban ya firmemente arraigadas en la práctica del
1¡.
PCM, dado que formaban parte del bagaje ideológico de toda la expe-
En las escuelas públicas los comunistas y los radicales empezaron a ser
perseguidos con entusiasmo por la Secretaría de Educación; el plan de riencia de frentes populares de los años treinta. Lo que sí era nuevo en
estudios era "moderado", a la vez que los cambios al artículo 3o de la su discurso político, tal como se desarrolló a principios de los cuarenta, illi

Constitución hechos en enero de 1942 debilitaban el compromiso con era la obsesión con la idea de encrucijada, introducida por primera vez
la "educación socialista", adoptado en los años treinta.'' durante el Congreso de 1940. Ante las abundantes pruebas de lacre- jl,'i

La tendencia cada vez más conservadora del gobierno representaba ciente vitalidad del capitalismo mexicano y de las concesiones que hacía ·'l!

un serio problema para el Partido Comunista. ¿Cómo se podía defender el estado al capital nativo y extranjero, la dirección del PCM concluía !:
la política de Unidad Nacional cuando todas las evidencias mostraban el que el futuro de la "revolución democrático-burguesa mexicana" estaba :1!'~·1
',~

carácter cada vez más reaccionario del gobierno de Ávila Camacho? Tan- en el equilibrio. "¡ii'1l
to en las bases como en la dirección del partido había una clara preo- Sólo podía haber dos formas de resolver la crisis: una revolucionaria
y otra contrarrevolucionaria. La tarea del partido mexicano a partir de l;1'
cupación por la dirección que adoptaba el gobierno y alarma por el
comportamiento de algunos de sus miembros más destacados, especial- 1940 estaba clara: "impulsar la revolución ... hacerla marchar a un ritmo
mente Maximino, el hermano del presidente, notoriamente anticomu- más rápido". 3' Los sujetos claves de la ''vía revolucionaria" eran la iz- 1!¡'
nista y profascista. 32 A pesar de estas preocupaciones privadas, la postura quierda marxista y socialista, los capitalistas nacionales y los demócratas 11,11:

pública del PCM no dejaba entrever ningún esfuerzo serio por analizar el revolucionarios que habían surgido como la fuerza dirigente de la Revo- ili: ?!
nuevo modelo de desarrollo que estaba surgiendo durante la segunda lución Mexicana. Este último grupo era a veces identificado con el par-
llll.i:l¡
guerra mundial. tido gobernante en su conjunto y otras veces con su ala "progresista".
11'1
Todas las demás fuerzas se situaban en el campo contrarrevolucionario.
~
l
En parte, éste era el resultado del tono autoritario y la poca disposi- ·¡

ción a ayudar que empleó Blas Roca durante 1941-1943. Roca demanda- Durante toda la década de los cuarenta y a principios de los cincuenta 11

ba que el partido mexicano imitara el ejemplo del cubano interpretando las concepciones estratégicas del PCM descansaron fundamentalmente
la Unidad Nacional de la manera más amplia posible. Esto implicaba en una insistente reiteración de esta creencia simple en una revolución 111:
plantear demandas deliberadamente "excesivas" como el servicio militar permanentemente estacionada en la encrucijada entre el avance revolu- 11

obligatorio y una alianza formal con Estados Unidos. También incluía cionario y la contrarrevolución. La aplicación mecánica de la noción de
abandonar toda discusión dentro del partido en torno a temas como las encrucijada permitió al partido mexicano eludir cualquier intento serio 111!1

modificaciones al artículo 3o de la Constitución (sobre el carácter secu- de examinar las bases del sostenido giro a la derecha que se había ini-
lar de la educación) propuestas por el gobierno, porque podía "blo- ciado a fines de los treinta, y de pesar sus implicaciones para la
quear la entrada de los católicos a la lucha antifascista". El líder cubano estrategia de la izquierda."
también recomendaba que el PCM moderara sus campañas de recluta-
miento, reconociera la grave amenaza que planteaban los socialistas in-
dependientes como Narciso Bassols y colaborara con mayor entusiasmo

128 129
LAS RELACIONES CON LOMBARDO TOLEDANO ner fin a la excesiva dependencia del PCM respecto de los consejos de
Lombardo y de otros camaradas extranjeros; también fueron expulsados
La historia del comunismo mexicano en los cuarenta y los antecedentes algunos de los más leales defensores de Lombardo dentro del partido,
del browderismo mexicano también están íntimamente ligados con la como Enrique Ramírez y Ramírez y el novelista José Revueltas.'"
cuestión de las relaciones estrechas pero tempestuosas que sostuvieron A pesar del colapso temporal de las conversaciones con Lombardo,
los comunistas con Vicente Lombardo Toledano. A fines de los treinta, queda claro que buena parte de lo que más tarde (en 1944-1945) sella-
la dirección del PCM (especialmente Valentín Campa, Jorge Fernández maría "browderismo" se hallaba en germen en el curso de las relaciones l!''
;

Anaya y Miguel Ángel Velasco) seguía estando dividida en cuanto a la del PCM no sólo con Lombardo sino con el gobierno de Ávila Camacho 1
cuestión de Lombardo. No resolvieron el problema ni las purgas reali- y con la sociedad mexicana en su conjunto. El argumento de que la si-
zadas en 1940 (que eliminaron a Valentín Campa) ni una segunda ola tuación mexicana demandaba la creación de un "partido de nuevo
11,

de expulsiones en el otoño de 1943, que implicaron a antilombardistas tipo", en todo caso, no era nuevo. Pero no estaba claro cómo sería ese
como Velasco y a los más ardientes compañeros de viaje del Maestro, co- "nuevo partido" y cuál sería su relación con el PCM, la autodenominada 1,1
1¡,

mo Enrique Ramírez y Ramírez. vanguardia de las fuerzas revolucionarias, ni con el partido "oficial", el ;l

En la primera mitad de la década de los cuarenta, las diarias relacio- PRM. ¿Se limitaría el nuevo partido a la izquierda socialista, o incluiría a
nes del PCM con Lombardo llegaron a centrarse cada vez más en yn solo los nacionalistas revolucionarios e incluso a burgueses liberales y conser- I!V
11¡,\¡
punto: la obsesión de Lombardo de crear un nuevo partido amplio de vadores "demócratas"? Los sucesos de los años siguientes mostrarían que
izquierda. Los orígenes de este proyecto se remontan a 1939, pero la la visión de Lombardo era extraordinariamente fluida, y sólo en 1947,
idea de un nuevo partido resurgió más o menos públicamente en 1941. con los preparativos para la creación del Partido Popular, se traduciría
En junio de 1943, el pleno del PCM aprobó la creación de una comisión de manera definitiva en una realidad política.
conjunta, integrada por Lombardo y miembros del Buró PolÍtico del
partido, para discutir un programa y una declaración de principios para EL BROWDERISMO EN MÉXICO: PRIMERAS ETAPAS
un nuevo partido que sería resultado de una fusión de todas las corrien-
tes marxistas de México. Un mes antes, había sido disuelta la Comin- El 30 de enero de 1944, el periódico del PCM, La Voz de México, informó so-
tern, y esta acción decisiva era considerada por ambas partes como un bre la creación de la Asociación Política Comunista en Estados Unidos, y
momento particularmente oportuno para la creación de un solo parti- -sobre el discurso pronunciado el 10 de enero por Earl Browder. Once días ···1
do de la izquierda. 36 más tarde, La Voz señalaba que el Partido Comunista Cubano había cam- 1'
1

El fin de la Internacional Comunista provocó abundantes comen- biado su nombre por el de Partido Socialista Popular. Aunque eran sus 1111
11
''·

tarios en la prensa mexicana y en la izquierda, mientras la dirección del primeros reconocimientos públicos de que ocurrían cosas importantes en
propio Partido Comunista parecía inicialmente confundida acerca de la el PCEU, es muy probable que la dirección del PCM conociera las inten-
importancia del hecho. Mientras algunas figuras como Bias Manrique, ciones de Browder semanas antes de que La Voz empezara a dar detalles 11111
secretario de organización del partido, sostenían que no había ocurrido de lo que ocurría al norte de la frontera. Ciertamente, Dionisia Encina
'1''11 1i
nada muy importante, otros veían una oportunidad dorada para que el estuvo en constante comunicación con figuras destacadas de los partidos 1
1 ¡' 1
PCM se abriera un camino independiente más claramente adaptado a las tanto estadounidense como cubano durante los últimos meses de 1943!" :1,'
Los primeros signos claros del impacto que tendría en México lo que
1

circunstancias nacionales. 37
Sin embargo, no había coincidencia sobre dicho camino. Además, en ocurría en Estados Unidos surgieron en la reunión del Buró Político del 11' 11

el verano de 1943 una campaña concertada para destituir a Encina de PCM, el16 de marzo. En el orden del día había una serie de asuntos rela-
1
~,!
1' 1

su puesto como secretario general vino a confundir todavía más la situa- cionados con el IX Congreso del Partido, programado para mayo de
ción.'" Todo ello hizo imposible sostener el trabajo de la comisión PCM- 1944. Tanto Encina como Bias Manrique, el secretario de organización,
Lombardo y para el final del año ésta había dejado de funcionar. El sugirieron la necesidad de "cambios profundos" en la propaganda del
golpe final a su viabilidad fue la ola de expulsiones del PCM que tuvo PCM si se quería que fuera viable el proyecto de un nuevo partido. Es in-
lugar en octubre de 1943. Entre los expulsados había personas como Mi- teresante señalar que todavía a mediados de marzo de 1944las referen-
guel Ángel Velasco, el más persistente defensor de la necesidad de po- cias al "nuevo partido" en el Politburó estaban mucho más ligadas a las

130 131
"'li
estancadas conversaciones que habían tenido con Lombardo el año an- Cuando su IX Congreso se reunió, en mayo de 1944, el Partido Comu-
terior que a lo que sucedía en Estados Unidos! 1 nista estaba listo para adoptar el "browderismo" en una amplia gama de
En esa etapa, sin embargo, no estaba claro si la propuesta de un Par- puntos. La atmósfera del congreso y los nombres de algunos de los invi-
tido Socialista Mexicano, que discutía la dirección del PCM, se refería al tados especiales que debían hablar en la asamblea pública inaugural
proyecto lombardista de un nuevo partido que unificaría a todas las co- realizada en el Palacio de Bellas Artes merecen algún comentario. A esa
rrientes socialistas y marxistas, o al propio Partido Comunista. De un sesión inaugural asistieron tres distinguidas figuras no comunistas: An-
modo confuso, en la retórica de los dirigentes coexistían elementos de tonio Villalobos, presidente del PRM; Fidel Velázquez, secretario general
ambos proyectos. de la CTM, y Blas Chumacero, otra destacada personalidad de la CTM.
Lo que sí poseía alguna coherencia era la idea que éstos tenían de la Ante el congreso, Villalobos defendió al PCM de una serie de cargos
dirección que debían seguir los cambios. Blas Manrique y otros empeza- que la derecha lanzaba contra él (algunos hechos por miembros de su
ron por proponer modificaciones en el nombre, la organización, las propio partido) y agradeció las ofertas de colaboración y apoyo que hacía
consignas y el himno del partido. El argumento para adoptar el término el Partido Comunista al PRM como parte de su campaña por la Unidad
"socialista" en vez de "comunista" delataba una fuerte influencia de las Nacional. También anunció que había invitado a Dionisia Encina a
concepciones de Browder. El término "socialista", decía Manrique, era discutir sus ideas con el Comité Central Ejecutivo del PRM." En vista del
perfectamente congruente con la nueva era de coexistencia pacífica en- tono crecientemente anticomunista de los pronunciamientos del PRM al
tre el capitalismo y el socialismo inaugurada por la Conferen'cia de Te- principio de los años cuarenta y de la lucha enconada (y vana) del pro-
herán. El de "comunista", por su parte, había sido una etiqueta muy pio Encina por obtener un puesto en el Senado, en 1943, postulado por
apropiada para una fase diferente en la historia del movimiento socialis- el PRM, estos signos de cordialidad resultaban todavía más notables.
ta: la lucha de los revolucionarios contra los remanentes de la Segunda La presencia de Fidel Velázquez y de otras figuras de la CTM en el con-
Internacional en bancarrota. Como planteó Encina, "... lo que nos pro- greso era igualmente digna de atención; era la primera ocasión en que
ponemos dar a nuestro partido es una denominación más comprensi- un secretario general de la CTM asistía a un congreso del Partido Comu-
ble para el pueblo, más ajustada a su idiosincrasia". 42 nista. Ya se han mencionado los problemas que encaraban ambas orga-
En defensa de su propuesta de abandonar tanto el término como las nizaciones, legado al cual Velázquez hizo algunas referencias claras en
prácticas de "célula", Manrique empleó varios argumentos.· Las células su discurso ante el congreso. El líder de la CTM, veterano de las luchas
eran sectarias y divisorias; los trabajadores no las entendían bien y, final- anticomunistas de 1936-1938 dentro de su organización, terminó su dis-
mente, eran la clásica expresión del trabajo conspirativo. En el futuro curso con promesas de una nueva era de cooperación entre la CTM y el
los "comités de fábrica" tendrían que trabajar abiertamente. Partido Comunista y dando seguridades de que ¡ya no había anticomu-
Otras propuestas "browderistas" surgieron a fines de abril y principios nistas en la CTM! "¡Nuestras metas son idénticas! ¡Nuestro pensamiento
de mayo. Entre ellas se hallaban la eliminación de las células de fábrica y es el mismo! ¡Nuestras acciones contra el mal deben ser unidas y coor-
su sustitución por comités de barrio, de base territorial, que incorporarían dinadas! " 46
a todos los comunistas que vivían en una zona particular, independiente- En su respuesta a Fidel Velázquez, Encina agradeció las seguridades
mente de sus lugares de trabajo; la sustitución del término "Comité Cen- de colaboración futura de la CTM y, a continuación, aceptó sorprenden-
tral" por el de "Comité Nacional", y una llamada al PCM para que recon- temente que, en el pasado, las células comunistas de los sindicatos en que
siderara la utilidad de la palabra "partido". Al poner sobre la mesa este el partido había tenido influencia siempre habían estado en conflicto
último punto, Encina no se refería simplemente al precedente sentado con el resto de los miembros. Éste era un problema que el nuevo Partido
por el Partido Comunista de Estados Unidos. También quería recordarle Comunista estaba decidido a resolver. Encina prometió a Velázquez que
'1
al PCM su larga lucha por ingresar al partido oficial (preferiblemente a a partir de ese momento el PCM no daría ningún paso ni adoptaría nin-
un PRM reorganizado según las sugerencias del Partido Comunista) e im- guna política importante sin primero discutir el asunto con los dirigen-
plicar que un cambio de nombre podría ayudar a conseguir ese fin."' tes de la CTM.
! i
Además, el PRM era, como Encina les recordó a los comunistas mexica- Los debates congresionales mismos fueron extremadamente anima-
nos, el único partido en que las masas mexicanas habían participado con dos, y quedó claro que algunos de los cambios propuestos por la direc-
fines electorales. 44 ción del partido encontraban una fuerte oposición en los delegados.

132 133
Hubo consenso en cuanto a que el cambio de nombre todavía no era madurez de la conciencia política del pueblo mexicano y de otra se-
oportuno y tendría que esperar a una posible fusión del PCM con otras rie de factores económicos y sociales ... [consideramos] que este obje-
fuerzas marxistas, de acuerdo con el escenario esbozado por Lombardo tivo no está a la orden del día ni en la presente guerra, ni después de
el año anterior. Así pues, a diferencia del partido estadounidense, el ella por muchos años, planteamos que lo fundamental es mantener
"browderismo" del PCM no incluyó un cambio de denominación. la Unidad Nacional para lograr la independencia y el progreso de
La decisión de disolver las células de fábrica y las fracciones sindicales México dentro de los marcos del sistema económico actual de nues- '1

no despertó tanta oposición, aunque los intentos por implementar esta tro país ... Por tales razones el PCM, cuya doctrina se basa en el socia-
!1:
medida, como veremos luego, sí encontraron considerable resistencia lismo científico, no hará ningún planteamiento sobre el socialismo :¡

entre las bases industriales del partido. Algunos de los comentarios más que obstaculice y debilite la Unidad Nacional!"
fuertes que se produjeron durante el congreso se referían a las activi-
dades de las células fabriles del partido; Blas Manrique advirtió sobre los El periódico conservador Excélsior (13 de mayo de 1944) comentó favo-
efectos nocivos de las células sindicales que habían intentado "tomar" la rablemente la nueva línea: "moderada" de Encina. "El dirigente de un par- 1
dirección de sus sindicatos." Los delegados al congreso competían entre tido conservador no podría haber hablado con la moderación y, casi se 1¡

sí para contar historias de horror sobre las actitudes sectarias de las cé-
lulas sindicales, y de otros tipos, que conocían. Un delegado de Michoa-
diría, el buen sentido que mostró el líder de los comunistas mexicanos.""'
El argumento según el cual la independencia nacional era equipara-
~,," ,.,

cán, por ejemplo, se refirió a un caso en que el aparato local del Partido ble a los objetivos de industrialización y desarrollo de un "capitalismo j,,
Comunista había atacado a un dirigente obrero católico, el cual, tras un nacional" estaba ya bien afirmado dentro del PCM. Intelectualmente, sus
cambio de actitud por parte del partido, ahora compraba La Voz y había raíces se hallaban en el supuesto, común a todos los partidos latinoame- 111(1

aportado dinero para que los delegados pudieran asistir al congreso na- ricanos de la Tercera Internacional, de que el estatus "semicolonial" de
cional del PCM. Este relato extraordinario se vio seguido de acusaciones la región y la supervivencia de un sector significativo dominado por las re-
de un delegado procedente del estado noroccidental de Sinaloa según laciones sociales del feudalismo agrario imponía la necesidad de una
el cual las células partidarias en los ejidos y los sindicatos se habían com- alianza entre las fuerzas revolucionarias y la burguesía nacional como
portado como una "aplanadora" en sus esfuerzos por pasar por encima objetivo inmediato.
de la dirección de sus organizaciones, y habían perdido así la confian- Pero los puntos de vista de los comunistas mexicanos también refle-
za de los simpatizantes del partido. jaban un consenso extraordinariamente amplio que se había desarrolla-
Sin embargo, el rasgo más notable del IX Congreso fue lo que dijo el do a principios de los años cuarenta en el movimiento obrero, el partido
PCM sobre su estategia a más largo plazo y la cuestión de la industrializa- oficial y la izquierda marxista sobre la urgencia de la industrialización y
ción de posguerra. Sobre estos temas, el partido defendía la postura de su estrecha relación con la soberanía nacional. Mientras los puntos de
mantener la noción de Unidad Nacional en la posguerra, aunque las vista de las organizaciones obreras como la CTM también mostraban una
condiciones específicas que habían generado la consigna ya no estuvie- profunda influencia de las posturas del marxismo de la Tercera Interna-
ran vigentes. cional (aquí el papel de Lombardo fue absolutamente crucial), la mane-
En efecto, la dirección del PCM declaró una posposición indefinida ra en que se desarrolló este consenso también estuvo crucialmente
de la lucha por implantar el socialismo en México. Además, aunque ya vinculada con el giro conservador que había tomado la Revolución Me-
la retórica del frente popular que adoptara el partido en los años treinta xicana, ya mencionado en este capítulo. Y este giro seguía claramente la
descontaba la viabilidad de una solución socialista a corto plazo, el nue- dirección de un entendimiento más pronunciado y consciente entre el es-
vo PCM "browderizado" hablaba del socialismo como si estuviera "fuera de tado y el capital privado. Un síntoma de la internalización que hizo el
la agenda" por un tiempo indeterminado. Se puede captar el cambio PCM de ese giro "conservador", reforzado por la nueva línea "browderis-
de perspectiva a través de este extracto de los comentarios de Blas Man- ta", fue su mayor apertura ante la cuestión de la inversión extranjera.
rique ante el Congreso: Según reconocía el PCM, la industrialización no sólo era un elemento
necesario en la lucha de México por alcanzar la soberanía nacional; tam-
Anhelamos el socialismo para México, pero conscientes de que la bién era vital si el país había de absorber a los cien mil braceros que re-
instauración del socialismo tiene que ser resultado de la evolución y gresarían a México dejando los empleos temporales que habían tenido

134 135
1

durante la guerra en Estados Unidos. Sólo podía lograrse, sin embargo, A pesar de estos argumentos y de otras seguridades de que la solicitud
de intervención del estado en las actividades económicas no estaba des- !1 1,¡
si los capitalistas tenían garantíás de que sus inversiones no estaban en
riesgo de ser nacionalizadas ni amenazadas por demandas excesivas por tinada a destruir a la "empresa privada", el PCM sostenía que no estaba 1

parte de Jos trabajadores. Así pues, obreros y campesinos debían adaptar claudicando de sus demandas tradicionales. Tanto el partido como
sus demandas a las necesidades del desarrollo y el impulso industrializa- Lombardo Toledano y la CTM insistían en que la lucha de clases no se
dar del país y debían evitar las acciones que pudieran asustar al capital había suspendido y en que el progreso en la vía capitalista tendría que
inversionista. 5° La responsabilidad del estado, por otra parte, consistía en ir acompañado de mejoras en el nivel de vida de las masas. Sin tales me-
asistir a Jos capitalistas en su explotación de los recursos humanos y fí- joras y otras concesiones de los capitalistas, la izquierda y el movimiento
sicos de México mediante líneas de crédito y mediante la promoción de obrero no colaborarían con el proyecto de Unidad Nacional. De mane-
un ambiente favorable al desarrollo de las fuerzas productivas del país." ra semejante, aunque mostraba una mayor flexibilidad en el tema de la
Un tema recurrente en los pronunciamientos del partido acerca de inversión extranjera, el PCM rechazaba la postura de "puertas abiertas"
la necesidad de una industria pesada era la creencia casi mesiánica en el que el gobierno de Estados Unidos quería que aceptaran los estados de
efecto liberador que produciría el desarrollo masivo de las fuerzas pro- América Latina. Esto llevó al PCM a impugnar la aprobación, decidida-
ductivas del país. Esta obsesión económica con las fuerzas productivas mente más entusiasta, que otorgó Earl Browder a las demandas de des-
delataba la influencia no sólo de tendencias claves del marxismo de la regulación del comercio exterior y de la inversión extranjera, centrales
Segunda y la Tercera Internacionales, sino también de los escritos de para el "proyecto" económico de Estados Unidos en América Latina y pa-
Earl Browder sobre el impacto potencialmente desastroso que tendría ra los intereses empresariales y bancarios conservadores en México.'"
sobre el empleo y la producción un retorno a las condiciones propias
LA REALIDAD DE LA EXPERIENCIA BROWDERISTA
del tiempo de paz.

Bajo el socialismo y el capitalismo la productividad se desarrolla de ¿Hasta qué punto llevó a la práctica el PCM el programa browderista es-
una manera hasta ahora inimaginable. Esto nos plantea dos caminos:, bozado en su IX Congreso? Un examen de lo sucedido durante 1944 y
o bien el terror fascista, que paraliza el desarrollo e implica un regre- 1945 sugiere que lo llevó a la práctica "de manera limitada". Algunos ras-
so a la barbarie, o el establecimiento de nuevas relaciones' a escala gos del browderismo se implementaron; los intentos por llevar a la prác-
mundial, que permitan que esos gigantescos aumentos de la produc- tica muchos otros resultaron vanos, y en general hubo incomprensión y
ción sean absorbidos pacíficamente y que las fuerzas de las pro- una considerable resistencia a la nueva línea.
El cambio organizativo que enfrentó mayores dificultades fue la supre-
ducción continúen desarrollándose. 52
sión de la tradicional estructura partidaria por células. Hubo conside-
Con dichas posturas, el Partido Comunista Mexicano simplemente es- rable oposición y varios comités seccionales tuvieron airados encuentros
taba ratificando el amplio consenso existente entre virtualmente todos con Encina y con los dirigentes del PCM.'' Algunas de las pocas células de
los segmentos de la opinión socialista y liberal de México y de América fábrica que funcionaban (en las zonas industriales de la ciudad de Méxi-
Latina en torno al tópico de la industrialización y la vía capitalista que se- co, por ejemplo) fueron disueltas, pero en otros lugares sobrevivieron
guramente seguiría después de la guerra. Lombardo Toledano incluso intactas. También hubo oposición a la supresión de las fracciones comu-
intentó convencer a la embajada de Estados Unidos en México de que lo nistas de los sindicatos en los que el PCM tenía una base sustancial. Esto
más favorable a sus intereses sería escuchar los puntos de vista de la iz- ocurrió especialmente con los miembros del partido que trabajaban en
quierda y de organizaciones como la CTAL (Confederación de Traba- el sindicato de maestros, donde los comunistas, a pesar de la creciente
jadores de América Latina). En conversaciones con personal de la emba- marea de persecuciones anticomunistas, aún tenían una presencia im-
jada, Lombardo sostenía que no estaba en contra de la inversión esta- portante.'6
dounidense en México, siempre y cuando ésta aceptara las regulaciones Tal vez los comentarios que más claramente revelan las dificultades
del gobierno, y que los verdaderos opositores al capital estadounidense que enfrentó el PCM son los del secretario de organización, Blas Man-
no eran Jos "liberales" y los "izquierdistas" sino la tradición conservadora rique. Ya en septiembre de 1944, él se había quejado de la "falta de com-
representada por hombres como Luis Cabrera y Gómez Morín." prensión" y de las "dudas" sobre la nueva dirección palpables en "casi to-

136 137
1'

1
dos los órganos del partido". 57 Seis meses más tarde, y diez meses des- 1943-1945. Aunque el gobierno de Ávila Camacho respondió con aumen-
pués de que el partido inaugurara este nuevo rumbo, los comentarios tos salariales de emergencia para grupos selectos de trabajadores y nue-
de Manrique se habían vuelto más tajantes. vos planes para controlar los precios de los artículos de consumo masivo,
los verdaderos salarios de los trabajadores mexicanos se desplomaron
En varias regiones los compañeros o bien se muestran inseguros de la dramáticamente durante los años de la guerra, como indica el cuadro 3.
política de organización y se resisten a aplicarla, o bien no encuen-
tran la forma de empezar a aplicarla ... Hay comités que ni siquiera Cuadro 3
han intentado hacer las transformaciones orgánicas o que las hacen
con demasiado retraso. En el DF hubo un ejemplo muy típico; los SALARIOS SEMANALES EN EL DISTRITO FEDERAL
compañeros entendían la política de organización, pero considera-
ron, después del IX Congreso que no había llegado el momento de Año Salarios Porcentaje Índice
aplicarla y que había que esperar a que el partido se fortaleciera con Cambio anual (1939= 100)
arreglo a los viejos métodos. Cuando la dirección insistió, los miem-
bros del Distrito Federal disolvieron sus células pero no formaron 1939 28.44 - 100.00
comités de barrio ... Fue así que por mucho tiempo el partido sufrió 1940 25.73 -9.53 90.47
en el DF grandes deficiencias en su organización ... En otros lugares 1941 24.46 -4.94 86.01
del país, los compañeros sólo cambiaron de nombre a las células y les 1912 20.20 -17.42 71.03
llamaron Comités, y a los Comités seccionales les llamaron Comités 1943 20.65 2.23 72.61 11!:1:
municipales, realizando así cambios mecánicos de etiquetas.". 1944 16.39 -20.63 57.63
1945 15.54 -5.19 54.64
En cuanto a limitar los conflictos laborales y maximizar la produc- 1946 14.15 -8.94 49.75
ción, los diversos llamados a la conciliación de clases en tiempo' de gue-
rra resultaron igualmente ineficaces. Esto a pesar de las declaraciones FUENTE: Ricardo Pascoe y Jeffrey Bortz, "Salario y clase obrera en la acumulación de capital en Mé·
xico", en Coyoacán, n. 2, enero-marzo de 1978, pp. 79-93.
del propio PCM y de la firma de un Pacto Obrero-Patronal en abril de
1945 entre la CTM y el grupo patronal conocido como CNIT (Cámara Na-
cional de la Industria de la Transformación) .''9 Los firmantes del pacto
afirmaron que se requerían medidas urgentes para enfrentar una pro- Cuadro 4
bable invasión de capital estadounidense después de la guerra, la cual
HUELGAS
amenazaría las nuevas industrias recientemente creadas. Esta amenaza a
la soberanía de México podía anularse mediante una política de coope-
ración entre el capital nacional y los obreros, y mediante una estrategia 1938
de industrialización regulada por el estado y centrada en la construc- 1940 357
ción de industrias pesadas. 1941 142
Sin embargo, existe escasa correspondencia directa entre la retórica 1942 98
de estos llamados a la paz interclasista en tiempo de guerra y de pos- 1943 766
guerra y el verdadero mundo de las relaciones industriales durante 1944 887
1943-1945. No sólo continuaron las huelgas y los conflictos capital-traba- 1945 220
jo, sino que los datos disponibles sugieren que aumentaron en número y
en intensidad. Esto difícilmente puede sorprendernos, ya que la rápida FLT\TES: Dirección General de Estadística, Anuan·o estadístico de los Estados Unidos Mexicanos, 1940,
1941, 1942, 1943, 1944, 1945. Véase también Guadalupe Rivera Marín, "Los conflictos de trabajo
espiral de inflación de los precios y la grave escasez de alimentos y ar- en México'', en El trimestre económico, n. 22, abriljunio dt' 1955, p. 199; S. I. Semionov, "México du-
rante el periodo de Ávila Camacho", en B. Rudenko, M. Alperovich y A. Shulgovski (comps.), En·
tículos básicos de consumo habían creado un clima de extrema austeri- sayos de histon'a de Méxiro, Ediciones de Cultura Popular, México, 1972, pp. 129-131.
dad que llegó a su punto culminante en los últimos años de la guerra,

138 139
En los últimos años del sexenio de Cárdenas y el primer año y medio que el sindicato ferrocarrilero (STFRM) incorporó el tema de la antiaus-
de la administración de Ávila Camacho hubo una marcada declinación de teridad a sus actividades en 1944 y 1945. La presencia en el sindicato de
la actividad huelguística. Pero desde fines de 1942, las huelgas crecieron. comunistas expulsados como Valentín Campa no hacía más agradable la
rápidamente en número e intensidad, y en 1944 se registraron más huel" campaña del STFRM para el Partido Comunista, y éste finalmente decidió
gas que en todo el periodo 1938-1950. organizar sus propias campañas en torno al tema de la carestía.'"
Las acciones huelguísticas que se cuantifican en el cuadro 4 estuvie-
ron encabezadas por los grandes sindicatos nacionales de industria: fe- LA INVERSIÓN EXTRANJERA Y LA LIBRE EMPRESA
rrocarrileros, petroleros y mineros, y por sindicatos de obreros textiles
empleados del sector estatal. Las demandas de los trabajadores se cen- En la concepción que tenía Earl Browder de la economía mundial de pos-
traban en temas económicos (solicitud de aumentos salariales y reduc- guerra, la industrialización de América Latina era el predicado de un
ción en el precio de los alimentos), problemas político-administrativos nuevo espíritu de cooperación entre los capitalistas estadounidenses "re-
que afectaban a la organización de empresas estatales como los Ferroca- formados" y una alianza entre el estado y el capital nacional en América
rriles Nacionales y la compañía petrolera Pemex, y nuevas restricciones Latina. Sin embargo, los partidos comunistas de América Latina no com-
al derecho de realizar paros relámpago. partían plenamente su confianza en el cambio de naturaleza del capita- 1
,.,
¡.-':
11
En 1944, el año culminante de las acciones huelguísticas, todos los, lismo estadounidense. Aunque el PCM había modificado su postura sobre
trabajadores petroleros de la región norte hicieron un paro en solidari- la inversión extranjera y aceptado que el capitalismo dominaría la inme-
dad con una de las secciones locales del Sindicato de Trabajadores Pe- diata posguerra, rechazaba importantes aspectos de la postura de la Aso-
troleros de la República Mexicana (STPRM). Éste también insistía en que ciación Política Comunista sobre la "libre empresa". El periódico del
el gobierno y Pemex respetaran todas las cláusulas del contra~o de tra- PCEU, el Daily Worker, criticó al PCM por romper con posturas ya aprobadas
bajo del sindicato e implementaran una decisión de la Suprema Corte por Lombardo Toledano y la CTM. Las discrepancias entre los comunistas
fechada en 1937 de aumentar los salarios de los trabajadores petrole- mexicanos y la APC surgieron con más claridad durante la Conferencia In-
ros.60 A ese paro de febrero siguió, cuatro meses más tarde, uha impre- teramericana (de "Chapultepec") realizada en la ciudad de México en fe-
sionante huelga general declarada por el sindicato minero (SITMMSRM) brero de 1945. 64 El Plan Clayton ("Carta Económica de las Américas"),
contra las industrias mineras del país, de propiedad principalmente que fue el resultado de la conferencia, reflejaba los puntos de vista del go-
extranjera. En la huelga, que fue la única huelga general de la historia bierno de Estados Unidos sobre la necesidad de una liberalización del co-
del SITMMSRM, participaron más de setenta mil trabajadores; duró cua- mercio y de la inversión en la región latinoamericana. 63
renta días y forzó a las compañías mineras a aceptar gran parte de sus El Plan Clayton fue fuertemente criticado en México por la opinión
demandas. 61 En ambos movimientos huelguísticos los miembros de base económica y política de orientación nacionalista, incluido el pequeño
del PCM participaron activamente, aunque la dirección nacional del pero influyente grupo de fabricantes agrupados en la CNIT. También los
partido dudó en ocasiones hasta qué punto apoyar a la creciente marea comunistas mexicanos compartían la crítica, y la plantearon en los de-
de protesta obrera. bates entre Carlos Sánchez Cárdenas y la APC en Nueva York, en mayo
La preocupación del PCM por las protestas populares en tiempo de de 1945. El partido mexicano objetaba particularmente los crecientes
guerra se observa claramente en su actitud ante algunas de las campa- intentos de Estados Unidos por consolidar su hegemonía en la región a
ñas contra los niveles decrecientes de vida lanzadas en los tres últimos través de la construcción de un bloque regional de poder económico y
años de la guerra. Lo que preocupaba ante todo a la dirección del PCM político bajo su control. Esto representaba una ruptura, decía el PCM,
era el papel protagónico que desempeñaron en estas campañas las co- con el espíritu y los fines de las conferencias de Teherán y Yalta.'"'
rrientes socialistas que criticaban sus posiciones. En las elecciones legis- Los comunistas mexicanos también objetaban que el Plan Clayton no
lativas de 1943, la recién formada Liga de Acción Política creada por incluía la industrialización entre los objetivos principales de la organiza-
Narciso Bassols y Eduardo Villaseñor hizo campaña sobre los temas de ción de la región latinoamericana para la posguerra. Señalaban a los
la corrupción y la erosión del nivel de vida, para molestia de la CTM y del comunistas estadounidenses que ciertos capitalistas mexicanos habían
Partido Comunista. 62 recibido con hostilidad la postura de Clayton en Chapultepec. Los em-
Todavía más inquietante para el PCM, sin embargo, era la forma en presarios temían, en la "reconversión" de posguerra, una invasión de

140 141
mercancías estadounidenses que obstruiría el desarrollo de la industria partido oficial), procuraron establecer una colaboración entre el PCM y
nacional. el PRM. 70 El Partido Comunista planteó la necesidad de una reforma del
El Partido Comunista mexicano también rechazaba la interpretación PRM que sustituyera su estructura sectorial por la afiliación individual de

que hacía Will Clayton del término "libre empresa", según la había pre- los obreros, campesinos y las organizaciones populares existentes, in-
sentado en febrero y marzo. El partido había luchado tradicionalmente cluido el PCM. También demandaba una mayor democracia interna y
por el control estatal sobre los puntos estratégicos de la economía del una reducción de la obsesión del PRM por las consideraciones electora-
país. Aunque aceptaba las concepciones generales de Browder sobre la les de corto plazo. 71 Pero las iniciativas para reformar el partido oficial
cuestión de la libre empresa, el PCM seguiría demandando el control es- fueron constantemente pospuestas, y la reorganización no se llevó a ca-
tatal sobre el comercio exterior y la distribución del crédito (para cana- bo hasta 1946.
lizar ayuda a la producción agrícola e industrial), y mantenía su solicitud
de un programa de industrialización nacional bajo la dirección del es- DESINTEGRACIÓN Y POSTMORTEM. 1945-1946
tado. Sobre la cuestión de la nacionalización, el programa electoral del 1

PCM para las elecciones presidenciales de 1946 también demandaba que El principio del fin del browderismo fue la publicación de un artículo
1

el estado dirigiera el desarrollo futuro de la industria de luz y fuerza, el del dirigente del Partido Comunista francés Jacques Duelos, en el nú-
1111!,
servicio telefónico y los ferrocarriles. Este programa concluía que la na- mero correspondiente a abril de 1945 de Cahiers du Communisrne, que
cionalización total de estas industrias era una prioridad urgente.';; atacaba la base de las ideas de Earl Browder. El artículo de Duelos criti-
Dado que la cuestión de la nacionalización era un tema sensible para caba a Browder por deformar el significado de la declaración de Tehe-
Browder y la .APC, el partido mexicano instruyó a su representante en rán ("un documento de carácter diplomático") y convertirlo en "una
plataforma política de la paz entre las clases". Aunque en la carta de Du-
li
1

Estados Unidos para que recabara las opiniones de los estadounidenses


elos había algunas referencias puramente francesas, los datos internos ]'' '
sobre la cuestión de la inversión extranjera. La declaración del PCM ter-
minaba con un firme planteamiento de las ideas del partido: "Aunque sugieren que fue inspirada o tal vez incluso elaborada por la Unión So-
estamos en favor de la inversión extranjera, estipulamos que el capital viética. Era, muy claramente, "un mensaje de Moscú". Al mes siguiente,
extranjero no debe tener control sobre las ramas fundamentales de nuestra eco- la carta de Duelos fue publicada en el Daily Worker, de Nueva York. 72
nomía, lo que implica cambios importantes en la estructura económica La publicación de la carta de Duelos desencadenó una serie de movi-
del país tal como es ahora, en el sentido de la nacionalización".';' mientos para desmantelar lo que ahora se consideraba como la herejía
Si bien el PCM se negaba a comprometerse con los aspectos más polé- browderista. En una asamblea de la APC celebrada en Nueva York del 6
micos de la visión browderista, esto no evitó que se dispusiera eri general al 8 de julio, Earl Browder fue destituido de la dirección del movimiento
a adaptarse al giro conservador del gobierno de Ávila Camacho. En su comunista estadounidense, y tres semanas más tarde todo el programa
11 Consejo Nacional (7-11 de marzo de 1945) el partido acordó apoyar
browderista era repudiado en la convención nacional del partido. En
los planes del gobierno para reformar el artículo go de la Constitución. esa convención, William Z. Foster (que pronto sería el nuevo presidente
Esto significaba el fin del proyecto de Educación Socialista, lo que satis- del PCEU) reconoció que los partidos comunistas de algunos países la-
facía una demanda tradicional de la derecha. El PCM también apoyó con tinoamericanos se habían infectado con el revisionismo de Browder,
todo su peso a Lombardo Toledano, cuya tarea consistía en atraerse al "debilitando con ello su guardia frente al imperialismo estadouniden-
sindicato nacional de maestros (SNTE), en el que los lombardistas toda- se". La convención llamó a sus miembros a "apoyar las luchas de los
vía tenían apoyo mayoritario. Sobre este punto, sin embargo, el PCM sim- pueblos de América Latina por la soberanía nacional y contra las intru-
plemente seguía la política de Unidad Nacional, que ya había adoptado siones del imperialismo estadounidense y británico". 73
mucho antes de la aparición de las nuevas ideas de Browder.w Las respuestas latinoamericanas al desenlace del browderismo fueron
Al parecer los esfuerzos de los comunistas mexicanos por influir en variadas. El PSP cubano rechazó inicialmente las críticas de Duelos a la
la reforma del partido de gobierno no se vieron favorecidos por la adop- vez que reconocía que había habido "evaluaciones exageradas e incom- !11,
1

1
ción de posturas quasi browderistas. El PCM sostuvo una serie de reunio- pletas de los resultados políticos y económicos de la Conferencia de
nes con el PRM a fines de 1944, y muchas figuras, particularmente la Teherán". 74 La resistencia al cambio se mantuvo durante varios meses.
doctora Estela Jiménez Esponda (destacada comunista y miembro del Aunque una sección del partido apoyaba a fines de julio las críticas de

142 143
------..
¡¡:''!

Duelos, el partido expulsó al mes siguiente a los miembros más vocife- Parece que el postmortem del PCM al proyecto browderista tenía por
rantes de este grupo de oposición. Sólo en enero de 1946, en la Tercera objeto rechazar los errores del partido y minimizar la responsabilidad
Asamblea Nacional del PSP (a la que asistieron William Foster y Encina) general de su dirección en las posturas pasadas. El destino de la Resolu-
reconocieron finalmente los cubanos los errores del antiguo dirigente ción de la Victoria, finalmente aceptada en mayo de 1946, ejemplifica
de los comunistas estadounidenses." este intento por eludir un examen riguroso de la actuación del partido
El partido mexicano conoció la existencia de la carta de Duelos el 24 en los últimos tiempos. El primer borrador de la resolución fue prepara-
de junio, cuando La Voz de México la publicó sin comentarios. 7'; Pero ya do por Sánchez Cárdenas en agosto de 1945, pero criticado por Encina
antes de esto el PCM había sido advertido del giro que tomarían las cosas por su "tono exagerado"y por su afirmación de que la influencia de Brow-
gracias a informes enviados al partido desde Estados Unidos por uno de der en México había sido "decisiva". 8 ' El documento final fue una ver-
sus miembros más destacados, Carlos Sánchez Cárdenas. Éste había asis- sión muy diluida del borrador original y contenía muchos enunciados
tido a la conferencia aliada en San Francisco a fines de abril y principios contradictorios y juicios abstractos. Por ejemplo, el PCM admitía que
de mayo, y había hablado con muchos delegados comunistas europeos, había cometido serios errores y sido víctima de ilusiones oportunistas, al
incluidos dos sindicalistas franceses, Franc,:ois Billoux y Benoit Frachon, mismo tiempo que sostenía que en los términos concretos había
que muy probablemente conocían la importancia de los postulados de rechazado la esencia del proyecto de Browder. Esto equivalía a decir, co-
Duclos. 77 El mexicano también visitó el cuartel general de la APC en Nue- mo lo expresó Sánchez Cárdenas, "... que en general nos equivocamos y
va York, donde tuvo tres reuniones con Browder y pudo darse cuenta de en México acertamos". 82
los profundos conflictos que inspiraba en el movimiento estadouniden- Mientras la dirección se entretenía en juegos semánticos no había for-
se la línea de la APC. ma de disimular la situación interna del partido. Hallamos una vívida
Sánchez Cárdenas encabezó el ataque contra el browderismo en la descripción de los problemas del partido comunista en un informe pre-
reunión del Consejo Nacional del PCM el 3 de julio. Tras señalar que el sentado por Bias Manrique ante el Comité Nacional el15 de septiembre,
fin de la segunda guerra mundial no había cambiado el rostro del capi- sólo cinco meses después de su muy optimista síntesis ante el n Consejo
talismo en el hemisferio, sostuvo que la postura del partido mexicano en Nacional. El contraste entre los dos informes fue captado por quienes
la Conferencia de Chapultepec había sido correcta y en cambio criticó criticaban a la dirección, como Lumbreras: "Hace unos meses Manrique
al partido por depender excesivamente de los consejos de la APC, y espe- dijo que había progresos en Coahuila, Sinaloa, Puebla, Guanajuato, Na-
cialmente de Bias Roca y los cubanos. Era tiempo de que los comunistas yarit y Nuevo León. ¿Ahora qué hay? Retrocesos en Coahuila, Puebla,
mexicanos asumieran posturas más independientes y rompieran su de- Nuevo León ... " 83
pendencia no sólo respecto de los extranjeros sino también de Lombardo Encina presentó una visión particularmente sombría de la declina-
Toledano. "Éste", concluyó Sánchez Cárdenas con optimismo, "nunca ción del partido. En su estado natal de Coahuila el partido había renun-
tomaría en serio al PCM mientras demostrara su esencial debilidad col- ciado a encabezar siquiera la lucha del campo, mientras en Nuevo León
gándosele de la falda." 7' había perdido el papel protagónico que había disfrutado durante mu-
Esta franca denuncia de las posturas más recientes del partido sólo chos años dentro del movimiento obrero. Fuera de la industria minera,
obtuvo un tibio apoyo de la dirección del PCM. Aunque el partido estaba reconocía el secretario general, la influencia organizada del Partido Co-
dispuesto a repudiar a Browder, la mayoría de sus dirigentes querían de- munista era nula. En la mayor parte de las zonas campesinas reinaba la
fender la historia del partido mexicano, y argüían que en la práctica nun- desorganización y no había ni células ni comités de zona funcionando.
ca había adoptado plenamente las concepciones de Browder. En cuanto El partido seguía existiendo sólo en aquellas zonas donde no había sido
a la relación del PCM con Lombardo, Encina defendió sin convicción la posible disolver las células de fábrica. 8 '
conducta del partido, señalando que su debilidad le hacía muy difícil en- Antes de la ruptura con el browderismo, el PCM alegaba que tanto su
frentarse al maestro. 79 Aunque la defensa de PCM en cuanto al asunto tamaño como su presencia en la sociedad mexicana habían crecido. La
Browder parece por lo menos insatisfactoria, la lucidez esencial del plan- circulación de La Voz de México había aumentado a 12 000, y en marzo
teamiento de Encina se confirmó dos semanas más tarde, en una reu- de 1945 se anunció que el número total de miembros había ascendido de
nión entre Lombardo y la dirección del PCM en la que el primero declaró 5 300 en el IX Congreso de mayo de 1944 a poco más de 10 000. Las nue-
su apoyo a Duelos y aseguró colaboración a los comunistas mexicanos."' vas cifras, presentadas en septiembre de 1945, mostraban un cuadro

144 145
muy diferente. El número de miembros que había en el momento del
Cuadro 5
IX Congreso se revisó a la baja hasta 4 360, y se dijo que había descendi- ---
do, después del congreso, a 3 913. DETALLE DE LA CONSTITUCIÓN DEL PCM EN 1945
El análisis detallado de estas cifras que se presenta en el cuadro 5
muestra de manera clara el estado organizativo del partido. De los
La categoría "oúreros"
miembros que se atribuía en 1945, más de dos tercios eran recién llega-
(de la columna 1) incluye:
dos, mientras que menos del 20 por ciento eran miembros que habían
renovado su carnet. Esto significaba que 3 630 de los 4 360 miembros re-
Campesinos 1 679 Minerometalúrgicos 136
gistrados en 1944 no se habían molestado en renovar su membresía.
Obreros 697 Textiles 111
Manrique sostuvo en su informe de septiembre de 1945 que los miem-
Maestros 363 Ferrocarrileros 77
bros "faltantes" no habían abandonado el partido sino que habían sido
Empleados del estado 439 Petroleros 47
víctimas del desorden organizativo del PCM. Si se sumaban los miembros
Estudiantes 188 Carpinteros 33
no renovados a los 3 913 registados para 1945, llegaba con no poco op-
Artesanos 177 Linotipistas 44
timismo al gran total de 7 543 miembros. Esto era sustancialmente
menos de los 10 000 que se había atribuido hacía poco, en 1945, pero
Profesionistas 30 Construcción 28 ¡r:
Amas de casa 93 Panaderos 23
un número mayor que el publicado en mayo de 1944.
Comerciantes 47 Mecánicos 30
En 1945 no había comités estatales de ningún tipo en Sonora, Coli-
Fuerzas armadas 9 Azucareros 17
ma, Querétaro, Campeche ni Yucatán. Tampoco había rast;ro de la exis-
Periodistas 3 Sastres 17
tencia del partido en Tabasco, Quintana Roo, Baja CalifQrnia Sur ni
Pintores 8 Choferes 16
Aguascalientes. En otros estados populosos y estratégicamente impor-
Pescadores 8 Estibadores 5
tantes no había comités estatales, sino sólo Comisiones Temporales o
Funcionarios del partido 14 Tranviarios 7
Comités Organizadores, como en Veracruz y Morelos (desde el IX Con-
greso) y el Estado de México (desde antes del IX Congreso)."' Cocineros 2
Lo que revelan las cifras de los cuadros 5 y 6 es que el Partido Comu- Músicos 6
nista Mexicano se había convertido en una organización abrumadora- Zapateros 12
mente campesina a mediados de los años cuarenta. Los campesinos Herreros 3
constituían el grueso de la membresía en estados como Coahuila y Du- Plomeros 2
rango (que comprendían la región lagunera), Sinaloa, Guerrero, Chia- Trabajadores del
pas, Michoacán y zonas de Nuevo León y Puebla. La importante base del jabón y aceites vegetales 13
partido dentro del sindicato ferrocarrilero estaba diezmada, y ya no era Electricistas_ 4
una fuerza significativa en el sector petrolero. Los maestros y los burócra- Cinematográficos 4
tas del sector público excedían el número de obreros industriales. Geo- Otros oficios 48
gráficamente, la base antes importante del partido entre los sectores Barberos 9
campesinos y obreros de los estados centro-orientales de Veracruz y Pue-
Total 3 755
bla y de Yucatán había disminuido mucho. Con excepción de un peque-
ño núcleo en Chiapas y Tamaulipas, la presencia del PCM en los estados
del norte y del sur era extraordinariamente débil. FUENTEo eEMOS, ese, Carpeta Roja 3. Informe de Bias Manrique al Comité Nacional, 5 de septiembre
de 1945. Las cifras excluyen a los miembros del partido que no habían renovado su carnet del ailo
anterior. Aunque Manrique sostenía que había habido 3 913 reno\'aciones para 1945, el detalle del
número de miembros es de 158 personas menos.

146
147
Cuadro 6
tura de Miguel Alemán en una reunión de su Comité Nacional el 8 de
l .,
!'
junio de 1945, aunque la oposición a esta idea (por parte de los comu-
nistas de fuera del Distrito Federal y de Alejandro Martínez Camberos) ·
DETALLE GEOGRÁFICO DE LA MEMBRESÍA DEL PCM EN 1945
forzó a Encina a reunirse con el propio candidato. Según algunas fuen-
tes, Alemán aceptó tácitamente apoyar a varios candidatos del PCM para
Estado IX Congreso Renovaciones Nuevos Total
diputados y senadores. 81;
miell!bros

CONCLUSIÓN

Coahuila 593 12 546 1 151


Una revisión de la experiencia del comunismo mexicano durante 1944-
Distrito Federal 540 178( +36*) 227 981
1946 muestra que los preceptos y prácticas del browderismo no penetra-
Tamaulipas 352 229 - 581
ron muy profundamente en la vida del Partido Comunista. Además, los
Nuevo León 237 180 193 610
aspectos del browderismo que sí arraigaron se apoyaban en procesos que
Guanajuato 94 26 277 397
ya estaban teniendo lugar. Por ejemplo, la necesidad de cambiar la con- !P,
Chiapas 385 9 142 536
ducta sindical del frente industrial (modificando aspectos de la lucha de
Sinaloa 318 55 174 547
clases) ya había sido aceptada como parte de la batalla por la producción
Veracruz 3ll 8 52 371
durante los años de guerra. La ecuación entre industrialización y una
Oaxaca 82 34 213 329
mayor soberanía nacional también era creencia de los mexicanos de
Durango 173 19 97 289
izquierda desde hacía mucho. Las ideas comunistas sobre el nuevo carác-
Jalisco 145 20 107 272
ter del capitalismo y el imperialismo estadounidenses habían empezado a
Guerrero 108 29 103 240
modificarse desde el momento en que la Unión Soviética entró en gue-
Michoacán 135 38 58 231
rra, en 1941. !¡
Puebla** 80 26 277 383
Se ha dicho que el browderismo estaba lejos de ser un hecho nuevo. 'l'1'11
Tlaxcala 76 1 4 81
Más bien era un desarrollo lógico de muchas de las ideas contenidas en '1~ ·•.'
1i

la política de Unidad Nacional que había guiado la conducta del comu- 1


:1¡'1';
FLEXTE< CE~IOS, Archivo ese, Carpeta Roja 3. lntilrme de Bias Manrique al Comité Nacional, 5 ele nismo mexicano desde el pricipio de los cuarenta. Las raíces de esta
septiembre de 1945. 'ii'.
* reingresos
**Puebla está constituida principalmente por Vilseguilio.
línea eran tan profundas que incluso después de la desacreditación for-
mal de las ideas browderistas, en 1946, el PCM siguió sosteniendo la con-
l·;.,li
signa de Unidad Nacional durante varios años. La manifestación más l¡!i!
dramática de esto fue el apoyo a la candidatura de Miguel Alemán en !;r¡,:·

Lo que no se puede establecer a partir de las cifras presentadas en el las elecciones de julio de 1946, decisión que se tomó en junio de 1945. !,:,
111'
otoño de 1945 son los tiempos en que se produce la declinación del par- Además, aunque la izquierda abandonó su fe en el carácter "benévolo" 11

tido. Aunque la dirección del PCM sostenía que las dificultades del parti- de los objetivos económicos y políticos de Estados Unidos, mantuvo su ¡11·1¡,

idea de una nueva alianza con el capital mexicano para la industriali- 1'!
do eran resultado de la "vía equivocada" inaugurada con el IX Congreso,
esta explicación subestima la gravedad de los problemas internos ante- zación del país.
riores al comienzo de la fase browderista. El punto crucial en la suerte Sin embargo, hubo un aspecto del browderismo que nunca cobró
del partido se sitúa más convincentemente en la crisis interna y las pur- cuerpo en México. La "apertura de las tradiciones nacionales", que la
gas de 1939 y 1940, cuando, para tomar sólo un ejemplo, el partido per- experiencia de Estados Unidos con el browderismo sugería que se podía
dió gran parte de sus miembros en el sindicato ferrocarrilero. haber intentado en México, nunca se produjo. El principal culpable en
El debate sobre el browderismo fue, en todo caso, rápidamente des- este caso fue el intenso sectarismo del Partido Comunista Mexicano,
plazado por el tema más importante de los preparativos del PCM para la exacerbado por la purga de 1940. Esto impidió cualquier apertura ante
elección presidencial de julio de 1946. El PCM acordó apoyar la can di da- los comunistas "renegados" como Hernán Laborde, Valentín Campa y

148 149
Miguel Ángel Velasco, o cualquier relajamiento de las intensas suspica- V. El frenesí del desarrollismo: Miguel Alemán
cias ante los marxistas y socialistas independientes como Narciso Bassols, y la izquierda domada, 1946-1950
Víctor Manuel Villaseñor y la publicación El Insurgente. Si el browderismo
hubiera llevado a los comunistas mexicanos a adoptar las tradiciones inás
vitales del radicalismo y el liberalismo mexicanos y a establecer una cola-
boración con los socialistas independientes, el episodio podría haber si-
do algo más que una nota al pie de la historia comunista. Miguel
[con la tonada del chotís "Madrid")

Cuando vuelvas al país chulona mía,


ya no te vas a fmder lavar los flies,
porque está el jabón más caro cada día
y ni fJensar r¡ue baje el precio otra vez.

Ni siquiera el agasajo dominguero


de ir al cine con toda ecuanimidad,
pues estamos con el lodo hasta el sombrero
porla culpa de Miguelito Alemán.

Miguel, Miguel, Miguel,


qué friega nos ha dado con el Pasr¡uel.
Pasr¡uel, Pasquel, Pasr¡uel,
esttÍsfJeor r¡ue el hermano de Manuel.

Miguel, Miguel, Miguel,


en México se piensa mucho en ti
fJor el bajón que has dado a la moneda
jJor tantas cosas buenas
r¡ue eljJerábamos de ti.
Y ya verás lo que es ir a la China
y amar la tremolina si continuamos así.

Canción popular, versión anónima

INTRODUCCIÓN

El final de los cuarenta y el principio de los cincuenta se consideran fre-


cuentemente un parteaguas en la evolución socioecónomica y política
de México. En realidad el proyecto propugnado por Miguel Alemán
(1946-1952) no era totalmente nuevo. Simplemente intensificaba el giro
conservador iniciado al final del gobierno de Cárdenas y profundizado
por Manuel Ávila Camacho, y lo consolidaba para hacerlo más coheren-
te. La promoción de la "paz de clases" mediante una mezcla de pactos
sociales y represión, el impulso al papel del capital privado en la agricul-
tura, la apertura de la economía al capital extranjero y la profundización
de las relaciones con Estados Unidos eran medidas ya planteadas por

150 151
"l1
Ávila Camacho. El debilitamiento del ejido, por ejemplo, ya se había el área de inteligencia, seguridad y cuerpos policiacos. Sin embargo, és-
11

iniciado con las modificaciones a la legislación agraria realizadas en tas fueron precisamente las áreas en que los cambios afectaron más a los i!
1942-1943. El culto al produccionismo y los intentos por restarle libertad movimientos populares y a la izquierda. Incluso antes de la guerra, el FBI
de maniobra al movimiento obrero ya estaban en curso durante la se- había mostrado interés en interceptar las comunicaciones telefónicas
gunda guerra mundial, como puede verse en las modificaciones a la Ley entre activistas de izquierda y sindicalistas mexicanos y estadounidenses.
Federal del Trabajo hechas en 1943 y el Pacto Obrero-Patronal de 1946. Varias llamadas entre Alejandro Carrillo (secretario privado de Lombar-
Incluso la purga de la izquierda de la burocracia federal y las empresas do Toledano) y John L. Lewis, del United Mine Workers' Union (Sindi-
estatales, supuestamente característica del sexenio de Alemán, se había cato de los Trabajadores Mineros Unidos) fueron intervenidas así en
iniciado en los primeros años del periodo de Ávila Camacho con la ca- abril de 1938. 2 La colaboración entre Estados Unidos y México creció
cería de brujas anticomunista realizada en el sindicato de maestros. sustancialmente durante la guerra porque el gobierno mexicano permi-
Sin embargo, la administración alemanista imprimió a esos procesos tió operaciones de la inteligencia estadounidense contra los intereses
muchas características cualitativamente nuevas, de modo que podemos alemanes, italianos y españoles. Las agencias estadounidenses que parti-
decir que no era sólo un problema de grado. Alemán convirtió el impul- ciparon fueron principalmente el FBI, que obtuvo control sobre las
so industrializador como clave de la emancipación nacional, que había actividades de inteligencia en toda América Latina (realizadas bajo la cu- 111'
sido durante mucho tiempo un tema frecuente de los nacionalistas y la bierta de los agregados "civiles" o "legales" de las embajadas de Estados
izquierda, en una religión de estado. Nada debía obstaculizar el camino Unidos), y la Federal Communications Commission (Comisión de Co- f!.
del frenesí desarrollista. "La rápida industrialización, fetiche de Alemán, municaciones Federales), que realizaba la supervisión de las estaciones !

requería bajos salarios y el sacrificio de la fuerza de trabajo a la acumu- de radio Abwehr de los nazis. 3
lación de capital... Para Alemán, el sacrificio de una generación de tra- Sin embargo, así como los predecesores del FBI en la Gran Guerra ha-
bajadores y campesinos era un precio módico por hacer al país material- bían agrupado en un sólo montón las acciones "alemanas" y "bolchevi-
mente fuerte, industrializado, modernizado y avanzado. " 1 ques" bajo la etiqueta de la subversión, las operaciones estadounidenses
Además, el fin de la guerra liberó al estado mexicano de muchos de de inteligencia durante la segunda guerra implicaban la supervisión de
los límites impuestos al desarrollo irrestricto de capitalismo por la exi- los movimientos socialista y comunista, como atestigua la voluminosa co-
gencia de mantener el consenso social en tiempo de guerra. En tercer rrespondencia entre J. Edgar Hoover y Adolf Berle del Departamento
·,:1
lugar, la correlación de fuerzas en la arena internacional se había modi- de Estado, que se conserva en los Archivos Nacionales de Estados Uni-
ficado notablemente a fines de los años cuarenta. Estados Unidos emer- dos! Las íntimas relaciones establecidas con departamentos guberna-
gió de la guerra con sus fuerzas productivas masivamente desarrolladas mentales como la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, que
y con la determinación de reformar el orden económico de posguerra facilitaron las intervenciones telefónicas y la intercepción de telegra-
para facilitar el establecimiento de su hegemonía sobre Europa y Amé- mas, fueron cruciales para el éxito de las operaciones estadounidenses.
rica Latina. La Guerra Fría fue el escudo político e ideológico del nuevo El FBI conservó su derecho a realizar operaciones de inteligencia en
imperio estadounidense. Ésta significó una grave derrota para la iz- México incluso en la posguerra, cuando la recién creada ( 1947) Agencia
quierda estadounidense, aceleró las detenciones y deportaciones de los Central de Inteligencia (CIA) efectivamente se convirtió en la principal
líderes del PCEU a principios de 1948 y culminó con la condena de todas organización de espionaje de Estados Unidos que operaba fuera del te-
las figuras principales del Consejo Nacional de ese partido en julio de rritorio de ese país. 3 Además, el FBI proporcionó la orientación y el en-
1948. Pero también proporcionó una plataforma coherente en la que trenamiento que requirió el gobierno de Alemán cuando emprendió la
era posible tratar de desplazar las estrategias y fuerzas nacionalistas y expansión de sus propios dispositivos internos de vigilancia política y po-
socialistas de América Latina. Estados Unidos fijó con gran vigor las prio- liciaca, poco después de la toma de posesión del nuevo presidente me-
ridades de la Guerra Fría, y en México éstas fueron retomadas con en- xicano.
tusiasmo por el gobierno de Alemán. La más importante de las nuevas. organizaciones creadas por Alemán
Aunque se reconoce ampliamente la medida en que los vínculos eco- fue la Dirección Federal de Seguridad (DFS), invento de uno de los más
nómicos y políticos con Estados Unidos se reforzaron después de la se- conocidos y notorios consejeros del presidente, el coronel Carlos Serra-
gunda guerra, se ha prestado mucho menos atención a lo ocurrido en no. La DFS seguía el modelo del FBI y "realizaba intervención telefónica

152 153
con equipo proporcionado con ayuda del FBI". A mediados de 1947 em- purgados de sus funcionarios izquierdistas (prolombardistas, comunis-
pleó a instructores del FBI en el entrenamiento de nueve reclutas de la tas e independientes), mediante la fuerza bruta y la manipulación de las
Academia Militar adscritos a la nueva policía de Seguridad. 6 La DFS con- divisiones y debilidades internas. Con estas purgas violentas se dio un
servó muchas de las funciones que antes realizaban otros cuerpos de in- tremendo golpe a la confianza en sí mismos, la autonomía y el potencial
teligencia de la Secretaría de Gobernación, y una de sus principales democrático de los sindicatos estratégicamente más fuertes del país. Y
responsabilidades era supervisar las actividades "disidentes" del movi- todo esto se logró en un clima económico en que los salarios reales con-
miento obrero y de la izquierda, atribución que ya estaba cumpliendo a tinuaban su agudo declive, acentuado por la drástica devaluación del
mediados de 1947.' No es mera coincidencia que el ataque al cuartel ge- peso en julio de 1948.
neral del Sindicato de Ferrocarrileros (STFRM) en octubre de 1949, el La estrategia de Alemán no se limitaba a revertir lo ganado por los
primer intento exitoso de aplastar un poderoso sindicato, fuera realiza- trabajadores durante las eficaces movilizaciones en torno a la unifica-
do por elementos de la DFS bajo el mando personal de Carlos Serrano. ción sindical y el antimperialismo, en los años de Cárdenas. El alemanis-
Hubo signos claros y tempranos del giro a la derecha en el gobierno de mo también implicaba un esfuerzo consciente por marginar a las fuerzas
Alemán. Significativamente, el gobierno golpeó ante todo en el área de la izquierda política en los movimientos de masas, el partido oficial y
de las relaciones industriales. Esto reflejaba su preocupación no sólo an- la educación. En esta empresa, el gobierno de Alemán partía del traba-
te la militancia mostrada por los sindicatos nacionales de industria si- jo realizado por su predecesor, pero ahora los últimos vestigios del fron-
no por el grado en que los trabajadores de base estaban rebasando a sus tismo popular que se habían mantenido unidos sin solidez ni convicción
direcciones nacionales en condiciones de rápida inflación, caída de los sa- durante los años de la guerra, bajo la bandera de la "Unidad Nacional",
larios reales y muy difundida penuria. El 1o de diciembre de 1946, en su fueron finalmente desechados. Bajo Alemán, la versión mexicana de la
discurso de toma de posesión, Alemán atacó a los obreros que realiza- Guerra Fría canceló cualquier interpretación de la tradición revolu-
ban paros "ilegales". El blanco del ataque fueron principalmente los tra- cionaria que fuera incompatible con el programa de acelerada moder-
bajadores de los sindicatos petrolero y ferrocarrilero (STPRM y STFRM, nización capitalista emprendido por el régimen.
respectivamente), que habían emprendido una serie de paros de veinti- Bajo la presidencia del general Rodolfo Sánchez Taboada, el PRI mo-
cuatro horas durante 1946 en protesta por la austeridad y en demanda dificó su programa nacional para hacer posible la inmediata expulsión
de mejores contratos laborales. Después de que los petroleros realizaron de los individuos que pertenecían a otros partidos políticos." El PRI se de-
un paro el 19 de diciembre en defensa de un acuerdo firmado con la ad- claró sólidamente anticomunista y empezó a purgar de sus filas a los
ministración de Pemex unos días antes, el ejército ocupó los campos pe- comunistas y sus simpatizantes, demostrando, como señaló un diplomá-
trolíferos, las refinerías y las instalaciones en todo México. Más tarde, tico estadounidense, que Alemán sabía "para dónde soplaba el viento". 111
más de cincuenta funcionarios sindicales claves fueron despedidos. Ya en los primeros seis meses del nuevo sexenio la policía y unidades del
Otro indicio del curso que tomaría la administración fue la propuesta ejército habían empezado a atacar a personalidades y organizaciones
de modificar el artículo 27 de la Constitución, que Alemán envió al Con- de izquierda con creciente frecuencia y descaro. El propio secretario ge-
greso poco después de tomar posesión. La propuesta ampliaba el máximo neral del PCM, Dionisia Encina, fue detenido Uunto con otros miembros
permitido de hectáreas para tierras de propiedad privada e introducía del partido) en Torreón, pocos días antes del1 o de mayo de 1947, y Blas
mecanismos legales que los medianos y grandes propietarios podían em- Manrique, secretario de organización, fue detenido a punta de pistola a
plear para bloquear la expropiación. La legislación señalaba el compro- principios de mayo, llevado a las afueras de la ciudad de México y aban-
miso del gobierno de lograr una modernización agrícola sobre la base donado allí. JI La violencia fue suficientemente inesperada y preocupan-
del desarrollo del capital privado a expensas del ejido. La consigna de te para que en mayo y junio de 1947la dirección del Partido Comunista
"mayor producción" colocaba en segundo lugar las cuestiones relativas empezara a considerar la reactivación de sus estructuras y rutinas clan-
a la redistribución, y el cambio de énfasis pronto se reflejó en la canti- destinas.12
dad de tierra repartida por el gobierno central. 8 Existen pruebas claras de que estas acciones formaban parte de una
Sin embargo, la embestida más violenta aún estaba por venir. Entre campaña anticomunista más amplia coordinada por el senador Carlos
octubre de 1948 y finales de 1951, los tres sindicatos nacionales de in- Serrano y en parte destinada a obtener una recepción más favorable del
dustria más poderosos (ferrocarrileros, petroleros y mineros) fueron gobierno de Estados Unidos a las solicitudes mexicanas de ayuda econó-

154 155
UN RETO PARA LA IZQUIERDA MEXICANA
mica. 13 En varias ocasiones durante 1948, la embajada de Estados Unidos
recibió claros mensajes de un agente de inteligencia estadounidense re- !¡[
tirado y asesor de Alemán sobre asuntos de seguridad, el coronel Rez El impulso desarrollista planteó el mayor de los retos que se le presen-
Applegate, de que el gobierno de Alemán "sería extremadamente recep- taron a la izquierda mexicana a finales de los cuarenta. Pero los socialis-
tivo a una indicación directa del gobierno de Estados Unidos o la emba- tas y marxistas no entendieron plenamente la escala de los cambios que
jada de Estados Unidos sobre cómo creemos que debe proceder contra tenían lugar en la economía y la sociedad del México de posguerra. Du-
los comunistas en México". 14 rante un tiempo sorprendentemente largo la izquierda trató de retener
La Guerra Fría también dio vida a una colección de organizaciones la visión de la Unidad Nacional que había suscrito durante la guerra.
civiles anticomunistas que, aunque formalmente independientes del Mantuvo expectativas muy exageradas sobre los beneficios del desarrollo
estado, recibían el apoyo tácito de muchos funcionarios gubernamen- económico independiente que se derivarían de un modelo de desarro-
tales. El más importante de estos grupos era el Frente Popular Anti Co- llo basado en una alianza con la burguesía nacional. Y, lo que fue aún
munista de México (FPAC de M), formado en 1948. Los iniciadores de la más grave, porque la salud futura del movimiento socialista estaba en
organización fueron el veterano político Jorge Prieto Laurens, el perio- juego, los partidos de izquierda subestimaron la escala y la intensidad
dista Luis del Toro, varios oficiales del ejército, incluidos los antiguos del anticomunismo que se inició con la Guerra Fría. Esto contribuyó a
dorados, y muchas figuras que habían participado en la campaña presi- la velocidad con que la izquierda fue marginada por la represión políti-
dencial de Almazán ( 1940) y Ezequiel Padilla ( 1946). Aunque sus miem- ca y por las derrotas que sufrió en el terreno sindical durante la era ale-
bros eran predominantemente burgueses, el FPAC de M presumía de maoista.
estar apoyado por los campesinos en el ingenio de El Mante y por gru- Hubo varios intentos por reagrupar las fuerzas de izquierda durant~
pos de trabajadores ferrocarrileros y petroleros en Tampico y Monte- esos años. Los nuevos proyectos en su mayoría eran propuestas para l
rrey. La nueva organización realizó manifestaciones anticomunistas y creación de nuevos partidos o alianzas; el nuevo Partido Popular (PP)
montó varias campañas de prensa eficaces para exponer las intenciones la Acción Socialista Unificada (ASU) tenían por objetivo lograr esa reo
subversivas del Partido Comunista. 1' Más importante que esto, el FPAC de rientación de la izquierda. La ASU, fundada en el verano de 1946, era un
M se convirtió en el contacto mexicano de una red de organizaciones an- intento por unificar a los muchos socialistas independientes y grupos
ticomunistas y fascistas dispersas por toda América Latina, que más tarde marxistas que seguían fuera del Partido Comunista. Entre sus miembros
se conocería como la Liga Mundial Anticomunista. dirigentes había antiguas figuras del PCM (Miguel Ángel Velasco, Her-
Sin embargo, a pesar de las evidencias de un claro giro a la derecha nán Laborde y Valentín Campa), sindicalistas ferrocarrileros agrupados
en el gobierno, sería erróneo suponer que México adoptó súbitamente en la Alianza de Ferrocarrileros Socialistas (Amós Salinas, Francisco J.
un modelo puro de liberalismo clásico en el sentido económico. El pa- Berlanga y Máximo Correa), intelectuales como Germán List Arzubide
pel directivo del estado en los asuntos económicos (la "rectoría econó- y cardenistas como el michoacano Alberto Bremauntz. 17 La ASU logró li-
mica") seguía siendo aplastante, incluso al final de la presidencia de berarse en cierto grado de algunas de las fórmulas más dogmáticas del
Alemán. Éste no abandonó el pacto corporativista iniciado con el car- movimiento comunista y, como mostraría la Mesa Redonda Marxista,
denismo, en que las relaciones entre el estado y la sociedad civil eran sus miembros producían con mucho los análisis socioeconómicos más
mediadas por un complejo de organizaciones de masas sujetas al partido originales de la izquierda mexicana de los cuarenta. Infortunadamente, la
oficial. De manera similar, a pesar de las presiones de Washington, el lu- presencia en la ASU de comunistas expulsados como Campa y Laborde li-
gar de México en el sistema de las relaciones interamericanas no se con- mitaba mucho la capacidad del grupo para influir en los debates de aque-
formó al modelo deseado por Estados Unidos. México no suscribió llos sectores de la izquierda que aceptaban la tutela ideológica del PCM.
completamente el fetiche del libre comercio que inspiraba el Plan Clay- El Partido Popular, que surgió en 1947-1948, también era un intento
ton, ni redujo la regulación del sector estatal sobre la vida soci4l y eco- de reagrupar a la izquierda, aunque se proponía una coalición progre-
nómica de acuerdo con las preferencias estadounidenses. Los planes de sista que no se limitara a grupos e individuos de orientación socialista.
Washington para incluir a México en un sistema de defensa continental Sin embargo, su frágil sentido de la independencia respecto del estado
bajo dominio de Estados Unidos, simbolizados por el Tratado de Río, fa- y su subordinación a los caprichos de su fundador, Lombardo Toledano,
llaron completamente. 16 lo imposibilitaron para impulsar una apreciación creativa de las oportu-

156 157
,¡¡¡

11

nidades que se le presentaban a la izquierda en los difíciles años de la de los obreros" y su rechazo a las medidas "coercitivas", como el control de
posguerra. precios, destinadas a reducir el costo de la vida. 18 Sin embargo, para agosto
Una iniciativa más promisoria fue la Mesa Redonda Marxista de 1947, el Círculo de More los manifestó su apoyo a Alemán porque creía que el
que reunió a todas las principales corrientes de opinión de la izquierda candidato se había radicalizado "bajo la presión de las masas". 1"
'1
Alemán puede muy bien haber insinuado intenciones amistosas hacia
para examinar la dinámica del desarrollo económico y político del Méxi-
co de posguerra. Aunque los participantes de la Mesa Redonda plantea- la izquierda y su proyecto económico nacionalista en varias conversa-
J,,
1'

ron bien fundadas objeciones a varias de las más consagradas fórmulas de ciones durante el verano. Pero también intervenían consideraciones de 1

i
la izquierda latinoamericana (el supuesto esta tus semicolonial de México, patrocinio político. Según el licenciado Javier Icaza, antiguo juez de la
el énfasis en los residuos feudales y las dudas sobre la posición dominante Suprema Corte, Lombardo afirmaba que Alemán le había prometido a
de las formas de producción y las relaciones sociales capitalistas), muy la CTM un número mayor de senadores y diputados así como el derecho
pocas de sus mejores ideas innovadoras fueron asimiladas por la izquier- a elegir al siguiente secretario del Trabajo. 20 Al parecer también Dionisia
da en su conjunto. Encina esperaba obtener el apoyo de Alemán para siete candidatos del
PCM que contendían por puestos en el siguiente congreso federal." 1 Di-
LA ELECCIÓN DE MIGUEL ALEMÁN rigiéndose a un Consejo Nacional Extraordinario del partido, el8 de ju-
nio, Encina se refirió a que la clase obrera "debe estar representada en
Resulta curiosa, si consideramos su posterior postura proestadouniden- forma directa ... a través de hombres que sean representantes de cada
se y anticomunista, la forma en que la postulación de Alemán como una de esas fuerzas decisivas" si el gobierno de Alemán había de ser un
111¡·
candidato presidencial del partido oficial en 1945 fue calurosamente sa- auténtico gobierno de unidad nacional.2 2 Una lista de los candidatos 1
1
;,, 11

ludada por la izquierda y considerada con suspicacia por la embajada de propuegos por el PCM (que incluía a Encina como candidato a senador '·i·
Estados Unidos. Mientras las simpatías de algunos grupos de obreros, por Coahuila) fue entregada a Alemán cuatro días más tarde, cuando
¡11
campesinos y socialistas estuvieron inicialmente con el aspirante carde- una delegación del PCM se reunió con el candidato presidencial para tes-
nista Miguel Henríquez Guzmán, para fines de mayo de 1945 Lombardo timoniarle apoyo a su campaña. 23 Encina creía que había recibido por lo
Toledano había persuadido a la CTM, a la CNC y al Partido Comunista de menos el apoyo tácito de Alemán para el equipo electoral del partido, 'li
'

apoyar a Alemán como la persona que más probablemente implementa- aunque un informante bien situado en la Secretaría de Gobernación ad- l
ría un programa económico progresista en el periodo de posguerra. virtió al "Attaché Civil" del FBI que era improbable que los candidatos
Cuando Alemán anunció formalmente su candidatura lo hizo en una comunistas obtuvieran la aprobación del partido oficiaF• Sin embargo, 11
reunión de la CTM presidida por Lombardo. la fuente del FBI dentro del PCM informaba que la unificación de las :\!1:,
Apenas hubo voces disidentes en la izquierda. El Círculo de Morelos, "fuerzas revolucionarias" tras un solo candidato y la perspectiva de una
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que reunía a socialistas independientes y a algunos de los principales co- presencia comunista en el congreso habían llenado al PCM de optimis- ¡,,

1~
1

munistas expulsados del PCM en 1940 y 1943 (Hernán Laborde, Valentín mo respecto a su futuro, tanto así que el partido trasladó sus oficinas a •¡:1 .¡

Campa, Miguel Ángel Velasco, etcétera) expresó algunas vacilaciones ini- principios de julio a un edificio mucho más espacioso. 2' ,[i.¡

~:
ciales en junio de 1945, particularmente cuando la prensa de derecha Finalmente, los candidatos comunistas al Senado o la Cámara de Di- 1

colmó a Alemán de elogios y referencias al "triunfo de la reacción". Les putados no recibieron el aval "oficial", y padecieron toda la gama de 1:¡1:

ji
preocupaban particularmente las discrepancias entre los llamados de fraudes e irregularidades comunes en las campañas electorales de Mé-
·¡'.',
Lombardo en favor de "una decidida intervención del estado en la econo- xico.26 En Coahuila, donde Encina era candidato al Senado, el PRI fue
acusado de realizar una sucia campaña destinada a confundir a los vo- ¡;:1
mía del país", por una parte, y por la otra el propósito declarado de
Alemán de que las empresas privadas tuvieran "la máxima libertad" y tantes acerca de las intenciones de los comunistas. El PRI esparció rumo- 11
1

'

!1
su promesa de que el capital extranjero podría disfrutar libremente de sus res según los cuales el PCM había dado instrucciones a sus seguidores de ,,

legítimas ganancias. Dado que el Círculo de Morelos había sido particu- votar por el candidato presidencial conservador, Ezequiel Padilla, y en ''li
1

la ciudad conservadora y religiosa de León, Guanajuato, circularon fal- ¡'


larmente explícito en su crítica a la especulación en tiempo de guerra y a
los efectos de la inflación sobre los niveles de vida, también le preocupa- sos volantes del PCM en que el partido solicitaba apoyo para Alemán por-
ban los comentarios de Alemán sobre "las desproporcionadas demandas que "él acabaría con los curas e implantaría la Educación Socialista". A

158 159
¡:

pesar de esto, Encinas reconoció la victoria electoral de Alemán porque EL CONSENSO SOCIALISTA EN TORNO A LA INDUSTRIALIZACIÓN
representaba el triunfo del programa de Unidad Nacional. Pidió al go-
bierno que declarara electos a los derrotados candidatos comunistas pe- La virtual unanimidad de la respuesta inicial de la izquierda ante Miguel
1
ro, al mismo tiempo, dio seguridades de que el Partido Comunista no Alemán no se puede explicar simplemente como una cínica maniobra
dejaría de apoyar a Alemán aunque esto no sucediera. 27 política para obtener puestos para algunos de sus dirigentes o como una
Aunque las "promesas" de Alemán al PCM parecen poco genuinas, su · perezosa continuación de las estrategias de cooperación de clases soste-
campaña (y más tarde su gabinete) estuvo salpicada de figuras asociadas . nidas durante la guerra. Aunque ambos factores ciertamente influyeron
con la izquierda, las suficientes para causar preocupación a los observa- en su conducta durante la posguerra, había varias áreas cruciales en que
dores de Estados Unidos. La publicidad nacional para la campaña de las posturas articuladas deJa izquierda mexicana eran muy cercanas a las
Alemán en 1946, por ejemplo, fue manejada por un distinguido lombar- de la burocracia estatal y a las de muchos capitalistas manufactureros.
dista, Alejandro Carrillo. Carrillo, que había sido por un tiempo secre- Lo que vinculaba a estos tan diferentes sectores era la creencia en que
tario privado de Lombardo Toledano, había estado asociado con la México no tenía otra alternativa que la de profundizar la transfor-
Universidad Obrera y la CTAL. Renunció a su puesto como director de El mación capitalista de la sociedad en la inmediata posguerra. De hecho, !

Popular, en octubre de 1945, para ocupar el de director de Prensa y Pro- para la gran mayoría de la izquierda, la modernización capitalista no
paganda del comité de campaña de Alemán. En diciembre de 1946 fue sólo era inevitable sino eminentemente deseable, siempre que siguiera
nombrado para el segundo puesto en el orden jerárquico dentro del go- ciertas líneas maestras. Una mayor inversión en la manufactura y el de-
bierno del Distrito FederaF8 Otra figura destacada de la izquierda que sarrollo de la infraestructura necesariamente acrecentarían la autonomía :¡·1·''.,
trabajó junto a Alemán fue el joven economista Manuel Germán Parra, e independencia del país, disminuirían su subordinación al imperialis- 1!::1,
antiguo miembro del Partido Comunista. Tuvo un cargo de consejero mo estadounidense y acelerarían la eliminación de todos aquellos obs-
¡lli¡,''l
de la comisión económica del comité de campaña de Alemán y luego táculos "semifeudales" o "feudales" que le impedían a México abandonar ,,.
i,,'

fue subsecretario de Economía durante la primera parte del sexenio su e status semicolonial. 33 1 ¡¡
alemanista (hasta julio de 1948) .2" También en el nivel de las bases, el Hay que señalar que la izquierda no se estaba defendiendo de un li-
PCM se movilizó intensamente para apoyar a Alemán; una fuente estadou- beralismo económico sin cortapisas. El desarrollo capitalista tendría, de
nidense reportaba que los comunistas eran los miembros más entusias- alguna manera, que ir acompañado de la protección al nivel de vida del
tas en los comités pro-Alemán de varios estados."' obrero y el campesino, y tendría que respetar tanto el papel determi-
Mientras enviaba un tipo de señal a la izquierda, Alemán decía cosas nante del estado en el diseño de las metas socioeconómicas como los
muy distintas a la embajada de Estados Unidos. En una conversación derechos de los capitalistas nacionales.'" La forma en que estos fines
con el primer seoetario de la embajada, en marzo de 1946, Alemán dio contradictorios se lograrían era un tema que causaba preocupación. Los
seguridades de que se pondría a favor de Estados Unidos en caso de con- lombardistas e, inicialmente, el Partido Comunista tendían a minimizar
flicto con la Unión Soviética y les dijo a los estadounidenses que no se los problemas, y algunos individuos incluso celebraban la legislación re-
preocuparan por el apoyo que le estaba dando Lombardo Toledano. gresiva (como la modificación al Código Agrario) argumentando que
Bajo ninguna circunstancia aceptaría a ningún comunista en su gobier- acentuaría el desarrollo capitalista en el campo. Representantes de estas
no y Lombardo no estaría en capacidad de forzar al gobierno a aceptar corrientes criticaban el "economicismo" de muchos socialistas y sindica-
a ninguno de sus amigos o compañeros de viaje en el gabinete." Mensa- listas que supuestamente estaban sacrificando los fines a largo plazo de
jes semejantes fueron enviados a Estados Unidos a través de Roberto independencia económica y emancipación con su insistencia en las lu-
Córdova, embajador viajero de México (asignado a la Secretaría de Re- chas a corto plazo por salarios y condiciones de trabajo."'
laciones Exteriores). Su análisis, tal como se resume en un informe a Wa- Por otra parte, los socialistas independientes se preocupaban por el
. shington en enero de 1947, al parecer quería resultar tranquilizador: continuo deterioro de las condiciones de vida de los pobres urbanos y
"VLT no es un hombre peligroso para el gobierno. Siempre está dispues- rurales. De manera significativa, la tensión entre estas dos corrientes
to a pactar con el gobierno. Siempre que se pone particularmente inma- tendía a expresarse con mayor claridad en las disputas sobre cuánta
nejable, el Presidente sólo tiene que llamarlo y Lombardo acepta hacer energía debía dedicarse a las campañas contra la carestía y sobre cómo
lo que el Presidente quiere". 32 había que explicar el empobrecimiento de las masas rurales y urbanas.

160 161

:
Los lombardistas y, en menor grado, los comunistas culpaban a la esfera principios de 1945 alrededor del momento en que se celebraba la Con-
de la comercialización (comercian tes codiciosos y especulación) y pro- ferencia lnteramericana sobre los Problemas de la Guerra y la Paz (la
pugnaban una mayor colaboración entre los fabricantes nacionalistas, el Conferencia de Chapultepec), en la que la postura de los Estados Uni-
estado y la clase trabajadora, mientras los socialistas independientes ten- dos sobre el libre comercio provocó considerable enojo en los círculos
dían a concentrar sus ataques en la esfera de la producción y culpaban obreros e industriales. La oposición de Lavín a la Carta Económica de
al creciente peso del capital financiero, a la "desnacionalización" de los las Américas (el Plan Clayton) fue particularmente virulenta, y recogía
capitalistas nativos y al impacto de las crecientes concesiones del estado casi exactamente los puntos de vista de Lombardo Toledano y Dionisia
al capital extranjero. Encina. De esta segunda vuelta de reuniones surgió la idea de un Pacto
Estos debates no se realizaban en un plano puramente abstracto. Es Obrero-Patronal que sería firmado por la CTM, el sindicato de mineros,
importante reconocer los fundamentos materiales muy reales de la n~ la CTAL y la CNIT.'9 "El pacto mismo era una declaración muy general en
ción de una "alianza de clases para industrializar a México". Aunque el sentido de que trabajadores y patrones estaban unidos en un esfuerzo
ahora puede ser fácil probar la ingenuidad de la izquierda en materia conjunto para lograr el progreso económico y la independencia econó-
económica, había muchos datos reales a mediados de los años cuarenta mica de México. No contenía ningún compromiso específico respecto
para sustentar la idea de que una burguesía progresista nacional no sólo de las relaciones industriales. No era una 'tregua'.""> ¡1

existía sino que, aún más importante, estaba dispuesta a negociar y hasta El pacto, firmado el 7 de abril de 1945, sí estableció, sin embargo, un ¡,.
cierto punto a aliarse con la clase obrera organizada y la izquierda procedimiento informal para mediar en los conflictos entre los sindica-
socialista. El protagonista clave tras esta visión de una auténtica clase ca- tos y los miembros de la Cámara, aunque la CTM y Lombardo se vieron ¡¡¡,,,,
pitalista nacional era la Cámara Nacional de la Industria de la Trans- en dificultades para reiterar la idea de que el pacto no significaba aban- 11¡; 1

formación (CNIT), fundada en noviembre de 1941, y que en 1945 se donar la lucha de clases. Pero defensores más cautos del pacto, como
1¡:'
atribuía 5 084 afiliadas. Identificada, un tanto prematuramente, por Valentín Campa, reconocían que la historia de los sindicatos inmorales
Sanford Mosk como la vanguardia de un "nuevo grupo" de industriales y vendidos y la tendencia de algunos industriales a ver la alianza como ]¡·i¡
mexicanos abocados al nacionalismo económico, la colaboración con una oportunidad de reducir las condiciones de trabajo podrían produ-
los obreros, la alta protección y una simpatía por el papel rector del es- cir inquietud entre los obreros. Refiriéndose a las acciones militantes
tado como promotor de la acumulación de capital, la CNITpronto fue del sindicato de ferrocarrileros, Campa señalaba que era posible colabo-
vista por la izquierda como una aliada en su campaña para llevar el de- rar con la administración para mejorar la eficiencia y la productividad
sarrollo económico de la posguerra en una dirección progresista.'" sin hacer concesiones en la defensa de los intereses de los trabajadores.''
Los miembros de la CNIT procedían de diversos campos, pero la mayo- Pero, aunque la colaboración de clases quedara descartada, la tarea
ría eran dueños de empresas pequeñas y medianas de origen reciente. Jo- que se planteaba era la de realizar una campaña de movilización na- ,,,i
sé Domingo Lavín, uno de los primeros presidentes de la CNIT, era, por cional y sacrificio personal comparable, como sugirió un observador so-
ejemplo, propietario de una compañía farmacéutica de mediano tama- cialista, a la revolución industrial inglesa y a los planes quinquenales
ño.37 La mayoría de las fábricas más grandes y antiguas creadas durante la soviéticos. Naturalmente, el precio injusto que pagaron los trabajadores
fase pionera de la industrialización mexicana en campos como la produc- en el primer ejemplo era totalmente inaceptable; por otra parte, una
ción textil, zapatera, jabonera y papelera se quedaron fuera de la orga- versión mexicana del stajanovismo era positivamente bienvenida.'2 Fue-
nización y adoptaron actitudes menos estridentes en torno al asunto de ra de los minúsculos grupos trotskistas, escasos miembros de la izquier-
los aranceles y a la necesidad de establecer relaciones íntimas con el mo- da criticaron la idea de que los niveles de vida de los trabajadores tal vez
vimiento obrero. tuvieran que sacrificarse en el altar de la industrialización. El disidente
Se puede rastrear el inicio del acercamiento entre la izquierda y la más distinguido fue el historiador económico, secretario general del sin-
CNIT hasta marzo de 1944, cuando Lombardo Toledano organizó una dicato de maestros (SNTE) y presidente del Comité Organizador del
reunión confidencial con industriales, banqueros y un grupo selecto de Círculo de Morelos, Luis Chávez Orozco, que renunció a su cargo en el
dirigentes obreros, para discutir formas de coordinar una lucha conjun- sindicato tras atacar a Lombardo Toledano como apologista del imperia-
ta contra la invasión de capital estadounidense en el periodo de posgue- lismo, acusándolo de querer poner la carga de la industrialización en los
rra.38 La reunión no tuvo resultados, pero los contactos se reiniciaron a hombros de los trabajadores:"

163
Mientras el contenido del pacto resultó en general poco polémico, los Nacional y el apoyo a los gobiernos de la Revolución Mexicana indepen-
puntos de vista de algunas figuras destacadas de la CNIT ciertamente no dientemente de sus errores y fallas. La táctica de la lucha de clases sin l¡!
lo fueron en absoluto. José R. Colín, que sucedió a Lavín como presiden- cortapisas era un error porque en un país atrasado como México "los
te de la organización, fue particularmente claro en sus ataques al impe- productores nacionales son aliados de la clase obrera".'8 El concepto, sin
rialismo estadounidense y a la histeria anticomunista que empezaba a embargo, seguía siendo vago, y Lombardo hablaba a veces de un "parti-
invadir a México durante los primeros años de la presidencia de Alemán. do de los Trabajadores Mexicanos" y otras de un "partido de demócratas
El comunismo, concluía en un discurso pronunciado en noviembre serios".
de 1946, era atacado por algunos patrones porque era un "fenómeno de Pero para 1946-1947la urgente necesidad de reagrupar a las fuerzas
nuestro tiempo" y porque era la respuesta a la pobreza y expresaba un progresistas ya no era monopolio de Lombardo. Los grupos socialistas
deseo de mejoramiento de la humanidad.+~ En otro discurso varios años independientes que se reunieron para formar Acción Socialista Unifica-
más tarde, Colín atacaba al Partido Popular de Lombardo (¡desde la iz- da en julio de 1946 habían llegado a la misma conclusión, aunque su
quierda!), argumentando que uno de sus objetivos era controlar a la visión de lo que debía ser esa nueva fuerza era más claramente vanguar-
izquierda y destruir el espíritu democrático del pueblo."' Todavía más in- dista y vinculada a la clase trabajadora que la de Lombardo. La principal
teresante es el hecho de que Lavín y Colín ayudaron secretamente en las preocupación de quienes llamaban a dicha unificación era que la iz-
campañas del sindicato ferrocarrilero (STFRM) y la CTM entregando datos quierda mexicana, lastimosamente fragmentada, no podría responder
técnicos y pagando anuncios y publicidad en la prensa diaria!" al reto planteado por los primeros signos de la Guerra Fría y las muchas
señales de un giro a la derecha en el equilibrio de las fuerzas políticas
LA MESA REDONDA MARXISTA DE 1947 bajo el creciente anticomunismo en México!"
El hecho de que el proyecto de la Mesa Redonda pudiera, en efecto,
A principios de 1947 ocurrió un hecho único en la historia de la izquier- llevarse a cabo fue por sí mismo un triunfo importante. Aparte de las di-
da mexicana. La Mesa Redonda Marxista fue la primera ocasión en que vergencias entre la visión amplia que tenía Lombardo del "nuevo par- i:
una muestra representativa de la izquierda mexicana (con excepción, tido popular" y las concepciones más clásicamente leninistas de la ASU y
desde luego, de la "quinta columna trotskista") se reunió para discutir su de individuos como Bassols y Villaseñor, el Partido Comunista tenía re-
visión del México contemporáneo y de la política mundial y sus perspec- servas ante la idea de reunirse con grupos marxistas que albergaban a
tivas sobre el curso futuro de la Revolución Mexicana. El acto fue patro- los comunistas expulsados del partido en los años anteriores. El PCI\1 es-
cinado por Lombardo Toledano, cuya agenda política explícita se centra- taba especialmente irritado con la ASU, en la que militaban Valentín
ba en el largamente acariciado plan de fundar un nuevo partido político Campa, Hernán Laborde y Miguel Ángel Velasco. El "Grupo Insurgen-
de la izquierda. Como hemos visto, la idea surgió por primera vez a fi- te" también era un problema ya que albergaba igualmente a varias
nes de los treinta, reapareció durante un breve periodo en 1944-1945 dis- personas expulsadas del PCM, como José Revueltas."' Los comunistas me-
frazada como la Liga Socialista Mexicana, y fue retomada todavía más xicanos, que todavía estaban superando las secuelas del "browderis-
enérgicamente en 1946, especialmente tras las elecciones presidenciales mo", también se inquietaban por algunas de las referencias más floridas
de julio!' de Lombardo al "fin de la lucha de clases", y a ello se añadía la preocu-
Dos semanas después de la elección de Alemán, Lombardo Toledano pación de que el nuevo partido dañara o eclipsara al propio PCM. En los
defendió la formación de un nuevo partido durante un mitin en la Arena últimos dos meses de 1946 Encina y Lombardo tuvieron un agrio inter-
México, que supuestamente tenía por objeto apoyar al gobierno repu- cambio de palabras sobre éstos y otros temas.' 1
blicano español en el exilio. Era necesario salvar a la Revolución Mexi- Un problema más serio era que las decisiones tomadas por la nueva
cana, sostuvo Lombardo, depurando al sector revolucionario y unificando presidencia de Alemán parecían indicar que el optimismo de la izquier-
a la izquierda. Ambas metas serían cumplidas por un nuevo partido que da sobre la dirección progresista del gobierno estaba desencaminado.
reuniría al PCM, los marxistas, los socialistas como Narciso Bassols, Víctor Había especial preocupación en torno a la propuesta de Alemán de re-
Manuel Villaseñor, Valentín Campa, hombres [sic] del PRI, hombres y mu- formar el artículo 27 de la Constitución, para facilitar que los individuos
jeres liberales y progresistas ("el camarada Martín Luis Guzmán") y poseyeran grandes cantidades de tierras sin correr el riesgo de ser afec-
patriotas genuinos. El tema de esta nueva fuerza amplia sería la Unidad tados por la reforma agraria. Destacados socialistas independientes co-

164 165
1
111

mo Manuel Mesa (un distinguido agrónomo y miembro de la ASU) y Nar- cráticas y el mejoramiento del nivel de vida de las masas. En política ex- !

ciso Bassols consideraban la reforma como un ataque al concepto de terior el nuevo partido debería luchar por la paz, la eliminación del
ejido y una flagrante concesión a los medianos y grandes capitalistas agra- fascismo, la independencia del mundo colonial y una Política del Buen
rios. El periódico El Popular, de inspiración fuertemente lombardista, Vecino."
respondió a esas críticas hablando de los "pseudoizquierdistas y represen- Cuando empezó a describir cómo debería ser el nuevo partido, Lom-
tantes de la izquierda demagógica", lo que no era un buen presagio para bardo claramente parecía tener en mente a los socialdemócratas alema-
la Mesa Redonda a la que Bassols y otros críticos de la reforma constitu- nes anteriores a los nazis. Tendría que reunir a las mujeres y a los jóvenes,
cional estaban invitados. 52 organizar música, coros, bandas, grupos de cine, librerías y editoriales,
A principios de enero de 1947, Lombardo envió invitaciones a la así como clubes de lectura y deportivos." El "partido popular" no sería
Mesa Redonda, cuya finalidad sería "discutir las tácticas y objetivos del sin embargo un partido marxista, porque, como Lombardo señaló con
proletariado y del sector revolucionario de México en el actual estadio tacto, ya existía ese partido. Lombardo fue bastante vago respecto de las
del desarrollo histórico del país". Entre los invitados se hallaban miem- relaciones del nuevo partido con el PCM y el PRI. No suplantaría inme-
bros del Partido Comunista, el "Grupo Insurgente", la ASU y el Grupo diatamente a estos partidos y mantendría buenas y cercanas relaciones,
Marxista de la Universidad Obrera, que era la base intelectual del pro- aunque precisó lo que quería decir por lo que tocaba al PRI al añadir ¡;['
pio Lombardo. Entre los individuos convocados estaban Narciso Bassols "mientras exista". 56
y Víctor Manuel Villaseñor (dos socialistas iconoclastas), Juan Manuel Los principales argumentos de Lombardo fueron respaldados por
Elizondo (senador priísta y antiguo dirigente comunista del sindicato de casi todos los invitados a la Mesa Redonda. Sin embargo, también hubo ,!i\1·1

mineros), Agustín Guzmán V., Francisco de la Garza, Gaudencio Peraza signos del surgimiento de una crítica socialista a la Revolución Mexicana ¡:¡¡,,
(destacado miembro del sindicato de maestros, SNTE, y también antiguo y a las primeras acciones del gobierno de Alemán, que se apartaba de la ¡1¡,¡

1,''
miembro del PCM), Rafael Carrillo (uno de los fundadores del PCM y perspectiva ortodoxa de la Tercera Internacional esbozada por Lombar- ~ ..
,,.¡
1

lombardista en los años cuarenta) y Gontrán Noble. do. Así sucedió especialmente con las intervenciones de los delegados il'i,
La agenda de discusión fue claramente fijada por Lombardo en su de la ASU. Por ejemplo, el primer discurso de Valentín Campa fue ligera
discurso del 15 de enero. Tras advertir contra las desviaciones de dere- y sutilmente crítico de varias de las posturas de Lombardo. El trabajador ¡'1.1
i,l
cha e izquierda (de las que claramente le preocupaban más las' segun- ferrocarrilero dudaba de que los zigzags que trazaba el curso de la /¡:
das), Lombardo planteó las siguientes preguntas: ¿Qué tipo de revolución Revolución Mexicana fueran resultado de la falta de un programa clara-
queremos en nuestro país? ¿Qué tipo de sistema social queremos ahora co- mente definido, como había sugerido Lombardo. Más bien, sostenía, se ¡ii
,¡,,
mo objetivo inmediato? ¿Qué pasos inmediatos debemos dar? ¿Con qué vinculaban al aburguesamiento y el enriquecimiento de las élites revolu- t,'

~~1'~
tipo de fuerzas podemos contar para lograr nuestras metas inmediatas? cionarias, y citó el ejemplo del expresidente Calles y sus seguidores. A la 11

¿Cuáles son nuestras propias fuerzas y puntos fuertes, y con qué tipo de vez que avalaba la creencia de Lombardo en que los fines de la revolu-
aliados debemos trabajar? ¿Cómo debemos utilizar nuestras propias ción democrático-burguesa no se habían alcanzado plenamente, Campa
fuerzas y las de nuestros aliados? ¿Cuáles son las fuerzas enemigas y có- insistía en que no se alcanzarían a menos que el proletariado dirigiera
1
mo podemos destruirlas? 53 los estadios finales de la revolución, lo que era una obvia bofetada con-
!l¡l¡il¡
Lo mejor para enfrentar el reto, sostuvo Lombardo, sería "un gran
partido popular", que sería un frente revolucionario independiente del
tra la vaguedad de la concepción lombardista del "partido popular".;;
Campa criticaba también algunas de las nociones simplistas de indus- i1( 1/l

gobierno y constituido por la clase obrera, el campesinado, los ejida- trialización que circulaban en la izquierda. Favorecía el capitalismo de i¡

tarios, los auténticos pequeños propietarios, los peones, la clase media, estado como la mejor forma democrático-burguesa de industrialización,
1

los pequeños comerciantes, intelectuales y funcionarios públicos. No se- frente al tipo de proceso económico simbolizado por la Fundidora Mon-
ría un partido marxista o izquierdista, ya que su objetivo sería buscar el clova que, tras obtener grandes ganancias, fue entregada a capitalistas y
cumplimiento de las metas inmediatas de la Revolución Mexicana. Por funcionarios privados. El capitalismo de estado implicaba necesariamen-
lo tanto, su programa tendría que reflejar la lucha de la Revolución Me- te que también se incorporaran a la propiedad estatal algunas áreas de
xicana por lograr la emancipación nacional, el desarrollo económico, la la manufactura así como de la industria pesada. Aquí, Campa se metía
revolución industrial, el perfeccionamiento de las instituciones demo- en terreno minado, ya que la "Unidad Nacional" sólo podía plantearse

166 167
si se eliminaba la amenaza de nacionalización para la mayoría de las em- tatales, y que en ese momento se ampliaba al sector ferrocarrilero. La
presas manufactureras no estratégicas. Tesorería quería hacerles a los ferrocarrileros lo que les había hecho a
Campa también hizo una serie de críticas cautas a la caracterización los petroleros. Peor aún, se estaba apoyando en la dirección corrupta y
del régimen de Alemán. Subrayó abundantemente que el gobierno era gangsteril de la CTM (con Fidel Velázquez y Fernando Amilpa a la cabe-
"progresista", pero insistió en la necesidad de un análisis de clase sobre za), que pretendía minar la unidad interna del sindicato ferrocarrilero
el tipo de acumulación capitalista que se llevaba a cabo en los cuarenta organizando una corriente minoritaria opuesta a la dirección del sindi-
y en la necesidad de identificar los vínculos personales existentes entre cato. En vista de estas circunstancias no era posible separar la consigna
el nuevo modelo y la composición del gobierno de Alemán. El estado de unidad obrera dentro de la CTM de la urgente tarea de depurar a di- j!

imponía medidas antipopulares y generaba descontento popular, lo que cha confederación; la unidad y la cirugía iban de la mano. Campa termi- !l·
':¡
estaba aprovechando la derecha, como en los recientes disturbios de nó llamando a la izquierda a pelear contra las influencia"s reaccionarias
i
que operaban sobre Alemán. Aunque no tildaba al propio gobierno de
1

León (Guanajuato) y Tapachula (Chiapas)."" Si ahora la derecha era más ~ 11


'1

Alemán de reaccionario (de nuevo, la culpa no era del rey sino de sus
1

fuerte que la izquierda, esto significaba que "nuestro régimen progre-


¡!
sista está no sólo haciendo muchas concesiones de todo orden a la reac- consejeros), el sentido crítico de su cauteloso discurso era inequívoco.G 1
i :
ción, sino que está siendo conducido por un camino de derecha", y se El otro crítico de la postura de Lombardo fue el muralista revolu- 1
lliijl
corría el riesgo de una repetición del fenómeno callista de décadas cionario y enfant terrible del Partido Comunista en los años treinta, David ¡:,1 1
atrás.'" Alfara Siqueiros, que habló en representación de la "Sociedad Javier ji, 1

Campa también criticaba la idea de Lombardo de que el oportunismo Mina", una organización de antiguos combatientes de la guerra civil ¡\11' 1

de la derecha se estaba debilitando, especialmente dentro del movi- española. Las observaciones de Siqueiros provocaron reacciones más ai- lill¡•l
miento obrero. La consigna de Unidad Nacional era básicamente co- radas que las de ningún otro orador. Su elogio de Lombardo estuvo pla- ¡:1:

rrecta, pensaba, pero se estaba interpretando de maneras incorrectas. gado de tajantes frases sobre las numerosas omisiones que contenía el ,1
1!,,,

Aquí, Campa insistió en referirse a las experiencias vividas durante la discurso inaugural del maestro, en particular, su silencio sobre dos cues- !, 1

ll¡i'!i
guerra por su propio sindicato, el STFRM, que había realizado una fuerte tiones candentes para la izquierda en ese momento: el ataque del go- 1! :

y persistente campaña industrial contra la carestía y había hecho excesi- bierno a los petroleros y la reciente reforma al Código Agrario.'" Desde • 1

vas concesiones a la administración de los Ferrocarriles Nacionales. Para su punto de vista (del que se hizo eco Narciso Bassols, otro de los orado- :

11'
1
1
Campa, la Unidad Nacional era aceptable en la lucha contra el fascismo, res), la manera de examinar el carácter del gobierno de Alemán había 11 1

pero no tenía ningún caso defender la "unidad en el hambre". sido demasiado abstracta; había una resistencia a hablar francamente y 1
¡111
También estaba la cuestión de cómo entraban las compañías de pro- a "tomar el toro por los cuernos". 63 Según él, la izquierda no estaba lo- lijl'i
1'1'
piedad extranjera en la perspectiva de la Unidad Nacional. Los trabaja- grando mantener una independencia crítica frente al estado, y esto se l,¡!llri

l~i~j~~~
dores ferrocarrileros se habían desconcertado especialmente ante la reflejaba en la abyecta capitulación ante el gobierno de periódicos de
insistencia de la CTM y de Lombardo en que las compañías de transporte "izquierda" como El Popular.
privadas fueran incluidas en el Pacto Obrero-Patronal de 1945. El STFRM Siqueiros fue particularmente mordaz al referirse a la tendencia de
estaba a favor de pactos semejantes con los industriales mexicanos, pero Lombardo a crear nuevas organizaciones sin una explicación adecuada, !1¡::,¡

se oponía a cualquier medida que limitara la posibilidad de nacionalizar siendo el principal ejemplo la Liga Socialista Mexicana: 11,¡
1:!11 1

a las compañías extranjeras como la Wells Fargo. Por si no fuera impug-


nación suficiente a las posturas de Lombardo, Campa también recordó Les voy a poner el ejemplo gráfico; un grupo de personas nos meti- 1

¡¡!
a los participantes de la Mesa Redonda que el sindicato ferrocarrile- mos a una casa, salimos a la ventana, empezamos a gritar: "¡Reúnanse 1

·11¡
ro había sido el único sindicato importante que se opuso a los cambios que tenemos un problema de vital importancia para todos ustedes!"
11:,
realizados por Ávila Camacho a la Ley Federal del Trabajo, para impo- Los convencimos que era de vital importancia, y cuando ya estaban to- '.li
1

ner graves penas por realizar paros de labores. 6" dos reunidos, nos salimos por la puerta de atrás y no le dimos ninguna •¡1

Al referirse al frente laboral, Campa sostuvo que la reciente represión explicación a la masa, los dejamos parados delante de la casa."' ll¡i
contra los trabajadores petroleros formaba parte de una- ofensiva anti- 11

il
obrera general lanzada tanto por las empresas privadas como por las es-
!

168
Siqueiros no dejó ninguna duda de que consideraba que Lombardo tación del proyecto favorito de Lombardo iba acompañada de expre-
participaba en demasiadas actividades y organizaciones y, sin rechazar la siones de apoyo al Partido Comunista. Finalmente, todos los delegados
idea de un nuevo partido, insistió en la necesidad de construir un Parti- estuvieron de acuerdo en la necesidad de preservar la unidad de la divi-
do Comunista más fuerte para lograr que la CTM y la izquierda no seco- dida y desmoralizada CTM, cuya corrupción y cuya inminente batalla
rrompieran. Esta posición fue también defendida por Campa y Hernán interna en torno a la sucesión de Fidel Velázquez como secretario gene-
Laborde de Acción Socialista Unificada (ASU), que más tarde propuso ral figuraron de manera destacada en las intervenciones y la discusión.
que todas las organizaciones marxistas y socialistas independientes de- Lo nuevo eran los atisbos de esfuerzos vacilantes, contradictorios pe-
bían disolverse y unirse al PCM. 65 ro de todas maneras resueltos por enfrentar los procesos cualitativamente
El análisis más sofisticado de los problemas contemporáneos fue el nuevos que estaban transformando a la sociedad mexicana en los cua-
de Hernán Laborde, otro de los dirigentes comunistas expulsados del renta: la naturaleza del capitalismo mexicano, el peso relativo de las di-
PCM en 1940. La parte más valiosa de su intervención fue un matizado ferentes fracciones de la clase capitalista, las pretensiones hegemónicas
examen de la composición de clase de las fuerzas representadas en el del capital financiero, la presencia cada vez mayor del capital extranjero
gobierno de Alemán y de los rasgos dinámicos de la formación social y la creciente corrupción de la CTM. Ninguno de los participantes
mexicana. Ridiculizó la idea de que el capital mercantil todavía era do- rechazó las nociones consagradas tales como el estatus de México como
minante en México y de que los verdaderos capitalistas y proletarios sólo nación "semicolonial" ni impugnó el potencial democrático y emancipa-
eran una fuerza incipiente. A pesar de su atraso, México tenía ahora una dor de la "Revolución democrático-burguesa Mexicana". Pero el tono de
burguesía madura y un sector de capital financ.iero (aquí mencionó al los delegados y su insistencia en el análisis franco de las primeras acciones ,1

nuevo director del Banco de México,' Carlos Novba) que era económica- del gobierno de Alemán eran la prueba de que la izquierda mexicana 1¡'1

mente y, en gran medida, también políticamente hegemónico. Dado no estaba completamente ciega a los importantes cambios que ocurrían "1
que la izquierda no se oponía al desarrollo capitalista, la tarea princi- a su alrededor, aunque no fuera aún capaz de teorizar adecuadamente .,
pal que se le presentaba era decidir cuál era la mejor estrategia para pre- su significación. Varios oradores lamentaron el hecho de que la Mesa il¡

sionar al gobierno de Alemán de manera que adoptara una vía progre- Redonda no se hubiera realizado un año atrás, antes de la campaña elec-
sista y no reaccionaria de desarrollo capitalista, una vía que lentamente toral de 1946. Pero para el historiador, la pregunta inquietante es ¿qué
redujera el poder de los bancos y del capital extranjero y elevara el nivel tan diferente habría sido el debate si la reunión de la izquierda hubiera
de vida de las masas. 66 sido convocada al final del periodo de Alemán y no en su tercer mes?
¿Qué había logrado la Mesa Redonda? Desde luego, no hubo grandes
avances teóricos. Virtualmente todos los oradores compartían un con- LA IZQUIERDA YLA CLASE OBRI':RA ORGANIZADA: 1946-1950
junto de supuestos derivados de las perspectivas de la antigua Comin-
tern sobre la vía revolucionaria correcta en las "naciones semicoloniales". Durante los primeros tres años de la presidencia de Alemán, la falta de
La noción de encrucijada, esbozada por Encina en 1940, todavía estaba unidad perceptible en el movimiento obrero durante la segunda guerra
presente, incluso en las sofisticadas intervenciones de Campa y Labor- mundial se hizo todavía más pronunciada. La hegemonía que ejercía la
de.67 México, según ese planteamiento, se situaba en la encrucijada (¡per- CTM, ya disminuida por la creación de federaciones obreras rivales como
manentemente, al parecer!) esperando decidir qué vía seguir: la vía la CPN y la COCM, se vio aún más menoscabada por la pérdida de grupos
reaccionaria que conducía a la subordinación ante el imperialismo y el claves de miembros. El golpe más serio fue la salida en 1946-1947 de los
capital financiero y al empobrecimiento del pueblo, o la vía progresista, tres principales sindicatos de industria: ferrocarrileros, petroleros y mi-
que conducía a la liberación nacional y a una forma de desarrollo eco- nero-metalúrgicos. La CTM también perdió a un gran número de sus fe-
nómico que respetara el bienestar de la mayoría. deraciones estatales más importantes a fines de 1947 y principios de
También la adulación hacia Lombardo Toledano menudeó en todas 1948. Para el inicio de 1948 se estimaba que la membresía de la antaño
las intervenciones, incluso cuando (como en el caso de Siqueiros) esta- poderosa CTM se había reducido a unos cien mil trabajadores, principal-
ba mañosamente diseñada para exhibir las pretensiones y el oportunis- mente concentrados en el bas.tión tradicional de los "cinco lobitos", la
mo del maestro. Y hubo una respuesta generalmente favorable a la idea Federación de Trabajadores del Distrito Federal.
de un nuevo "partido popular", aunque también en este punto la acep- La aparente desintegración de la CTM en esos años no se puede expli-

170 171
car por referencia a la acción de ningún factor individual. Ciertamente dos por las drásticas reducciones al salario real (acekradas por la deva-
uno de esos factores era el desencanto ante la corrupción y las prácticas luación del peso que tuvo lugar en 1948), la rapidez del ataque del
antidemocráticas cada vez más evidentes en la CTM, desencanto que da- estado a los trabajadores ferrocarrileros en octubre de 1948 y las prime-
taba ya de principios de los cuarenta. El autoengrandecimiento, las riva- ras señales de que se planeaba hacer purgas similares (o "charrazos")
lidades personales y las maniobras para obtener influencia dentro de los dentro de los sindicatos petrolero y metalúrgico. La CTM sobrevivió a los
sindicatos y del estado (en particular la lucha por la dirección de la CTM pesadillescos años de 1947-1948, y el gobierno de Alemán, con la confian-
en 1946-1947) también continuaron estimulando la proliferación de za en sí mismo muy reforzada, dedicó sus últimos tres años a afinar un
nuevas agrupaciones y federaciones sindicales. Otra cuestión con hon- nuevo modelo de relaciones estado-movimiento obrero en las que la li-
das raíces en la historia de la CTM adquirió mayor importancia a mediados bertad de maniobra para las organizaciones obreras y campesinas que-
de los cuarenta: la sensación en el STFRM, el STPRM y el SITMMSRM de que daba drásticamente reducida.
el peso político de los sindicatos nacionales de industria dentro de la Al principio de la presidencia de Alemán, la situación de la CTM ya era
CTM no era suficientemente grande, idea que Lombardo Toledano reco- lamentable. Había perdido miembros que habían pasado a federaciones
gió durante el XXX Consejo Nacional de la Confederación, en enero de rivales como la CPM y la COCM, y la única región en que la organización
1947.""1ndudablemente, sin embargo, ese desencanto se veía intensifica- no tenía competencia era el Distrito Federal. En Jalisco, de sesenta mil
do por el giro a la derecha en las medidas y acciones del gobierno de trabajadores sindicalizados, sólo cinco mil pertenecían a la CTM; en el
Alemán y por la renuencia de la dirección de la CTM a combatir esa teÍl- crucial estado de Puebla, la Federación de Obreros y Campesinos de
dencia. Puebla (FROC-P) estaba afiliada a la CPN, mientras en Querétaro la CTM
En 1947-1948, la CTM no sólo perdió miembros: también se vio im- sólo tenía un sindicato, un grupo minoritario en una fábrica textil. En
pugnada por varias federaciones de obreros y trabajadores agrícolas de el importante estado de Veracruz, gran parte de la fuerza de trabajo
nueva creación, la Central Única de Trabajadores o CUT (fundada en textil había pasado a la CROM, y la influencia de la CTM sobre los traba-
marzo de 1947), la Alianza de Obreros y Campesinos de México, o AOCM jadores portuarios era cada vez más frágil."" El SITMMSRM ya era indepen-
(fundada en marzo de 1948) y la Unión General de Obreros y Campe- diente de la CTM, y a fines de 1946 el poderoso STPRM también abandonó
sinos de México o UGOCM (formada en junio de 1949). Las tres organi- la confederación porque la CTM no vino en auxilio de los trabajadores
zaciones se inclinaban poderosamente a la izquierda y planteaban petroleros durante la represión desencadenada por Alemán contra su
políticas más radicalmente nacionalistas y antimperialistas que las pro- sindicato en las primeras semanas de su sexenio. De los tres principales
pugnadas por la dirección nacional de la CTM. Más provocativamente en sindicatos nacionales de industria, sólo los ferrocarrileros permanecían
lo que concernía al PRI y a Alemán, el CUT, la AOCM y la UGOCM deman- en la CTM. Finalmente, en febrero de 1947, en vísperas del IV Congreso
daban el derecho de los trabajadores sindicalizados a afiliarse libremen- Nacional, el sindicato de telefonistas y la importante Alianza de Tranvia-
te al partido de su elección, con lo que rompían los fuertes vínculos que rios también abandonaron la confederación."'
habían atado al movimiento obrero organizado y al partido oficial desde El éxodo de sindicatos fuera de la CTM aumentó en febrero y marzo
1938. de 1947 conforme llegaba a su clímax la enconada disputa por la direc-
Los primeros años de la presidencia de Alemán proporcionaron a la ción de la confederación: se enfrentaban, por el cargo de secretario ge-
izquierda mexicana una oportunidad dorada para profundizar sus víncu- neral, Fernando Amilpa, el candidato apoyado por Fidel Velázquez, y un
los con el movimiento obrero organizado en un momento en que los miembro de la vieja guardia de la CTM, Luis Gómez Z., secretario gene-
trabajadores y ejidatarios de mentalidad más independiente estaban ral saliente del sindicato de ferrocarrileros. En un nivel, la disputa refle-
cuestionando su relación con el statu quo. Sin embargo, la izquierda no jaba la tensión entre los tres grandes sindicatos nacionales de industria
explotó esta oportunidad debido a sus debilidades internas, algunos . y la base tradicional del grupo dominante de la CTM en el Distrito Fede-
errores de cálculo estratégico y la adopción abrupta por parte del estado ral, y entre sindicatos más pequeños con base en fábricas individuales.
de medidas y posturas de un feroz anticomunismo, para las cuales el El conflicto tenía también una dimensión ideológica y política. La can-
acrítico apoyo inicial prestado por la izquierda al régimen de Alemán la didatura de Gómez Z. contaba con el apoyo de la izquierda del mo-
dejó mal preparada. Para mediados de 1949, las nuevas federaciones iz- vimiento obrero y, en particular, de los cuadros influidos por el socialismo
quierdistas se hallaban en ruinas; los trabajadores estaban desmoraliza- que dominaban la dirección de los sindicatos de industria. Algunos de los

172 173
pas, Baja California y Michoacán entraron en la CTM, aunque Encina no
individuos más activos entre ellos eran quienes habían sido expulsados
logró obtener la cartera de Asuntos Campesinos dentro de la organiza-
del PCM en 1940, como los trabajadores ferrocarrileros Valentín Campa
ción.72 Durante un breve tiempo en 1947, el PCM colaboró a recrear el
y Hernán Laborde, que militaban en Acción Socialista Unificada; Cam-
bloque obrero-campesino que había existido en los primeros años de la
pa de hecho ocupó un cargo en el comité ejecutivo del sindicato fe-
CTM. Es significativo, sin embargo, que la decisión del partido estuviera
rrocarrilero en el periodo en que Gómez Z. fue su secretario general
'· inspirada por el oportunismo político y no por deseo alguno de rectifi-
(1944-1947). "~ car los errores cometidos en 1938, cuando alentó a sus seguidores ejida-
Pero la etiqueta de izquierdismo impresa a la candidatura de Gómez
tarios a abandonar la CTM en favor de la recién creada Confederación
era muy problemática. El propio Gómez tenía fama de extremo oportu-
Nacional Campesina (CNC).
nismo, aunque la militancia del STFRM en cuanto a la defensa de los ni- ""
veles de vida populares durante los últimos años de la guerra era "-'
LA IZQUIERDA SALE DE LA CTM
irreprochable. Además, al principio, la candidatura de Gómez no fue apo-
yada por las dos principales corrientes de izquierda: los lombardistas y
A pesar de haber tomado posición contra la CUT, ni Lombardo Toledano
el Partido Comunista. Lombardo aún confiaba en conservar un bloque
ni el PCM podían detener la retórica anticomunista cada vez más estri-
de influencia dentro de la dirección de la CTM, y quería evitar a toda 111!.
dente de la dirección de la CTM y del general Sánchez Taboada, presiden-
costa cualquier acción que pudiera perjudicar el apoyo de la confedera- 111¡
te del PRI, en el verano y el otoño de 1947. Los ataques contra Lombardo
ción a su proyecto favorito: la creación de un nuevo y amplio partido
Toledano se hicieron particularmente violentos, ya que la dirección en-
político de izquierda, el Partido Popular, que estaba tomando forma en
cabezada por Amilpa se disponía a desplazar al poblano y a sus seguido-
1947. res, y a renegar del apoyo que la CTM había dado en un primer momento
De hecho, en el IV Congreso Nacional de la CTM, celebrado en marzo,
al Partido Popular. A finales de agosto, Amilpa expidió varias circulares a
y en el que resultó victorioso el grupo de Velázquez-Amilpa, los seguido-
los afiliados de la CTM advirtiéndoles que no dejaran el PRI para unirse al
res de Lombardo Toledano obtuvieron tres puestos en el ejecutivo de la
PP y, a primeros de octubre, el XXII Consejo Nacional de la CTM repudió
confederación, a la vez que la CTM avalaba al nuevo partido de Lom-
el apoyo dado por la organización al nuevo partido. 73
bardo. El odio inveterado del Partido Comunista por Campa y Laborde
La ruptura final entre Lombardo y la CTM asomaba ahora claramente
y su mecánica obsesión con la Unidad Nacional lo llevaron a oponerse
en el horizonte. En un discurso del 1 o de octubre, Amilpa acusó a Lom- !¡
tanto a Gómez como a la idea de crear una nueva federación con los sin-
bardo de tratar de tomar el control del movimiento obrero mexicano i''
dicatos que habían abandonado la CTM. En línea con su temprana de- l¡lllill:!!
para ponerlo al servicio de Moscú, como lo había intentado el Partido
fensa del potencial progresista del gobierno de Alemán, el PCM señaló !
Comunista en 1936. Esa vuelta en redondo de la CTM dividió aún más a
los riesgos de dividir a la clase trabajadora y a la CTM, división que sólo
la organización. Tres federaciones estatales (Baja California, Yucatán y
podía favorecer a las "fuerzas clerical-fascistas, el trotskismo, el imperia-
Veracruz) votaron contra la resolución del Consejo Nacional, y varios de
lismo y sus agentes, la AJ:<'L", etcétera. 71 Durante un breve tiempo, la di-
los sindicatos importantes que aún pertenecían a la CTM (el STPRM, el
rección del partido jugó con la idea de alentar al propio Lombardo para
Sindicato de Trabajadores de las Artes Gráficas, el de Trabajadores de la
que se postulara como "tercer" candidato en las elecciones de la CTM,
Industria del Papel) se abstuvieron. Al mismo tiempo, las tres personas
pero la idea no prosperó. que apoyaban a Lombardo dentro del ejecutivo nacional de la CTM renun-
A pesar de la oposición lombardista y comunista, las fuerzas disiden-
ciaron.74 A fines de octubre de 1947, la CTM rompió formalmente re-
tes de la CTM crearon la Central Única de Trabajadores, el 20 de marzo
laciones con Lombardo y con la CTAL, y Lombardo fue expulsado de la
de 1947, una semana antes de que el IV Congreso de la CTM, por inspi-
organización en enero del año siguiente. Aunque el PCM aún no se ha-
ración de Lombardo, cambiara la consigna "por una sociedad sin clases"
bía comprometido a apoyar a la CUT, sus relaciones con la CTM también
por la de "por la emancipación de México". Lombardo y Encina atacaron
se deterioraban rápidamente. Al mismo tiempo que expulsaba a Lom-
la decisión, y el PCM incluso intentó fortalecer a la debilitada CTM y me-
bardo, en enero de 1948, el ejecutivo de la CTM advirtió al Partido Co-
jorar su propio perfil en la organización procurando que su sustanciosa
munista que debía "disciplinarse" y, dos meses más tarde, ordenó a sus
base de apoyo entre los ejidatarios se incorporara a la CTM. Cincuenta y
afiliados que no marcharan junto al PCM y la CUT en el desfile dell o de
ocho mil campesinos de La Laguna, la región del Soconusco en Chía-
175
174 ¡:
!
mayo.'" La tendencia anticomunista de la CTM coincidía con las de Alemán por su incapacidad para controlar la inflación. Ésta y la dis-
des agresivas de la policía y las fuerzas de seguridad -ya se había produ- minución de los salarios reales de los trabajadores se vieron aceleradas
cido la detención (por breve tiempo) de Encina, y la de Blas Manrique- por la decisión de devaluar el peso enjulio de 1948, decisión que dio a
y con un programa acelerado de supervisión gubernamental sobre las los sindicatos disidentes un arma poderosa contra el gobierno. Se lanzó
actividades de los comunistas. una vigorosa campaña contra la caída del nivel de vida popular, y el sin-
Ahora estaba listo el terreno para una ruptura definitiva en el movi- dicato ferrocarrilero mantuvo su reputación como el más constante
miento obrero. En los primeros seis meses de 1948, el prestigio y la au- líder de las campañas contra la carestía. A fines de julio, la CUT, la AOCM
toridad de la CTM quedaron en entredicho en dos ocasiones. En enero, y el Pacto Tripartita llamaron a una huelga general en la capital para
los sindicatos petrolero, ferrocarrilero y minero firmaron un Pacto Tri- protestar por las políticas antiobreras de Alemán y exigieron al presi-
partita de solidaridad, para oponerse a la dirección de Velázquez y dente que impusiera inmediatamente controles de precios y de cambios.
Amilpa y a la penetración del imperialismo estadounidense, y llamaron: Amilpa y la CTM, por su parte, defendieron a Alemán y atacaron las ac-
a la creación de una nueva y unitaria organización obrera que se opusie- ciones de la izquierda. 78 La campaña contra el impacto inflacionario de
ra al anticomunismo. 76 En marzo, la Alianza de Obreros y Campesinos la devaluación culminó en una gran manifestación el21 de agosto en la
de México reunió una coalición de bases predominantemente campesi- ciudad de México. Según Valentín Campa, esta manifestación y la parti-
nas y agrícolas, integrada por las antiguas federaciones estatales de la cipación (reconocidamente poco entusiasta) de Gómez Z. fortalecieron
CTM en Veracruz, Baja California, Sonora y Yucatán. La AOCM estaba en- la determinación de Alemán de golpear al creciente movimiento obrero
cabezada por el caudillo lombardista de los trabajadores azucareros de independiente. 79
Veracruz, Vida! Díaz Muñoz, y ahora el Partido Comunista puso toda su
influencia en el movimiento ejidatario al servicio de la nueva organizo,- LOS "CHARRAZOS"
ción, dos de cuyos miembros ejecutivos, Anuro Orona y Abel Cabrera,
eran destacados comunistas. En comparación con la maltrecha CTM, con La primera víctima del ataque alemanista fue el sindicato ferrocarrilero.
poco más de cien mil miembros, la fuerza combinada de los miembros Como los petroleros y los mineros, el STFRM participaba en el bloque
del Pacto Tripartita, la AOCM y otros disidentes, llegaba a los cuatro- anti-CTM y su combatividad era famosa. El sindicato había librado una
cientos mil. Finalmente, en junio de 1949, la AOCM se unió cori dos de larga serie de batallas para mejorar salarios y condiciones de trabajo,
los sindicatos nacionales de industria que participaban en el Pacto Tri- luchar contra los restos de propiedad extranjera (el Ferrocarril Sudpací-
partita (los mineros y los petroleros) para formar la Unión General de fico) y corregir la mala administración de los Ferrocarriles Nacionales,
Obreros y Campesinos Mexicanos. cuyos problemas económicos el sindicato achacaba a la política guberna-
Sin embargo, mucho antes de la creación de la UGOCM, el impulso de · mental de bajar artificialmente las tarifas de carga que se cobraban a las
crear una alternativa radical de izquierda a la CTM ya encontraba serias industrias de exportación. Por tanto, el sindicato presentó un doble reto
dificultades. Los postulados de la Guerra Fría y los requerimientos del al gobierno de Alemán, combatiendo el impacto antipopular de sus me-
modelo de acumulación de capital adoptado por el gobierno de Alemán didas de modernización y "reactivación" económicas y encabezando la
condujeron a un deterioro de la autonomía de los sindicatos claves sin que parecía una eficaz campaña por reafirmar el legado antimperialista
precedentes en la historia mexicana del siglo XX. La confrontación en- del movimiento obrero y recuperar parte de su independencia.
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11
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tre los sindicatos nacionales de industria y el gobierno se hizo.más vio- En febrero de 1948, el STFRM eligió una nueva dirección, encabezada
lenta durante el verano de 1948. A principios de junio, los trabajadores por el secretario generalJesús Díaz de León. Éste había sido nominado
ferrocarrileros emprendieron una ola de paros laborales en varios como candidato en septiembre de 1947 por el secretario general sa-
centros, especialmente en Aguascalientes. Los trabajadores mineros y liente, Luis Gómez Z. Además, en uno de los más extraordinarios erro-
metalúrgicos los siguieron, con paros de luz en la planta de Altos Hor- res de cálculo de la historia de la izquierda mexicana, Valentín Campa y
nos en Monclova, que a mediados de julio sólo operaba a un tercio de Hernán Laborde también lo apoyaron. Un representante de la corrien-
su capacidad. Los mineros también cerraron la Fundidora de Monterrey te Campa-Laborde dentro del sindicato (Rogelio Flores Zaragoza) se
y la Consolidada de la ciudad de México. 77 unió a la planilla victoriosa de Díaz de León, de la misma manera que
Al mismo tiempo, los sindicatos del Tripartita atacaron al gobierno Campa había participado en el ejecutivo del STFRM durante 1944-1947.

176 177
De esta forma, la izquierda se embarcó irreflexivamente en una cadena rreno para lanzarse contra los reductos izquierdistas del STFRM. En agos-
de acontecimientos que destruirían al sindicato y abrirían la era de los to de 1948, acusó a Gómez y a Campa de fraude y apropiación indebida
jefes sindicales corruptos o charros. de fondos sindicales, y llevó el caso ante la Procuraduría General, pasan-
En medio de una gran confusión y desmoralización del ejecutivo y los do por alto los procedimientos internos del sindicato."• La acusación se
miembros del sindicato, el gobierno lanzó su ataque al STFRM el 14 de relacionaba con pagos que el sindicato había hecho al grupo obrero de
octubre de 1948. Esto era un día después de que el Comité Ejecutivo Ge- la CUT. Aunque los pagos habían contado con la plena autorización de los
neral y el Comité de Vigilancia decretaran la suspensión temporal de. miembros del sindicato, la acusación servía para disimular el sentido
Díaz de León por su traición a la integridad del sindicato. Tropas fede- político de las acciones de Díaz de León. El nuevo líder ferrocarrilero
rales, policía y agentes de la Dirección Federal de Seguridad tomaron también utilizó bien los temores de las bases ante los planes guberna-
los locales nacionales del sindicato así como las oficinas de cuatro sec- mentales de modernizar el sistema ferroviario a expensas del empleo y
ciones de la ciudad de México (15, 16, 17 y 18). Los operativos fueron las condiciones de trabajo. Gómez y sus aliados fueron acusados de no
personalmente supervisados por el coronel Serrano que, como se sabía, haber defendido los intereses del sindicato durante las pláticas tenidas
era íntimo amigo (algunos decían que compadre) de Díaz de León. Más entre éste, el gobierno, los Ferrocarriles Nacionales y la Secretaría de
tarde en octubre, Gómez fue detenido acusado de fraude mientras Va- Comunicaciones."5 A pesar de las bravatas de Díaz de León sobre la ne- ji'
lentín Campa se veía obligado a pasar a la clandestinidad durante un cesidad de defender los puestos de trabajo, después de la expulsión de
año hasta que, en noviembre de 1949, fue detenido, juzgado y condena- la izquierda el gobierno de Alemán intensificó su presión para modifi-
do a ocho años de prisión. so car radicalmente el contrato colectivo del STFRM. La nueva.dirección
El "charrazo" tenía un tono marcadamente anticomunista acorde charra logró evitar las reducciones salariales y los despidos, pero a prin-
con las actitudes propias de la Guerra Fría adoptadas por el gobierno cipios de 1949 se vio forzada a aceptar reducciones en las horas extras,
de Alemán. Dos semanas después del ataque al sindicato, Díaz de León de- nuevas medidas disciplinarias y un aumento en el número de puestos de
claró que él era anticomunista y que siempre lo había sido." 1 La Comi- confianza.
sión Moralizadora Ferrocarrilera del sindicato, que había lanzado la El ataque al sindicato ferrocarrilero deterioró la unidad de la CUT y
campaña de difamación contra los izquierdistas, declaró a la prensa que de la AOCM y desmoralizó a los dos sindicatos nacionales de industria
continuaría sus operaciones de limpieza y aseguraría que ningú~ comu- que quedaban en el Pacto Tripartita (el STFRM, desde luego, lo había
nista volviera a tener un puesto en los comités seccionales. En abril de abandonado después del golpe de octubre). Las divisiones que ya exis-
'li
1949, después de que una convención secreta eligiera a un nuevo ejecu- tían en los sindicatos petrolero y minero se inténsificaron, y debilitaron 111

¡:1
tivo nacional con Díaz de León a la cabeza, la dirección del sindicato los esfuerzos por prestar solidaridad a los ferrocarrileros." 6 La violencia
exigió colectivamente que el gobierno disolviera al Partido Comunista."2 contra los sindicalistas disidentes y los políticos de izquierda creció. Dos
En retrospectiva, la alianza de la izquierda con Gómez, que permitió destacados comunistas, Gerardo Unzueta y Manuel Terrazas, fueron
a Díaz de León llegar a secretario general en febrero de 1948, había brevemente secuestrados a fines de diciembre de 1948, y al mes siguien-
abierto el camino al "charrazo", al generar dudas sobre la honestidad y te la policía y el cuerpo antimotines de granaderos atacaron el local de
el compromiso de la dirección. Durante todo 1948 el nuevo secretario la Alianza de Tranviarios, donde los choferes de taxi celebraban un mi-
general explotó el resentimiento de las bases por las continuas pruebas tin de protesta; dos hombres murieron en el enfrentamiento."'
de corrupción. Las acusaciones de manejo ilícito de fondos que planteó Al mismo tiempo, la confianza del gobierno de Alemán y la CTM reci-
el ejecutivo saliente contaron con el apoyo de la espuria Coalición Mo- bieron refuerzos. Las elecciones celebradas en diciembre de 1948 para
ralizadora Ferrocarrilera, y hay pruebas de que, por lo menos al princi- elegir representantes obreros y patronales a las juntas Central y Fede-
pio, los trabajadores ferrocarrileros apoyaron esa campaña. De acuerdo ral de Conciliación y Arbitraje aumentaron el dominio de la CTM y de
con el destacado militante y periodista del sindicato Luciano Cedilla, otros defensores obreros del gobierno. La CUT no obtuvo ningún cargo,
dicho apoyo era comprensible, porque Díaz de León "enarbolaba una y los sindicatos minero y petrolero no lograron representación en la Jun-
muy noble bandera: la limpieza del sindicato, y la verdad es que había ta Federal después de ser invalidados por la Secretaría del Trabajo, su- 1

buenas razones para emprenderla". 83 puestamente por no haber presentado sus listas electorales. 88 Además, la
Poco después de su elección, Díaz de León empezó a preparar el te- Secretaría del Trabajo debilitó a los disidentes al negarse a otorgar regís-

178 179
tro ni a la AOCM ni luego a la UGOCM, cuando esta última surgió en julio anti-Ibáñez. 93 Más o menos por las mismas fechas, Jesús Chiñas Corán,
de 1949. Para principios de enero de 1949, el secretario del Trabajo, Ma- miembro del ejecutivo del STPRM, casi fue linchado." 6
nuel Ramírez Vázquez, pudo decir a un informante de la embajada de Aunque la dirección encabezada por lbáñez logró sobrevivir a las cri-
Estados Unidos que el gobierno había dominado a los sindicatos de in- sis de 1949, su apoyo entre los trabajadores petroleros estaba muy dete-
dustria. En un revelador aparte, también predijo que la CTM obtendría riorado para diciembre, cuando debía ser elegido un nuevo ejecutivo. Su
más curules en la Cámara de Diputados en las elecciones de mitad de se- debilidad ya se había hecho clara en junio cuando tuvo lugar la funda-
xenio, que tendrían lugar enjulio. 8" ción de la nueva federación obrera, la Unión General de Obreros y Cam-
El gobierno de Alemán continuó consolidando su victoria sobre los pesinos de México (UGOCM). Menos de la mitad de las secciones petroleras
sindicatos nacionales de industria intensificando los conflictos regio- (que representaban alrededor de la mitad de los miembros del sindicato)
nales que ya se manifestaban en los sindicatos de mineros y petroleros. asistieron al congreso de fundación. En contraste, más del setenta y cinco
En el STPRM, por ejemplo, las maquinarias dirigentes de varios comités por ciento de las secciones de los mineros asistieron a la creación de la
regionales fueron persuadidas de volver al redil de la CTM; en enero de UGOCM. 97
1949, seis de las veintitrés secciones del sindicato ya lo habían hecho."" Ese La VI Convención del STPRM fue un completo desastre. El Comité Eje-
cambio de lealtades estaba en parte suscitado por la creciente concien- cutivo ya había denunciado a la Secretaría del Trabajo por sus intentos
cia de que el partido del gobierno ya no estaba dispuesto a conceder de imponer una dirección títere como había hecho un año antes en el
cargos municipales en los distritos petroleros a los candidatos nominados sindicato ferrocarrilero. 98 La acusación ciertamente tenía fundamento.
por el sindicato petrolero, una práctica ya antigua (y todavía corriente). 91 La Secretaría del Trabajo intervino masivamente en la preparación de la
Durante todo 1949 hubo una serie de impugnaciones contra la direc- convención, reconociendo las credenciales de delegados fantasmas (de
ción nacional del sindicato encabezado por el ferviente lombardista Eu- las secciones 1, 30, 10, 34 y 35) que no habían sido elegidos por sus
lalia Ibáñez. Nunca se ha logrado determinar si tales impugnaciones miembros, y alentando a Gustavo Roldán Vargas para que convocara una
fueron coordinadas por agentes del estado y de la Secretaría del Trabajo convención paralela bajo el control de la Secretaría. Los delegados a
o si se originaron en agravios locales contra la dirección nacional del sin- la convención paralela inmediatamente expulsaron del STPRM a la direc-
dicato.92 ción de lbáñez y acordaron por votación romper todos los vínculos con
1'
A fines de enero, después de que la Sección 1 de Ciudad Madero la UGOCM, la CTAL y la izquierdista Federación Mundial de Sindicatos.
(que fue la primera en volver a la CTM) presentara una queja contra lbá- Los granaderos impidieron a los auténticos delegados celebrar su reu-
ñez, el Consejo Supervisor General del sindicato destituyó al secretario nión el 2 de diciembre, y ni siquiera una huelga de hambre realizada
general, aunque se desdijo rápidamente de esa decisión. 93 También las frente a la residencia presidencial de Los Pinos pudo impedir el segun-
negociaciones entre el sindicato y Pemex por la revisión del contrato sa- do golpe del gobierno de Alemán contra el movimiento obrero indus-
larial generaron una serie de enfrentamientos violentos. Después de trial. La neutralización del tercer sindicato nacional de industria, el de
que se resolvió una disputa entre el sindicato y Pemex a principios de ju- los obreros mineros y metalúrgicos (SITMMSRM) tomó dos años más y
nio, varias secciones, especialmente en el noreste, protestaron porque la provocó una serie de huelgas enconadas y prolongadas así como movili-
dirección había aceptado un aumento salarial demasiado bajo. También. zaciones populares de los mineros y sus familias en 1951.
hubo demandas de que los estatutos del sindicato se revisaran para per- Para fines de 1949, la oportunidad que parecía ofrecérsele a la iz-
mitir a los miembros de base elegir a los comités ejecutivos locales, lo quierda en el movimiento obrero estaba definitivamente cancelada. De
que sugiere que estaba en cuestión la a u tono mía secciona!. Cinco sindi- los tres sindicatos nacionales de industria más combativos, dos habían
calistas murieron y muchos más resultaron heridos en ese enfrenta- vuelto al redil. La CUT apenas existía. No se había recuperado del "cha-
miento. Una vez más el Comité de Vigilancia intervino para suspender rrazo" contra los ferrocarrileros y el arresto de Luis Gómez y, se negó,
a miembros del ejecutivo; en esta ocasión todo el comité fue brevemente como organización, a participar en la creación de la UGOCM en junio de
suspendido, 94 Nuevos enfrentamientos violentos se produjeron a princi- 1949, aunque algunos de los sindicatos que agrupaba sí se afiliaron. El
pios de septiembre, cuando los representantes de lbáñez distribuían vo- propio Gómez salió de la cárcel en mayo, entre sospechas de que su libe-
lantes en la refinería de Pemex en Azcapotzalco (Distrito Federal), para ración había sido condicionada a que apoyara la nueva confederación. 99
llamar a los miembros de la Sección 35 a rebelarse contra su dirección La UGOCM nació con una entusiasta bienvenida de los mineros, cuyo lí-

180 181
prueba, si hicieran falta más, de las insuficiencias intelectuales de la
der nacional, Agustín Guzmán, de la AOCM, se convirtió en su presiden- izquierda, y del PCM en particular.
te. Sin embargo, la UGOCM sólo obtuvo un tibio apoyo del sindicato pe- Duran te 1947 y parte de 1948, la dirección del PCM parecía ansiosa de
trolero y muchos sindicatos que participaban en la CUT no se unieron a despejar cualquier duda sobre su caracterización inicial del gobierno,
ella, atemorizados por la campaña de prensa anticomunista. El Partido aunque aumentaban las pruebas de la tendencia represiva y conserva-
Comunista dio su apoyo a la UGOCM y, aunque el candidato que propuso dora de éste. Más que analizar el contenido del nuevo régimen mismo,
para el puesto clave de secretario de Organización perdió (ecos de 1936), los comunistas atribuían su giro a la derecha a fuerzas externas al régi- ::¡'

los dos portafolios de Asuntos Campesinos fueron obtenidos por orga- men de Alemán, que supuestamente trataban de transformar "este go-
100 11

nizaciones de ejidatarios dirigidas por el PCM. il


bierno democrático" en un "gobierno reaccionario". 102
El gran ganador en la UGOCM, al menos por un tiempo, fue Lombar- La dirección del PCM estuvo incluso dispuesta a modificar su propa- ¡~ 1

do Toledano. A diferencia de la CUT, a la que se había opuesto inicial- ganda y su actividad política para no comprometer a Alemán en los mo-
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mente cuando aún tenía esperanzas de recuperar alguna influencia mentos delicados. En abril de 1947, por ejemplo, durante una visita de ,1

dentro de la CTM, la UGOCM era en gran medida su creación. De hecho, estado de Harry Truman a México, el Partido Comunista accedió a la
la decisión sobre el momento en que_Qebía realizarse el congreso fun- solicitud de la Secretaría de Gobernación de no atacar al presidente de
dador parece haberse ajustado a los intereses políticos y sindicales inter- lili
1
Estados Unidos ni sus políticas. El PCM también firmó una "carta abierta 1
i
nacionales de Lombardo; ahora que la CUT se hallaba en dificultades, 11~
de bienvenida" impulsada por Lombardo Toledano. 103 Dado que la visi-
estaba en juego su propia posición y reputación en la Federación Mun- ta de Truman se produjo sólo un mes después del inicio oficial de la
11111'
'1,.1
dial de Sindicatos (World Federation ofTrade Unions, WFfU) y la CTAL. Guerra Fría y entre especulaciones sobre los planes estadounidenses de
1
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1

¡i/11
Aunque los planes para una nueva federación obrera se habían discu- coordinar la estrategia militar continental para América Latina, la deci- !
tido durante todo 1948, la formación de la UGOCM se dejó hasta el sión del PCM provocó un fuerte debate en el Buró Político del partido.
último momento, antes de la celebración de una reunión de la WFfU en Poco después, en mayo, el PCM repitió sus elogios a la "defensa" que hizo
Milán, y Lombardo se vio forzado a abandonar la reunión ftmdadora a Alemán "de la independencia y las libertades democráticas de México"
la mitad de sus deliberaciones. Las controvertidas negociaciones de con- cuando el presidente mexicano visitó Estados Unidos, donde avaló la di-
trato colectivo entre el STPRM y Pemex también presentaban problemas. visión del mundo que hacía Truman en los campos "democrático" y "so-
El extraordinariamente bien informado agregado de asuntos laborales viético". 104
británico señalaba que "se alegaba que Lombardo les había dicho a los La terca creencia del Partido Comunista en que el gobierno de Ale-
dirigentes del sindicato petrolero que tenían que evitar una huelga pe- mán estaba continuando la política de Unidad Nacional seguida duran-
trolera a toda costa, porque si ésta se producía no sería posible celebrar te la guerra fue un obstáculo importante para los intentos de combatir
101
el congreso en la fecha fijada". las consecuencias más negativas de la reducción de los niveles populares
de vida en la posguerra. Ya hemos visto cómo el PCM se opuso inicial- 1 1
CRISIS Y RECOMPOSICIÓN DE LA IZQUIERDA MEXICANA: mente a la creación de la CUT por los sindicatos nacionales de industria,
CAMBIOS EN LA RESPUESTA DE LA IZQUIERDA FRENTE A ALEMÁN considerándola un criminal ataque a la unidad sindical y nacional. Esta
preocupación por el tema de la unidad también reflejaba la decisión del
En el momento de la toma de posesión de Alemán, el Partido Comunista Partido Comunista de retirarse del Comité del Frente Unido para la De-
y gran parte de la izquierda saludaron con entusiasmo al nuevo gobier- fensa del Derecho de Huelga, creado por varios sindicatos, entre ellos
no y expresaron optimismo por el compromiso del régimen con la Uni- varios miembros de la CTM así como los mineros, petroleros y ferrocarri-
dad Nacional. Durante 1947 y 1948, mantuvo su postura básica, aunque leros. Cuando Fernando Amilpa decidió retirar de ese comité a los sin-
con críticas cada vez más frecuentes por los "pasos atrás" y las conce- dicatos pertenecientes a la CTM, el18 de agosto de 1947, la organización
siones del gobierno a los sectores conservadores. Para fines de 1949, el del Partido Comunista en el Distrito Federal hizo lo mismo al día si- !,
PCM había dado una vuelta completa, y denunciaba al gobierno de Ale-
guiente. Entonces el comité se desintegró. 105
mán como un "gobierno de traición nacional". Tanto el aval inicial co- Los desacuerdos sobre la actitud del partido ante Alemán surgieron
mo el rechazo final al alemanismo eran juicios característicamente sim- particularmente en el X Congreso del PCM, en diciembre de 1947. La
plistas, y no lograban captar la complejidad de los rasgos del régimen,
183
182
cuestión central era hasta dónde debía modificarse la tradicional pos- fuerzos por neutralizar a la oposición. El congreso se llenó de delegados
tura del partido sobre la "revolución democrático-burguesa y antimpe- simpatizantes de la dirección nacional. Había 123 delegados presentes,
rialista" de México a la luz de las acciones del gobierno. La dirección del que representaban sólo a setenta y cinco células, cuando las estadísticas
partido continuó manteniendo la postura esbozada por Encina en 1940, publicadas reconocían la existencia de trescientas células. Además, 75 de
de que la revolución era una encrucijada y podía seguir un camino pro- los 123 delegados venían de sólo dos delegaciones: 25 de Oaxaca y 50
gresista o reaccionario, que ninguna orientación definitiva era todavía de la base personal de Encina entre los ejidatarios de La Laguna. Se dijo
visible. Al mismo tiempo, la postura de la mayoría era que el principal- que los delegados de Oaxaca eran reclutas recientes de la misma zona
enemigo de México seguía siendo el imperialismo estadounidense y no minera y habían sido "entregados" por Graciano Benítez para fortalecer
la burguesía mexicana. la línea de Encina.
Un grupo minoritario dentro del partido argüía que la encrucijada ya A pesar de estas maniobras la mayoría de los cuadros dirigentes del
se había resuelto en la dirección conservadora y que la "reacción" estaba partido apoyaron inicialmente las críticas contra la línea del partido,
ahora bien incrustada en el aparato gubernamental. Además, esa minoría hasta que la dirección nacional denunció la existencia de una facción
insistía en que las interconexiones de la burguesía nacional y el capital ex- antipartido e inició una investigación de la Comisión de Control. 1u La
tranjero debían suscitar un replanteamiento de la postura del partido. 10" comisión informó al pleno del Comité Central en febrero de 1948, y con- :1!1

Se cuestionaba especialmente la fórmula según la cual Alemán encabeza-. firmó la existencia de un grupo antipartido, que operaba especialmente
ba a un "gobierno que representaba a la burguesía progresista". Uno de en el Distrito Federal, y siete supuestos cabecillas fueron expulsados, il i
los más vigorosos críticos de la dirección, Alberto Lumbreras, recordaba entre ellos Carlos Sánchez Cárdenas, Alejandro Martínez Camberos y 11'

más tarde que el director de la CNIT,José Domingo Lavín, respondió a las Miguel Aroche Parra. Sánchez Cárdenas, además, fue acusado de ser
fórmulas fijas de los comunistas con carcajadas y sostuvo que la de "oligar- amigo de un a gen te del FBI. 112
quía financiera" era una descripción más precisa del gobierno de ~e- Las expulsiones de marzo de 1948 causaron una conmoción en el
mán.to7 partido, especialmente en el Distrito Federal, donde quince células se
Los intensos desacuerdos sobre la actitud que debía tomarse frente al rebelaron contra la decisión de expulsión. 113 Los disidentes crearon con
gobierno y la oposición a la voluntad de Encina de cooperar íntimamente rapidez un movimiento para "restaurar" un verdadero Partido Comunis-
con los planes de Lombardo Toledano para la creación del Partido Popu- ta, el Movimiento de Reivindicación del PC (o MRPC), el último día de
lar generaron una escisión del Partido Comunista. La disidencia estuvo marzo de 1948. Ciento cincuenta y dos miembros del partido pertene-
encabezada por Carlos Sánchez Cárdenas, Alberto Lumbreras, Martínez cientes a once células firmaron el documento de constitución. Se inició
Camberos y Miguel Aroche Parra, y apoyada por funcionarios locales del la publicación de un boletín, El Machete Comunista, seguido más tarde
partido y miembros de base del Distrito Federal y otras regiones. En el por un periódico, Noviembre, publicado en asociación con la ASU. Es di-
pleno del Comité Central del partido celebrado en febrero de 1947, Sán- fícil saber con exactitud hasta qué punto el movimiento tuvo apoyo fue-
chez Cárdenas fue removido de la mesa de redacción de La Voz de México, ra de la capital (donde nuevos grupos se crearon en la refinería de
por haber criticado vigorosamente la lentitud del partido en condenar la Azcapotzalco, entre los estudiantes de la UNAM, etcétera), pero los infor-
supresión por el gobierno de los paros relámpago de los petroleros y mes de la prensa sostenían que lo apoyaban individuos y células enteras
la modificación al artículo 27 de la Constitución. 108 El pleno apoyó abier- en Guerrero, Sinaloa, Zacatecas, San Luis Potosí (todo el comité estatal
tamente la formación del Partido Popular y avaló la cooperación del PCM del PCM), Tamaulipas, el Estado de México y Nuevo León. 114 En agosto de
con dicho proyecto. 109 1948, la ASU y el MRPC empezaron a coordinar su trabajo con la inten-
El pleno de febrero de 1947 no detuvo el trabajo de los disidentes en ción de crear un nuevo Partido Comunista. De esta colaboración nació
la ciudad de México, donde varias células del partido realizaban amplias el Partido Obrero-Campesino Mexicano (POCM) en 1950.
campañas contra la carestía, la creciente influencia de Estados Unidos La hemorragia de 1948 fue un grave golpe para el Partido Comunis- ,,
en México y otros asuntos que explícitamente se oponían a la todavía be- ta. Desde todos los puntos de vista el partido estaba ya en una situación 1

nevolente interpretación de la dirección de Encina sobre el gobierno de sumamente difícil para fines de 1947. Enjulio de 1945, se habían inau-
Alemán.uo La pugna interna llegó a su clímax en el X Congreso, en no- gurado sus nuevos locales en la avenida Chapultepec de la ciudad de
viembre-diciembre, en el que la dirección de Encina hizo enormes es- México. La Voz de México había comentado con orgullo sus amplias ofici-

184 185
¡li
!i'!
nas, decoradas con cuadros del distinguido artista y miembro del par- y variadas. Todavía se sentía el impacto de los derramamientos de sangre
tido José Chávez Morado y del pintor estadounidense Ron Chapman. En de 1940 y 1943, y la parcial browderización del PCM en 1944-1945 había
la atmósfera de Unidad Nacional propia de la guerra, habían asistido a la causado mucha confusión entre los miembros de base, aunque su efecto
inauguración no sólo representantes de la CTM y la CNC sino también fi- a corto plazo en el número de miembros fue pequeño. Además, se su-
guras del partido del gobierno. 115 En marzo de 1946, Blas Manrique ha- maba la distracción de los ya escasos recursos humanos a la tarea de
bía informado al Consejo Nacional del PCM que el partido contaba con construir el Partido Popular. Muchos de los cuadros dedicados a esta
8 249 miembros, aunque sólo 5 000 estaban propiamente registrados-1 tarea fueron lentamente absorbidos por el nuevo partido, o abandona-
con carnet. 116 A partir de entonces las cifras parecen haber descendido sin ron sus vínculos con el PCM. El tono crecientemente anticomunista de la
cesar. Los intentos por discutir el mal estado de las finanzas y el número época alemanista también afectó al número de miembros, ya que espan-
de miembros en el X Congreso se habían visto repetidamente frustra- tó a muchos e hizo casi imposible el trabajo partidario abierto en el mo-
dos. Aunque el informe de organización que se presentó al congreso le vimiento sindical. Para algunos cuadros destacados la histeria de la
atribuía al partido 5 000 miembros, el informe publicado inflaba la cifra Guerra Fría también restringió gravemente la gama de actividades que
a 15 000.!17 podían emprender. Miembros del partido que operaban aún dentro del
Los registros internos del PCM cuentan una historia distinta. Son par- PRI fueron obligados a salir. Así sucedió con Estela Jiménez Esponda,
ticularmente reveladoras las respuestas recibidas por el Comité Orga- miembro del Comité Central y también militante en las organizaciones
nizador a una circular en que se solicitaban datos sobre el estado del femeninas del PRI, y con la doctora Esther Chapa. 121
reclutamiento de miembros durante noviembre-diciembre. Sólo tres es- Las expulsiones de 1948 fueron, por lo tanto, sólo uno más en la serie
tados (Puebla, Guerrero y Coahuila) habían contestado para febrero de de golpes sufridos por el PCM en la segunda mitad de la década. Cuando
1948. Guerrero no informaba pero prometía "averiguar". Puebla tam- la dirección que encabezaba Encina llegó a reconocer el rostro "reaccio-
poco podía dar un informe adecuado porque el comité estatal estaba nario" del gobierno de Alemán, ya no podía invertir la constante de-
desorganizado. Señalaba, sin embargo, que había "algunos camaradas"en clinación del número de miembros. En un nivel, la nueva interpretación
el campo y que de ocho a diez camaradas se reunían en las oficinas del del alemanismo dolorosamente emprendida por el PCM en 1949 debió
comité estatal en la ciudad de Puebla. Sólo el secretario general del co- haber servido de base para una reconciliación entre el partido y sus frag-
mité y otro miembro hacían trabajo partidario (en las tardes y noches): mentos expulsados, como la ASU y el MRPC. Ciertamente con ellos se des-
el resto de los miembros del comité no hacían nada. Eran noticias de- vanecían algunas de las diferencias políticas y teóricas entre los grupos.
primentes, sin duda, si tomamos en cuenta que se trataba de una zona Sin embargo, para fines de los años cuarenta la tradición de intoleran-
con una importante base manufacturera y una larga historia de organi- cia ante la disidencia y de odio a los "renegados" había echado hondas raí-
zación agraria. 118 ces, especialmente en el PCM, lo que hacía casi imposible el reconoci-
Se informó que el comité estatal de Nayarit era "casi inexistente" y su miento de los errores pasados. Durante uno de los últimos plenos que
secretario general estaba "borracho casi todo el tiempo". De Michoacán celebró en esa década el Comité Central del PCM (29 a 31 de octubre de
se reportó que el comité estatal "iba cuesta abajo". En Chihuahua, Sono- 1949), la dirección de Encina todavía predicaba una política de odio
ra, Baja California, Durango y San Luis Potosí, el partido estaba "desor- abierto contra sus enemigos de la ASU y del "Reivindicador". 122 "En nues-
ganizado". En Sonora, los miembros del PCM al parecer dedicaban más tro Partido es necesario crear el odio contra todos los enemigos, odio
tiempo a trabajar para el Partido Popular de Lombardo que para el Par- irreductible, que debe aplastar toda manifestación antipartido que se
tido Comunista. De igual manera, aunque había varios miembros del presente, que debe barrer todo liberalismo podrido que aún puede so-
partido en puestos de dirección sindical en Baja California, se decía, ope- brevivir... "
raban casi exclusivamente según las indicaciones de Lombardo Toledano La nueva interpretación del PCM sobre el gobierno de Alemán se vio
y sus asociados.i19 Al parecer, era frecuente la confusión sobre cuáles eran acelerada por el agudo aumento de nivel de la propaganda anticomu-
las prioridades del PCM, ya que también se criticaba a un miembro del nista y el acoso gubernamental contra la izquierda en los dos últimos
comité estatal de Jalisco por creer que dicha prioridad consistía en traba- meses de 1949. Tras la denuncia del PCM contra la declaración de Ale-
jar por el Partido Popular. 120 Las razones a que obedecen el estancamien- mán al corresponsal de United Press, el 23 de noviembre, en que el pre-
to y la declinación del partido, que se ilustra en el cuadro 7, eran muchas sidente reconocía "la obligación de México de colaborar en la defensa

186 187
1!

!l
del hemisferio", el gobierno acrecentó sus ataques a la izquierda. El2 de
Cuadro 7 ·,r. . diciembre la policía detuvo a ocho comunistas en la ciudad de México,
cuando preparaban una manifestación ante la embajada para protestar
MIEMBROS REGISTRADOS DEL PCM (1947?) '>;p. contra la intervención de Estados Unidos en América Latina. 123 Cuatro '1


de los miembros del PCM, entre los cuales se encontraban Manuel Terra- !1¡1

Células Obreros Campesinos Maestros Varios Total '


zas, editor de La Voz de México, y Gerardo UnzUeta, el director editorial
11
Estado ,'
'
'

del periódico, fueron retenidos en un lugar secreto, sin cargos, durante 1\1

7 doce días. 124 Los diplomáticos estadounidenses informaron que las de-
Aguascalientes - - - 5 2
1 11 380 tendones siguieron a una fuerte presión de la embajada ante la Secreta-
311
1

Baja California 31 26 1

5 29 60 ría de Relaciones Exteriores. Quince días más tarde, Carlos Franco Sodi,
Campeche - 22 4 11

13 21 478 procurador general del Distrito Federal, anunció a la prensa el "descu- !1


Coahuila 67 75 302
15 42 259 brimiento" en casa de Valentín Campa de miles de documentos relacio- 1 ''1!,
Chiapas 22 58 144 1

nados con planes para la formación de un nuevo Partido Comunista


Chihuahua 2 20 14 - - 34
13 40 276 (presumiblemente el POCM, que pronto se crearía).
Durango 25 50 113 ¡11
33 240 328 El PCM anunció su cambio de opinión por etapas. En octubre de '1

•li¡¡,
DF 27 55 -
229 59 19 363 1949, el pleno del partido señaló un "fortalecimiento de las fuerzas pro- ,1\!l'í
Guanajuato 56 - 'li'i''
29 2 15 46 imperialistas y reaccionarias" en el gobierno de Alemán, pero todavía re- 1 ,,
Guerrero 6 -
10 8 39 conocía que había "elementos progresistas de la burguesía" dentro del '1

- 21

~
Hidalgo 11
4 81 200 bloque gobernante que "hasta cierto punto" frenaban su reorientación '11

Jalisco 9 21 74
15 18 48 conservadora. 125 Pero en diciembre, tras el secuestro y la detención de
México 5 4 11
1 1 8 los dirigentes comunistas, el partido finalmente aceptó lo que muchos 'i'1
More los 1 6 -
33 200 de sus miembros sospechaban desde hacía tiempo. Ante un colérico ple-
Michoacán 8 25 131 11
8 204 no, el Comité Central denunció que el gobierno de Alemán era "un go- 11:11
Nayarit 18 30 157 9
550 bierno de traición nacional". '111!1
Nuevo León 55 267 225 14 44 1 ,11

Oaxaca 22 609 385 34 83 l 111


56 CONCLUSIÓN: LOS "DÍAS TERRENALES" DE JOSÉ REVUELTAS
Puebla 10 15 30 3 8
Querétaro - 13 2 2 - 17
6 42 196 El violento zigzag del Partido Comunista -de un aval acrítico de las ere-
Sinaloa 19 108 40
denciales progresistas de Alemán en 1946 a una condena de la "traición"
Sonora - 37 - - 9 46
9 102 de su gobierno a la nación sólo tres años más tarde- no fue enteramen-
S. Luis Potosí 8 57 28 8 ;1

8 9 200 te sorprendente. El PCM había dado marometas en otras ocasiones, espe-


Veracruz 36 22 161
- cialmente durante el primer año de la presidencia de Cárdenas y durante
Tabasco - - - - -
36 262 los debates sobre la conducta de la CTM en 1937.
Tamaulipas 33 106 105 15
lO 14 45 Incluso las consignas empleadas por el Partido Comunista durante
Tlaxcala - - 21
esas crisis de definición -"Ni Calles ni Cárdenas", "Unidad a toda costa",
Yucatán - - 3 - - 3
16 72 "el gobierno de traición nacional"- sugieren una de las razones de la in-
Zacatecas 13 16 29 11
coherencia del partido. Para decirlo crudamente, el PCM (y otro tanto
podría decirse del Partido Popular) estaba poco equipado intelectual-
Total 484 1 642 2 715 307 839 5 559 1 mente para la tarea de hacer una caracterización matizada de los retos
y las oportunidades que la Revolución Mexicana· le había abierto a la iz-
ese, Expediente 18. Cuadro de los miembros del POI, r~gistrados:_ sit~ fecha,_p~:':.
FCE:\TE' CE:\olOS,
otros datos sugieren 1 947. No se cuenta con cifras correspondientes a Colima, BaJa Cahfm ma
quierda. Las nociones heredadas del inventario de la Comintern -como
y Quintana Roo. la noción de "sociedades semicoloniales", la "burguesía nacional progre-

188
1 l
pode miembros del partido. La novela, parcialmente autobiográfica, se
sista", etcétera- habían sido acríticamente asimiladas por los socialistas
sitúa en México en 1933 o 1934. Ésos fueron los años de máxima repre-
mexicanos. El marxismo se convirtió en una colección de fórmulas dog-
sión contra los comunistas, quienes se vieron forzados a operar de una
máticas útiles para establecer de qué manera México cabía en el mapa
manera semiclandestina. En el libro se mencionan hechos y personas
poco problemático que la Comintern se hacía del sistema mundial, en
reales: hay referencias a los trabajadores de El Machete, como Ambrosio
lugar de un marco explicativo que pudiera servir para identificar las es-
González y Gómez Lorenzo, a los talleres de impresión clandestinos y a :1
pecificidades de la formación social mexicana. la Plaza de Santo Domingo, de la ciudad de México, sede tradicional de 1
Las equivocaciones puntuales que comeúa el Partido Comunista eran :.1'
los mítines de los comunistas mexicanos.
frecuentemente denunciadas por sus enemigos y rivales. Pero el tenor :11

Ésos fueron también los años en que el ultraizquierdismo del partido


de esas críticas era casi siempre sectario (una preocupación obsesiva so-
(en parte inspirado por la Comintern) lo llevó a condenar todos los ni-
bre si las alianzas políticas eran "correctas" o "erróneas", por ejemplo) y
veles de gobierno como órganos de la reacción burguesa. La condena
pocas veces iban más allá de la superficie para impugnar los presupues-
contra los presidentes Ortiz Rubio y Abelardo Rodríguez era compren- 1

tos ideológicos o la vida diaria del partido. Esto es lo que convierte a la


sible en vista de la represión que lanzaron contra el Partido Comunista.
1

producción literaria de José Revueltas en una valiosa ventana sobre el


Pero el rechazo tajante del reformismo radical de gobiernos estatales co- ¡l¡r:
comunismo mexicano tal como se desarrolló en los años treinta y cua-
mo el de Adalberto Tejeda en Veracruz (al que hay varias referencias en lljl
1

renta. el libro) sir;nbolizaba el dogmatismo ciego de un partido incapaz de re-


La carrera política de Revueltas no parece, a primera vista, una buena
conocer las profundas simpaúas que esos gobiernos despertaban en las '1'1
'1
preparación para la tarea de confrontar críticamente la experiencia del
masas campesinas. La figura principal del libro, Gregorio, por ejemplo,
comunismo mexicano. Para empezar, incluso para los criterios de la
suscita la ira de la dirección del partido (Fidel Serrano) porque reco- 1¡¡'1:

época, las filiaciones políticas de Revueltas con la izquierda parecen ha- 1


noce la imposibilidad de movilizar a los campesinos de una comunidad
ber sido notablemente inestables, lo que debería suscitar dudas sobre la ·¡',;
de Veracruz (Acayucan) contra la figura del gobernador-caudillo, por la
calidad de su juicio. Hasta 1943 fue miembro del PCM. Tras su expulsión '¡11
1

que tienen tanto respeto. La actitud de Gregorio es denunciada como


del Partido Comunista ese año, Revueltas entró en la órbita de Lombar-
una desviación pequeño burguesa de derecha. i¡il
do Toledano y se convirtió en miembro fundador del Pa:r;tido Popular
El dogmatismo y la ceguera de la dirección comunista es un tema re-
en el verano de 1948. En 1955 fue readmitido en el PCM, pero casi inme- i,'l'
currente del libro. ,¡
1
1
11

diatamente se convirtió en líder intelectual de un movimiento disiden- ¡,,


¡

te interno, lo que trajo por consecuencia su segunda expulsión en 1960. 11! 1

En el Comité Central era imposible que comprendiesen, no por falta 1

,.
Ese mismo año Revueltas fue, durante breve tiempo, miembro del POCM, ,11·

de honradez para ello, sino porque simplemente no podían ver las


antes de formar la Liga Leninista Espartaquista. Para fines de los años 11,'
11

cosas a través del compacto tejido de fórmulas en que estaban en- i¡f,
sesenta Revueltas había abandonado el leninismo y adoptado elemen- l¡,
126 vueltos; no podían razonar sino dentro de la aritmética atroz que apli-
tos de la teoría crítica de Marcuse y de la Nueva Izquierda. !1
caban a la vida. Era imposible, a menos de sustituirlos a todos con 1¡ ,1
Pero lo que resulta notable en ese escritor es la fuerza y la constancia
gente un poco menos cadáver que ellos. 128 '¡)
de su compromiso revolucionario (no por casualidad su carrera política 1,

se inició y terminó con largas temporadas de encarcelamiento) y la pro- 1:¡'/'


A la manera existencialista, Revueltas disecciona la ortodoxia de corte 1'
fundidad humana ele su examen literario sobre el compromiso de iz- 1

religioso de los dirigentes políticos ("curas rojos") cuyas frases y fórmulas


quierda. mecánicas bloquean cualquier intento de alcanzar la autenticidad ',¡
Los días terrenales se publicó en 1949 y casi inmediatamente fue blanco
127 personal. El libro es la declaración más temprana y ciertamente más efi-
de violentos ataques de los portaestandartes del marxismo ortodoxo. ¡11
caz del marxismo humanista publicada en México. En un momento en
Las críticas más fuertes fueron las de Enrique Ramírez y Ramírez que,
que el optimismo ingenuo del realismo socialista todavía dominaba la
en una serie de arúculos, denunció el subjetivismo burgués de Revueltas
literatura de los autores socialistas, Los días terrenales tuvo un valor subver-
y sus coqueteos con el existencialismo. sivo inmediato. Era un destacado escritor socialista con credenciales re-
Lo que hacía aún más intolerable el enfoque de Revueltas era el tema
volucionarias impecables que retrataba un mundo de compromiso revo-
de su libro: la experiencia del PCM vista a través de las vidas de un gru-
191
190
lucionario en que la lucha de clases iba acompañada de una exploración VI. La insurgencia obrera y la recomposición
de los dilemas y las fragilidades individuales. "Querían bellos y perfectos de la izquierda, 1950-1961
revolucionarios; yo no conocí ninguno; hablé de los que había", fue el co-
12
mentario de Revueltas años más tarde. "
La respuesta de Revueltas a las críticas que provocó Los días terrenales
revelaba cuán estrechos eran los límites de tolerancia para las actitudes
alternativas en la izquierda. Tras defenderse contra los cargos de que ha-
bía roto con su pasado revolucionario y rechazado el papel principal de Yo soy rielera tengo mi fJÚtn,
es del sureste, vamos a ganar.
un partido obrero de vanguardia, el novelista publicó una larga autocrí- Viva Demetrio Vallejo
tica el 26 de julio de 1950. En esa carta, Revueltas reconocía la mayoría al que vamos a llevar
de las críticas de sus oponentes y reafirmaba su compromiso con los a que jJresida el gremio
principios del realismo socialista. 130 A continuación, retiró el libro de la y nuestro hogar sindical.

circulación. Mario Gill, Los ferromrrileros


Las posiciones ideológicas y filosóficas articuladas en la novela de Re-
vueltas quedaron pues subordinadas a los dictados de la ortodoxia cul-
tural y política de corte soviético. Pero aunque la tensión entre las reali- INTRODUCCIÓN
dades "terrenales" de la historia mexicana y las certidumbres políticas 1

"celestiales" del marxismo estalinizado de la Tercera Internacional se re- Los años cincuenta fueron el periodo más difícil para la izquierda me-
1

solvieron a favor de estas últimas en ese caso, los procesos en marcha xicana desde la represión de principios de los treinta. Enormes cambios
tanto en México como en el resto del mundo quebrantarían muchas de económicos y sociales transformaban a la sociedad mexicana en un mo-
las ilusiones de la izquierda mexicana durante la siguiente década. mento en que la izquierda se encontraba débil y enconadamente dividi-
da. Los cambios legales e institucionales introducidos por la administra-
ción del presidente Miguel Alemán y un importante aumento de la
inversión extranjera modificaron profundamente el patrón de las rela-
ciones sociales en la producción. En el campo, las agroempresas y la cre-
ciente proletarización del trabajo campesino trastocaron el equilibrio
de poder entre el sector de reforma agraria ( ejidal) y el sector privado
en favor de este último. También en los años cincuenta se desarrolló un
importante proletariado industrial en nuevos sectores manufactureros,
fuera de las áreas tradicionales de las manufacturas textiles y el procesa- 1
miento de alimentos. ¡,
La importancia de estos cambios no fue plenamente registrada en la 1'¡

conciencia colectiva y la práctica de la izquierda mexicana, especial-


mente en el caso del desarrollo del capitalismo agrario desencadenado
por la contrarreforma de Alemán, que aceleró la proletarización del tra-
bajo rural y marginó aún más a los miembros de las comunidades que
· eran resultado de la reforma agraria, es decir los ejidatarios. El PCM ig-
noró este proceso debido, tal vez, a la influencia y la fuerza de sus víncu-
los tradicionales con los pequeños propietarios campesinos y ejidatarios
de La Laguna y el norte de Sinaloa. Éstos representaban una gran pro-
porción de los miembros del partido, y sus organizaciones eran una
fuente vital de fondos para su tesorería. 1

193
192
PCM como del POCM carecían de firmeza y claridad. La actitud y los con-
Al principio de la década el movimiento obrero aún resentía el im- sejos de la izquierda a los movimientos ferrocarrileros fueron contradic-
pacto de los "charrazos", que habían debilitado la combatividad de los torios; oscilaban entre llamados a una mayor cautela y la promulgación
grandes sindicatos de industria ferrocarrilero, minero y petrolero. Sím- de consignas espontaneístas radicales.
bolo de este cambio en términos de la lucha de clases fue la derrota que La izquierda socialista y nacionalista tuvo que enfrentar estos impor-
sufrieron en 1950 las prolongadas y muy combativas huelgas de los mi- tantes procesos de los cincuenta cuando se hallaba muy profundamente
neros del carbón de Coahuila, en Cloete, Palau y Nueva Rosita, derrota dividida y a la defensiva. El movimiento comunista se había partido en
con la que se consumó el sometimiento final del una vez orgullosamen- dos tras la formación, en 1950, d~l Partido Obrero-Campesino Mexica-
te independiente Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros Metalúr- no (POCM), que incorporó a muchos de los cuadros más eficaces deL
2
gicos y Similares de la República Mexicana (SITMMSRM). La militancia PCM, expulsados durante los años cuarenta (Valentín Campa, Demetrio
obrera empezó a declinar a partir de 1952, y se ha dicho, de manera no Vallejo, Carlos Sánchez Cárdenas y Alberto Lumbreras).
del todo convincente como veremos, que la tendencia fue particular- El propio Partido Comunista Mexicano, debilitado por el frenesí ex-
mente evidente en el periodo 1955-1956, años de relativa "tranquilidad pulsador de 1940, 1943 y 1948-1949, y lastrado por una dirección insensi-
obrera". Los salarios reales siguieron bajando durante la primera mitad ble a los sentimientos de las bases y al carácter cambiante de la sociedad
de la década, aunque a un ritmo mucho menos violento que en los años mexicana, avanzaba tropezando de una crisis a otra. El periódico del par-
cuarenta, pero se estabilizaron alrededor de 1955. La devaluación del tido apareció irregularmente durante gran parte de los cincuenta, el nú-
peso en 1954 creó tensiones, pero fueron eficazmente resueltas median- mero de miembros se redujo a menos de mil y el Comité Central funcio-
te una mezcla de concesiones salariales y maniobras de las direcciones naba intermitentemente. A partir de 1952, el PCM entró en un periodo de
sindicales. virtual hibernación hasta que un movimiento de reforma, con base en el
Desde 1957 hasta el final de la década una serie de movilizaciones Distrito Federal, tomó fuerza a fines de 1956 como consecuencia del XX
obreras pusieron en jaque al modelo existente de relaciones entre el es- Congreso del PCUS. El movimiento de renovación triunfó finalmente en el
tado y el movimiento obrero. A partir de la de los electricistas a fines de XIII Congreso del PCM, celebrado en 1960. La dirección encinista fue des-
1956 y la de los maestros de primaria del Distrito Federal en 1957, las ac- plazada junto con gran parte del bagaje estratégico e ideológico de los úl-
ciones huelguísticas abarcaron a importantes sectores de la fuerza de timos veinte años. Sin embargo, el abandono de ese legado resultaría un
trabajo y se extendieron a los ferrocarrileros, los petroleros, los telefo- proceso largo y contradictorio.
nistas y los telegrafistas en 1958-1959. 3 Las metas iniciales de dichas huel- La corriente lombardista del nacionalismo revolucionario, institu-
gas eran principalmente económicas, pero la situación estratégica de los cionalizada desde 1948 bajo la forma de Partido Popular, tampoco lo- .!
' .j
sectores más afectados y la lógica de la lucha misma llevó a los trabaja- gró darse credibilidad. La adición del término "socialista" en 1960 no
dores ferrocarrileros y petroleros a ampliar el campo de· sus acciones logró disfrazar sus tácticas y su estilo reformistas y oportunistas. En el 1¡·_:1_ ._·_,·,

hasta enfrentarse al charrismo y demandar una mayor democracia inter- campo internacional, su subordinación a la Unión Soviética superaba a 'l¡¡
1'

na en los sindicatos. la del PCM. En lo interno, Lombardo seguía refinando la tesis de la revo- ! 1
,1'11'
A pesar de su debilidad, la izquierda no estuvo ausente de estas lu- lución democrático-burguesa, antifeudal y antimperialista e ignorando los 11.1 !,

~._'·1
chas. No obstante el pesimismo y la falta de simpatía de algunas figuras cambios en la correlación de las fuerzas socioeconómicas y políticas 1 '

partidarias señeras, particularmente en el PCM -donde fue notoria la que habían tenido lugar desde 1938. 1 ·¡1
1

oposición de Dionisia Encina a los maestros rebeldes de la ciudad de A principios de los años cincuenta, el Partido Comunista todavía
México, en 1958-, un número pequeño pero críticamenteimportante mantenía una actitud acrítica frente al Partido Popular (que había ayu- 111:1

~
de cuadros de ambos partidos comunistas (el PCM y el POCM) participa- dado a fundar) y ante las concepciones estratégicas de Lombardo Tole-
ron en el movimiento por la democratización de los sindicatos ferroca- dano. En 1952, por ejemplo, el PCM apoyó la candidatura de Lombardo 1 1
1
rrilero y petrolero en la segunda mitad de los cincuenta. Entre estos Toledano en las elecciones presidenciales, aunque su disposición para 1/ 1
hombres destacan sobre todo los militantes del POCM como Demetrio llegar a un entendimiento con los disidentes comunistas del POCM creó ¡l'
1:1
Vallejo, Valentín Campa, Hugo Ponce de León, Alejandro Pérez Enrí- serios problemas durante la campaña. Al final, el PCM dividió sus simpa-
quez y un número menor de comunistas del PCM. Sin embargo, las con- tías igualmente entre la campaña de Henríquez Guzmán y el PP." En 1' 1

cepciones estratégicas y la práctica política de las direcciones tanto del ¡,,


!1!
195

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194
11''

' 1

Jilril
1958, los lombardistas se negaron a avalar un candidato presidencial empleos tras la derrota de las huelgas de 1952, y una célula del PCM en
conjunto para las elecciones, y al año siguiente el PP se volvió finalmente la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey fue gravemente castigada
contra sus aliados izquierdistas durante el movimiento ferrocarrilero. tras una huelga a fines de mayo de 1953. 8
Ésta fue la gota de agua que,junto con el movimiento de reforma inter- La purga de la izquierda coincidió con sucesos similares que tenían
no de los comunistas, permitió al PCM abandonar su flirteo con Lombar- lugar en otros lugares del continente. La administración deTruman em-
do, que ya duraba veinticinco años. pleó la deportación y el Smith Act para perseguir y suprimir al Partido
Comunista de Estados Unidos. La alianza de centro-izquierda con la or-
SITUACIÓN Y FUERZA DEL PCM Y DEL POCM: ganización sindical ero se desintegró cuando la dirección de la organi-
PARTIDOS, PRENSA Y NÚMERO DE MIEMBROS zación sucumbió al patrioterismo y el anticomunismo de la Guerra Fría
y expulsó a los sindicatos de influencia comunista e izquierdistas en
Para el partido, los años cincuenta fueron un desastre casi completo. Si- 1948-1950." Mientras varias secciones del Partido Comunista estadouni-
guió sufriendo las consecuencias de la sangría que había caracterizado dense se veían forzadas a pasar a la clandestinidad, el FBI empezó a per-
los años cuarenta y culminado en la formación de un segundo Partido seguir a sus víctimas al sur del río Bravo. Gus Hall, antiguo secretario
Comunista, el POCM. Además, su insistencia en mantener la política de general del PCEU, fue detenido en octubre de 1951 en las afueras de la
tiempo de guerra que propugnaba la Unidad Nacional, incluso durante ciudad de México, a donde había huido siguiendo rutas secretas planea-
la presidencia cada vez más represiva de Alemán, le enajenó a un gran das por el aparato clandestino del Comité Nacional del PCEU. 10
número de miembros. Para el momento en que el partido corrigió su Pero los intereses estadounidenses en México iban mucho más allá
caracterización del gobierno alemanista, a fines de 1949, gran parte del de cualquier plan para recuperar comunistas estadounidenses fugitivos.
daño ya estaba hecho. 5 A través de su agregado de asuntos laborales y de un amplio programa
Los ataques contra la independencia de los sindicatos nacionales de de relaciones públicas, la embajada de Estados Unidos en la ciudad de
industria (los "charrazos" de 1948-1951) también diezmaron las filas México se esforzó por "alejar a los dirigentes obreros mexicanos delco-
/11
de la izquierda sindical. Dichos "charrazos" inauguraron una era de munismo" y por "disminuir el prestigio de Vicente Lombardo Toledano
agresiones físicas sin restricciones contra los izquierdistas. El ataque y otros dirigentes obreros de inclinaciones comunistas". En 1951, por
de la policía contra la manifestación del 1a de mayo de 1952, en la ciu- ejemplo, veintitrés miembros del recién purgado Sindicato de Trabaja-
dad de México, fue ejemplo de ello. Una pequeña manifestación pacífi- dores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) fueron llevados a Es-
ca organizada por el PCM y el POCM fue atacada por pistoleros protegidos tados Unidos en el programa Point Four para que se familiarizaran con 1 !
por la policía y armados con revólveres, cuchillos y bastones. Murió un el movimiento obrero y para ser "adoctrinados contra la propaganda co-
estudiante y fueron gravemente heridos dos obreros, uno de los cuales munista".11 Dicho sindicato mexicano también colaboró con la embaja-
,,,,,1
murió poco después. El secretario general Encina fue detenido y luego da de Estados Unidos distribuyendo bibliografía anticomunista entre
liberado. Menos afortunados fueron otros miembros del PCM y del POCM sus miembros. 12
r~:.
(incluido el pintor David Alfaro Siqueiros y uno de los fundadores del Son particularmente escasos los datos confiables sobre el número
1'
de miembros que tenía el PCM en los años cincuenta, pero aquellos de ! ~
PCM, Manuel Díaz Ramírez), detenidos bajo el cargo de "disolución so-
cial''.6 En octubre de 1954, Valentín Campa del POCM fue arrestado y en- los que disponemos indican estancamiento y disminución. La Comi-
carcelado, lo mismo que Encina. Poco después, las fuerzas del gobierno sión Política informaba en mayo de 1957 que las organizaciones de base
atacaron la imprenta de La Voz de México. 7 Los secuestros de cmnunistas se habían reducido a un tercio desde 1952,1' En 1951, el partido se atri-
se hicieron frecuentes, como el incidente de diciembre de 1950 en que buía más de 33 000 afiliados, cifra muy inflada, con el fin de satisfacer
cuatro militantes del PCM fueron secuestrados durante trece días. los requisitos legales para el registro de partidos políticos. 14 Fuentes de
Envalentonadas por el anticomunismo de principios de los cincuen- la inteligencia de Estados Unidos estimaban que la cifra real era más
15
ta, las grandes industrias tanto del sector privado como del público pur- bien de unos 1 600. Para fines de los años cincuenta el PCM casi había
garon a los trabajadores izquierdistas afiliados al POCM, el PCM y las dejado de existir en ciertas regiones y los cálculos sobre el total de
federaciones sindicales como la UGOCM. Un gran número de mineros miembros a nivel nacional van de los 1 000 a los 1 900. 16 El cuadro 8 in-
miembros del PP, la UGOCM y, en menor medida, del PCM perdieron sus dica que la prensa del partido estaba en una situación similar. La Voz de

196 197
al calce de las decisiones tomadas por Encina y una pequeña cúpula. Tal
Cuadro 8 era la inercia de la dirección nacional que una decisión del pleno de di-
ciembre de 1955 para movilizarse en torno a la lucha por lograr el regis-
CIRCULACIÓN DE LA VOZ DE MÉXICO, 1952 tro bajo la nueva ley electoral fue totalmente ignorada durante un año.
En diciembre de 1956 nada se había hecho a pesar de que sólo faltaban
siete meses para la fecha límite en que había que someter la documen-
5 200
Distrito Federal tación a la Secretaría de Gobernación. 20
2 587
Nuevo León
Coahuila
2 150
El programa del Partido Comunista y su conceptualización de la Re-
volución Mexicana siguieron fieles a las posturas que se habían articula-
r
1 380 ',:i
Sinaloa do en los años treinta y cuarenta. Sólo en 1956, los reformadores de la
1 200
Tamaulipas ciudad de México plantearon la primera impugnación contra esa orto- l
,¡!"
"1¡
1 043
Jalisco doxia. El PCM siguió atado a su tradicional caracterización de la sociedad
450 i¡:
Chiapas mexicana como semicolonial y "feudal". En esa visión de las cosas, la
200
Baja California (Norte y Sur) burguesía que dirigía la revolución estaba en perpetuo peligro de capi-
1 770
Otros estados tular ante el imperialismo estadounidense y ante las fuerzas semifeudales
internas. De hecho, los documentos del XII Congreso (1954) se refieren
Fl!ENfE, La Voz de México, n. 737, 6 de junio de 1952, p. 8. Este cuadro analítico sólo registra el des- explícitamente a que el estado "se ha aliado a las fuerzas semifeudales 11
tino de 15 560 de los 18 500 ejemplares impresos en junio de 1952.
del país, cuyas bases materiales no han sido atacadas, sino fortalecidas", IJ

noción bastante extraordinaria en una era en que el crecimiento de las


1

fuerzas y relaciones de producción capitalistas era evidente para los tra- 11 1

México se adjudicaba, a mediados de 1952, un tiraje de 18 500 ejempla- bajadores agrícolas e industriales. En ninguno de los documentos del 1:1

res, setenta por ciento de los cuales se vendían en sólo tres zonas: el Dis- PCM que datan de los primeros años cincuenta hay referencias a la capi- 11¡
trito Federal, Nuevo León y Coahuila. tulación ante el capital industrial nacional. La dirección del PCM parecía
Además, La Voz aparecía irregularmente debido a las dificultades fi- '1:! 1
ciega a los derroteros que habían seguido los procesos socioeconómicos
nancieras, la represión y la desorganización interna. En 1950, por ejem- en el periodo poscardenista. ,[1'
1 1

plo, el año en que se iniciaron las huelgas carboneras de Coahuila (sep- El XII Congreso concluyó que el objetivo del partido era todavía una re- 1

tiembre), sólo aparecieron quince números del periódico, y sólo tres se volución democrático-burguesa con la clase obrera al frente de una l,j'l i
imprimieron en los cuatro meses que van de septiembre a diciembre. alianza de la pequeña burguesía y la burguesía nacional, como parte de :1
Los subsiguientes intentos por publicarlo diariamente (a partir del oto- "la unión más amplia de las fuerzas antimperialistas y antifeudales del 1

ño de 1955) redujeron hasta el límite las finanzas del partido, y el expe- país". 21 Había que forzar al PRI-gobierno a realizar cambios democráticos 1''1

rimento se abandonó en octubre de 1957, cuando el periódico se volvió en sus propias filas. Una vez más el Partido Comunista Mexicano pedía ,¡¡,
semanario. En la práctica, el periódico rara vez tuvo una frecuencia
mayor a la quincenal, y la violenta represión lanzada en abril de 1959
al PRI que se reformara para asegurar el mayor desarrollo posible de la
"revolución democrático-burguesa". De nuevo, la dirección del partido l!i
'1 '
17 '1 !
forzó su suspensión. ofrecía a sus miembros una oposición mecánica y falsa entre "la revolu-
La estructura formal de toma de decisiones del PCM, en particular las ción en marcha" que iba hacia el cumplimiento de sus metas o que se
11¡1¡1
sesiones plenarias del Comité Central, funcionaron de una manera alta- estancaba perpetuamente en "la encrucijada" sin valor para liberarse e
mente irregular a lo largo de esa década. En el periodo políticamente implementar un experimento democrático-burgués y antimperialista. 22
sensible que va de diciembre de 1955 a diciembre de 1956, cuando las Las pretensiones vanguardistas del PCM se mantuvieron intactas du- 111
primeras repercusiones del XX Congreso del PCUS empezaban a sentirse rante toda la década. El partido rehusó, bajo la dirección de Encina,
)1'¡ 11
en México, no se celebró ninguno. 18 Le tomó diez meses a la dirección en- contemplar alternativas que podrían haberlo llevado a unirse a los disi- '1
cabezada por Encina autorizar cualquier discusión pública sobre las dentes del POCM. Las frecuentes propuestas de este último partido para 1

lecciones de la experiencia soviética. 19 El poder fue usurpado por la Co'" negociar un acercamiento eran rechazadas o saboteadas. 23 De igual forma,
misión Política y el Comité Central se convirtió en un mero membrete
199
198
el PCM mantuvo su fetichista reverencia por el principio de la unidad sin-
Cuadro 9 dical que había heredado de los días de la "unidad a toda costa" y la
"unidad nacional". Ésta constituía un importante obstáculo para llevar a
LAS CÉLULAS DEL POCM EN 1953 cabo cualquier campaña eficaz por la democratización de los sindicatos
Células na oficialistas. Sin embargo, los miembros de base del PCM y del POCM si-
Células representadas guieron trabajando juntos en los cincuenta, sin importar los errores y los
por delegados representadas
autoengaños de sus respectivas direcciones partidistas. Los resultados de
4 esa colaboración se vieron en las brillantes campañas llevadas a cabo por
Distrito Federal 10
6 los ferrocarrileros en 1958-1959.
3
Guerrero Las experiencias de los comunistas disidentes del POCM no eran muy
Acapulco diferentes de las del PCM a pesar de los chispazos de pensamiento inde-
Nuevo Guerrero pendiente perceptibles en las ponencias de figuras como Valentín Cam-
Valle Luz pa (muy pronto convertido en cuadro dirigente del POCM) y de otros
Veracruz
5
asistentes a la Mesa Redonda Marxista de 1947. Como el PCM, el POCM ',[11
1 .¡.1
Veracruz hablaba de la necesidad de eliminar los restos de feudalismo en México,
PuenteJula aunque reconocía con mucho mayor claridad la naturaleza capitalista
Coatzacoalcos de la sociedad mexicana de los cincuenta. 24 El principal enemigo era el
Jalapa imperialismo estadounidense (concepción idéntica a la del PCM) y, pro-
Papantla 8 gramáticamente, el POCM se hacía eco del llamado del Partido Comunis-
Tamaulipas ta a un gran frente democrático nacional (llamado Frente Democrático !1;:
Nuevo Laredo Antimperialista; el PCM llamaba a su versión Frente Democrático Nacio- !'11
Paredón nal). Como el Partido Popular y el PCM, el POCM aceptaba que el potencial 1·;

Calles ;~
progresista de la Revolución Mexicana estaba lejos de haberse agotado,
il·
Tampico posición simbolizada en la consigna "Por la Revolución Mexicana al so-
Reynosa cialismo".
3 1
Nuevo León (Monterrey) El número de miembros del POCM es todavía más difícil de determi-
2
Puebla 1 nar que el del PCM. Parece claro que reflejaba las características y las fuer-
Chiapas (S. Cristóbal) zas de los cuadros del PCM expulsados en los años cuarenta que se habían
Zacatecas (S. Marcos) reunido en 1949 y 1950 para formar el nuevo partido. En el I Congreso
Jalisco (Guadalajara) Nacional del PCM, en octubre de 1953, se dio información acerca de cua-
Morelos (Cuernavaca) 1
renta y siete células.
23 En 1953, el POCM decía tener estructuras organizativas en trece es-
24
Totales: tados, aunque sólo diez reportaban la existencia de células del partido
(ver cuadro 9) .25 Suponiendo que todas las células estuvieran activas -su-
CE~OS, ese. Carpeta 28, "Datos sobre el 1 Congreso Nacional Ordinario del
Fl'ENTE: POC\1 etectuado posición un tanto dudosa- y que el tamaño promedio de una de ellas fue-
durante los días 15, 16, 17 y 18 de octubre de 1953 en el DF".
ra de nueve miembros, como corresponde a la historia de la izquierda
marxista en México, el POCM no habría tenido en 1953 más de 423 miem-
bros y probablemente mucho menos. 26 La distribución geográfica de las
células que se muestra en el cuadro 10 indica que, además del peso
tradicional del Distrito Federal, el nuevo partido se concentraba en Gue-
rrero, Veracruz y Tamaulipas. Guerrero proporcionó un buen número de
los miembros fundadores del POCM, entre ellos Miguel Aroche Parra,

201
200
-,

puesto por primera vez a fines de los años treinta, cuando la idea causó,
Cuadro 10 como hemos visto, un gran estruendo en el Partido Comunista. La idea
COMPOSICIÓN DE LOS DELEGADOS AL 1 CONGRESO DEL POCM resurgió durante un breve tiempo bajo la forma de la Liga Socialista Me-
xicana, en 1945. En 1947-1948la propuesta adquirió más fuerza durante
las discusiones entre Lombardo y los dirigentes obreros y campesinos de
Obreros Campesinos Maestros Oficinistas Profesores
izquierda y los miembros de la intelligentsia.
Lombardo Toledano propuso un partido que pudiera impulsar los
objetivos nacionales democráticos, antifeudales y antimperialistas de la
8 1 1 2 Revolución Mexicana. Trabajaría por una rápida industrialización, co-
Distrito Federal
2 mo parte de una intención más ampliac de promover la independencia
Monterrey
2 1 económica nacional, y por una profundización de la reforma agraria; lu-
Acapulco 1

2 charía contra la derecha mexicana, que Lombardo identificaba con el


Veracruz
2 movimiento sinarquista, el Partido Acción Nacional (PAN) y, en mucho 11

Cuernavaca
- 4 menor grado, las fuerzas conservadoras dentro del PRI.
Puebla
PuenteJula (Ver.) - 2 Ninguno de esos objetivos difería de los del PCM. Esto no resultaba 11
- 2 sorprendente, ya que la idea de Lombardo tenía por base los conceptos
Jalapa (Ver.)
Coatzacoalcos (Ver.) 1* de Frente Popular y de Unidad Nacional desarrollados por la Comin-
1* tern desde mediados de los treinta. Pero la estrategia y las tácticas de
Guadalajara (Jal.)
Lombardo sí eran diferentes. Como el PCM, quería apoyar los pasos "po-
16 8 4 2 2 sitivos" que tomaba el partido gobernante, pero su interpretación de lo
Total
que constituía un paso positivo era mucho más generosa. Bajo la guía de
Lombardo, el Partido Popular se resistía a condenar al PRI por su nom- i
FCE:-;TE: eDIOS, ese, Carpeta, 28, "Datos sobre d 1 Congreso Nacional Ordinario del roe~! efectuado
1

bre y, cuando esto resultaba inevitable, siempre se hacía una cuidadosa ' '
durante los días 15, 16, 17 y 18 de octubre de 1953 en el DF". !' ~
1

* Oficinistas empleados en los ferrocarriles. distinción entre las acciones de las fuerzas "reaccionarias" dentro del PRI
y la figura del propio presidente. !1

El fervor nacionalista extremo, casi religioso, de Lombardo también r


maestro rural. Entre los miembros veracruzanos se hallaban un contin- era poco frecuente en la izquierda. En 1952, por ejemplo, Lombardo
111
gente de Jalapa, lugar de origen de uno de los fundadores, Miguel Ángel lanzó su campaña presidencial con una extraordinaria invocación de
Velasco, y muchos ferrocarrileros, la mayoría de los cuales desempeña- Cuauhtémoc, el último emperador azteca, pronunciada en Ixcateopan,
rían un papel clave en el movimiento por la democratización de su sindi- donde se creía que descansaban los restos del héroe: "Padre Cuauhté-
cato, el STFRM, durante los años cincuenta y especialmente en 1958-1959. moc: tú nos legaste, con tu conducta y tu sacrificio el mandato eterno
Un pequeño número de petroleros y mineros también ingresaron al par- de defender a México contra la opresión venida de afuera. Yo te prome-
tido. Aunque los datos son muy fragmentarios, el POCM sí parece haber to, en nombre del Partido Popular y en el mío propio, creyendo ser fiel
estado más orientado hacia la clase obrera y la intervención activa en los intérprete ... " 29
asuntos industriales que el PCM, tal vez como reflejo del origen ferrocarri- A pesar de las expansiones patrióticas de Lombardo y su cautelosa
lero de algunas de sus figuras dirigentes (Campa y Vallejo) .
27
manera de criticar al PRI, éste y sus afiliadas sectoriales, especialmente la ji 1

CTM, no veían con buenos ojos al nuevo partido. El inicio de la Guerra


1!
Fría tenía la culpa en parte, pero el PRI, comprensiblemente, también lo
EL PARTIDO POPULAR
veía como una amenaza a sus redes de patrocinio y las de sus organiza- 1

La idea de crear un gran partido de frente unido que abarcara a la iz- ciones de masas y como un vehículo personal de poder para Lombardo.
quierda independiente y sectores del partido gobernante había sido No podía dudarse del fuerte dominio de Lombardo sobre el partido. Su
28
durante años el sueño de Vicente Lombardo Toledano. Lo había pro- sello autoritarió fue visible desde los primeros días de su existencia e in-

203
202
cluso en las negociaciones que precedieron a su creación formal, en El elemento clave de la visión del socialismo que tenía Lombardo era
junio de 1948. Entre septiembre de 1947 y junio de 1948, por ejemplo, la acción creativa del estado. A éste, que según Lombardo estaba domi-
el Comité Coordinador Nacional del partido no se reunió ni una sola nado por una burguesía nacionalista en permanente pugna con los
vez, y su aparato de toma de decisiones apenas funcionó durante toda la capitalistas y terratenientes reaccionarios al interior del país y con el im-
década de los cincuenta.'" Las peleas intrapartidarias fueron frecuentes perialismo al exterior, le interesaba lograr el capitalismo de estado y la
en esos años y culminaron en una serie de polémicas, en 1956-1958, en- nacionalización de los recursos claves. Pero la única forma de que esta
tre el círculo interno de los parientes y amigos de Lombardo y los alia- tendencia se tradujera en socialismo era creando un frente nacional en
dos de Enrique Ramírez y Ramírez. 31 que los obreros, los campesinos, los intelectuales, la pequeña burguesía
El Partido Popular atrajo inicialmente a miembros de una amplia y la burguesía nacionalista, y los sectores progresistas del PRI pudieran
gama de círculos progresistas y de izquierda. Muchos antiguos comunis- unir fuerzas. El socialismo, en la concepción de Lombardo, se convirtió
tas se unieron a él, incluidos José Revueltas, Diego Rivera, Enrique Ra- en "la prolongación y extensión del capitalismo de estado".'"
mírez y Ramírez, Rafael Carrillo y Vicente Fuentes Díaz. Se les sumó una Mientras que es posible hacer cálculos aproximados de la fuerza del
amplia variedad de socialistas no afiliados a ningún partido, como el PCM y del POCM, es casi imposible medir la del PP en los años cincuenta,
agrónomo Manuel Mesa, Narciso Bassols, Víctor Manuel Villaseñor, el doc- ya que no hay fuentes de archivo ni datos internos del partido para ese
tor Jorge Carrión, Manuel Marcué Pardiñas, y activistas del movimiento estudio. Entre 1947 y 1949, el PP creció rápidamente, debido en parte a
obrero como Alejandro Carrillo, el organizador campesino sonorense la asistencia de los cuadros "prestados" por el PCM, muchos de los cuales
Jacinto López y el diputado federal Vidal Díaz Muñoz, un político vera- ·fueron absorbidos por el nuevo partido. En las elecciones presidenciales
cruzano que encabezaba la Federación Nacional de Trabajadores del de julio de 1952, Lombardo obtuvo 72 000 votos, pero la escala y frecuen-
Azúcar en los años cincuenta. Curiosamente, el Partido Popular tam~ cia del fraude hacen las cifras electorales oficiales poco confiables. Lom-
bién atrajo a un cierto número de anticomunistas, el más notable y con- bardo le atribuía 230 000 miembros al PP en 1958, pero un observador
trovertido de los cuales fue el diputado federal Victoriano Anguiano, y estadounidense bien informado con acceso a fuentes de la embajada, el
un antiguo secretario de Educación del gobierno de Ávila Camacho, Departamento de Estado y otras del gobierno estadounidense sugiere
Octavio Véjar Vázquez, que había realizado una purga de maestros co- una cifra de entre 50 000 y 75 000 para mediados de 1962."
munistas. Las esperanzas que tenía Lombardo de atraer hacia el PP a una parte
La presencia de tan diversas tendencias dentro del PP era posible por- de la base de masas de la CTM quedaron pronto frustradas en la disputa
que la vaga postura que adoptaba el partido admitía muy diversas inter- que terminó con su expulsión de esa central en 1948. Los campesinos y 1'
pretaciones de sus fines. El resultado fueron disputas enconadas. Cuando los trabajadores agrícolas, más que los industriales, formaban la base cla-
Véjar Vázquez se declaró "antimarxista", en enero de 1948, hubo una fu- ve del PP, aparte del importante núcleo de intelectuales con que conta-
riosa respuesta de muchos miembros del PP. Rivera, Bassols y Villaseñor ba. En cuanto a las zonas rurales, su prestigio y su número de miembros
abandonaron el partido en 1949 en protesta por la negativa de Lombar- eran particularmente fuertes en Sonora y Veracruz. En Sonora, el PP
do Toledano a criticar la contrarrevolución de Alemán en la reforma contaba con el apoyo de Jacinto López, líder de la federación estatal
agraria y ante la débil respuesta del partido tras el fraude electoral de la CTM y uno de los más antiguos miembros de la dirección nacional de
cometido en las elecciones de diputados y senadores de 1949. Los anti- esa central hasta que los lombardistas y la izquierda fueron purgados en 11
1

comunistas como Anguiano también renunciaron tras una pelea provo- 1948. La gran escisión de ese año también produjo la salida de la fede- '11
32
cada por sus ataques contra el expresidente Cárdenas. ración estatal de Veracruz, incluido el importante dirigente de los traba- ¡l¡
1

El programa del PP no mencionaba el socialismo o el marxismo en jadores del azúcar, Vidal Díaz Muñoz. El sector agrícola de Sonora y ,1

absoluto, pero llamaba a una serie de medidas que promoverían una Veracruz mantuvo sus vínculos con Lombardo durante los primeros
forma de capitalismo de estado y de democracia del pueblo." De mane- años cincuenta y representaba la base lombardista más importante den-
ras que nunca se explicaron, esto conduciría al establecimiento del so- tro de la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM),
cialismo. Pero para mediados de los años cincuenta, el partido había el intento de la izquierda por crear una alternativa radical a la CTM.";
adoptado el socialismo como objetivo, y cambió su nombre por el de El PP también logró una base importante dentro de la intelligentsia
Partido Popular Socialista (PPS) en 1960. mexicana. A fines de los cincuenta y principios de los sesenta, la revista

204 205 1

111

111
Política, que dirigía el miembro del PP Manuel Marcué Pardiñas, ayudaba Cuadro 11
a publicitar la línea del partido. Además de los intelectuales nacional- CAMBIOS EN EL SALARIO MÍNIMO Y EL SALARIO PROMEDIO REAL, 1940-1950
mente renombrados que pasaron por él en diferentes momentos de esa (ÍNDICE NOMINAL: 1940=100)
primera década, se unieron al PP maestros y estudiantes, especialmente
en las instituciones que preparaban maestros rurales, influidos por el Poder de compra real
nacionalismo militante y el racionalismo materialista que alentaban en del salario mínú.,o 1 Variación
el discurso de los lombardistas. Los vínculos entre el PP, los maestros y jJorcen tu al
los maestros de los maestros significaban que en el nivel local los lom- Año Salario Cambio Índice del Período Período respecto
bardistas estaban en estrecho contacto con las luchas populares, particu- mínimo en el salario costo de inicial final 1 de 1940
larmente entre los campesinos y los trabajadores rurales, doride los diario mínimo diario la vida
maestros gozaban de prestigio. Por tanto, las prácticas reales de los se- ¡:
1

i
guidores y miembros del PP en el nivel regional a menudo divergían pro-
fundamente de la cautelosa línea articulada por Lombardo y la dirección 1940-1941 1.52 100.0 100.0 1.52 1.26 17.0
nacional. En Chihuahua, por ejemplo, el primer intento por organizar 1942-1943 1.52 100.0 120.2 1.26 0.77 49.3
1

un movimiento guerrillero (en Madera), por influencia de la revolución 1944-1945 1.90 125.0 197.7 0.96 0.71 53.3
cubana, estuvo encabezado por maestros y estudiantes que habían sido 1946-1947 2.48 163.2 264.8 0.93 0.78 48.7
miembros del PP. 1948-1949 3.01 198.0 316.4 0.95 0.85 44.0
1950-1951 3.35 220.4 353.5 0.94 0.73 52.0
MOVIMIENTO AGRARIO Y OBRERO 1952-1953 5.35 352.0 455.9 1.17 1.14 25.0 ,,,!'11
1954-1955 6.34 417.1 469.5 1.35 1.09 28.3
Los salarios reales de los trabajadores, que habían tocado fondo a fines 1956-f957 7.25 477.0 579.9 1.25 1.08 28.9 1

de los años cuarenta, siguieron bajando en los cincuenta, aunque lata- 1958-1959 8.13 534.9 673.7 1.21 1.12 26.3
sa de descenso se frenó al principio de esa década. El cuadro 11 mues- 1
tra que para 1955 el salario promedio real semanal era todavía sólo un ![ 1
11'1
'

,.

poco superior al de 1950, y para fines de 1959, el poder de compra de La economía mfxirana en cifra.< ();AFI);SA. México, 1978). citado en Edmer Santín.
Fl:E);TE: );.\ff);SA,
"La inflación, un robo a los trabajadores", El Día, 19 de diciembre de 1983.
los salarios todavía no se había recuperado a los niveles de 1940. Tradi- 1'
¡,1
cionalmente, se ha presentado a los años cincuenta como un periodo de
calma laboral, repentina e inesperadamente rota por las oleadas de mi-
litancia obrera encabezadas por los maestros y los ferrocarrileros en
1957-1959. De hecho, el aplastamiento de la autonomía y la democracia de Electricistas (SME), Agustín Sánchez Delint, adquirió influencia den-
sindicales mediante los "charrazos" nunca fue aceptado como un hecho tro del ala "independiente" del movimiento obrero organizado.'"' En
irreversible por todos los sectores de la clase obrera organizada y los mo- 1954-1955 otra base del sector estatal, los telegrafistas, también partici-
vimientos populares, y los años centrales de la década estuvieron pun- paron en una serie de prácticas tortuguistas, táctica empleada con éxito
tuados por movilizaciones importantes que abrieron camino al gran por los trabajadores de diversos sectores, incluidos los ferrocarrileros,
periodo de activismo obrero de 1958-1959.'" Los movimientos estudian- durante toda la década. 40
Pero la primera impugnación importante vino de los maestros, en
tiles impugnaron al estado a mediados del sexenio de Ruiz Cortines, y el
mayor de ellos, una huelga de estudiantes en el Instituto Politécnico Na- 1955. Graves disputas en torno a la cuestión de la dirección provocaron
cional en 1956, sólo terminó con la ocupación por el ejército, durante divisiones dentro de la burocracia del sindicato de maestros (SNTE), el
dos años, de las instalaciones del IPN. 38 En 1955 y 1956, los trabajadores sindicato más grande de México. Las demandas de los maestros del Dis-
trito Federal eran inicialmente económicas, pero su movimiento pronto
electricistas, bastión tradicional de independencia sindical, recupera-
ron algunos de los derechos democráticos que habían perdido en el pe- se convirtió en una lucha por derrotar a la casta corrupta y antidemo-
riodo alemanista, y el nuevo secretario general del Sindicato Mexicano crática que gobernaba el SNTE. La consecuencia inevitable fueron fuer-

207
206
tes choques con el estado. De este primer brote de actividad democrá- de aceptar un congelamiento de salarios de dos años para 1955-1957. En
tica surgió el Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM), que le mayo de 1958, las demandas de las bases de un aumento salarial sustan-
dio dirección a las luchas magisteriales cuando alcanzaron su culmina- cial, de 400 pesos al mes, fueron temporalmente desviadas por los líde-
ción, en 1958. La mayoría de los activistas del MRM no estaban afiliados res nacionales y locales del STFRM que maniobraron para lograr el
políticamente en ese momento, aunque sí participaban unos pocos mi- cumplimiento parcial de la demanda y con ello preservaron su capaci-
litantes del PCM y del PP, y Othón Salazar, la figura más influyente del dad negociadora.
MRM, había sido miembro de lajuventud Comunista. Sin embargo, más En pocos días, algunas secciones del sindicato, especialmente en el
tarde, numerosas figuras del MRM, incluido Salazar, gravitaron hacia los sur y el sureste (Veracruz, Oaxaca) rechazaron la oferta de los dirigentes
partidos de izquierda. 41 y elaboraron una amplia plataforma de demandas conocida como Plan
El éxito inicial de los maestros, que lograron el control de la sección del Sureste. Además de retomar la anterior demanda salarial (ahora re-
sindical de la ciudad de México, les dio mayor confianza a otros movi- ducida a 350 pesos), los autores del plan llamaban a remplazar a todos
mientos que buscaban mejorar sus condiciones y democracia sindical en los comités ejecutivos seccionales, que habían llegado a acuerdos con los
la primera mitad de 1958. Entre los grupos que luchaban contra sus di- patrones a espaldas de los trabajadores. Si la dirección nacional se nega-
recciones charras estaban los trabajadores petroleros, cuyo centro de ba a reconocer a los nuevos ejecutivos seccionales y a plantear las de-
agitación eran las secciones 34 y 35 (en la ciudad de México) y la Sec- mandas salariales, el plan llamaba a una serie de paros escalonados hasta
ción l. Al igual que en el caso del movimiento magisterial, los petroleros llegar a una huelga nacional. 44
empezaron protestando porque sus líderes posponían la negociación de Al principio la respuesta de los ferrocarrileros al Plan del Sureste fue
un aumento salarial. Pero en septiembre de 1958, los rebeldes lograron, dispareja, y el papel coordinador principal lo desempeñó la Sección 13,
temporalmente, elegir direcciones democráticas en dos de las secciones que tenía su base en Matías Romero (Oaxaca). Esta sección estaba ase-
más importantes del sindicato. Al retomar la iniciativa, en diciembre, la sorada por Demetrio Vallejo, un veterano de los ferrocarriles, de cua-
dirección nacional del STPRM desalojó a los disidentes entre una lluvia renta y ocho años de edad, cuya participación en la huelga lo catapultó
de balas y varios sindicalistas murieron Y a un papel de dirección nacional. Nacido en una familia campesina de
Espinal, Oaxaca, Vallejo había empezado a trabajar como ferrocarrilero
LA INSURGENCIA FERROCARRILERA, 1958-1959 en 1928. Seis años más tarde se afilió al Partido Comunista en la comu-
nidad campesina y centro ferrocarrilero de Jesús Carranza, al sur de Ve-
'
Las luchas obreras de 1958 se recuerdan especialmente por la extraor- racruz. Durante los años cuarenta, Vallejo fue expulsado del PCM en una
dinaria velocidad con que un movimiento de base logró la dirección del de las muchas purgas que debilitaron la influencia del partido en el mo-
sindicato nacional de los ferrocarrileros. La campaña fue importante vimiento obrero. Como otros comunistas expulsados que participaban
debido a la significación estratégica del STFRM y debido a que sus logros en el sindicato ferrocarrilero (Valentín Campa, Hernán Laborde), Valle-
inspiraron a otros sectores de la clase obrera mexicana (los telefonistas jo se convirtió en militante del POCM, al que pertenecía cuando tuvieron
y los metalúrgicos) para intentar campañas similares. La combinación lugar las luchas de 1958-1959."
de la lucha de los maestros, los ferrocarrileros, los telegrafistas, los tele- Los paros se iniciaron el 26 de junio y los trabajadores obtuvieron su
fonistas y los metalúrgicos constituyó lo que un autor ha llamado "el mo- primera victoria a principios de julio, cuando el gobierno de Ruiz Cor-
vimiento proletario y social más importante que haya ocurrido desde tines les ofreció un aumento de 215 pesos, de hecho haciendo caso
1935", y por un tiempo al menos, fue una seria amenaza p~ra la hege- omiso de la opinión de la dirección nacional del sindicato. El movi-
monía de la coalición política que gobernaba al país!' miento disidente entró entonces en una nueva fase en que el objetivo
Los ferrocarrileros que en 1958 transformaron una demanda salarial era nada menos que el remplazo total de dicha dirección nacional. El 12
en una movilización nacional para democratizar su sindicato no eran de julio una Convención Extraordinaria del sindicato eligió a un nuevo
ajenos a los conflictos industriales. Durante la llamada "paz social" de ejecutivo nacional en el que Vallejo figuraba como secretario general.
1954-1957, los trabajadores ferrocarrileros habían participado en prác- La gerencia de los ferrocarriles se negó a reconocer la validez de estas
ticas tortuguistas con demandas principalmente económicas, y había ha- elecciones y, debido al creciente impacto económico de los paros labo-
bido una furiosa respuesta de las bases contra la decisión de la dirección rales, solicitó al estado que reprimiera el movimiento.

208 209
aparato estatal y cuáles los recursos de quienes los apoyaban o eran alia-
A pesar de la detención de más de doscientos trabajadores ferrocarri- dos potenciales? La forma en que la izquierda organizada resolvió estas
leros, el movimiento huelguístico se mantuvo firme, fortalecido por las cuestiones será considerada más adelante en este capítulo, pero por el
promesas de apoyo de los telegrafistas y los maestros. Sin embargo, el momento es necesario registrar la evolución final del drama.
sindicato de electricistas, que hasta cierto punto había apoyado a los fe- En diciembre de 1958, el STFRM le presentó al nuevo gobierno de Ló-
rrocarilleros, empezó a vacilar bajo la presión de la Secretaría de Gober- pez Mateas una serie de propuestas para modificar los precios y tarifas
nación.'6 Tras iniciar una breve pero intensa campaña de represión que f~ados por Ferrocarriles Nacionales, planteamiento que implicaba romper
causó la muerte de cuatro ferrocarrileros, el gobierno de Ruiz Cortines radicalmente con la tradicional política de subsidios estatales a la indus-
capituló finalmente el 6 de agosto ante la sólida postura de los cien mil tria minera de propiedad mayoritariamente extranjera. Nuevas deman-
trabajadores de dicha industria. Accedió a liberar a todos los detenidos das presentadas a mediados de febrero de 1959 se referían a la supresión
y aceptó los resultados de una elección realizada a mediados de agosto de un gran porcentaje de los "empleados de confianza" de la empresa 1;
en la que Demetrio VaUejo fue de nuevo confirmado como secretario (incluida su fuerza policiaca privada) y el fin de la práctica de financiar
general del sindicato con 59 759 votos contra 9!' grupos sindicales, con clara referencia a los estrechos vínculos entre la
Después de la toma de posesión de VaUejo a fines de agosto, las ac- administración de la empresa y el estrato burocrático que había contro-
ciones de los ferrocarrileros alcanzaron su clímax. Su movimiento había lado el STFRM desde fines de los años cuarenta. 49 Estas demandas produ-
envalentonado a otros disidentes sindicales. El 1 o de septiembre, los jeron una escalada de la retórica anticomunista del gobierno, la CTM y
maestros de la ciudad de México eligieron a Othón Salazar como líder las asociaciones de empresarios.
de la Sección 9 del SNTE. Siguió de inmediato una ola de represión que En febrero, al negociar la renovación del contrato laboral, el STFRM
incluyó la detención de Salazar y de otros dirigentes. Dos semanas más también pidió nuevos aumentos salariales del 16.6 por ciento, además
tarde, la insurgencia obrera se extendió a la estratégica industria petro- ~
del aumento de 215 pesos ya otorgado, y mejoramiento de las prestacio- ¡1'
lera. El 18 de septiembre, las secciones 34 y 35 del sindicato petrolero nes no salariales. Al no haber progreso en las negociaciones, el sindicato
celebraron elecciones en las que triunfaron los candidatos democrá- inició, el 25 de febrero, una huelga de la red de Ferrocarriles Naciona-
ticos. Presa del pánico, la dirección nacional de la CTM lanzó una cam- les, que terminó con un acuerdo entre el sindicato y la administra-
paña por un aumento salarial del 25 por ciento para todos los afiliados ción. En lo que resultó ser un error fatal, los trabajadores del Ferrocarril
de la confederación, en un intento desesperado por recuperar su legiti- del Pacífico no se unieron a la huelga y, por tanto, no fueron incluidos
midad.'8 A pesar de que algunas de estas acciones obreras fueron repri- en el acuerdo firmado el26 de febrero. Las gerencias del Ferrocarril del
midas, los ferrocarrileros habían sin duda asestado un fuerte golpe al Pacífico, Mexicano y Terminal de Veracruz se negaron a aceptar incluso
sistema de control corporativo sobre el movimiento obrero, una lección una versión diluida de los términos supuestamente acordados con los
que apreciaría la administración entrante (diciembre de 1958) de Adol- Ferrocarriles Nacionales, y empezaron a despedir trabajadores. Los
fo López Mateas. 13 500 miembros del STFRM empleados en las tres pequeñas compañías
La tercera y última etapa de la insurgencia obrera se inició en diciem- lanzaron una serie de paros, que fueron inmediatamente declarados
bre de 1958 y alcanzó su clímax en marzo y abril del año siguiente, con "inexistentes" por los tribunales de Conciliación y Arbitraje. 5° Los ferro-
la violenta represión contra los ferrocarrileros insurgentes. Esta fase de la carrileros iniciaron una huelga el 25 de marzo, en plenas vacaciones de
lucha, con su salvaje desenlace, es la que ha suscitado más comentarios Semana Santa, tradicionalmente el momento de mayor actividad de los
críticos de los observadores tanto políticos como académicos. Lo que se servicios ferroviarios en todo el año. También era el momento del mes
cuestiona es la calidad y el grado de sofisticación deljuicio político de en que las reservas financieras de los trabajadores estaban más bajas. 31 El
la nueva dirección del STFRM y de los consejos que recibió de los p'artidos 28 de marzo el sindicato ferrocarrilero ordenó a todos iius miembros
de izquierda. Las dos cuestiones claves son las que suelen plantearse en que iniciaran paros laborales en solidaridad con los empleados de las
relación con cualquier movilización que ha logrado una victoria impor- compañías Ferrocarril del Pacífico, Mexicano y Terminal de Veracruz,
tante. ¿Debe el movimiento optar por consolidarse o debe seguir su im- lo que convirtió los paros en una huelga nacional.
pulso para lograr más cambios cualitativos? La respuesta a esta pregunta Los soldados, la policía y los servicios secretos lanzaron entonces un
planteaba un problema adicional: ¿serían capaces los disidentes de apre- ataque bien coordinado y masivo contra los miembros del STFRM. De-
ciar con precisión y realismo cuál era el equilibrio de fuerzas dentro del
211
210
confrontar y cuestionar muchas de las posturas que había mantenido
metrio Vallejo, Hugo Ponce de León y Alejandro Pérez Enríquez fueron durante décadas. Especialmente, fue impugnada la dogmática insisten-
detenidos justo cuando empezaban negociaciones de último minuto cia de la izquierda en la necesidad de preservar la unidad sindical y
con la Secretaría del Trabajo sobre los términos para una suspensión de obrera "a toda costa".
las huelgas. 52 Miles de ferrocarrileros fueron detenidos: quince mil sólo De hecho la insurgencia obrera coincidió e influyó grandemente en
en Guadalajara. Las tropas pusieron sitio a dos suburbios de la ciudad un importante intento de la izquierda política, y en particular del PCM,
de México habitados por ferrocarrileros y el ejército ocupó gran parte de por renovar su dirección y reformular metas y estrategias. Este impulso
las instalaciones ferroviarias. 53 Hasta diez mil trabajadores perdieron sus de renovación se inició a fines de 1956. Para 1961 la vieja dirección y
empleos. La represión alcanzó a todo el espectro de la izquierda política gran parte del bagaje intelectual del Partido Comunista habían sido
(con la excepción del Partido Popular) y estuvo acompañada de una abandonados. El POCM estaba casi a punto de desaparecer, dado que sus
amplia campaña de los medios destinada a presentar las huelgas como cuadros ingresaban (o volvían) al PCM o al Partido Popular, y finalmente
subversión soviética. Dos diplomáticos soviéticos fueron expulsados el 2 se consumó la ruptura del PP lombardista con las tradiciones opositoras
de abril y de abril a junio muchos miembros de las direcciones del PCM e independientes de la izquierda revolucionaria. Debemos ahora enfo-
y el POCM fueron detenidos y encarcelados. car nuestro análisis en esta nueva coyuntura.
Entre los detenidos por la policía se hallaba Dionisia Encina, que ha- Los intentos por "renovar" el Partido Comunista eran producto de la
bía estado fuera del país durante las huelgas de marzo, Alberto Lumbre- impaciencia ante su lentitud para responder a las revelaciones del XX
ras y Miguel Aroche Parra. Valentín Campa fue finálmente detenido en Congreso del PCUS en 1956. En una resolución de la Comisión Política
mayo del año siguiente. Casi cien trabajadores ferrocarrileros fueron fi- publicada a mediados de julio de 1956, la dirección del PCM había admi-
nalmente procesados por cargos que iban desde ataques a las vías fede- tido que éste era culpable de haber seguido muchos aspectos del culto
rales de comunicación hasta intentos de desestabilizar la economía stalinista a la personalidad. Pero pasaron cinco meses más antes de que 1 l
m
nacional. Demetrio Vallejo fue además acusado de trabajar bajo la super- el partido emprendiera el examen de sus propias prácticas y su pasado.
visión directa de la embajada soviética. La mayoría de los condenados Esto tuvo lugar en el pleno del Comité Central celebrado en diciembre, 1,:¡
permanecieron en la cárcel hasta 1970. Un buen número de ferroca- que fue, asombrosamente, su primera reunión en más de un año.
rrileros fueron asesinados. En agosto de 1959 un destacado c¿munista El informe de la Comisión Política ante el pleno trataba numerosos
miembro del sindicato y secretario del comité estatal del Partido Comu- temas con un grado de franqueza nunca visto en las deliberaciones in-
nista en Nuevo León, Román Guerra Montemayor, fue brutalmente ase- ternas del PCM. Pero también mostraba un extraordinario nivel de
sinado por el ejército." autoengaño y de resistencia a examinar las causas de los errores del par-
tido. El documento reconocía que desde fines de los años treinta, el PCM
LA IZQUIERDA, 1956-1960 había aprobado la afiliación colectiva obligatoria de los sindicatos y sus
miembros al partido oficial y la participación de las organizaciones sin-
Un rasgo significativo del movimiento ferrocarrilero de 1958-1959 fue la dicales en la política electoral. Esto sólo había servido para dividir a los
participación de miembros de la izquierda socialista como consejeros y, trabajadores, porque los colocaba bajo el control de líderes burgueses y
en algunos casos, como dirigentes. Un gran número de los nuevos líde- del estado, con lo que los sindicatos perdían su independencia. Mien-
res del STFRM eran militantes del POCM, y un comité de enlace constitui- tras que los comunistas mexicanos reafirmaban su convicción de que el
do por representantes del POCM, el PCM y el PP funcionó desde fines de capital extranjero amenazaba a la burguesía nacional y debilitaba su
1958 hasta el colapso de las huelgas ferrocarrileras en abril. Aunque la interés por la independencia económica y política, también señalaban
influencia de la izquierda estaba en función de las posiciones de mando que el PCM había sido incapaz de distinguir entre sus propios intereses
que tenía, más que deberse a la existencia de bases definidas y politiza- como partido y los intereses de la burguesía nacional como clase."
das, probablemente en ningún momento desde fines de los treinta y Significativamente, en el pleno de diciembre de 1956 se acordó estu-
principios de los cuarenta había sido su presencia tan crucial én una lu- diar el periodo 1939-1948 de la historia del PCM y examinar las circuns-
cha sindical. Pero, a la vez, la insurgencia obrera del periodo 1957-1959 tancias que rodeaban las expulsiones que habían tenido lugar en esos
y el surgimiento de disidencias dentro de los sindicatos existentes le años. Se reconocía que las "normas leninistas" se habían violado ""varias
plantearon problemas a la izquierda socialista y marxista, y la forzaron a
213
212
hizo el primer examen cuidadoso de las políticas "flexibles" de los co-
veces", lo que era típico de los ajustes de cuentas abstractos e imprecisos munistas chinos lo que contribuyó a una mayor apertura, y el impacto
del partido. El propio informe de la Comisión Política reconocía que de la revolución cubana se hizo notable en él a partir de enero de 1959.
dentro del partido seguía habiendo opiniones divergentes sobre varios Un grupo numéricamente menos importante de opositores, también
asuntos, incluida la tradicional caracterización de la Revolución Mexica- localizado en el Distrito Federal, se centraba en torno a un pequeño nú-
na como una revolución democrático-burguesa, antifeudal y antimpe- mero de células, las más importantes de las cuales eran la "Karl Marx" y
rialista. El informe pedía un examen histórico más cuidadoso del la "Friedrich Engels" (de ahí el apodo Los Clásicos que se dio a este foco
momento preciso en que había terminado la revolución democrático- particular de oposición). Estas células estaban constituidas principalmen-
burguesa, lo cual era una clara admisión por parte de la dirección de te por jóvenes intelectuales; de hecho, la "Friedrich Engels" tenía suba-
que el ciclo de las revoluciones burguesas en México podría haber con- se en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autó-
cluido ya. 56 La duda se presentaba un poco tarde, sin embargo, ya que noma de México, y el novelista y guionista José Revueltas tenía una in-
un número creciente de miembros del partido dentro y fuera de los sin- fluencia dominante en ella. 6 '
dicatos y los movimientos sociales ya habían llegado a sus propias con- Ya hemos examinado la carrera política compleja y un tanto contradic-
clusiones a este respecto. Como el distinguido novelista y dramaturgo toria de Revueltas. Expulsado del PCM en 1943, Revueltas se alió con Lom-
José Revueltas señalaba unos meses más tarde: "¿Por qué se nos viene bardo Toledano y el Partido Popular durante el periodo 1946-1949. A
ahora con un problema superado por la historia, y que la historia ha es- principios de los cincuenta abandonó el PP y a fines de 1956 reingresó al
57
tablecido ya sin lugar a dudas?" PCM. 62 Conforme el debate interno se profundizaba, Revueltas se conven-
Pero entre estos primeros y vacilantes intentos de autocrítica, latía la ció de que las concepciones estratégicas y las prácticas políticas y teóricas
tendencia a resistirse a un examen radical y profundo del pasado. Así, del PCM estaban en bancarrota. Tras rechazar el principio del centralismo
'1¡1,
cuando la Comisión Política se preguntó "¿Es el PCM la vanguardia del democrático, que él consideraba clave para la práctica del stalinismo, de- 11''¡,
proletariado mexicano?", la respuesta fue una obra maestra del eufemis- sarrolló una tesis sobre la "inexistencia" del PCM que fue causa de que él
mo y la ofuscación: "El PCM, siendo la vanguardia revolucionaria de la y quienes le apoyaban salieran del partido en 1959.
clase obrera de México, todavía juega muy débilmente ese papel de van- Aunque el pleno de diciembre de 1956 significó algún progreso hacia ¡:
guardia".58 Al mismo tiempo el pleno retomó la idea, tradicional en el PCM, la comprensión de los problemas del Partido Comunista y estimuló una
de que la tarea inmediata era la de liberar al país de la opresión del im- amplia discusión crítica en toda la base del partido, en la primera mitad
perialismo estadounidense y de que la burguesía nacional apoyaría la de 1957 se fue haciendo cada vez más claro que Dionisia Encina y sus
1

nacionalización de los monopolios extranjeros y asumiría como meta aliados se resistían a profundizar en ella y en la práctica se esforzaban 1

la independencia económica. En otras palabras, el informe de la Comi- por obstaculizarla. 63 Muestra de ello fue, por ejemplo, el informe sobre
1\
sión Política incorporaba una serie de temas contradictorios y confusos, las luchas internas del PCM en los años cuarenta, que fue encargado a '1

que reflejaban el debate interno, cada vez más enconado, que había sur- una comisión en diciembre de 1956 y discutido en el pleno del Comi-
gido recientemente en las filas del PCM. té Central celebrado en mayo de 1957. La distribución del informe se 1

La oposición a la dirección encinista se centraba en el Distrito Fede- demoró durante cinco meses, y luego sólo se hizo de manera limitada.r" !¡

ral y estaba encabezada por miembros que habían ingresado al partido Además, no se avanzó hacia la reunificación de los disidentes del POCM
en la segunda mitad de los años cuarenta o a principios de los cincuen- y el Partido Comunista, a pesar de los frecuentes llamados que hizo el
ta. Entre ellos se hallaban hombres como Manuel Terrazas, Gerardo Un- POCM en los años cincuenta y el apoyo implícito que le daba el informe
zueta, Encarnación Pérez, Amoldo Martínez Verdugo, Alejo Méndez y sobre los daños que el frenesí expulsador de los cuarenta había causado
José Montejano. Los dos primeros habían trabajado como periodistas en a la izquierda. Aunque los dos partidos iniciaron pláticas en octubre de
La Voz de México, y Terrazas y Encarnación Pérez eran miembros de la 1957, la renuencia del Partido Comunista a reconocer la legitimidad del
Comisión Política.'" Martínez Verdugo había estudiado artes plásticas POCM impidió su cooperación incluso en los asuntos a corto plazo, como
antes de ingresar al partido a fines de los años cuarenta. Eri 1957 au- el de una candidatura conjunta de la izquierda para las elecciones pre-
mentó la influencia de los renovadores en el Comité Central, donde a sidenciales de 1958. 6 '
60
veces lograron obtener una mayoría de votos. También controlaban la Los comunistas del Distrito Federal ventilaron estas dudas y e·speran-
importante organización del partido en el Distrito Federal. El grupo
215
214
El carácter de base de los movimientos y la amenaza que representa-
zas en una conferencia regional de un mes de duración, en agosto y sep- ban para las direcciones del SNTE y del STFRM también planteaban la
tiembre, en la que se aprobaron resoluciones críticas contra la dirección espinosa cuestión de la unidad sindical. Desde la volteface de los comu-
nacional y local del PCM. Se criticaba vigorosamente la expulsión, poco nistas tras el IV Congreso de la CTM en 1937, el PCM había exaltado per-
antes de la reunión, de tres miembros opositores (Alejo Méndez, Móni- sistentemente la importancia de la unidad obrera ("unidad a toda
ca Rodríguez y Edmundo Raya) acusados de "liberalismo", y se recogían costa") y advertido contra los peligros de promover movimientos que
las quejas de la célula Karl Marx por la negativa de La Voz de México a pu- pudieran poner en peligro la unidad y la homogeneidad de los sindica-
blicar sus críticas al contenido de la convocatoria de la conferencia."; tos individuales o de organizaciones nacionales como la CTM. Esa postura
Esas dos acciones sólo habían servido para impedir el libre debate parecía sensata en su momento, especialmente a principios y mediados
dentro del partido. Tras señalar que el contacto del partido con los tra- de los años cuarenta, cuando el movimiento obrero mexicano estaba
bajadores, las organizaciones de masas y las mujeres era extremadamen- muy fragmentado. 70 Sin embargo, la izquierda no era la única fuerza que
te débil, las conclusiones hacían un llamado a fortalecer al Partido consideraba sagrada la consigna de unidad obrera. Las burocracias sin-
Comunista en el Distrito Federal. Esto sólo podría lograrse si se recono- dicales corruptas y antidemocráticas escudaban sus acciones tras ella.
cía la existencia de un difundido descontento ~brero y se le canalizaba Más importante aún, el estado promovía constantemente la unificación ,rr'
1

en una dirección que debilitara la influencia de la burguesía sobre las ma- de las organizaciones obreras por razones que no siempre coincidían
sas. La conferencia de la ciudad de México efectivamente abrió los di- con los intereses de los propios obreros. Por lo que concernía al estado,
ques a una discusión más franca de las críticas internas, y su impacto se los sindicatos y federaciones sindicales fuertes, unificados y centraliza-
sintió mucho más allá de los confines geográficos del Distrito Federal, dos eran considerablemente más fáciles de controlar, en parte porque
incluso en la Comisión Política empecinadamente encinista, dentro de eran más predecibles. Para la izquierda, pues, el problema consistía en
la cual las conclusiones llevaron a Manuel Terrazas y Encarnación Pérez cómo procurar el objetivo de la unidad obrera sin al mismo tiempo for-
¡¡
67 ¡(
a abandonar su (tibio) apoyo a Encina. talecer a las burocracias existentes, bloquear las posibilidades de re-
Sin embargo, los llamados a realizar una reforma más entusiasta del forma y promover una estrategia gubernamental hostil a las iniciativas
partido fueron en gran medida desoídos. El grupo de Encina con fre- de los obreros independientes y cada vez más sensible a las necesidades del
1
i''
cuencia hacía importantes concesiones sólo para retractarse de ellas'total capital.
o parcialmente poco después. Esto sucedió con la decisión de celebrar En los años cuarenta y cincuenta, la retórica del Partido Comunista
un Congreso Extraordinario del partido en mayo de 1958, para discutir logró sortear más o menos bien ese dilema, y la dirección del PCM no va-
toda la gama de cuestiones urgentes que se hallaban en la agenda desde cilaba en condenar la corrupción y las prácticas antidemocráticas den-
que se abrió el debate interno. 68 En enero de 1958, tres meses después tro de los movimientos obreros urbanos y rurales. En la práctica, sin
de que un pleno aprobó la celebración de la reunión especial, la decisión
embargo, a menudo se optaba por preservar "la unidad a toda costa" a
fue revocada por una pequeña mayoría de la Comisión Política y otra expensas de la independencia y de la orientación democrática del movi-
reunión plenaria. El congreso se pospuso cuatro meses más; en total pa- miento sindical. Aunque durante la época culminante de las reformas
saron veinte meses hasta que finalmente se realizó el XIII Congreso.m cardenistas o durante los programas de unidad sindical en la segunda
Para mediados de 1958, en la lucha por reformar el Partido Comunis- guerra mundial era posible argumentar en favor de tales concesiones, el
ta, existía ya gran tensión entre la dirección encinista y los renovadores brusco giro a la derecha iniciado por el gobierno de Alemán y el "frene-
sobre cómo había que responder a la insurgencia obrera, cada vez más sí desarrollista" de los años cincuenta hicieron que esa postura del PCM
amplia y segura de sí, cuya punta de lanza eran los ferrocarrileros y los resultara cada vez más arcaica y abstracta.
maestros. Como hemos visto, estos movimientos surgieron a partir de El estilo dogmático e inflexible del propio Dionisia Encina contri-
una plataforma principalmente económica, pero pronto ampliaron sus buía a dificultar la toma de postura del Partido Comunista ante el
miras para incluir demandas de mayor democracia y autonomía sindica- creciente descontento obrero, y lo llevó a entrar en conflicto con los re-
les y el remplazo de los líderes actuales. Dado el papel estratégico des- novadores del Distrito Federal, quienes procuraban, con sus muy limi-
empeñado por el movimiento sindical en la estrategia de movilización tados recursos, hacer contacto con los insurgentes. Las primeras diver-
de masas del estado mexicano, las luchas obreras eran una amenaza po- gencias graves surgieron durante el movimiento por la reforma del
lítica para. el sistema corporativo de dominio.
217
216
ción de Vallejo, la dirección del PCM, junto con el POCM y el Partido Po-
sindicato de maestros (SNTE), iniciado por los maestros de la ciudad de
pular, se comprometieron más abiertamente con la causa del vigorizado
México en 1958. La dirección del SNTE denunció al principal grupo disi-
sindicato ferrocarrilero. 74 Los ferrocarrileros lanzaron un paro nacional
dente, el MRM, como divisionista y escisionista, sometido al control de los
en protesta por la muerte de cuatro trabajadores y por la negativa
comunistas. En realidad, el núcleo antes importante de maestros que
gubernamental de reconocer al recién elegido ejecutivo "reformista"
pertenecían al PCM era cosa del pasado, aunque todavía existía una Frac-
del STFRM. Poco después, el 5 de agosto, los tres partidos de izquierda
ción Nacional Comunista del Magisterio y el líder de los disidentes,
71 lanzaron un fuerte llamado a la solidaridad con los trabajadores ferro-
Othón Salazar, había sido miembro de la Juventud Comunista. A me-
carrileros, defendiendo su derecho a elegir a la dirección que quisie- 1! 1
diados de mayo, luego de que el MRM inauguró la táctica de establecer
ran."' Pocas semanas más tarde la policía atacó el local del PCM en la ,¡
un "plantón" en los patios de la Secretaría de Educación, Encina empec
ciudad de México y las oficinas de La Voz de México y, en septiembre, fue-
zó a denunciar al movimiento como anarquizante. El dirigente comunis- 1

ron arrestados Othón Salazar y el líder campesino sonorense y militante


ta hizo incluso una declaración de prensa en que llamaba a los maestros 1

del Partido Popular Jacinto López. 111!¡


a llegar a un acuerdo con el SNTE y a negociar con la Secretaría de Edu-
72 En algún momento a fines del verano o principios del otoño de 1958
cación en interés de la "unidad". el PCM, el POCM y el PP establecieron un comité de enlace para facilitar las
~~r,
11' '

Durante el movimiento ferrocarrilero estuvieron presentes los mis-


comunicaciones entre el ejecutivo del STFRM y la izquierda. Nunca se ha 1

mos entusiasmos y la mismas ambigüedades, aunque en ese caso la pre-


aclarado cómo estaba constituido el comité, cómo funcionaba o cuáles 1 1'
sencia de la izquierda fue mucho más importante. La oleada de activismo ' 1 !1

eran sus términos de referencia. La única descripción de las funciones \' 1,

y confianza de las bases en sí mismas, en el verano y el otoño de 1958, lj \,


que cumplía es un breve comentario de Valentín Campa según el cual de- 1

fue recibida con cálido entusiasmo por la base del PCM y por una estre-
bía "promover la solidaridad a los ferrocarrileros y cooperar con los diri-
cha mayoría de los órganos directivos del partido. Pero el representante
gentes sindicales, miembros de esos partidos, con sugestiones ... " 76 De
más conocido del movimiento, Demetrio Vallejo, tenía una larga histo-
modo comprensible, dado el clima de furioso anticomunismo creado por [¡1111.
ria de participación en el movimiento comunista. Tras su expulsión del
el gobierno saliente de Ruiz Cortines, tanto los partidos de izquierda co-
PCM en los años cuarenta, Vallejo había permanecido leal al importante
!
1

mo el sindicato se guardaban mucho de alimentar las acusaciones en el 11¡11


1

núcleo de ferrocarrileros asociados con Valentín Campa, algunos de lbs


sentido de que la insurgencia obrera era producto de la interferencia po- 1

cuales conformaron el contingente ferrocarrilero del POCM cuando se ,1 , 1.'

~i
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lítica de organizaciones exteriores al movimiento obrero. Cabe señalar,


creeó en 1950. Así, en 1958, Vallejo no sólo era un expulsado sino tam-
~
11 i
por ejemplo, que la declaración de solidaridad de la izquierda el 5 de 1 1

bién miembro de una organización con la cual la dirección encinista no


agosto estuvo precedida por un claro reconocimiento de que los asuntos r¡:l
lograba llegar a un acuerdo.
Los primeros signos de discrepancia entre la dirección del PCM y sus
del sindicato ferrocarrilero eran dominio exclusivo de los propios traba- ¡li jl,i, ,¡
jadores.
bases aparecieron el 8 de julio de 1958, después de que al parecer la Co-
El creciente vigor de las movilizaciones obreras de los últimos meses
misión Política apoyó una maniobra gubernamental para acabar con el
de 1958, lejos de moderar la temperatura de la lucha política dentro del
i¡[liil::
movimiento sindical. Cuando los integrantes del Comité Ejecutivo del
PCM, contribuía a intensificar el debate. A principios de noviembre, la
sindicato ferrocarrilero renunciaron para ser sustituidos por sus suplen- '1·:·'
Comisión Política destituyó a tres miembros del consejo editorial de La 1

il :
tes (que rápidamente intentaron cooptar gran parte del programa de
Voz de México que tenían posturas críticas frente a la dirección encinista
los seguidores de Vallejo), la Comisión Política del Partido Comunista 111
(Manuel Terrazas, Gerardo Unzueta y José Montejano), acto que fue 1
•• 1 i
instruyó a los que serían delegados en la próxima Convención Extraor-
condenado por el comité del Distrito Federal en una conferencia reali-
dinaria del STFRM para que apoyaran el programa de los suplentes pro-
gobiernistas. Tanto los ferrocarrileros comunistas como la organización
zada en diciembre. 77 La mayoría de las controversias se centraban en la !llil
73
forma en que la dirección de Encina hacía los preparativos para el Con-
del PCM en el Distrito Federal ignoraron dichas instrucciones. P,ocos
greso Extraordinario, que debía reunirse a fines de 1958. Documentos
días más tarde, Vallejo fue elegido secretario general del STFRM con una
que contenían críticas a la dirección nacional fueron omitidos de la
mayoría aplastante, prueba de la escasa visión que había tenido la direc-
prensa del partido y se hizo lo posible para que no hiciera contacto con 1

ción encinista. los comités del PCM ni con los activistas de fuera de la ciudad de México
Desde mediados de julio, tras la clara victoria que representó la elec-
1

219 11111
218
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nadie salvo los seguidores más leales de Encina. 78 Además no se hizo nin- zas dentro de los gobiernos de Ruiz Cortines y López Mateas. Las victo-
gún avance significativo en el sensible tema de la reunificación del PCM rias iniciales de Demetrio Vallejo, se dice, fueron en parte resultado de
y el POCM, considerado por los renovadores como un indicador crucial una modificación en la correlación de fuerzas en la que los sectores del
de la capacidad del PCM para revisar sus errores pasados. gobierno más inclinados a las tácticas represivas habían sido forzados a
retroceder. Esta pugna entre las fracciones "reformista" y "capitalista clá-
FEBRERO-MARZO DE 1959 sica" de la burocracia política continuó durante los años restantes de la
presidencia de López Mateos. 79 Una estrategia más adecuada habría sido
Varios cientos de miles de palabras se han dedicado a discutir sobre los hacer una pausa en las acciones obreras y consolidar los logros del
aciertos y las debilidades de las tácticas empleadas por el sindicato ferro- STFRM. En vez de eso, la dirección del sindicato lanzó, a principios de
carrilero en febrero y marzo de 1959. También se han criticado mucho 1959, un programa esencialmente nuevo que ampliaba radicalmente el
los consejos que dieron los partidos de izquierda a los ferrocarrileros. alcance de las demandas "políticas" del sindicato en un momento en
Desafortunadamente, la reconstrucción exacta de los hechos se ha com- que había signos de crecientes rupturas dentro de él y de un debilita-
plicado como resultado de varios factores. Los principales protagonistas, miento de la solidaridad de otros sindicatos, especialmente el de electri-
Demetrio Vallejo y Valentín Campa en especial, no han dado cuenta de- cistas, hacia los ferrocarrileros. 80
tallada de sus acciones ni de la relación entre el sindicato y el POCM, par- Hay muchas preguntas sin respuesta acerca de la asesoría y la partici-
tido al que ambos pertenecían. Las diferencias políticas posteriores tam- pación de la izquierda. Se ha sugerido que para los primeros meses de
bién produjeron grandes discrepancias en las versiones de los actores 1959 el anticomunismo había crecido en algunas secciones del STFRM
basadas en la ciudad de México. Cuando varias figuras asociadas a esa ten-
claves.
El debate se centra en dos amplios campos. Uno se refiere a.las cues· dencia fueron expulsadas (por mal manejo de fondos), las "víctimas" pu-
tiones relacionadas con el manejo estratégico y táctico de las huelgas dieron presentarse como portaestandartes de una cruzada anticomunista
mismas. Está en cuestión si fue acertada la decisión de proceder a reali- ansiosos por rescatar al sindicato de manos de la izquierda marxista.
zar huelgas nacionales de solidaridad en los Ferrocarriles Nacionales a En cuanto a la propia izquierda, no expresó inicialmente más que un
fines de marzo; si fue apropiado mantener la estrategia del sindicato tibio apoyo a la primera etapa de insurgencia ferrocarrilera; pero, a prin-
que se había convertido en un choque político frontal con el estado pa- cipios del verano de 1958, el PCM y el POCM propugnaron que el STFRM
ra principios de 1959; si era exacta la percepción que tenía la dirección adoptara de una "táctica bronca", es decir, la de la espontaneidad y la
de la huelga sobre el nuevo gobierno de López Mateas, y especialmente confrontación buscada sin tomar en consideración la fuerza real de los
sobre su grado de homogeneidad; también, según algunos puntos de ferrocarrileros y su necesidad de alianzas amplias. Esa ingenuidad fue
vista, la dirección del sindicato actuó con precipitación sin una adecua· producto de una visión doctrinaria y dogmática del estado, legado de la
da consulta con las bases. Otro bloque de temas, que han sido mucho versión fosilizada del marxismo que había dominado en el pensamiento
menos revisados, tiene que ver con la amplitud y el contenido de las re- de izquierda durante tantas décadas: "Lo que faltaba era comprender las
laciones entre el STFRM y los tres partidos políticos de izquierda que lo tensiones y confrontaciones entre sus componentes y actores, la batalla
guiaron en 1959. que se libraba también en el interior del estado y de cuyos resultados no
Entre los observadores existe considerable consenso acerca de la pri- eran ajenos cada paso, cada batalla concreta y el curso total de la insur-
gencia".8'
mera serie de cuestiones. Los trabajadores ferrocarrileros se dejaron lle-
var por el entusiasmo generado por sus primeras victorias y permitieron No hace falta decir que tanto Campa como Vallejo habían impugna-
que la lógica de la espontaneidad y de la confianza en sí mismos dic- do algunas de esas tesis. Vallejo ha sostenido que sobrestimó (más que
taran su estrategia y su táctica. Ese ambiente no era propicio para una ignorar) las pretensiones constitucionalistas y "legalistas" del nuevo go-
cuidadosa evaluación de cómo iba cambiando el carácter de las movili- bierno de López Mateas. Pero en retrospectiva, concluye que habría
zaciones ferrocarrileras entre octubre de 1958 y marzo de 1959: de una sido más sensato posponer las huelgas de solidaridad lanzadas por los
demanda principalmente económica a una amenaza esencialmente po- trabajadores de los Ferrocarriles Nacionales en simpatía con sus compa-
ñeros de las tres compañías más pequeñas (Pacífico, Mexicano y Termi-
lítica para el estado. 82
También se hacía difícil percibir los cambios en el equilibrio de fuer- nal de Veracruz). Por otra parte, tal vez habría sido muy difícil para

220 221
Campa posponerlas. A mediados de marzo las asambleas generales de
todas las secciones del sindicato ya habían decidido realizar una campa-
'''"''~--
ñara los intereses del partido y a sus miembros."" Lombardo Toledano
pasó a denunciar en las semanas subsiguientes a la dirección del STFRM,
ña de paros escalonados en el caso de que las huelgas (propuestas) con-
a Vallejo, al PCM y al POCM. Varias de las declaraciones de Lombardo,
tra las pequeñas compañías no lograran un acuerdo igual al que se
especialmente la que hizo en una conferencia de prensa el 30 de abril,
había alcanzado con los Ferrocarriles Nacionales.
fueron explotadas por el Procurador General de la República y por los tri-
Además, los ánimos estaban agitados porque las compañías expulsa-
bunales en los procesos contra los huelguistas detenidos.
ron de sus casas, a la fuerza, a varios reparadores de vías y a sus familias,
Después, los observadores y participantes que tomaron el partido de
después de que se iniciaron las huelgas el 25 de marzo, y la condición
Lombardo (Aroche Parra e incluso José Revueltas), así como los benefi-
para suspender estas y otras huelgas mayores de solidaridad habría sido
ciarios de la derrota de Vallejo, como Luis Gómez Z. (que se convirtió
el cese de ese tipo de prácticas, cosa que la administración de los ferro- 1

en secretario general del STFRM a fines de 1959), utilizaron las declara-


carriles se habría negado a aceptar."' El concepto de una huelga ferroca- 1

ciones de Lombardo y las advertencias de Vallejo contra la interferencia


rrilera nacional como medio de presión también se había aprobado a 1¡'
de los partidos políticos para "probar" que el POCM y el PCM estaban en 1!
mediados de marzo, dado que la misma táctica, tal como se empleó en
efecto dirigiendo las huelgas y los asuntos del sindicato ferrocarrilero."' 11

el Plan del Sureste, había funcionado con tanta eficacia el año anterior. 11

Una conclusión equilibrada requeriría revelaciones más francas de los
Desde todo punto de vista el "comité de enlace" constituido por repre- protagonistas del drama.
sentantes del PCM, el POCM y el PP parece haber desempeñado durante
Sin embargo, una explicación más verosímil del desastre de marzo de
las últimas semanas de marzo un papel fundamental, aunque inconsis- Ji
1959 tendría que centrarse en el papel que desempeñó el aumento ma-
tente, en la toma de decisiones. Demetrio Vallejo ha dicho que se le avi-
sivo de la confianza en la base del sindicato. La euforia inducida por las
só el 24 de marzo (un día antes de las huelgas del Pacífico, el Mexicano
y el Terminal de Veracruz) que el comité de enlace había tomado la de- importantes victorias alcanzadas hizo que el movimiento de huelga se sa-
liera del control de la dirección del STFRM."8 La orden de detener los pa-
cisión de proponer paros graduales en los Ferrocarriles Nacionales.
ros sin tener firmes concesiones del gobierno y sin el fin de la represión
Vallejo había aconsejado que se pospusiera la propuesta para esperar el
muy posiblemente habría sido ignorada por las bases, como sostenía el
resultado de las pláticas con la Secretaría del TrabaJo. Planteó este punto
propio Vallejo. En cualquier caso, al parecer para el 25 de marzo el go-
de vista directamente a uno de los miembros del comité (cuyo nombre
bierno de López Mateas ya había decidido aplastar al sindicato demo-
no da), pero se le respondió que no era posible cambiar la decisión. 84
cratizado por la fuerza, de manera que una retirada táctica seguramente
Vallejo dice para concluir que, dado que todos excepto unos pocos de habría tenido un efecto muy limitado. 89
quienes integraban el ejecutivo del sindicato eran miembros de alguno
La derrota de las huelgas ferrocarrileras hizo que se separaran de-
de los tres partidos, él evitó insistir demasiado. Ésta es una posición muy
finitivamente los caminos de los partidos de izquierda. Al defender
curiosa; Vallejo era miembro del POCM, y sus comentarios sugieren que
implícitamente la brutal réplica del estado a la etapa final de las movili-
no estaba presente durante las discusiones del comité de enlace, lo cual
zaciones, el PP consumó su ruptura con la izquierda revolucionaria y con-
también es altamente improbable.
solidó aún más su papel subordinado respecto del gobierno. En cuanto
Campa sostiene que en una reunión del comité de enlace celebrada 1/llli
al POCM, la detención y el encarcelamiento de muchos de sus cuadros
el 27 y el 28 de marzo los tres partidos acordaron unánimemente acep-
dirigentes y el colapso de la estrategia de los ferrocarrileros, que ese par-
tar una propuesta de Vallejo de posponer las huelgas a condición de que
tido había apoyado más que ningún otro, causaron su desintegración.
se detuvieran las medidas represivas, condición que no aceptó Benjamín
La mayoría de sus miembros ingresaron al Partido Comunista, y un pe-
Méndez, gerente de los Ferrocarriles Nacionales. 85 El sindicato respon-
queño remanente se fundió con el Partido Popular de Lombardo.''"
dió al día siguiente declarando una huelga nacional, y el comité de en-
lace se reunió para una sesión que duraría toda la noche en dos casas de EL XIII CONGRESO DEL PARTIDO COMUNISTA MEXICANO
miembros del PP y tomó una serie de decisiones sobre cómo responder
a la feroz represión que lanzó el gobierno el 28 de marzo. Pero para el
Una consecuencia inesperada de la represión contra la izquierda fue el
día siguiente, los representantes del PP se habían retirado del comité de
debilitamiento de la vieja guardia dentro de la dirección del Partido Co-
enlace, principalmente, según Campa, por temor a que la represión da-
munista. Encina y su compañero residente en La Laguna, Encarnación
222
223
pesar del encarcelamiento de Encina y de la desmoralización de muchos
Valdés, no lograron que los soviéticos apoyaran su posición durante la de sus seguidores. A eso se debió que el informe con que se inició el de-
visita que hicieron a la URSS en febrero de 1959, lo que representó un bate y que fue leído por Arnoldo Martínez Verdugo en nombre de la
importante golpe a su prestigio. 91 En agosto de 1959, el equilibrio de po- nueva dirección colectiva fuera un documento muy ecléctico. Conser-
der se había inclinado fuertemente en favor de los renovadores. En la vaba muchos elementos de la antigua versión del PCM junto a impor-
reunión plenaria del Comité Central celebrada enjulio-agosto, se susti- tantes rupturas con las tradiciones pasadas." 7 Los cambios más radicales
tuyó el puesto de secretario general por un secretariado colectivo cons- eran que se invertía violentamente la caracterización del gobierno de
tituido por cinco individuos, tres de los cuales se identificaban con la López Mateos y se desechaba la idea tradicional de que era posible al-
causa de los renovadores, Arnoldo Martínez Verdugo, Edelmiro Maldo- canzar el socialismo a través del marco establecido por la Revolución
nado y Encarnación Pérez; Encina y Encarnación Valdés ocuparon los Mexicana. El régimen de López Mateos fue denunciado como un go-
92
dos cargos restantes. bierno que representaba los intereses de la gran burguesía en alianza
El pleno también decidió tomar serias medidas para la unificación con el imperialismo.
final del PCM y el POCM, y acordaron a la vez mecanismos para coordinar La respuesta a López Mateos era uno de los giros típicos de los aná-
las acciones de los dos partidos en las cuestiones claves. Finalmente, el lisis políticos del partido, y recordaba la vuelta en redondo, de similares
pleno rechazó definitivamente los anteriores intentos de Encina por ce- proporciones, que había dado ante el gobierno de Alemán en 1948-1952.
lebrar el Congreso Extraordinario del partido en Torreón, lo que le ha- Como ha señalado Alejo Méndez, el PCM era incapaz de librarse de las
bría dado una orientación muy conservadora a las sesiones, debido a toscas categorías bipolares creadas por la Comintern en los años veinte
que el secretario general contaba con leales seguidores en la región."~ y treinta. Según esa tradición, la burguesía de las sociedades del tercer
Encina asistió al pleno tras de haber solicitado licencia para regresar a mundo estaba constituida por sólo dos sectores, una burguesía nacional
la región lagunera, donde tenía una considerable base personal entre los (potencialmente) progresista y una burguesía (reaccionaria) proimpe-
ejidatarios. Fue detenido poco después. Desilusionado y desmoralizado rialista. De acuerdo con eso, las medidas obviamente represivas con que
por la represión y por su grad1,1al desplazamiento del poder, Encina al el gobierno de López Mateos había iniciado su gobierno no le dejaron
parecer no se esforzó por ocultar sus movimientos, aunque se sabía que al PCM más elección que la de incluir a todo el nuevo gobierno en esta
tenía orden de aprehensión. En septiembre fue detenido por la poliCía última casilla. Un futbol conceptual de este tipo no podía responder
y encarcelado junto con otros izquierdistas destacados."' adecuadamente a las complejidades de ese nuevo gobierno, particular-
Los preparativos para el XIII Congreso, que se celebraría en mayo de mente a su matizada y en general positiva respuesta ante la revolución
1960, se realizaron en condiciones de extrema dificultad debido a que cubana, que el PCM desdeñó como una pose hipócrita. 98
la represión de 1959-1960 había forzado virtualmente al Partido Comu- Aunque el XIII Congreso ignoró en gran medida cualquier cuestión de
nista a pasar a la clandestinidad. Cuando el congreso finalmente se cele- estrategia a largo plazo, sus conclusiones en por lo menos un tema signi-
bró, un número patéticamente pequeño de delegados, unos setenta y ficaron una clara ruptura con la ya larga subordinación del Partido Co-
seis, se reunieron en condiciones de secreto riguroso al sur de la ciudad munista a la ideología de la Revolución Mexicana. El PCM anunció que el
de México, en una casa alquilada que alguna vez se había usado como ciclo de las revoluciones burguesas había concluido, y que el partido se
burdel.93 entregaba ahora a la meta de "una nueva revolución"."" No estaba claro en
Las enormes dificultades por las que atravesaba el Partido Comunista qué consistiría el "nuevo tipo de revolución". Se decía que no tendría un
después de la derrota de las huelgas ferrocarrileras también hicieron carácter socialista inmediato ni implicaría una profundización del pro-
imposible un debate interno abierto, enérgico y de gran alcance sobre ceso democrático-burgués que la Revolución Mexicana supuestamente
la nueva dirección estratégica y táctica que debía seguir el movimiento había iniciado. Se evitaba, sin embargo, una ruptura tajante con el pasa-
comunista. La Comisión Organizadora Nacional del Xlll Congreso hizo do, mediante el matizado señalamiento de que la nueva revolución "cae
circular un boletín de discusión, pero La Voz de México dejó de aparecer dentro del tipo de las revoluciones democrático burguesas". lO"
desde abril de 1959 hasta el final del año, y sólo se imprimieron tres nú- Se descartaba toda ilusión acerca de la burguesía nacional, por lo me-
meros en los seis primeros meses de 1960. 96 Estos problemas probable- nos en el papel, aunque se señalaba que elementos de esta fracción to-
mente explican por qué incluso en vísperas del congreso los defensores marían parte en la "nueva revolución" en posición subordinada·a la clase
de la "vieja línea" todavía estaban en mayoría en el Comité Central a
225
224
trabajadora, el campesinado y los sectores medios. El enemigo principal
ba hasta los años veinte) y Mario H. Hernández. Poco después termina-
del pueblo de México y la principal causa de la pobreza y la explotación
do el XIII Congreso, una delegación visitó Morelos para convencer al
seguían siendo el imperialismo estadounidense y sus agentes entre la
activista campesino Rubénjaramillo y a su familia de que ingresaran en
"gran burguesía", otra caracterización que simbolizaba los importantes
el PCM, y un enviado especial también partió de la ciudad de México
elementos de continuidad que todavía vinculaban el pensamiento del
para ayudar a los Jaramillo en su trabajo organizativo en Zacatepec. "'"
Partido Comunista con e llegado del frente popular y dellombardismo.'"'
También la de "Una nueva revolución democrática de liberación na- CONCLUSIÓN
cional" fue un membrete que resumía limpiamente las ambigüedades
de la nueva línea del PCM; se abandonaban las ilusiones acerca de la Re-
La izquierda mexicana salió de los años cincuenta con un equipaje mix-
volución Mexicana a la vez que se repetía un tema familiar en el mar-
to de logros y fracasos. Una evaluación a cono plazo de las consecuencias
xismo de la Tercera Internacional: la "liberación nacional". 102 Sobre la
de la insurgencia obrera de 1958-1959 revelaría considerable desorgani-
cuestión de definir el carácter de la sociedad mexicana, los documentos
zación: cientos de militantes obreros y de activistas partidarios languide-
del congreso de 1960 muestran signos de que la vieja guardia y los reno-
cían en prisión, el número efectivo de miembros del Partido Comunista
vadores habían sellado un compromiso. Se desechaba el término "semi-
se había reducido a un par de centenares y los gozosos triunfos del movi-
colonial" y se le sustituía por el de "dependiente", pero todavía había
miento ferrocarrilero se desvanecían de la memoria en medio de la re-
resabios de los "remanentes feudales" en el lenguaje. La caracterización presión sin precedentes de 1959.
final habla de "un país dependiente, agrario-industrial, con un desarro-
Sin embargo, una perspectiva de largo plazo revelaría varios signos po-
llo capitalista medio y con importantes residuos semifeudales ". '"'
sitivos en el torbellino de esos años. Aunque la lucha de la izquierda por
Sin embargo, sería engañoso evaluar el XIII Congreso sólo por los ma-
entenderse con las peculiaridades del medio ambiente mexicano estaba
teriales documentales que generó. Fue ante todo la discusión verbal lo
aún en sus primeras etapas, ya se habían logrado algunos progresos. Por
que colaboró a ventilar los asuntos, y en esto David Alfaro Siqueiros des-
serios que fueran sus errores tácticos y estratégicos en 1958-1959, la iz-
empeñó un papel importante. Siqueiros fue especialmente mordaz en
quierda mexicana se había conectado por fin con las preocupaciones y
su análisis de la historia del PCM. Los comentarios característicamente
luchas de masas obreras estratégicamente importantes. Esto no había
vigorosos sobre las acciones represivas del gobierno de López Mateos
sido posible desde los "charrazos" de fines de los cuarenta. Además, la
que había hecho en su visita a Cuba y Venezuela a principios del nuevo
sensibilización a las demandas de autonomía y democracia que plantea-
año contribuyeron en última instancia a su detención en agosto.",.
ron los obreros insurgentes forzaron a la izquierda política a incorporarlas
Después del XIII Congreso, la composición del Comité Central del
a su propia plataforma y a romper con su exagerada y fetichista venera- 1''
PCM cambió radicalmente. Unas cuatro quintas partes de los miembros ¡1
ción por la "unidad obrera", heredada de la década anterior.
anteriores, incluido Dionisia Encina, no fueron reelegidos. El grupo leal
Pero los rápidos cambios socioeconómicos y culturales que estaba ex-
a Encina quedó en franca minoría, y varias figuras encinistas (Heriberto
perimentando México también ponían en entredicho los viejos supuestos
Sauceda y Juan José Meraz, por ejemplo) pronto se retiraron.w:. Se eligió
sobre quiénes eran los "protagonistas" de la izquierda. Ya no era posible
una dirección colectiva de tres personas para contribuir a "despersona- J
limitar la visión de la izquierda a las bases tradicionalmente privilegiadas !

lizar" el cargo de secretario general. La troika de dirigentes duró hasta el


en su discurso: la clase obrera, el campesinado, los intelectuales revolu-
XIV Congreso del partido, cuando Arnoldo Martínez Verdugo fue elegi-
cionarios y la putativa burguesía nacional progresista. Tampoco era se-
do al cargo de secretario general. 106
guro que el partido de vanguardia (en sus variedades "proletaria" y "po-
En la base del partido, la continua represión era un obstáculo para el pular") pudiera seguir dominando el mapa político de la izquierda. En
reclutamiento de nuevos miembros, pero se hizo un gran esfuerzo por los años sesenta surgirían nuevos "sujetos históricos". Las luchas popula-
lograr el regreso de hombres y mujeres que lo habían sido. Aparte de los res también adoptarían formas nuevas de movilización y organización, y
antiguos cuadros del POCM107 (el más conocido de los cuales era Valen-
la izquierda ampliaría masivamente sus fronteras, desarrollaría nuevas
tío Campa), muchos viejos ferrocarrileros que habían permanecido al
sensibilidades y se abocaría a dimensiones de la vida hasta entonces ig-
margen de la disputa entre Campa y el PCM volvieron al redil; entre ellos
noradas por la deformación economicista del socialismo que había prac-
se hallaban Alfonso Muriedas (cuya carrera política y sindical se rastrea- ticado durante tan largo tiempo.

226
227
VII. El nacimiento de una nueva izquierda, 1960-1975

INTRODUCCIÓN

Los años sesenta y el principio de los setenta fueron un periodo de pro-


greso cualitativo (más que cuantitativo) para los socialistas. Una gran
parte de la izquierda mexicana rompió con muchas de las tradiciones
del pensamiento y la práctica socialistas, y surgieron nuevos sujetos his-
tóricos y nuevas formas de lucha, especialmente entre 1966 y 1975. A 1'1
mediados de los años setenta, el grueso de la izquierda socialista conso- '
lidó finalmente su declaración de independencia respecto del estado,
tan dolorosamente alcanzada: el camino al socialismo ya no pasaba por
la Revolución Mexicana. El movimiento político socialista y revoluciona-
rio se oponía ahora al estado despótico y su red corporativista, en la que
las organizaciones obreras y campesinas estaban entrampadas. El episo-
dio clave en que se condensaron estos cambios fue el movimiento popu-
lar-estudiantil de 1968, tema central del capítulo VIII.
A consecuencia de la represión contra el movimiento estudiantil de
1968, la izquierda sufrió un breve paroxismo de ultrarradicalismo que
proclamaba la abstención electoral, y durante cinco años un fragmento
de la izquierda participó en la lucha armada en las principales ciudades ,:·
y en el empobrecido estado de Guerrero. 1!

A partir de 1971, se desarrolló en México una curva ascendente de


militancia obrera cuyo impacto se vio oscurecido durante un tiempo por
el drama de la guerrilla. La "insurgencia obrera", como se la llamó, fUe
mucho más amplia que la ola de acciones obreras de 1956-1959, y duró
un poco más: hasta fines de los años setenta. En contraste con las ante-
riores movilizaciones obreras, esta nueva campaña por la independencia
y la democracia sindicales se fundió con las luchas de otros grupos so-
ciales, en particular los pobres urbanos "marginados" o colonos, los cam-
pesinos depauperados y los estudiantes. Surgieron docenas de "frentes"
amplios, como el Comité de Defensa Popular en Chihuahua y grupos si-
milares en Zacatecas, Puebla y Oaxaca, los cuales incorporaron una am-
plia variedad de organizaciones populares y defendían el principio de la
autonomía y el radicalismo espontáneo del "pueblo". La "izquierda" me-l
xicana abarcaba ahora no sólo a los partidos tradicionales socialistas y .
marxistas sino también a un enorme número de tendencias, movimien-

229
tos y organizaciones unidos en torno al objetivo central de democratizar
,-
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li. {
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---

t~ de trabajadores r~1r_ales y cam?e~i~os que pudiera sustraers~- al do~i-


modelos grupos ofiCiales y semwfioales como la Confederacwn NaCio-
la sociedad mexicana. nal Campesina (CNC) y la Unión General de Obreros y Campesinos de
A pesar de la revigorización intelectual de muchas de sus figuras prin- México (UGOCM).
cipales, la vieja izquierda política se encontraba en malas condiciones Los primeros pasos hacia la creación de dicha organización se dieron
durante ese periodo. Tras unos pocos años de modesto crecimiento a en abril de 1962, cuando delegados que decían representar a más de cien
partir de su XIII Congreso en 1960, el número de miembros del PCM se mil campesinos acordaron lanzar un movimiento campesino indepen-
estancó y luego entró en agudo descenso a partir de 1968. Esto se debió diente. Las pláticas tuvieron por resultado la fundación de la Central
en parte a los golpes que recibió en la represión lanzada en 1968-1969, Campesina Independiente (CCI) el6 de enero de 1963. 2 La CCI abarcaba
pero también fue consecuencia de la pérdida de muchos jóvenes comu- varias corrientes y tradiciones políticas que le dieron a la organización un
nistas decepcionados por la incapacidad del partido para estar a la altu- arrastre inicial y una amplitud geográfica considerable, pero que serían
' ra de las circunstancias durante el movimiento popular-estudiantil de origen de futuros conflictos internos. La presencia del PCM era importan-
\ 1968. Entre tanto, el Partido Popular Socialista (PPS), portaestandarte te, aunque unos cuantos miembros de la vieja guardia, especialmente ,,,
dellombardisrno, siguió en su línea tradicional. Su subordinación ante
Dionisia Encina, combatieron el nuevo proyecto e intentaron revivir la 1,
los caprichos del partido oficial y su abierta hostilidad ante las iniciativas idea de formar una organización nacional constituida por ejidatarios.'
independientes de los jóvenes y las organizaciones de masas se fueron ha-
Los comunistas aportaron lo que quedaba de sus bases campesinas en La
ciendo cada vez más claras. Laguna, el sur de Sinaloa, Puebla, Veracruz, Morelos y el norte de Ta-
Este capítulo revisa los años sesenta y la primera mitad de los setenta.
1'• maulipas, y dos líderes campesinos, el veterano organizador lagunero Ar-
Se inicia con un examen global de la emergencia de algunos nuevos turo Orona y Ramón Danzós· Palomino, de Sonora, obtuvieron puestos
protagonistas importantes, las novedosas formas de lucha política que dirigentes.
adoptaron y los cambios en el contexto internacional que prodtyo la re- Otra corriente importante estaba constituida por grupos campesinos
volución cubana. Concluye con una revisión de la evolución del movi- de Baja California y Guerrero asociados a dos dirigentes que habían
miento obrero urbano, del campesinado y de los partidos de la "vieja" roto con el PRI: Braulio Maldonado y Alfonso Garzón Santibáñez. Tam-
izquierda: el PCM y el PPS. bién había organizaciones campesinas de Michoacán, Guanajuato y el Es-
tado de México bajo la influencia de figuras cardenistas. De hecho, el
NUEVOS SUJETOS HISTÓRICOS expresidente Lázaro Cárdenas asistió al congreso inaugural de la CCI.
Ésta obtuvo también el apoyo de numerosos grupos campesinos peque-
De ejidatarios a trabajadores agrícolas ños e independientes, como el que había fundado en Morelos el vetera-
no líder campesino Rubén Jaramillo.'
Los focos tradicionales de atención para la izquierda mexicana siempre
Previsiblemente, la postura independiente de la CCI y sus estrechos
habían sido la clase obrera industrial y los beneficiarios deJa reforma
vínculos con la izquierda política, en particular con el PCM y el recién
agraria o ejidatarios. Aunque gran parte de la izquierda en los años se-
fundado Movimiento de Liberación Nacional (MLN), crearon tensiones.
senta y principios de Jos setenta siguió considerando a los trabajadores
Desde el principio mismo, Lombardo Toledano y el PPS atacaron a la
urbanos como el styeto histórico del proyecto socialista, nuevos actores
nueva organización por tratar de dividir al campesinado organizado se-
aparecieron o reaparecieron tras una larga hibernación: los traba-
parando al PRI de sus clientes más leales. Las dos clásicas figuras caudi-
jadores agrícolas y los campesinos sin tierra, más que los ejidatarios; los
llistas, Braulio Maldonado y Alfonso Garzón, que parecían querer
jóvenes y los estudiantes; los trabajadores del sector estatal y los cristia-
utilizarla como plataforma para recuperar influencia dentro del sector
nos radicalizados. gubernamental, también perjudicaron a la CCI. En 1964, al presentarse
La importancia política de organizar a los proletarios rurales y a los
el comunista Ramón Danzós Palomino como candidato presidencial del
solicitantes de tierra se fue convirtiendo en un terna central conforme
Frente Electoral del Pu~blo, la central se escindió. La CCI "oficialista" in-
la izquierda reconocía tardíamente el grado de estancamiento del sector
mediatamente se aproximó al PRI, y Garzón llegó a diputado por el par-
estatal y la medida en que la sociedad rural se había proletarizado.' Tam-
tido gubernamental. Continuó existiendo un fragmento izquierdista
bién se reconoció la necesidad de crear una organización independien-
231
230
cipios de los cuarenta. Los sectores juveniles de los principales partidos
que se autodenominó CCI Independiente, casi enteramente constituido de izquierda (la juventud Popular y la juventud Comunista) mantenían
por trabajadores agrícolas y solicitantes de tierra.' pequeños grupos en los centros de enseñanza, y en cierto momento el
MLN, el PCM y el PPS crearon una red de "partidos políticos estudiantiles"
Los estudiantes y los jóvenes en diferentes facultades de la UNAM, pero estos experimentos no prospe-
raron. Sin embargo, el giro a la izquierda en la revolución cubana y el 11

El surgimiento de militantes estudiantiles que exigían una renova- compromiso de Cuba con la revolución continental estimularon la poli-
ción a fondo de la sociedad mexicana fue uno de los acontecimientos tización de una nueva generación de estudiantes. La juventud Comunis-
1

más destacados de los sesenta. Al examinar las causas de la inquietud es- ta experimentó un renacimiento en la UNAM y en el IPN, en la ciudad de
tudiantil, algunas fuentes han subrayado que fueron claves las aspira- México, y atrajo a varios cientos de cuadros, entre quienes se hallaban
ciones frustradas de los estudiantes profesionales de clase media. Otros Rafael Talamantes, Raúl Álvarez, María Fernanda Campa, Valentina 'lli

analistas ven el levantamiento estudiantil como condensación de una Campa, Walter Ortiz, Eliezer Morales, Gilberto Guevara y Pablo Pascual,
1':

:¡11
década de irritación por la ausencia de democracia en la vida política, muchos de los cuales desempeñarían un papel importante en la izquier-
1,
,¡,1
económica y social de México. Estudiantes y universitarios rechazaron a da mexicana durante las siguientes dos décadas.
las antiguas organizaciones estudiantiles corporativistas y fueron más Dentro de este nuevo clima, las decrépitas organizaciones estudianti-
i
allá de las demandas "liberales" de preservación de la autonomía univer- les del PRI fueron impugnadas en todo el país, empezando por la capital l:l
sitaria, para exigir la democratización de la sociedad mexicana en su de Michoacán, y por una nueva federación estudiantil organizada a nivel
conjunto. Todos están de acuerdo en que el movimiento popular-estu- nacional, la Central Nacional de Estudiantes Democráticos (CNED), que
1

diantil que culminó en los sucesos de 1968 no planteaba realmente de- fundó el Partido Comunista en 1963 en Morelia. 6 Bajo la bandera de la
mandas estudiantiles en tanto que tales (como fue el caso en Francia, CNED, se crearon una serie de federaciones estudiantiles regionales que
por ejemplo). denunciaban la esclerosis del sistema político y socioeconómico mexica-
Excepto por breves periodos (por ejemplo, a fines de los años veinte, no, y demandaban mayor libertad política y académica y vinculaban las
en ciertos momentos durante el sexenio de Cárdenas, en 1956 y en el acciones de la juventud a las luchas de los obreros y los campesinos. El
caso especial de las escuelas para maestros rurales), los estudiantes me- activismo estudiantil fue particularmente intenso en 1967-1968 en Du-
xicanos no habían estado en la vanguardia del activismo de izquierda. rango, Morelia, Guerrero, Ciudadjuárez y el Distrito Federal.
De hecho, la institución más importante de educación profesional del La nueva efervescencia estudiantil estaba ciertamente inspirada en
país, la UNAM, había sido un centro de oposición al cardenismo a media- las ideas políticas y la cultura socialistas, pero a menudo se mostraba sus-
dos y fines de los años treinta, lo que llevó al estado a crear una institu- picaz ante las lealtades partidarias más estrechas. La CNED, por ejemplo,
ción rival: el Instituto Politécnico Nacional (IPN). La UNAM mantuvo su era de inspiración comunista y cardenista, pero aunque se proclamaba
perfil conservador hasta bien entrados los cuarenta. un frente estudiantil amplio e ideológicamente pluralista, para 1966 la
Sin embargo, tras la represión obrera de 1958-1959, el sector educa-
política sectaria de la mayoría de la dirección del PCM había convertido
tivo profesional, que se había extendido masivamente, las universidades a la organización en un ala estudiantil de la juventud Comunista, desa-
e institutos de preparación de maestros, especialmente en el campo, sur- creditándola ante los ojos de la izquierda más amplia. En la ciudad de
gieron como un terreno cada vez más importante de combate entre el México el PCM también contaba con apoyos en la UNAM y el IPN, pero la
estado y los movimientos populares. Mientras ganaban fuerza los movi- política estudiantil de izquierda estaba dominada por una coalición más
mientos estudiantiles en Morelia, Puebla y Baja California, a principios heterogénea de grupos inspirados en el maoísmo, el trotskismo y los en-
de los sesenta, la organización juvenil priísta, Confederación de Jóvenes tusiasmos guerrilleros suscitados por la revolución cubana. 7
Mexicanos (CJM), se fue desacreditando. Así pues existía un campo de
La culminación de seis años de organización y agitación fue el movi-
acción para cualquier fuerza política capaz de satisfacer la demanda es- miento popular-estudiantil que explotó en la ciudad de México en el ve-
tudiantil de una organización verdaderamente independiente de la bur-
rano de 1968 y le planteó a la autoridad del estado el desafío más serio
guesía y del estado. desde las grandes luchas obreras de 1958-1959.
En 1960, en el ambiente estudiantil quedaba escasa la presencia de
los socialistas independientes y los comunistas de los años treinta y prin-
233
232
'=~~.e-

Los trabajadores del sector estatal La radicalización de la acción cristiana

En el caso de los estudiantes y los recién radicalizados trabajadores de La radicalización de los activistas cristianos (que afectó tanto a católi-
cos como a protestantes) se fue haciendo cada vez más evidente a partir
/ Ir¡~
la salud, la base material de la que surgían los nuevos protagonistas era la 1

rápida expansión del gasto estatal en educación y salud. En 1960 había de 1965, ya que se inspiraba en el concilio Vaticano II, la conferencia de
un estudiante de educación superior por cada 333 personas; en 1970 Medellín en 1968 y, desde principios de los años setenta, la Teología de la
11 i
por cada 125 personas; en 1977 una de cada 55 personas estaba en la Liberación. Religiosos y laicos comprometidos se incorporaron a los mo- lil
educación superior. Las cifras correspondientes al Distrito Federal son vimientos de los pobres rurales y urbanos y participaron en el debate
il ,
todavía más impresionantes: 1 de cada 111 ( 1960); 1 de cada 66 (1970), cristiano-marxista e incluso en la lucha armada.' 1 Los movimientos de 1
1!
y 1 de cada 33 (1977). 8 laicos católicos más comprometidos con las causas populares fueron el 1

lj 1

Durante el mismo periodo hubo una expansión paralela en los servi- Centro Nacional de Comunicación Social (CENCOS), la juventud Obrera lj]l
cios de salud que ofrecía el sistema de seguridad social. El número de Católica (Joc) y el Secretariado Social Mexicano (SSM). Los tres fueron
11 1

individuos cubiertos por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), severamente criticados por el cuerpo principal de la iglesia católica.'" 1

por ejemplo, aumentó en casi un 250 por ciento entre 1958 y 1965.''
Conforme crecían los servicios de educación y salud, también aumenta-
CENCOS se creó originalmente como una agencia de noticias religiosas
del Episcopado Mexicano, pero a partir de que sus miembros participa- l!il~
11
1

ba el número de quienes los proporcionaban. Pero la expansión generó ron en el movimiento de 1968, la jerarquía eclesiástica se disoció de él. 1 111:1
contradicciones masivas entre las prácticas autoritarias de gobierno en La ]OC, originaria de León, Guanajuato, fue fácilmente reprimida por 11
\i
instituciones como universidades, hospitales, el Instituto de Seguridad y los obispos en 1969, por haber apoyado también al movimiento estu- .111·'

Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y el IMSS, y la diantil. 1¡1
lj'
creciente base de usuarios frustrados por la insuficiencia de los servi- La hostilidad de las autoridades eclesiásticas llevó a muchos miem-
1

cios, los planes de estudio inadecuados y la falta de acceso a los canales bros de estos proyectos a romper completamente con las estructuras ofi-
~
1111

de toma de decisiones. ciales de la iglesia e incorporarse a los movimientos obreros y campesi- rrlil''
'1111!'
Por tanto, no fue sorprendente que se prodtBeran movilizaciones ma- nos. Algunos se convirtieron en dirigentes de los movimientos armados, 1

sivas en los sistemas de salud pública y de educación superior durante como Ignacio Salas Obregón (fundador clave de la Liga 23 de Sep- il .l'i:•l
1
1111'!
los años sesenta. Entre noviembre de 1964 y octubre de 1965, los médi- tiembre) y los hermanos Daniel y Pedro Aguirre, que pasaron del Mo- 1

11!\111!
cos y los estudiantes de medicina del Distrito Federal se enfrentaron a vimiento Estudiantil Cristiano a las guerrillas urbanas en 1973. Las
rl¡:l,j· ·
sus patrones y al gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. Inicialmente, los mé- organizaciones de sacerdotes comprometidos surgieron más tarde, pero
1 '".1
dicos se limitaban sobre todo a exigir mejoras en los salarios y en las con- en 1969 ya existían las bases para la formación de Sacerdotes para el !·1 1·
1¡ 1 ., 1
diciones materiales. Pero cuando la oficialista Federación de Sindicatos Pueblo, que fue fundado en 1972 por sacerdotes que ya estaban en con- 1 ,. 1

flicto con sus obispos locales en Colima, Monterrey, Oaxaca, la ciudad ij '1',1,;
de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) intervino para mediatizar :,¡,.
el movimiento, los médicos empezaron a defender su derecho a tener de México y Ciudad Nezahualcóyotl. El movimiento sostenía explícita- r¡r¡',.r
mente opiniones anticapitalistas y apoyaba el concepto de la opción pre-
una organización sindical que funcionara democráticamente y con in-
dependencia del estado.~<' ferencial por los pobres del tipo que defendían los exponentes de la
ili lf
1
Teología de la Liberación. La jerarquía mexicana era reaccionaria en 11 111
La demanda de democracia y autonomía sindicales, presente en las
r¡r .1
lnchas de los ferrocarrileros en 1958-1959, pronto se convirtió en el leit- comparación con los obispos y arzobispos de muchos otros países latino- 1

motiv de gran número de acciones obreras. Sin embargo, aunque el go- americanos (Brasil, por ejemplo), pero el obispo Sergio Méndez Arceo, l·jl
lj ' 1\1

bierno de Díaz Ordaz y sus aliados sindicales (la CTM, la FSTSE, etcétera) en la diócesis de Cuernavaca, y luego Samuel Ruiz, en San Cristóbal,
11111'1
1

denunciaron a los médicos por sus acciones subversivas }' su afiliación Chiapas, mantenían islotes de pensamiento progresista.''
"comunista'', la izquierda organizada no era una fuerza importante ni llil,l
en la dirección ni en la base del movimiento. /l¡i /1

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234 235 lt\1!
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UN CONTEXTO INTERNACIONAL DISTINTO generación de artistas y escritores, como Carlos Fuentes, y académicos y
profesionistas como Eli de Gortari y Heberto Castillo. El MLN se propo-
El surgimiento de la revolución cubana nía principalmente la defensa de la revolución cubana, un renacimiento
de la auténtica reforma agraria, la lucha para liberar a los presos políti-
La victoria del Movimiento 26 de julio en enero de 1959 y el rápido giro cos (las cárceles estaban aún llenas de las víctimas de la represión contra
hacia la izquierda que dio la revolución cubana en 1960-1961 demostra- el movimiento ferrocarrilero de 1958-1959) y la defensa de la soberanía
ron la actualidad de la revolución socialista en el continente americano nacional y la independencia nacional. 1"
y sorprendieron a la mayor parte de la izquierda latinoamericana. En El MLN era una inestable coalición de intereses. Algunos de sus miem- li'
particular, lo que sucedía en Cuba modificó las interpretaciones dogmá- bros no sólo se planteaban defender la independencia y la soberanía na- 1

ticas sobre la realidad latinoamericana, las cuales insistían en la teoría de cionales, sino también impugnar al estado y la hegemonía ejercida por el
una revolución en dos etapas, en que el socialismo era indefinidamente partido oficial y las organizaciones de masas en que se apoyaba. Los 1:11
pospuesto hasta que el capitalismo hubiera madurado suficientemen- esfuerzos del gobierno de López Mateas por adoptar una postura liberal 11,
te, y ponía en entredicho a partidos y organizaciones, especialmente al
1¡1~
y progresista en el campo internacional permitían que la plataforma in-
movimiento comunista tradicional, que sostenían dichos puntos de vista. ternacional del MLN no entrara en conflicto con él. En cambio hubo una
En los sesenta se produjo una nueva tendencia a la lucha armada, con- feroz resistencia a que la izquierda interviniera en el campo interno. La '(.
forme los comunistas disidentes, los estudiantes y los intelectuales radi- "izquierda leal" que participaba en el MLN, especialmente el PPS, Lom- 1,¡,!
1

calizados adoptaban la estrategia del foquismo. ¡.¡ bardo Toledano y el nuevo diario El Día, se esforzaron por aplacar cual- 11

En México, sin embargo, a pesar de que la larga tradición de lucha quier radicalismo excesivo que pudiera amenazar la hegemonía del PRI.' 7 1 11

armada se remontaba a la primera década de la revolución épica, no ha- Las batallas sectarias entre el PPS y el PCM por reclutar conversos en las j¡l
bía equivalente de los focos guerrilleros de Guatemala, Perú, Colombia, filas del MLN también contribuyeron a debilitar a la nueva organización. 18 )1

Uruguay y Venezuela. Otro obstáculo serio a la actividad de la izquierda en los asuntos in-
¡ll
Con todo, d movimiento guerrillero sí tuvo eco en México en dos ternos de México fue que el MLN no logró atraerse a las grandes organi- 1!1
ocasiones. En 1964-1965 una guerrilla pequeña pero influyente se desa- zaciones obreras. Esto reflejaba la preferencia del MLN por incorporar Jll
rrolló en Madera, en la sierra de Chihuahua; estaba dirigida por maes- individuos más que organizaciones. 1" Aunque el MLN incluía activistas 111
tros rurales indudablemente influidos por los acontecimientos cubanos. agrarios, los intentos por crear una nueva central campesina, la CCI, jl!'l. 1

Yen 1967, un año antes de que el movimiento popular-estudiantil explo- amenazaban no sólo a la dominante federación campesina oficial sino 11

tara en la ciudad de México, una masacre de maestros y padres de fami- también a la UGOCM, afiliada al PPS, y exacerbaba la inestable relación 11

lia que se manifestaban en Atoyac de Álvarez, Guerrero, llevó a varios entre este partido y el PCM. El golpe final a las posibilidades que tuvo d 1
maestros a iniciar la lucha guerrillera en las montañas. Este movimien- MLN de crear una verdadera organización paraguas para la izquierda fue ¡1!
to estuvo comandado por Lucio Cabañas, y pronto surgió un nuevo nú- la decisión del Partido Comunista y sus aliados de lanzar un candidato ¡ll
cleo de autodefensa armada, más al sur, encabezado por otro maestro socialista independiente, Ramón Danzós Palomino, en las elecciones
rural, Genaro Vázquez. Mientras el grupo de Madera fue rápidamente presidenciales de 1964 a través del Frente Electoral del Pueblo. 2" 111
derrotado, los dos movimientos guerrerenses lograron perpetuarse du- ¡lj
rante casi una década. 15 La escisión sinosoviética ji
Más importante fue el hecho de que la revolución cubana volvió a po- 1.1

ner en la agenda el internacionalismo proletario y el antimperialismo. Las repercusiones que tuvo en México la escisión sinosoviética no fue- 11

Producto de esta atmósfera fue, en México, la creación en 1961 del Mo- ron muy importantes. Sí se prodttio un pequeño cisma en el PCM, y un
vimiento de Liberación Nacional. En él estuvo representada la mayoría grupo encabezado por Camilo Chávez y Edelmiro Maldonado salió para
de los partidos socialistas existentes (el PCM y el PPS) y una gran parte de constituir un grupo prochino. Fue más importante, en cambio, la in-
las personalidades intelectuales, políticas y culturales que podían llamar- fluencia que tuvieron varias fórmulas tomadas del maoísmo, como "ir al
se "cardenistas", "progresistas" o "liberales". Entre los intelectuales, se pueblo, aprender del pueblo", sobre varios movimientos sociales urba-
hallaban socialistas independientes como Narciso Bassols y una nueva nos a fines de los sesenta y principios de los setenta. 2 '

236 237
'lli1',
La izquierda mexicana se vio más seriamente afectada por las críticas tal. El episodio de Madera fue un intento simple aunque ineficaz de de- ¡!.111
a la experiencia soviética y al "socialismo realmente existente" que se ini- tonar una rebelión popular entre los sectores más oprimidos del campe- ¡!''11
ciaron con el shock antiestalinista de 1956 y culminaron en el flo- sinado del estado. La guerrilla reclutó miembros de la organización 1

recimiento del eurocomunismo en los años setenta. Tomó tiempo aban- campesina UGOCM (afiliada al PPS), activa en la región, y de los maestros
1!
donar las actitudes acríticas ante la Unión Soviética, y se emprendió la y estudiantes de la Escuela Normal local, entre los que se encontraban
crítica de manera muy desigual. Sus manifestaciones fueron claras sobre Arturo Gámiz y Pablo Gómez. 23
todo dentro del PCM. El partido condenó la intervención soviética en '
1

Checoslovaquia en 1968, y en 1971 firmó un comunicado conjunto con Inicios del Movimiento Urbano Popular 1

el Partido Comunista rumano en que repetía su decisión de mantener i

relaciones con todos los partidos comunistas. Para fines de los sesenta, A fines del periodo 1968-1975 surgieron frentes amplios que abarca- 1 i
el PCM se abstenía de todo intento de condenar al Partido Comunista ban organizaciones populares masivas de colonos, estudiantes, norma-
chino y en 1972 el secretario general del partido, Amoldo Martínez Ver- listas (con una larga tradición de vínculos con las luchas de los pobres 1

dugo, fue en visita oficial a China. 22 No todos los miembros del PCl\1 rurales y urbanos) y campesinos. El trasfondo urbano de estos "nuevos ¡l 1

aceptaron abandonar la actitud servil ante la Unión Soviética. El cambio movimientos sociales" era la masificación de la vida social y la creciente 1'¡1
1
1

de postura tuvo por resultado que algunos antiguos miembros como Ma-
nuel Terrazas y Fernando Cortés abandonaran el partido en 1973. En
crisis de la vivienda, exacerbada por la rápida migración del campo a la
24
ciudad. Los abusos de los especuladores inmobiliarios y de las autori-
1
1

1 ¡l
otras zonas de la izquierda, en cambio, la nueva actitud de apertura e in- dades municipales dificultaban la obtención de terrenos y servicios ur- 1'

dependencia en el campo internacional tuvo escaso impacto. El PPS banos, hasta el punto de que los tradicionales mecanismos de control 1'

mantuvo su línea acerbamente prosoviética y antichina en la política in- del PRI estaban resquebrajándose. 2' En el campo, la continua desintegra-
ternacional. ción y desmoralización del sistema de ejidos, así como la creciente pre-
sión demográfica, intensificaban los problemas de quienes carecían de
NUEVAS FORMAS DE HACER POLÍTICA tierras, dando origen a una serie de luchas agrarias.
El núcleo del primer frente importante, el Comité de Defensa Popu-
La lucha guerrillera lar (CDP) de Chihuahua, se creó en junio de 1968 después de que un
grupo de colonos invadieron tierras y crearon la colonia Francisco Vi- 1

Aunque la revolución cubana produjo nuevas teorías de la lucha revolu- lla.26 Surgieron organizaciones semejantes en Zacatecas, Oaxaca, More- rl

1 cionaria (el foquismo) y dio un gran impulso a la lucha armada, en los y Puebla. Los frentes desconfiaban generalmente de las intenciones 1111
¡,1'
/ México no surgieron grandes movimientos guerrilleros. Pero tras la y la historia de los partidos formales, incluidos los de la izquierda. El CDP
j represión sangrienta del movimiento popular-estudiantil de 1968, se de Chihuahua, por ejemplo, tuvo inicialmente influencia de cuadros del 1/li 1

1 produjo una breve fase de lucha armada que duró de 1968 a 1974. El PCM y sus aliados, pero en 1974 esos vínculos quedaron disueltos."' Sin
¡1[ i
\ principal centro de combate rural fue la sierra del estado suroccidental embargo, los cuadros de varios partidos de izquierda sí participaron en
1¡:''
1 de Guerrero. Simultáneamente, en las principales ciudades brotó una las luchas de muchos de los nuevos movimientos. En la colonia Rubén 1 1''
serie de movimientos armados desastrosos y mal preparados, el más co- .Jaramillo, fundada en Morelos en 1973, por ejemplo, los estudiantes de 1'1
1

nocido de los cuales estuvo coordinado por la Liga Comunista 23 de la ciudad de México organizaron los Domingos Rojos, o brigadas de tra-
Septiembre. bajo, para asistir a los colonos, mientras varios individuos asociados con
Sin embargo, la explosión guerrillera del periodo posterior a 1968 no la revista Punto Crítico ayudaron a producir el periódico mimeografiado
nació enteramente de la nada. Estuvo precedida por un pequeño movi- · de la colonia, El Chingadazo. 28
miento guerrillero con base en Chihuahua: las acciones de Ciudad Ma- Dentro de los frentes, una "nueva izquierda", caracterizada por un es-
dera en 1964-1965. Este breve episodio tendría un impacto importante tilo y un discurso político ultrarradicales y por el interés en transformar
en los acontecimientos políticos posteriores. Ciudad Madera se encuentra la vida cotidiana ("el futuro empieza hoy"), empezó a ocupar el foro. Es-
en medio de una serie de grandes propiedades madereras y ganaderas en ta nueva izquierda insistía en vincularse con los objetivos inmediatos y a 1

la sierra de Chihuahua y tenía una tradición de caudillismo político bru- corto plazo de los movimientos locales de masas, más que con las estra-

238 239
tegias a largo plazo de los partidos políticos o los sindicatos nacionales. linea de Masas (OIR-linea de Masas), el Movimiento Revolucionario del
No le impresionaba el foro parlamentario, ni los discursos sobre las Pueblo (MRP) y linea Proletaria. Estas tres habían participado en frentes
"convergencias" entre la izquierda y los sectores progresistas del aparato tan diversos como el sindicato minero (SITMMSRM), la organización disi-
estatal, ni las concepciones socialistas que se planteaban como objetivo dente magisterial CNTE, las luchas por la democratización de los munici-
el fortalecimiento del estado para subsecuentemente conquistarlo y mo- pios y los experimentos colectivistas y cooperativistas entre los colonos
dificarlo. Más que conquistar el poder estatal, a los nuevos movimientos de varias localidades, por ejemplo, la colonia Tierra y Libertad en Mon-
sociales les interesaba la lucha por aumentar la autonomía y autodeter- terrey, la colonia RubénJaramillo en Morelos y el campamento 2 de Oc-
minación de las bases de las que surgían. tubre en el Distrito Federal.' 1
Aunque la participación de los militantes de los partidos no era re- Además, los frentes eran intensamente democráticos en su estructura
chazada y a menudo era bienvenida, los movimientos tendían a conside- y desconfiaban de la institucionalización. Insistían en la defensa del ni-
rarse como frentes de masas, más que como coaliciones de partidos y vel de vida y los intereses materiales populares, la ocupación de tierras y
organizaciones políticas. El impresionante desarrollo de la Coalición el establecimiento de amplios frentes de las organizaciones existentes de
Obrero Campesino Estudiantil del Istmo (COCEI), en Juchitán, Oaxaca, trabajadores, estudiantes y campesinos pobres, que en conjunto integra-
ilustra bien este punto. Creada en 1973, la COCEI aprovechó la memoria ban la categoría de los "pobres" por oposición a los ricos y al estado.
colectiva de varios siglos de lucha en que los temas principales eran la Hasta cierto punto, estas expresiones de una nueva izquierda iban acom-
identidad étnica (zapoteca), las batallas por obtener la autonomía mu- pañadas de una mayor participación de las mujeres en la acción política
nicipal y el combate contra el caudillismo político del PRI local, así como y la toma de decisiones.
una historia más reciente de luchas por la tierra. 29 El movimiento obtuvo La siguiente descripción de la estructura del campamento Tierra y Li-
el apoyo de campesinos pobres y medios, pequeños comerciantes, arte- bertad revela la forma de organización democrática y descentralizada tí-
sanos y la intelligentsia local. Como muchos otros frentes locales y regio- pica de muchas de las nuevas estructuras de los campesinos, los colonos
nales, la COCEI construyó lentamente una "sociedad paralela" basada en y el movimiento social.'"
una red de comités vecinales que atendía las necesidades diarias de los
residentes de las ciudades. Aunque la identidad de la COCEI era fúerte- En los campamentos y a través de la lucha se han destacado hombres 1111i
1111
mente local, su capacidad para defender la victoria electoral que obtuvo y mujeres -sobre todo jóvenes- los que se han convertido en militan-
enJuchitán se vio muy acrecentada por su alianza con el Partido Comu- tes de tiempo completo; están fuera de su comunidad hasta un mes,
nista y con una red de relaciones de solidaridad establecida con la iz- recorriendo otros campamentos, en donde colaboran en las tareas de 111; 1

quierda independiente en otras partes de México. Sin embargo, persistió organización y educación política, proceso en el cual también se han
cierto grado de tensión entre los diferentes estilos y concepciones po- educado y formado como cuadros medios, futuros dirigentes. El pa-
líticas de la COCEI y del PCM. 311 pel de la mujer es relevante, ya que la militancia les ha permitido re-
Esta nueva izquierda también sostenía que algunos de los nuevos es- basar las tareas "tradicionales" de la mujer ("cuidar a los niños y echar
pacios (por ejemplo, las municipalidades) eran un terreno más prome- las tortillas"), y ahora salen a volantear, discuten en las asambleas, par-
tedor para sus actividades porque no habían sido tan fuertemente ticipan en las huelgas y en las invasiones.
colonizados por las burocratizadas estructuras de los sindicatos y los En los campamentos se desarrolla una vida interna de tipo "colec-
órganos del estado. Aunque sin duda dicho optimismo tenía cierta base, tivo"; mientras unos salen a trabajar dan una parte de su salario para
no hay que ignorar la energía y la audacia de las campañas que el PRI di- el sostenimiento de la lucha; en los galerones del campamento exis-
rigía, a través de diversas correas de transmisión combinadas, a la pobla- ten dormitorios y comedores colectivos, en los cuales además se escu-
ción urbana marginada. chan las noticias y se realizan las asambleas.
Ideológicamente, la nueva izquierda mexicana era muy diversa, y se
alimentaba de la tradición anarquista y sindicalista, el cristianismo pro-
fético-revolucionario y, especialmente, del maoísmo y el populismo
maoísta ("aprender del pueblo"). De estas dos últimas tendencias proce-
den organizaciones como la Organización de Izquierda Revolucionaria-

240
241
lA ESFERA CULTURAL Y ACADÉMICA COMO TERRENO DE CRÍTICA Y COMBATE bre organizada en 1978 por el Comité Pro-Defensa de Presos, Persegui-
dos, Exiliados y Desaparecidos, fundado por la valerosa luchadora de los
La literatura crítica de izquierda derechos humanos Rosario !barra de Piedra, cuyo propio hijo desapare-
ció en 1975. El ensayo más largo traza la historia de la colonia Rubén
En los años sesenta y principios de los setenta surgió una nueva genera- Jaramillo en el estado de Morelos. Fundada por 10 000 paracaidistas, en
ción de escritores que desempeñaría un papel crucial en la agudización marzo de 1973, la RubénJaramillo fue una de las más importantes colo-
de la conciencia crítica del público mexicano. Escritores como Carlos nias proletarias creadas en los años setenta. Estaba encabezada por un
Monsiváis, Carlos Fuentes y Elena Poniatowska actuaron como cronistas joven campesino carismático, Florencia Medran o Mederos (El Güero),
de los fenómenos políticos y sociales y como desmitificadores de la ideo- que veía la colonia como la primera etapa de una guerra popular pro-
logía de la Revolución Mexicana, todo lo cual contribuyó a lo que Ilán longada.
Semo ha llamado con acierto el "ocaso de los mitos"." Las formas que Poniatowska es una figura típica de la nueva generación de ensayistas
emplearon van de la escritura literaria y anecdótica, la parodia y la sá- críticos porque su compromiso no se basaba en ninguna filiación parti-
tira, al periodismo de investigación crítica. Aunque varias de estas figuras daria. Es claramente una persona de izquierda (ocasionalmente escribió
culturales (como Fuentes y Monsiváis) conocían la tradición marxista, para la revista Punto Crítico en sus primeros años), pero su obra muesu-a
su imaginación cultural y política desconfiaba del dogma y estaba abier- escasas simpatías por la jerga y las fórmulas marxistas y por los fracasos
ta a las más diversas corrientes del pensamiento moderno. 34 Mientras los de la guerrilla urbana ultraizquierdista de 1970-1975, y mucha por los
campesinos y los obreros -y más generalmente "los pobres"- atraían la dilemas y las vidas de los marginados. 38
atención de unos pocos escritores (Elena Poniatowska es el mejor ejem- Carlos Monsiváis también es un hombre de izquierda (asociado prin-
plo), los protagonistas de las primeras narraciones y ensayos de un escri- cipalmente al PCM y a los grupos que lo sucedieron), aunque es menos
tor como Carlos Monsiváis eran más frecuentemente una mezcla de historiador oral y entrevistador que Poniatowska y más un ensayista de
figuras tomadas de los nuevos novelistas y poetas como José Agustín, los la cultura popular y un observador de las nuevas sensibilidades."' Es par-
parroquianos de los cafés de la ciudad de México, los artistas de la pinta, ticularmente capaz de captar el mundo de los jóvenes y, como Ponia-
las estrellas de Hollywood, los cómics y la música popular. towska, ha dejado un importan te testimonio de los sucesos de 1968: Días
La geografía urbana de la nueva tendencia cultural era casi exclusiva- de guardar. De los tres escritores, Monsiváis también es el más inconoclas-
mente la de la capital. Sus principales hitos incluían las facultades de ta en su tratamiento de la ortodoxia. Nada es sagrado, ni el estado auto-
humanidades de la UNAM, donde revistas como Medio Siglo publicaban ritario y sus representantes ni las figuras e instituciones de la propia
modernos ensayos, los cafés y restaurantes de la Zona Rosa, como el Be- izquierda, que ha criticado sin piedad.'0
llinghausen, donde los literatos radicales acostumbraban reunirse y, a Tal vez lo más importante acerca de Monsiváis es que fue una de las
partir de fines de los sesenta, los cafés-librerías del sur de la ciudad co- primeras figuras de la izquierda literaria que se ocupó de la política de
mo Gandhi, El Parnaso, etcétera.'5 lo personal y en particular de la política sexual (feminismo, liberación
Las movilizaciones popular-estudiantiles de 1968 dieron a este nuevo gay). Las páginas del suplemento cultural de la revista Siempre!, que di-
movimiento cultural un gran impulso. El mejor estudio de 1968 sigue rigió en los años setenta y la primera mitad de los ochenta, publicaron
siendo La noche de Tlatelolco, de Elena Poniatowska, una antología de en- algunos de los más importantes análisis sobre esos temas. Aquí Monsi-
trevistas con participantes del movimiento. 36 La obra de Poniatowska váis desempeñó un papel de vanguardia, ya que la izquierda mexicana
consiste en una colección de ensayos en que la memoria oral de quienes era notoriamente hostil a las preocupaciones contraculturales y supraes-
participan en los movimientos sociales es recuperada cuidadosamente y tructurales, ya tuvieran que ver con el movimiento feminista, el medio
con simpatía, mezclada con el reportaje y la reflexión de la autora. Fuer- ambiente o la energía nuclear.
te es el silencio, su segunda obra importante de reportaje social, explora Carlos Fuentes, el mayor en edad de los tres escritores, ha logrado
las experiencias de organizaciones y procesos que están "ocultos a la his- una reputación internacional como novelista. Como muchos de los na-
toria", marginados de la prensa y los medios. 37 El libro, además de am- cionalistas de izquierda de los años sesenta, fue un ferviente admirador
pliar la reflexión sobre el 68 y sus secuelas, contiene entrevistas con y defensor de la joven revolución cubana. Participó en los primeros
sobrevivientes de la guerrilla urbana. Hay un relato de la huelga de ham- tiempos del MLN y tomó parte en una investigación sobre la muerte del

242 243
líder campesino Rubénjaramillo en 1962}1 Pero sus escritos tenían im- de Europa del Este y latinoamericanos. Había escasas colaboraciones
pacto sobre todo en la izquierda. Fuentes fue el gran desmitificador de mexicanas, reflejo del reducido tamaño de la academia marxista mexi-
la Revolución Mexicana. La muerte de Artemio Cruz, la más histórica de sus cana a principios de los sesenta. Además, de los tres escritores marxistas
novelas, es una crítica devastadora de la corrupción, degeneración y más conocidos en México, Eli de Gortari,José Revueltas y Enrique Gon-
aburguesamiento de la élite revolucionaria. A diferencia de Monsiváis zález Rojo, los dos últimos eran todavía políticamente inaceptables para
y Poniatowska, Fuentes ha sido más flexible en su trato con el estado me- una revista que tenía estrechos vínculos con el Partido Comunista!' Sin
xicano. Mientras muchos intelectuales reaccionaron a la masacre de es- embargo, hubo artículos pioneros sobre el movimiento estudiantil a par-
tudiantes que llevó a cabo el gobierno renunciando a todo contacto con tir de 1966, la evolución de la deuda mexicana (Enrique Se m o), la eco-
la clase política, Fuentes en cierto momento apoyó la "apertura" del pre- nomía mexicana (Raúl González Soriano) y revisiones de la obra de los
sidente Luis Echeverría a los críticos del régimen, a principios de los primeros socialistas mexicanos como Chávez Orozco.
setenta, argumentando que los mexicanos debían elegir entre "Eche- El perfil de empleo de los colaboradores mexicanos de Historia y So-
verría o el fascismo". ciedad también es revelador. La mayoría de los autores mexicanos eran
antiguos estudiantes o intelectuales empleados por el estado. Roger Bar-
Nuevas revistas de izquierda tra trabajó inicialmente en la comisión de riego del río Balsas; Raúl Gon- ,1

zález trabajaba en la revista Comercio Exterior, y Raquel Ti bol había sido 'l
·i
Una serie de nuevas publicaciones se convirtieron en influyentes for- durante mucho tiempo periodista cultural y escritora. En la segunda eta- f
madoras de nuevas perspectivas sobre la política y la cultura. Iban desde pa de la revista (a partir de 1973), los colaboradores mexicanos aumen-
los foros académicos para el debate social e histórico marxista, como taron en número y muchos de ellos eran "marxistas instituCionales",
Historia y Sociedad (que empezó a publicarse en 1965), hasta las revistas académicos profesionales guarecidos en la red, en rápida expansión, de
políticas dedicadas a ventilar escándalos como ¿Por qué? (fundada en las universidades estatales, donde el paradigma dominante era el mar-
1968) o revistas que registraban las luchas populares urbanas y rurales xista.
como Punto Critico (creada en 1972). El suplemento cultural de Siempre! En la segunda etapa de la historia de la revista había menos sectaris-
(dirigido por Carlos Monsiváis) también era un influyente foro del de- mo en la selección de artículos y se incorporaron al equipo editorial mu-
bate cultural y social. Un hecho nuevo fue la aparición de historietas di- chos más colaboradores sin vínculos con el PCM. Se publicaron artículos
dácticas como Los Agachados y Los Supermachos, ambas del caricaturista de nomarxistas y la actitud de la revista ante el marxismo mismo se hizo
Eduardo del Río, Rius. Estos cómics buscaban alcanzar a un gran pú- más abierta en consonancia con lo que ocurría en la izquierda mexicana
blico con una nueva dieta de material editorial y de entretenimiento y mundial en general. En particular, la revista publicó trabajos que sos-
que desmitificaba tópicos de la historia y la política internacional mexi- tenían posturas situadas a la izquierda del PCM (de Armando.Bartra, so-
canas. ciólogo rural, y del antropólogo Antonio García de León, por ejemplo).
La evolución de Historia y Sociedad refleja los cambios de orientación :1

de la vieja izquierda marxista. El primer periodo de la historia de la re- Las universidades: ¿nuevas catedrales de la izquierda? l
vista se inicia en 1965, cuando la nueva dirección del PCM acordó apoyar
una revista cultural socialista, sobre el modelo de la influyente revista Otro proceso que alteró profundamente la sociología de la izquierda
soviética Ciencia y Sociedad, que debía ser independiente del PartidoCo- mexicana fue que el PCM y otros grupos de la izquierda radical conquista-
munista!2 El equipo editorial de la revista mexicana, sin embargo, estaba ron un importante espacio en las universidades estatales: no sólo en la
constituido predominantemente por miembros del PCM (Enrique Serna, UNAM y en las distintas sedes de la UAM en el Distrito Federal, sino tam-
Roger Bartra) y de personas próximas a los comunistas (como Boris Ro- bién en varias universidades de provincia como la Universidad Autóno-
sen, Raúl González y Raquel Tibol, crítica de arte y antigua secretaria de ma de Sinaloa (UAS) en Culiacán, la Universidad Autónoma de Puebla
Diego Rivera). La mayoría de los corresponsales extranjeros de la revista (UAP) en Puebla y la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) en Chil-
también estaban vinculados al movimiento comunista internacional pancingo.
(Herbert Aptheker, Manfred Kossok y Vol odia Teitelboim, por ejemplo). La presencia de la izquierda en las universidades modificó la diná-
Inicialmente Historia y Sociedad se propuso difundir textos soviéticos, mica de la política local, como en Puebla, donde el resurgimiento del

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PCM a fines de los sesenta y principios de los setenta estuvo inextricable- el marxismo dejó de ser clandestino y se convirtió en parte de la vida co-
mente vinculado a la lucha por la reforma universitaria en la universi- tidiana. Sobre todo, se volvió una herramienta indispensable para desci-
dad estatal (UAP) .44 El estado de Puebla, y en especial su capital, era frar la realidad mexicana. Mientras los ideólogos y cuadros profesionales
tradicionalmente conservador y había estado desde siempre dominado del Partido Comunista necesitaron cuarenta años para confirmar la na-
por el clero reaccionario y una burguesía segura de sí. El rápido surgi- turaleza capitalista de la sociedad mexicana, en menos de una década los
miento del PCM como fuerza hegemónica en la UAP (confirmada en economistas, historiadores y sociólogos marxistas produjeron una serie
1975 por la elección de Luis Rivera Terrazas como rector) representaba, de penetrantes análisis sobre las estructuras económicas y sociales de Mé-
por tanto, una considerable secularización y diversificación de la vida xico.'0 La izquierda también contribuyó a la democratización de algunos
cultural y política. 45 Los conservadores y el gobierno estatal se opusieron aspectos del medio académico, tradicionalmente jerárquico y elitista.
encarnizadamente a este proceso, y hubo choques sangrientos en los Pero la izquierda no enfrentó igualmente bien otro reto que se le
que varios destacados estudiantes y académicos fueron asesinados. 46 planteaba en las universidades: demostrar con sus actos que la versión
La conquista de las universidades no fue enteramente beneficiosa socialista del ideal de "universidad crítica" evitaría la corrupción, la bu-
para la izquierda. Alentó un enorme florecimiento de la cultura y el rocratización y las obsesiones políticas autocomplacientes de la tradicional
debate marxistas, sin igual en ningún otro país de América Latina. El re- política universitaria al estilo priísta. En muchas facultades universita- ¡,!
clutamiento masivo de investigadores de izquierda transformó la ense- rias, los nomarxistas empezaron a sentirse muy aislados, e incluso desde
ñanza de las ciencias sociales, particularmente la economía, las ciencias dentro de la izquierda se criticaba que el culto a los textos clásicos mar-
políticas y la sociología, y la huida a México de cientos de exiliados xistas condujera a una declinación del rigor intelectual.' 1 Lo que era más f
socialistas de Chile, Uruguay y Argentina a partir de 1973 acentuó aún grave aún: la escala de influencia que disfrutó el PCM en ciertas univer-
más el giro a la izquierda. La disciplina que más profundamente cambió sidades significó que los conflictos intrapartidarios a menudo se tradu-
1

fue la economía. Antes de 1974 se daba en la facultad de Economía de jeran en luchas por el control sobre la administración de las universidades.
la UNAM un curso anual sobre la Teoría Económica y Social del Mar- Tal fue el caso en la Universidad Autónoma de Puebla, donde en 1981
xismo. Pero después del "Foro de Transformación", en que el plan de la pugna por la designación del nuevo rector lanzó a dos candidatos co-
estudios existente fue criticado por los grupos de izquierda, la economía munistas uno contra el otro. 52
política marxista se convirtió en "columna vertebral" de la enseñanza de Los escépticos, como el cada vez más conservador Octavio Paz, con-
la economía en dicha escuela, y los seminarios sobre "cómo leer Das cluyeron que el Partido Comunista había pasado de ser un partido
Kapital" proliferaron como hongos. 47 obrero (de hecho, nunca lo había sido en un sentido tan simple) a con-
Más importante aún es el hecho de que la explosión del marxismo vertirse en un partido universitario, debido a su incapacidad para adqui-
trascendió los límites de la educación superior y modificó el estilo y el rir influencia alguna en el mundo no académico. El peligro en este caso
contenido del debate intelectual en su conjunto!" Esto podía v-erse en era que la izquierda empezaría a ver las universidades como el campo de
la difusión de publicaciones nuevas o revigorizadas como Punto Crítico e batalla principal. Esto la llevaría a buscar como estrategia la creación
Historia y Sociedad, Cuadernos Políticos, Estrategia y, más tarde en los años de "universidades de oposición", que reproducirían la idea de las univer-
setenta y principios de los ochenta, Nexos, El Buscón y el Machete, así co- sidades como "iglesias", cuya tarea era meramente propagar la fe. 53 Aun-
mo en la producción de las principales editoriales como Siglo XXI, Era, que la izquierda no estaba siempre en capacidad de dirigir totalmente
Nueva Imagen, El Caballito, etcétera. Los editorialistas socialistas tam- la vida de las universidades en que tenía influencia, para mediados y fi-
bién invadieron la prensa diaria, no sólo en las columnas de los nuevos nes de los años setenta había evidencias de que la posición dominante
periódicos como el Unomásuno (que empezó a publicarse en 1977), sino del PCM (como en la UAS y la UAP, por ejemplo) estaba conduciendo a
como invitados en los órganos periodísticos establecidos como Excélsior un comportamiento estrechamente sectario.
y El Universal. 49
El marxismo que informaba esta producción cultural era inequívoca-
mente plural, gozosamente iconoclasta y ciertamente libre de la idola-
tría por el estado que había sido típica del discurso socializan te antes de
1'
1960. Para una generación de jóvenes intelectuales, en los años setenta

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LOS VIEJOS PROTAGONISTAS a explicar la conducta política y sindical relativamente aquiescente que
tuvieron los sindicatos en la década de los sesenta. 57
El movimiento obrero organizado Los cambios en las estrategias estatales también contribuyeron a des-
activar la militancia obrera y campesina y revivieron los mecanismos de
La presencia de la izquierda en la industria y la agricultura seguía sien- contención y mediatización de los movimientos populares. La represión
do débil. Tras el momento álgido del activismo obrero en 1957-1959, en cedió el lugar a una política de concesiones selectivas, que requirió mo-
los años sesenta no se produjo ningún estallido equivalente de radicalis- dificaciones a la legislación laboral y la expansión de las inversiones del
mo obrero. La actividad tuvo lugar fuera de las industrias manufacture- estado en asistencia social y educación: el "sector social del estado". A
ras, sede principal de la acumulación de capitaJ.5 4 El movimiento de los fines de 1959, el gobierno de López Mateos anunció una importante
médicos en 1964-1965 es un buen ejemplo. Pero ese activismo resurgió modificación al artículo 123 de la Constitución, que afectaba las relacio-
en los años setenta con gran energía en la "insurgencia obrera". La desin- nes entre el estado y los trabajadores en los sectores estatal y paraestatal.
tegración del modelo de desarrollo estabilizador lo explica en parte. En vinculación con esto, se creó una nueva institución de asistencia, el
El comportamiento del movimiento obrero entre 1960 y 1974 debe ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores
contemplarse en el contexto de la evolución de la economía mexicana. del Estado), que aumentó considerablemente el componente de presta-
En los años sesenta despegó lo que los propagandistas llamaron "el mi- ciones sociales (pensiones, vivienda, servicios de salud, etcétera) para el
lagro mexicano", y el país empezó a adquirir las características de una creciente ejército de servidores públicos. El gasto general de salud au-
sociedad de consumo. El crecimiento anual promedio de los sesenta lle- mentó a más del doble entre 1958 y 1965. El gasto estatal en la edu-
gó a 6.2 por ciento. El modelo de desarrollo empleado por el estado en cación pública también aumentó considerablemente, al pasar del 9.6 al
este periodo ha recibido el nombre de "desarrollo estabilizador", y se de- 11 por ciento del presupuesto federal entre 1958 y 1965. 58
fine como un periodo de crecimiento económico sostenido combinado El PCM adoptó la estrategia de constituir comités de base o "comités
con estabilidad monetaria y de precios (tras la inflación de 1955-1958) de lucha" en un pequeño número de sectores en los que tradicional-
y un proceso de sustitución de importaciones orientado cada vez más a mente había tenido algún apoyo, en particular entre los maestros y los
los bienes de capital y a los bienes (intermedios) de consumo que fueron ferrocarrileros. En el sindicato de maestros SNTE, el MRM, con predomi-
el objetivo de dicha sustitución de importaciones en los años cincuenta. nio comunista, siguió funcionando a lo largo de los sesenta, y sus miem-
En el frente externo, el modelo fue financiado mediante aumentos en la bros obtuvieron puestos en secciones locales e incluso a nivel nacional.
inversión extranjera directa y los préstamos del exterior. En el sector ferrocarrilero, la influencia del partido se canalizó a través
En contraste con los cincuenta, cuando la agricultura de exportación del Consejo Nacional Ferrocarrilero (CNF) que no tuvo tanto éxito co-
era el motor del crecimiento económico, en los sesenta el sector diná- mo el MRM, en parte porque los comités de lucha tendían a estar consti-
mico estaba encabezado por las industrias manufacturera y extractiva (la tuidos exclusivamente por miembros del partido. 59 Sin embargo, la .¡,
petrolera, aunque no la minera). Las condiciones materiales de vida de nueva oleada de luchas obreras por la democracia y la autonomía a prin- ,¡1
11'
los trabajadores mejoraron; los salarios reales continuaron el proceso cipios de los setenta contribuyó a reavivar la acción de base. Tras la libe-
ración de Valentín Campa y Demetrio Vallejo en enero de 1971, el
'!'
de aumento iniciado a fines de los cincuenta, aunque hay que destacar
que sólo en 1968 volvieron los salarios reales al nivel que tenían en Movimiento Sindical Ferrocarrilero (MSF), nuevo nombre del CNF, hizo
1939. 55 Si se desagregan las cifras relativas a los salarios se ve que para importantes progresos. 11

1960 todos los sectores de la fuerza de trabajo se habían recuperado del Aproximadamente a partir de 1971, una oleada de luchas obreras co- .1

desastre de 1940, especialmente el de las industrias capitales de México, nocida colectivamente como la "insurgencia obrera" amplió los límites
que habían sufrido antes los recortes más graves. Sin embargo, las tasas de la democracia y la autonomía de los sindicatos nacionales de industria 11'

de explotación del trabajo aumentaron notablemente, aunque esto a así como en cientos de sindicatos de fábrica en todo México. La insur-
menudo se ocultaba. Los aumentos de productividad calculados en tér- gencia se inició en 1971 con acciones obreras en varias plantas que fa-
minos de producto bruto por trabajador acumulaban principalmente bricaban partes automotrices, entre ellas Spicer y Automex. A esto siguió
capital y eran de más del doble que los aumentos en los salarios reales.'" la reactivación de la corriente opositora en el sindicato ferrocarrilero y,
Con todo, las muy reales ganancias de los trabajadores urbanos ayudan sobre todo, el surgimiento de un movimiento democrático en el sindica-

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to de electricistas. La Tendencia Democrática, como se llamó este último tancial entre los grupos de opositores dentro del sindicato de maesu
movimiento, estaba encabezada por un antiguo senador del PRI, Rafael (SNTE) y los sindicatos de trabajadores universitarios, como el STEUN 1

Galván, y durante los siguientes cinco años (hasta la derrota decisiva de y el SPAUNAM, que empezaron a aparecer a fines del sexenio de Echeve-
su dirección dentro del SUTERM en 1976) se convirtió en el centro del rría.62 En estas dos áreas el PCM y las agrupaciones socialistas indepen-
movimiento obrero independiente.w La democratización de una parte dientes se disputaron la dirección de los sindicatos durante todos los
importante del sindicato de obreros mineros y metalúrgicos (SITMMSRM), setenta y hasta los ochenta.
Sección 67, localizada en la Fundidora de Monterrey, tuvo lugar en 1972, Dentro de la izquierda socialista que participaba en el movimiento sin-
y pocos años después otras secciones de este poderoso sindicato nacio- dical, la importancia relativa del PCM disminuyó en consonancia con lo
nal, en Monclova (sección 147), Las Truchas (sección 271), Real del que sucedía en la izquierda a nivel nacional. La debilidad del PCM den-
Monte, Pachuca, etcétera, establecieron un margen considerable de au- tro de la insurgencia se puede ver en la composición del Frente Sindical
tonomía y democracia dentro del marco del sindicato nacional. Independiente (FSI), la nueva organización paraguas creada para agru-
El patrón que se estableció en esos años se mantuvo hasta mediados par a los sindicatos en que el partido había adquirido alguna influencia.
de los setenta y afectó a sindicatos de la industria automotriz, la aviación, Entre los miembros fundadores del FSI se hallaban tres organizaciones 1

,
las telecomunicaciones, el transporte, la metalurgia y la educación supe- que habían tenido su origen en anteriores triunfos del partido -la ccr 1 ,,
¡i
rior. El rasgo distintivo de la insurgencia, que recuerda varias caracte-
rísticas de las movilizaciones de 1958-1959, fue que trascendió las
(de trabajadores agrícolas), el MRM (de maestros) y el CNF (de ferrocarri- n
leros)- y sólo tres grupos que habían surgido de las movilizaciones de los •'!1
preocupaciones puramente económicas del movimiento sindical plan- años setenta: la Sección 1 de Plásticos Romay, el Movimiento Revolucio- 1'

teando demandas de naturaleza política amplia. Entre éstas se hallaba la nario Postal y el sindicato universitario de la UNAM (STEUNAM) .63 ,\

voluntad de poner fin a la corrupción y la violencia oficialmente sancio-


nadas y a las direcciones sindicales llamadas "charras", la defensa de los Respuesta del PCM y del PPS
derechos de las bases en las elecciones sindicales, la exigencia de. un ma-
yor control de los empleados sobre el proceso de trabajo y la lucha por El surgimiento de nuevos protagonistas y formas de compromiso po-
aumentar el margen de maniobra de los sindicatos individuales frente a lítico en la izquierda no transformó fundamentalmente a la izquierda
organizaciones nacionales como la CTM y la CROM. tradicional, aunque sí ocurrieron algunos cambios después de 1968
En términos de la postura política e ideológica del movimiento, la in- cuando aparecieron varias formaciones socialistas nuevas. Al principio
surgencia incorpora diversas corrientes. Las ideas cristiano-democrá- del periodo, el foco principal de la izquierda siguió estando constituido
ticas y cristiano-socialistas permearon al Frente Auténtico del Trabajo por el Partido Comunista y el PPS, ambos todavía muy pequeños y orgá-
(FAT), una organización fundada en 1964, cuyos cuadros dirigieron la nicamente débiles.
importante huelga de la fábrica de partes automotrices Spicer. El foco
organizativo más importante de los trabajadores automotrices indepen- La situación del Partido Comunista: durante varios años a partir de
dientes fue la Unidad Obrera Independiente (UOI). Dirigida por un an- 1959, el PCM se vio forzado a funcionar en condiciones de semilegalidad.
tiguo miembro del PCM, Juan Ortega Arenas, la uor p-redicaba un El XIV Congreso del partido, por ejemplo, se celebró en secreto, en di-
sindicalismo militante y antipolítico que se centraba exclusivamente en ciembre de 1963. Varios miembros del partido encarcelados en 1959
demandas económicas y rechazaba cualquier vínculo con la izquierda fueron liberados a mediados de 1964, pero sólo en 1966 pudo el Partido
en general, a la vez que empleaba la terminología marxista. La facción Comunista celebrar una asamblea pública sin temor a la intervención
de los electricistas que integraba la Tendencia Democrática y muchos de gubernamental. Sin embargo, siguió sufriendo un hostigamiento de me-
los grupos que simpatizaban con sus metas se identificaban con la retó- nor intensidad. Los delegados extra~eros al XV Congreso del PCM, en
rica y los proyectos antimperialistas y nacionalistas de la izquierda de la junio de 1967, fueron intimidados y el gobierno espió, mediante micró-
Revolución Mexicana, corriente llamada "nacionalismo revolucionario". 5 1 fonos ocultos, el debate y las discusiones. 64
En cuanto a la izquierda marxista, era claramente una corriente mi- Aunque debido a la persecución gubernamental parecía más sensato
noritaria con los dispersos puntos de influencia entre los obreros meta- actuar en la clandestinidad, la preferencia por el secreto dificultaba la
lúrgicos, los ferrocarrileros y los mineros. Sólo tenía una presencia sus- propaganda, la organización y el reclutamiento. La represión aumentó

250 251
notablemente con el inicio del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz en di- xaca o Chiapas era tremendo. Un estudio sobre el PCM en esas regiones
ciembre de 1964. En abril de 1965, varios dirigentes del PCM fueron señala que algunos comunistas no habían tenido contacto con el apa-
arrestados y las oficinas del partido, del Frente Electoral del Pueblo y de rato del partido desde hacía cuatro o cinco años. 71
la Central Campesina Independiente fueron allanadas y saqueadas. La El ingreso y la defección de miembros seguían siendo rápidos. En el
1
represión llegó a su culminación durante el verano, el otoño y el invier- estado de Puebla, por ejemplo, en 1967, sólo el30 por ciento de los mi- 1'''1
no de 1968, cuando docenas de comunistas fueron arrestados y encarce- litantes habían sido miembros durante más de tres años, y menos del 20
lados durante el movimiento popular-estudiantil. No es sorprendente por ciento llevaban más de cinco años. 72 El número de carnets en circu-
que Arnoldo Martínez Verdugo admitiera, todavía en 1971, que todavía lación a menudo ocultaba la debilidad de la organización partidaria en la
era necesario utilizar métodos secretos de trabajo. 63 mayoría de los comités estatales. Por ejemplo, en Sinaloa, que había sido 11

Incluso después de que fueron rechazados los excesos sectarios del una región importante para los comunistas, los informes indican un nú-
periodo de Encina, seguía empleándose la táctica de resolver las diferen- mero de sesenta y cinco miembros, aunque un informe de septiembre
cias mediante la expulsión. Varios miembros que simpatizaban con Re- de 1961 admite que sólo una célula (en Mazatlán) estaba funcionando.
vueltas (entre ellos Guillermo Rousset, Mario Rivera y Augusto Vel asco) La dirección estatal entregaba con frecuencia carnets, no según el nú-
fueron expulsados en 1961 debido a que creían que la buguesía mexi- mero de miembros y la actividad de una célula, sino dependiendo de si ¡¡:
cana en su totalidad se alineaba con el imperialismo, idea que chocaba un individuo tenía "una vaga simpatía ideológica por el socialismo" o
con la creencia del partido en que el gobierno de López Mateos estaba por el PCM. Más de un tercio de los sesenta y cinco carnets pertenecían jl:i
dominado por la "gran burguesía conciliadora". 66 Más tarde, cuando tu- a personas que habían perdido todo contacto con el PCM en los cuatro ll'lf 1 '1
vo lugar la escisión sinosoviética, un grupo de militantes prochinos en- o cinco años anteriores. 73 ' 1
1

cabezados por Camilo Chávez y Edelmiro Maldonado fue también ex- Los datos sobre la ocupación y el origen de clase de los miembros son 11¡',

pulsado del partido. escasos y cubren sólo ciertas zonas de México. Las cifras de 1961 para la 1
11
La renovación doctrinaria y política que emprendió el PCM en 1960 ciudad de México (el Distrito Federal), que se presentan en el cuadro 1,
11'
no aumentó sustancialmente el número de miembros ni amplió el al- 12, muestran que los obreros y empleados constituyen el 50 por cien- Ir

cance geográfico de las actividades del partido. En julio de 1960, por to de los miembros. En esta región todavía hay sustanciales contingentes
111
ejemplo, se informó al Comité Central que existían estructuras del par- de ferrocarrileros y maestros (probablemente muchos de los primeros ¡,
1ji'
tido en veintidós estados, aunque sólo catorce comités estatales estaban están sin trabajo), y los estudiantes se han convertido en un renglón sig-
w
funcionando, de manera irregular. 67 Cuando el PCM celebró su siguiente
congreso, en diciembre de 1963, sólo veinte estados enviaron delegados
nificativo.
En estados con una gran población rural los campesinos siguen
l'
111
a la reunión secreta. 68 Las cifras sobre el número total de miembros son, siendo el grupo más grande. En Durango, por ejemplo, de sesenta y cua- 11,11'

como siempre, difíciles de obtener y poco confiables, pero_ aquéllas de tro miembros, exactamente la mitad eran campesinos. En la región de illi
que disponemos sugieren que dicho núinero se estancó durante el pe- Tapachula, Chiapas, aparte de unos pocos ferrocarrileros, artesanos y [1,lt
¡: ~:
1

riodo 1960-1973. En 1960, los miembros efectivos del PCM eran proba- burócratas gubernamentales, la mayoría de las muy inactivas células te-
blemente menos de mil. En 1973, el secretario general del partido se nían su centro en los ejidos. En Michoacán, a principios de 1963, domi-
atribuía mil quinientos miembros, aunque Arturo Martínez Nateras, que naban los campesinos y maestros, y la mayor célula del partido, la de 1¡
era entonces secretario de Organización, había afirmado que en fealidad Yurécuaro (en la región de La Piedad), tenía cuarenta y dos miembros ¡,
apenas ochocientos miembros cotizaban por entonces. 69 campesinos. 74 1

Los informes sobre la vida interna del partido ilustran los graves pro-
blemas que éste enfrentaba. El significado de los cambios introducidos
en el XIII Congreso no se había captado con claridad, especialmente en
las regiones apartadas de la capital. En Sinaloa, por ejemplo, quince
meses después del congreso de 1960, el secretario estatal era el único co-
munista que se había enterado de la elección de un nuevo Comité Cen-
tral."0 El aislamiento de los miembros del partido en estados como Oa-

252 253
ta de la sociedad mexicana, todavía había frecuentes referencias a los
Cuadro 12 "residuos feudales", y en 1962 Valentín Campa y otros dieron una inten-
LISTA DE LOS MIEMBROS DEL PCM EN EL DISTRITO FEDERAL ( 1960-1961)
sa batalla para caracterizar la economía mexicana como "industrial-
agrícola" y no "agrícola-industrial". 75
Así también, a principios de los sesenta las referencias del PCM al pa-
Obreros 73 pel dominante de la burguesía conciliadora en el gobierno de López
Empleados 37 Mateas eran eco de ideas más antiguas sobre la burguesía nacional y su
Ferrocarrileros 57 potencial como aliada del movimiento revolucionario. 76 Para el momen-
Estudiantes 51 to en que se celebró el XV Congreso, en 1967, el aumento de la repre-
Escritores/ artistas/ actores 21 sión contra los movimientos populares por parte del nuevo gobierno de lil
Profesores/ académicos 35 Díaz Ordaz colaboró a que se modificaran algunas fórmulas. El PCM
Ingenieros 12 ahora d~scribía al régimen como un gobierno de la gran burguesía en
1

Periodistas 6 que el sector monopolista y la oligarquía financiera estaban ganando te-


Amas de casa 21 rreno. En 1967 el partido definió su objetivo como el logro de una re- l¡,l
Médicos 6 volución democrático popular y antimperialista. Esta fórmula eliminaba 'ji'
Profesionistas (arquitectos, abogados) lO todo rastro de la antigua noción anticolonial, reconocía que prevalecían
1'•1
~
Campesinos 7 las relaciones de producción capitalistas y que la burguesía mexicana es- ''1~
Comerciantes 1 taba ahora predominantemente asociada a la defensa de los intereses 1¡),
imperialistas. 77 ¡1¡,

1''
Total 337 La sangrienta represión contra el movimiento popular-estudiantil de
1968, en la que docenas de militantes comunistas fueron encarcelados,
FUENTE, CE\! OS/Archivo PC\1, caja 35, fólder 2. La lista no tiene fecha pero debe referirse a 1960 o causó una fuerte aunque poco duradera radicalización de la línea del
1961.
PCM, como se observa en los debates y resoluciones del XVI Congreso, en
1973. 78 En el congreso, el partido lamentó que su prematuro abandono
del secreto y del trabajo clandestino hubiera facilitado la captura de tan-
La caracterización de la sociedad mexicana según el PCM tos de sus miembros; el número de cuadros profesionales que trabaja-
ban en la capital se había reducido a sólo dos como resultado de la
En los años sesenta, se mantuvieron y hasta cierto punto se profundi- represión. 79
zaron los cambios logrados en 1960 respecto de la caracterización que La burguesía mexicana era ahora considerada totalmente incapaz de
contribuir a la democratización de la sociedad. El partido planteaba la 'r

l
hacía el Partido Comunista del gobierno y la sociedad y de la naturaleza
necesidad de una confrontación con el presidencialismo despótico que ¡···
de la revolución por la que trabajaba. El ritmo de cambio todavía era i.
lento, aunque durante un breve periodo entre 1968 y 1974, como secue- representaba el gobierno de Echeverría. Rechazaba la "apertura demo- '

la de la represión contra el movimiento estudiantil, el partido se inclinó crática" del presidente, con la que el nuevo gobierno intentaba religiti-
lj
a la izquierda. mar al partido oficial sosteniendo una política exterior tercermundista
Durante un tiempo, el PCM tuvo dificultades para abandonar total- y ofreciendo oportunidades políticas y culturales a intelectuales y activis- j¡,
mente la terminología y las preocupaciones políticas tradicionales de los tas selectos. 80 El partido apoyaba una campaña de abstencionismo elec- '1
años cuarenta y cincuenta. La demanda planteada en el XIV Congreso toral activoY Más notablemente, el PCM sostenía que los inicios de la
de 1963 por una "revolución democrática de liberación nacional" recor- insurgencia obrera indicaban que una "nueva" revolución estaba en el i
daba las fórmulas sobre la naturaleza de las luchas revolucionarias en las horizonte inmediato y que la lucha armada era un probable componente
sociedades coloniales y semicoloniales que se podían rastrear hasta los de la toma del poder. El informe del Comité Central al XVI Congreso
tiempos de la Comintern. Además, a pesar de que el partido reconocía sostenía que la tradición de presidencialismo despótico e insurrec-
cada vez con mayor claridad la naturaleza predominantemente capitalis- ción campesina y la probable intervención de Estados Unidos si se pro-

254 255 il
",,
duda un cambio radical en México "hacen prever que el cambio revo- incluidas dos organizaciones trotskistas, apoyaron la campaña presiden-
lucionario será realizado a través de la lucha armada". 82 cial de Valentín Campa. 87 La colaboración entre comunistas y trotskistas
El tono del "Programa para una nueva revolución", emitido por el fue ciertamente un hecho trascendental.
PCM en 1973, también revelaba la influencia del clima insurrecciona!
posterior a 1968 y la curva ascendente del activismo visible en la insur- El Partido Popular Socialista (PPS)
gencia obrera y los movimientos urbanos populares que surgían en todo
México. Más que nunca antes, el programa prestaba atención a las cues- En 1960 el Partido Popular adoptó formalmente el marxismo-leninis-
tiones culturales y sociales (la reforma urbana, la educación democrá- mo y cambió su nombre por el de Partido Popular Socialista. A pesar de
tica, la atención a la salud, el derecho del pueblo al deporte y al ocio) y esa "radicalización", el PPS se fue volviendo cada vez más oficialista y hos-
a las preocupaciones de los jóvenes. Finalmente, tras cuatro décadas de len- til al PCM. Regresando a los preceptos clásicos del pensamiento de la Co-
ta maduración del reconocimiento de que la calidad económica de Mé- mintern, Lombardo Toledano revivió la teoría de la revolución por
xico había cambiado, el partido llegó a una firme declaración de que el etapas y llamó a apoyar a la burguesía nacional (o "progresista") y al ca-
país era "un país capitalista de mediano tamaño dependiente del impe- pitalismo de estado, en una alianza antimperialista o Frente Democrá- 1

¡ ¡ '~

rialismo". El programa concluía con una evocación casi lírica de las vi- tico Nacional. También propuso apoyar los rasgos "positivos" de la l¡f
siones más utópicas del marxismo clásico, anunciando el colapso del política del PRI-gobierno."" El PPS rechazó tercamente cualquier intento
de mostrar que el potencial progresista de la Revolución Mexicana esta-
]:¡¡
estado, el fin de la división del trabajo y la desaparición de la brecha en- ¡'¡11

tre el trabajo intelectual y el manual. ba casi exhausto. Atacó las aspiraciones radicales de la "izquierda" del
El izquierdismo de esta fase, aunque comprensible por el nivel de vio- MLN (y expulsó a aquellos de sus miembros que permanecían en la or- l'!tl
lencia estatal dirigida contra la izquierda y por los atrevidos movimien- ganización, como el doctor Jorge Carrión y el propietario y director de 1'
tos de los obreros y los pobres urbanos, subestimaba en gran medida la Política, Manuel Marcué Pardiñas). Durante las luchas estudiantil-popu- ¡''
fuerza del estado y sus todavía sustanciales reservas de legitimidad. Tam- lares del verano de 1968, el partido y en particular Lombardo (que mu-
bién reducía la noción de la revolución socialista a una cuestión mecá- rió un mes después de la masacre del 2 de octubre en Tlatelolco) 1

nica de estrategia y táctica ("la toma del poder"), más que verla como un también atacaron ferozmente a quienes participaban en el movimiento.
largo proceso "en que los ataques frontales irían acompañados de gue- En el frente electoral, el PPS volvió la espalda a su experimento tenta- ,,
rras de posiciones". 83 La insuficiencia de las fórmulas izquierdistas se hi- tivo de 1954 de apoyar a un candidato presidencial no priísta. En cam- 1.

zo evidente en los dos años siguientes. 84 Los modestos logros de la bio el partido apoyó a Gustavo Díaz Ordaz, el candidato del PRI en las
,,
elecciones de 1964; acrecentó su retórica anticomunista y atacó al Fren- ,,
apertura democrática y la creciente firmeza del movimiento obrero y de 1

los nuevos movimientos urbanos durante 1973-1976 modificaron sustan- te Electoral del Pueblo y a la CCI como frentes dependientes del PCM. En 11

la elección de 1964, fue recompensado por su lealtad con una represen- ,,,.1:
1

cialmente el clima político. En 1975, el XVII Congreso del1'CM votó por 1


ll
tación parlamentaria mayor (y avanzó de uno a diez diputados) según el
abandonar el abstencíonsimo electoral, y al año siguiente elPartido Co-
nuevo esquema de representación proporcional introducido por el go-
i'''
munista presentó en las elecciones presidenciales a su héroe veterano de 1 if,:
la lucha sindical, Valentín Campa, como candidato independiente no re- bierno de López Mateos.
gistrado. La campaña comunista implicaba un amplio recorrido por to- Pero el creativo oportunismo del partido todavía le permitió hacer 1 i:
do México, en el que Campa visitó veintisiete estados, recordando a malabarismos con un extraordinario número de corrientes políticas e
menudo sus vínculos personales con muchos de los lugares que visitaba." 5 ideológicas, como el cardenismo, la solidaridad con la revolución cuba- 11

Como consecuencia de la reforma política (1977) y del otorgamiento na y la tradicional simpatía por la Unión Soviética. Esto permitió al PPS 1 1

del registro al PCM en 1978, el partido rompió con su izquierdismo de continuar atrayéndose importantes núcleos de estudiantes, maestros, 11

principios de los setenta y adoptó plenamente la acción parlamentaria. obreros calificados y empleados del sector público. 8" El PPS y la corriente
Y ante todo, en la campaña elctoral de 1975-1976 aparecieron signos de lombardista también funcionaban todavía como una importante escuela
que los comunistas estaban dispuestos a iniciar un modesto nivel de cola- de adiestramiento para miles de jóvenes mexicanos. En el nivel local sus
boración con otros sectores de la izquierda. 86 Se iniciaba ahora una era militantes participaron en luchas que a veces forzaban una confronta-
de construcción de alianzas, y varios partidos pequeños de la izquierda, ción y un rechazo a la política nacional del partido. En ninguna parte

256 257
sucedió esto de manera más clara que en Chihuahua, donde uno de los piraciones y la intervención de protagonistas nuevos, de los que nos he- !,
primeros movimientos guerrilleros de los sesenta fue iniciado por mos ocupado en este capítulo. Los estudiantes (y de hecho la juventud 1'

miembros del PPS y de la UGOCM en Ciudad Madera. en general), los cristianos radicalizados, los trabajadores del sector esta-
El PPS conservó mucha influencia sobre la organización campesina tal ampliado, las víctimas empobrecidas de la rápida urbanización y la
UGOCM, que tenía una fuerte base en Sonora, asociada a Jacinto López, intelligentsia calificada del sector terciario dominaron las calles y los
un diputado elegido en 1964. Sin embargo, el partido era casi universal- centros de enseñanza en 1968. También lucharon en los grupos guerri-
mente despreciado por quienes participaron en el movimiento de 1968, lleros, de corta vida, que surgieron a principios de los setenta; publica-
al que condenó como provocación de la CIA. 90 La presencia del PPS en la ron revistas en que la izquierda se planteó su futuro tras la represión de
insurgencia obrera de los años setenta y en los movimientos populares Tlatelolco, y constituyeron los nuevos movimientos urbanos populares.
de Durango, Chihuahua, Oaxaca y Puebla también fue mínima. Típica de
su manera de responder a los nuevos frentes sociales urbanos fue la ca-
racterización que hizo Jorge Cruickshank García del movimiento de Du-
rango como "una coalición entre sectores reaccionarios de la empresa
privada y elementos trotskistas y provocadores en general". 91 Otros he-
chos importantes, como el surgimiento de un clero católico progresista,
también fueron denunciados, aunque en este caso los militantes fueron
acusados, sorprendentemente, de tener alianzas· con el Partido Comu-
nista y la CIA. lfl'1'
Finalmente, en 1976-1977 el PPS sufrió una importante escisión debi- !11
do a que la dirección nacional aceptó los resultados de una elección es- 1'
tatal fraudulenta en Nayarit, en noviembre de 1975, que había ganado el 1'
!
candidato del partido a gobernador, Alejandro Gascón Mercado. A cam-
bio del espíritu de colaboración del PPS, su secretario general, Cruick- ¡li
!1
shank García, fue "recompensado" con una curul de senador por el !¡
estado de Oaxaca. 92 Los disidentes del PPS crearon el Partido del Pueblo 1
!!

Mexicano (PPM) en 1977 y pronto ingresaron en la amplia Coalición de 1

Izquierda, junto con el Partido Comunista y otras varias organizaciones 1


socialistas pequeñas.

CONCLUSIÓN

El cuestionamiento de los años sesenta a las desigualdades políticas,


sociales y económicas alcanzó su culminación en el movimiento popu-
lar-estudiantil de 1968. Este movimiento, el más serio desafío a la auto-
ridad del estado mexicano en treinta años, revelaría hasta qué punto
habían cambiado las fuerzas de la izquierda desde las luchas obreras de
1958-1959.
En la medida en que se les puede identificar con claridad, los
personajes principales del drama que se desarrolló en el verano de 1968
no fueron los partidos políticos de la vieja izquierda ni los grupos socia-
les que la izquierda tradicional había privilegiado (la clase obrera orga-
nizada). En cambio, el drama y sus secuelas tuvieron que ver con las as-

258 259
VIII. La rebelión estudiantil y la lucha guerrillera:
1968 y sus secuelas

A mis
Viejos
Maestros
De marxismo
No los puedo
Entender:
Unos están
En la cárcel
.Otros están
En el
Poder
Efraín Huerta, "Desconcierto"

INTRODUCCIÓN

De finales de julio a principios de octubre de 1968, un movimiento po-


pular-estudiantil llevó a cabo un sostenido asalto a la autoridad del estado
y a los supuestos ideológicos de la Revolución Mexicana y su arquitecto,
el PRI en el gobierno. La izquierda política se vio sorprendida por la
escala y la rapidez de las movilizaciones; las agrupaciones socialistas no
dominaron en ningún momento ni la práctica ni las demandas del mo-
vimiento.1
Las demandas de los estudiantes estaban planteadas en términos esen-
cialmente liberal-democráticos. A pesar de sus intentos por establecer
vínculos con las organizaciones obreras, campesinas y de colonos, el mo-
vimiento obtuvo escaso apoyo de los obreros industriales, en contraste
con la experiencia francesa de meses atrás. Pero en México, donde la
exigencia de democratización implicaba impugnar las estructuras cor-
porativas que subordinaban a las organizaciones obreras y campesinas
ante el estado, el programa inicialmente "moderado" de 1968 tomó ine-
vitablemente proporciones revolucionarias. 2
La opción adoptada por el gobierno de Díaz Ordaz -arrestos masivos
y brutal aplastamiento del movimiento en la masacre de Tlatelolco el 2
de octubre-, desmovilizó rápidamente a los estudiantes. Las lecciones del
movimiento fueron muchas y variadas. En algunos casos, la experiencia
del 1968 dio origen a nuevas formaciones políticas de izquierda. Tal fue
el contexto en que se fundaron la revista Punto Critico y el Partido Mexi-

261
cano de los Trabajadores (PMT). Por otra parte, muchos activistas jóve- maciones del régimen en el sentido de que las acciones de los estudian-
nes y estudiantes optaron por trabajar dentro del PRI y de sus satélites. tes eran "subversivas". Para entonces ya se había iniciado la espiral de
Sin embargo, varios miles de jóvenes, de extracción política y religio- violencia policiaca y radicalización estudiantil. Las facultades y escuelas
sa diversa pero todos tocados por la experiencia de 1968, decidieron universitarias empezaron a ir a la huelga, encabezadas por la Escuela Su-
que la única vía política ahora abierta para ellos era la lucha armada. perior de Economía del Instituto Politécnico Nacional.
Lecciones similares habían aprendido los activistas del estado de Gue- Durante la primera semana de movilización estudiantil, la autoridad
rrero, donde se formaron dos organizaciones guerilleras (encabezadas de la FNET (para entonces enteramente desacreditada) fue sustituida
por Genaro Vázquez y Lucio Cabañas) en 1967-1968, incluso antes de por comités de lucha espontáneos que surgieron en la mayoría de las es-
que empezaran las movilizaciones estudiantiles. A principios de 1970, cuelas de la UNAM y del IPN. La solidaridad se fortalecía mientras lastra-
sin embargo, una serie de grupos guerrilleros urbanos empezaron una dicionales rivalidades entre IPN y UNAM se desvanecían. Los cuerpos
campaña de asaltos bancarios, expropiaciones y secuestros que duraría estudiantiles de ambas instituciones, junto con estudiantes de la Escuela ¡\
cuatro años. Aislados de los movimientos populares y a menudo en vio- de Agricultur<~ de Chapingo, crearon un comité de huelga para coordi- \

lento conflicto con la izquierda no clandestina, los frentes guerrilleros nar las acciones y elaborar una lista de demandas. Éstas incluían la
estaban prácticamente derrotados para 1975. eliminación de las cláusulas represivas del Código Penal que hacían re- ·~
ferencia a la "disolución social" (promulgadas como medidas de emer-
LOS ANTECEDENTES DE TLATELOLCO gencia durante la guerra), la destitución de los jefes de policía de la ciu- 1¡
'.::¡ dad de México y del cuerpo de granaderos, y la liberación de todos los
El suceso que actuó como detonador del movimiento estudiantil fue presos políticos.
una pelea entre estudiantes de dos escuelas de enseñanza media de la En la noche del 29 al 30 de julio, el ejército hizo su primera aparición 1,:¡
ciudad de México, el 22 y 23 de julio. 3 Este choque inicial fue producto importante. Dos batallones de paracaidistas rodearon la Escuela Prepa- '1
de rivalidades estudiantiles y no tenía significado político, pero la inter- ratoria de San Ildefonso y utilizaron un bazuka para derribar su hermo- \', ':
' '
vención de la policía y los granaderos, que hicieron numerosos arrestos sa puerta colonial. El ejército rodeó a los estudiantes parapetados en su
y golpearon a los estudiantes, suscitó la cólera de los jóvenes de las se- interior. Simultáneamente, las tropas ocuparon otras cuatro preparato-
cundarias y las preparatorias, y del IPN y la UNAM. rias (1, 2, 3 y 5), y la ciudad de México quedó bajo control militar. La
La primera respuesta del sector universitario fue un llamado a huelga ocupación de las preparatorias de la UNAM forzó al rector de esa institu-
de los estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. La or- ción, Javier Barros Sierra, a denunciar los actos del gobierno y encabe-
ganización estudiantil priísta, la FNET, inmediatamente intentó cooptar zar una impresionante marcha de casi cien mil estudiantes y ciudadanos
el descontento encabezando una manifestación de cincuenta mil estu- desde la Ciudad Universitaria, el 1o de agosto. Al final de esta primera
diantes del Politécnico, el 26 de julio. Los organizadores no pudieron etapa del movimiento, caracterizada por las respuestas relativamente
impedir, sin embargo, que un gran número de estudiantes se üniera a la descoordinadas de los estudiantes, la violencia indiscriminada del esta-
marcha que para conmemorar la toma del cuartel Moneada por Fidel do ya había causado varias muertes y habían sido arrestadas más de mil
Castro en 1953 celebraban el mismo día estudiantes de la izquierdista personas.
CNED y de la Juventud Comunista. Cuando los manifestantes intentaron La segunda etapa de la lucha se inició a principios de agosto. Este pe-
llegar al Zócalo, los granaderos les bloquearon el paso frente a Palacio riodo se caracterizó por retrocesos del gobierno y una rápida acumula-
Nacional. Siguieron violentos enfrentamientos callejeros, con construc- ción de fuerzas por el movimiento estudiantil, ahora ya bien coordinado
ción de barricadas e incendio de autobuses, que duraron toda la noche. y dueño de tácticas eficaces para llegar a un público más amplio. El 2 de
El gobierno y las autoridades de la ciudad denunciaron las acciones agosto los estudiantes crearon el Consejo Nacional de Huelga (CNH), su
de los estudiantes como obra de anarquistas y agitadores extremistas me- órgano más importante. El consejo fue resultado de la iniciativa de estu-
xicanos y extranjeros. El 26 de julio, la Policía Federal de Seguridad alla- diantes militantes de la Escuela Superior de Matemáticas y Física del Ins-
nó la imprenta en la ciudad de México del órgano comunista La Voz de tituto Politécnico, donde tenían actividad varios antiguos miembros de
México, así como los locales del PCM, arrestó a cinco personas y confiscó la juventud Comunista, en particular Raúl Álvarez.' El CNH estaba inte-
material de agitación.• La medida estaba destinada a corroborar las afir- grado por tres (y más tarde dos) representantes por cada una de las fa-

262 263
cultades y escuelas en huelga, elegidos en asambleas de estudiantes. Ca- lino Perelló y Eduardo Valle, ni laJCM ni la CNED estaban en capacidad
da escuela tenía un solo voto y había delegados de las instituciones de de ejercer una influencia significativa, y menos aún el control, sobre el
todo el Distrito Federal y de las universidades de provincia. movimiento estudiantil cuando éste estalló enjulio. 10
De acuerdo con el estilo antiautoritario y antiburocrático de la movi- La incapacidad del Partido Comunista para establecer fuertes víncu-
lización estudiantil, no había dirección permanente, táctica también los con el movimiento estudiantil se evidenció particularmente en la se-
pensada para que el gobierno no lograra identificar y neutralizar a los gunda fase de las movilizaciones que se inauguró con la creación del
"cabecillas". Todos los esfuerzos por centralizar la toma de decisiones Consejo Nacional de Huelga. Durante agosto y septiembre los estudian-
encontraron una tenaz resistencia, debido al miedo de que el movimien- tes reclutaron varios aliados importantes entre los académicos progresis-
to fuera captado por individuos o partidos. Igualmente, los delegados tas de la Coalición de Maestros. Entre ellos se hallaban Heberto Castillo,
estaban sujetos a destitución si no daban cuenta de sus acciones ante las que había destacado en el MLN, a principios de los sesenta, y pequeños
asambleas. 6 Los grupos y partidos políticos tenían prohibido nombrar grupos de r;naestros y médicos." Las "brigadas" de estudiantes se lanza-
representantes al CNH, lo mismo que todas las organizaciones "federal- ron a las calles de la ciudad de México, y consiguieron amplio apoyo
mente organizadas". Esta norma en efecto excluyó a las corporaciones para su causa, publicitada de manera impresionante en gigantescas ma-
nacionales de estudiantes como la Central Nacional de Estudiantes De- nifestaciones y marchas el 13 y el 27 de agosto, la última de las cuales
mocráticos (CNED). 7 Las estructuras formales de la izquierda tuvieron atrajo a casi medio millón de personas. Los intentos gubernamentales
por tanto escasa influencia sobre el CNH o sobre el curso del movimien- por cooptar o rebasar al CNH y negociar con lo que quedaba de las orga- ¡;
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to mismo. Dijeran lo que dijeran el gobierno y los cuerpos de seguridad, nizaciones estudiantiles priístas fracasaron.
la fuerza conductora de las movilizaciones del verano de 1968 no fue el Durante agosto surgieron dos tendencias estratégicas dentro del CNH ¡.i
Partido Comunista ni ningún otro de los innumerables grupos de iz- y del movimiento en su conjunto. Una posición sostenía que el movi- ·1'
quierda que proliferaban en las instituciones de enseñanza, aunque mu- miento había alcanzado los límites máximos de la acción posible y lla-
chos de los militantes más destacados eran o habían sido miembros de maba a un levantamiento de las huelgas estudiantiles y a la negociación
organizaciones socialistas. con el gobierno de Díaz Ordaz. La segunda tendencia pedía la continua-
De hecho, el Partido Comunista, que había desempeñado un papel ción de la lucha para forzar concesiones radicales del estado. Estos dos
tan importante en el resurgimiento de las organizaciones estudiantiles argumentos no se pueden identificar estrechamente con posturas polí-
en los años que siguieron a la creación de la CNED en 1963, ya estaba ticas particulares, porque la gran mayoría de los estudiantes no tenían
muy debilitado en las instituciones de enseñanza para 1968. 8 Algunas vo- claras filiaciones ideológicas y no eran miembros de partidos políticos. 1
ces en la dirección del PCM todavía consideraban la militancia estudian- Sin embargo, en la medida en que los cuadros de la izquierda política
til como pequeñoburguesa y divorciada del "verdadero" stüeto de la expresaron sus puntos de vista, la primera postura era respaldada por el
revolución: la clase obrera. Además, la CNED y la juventud del Partido es- PCM, por académicos como Heberto Castillo y por un gran número de
taban en desacuerdo con la dirección nacional del PCM en torno a cues- estudiantes cuyo radicalismo chocaba con su aspiración a una carrera
tiones de autonomía. Para mediados de 1968, los "autonomistas" habían profesional. El argumento contrario atraía al grueso de los activistas es-
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perdido la batalla en la CNED, y la organización había quedado en manos tudiantiles y recibía su justificación teórica de los grupos de ultraizquier- 1 . '
de un joven comunista, Arturo Martínez Nateras, muy próximo a la di- da, como los trotskistas, los maoístas y los espartaquistas.' 2 lj¡'
rección del partido. El resultado fue la renuncia o la inmovilización de El gobierno de Díaz Ordaz intentó sin éxito explotar estas diferencias
1¡:
gran número de jóvenes comunistas. En el Instituto Politécnico, por de opinión en sus negociaciones con el CNH, en las que participaron una
1!

ejemplo, Raúl Álvarez, Ángel Verdugo y Rafael Talamantes rompieron serie de delegados, entre ellos Francisco de la Vega, Corona del Rosal y
sus vínculos con el PCM. el presidente del PRI, Alfonso Martínez Domínguez. El gobierno tam- 1¡11

En la Universidad Nacional, la Juventud Comunista estaba atravesan- bién intentó persuadir al PCM de que utilizara su influencia para detener
do una grave crisis que databa de su 11 Congreso, en 1967. Trece "orga- el movimiento. La zanahoria ofrecida era que el gobierno aprobaría el 1
nismos de base" de la JCM en la UNAM se desbandaron en 1968 para registro del Partido Comunista como partido político con plenos dere-
protestar por el paterna1ismo y el sectarismo de la organización nacional chos electorales, algo que el PCM no había logrado desde los años cua- 1
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del PCM. 9 Aunque el partido todavía contaba con talentos como Maree- renta. La "oferta" apareció por primera vez en una conversación entre
1111

264 265
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el Comité Central del PCM y Díaz Ordaz a fines de mayo, varios meses ten cifras confiables sobre el número de muertos, pero por lo menos cien
antes de que el movimiento empezara. En septiembre, Alfonso Martínez y tal vez hasta quinientas personas murieron en la matanza. Siguieron
Domínguez inició una serie de diálogos (el último fijado para la tarde cientos de detenciones de estudiantes y militantes de izquierda, y los ac-
del 2 de octubre) con el secretario general del PCM, Arnoldo Martínez tivistas (como Heberto Castillo) todavía estaban siendo cazados y encar-
Verdugo. Una vez más apareció la propuesta del registro para el PCM. celados en mayo de 1969. 15 Entre los presos se encontraba José Revueltas,
Martínez Domínguez sostenía que una vez levantada la huelga, el presi- que recibió una condena de dieciséis años de prisión en septiembre de
dente estaría dispuesto a abordar las demandas planteadas en el pliego 1970. Revueltas, aunque no era miembro del CNH (no era profesor de la
petitorio del CNH. Arturo Martínez Nateras tuvo conversaciones simila- UNAM), fue acusado de ser el dirigente intelectual y político de todo el
res con el regente del Distrito Federal, Corona del Rosal. 13 movimiento popular-estudiantil. 16
Según la versión de Martínez Verdugo acerca de estas conversaciones, El sangriento episodio de Tlatelolco tuvo un efecto devastador sobre
el PCM sostenía que las negociaciones directas con el CNH eran la única el movimiento. La escala de la represión anonadó a los activistas, y la
manera de detener las movilizaciones y que la cuestión del registro elec- opinión pública y la moral estudiantil sufrieron un virtual colapso. Ade-
toral del partido era independiente. El PCM no estaba en situación de más, el Consejo Nacional de Huelga se vio muy afectado por las oleadas
conseguir la suspensión del movimiento porque sus cuadros no "contro- de arrestos que siguieron a Tlatelolco, lo que privó al movimiento de
laban" el CNH en ningún punto. Sin embargo, en septiembre circularon un cuerpo directivo coherente y confiable. La represión también alteró ,,
ampliamente rumores sobre el contenido de estas reuniones y fueron la composición política del CNH: aunque le afectó al PCM tanto como a ~
utilizados por los críticos del PCM como munición en una campaña para cualquier otra fuerza, el peso de sus miembros dentro del consejo creció
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hacer creer que el Partido Comunista estaba "vendiendo" al movimien- a partir del 2 de octubre. La posición más conciliadora ya articulada
to. Junto con las críticas sobre la cálida respuesta del PCM a la oferta de por la Juventud Comunista ahora encontró un ambiente más favorable, 1.1
negociación que hizo Díaz Ordaz en Guadalajara a mediados de agosto, y se intensificaron los llamados al levantamiento de la huelga estudiantil.
los contactos de septiembre sirvieron para desacreditar al partido toda- El 21 de noviembre el CNH levantó la huelga general, aunque el gobier-
vía más a los ojos de la mayoría radical. no no había concedido ninguno de los seis puntos del pliego petitorio de
También en el ala estudiantil del partido surgieron dudas sobre la los estudiantes.
postura que estaba adoptando la dirección nacional del PCM, dudas que Los críticos del PCM, entre quienes se contaban varios de los jóvenes
parecieron confirmadas por lo que ocurrió en una asamblea de 150 jó- comunistas encarcelados, como Eduardo Valle, Florencia López Osuna
venes cuadros comunistas convocada el 14 de septiembre. La asamblea y Carlos Vázquez, sostuvieron que el Partido Comunista había vendido
tenía por objeto discutir si los comunistas debían recomendar el levan- el movimiento y renunciaron a él. 17 La creciente influencia de la Juven-
. tamiento de la huelga, ya que no había posibilidades de que las deman- tud Comunista en el CNH puede muy bien haber contribuido a precipi-
das de los estudiantes fueran satisfechas. La sugerencia de un cambio de tar el levantamiento de la huelga, pero el cambio de táctica estaba en el
táctica fue rechazada por el grueso de los delegados, y la intervención aire desde algún tiempo antes de Tlatelolco, y el cambio de composición
de la dirección sólo logró empujar a los militantes de base aún más hacia política del CNH sólo pudo acelerar el proceso. 18
las posiciones intransigentes de los estudiantes. La represión guberna-
mental creció en la segunda mitad del mes, y los miembros deJa juven- LAS DEMANDAS DEL MOVIMlENTO
tud Comunista en la UNAM, el IPN y las escuelas de segunda enseñanza
estaban entre los que más tenazmente resistían a las autoridades. u La composición ideológica y política del movimiento popular-estudian-
El tercer estadio, el más represivo, se inició el18 de septiembre, cuan- til fue inmensamente fluida. El movimiento recibía su impulso de una
do el ejército ocupó las instalaciones de la UNAM. Cinco días más tarde variedad de fuerzas: el nacionalismo y el internacionalismo revoluciona-
la policía asaltó el Casco de Santo Tomás, sede del Instituto Politécnico rios y las doctrinas liberal-democrática, marxista, anarquista y maoísta.
Nacional. Pero la agresión del gobierno de Díaz Ordaz culminó en la El movimiento se caracterizó por su interés en abrir un sistema político
masacre del 2 de octubre, en que unidades del ejército rodearon una y social esclerótica a una joven clase media profesionista; un apasionado
gran concentración de estudiantes y ciudadanos en la Plaza de las Tres deseo de restaurar las virtudes cívicas aboliendo la corrupción, y la con-
Culturas de Tlatelolco y abrieron fuego sobre los manifestantes. No exis- vicción de que los estudiantes podían despertar a las masas obreras y

266 267
campesinas y detonar un proceso revolucionario más amplio. Esta extra- dencia en los sindicatos y organizaciones campesinas. Como era de es-
ordinaria mezcla de influencias quedó ilustrada con claridad en las perar, los estudiantes lucharon por llegar a los obreros, los campesinos
efigies de Benito Juárez, Pancho Villa, Emiliano Zapata, el Che Guevara y los colonos. Esto no era fácil. El sindicalismo oficial denunció al movi-
y Demetrio Vallejo que enarbolaban los estudiantes en las manifesta- miento estudiantil, acusándolo alternativamente de estar financiado por
ciones.19 anarquistas y comunistas internacionales y por la CIA. 21 La CNC mantuvo
La mayoría de estas preocupaciones estuvieron simultáneamente pre- una postura parecida. Sin embargo, los estudiantes sí obtuvieron el apo-
sentes en el movimiento de 1968; éste nunca obedeció a una única yo de ciertos sectores democráticos y disidentes del movimiento obrero,
lógica. Las movilizaciones, por ejemplo, eran muy claramente la culmi- en particular de algunos maestros del Movimiento Revolucionario del
nación de seis años de insurgencia estudiantil, iniciada por los universi- Magisterio (MRM), los trabajadores médicos, el Sindicato Mexicano de
tarios de Morelia en 1963. Pero al mismo tiempo el movimiento rara vez Electricistas (SME), los telefonistas y secciones de los sindicatos ferroca-
centró la discusión o la acción en cuestiones estudiantiles, educativas o rrilero y petrolero!2
culturales. Más bien concentró la mayor parte de su energía en conquis- Establecer contacto con los trabajadores rurales fue todavía más di-
tar espacios fuera de las universidades y escuelas: en las calles, en los sin- fícil, dado que el eje principal del movimiento estudiantil se localizaba
dicatos, entre los colonos y la clase media profesionista (los padres de la geográficamente en la ciudad de México y dado el aislamiento político l¡ll
mayoría de los protagonistas del movimiento). de la población rurai.2 3 La Central Campesina Independiente (CCI) apo-
El análisis de las seis demandas del pliego petitorio del CNH revela la yó a los estudiantes, pero esto era previsible dados sus estrechos vínculos
j¡!
misma mezcla de intereses. Algunas demandas tenían que ver con las con el Partido Comunista. El lugar donde los estudiantes se integraron
circunstancias inmediatas que rodearon los acontecimientos de julio- mejor con la población rural fue en la región que rodea el pueblo de
agosto de 1968, como la exigencia de renuncia de los jefes de la policía Topilejo, situado en el Ajusco al sureste de la capital. Los habitantes les
y el ejército, la supresión del cuerpo de granaderos y la indemnización pidieron ayuda a los estudiantes para resolver la disputa que tenían con
a las víctimas de la represión gubernamental. Otros puntos combinaban una línea de autobuses local tras de que algunos pobladores murieron
preocupaciones liberal-democráticas con demandas más amplias que las o quedaron heridos en un grave accidente ocurrido en agosto. Los estu-
planteadas por la izquierda en los últimos veinte años. La liberación diantes respondieron de inmediato; enviaron autobuses de la universi-
de todos los presos políticos es un ejemplo que inmediatamente llamó dad para proporcionar transporte; estudiantes de medicina, agricultura,
la atención sobre el destino que habían sufrido los ferrocarrileros como enfermería y trabajo social enviaron equipos para auxiliar a los poblado-
Valentín Campa, Demetrio Vallejo y otros sindicalistas menos conocidos, res, y las brigadas de trabajo estudiantiles recorrieron los asentamientos
también encarcelados durante la insurgencia obrera de 1957-1959. de la región para asistir a los campesinos. 24
De hecho, en vísperas del estallido del movimiento popular-estudian- La experiencia de Topilejo les dio a los estudiantes oportunidad de
til, Vallejo había iniciado ya una huelga de hambre para pedir su liber- "servir al pueblo" y demostrar el interés común que tenían estudiantes
tad. En simpatía con él, un grupo de estudiantes de la UNAM realizó una y pobres en combatir la corrupción del sector privado y las prácticas ve-
huelga similar, y algunos estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas nales y no representativas de organizaciones como la CNC, que no había
iniciaron una huelga para exigir la liberación de todos los presos políti- prestado auxilio a los pobladores. Pero hubo pocas experiencias seme-
cos. Así pues, incluso antes de que estallara el movimiento estudiantil el jantes en el curso del movimiento estudiantil. Los llamados de los ultras
23 de julio, los presos políticos ya figuraban fuertemente en las institu- a hacer propaganda en las zonas fabriles no fueron atendidos por la ma-
ciones de enseñanza. De igual manera, la necesidad de abolir el artículo yoría de los estudiantes, que optaron por un programa de ocupaciones
145 del Código Penal (las medidas contra la llamada "disolución social", de espacios públicos vulnerables en las áreas centrales de la ciudad
aprobadas como legislación de emergencia durante la segunda guerra (como el Zócalo) mediante manifestaciones, marchas y brigadas de pro-
mundial) había sido una antigua obsesión de los sindicatos, movimien- paganda, para ganarse la simpatía del público en general. 25
tos campesinos y partidos políticos de izquierda. 20
La democratización de la sociedad mexicana que buscaban los estu-
diantes de 1968 implicaba el desmantelamiento de las estructuras corpo-
rativistas que habían alimentado la violencia, la corrupción y la depen-
1
268 269
·1
LAS RESPUESTAS A 1968. HACIA EL PUEBLO: hermanos Campaña en GuadalajaraY La conexión de Monterrey tam-
LA LUCHA ARMADA Y LOS NUEVOS MOVIMIENTOS URBANOS POPULARES bién es visible en la segunda fuente importante de guerrilleros urbanos:
los activistas de las organizaciones juveniles católicas y protestantes que
Sin duda el movimiento estudiantil recibió amplio apoyo popular, pero se habían radicalizado a fines de los sesenta. La figura más importante
una combinación de factores entre los que se cuentan la represión, la drás- de esta corriente era el joven educado por los jesuitas Ignacio Salas
tica clausura del espacio político que parecía anunciar Tlatelolco, la hos- Obregón, que más tarde se convirtió en dirigente de la Liga Comunista
tilidad de las organizaciones de masas afiliadas al PRI y la aparente 23 de Septiembre. Nacido en Aguascalientes, Salas estudió en el Institu-
pasividad del grueso de la población trabajadora empujó a un sector de to Tecnológico de Monterrey, donde empezó a militar en la organiza-
los jóvenes de izquierda a la lucha armada. El colapso del movimiento ción católica laica llamada Movimiento Estudiantil Profesional (MEP). El
del 1968 condujo a los activistas a rechazar la preferencia de los estu- trab~o del MEP entre los colonos de Monterrey lo puso en contacto con
diantes por la democracia directa y participativa y a adoptar una forma grupos de jóvenes comunistas. En 1971, Salas estaba haciendo trabajo
nueva de vanguardismo en que pequeños grupos de cuadros muy com- social en la ciudad perdida de Nezahualcóyotl, en el norte de la ciudad
prometidos entraban en guerra contra el capital, el estado y, lo más no- de México, donde estableció contacto con Ramos Zavala. A través de
table, contra la izquierda no clandestina. Salas, varios miembros del MEP se incorporaron a la lucha armada. 28
Los orígenes del breve experimento de lucha armada a principios y
mediados de los años setenta son complejos. Los guerrilleros chihua-
Entre los militantes protestantes que se sumaron a la guerrilla se ha-
llaban Daniel y Pedro Aguirre. 29 r:¡l '
huenses de mediados de los sesenta habían sido prácticamente destrui- Una serie de pequeños grupos locales como el Comando Lacandones :111

dos para 1968. Sin embargo, la Liga Comunista 23 de Septiembre, que (de la ciudad de México, integrado por antiguos alumnos de la UNAM y
fue la organización paraguas de la lucha armada en los años setenta, el IPN), los Guajiros (grupo con base en Chihuahua y las mismas raíces), 1 '~ 1'
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~1
tomó su nombre del asalto al cuartel de Ciudad Madera en 1965. De la Federación Estudiantil Revolucionaria o FER (con base en Guada-
igual forma, la guerrilla rural de Guerrero encabezada por Lucio Caba- lajara), el Frente Urbano Zapatista o FUZ (con base en la ciudad de Mé- 1

ñas y Genaro Vázquez, que surgió mucho antes del movimiento estu- xico), el Movimiento de Acción Revolucionaria o MAR (en Morelia) y Los 1
1

diantil de 1968, tenía poco que ver con los activistas esencialmente Procesos, organización creada en torno a Ramos Zavala, fueron los pri-
urbanos de grupos como la 23 de Septiembre, aunque hubo contactos meros en lanzarse a la lucha armada.
políticos limitados e intercambio de personal entre los dos grupos en En la primera etapa, los grupos realizaron una serie de secuestros y
1973-1974. asaltos bancarios espectaculares. Los secuestros empezaron en septiem-
La lucha armada reclutó miembros de gran número de fuentes. Una bre de 1971 con el del distinguido hombre de negocios Julio Hirschfeld
de las mayores fue laJuventud Comunista, o más bien los mu~chosjóve­ Almada (director de la dependencia Aeropuertos y Servicios Especiales)
nes comunistas desilusionados que abandonaron laJCM en1969 y 1970, por miembros del FUZ, cuya hazaña estuvo precedida de un asalto ban-
como consecuencia de la matanza de Tlatelolco. La represión de los cario. 30 En el invierno de 1971-1972 hubo más secuestros, asaltos y en-
jóvenes comunistas también preparó el camino a la radicalización. Va- frentamientos armados, pero las fuerzas de seguridad pronto penetra-
rios cientos de estudiantes pertenecientes a la Juventud, por ejemplo, ron la estructura de los grupos. En diciembre de 1971, la policía detuvo
fueron expulsados de las Es<;uelas Normales Rurales en el veranó de 1969. a los dirigentes de la FER en Guadalajara. Un mes más tarde, después de
En septiembre de 1970, la opción guerrillera se expresó vigorosamente en que el grupo de Ramos realizó un doble asalto bancario espectacular en
el Encuentro del Pacífico, en que los comunistas disidentes propusieron Monterrey, la policía capturó una casa de seguridad de la organización,
que el PCM se preparara para actuar en la clandestinidad con la meta fi- mató a un guerrillero y detuvo a varios más. En el mismo mes, la policía
nal de emprender la lucha armada!6 aplastó a la guerrilla de Diego Lucero en Chihuahua y, más desastrosa-
Cuando los jóvenes comunistas realizaron su III Congreso¡en diciem- mente, a principios de febrero de 1972, murió Raúl Ramos Zavala en un
bre, el grueso de laJCM se oponía a la línea oficial del PCM, y muchos de sangriento enfrentamiento con la policía en la ciudad de México. 31 Los
sus miembros habían sido reclutados por cuadros disidentes como Raúl fragmentos supervivientes de las guerrillas urbanas locales se reunieron
Ramos Zavala, un estudiante de economía de la Universidad Autónoma en abril de 1973 para crear la Liga Comunista 23 de Septiembre. Con el
de Nuevo León, en Monterrey, que rompió con laJCM en 1970, y por los surgimiento de la Liga se inició la segunda fase de la guerrilla urbana,

270 271
que duró hasta 1975, momento para el cual la mayoría de los guerrille- cas regionales, sobre todo en la Universidad Autónoma de Puebla (UAP)
ros estaban muertos, presos o en el exilio. y la Universidad Autónoma de Sinaloa (VAS) en Culiacán, en el noroeste
No es fácil reconstruir lo que la guerrilla se proponía. Existen pocas del país. Como resultado, la Liga Comunista 23 de Septiembre se propu-
declaraciones programáticas -los llamados documentos de "Madera" son so destruir estas nuevas islas de activismo reformista. En Culiacán, en 111\ 1

las tesis más ampliamente difundidas- y hay algunas pruebas de la 1973-1974, los atinadamente llamados Enfermos, un grupo ultraizquier-
participación de provocadores de la policía y del ejército en las acciones dista con fuerte regusto militarista y terrorista, obtuvieron el control
de la Liga. 32 Resulta particularmente notable su ultraizquierdismo. Éste temporal de secciones de la Federación de Estudiantes Univesitarios de
era producto de una visión comprensiblemente pesimista del futuro de la Sinaloa, en particular las de alumnos de las preparatorias y los que vivían
política mexicana, visión que compartía gran parte de la izquierda a prin- en casas de estudiantes. 35 Los Enfermos se lanzaron violentamente con-
cipios de los años setenta. De hecho, el PCM, normalmente cauto, sufrió tra los estudiantes de izquierda y los miembros del Partido Comunista
una fase izquierdista más o menos en ese periodo, defendió la abstención que habían obtenido el control parcial de la administración a principios
electoral en vista del "despotismo presidencial" y se planteó abiertamente de 1973. Varios militantes estudiantiles fueron asesinados, entre ellos Ar-
la vía armada al socialismo. turo Guevara Niebla, líder de lajuventud Comunista de Sinaloa. 36 1111

En la opción guerrillera había un profundo rechazo subyacente ato- Para mediados de 1973, la Liga Comunista había creado comités lo-
das las instituciones e individuos que participaban en la política burguesa cales por todo México: en Monterrey, Sinaloa, Sonora, Baja California,
incluso desde la oposición. Los sindicatos que participaban en el movi- Chihuahua, Oaxaca, Tamaulipas y Veracruz. Aunque la mayoría de sus
miento obrero organizado eran órganos del estado burgués, y por tanto esporádicas acciones tenían lugar en las ciudades, hubo algunos inten-
obstáculos para la acción política independiente de los trabajadores. Así tos de crear frentes armados rurales. A fines de 1972, la Liga envió a tres
!1~¡·
pues, los sindicatos eran tan reaccionarios como los partidos políticos
burgueses. Además, los sindicatos atraían sólo a la privilegiada aristocra-
de sus miembros a trab~ar con Lucio Cabañas y su Partido de los Po-
bres, que luchaban en el estado de Guerrero, aunque la crítica que hizo
la Liga al "populismo" de Cabañas condujo a la expulsión de sus delega-
1
1 '
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cia obrera; fuera de ellos quedaba una vasta masa indiferenciada de


obreros sin conciencia y casi analfabetas. La vanguardia de la. revolución dos en abril del año siguiente. La Liga también envió a algunos de sus 1111
1''
I,'L :
socialista era el estudiante o más bien el obrero-estudiante. miembros a Sonora, para crear un frente guerrillero en las montañas 111
sonorense-chihuahuenses. Otros activistas de la Liga trabajaron con la (!
Los ideólogos de la Liga Comunista sostenían que la masificación de
11
la educación superior había proletarizado a los estudiantes y que el pa- Brigada Revolucionaria Emiliano Zapata en el área de Jamiltepec, don-
de había una historia de resistencia campesina a los caciques locales. 37
1

pel de las universidades en la reproducción cultural y económica de la 1 1':


'1:1
sociedad capitalista las había convertido en "universidades fábrica", cu- La Liga empezó a desintegrarse rápidamente tras el fracasado intento ',1!
111¡
yos alumnos eran los destacamentos avanzados de un proletariado que de secuestrar al destacado industrial del Grupo Monterrey, Eugenio il
ij
había sido privado de su independencia de clase. 33 Dado que~los sindi- Garza Sada, en septiembre de 1973. El asesinato de Garza Sada y el de .t
1

~~
catos eran irremisiblemente reformistas, la lucha de clases tenía que otro industrial secuestrado, Fernando Aranguren, al mes siguiente, con-
darse mediante la destrucción física del capital: sabotaje, secuestros, des- dujeron a una campaña masiva de la policía y del ejército para desu·uir
trucción de la maquinaria, actos genuinamente revolucionarios.'• El ais- la infraestructura de la Liga. Durante 1974, su ideólogo más importante,
lamiento autoimpuesto de los grupos guerrilleros también los·Uevó a Salas Obregón, fue detenido, y el segundo en el mando, Manuel Gómez
atacar no sólo al estado sino a las organizaciones políticas, sindicales y Lucero, así como muchos otros activistas, murieron. Para principios de
estudiantiles de la izquierda, a las que tildaban de reformismo y de co- 1974, la Liga estaba efectivamente muerta. J!:l

laboracionismo de clase. El Partido Comunista era, por tanto, el enemigo La naturaleza clandestina y fragmentaria de los movimientos arma- 1,\i
principal. Pero también las organizaciones estudiantiles suficientemen- dos hace muy difícil calcular cuántos individuos participaron en ellos. 1':

te engañadas como para hacer campaña por la transformación demo-


crática y popular de las universidades.
La izquierda (en particular los estudiantes vinculados al PCM) en rea-
Un superviviente de la Liga 23 de Septiembre sugiere que mil quinien-
tos guerrilleros murieron durante la "guerra secreta". 38 La represión gu-
bernamental masiva (que incluía la tortura y la "desaparición" de los 1:
¡]
i
lidad estaba haciendo considerables progresos en el campo de la edu- sospechosos) ciertamente se cobró una alta cuota en el movimiento ar-
cación superior durante 1971-1974 en numerosas universidades públi- mado cuyo casi total aislamiento respecto de los movimientos políticos

272 273
y sociales no clandestinos le negaron la protección y la base de masas diados de los setenta como la "insurgencia obrera"!3 La principal figura
que podrían haberla mantenido durante un tiempo. Además, a media- de la TD, Rafael Galván, tenía vínculos con la revista, y varios de los cola-
dos de los años setenta la clase obrera urbana estaba surgiendo de boradores de ésta, como Eliezer Morales, habían trabajado en el órgano
nuevo como sujeto histórico potencialmente radical. La muy difundida del sindicato electricista más antiguo, el Sindicato Mexicano de Elec-
"insurgencia obrera" logró desatar ola tras ola de huelgas que amplia- tricistas (SME). Varios otros miembros de Punto Crítico eran militantes de
ron los límites de la democracia y la autonomía sindicales en los sin- las nuevas organizaciones sindicales, estratégicamente importantes, que
dicatos nacionales de industria así como en cientos de sindicatos de estaban formando los trabajadores y académicos universitarios, así como
fábrica en todo México. Este proceso parecía comprobar que estaban la de los científicos y técnicos de la industria nuclear, el Sindicato Único
errados los supuestos de los teóricos de la lucha armada sobre una clase de Trabajadores de la Industria Nuclear (SUTIN).
obrera aquiescente y subrayaba el aislamiento de la Liga Comunista to- Las movilizaciones de colonos fueron especialmente importantes pa-
davía más. ra el proyecto de Punto Crítico. Surgieron movimientos como Emiliano
Zapata, Tierra y Libertad y Francisco Villa no sólo en el Distrito Federal
LOS NUEVOS PROYECTOS DE LA IZQUIERDA sino en todo el país. Las actividades y puntos de vista de los grupos ar-
mados también fueron examinadas en las páginas de la revista, aunque ¡;¡
Si la guerrilla de 1968-1973 optó por una confrontación frontal con el es- sujetos a un severo análisis crítico.+~ Asimismo, también encontraron
tado mexicano, otros sectores de la izquierda optaron por repensar su espacio los cristianos de izquierda. Finalmente, Punto Crítico publicó al- t¡'1
estrategia política y forjar alianzas con los nuevos sujetos de la acción po-
lítica, cultural y social. Varios de los nuevos proyectos socialistas se ex-
presaron a través de revistas. 3"La creación de la revista Punto Critico (en
gunas de las primeras declaraciones programáticas de las feministas me-
xicanas y algunos de los estudios pioneros sobre la salud en los centros
de trabajo. 45
~J1
,,lij
1972) por militantes de 1968 como Gilberto Guevara, Raúl Álvarez, Ro- Ante todo, Punto Crítico participaba políticamente como cronista de l'
1~,1
berto Escudero, Eduardo Valle y Salvador Martínez Delia Rocca es un la curva ascendente de la lucha de masas en las ciudades y el campo a
caso claro. Los fundadores de Punto Crítico articularon su proyecto mien- principios y mediados de los años setenta; la publicación se llamó a sí
tras estaban todavía en la cárcel; el primer número apareció en enero de misma desde el principio "revista de información y análisis político". A
1972!0 diferencia de gran parte de las publicaciones izquierdistas, prestó esca-
Aunque Punto Crítico era resultado de los sucesos de 1968, desde el sa atención a comentar temas internacionales, aunque cuando exami-
principio emprendió una crítica de los supuestos culturalistas y esponta- naba algunos acontecimientos extranjeros, estaban claras las simpatías
neístas del movimiento estudiantil derrotado. En parte, esta actitud de la revista por ciertas tendencias ultraizquierdistas como el MIR chile-
crítica se debía a que en varias universidades, y especialmente en Si- no y ETA. 46
naloa, habían surgido grupos izquierdistas que realizaban actividades te- Aunque el equipo de Punto Crítico era un tanto ambiguo en cuanto a
rroristas. La atención de la revista pasó de las universidades y el medio si sus actividades podían considerarse trabajo preparatorio para la crea-
estudiantil a los movimientos de masas. Las acciones de obreros y cam- ción de un nuevo partido o una nueva tendencia política, el proyecto se
pesinos ocuparon el primer plano, pero Punto Critico trascendió el obre- alimentaba de algunos de los movimientos políticos más interesantes
rismo a la vieja usanza para ocuparse de nuevos protagonistas sociales y que la izquierda procreó a mediados y fines de los años setenta. Varias
nuevos terrenos de lucha." de sus figuras más destacadas (Eduardo Valle, por ejemplo) salió del
Dentro del movimiento obrero el grupo estableció contactos con los grupo para unirse al nuevo PMT en 1975, mientras otros como Rolando
sindicalistas democráticos de organizaciones obreras como el socialcris- Cordera (que salió del grupo en 1976) más tarde ayudaron a crear el
tiano Frente Auténtico del Trabajo (FAT) y el Movimiento Sindical Ferro- Movimiento de Acción Política (MAP), que tuvo una corta vidaY
carrilero (MSF}, un grupo de presión que buscaba reformar el sindicato También como consecuencia de 1968, surgieron dos nuevos parti-
ferrocarrilero! 2 Pero su compromiso más importante fue con la Ten- dos de izquierda: el PMT y el PST. El más importante de los dos, el PMT,
dencia Democrática (TD) del sindicato de electricistas (SUTERM), que nació de las conversaciones celebradas entre un grupo de intelectuales
estaba surgiendo como elemento aglutinador en el movimiento por la y varios militantes obreros, tras la liberación del líder ferrocarrilero De-
democracia y la autonomía sindicales que llegaría a ser conocido a me- meti·io Vallejo de la cárcel, enjulio de 1970."" Cuando empezó a tomar

274 275
forma en 1974, el PMT se proclamó un partido revolucionario de ma- Simultáneamente, el nuevo gobierno emprendió una campaña para
sas que constituía una "fuerza auténticamente independiente y opositora desactivar la insurgencia obrera y los movimientos sociales urbanos que
que luchaba por los intereses de los explotados". Adoptó una postura estaban surgiendo y amenazaban rebasar los tradicionales mecanismos
antimperialista y de oposición al capitalismo, pero cautamente no se iden- de control del PRI. La ruta elegida incluía algunas tácticas ya conocidas,
tificó como socialista. En general, se presentaba como heredero de las como la promoción de partidos de izquierda nuevos y, se esperaba, más
posturas nacionalista-populares de Hidalgo, Morelos, Flores Magón, Vi- manejables, como el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) e inicia-
lla, Zapata y Cárdenas, a quienes quería rescatar para la izquierda como tivas de reforma política (en 1971 y 1973) para estimular a los partidos
auténticos precursores de la lucha anticolonialista y antimperialista. de oposición a canalizar sus energías hacia el campo parlamentario.'0
Las reformas políticas facilitaron el registro de nuevos partidos, am-
LAS REACCIONES DEL GOBIERNO AL MOVIMIENTO DE 1968: ECHEVERRÍA, pliaron las oportunidades de representación proporcional de los parti-
LA APERTURA DEMOCRÁTICA YLAS RESPUESTAS DE LA IZQUIERDA dos pequeños y otorgaron a todos los partidos el acceso a Jos medios ma-
sivos. A partir de 1974, el PCM y el PMT anunciaron su intención de
La masacre de Tlatelolco asestó un fuerte golpe al prestigio del partido buscar el registro y un cambio más radical de la legislación electoral. Sin

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1 ¡1 ~ 1 gobernante. Además le dio una culminación sangrienta a un largo pro- embargo, ningún partido político obtuvo el registro durante la presi-
dencia de Echeverría (sólo en 1978, se le concedió por fin el registro al ~~ 1

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ceso de erosión de los pilares fundamentales de la Revolución Mexicana,
PCM); ni las reformas de principios de los setenta, ni la subsiguiente y
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proceso que se había iniciado con las jornadas de 1958-1959. Amplios
sectores de la población urbana, especialmente los jóvenes radicaliza-
dos, la intelligentsia y la burguesía, y algunos sectores importantes de la
más importante Reforma Política de 1977 lograron tocar el tema vital
del nexo antidemocrático que vincula a las organizaciones de masas ofi-
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ciales con el partido gobernante. No es sorprendente que las organi- i
!·i,jl,, clase obrera ya no aceptaban la pretensión del PRI de hablar en nombre ,1,,
·11 de todas las clases de la sociedad mexicana. zaciones obreras y campesinas progubernamentales se opusieran de d
" Además de los problemas que planteaba el gran número de presos entrada a la reforma electoral, ya que temían un posible efecto de bola í;
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políticos y personas desaparecidas a partir de 1968 y com-0 secuela de los de nieve que pudiera menoscabar su especial relación con el PRI.
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movimientos armados, las estructuras formales de la política mexicana Por reformistas que fueran las intenciones del gobierno de Echeve- 'i

empezaban a exhibir varios rasgos negativos. La abstención electoral es- rría, la contención y la represión de la disidencia política y social todavía
taba aumentando de manera espectacular; en 1970, el40 por ciento de era una prioridad del régimen, especialmente durante sus primeros tres 11

los votantes empadronados no acudieron a votar, y la cifra llegó al 42 años. En ese periodo se prodt~o una aceleración de la guerra sucia con-
por ciento en las elecciones legislativas de 1973. Por otra parte, sectores tra los militantes reales e imaginarios de la guerrilla urbana y una serie
de la oposición legal y semilegal empezaron a cuestionar.el valor de la de medidas torpes pero eficaces p¡~.ra acallar a la prensa independiente.
1:¡

política electoral y parlamentaria; como hemos visto, a principio de los El ejemplo más notorio de esta última conducta fue la desestabilización ,1,

años setenta, el Partido Comunista defendía la abstención como única y final destrucción de Excélsior, un periódico cuya independencia y celo l~i
11,'

forma de combatir el despotismo del sistema. En resumen, la capacidad investigador lo habían convertido en una espina irritante para el gobier-
hegemónica de la ideología de la Revolución parecía tambalearse. Sólo no desde principio de los años setenta.
\1
en el campo y en algunas ciudades de provincia la habilidad del sistema Las manifestaciones públicas todavía eran hostilizadas y los presos po-
para movilizar y cooptar todavía operaba sin tropiezos. líticos de Lecumberri fueron salvajemente atacados por los presos co- ~
El proyecto político del gobierno de Echeverría estuvo profunda- munes, en un motín políticamente inducido, en enero de 1970." En
mente determinado por esta situación. Comprendía un elaborado es- una confrontación particularmente brutal entre el estado y los que pro- 1¡¡

fuerzo por relegitimar al partido gobernante subrayando la justicia testaban, conocida ahora como la masacre de Corpus, porristas armados
redistributiva en lo social y lo económico y dando entradas a la izquierda atacaron una manifestación estudiantil pacífica en la ciudad de México,
para reactivar la herencia populista de Lázaro Cárdenas. Una de sus el 10 de junio de 1971.'2 Aunque los datos existentes sugieren que el
medidas en este sentido fue el lanzamiento de una serie de iniciativas choque pudo haber sido una provocación de derecha, destinada a po- 1

1111
"tercermundistas" en la política exterior, y en especial la ruptura de re- ner en entredicho los proyectos reformistas del presidente, la negativa
laciones diplomáticas con Chile tras el golpe de 1973. 49 del gobierno a investigar el turbio origen del apoyo oficial al terroris-

276 277
mo de derecha no inspiró confianza en su determinación de limpiar la por casi doce años. La Apertura Democrática ofreció a diversos indi-
maquinaria del estado. viduos la oportunidad de incorporarse al aparato del estado o por lo me-
En lo interno, el gobierno aumentó sustancialmente su gasto en asis- nos mantener contactos institucionalizados con éste. Un ní1mero impor-
tencia social, vivienda y educación. La campaña para aumentar el com- tante de figuras que habían participado en el movimiento de 1968 ob-
ponente social de la remuneración a las clases populares implicó la tuvieron empleos en los gobiernos estatales y federal. Los intelectuales,
creación de instituciones como el Infonavit (Instituto del Fondo Nacio- en particular, se beneficiaron del crecimiento de la educación superior;
nal para la Vivienda de los Trabajadores) y una gran expansión del sis- dos destacados escritores, por ejemplo, Carlos Fuentes y Rosario Caste-
tema de seguridad social, que aumentó su cobertura a diez millones más llanos, fueron nombrados embajadores.
de mexicanos. La organización comercializadora estatal Conasupo tam- Conforme se desplegaban las pretensiones reformistas del gobierno
bién creció, para proporcionar a la población más productos de consumo de Echeverría, y especialmente cuando las reformas causaron choques
subsidiados. El gobierno de Echeverría promulgó una Ley de Asenta- con la extrema derecha, algunos izquierdistas empezaron a apoyar algo-
mientos Humanos que reglamentaba aspectos urbanos del mercado in- bierno. En algunos casos, como en el del escritor Carlos Fuentes, ese
mobiliario, medida que suscitó la furia del sector privado. La rabiosa apoyo fue entusiasta e indiscriminado; la consigna de Fuentes y sus alia-
respuesta de los propietarios, que entre otras cosas difundieron rumo- dos fue un inequívoco "Echeverría o el fascismo"." En otras instancias,
res sobre el supuesto interés del gobierno en expropiar propiedades algunos socialistas defendieron su decisión de trabajar como asesores de
urbanas, obligó a rescribir y suavizar la legislación. las secretarías de estado refiriéndose a la presencia de corrientes progre-
El gobierno alcanzó los límites de su proyecto reformista al intentar sistas dentro del régimen. Algunos miembros del equipo de Punto
disminuir las prerrogativas de las personas de altos ingresos, los charros Crítico, por ejemplo, y notablemente el economista Rolando Cordera,
sindicales y los grandes agricultores capitalistas. A pesar de la desespera- aceptaron empleos del estado. 56 Tamblén hubo casos de abierto coque-
'. 1¡. da necesidad de financiar su programa de gasto público ampliado gra- teo entre miembros de la izquierda y el gobierno de Echeverría. En
1 !,,, 1971, el pintor y muralista comunista David Alfara Siqueiros elogió al
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vando a los ricos, la reforma fiscal sólo se emprendió débilmente en
1972 y 1974; en cambio el estado recurrió a préstamos extranjeros para gobierno en varios artículos periodísticos. Sostenía que éste "tendía a un
cubrir los déficits del sector público. El estado encaró el mismo proble- estado progresista y avanzado". 57 A pesar de las protestas del PCM, Siquei-
ma al intentar modernizar sus relaciones con las organizaciones de ros continuó haciendo declaraciones similares. Finalmente, tras la masa-
masas. Un débil intento por expresar el interés del gobierno en "moder- cre del 10 de junio, el muralista fue excluido del Comité Central del
nizar" a la burocracia sindical se vino rápidamente abajo ante la oposi- partido.
ción de los líderes. 53 Los conflictos más violentos fueron los que se le Un caso más grave de colaboración oportunista con el gobierno se
plantearon al gobierno con el grupo Monterrey de industriales y con los prodttio en la zona de La Laguna, donde, desde fines de los años cua-
terratenientes del estado noroccidental de Sonora, donde el estado ex- renta, el veterano líder campesino comunista Arturo Orona había esta-
propió 100 000 hectáreas de latifundios en un arrebato de populismo blecido una estrecha relación personal con Gustavo Díaz Ordaz. En
agrario de última hora, remanente del proyecto cardenista.s•··' 1968, Orona, en un gesto de solidaridad personal con el acosado presi-
Otro elemento del proyecto reformista del gobierno de Echeverría dente, lo apoyó con todo el peso de la Unión Central (en la que todavía
fue la Apertura Democrática, gesto dirigido a los opositores, especial- había un núcleo importante del PCM), a pesar de la sangre derramada
mente a los estudiantes y los intelectuales. En 1970, se otorgó el derecho por el régimen en la Plaza de las Tres Culturas. Orona continuó ofre-
al voto a los mayores de dieciocho años, y poco después también se re- ciendo apoyo al gobierno federal durante el sexenio de Echeverría, por
dujo la edad necesaria para ser candidato al Senado o a la Cámara de lo que él y sus seguidores fueron expulsados del Partido Comunista en
Diputados. En varias etapas, durante los primeros años del sexenio, el mayo de 1972. 58
gobierno puso en libertad a la mayoría de los doscientos presos políti-
cos; la mayoría salió de la cárcel en 1970 y 1971. Entre ellos se hallaban CONCLUSIÓN
no sólo muchas de las víctimas de la represión desatada en 1968 sino
también varias figuras del movimiento ferrocarrilero de 1958-1959 (Va- El episodio de 1968 fue importante para la izquierda en varios sentidos.
lenún Campa y Demetrio Vallejo), que habían languidecido en prisión La violencia de la respuesta gubernamental reveló el potencial represivo

278 279
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del estado mexicano en una forma que rara vez se había visto antes. Los IX. La crisis económica y la unificación de la izquierda
asesinatos, encarcelamientos y desapariciones del periodo 1968-1975 sir- mexicana, 1976-1987
vieron para menoscabar aún más la legitimidad del partido oficial y su
influencia en amplios sectores de la población urbana. Las frecuentes
referencias d~ la izquierda a la naturaleza "despótica" del poder presi-
dencial son clara prueba de qué tan traumático fue 1968.
Paradójicamente, la masacre de Tlatelolco y la guerra sin escrúpulos
contra la guerrilla también demostraron la capacidad del régimen para INTRODUCCIÓN
la autotransformación y la reforma, y para la cooptación. La Apertura
Democrática y la Reforma Política, a pesar de sus serias limitaciones y su A partir de 1976 se inició un impresionante proceso de reorganización y 1

carácter demagógico, ampliaron el espacio político disponible para las reagrupamiento de la izquierda mexicana que culminó con la disolución
oposiciones mexicanas (de izquierda y de derecha). Además, colabora- formal del Partido Comunista y la creación de dos amplios partidos de
ron para convencer a la izquierda de aceptar la contienda parlamentaria izquierda: el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), formado en j
1 1 y electoral como un foro legítimo para impugnar el orden político y eco- 1981, y el Partido Mexicano Socialista, fundado en 1987. En el mismo /

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nómico. Los años más sangrientos de la historia de México en la pos- periodo, desaparecieron los últimos vestigios del breve experimento de ,\1
guerra inauguraron así dos décadas de creciente "incorporación" de la lucha armada de los años setenta. Algunos de los antiguos guerrilleros 'J
izquierda política, en las que su agenda estuvo dominada por la nego- de 1970-1974 volvieron a la política no clandestina, particularmente al
1
·.!¡H! ciación y la búsqueda de puntos de convergencia con las corrientes pro- Partido Comunista y a la recién formada Corriente Socialista. l • 1

1
.¡:¡,,,1 gresistas dentro del PRI. La reorganización de la izquierda se llevó a cabo en el contexto de los
1
1:·1.11
problemas económicos cada vez más graves que acuciaron a la adminis-
i 1¡ i !l Otro legado de 1968 fue la determinación de buscar una mayor
unidad de la izquierda. Esto fue en parte consecuencia lógica de la de- tración de José López Portillo ( 1976-1982) y a la de Miguel de la Madrid 1
cisión de dedicar más tiempo y recursos a la lucha electoral, nacional y (1982-1988). Entre dichos problemas se hallaban una inflación cre-
local. También se convirtió en tarea urgente dada la proliferación de ciente, una deuda externa enorme, altas tasas de interés y déficits en la
nuevos partidos y organizaciones después del movimiento popular-estu- balanza de pagos. La crisis de 1976-1977 produjo un drástico programa
diantil, facilitada (y de hecho, desde el punto de vista del PRI, estimu- de austeridad y condujo a una mayor influencia del Fondo Monetario
lada) por el contenido de la ley de reforma política (LOPPE). Internacional en los asuntos económicos de México. Como parte de las
Algunas de estas consecuencias de 1968 ya eran perceptibles a fines medidas de estabilización económica que se pusieron en práctica en ti

del sexenio de Echeverría; otras estaban sólo apareciendo y tomarían 1976-1978, los salarios reales y los niveles de vida de la mayoría de los tra-
fuerza cuando la sociedad mexicana quedara sumergida en la crisis eco- bajadores mexicanos sufrieron un fuerte ataque. Entre tanto, se dio una
nómica, en los años ochenta. importante reducción en la producción de alimentos básicos. Como re-
sultado, aumentaron sustancialmente las importaciones de productos
agrícolas, incluidos algunos fundamentales como el maíz.
El desarrollo masivo de las reservas petroleras del país sirvió para sua-
vizar durante un tiempo el impacto de estos problemas; pero para prin-
cipios de 1982 los precios del petróleo se habían hundido. Esto, combi-
nado con la crisis internacional de liquidez y la enorme deuda externa
de México, produjeron una debacle económica de formidables propor-
ciones. Entre diciembre de 1979 y fines de 1985, el aumento acumulado
del costo de la "canasta básica" del trabajador era del 1 305 por ciento,
mientras los salarios mínimos nominales habían aumentado hasta mayo
de 1985 sólo el 768 por ciento. Esto significaba que para recuperar los
niveles salariales de diciembre de 1979 los trabajadores tendrían que ha-

280 281
ber recibido un aumento del 70 por ciento. En total, en el periodo que miento sindical habían centrado su atención en el lugar de trabajo ·y la
va de enero de 1976 a mayo de 1985 el poder de compra de los salarios esfera de la producción, las nuevas organizaciones que actuaban dentro
descendió en un 54.4 por ciento. 1 del movimiento urbano popular se preocupaban más por la esfera del
Las dificultades económicas y políticas de los setenta y los ochenta consumo y estaban organizadas territorialmente. Por tanto, su actividad
' abrieron una serie de opciones para la izquierda mexicana y crearon tendía a centrarse no tanto en la fábrica, la planta industrial, el taller o
importantes brechas en el sistema corporativista de dominio. El estado la mina, sino en el barrio, la calle y la escuela, y en luchas por el acceso
mexicano respondió a las críticas con varias iniciativas destinadas a radi- a la tierra, la vivienda y los servicios urbanos tales como agua, caminos y 1

calizar la imagen del partido gobernante y debilitar a la oposición de iz- electricidad.


quierda canalizándola hacia la lucha parlamentaria. La ley de reforma Muchos de estos grupos planteaban reservas o eran de plano hostiles
política (o LOPPE), iniciada por el gobierno de Echeverría pero imple- a la participación de los partidos tradicionales de izquierda en sus acti- 1
mentada durante el primer año del de López Portillo ( 1977), fue la más vidades. Estas suspicacias se debían a que recordaban con amargura la 1

importante de estas medidas. forma en que ciertos sectores de la izquierda habían subordinado las
La izquierda respondió con cautela a las nuevas oportunidades que le preocupaciones y necesidades de los movimientos específicos a los inte-
1 planteaba la LOPPE; fueron los trotskistas quienes plantearon las reservas reses y fines de los partidos políticos nacionales. Los síntomas de ese ma-
' más sustanciales sobre el lugar que correspondía al "electoralismo" y lestar se manifestaron dolorosa y vívidamente por ejemplo en la tensión ¡j
algunos sectores del Partido Comunista fueron quienes mostraron más entre los campesinos de la CNPA y los militantes del PSUM, el PRT y el PMT 1
interés. En general, sin embargo, la década que siguió a la introducción durante la manifestación que tuvo lugar en la ciudad de México en abril
1, de la Reforma Política estuvo caracterizada por una gran marcha hacia de 1984, para conmemorar el asesinato de Emiliano Zapata. 2 Un líder de
\el campo electoral durante la cual casi todos los grandes partidos de iz- la CNPA denunció las actividades de los representantes de los partidos
¡quierda obtuvieron su registro formal como agrupaciones legales, ·así co- políticos presentes, y declaró a la prensa: "no nos interesa que algún di-
imo alguna representación parlamentaria. rigente sea miembro de una organización política. Lo que rechazamos
¡' Bajo la legislación de la reforma política, el PCM obtuvo su registro es que los partidos quieran manipular a la CNPA. Se le cree botín y quie-
1 oficial como partido político. En 1979, participó legalmente en las elec- ren aprovecharse de su fuerza, lo que nunca permitiremos ... La avanza-
ciones por primera vez desde 1946 y obtuvo dieciocho curules en la da de la izquierda está en las masas no en los partidos, ni tampoco en la
Cámara de Diputados. Para 1986, tres partidos socialista-marxistas inde- Cámara de Diputados".'
pendientes estaban representados en dicha Cámara (PSUM, PRT, PMT), El sector en que el tema de la unificación y la reorganización menos
además de los partidos de izquierda de la llamada oposición leal (PPS se expresó es el propio movimiento obrero organizado. Habían apareci-
y PST). do varias agrupaciones sindicales democráticas -las más importantes de
El tema de la reunificación y reorganización no sólo afectaba a los par- las cuales fueron el Pacto de Unidad y Solidaridad Sindical (PAUSS) y la
f tidos políticos. Los movimientos sociales urbanos y las organizaciones Coordinadora Sindical Nacional (COSINA)-, pero el movimiento obrero
i campesinas independientes, unos y otras cada vez más complejos, todavía carecía de un centro organizador eficaz como fue la Tendencia
también sufrieron cambios importantes. A partir de 1979 surgieron di- Democrática del sindicato ferrocarrilero (SUTERM) a principios y media-
versos frentes amplios y organizaciones para coordinar las actividades y dos de los setenta.
luchas de cientos de esos centros locales y regionales de resistencia al em- Un sindicato que, a pesar de su reducido tamaño, desempeñó un p;~- '¡
peoramiento de los niveles y condiciones de vida. Entre estas últimas se pel crucial como punto de unión y fuente de inspiración y asesoría para
1 encontraban la Coordinadora Nacional del Movimiento Urbano Popular los grupos obreros independientes fue el SindiQtG--Únie<Hie 'Irab~a­
(Conamup) y la Coordinadora Nacional "Plan de Ayala" (CNPA), mien- ~H&t.f'i-a-Nuclear .(SJEIIij). A través de sus líderes nacionales,
tras que la Asamblea Nacional Obrera, Campesina y Popular (ANOCP), ~ y Antonio Gershenson, tenía también fuertes vínculos ;
fundada a fines de 1982, organizó dos paros cívicos de alcance nacional con el PSUM. Pero en 1983 y 1984, el gobierno de De la Madrid lanzó'
durante el gobierno de De la Madrid (en octubre de 1983 y junio de una serie de ataques contra el SUTIN, el más grave de los cuales implit
1984). caba la clausura de la compañía paraestatal Uramex, que empleaba ta
Mientras que tradicionalmente los partidos de izquierda y el movi- 2 300 hombres y mtueres, cerca de la mitad de los miembros del SUTI])Q'!

282 283
'•

La participación del SUTIN en el Congreso del Trabajo, que lo distin- reestableció sus relaciones con el Partido Comunista chino. También
guía de la mayoría de los sindicatos del sector independiente, no sirvió empezó a criticar firmemente el "socialismo realmente existente" que se
para detener lo que parecía la voluntad deliberada del gobierno de des- practicaba en el bloque socialista. En 1978, tomó la decisión consciente
truirlo y de abortar con él uno de los más eficaces puntos unificadores de utilizar medios no partidarios para dar publicidad a sus preocupa-
del sindicalismo no gubernamental.' ciones sobre la perduración del estalinismo en Europa del Este.
Además, el PCM debatió el concepto de dictadura del proletariado al
El PSUM mismo tiempo que tenían lugar discusiones similares en el interior de
ciertos partidos comunistas europeos, lo que indica un segundo punto
El Partido Socialista Unificado de México (PSUM) se fundó en noviem- de coincidencia. A mediados y fines de los setenta, algunas figuras des-
bre de 1981, mediante la fusión de cinco tendencias y partidos políticos tacadas del PCM expresaron cada vez más su incomodidad con las impli-
entre los cuales el más importante, y con mucho el mayor, era el Partido caciones del término, y distinguieron públicamente entre el concepto
Comunista Mexicano. La decisión de disolver el PCM fue muy significa- y su empleo programático. Algunas de esas figuras juzgaron necesario
tiva. En ese momento (unos ocho años antes de que las revoluciones de disociar dicho término de la política de represión estatal indiscrimi-

ll·l~~)i!l1..i~~1 1
1 Europa oriental empezaran a modificar el mapa de la izquierda comu- nada contra cualquier acción disidente, y de subrayar la naturaleza
1¡·
nista), pocos partidos comunistas del hemisferio occidental se habían di- defensiva del concepto, que justifica la acción de un estado revolucio-
1 suelto voluntariamente. El único caso famoso eran las liquidaciones de nario contra la subversión organizada por los antiguos explotadores. 6 ''j¡1' .'
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1
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la fase browderista en la historia del comunismo estadounidense y lati- Finalmente, el partido mexicano decidió abandonar el término. Tras ·,

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noamericano, en 1944-1945. un tempestuoso debate, los delegados del XIX Congreso del PCM (cele-
1.'•[1•¡!
i, 11!¡ Además, el PCM era el partido político más antiguo de México. Había brado en marzo de 1981) votaron, por un estrecho margen, aceptar la
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illlli sobrevivido a periodos de intensa represión gubernamental y, pór lo me- propuesta de la dirección en el sentido de sustituir el término "dictadu-
tw~~
nos hasta mediados de los años setenta, era el núcleo más importante y ra del proletariado" por el de "poder democrático obrero". 7
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conspicuo de la actividad y las ideas socialistas independientes. La deci- Una tercera similitud entre el PCM y los eurocomunistas fue el desgas-
sión de disolver el partido, por tanto, fue particularmente dolorosa, es- te de la estrecha concepción del partido como una "organización de 1!1
¡1!
pecialmente para algunos de sus miembros más antiguos. Aunque no vanguardia" en relación con otras formaciones de la izquierda. En Mé- n
hubo mucha oposición abierta, muchos miembros demostraron su des- xico, el PCM, el PPM, el MAUS y el MAP pusieron fin a esta noción de una 11'
contento absteniéndose de incorporarse al PSUM. manera particularmente espectacular disolviendo sus organizaciones,
En el momento de su disolución, se podía considerar al PCM como un en 1981, para crear un nuevo partido unificado de la izquierda, el PSUM. 1

partido parcialmente "eurocomunizado", con su base social firmemente La tendencia se consolidó aún más en la primavera de 1987, cuando el ¡i
establecida dentro de la intelligentsia estatal y de ciertos sectores de la PSUM, junto con otras organizaciones de izquierda (la más importante
1

clase obrera calificada, particularmente entre los obreros metalúrgicos, de las cuales era el PMT) se fusionaron para crear el Partido Mexicano
los ferrocarrileros y los mineros. Socialista (PMS). 1,

Pero incluso esa dramática transformación tuvo lugar de una manera


EL PARTIDO COMUNISTA MEXICANO, EL PSUM Y EL EUROCOMUNISMO desigual y confusa. Sin duda, el PCM podía trabajar íntimamente (e in- 1!
1

cluso fundirse) sólo con dos tipos de fuerzas políticas: las que se habían
Ciertamente hay toda una serie de aspectos en que el estilo, la táctica y escindido de sus propias filas en tiempos anteriores pero aún preserva-
el programa del PCM y del PSUM, en 1975-1985, coinciden con algunos ban algunos de los rasgos del estilo del PCM antes de los años sesenta, y 1!
de los rasgos de la amalgama llamada "eurocomunismo". Entre ellos las que estaban vinculadas ideológicamente o por lazos de simpatía per-
se hallan el tema de la soberanía de los estados socialistas y el princi- sonal con el legado de Lombardo Toledano, con su fe en el potencial
pio de no intervención de la Unión Soviética en los asuntos de los antimperialista y socialista de la Revolución Mexicana. Los intentos por]
partidos comunistas nacionales. A este respecto, el PCM para fines de estrechar la colaboración con partidos a la "izquierda" y a la "derecha" {
los años setenta estaba plenamente eurocomunizado. En 1968, condenó de esta tradición no prosperaron, por lo menos en el caso de la forma- i
la intervención de la Unión Soviética en Checoslovaquia, y más tarde ción del PSUM. Las negociaciones del PCM, y más tarde del PSUM, con e0

284 285
/trotskista PRT no prosperaron, debido en parte a la oposición desde el debían dedicarse a la labor tradicional del partido. Los críticos también
interior de la Coalición de Izquierda (y luego del PSUM) de grupos toda- subrayaban la inepta actuación de la delegación parlamentaria de la
vía impregnados de la mitología antitrotskista de los años treinta y cua- Coalición de Izquierda de 1979 a 1981, y señalaban la imposibilidad de
\¿enta. llevar a cabo una agitación y una propaganda socialistas eficaces en la
· También sufrieron las relaciones con el PMT, que era numérica- Cámara de Diputados, donde los partidos de oposición estaban clara y
, mente más importante, por las actitudes rígidas del PCM y el PSUM. Estos crudamente en desventaja. Las críticas a la táctica parlamentarista alcan-
/ dos partidos no pudieron entenderse con el PMT porque éste rechazaba zaron su apogeo durante un gran debate intrapartidario que se desarro-
la etiqueta del socialismo científico, los emblemas comunistas tradicio- lló entre noviembre de 1980 y mediados de 1981. 12
i nales y los vínculos de los partidos comunistas con el movimiento comu- Un punto de divergencia más entre el PCM y los partidos eurocomu-
ilnista internacional. El PSUM, en cambio, retomó la tradición comunista. 8 nistas se refería a la importancia otorgada por uno y otros al papel estra-
- Hasta cierto punto, el PCM empezó a adoptar la estrategia de una tégico y político de los estratos medios y tecnocráticos. El PCM en sus 1!
"guerra de posiciones", y dedicó recursos, por ejemplo, a obtener cuotas últimos años era mucho más claramente "obrerista" que sus contrapar-
de poder a nivel municipal, siguiendo el ejemplo exitoso del Partido Co- tes en España e Italia. Esta diferencia de énfasis reflejaba, según lo plan-
munista italiano, aunque sus progresos en este sentido fueron insig- teaban los teóricos del partido, grandes diferencias en el desarrollo de
r-¡pricantes. En (12.89, el partido ganó el empobrecido municipio de las fuerzas productivas de México y de los países de la Europa occidental
li'
/Al~?-~~~_wen
) la región de la Montaña, en Guerrero, y la importante po- e incluso mediterránea. En México, la consolidación de un gran prole- lf
h
i 6Íación de Juchitán, en Oaxaca (victoria que dependió de su alianza con tariado industrial y la proletarización de sectores importantes del cam- .'j
( la coalición regional, COCEI), así como varios pequeños municipios en pesinado eran fenómenos esencialmente ocurridos sólo en las últimas '¡:J
'---·Puebla, Tlaxcala, etcétera. 9 •. dos décadas.
También con el fin de tender puentes hacia bases que tenían gran di- El proceso hacia la plena proletarización de la fuerza de trabajo de Illi
ficultad para ponerse de acuerdo con el partido, el PCM introdtuo un México había ocurrido de manera tan rápida y conspicua que la izquier- ¡ij
cambio radical en su política sobre asuntos religiosos. Apoyó el estableci- da política había prestado menos atención al crecimiento paralelo de
miento de relaciones diplomáticas entre México y El Vaticano y deman- nuevos estratos medios y tecnocráticos. Sin embargo, el peso creciente 1
1·1
dó que el gobierno aboliera la prohibición constitucional de derechos de estos grupos y su reciente radicalización eran difíciles de ignorar. Son 1 ,,

políticos y electorales para el clero. Ambas posturas fueron muy con- ejemplos de este proceso el desarrollo del sindicato de la industria nu-
trovertidas, ya que el jacobinismo y el anticlericalismo todavía eran muy clear, el espectacular crecimiento de los sindicatos que no abarcaban
fuertes en el PCM así como en el PRI.'" Por otra parte, las corrientes pro- solamente académicos universitarios sino también trabajadores adminis-
1'
gresistas dentro de la iglesia católica tienen mucho menos influencia en trativos y manuales y el desarrollo de una corriente de oposición, muy
México que en la mayoría de los demás países de América Latina, aun- grande~námica y militante, dentro del Sindicato Nacional de Trabaja-
que una parte del clero, y sobre todo los obispos de Tehuantepec (Oa- dores de la Educación (SNTE), el mayor sindicato'~· éxico, con tres
xaca) y Cuernavaca, simpatizaban con la teología de la liberación.'' cuartos de millón de maestros afiliados. 13
Sin embargo, la política del PCM divergía de las corrientes eurocomu- Duran.te un corto periodo que va de 1980 a 1981, el P · pareció es-
nistas en igual número de renglones. Con la excepción de un pequeño forzarse por establecer vínculos más estrechos con esos nuevos sectores,
número de figuras dentro de la dirección del PCM/PSUM, no se desarro- particularmente a través de su prensa. En abril de 1981, el partido em.:-¡
lló dentro de los partidos ninguna corriente eurocomunista formalmen- pezó a publicar una nueva revista mensual de "cultura política", el Ma- '
te designada. El proceso de unificación de la izquierda (iniciado en chete, dirigida por Rqger_Bllif.a_y:..Hum.berw·MusaGGhio, un periodista
1979 con la creación de la Coalición de Izquierda y consumado en 1981 que trabajaba para el periódico centro-izquierdista de la ciudad de Mé-
con la fundación del PSUM) intensificó el debate sobre las modificacio- xico, Unmnásuno. La elección del título de el Machete es significativa. Es-
nes aparentemente eurocomunistas de la táctica y el estilo del PCM. tablecía un vínculo claro entre la nueva publicación y uno de los
Otro punto de divergencia era el parlamentarismo. Los que critica- primeros periódicos del PCM, El Machete, diario iconográficamente inno-
ban la actuación parlamentaria del partido se concentraron en mostrar vador fundado por miembros de la vanguardia cultural de los años vein-
cómo ese tipo de actividad drenaba los escasos recursos y energías que te, entre quienes se hallaban Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. 14 El .

286 287

nuevo Machete procuró recuperar elementos de esa tradición para conec- interna y la ausencia real de prácticas democráticas en su vida cotidiana.
tar al partido con las preocupaciones de la clase media urbana, la cultura Criticaban lo que consideraban excesiva devoción del partido a la activi-
de la juventud y los "trab<Uadores de la mente". dad parlamentaria a expensas del "trabajo de masas", y vinculaban este
Desde el principio, la revista fue tipográficamente mucho más atrac- error con el hecho de que sólo un pequeño porcentaje de los miembros
tiva e innovadora que la mayor parte de la prensa mensual y semanal de fueran activistas del movimiento obrero. También denunciaban lo que \1

México. Incluía ilustraciones de una gama de artistas de vanguardia veían como una incorporación acrítica y a menudo incoherente de nue-
nunca antes desplegada en la prensa de izquierda. Todavía era más no- vos temas, cuestiones y miembros: una "dispersión ideológica". 17 Más
table su concepción editorial. Desde el primer número, el Machete concretamente, el grupo se quejaba de que la revista el Machete sistemá-
intentó romper el estrecho marco economicista y obrerista de todo el ticamente excluía sus puntos de vista. 1" !

periodismo comunista anterior. Publicó material provocativo sobre te- La revista desapareció por fin en el verano de 1981, sin ninguna ex-
mas de cultura juvenil (como el rack), política sexual (feminismo y mo- plicación oficial. 1" Sin embargo, varios factores habían contribuido cla-
vimiento gay), socialismo internacional (puntos de vista críticos sobre la ramente a su fin. Parte del problema era financiero; requería un fuerte
1

Unión Soviética y Polonia) y la izquierda mexicana (artículos que expre- subsidio del Comité Central del PCM, aunque gozaba de independencia 1

saban simpatía por corrientes rivales, por ejemplo los trotskistas) . 15 editorial. Pero además, había ofendido a demasiados sectores del parti-
1

Muchos de los artículos del Machete eran de personas que no eran do y, cuando se iniciaron negociaciones serias para la formación del
miembros PCM (lo que de hecho se convirtió en el sello distintivo de la PSUM, en el verano de 1981, el Machete se convirtió en un impedimento. -ll.li
11

revista) y la actitud general de los colaboradores y editorialistas era alta- El estilo y el contenido editorial de la revista chocaban demasiado fron- 1],
mente iconoclasta. Indicativa de esta orientación fue la columna "Tra- talmente con la línea más tradicionalmente prosoviética, "productivis-
pos sucios", que aparecía al frente de cada número e incluía una corres- ta", de partidos como el PPM y el PSR, o de grupos como el MAP y el MAUS. 1¡\¡[,·
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pondencia muy franca entre lectores y colaboradores, que a menudo se El proceso de fusión y la creación del PSUM también frenaron y en
ocupaba con osadía de los asuntos internos del partido. Faltaban en la algunos casos revirtieron la tendencia a otorgar mayor autonomía a las 1:¡1
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revista, o por lo menos quedaban en segundo plano, los ingredientes cuestiones juveniles y feministas. El PCM había modernizado muy len- ¡il
tradicionales de la prensa partidaria: análisis y noticias sobre el mo- tamente su programa y su táctica respecto de estos temas. Para 1981, i 1
!!!11
vimiento obrero, las luchas campesinas y el programa y la línea del PCM. sin embargo, por lo menos había reconocido teóricamente algunos de
La respuesta al Machete fue previsiblemente fuerte, y vino de diversos los problemas históricamente específicos de la opresión de las mt~eres
sectores. El tratamiento irreverente de la Unión Soviética y de la historia y había reconocido que los cambios revolucionarios en las relaciones de
del comunismo internacional molestó a muchos miembros y simpatizan- producción no las liberaban por sí mismos de su condición oprimida."" :1
i 1''
tes de mentalidad tradicional, que en modo alguno se reducían a la ge- En su XIX Congreso, en 1981, reconoció que era su responsabilidad apo- 1 J,

neración de mayor edad. Muchos otros se disgustaron porque la revista yar a las organizaciones de mujeres que eran independientes tanto del
se negó a adaptar su línea editorial a la creencia tradicional de que la estado como de otros partidos políticos, incluidos los de izquierda. 21 Se-
clase obrera organizada era el protagonista histórico del proyecto socia- gún las tesis del partido sobre la liberación de la mt~er, las mujeres
lista. Entre quienes objetaban su escaso tratamiento de asuntos econó- miembros del PCM debían tener el derecho a luchar por su liberación de
micos y sociales vinculados a la producción estaba no sólo la base obrera · una manera autónoma, con tareas y fines específicos. Pero en términos \

del PCM sino una corriente de opinión muy influyente dentro del par- de práctica política real, el progreso del partido fue muy lento; para
tido. Esta corriente recibió el nombre de los renovadores, en referencia a 1981, por poner un ejemplo, el Comité Central del PCM sólo incluía a un 1

una carta abierta titulada "Por la renovación del Partido Comunista Me- puñado de mt~eres.
xicano" publicada en la prensa en diciembre de 1980. 1• Con todo, los avances del PCM en estas cuestiones fueron rápidos y
Los renovadores, encabezados por Enrique Semo, Rodolfo Echeverría drásticos en comparación con la situación reinante entre sus aliados, el
y Joel Ortega, eran un grupo ecléctico, de origen predominantemente PPM, el MAUS y el PSR, que todavía abominaban de cualquier análisis de
intelectual, que atacaban sistemáticamente varios rasgos de la táctica, la la política específicamente feminista considerada fuera del contexto
estrategia y la vida del Partido Comunista. Criticaban la brecha que exis- de los conflictos tradicionales trabajo-capital. No fue sorprendente que
tía entre el supuesto compromiso formal del partido con la democracia el PSUM rechazara una resolución de 1983 que describía al nuevo parti-

288 289
do como feminista y asumía la responsabilidad de apoyar al movimiento campo democrático, particularmente entre los trabajadores altamente
~ ~;
1

independiente de las mujeres. Además, entre los setenta y cinco miem- calificados; entre éstos se contaban el sindicato de trabajadores de la in- 1

bros del Comité Central del PSUM (que era mayor de lo que había sido dustria nuclear (SUTIN) y los trabajadores universitarios del STUNAM. 2G ) ¡il
el del PCM) sólo se contaban cuatro mujeres. De igual manera, el Con- El MAP poseía una concepción muy bien elaborada y coherente de la-\
greso del PSUM celebrado en 1983 rechazó el documento que defendía sociedad mexicana y de la estrategia socialista apropiada para encarar )
la autonomía de las organizaciones juveniles y examinaba abiertamente sus problemas. Esa concepción se caracterizaba por una postura fuerte- ¡
temas como la política sexual.22 mente estatista y populista, y su nacionalismo radical exigía la recupe- 1
ración de los recursos por la nación (implementada en este sentido por /
SOCIOS DE IZQUIERDA el estado). 27 Rafael Galván, de quien el MAP tomó gran parte de su filQ:j
sofía, lo expresaba sucintamente: "En nuestra historia, crecemos y avan-
Aunque el PCM era con mucho el mayor de los partidos que se fusiona- zamos nacionalizando". 2" Como podía esperarse, dadas sus estrechas
ron para crear el PSUM, dos de sus nuevos asociados, el PPM y el MAP des- ligas con el movimiento obrero, las posturas del MAP también eran fuer-
empeñarían papeles importantes en la nueva formación. El Partido del temente obreristas, y sus ideólogos mostraban escaso interés por las ac-
(/í>~~IlWl'MLprocedía de la escisión de un grupo del viejo tividades o el potencial de grupos situados al margen de la producción
1 Partido Popular Socialista (PPS) de Lombardo Toledano, que había sido organizada. 2" Junto al PCM, la influencia del MAP era la más claramente
1. el centro tradicional de la "oposición leal" de izquierda al partido ofi- visible en el nuevo partido tanto en términos del alto perfil público de
\ cial, el PRI. El PPM fue creado en 1977, después de que el PPS participó, algunas de sus personalidades más destacadas como del tamaño de su
¡ con más cinismo y falta de principios que los normales, en una manio- representación en el Comité Central del PSUM.
bra para vender su clara victoria en las elecciones para gobernador del También entraron en el PSUM dos grupos mucho menores. Tanto el ~¡,
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\estado de Nayarit, en 1975, por un curul de senador para Jorge Cruick- Movimiento de Acción y Unidad Socialista (MAUS) como el Partido So- ~m
~hank García, el sucesor de Lombardo en la dirección del partido."' cialista Revolucionario Fran producto de antiguas escisiones y expulsio- i~l
nes del viejo Partido qomunista.'" !\
'·-El PPM había logrado una base política importante en el estado nor- 11
occidental de Nayarit, donde su líder, Alejandro Gascón Mercado (anti- i'
!1
LOS ANTECEDENTES DE LA FUSIÓN !¡:¡
guo presidente municipal de Tepic, la capital del estado, y hermano de
un antiguo gobernador priísta) tenía muchos seguidores. 24 El partido
también tenía considerable influencia entre los estudiantes de Guadala- El PSUM se constituyó de manera notablemente rápida; sólo cuatro meses
jara, donde sus cuadros controlaban la poderosa Federación de Estu-
diantes de GuadalaJara (FEG). A pesar de que la escisión se prodt~o tras
pasaron entre el primer anuncio de que se estaba discutiendo la fusión
(agosto de 1981) y la creación formal del PSUM en noviembre. 31 Todo el 1
i ,,
un fuerte enfrentamiento con el PPS, es importante señalar que el PPM y proceso tomó a las bases de los partidos fusionados por sorpresa, y hay
sus principales figuras mantenían su firme adhesión a las posturas ideo- datos de que Heberto Castillo exigió el secreto absoluto como una de las
lógicas y estratégicas de Lombardo Toledano sobre la cuestión del na- condiciones para las negociaciones preliminares entre él y los dirigentes
cionalismo revolucionario, así como una larga historia de colaboración de la Coalición de Izquierda.'" Lo repentino de la decisión y la inquietud
con los sectores "progresistas" del PRI. 23 por el carácter elitista de las negociaciones (denunciadas como política
/'Él último de los cinco grupos que abandonaron su propia identidad "de cúpula") fueron causa de que muchos miembros de los partidos no
lpara realizar la fusión era una formación relativamente nueva, el Movi- transfirieran su afiliación al PSUM.''
1miento de Acción Política (MAP). El grupo se creó sólo un año antes de Si la velocidad y los detalles de las negociaciones para formar el PSUM
la fundación del PSUM, aunque sus principales figuras ya constituían una tomaron por sorpresa a la mayoría de los observadores, la idea de un
corriente claramente definida, vinculada con las ideas y la memoria del partido de izquierda unificada aglutinado en torno al viejo PCM se re-
difunto Rafael Galván, de la Tendencia Democrática del sindicato de monta a mediados de los años setenta, antes incluso de la formación de la
electricistas (SUTERM). Estaba compuesto por varios intelectuales univer- Coalición de Izquierda en 1976. En 1979, la Coalición de Izquierda
sitarios (Arnaldo Córdova, Rolando Cordera, José Woldenberg, Carlos (constituida por los mismos partidos que finalmente formaron el PSUM,
Pereyra) y tenía vínculos con algunos sindicatos importantes dentro del excepto el MAP) obtuvo resultados razonables en las elecciones legislati-

290 291
vas. Encabezada por el PCM, ahora legalmente registrado, consiguió tres nado Castillo y las diversas direcciones de los grupos que constituían la
cuartos de millón de votos y obtuvo dieciocho diputaciones bajo la com- Coalición de Izquierda, lo que recuerda que el flagelo del caudillismo
plicada legislación sobre representación proporcional incluida en la ley afectaba a la izquierda tan gravemente como a otros sectores del espec-
de reforma electoral LOPPE. 34 tro político de México.
La demanda de unidad de la izquierda también iba hasta el punto de Muchos obstáculos estorbaban el desarrollo de un partido unificado
proponer la formación de un solo partido de izquierda socialista, aun- de izquierda. Los fundadores del PSUM, por ejemplo, estaban muy cons-
que el carácter heterogéneo de la coalición planteaba problemas con al- cientes de la necesidad de remontar la fragmentación de la izquierda
gunos grupos, en particular con el trotskista PRT. A pesar de la oposición que la reforma política estaba estimulando. Pero las viejas lealtades par-
de los aliados del PCM todavía imbuidos de estalinismo, como el PPM y el tidarias y de grupo (o el "patriotismo de partido", como se le llamó en
MAUS, fue posible establecer alianzas electorales a corto plazo con el PRT, Italia) eran difíciles de reducir, y la evolución orgánica del PSUM padeció
a fines de los setenta y principios de los ochenta. Menos controvertidas en consecuencia. En cualquier caso, los partidos y los grupos que se fun-
fueron las alianzas electorales locales y regionales que los miembros de dieron con el viejo PCM no eran un corte enteramente representativo de
la coalición establecieron de vez en cuando con la Corriente Socialista y las corrientes socialistas que existían en México. Como hemos señalado;,,,,,,\
los partidos de inclinación priísta, PPS y PST. procedían de una de dos tradiciones: eran producto de anteriores esci- '

1~
111
Resulta interesante que el impulso inicial hacia la fusión procediera
de un partido que no formaba parte de la Coalición de Izquierda y que
siones del PCM (tal era el caso del MAUS y del PSR) o estaban vinculados
con la corriente del nacionalismo revolucionario, o lombardismo, con su
11
,,
finalmente no participó en el proceso de unificación. Se trata del Par- fe en el potencial antimperialista y socialista de la Revolución Mexicana ,
11'
tido Mexicano de los Trabajadores (PMT), encabezado por un distin- (tal era el caso del MAP y del PPM). Además, todos los partidos fusio- )
;¡1 guido ingeniero y antiguo activista del movimiento popular-estudiantil nadas, con la excepción parcial del MAP, tendían a sostener nociones/
de 1968, Heberto Castillo. Castillo lanzó la propuesta inicial de fusión más "atrasadas" y "estalinistas" que el PCM, ya parcialmente transforma-
poco después de que la solicitud de registro del PMT como partido elec- do y eurocomunizado.
toral fuera rechazada por el gobierno de López Portillo, en el verano de Todos los intentos por incorporar partidos situados hacia la "izquier-
1981. 3' da" y hacia la "derecha" fracasaron. Como se ha dicho, el PCM y después
Así pues, el antecedente inmediato del nacimiento del PSUM fue la el PSUM no lograron resultados en sus negociaciones con el trotskista
preocupación del PMT por su futuro en una arena política cada vez más PRT, en parte por la oposición de grupos todavía impregnados de la mi-
dominada por la lógica del electoralismo. El PMT no era sin embargo el tología antitrotskista de los años treinta y cuarenta. 37 En la "derecha" del ~
único preocupado por el futuro de la izquierda. El Partido Comunista
Mexicano, también, acababa de salir de un periodo de luchas internas
particularmente intensas, en que los renovadores impugnaron posturas
de la dirección. Las discusiones en torno a una posible fusiÓn entre la
PSUM, el PMT de Heberto Castillo no pudo llegar a un acuerdo de fusión
con el nuevo partido, aunque a partir de los desacuerdos del verano y el
otoño de 1981 se celebraron pláticas periódicamente. La colaboración
entre los dos partidos no se vio estimulada por la defección hacia el
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Coalición de Izquierda y el PMT enjulio y agosto de 1981 brindaban una PSUM de un gran número de figuras claves del PMT (la más conocida de 1

brillante oportunidad, por tanto, para trascender las dificultades inter- las cuales fue el líder de las huelgas ferrocarrileras de 1958-1959, Deme-
nas mediante el esbozo de la espléndida visi0n de una fuerza política trio Vallejo). 38 Además, la obtención del registro electoral por el PMT en
unificada de izquierda. 1984 y su modesto éxito en las elecciones legislativas de 1985 (con seis
Al final, el PMT no llegó a un acuerdo con los demás grupos, y se negó curules) reforzó su calidad de "competidor" del PSUM.
a participar en la creación del PSUM. En el centro de la disputa estaba un Finalmente, como veremos más adelante, los primeros años del PSUM
enfrentamiento grave sobre si la nueva fuerza debía adoptar las ideas del coincidieron aproximadamente con la espectacular debacle económica
socialismo científico y emplear los tradicionales emblemas del movi- de 1982-1985. Creado en los últimos momentos de la euforia suscitada
miento socialista y comunista internacional. El PMT rechazaba ambas po- por el boom petrolero, el PSUM se vio confrontado casi inmediatamente
sibilidades ya que no se consideraba formalmente un partido socialista con la tarea de responder a la crisis de austeridad y estabilización econó-
y sí vigorosamente nacionalista. 36 Pero tras estos desacuerdos sobre cues- mica impuesta a partir de 1982. Como si esto no fuera suficientemente
tiones de principio, existía un choque de personalidades entre el obsti- difícil, también había indicios de que el PRI estaba debatiendo la viabili-

292 293
dad de una recomposición radical de la política mexicana a través de un do, ya que en efecto habría institucionalizado la supervivencia del
parcial abandono de las tradiciones corporativistas de la Revolución Me- patriotismo partidario en el nuevo PSUM!1 Entre tanto, lentamente y sin
xicana. No se puede imaginar una coyuntura más difícil para el naci- mucha publicidad, otro de los partidos fundadores, el PSR, también
miento de cualquier fuerza política nueva. abandonó el PSUM. Aunque los desertores no se llevaron consigo de nin-
gún modo a todos los antiguos miembros del PPM y del PSR, el PSUM que-
¿UN "PARTIDO DE NUEVO TIPO"? dó muy debilitado en vísperas de las elecciones legislativas de julio de
1985.
En la corta vida del PSUM no llegó a surgir realmente un nuevo partido La construcción orgánica del PSUM también tenía una serie de defi-
que fuera algo más que la mera suma de las fuerzas a las que remplazó. ciencias, especialmente claras en el área de finanzas. En consonancia
Un problema básico que se le presentó desde los primeros días fue la con la experiencia de la mayoría de los partidos de izquierda en México,
desigual distribución de influencia dentro del partido. Dado que el PCM los miembros pagaban mal sus cuotas. En 1983, por ejemplo, el 61 por
era claramente la mayor de las fuerzas fusionadas, el PSUM inició' su tra- ciento del gasto total del PSUM procedía de una sola fuente, las dietas 1
''1

yecto baJo la sospecha generalizada entre muchos de sus miembros de que recibían los diputados del partido en el Congreso. No es pues sor-
que todo el proceso de unificación no era más que una forma de permi- prendente que fuera causa de alarma, así como un gran escándalo polí-
tir al antiguo PCM ampliar su autoridad al amparo del nuevo partido. tico interno, el hecho de que, en 1984, varios diputados decidieran no
,¡,
Esta sospecha se vio más tarde reforzada por la mayor presencia de figu- entregar sus dietas al partido!2
ras del exPCM en el Comité Central elegido en eln Congreso del PSUM Las cifras globales de miembros del PSUM muestran que los militantes
celt::_l;>rado en 1983. se duplicaron entre 1982 y mediados de 1984, fecha en que el partido se
í / _____ Aunque éstas y otras suspicacias intergrupales eran en parte resultado atribuía 63 000 afiliados!3 De éstos, casi el 37 por ciento, se decía, eran
í de diferencias políticas, también se debían a las rivalidades personales y trabajadores asalariados de la industria y la agricultura, y el 29.4 por 1¡1 ¡1

a la tendencia a considerar a los partidos políticos como extensiones de ciento eran campesinos. Los estudiantes constituían el 10 por ciento, y
,,, '
la personalidad de individuos particulares. El caso del antiguo PPM y su los maestros y trabajadores universitarios el8.7 por ciento. Aproximada- ,¡li

1 ' ~ i¡i líder nacional, Alejandro Gascón Mercado, ilustra bien esta tendencia. mente el27.5 por ciento de los miembros eran mujeres, más de la mitad
'1'
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il Gascón había alcanzado en unos años una impresionante base electoral trabajadoras asalariadas o campesinas. '11

y política en el estado de Nayarit, donde había ocupado varios puestos En general, estas cifras resultan decepcionantes para un nuevo parti-
importantes, incluido el de presidente municipal de la capitál; en reali- do cuya creación a fines de 1981 había despertado tanto entusiasmo. Re-
\ dad había pocos ejemplos dentro del PSUM de un núcleo regional de sulta particularmente notable que la membresía del PSUM fuera
\apoyo tan fuerte. 39 relativamente tan nueva. Aunque no hay cifras publicadas sobre las an-
f Gascón también era el principal rival de Pablo Gómez, el secretario teriores afiliaciones políticas de los nuevos miembros, los datos acerca
/general del PSUM, y era dolorosamente claro que se consideraba a sí mis- de los cuadros con mayor edad señalan de manera contundente que un
/mo un candidato más adecuado para ese puesto que el antiguo comu- gran número de los miembros de los partidos fusionados, y particular-
Ínista. Los representantes del exPPM (la "ola verde", como se les llamaba mente del PCM, no se afiliaron al PSUM. Hay que suponer también que
!popularmente) utilizaron todo tipo de métodos para lograr sus fines, in- la partida de un gran número de figuras del antiguo PPM a principios de
lcluso tácticas sectarias tradicionales como la de intentar llenar elll Con- 1985 representó un importante menoscabo para la base del partido, es-
jgreso con sus propios delegados. Cuando este intento falló, Gascón pecialmente en zonas como Nayarit y Jalisco.
,advirtió varias veces que podría retirar a sus fuerzas del PSUM, amenaza Se plantearon problemas particularmente serios en el importante es-
)que finalmente cumplió en febrero de 1980 tado de Jalisco, donde la dirección se hallaba inicialmente en manos de
, Una de las demandas claves de los elementos procedentes del PPM era figuras universitarias asociadas tanto al antiguo PPM como a la Federa-
que el PSUM debía adoptar un sistema para asignar puestos en su Comité ción de Estudiantes de Guadalajara (FEG) !" La tensión entre Gascón
Central y su Comisión Política que siguiera la fórmula de recompensar Mercado y la dirección del PSUM así como el retiro de muchos antiguos
a cada uno de los partidos unificados sobre la base del tamaño que te- miembros del PPM en 1985 fueron causa de los malos resultados electo-
nían antes de la fusión. Éste era un planteamiento altamente retrógra- rales que obtuvo el partido en ese estado en las elecciones legislativas de

294 295
julio. Todavía era más grave, dado el deseo del PSUM de convertirse en votos emitidos), los cuales le dieron doce diputados: un descenso desde
un "partido de masas", que hubiera estados con grandes concentracio- los diecisiete ganados en las elecciones de 1982. Como en elecciones an-
nes de obreros industriales en los que el partido era patéticamente teriores, la mayoría de los votos del PSUM procedían principalmente del
débil. El estado nororiental de Nuevo León es el mejor ejemplo: el PSUM Distrito Federal, donde consiguió aproximadamente el 8 por ciento
sólo tenía allí 650 afiliados a mediados de 1984. del total!'
La pérdida de posiciones del PSUM sin duda tenía algo que ver con las
LA CUESTIÓN ELECTORAL Y PARLAMENTARIA pugnas internas del partido y con la defección de gran parte del antiguo
contingente del PPM. Sin embargo, también se relacionaba con la apa-
Parece justo afirmar que el proceso de unificación y gran parte de las rición de otros dos partidos de izquierda nuevos y electoralmente via-
energías del PSUM obedecían a consideraciones electorales. En este sen- bles (ya que los dos habían obtenido recientemente su registro): el PRT
tido, la Reforma Política logró, desde la perspectiva del PRI, canalizar trotskista y el PMT, cada uno de los cuales obtuvo seis curules!' Ahora
gran parte del entusiasmo de la izquierda hacia actividades parlamen- había más partidos socialistas representados en el Congreso de México
, tarias y electorales. Sin embargo, al examinar la actuación parlamentaria que en ninguna otra legislatura de América Latina. Además de los tres
del PSUM no parece que las expectativas del partido se cumplieran. independientes (PSUM, PRT y PMT) había dos miembros de la "oposición
En las elecciones legislativas de 1979, la antigua Coalición de Izquier- leal", el PPS y el PST, que se identificaban con el nacionalismo revolucio-
da obtuvo 703 000 votos (que le significaron diecinueve diputados), nario del partido oficial. Así, las elecciones también confirmaron que el
mientras que en las elecciones presidenciales de 1982 el nuevo PSUM PRI gobernante no había perdido su capacidad política para manejar a
consiguió 905 000 votos (según las cifras oficiales, ya que más de 200 000 la oposición. Al registrar dos partidos adicionales, logró ampliar sustan-
votos del PSUM parecen haber desaparecido entre los resultados iniciales cialmente la gama de opciones de izquierda para el electorado, con lo
y la publicación de las cifras finales). Tomando en cuenta el aumento que aumentaba la competencia entre las fuerzas de izquierda y debili-
en el número total de votos emitidos, el PSUM parece haber obtenido en taba el dominio del PSUM.
1982 un porcentaje menor que en 1979!' Éste es un resultado decepcio- En el nivel regional, el PSUM obtuvo diputados de representación pro-
nante, ya que el PSUM era numéricamente un partido mucho mayor que porcional en doce estados, y logró un total de veintiocho diputados
'~ 1

la Coalición de Izquierda en 1971, y su creación había despertado entu- locales para fines de 1984. Obtuvo seis concejos municipales (Zaragoza
siasmo en un gran número de mexicanos, esperanzados ante el infre- en Chihuahua, Alcozauca en Guerrero, Juchitán en Oaxaca -que el go-
'1 cuente espectáculo de una unificación de la izquierda en vez de una bierno le robó a la alianza COCEI-PSUM en 1983 mediante un despliegue ~
,11
fragmentación de sus fuerzas. Por otra parte, el PSUM compitió por pri- brutal de fuerza- y varios pequeños municipios del estado de Puebla). ,¡',

'il
mera vez con un segundo partido marxista independiente, el PRT En 1984, el PSUM contaba también con 162 regidores. ~~
trotskista, que presentó como candidata presidencial a la indqmable lu- Aunque el PSUM se convirtió en el tercer partido de México en térmif
chadora por los derechos humanos Rosario !barra de Piedra!,& La pérdi- nos electorales, no logró igualar al PAN como amenaza a la hegemoní4
da de votos del PSUM se puede explicar en parte por el drenaje que le del PRI en áreas particulares del país. En términos numéricos, su actua}
produjo el PRT, con su vigorosa campaña de denuncia de la injusticia ción representaba poco más que una gota en el océano. El porcentaje
económica y social y las violaciones a los derechos humanos, considera- total de los votos emitidos que obtuvo el PSUM en los estados en que hu- 1(

blemente más radical e impugnadora del régimen que la campaña igual- bo elecciones en 1983 fue un diminuto 2.86 por ciento. La cifra más alta
mente intensa pero más contenida del PSUM. que alcanzó en elecciones estatales bajo el sistema de representación
Las elecciones legislativas de 1985 también tuvieron resultados dudo- proporcional fue del6.94 por ciento del total de votos (Sinaloa), mien-
sos para el PSUM y demostraron que los tres años de drásticos programas tras sus resultados normales fluctuaron entre el1.4 y el 3.70 por ciento.
de austeridad no habían aumentado la influencia de la izquierda mexi- Sus logros electorales en la esfera federal fueron en gran medida del
cana en el campo parlamentario. Aunque el número de partidos inde- mismo orden.
pendientes de izquierda que obtuvieron representación en la Cámara
de Diputados creció en dos más, el peso del PSUM se redtüo considera-
blemente. El partido obtuvo 578 000 votos (3.24 por ciento del total de

296 297
LA CRISIS ECONÓMICA Y LA AUSTERIDAD mentas desplazados, hasta una política de frontal oposición al régimen
y a su programa socioeconómico. Además, la izquierda sólo llegó a un
La crisis económica paralizó al PSUM al igual que a amplios sectores de acuerdo parcial sobre la cuestión de qué tan lejos debía vincular su lu-
la izquierda y de los movimientos populares. Desde el principio de la fa- cha contra las medidas de austeridad y por la defensa de los niveles po-
se aguda de la crisis, en 1982, la oposición y la crítica al sistema político pulares de vida con un programa de demandas que constituyeran una
y económico de México, tanto desde los partidos de izquierda como de estrategia económica alternativa. Sólo en la cuestión de la deuda exter-
la clase obrera organizada y los movimientos urbanos populares, fueron na prodt~o la crisis cierta unanimidad (en favor de una suspensión de
sorprendentemente escasas. Hasta el "terremoto" político de las eleccio- pagos negociada) entre el PSUM y los demás sectores de la izquierda "in-
nes de 1988 con el surgimiento del fenómeno Cuauhtémoc Cárdenas, dependiente" y "leal".
las oportunidades que abría la catástrofe económica fueron al parecer Como consecuencia de la nacionalización de la banca en septiembre
principalmente aprovechadas por la derecha o, menos claramente, por de 1982, gran parte de la izquierda en particular sectores del PSUM fue-
sectores del partido gobernante y del aparato estatal!" ron presas de la euforia en torno a lo que algunos consideraban el fin
La burocracia estatal y algunos sectores del PRI intentaron aprovechar del capital financiero en México y una "ruptura con la clase gobernan-
la crisis para implementar un nuevo proyecto político-económico, radi- te".") La osada medida del gobierno de López Portillo en sus últimos me-
calmente opuesto a la tradición populista y estatista que era el legado del ses parecía fortalecer los argumentos y posiciones de la poderosa
pacto social cardenista de mediados de los años treinta. El nuevo proyec- corriente "nacionalista revolucionaria", representada dentro del PSUM
to comprendía gran parte de los postulados del liberalismo económico: por el antiguo MAP y parte del viejo PCM. Esta tendencia, con su versión
fin de la llamada "economía ficción", liberación de precios y recortes en fuertemente estatista y populista de los objetivos socialistas, había que- ¡:i
los subsidios. También implicaba un compromiso de recomposición libe- dado cada vez más marginada en el antiguo Partido Comunista, pero re- ',.
1'

ral del sistema político de México centrada en una mayor apertura a la sultó muy fortalecida en la formación del PSUM. t
oposición y una disminución del papel mediador crucial de las organiza- Poco después de la nacionalización, Arnaldo Córdova, diputado del
ciones de masas. En ninguno de los dos campos estaban las tendencias PSUM y uno de los fundadores del MAP, provocó fuertes reacciones tanto
enteramente libres de contradicciones. Esto es especialmente claro res- dentro como fuera del partido al elogiar a la administración de López
pecto de la liberalización política, ya que la feroz represión lanzada Portillo por tener una política interna congruente con la línea progresis-
contra el control de la alianza PSUM-COCEI enJuchitán, en 1983, y la per- ta que mantenía en el exterior, especialmente en Centroamérica." Cór-
petuación del fraude electoral en todo el país desmintieron la retórica dova celebraba lo que él y otros teóricos del MAP consideraron una victo-
pluralista y de "renovación moral" del gobierno de De la Madrid. ria de la corriente "nacional-popular" sobre los "neoliberales", en la eterna
2
Por tanto, fue infortunado que los atrevidos pasos en dirección hacia disputa por la nación que se libró durante la Revolución Mexicana. 5
una mayor unidad de la izquierda coincidieran con la peor crisis econó- La espectacular demostración de fuerza y de "autonomía relativa" del
mica del país y con signos de un cambio radical en la dirección de la estado mexicano en el episodio de la nacionalización fue interpretada co-
acción gubernamental. Estos dos procesos acrecentaron las dificultades mo prueba de que era posible una solución nacional y popular a la crisis
inherentes a cualquier experiencia de unificación. Pusieron a la izquier- económica. También parecía confirmar la idea de que el objetivo de la iz-
da a la defensiva y exacerbaron las añejas disputas en torno a la definición quierda era intervenir activamente para promover mayores y más profun-
del carácter del régimen y del estado mexicano y en torno a cómo la iz- das reformas políticas y económicas en el nacionalismo y el populismo
quierda, y en particular el PSUM, debía responder a la violenta política de radicales y tradicionales de la Revolución Mexicana. Dichas reformas se
estabilización económica que ponía en práctica el gobierno. verían favorecidas por la aparición inevitable de cada vez más puntos de
Como resultado, la izquierda se sumergió en interminables debates convergencia entre la izquierda y los elementos reformistas de las organi-
sobre los méritos relativos de los diferentes proyectos. Éstos iban desde zaciones de masas (CTM, CNC, etcétera), que habían dado sustento al
la colaboración limitada con las medidas de austeridad para forzar una pacto social cardenista, pero que estaban siendo crudamente desplazadas
división justa de la carga, o la disposición a explotar las fisuras que apa- por el proyecto liberal y tecnocrático del gobierno de De la Madrid."
recían dentro de la burocracia política y la dirección de las organizacio- La postura adoptada por figuras del MAP como Rolando Cordera y Ar-
nes de masas para establecer "convergencias" entre la izquierda y los ele- naldo Córdova, tanto dentro como fuera del PSUM, fue criticada por

299
298
otras fuerzas de izquierda, que negaban la posibilidad de una solución salarios de acuerdo con la inflación, la introducción del seguro de desem-
democrática de la crisis dentro del marco del peculiar modelo mexica- pleo y un mayor apoyo a las empresas pequeñas y medianas.
no de acumulación capitalista y "política de masas". Se mostraba espe- La redacción del plan reflejaba las preocupaciones de los dos proyec-
cial preocupación porque la euforia de la nacionalización había llevado tos enfrentados que esbozamos arriba. Por una parte, expresaba la espe-
a destacados miembros del PSUM como Rolando Cordera a proponer po- ranza de servir para promover la convergencia entre sectores interesados
líticas de "austeridad con compensación", una idea que está en deuda en el cambio democrático radical, y repetía las conocidas recetas antimo-
con la política seguida por el Partido Comunista italiano a principios de nopólicas e izquierdista-keynesianas de la izquierda mexicana. Por otra
los años setenta.'' parte, proponía el control directo de los obreros sobre las empresas pú-
La tensión entre las dos posturas quedó demostrada con particular blicas y la ruptura con los modelos seguidos desde los años cuarenta."' El
claridad en la creación, a fines de 1981, de dos grandes organizaciones plan y otros pronunciamientos económicos del PSUM estaban claramente
antiausteridad: el Frente Nacional por la Defensa del Salario Contra la diseñados para obtener el apoyo de un sector lo más amplio posible de
Austeridad y la Carestía (FNDSCAC), que era la mayor de las dos, y el Co- la opinión "popular y antimonopolista". Pero si hemos de guiarnos por la
mité Nacional para la Defensa de la Economía Popular (CNDEP).;" El experiencia anterior, la izquierda corría el riesgo de que le robaran la ro-
PSUM criticó el planteamiento estrechamente economicista del FNDSCAC pa el gobierno y organizaciones como el Congreso del Trabajo.
y su tendencia a darle excesivo peso a las convocatorias de movilizacio- Si el Plan Nacional de Desarrollo intentaba hacer las cosas de las dos
nes de masas. Su activismo, sostenía el PSUM, se daba a expensas de una maneras, el 11 Congreso Nacional del partido, celebrado en agosto de
campaña más equilibrada que incluyera agitación en favor de una eco- 1983, inauguró una marcada radicalización de la postura política del
nomía política de izquierda alternativa. Aunque el PSUM y algunos sindi- PSUM, por lo menos en el nivel retórico. Desaparecieron las referencias
.. ,
catos afiliados como el SUTIN participaron en las actividades del FNDSCAC, a la convergencia y a la posibilidad de implementar una política econó-
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la mayoría de sus esfuerzos se dirigieron hacia el CNDEP."' A su vez, las mica estatal diferente incluso dentro del marco de los programas de
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organizaciones y fuerzas representadas en el FNDSCAC acusaron a sus austeridad. En cambio se insistía en la necesidad de promover y profun- 'j
oponentes de albergar ilusiones sobre la posibilidad de democratizar y dizar la lucha cotidiana del pueblo incorporando las energías no sólo de r~

modernizar el capitalismo, y de ignorar la necesidad de conseguir una las fuerzas socialistas tradicionales sino de nuevas organizaciones de ma-
oposición masiva a los ataques del gobierno contra los niveles populares sas forjadas al calor de las batallas contra la austeridad.'8
de vida. Implícitamente, se condenaba al PSUM porque la Reforma Polí- La aguda radicalización del lenguaje del PSUM, combinada con lamo- ~
tica lo había llevado a favorecer las actividades parlamentarias a expen- dificación por el Congreso de su anterior postura sobre las mt~eres, los ~,\
sas del trab~o de masas. Una importante corriente dentro del propio derechos civiles del clero y las cuestiones juveniles, provocó reacciones ~
ilu PSUM compartía esta crítica al "parlamentarismo". preocupadas de quienes defendían la vía gradualista y parlamentaria al (,
Aunque la disputa entre el FNDSCAC y el CNDEP se resolvió pronto, la socialismo, como Roger Bartra, la figura principal de una de las dos co- ,.\
tensión entre las tendencias que cada uno representaba -negociación rrientes eurocomunistas que existían en el partido. 59 Los sucesos subsi- :¡!',,
política para lograr una solución popular a la crisis o ataque frontal al guientes mostrarían, sin embargo, que la radicalización del PSUM era
estado mediante constantes movilizaciones de masas- siguieron desga- más de forma que de sustancia.
rrando a la izquierda. En el verano de 1983, el PSUM difundió su estrate- Si se examina la reacción del estado mexicano a los planteamientos
gia económica alternativa para enfrentar la crisis. Su Plan Nacional de que debatía la izquierda, vemos que los datos a la vez corroboran y cues-
Desarrollo se proponía mostrar que era posible encarar la crisis sin des- tionan los escenarios más optimistas esbozados por los defensores del
truir los recursos humanos y físicos de la nación, y plantearse como fin nacionalismo revolucionario. A pesar del drástico ataque a su legitimi-
principal la satisfacción de las necesidades sociales básicas de la mayoría dad y sus privilegios, la dirección de las organizaciones de masas progo-
de la población. El plan proponía reorientar el aparato fiscal y produc- biernistas, por ejemplo, mostró escaso interés en una convergencia con
tivo hacia la ampliación del mercado interno, redistribuir la riqueza y re- sus críticos de izquierda. Al mismo tiempo, el PRI continuó practicando su
jerarquizar las prioridades en el campo de la inversión pública. Como tradicional política de cooptación y de "divide y vencerás" en sus tratos
en anteriores programas económicos, el PSUM planteaba una reforma con la izquierda. En 1982 otorgó el registro al PRT y, dos años más tarde,
fiscal radical, la imposición del control de cambios, una escala móvil de en el verano de 1984, dio derechos electorales al PMT.

300 301
Por otra parte, algunos sectores del aparato del PRI (y varios de sus
aliados intelectuales) mostraron signos de creciente insatisfacción ante
teneno peligrow pa,a lo' partido' de la i'quienla independiente~
p;,;~
Refmma Política tenia pm objeto cambiar el ,i,.ema eleetoral del
1
1

el conservadurismo económico del gobierno, especialmente en los últi- no modificar en modo alguno los sensibles vínculos entre las organiza-
1

mos años de la presidencia de De la Madrid. Al principio, sólo indivi- ciones de masas y el estado. Por tanto, la tolerancia ante las acciones par- ;
duos aislados expresaron desencanto ante la supuesta "traición" del PRI lamentarías y electorales de la izquierda no se extendía a sus actividades
a los objetivos de la revolución y faltó un centro organizador claro. Pero en las organizaciones obreras y campesinas, especialmente las vincula-
en 1986 surgió dentro del partido oficial una tendencia opositora bien das a las federaciones progobiernistas. Además, durante la crisis econó-
identificada, conocida como la Corriente Democrática (o Democratiza- mica, las corrientes de oposición dentro del movimiento obrero sufrieron
dora). Sus figuras más destacadas eran el exgobernador de Michoacán, varias derrotas. Algunas de ellas estaban íntimamente ligadas al PSUM.
Cuauhtémoc Cárdenas, y el expresidente del PRI y exsecretario del Tra- Junto a los trabajadores de la industria nuclear del SUTIN, cuyo destino
bajo, Porfirio Muñoz Ledo. La disidencia pública y cada vez más intran- ya se ha descrito, el PSUM fue vencido en otro importante centro del sin-
sigente de los "democratizadores" parecía dar la razón a qui~nes desde dicalismo democrático, el STEUNAM, una organización de trabajadores
la izquierda habían anunciado desde hacía tiempo una escisión de la universitarios de la UNAM. Aquí, sin embargo, fueron las divisiones de la
"familia revolucionaria" conforme la economía de México se alineaba izquierda (particularmente entre corrientes enfrentadas del PSUM y en-
progresivamente con las prescripciones neoliberales de la ortodoxia eco- tre éste y otras facciones rivales), más que la intervención del gobierno,
nómica. las responsables de la impotencia del sindicato. 61

EL PSUM Y LAS ORGANIZACIONES DE MASAS CONCLUSIÓN

El PSUM aspiraba a ser un partido de masas, y no sólo un "partido de cua- "El que con el estado se acuesta, con Lombardo se levanta.""2 Como a
dros". También se comprometió firmemente a evitar el dogma y el sec- menudo se ha señalado, las condiciones en México no favorece,,p. el de-
tarismo, y se proponía una democratización radical de la sociedad sarrollo de partidos que se dediquen principalmente a las estrategias
mexicana. Estas aspiraciones lo confrontaron necesariamente con el contrahegemónicas y a las tácticas parlamentarias. La sociedad civil se
viejo proyecto de la izquierda: conseguir la autonomía y la democratiza- ha visto muy empobrecida por el crecimiento de un estado todopodero-
ción interna de las organizaciones de masas de obreros y campesinos so, que es precisamente el logro más visible de la Revolución Mexicana. '1

Además, el Congreso ha sido tradicionalmente débil e ineficaz frente a ~!


que desempeñaban un papel tan central en la estructura corporativista
~
"
de México. Los recursos del partido en el área obrera y campesina no la poderosa e incluso despótica presidencia; desde la revolución de
eran insignificantes. Había heredado gran parte de la experiencia y la 1910, la legislatura federal ha sido en gran medida impotente, con la ex-
influencia de sus predecesores en el PCM, el MAP y, en menor grado, el cepción de un breve periodo que va de 1911 a 1913 y durante los años
PPM. El PSUM tenía ahora un equipo un tanto mejor de organizadores veinte. En la propia Cámara de Diputados, los partidos de oposición
sindicales que el PCM en 1981, y se beneficiaba no sólo de la capacidad están clara y brutalmente en desventaja. Estos factores y la frecuente re-
de exmiembros del MAP como Antonio Gershenson y Arturo Whaley presión estatal se han combinado con los restos de conciencia anties-
(ambos asociados al SUTIN) sino del talento de hombres mayores y más tatista de la izquierda mexicana (derivados de su poderosa herencia
experimentados como Demetrio Vallejo, Ángel Reyna Menchaca y va- anarquista y sindicalista) para limitar el entusiasmo de las bases por las
rios buenos organizadores del SNTE.'"' En el área de la organización cam- actividades parlamentarias.
pesina la situación era menos clara. El PCM apórtó al nuevo partido su La infortunada coyuntura de una grave crisis económica que puso a
antigua relación con la fuerza de trabajo rural, visible sobre todo en las la izquierda en su conjunto a la defensiva y el surgimiento del proyecto
actividades de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campe- de unificación del PSUM creó paradójicamente obstáculos para el nuevo
sinos (CIOAC). Por otra pate, los conflictos que suscitaron las demandas partido. La oposición que suscitó la política de austeridad tendía a ser
de las fuerzas del PPM debilitaron en parte los lazos del PSUM con la or- canalizada no hacia los partidos políticos nacionales sino hacia movimien-
ganización campesina UGOCM Roja, vinculada a ellas. tos sociales más espontáneos, con diversidad local. El PSUM pareció inca-
Sin embargo, las organizaciones obreras y campesinas siguieron siendo paz de conectarse de manera permanente con estas nuevas formas de

302 303
acción popular. Todavía fue más grave que el PSUM enviara señales am- X. Después de Cuauhtémoc o el reto de las muchas
biguas sobre su postura respecto del cambio en las condiciones de vida modernizaciones: el futuro de la izquierda en México
de muchos mexicanos y respecto de los nuevos movimientos sociales
que habían surgido a raíz de esos cambios. Como ya hemos señalado, al-
gunas de las fuerzas representadas en el PSUM, por ejemplo, se oponían
a la discusión del feminismo y había resistencia también ante otros te-
mas, como las cuestiones juveniles.
En general, el discurso político del PSUM todavía se centraba en torno INTRODUCCIÓN
a la relación entre el partido y el estado, el viejísimo problema de la iz-
quierda mexicana. Es ahí donde la hondura de la crisis económica pue- La izquierda mexicana cambió mucho durante los años ochenta. El sur-
de haber tenido su impacto más negativo. La obsesión con el tema de gimiento de nuevas formaciones y alianzas políticas "paraguas" (el PSUM
las convergencias, por intermitente e impugnado que fuera, stigería que y luego el PMS) sirvió en parte de contrapeso a la atomización, y la proli-
importantes sectores del partido no habían vuelto la espalda al proyecto feración de movimientos sociales regionales y locales puso en entredicho
nacionalista revolucionario de tan largo pedigrí en la política mexicana. la hegemonía de la "izquierda política". En su momento más especta-
De hecho, el proceso de unificación puede haber fortalecido la posición cular, en las elecciones presidenciales de julio de 1988, una gran coali-
de quienes creían en la viabilidad de la convergencia con sectores pro- ción (llamada Frente Democrático Nacional), constituida por partidos
gresistas del partido gobernante alienados por el giro cada vez más con- de centro-izquierda e izquierda y por disidentes del gobernante PRI, v
servador del gobierno. logró constituir una amenaza importante para el dominio del partido
El PSUM parecía oscilar entre la opción de promover una "solución de- oficial en la política mexicana. Por primera vez, una coalición de izquier-
mocrática y popular a la crisis del capitalismo" y la de plantear soluciones da surgió como segunda fuerza en el país, obtuvo el31 por ciento del to-
que impugnaran la estructura misma del capitalismo mexicano. El peso tal de votos emitidos (así como 134 diputaciones federales) y empt~ó al
de la retórica y las acciones del partido se inclinaba claramente por la conservador PAN a la tercera posición. 1 Aunque es imposible estimar la ¡¡¡¡
¡(l

primera opción. Pero al apoyar esa vía el PSUM corría un gran riesgo: el escala del fraude oficialmente perpetrado durante la elección y el perio-
de colaborar al fortalecimiento de un estado populista y autoritario que do poselectoral, la pretensión del FDN de que su candidato presidencial
pudiera promover medidas "progresistas" pero no pudiera erradicar los ganó en realidad más votos que el PRI no se puede descartar fácilmente.'
rasgos antidemocráticos tan necesarios para su corazón corporativista. La última y decisiva etapa de este remolino de sucesos extraordina-
Los retos y oportunidades, así como los peligros que aguardaban a la rios fue el lanzamiento formal en abril de 1989 de un nuevo partido, el
izquierda en su análisis sobre el nuevo equilibrio de fuerzas dentro de Partido de la Revolución Democrática (PRD), constituido por el núcleo
la "familia revolucionaria", pronto se hicieron nítidamente claros. Por- de la izquierda independiente (el Partido Mexicano Socialista, PMS) y las
que en 1987-1988 lo que parte de la izquierda había esperado y anuncia- fuerzas disidentes del PRI, cuyo candidato presidencial, Cuauhtémoc
do (para mofa de otros) sucedió. Se prodt~o una importante escisión Cárdenas, había sido la clave del éxito electoral del verano anterior.
dentro del partido gobernante y se constituyó la Corriente Democrática Estos hechos plantean varias preguntas fundamentales sobre el fu-
en torno a la figura de Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del héroe populista turo de la política de izquierda en México. ¿Ha salido fortalecida la
de los treinta. Durante la campaña electoral de 1988, los "neocardenis- izquierda de estas experiencias, es decir, tiene una mejor posición para
tas" como se les ha llamado, despertaron el entusiasmo de las masas a hacerse de influencia en las organizaciones de masas y en la sociedad
una escala sin precedentes y le obsequiaron a la izquierda independien- civil en general? ¿O han quedado las oportunidades de construir una
te su mayor reto. ¿Podía la izquierda coincidir con la efervescencia de izquierda fuerte e independiente disminuidas por el impetuoso entu-
las masas en las ciudades y en el campo y lograr un programa común siasmo de 1988? En particular, ¿representa la fusión entre la izquierda
con los asilados "progresistas" procedentes del partido oficial? Y sobre independiente y los sectores disidentes del partido oficial (simbolizada
todo: ¿podía lograrse esa fusión progresista preservando a la vez algo de por la creación del PRD) un menoscabo para la voluntad y la cultura so-
la integridad y la autonomía de los proyectos socialistas que habían ins- cialistas de la izquierda, o señala tal vez el fin de la existencia de un pro-
pirado a la izquierda durante el último medio siglo? yecto socialista en México? ¿Qué será la izquierda de la izquierda?
304
305
1
1

¿Está ahora la izquierda más capacitada para superar el sectarismo La mayor agrupación dentro de la izquierda independiente era el
que la ha caracterizado tradicionalmente? Y sobre todo, ¿puede romper Partido Mexicano Socialista. Esta última etapa de la larga saga de reor-
con su legado de corporativismo y de subordinación frente a la hegemo- ganizaciones de la izquierda mexicana se inició en marzo de 1987, cuan-
nía del PRI? En una era dominada por la consigna de la modernización do cinco agrupaciones -las mayores de las cuales eran el PSUM y el PMT-
política y económica, ¿qué tipo de modernización propugnará? acordaron fusionar sus fuerzas; un sexto partido se incorporó un poco
más tarde! A principios de 1988, el PMS gobernaba 15 municipalidades
LOS PROTAGONISTAS DE LA IZQUIERDA y tenía 315 concejales municipales, 36 miembros de legislaturas estatales
r-- y 20 diputados federales.
Al acercarnos al fin de este estudio es importante recordar brevemente El estilo del PMS y sus planteamientos mantenían y profundizaban las
quiénes son los principales actores de la izquierda. Debido a los cam- principales características asociadas a la izquierda independiente (el
V
biantes contornos de dicha izquierda, la precisión se dificulta, pero po- PCM y el PSUM, por ejemplo) desde mediados de los setenta: mayor aper-
demos identificar a por lo menos tres conglomerados de fuerzas que tura a la noción de la unidad de la izquierda; voluntad de buscar solu-
operaban en México a fines de los años ochenta. ciones nativas a los problemas, y disposición para dialogar con los
sectores progresistas del PRI, especialmente con miembros de la recién
La izquierda independiente surgida Corriente Democrática. La formación del PMS fue semejante a
la creación del PSUM en varios sentidos más. Por ejemplo, las negociacio-
Los partidos y movimientos incluidos en esta categoría no dependen nes relativas a la fusión se hicieron en general a nivel de direcciones
de los subsidios y la generosidad política del estado. Sostienen la inde- nacionales ("la cúpula"), con escasa participación de las bases. El surgi-

¡¡ pendencia de organizaciones de masas de obreros, campesinos y traba- miento de ambos partidos estuvo motivado por la necesidad de parti-
jadores agrícolas, y defienden planteamientos políticos y económicos cipar en la política electoral y parlamentaria de una manera creíble."
"
11
que se oponen tanto al programa neoliberal de los ochenta como a la El Pl\IS anunció su intención de adaptar su socialismo a las tradiciones
11
herencia populista y corporativista que formó parte del bagaje ideoló- mexicanas y de insistir en los indivisibles lazos entre democracia y plura-
gico de la izquierda desde los treinta hasta la revolución cubana. lismo y sus metas socialistas. Esto significaba abandonar algunos elemen-
Desde fines de los años sesenta, la izquierda independiente arguye que tos del bagaje tradicional de la izquierda, por ejemplo el centralismo
la Revolución Mexicana ha agotado finalmente su potencial progresista y democrático (dentro del partido) y el estatismo. También implicaba acep- ¡1'Jl

:~!
antimperialista, y que la estrategia consistente en "inclinar al PRI hacia la tar una economía mixta y una inversión extranjera regulada, el desarrollo
izquierda" ya no es viable. Esto no significa que considere al partido go- de buenas relaciones con Estados Unidos y el rechazo, ahora obligatorio,
bernante como un bloque monolítico e indiferenciado. Desde mediados a los "modelos socialistas extranjeros".
de los setenta, y con diversos grados de entusiasmo (o escepticismo), ha El PMS también reafirmaba algunas posiciones que habían quedado en·, ';l
procurado identificar puntos de interés común o convergencias entre ele- segundo plano durante los primeros años del PSUM: el compromiso de ·
mentos progresistas del PRI decepcionados por el giro a la derecha, cada otorgar derechos políticos al clero es un ejemplo. Ahora que el PMT parti-
vez más pronunciado, de la política socioeconómica del gobierno. cipaba en el proyecto (se recordará que optó por no entrar en el anterior ,
Para 1987-1988, la izquierda independiente estaba representada por intento de unificación socialista que dio por resultado el nacimiento del/
1
el Partido Mexicano Socialista, así como por diversas organizaciones PSUM en 1981), el PMS empezó a darle forma a la concepción de un partido~~
trotskistas, entre las cuales la mayor era el Partido Revolucionario de los "mexicanizado" y pragmático del tipo que Heberto Castillo, del PMT, siem- 1
Trab~adores (PRT). También en ese conglomerado se encontraban fren- pre había propugnado. La cuestión que causó más dificultad a los socia- ·
tes y movimientos sociales regionales y locales, que se multiplicaban rá- listas más ortodoxos y a los antiguos comunistas fue que el PMS estuviera
pidamente, como el Comité de Defensa Popular (CDP), en Chihuahua, dispuesto a recibir a los pequeños y medianos propietarios cuyos intereses
la COCEI en Juchitán, Oaxaca, y el campamento Tierra y Libertad, en habían sido perjudicados por las políticas neoliberales de López Portillo y
Monterrey. Los movimientos sociales que tenían como núcleo diversas De la Madrid.
revistas, como la influyente Punto Crítico, también cabían en ese conglo-
-merado.'

306
'~

La "izquierda leal" o "izquierda satélite" De hecho, la Corriente Democrática y sus principales propagandistas
no se definen como socialistas. Pero tampoco lo hacía, hay que señalar,
Constituye una colección de partidos que, a pesar de la dogmática re- el Partido Mexicano de los Trabajadores, que fue uno de los principales
tórica marxista y marxista-leninista sobre ciertas cuestiones que emplea- partidos que se fusionaron para formar el PMS y cuya principal figura,
ban algunos de sus miembros (como el Partido Popular Socialista, por Heberto Castillo, fue el candidato presidencial del PMS hasta que se re-
ejemplo), habían subordinado su acción política y electoral al partido tiró en favor de Cárdenas en mayo de 1988. Una y otra vez, Cuauhtémo~/
/ oficial. Ideológicamente, este sector de la izquierda combina un marxis- Cárdenas ha insistido en que está simplemente demandando la imple~
1
mo fosilizado (e incluso estalinismo) con la perpetua creencia en el po- mentación efectiva de los preceptos de la Constitución de 1917: "El pro.¡
tencial progresista y socialista de la Revolución Mexicana. yecto del FDN es hacer vigente la Constitución"." Y, al referirse a la natui
La "izquierda leal" posee una independencia táctica limitada en el raleza del proyecto de su padre en los años treinta, señala: "No veo po~
campo político, y normalmente apoya al candidato presidencial del PRI qué se hable de socialismo ni creo que lo realizado por mi padre en e~
en las elecciones nacionales a cambio de recursos financieros y, a veces, país sea socialismo, aun cuando algunas gentes lo pudieran calificar así;¡
de un aumento oficialmente urdido de sus votos. 6 El representante más fue simplemente la aplicación de la norma constitucional y el cumpli/
conocido de esta corriente es el PPS, aunque más recientemente el Par- miento con los principios de la Revolución Mexicana". 14
/ tido Socialista de los Trabajadores se ha creado una base entre ciertos La plataforma de la Corriente Democrática y de su coalición electo-
grupos de campesinos y colonos. 7 En 1987, el PST se escindió en tor- ral, el Frente Democrático Nacional (FDN), sin embargo, no implicaba
no a la cuestión del apoyo a la campaña de Cuauhtémoc Cárdenas. En sólo retomar las consignas clásicas de soberanía económica y política y
un intento por "aprovechar la estrella en alza de Cárdenas", el grueso de de defensa de la autodeterminación y no intervención en política exte- 1

los miembros del partido se reagruparon en el Partido del Frente Car- rior establecidas en la Constitución de 1917. Exjgía_tambi€nel--fin-del,
denista para la Reconstrucción Nacional (PFCRN), ~-cJ.~__trno,de-los p~üalismo (con lo que recogía posturas de partidos socialistas co-¡
mayores ejemplos <;lebautizogportunista de un partido E~Hg<;ios en mo el PMS) y de la corrupción y la manipulación electorales." Se reafir- '1
lallístoria mexicana, mieiltras el r~sto d.eí PST se iriéo"rp~raba al PMS.' maba la rectoría económica del estado y se rechazaban explícitamente
:)1
muchos de los rasgos del modelo económico neoliberal seguido por el
!
La izquierda neocardenista gobierno de De la Madrid, como la "estrategia de choque" contenida en
el Pacto de Solidaridad Económica, los drásticos ataques al nivel de vida 1
1

~·.
El nacionalismo revolucionario ha formado parte desde hace mucho popular, el desmantelamiento de las empresas paraestatales y la subordi-
tiempo del bagaje intelectual y político de los miembros progresistas nación al FMI y al Banco Mundial. La economista Ifigenia Martínez
del PRI y de amplios sectores de la izquierda mexicana, especialmente rechazaba la idea de que México no tenía más opción que ajustarse a la
los partidos del grupo "satélite" recién mencionados. A mediados de lógica de la internacionalización del capital, y los neocardenistas en ge-
1986, varias figuras destacadas de la corriente nacionalista revoluciona- neral consideraban al mercado interno como el motor de la actividad
ria del PRI formaron un grupo de presión para propugnar la mo- económica. Los objetivos nacionales de desarrollo debían ser priorita-
dernización democrática del partido oficial. La Corriente Democrática, rios, y el pago de la deuda externa así como la estrategia de exportación
como se le llamó, fue el núcleo en torno al cual se produjo el desafío petrolera debían ajustarse a ellos. 16
de la centro-izquierda al PRI en 1988." Los neocardenistas apoyaban también la demanda de independencia
La Corriente Democrática es muy difícil de situar políticamente. Para de las organizaciones obreras y campesinas. De hecho, un tema frecuen-
algunos de sus integrantes, como Ifigenia Martínez, 10 era simplemente te en los discursos de campaña de Cuauhtémoc Cárdenas fue la necesi-!
la "izquierda del PRI", y sus miembros se consideraban priístas convenci- dad de crear una nueva organización obrera y campesina que pudiera;
dos en lo que se refería al programa ideológico y el plan de acción del romper con el autoritarismo, el caciquismo y las relaciones verticales de
partido oficial.n Porfirio Muñoz Ledo, otra figura destacada de la Co- poder que habían dejado impotentes a los trabajadores. 17 Este énfasis es,
rriente, caracterizaba la coalición construida en torno a Cuauhtémoc particularmente significativo en vista de que uno de los legados más du- ·
' Cárdenas como una "corriente p~pgJista-nacionalist.a--<ie_Ja_Revolución dosos del gobierno de Cárdenas (1934-1940) fue la incorporación de las
e/ Mexicana -pero no defendemosel socialismo". 12 -" organizaciones campesina y obrera recientemente unificadas a las es-

308 309
tructuras corporativas del estado. Finalmente, aunque había resabios de La decisión de sumarse al neocardenismo reflejaba varias preocupa-
estatismo y dirigismo en el lenguaje de los miembros de la Corriente De- ciones del PMS. Las encuestas mostraban que la intención de voto para
mocrática, estas tendencias se modificaron un tanto con el pacto firma- Castillo descendía constantemente, mientras había crecientes muestras
do entre el FDN y el PMS, en mayo de 1988. 1" de la inquietud de las bases porque el partido no lograba una candidatu-
El arrastre masivo que demostró el neocardenismo durante la campa- ra de unidad. Sobre todo, a pesar de los enormes esfuerzos por presen- 11

ña electoral fue muy notable. Hubo enormes multitudes entusiastas en tar al PMS como un partido comprometido con el proceso democrático,
1

los mítines del FDN, no sólo en enclaves cardenistas como Michoacán y La un programa de socialismo mexicano y el diálogo cristiano-marxista, es-
Laguna (lOO 000 en Uruapan y 80 000 en Apatzingán), sino también en taba claro que el partido todavía era víctima de suspicacias residuales
el Distrito Federal, Baja California y la UNAM. Claramente, un movimien- sobre si sus objetivos socialistas implicaban posturas antirreligiosas y au-
to de masas independiente, de impresionante tamaño y carácter nacio- toritarias. El ~'temor a un cambio radical que no conocen y no compren-
nal, había surgido casi de la noche a la mañana en México. En su larga den" por parte de los votantes era un tema recurrente en los discursos
historia, la "izquierda independiente" nunca había logrado movilizar a la de Heberto Castillo hacia el final de su campaña. 21
/·-pbblación en medida semejante. 19 Todavía más notable fue el grado en El programa de doce puntos que el PMS propuso a la Corriente De-
f que el neocardenismo se atrajo el apoyo de sectores de la izquierda socia- mocrática no mencionaba el socialismo sino que afirmaba que las dos
lista normalmente suspicaces, si no abiertamente hostiles, al legado car- organizaciones se proponían
denista de nacionalismo revolucionario, debido a su reputación de crudo i
populismo y oportunismo político. No hay ejemplo más claro de este fe- eliminar el sistema presidencialista y el corporativismo, sustentos~
1, nómeno que el ingreso al torrente neocardenista de varios trotskistas des- principales de la antidemocracia en el país, mediante un periodo de
1¡:,
' tacados (como Adolfo Gilly y dos diputados federales del PRT, Ricardo transición a la democracia, que debería culminar en el estableci-
1

ll¡l
i!l Pascoe y Pedro Peñaloza). En marzo de 1988, colaboraron a formar el miento de un régimen de partidos, en el que el gobierno smja de la 1
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1¡: \¡Movimiento al Socialismo, en la creencia de que las movilizaciones de ma- asamblea de representantes del pueblo, elegida democráticamente, y 1 l 1

,sas en torno a la campaña de Cárdenas eran un trampolín para los socia- se someta a su autoridad. 22 ;¡¡
·¡·,1
Üstas y significaban la desintegración de las estructuras corporativistas ,!
'
~~}(istentes desde fines de los treinta."' Otmindicio de la penetración del El acuerdo entre el PMS y la Corriente Democrática garantizaba la
,neocardenismo en la izquierda y de la impresionante escala de las moVi- independencia orgánica de las dos organizaciones e incluía el compro-
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1' >,

lizaciones populares que despertó la campaña de Cárdenas es que el FDN miso de que ningún miembro de ellas podría aceptar un cargo guberna-
mental si ganaba el candidato del PRI, Salinas de Gortari. 2" Aunque este
~~~lt¡
;también
1
obtuvo el apoyo de varias antiguas organizaciones guerrilleras,
:incluida la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria fundada por Ge- compromiso servía para disipar temores de que Cuauhtémoc Cárdenas ,1

:¡¡ ¡naro Vázquez en Guerrero a finales de los años sesenta. y sus colaboradores inmediatos pudieran volver al redil del PRI después
'1 de las elecciones, el acuerdo no comprometía a los demás partidos de la \:,¡
EL FDN Y LAS ELECCIONES DE JULIO DE 1988 coalición que formaba el FDN (como el PPS y el PARM), todos los cuales \ <1
1•1
tenían una bien ganada reputación de oportunismo político. /
'"1''
Para julio de 1988, la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas a la presi- La decisión de ceder ante Cuauhtémoc Cárdenas también fue difícil
dencia tenía el respaldo de cuatro partidos políticos con registro (PPS, para el PMS por otras razones. La lucha por la democracia se había con-
PMS, PARM y PFCRN) y veinticinco organizaciones y movimientos, incluido vertido en leiunotiv de todas las fuerzas antipriístas, pero si la conducta
el MAS. El último partido que se adhirió a la candidatura de Cárdenas de varios miembros de la coalición FDN durante 1987-1988 daba una
fue el PMS, la mayor de las organizaciones de la "izquierda independien- clave de la evolución futura de la oposición, había escasos motivos de
te", que había elegido como su propio candidato presidencial a Heberto optimismo. El PMS y sus predecesores habían avanzado sustancialmente:)
Castillo, un ingeniero y profesor universitario cuya militancia en la iz- aunque de un modo desigual, hacia la democratización de estructuras y/
quierda se remontaba a principios de los sesenta. El 7 de junio, tras más procesos dentro de su organización. En septiembre de 1987, por ejemf
de seis meses de resistirse a lo inevitable, el PMS decidió unirse a la cam- plo, había organizado primarias para seleccionar al candidato presiden+
paña en favor de Cárdenas y retirar a Castillo. cial del partido, con el objeto de denunciar los métodos antiautoritario$

310 311
que emplea el PRI para "destapar" al candidato elegido y de ampliar la Cuadro 13
participación de las bases dentro del PMS. Para subrayar su pretensión de
representar a una amplia franja de opinión progresista, el PMS incluso RESULTADOS POR ESTADOS OBTENIDOS POR EL FDN/PMS EN LA
ELECCIÓN PRESIDENCIAL DE 1988
permitió a personas que no eran miembros del partido votar en dichas
primarias. 24 El partido también eligió a sus candidatos parlamentarios
mediante una serie de elecciones primarias a fines de febrero de 1988. Menos del lO% Chiapas, Chihuahua, Nuevo León,
En esta ocasión, sin embargo, el compromiso del partido con la demo- San Luis Potosí, Sonora, Yucatán
cracia interna quedó debilitado por las torpes intervenciones de la di- 10-19% Aguascalientes, Durango, Puebla,
rección nacional a favor de candidatos particulares. 23 Querétaro, Sinaloa, Tabasco
" En comparación con el nuevo estilo del PMS, las prácticas de la Co- 20-29% Baja California Sur, Coahuila, Hidalgo,
rriente Democrática reproducían fielmente las arcaicas tradiciones del Jalisco, Zacatecas, Quintana Roo
PRI y sus satélites. Esto queda muy bien ilustrado por la oscura manera 30-39% Baja California, Colima, Guerrero, Oaxaca,
en que Cuauhtémoc Cárdenes surgió como candidato presidencial del Nayarit, Veracruz, Tlaxcala, Tamaulipas
más leal aliado del PRI, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana 40% + Distrito Federal, Estado de México, Michoacán,
(PARM). El partido no convocó una asamblea general para discutir la Morelos
candidatura de Cárdenas, y casi no hubo discusión tampoco en el nivel
regional y local. WLuOminae-ión·-presidenciaLdeLpanü:!º-.k~-~ida FUENTL lván Zavala, "El nuevo régimen", Cuaderna de Nexos, n. l (agosto de 1988), p. 3.
_a Cuauhtémoc Cárdenas por eL líder del PMM,C::adQs_Emiq.lliLCa.utú
Rosas, claro ejemplo del es_tilo patrimonialista.d~Ja p~!ftü:a..mex.icana.""
/Además, los críticosdef:FDN podían señalar los dudosos antecedentes de Cuadro 14
ívarias figuras que se incorporaron a la campaña de Cárdenas, especial- 1

·-· i mente algunos de los caciques de las organizaciones sindicales y campe- PORCENTAJE DE LOS VOTOS OBTENIDOS POR LOS DISTINTOS PARTIDOS
sinas resentidos porque la modernización tecnocrática y antipopulista il 1

\de la administración de De la Madrid los había desplazado.


\;' · Según las cifras oficiales, la coalición FDN/PMS ganó (es decir, obtuvo 1979 1982 1985 1988 ¡1~
más votos que el PRI) en sólo cinco estados: Michoacán, el Distrito Fede- JI,,
ral, el Estado de México, Baja California y Morelos. Otros estados e,n que PRI 69.7 68.43 64.9 50.36
la coalición recibió más del 30 por ciento de los votos fueron Colima, PAN 10.8 15.68 15.6 17.07
Guerrero, Nayarit, Oaxaca, Tamaulipas, Tlaxcala y Veracruz. Así pues, el PPS 2.6 1.53 2.0 10.53
centro-izquierda se convirtió en una fuerza cuya base electoral se halla- PARM 1.8 1.03 1.7 6.27
.,,
ba en el cinturón central de estados que iba de Guerrero en el suroeste PSUM/PMS 5.0* 3.84 3.25 3.57 ¡!~

hasta Veracruz en el oriente. En los estados norteños en rápida expan- PST/PFCRN 2.1 1.43 2.5 10.51 :1

sión su presencia, como se puede ver en el cuadro 13, era notablemente PRT n/a 1.03 1.3 0.42
débil. Las únicas excepciones aquí eran Baja California y Tamaulipas, PMT n/a n/a 1.5 **
aunque el tamaño del voto por el FDN en este último estado ciertamente
refleja la fuerza del PARM, es decir, del más conservador de los partidos
FUENTE: De las cifnts correspondientes a 1979 y 1985, Isidro Cisneros y Georgina Rubio. "Proyecto
afiliados al FDN. 27 de geogr~fía electoral" (PMS; 1988). citado en l'e1jil de La.Jonuuia, 24 ele mayo de 1988, pp. IV.V: ci-
/~
-· De las cifras que muestran los cuadros 14 y 15 se desprende que los tí-as preliminares correspondientes a 1982 y 19HH de la Comisión Federal Electoral, resumidas en
Lalin American Re1,rional Rl:'f)f)rls: Mexico and Central America, Londres, 18 de agosto de 1988, p. 4.
grandes perdedores de las elecciones de 1988 fueron los partidos de la * l'C.\l en 1979.
izquierda independiente. La enorme votación por Cuauhtémoc Cárde- ** En 1988 las fuerzas del PMT se habían fusionado con el PMS.
nas no llevó ~1 P]\1S rli ;l.l PRT a mejorar sus resultados. El porcentaje del
total de los votos emitidos que correspondió al PMS (3.57 por ciento) en

312 313
realidad es ligeramente inferior al que obtuvo en las elecciones presi- tenía escaso apoyo fuera de ciertas zonas del norte de Tamaulipas, y tras
1 denciales de 1982 (3.84 por ciento). El descenso es todavía más pronun- una mala actuación en las elecciones de 1982 había perdido su registro
1 ciado si se comparan las cifras de 1988 con las de las elecciones legisla- durante un tiempo.
, tivas de 1985, en las que el voto combinado PSUM/PMT (equivalente al El contraste con los resultados electorales de la izquierda "satélite" e
, PMS) obtuvo el 4.75 por ciento. Sin embargo, el voto del PMS puede ha- "independiente" se puede interpretar de diversas maneras. Los resulta-
berse visto reducido debido a que la Comisión Federal Electoral se negó dos electorales se pueden considerar como un castigo al Partido Mexica-
i a imprimir nuevas boletas incorporando la decisión de dicho partido de no Socialista por haberse incorporado con demora a la candidatura
~-.apoyar la candidatura presidencial de Cárdenas.es En el caso del trots- presidencial de la izquierda unida. En cuanto al PRT, sus malos resulta-
kista PRT, cuya candidata presidencial era la defensora de los derechos dos pueden haberse debido a su discurso agresivamente "clasista" y su ra-
humanos Rosario Ibarra de Piedra, el partido pronto perdería su regis- dicalismo verbal, así como a la decisión sectaria de permanecer fuera del
;~ro debido a su muy reducida participación en el voto. campo de Cárdenas en un momento en que el tema de la unidad de la
El descenso del voto de la izquierda independiente confirma una ten- izquierda dominaba el debate entre los progresistas mexicanos.'" En
dencia a largo plazo presente desde 1976. Según un estudio de los espe- cambio, la excelente votación de la coalición FDN y el tamaño del voto de
cialistas electorales del PMS, el voto para dicho partido (y sus predeceso- la izquierda satélite se pueden considerar prueba de que el "nacionalis-
res, el PSUM y el PCM) disminuyó en veintitrés estados, especiahpente en mo revolucionario" en sus versiones cardenista y lombardista es la única
el noroeste y el centro-oriente (Campeche, Aguascalientes, )'ucatán, corriente consistente y vital dentro de la tradición socialista mexicana, y
Chihuahua, Sonora, Puebla, Baja California Sur, Querétaro, Nuevo ciertamente la única corriente capaz de movilizar generaciones sucesivas
León, Guerrero, Tlaxcala, Baja California, San Luis Potosí, Morelos, Hi- de estudiantes, profesionales y trabajadores calificados. Si tal es el caso,
dalgo, Nayarit, Distrito Federal, Estado de México, Coahuila, Oaxaca, por lo menos a corto plazo, el ascenso del neocardenismo implica un re-
Durango, Colima y Sinaloa). Esta tendencia también afecta al PRT."' pudio a los intentos por establecer una clara separación entre la agenda
//En cambio la izquierda "leal" o "satélite" se vio masivamente recom- socialista y la ideología de la Revolución Mexicana. Sin embargo, esto no
pensada en esta elección. El PPS vio crecer sus votos del 1.53 por ciento en debe sugerir que la insurgencia neocardenista representa una completa
1982 al10.53 por ciento, mientras el PFCRN (antes PST) subió de manera victoria para un corporativismo de izquierdá redivivo. Como ya hemos
igualmente espectacular dell.43 por ciento al 10.51 por ciento. El tercer visto, la campaña neocardenista durante 1987-1988 proclamaba sin am-
miembro de la coalición de Cárdenas, el PARM, que nunca había formado bigüedades la necesidad de recuperar la independencia de las organiza- ji
parte de la izquierda, también recibió mayor número de votos. El partido ciones obreras y campesinas. lj
Finalmente, podemos preguntarnos si la mayor votación del FDN fue t
en algún sentido un voto por la izquierda. Los casi seis millones de votos
por Cuauhtémoc Cárdenas ciertamente representan una protesta con-
Cuadro 15
tra la estrategia neoliberal de modernización que había tenido desastro-
RESULTADOS ELECTORALES DE LA IZQUIERDA INDEPENDIENTE Y SATÉLITE sas consecuencias para los niveles populares de vida. Pero sería erróneo
(PORCENTAJE DEL TOTAL DE VOTOS EMITIDOS) considerar al fenómeno neocardenista meramente como un voto de
!1'1!
protesta "negativo". A pesar del dogmatismo y el oportunismo de sus di-
recciones, el PPS y el PFCRN se presentaban ante sus públicos respectivos
1979 1982 1985 1988 como formaciones socialistas, y sería difícil imaginar que su participa-
ción en la enorme movilización opositora no impulsó al menos algunos
Izquierda independiente rasgos de una auténtica cultura socialista. Además, la creciente parti-
(PCM/PSUM/PMS/PMT /PRT) 5.0 4.87 6.05 3.99 cipación de la izquierda independiente en las movilizaciones neocarde-
nistas proporcionó excelentes oportunidades para impulsar el debate
Izquierda satélite más allá de los estrechos límites del nacionalismo revolucionario. Es de-
(PPS/PST /PFCRN) 4.7 2.96 4.05 21.04 masiado pronto, sin embargo, para decir con certeza qué tan efectivas
serán dichas oportunidades.

314 315
:¡¡
EL FUTURO DE LA "IZQUIERDA INDEPENDIENTE" la superficie en el movimiento de Henríquez Guzmán (1951-1952), y el 1

PST (predecesor del PFCRN), surgió a mediados de los setenta con fuerte
El campo parlamentario apoyo del antiguo presidente Luis Echeverría y su camarilla.
Alternativamente, los miembros del FDN podían trascender su alianza
Tradicionalmente, la izquierda independiente no ha prestado mucha electoral y parlamentaria para formar un nuevo partido unificado a la
atención a la política electoral. Ha tomado parte en elecciones cuando izquierda del centro. Si tal partido se hubiera creado con todos los
se le ha permitido hacerlo, aunque el PCM, como hemos visto, siguió du- miembros del FDN aún a bordo, ciertamente habría estado caracterizado
rante varios años una política abstencionista, tras la sangrienta represión por una extrema inestabilidad, y no sólo debido a la susceptibilidad de
de fines de los sesenta y principios de los setenta. Una vez que la Re- algunos de sus miembros a los halagos oficiales. Los sucesos de 1988
forma Política de 1976-1978 facilitó el registro legal de varios partidos mostraban que las coaliciones de centro-izquierda estaban plagadas de
socialistas, la izquierda empezó a canalizar más energía y recursos al grandes contradicciones políticas e ideológicas. Por ejemplo, el PARM es-
campo electoral. Sin embargo, los movimientos y partidos socialistas "in- taba permeado por posiciones anticomunistas extremas, y varios de sus
dependientes" generalmente han argüido que el terreno preferible de candidatos se retiraron de la campaña electoral de 1988 cuando se hizo
lucha para la izquierda reside en el lugar de trabajo y la comunidad: es pública la alianza PM5-FDN, en mayo.'" Previsiblemente, muchos observa-
decir, fuera del campo electoral, manipulado y corrupto, qqe ha estado dores de la izquierda reaccionaron negativamente ante la decisión de la
dominado por el presidencialismo despótico. Los resultados de la elec- Corriente Democrática de aceptar la nominación presidencial de un
ción presidencial de julio de 1988 muy bien podrían alentar a la izquier- partido que mostraba tantos de los clásicos rasgos del estilo de coopta-
da a repensar sus prioridades e invertir más energía en la esfera electoral, ción priísta.
especialmente si el nuevo gobierno de Salinas está dispuesto a tolerar las El PPS también había entrado en conflicto con muchos elementos del
victorias de la oposición en las elecciones de gobernadores y legislativas. bagaje intelectual de la "izquierda independiente" modernizada. En
El peligro para la izquierda, si esto ocurre, es que su energía puede dis- cuestiones de política exterior, su apoyo acrítico a la Unión Soviética es-
traerse de la lucha socioeconómica y cultural hacia el campo electoral y taba en agudo contraste con la opinión generalizada de que la izquierda
l.
1

parlamentario en que todavía existe escaso margen de maniobra. mexicana debe consolidar su independencia frente al "socialismo real-
1:1
En 1988, con casi la mitad de la Cámara de Diputados en manos de mente existente" del bloque socialista. Además, su hostilidad extraordi- i<
la oposición, el centro-izquierda parecía estar en condiciones de trans- nariamente sectaria frente a la herencia trotskista, al diálogo cristiano- j~
formar la cámara baja del Congreso en un foro eficaz para impugnar al socialista y a los movimientos sociales más "libertarios" iba en contra de
PRI. También parecía posible que las filas de la oposición se llenáran de la mayor apertura que ha caracterizado al resto de la izquierda mexica- f1
desertores del PRI." La probabilidad de que esto ocurriera depe~día en na desde principios de los setenta. 1'
,li
parte de qué tan lejos podía sostenerse la alianza táctica representada por Más grave que estas discrepancias ideológic3,1:~S políticas era la larga
el FDN en 1989-1994. Dada la historia de partidos como el PPS, el PARM y el historia de oportunismo político del PPS. En(r97S) por ejemplo, el líder
PST/PFCRN, parecía bastante posible que la "alianza" se desintegrara. del PPS, Jorge Cruickshank García, en colabot:n:íón con Porfirio Muñoz :1.i¡~· ·
l¡¡,i

AJ principio, se presentaron varias posibilidades. Los tres partidos, o Ledo, negoció la victoria ~.nj~~ elecciones para g~2<;.rnador de Nayarit ob- ,¡:!
un número importante de sus diputados, podían haber vuelto al redil tenida por su candidato, l\Iejandró~GascóñJ'.1ercadd1 a cambio de una cu- 1
'!
"oficial" en algún momento. Esto podría haber ocurrido a través de "de- rul de senador para sí mismÜ.La negociación de N ayarit causó una gran 1

fecciones" individuales. También, la creación de un nuevo partido para- escisión en el PPS, y muchos de sus cuadros, así como un amplio sector de
guas de la "izquierda leal" que incorporara al PPS, el PFCRN y miembros sus miembros, se trasladaron a la alianza con el Partido Comunista y luego
de la Corriente Democrática podría haber sido bien recibida y asistida al PMS. Irónicamente, los partidos "dinosáuricos" cada vez más desacredi-
por el PRI como mecanismo para mantener a su más importante y masiva tados como el PARM y el PPS (que se hallaban en vías de extinción) fueron
oposición electoral dentro de la "familia revolucionaria". los que resultaron "salvados" por el terremoto electoral de 1988.
Existen muchos precedentes de este estilo de "contención creativa". Finalmente, la coalición FDN se hizo pedazos rápidamente, en espe-
El PARM se creó durante la presidencia de Ruiz Cortines para reintegrar cial cuando empezaron a surgir planes para crear un partido de oposi-
a los antiguos soldados revolucionarios cuyo descontento había aflorado a ción de nuevo tipo. Dos meses después de las elecciones de julio de

316 317
1988, apareció en el tablero una nueva formación de centrocizquierda será si puede o no desafiar a la hegemonía del PRI en otros campos de
construida en torno a los neocardenistas. De hecho, Cuauhtémoc Cár- batalla de la sociedad civil, en particular las organizaciones obreras y
denas había mencionado varias veces durante la campaña electoral que campesinas progubernamentales. Significativamente, algunos de los
réra deseable formar un nuevo partido. 33 A mediados de septiembre de grandes perdedores del PRI en las elecciones de 1988 fueron líderes sin-
\ 1988, Cárdenas hizo pública su intención de formar el Partido de la Revo- dicales como Arturo Romo, secretario de Educación de la CTM;Joaquín
¡lución Democrática (PRD). Gamboa Pascoe (líder de la poderosa Federación de Trabajadores del,
' Aunque la izquierda independiente (PMS y MAS) acogió bien la inicia- Distrito Federal) y Leonardo Rodríguez Alcaine (el autoritario dirigente:.. ·\
tiva (así fuera con dudas sobre la falta de un compromiso explícitamen- de los electricistas empleados por la Comisión Federal de Electrici-¡'lf
te socialista por parte del embrionario partido), los miembros de la dad). 38 Estas derrotas reforzarán el gradual desplazamiento de la buro- t
"izquierda leal" (PARM, PPS y PFCRN) se resistieron inicialmente a disol- cracia obrera y campesina oficial que ha sido un rasgo tan marcado dy:
verse en una nueva organización, y finalmente decidieron permanecer los dos últimos periodos presidenciales. '
fuera de ella." Los portavoces del PPS lamentaron la muerte del "proyec- Pero, ¿acelerará el aparente resurgimiento de la izquierda en 1988 la
to socialista" que se inició con la creación del PCM en 1919, y acusaron ruptura o el debilitamiento del control vertical sobre las organizaciones
a los "trotskistas" y al PMS de destruir el objetivo original de convertir a de masas oficialistas? Por una parte, la continuada crisis económica, que
Cuauhtémoc Cárdenas en una figura nacional. En cuanto al PFCRN, la ha reducido los salarios reales en más del 60 por ciento en los últimos
ruptura con sus antiguos aliados del FDN se consumó a través de una se- siete años, es terreno fértil para la intervención de la izquierda y de las
rie de incidentes en los que la dirección del partido estableció contactos fuerzas "independientes" en el campo sindical. Por otra parte, la expe-
no autorizados con el PRI." Para marzo de 1989, por tanto, la coalición riencia de México desde 1981 muestra que la debacle económica ha
cuatripartita que había representado el FDN ya no existía. El PFCRN, el debilitado pero no destruido el pacto obreros-estado, central para el
PPS y el PARM habían optado por abandonarla, dejando sólo como alía- corporativismo mexicano. Los progresos que logró el sindicalismo inde-
' . ,dos al PMS y la Corriente Democrática. pendiente en la insurgencia obrera de principios y mediados de los
· Cuando el PRD se fundó formalmente en mayo de 1989, virtualmente setenta no prosiguieron, y las protestas obreras a gran escala por los sal-
:todos los cuadros del PMS se incorporaron a él. 30 Pero como había ocurri- vajes programas de austeridad del gobierno no han logrado resultados. 1i¡
il:
do en anteriores reorganizaciones, un gran número de militantes deba- La adaptabilidad de la burocracia obrera sigue siendo notable, y los cha- '.'\
se al parecer no se transfirieron al nuevo partido, tal vez porque los ):tizo rros continúan disfrutando mucha más autonomía respecto del aparato
1!'
vacilar la falta de un compromiso formal con los objetivos soci~listas\E_.) del estado de lo que normalmente se cree. ji'
Aún tras la desintegración del FDN, el partido gobernante enfrenta Si el gobierno de Salinas de Gortari mantiene la estrategia neoliberal j'

una presencia sustancialmente acrecentada de la oposición en la Cá- de modernización económica, seguramente los niveles de vida se depri-
mara de Diputados. ¿Podrán el PRD y los partidos de la izquierda leal, mirán aún más y se impondrá más tensión al pacto social corporativista. ','¡

como el PPS y el PFCRN, hacer un frente común eficaz contra el PRI, si es Conservar el apoyo de la burocracia obrera oficialista para controlar las ' : '~ 1

,,,¡
necesario en colaboración con el PAN? Si bien existen varios precedentes posibles protestas obreras seguirá siendo, por tanto, una necesidad 1,.\.\
.

de colaboración entre izquierda y derecha en cuestiones puntuales -co- urgente para el gobierno entrante. Sin embargo, la agenda de democra- :,,

~~::
mo la defensa del voto-. es dudoso que la acción conjunta vaya mucho tización política del gobierno de Salinas es incompatible con la preserva- 1
1

más allá, sobre todo en cuestiones económicas crucialmente importan- ción del pacto actual entre el estado y la burocracia obrera. De hecho, la
tes. Además, la ortodoxia socialista demagógica y el anticlericalismo tra- verdadera prueba para las promesas liberales de Salinas no será la demo-
dicional del PPS han conducido al partido a condenar incluso las formas cratización interna del PRI sino la política del régimen frente a la lucha
más tibias de colaboración con el PAN. por recuperar la democracia y la autonomía dentro de las organizaciones
de masas.''' Si nos guiamos por la actuación del gobierno de De la
En la sociedad civil Madrid, podemos pensar que con Salinas la tensión entre modernización
económica y política seguramente se resolverá en favor de la primera.
A pesar del nuevo espacio que se abrió en el campo electoral con los El veredicto de los primeros doce meses del gobierno de Salinas (ene-
comicios de 1988, la prueba central para la izquierda independiente ro-diciembre de 1989) confirmó estas dudas. La deposición del líder del

318 319
'

sindicato petrolero en enero de 1989 destruyó uno de los segmentos del sistema político llevada a cabo a fines de los treinta bajo el gobierno
11111
más corruptos de la burocracia sindical. Pero los métodos policiacos em- de Cárdenas estuvo acompañada por una gran ola de movilizaciones de
pleados para purgar el sindicato y la manera en que se dio posesión a masas, una profunda reforma agraria, la creación de nuevas formas
11\1
una nueva dirección igualmente poco representativa sugieren que la sindicales (el nacimiento de los sindicatos nacionales de industria), así
1111
motivación del gobierno tiene poco que ver con la democratización de como una serie de atrevidos aunque poco duraderos experimentos de
1,1
los sindicatos estratégicos!" autogestión (los ejidos colectivos y la administración obrera)!'
Más o menos lo mismo podría decirse del espectacular derrocamiento Hasta ahora, la omisión más inquietante de la oposición ha sido su in-
del jefe vitalicio del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, capacidad para traducir el sentimiento antipriísta en acciones en el terre-
Carlos Jonguitud Barrios, en mayo de 1989. En esta ocasión el terremo- no obrero y campesino que pongan a prueba las relaciones de poder
to en los cuarteles sindicales estuvo precedido por una impresionante tradicionales del corporativismo. Las grandes movilizaciones populares
movilización de maestros encabezados por la disidente Coordinadora que acompañaron la campaña presidencial del FDN-PMS en 1988 cierta-
Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que culminó con una mente despertaron el entusiasmo de millones de activistas obreros, cam-
huelga de medio millón de maestros el 17 de abril y la ocupación del Zó- pesinos y de clase media, lo que un autor ha llamado recientemente "una
calo de la ciudad de México el 1o de mayo. Pero, una vez más, a pesar de insurrección cívico-electoral"."• Pero la energía que desataron se canalizó
los considerables beneficios que obtuvieron las corrientes reformistas, la principalmente hacia la pugna electoral y hacia protestas contra las con-
nueva secretaria general del sindicato nacional, Elba Esther Gordillo, era secuencias "antipopulares" de la política económica del gobierno, más
una protegida del depuesto Jonguitud!' que a la creación de formas organizativas nuevas que pudieran promover
En el frente político, las señales tampoco fueron favorables. Se consi- la adquisición de cuotas de poder y preservar y profundizar la nueva con-
deró que en las elecciones estatales de Baja California, Michoacán, Chi- fianza en sí mismos que han ganado los democratizadores.
huahua, Campeche y Zacatecas, celebradas en julio de 1989, se ponía a A este respecto, el fenómeno neocardenista de 1988, por espectacu-
prueba el compromiso de la nueva administración con una apertura de- lar que haya sido, ha tenido menos impacto que otros movimientos de
mocrática. Junto a la frontera estadounidense, en Baja California Norte oposición anteriores como el de Henríquez Guzmán a principios de los
(donde el PAN ha sido desde hace tiempo una fuerza importante), el PRI cincuenta, que tuvo un impacto pequeño pero significativo sobre las or-
permitió un triunfo de la oposición que le dio al PAN tanto la guberna- ganizaciones "oficiales" obreras y especialmente en las campesinas. El
tura como una mayoría en el congreso estatal."' En cambio en Michoa- potencial subversivo de las movilizaciones de 1988 no reside, por tanto,
cán, donde el FDN había obtenido tres veces más votos que el pattido en ninguna rápida transformación socialista de la conciencia de las ma-
oficial en las elecciones presidenciales de 1988, se llevó a cabo un fraude sas (cosa poco probable) sino en las oportunidades que proporcionan
masivo para negar la victoria del PRD."' El PRI, al parecer, estaba dispues- para una ruptura decisiva con la red de relaciones dependientes entre
to bajo ciertas circunstancias a reconocerle victorias electorales a la de- el partido oficial y los movimientos de la población trabajadora.
recha, pero no al centro-izquierda. Para que la izquierda mantenga el impulso que mostró en 1987-1988,
debe, por tanto, intensificar sus esfuerzos por incidir en las organiza-
UN DESAFÍO PARA LA IZQUIERDA ciones obreras y campesinas así como en los nuevos movimientos sociales.
Aquí la izquierda enfrenta varios problemas. Tendrá que superar suspi-
La tarea urgente para la izquierda es ampliar el espacio político que cacias muy arraigadas sobre la participación de los partidos políticos en
abrieron las elecciones de 1988, para incluir a los sindicatos y las organi- los asuntos de los sindicatos y de las organizaciones populares. La iz-
zaciones campesinas. Una estrategia democrática y socialista de moder- quierda tiene mucho que recorrer para disipar los temores de que los
nización, opuesta a la versión demócrata-liberal, requiere no sólo una partidos vean a sus cuadros sindicales y de los movimientos de masas co-
profunda alteración de las relaciones de poder entre los sindicatos y el mo meras correas de transmisión de las directivas del partido. También
estado, sino también el surgimiento de nuevas formas de organización y enfrenta el dilema de cómo ganar presencia en los sindicatos y los mo-
nuevas relaciones sociales tanto en el punto de la producción (en los vimientos sociales sin provocar una violenta respuesta del estado. Los
talleres, los campos y las fábricas) como dentro de las unidades de gobiernos mexicanos siempre han bloqueado los intentos de la izquier-
consumo como los barrios urbanos. Hay que recordar que la reforma da por conseguir una cabeza de playa en las organizaciones que consti-

320 321
tuyen la base de la estructura corporativista. La izquierda debe aprender MÚLTIPLES MODERNIZACIONES
a respetar la autonomía de los movimientos populares.
Sin embargo, para el gobierno de Salinas, la prueba mayor se refiere Como hemos visto, la izquierda independiente enfrenta el peligro de-]
a qué tan lejos puede su proyecto de modernización política tolerar el verse eclipsada por una vasta ola de neocardenismo generado por el de- /
pluralismo ideológico y político dentro de las organizaciones de masas, sesperado anhelo de democracia y, para algunos, por el nostálgico deseo 1
e incluso el fin de la afiliación obligatoria de los sindicatos al PRI. Si la de volver a la "normalidad" anterior a la crisis. El gran desafío para esa.J
legitimidad y la capacidad de control de la dirección oficialista empieza izquierda es plantear una definición de modernización que impugne la
a deteriorarse, ¿cómo responderá el PRI bajo Salinas? El PRI no podría agenda conservadora del PRI y de sus opositores conservadores sin vol-
hacer un "giro a la izquierda" para apropiarse los avances de la izquierda ver acríticamente a las consignas de un cardenismo no revisado: crudo
socialista, porque esto implicaría romper con la agenda económica con- estatismo y populismo y restauración de la autoridad y el prestigio de la
servadora. También requeriría la decisión de movilizar masas a favor de CTM, la CNC y otros enclaves del corporativismo.
las políticas gubernamentales y contra la burocracia conservadora, hos- El pasado pesa mucho sobre todos los participantes en el juego polí-
'
til y atrincherada en los sindicatos y las agrupaciones campesinas, cosa tico mexicano. Las principales corrientes de izquierda no sólo han asi-
que no reza con el rechazo del campo salinista a la política "populista". milado acríticamente una serie de modelos socialistas importados y a
Además, la única "izquierda" a la que el nuevo gobierno podría recu- menudo deformados, sino que también han copiado, más de lo que es-
rrir en busca de ayuda es la izquierda "satélite", tal vez reagrupada en tarían dispuestas a admitir, muchas de las tradiciones antidemocráticas
un nuevo partido. Pero la izquierda "leal" está marcada por su historial del partido oficial. Sin embargo, lentamente y de modo desigual pero
de tolerancia y a veces entusiasta colaboración con las prácticas antide- con creciente fuerza, el PMS y la izquierda mexicana en sentido amplio
mocráticas en las organizaciones de masas y los movimientos populares. han empezado a descartar los rasgos más retardatarios de su herencia.
Difícilmente podría ser un aliado eficaz del PRI en cualquier campaña La izquierda mexicana ha adoptado la lógica de la unidad y la conver-
1·1
por democratizar desde arriba, porque muchos de sus caciques obreros gencia, ha abandonado las posturas sectarias y las rivalidades personales
y campesinos están ansiosos por revivir o revitalizar el marco corporati- e intentado elaborar una agenda socialista netamente mexicana. La iz- ,¡'
1''
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vista. Además, el PRI no tendría ninguna garantía de que la nueva rea- quierda también ha empezado a aceptar que el socialismo requiere no j:
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grupación de la izquierda "leal" sería capaz de reparar las profundas sólo un cambio en las relaciones de propiedad sino la transformación de
grietas que han aparecido en el edificio del corporativismo. las relaciones sociales en un sentido democrático. '!jl'l
Más que tratar de revivir a la desacreditada izquierda "leal", el gobier- En comparación con la izquierda independiente, la izquierda nacio- '1

no de Salinas probablemente apuntalará su vacilante edificio buscando nalista-revolucionaria y populista no ha confrontado sus propias tradi-
un arreglo con la principal fuerza de oposición conservadora, el Partido ciones con el mismo celo reformador. Como hemos visto, el discurso de !;¡
de Acción Nacional. Que esta opción es una posibilidad muy real queda los neocardenistas rechazaba claramente algunos rasgos del viejo siste-
sugerido por el desenlace del furioso debate, que duró todo el verano y ma corporativista. Pero Jos hombres y mujeres de la Corriente Democrá.,_-, ·:•:,
. !l'l
el otoño de 1989, sobre el nuevo proyecto de reforma electoral del PRI. tica son, a fi~ de cuentas, auténticos hijos del PRI, y algunos de los que ( :"

Lo que estaba en juego era el control del partido gobernante sobre los fueron sus abados claves (PARM/PPS) en 1988 encarnan lo peor de la tra- i ~·.¡.
dos nuevos organismos electorales (y por tanto su capacidad para con- dición política de servilismo y oportunismo. Los neocardenistas deben) 1

trolar el congreso tras las elecciones legislativas de 1991), así como su ca- quitarse la camisa de fuerza que representa el sueño de un corporativis-
pacidad para modificar la Constitución. 46 Mientras el PRD se opuso a mo renovado que algunos de sus representantes, especialmente aquéllos
cualquier acomodo negociado que garantizara al PRI la posibilidad de vinculados con el sector sindical, todavía alimentan.
determinar las reglas y los resultados electorales, el PAN finalmente apo- El grado en que los neocardenistas están vinculados al sistema sindi-
yó con toda su fuerza la iniciativa del PRI en el Congreso!7 cal corporativista y sus rasgos más regresivos se expresó de manera elo-
cuente durante el primer mes del nuevo sexenio. Cuando el gobierno
de Salinas lanzó un violento ataque contra el zar del sindicato petrolero,
Joaquín Hernández Galicia, La Quina, y lo hizo arrestar por posesión de
armas a mediados de enero de 1989, estaba claro que por primera vez

322 323
lista democrático apoyaría la autogestión en la agricultura y la industria -:1
en la historia sindical del México moderno un charro era víctima de un y estimularía el compromiso creciente con el colectivismo democrático,
"charrazo"!'Cárdenas y sus seguidores criticaron ese ataque, tildándolo la solidaridad y la participación que practican los nuevos movimientos
de intervención flagrante en los asuntos internos de un gran sindicato sociales. Este tipo de modernización es claramente incompatible con un
(cosa que desde luego era) y de ataque a una figura sindical auténtica- neoliberalismo que promete aperturas políticas al mismo tiempo que su
(mente nacionalista (argumento mucho más dudoso). El ataque del go- agenda económica exige fortalecer la represión y el control. ~
\ bierno contra la dirección del STPRM no sólo puso al descubierto la deu- Pero un proyecto modernizador socialista de este tipo también con-'¡
, da que tenían los neocardenistas con un sindicato que según se decía tradice algunos elementos de la tradición nacionalista revolucionaria y ¡
había ayudado a financiar la campaña electoral del FDN, sino que pro- cardenista, una tradición que ha colaborado servilmente al fortalecí- 1
dujo una dañina escisión dentro de la izquierda independiente. Parte miento de un estado populista y autoritario que puede promover "me-/
de la dirección del PMS condenó las medidas gubernamentales contra didas progresistas" pero no puede erradicar los rasgos antidemocráticos!
La Quina, mientras un influyente grupo de intelectuales y militantes que son fundamentales para su corazón corporativista. Si el gobierno deJ
obreros (Rolando Cordera, José Woldenberg, Arnaldo Córdova) se des- Salinas opta por continuar su ataque a los niveles populares de vida y lo
\ lindaron de cualquier acción que tuviera por objeto defender uno de los combina con ataques a los poderosos sindicatos nacionales de industria,
· feudos sindicales más arbitrarios y antidemocráticos de México ..¡" el sorprendente ascenso de los neocardenistas en 1988 puede paradóji-
En el corto plazo, incluso si los neocardenistas continúan emitiendo camente dividir a la izquierda, revirtiendo algunas de las ganancias que
opiniones contradictorias sobre el legado corporativista, será difícil para ésta ha logrado desde principios de los setenta.
la izquierda independiente romper con ellos sólo porque no enarbolan
objetivos socialistas. Tal conducta sectaria iría completamente contra el
espíritu de unidad de los tiempos. La mera escala y la energía de la reac-
ción de los trabajadores, los campesinos, los colonos y otros a la convo-
catoria neocardenista hace casi imposible para los socialistas quedarse al
margen. Los movimientos de masas desatados en 1988 no implicaban il
'·',,
!1
sólo una acción electoral sino que impugnaban de modo profundo la
hegemonía ejercida por el PRI y sus aliados organizativos. Al exigir el
control sobre sus condiciones materiales de existencia y más autonomía
para las organizaciones que constituyen el movimiento popular, la lucha
''
por la democracia se volvió profundamente subversiva de las estructuras ,"11
1

de dominación.
:¡:;''¡
Pero nada puede disfrazar el hecho de que el "terremoto" de 1988 lir
'1
reunió a algunos socios inusuales, con visiones encontradas de lo que se-
ría un México progresista. Además, el enorme atractivo de Cuauhtémoc ,,
Cárdenas puede muy bien haber significado una prórroga para ciertas :1
posturas izquierdistas arcaicas, que pueden hacer el nuevo matrimonio
aún más difícil de preservar. El colapso de la amplia alianza del FDN du-
rante la primera parte de 1989 sugiere que los temores de que resmjan
el faccionalismo de viejo estilo y el "patriotismo de partido" no son exa-
gerados.
En conclusión, pues, el mayor de los retos que se le plantean a la iz-
quierda será construir el consenso para una nueva modernización que
no dependa de la privatización, de la ciega aceptación del crecimiento
impulsado por las exportaciones, el libre comercio como panacea ni los
ataques a los niveles de vida de la clase trabajadora. Un proyecto socia-

324
Abreviaturas de las fuentes de archivo 'l ,,

ADMINISTRACIÓN DE LOS ARCHIVOS NACIONALES DE ESTADOS UNIDOS


(UNITED STATES NATIONAL ARCHIVES RECORD ADMINISTRATION), WASHINGTON, D.C.

NARA,GE: Departamento de Estado de Estados Unidos, Expedientes so-


bre los Asuntos Internos de México 1910-1929 [microfilm]
NARA, GE 59: Departamento de Estado, Grupo de Expedientes 59 [1940-
1954]
NARA, GE 84: Departamento de Estado, Grupo de Expedientes 84 [1940-
1954]
NARA, GE 165: Inteligencia Militar, Grupo de Expedientes 165
NARA, GE 319: Grupo de Expedientes 319
N ARA, GE 226: Archivo de la Oficina de Servicios Estratégicos, Grupo de Ex-
pedientes 226
NARA, BID]: Buró de Investigación del Departamento de Justicia
NARA, GE 153: Grupo de Expedientes del Juez Abogado General del E;jército

OFICINA DEL ARCHIVO PÚBLICO, LONDRES

FO 371: Archivo del Servicio Exterior Británico 1

il

f~á
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN, CIUDAD DE MÉXICO

Ramo de los Presidentes:


i'l

AGN:RP-OC: Presientes Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles


AGN:RP-AC: Presidente Manuel Ávila Camacho
AGN: RP-MA: Presidente Miguel Alemán
AGN: SICT: Ramo del Trabajo, Secretaría de Industria, Comercio y Tra-
bajo 1910-1929
Archivo de la Secretaría de Gobernación (1920-1950)
Secretaría deJuMicia (1915)

CENTRO DE ESTUDIOS DEL MOVIMIENTO OBRERO Y SOCIALISTA, CIUDAD DE MÉXICO

CEMOS: CSC: Archivo de Carlos Sánchez Cárdenas


CEMOS: Archivo PCM: Archivo del Partido Comunista Mexicano

UNIVERSITY MICROFILMS INTERNATIONAL, ANN ARBOR, MICHIGAN

Browder: Papeles de Earl Browder

MICROFILM CORPORATION OF AMERICA, GLEN ROCK, N.J.

SPP: Papeles del Partido Socialista de Estados Unidos

327
Notas

Introducción

l. El partido comunista sufrió varios cambios de nombre durante su larga


historia. A partir de 1921 fue conocido como Partido Comunista de México
(re de M) hasta que fue rebautizado como Partido Comunista Mexicano a prin-
cipios de 1939. Para simplicar, nos referiremos al partido como PCM a lo largo de
todo el libro sin importar a qué periodo estemos refiriéndonos.
2. Para una sucinta descripción de algunos de los marxistas mexicanos más
destacados véase Sheldon B. Liss, Marxist Thought in Latin America, University of
California Press, Berkeley, 1984, cap. 9.
3. Perry, Anderson, "Communist Party History", cap. 8, en Raphael Sarnuel
(comp.), People's History and Socialist Theory, Routledge and Kegan Paul, Londres,
1981, p. 150.
4. Sobre este punto véase Manuel Márquez Fuentes y Octavio Rodríguez
Araujo, El Partido Comunista Mexicano, El Caballito, México, 1973, pp. 295-99.

Capítulo 1
!i

~
l. Gastón García Cantú, El socialismo en México, Era, México, 1969. Barry Carr,
"Marxism and Anarchism in the Formation of the Mexican Comrnunist Party,
1910-1919", Hispanic American Historical Review, 63, n. 2, mayo de 1983, pp. 277- 1',
305.
l'i
2. El Socialista, lO de octubre de 1918. Casi todos los sindicatos afiliados al 11

Gran Cuerpo operaban en empresas de propiedad extranjera. '¡



3. Luz con frecuencia reproducía editoriales y noticias de Tierra y Libertad. 11'1

Ver, por ejemplo, 20 y 27 de febrero de 1917. ''1


1,¡1:

4. A. P. de Araujo, "Hacia la emancipación", Luz, 25 de diciembre de 1918. ¡H


5. Gerald Meaker, The Revolutionary Left in SjJain, 1914-1923, Stanford Univer- 1!,:
sity Press, Stanford, 1974; RudolfTókes, Beta Kun and the Hungarian Soviet Rejm- ¡'
blic, Praeger para la Hoover Institution, Nueva York, 1967, p. 37.
6. Friedrich Katz, Deutschland, Díaz und die Mexikanische Revolution, Deutscher
Verlag der Wissenschaften, Berlín, 1964, pp. 467-69.
7. Kalyan Kumar Banerjee, Indian Freedom Movernent Revolutionaries in Amet·ica,
Jijnasa, Calcuta, 1969; L. P. Mathur, lndian Revolutionary Movements in the United
States, S. Chand, Nueva Delhi, 1970; Thomas G. Fraser, "Germany and Indian Re-
volution, 1914-1918",Journal ofContemporary History, 12, abril de 1977, pp. 255-
272.
8. Cuando Estados Unidos entró en la guerra, los nacionalistas hindúes hu-

329
yeron a México, lo mismo que los más importantes entre los agentes de la inte- 19. New York Call, 12 y 20 de agosto de 1919.
ligencia alemana en Estados Unidos. Los vínculos entre ciertos nacionalistas y la 20. E. H. Carr, The Bolshevik Revolution 1917-1923, Penguin, Harmondsworth,
inteligencia alemana se mantuvieron durante un tiempo en México, aunque 1966, vol. 3, p. 126.
está claro que resultaron de escasa utilidad para los alemanes y constituyeron 2l.Jane Degras (comp.), The Communist International1919-1943, Royal Insti-
una rica fuente de fondos para la agitación anticolonial. Roy usó parte del dine- tute oflnternational Mfairs, Londres, 1956, vol. 1, pp. 38-47. El comunista esta-
ro para financiar a la prensa socialista en México. M. N. Roy, Memoirs, Allied Pu- dounidense Louis Fraina sí hizo una serie de referencias a las relaciones entre
blishers, Bombay, pp. 65-72. Estados Unidos y México en su intervención en el congreso de la Comintern. II
9. Sobre las actividades de Roy en México, ver FO 371, 3069/21776; 2423/ Congreso de la Comintern, edición en inglés, Moscú, 1920, p. 123, NARA. GE 59,
43175, Arnold Robertson a R. M. Campbell, Londres, 31 de octubre de 1917;]. Rollo de microfilm 90, 812.00B/195.
P. al mayor Wallinger, 14 de enero de 1918. 22. "Party Platform of the Socialist Party of Mexico", New York Call, 29 de agos-
10. Ver detalles sobre la fundación y las actividades del Consejo Feminista Me- to de 1919. Las cláusulas más significativas demandaban la nacionalización de
xicano, en El Monitor Republicano, 10, 16, 18 y 24 de noviembre y 26 de diciembre las minas, la tierra y los medios de transporte, la abolición del ejército y su sus-
de 1919. titución por una milicia popular. Se exige también el establecimiento de un sa-
11. Roy, op. cit., pp. 74-90. Roy fue también un prolífico conferencista y es- lario mínimo y salarios iguales para hombres y mujeres, la abolición de todos los
critor sobre cuestiones anticoloniales. C. Cummins al Foreign Office, 14 de fe- impuestos indirectos, la supresión de las corridas de toros y las peleas de gallos,
brero de 1919, FO 371, 4243/38521; M. N. Roy, Algunas opiniones sobre la adminis- y la prohibición del alcohol.
tración británica de la India, México, s.f. 23. Finalmente fueron elegidos treinta delegados. El Heraldo de México, 3 de
12. AGN, Secretaría de Justicia, leg. 3-1, exp. 410. El primer número de El So- septiembre de 1919.
cialista que encontré es el n. 29, 15 de agosto de 1918. 24. New York Call, 3 de septiembre de 1919.
13. Roy, op. cit., pp. 78-79. En diciembre de 1918, Roy afirmaba que el parti- 25. Rosendo Salazar y José Escobedo, Las pugnas de la gleba, Avante, México,
do había logrado reunir a varios cientos de delegados de toda la república en su 1922,p.271.
primera conferencia nacional. Como otras muchas cosas en las Memoirs de Roy, 26. Acta del I Congreso Nacional Socialista; dos páginas escritas a máquina,
los detalles sobre esta conferencia no se pueden verificar en otras fuentes. Como AGN, Sección de Gobernación, paquete 1: sección administrativa; Márquez Fuen-

ha señalado Boris Goldenberg, Roy en ningún momento hace referencia explí- tes y Rodríguez Araujo, op. cit., p. 61; Karl M. Schmitt, Communism in Mexico: A
cita al congreso más importante que celebró el partido: el Congreso Nacional Study in Frustration, University of Texas Press, Austin, 1965, p. 6. Mario Gillllega
Socialista de agosto-septiembre de 1919. Boris Goldenberg, Kommunismus in La- al punto de decir que "se reproducía en México la batalla entre mencheviques
teinamerika, Verlag W. Kohlammer, Berlín, 1971, p. 571, n. 59. y bolcheviques y, como en Rusia, vencieron los bolcheviques", Mario Gill, México y
14. En 1944,José Allen publicó un estudio sobre los orígenes dt;l PCM bajo el la revolución de octubre, Ediciones de Cultura Popular, México, 1975, p. 21.
pseudónimo de Alejo Lens. Allen se describe a sí mismo como "un hombre ma- 27. New York Call, 17 de septiembre de 1919; NARA, GE 165, 10541-912/2.
duro, imbuido de las luchas precursoras de la revolución desde sus días de estu- 28. El Heraldo de México, 3 de septiembre de 1919. 1

29. NARA, GE 153, Acta de un Consejo de Guerra General que sesionó en Go- '1
diante". La Voz de México, 15 de septiembre de 1944.
15. Ver el primer análisis sobre los vínculos de Allen con la inteligencia esta- vernors Island, Nueva York, 17 de octubre de 1921, pp. 216-19. Tras su expulsión
dounidense, en Barry Carr, "Radical Trip: los orígenes del PCM", Nexos, n. 40, de México a mediados de 1921, GaJe fue sometido a consejo de guerra y conde-
abril de 1981, pp. 37-47. nado a siete años de trabajos forzados por evasión del reclutamiento militar y
16. Ver los detalles sobre las actividades que realizó Allen para la embajada de traición.
Estados Unidos en la ciudad de México, en NARA, GE 165, 10640-1402. Ver la con- 30. Linn A. E. GaJe, "The War against Gomperism in Mexico", One Big Union
fesión de Allen en 1921, en su interrogatorio, NARA, BIDJ,~B:S: 130, 202600-1913. Monthly, noviembre de 1919, pp. 22-25.
17. Allen fue detenido y deportado de México a Estados Unidos en mayo de 31. lb id., p. 23. Para detalles sobre Parker y Tabler, ver One Big Union Monthly,
1921. marzo de 1920, p. 48. El partido siguió existiendo hasta principios de 1929, sin
18. Roy, op. cit., pp. 79-80. Según Roy, el secretario del Partido Socialista dijo: lograr reunificarse con el PCM. El periódico del partido, El Obrero Industrial, que
"¿Qué tiene que ver el proletariado en una pelea entre gobiernos burgueses? A se publicó durante corto tiempo en el verano de 1920, se proclamaba "órgano
nosotros nos es indiferente". Los sectores más radicales de la clase obrera de la de la IWW de México". NARA, GE 165, 10058-3/101.
ciudad de México que se concentraban en el Gran Cuerpo Central también es- 32. El primer número de El Soviet que vi fue el n. 3, fechado 3 de noviembre
taban divididos en torno a la cuestión de la resistencia armada frente a las ame- de 1919. ~
nazas de Estados Unidos contra México. José Allen, 11 de marzo de 1919, NARA, 33. Las palabras "socialista" y "socialismo" no aparecen una sola vez en las pá-
GE 165, 10640-1402/48; New York Call, 26 de julio de 1919. ginas del n. 3 de El Soviet (con la excepción del subtítulo del periódico).

330 331
34. Borodin no carecía de experiencia en el campo del comercio y las finan-
Mothes, "Zur Geschichte des Secretariado Sudamericano de la Internacional
zas internacionales, ya que había trabajado durante un tiempo como segundo
Comunista: Ein Beitrag zu Einern Noch Wenig Bekannten Führungsorgan der
secretario de la representación de la Railways Interest ofthe Rusian Govermnent in
Kommunistischen Bewegung", Lateinamerika, 1982, pp. 35-71. También un Buró
the United States, durante el gobierno provisional de Kerensky. Borodin volvió a
Caribeño de la Cornintern (con base en Nueva York) empezó a funcionar a par-
Rusia a mediados de 1918. Informe, 28 de septiembre de 1919, NARA, BIDJ; oc
tir de 1929. Sin embargo, los contactos entre el PCM y la Cornintern se mantuvie-
24719. ron durante toda la década de los veinte. Además de las visitas de Borodin, el
35. Héctor Cárdenas, Las relaciones mexicano-soviéticas: antecedentes y jJrimeros
PCM recibió orientación de los comunistas estadounidenses Charles Phillips (Ma-
contactos diplomáticos 1789-1927, México, 1974, pp. 42-46; M. Churchill al Depar-
nuel Gómez), Louis Fraina y Bertram D. Wolfe así como de Sen Katayarna, Edgar
tamento de Justicia, 4 de marzo de 1920, NARA, BIDJ, oc 247149; informe del agen-
Woog (Stirner) y un organizador ruso de la Comintern, Grollman.
te Spolansky, 28 de enero de 1920, NARA. BIDJ, oc 247149; Manuel Gómez (alias
44. Ibid., Carrillo recuerda haber leído el Manifiesto Comunista por primera
Charles Phillips) recuerda la llegada de Borodin a la ciudad de México a princi- vez en Moscú.
pios del verano de 1919. Ver Manuel Gómez, "From Mexico to Moscow", Survey
45. Paco Ignacio Taibo II, Bolshevikis. Historia narrativa de los origenes del comu-
53, octubre de 1964, p. 37.
nismo en México 1919-1925,Joaquín Mortiz, México, 1986, pp. 261-62.
36. George Lamb a]. E. Hoover, 5 de marzo de 1920, que incluye informe de
46. Sin embargo, la violencia era frecuente incluso en esas regiones, corno
la Inteligencia Militar Británica, NARA, Bl[)J, oc 247149.
prueban los asesinatos de obreros textiles comunistas corno Mauro Tobón y Ro-
37. Theodore Dramper, The Roots of American Comrnunism, Viking Press, Nueva
berto Celis en 1928. Amoldo Martínez Verdugo, Historia del comunismo en lHéxico,
York, 1957, p. 269; "Manifiesto del Bureau Latinoamericano de la Tercera Inter-
Grijalbo, México, 1983, p. 89. Sobre la naturaleza de las relaciones entre la CROM
nacional a los Trabajadores de América Latina", El Soviet, 16 de diciembre de
y los comunistas en Puebla, ver Leticia Gamboa Ojeda, "La CROM en Puebla y el
1919. Evidentemente las organizaciones de la Comintern tuvieron noticias
movimiento obrero textil en los años 20", en Memorias del encuentro sobre historia
acerca del Buró Latinoamericano, ya que el Buró Occidental (Amsterdam) de la
del movimiento obrero, vol. 2, Instituto de Ciencias, Universidad Autónoma de Pue-
Comintern instruyó al Partido Comunista de Estados Unidos en febrero de 1920
bla [ICUAP], Puebla, 1981, pp. 33-68. Sobre los comunistas de la fábrica textil San
que "estableciera un subburó para las Américas con base en el trabajo ya rea-
Bruno de Jalapa, Veracruz, ver Olivia Domínguez Pérez, "Los comunistas en
lizado en México" (subrayado mío). Branko Lazitch y Milorad Drachkovitch,
'San Bruno"', en Memorias del encuentro ... , cit., pp. 69-94; Martínez Verdugo, op.
Lenin and the Cornintern, Stanford University Press, Stanford, 197~, p. 191. cit., p. 82.
38. Roy, op. cit. 47. Octavio García Mundo, El movimiento inquilinario en Veracruz, SepSetentas,
39. El affaire de las 'joyas zaristas" atrajo mucha atención. Las fuentes más
México, 1976, y Taibo, op. cit., pp. 158-84. Ver también Martínez Verdugo, op.
útiles para reconstruir una versión fidedigna son Roy, op. cit., pp. 178-203, 204; 1
cit., pp. 54-56. ¡
José C. Valadés, "Confesiones políticas", Revista de la Universidad de México, n. 10,
48. Taibo, op. cit., p. 168.
junio de 1969, pp. 1-19. El Buró de la Cornintern para Europa occidental se creó 1

49. José C. Valadés, que fue una de las primeras figuras importantes del PCM j'j:
en noviembre de 1919.
y su ala juvenil, y más tarde distinguido historiador y diplomático, fue expulsado ,,1
40. Manuel Gómez, op. cit., pp. 38-39; Valadés, op. cit. 1!
del partido tras las disputas sobre la táctica. El movimiento inquilinario le dio al
41. Según Roy, Borodin "me inició en los intríngulis de la dialéctica hege-
liana corno clave del marxismo".
PCM el control sobre dos periódicos, La Plebe (ciudad de México) y Frente Único ¡
(Veracruz). 1

42.José Allen, informe 21, NARA, CE 165, 10541-912/24; Borodin a José Allen, ,_¡1
50. Taibo, op. cit., pp. 255-57. Bertrarn Wolfe dio conferencias a los ferroca-
29 de novimebre de 1919, NARA, BIDJ, oc 374726. M. N. Roy y Charles Phillips
rrileros: Bertrarn D. Wolfe, A Lije in Two Centuries: An Autobiography, S te in & Day,
asistieron al 11 Congreso de la Comintern en julio de 1920, como delegados del Nueva York, 1981, pp. 297, 350-51.
PCM. Roy tenía pleno derecho al voto, y Phillips (que viajaba bajo el'pseudónimo
51. Valentín Campa, Mi testimonio: memorias de un militante comunista, Edicio-
de Frank Seaman) era un "representante" con voto de consulta. Lazitch y Drach-
nes de Cultura Popular, México, 1980, pp. 33-41; Elías Barrios, El escuadrón de
kovitch, op. cit., pp. 389-90; El Soviet, 16 de diciembre de 1919. hierro, Ediciones de Cultura Popular, México, 1968.
43. Entrevista del autor con Rafael Carrillo, 28 de abril de 1976. Carrillo ha- 1:
52. David Alfaro Siqueiros, Me llamaban el Coronelazo, Grijalbo, México, 1977, 'i
blaba y entendía el inglés sencillo, mientras que José Valadés (que entendía el
pp. 247-62; Marjorie Ruth Clark, Organized Labor in Mexico, University of North i
francés) y Manuel Díaz Ramírez (que había vivido en Estados Unidos) lo domi-
Carolina Press, Durham, 1934, pp. 115-17 (La organización obrera en México, Era,
naban mucho mejor. No hubo un aparato de la Cornintern dedicado exclusiva-
1979); Jaime Tarnayo, "Siqueiros y los orígenes del movimiento rojo en Jalisco.
mente a América Latina hasta el verano de 1925, cuando finalmente se creó uno
Los mineros", Estudios Sociales, año 1, n. 1,julio-octubre de 1984. Barry Carr, El
en Buenos Aires. Sin embargo, la organización se centró principalmente en
movimiento obrero y la política en México, Era, México, 1981, pp. 172-73.
América del Sur; ver Jan e Degras, The Comnmnist International, vol. 2, p. 354; J.
53. J. Contreras, "Al margen de la V Conferencia del re de M", El Machete, n.

332 333
113, 5 de mayo de 1928. Para la observación acerca de Jalisco, ver "Reorganiza- vera in Moscow, 1927-1928", Mexican Studies/Estudios Mexicanos, 3, n. 1, invierno
ción del partido", El Machete, n. 117, 2 de junio de 1928. Sobre la composición de 1987, pp. 49-69.
social del partido, El Machete señalaba (n. 108, 31 de marzo de 1928) que si se 65. Sobre Siqueiros, ver Raquel Tibol, Un mexicano y su obra: David Alfara Si-
analizaba la membresía se veía que "los compañeros que trabajan en grandes fá- queiros, Empresas Editoriales, México, 1969.
bricas o talleres son muy raros". 66. Jean Charlot, The Mexican Mural Renaissance: 1920-1925, Yale University
54. Sobre Primo Tapia y el agrarismo de Michoacán, ver Paul Friedrich, Press, New Haven, 1967, pp. 242-44.
Agrarian Revolt in a Me:.:ican Village, Prentice Hall, Englewood Cliffs, Nueva 67. Bertram O [sic] Wolfe, "Bolshevization and Immediate Tasks of the Me-
Jersey, 1970. Sobre Veracruz, ver Manuel Almanza, Historia del agrarismo en el es- xican Communist Party", International Press Correspondence, 5, n. 51, pp. 697-98.
tado de Veracruz (manuscrito inédito) y Heather Fowler Salamini, Agrarian Radi- 68. El Machete, "1924: balance político del Partido Comunista de México", n.
calism in Veracruz 1920-1938, University of Nebraska Press, Lincoln, 1971. Ver 28,8-15 de enero de 1925; El Machete, n. 27,25 de diciembre de 1924/1 o de ene-
también Martínez Verdugo, op. cit., pp. 83-86. ro de 1925.
55. En 1924 el LNC se afilió al brazo campesino de la Internacional Comu- 69. La cifra de 195 miembros en 9 comités locales está mencionada en Mar-
nista, la Krestintern. Tercer congreso del Partido Comunista de México, Talleres Grá- tínez Verdugo, op. cit., pp. 79-80; Workers Monthly (thicago),junio de 1925; Taibo,
ficos Soria, México, 1925, pp. 4, 40-41, señala el rápido cambio de secretarios de op. cit., p. 290.
Asuntos Agrarios del partido en 1924-1925 y la pobreza e ignorancia de lama- 70. La atribución que se hizo en el V Congreso está en El Machete, 21 de abril
yoría de quienes ocuparon el puesto. de 1928. La cifra de mil está mencionada en Goldenberg, Der Kommunismus,
56. Salamini, op. cit., pp. 51-54. p. 184.
57. El Obrero Comunista, t. 1, n. 15, 11 de enero de 1922, íteín d, "El re y la 71. El Machete, n. 113, 5 de mayo de 1928.
cuestión agraria". 72. El Machete, 17 de marzo de 1928.
58. El Machete, 4-11 de septiembre de 1924, p. 3. Ésta es básicamente la posi- 73. Se informa sobre la aparición de nuevas secciones en Matamoros y Nuevo
ción adoptada por Bertram Wolfe como representante mexicano en el V Con- Laredo, Tamaulipas (El Machete, 1o de mayo y 1o de junio de 1929), en Durango,
greso de la Comintern enjulio de 1924: ver NARA, GE 59, 812.00B/195. Ver tam- Chihuahua, Ocotlán (Lagos de Moreno, Jalisco), en Villa Cecilia, Tamaulipas, y
bién Luis Monzón, Algunos puntos sobre el comunismo, México, 1924, pp. 33-37. en la colonia "El Local y Anexas" del puerto de Veracruz (El Machete, 30 de junio
59. Ver Friedrich Katz, "Labor Conditions on Haciendas in Porfirian Mexico: de 1928).
Sorne Trends and Tendencies", Hispanic American Historical Review, 54:1, febrero 74. El Machete, n. 27, 25 de diciembre de 1924/1 o de enero de 1925 y n. 138,
de 1974, pp. 1-47 (La servidumbre agraria en México en la época porfiriana, Era, 7 de noviembre de 1928. "Resolución del Partido Comunista de México sobre la
1980). situación actual y las tareas del partido" [19 de agosto de 1927], en CEM,
60. Resolución del PC de México soúre la situación actual y las tareas del partido, 19 16,688,3-1, p. 21; El Machete, 10 de marzo de 1928.
de agosto de 1927, México, pp. 7-8. CEMOS, Archivo del PCM, 16, 688, 3-1. 75. Ver la declaración en El Soviet, 26 de noviembre de 1919, citada en Martí-
61. El Machete, n. 219, 20-29 de febrero/ 10 de marzo de 1932, sobre la recien- nez Verdugo, op. cit., p. 27.
te (febrero de 1932) Conferencia Nacional del Partido. 76.José C. Valadés, Revolución social o motín político, México, 1922. Una nueva
62. Arnaldo Córdova, En una época de crisis (1928-1934), vol. 9 de La clase obre- versión de este texto (con un prólogo de Gerardo Peláez) en José C. Valadés, Las
ra en la historia de México, Siglo XXI, México, 1979, pp. 66-76. asonadas militares y la política de los comunistas: Informe al I congreso del PCM, diciembre
63. Sobre Goldschmidt, ver la introducción de Wolfgang Kiessling a la edi- de 1921, ACERE, México, 1980.
ción moderna de Goldschmidt, Mexiko: A ufDen Spuren der Azteken, Reklam, Leip- 77. El Obrero Comunista, n. 15, 11 de enero de 1922.
zig, 1985, pp. 5-37. Ver también Jesús Silva Herzog, Una vida en la vida de México, 78. La recomendación de la Comintern al PCM en agosto de 1923 fue publi-
Siglo XXI, México, 1972, p. 66. Goldschmidt fue reclutado por José Vasconcelos cada por el Workers Party of America como Strategy of the Communists: A Letter
para dar clases en la Universidad Nacional y estuvo en México de 1923 a 1925. from the Communist International to the Mexican Communist Party, Workers Party,
En 1939 volvió a México desde Estados Unidos, donde se había refugiado del na- Chicago, 1923; Sokolov, "El partido Comunista de México en la lucha por la uni-
zismo. Permaneció en México (junto con otros alemanes antifascistas como dad del movimiento obrero nacional, 1919-1929", Vestnik [Universidad deMos-
Ludwig Renn, del movimiento Alemania Libre) hasta su muerte en enero de cú], n. 5,1971, p. 49 y n. 22; El Machete, "Primera Quincena de Mayo de 1924",
1940. p. 5; PCM III Congreso, "Programa y acuerdos", cit., p. 36; Martínez Verdugo, op.
64. Siqueiros, op. cit., p. 220. La literatura sobre Diego Rivera incluye Ber- cit., p. 60. Sobre la defensa que hizo el PCM de la actividad electoral, ver el edi-
tram D. Wolfe, Diego Rivera: His Lije and Times, Alfred K.nopf, Nueva York, 1939; torial "Reformismo o revolución", en El Machete, 2-9 de octubre de 1924. Aunque
Diego Rivera, My Art, My Lije: An Autobiography, Citadel, Nueva York, 1960. Ver las bases no tenían mucho interés en las elecciones, varios comunistas fueron
también William Richardson, "The Dilemmas of a Communist Artist; Diego Ri- elegidos como presidentes municipales y en las legislaturas de otros estados,

334 335
¡i¡,l
postulados por otros partidos. Entre los ejemplos se encuentran Roberto Calvo título en El Machete, 3 de junio de 1926. Sin embargo, en 1927, la Comintern cri-
Ramírez en Oaxaca/Zimatlán, a fines de 1924; Luis Monzón, elegido como se- ticó al PCM por no haberse dado cuenta de la importancia de la pequeña bur-
guesía nacional y porque "amontonaba todo -a los terratenientes, la burguesía, ¡:
nador por San Luis Potosí en 1924; Úrsulo Galván y Francisco Moreno, diputados
locales de Veracruz, y Gregario Turrubiates, presidente municipal de Tampico los pequeñoburgueses y los reformistas- en la misma categoría". Goldenberg,
por el Partido Socialista Fronterizo. op. cit., p. 184. !

79. La historia de la reacción del PCM ante la rebelión de De la Huerta todavía 84. Las declaraciones de Kellogg sobre México ("Mexico Is on Tria! befare
es confusa. Los datos sobre el apoyo (de una minoría) del partido a la rebelión the World" [12 de junio de 1925] y "Bolshevism in Mexico" [12 de enero de
proceden en gran parte de Bertram Wolfe, A Lije, cit., pp. 302-4. Wolfe sostiene 1927]) suscitaron cartas de Rafael Carrillo, secretario general del PCM, a Calles.
que Adolfo de la Huerta tomó contacto con Manuel Díaz Ramírez (secretario Ver Rafael Carrillo a Plutarco Elías Calles, junio de 1925, AGN, RP-OC, 104-E-42.
general del PCM) y ofreció subsidiar a los comunistas. Sin embargo, las memorias 85. Francisco Serrano y Arnulfo Gómez se sublevaron en octubre de 1927.
de Wolfe deben ser consideradas con mucha cautela, ya que su versión está in- 86. La decisión de apoyar a Obregón se tomó en el pleno del PCM celebrado
fluida por sus subsecuentes posturas anticomunistas y una tendencia general a enjulio de 1927. Ver el editorial de El Machete del 30 de julio de 1927, y Martínez
exagerar sus propias y excepcionales cualidades como analista de la sociedad Verdugo, op. cit., pp. 97-98; "Resolución del Partido Comunista de México sobre
mexicana. Ver, por ejemplo, el comentario de Wolfe "Nadie en el Comité [del la situación actual y las tareas del partido", 19 de agosto de 1927, en CEM 16, 688,
PCM] parecía saber nada sobre las realidades económicas y políticas del país y, 3-I, pp. 9-12. Ver también el editorial de El Machete, 24 de septiembre de 1927,
con la excepción del único miembro no mexicano [es decir, Wolfe mismo], a na- "La preparación de la revuelta reaccionaria", que atacaba a Gómez y Serrano
die parecían importarle", Wolfe, Diego Rivera ... , cit., p. 250. Se ha citado con fre- por preparar una rebelión.
cuencia un artículo de Wolfe publicado en agosto de 1924 (Schmitt, op. cit., p. 87. Partido Comunista Mexicano, "Resolución del Partido Comunista de Mé-
11, y Robert Alexander, Communism in Latin America, Rutgers University Press, xico sobre la situación actual y las tareas del partido", 19 de agosto de 1927, cit.
New Brunswick, 1957, pp. 322-23) para probar que el PCM recibiópn subsidio de 88. El Machete, 4 de febrero de 1928, editorial sobre "Obregonismo y labo-
De la Huerta y una oferta de subsidio del nuevo gobierno de Calles, que tomó rismo".
posesión en diciembre de 1924. Sin embargo, el artículo en cuestión, "Art & Re- 89. El VI Congreso de la Comintern dedicó mucho tiempo a los asuntos lati-
volution in Mexico", The Nation, 119, n. 3086, 27 de agosto de 1924, pp. 207-8, noamericanos.Jules Humbert Droz (a cargo del secretariado latinoamericano
¡no contiene una sola referencia a dichos subsidios! La descripción más detalla- de la Comintern) acusó al PCM de prestar apoyo incondicional al '.'gobierno de 1

da de la participación del PCM en la rebelión se encuentra en Taibo, op. cit., pp. la pequeña burguesía" y a no preocuparse por la hegemonía del proletariado,
222-28. Ver también Martínez Verdugo, op. cit., pp. 64-67. punto de vista que fue rebatido por el delegado "Ramírez" en los debates. VI Con- 1:¡
80. El Machete, 1-14 de mayo de 1924, p. 5. Wolfe, "Bolshevization ", cit., pp. greso de la IC: informes y discusiones: segunda parte, Cuadernos de Pasado y Presen-
1

697-98; entrevista del autor con Rafael Carrillo. te, México, 1968, pp. 316, 380-85. 1

81. El Machetl', ibid., p. 5, contiene un resumen del pleno del PCM celebrado 90. Diego Rivera fue presidente del BOC, y de los nueve miembros de su Co- ,,i
el 25 de abril, que ratificó el programa presentado a Calles al principio de la mité Nacional sólo tres no eran miembros del PCM. El programa del BOC está re- 11

campaña presidencial. publicado en Julio Cuadros Calda, El comunismo criollo, S. Layo Editor, Puebla, ')¡
1930, pp. 61-68. El BOC postuló al general Pedro Rodríguez Triana como candi- .i
82. La Comintern veía con buenos ojos la campaña anticlerical, y señalaba ill'll
que "es una lucha de la pequeña burguesía progresista contra los residuos de dato presidencial en 1929, y obtuvo apenas veinte mil votos. 1111·¡
!il!
feudalismo y los intentos de restauración de la burguesía conservadora". A. Stir- 91. Márquez Fuentes y Rodríguez Arauja, op. cit., pp. 152-53; Campa, op. cit., 1

·'_il
ner, "The Position in Mexico and the Fight Against the Catholic Church", Inter- pp. 46-51. ''11

92. Martínez Verdugo, op. cit., pp. 90-91.


l.1¡,'
nationalPress Correspondence, 6, n. 53,22 de julio de 1926, p. 878. El Workers Party
de Estados Unidos respondió positivamente ante el apoyo del gobierno de Ca- 93. El Machete, 9 de febrero de 1929.
lles a la causa liberal en Nicaragua, su colaboración con la Liga Antimperialista 94. Córdova, op. cit., pp. 69-71; Campa, op. cit., pp. 43-46.
de las Américas y su decisión de enviar un representante personal a la Conferen- 95. Grollman (Oswald) fue una figura destacada en el Secretariado Latino-
cia Mundial Antimperialista de Bruselas. Ver "Resolution on Anti-lmperialist americano de la Comintern, de breve existencia. Seguidor de Bujarin, fue envia-
Work" adoptada en el pleno del Comité Ejecutivo central del Workers Party (Co- do a México en algún momento en enero-febrero de 1929. Ver "Grollman a Hum-
munista), 10-12 de noviembre de 1926, en Daily Worker, 20 de noviembre de 1926 bert Droz, May 4, 1929", en Casto del Amo y Bernhard H. Bayerlein (comps.), 1

[recorte incluido en NARA, GE 59, 812.00B/135 Rollo 90]. Archives de jules Humbert Droz III. Les Partis Communistes et l1nternationale Commu- 1

83. Ver A. Stirner (pseudónimo de Edgar Woog), 'The Situation in Mexico niste dans les années 1928-1932, Luwer Academic Publishers, Dordrecht, 1988, pp.
and the Tasks of the CP", en International Press Correspondence, 6, n. 86, 9 de di- 170-71, 642. La descripción más detallada del pleno de junio de 1929 y las cir-
ciembre de 1926, pp. 1486-87. Ver también el artículo de Stirner con el mismo cunstancias que lo rodearon se encuentra en Martínez Verdugo, op. cit., pp. 120-

336 337
26. Poco después del pleno, Rafael Carrillo fue sustituido por Hernán Laborde Capítulo 11
como secretario general del partido.
96. El examen más completo de las relaciones entre Sandino y el PCM y la l. "Cómo regresaron los deportados de las islas", El Machete, n. 321, 16 de fe-
Comintern es el de Donald Hodges, Intellectual Foundations of the Nicaraguan Re- brero de 1935, p. 4; Excélsior, 22 de diciembre de 1934; El Machete, n. 235, 13 de
volution, University of Texas Press, Austin, 1986, pp. 93-106. Ver la denuncia mayo de 1939. "La Hora del Pueblo" se emitía por la red de Radio Nacional
contra Sandino, "La traición de Augusto C. Sandino", publicada en una edición Droy~. -
especial de El Machete llega~ junio de 1930, pp. 1-2. 2. Nora Hamilton, The Limits of State Autonomy: Post-Revolutionary Mexico, Prin-
97. Un reportaje gráfico sobre la represión (con fotos tomadas por Tina Mo- ceton University Press, Princeton, 1982, pp. 140-41 (México: los límites de la autono-
dotti) se publicó en Labor Defender (Nueva York). Ver Paul Díaz, "New Wave of mía del Estado, Era, 1983); AJan Knight, 'The Mexican Revolution: Bourgeois?
Terror in Mexico", Labor Defender, 4, n. 10, octubre de 1929, p. 200. Ver también Nationalist? Or Justa 'Great Rebellion'?", Bulletin of Latin American Research, 4, n.
vol. 4, n. ?,julio de 1929, p. 135, y vol. 5, n. 2, febrero de 1930, p. 25. Entre los 2, 1985, pp. 23-28.
expulsados se hallaban Sandalio Junco, Alejandro Barreiro y Manuel Cotoño 3. Arturo Anguiano et al., Cárdenas y la izquierda mexicana, Juan Pablos, Mé-
Valdés (todos ellos cubanos), la fotógrafa italiana Tina Modotti (compañera del xico, 1975; Arturo Anguiano, El estado y la política obrera del cardenismo, Era, Méxi-
comunista cubano Julio Antonio Mella, asesinado en la ciudad de México por co, 1975, caps. u, IV; Samuel León, "Alianza de clase y cardenismo Uunio de
agentes del gobierno de Machado en enero de 1929), y el marxista boliviano 1935-febrero de 1936)", Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, 23, n. 89,
Gustavo Navarro (mejor conocido como Tristan Maroff). Ver Herschel V.John- julio-septiembre de 1977; Miguel Ángel Velasco, El partido comunista durante el pe-
son al secretario de Estado, 24 de enero de 1930, NARA, GE 59 800.00B Junco, riodo de Cárdenas, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Centro de Estudios
Sandalio y otros. Latinoamericanos, UNAM, México, s.f., Serie: Documentos 2; Sergio Yáñez Reyes,
98.José Revueltas, "Algunos aspectos de la vida del PCM", en Escritos políticos, "La Confederación de Trabajadores de México: lucha de clases y formación de
t. I, vol. 12 de Obras completas, Era, México, 1983, p. 118. la burocracia sindical", tesis d~ licenciatura, Facultad de Ciencias Políticas y So-
99. Jacobo Hurwitz, "Islas Marías. The Terror of Mexico", Labor Defender, ju- ciales, UNAM, 1982; Alicia Hernández Chávez, La mecánica cardenista, vol. 16 de
nio de 1934, p. 25. Entre los comunistas que pasaron varias temporadas en las Historia de la Revolución Mexicana, El Colegio de México, México, 1979, pp. 121-
Islas Marías se hallaba el joven escritor José Revueltas. 61: Joe Ashby, Organized Labor and the Mexican Revolution under Lázaro Cárdenas,
100. El gobierno mexicano utilizó las manifestaciones contra las embajadas University ofNorth Carolina Press, Chape] Hill, 1963; David Raby, Educación y re-
mexicanas en todo el mundo como pretexto para romper relaciones con la volución social en México 1921-1940, SepSetentas, México, 1974; Victoria Lerner,
Unión Soviética y como justificación para la represión contra los "antipatriotas" La educación socialista, vol. 17 de Historia de la Revolución Mexicana, cit.
comunistas locales. 4. Márquez Fuentes y Rodríguez Araujo, El partido comunista, cit., pp. 163-210;
101. "El estado y las tareas de organización del partido", El Machete Ilegal, n. Anatol Shulgovski, México en la encrucijada de su historia, Ediciones de Cultura Po-
258, 1o de mayo de 1933, p. 3. La cifra correspondiente a diciembre de 1933 pro- pular, México, 1968, pp. 137-46; Amoldo Martínez Verdugo, PCM-Trayectoria y
cede del n. 281, 10 de enero de 1934, p. 3. perspectivas, Ediciones de Cultura Popular, México, 1971, pp. 29-32.
102. Roberto Calvo Ramírez, que había establecido vínculos con el Partido 5. Campa, Mi testimonio, cit., pp. 159-66; Márquez Fuentes y Rodríguez Arau-
Comunista en Oaxaca en 1924, fue un contacto importante en el ejército. Calvo jo, op. cit., pp. 247-65; Schmitt, Communism in Mexico, cit., pp. 19-21; Herman, 1!1'
Ramírez más tarde colaboró con el PCM en la zona jalisciense de Los Altos (fue Comintern in Mexico, cit., pp. 141-44; Martínez Verdugo, op. cit. 1111

destacado allí en 1927), donde algunos informantes locales recuerdan que alen- 6. Cincuenta y dos de los delegados al VII Congreso del PCM (en febrero de 111¡'
'1¡
taba a los reformadores campesinos ordenando a la banda militar que tocara la 1939) eran activistas del PRM. Ver la crónica de Alfred Miller sobre los últimos
1:¡¡1
"Internacional" al final de los mítines. Ann, Craig, The First Agraristas: An Oral días del congreso, Daily Worker, 7 de febrero de 1939, pp. 1-2. Había cuatro dipu-
History of a Mexican Agrarian Reform Movement, U niversity of California Press, Ber- tados del PCM en el estado de Hidalgo, y los restantes se distribuían entre Cam- 1
11

keley, 1983, pp. 87-89. Durante los años de Cárdenas fue miembro activo y de- peche, Guanajuato, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán.
clarado del PCM, y se incorporó al estado mayor del general Cárdenas cuando el 7. El Machete, n. 423, 11 de julio de 1936, p. 2. En el VII Congreso del PCM, en
antiguo presidente obtuvo mando de tropas en Baja California, en 1941-42. Con- enero de 1939, se dijo oficialmente que los miembros eran treinta mil. Sin em-
versación del autor con Amoldo Martínez Verdugo, 8 de noviembre de 1984. bargo, en diciembre de 1939, Vittorio Codovilla señalaba que se mencionaban
103. El sectarismo empezó a ceder un poco a partir de 1932, cuando el PCM dos cifras diferentes (veinte y veinticinco mil) en dos documentos independien-
volvió a trabajar dentro de sindicatos "reformistas" como la federación ferroca- tes presentados al pleno de septiembre de 1939. "Intervención del Camarada
rrilera. Ver Samuel León e Ignacio Marván, En el cardenismo, vol. 10 de La clase Pérez", 13 de diciembre de 1939, Browder Papers: Rollo 5, Serie 2: 102. "Cama-
obrera en la historia de México, Siglo XXI, México, 1985, pp. 107-8. rada Pérez" es casi con certeza el pseudónimo del comunista argentino Vittorio
Codovilla.

338 339
8. Browder Papers, ibid., p. 11, "Se aumenta y se reduce el número de afilia- mation of Administración Obrera in Mexico 1937-1938", Interamerican Economic
dos según la interpretación del camarada que maneja las cifras". Affairs, vol. 35, n. 3, invierno de 1981, pp. 3-22.
9. Ibid., p. 12. 22. Miguel Ángel Velasco, La administración obrera en las empresas: marxismo versus
10. Ibid., p. 11. anarcosindicalismo, Editorial Popular, México, 1939;José Esteves Torres, "La admi-
11. Ibid., p. 11. La cifra sobre el periodo 1929-1935 es de 361 según otra fuen- nistración obrera de los Ferrocarriles Nacionales, 1938-1940", Memorias del encuen-
te, "Informe de Carlos Sánchez Cárdenas", s.f., eEMOS: ese, Carpeta Roja l. tro sobre historia del movimiento-obrero, vol. 2, Universidad Autónoma de Puebla, Pue-
12. La Voz de México, n. 298, 25 de febrero de 1940. bla, 1980, pp. 203-18; Shulgovski, op. cit., pp. 314-20; Colmenares, op. cit., p. 108.
13. "Report on the PeM" (informe anónimo y sin título del PeEU que, por da- 23. Ariel Contreras, México 1940: Industrialización y crisis política, Siglo XXI, Mé-
tos internos, parece haber sido redactado alrededor de junio de 1939), Browder xico, 1977, pp. 73-93.
Papers, Rollo 5, Serie 2:103. 24. "En los sindicatos ha habido una constante pérdida de prestigio y posi-
14. El partido decía contar con 1 500 miembros ferrocarrileros y 1 100 mine- ción debido sobre todo a que muchos miembros del partido pertenecientes a la
ros en febrero de 1939. Arturo Ramírez, citado en Daily Worker, 3 de febrero de dirección no se han distinguido de los viejos líderes burócratas e incluso corrup-
1939, p. 2. tos del pasado ... hemos perdido terreno en los [sindicatos de] maestros, petro-
15. Arturo Ramírez, "La organización del partido (material para la discusión leros, ferrocarrileros y mineros." "Repon on the PeM", Browder Papers.
previa al VII Congreso"), La Voz de México, n. 118, 15 de enero de 1939, p. 11. 25. Entrevista del autor con Miguel Ángel Velasco, ciudad de México, 27 de
16. Ramírez, op. cit., p. 11. diciembre de 1984.
17. Incluso antes de la gran escisión del IV Consejo de la eTM en abril de 26. Los dos renunciaron al PeM en 1941.
1937, varios sindicatos se habían retirado por el generalizado disgusto ante el 27. Sobre Tamaulipas, ver Bias Manrique, "El partido en Tamaulipas", La Voz
curso de los acontecimientos. La defección más importante fue la d~l sindica- de México, n. 105, 2 de enero de 1939, p. 9. Sobre el estado de México, ver Bias
to de mineros. Tras el IV Consejo el sindicato de electricistas se negó a volver Manrique, "La experiencia del pleno en el estado de México", La Voz de México,
a la eTM. 25 de febrero de 1940, p. 4.
18. Sergio Yáñez Reyes, "La Confederación de Trabajadores de México: lucha 28. Partido Comunista de México, "Por la construcción de un gran partido
de clases y formación de la burocracia sindical", tesis de licenciatura, Facultad de marxista-leninista-estalinista", pp. 9-10, eEMOS: ese, Carpeta Roja l.
Ciencias Políticas y Sociales, UNAM, 1982, pp. 225-73; León y Marván, En el carde- 29. Partido Comunista de México, "Un partido capaz de guiar al pueblo yu-
nismo, cit., pp. 272,76; Valentín Campa, "El IV consejo nacional de la eTM y las cateco en la colectivización henequenera. Resolución adoptada por la III Confe-
maniobras divisionistas", El Machete, n. 475, 9 de mayo de 1937, p. l. Ver lacró- rencia Regional del Pe de México, 8-11 de octubre de 1937: sobre el punto de
nica de un representante del PCEU en México, "The Split in the Mexican Labor organización", p. 2, eEMOS: ese, Carpeta Roja 10.
Movement", 1937, Browder Papers, Rollo 3, Serie 2:43. Esta crónica consta de 30. Entrevista del autor con José Santos Valdés, Lerdo, diciembre de 1984.
dos partes (fechadas el 4 y el 31 de mayo) y está firmada "Al", probablemente 31. La Voz de México, 10 de marzo de 1939, p. 6.
Alfred Miller, el corresponsal del Daily Worker en México. 32. PeM, "Por la construcción", cit., p. 16.
19. Declaración del SME publicada en El Nacional, 4 de mayo de 1937, citada 33. "Report on the PeM", Browder Papers. Los autores de este documento in-
en Víctor Manuel Villaseñor, Memorias de un hombre de izquierda, vol. 1, Grijalbo, formaban que el PeM había entrado en entendimientos financieros con "amigos
México, 1976, p. 395. del partido que pronto asemejaron una forma de soborno. El partido también
20. Earl Browder, The People's Front, International Publications, Nueva York, toleraba la práctica de los 'aviadores', en que los funcionarios del PeM y miem-
1938, pp. 321-26; "Split in the Mexican Labor Movement", Browder Papers; Ro- bros del Comité Nacional y de los comités estatales obtenían 'chambas' en la Se-
bert Alexander, Communism in Latin America, Rutgers University Press, New cretaría de Educación". En el informe de junio de 1939 del PeEU, "Report on the
Brunswick, 1957, p. 333; Campa, Mi testimonio, cit., pp. 131-32; Harvey Levens- PeM and the Mexican Political Situation", se daban detalles sobre la extraor-
tein, "Leninists Undone by Leninism: Communism and Unionism in the United dinaria manera en que Vicente Guerra, director de finanzas del PeM financiaba
States and Mexico 1935-1939", Labor History, primavera de 1981, pp. 253-56; Her- parte de los gastos del partido mediante cheques falsos y reclamaciones de pen-
nán Laborde (con prólogo de Gerardo Peláez), La política de unidad a toda costa, siones a través de la Secretaría de Educación. El escándalo salió a la luz cuando
i 1

Acere, México, 1980, pp. 1-4; Peláez en Laborde, op. cit., pp. 5-32. Campa sos- "cinco personas fueron arrestadas a petición suya porque se habían apropiado
tiene que la consigna "Unidad a toda costa" fue acuñada por la Comintern y de unos veinte mil pesos para sí en vez de entregar el dinero a su dependencia".
traída a México por Browder, Arturo Anguiano, El estado y la política obrera del "Report on the PeM", Browder Papers.
cardenismo, Era, México, 1975, p. 170. 34. José Revueltas, Escritos políticos, t. I, Era, México, pp. 122, 124.
21. Francisco Colmenares, Petróleo y lucha de clases en México: 1864-1982, El Ca- 35. PeM, "Por la construcción", cit., p. 18. "Y en algunos estados los líderes
ballito, 1982, pp. 104-16; Richard Roman, "Railroad Nationalization and For- recibían ayuda financiera de los gobiernos locales."

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:¡1

36. lbid., p. 14; "Intervención", Browder Papers. 54. Villaseñor, op. cit., vol. 1, pp. 353, 363; Francie Chassen de López, Lom-
37. Albert Michaels, The Mexican Election of 1940, Council on International bardo Toledano y el movimiento obrero mexicano 1917-1940, Extemporáneos, México,
Studies, Special Studies 5, State University of New York at Buffalo, Buffalo, Nue- 1977, p. 68; entrevista del autor con Bias Manrique, Tijuana, 1984; El Machete Ile-
va York, 1971, p. l. gal, n. 364, 13 de julio de 1935.
38. Contreras, op. cit., pp. 13-127; Villaseñor, op. cit., vol. 1, pp. 434-70; Shul- 55. Entrevista del autor con Jorge Fernández Anaya, ciudad de México, 31 de
govski, op. cit., pp. 395-476; Hernán Laborde, El enemigo es Almazán, Editorial Po- octubre de 1984.
pular, México, 1939. 56. "Intervención", cit., pp. 27-29, Browder Papers. La importancia del tema
39. Luis Medina, Del cardenismo al avilacamachismo, vol. 18 de Historia de la Re- Lombardo en la purga de la dirección del PCM en 1939-1940 también es destaca-
volución Mexicana, El Colegio de México, México, 1979, pp. 23-24; BettyKirk, Co- da en las memorias del excomunista peruano, Eudocio Ravines, quien recuerda
vering the Mexican Front: The Battle ofEurope Versus America, University of Oklahoma una conversación con Codovilla en la que el argentino señaló: "Laborde y Cam- ,l
Press, Norman, 1942, pp. 84-85. pa tienen tontas ideas en sus cabezas, como criticar a Lombardo Toledano. La
40. Contreras, op. cit., pp. 71-72; Hamilton, Limits, cit., cap. 5; Shulgovski, Casa [i.e., la Comintern] tuvp que comisionar al camarada Browder para que
op. cit. fuera a México e impidiera que el partido creara fricciones con Lombardo [cla-
41. David Raby, "Mexican Political and social Development Since 1920", ra referencia a la intervención de Browder en 1937]; conoces el punto de vista
NorthSouth: Canadian]ournal of Latin American Studies, 1, ns. 1 y 2, 1976, p. 36. de la Casa sobre este particular: el grupo de Lombardo nos interesa más que el del
42. Heather Fowler Salamini, "Revolutionary Caudillismo in the 1920s: Fran- partido". Ravines, "La gran estafa", citado por Herman, op. cit., p. 143.
cisco Múgica and Adalberto Tejeda", en David Brading (comp.), Cau[iillo and 57. Entrevista del autor con Miguel Ángel Velasco, ciudad de México, 1984;
Peasant in the Mexican Revolution, Cambridge University Press, Cambridge, 1980, Arturo Anguiano et al., Cárdenas y la izquierda mexicana, Juan Pablos, México,
pp. 169-81; Magdalena Mondragón, Cuando la revolución se cortó las alas, B. Costa 1975, pp. 27-29.
Amic, México, 1966. 58. Manuel Aguilar Mora, La crisis de la izquierda en México, Juan Pablos, 1978,
43. Entrevista del autor con Miguel Ángel Velasco, ciudad de México, 1984. p. 115. Una copia del manuscrito original titulado "El atentado del 24 de mayo
44. Un resumen del informe de Laborde al pleno del PCM celebrado en junio, y el Partido Comunista de México" se encuentra en los archivos del Departa-
en el que defendió el apoyo del partido a Ávila Camacho, se publicó en la prensa mento de Estado de Estados Unidos, NARA, GE 59, 861.00/Trotsky, León, Rollo
del PCM. La Voz de México, n. 262, 11 de junio de 1939, p. 10. Contreras sitúa erró- de microfilm 3; GE 59/Trotsky, 1940.
neamente la fecha de la declaración pro-Múgica del PCM en octubre de 1939: cf. 59. León Trotsky, Los gángsters de Stalin, América, México, 1940.
Contreras, op. cit., p. 161. 60. Vittorio Vidali, Comandante Carlos, Riuniti, Roma, 1983, caps. 10 y 11.
45. La Voz de México, 4 de marzo de 1939, pp. 1, 9. Múgica criticó las tácticas Trotsky estaba convencido de que Contreras era el vínculo intelectual y político
dilatorias anunciadas en el VII Congreso del PCM atacando a "los que bajo el pre- entre los futuros asesinos y la Unión Soviética. Tomó la identidad de los comu-
texto de buscar 'la Unidad a Toda Costa' están entregando los valores sociales nistas que formaban parte del presidium de honor del Congreso Extraordinario
de la izquierda a una política complacientemente centrista y derechista". como prueba de ese vínculo. Desafortunadamente, Trotsky estaba confundien-
46. La Voz de México, 13 de marzo de 1939, p. 10. do a dos individuos del mismo nombre. El nombre que aparecía en el presidium
47. Contreras, op. cit., pp. 46-57. no era el de Vidali sino el de Carlos Contreras Labarca, secretario general del
48. La Voz de México, n. 262, 11 de junio de 1939, p. 10. Partido Comunista chileno y diputado en el Congreso chileno (Miguel Ángel
49. Entrevista del autor con Miguel Ángel Velasco, ciudad de México, 27 de Ve lasco, "El último escrito de Trotsky", parte 4, La Voz de México, 10 de noviembre
diciembre de 1984. de 1940). Hay numerosas referencias breves a México en un libro anterior de Vi-
50. Sobre Codovilla (1894-1970), ver la biografía oficial, Biograjia política de dali. Ver Vidali, Diary ofthe XX Congreso, pp. 9, 13-14, 37-39, 62, 83, 89. Diego Ri-
un revolucionario consecuente: Victoria Codovilla, Anteo, Buenos Aires, 1964. vera se especializaba en dar sensacionales noticias a la prensa, como listas de
51. "Intervención", cit., p. 1, Browder Papers. supuestos agentes soviéticos y de la GPU ( Gosoudarksvennoie Polititcheskoie Upravle-
52. Sobre el desarrollo de la idea de Frente Popular, ver León y Marván, En nie)en México. La mayor parte de esa información era pura fantasía y su con-
el cardenismo, cit., cap. 5; "Intervención", cit., p. 25, Browder Papers. tacto en la embajada de Estados Unidos en la ciudad de México así lo señala. In-
53. El Machete Ilegal, n. 255, 20 de marzo de 1933, p. 3. En agosto de 1933 el forme G2, NARA, GE 165.2657-G-768/192.
editorialista de El Machete anunció que el periódico tenía la intención no sólo de 61. Más tarde Campa se unió al PCM y en las elecciones de 1976 fue candidato
desenmascarar a Lombardo sino también de "quitarle hasta los calzones y exhi- sin registro a la presidencia por ese partido. Escribió el primer borrador de sus
birlo en cueros, en su verdadera condición de lacayo del régimen burgués-terra- memorias (Campa, Mi testimonio), durante una época en que el PCM estaba esta-
teniente y del capital imperialista". El Machete Ilegal, n. 267, 10 de agosto de 1933, bleciendo una alianza con otros partidos socialistas (la "Coalición de Izquier-
p. 3. da") y formando (con una gran oposición interna dentro del PCM) alianzas elec-

342 343
torales a corto plazo con el Partido Revolucionario de los Trabajadores. Las me- Comintern and the Spanish Civil War, Macmillan, Londres, 1984, pp. 60-61; Campa,
morias de Campa fueron consideradas en su momento como un intento ho- op. cit., p. 162. Sobre la visita de James Ford, ver James Stewart al secretario de
nesto de arreglo de cuentas con el pasado del movimiento comunista mexicano. Estado, 27 de marzo de 1940, NARA, GE 59, 800.00B Ford, James William/18; J.
Aunque algunas partes de las memorias son autocomplacientes y poco confia- Edgar Hoover a Adolf Berle, 25 de mayo de 1940, NARA, GE 59, 800.008 Ford,
bles, lo que Campa dice del episodio Trotsky ha sido aceptado por una amplia James William/19. Ford pasó más de cuatro meses en México y volvió a Estados,
variedad de sectores, incluido el propio Partido Comunista, y ha sido incorpora- Unidos a fines de abril de 1940.
do a una historia oficial del partido de reciente publicación: Martínez Verdugo, 72. "Intervención", p. 31, Browder Papers.
Historia del comunismo, cit., p. 185. 73. Loe. cit.
62. Campa da dos fechas diferentes de la supuesta visita del emisario de la 74. Campa, op. cit., p. 162.
GPU a México: "mediados de 1939" y "fines de 1938". Dado que después de la visi- 75. "Intervención", p. 33, Browder Papers.
ta, la delegación del PCM partió (como está bien documentado) a Nueva York 76. lbid., p. 31.
(en mayo de 1939) para discutir el tema con Earl-Browder, la primera fecha pa- 77. Partido Comunista de México, Primer congreso nacional extraordinario: la si-
rece más probable. La referencia a "fines de 1938" se encuentra en un documen- tuación nacional e internacional y las tareas del partido. Material de discusión para la
to sin firma que es probablemente un borrador para uno de los capítulos de su resolución del primer punto del orden del día, La Voz de México, 1940.
autobiografía. Contiene un relato del affaireTrotsky considerablemente más de- 78. Entrevista del autor con Jorge Fernández Anaya, ciudad de México, 31 de
tallado que el que se publicó en Mi testimonio. Ver Valentín Campa, "El caso Trots- octubre de 1984.
ky en el PCM", s.f., CEMOS: Archivo del PCM, Caja 1939-1940 PCM. 79. Campa, op. cit., p. 163.
63. Campa, op. cit., pp. 161-62. Campa no sugiere que en la reunión de Nue- 80. Laborde, "Apuntes", en Anguiano et al., op. cit., p. 326; Velasco, op. cit.
va York se hiciera otra cosa más que rechazar firmemente la propuesta soviética. 81. La Voz de México, n. 298, 25 de febrero de 1940.
Durante su estancia en Nueva York, los tres dirigentes del PCM, junto con otros 82. PCM, VIII congreso nacional ordinario 27 de abril de 1941, p. 6, eEMOS: ese, Car-
comunistas mexicanos como Mario Pavón Flores, Enrique Ramírez y Ramírez peta 27.
(de laJuventud Comunista) y Antonio Ramírez, asistieron al pleno del PeEU ce- 83. Ignacio León, "¿Y después de V. Guerra?", La Voz de México, n. 299, 29 de
lebrado en mayo y a otras reuniones en compañía de dirigentes comunistas de febrero de 1940. En febrero, fueron expulsados tres miembros destacados: Vicen-
otros partidos latinoamericanos. La Voz de México, n. 239, 17 de mayo de 1939, y te Guerra, Manuel Lobato y Arturo Ramírez. Los tres formaban lo que Codovilla
n. 249, 27 de mayo de 1939; Daily Worker, 19 de mayo de 1939, p. 2. llamó "la troika" y fueron acusados de corrupción, oportunismo y trotskismo.
64. Los papeles de Earl Browder no contienen, desafortunadamente, ningu- 84. "Memorándum a los delegados que salen a los estados", s.f., eEMOS: ese,
na referencia directa a estas reuniones de mayo de 1939. En sus conversaciones Expediente 27.
y su correspondencia con el profesor Robert Alexander, Browder dijo que "no 85. En entrevistas con el autor, varios delegados, incluido el ferrocarrilero
conocía la causa de la escisión del Partido Comunista de México en 1940. Hasta Demetrio Vallejo (elegido como delegado por el Comité Regional n. 4, del sur
donde él podía juzgar, se trataba de un problema de personalidades. Nunca de Veracruz), comentaron la ausencia de crítica en la tribuna. Entrevista del au-
pudo ver una diferencia de principios entre los dos grupos", "Alexander, 1953", tor con Demetrio Vallejo, ciudad de México, 1984.
Browder Papers. Dado que el PCEU parece haber estado notablemente bien in- 86. "Puede decirse que los problemas planteados ... aún tomaron por sorpresa
formado sobre lo que ocurría en México en el periodo 1937-1940, a juzgar por a muchos de los delegados, quienes se mostraban francamente perplejos cuan-
los informes que existen en el archivo Browder, este comentario de Browder a do los oradores denunciaban la política de Laborde-Campa, líderes a quienes
Alexander no parece muy sincero. una parte de la masa del partido consideraba todavía como modelos ejemplares
65. "Report on the PCM", Browder Papers. Sobre la visita a Nueva York, ver de comunistas", Revueltas, Escritos políticos, cit., t. r, p. 49.
Daily Worker, 18 de mayo de 1939, pp. 1,2; 19 de mayo, p. 2. 87. Ibid., p. 93.
66. "Intervención", cit., pp. 22-24. 88. La Voz de México, n. 303, 31 de marzo de 1940, p. l.
67. Ibid., p. 14. 89. Dionisia Encina, Fuera el imperialismo y sus agentes. Unidos para hacer avan-
68. El discurso de Valentín Campa ante el pleno hace una clara referencia a zar la revolución, Editorial Popular, México, 1940, pp. 3-122. Según Laborde, En-
la convocatoria de una conferencia especial del partido, aunque no se menciona cina no escribió por sí mismo el informe. Laborde, "Apuntes", en Anguiano et
ninguna fecha. La Voz de México, n. 278, 30 de septiembre de 1939. al., op. cit., p. 319.
69. Márquez Fuentes y Rodríguez Arauja, op. cit., pp. 335-37. 90. Encina, op. cit., p. 122.
70. La Voz de México, n. 295, 4 de febrero de 1940. 91. "Transcript of the Minutes of the National Organizing Conference of the
71.Jules Humbert Droz, Mémoires de Jules H1tmbert Droz, vol. 2, De Lénine d Sta- PCM Held in the DF., November 25, 1940", en George Shaw al secretario de
line, Éditions de la Baconniere, 1971, pp. 278, 291, 311, 389-90; E. H. Carr, The Estado, 18 de abril de 1941, NARA, GE 59, 812.00B Party Comrnunist/14. PSNH.

344 345
92. Sobre la historia interna de los debates del PeM en torno a esta cuestión, tados Unidos por un funcionario de la Secretaría de Gobernación, Ricardo Ru-
ver "Proyecto de Resolución del Buró Político", 22 de febrero de 1943, CEMOS: . bio. Daniels al secretario de Estado, 12 de marzo de 1940, Medina, op. cit., pp.
ese, Carpeta Roja 2; Miguel Ángel Velasco, "Crisis y confusión en el movimiento 146--55, 352-78; Raby, op. cit., pp. 78-79, 95-99.
obrero", La Voz de México, 21 de febrero de 1943, p. 3; "Unidad de la crM a base de 101. Daniels al secretario de Estado, 12 de marzo de 1940.
la democratización y fortalecimiento de la eTM", La Voz de México, 7 de marzo 102. "El exotismo comunista", La Voz de México, 5 de agosto de 1942.
de 1943, p. 2; Luis Medina, Del cardenismo al avilacamachismo, vol. 18 de la Historia 103. Informe del agregado militar, n. 3020, 8 de enero de 1944, NARA, GE 319,
de la Revolución Mexicana, El Colegio de México, México, 1979, pp. 174-82. Caja 857, 000.244 Mexico. Se impuso la censura a los exiliados comunistas ex-
93. Bias Roca asistió a varias reuniones del Buró Político del PeM entre 1941 tranjeros como Egon Kisch, Antonio Mije, George Minkoff, Margarita Nelken y
y 1943. En diciembre de 1941 aconsejó al partido que se atrajera a los sinarquis- Leocadia Prestes, para sólo nombrar unos pocos. Sobre los resultados del espio-
tas de base (el sinarquismo era un movimiento nacionalista conservador también naje contra Lombardo Toledano y la Universidad Obrera a principios de enero,
influido por el falangismo) a sus filas y que apoyara las demandas superpatrióti- ver informe del agregado militar n. 2998, 13 de enero de 1944, NARA, GE 319,
cas para presentar al Partido Comunista como "el más vigoroso e intransigente Caja 857, 000.244 Mexico.
defensor del país". Ver ejemplos de las intervenciones de Roca en "Intervención 104. PeM, "Carta abierta del Pe al Sr. Presidente", incluido en el informe de
de Bias Roca en la reunión del Buró Político celebrada el 30 de abril. de 1943" y Louis Blanchard, 26 de septiembre de 1941, NARA, GE 84, vol. 83, 800 Demons-
"Reunión del Buró Político, 5 de mayo de 1943", eEMOS: ese, Carpeta Roja n. 2. trations, Riots, etcétera.
94. Las renuncias y expulsiones de 1943 afectaron a dos corrientes muy dis- 105. Qué Hacer: Boletín de Orientación del Comité delDFdelPCM, n. 25, noviembre
tintas: los ultralombardistas, como Enrique Ramírez y Ramírez y José Revueltas, de 1942, eEMOS: ese, Carpeta Roja 2.
y otro grupo de figuras -la más destacada de las cuales era Miguel Ángel Velas- 106.J. Edgar Hoover a Adolf Berle, "Communist Activities in Mexico ", 7 de
ca- que nunca se reconciliaron con la expulsión de Laborde y Campa en 1940. septiembre de 1940, NARA, GE 59, 812.00B/618. Sobre la forma en que el PCM re-
La pérdida de miembros devastó al partido en el Distrito Federal. chazó toda responsabilidad en el asesinato de Trotsky, ver Boletín de Prensa del
95. PeM, "La situación nacional de la clase obrera y las tareas del partido: Ple- Partido Comunista de México, 30 de agosto de 1940, eEMOS: Archivo del PeM, 13-
no del20-21 de julio de 1940", p. 19, eEMOS: ese, Carpeta Roja l. Sobre la expul- 30002.
sión de los dirigentes magisteriales y ferrocarrileros, ver "Resolución del Buró 107. "Buró Político, 8 de diciembre de 1941", CEMOS: ese, Carpeta Roja 2. Ver
Político sobre los problemas de organización del partido comunista", s.f., eEMOS: también información detallada sobre las dificultades financieras del partido en
ese, Carpeta Roja l. su zona más importante -el Distrito Federal- en "The Mexican Communist Par-
96. Entrevista del autor con Valentín Campa, ciudad de México, 14 de mayo ty Organization", informe fechado el 5 de noviembre de 1941, incluido en J. Ed-
de 1981; Campa, op. cit., pp. 167-68. gar Hoover a AdolfBerle, 31 de diciembre de 194l,NARA, GE 319, 000.244 Méxi-
97. Campa escribía para La Voz de México con la autorización de Miguel co. Caja 858.
Ángel Velasco, y en el pleno de noviembre de 1942 el partido acordó invitar a 108. "Proyecto de Plan de la Comisión Nacional de Organización, 28 de agos-
Laborde y a Campa a volver, decisión que fue revocada en un furioso debate to de 1942: informante Bias Manrique", eEMOS: ese, Carpeta Roja 2.
interno al año siguiente. Campa, op. cit., p. 174; Encina a Eugene Dennis, 14 de 109. 'Todos nosotros, sin darnos cuenta, servimos a las maniobras de Codo-
octubre de 1943, Browder Papers, Rollo 1; PeM, "Hacia un potente partido de. villa, quien naturalmente se apoyó en el movimiento casi masivo que se había
masas: intervención del compañero Bias Manrique, secretario de organización desatado en el partido a escala nacional en contra de la dirección." Revueltas ci-
del PeM hecha en el pleno del Comité Central celebrado durante los días 26 y tado en Anguiano et. al., op. cit., p. 219.
27 de noviembre de 1942", eEMOS: ese, Carpeta Roja 2.
98. "Reunión del Buró Político, mayo de 1940, acuerdos", eEMOS: ese, Capítulo III
Carpeta Roja 1; Josephus Daniels al secretario de Estado, 20 de mayo de 1941,
NARA, GE 59, 812.00B Party Communist/16. Varios líderes del STERM atacaron al l. Rosa Elena Montes de Oca, "The State and the Peasants", en José Luis Rey-
Partido Comunista por remover a dos figuras con quienes Lombardo simpatiza- na y Richard S. Weinert (comps.), Authoritarianism in Mexico, Institute for the
ba (Rafael Carrillo y Mario Pavón Flores) y por encumbrar a Miguel Ángel Ve- Study of Human Social Issues, Filadelfia, 1977, p. 52; Hamilton, The Limits, cit.,
lasco. pp. 179-80; Craig, The First Agraristas: A n Oral History of a Mexican Agrarian Reform
99.James Stewart al secretario de Estado, 29 de febrero de 1940, NARA, GE Movement, U niversity of California Press, Berkeley, 1983, p. 242; Tomás Manínez
59, 812.504/1931 LAM;Josephus Daniels al secretario de Estado, 12 de marzo de Sal daña, El costo social de un éxito político: la política expansionista del estado mexicano
1940, 812.504/1934 LH.;James Stuart al secretario de Estado, 19 de abril de 1940, en el agro lagunero, Colegio de Posgraduados, Chapingo, 1980, pp. 22-31; Ruth Ar-
GE 59, 812.504/1943 LDG. boleyda y Luis Vázquez León, "El colectivismo ejidal y la cuestión agraria en
100. Las intenciones de Cárdenas fueron comunicadas a la embajada de Es- México. El caso de La Laguna, un estudio de antropología política", tesis de Ji-

346 347
cenciatura, Escuela Nacional de Antropología e Historia, ciudad de México, 1978, pp. 109-208. La cita es de la p. 206. Knight, op. cit., vol. 1, p. 87, ha sostenido lo
cap. 3. Éste es también el único estudio sobre La Laguna que dedica espacio sufi- mismo.
ciente a examinar el papel del Partido Comunista en la región antes del reparto. 15. Craig, op. cit., pp. 61-67, 154, 183.
2. Liga de Agrónomos Socialistas, El colectivismo agrario en México: la comarca 16. Clarence Senior, op. cit., pp. 262-63; Meyers, "Interest Conflicts", cit., pp.
lagunera, México, 1940, p. 37. 173-79; Meyers, "Popular Movements", cit., p. 8. Las importantes zonas de minas
3. Ildefonso Villarelo Vélez, Historia de la Revolución Mexicana en Coahuila, de carbón al norte de Coahuila (Sabinas, Rosita, Palau y Cloete) también tenían
México, 1970, pp. 35-36; William K Meyers, "Popular Movements and the State vínculos con la región lagunera. Sobre los textiles, ver Manuel Plana, Il regno del
in the Comarca Lagunera", ponencia presentada a la conferencia de LASA (Latin cotone in Messico. La struttura agraria delta Laguna (1885-191 0), Franco Angeli, Mi-
American Studies Association), ciudad de México, septiembre de 1983, p. 3. lán, 1984, pp. 223-24.
4.Judith Adler Hellman, "Capitalist Agriculture and Rural Pro test: The Case 17. "Entrevista con Dionisia Encinas [sic]", en Historia Obrera, n. 19, mayo de
of the Laguna Region, Mexico", Labor Capital and Society, 14, n. 2, noviembre de 1980, pp. 6-14. Otras fuentes fechan la afiliación de Encina a la Juventud Comu-
1981, pp. 30-46. nista en 1925; Encina, Fuera el imperialismo, cit., pp. xii-xiv.
5. William K Meyers, "La Comarca Lagunera: Work, Protest and Popular 18. Arboleyda y Vázquez León, op. cit., n. 56, p. 387.
Mobilization in North Central Mexico", en Thomas Benjamín y William McNe- 19. Cynthia Hewitt y Henry Landsberger, Peasant Organizations in the Laguna,
llie (comps.), Other Mexicos. Essays on Regional Mexican History 1876-1911, Univer- Mexico: History, Structure, Member Participation, Effectiveness, CIDA, Washington, no-
sity of Oklahoma Press, Norman, 1984, p. 253; Alan Knight, The Mexican Revolu- viembre de 1970, p. 14.
tion, vol. 1, Porfirians, Liberals and Peasants, Cambridge University Press, Cambrid- 20. Federico Besserer, Victoria. Novelo y Juan Luis Sariego, El sindicalismo mi-
ge, 1986, pp. 179-80, 280. nero en México 1900-1952, Era, México, 1983. La UMM abandonó sus vínculos con
6. María Vargas-Lobsinger, La hacienda de "La Concha": una empresa algodone- la CROMen 1923. Sobre el trabajo agrario de la sección 8 de la UMM en Palau, ver
ra de La Laguna 1883-1917, México, 1984, pp. 18-20; Meyers, op. cit., pp. 251-54; Trabajo y producción, n. 10, 25 de marzo de 1917. Sobre la IWW en Torreón, ver Tra-
William K. Meyers, "Interest Conflicts an Popular Discontent: The Origins of the bajo y producción, Chihuahua, n. 15, 29 de abril de 1917; Luz, n. 40, 20 de mayo
Revolution in the Laguna, 1880-1910", tesis de doctorado, University of Chicago, de 1919, p. 2.
1979, pp. 32-33, 77; Martínez Saldaña, op. cit., p. 87. 21. Lucha social, Saltillo, t. 1, n. 7, 5 de mayo de 1918, p. 2; Libertario, año 1,
7. Ver comentarios sobre los vínculos entre el empleo y la ecología, en Homer n. 12, 20 de mayo de 1919, p. 2.
Caen al secretario de Estado, 4 de agosto de 1917, NARA. GE 59, 812.00/2ll78; 22. Calixto Contreras dirigió a los campesinos de San Pedro Ocuila, en 1905,
Philip Hanna al secretario de Estado, 21 de septiembre de 1917, 812.00/21297; en su lucha contra la expropiación de sus tierras por la hacienda de Sombrere-
Bartley Yost al secretario de Estado, 5 de febrero de 1926, 812.61321/36; Ramón tillo. Pablo Machula Macías, La revolución en una ciudad del norte, México, 1977,
Ruiz, Mexico: la gran rebelión, 1905-1924, Era, 1984, pp. 79-97. p. 68, citado en Katz, La guerra secreta en México, Era, 1982, t. 1, p. 400. Sobre la
8. Clarence Senior, "Land Reform and Democracy", tesis de doctorado, Co- reforma agraria bajo el gobierno de Villa, ver Friedrich Katz, "Pancho Villa, Pea-
lumbia University, 1955, pp. 247-48. sant Movements and Agrarian Reform in Northern Mexico", en David Brading
9. Meyers, "Popular Movements", cit., p. 5; Sindicato de Trabajadores de los (comp.), Caudillo and Peasant in the Mexican Revolution, Cambridge University
Talleres Gráficos de la Nación, Despertar lagunero. Libro que relata la lucha y triunfo Press, Cambridge, 1980. Arboleyda yVázquez León, op. cit., p. 315, señala los ca-
de la revolución en la comarca lagunera, México, 1937, pp. 48-49. sos de las haciendas de Sacramento, Santa Teresa, California, Lucero, San Lo-
10. Ver quejas de los terratenientes por la falta de mano de obra en 1921, en renzo y Concordia.
el angustiado informe de la Cámara Agrícola Nacional, 23 de noviembre de 23. Alfonso Porfirio Hernández, ¿La explotación colectiva en la comarca lagunera
1921, AGN; Ramo del Trabajo (SICT), 32-6-6-47. Ver comentarios sobre la emigra- es un fracaso?, Costa Amic, México, 1975, pp. 56-58, basado en una entrevista con
ción a Estados Unidos y su impacto sobre la oferta de mano de obra (para 1920), Juan Moreno, campesino duranguense.
en Cummins a Londres, ll de diciembre de 1920, con una carta del vicecónsul 24. Ver la interesante información de J. Cruz Chacón Sifuentes en Hewitt y
Graham de Durango, PRO, FO 371, A56/56/26, y (para 1924) Bartley F. Yost al Landsberger, op. cit., pp. 127-28; Arboleyda y Vázquez León, op. cit., p. 316.
secretario de Estado, 2 de abril de 1924, NARA, GE 59, 812.61321/21. 25. lbid., p. 316, citando a Hewitt y Landsberger, op. cit., pp. 129-34;José San-
11. Drew Linard al secretario de Estado, 15 de mayo de 1924, NARA, CE 59, tos Valdés, Matamoros, ciudad lagunera, s.p.i., México, 1973, p. 314; Rocío Guada-
812.52/1207. rrama, Los sindicatos y la política en México: la CROM 1918-1928, Era, México, 1981,
12. Ver Craig, op. cit., p. 207, sobre el caso de uno de esos inmigrantes pro- pp. 193-97; 203-4.
cedentes deJalisco,Juan Oliva. 26. Ver la masiva correspondencia escrita por los sindicatos campesinos del
13. Arboleyda y Vázquez León, op. cit., p. 308. distrito de San Pedro, en 1921, pidiendo la distribución de las tierras ejidales.
14. Juan Martínez Alier, Cuba: economia y sociedad, Ruedo Ibérico, París, 1972, AGN: Ramo del Trabajo, 32-6-6-47.

348 349
27. El Demócrata, 13, 21 de diciembre de 1922. pular. Las críticas del Partido Comunista al gobierno de Portes Gil y su negativa
28. Los campesinos presos fueron defendidos por Jesús Caballero, secretario a abandonar la campaña electoral del POeM por la presidencia tuvo por re-
general de la Federación de Sindicatos de Obreros y Campesinos de la Región sultado una ruptura entre el PeM y Úrsulo Galván. Martínez Verdugo, Historia del
Lagunera; Porfirio Hernández, op. cit., pp. 66-68; Ruiz, op. cit., pp. 317-20, y comunismo, cit., pp. 110-11, 114-19.
Santos Valdés, op. cit., pp. 341-45. 36. Raymond Wilkie, San Miguel: A Mexican Collective Ejido, Stanford Univer-
29. Arboleyda y Vázquez León, op. cit., p. 315. sity Press, Stanford, 1971, p. 18; Martínez Saldaña, op. cit., p. 29.
30. Sindicato de Campesinos Agraristas del Estado de Durango, Informe que 37. Ver el resumen de la discusión sobre cuestiones agrarias en la Conferen-
rinde el Lic. Alberto Terrones Benítez., presidente del consejo ejecutivo, ante el quinto con- cia Nacional del PeM, en febrero de 1932, "Nuestra política en el campo", El Ma-
greso agrarista del estado de Durango, 1 de Enero de 1925, p. 47. chete llega~ n. 219, 20-29 de febrero/lO de marzo de 1932, p. 3.
31. Hewitt y Landsberger, op. cit., p. 129. 38. Rodríguez Triana nació en San Pedro de las Colonias en 1890 de una fa-
32. La referencia a Matamoros está en Arboleyda y Vázquez León, op. cit., p. milia campesina pobre que había emigrado de Zacatecas a La Laguna. Su ca-
316. Un artículo en El Obrero Comunista se refiere a "algunos campesinos del Par- rrera político-militar incluía algunas actividades como militante del PLM (tomó
tido Comunista de La Laguna", y habla con optimismo de la decepción de los parte en los levantamientos de Viesca y Las Vacas) y como zapatista. Después
campesinos ante el resultado de la división de la hacienda de San Carlos entre de 1917, aconsejó a los campesinos de Coahuila para que llenaran solicitudes de
203 campesinos. "El terror blanco en La Laguna", El Obrero Comunista, vol. 1, n. dotación y restitución de tierras, El Machete, n. 149, 26 de enero de 1929, p. 1; n.
20, mayo de 1922, p. 1; entrevista del autor con José Dolores Zárate, Matamoros, 151, 9 de febrero de 1929, p. l. Ver ejemplos de ataques al PeM, el Socorro Rojo,
noviembre de 1984; Santos Valdés, op. cit., pp. 470-74. El historial de Huitrón se el CSUM, etcétera, en El Machete llega~ n. 188, diciembre de 1930, pp. 1, 4; n. 189,
encuentra en Coahuila, Canje de carnets del PeM 1959-1960, eEMOS: Archivo del enero de 1931, pp. 1, 3; n. 193, primera quincena de marzo de 1939, p. 1; n. 194,
PeM, Caja 36, f. 6. Tras las expropiaciones de 1936, Huitrón se convirtió en una segunda quincena de marzo de 1931, p. l.
destacada figura del PeM en la estructura del ejido colectivo y fue una de las 39. Santos Valdés, op. cit., pp. 292-340. El 2 de noviembre de 1930, por ejem-
ocho personas elegidas al Comité Consultivo Central de Ejidatarios. Sergio Al- plo, Dionisia Encina, Guadalupe Sauceda, Federico Reyes y Aurelio Andrade
cántara Ferrer, La organización colectivista ejidal en la comarca lagunera, Torreón, fueron detenidos en Torreón, trasladados a la ciudad de México y liberados sólo
1967, p. 45. a fines de enero del año siguiente. El Machete llega~ n. 188, diciembre de 1930,
33. Arboleyda y VázquezLeón, op. cit., p. 316; Santos Valdés, op. cit., p. 474. p. 1; n. 191, primera quincena de febrero de 1931, p. 4.
Cuando tuvieron lugar las batallas por la Vega del Caracol, Zárate era secretario 40. El Machete llega~ n. 209, 20 de septiembre de 1931, pp. 1-2.
tesorero de la Federación de Obreros y Campesinos local. 41. Se estableció definitivamente una célula del PeM en La Fe a fines de 1931.
34. Felipe Zárate, un guerrillero agrarista y peón del algodón, se incorporó Ver Espartaco, n. 28, enero de 1932, p. 4.
al PeM en 1928. Murió en agosto de 1932 a la edad de 35. Ver El Machete llega~ 42. El Machete llega~ n. 226, 20 de mayo de 1932, p. 2.
n. 238, 20 de septiembre de 1932, p. 2. Una lista de los "miembros fundadores" 43. El Machete llega~ n. 265, 20 de julio de 1933, p. l. El mismo mes, El Machete
del PeM en La Laguna (junto a los miembros del partido que murieron enlama- señala que se enviaron a Torreón 300 ejemplares del periódico (en compara-
sacre de Matamoros en 1930) se anexa a la carta al Buró Político del PeM (sin ción con 480 para Tampico, 350 para el DF, 500 para Monterrey y 800 en Vera-
fecha pero probablemente de octubre o noviembre de 1943), eEMOS: ese, Car- cruz).
peta Roja 2. Sobre la circulación de El Machete, ver El Machete, 17 de marzo de 44. El Machete llega~ n. 223, 20 de abril de 1932, p. 2.
1928, p. 5. Desafortunadamente no hay ningún desglose de la circulación por 45. Aún se requiere con urgencia una investigación detallada sobre este te-
subregiones en los dos estados, y algunos de los 780 ejemplares presumiblemen- ma. En una entrevista con el autor, Jorge Fernández Anaya, secretario de orga-
te circulaban fuera de la comarca lagunera, en Saltillo por ejemplo, y en la nización del frente campesino y obrero (esuM) del PSUM, dijo que no había
región minera del norte de Coahuila. sindicatos de peones en el esuM cuando visitó La Laguna a mediados de 1935.
35.Judith Adler, ''The Politics of Land Reform in Mexico with Special Refe- Entrevista del autor con Jorge Fernández Anaya, ciudad de México, noviembre
rence to the Comarca Lagunera (1935-1967) ", tes,is de maestría, London School de 1984.
ofEconomics, 1970, p. 66. Dos años más tarde, Guadalupe Rodríguez, entonces 46. El Machete llega~ n. 273, 1O de octubre de 1933, p. 2; n. 275, 1O de noviem-
miembro del Comité Central del PeM, fue ejecutado tras la revuelta escobarista bre de 1933, p. 2.
(marzo a mayo de 1929), acusado de incitar a los agraristas armados a un levan- 47. El Machete llega~ n. 221, 30 de marzo de 1932, p. 3.
tamiento comunista. Julio Cuadros Calda, El comunismo criollo, S. Layo Editor, 48. Hamilton, op. cit., p. 273;
Puebla, 1930, pp. 15-19, registra el hecho. Sin embargo, su versión exagera la im- 49. Francie Chassen de López, Lombardo Toledano y el movimiento obrero mexica-
portancia del punto de vista de la minoría que, dentro del PeM, sugería que no, 1917-1940, Contemporáneos, México, 1977, p. 175; Arboleyda y Vázquez
el partido explotara la rebelión de Escobar para impulsar una insurrección po- León, op. cit., p. 317.

350 351
50. Liga de Agrónomos Socialistas, op. cit., p. 39. 69. La Opinión, 9 de junio de 1936, p. 4.
51. Arboleyda yVázquez León, op. cit., p. 318; Liga de Agrónomos Socialistas, 70. La Opinión, 15 de junio de 1936, p. l.
op. cit., p. 40. 71. La Opinión, 23 de junio de 1936, p. l.
52. Arboleyda y Vázquez León, op. cit., p. 318; La Opinión, 18 de septiembre 72. La Opinión, 10 de julio, p. 1; 17 de julio, p. 1; 20 de julio, p. 4.
de 1935, p. l. El Sindicato de Campesinos 'Julio Antonio Mella" de Santa Ana del 73. La Opinión, 11 de agosto de 1936, p. 1; El Machete, n. 433, 22 de agosto de
Pilar estaba afiliado a la FSROC. 1936.
53. El Machete, n. 358, 5 de octubre de 1935, p. 2. 74. El Machete, n. 432, 15 de agosto de 1936. Una comisión del gobierno mexi-
54. Entrevista del autor con Jorge Fernández Anaya, ciudad de México, 31 de cano que investigó las condiciones de la región en 1927 y 1928 recomendó el otor-
octubre de 1984; La Opinión, 13 de octubre de 1935, p. 2. En la huelga por au- gamiento de pequeñas parcelas para huerto. Enrique Nájera, Informe general de la
mento salarial que estalló en la metalúrgica de Peñoles, el 8 de noviembre, par- ComisiÓn de Estudios de la Comarca Lagunera, Cultura, México, 1930, pp. 115-16.
ticiparon ochocientos trabajadores, que obtuvieron apoyo de la csuM y del Sobre la práctica de la aparcería al final del porfiriato, ver Vargas-Lobsinger, op.
sindicato ferrocarrilero. Los trabajadores consiguieron un salario mínimo de cit., pp. 110-14. Ver también Meyers, "Interest Conflicts", cit., pp. 154-55, 164-65.
tres pesos y un aumento general del setenta y cinco por ciento, La Opinión, 9 75. La Opinión, 2 de agosto de 1936, p. l.
de noviembre, p. 4, y El Machete, n. 365, 16 de noviembre. El5 de diciembre, los 76. CTM 1936-1941, pp. 123-24, citado en Chassen de López, op. cit., p. 206;
obreros textiles de La Fe anunciaron que irían a la huelga; participaban seiscien- Joe C. Ashby, Organized Labor and the Mexican Revolution under Cárdenas, Univer-
tos trabajadores. La huelga fue declarada inexistente el 16 de diciembre. La sity of North Carolina Press, Chape! Hill, 1963, pp. 162-63.
Opinión, 5, 6, de diciembre p. l. Ambas huelgas recibieron asistencia de Mario 77. "Resolución Agraria de La Laguna, 28-30 de diciembre de 1946", p. 3,
Pavón Flores, principal abogado laboralista y estratega del PCM y la CSUM. CEMOS: Archivo ese, Carpeta 19, Materiales Diversos.
55. La Opinión, 24 de septiembre de 1935, p. l. 78. El Machete, n. 435, 2 de septiembre de 1936; Liga de Agrónomos Socia-
56. Ver la crónica de la lucha en las haciendas de La Perla, San Lui~ y La Joya, listas, op. cit., p. 44.
en La Opinión, 19 de octubre de 1935, p. l. La lucha de los sindicatos "rojos" y 79. La Opinión, 1 de septiembre de 1936, p. l.
"blancos" para atraerse a los peones acasillados con frecuencia tenía por resul- 80. Ver todos los detalles sobre el sabotaje de los terratenientes en El Machete,
tado la existencia de uno o más sindicatos rivales en las haciendas particulares. n. 435, 2 de septiembre de 1936; n. 438, 16 de septiembre de 1936; n. 439, 30 de
Había pugnas por el apoyo de los peones acasillados entre los sindicatos afilia- septiembre de 1936.
dos al CRDP y a la FSROC, etcétera, y la Confederación General de Trabajadores 81. El Machete, n. 438, 16 de septiembre de 1936.
(CGT), que aún tenía algunos sindicatos. En la hacienda de San José de la Niña, 82. Liga de Agrónomos Socialistas, op. cit., pp. 45-49.
venció el sindicato blanco (afiliado a la antiguamente filoanarquista CGT), La 83. Arboleyda y Vázquez León, op. cit., p. 324.
Opinión, 8 de octubre de 1935, p. l. Sobre los sindicatos rivales de las haciendas 84. Existe una amplia bibliografía sobre estos problemas. Ver Judith Adler,
Hidalgo y El Perú, ver La Opinión, 2 de noviembre de 1935, pp. 1, 2, y 9 de "The Politics ofLand Reform", pp. 99-151; Martínez Saldaña, op. cit., pp. 31-43;
noviembre de 1935, p. l. Salomón Eckstein e Iván Restrepo, La explotación colectiva en México; el caso de la
57. La Opinión, 7 de diciembre de 1935, p. l. Comarca Lagunera, Siglo XXI, México, 1975.
58. La Opinión, 7 de diciembre de 1935, p. l. El 21 de diciembre hubo un 85. En la Segunda Convención de Sociedades de Crédito Ejidal, celebrada en
paro de quince minutos. 1939, los delegados eligieron a Dolores Zárate como presidente de la conven-
59. La Opinión, 7, 11 de enero de 1936, p. l. ción. Zárate, ahora ejidatario en El Sacrificio, era miembro del Comité Central
60. La Opinión, 13 de enero de 1936, p. l. del PCM. Otro ejidatario comunista, Francisco Torres (de Tlahualilo), fue elegi-
61. Chassen de López, op. cit., pp. 212-13. do secretario de la convención. Miguel Ángel Velasco, "Balance de la Segunda
62. Encina fue secretario del interior de una de las dos principales organi- Convención de Sociedades de Crédito Ejidal en La Laguna", La Voz de México, n.
zaciones paraguas de obreros y campesinos de La Laguna: la Federación Sindi- 233, 11 de mayo de 1939. El término "liderazgo campesino natural" está tomado
cal Revolucionaria de Obreros y Campesinos de La Laguna. de Adler, op. cit., p. 102.
63. El Machete, n. 396, 1 de abril de 1936. 86. La Voz de México, "Los censos hasta el15 de diciembre de 1939", 1o de ene-
64. El Machete, n. 410, 27 de mayo, p. l. ro de 1940, p. 2.
65. La Opinión, 16, 17, 21, 22 y 23 de mayo de 1936; El Machete, n. 410, 27 de 87. Este punto está bien planteado en la siguiente declaración de un ejidata-
mayo, p. l. rio, miembro veterano de la Unión Central:
66. Liga de Agrónomos Socialistas, op. cit., p. 43. En este ejido siempre hemos estado con Orona [Arturo Orona, figura
67. La Opinión, 3 y 4 de junio de 1935, p. l. dominante dentro de la Unión Central]. Lo apoyamos en todo. Participamos
68. El Machete, n. 414,10 dejunio de 1936, p. 2. en caravanas pero nunca fuimos comunistas. Sólo Orona y unos pocos

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11
dirigentes lo eran. Nos gustaba el colectivismo que Orona siempre impulsó y mintern 1919-1943, Cambridge University Press, 1986, Cambridge, 1986, que de-
lo seguimos en lo demás -en las campañas de solidaridad, en el apoyo a la dica un capítulo al browderismo. 1111!
Unión Soviética- por respeto hacia él, aunque fuimos perseguidos por ello. 3. Maurice Isserman, Which Side Were You On? The American Communist Party
Judith Adler, 'The Role of Ideology in Peasant Politics: Peasant Mobilization during the Second World War, Wesleyan University Press, Middletown, 1982, p. 199.
and Demobilization in the Laguna Region", Joumal of Interamerican Studies and 4. Fernando Claudín, The Communist Movement: From Comintern to Cominform,
World Affairs, 25, n. 1, febrero de 1983, n. 10, p. 27. Penguin, 1975, Harmondsworth, 1975, pp. 15-45; Caballero, op. cit., pp. 147-48.
88. Martínez Saldaña, op. cit., p. 31. 5. Claudín, op. cit., pp .. 28-29, 40-43.
89. reM, El campesino lagunero en la producción colectiva. Resolución de la Confe- 6. !bid., p. 45.
rencia de Delegados de Células Campesinas de la Región Lagunera aprobada por el Comité· 7. Edgar J. Hoover a F. B. Lyon, 22 de julio de 1946, que incluye el estudio
Regional del Partido Comunista, DAPP, México, 1938, pp. 7-12. del FBI, "Communism in Cuba", NARA, GE 59.
90. Luisa Paré y Jorge Morett, "La lucha de los obreros azucareros en la re- 8. La cita es de Joseph Starobin, American Communism in Crisis, 1943-1957,
11
gión de Los Mochis, Sinaloa, 1914-1937", en Memorias del encuentro sobre historia University of California Press, Berkeley, 1972, p. 52. 11

del movimiento obrero, vol. 2, pp. 28-30, UAP, Puebla, 1981. 9. Las citas directas están tomadas de la copia del discurso de Bridgeport
91. PeM, op. cit., p. 13. que se encuentra en los Browder Papers, Rollo 13, Serie 6 P-134.
92. Arboleyda y Vázquez León, op. cit., p. 328. La Liga fortaleció su influen- 10. Discurso de Bridgeport, p. 5.
cia en La Laguna a partir de 1937, y obtuvo el control de muchos municipios y 11. Earl Browder, Teheran and America, Worker Library Publishers, Nueva
promovió las divisiones dentro de los ejidos colectivos. La Liga también se esfor- York, enero de 1944, p. 19, citado por Starobin, op. cit., p. 55.
zó por desalojar a la CTM del estado para consolidar la hegemonía de la Confe- 12. Earl Browder, Teheran: Our Path in War and Peace, International Publishers,
deración Nacional Campesina (eNe), de la que fue afiliada estatal cuando se Nueva York, 1944, p. 62.
creó la organización nacional, en 1938. Irónicamente, el reM decidió apoyar la 13. !bid., pp. 56-63.
afiliación individual de sus miembros a la eNe, a pesar de que la única posición 14. !bid., p. 62.
de influencia de nivel nacional que les quedaba a los trabajadores agrícolas .co- 15. Earl Browder, The Road Ahead to Victory and Lasting Peace, Workers Library
lectivizados era la que tenían en la CTM, la cual siguió teniendo un secretario de Publishers,junio de 1944, pp. 31-36.
asuntos campesinos hasta fines de los cuarenta. 16. !bid.
93. Éste es el punto de vista de Arboleyda y Vázquez León, op. cit., p. 329. 17. Starobin, op. cit., p. 56.
18. Isserman, op. cit., p. 200, citando una carta de Bias Roca a Browder pu-
Capítulo IV blicada en Political Affairs, 24, marzo de 1945, pp. 268-85.
19. Roca asistió a reuniones del Buró Político en diciembre de 1941 y abril de
l. José Revueltas, Ensayo sobre un proletariado sin cabezá, vol. 17 de Obras com- 1943, "Intervención de Bias Roca en el Buró Político en la sesión del sábado 20
pletas, Era, México, 1980, pp. 69-70; Michael Lowy, El marxismo en América Latina, de diciembre de 1941", CEMOS: ese, Carpeta Roja 2; Reunión del Buró Político
Era, 1982, México, pp. 34-37. Sobre el browderismo en Venezuela, ver Manuel 30 de abril de 1943, Carpeta Roja 2. Sobre su consejo para convocar a los sinar-
Caballero, La internacional comunista en América Latina: la sección venezolana, Cua- quistas a incorporarse a la Unidad Nacional, ver eEMOS: c.se, Expediente 27.
dernos de Pasado y Presente, México, 1978, pp. 142-63. Sobre la experiencia ar- 20. Miguel Ángel Ve lasco, uno de los expulsados de octubre de 1943 y uno de
gentina, ver Jorge Abelardo Ramos, El partido comunista en la política argentina, los organizadores y estrategas más eficaces del partido, estaba particularmente
Coyoacán, Buenos Aires, 1962, pp. 162-81. enojado por la forma en que el reM había atendido los precipitados consejos de
2. Fernando Claudín ha dicho recientemente que la "especial relación" entre los "visitantes" extranjeros, especialmente Bias Roca y Jim Allen, del PCEU. Mi-
los comunistas estadounidenses y los partidos latinoamericanos produjo tensio- guel Ángel Velasco a Carlos Sánchez Cárdenas, 4 de mayo de 1943, CEMOS: ese,
nes entre el PeEu, por una parte, y la Comintern y la Unión Soviética, por otra, Carpeta Roja 2.
mucho antes del episodio browderista. Fernando Claudín, Santiago Carrillo: cró- 21. Sobre las cifras de 1941, ver Buró Político, 8 de diciembre de 1941, eEMOS:
nica de un secretario general, Planeta, Barcelona, 1983, p. 67. Según Browder su ese, Carpeta Roja 2. Las cifras de 1944 se encuentran en Raleigh Gibson al secre-
interés por América Latina databa de su temprana atención al movimiento ma- tario de Estado, 17 de agosto de 1944, comunicado preparado por la oficina del
gonista, al principio de la Revolución Mexicana. Decía haber conocido a Enri- agregado civil, 19 de julio de 1944, NARA, GE 226 (Office of Strategic Services),
que Flores Magón en la penitenciaría de Fort Leavenworth en 1920. "No Man's 90921. El agregado civil era la cobertura bajo la cual los agentes del FBI operaban
Land: A Political Autobiography by Earl Browder", p. 63, Browder Papers, Rollo fuera de Estados Unidos.
8, Serie 3-143; Daily Worker, 2 de febrero de 1939, pp. 1-2. Sobre la evolución del 22.Jorge Basurto, Del avilacamachismo al alemanismo, 1940-1952, vol. 11 de La
comunismo latinoamericano, ver Manuel Caballero, Latin America and the Co- clase obrera en la historia de México, Siglo XXI, México, 1984, pp. 29-36.

354 355
37. La posición pública oficial del PCM no revelaba ninguna de estas tensiones
23. Ibid., pp. 61-67; Luis Medina, Del cardenismo al avilacamachismo, vol. 18 internas. Para Ángel Olivo (que pronto sería expulsado del partido, en octubre),
la Historia de la Revolución Mexicana, El Colegio de México, México, 1979, bastaba con repetir la explicación del Presidium de la Comintern y atacar todas
304-27. las otras interpretaciones como obra de fascistas y trotskistas. El partido mexica-
24. El discurso de Fidel Velázquez ante la reunión dell3 de mayo se encuen~ no, decía Olivo, probablemente sería el que más "echaría de menos a la Comin-
tra recogido en La Voz de México, 28 de mayo de 1944, p. 8. tern". Ángel Olivo, El partido comunista ante la disolución de la III Internacional,
25. Bassols fue uno de los intelectuales y economistas socialistas más distingui- México, 1943.
dos de México. La revista Combate de la Liga de Acción Política defendía una ver- 38. Esta pugna por el liderazgo se centraba en algunos temas, entre ellos la
sión modificada del marxismo estalinizado (¡toda una hazaña en su momento!) y disputa en torno a las relaciones del partido con Valentín Campa y Hernán La-
mantuvo independiencia crítica tanto frente al estado mexicano como frente a la~ borde, expulsados en 1940. Campa, op. cit., p. 174.
estrategia de Unidad Nacional. A diferencia del PCM, Bassols y Combate se oponían 39. Buró Político, 16 de marzo de 1944. Intervención de Bias Manrique,
firmemente a las concesiones que hizo Ávila Camacho a la derecha en los asuntos CEMOS: ese, Carpeta Roja 3. "La expulsión hace pensar a Vicente Lombardo To- :!
obreros y agrarios. Al mismo tiempo, Bassols tenía una postura crítica ante , ledano que el partido se ha debilitado y ver ya no tan cercano el nuevo partido."
¡

Lombardo y ante la disposición de la CTM a relajar la tradicional militancia obrera, 40. Ver, por ejemplo, la carta de Encina a "Gene" [¿Eugene Dennis?] e114 de
postura que fue denunciada como "una rendición imperialista y progobiernista octubre de 1943, en Encina a Eugene Dennis, 14 de octubre de 1943, Browder
ante el imperialismo de Estados Unidos". Combate, n. 19, 12 de mayo de 1941. Papers, Rollo l.
26. Campa era en ese momento miembro del Comité Ejecutivo del Sindicato 41. En su informe al Buró Político, Encina se refirió tanto a la influencia de
de Trabajadores Ferrocarrileros. Campa, Mi testimonio, cit., pp. 167-78. los "acontecimientos dentro de las fuerzas marxistas juera de México" como a
27. Partido Comunista de México, Unidad Nacional: Informe del pleno de enero que "ayudaría a limpiar de obstáculos el camino para la fusión de todas las fuer-
del PCM, México, 1942. zas marxistas de México". Dionisia Encina, según La Voz de México, n. 48, 25 de :1

28. La Voz de México, 12 de junio de 1942, n. 397, pp. 6, 9. marzo de 1944, p. l. l


29. Medina, op. cit., pp. 290-91. 42. Bias Manrique, "Nuevo nombre y nueva organización para el partido Co-
30. Adler Hellman, "Capitalist Agriculture", cit. munista", La Voz de México, n. 48, 25 de marzo de 1944, p. 7; Dionisia Encina, se-
31. Medina, op. cit., pp. 357-66. gún La Voz de México, n. 48, 25 de marzo de 1944, pp. 1, 3.
32. Sobre la reputación de Maximino Ávila Camacho, ver Medina, Civilismo y 43. El 6 de mayo, unos días antes de que se reuniera el IX Congreso del PCM,
modernización del autoritarismo, vol. 20 de la Historia de la Revolución Mexicana, El Bias Manrique envió al presidente Ávila Camacho una copia del discurso de En-
Colegio de México, México, 1984, pp. 15-17. Maximino utilizó su cargo de secre- cina, Cambios más profundos, junto con detalles sobre los cambios propuestos en
tario de Comunicaciones para montar un amplio sistema de intervenciones te- la estructura del partido. Bias Manrique a Ávila Camacho, 6 de mayo de 1944,
lefónicas; también mantuvo íntimos vínculos con Estados Unidos.
AGN: RP-AC, 433/lll.
33. "Intervención de Bias Roca hecha en el Buró Político en la sesión del sá- 44. La Voz de México, 7 de mayo de 1944.
bado 20 de diciembre de 1941", p. 4, CEMOS: ese, Carpeta Roja 2. 45. La Voz de México, 28 de mayo de 1944, p. 12. El PCM y el PRM tuvieron pláti-
34. "¡Fuera el imperialismo y sus agentes!", p. 63. El argumento central de es- cas en efecto a fines de noviembre de 1944. W. K Ailshie al secretario de Estado,
te párrafo debe mucho al excelente análisis de Gerardo Unzueta en Martínez 3 de enero de 1945, p. 4, NARA, GE 59, 812.504/1-345.
Verdugo, Historia del comunismo, cit., pp. 197-201. 46. Expediente de la Office of Strategic Services que contiene el informe del
35. A fines de 1942, por ejemplo, un boletín interno del aparato del PCM en agregado civil (embajada de Estados Unidos, ciudad de México) con comenta-
el Distrito Federal aseguraba a sus miembros que el gobierno de Ávila Camacho rios del agregado militar asistente, mayor Desmond Holdridge, 29 de mayo de
"no ha claudicado respecto a ninguno de los postulados y conquistas de la re- 1944, NARA, GE 226, 79895.
volución. Las reformas introducidas en la Ley Federal del Trabajo, en el Estatuto 47. La Voz de México, 28 de mayo de 1944, p. 11. Informe presentado por Bias
Jurídico, en la Ley Reglamentaria de Educación Pública, no tocan ninguna al Manrique el15 de mayo como secretario de Organización del PCM. Fue publica-
fondo de los intereses del pueblo. Son ajustes y reajustes explicables ... La refor- do como La nueva organización del Partido Comunista Mexicano, Editorial Popular,
ma agraria, capítulo decisivo de la revolución, no se ha detenido; en cierto mo- México, 1944. La Voz de México también incluía una crónica abreviada de los de-
do se consolida". Qué Hacer: Boletín de Orientación del Comité del DF del PCM, n. 25, bates que siguieron a la presentación del informe de Manrique.
15 de noviembre de 1942, CEMOS: ese, Carpeta Roja 2. 48. Manrique, op. cit., p. 27. En noviembre de 1944, Encina escribió al presi-
36. Resoluciones del pleno del ce del PCM, 7-10 de junio de 1943, CEMOS: ese, dente Ávila Camacho más o menos en la misma vena. Dionisia Encina a Ávila
Carpeta Roja 2. Sobre el nombramiento de la Comisión Conjunta, ver Dionisia Camacho, 27 de noviembre de 1944, AGN: RP-AC, 433/310, leg. 5.
Encina, Unidad nacional para triunfar en la guerra y en la paz, s.e., México, 3 de oc- 49. Excélsior, 13 de mayo de 1944.
tubre de 1943, p. 28.
357
356
50. Alberto Lumbreras, "La soberanía nacional exige que México se indus- denko, M. Alperovich y A. Shulgovski (comps.), Ensayos de historia de México, Edi-
trialice", La Voz. de México, 4 de junio de 1944, p. 12. ciones de Cultura Popular, México, 1972, p. 131.
51. Jorge Fernández, "La industrialización del país: una necesidad histórica 6l.Juan Manuel Elizondo, "El periodo 1942-1946", Memoria, Boletín del Centro
de México", La Voz de México, 25 de marzo de 1944, p. 6. La alianza interclasista de Estudios del Movimiento Obrero y Socialista, vol. 1, n. 8, enero-febrero de 1985,
que procuraba la izquierda estaba simbolizada en la convocatoria de Alberto . pp. 185-90.
Lumbreras a los "gobernantes, banqueros, industriales, propietarios de tierras, 62, Villaseñor, Memorias, cit., vol. 2, pp. 32-33.
comerciantes, obreros, campesinos, empleados, mexicanos todos, cooperemos 63. Campa, op. cit., pp. 176-79. Algunos ferrocarrileros, como Laborde y
de manera eficaz para que se cumplan los postulados d la Carta del Atlántico y Campa, también tomaron parte en la creación en 1945 de una agrupación so-
las Resoluciones de Teherán", Alberto Lumbreras, op. cit. cialista independiente llamada Acción Socialista Unificada (ASU).
52. Jorge Fernández Anaya, "El marxismo de nuestros tiempos", La Voz de Mé- 64. El procurador general de México intentó impedir que el PCM celebrara su
xico, 18 de marzo de 1945. Consejo Nacional Extraordinario, el 7 de marzo, mientras se realizaba la Confe-
53. Embajador Messersmith al secretario de Estado, 17 de abril de 1944, NARA, rencia de Chapultepec. El presidente Ávila Camacho intervino personalmente
GE 59, 812.504/2273. Otros destacados lombardistas, entre ellos el comunista para que el partido pudiera continuar con sus planes, La Voz de México, 11 de
checo emigrado André Simone, también intentaron cultivar las simpatías del marzo de 1945.
personal de la embajada de Estados Unidos durante 1944. Guy W. Ray al secre- 65. David, Green, The Containment of Latin America, Quadrangle Books, Chica-
tario de Estado, NARA, GE 59, 812.00/11-1744. go, 1971, pp. 169-235.
54. Fernández Anaya, "La industrialización", cit., p. 6. Sobre la "puerta 66. "Sorne Elements for the Mexican Discussion ", manuscrito mecanográfico,
abierta", ver el programa del PCM, Un programa para unir más a la nación, publi- sin fecha [pero casi con certeza de 1944], p. 5, Browder Papers, Rollo 3, 2:43.
cado en marzo de 1945. Sobre los diferentes proyectos de industrialización de 67. Ibid., p. 6.
posguerra, ver B. Martha Rivera Torres, "Dos proyectos de industrialización ante 68. lbid., p. 7. Subrayados míos.
la posguerra (1944-1946) ", Investigación Económica, 161, julio-septiembre & 1982, 69. Martínez Camberos y J. Antonio Muriollo Reveles se opusieron a la pos-
pp. 13-57. tura del partido, pero la mayoría estuvo de acuerdo.
55. El Comité Secciona! 5/7, con base en Nonoalco y Santa Julia, en la ciudad 70. Informe fechado el3 de enero de 1945, sobre la cooperación entre el
de México, protestó por la decisión. Hugo Vargas, "Historia verdadera de la con- PRM, el PCM y la CTM, NARA, GE 59, 812.504/1-345. La información parece estar
quista de la clase obrera: Ortega Arenas y los despidos de Nissan", Machete, n. basada en intercepciones telefónicas y de correo.
14,junio de 1981, p. 16.Juan OrtegaArena.S, más tarde destacado abogado labora- 71. Ver informe al PCEU en Nueva York, presentado por Carlos Sánchez Cár-
lista y anticomunista, fue miembro del Secciona! a principios de los años cuarenta. denas.
56. Sobre la oposición de las bases a la supresión de las células de fábrica, ver 72. El informe más detallado de los orígenes y el impacto del artículo de Du-
comentarios del Comité Estatal del PCM en Veracruz, La Voz de México, n. 530, 25 elos se encuentra en Starobin, op. cit., pp. 78-83. La carta de Duelos fue publi-
de febrero de 1945. En el sur de Veracruz, Demetrio Vallejo, ferrocarrilero que cada el 24 de mayo.
en los cincuenta encabezó una campaña masiva por la democratización del 73. '"The New Line' of the Re-established Communist Party in the United
STFRM, fue atacado por su supuesta resistencia a las nuevas directivas, ver La Voz
States and Its Relationship to Organized Labor", NARA, GE 84, Post Records Me-
de México, n. 533, 18 de marzo de 1945, Sección Especial por el XXI Aniversario, xico City, 800C-Communism-General.
p. 6. Sobre el sindicato de los maestros, ver el artículo de José Santos Valdés so- 74. Informe de Bias Roca ante la reunión de la Comisión Ejecutiva Nacional
bre los problemas del PCM en la región lagunera en La Voz. de México, n. 583, 27 del PSP, 6 de junio de 1945, en Hoy, 7 de junio de 1945, Browder Papers, Rollo 4,
de enero de 1946, p. 3. Serie 2-78. El 21 de julio de 1945, Fabio Grobart, uno de los fundadores delco-
57. Bias Manrique, "Balance del plan de emulación de tres meses", La Voz de munismo cubano, aceptó los errores del PSP, que eran "resultado del exceso de
México, 19 de septiembre de 1944, tercera sección, p. 9. confianza sobre las perspectivas de la posguerra, basada en cables incoherentes,
58. Discurso de Bias Manrique ante al u Consejo Nacional del PCM, en La Voz falta de informes autorizados de la Rusia marxista y una sobreabundancia de ma-
de México, n. 533, 18 de marzo de 1945, p. 6.
terial procedente del PCEU".
59. La CNIT (Cámara Nacional de la Industria de Transformación) patrocina- 75.]. E. Hoover a F. B. Lyon, 22 de julio de 1946, que incluye la monografía
ba posturas nacionalistas sobre asuntos económicos, y durante un corto tiempo del FBI "Communism in Cuba", NARA, GE 59, 837.00B/7-2246.
tuvo una estrecha relación de trabajo con diversos grupos de la izquierda mexi- 76. La carta sin embargo se publicó por primera vez en México en Tricolor, el
cana. lbid.; Campa, op. cit., pp. 180-86. Sobre el Pacto Obrero-Patronal, ver 18 de junio. Tricolor era una publicación de la ASU, cuyo director era Hernán La-
Medina, Del cardenismo, cit., pp. 329-34. borde y cuyo administrador era Miguel Ángel Velasco.
60. S. L Semionov, "México durante el periodo de Ávila Camacho", en B. Ru- 77. lsserman, op. cit., p. 221.

358 359
78. Notas del Comité Nacional, 3 de julio de 1945, pp. 3-12, eEMOS: ese, Car~ Hero, MichaelJoseph, Londres, 1982, pp. 631-32. La ciudad de México fue uno
peta Roja 4. de los lugares en que el FBI mantuvo su oficina extranjera después de 1947, aun-
79. Ibid. que su reglamento establecía que las actividades debían limitarse a los "aspectos
80. "Notas sobre la reunión con Lombardo Toledano", 20 de julio de 1945, internacionales de los casos internos" y aunque la recolección de inteligencia en
CEMOS: ese, Carpeta Roja 4. Lombardo también elogió al partido mexicano por el extranjero y el trato con informantes estaban prohibidos.
ser el "menos equivocado" de todos los partidos latinoamericanos durante el 6. Raymond Guest al secretario de Estado, 4 de septiembre de 1947, que in-
episodio browderista. cluye un informe del agregado militar asistente Maurice C. Holden sobre la Po-
81. Comité Nacional, 27 de agosto de 1945, CEMOS: ese, Carpeta Roja 4. licía de Seguridad Nacional; Informe deJohn N. Sparks, agregado jurídico, 3 de
82. La Voz de México, n. 564, 14 de octubre de 1945. Carlos Sánchez Cárdenas, septiembre de 1947, NARA, GE 59, 812/05/9-447.
"Contra los capítulos N y v de la 'Resolución de la Victoria'". 7. William H. Doyle [FBI] al doctor R. H. Guest (consejero, embajada de Es-
83. "Notas sobre la reunión del Comité Nacional, 5 de septiembre de 1945", tados Unidos, ciudad de México), 16 de mayo de 1947, NARA, GE 84, 800-e, Co-
p. 5. eEMOS: ese, Carpeta Roja 3. mmunism, General.
84. Ibid., p. 6. 8. Nathan L. Whetten, Rural Mexico, University of Chicago Press, Chicago,
85. Las notas incorporadas a estas cifras también dicen algo. En Puebla, por 1948, p. 135; Moisés González Navarro, La Confederación Nacional Campesina, B.
ejemplo, las notas de Manrique indican: "Camaradas enredadas en chismes, no Costa Amic, México, 1963, p. 174.
hay dirección consolidada (Wasserman, aux. del Srio. General, sin ser miembro 9. Walter Washington al secretario de Estado, 19 de marzo de 1947, NARA, GE
del P., él despachaba en realidad); robo de fondos ... " 59, 812.00/3-1947.
86. Robert Wall al Comité [?], 13 de julio de 1945, sobre detalles en torno a 10. Walter Washington al secretario de Estado, 19 de marzo de 1947, NARA, GE
discusiones sobre posibles candidatos del PCM, NARA, GE 84, 800e. 59, 812.00/2-1048.
11. William H. Doyle al doctor R. H. Guest, 16 de mayo de 1947, "Re: Co-
Capítulo V mmunist activity", NARA, GE 84, Expediente Confidencial, Caja 1291, 800-e,
Communism, General.
l. Frank Brandenburg, The Making of Modern Mexico, Prentice Hall, Engle- 12.Juan de Zengotita al secretario de Estado, 11 de junio de 1947, que inclu-
wood Cliffs, 1964, pp. 102-3 citado en Judith Adler Hellman, Mexico in Crisis, ye un memorándum del asistente especial William H. Doyle [del FBI], NARA, GE
Holmes and Meier, Nueva York, 1978, p. 76. 59, 812.00/6-1147.
2. Athan G. Theohans (comp.), Beyond the Hiss Case. The FBI, Congress and the 13. Parke D. Massey Jr., tercer secretario, embajada de Estados Unidos, al se-
Cold War, Temple University Press, Filadelfia, 1982, p. 8. cretario de Estado, 8 de noviembre de 1948, NARA, GE 59. Serrano había hablado
3. Ver una revisión general de la historia de las operaciones estadounidenses de personalmente sobre los objetivos de la campaña anticomunista con José Pagés
inteligencia en México, en Dirk Raat, "us Intelligence Operations and Covert Ac- Llergo, director de la revista Hoy. El punto de vista de Pagés Llergo era que los
tion in Mexico, 1900-1947",Journal ofContemporary History, 22, 1987, pp. 615-38. mexicanos esperaban una victoria republicana en las elecciones presidenciales
4. El secretario de Estado asistente AdolfBerle encabezó el Servicio Especial de de 1948 en Estados Unidos.
Inteligencia del Departamento de Estado en América Latina, que fue creado en 14. Señor F. D. Sharp al señor Walter Washington, 30 de abril de 1948, NARA,
junio de 1940, en colaboración con el FBI. Stanley Hilton, Hitler's Secret War in South GE 84.
America 1939-1945, Ballantine Books, Nueva York, 1982, pp. 191-92. Durante la 15. Los "dorados" eran una milicia semifascista organizada en los años treinta
guerra, una sección especial del Departamento de Estado, la División de Correla- por antiguos dirigentes villistas; Jorge Prieto Laurens, Cincuenta años de política
ción de la Actividad en el Extranjero (encabezada por Jack Neal y Frederick B. mexicaua: memorias políticas, Editora Mexicana de Periódicos, Libros y Revistas,
Lyon), procesó el material de inteligencia política más sensible reunido a través de Méxicc 1968, pp. 343-67.
las embajadas y los agregados del FBI. La División se creó en noviembre de 1940 y, 16. ~obre la posición de México en el sistema interamericano, ver Luis Medi-
en una historia clásica del Departamento de Estado, se la describía como "tan se- na, C1 ilismo y modernización, cit., pp. 290-305.
creta en cuanto a sus actividades que ni siquiera el secretario de Estado era infor- 17. '1'ricolor, época 2, n. 19, 15 de junio de 1946, pp. 20-22; n. 20, 30 de junio
mado de parte de su trabajo". Graham Stuart, The Department of State: A History of de 1946, p. 28.
lts Ofganization, Procedure and Personne~ Macmillan, Nueva York, 1949, p. 410. 18. Tricolor, época 2, n. 14, 18 de junio de 1945, pp. 4-7.
5. Sobre la batalla burocrática entre el FBI y la erA por el control sobre el tra- 19. Tricolor, época 2, n. 16, 15 de agosto de 1945, pp. 7-8. Ver también Jorge
bajo de inteligencia en el exterior, ver Jeffrey T. Richelson y Desmond Ball, The Alonso, "La izquierda mexicana en la encrucijada", Memoria, 1, n. 4, octubre-no-
Ties that Bind: Intelligence Cooperation Between the UK-USA Countries, Allen and Un- viembre de 1983, p. 87.
win, Londres, 1985, pp. 240-41; AnthonyCave Brown, Wild BillDonovan: The Last 20. Raleigh Gibson, primer secretario del secretario de Estado, 6 de junio de

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1945; agente especial Henry Holland al secretario de Estado, 19 de julio de 1945. más estoy convencido de que deberíamos obtener un puesto de profesor para
"Re: Monthly Labor Report for June 1945", NARA, GE 59, 812.00/6-645; 504/7.., Parra en Estados Unidos. Necesita mucho una ayuda financiera en este momen-
1045; Medina, op. cit., pp. 19-43. to y estoy convencido de que si pasa algún tiempo en los círculos culturales de
21. El PCM sufrió un revés al serie inicialmente denegado el registro electoral, Estados Unidos puede convertirse. en un amigo sinc;ero ... Por consejo mío, está
a principios de mayo, a pesar de la voluntad personal de Ávila Camacho de re-" revisando su inglés." Sin embargo, tanto el embajador como el agregado del FBI
gistrar tanto al Partido Comunista como a los sinarquistas. Para no echar a per- (Doyle) se oponían a que la embajada ayudara a Parra.
der la posibilidad de que la decisión fuera revisada, el Buró Político del PCM 30. "Memorandum re: eP-State of Jalisco", 8 de noviembre de 1945, p. 10,
accedió a la solicitud del presidente de no poner en circulación el n. 599 de La NARA, GE 84, 800-e, Communism-General.
Voz de México, que contenía un fuerte ataque contra el gobierno. CEMOS: ese, Ex- 31. Embajador George Messersmith al secretario de Estado, 29 de marzo de
pediente 18, "A todos los partidos comunistas hermanos del mundo", Movi- 1946, que incluye memorándum sobre conversaciones entre Miguel Alemán y
miento Reivindicador del PCM, México, 1949, p. 12. Guy Ray, NARA, GE 59, 812.00/3-2946.
22. Informe de Dionisia Encina al Consejo Nacional Extraordinario del PCM, 32. Walter Washington al secretario de Estado, 6 de enero de 1947, NARA, GE
p. 10, CEMOS: Archivo ese, vol. 27; La Voz de México, 17 dejunio de 1945. 59, 812.00/1-648.
23. El PCM presentó candidatos en Chiapas, Veracruz, Michoacán, Hidalgo, 33. Ver un buen examen del proyecto económico de Lombardo Toledano en
San Luis Potosí, el Distrito Federal y Coahuila. "Aplastad a los que conspiran Antonio Rivera Flores, La derrota de Lombardo Toledano, Universidad Autónoma
contra México: manifiesto del PeM, 1 o de mayo de 1946", suplemento de La Voz de Querétaro, Querétaro, 1984, pp. 37-48, y Martha Rivera Torres, "Dos proyec-
de México, p. 12. tos de industrialización ante la posguerra 1944-1946", Investigación Económica,
24. Embajador Messersmith a J. W. Corrigan, Sección Mexicana; Departa- 161,julio-septiembre de 1982, pp. 13-57.
mento de Estado, 27 de febrero de 1946, que incluye un memorándum del agre- 34. La importancia de la industrialización para la clase trabajadora latino-
gado civil Robert W. Wall, Jr., NARA, GE 59, 812.00/2-2746. americana se discutió intensivamente en la Confederación de Trabajadores de
25. Rober W. Wall, Jr., agregado civil, embajada de la ciudad de México, al América Latina (CTAL) en 1944. La versión más sucinta de la postura comunista
embajador de Estados Unidos Messersmith, 6 de julio de 1945, "Memorandum y lombardista (influida por el browderismo) se encuentra en el programa de la
re: Communist Party ofMexico", NARA, GE 84 (Caja 151), 800-e, Communism-Ge- erAL para la posguerra aprobado en Cali, Colombia, en diciembre de 1944.
neral. La "fuente confiable" de Wall sostenía que diez mil de los setenta y cinco Lo urdes Quintanilla Obregón, Lombardismo y sindicatos en América Latina, Edicio-
mil pesos recolectados durante una reciente campaña para obtención de fondos nes Nueva Sociología, México, 1982, pp. 118-19.
los había dado el propio Miguel Alemán. 35. Medina, op. cit., p. 21.
26. El expediente "reM-ese-campaña electoral1946", eEMOS: ese, habla de los 36. Robert Jones Shafer, Mexican Business Organizations. History and Analysis,
métodos fraudulentos empleados en el VI Distrito Electoral del DF, donde com- Syracuse University Press, Syracuse, 1973, p. 54; Sanford A. Mosk, Industrial Re-
petía Carlos Sánchez Cárdenas. Ver también PeM al presidente de la Comisión volution in Mexico, University of California Press, Berkeley, 1954, pp. 21-52.
Instaladora de la Cámara de Senadores, 6 de agosto de 1946, AGN: Archivo de la 37. George Messersmith a Nelson Rockefeller, 11 de abril de 1945, NARA, GE
Secretaría de Gobernación, 2/312/29/40056, t. 3, Caja 10. 59, 812.504/4-1145.
27. Raymond Guest, consejero, embajada de Estados Unidos, al secretario de 38. Ibid., p. 4.
Estado, 25 de julio de 1946, NARA, GE 84, 800-C, Communism-General. 39. Henry Hollan [asistente especial del embajador Messersmith] al secretario
28. "Memo on Alejandro Carrillo, December 6, 1946", incluido en J. Edgar de Estado, 28 de abril de 1945, , 812.504/4-2845; Mosk, op. cit., p. 34. Sobre los
Hoover aJack Neal, 23 de enero de 1947, NARA, GE 59, 812.00/1-2347. puntos de vista de Lavín acerca de la Conferencia de Chapultepec y sus secuelas,
29. Nacido en 1914, Parra inició sus estudios de leyes en la UNAM entre 1932 ver José Domingo Lavín, "Consideraciones sobre la posguerra", Tricolor, n. 5, 12
y 1934, cambió de especialidad y obtuvo el título de economista en 1937. Se in- de abril de 1945, pp. 11-12. El pacto se reproduce en La Voz de México, n. 537,
corporó al PeM siendo estudiante, en 1937, pero fue expulsado en 1940. Roderic 12 de abril de 1945, pp. 1, 7, y Tricolor, n. 5, 12 de abril de 1945, pp. 7-8.
Ai Camp, Mexican Political Biographies 1935-1975, University of Arizona Press, 40. Mosk, op. cit., p. 28.
Tucson, 1975, p. 251. "Memo on Manuel Germán Parra", en J. Edgar Hoover a 41. Valentín Campa, "La industrialización de México, un objetivo antimperia-
Jack N ea!, departamento de Estado, 13 de agosto de 1946, NARA, GE 59, 812.00/8- lista", Tricolor, n. 9, 14 de mayo de 1945, p. 21.
1346; Harry R. Turkel al embajador Messersmith, 11 de octubre de 1948, "Me- 42. R. Reyes Pérez, "Apuntes sobre la industrialización de México", Tricolor,
mo re: Political Discussion with Germán Parra", NARA, GE 84, Expediente época 2, n. 10, 21 de mayo de 1945, pp. 11-12.
Confidencial (Caja 1302), 800-Mexico; Harry R. Turkel a Philip Raine, 1o de di- 43. Ver el artículo de Chávez Orozco "Por qué renuncié al cargo de secreta-
ciembre de 1948. Germán Parra fue una fuente frecuente de información y rio general del Sindicato de Trabajadores de la Educación", que se reproduce
asesoría para la embajada de Estados Unidos. Turkel señalaba que "Cada vez en Rodrigo García Treviño, La ingerencia rusa en México, América, México, 1959,

362 363
~

pp. 143-45. Más tarde, Chávez Orozco también atacó a Lombardo por haberse 69. Henry Holland [asistente especial de la embajada en México] al secreta-
adherido servilmente al browderismo. Guy Ray al secretario de Estado, 10 de rio de Estado, 3 de mayo de 1945, NARA, GE 59, 812.504/5-345; Henry Holland al
agosto de 1945, NARA. GE 226, XL 17905. secretario de Estado, 10 de julio e 1945, 812.504/7-1045; W. K. Ailshie al secre-
44. José R. Colín, ¿Hacia dónde vamos?, Rostra, 1948, México, p. 55; El NaciO- tario de Estado, 31 de octubre de 1945, 812.504/10-3145.
nal, 15 de noviembre de 1946. 70. Víctor M. Durand Ponte (coord.), Las derrotas obreras 1946-1952, Univer-
45. Colín, op. cit., pp. 200-201. sidad Nacional Autónoma de México, México, 1984, pp. 32-34; Antonio Rivera
46. Campa, Mi testimonio, cit., p. 182. Flores, op. cit., p. 59.
47. El presidente Ávila Camacho informó a Lombardo en marzo de 1946 que 71. Expediente n. 18. "¡A los trabajadores de México: conservemos la unidad
el tiempo no era propicio para lanzar un nuevo partido. Embajador Messer- de la CTM! A rechazar con energía a los aventureros divisionistas", volante fe-
smith a Sprulle Braden, 15 de marzo de 1946, NARA, GE 59, 812.00/3-1546. chado 3 de marzo de 1947, CEMOS: ese; Campa, op. cit., p. 198.
48. Villaseñor, Memorias, vol. 2, pp. 94-95;]. Edgar Hoover a F. B. Lyon, 26 de 72. La Voz de México, 2 de marzo de 1947. Los 85 mil incluían 35 mil trabaja-
septiembre de 1946, NARA, GE 59, 812.504/9-2646. dores agrícolas de La Laguna, 10 mil del Soconusco, 13 600 de Baja California
49. Ver una muestra de los puntos de vista de la ASU en Unidad Socialista, n. 2, y Michoacán;Juan de Zengotita al secretario de Estado, 2 de abril de 1947, NARA,
15 de septiembre de 1946, p. 3, "los ideales de Hidalgo sólo pueden ser plena- GE 59, 812.5043/4-247.
mente realizados con un partido del proletariado". 73. Juan de Zengotita al secretario de Estado, 25 de septiembre de 1947,
50. Encina llamaba al Círculo de Morelos "un círculo de los expulsados", Notas NARA, GE 59, 812.00/9-2547; Juan de Zengotita al secretario de Estado, 7 de oc-
sobre la reunión de la Comisión Política el 22 de agosto de 1946, CEMOS: ese, Car- tubre de 1947, NARA, GE 59, 812.00/10-747; Rivera Flores, op, cit., pp. 70-77.
peta Roja 13. Ver un examen de las complejas negociaciones entre Lomb<irdo, la 74. Villaseñor, op. cit., vol. 2, pp. 117-18.
Universidad Obrera, la ASU y otros grupos socialistas en Alonso, op. cit., pp. 87-88. 75. Benjamín Hernández C., "Del pacto de sindicatos industriales a la repre-
51. Dwight Dickinson al secretario de Estado, 27 de noviembre de 1946, NARA, sión. Enero a octubre de 1948", en Segundo Coloquio Regional de Historia Oltrera,
GE 59, 812.504/11-2746. C.EHSMO, l,VIéxico, 1979, t. 2, pp. 924, 927.
52. Villaseñor, op. cit., vol. 2, pp. 96-99. 76. Antonio Rivera Flores, "Unión General de Obreros y Campesinos Mexi-
53. Mesa redonda de los marxistas mexicanos, Centro de Estudios Filosóficos, Po- canos", en Durand Ponte (coord.), op. cit., pp. 45-46; Medina, Historia, pp. 143-
líticos y Sociales 'Vicente Lombardo Toledano", México, 1982, p. 53. 45; Hernández, op. cit., p. 903.
54. lbid., pp. 69-70. 77. Frederick D. Sharp III al secretario de Estado, 2 de agosto de 1948, NARA,
55. !bid., p. 71. GE 59, 812.00/7-2348.
56: !bid., p. 73. 78. George F. Scherer al secretario de Estado, 2 de agosto de 1948, NARA. GE
57. !bid., pp. 102-3. 59, 812.504/8-248.
58. En diciembre de 1946 y enero de 1947, las organizaciones patronales hi- 79. Campa, op. cit., pp. 200-201. La mayoría de los autores siguen la versión
cieron una serie de protestas municipales en León y Tapachula, por las irregu- de Campa. Ver Jorge Basurto, Del avilacamachismo al alemanismo 1940-1952, vol.
laridades electorales y la brutalidad del ejército. Shaver, op. cit., pp. 142-44. 11 de La clase obrera en la historia de México, Siglo XXI, México, 1984, p. 218.
59. Mesa redonda, cit., pp. 112-13. 80. Ver crónicas del "charrazo" contra el STFRM en Campa, op. cit., pp. 199-
60. !bid., pp. 114-16. 202; Medina, Civilismo, cit., 162-71; Basurto, op. cit., pp. 218-24; Guadalupe
61. !bid., pp. 117-21. Cortés, "Golpe al movimiento ferrocarrilero, 1948" en Durand Ponte, op. cit.,
62. !bid., pp. 182, 562. Los petroleros habían sido denunciados como trots- pp. 87-92; Antonio Alonso, El movimiento ferrocarrilero en México 1958-59, Era, Mé-
kistas (es decir, seguidores de Valentín Campa y de la ASU) por otro de los voce- xico, 1971, pp. 76-98.
ros del PCM en la Mesa Redonda, Bias Manrique. Ibid., pp. 355-56. 81. Alonso, op. cit., p. 93.
63. lbid., pp. 180-81, 183. 82. Dwight Dickinson al secretario de Estado, 12 de abril de 1949, NARA. GE
64. !bid., p. 562. 59, 812.504/4-1249.
65. Unidad Socialista, n. 10, 15 de febrero de 1947, p. 3. 83. Los ferrocarrileros hablan, Centro de Investigaciones Históricas del Movi-
66. Mesa redonda, pp. 309-403. miento Obrero, UAP, Puebla, 1983, p. 139.
67. Ver, especialmente, los comentarios de Laborde, ibid., p. 400. 84. Gómez, op. cit., pp. 329-30; Basurto, op. cit., p. 219.
68. Juan de Zengotita al secretario de Estado, 12 de febrero de 1947, NARA, 85. Cortés, op. cit., pp. 87-88.
GE 59, 812.5043/2-1247;Juan de Zengotita al secretario de Estado, 27 de marzo 86. Carta del Comité Nacional de la Confederación Única de Trabajadores a las
de 1947, NARA, GE 59, 812.5043/3-2747; Luis Gómez Z., Sucesos y rememltranzas, organizaciones miembros, 16 de noviembre de 1948, eEMOS: ese, Expedienten. 28.
México, 1979, pp. 298-303. 87. La Voz de México, 8 de enero de 1949, pp. 1, 3.

364 365
88. Dwight Dickinson al secretario de Estado, 23 de diciembre de 1948, celebradas por el Movimiento Reivindicador y la ASU a partir del 30 de marzo de
NARA, GE 59, 812.504/12-2348. 1949], CEMOS: ese, vol. 14, p. 12; M. Sánchez [agregado civil, embajada de Esta-
89. Dwight Dickinson al secretario de Estado, 24 de enero de 1949, NARA, GE dos Unidos, ciudad de México] al embajador de Estados Unidos, 25 de febrero
59, 812.504/1-2449. de 1947, NARA, GE 84, 800 C.
90. Dwight Dickinson al secretario de Estado, 4 de febrero de 1949, NARA, GE 109. El Popular, 25 de febrero de 1947.
59, 812.504/2-449. 110. Estudia: Boletín Educativo de la Célula Benjamín]iménez del PCM, n. 2, s.f., en
91. Allan Tennyson [agregado laboral, embajada británica, ciudad de Méxi- CEMos: ese, Expediente 27.
co] a Londres, 2 de julio de 1949, PRO/FO 371, 74079, Expedienten. 1017. 111. PCM, "Carta a todos ... ", cit., pp. 44-45; Miguel Aroche Parra, ¡Unidad an-
92. Ibáñez era miembro del PCM, según una fuente. Ma. Angélica Cuéllar timperialista! ¡Unidad proletaria!, edición del autor, México, 1962, pp. 48-51.
Vázquez, "Golpe al sindicato petrolero", en Durand Ponte, op. cit., p. 102. El úni- 112. Acta de la sesión de la Comisión Política del ce, 17 de febrero de 1948.
co estudio publicado sobre el sindicato petrolero en estos años alega que el STPRM "Informe sobre la situación del Partido por Fernando G. Cortés", CEMOS: ese,
sufrió "toda clase de infiltraciones e imposiciones antidemocráticas" por parte, Carpeta Roja 13, p. 7. La acusación fue presentada por Jorge Fernández Anaya.
entre otros, de los sinarquistas, especialmente durante 1947. Pero la autora del Alberto Lumbreras, Encarnación' Pérez y Prisciliano Almaguer defendieron a
estudio admite que los diarios que le sirvieron como fuentes ofrecen pocos datos Sánchez Cárdenas.
concretos sobre quiénes eran los "infiltradores" y cómo estaban organizados. Ver 113. PCM, "Carta ... ", cit., p. 47.
Cuéllar Vázquez, op. cit., pp. 110-13, 115. 114. Ver El Machete Comunista, n. 4, 1o de junio de 1948, p. 4; n. 6, 15 de julio
93. Dwight Dickinson al secretario de Estado, 4 de febrero de 1949, ci~. de 1948, pp. 1, 2; n. 9, 8 de octubre de 1948; n. 11, 1o de febrero de 1949, p. 2;
94. Embajador estadounidense Thurston al secretario de Estado, 19 de n. 12, 20 de abril de 1949, p. 3; n. 13, 10 de agosto de 1949, pp. 1, 2. Todos los
junio de 1949, NARA, GE 59, 812.504/6-1549. El grupo de Ibáñez culpó al "grupo números de El Machete Comunista, fueron consultados en la colección que se en-
trotskista de Isaac Livenson yJuan Ortega" de las impugnaciones a su autoridad. cuentra en el archivo del CEMOS correspondiente a Carlos Sánchez Cárdenas.
95. R. Smith Simpson al secretario de Estado, 20 de septiembre de 1949, 115. La Voz de México, n. 551, 15 de julio de 1945, pp. 1, 6.
NARA, GE 59, 812.504/9-2049. 116. "Informe de Bias Manrique al Consejo Nacional del PCM, 22-24 de marzo
96. R. Smith Simpson al secretario de Estado, 5 de octubre de 1949, 812. de 1946", CEMOS: CSC, Carpeta Roja 4.
504/10-549. 117. Aroche Parra, op. cit., p. 50.
97. AIIan Tennyson [agregado laboral, embajada británica, ciudad de M~xi­ 118. Cortés, op. cit., p. l.
co] a Londres, 2 de julio de 1949, PRO/FO 371, 74079, Expedienten. 1017. 119. lbid.
98. Embajador Thurston al secretario de Estado, 14 de octubre de 1949, 120. lbid., p. 8.
NARA, GE 59, 812.504/10-1449. 12l.Jiménez Esponda había sido miembro tanto del PRM como de su sucesor,
99. Tennyson, "Report ofJuly 2, 1949". el PRI. Raleigh Gibson al secretario de Estado, 23 de mayo de 1945, "Commu-
100. Ibid. nism in Mexico", p. 4, NARA, GE 59, 812.000B/5-2345; Cortés, op. cit., 26.
101. lbid. 122. Pleno del ce, 29, 30, 31 de octubre de 1949. Dionisio Encina yJ. Encarna-
102. Éste era el tema dominante de la oposición del PCM a los intentos de rea- ción Pérez, "Por la paz, por la democracia y la independencia nacional", CEMOS,
grupar a los sindicatos democráticos y de izquierda en 1947. "A los trabajadores Archivo del PCM.
de México: conservemos la unidad de la CTM", cit. 123. Charles R. Burrows al secretario de Estado, 23 de diciembre de 1949,
103. Movimiento de Reivindicación del PCM, Carta a todos los partidos comunis- NARA, GE 59, 812.00/12-2349, C.
tas hermanos del mundo, México, 1949, p. 15. Sobre la visita de Truman, ver To- 124. Juan ~ablo Sáinz (PCM) a Adolfo Ruiz Cortines, secretario de Goberna-
rres, op. cit., pp. 159-66. ción, 2 de diciembre de 1949, AGN: Ramo Gobernación, 2/312 (29) 40056, t. 6
104. "La obra de defensa nacional del licenciado Alemán ante el gobierno y (Caja 12).
pueblo norteamericanos", editorial de La Voz de México, n. 644. 125. La Voz de México, 26 de marzo de 1950, p. 3.
105. PCM, "Carta... ", cit., pp. 25-26. Como en el caso de la controvertida deci- 126. Enrique González Rojo, "Las últimas concepciones teórico-políticas de
sión de acceder a la petición de la Secretaría de Gobernación durante la visita José Revueltas", en Revueltas en la mira, Universidad Autónoma Metropolitana,
de Truman, esta postura provocó la viva opósición de tres miembros del Buró México, 1984, pp. 101-27; Roberto Simón Crespi, 'José Revueltas (1914-1976): A
Político: Fernando Cortés, Prisciliano Almaguer y Alberto Lumbreras. Political Biography", Latin American Perspectives, 22, vol. 6, n. 3, verano de 1979,
106. Ibid., pp. 32-35. pp. 93-113.
107. Ibid., p. 9. 127. José Revueltas, Los días terrenales, vol. 3 de Obras completas, Era, México,
108. Asambleas Conjuntas 11 [notas manuscritas sobre las asambleas conjuntas 1985.

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128. lbid., p. 92. denunciar el verdadero carácter de la política realizada por el gobierno de Ale-
129. Marilyn Frankenhalter, José Revueltas: el solitario solidario, Ediciones Uni- mán", Teoría, año 2, n. 32, enero de 1952, p. 22.
versal, Miami, 1979, p. 44. 6. "Memorándum sobre lo~ sucesos del primero de mayo de 1952", CEMOS:
130. Adolfo Sánchez Vázquez, "La estética terrenal de Revueltas", en Revuel- ese, Carpeta Roja 23; Carlos Sánchez Cárdenas, Defensa de México, Nueva Demo-
tas en la mira, cit., pp. 137-39. Sobre la retractación de Revueltas, ver José Re- cracia, México, 1953.
vueltas, Cuestionamientos e intenciones, vol. 18 de Olffas completas, cit. 7. Noviemlffe, n. 95, 13 de noviembre de 1954, p. l.
8. Gerardo Peláez, Partido Comunista Mexicano: 60 años de historia, l. Cronolo-
Capítulo VI gía 1919-1968, Universidad Autónoma de Sinaloa, México, 1978, vol. 2, p. 90. Sin
embargo, el "charrazo" del sindicato minero no erradicó completamente la in-
l. Este tema surgió durante la lucha interna del partido en 1957-1960. Ver fluencia del PCM entre los mineros. El PeM todavía tenía presencia en las minas
Informe presentado por el compañero C. J Encarnación Pérez a la Convención Ordinaria de Cananea once años después de la derrota de 1951, aunque la célula del par-
delPCen elDistritoFedera4 mimeo, México, junio de 1959, CEMOS: Archivo del PeM, tido en esa zona sólo constaba de dos o tres militantes. Conversación del autor
C. 23, Expediente 20. con Victoria Novelo, ciudad de México, noviembre de 1984.
2. José Revueltas y Mario Gill, La marcha de los mineros, Información Obrera 9. Peter Steinberg, The Great Red Menace: United States Persecution of American
Extemporáneos, México, 1983; Daniel Malina, La caravana del hamlffe, El Caba- Communists, 1947-1952, Greenwood Press, Westport, 1984; HarveyLevenstein, Co-
llito, México, 1976; Cómo la dirección corrompida del movimiento olffero de México en- mmunism, Anti-Communism and the CIO, Greenwood Press, Westport, 1981, pp.
tregó criminalmente las huelgas mineras de Palau, Nueva Rosita y Cloete, Frente de 280-339; Mike Davis, Prisoners ofthe American Dream: Politics and Economy in the His-
Lucha por la Emancipación de la Clase Obrera, México, s.f. tory ofthe us Working Class, Verso Books, Londres, 1986, pp. 86-93.
3. La mejor descripción de las movilizaciones obreras y su relación con la iz- 10. Franklin Gowen al secretario de Estado, Washington, 7 de noviembre de
quierda se encuentra en Fabio Barbosa Cano, "Las luchas obreras de 1958-1959 1951, NARA, GE 59, 712.00/11-751; Steinberg, op. cit., pp. 229-31. Los hombres
y la izquierda mexicana", Investigación Económica, n. 163, enero-marzo de 1983, del FBI detuvieron a Hall en un motel y lo transportaron a través de la frontera
pp. 89-120. sin cumplir los procedimientos legales.
4. El PeM se negó a participar en el Comité Nacional de Apoyo a la candida- 11. Foreign Relations ofthe United States 1951. The United Nations, vol. 2: The Wes-
tura de Lombardo Toledano; La Voz de México, 23 de marzo de 1952, p. 2. Al final tern Hernisphere, Government Printing Office, Washington, 1979, pp. 1490-91.
mucha gente de izquierda prefirió votar por el general Henríquez Guzmán y su 12. Ruth Masan Hughes al Departamento de Estado, 7 de marzo de 1951,
Federaci~n de Partidos del Pueblo Mexicano (FPP), que representaba tan[o una NARA, GE 59, 712.00/3-751; Franklin Gowen al secretario de Estado, 8 de octubre
oposición desde dentro a la "familia revolucionaria" por parte de los militares de 1951, 712-00/10-851.
descontentos (muchos de los cuales tenían posturas conservadoras) como una 13. "Resolución del Comité del DF del Partido Comunista Mexicano acerca
protesta por parte de la considerable base agraria de la FPP. En las elecciones la del congreso extraordinario del partido", febrero de 1958, p. 6, eEMOS, 40:015'
Federación obtuvo 579 mil votos, contra 70 mil de Lombardo y 2 713 millones (Caja 17, 2).
del candidato del PRI, Adolfo Ruiz Cortines. Oiga Pellicer de Brody y José Luis 14. La Voz de México, 24 de julio de 1951, p. 7. Aunque el PCM cumplió todos
Reyna (comps.), El afianzamiento de la estabilidad política, vol. 22 de la Historia de los requisitos de la ley electoral (al menos en el papel), la Secretaría de Gober-
la Revolución Mexicana, El Colegio de México, México, 1978, pp. 44-45. Sobre la nación le negó el registro en septiembre de 1951. Dos semanas antes, Encina y
condena de Lombardo a la postura bifronte del PeM, ver El Popular, 11 de julio otros comunistas fueron arrestados, supuestamente por portar una pistola sin
de 1952, incluido en Franklin Gowen al secretario de Estado, 14 de julio de permiso. Esta acción fue interpretada por la embajada estadounidense como
1952, NARA, GE 59 712.001/7-1452. "una advertencia [del gobierno] al PCM". Franklin C. Gowen al secretario de Es-
5. En el XI Congreso del PeM (noviembre de 1950), Encina se refirió algo- tado, 8 de octubre de 1951, NARA, GE 59, 712.00/10-851.
bierno de Alemán como un "régimen de agresión a la clase obrera", y en su in- 15. Charles Burrows al secretario de Estado, NARA, GE 59, 712.00/4-2150. Este
forme de septiembre de 1951 al pleno del Comité Central, el secretario general punto apareció durante la lucha interna del partido en 1957-1960. Ver Informe
del PeM señalaba que "cada día se acentúa la política reaccionaria del gobierno del presentado por el compañero C. J Encarnación Pérez, cit.
licenciado Alemán", Dionisia Encina, El combate del pueblo mexicano en defensa de 16. La cifra de 1 900 procede de Schmitt, Communism, cit., p. 37. El cálculo
la paz y de la independencia nacional, Fondo de Cultura Popular, México, 1950, pp. más bajo fue proporcionado por Arnoldo Martínez Verdugo. Entrevista del au-
42-46; Teoría, n. 29, agosto-septiembre de 1951, pp. 6-7. El enorme error come- tor con Martínez Verdugo, ciudad de México, 1981. Gerardo Unzueta, uno de
tido por el partido al apoyar a Alemán quedaba todavía cuidadosamente oculto, los más destacados proponentes de la reforma durante la lucha de 1957-1960,
sin embargo, en un miasma de autoelogios. A fines de diciembre de 1951, sostiene que los datos del Comité de Organización del partido, consultados en
Encina señalaba "nuestro Partido se enorgullece de haber sido el primero en 1958, demostraban que los miembros eran apenas 1 800. Gerardo Unzueta,

368 369
"Crisis del partido, crisis en el movimiento", citado en Martínez Verdugo, Histr>- 36. La base de apoyo de Veracruz se vio seriamente debilitada por las defec-
ria del comunismo, cit., p. 215. Los datos de los archivos del PCM indican que el ciones a fines de 1956. Vida) Muñoz se afilió al PRI en 1959.
partido tenía 351 miembros en el Distrito Federal en abril de 1958. "Relación de 37. Carlos Juárez Villalvazo, "El estado mexicano y la lucha de clases 1952-
miembros del Partido (en el DF) a120 de abril de 1958", CEMOS: Archivo del PCM, 1958", en Memorias del encuentro solne historia del movimiento olnero, cit., t. 11, pp.
Caja 23, Expediente 15. 427-55.
17. Schmitt, op. cit., pp. 62-63. 38. Hubo otros movimientos estudiantiles en Morelia y Guadal ajara. J. Aure-
18. Dionisia Encina, Solne la situación política actual y las tareas de los comunistas lio Cuevas Díaz, El Partido Comunista Mexicano 1963-1973: la ruptura entre las clases
mexicanos, Fondo de Cultura Popular, México, 1957, p. 71. medias y el estado fuerte de México, Editorial Línea, México, 1984, pp. 64-65. La Fe-
19. Entrevista del autor con Amoldo Martínez Verdugo, ciudad de México, deración Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET) que encabezaba las huelgas
27 de abril de 1981. tenía fuerte influencia del Partido Popular.
20. Encina, op. cit., pp. 32-33. 39. El SME era el más grande de los sindicatos de electricistas, con 8 416
21. La Voz de México, 8 de octubre de 1954, p. 3. Resolución del XII Congreso miembros. Junto con la Federación Nacional de Trabajadores de la Industriad
del PCM. Comunicaciones y Electricidad (FNTICE) creó una organización paraguas, la Cor
22. Gerardo Unzueta tiene razón en señalar que programáticamente el XII federación Mexicana de Electricistas (CME), en 1956. Víctor Manuel Sánche¡
Congreso sólo repitió las fórmulas que Encina introdujo en el Congreso Ex- "La solidaridad electricista y la insurgencia obrera", en Memorias del encuentro s1
traordinario de 1940 y mantuvo durante toda la década siguiente. Unzueta, op. lne historia del movimiento olnero, cit., t. 1!, pp. 500-32; Barbosa, op. cit., p. 92.
cit., p. 219. 40. Barbosa, op. cit., p. 94; Pellicer de Brody y Reyna, op. cit., p. 97.
23. El PCM prohibió a sus miembros hablar con los del POCM, de modo que 41. Ver un valioso examen de la historia del movimiento salarial de los mae!
cuando Valentín Campa salió de la cárcel la única forma en que un comunista tras en Hugo Aboites, "El salario del educador en México (1925-1982) ", Co)'oa
como David Alfara Siqueiros podía comunicarse con el líder ferrocarrilero y cán, 16, enero-marzo de 1984, pp. 69-95; Gerardo Peláez, Historia del sindicat,
miembro del POCM era enviarle un traje con una nota en la que explicaba que nacional de trabajadores de la educación, Ediciones de Cultura Popular, México
sentía no poder entregárselo personalmente. Entrevista del autor con Gerardo 1984, pp. 77-86; Aurora Loyo Brambila, El movimiento magisterial de 1958 en Méxi-
Unzueta, ciudad de México, 5 de mayo de 1981. co, Era, México, 1979, pp. 35-42. Othón Salazar, de origen mixteco, nació en Al
24. POCM: declaración de principios, programa, estatutos, Ediciones Noviembre, cozauca, una pequeña comunidad de la región guerrerense de la Montaña qm
México, 1958, pp. 3-9. en 1980 fue el primer municipio que eligió un presidente municipal comunista
25. Alberto Lumbreras, "El congreso del POCM: un éxito del movimiento co- Salazar fue presidente municipal de Alcozauca entre 1987 y 1989.
munista", Noviemlne, 16 de noviembre de 1953, p. 3. 42. Rosalía Pérez Linares, "El charrismo sindical en la década de los setenta: el
26. El partido puede haber tenido entre mil y mil quinientos miembros en sindicato petrolero", en Historia y crónicas de la clase olnera en México, Escuela Nacio-
1955 y 1956. Schmitt, op. cit., p. 65. nal de Antropología e Historia, 1981, pp. 173-74; Barbosa, op. cit., p. 95. Irónica-
27. Campa, Mi testimonio, cit., p. 233; entrevista del autor con Gerardo Un- mente, el movimiento de reforma de 1958 más tarde se convirtió en el núcleo en
zueta, ciudad de México, 5 de mayo de 1981. torno al cual el grupo de La Quina construyó su cacicazgo; La Quina encabezó el
28. Sobre la carrera de Lombardo Toledano, ver Robert Paul Millon, Mexican periodo más largo y corrupto de charrismo en el sindicato petrolero.
Marxist Vicente Lombardo Toledano, University of North Carolina Press, Chape) 43. José Luis Reyna, "El conflicto ferrocarrilero: de la inmovilidad a la ac-
Hill, 1960. ción", en Pellicer de Brody y Reyna, op. cit., p. 157; Alonso, op. cit., pp. 102-10.
29. Roger Bartra, "Lombardo o Revueltas", Nexos, 5, n. 54, junio de 1982, 44. Demetrio Vallejo, Las luchas ferrocarrileras que conmovieron a México, MLN,
p. 14. México, 1967, pp. 9-20; Alonso, op. cit., pp. 112-16; Reyna, op. cit., pp. 173-80.
30. Villaseñor, Memorias, cit., vol. 2, pp. 136-37. 45. D. Vallejo y el PMT, Partido Mexicano de los Trabajadores, México, s.f., pp.
31. Schmitt, op. cit., pp. 82-87. 7-10. Vallejo murió el 24 de diciembre de 1985.
32. Villaseñor, op. cit., vol. 2, pp. 177-81. El Partido Popular participó en las 46. Sánchez, op. cit., pp. 532-52.
elecciones por primera vez en 1949. En 1952 Lombardo fue el candidato presi- 47. Vallejo, op. cit., pp. 27-33; Alonso, op. cit., pp. 119-28; Reyna, op. cit., pp.
dencial del partido, y fue la única vez (hasta 1988) que el PP no apoyó la 161-91. Una de las primeras medidas de la nueva dirección fue asegurar la reins-
candidatura del PRI. Sobre la renuncia de Anguiano, ver William R. Laidlaw al talación de cientos de ferrocarrileros (entre ellos Valentín Campa y Luis Gómez
secretario de Estado, 9 de enero de 1950, NARA, GE 59, 712.00/1-950. Z.) despedidos en 1948 y 1955. Ver Demetrio Vallejo, Yo acuso, Partido Mexicano
33. Millon, op. cit., p. 161. de los Trabajadores, 1977, pp. 60-61.
34. Bartra, op. cit., p. 13. 48. Alonso, op. cit., pp. 131-38.
35. Schmitt, op. cit., pp. 80, 111. 49. Ibid., pp. 140-41.

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50. Debido a que percibía el endurecimiento de la postura gubernamental, nes para la unidad orgánica o la realización del frente único, México 1957; entrevista
el sindicato eliminó de su solicitud todo excepto la demanda de un aumento del autor con Arnoldo Martínez Verdugo. Una sección del POCM, encabezada
salarial del 16.6 por ciento, concesión que según Valentín Campa demostró la por Carlos Sánchez Cárdenas, también se oponía a la colaboración de los dos
flexibilidad de la dirección del STFRM. Valentín Campa, "Sobre las huelgas ferro- partidos en torrio a la candidatura de Miguel Mendoza López Schwertfeger, un
carrileras de 1959", Solidaridad, segunda época, n. 25, 31 de julio de 1970, pp. cristiano-socialista, exzapatista, destacado agrarista y juez durante los años vein-
32-35. te. Campa, op. cit., p. 277.
5L Alonso, op. cit., pp. 148-49. 66. Ibid., pp. 14, 17.
52. Vallejo, Las luchas, pp. 47-48. 67. Ibid., p. 22; entrevista del autor con Amoldo Martínez Verdugo, 27 de
53. Campa, Mi testimonio, cit., pp. 248-49; Reyna, op. cit., pp. 200-203. abril de 1981.
54. Vallejo, Yo acuso, pp. 47-48. 68. La decisión de convocar a un Congreso Extraordinario fue posible gracias
55. PCM, Sobre la situación política actual y las tareas de los comunistas mexicanos. a la ausencia de Encina en algunas de las deliberaciones del pleno de noviembre
Informe de la Comisión Políti.ca al pleno del ce del PCM. celebrado el1 o de diciembre, Fon- de 1957. Entrevista del autor con Amoldo Martínez Verdugo.
do de Cultura Popular, México, 4 de diciembre de 1956, pp. 16-17; 28-29. 69. Materiales del Comité del DF para su discusión en el XIII Congreso del Partido Co-
56. Ibid., pp. 38-39. munista Mexicano, México, 1959, pp. 8-9; CEM, "Acusaciones de la mayoría: los ca-
57. Revueltas añadió "cualquier estudiante de economía puede decirnos que maradas J. Encarnación Pérez, Amoldo Martínez Verdugo y Edelmiro Maldonado
la burguesía mexicana... es ya una burguesía consolidada... El subjetivismo de la utilizan procedimientos que violan el centralismo democrático"; Méndez, op.
dirección del partido se manifiesta, así... en el de que trata de ocultarlo con cit., pp. 244-47.
la disquisición artificial respecto a si México ha dejado de ser un país semicolo- 70. Ver una defensa clásica del tema de la "unidad obrera" en Dionisio En-
nial para transformarse en un país dependiente ... " José Revueltas, "La crítica cina, "Sobre la unidad sindical de la clase obrera", Liberación, n. 3, abril de 1957,
está en marcha y nadie podrá detenerla", en Escritos políticos I, vol. 12 de Obras pp. 9-20.
completas, Era, México, 1984, p. 141. Revueltas había sido aceptado de nuevo en· 71. Gerardo Peláez, op. cit., Ediciones de Cultura Popular, México, 1984, p.
el PCM en 1956. 91. J. Encarnación Pérez Rivero, miembro de la Comisión Política del PCM, fue
58. Encina, "Sobre la situación política actual", pp. 79-80. el único militante comunista destacado en el MRM.
59. Alejo Méndez, "Por la renovación del partido", en Martínez Verdugo, op. 72. Declaración de Encina a El Universal, publicada el 20 de mayo de 1958 y
cit., pp. 238, 258. ! citada en Martínez Verdugo, Trayectoria y perspectivas, cit., p. 49.
60. Entrevista del autor con Martínez Verdugo, 27 de abril de 1981. 73. Entrevista del autor con Amoldo Martínez Verdugo, 27 de abril de 1981;
61. Entre los demás miembros se hallaban Enrique González Rojo, Juan Méndez, op. cit., pp. 248-49.
Brom,Joaquín Sánchez Macgregor y Eduardo Lizalde. Entrevista del autor con 74. Reyna, op. cit., p. 186. La propaganda anti-POCM no cesó completamente,
Enrique González Rojo, ciudad de México, 19 de febrero de 1981. como puede verse en las actas de la conferencia sobre el trabajo sindical que se
62. En 1964, Revueltas publicó Los errores, en el que el tono de su crítica al PCM celebró en la ciudad de México en agosto. "Materiales del Comité", cit., p. 26.
era mucho más severo que en Los días terrenales. La autocrítica de Revueltas sobre 75. Iris Edith Santacruz Fabila, "El movimiento obrero en México: 1958-1967:
sus experiencias posteriores a 1943, titulada "Declaración política de reingreso al estudio de sus luchas y dirección política", pp. 47-48, citado en Partido Comunista
PCM", se publicó por primera vez en 1984. Mexicano, cit., vol. 1, pp. 104-5.
63; Resolución de la Conferencia del Partido Comunista en el Distrito Federal 11~23 76. Campa, "Sobre las huelgas", cit., p. 33.
de agosto al2-19 de septiembre, México, 1957, pp. 2-3, 17-18. 77. "Materiales del Comité", cit., pp. 4-7.
64. "Resolución del Comité del DF del PCM acerca del Congreso Extraordina- 78. !bid., pp. ll-12. El único defensor de las reformas que podía viajar amplia-
rio del Partido (8 de febrero de 1958) ", p. 11, CEM, Caja 17, 2.40-015. La comi- mente era Manuel Terrazas, miembro de la Comisión Política, que asistía a una
sión que preparó el informe estaba encabezada por Manuel Terrazas. y en ella convención del comité estatal de Nuevo León cuando fue arrestado en 1959. En-
participó Arnoldo Martínez Verdugo. Sus conclusiones eran tímidas y limitadas trevista del autor con Arnoldo Martínez Verdugo.
porque los investigadores no pudieron consultar abiertamente a los protagonis- 79. Los términos son de Barbosa. Barbosa, op. cit., p. 111.
tas del periodo que querían examinar. Sin embargo, hubo discretas conversacio- 80. Éste es en esencia el punto de vista de Barbosa, op. cit., p. 102, pero
nes con Valentín Campa. Entrevista del autor con Amoldo Martínez Verdugo. elementos de esta postura se encuentran en los textos de Miguel Aroche Parra
Sobre la respuesta del POCM al informe, ver El POCM da respuesta a las proposiciones y otros. Sobre la posición de los electricistas, ver Sánchez, op. cit., pp. 552-56.
unitarias del PCM: resolución del XIII Pleno Nacional del POCM, Ediciones Noviembre, 81. Barbosa, op. cit., p. 110.
México, 1958. 82. Vallejo, Las luchas, cit., pp. 59-60.
65. Carta del Partido Obrero-Campesino Mexicano al Partido Comunista: proposicio- 83. Campa, "Sobre las huelgas", cit., p. 33.

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84. Vallejo, op. cit., pp. 60-62. Ésta es una historia curiosa en vista de que México. El Congreso resolvió que "para satisfacer las necesidades del pueblo me-
Campa dice que la decisión de realizar paros de solidaridad ya había sido toma. xicano Jo que se necesita no es una reforma o dos, sino una nueva revolución".
da (a mediados de marzo) por las asambleas generales del STFRM. Además, en el 1OO. XIII Congreso Nacional Ordinario del Partido Comunista Mexicano: Manuel Te-
mismo relato, Vallejo acepta la siguiente afirmación de Lombardo Toledano en rrazas. Acerca del proyecto de declaración programática del Partido Comunista Mexicano,
el sentido de que el comité de enlace en ningún momento discutió el asunto de mimeo, México, 1960, pp. 17, 22.
los paros, aunque todos los datos sugieren que sí lo hizo en varias ocasiones. Sin 101. "Acerca del proyecto", cit., p. 16.
embargo, Vallejo termina su panfleto Las luchas ferrocarrileras que conmovieron 102. Méndez, op. cit., p. 268.
a México con una nota de advertencia: "Ojalá que esta dolorosa experiencia sirva 103. "Acerca del proyecto", cit., p. 21.
a los partidos revolucionarios, para que no intervengan directamente en las lu- 104. Raquel Tibol, David Alfaro Siqueiros, Empresas Editoriales, México, 1969,
chas sindicales, sino que se concreten al papel de modestos asesores cuando pp. 74-76. En Caracas, Siqueiros describió a la Revolución Mexicana como una
sean requeridos para ello". "revolución frustrada, una empresa neoporfirista y proyanki de 'los juniors'";
85. Ibid., p 33. entrevista del autor con Martínez Verdugo, 27 de abril de 1981.
86. Campa, Mi testimonio, cit., pp. 253-54. 105. Ibid., y con Gerardo Unzueta, 5 de mayo de 1981.
87. Gómez Z., Sucesos y rememllranzas, cit., vol. 1, pp. 464-67; 478-79. 106. Entrevista del autor con Unzueta.
88. Ver el comentario de Vallejo, "El sindicato ... permitió que algunas seccio- 107. El POCM se había escindido en diciembre de 1959. Una seccióh (encabe-
nes se precipitaran a la lucha sin el consentimiento del Comité Ejecutivo Gene. zada por Campa) solicitó el reingreso al PCM (otorgado por el XIII Congreso), y
ral", citado en Gill, Los ferrocarrileros, cit., pp. 226-27. Gill sostiene que "la verdad el resto (encabezado por Carlos Sánchez Cárdenas) mantuvo lo que había sido
es que el vallejismo había creado un monstruo de cien mil voluntades unifica- la izquierda de la estructura del viejo POCM y finalmente se fusionó con el Parti-
das; le había dado conciencia de clase y confianza en sus fuerzas. Ahora resulta- do Popular. Comunicado de Prensa de la Comisión Política del Comité Central
ba difícil manejar al monstruo ... ", p. 193. acerca del XIII Congreso Nacional Ordinario del PCM, 13 de junio de 1960,
89. Gill, op. cit., p: 193. CEMOS: Archivo del PCM, CEM 17.4.
90. Entre los que se afiliaron al PP se contaban Miguel Aroche Parra y Carlos 108. Entrevista del autor con Martínez Verdugo.
Sánchez Cárdenas. El miembro más conocido del POCM que se incorporó al PCM
fue Valentín Campa. Capítulo VII
91. Entrevista del autor con Amoldo Martínez Verdugo, que acompañó a En-
cina y Valdés en su viaje a Moscú. La represión contra la izquierda forzó a la dele- l. Gerardo Unzueta, "Relaciones de producción en el campo mexicano 1939-
gación a permanecer en Cuba durante casi tres meses (marzo-mayo) antes de 1958", Nueva Época, n. 9, diciembre de 1963, pp. 25-46. Ver una selección de estu-
volver clandestinamente a México. dios más recientes sobre la proletarización en Luisa Paré, El proletariado agricola en
92. Méndez, op. cit., pp. 259-64; Schmitt, op. cit., pp. 36-37. México, Siglo XXI, México, 1977; Roger Bartra, Campesinado y poder político en México,
93. Resoluciones del pleno de julio-agosto del comité central del PCM, Ediciones del Era, México, 1982. Ambos autores pertenecen a la escuela descampesinista.
Comité Central, México, 1959; Méndez, op. cit., pp. 259-64. 2. Ángeles Ortiz Mendoza, "La CCI: historia de una lucha (antecedentes de la
94. Entrevista del autor con Amoldo Martínez Verdugo. Éste cree que la de- CIOAC)", Estudios Políticos, 4, n. 15,julio-septiembre de 1978, pp. 110-17; Sergio
senvoltura de Encinas probablemente era un gesto de desafío destinado a sub- Colmenero, "El Movimiento de Liberación Nacional, la Central Campesina In-
rayar su militancia revolucionaria. dependiente y Cárdenas", Estudios Políticos, 2, n. 2,julio-septiembre de 1975, pp.
95. Política, vol. 1, n. 4, 15 de junio de 1960, p. 11. "Los delegados al congreso 11-28; Nueva Época, 3, n. 5-6, enero-marzo de 1963, pp. 59-72.
permanecieron enclaustrados cinco días, comiendo y durmiendo en el edificio 3. Esta posición fue delineada en una de las dos cartas que Encina envió al
donde se efectuó la reunión ... " Comité Central del PCM. Ver Amoldo Martínez Verdugo, "Informe del ce del
96. Ver, por ejemplo, Boletín de Discusión, n. 5, 15 de febrero de 1960; n. 6, 8 PCM al XIV Congreso Nacional Ordinario ( 19 a 23 de diciembre de 1963) ", Nueva
de marzo de 1960. Época, 3, n. 10, septiembre de 1964, p. 62.
97. Entrevista del autor con Martínez Verdugo. El informe nunca fue pu- 4. Armando Bartra, Los herederos de Zapata: movimientos campesinos posrevolucio-
blicado. narios en México, Era, México, 1985, pp. 91-93; Ilán Semo, "El ocaso de los mitos
98. Méndez, op. cit., pp. 265-66. Sobre la respuesta del PCM a la postura gu- (1958-1968)", en Enrique Semo (comp.), México: un pueblo en su historia, UAP y
bernamental ante la revolución cubana y a la jira de López Mateos por América Nueva Imagen, México, 1982, p. 87.
Latina,'ver Comisión Nacional Organizadora del XIII Congreso, Boletín de Discu- 5. Semo, op. cit., pp. 88-90; Ortiz Mendoza, op. cit., pp. 120-22.
sión, n. 6, 8 de marzo de 1960. 6. Gilberto Guevara Niebla, "Antecedentes y desarrollo del movimiento de
99. Entrevista del autor con Gerardo Unzueta, 5 de mayo de 1981, ciudad de 1968", Cuadernos Políticos, n. 17,julio-septiembre de 1978, pp. 12-14.

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7. Uno de los grupos más importantes de la UNAM, el Grupo Linterna (que situación de la Juventud Comunista (Jc) en Michoacán, preparada para una con-
actuaba en la Escuela Nacional de Economía) incorporaba a comunistas, trots- ferencia sobre laJC del 24 de marzo al1 o de abril.
kistas (como David AguiJar Mora) e izquierdistas independientes. Veinticinco años 19. Gerardo Unzueta, "El MLN: una perspectiva para las luchas del pueblo",
de lucha política en la Facultad de Economía, Comité Estudiantil de Solidaridad Nueva Época, 1, n. 1, febrero de 1962, pp. 18-19.
Obrero-Campesina, México, s.f., pp. 19, 28. 20. Ramón Danzós Palomino, un antiguo maestro rural y destacado militante
8. Aurelio Cuevas Díaz, El Partido Comunista Mexicano 1963-1973: La ruptura comunista campesino, era secretario general de la CCI durante las elecciones de
entre las clases medias y el estado fuerte de México, Línea, México, 1984, p. 46. 1964. La Voz de México, 23 de noviembre de 1963, p. l.
9. Ricardo Pozas Horcasitas, "El movimiento médico en México 1964-1965", 21. Fabio Barbosa, "Las utopías cambiantes", Nexos, n. 68, agosto de 1983, pp.
Cuadernos Políticos, n. 11, enero-marzo de 1977, p. 59. 35-47.
10. Evelyn Stevens, Protest and Response, Massachussets Institute ofTechnology 22. Sin embargo, como ha señalado Enrique Serna, a principios de los años
Press, Boston, 1974, cap. 5; Pozas, op. cit. setenta el periódico del PCM Oposición siguió publicando "las habituales noticias
11. Esta sección se apoya fuertemente en Miguel Concha Malo, Óscar Gon- apologéticas de su corresponsal en Moscú y los discursos laudatorios de sus de-
zález Gari, Lino F. Salas y Jean-Pierre Bastian, La participación de los cristianos en legados a los congresos de los partidos comunistas de otros países (incluidos los
el proceso popular de liberación en México, Siglo XXI, México, 1986, pp. 85-114; Mar- congresos del Partido Comunista Checo en 1970 y 1976) ". Enrique Serna,
tín de la Rosa M., "La iglesia católica en México. Del Vaticano II a la CELAM III "Huellas indelebles: Las ideas políticas en el PCM 1969-1973", El Buscón, n. 8,
(1965-1979) ", Cuadernos Políticos, n. 19, enero-marzo de 1979, pp. 88-104. 1984, p. 46.
12. Gerardo Dávila, "Entrevista con el presbítero Manuel Velázquez: los cris- 23. Víctor Orozco, "Las luchas populares en Chihuahua", Cuadernos Políticos, n.
tianos al encuentro de los marxistas", Oposición, 1, n. 6, 15-30 de junio de 1970, 9,julio-septiembre de 1976, p. 65; Rogelio Luna Jurado, "Los maestros y la demo-
pp. 19-20. cracia sindical", Cuadernos Políticos, n. 14, octubre-diciembre de 1977, pp. 79-85.
13. Carlos Fazio, La cruz y el martillo: pensamiento y acción de Sergio Méndez Arcea, 24. La palabra "colonos", en su uso moderno, hace referencia a los residentes
Joaquín Mortiz, México, 1987. Entre los principales acontecimientos ocurridos de los barrios urbanos (generalmente pobres), muchos de los cuales empezaron
en la esfera protestante destacan las actividades del Centro de Estudios Ecumé- como "paracaidistas". La "novedad" de los nuevos movimientos sociales se ha
nicos, encabezado por el pastor luterano RolfLahussen, en 1970-1975 y la fun- exagerado. Los movimientos de los habitantes pobres de las ciudades que de-
dación en México de tina rama de Iglesia y Sociedad en América Lati~a, en mandaban alquileres reducidos (las organizaciones inquilinarias), por ejemplo,
1970. Raúl Macín, "Cristiano y marxista", Di, n. 91, diciembre de 1982, pp. 28- proliferaron en todo México después de la primera guerra mundial y a princi-
29. Macín era un antiguo pastor metodista y candidato del PCM a diputado pios de los años veinte. Ver una crítica provocativa de muchos de los supuestos
federal en 1979. que subyacen al concepto de "nuevo movimiento social" en Andre Gunder
14. Donald Hodges, The Latin American Revolution: Politics and Strategy from Frank y Marta Fuentes, "Nine Theses on Social Movements Internationally",
Apro-Marxism to Guevarism, William Morrow, Nueva York, 1974, pp. 136-225; Brian Newsletter of International Labor Studies, n. 34, julio de 1987:
Loveman y Thomas M. DaviesJr., (comps.), Che Gu1!11ara: Guerilla Warfare, Man- 25.Juan Manuel Ramírez Saiz, El movimiento urbano popular en México, Siglo
chester University Press, Manchester, 1985. XXI, México, 1986. Un análisis reciente y sucinto, que se centra en lo ocurrido a
15. Lucio Cabañas era egresado de la escuela normal rural de Ayotzinapa finales 1ie los años ochenta, es Daniel Rodríguez Velázquez, "From Neighbor-
(Tixtla, Guerrero), que tenía una larga historia de activismo de izquierda hood t-J Nation", NACLA Report on the Americas, 23, n. 4, noviembre-diciembre de
desde fines de los años treinta. Balay Mayo, La guerrilla de Cenara y. Lucio: 1989, pr. 22-28. Ver también Nueva Antropologia, 6, n. 24, junio de 1984.
análisis y resultados, Diógenes, México, 1980, pp. 44-45. Cabañas fue muerto en 26. Prozco, op. cit., pp. 49-66.
1974. 27. LunaJurado, op. cit., p. 92.
16. Sobre el MLN, ver Programa y llamamiento del Movimiento de Liberación N acia- 28. Elena Poniatowska, Fuerte es el silencio, Era, México, 1980, pp. 198-202. El
na~ México, 1961; LedaArguedas, "El Movimiento de Liberación Nacional", Re- entusiasmo del líder de la colonia por construir "la primera comuna socialista
vista Mexicana de Sociologia, enero-marzo de 1977, pp. 229-49; David T. Garza, de México" le había sido inspirado por una visita de seis meses a la República
"Factionalism in the Mexican Left: The Frustration of the MLN", The Western Po- Popular China en 1969 y, tras una temporada en el PCM y la Asociación Cívica
litical Quarterly, 18, 1964, pp. 447-60; Oiga Pellicer de Brody, México y la r!!lJolución Guerrerense, había establecido vínculos políticos con los maoístas.
cubana, El Colegio de México, México, 1972, pp. 85-115. 29. Howard B. Campbell, "La COCEI: cultura y etnicidad politizadas en el ist-
17. El Día, dirigido por el antiguo comunista y luego lombardista Enrique Ra- mo de Tehuantepec", Revista Mexicana de Sociologia, año LI, n. 2, abriljunio de
mírez y Ramírez, reflejaba los puntos de vista de la izquierda nacionalista del PRI. 1989, pp. 247-63.
Varios de sus columnistas eran miembros del PPS. 30.Jeffrey W. Rubín, "S tate Policies, Leftist Oppositions, and Municipal Elec-
18. CEMOS: Archivo del PCM, Caja 35, Fólder 11. Carta sin firma acerca de la tions: The Case of the COCEI inJuchitan", en Arturo Alvarado (comp.), Electoral

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Patterns and Perspectives in Mexico, Center for us-Mexican Studies, Universidad de. 44. Nora Gatica, "Sobre el partido de la clase, su estudio regional: PCM, Pue-
California, San Diego, LaJolla, 1987; "Entrevista con los dirigentes de la Coali- bla: 1958-1978", Boletín de Investigación del Movimiento Obrero, 2, n. 4, agosto de
ción Obrera Campesina Estudiantil del istmo", Punto Critico, 5, n. 52, primera 1982, pp. 107-34.
quincena de mayo de 1976, pp. 14-15; Víctor de la Cruz, "Rebeliones indígenas 45. Luis Rivera Terrazas, "Por una universidad democrática, crítica y popu-
en el istmo de Tehuantepec", Cuadernos Políticos, n. 38, octubre-diciembre de lar", Socialismo, 1, n. 3, tercer trimestre de 1975, pp. 102-9.
1983, pp. 55-71; Adriana López Monjardin, 'Juchitán, las historias de la discor-. 46. La represión de la izquierda llegó a su culminación en 1972-1973, cuando
di a", Cuadernos Políticos, n. 38, octubre-diciembre de 1983, pp. 72-80; Roberto J. dos militantes del PCM,Joel Arriaga y Enrique Cabrera, fueron asesinados; Cue-
Gutiérrez, 'Juchitán: municipio comunista", Revista de Ciencias Sociales y Humani- vas Díaz, op. cit., pp. 135-37.
dades, 2, n. 4: pp. 251-80; Adriana López Monjardin, La lucha por los ayun, 47. Ver los testimonios de Alejandro Álvarez, Alejandro Toledo y Pedro Díaz
tamientos: una utopía viable, Siglo XXI, México, 1986, pp. 120-26. en Veinticinco años de lucha política, cit.; Alfredo Popoca, "La increíble y triste his-
31. La OJR-LM se formó en febrero de 1982 a partir de varias organizaciones toria del marxismo en la Facultad", Economía Informa, n. 113, febrero de 1984,
locales. El Movimiento Revolucionario del Pueblo se creó en noviembre de pp. 33-35.
1981. Con mucho el mejor y más breve panorama de la nueva izquierda radical 48. Sobre el carácter de la erupción del marxismo en los años setenta ver
y su dimensión utópica es Fabio Barbosa, "Izquierda radical: Las utopías cam- Christopher Domínguez Michael, "Los marxismos mexicanos: batallas por la
biantes", Nexos, 68, agosto de 1983, pp. 35-47. Sobre el cristianismo revoluciona~ tierra baldía", Nexos, 6, n. 70, octubre de 1983, pp. 25-32.
rio, ver José Antonio Alonso, 'The Vatican Bureaucracy and its Neo-Christian 49. Entre los columnistas había dos comunistas: Valentín Campa y Arturo
Project: Reflections from a Low Income Parish in Mexico", Latín American Pers- Martínez Nateras.
pectives, 50, 13, n. 3 (verano de 1986), pp. 73-84; Martín de la Rosa, Promoción po- 50. Entre los escritores más importantes que publicaron en el periodo 1968-
pular y lucha de clases [análisis de un caso], SEPAC, Ciudad Netzahualcóyotl, 1979. 1975 estaban Adolfo Gilly, un trotskista nacido en Argentina, que escribió estando
32. "El Campamento Tierra y Libertad", Punto Critico, 5, n. 57, julio de 1976, en la cárcel La revolución interrumpida; Arnaldo Córdova, un politólogo educa-
pp. 21-22. .do en Italia con la ayuda del PCM, autor de varios libros y fundador del Movimien-
33. Ver ejemplos representativos del trabajo de Monsiváis en Carlos Monsi- to de Acción Política y más tarde diputado del PSUM; Enrique Semo, historiador
váis, "1968-1978: Notas sobre cultura y sociedad en México", Cuadernos Políticos, económico y destacado intelectual del PCM; Roger Bartra, otro miembro del PCM
n. 17,julio-septiembre de 1978, pp. 44-58. y eurocomunista; Arturo Anguiano y Manuel AguiJar Mora (ambos trotskistas);
34. Carlos Fuentes, Tiempo mexicano, Joaquín Mortiz, México, 1972, p. 57. Luisa Paré, socióloga agraria; Sergio de la Peña, economista del PCM.
35. Un excelente estudio de la vida erótica, literaria y de los cafés de la inte- 51. Domínguez, op. cit., p. 29. Ver también Popoca, op. cit., p. 35.
1\igentsia mexicana es Sergio González Rodríguez, Los bajos fondos: el antro, lá 52. "El PCM en Puebla: Los Peces en el turbulento mar de la democracia", Di,
bohemia y el café, Cal y Arena, México, 1980. n. 43, 3 de septiembre de 1981.
36. Elena Poniatowska, La noche de Tlatelolco, Era, México, 1969. 53. Jesús]. Silva Herzog Márquez, "Mitos de la universidad", Cuadernos de Ne-
37. Poniatowska, Fuerte es el silencio, cit. xos, n. 6, enero de 1988, p. iii.
38. Ver los puntos de vista de Poniatowska sobre el ultraizquierdismo en op. 54. Ver un panorama general de la escena obrera en los años sesenta en José
cit., p. 67. Héctor Manjarrez, "La indiscreción de Elena Poniatowska", Cuadernos Luis Reyna y Raúl Trejo Delarbre, De Adolfo Ruiz Cortines a Adolfo López Mateas,
Políticos, n. 27, enero-rriarzo de 1981, pp. 102-14. vol. 12 de La clase obrera en la historia de México, Siglo XXI, México, 1981, pp. 161-
39. Sin embargo, ha producido excelentes reportajes en diversas ocasiones, 88; Paulina Fernández Chriestlieb y Octavio Rodríguez Araujo, En el sexenio de
muy notablemente cuando el terremoto de 1985 en la ciudad de México. Ver Tlatelolco 1964-1970, vol. 13 de La clase obrera, cit.
Carlos Monsiváis, Entrada libre: crónicas de una sociedad que se organiza, Era, Méxi- 55. Ricardo Pascoe P. yJeffrey Bortz, "Salario obrero y acumulación de capital
co, 1987. en México", Coyoacán, 1, n. 2, enero-marzo de 1977, p. 82.
40. Elena Poniatowska, "Carlos Monsiváis: las décadas en el espejo", Nexos, n. 56. Fernández Chriestlieb y Rodríguez Araujo, op. cit., p. 98.
106, octubre de 1986, pp. 7-10. 57. Adolfo Gilly, "Curva de salarios y conciencia obrera", Coyoacán, 1, n. 2,
41. Fuentes, op. cit., pp. 123-46. enero-marzo de 1978, pp. 106-7.
42. La información sobre Historia y Sociedad procede principalmente de una 58. Rocío Guadarrama, "1959: crisis y reestructuración capitalista. Crónica
entrevista con Enrique Semo, 22 de diciembre de 1984. La revista tenía un tiraje de una derrota obrera", Estudios Políticos, nueva época, 2, n. 3,julio-septiembre de
de aproximadamente tres mil ejemplares en su primera etapa y recibía apoyo fi- 1983, pp. 66-69.
nanciero del PCM y, especialmente, de David Alfaro Siqueiros. 59. Martínez Verdugo, PCM: trayectoria y perspectivas, cit., pp. 58-60.
43. González Rojo, filósofo de desempeño académico, fue colaborador cerca- 60. Raúl Trejo Delarbre, "El movimiento de los electricistas democráticos
no de Revueltas en los años cincuenta y sesenta. 1972-1978", Cuadernos Políticos, n. 18, octubre-diciembre de 1978, pp. 47-69;Jor-

378 379
i'¡¡,,

ge Basurto, En el régimen de Echeverría: rebelión e independencia, vol. 14 de La clase 71. CEMOS: Archivo del PCM, Caja 34a, Fólder 41, Agustín Montiel, "Informe
obrera en la historia de México, Siglo XXI, México, 1983, pp. 245-79. sobre la situación orgánica y política en el estado de Oaxaca y Tapachula".
61. Sobre el FAT, ver Bertha Salcedo Zacatecas y Tatiana Coll, "Polos de nuclea" 72. Informe y resoluciones del Primer Congreso Regional: Puebla y Tlaxcala, Edicio-
miento de agrupaciones sindicales independientes del México contemporáneo", nes del Comité Regional del PCM, Puebla, 1977, p. 86.
Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, n. 107-108, enero-junio de 1982, pp. 73. "Informe de los trabajos de organización", cit. La composición de clase
160-70. Sobre los trabajadores de la industria automotriz y la UOI, ver Salcedo y de la membresía sinaloense en 1961 era de entre el40 y el 50 por ciento de eji-
Coll, op. cit., pp. 158-60; Ian Roxborough, "Labor in the Mexican Motor Ve hiele datarios, 40 a 50 por ciento de maestros y 10 por ciento de obreros.
Industry", en R. Kronish y Kenneth S. Mericle ( comps.), The Política[ Eronomy of 74. CEMOS: Archivo del PCM, Caja 35, Fólder 2. "Estadística de los miembros
the Latín American Motor Vehicle Industry, Massachussets Institure of Technology del PCM en el estado de Durango", 25 de marzo de 1961. Los 32 miembros res-
Press, Cambridge, 1984; Francisco Javier AguiJar García, "El sindicalismo del sec- tantes eran ferrocarrileros (lO), maestros ( 11), panaderos ( 4) y 7 de profesiones
tor automotriz 1960-1976", Cuadernos Políticos, n. 16, abril-junio de 1978, pp. 44- indefinidas; Caja 31, Fólder 21, Samuel Meléndez, "Informe sobre la situación
64. La organización paraguas creada por la Tendencia Democrática era el Movi- del Partido en la región de Tapachula, Chiapas (febrero de 1963) "; Caja 31,
miento Sindical Revolucionario (MSR). Raúl Trejo Delarbre, Este puño sí se ve, El Fólder 27, Camilo Chávez, "Informe sobre viajes a Michoacán, México, 17 de
Caballito, México, 1987, pp. 59-106; Víctor Manuel Gamboa González, "Los.elec- enero de 1963".
tricistas en la lucha por la democracia sindical, 1970-1076", y Silvia Gómez Tagle, 75. Valentín Campa, "El desarrollo económico de México y su caracteriza-
"Los electricistas democráticos y el movimiento obrero mexicano. Reflexiones", ción", Nueva Época, 1, n. 4, octubre de 1962, pp. 26-43 (especialmente pp. 27-29).
en Javier Aguilar García, Los sindicatos nacionales en el México contemporáneo, vol. 5, 76. "Proyecto de Programa del PCM", Nueva Época, 1, n. 3, agosto de 1962, pp.
Electricistas, García Valadés, México, 1989, pp. 177-208, 233-59. 11-13. "Extracto del informe del ce del Partido Comunista al XN Congreso del
62. Esthela Gutiérrez y Fernando Talavera, "El sindicalismo universitario, las PCM", La Voz de México, Suplemento, 10 de marzo de 1964, p. 5.
fuerzas de izquierda y el estado", Cuadernos Políticos, n. 25, julio-septiembre de 77. "Informe de A. M. Verdugo al XV Congreso del PCM, 16 de junio de 1967",
1980, pp. 33-35. El STEUNAM fue creado principalmente por miembros del Partido en Política, 8, n. 171, 1-14 de junio de 1967, pp. xii-xiv.
Comunista, mientras que en el SPAUNAM la corriente principal era el Consejo Sin- 78. Ver una defensa muy ponderada y autocrítica de la nueva línea agresiva-
dical, un grupo surgido en torno a la revista socialista independiente Punto Crítico. mente radical inaugurada por el XVI Congreso, en Partido Comunista Mexicano,
63. Basurto, op. cit., p. 27: Nuevo programa para la nueva revolución. Informe del comité central del PCM al XVI Con-
64. Sobre las condiciones para la celebración del XN Congreso, ver La Voz de greso, informante Gerardo Unzueta, PCM, mexican, s.f.
México, n. 1748, 10 de febrero de 1964, pp. 2-4. La información sobre el xvCon- 79. CEMOS: Archivo del PCM, Caja 53, Fólder 34, "Informe del Comité del DF
greso se obtuvo en entrevista del autor con Enrique Semo, ciudad de México, 6 al XIII Congreso del Partido Comunista Mexicano en la capital de la República
de mayo de 1981. Dos delegados estadounidenses al Congreso, Gus Hall y Henry (1973) ", pp. 25-27. El informe señalaba (p. 31) que había 300 miembros del par-
Winston, fueron expulsados de México. Política, 8, n. 172, 15-31 de julio de 1967, tido en el Distrito Federal en 1973. A mediados de 1972 se aceptó que el número
p. l. Más o menos al mismo tiempo Amoldo Martínez Verdugo fue detenido du- de células que operaban en el DF eran menos de la mitad que en 1968. CEM 1972,
rante ocho horas e interrogado para investigar las acusaciones de que el PCM es- 1973. "Material de discusión preparatorio de la conferencia del Partido Comu-
taba preparando un movimiento armado. nista Mexicano en el Distrito.Federal (6 de agosto de 1972) ",p. 2.
65. Martínez Verdugo, op. cit., p. 60. 80. "Por la creación de una fuerza revolucionaria autónoma de alternativa al
66. CEMOS: Archivo del PCM, Caja 34f, Fólder 3,]. Encarnación Pérez a David sistema: Resolución del Comité Central del PCM adoptada en la XVI reunión ple-
Alfara Siqueiros, 19 de diciembre de 1961; "Los comunistas y la situación políti- naria, 29 de diciembre de 1971", Oposición, 2, n. 34, 1-15 de enero de 1972, pp.
ca actual (tesis para el XN Congreso del PCM) ", Nueva Época, 2, ns. 5-6, enero- 21-24.
marzo de 1963, pp. 25-26; La Voz de México, n. 1748, lO de febrero de 1964, 81. "Ni Echeverría, ni González Morfín merecen los votos del pueblo. Decla-
suplemento, p. 8. ración del Presidium del Comité Central del PCM", Nueva Época, 7, ll-12. 29-30,
67. CEMOS: Archivo del PCM, Caja 28f.2, "Informe al pleno del ce realizado du- noviembre-diciembre de 1969, pp. 82-84.
rante los días 30 y 31 de julio de 1960. Segundo punto", p. 22. 82. Esta conclusión estaba diseminada en varios documentos, algunos de los
68. La Voz de México, n. 1 748, 10 de febrero de 1964. cuales nunca fueron de distribución general. Nuevo programa, cit., p. 66.
69. Arturo Martínez Nateras, Punto y seguido. ¿Crisis en el PCM?, edición del au- 83. Semo, "Huellas indelebles", cit., p. 36.
tor, México, 1980, p. 151. 84. En el VIII pleno del Comité Central del PCM y los subsecuentes se señaló
70. CEMOS: Archivo del PCM, Caja 35, Fólder 10, "Informe de los trabajos de que el gobierno de Echeverría no respondía a los movimientos de masas en as-
organización y preparación del congreso estatal del PCM en Sinaloa, septiembre censo con una política generalizada de represión. Más bien combinaba la
de 1961". represión con la conciliación y la ya añeja política del "reformismo preventivo".

380 381
CEM Sueltos. Informe de la Comisión Ejecutiva al pleno del Comité Central del PCM. 1-2 Notes etÉtudes Documentaires: Problémes d'Amérique Latine, n. 11, 31 de enero de 1969,
de marzo de 1975, informante Amoldo Martínez Verdugo. pp. 6-28; Gilberto Guevara, "Antecedentes y desarrollo del movimiento de 1968",
85. Arnoldo Martínez Verdugo, "Ante nuevas exigencias del movimiento re- Cuadernos Políticos, n. 17, julio-septiembre de 1978, pp. 7-33.
volucionario", Socialismo, 1, n. 2, segundo trimestre de 1975, pp. 14-29; "Hacer 4. Partido Comunista Mexicano, Presidium del Comité Central, Manifiesto,
frente a las elecciones con una posición independiente, unitaria y democrática: 2 de agosto de 1968 en Ramón Ramírez, El movimiento estudiantil de México: julio-
Proyecto de Resolución Política del XVII Congreso del PCM", Socialismo, 1, n. 3, diciembre de 1968, Era, México, 1969, vol. 1, pp. 74-75; Guevara, op. cit., p. 17.
tercer trimestre de 1975, pp. 42-68. El PCM calculaba que correspondieron a 5. Entrevista del autor con Gilberto Guevara Niebla, ciudad de México, 11
Campa 1.6 millones de votos, con entre el 14 y el 15 por dento de los votos emi- de noviembre de 1984.
tidos en el Distrito Federal. La Comisión Federal Electoral, controlada por el 6. Eduardo Valle, "El movimiento estudiantil", en 50 años de oposición en Mé-
PRI, anunció sin embargo que todos los candidatos sin registro que se presen- xico, UNAM, Facultad de Ciencias Políticas, México, 1979, p. 188.
taron en las elecciones obtuvieron sólo 220 000 votos. Oposición, n. 144, 10 de 7. Gilberto Guevara Niebla, "1968, 5 de agosto: la primera autonomía",
julio de 1976, p. 1; n. 145, 17 de julio de 1976. El número de miembros del PCM Nexos, 1, n. 9, agosto de 1978, p. 8.
aumentó en un 36 por ciento durante la campaña de 1976, según cálculo de 8. Christopher Domínguez, "Los cachorros y la revolución", Machete, n. 11,
Oposición, n. 153, 11 de septiembre de 1976, p. 3. marzo de 1981, pp. 30-32.
86. Conferencia de Gilberto Argüello, Poliforum Cultural Siqueiros, ciudad 9. Entrevista del autor con Gilberto Guevara Niebla, 11 de noviembre de
de México, 3 de febrero de 1981. 1984.
87. Los dos grupos, la Liga Socialista y el Partido Obrero Revolucionario, se 10. Comité Estudiantil de Solidaridad Obrero-Campesina, Veinticinco años de
fusionaron a finales de los setenta para formar el Partido Revolucionario de los lucha, cit., p. 26.
Trabajadores (PRT), la principal formación trotskista existente en México. 11. Heberto Castillo, "Fuga y aprehensión en el68", Proceso, n. 106, 13 de no-
88. Política, 1, n. 13, 1o de noviembre de 1960. Ver un resumen de los puntos viembre de 1978, pp. 14-18.
de vista del PPS alrededor de 1964 en Vicente Lombardo Toledano, Frente Nacio- 12. Proceso, 1968: el principio del poder, Proceso, México, 1980, p. 244. Entre-
nal Democrático, Ediciones Lombardo, México, 1964. Las referencias a México vista con Marcelino Perelló, uno de los tres delegados de la Facultad de Ciencias
como un país colonial o semicolonial eran muy explícitas (ver p. 141).' de la Universidad Nacional al CNH y miembro de la Juventud Comunista. 1

89. Luna Jurado, op. cit., pp. 78-80. Lombardo Toledano afirmaba en,1963 13. La versión más completa de estos contactos en Carlos Ramírez, "Los du- 1

que el PPS tenía 200 000 miembros, cifra casi con certeza exagerada. Lombardo ros, Echeverría y García Barragán, impusieron su solución: Martínez Verdugo",
Toledano, op. cit., p. 55. en Proceso, op. cit., pp. 151-60. 1

90. Tres meses antes del inicio del movimiento popular estudiantil, un dés- 14. Aurelio Cuevas, "El conflicto del68 y el PCM", Obra citada, 2, n. 3,julio-di-
tacado pepesista dijo que la corriente política dominante dentro del gobierno ciembre de 1983, p. 36. 1

de Díaz Ordaz era "la política democrática nacionalista". Carlos Sánchez Cárde- 15. La mejor crónica de la masacre del 2 de octubre, reconstruida a partir de
nas, Ideología del Partido Popular Socialista, Editorial Imprenta Casas, México, entrevistas con testigos presenciales, es Elena Poniatowska, Massacre in Mexico,
1

1968, p. 48. Viking Press, Nueva York, 1975, pp. 171-323 (La noche de Tlatelolco, Era, pp. 161-
91. "PPS: mal servicio al pueblo", Oposición, 1, n. 2, 15 de abril de 1970, p. 11. 273). Castillo fue detenido en mayo de 1969. Heberto Castillo, Si te agarran te
92. El arreglo de Nayarit fue negociado entre el PPS y Porfirio Muñoz Ledo, van a matar, Océano, México, 1983.
entonces presidente del PRI. Muñoz Ledo fue una figura importante de la "Co- 16. Crespi, op. cit., pp. 108-11.
rriente Democrática" del PRI en 1986-1987 y, junto con Cuauhtémoc Cárdenas, 17. Ver el manifiesto firmado por ocho miembros de la JCM encarcelados, y
participó en la formación del partido de centro-izquierda PRD en 1989. publicado en El Día del 11 de diciembre. Ramírez, o p. cit., vol. 2, pp. 492-97.
18. Ver una versión de 1968 que refleja los puntos de vista de la dirección del
Capítulo VIII PCM en Edmundo Jardón, De la Ciudadela a Tlatelolco, Fondo de Cultura Popular,
México, 1969.
l. "En 1968 reinaba un silencio semejante en el país. De pronto estalló un 19. Elena Poniatowska, Masacre ... , cit. p. 330 (La noche de Tlatelolco, cit, p.
·movimiento dinámico, autónomo y, por qué no decirlo, enloquecedor por ines- 279).
perado", Poniatowska, Fuerte es el silencio, cit., p. 34. 20. Guevara, "1968, 5 de agosto", cit., pp. 8-9.
2. Susana García, "Aproximaciones a un análisis crítico de las hipótesis 21. Ver las denuncias lanzadas por la CTM, Ramírez, op. cit., vol. 1, pp. 120-23,
sobre el movimiento estudiantil de 1968", Estudios Políticos, n. 25, julio-septiem- vol. 2, pp. 214-20; Fernández Christlieb y Rodríguez Araujo, En el sexenio de Tla-
bre de 1980, pp. 71-84. telolco, cit., pp. 342-48.
3. La cronología del movimiento de 1968 se basa en las siguientes fuentes: 22. Testimonio de Ernesto Olvera en Poniatowska, op. cit., p. 39 (La noche de

382 383
Tlatelolco, cit. p. 47); Guevara, "Antecede-ntes y desarrollo", cit., p. 31; Hellman,
op. cit., pp. 177-78.
23. En otras zonas de México, sin embargo, la participación de los estudian-
tes en los grupos campesinos fue sustancial. Ver el análisis del caso de Sinaloa en
40. Los siguientes comentarios sobre la evolución de Punto Crítico se basan en
una entrevista con el primer director general de la revista. "Pensar el 68: Punto
Crítico: una historia de familia, entrevista con Adolfo Sánchez Rebolledo", Nexos,
junio de 1988, pp. 79-84, y en una entrevista con Alejandro Álvarez, ciudad de
l 1

Liberato Terán, Sinaloa: estudiantes en lucha, Universidad de Sinaloa, México y México, 7 de noviembre de 1984.
Culiacán, 1982, pp. 89-93. 41. Sobre el caso de "los enfermos" ver Luis González de Alba, "Enfermos de
24. Testimonio de Gilberto Guevara en Poniatowska, op. cit., pp. 37-38 (La Sinaloa", Punto Crítico, 2, n. 17, mayo de 1973, pp. 10-11. Ver críticas a la política
noche de Tlatelolco, cit. pp. 44-46). estudiantil en "UNAM: tiempo de crisis", Punto Crítico, 1, n. 8, agosto de 1972, pp.
25. Entrevista del autor con Gilberto Guevara, 11 de noviembre de 1984. 18-19; "El movimiento estudiantil: un largo camino hacia la crisis", Punto Crítico,
26. Cuevas Díaz, op. cit., pp. 118-19. 2, n. 22, enero de 1974, pp. 28-42. Ver una revisión de las invasiones de tierras
27. Gustavo Hirales Morán, La Liga Comunista 23 de Septiembre: Orígenes y por campesinos en Punto Crítico 2, n. 18, julio de 1973, pp. 24-32.
naufragio, Ediciones de Cultura Popular, México, 1977, pp. 11-13; Gustavo Hi- 42. Sobre el MSF, ver ''Vallejo no se rinde ni se vende", Punto Crítico, 2, n. 15,
rales, "La guerra secreta, 1970-1978", Nexos, n. 54, junio de 1982, p. 36. Hirales, marzo de 1973, pp. 5-12.
miembro destacado y teórico de la Liga Comunista 23 de Septiembre, se incor- 43. Punto Crítico criticó, sin embargo, el tono excesivamente nacionalista de
poró a la juventud Comunista en Baja California en 1967 y fue líder estatal de la TD.
laJCM en 1970. Mario Menéndez Rodríguez, '"Los procesos' y la guerrilla en Mé- 44. Sobre los colonos ver "Reportaje: en Chihuahua se organiza la resistencia
xico", Por Esto, n. 94, 19 de enero de 1984, pp. 8-9, 50. cívica", Punto Crítico, 1, n. 5, mayo de 1972, pp. 27-30; "Chihuahua 1972: una ex-
28. Entrevista del autor con Martín de la Rosa, Lajolla, California, 20 de ma- periencia de lucha popular", Punto Crítico, 1, n. 8, agosto de 1972, pp. 6-15. "San
yo de 1984; Mario Menéndez Rodríguez, "Los cristianos y la Liga Comunista 23 Luis Potosí: Campamento Tierra y Libertad", Punto Crítico, 2, n. 18, junio-julio
de Septiembre", Por Esto, n. 92, 5 de enero de 1984, p. 8. de 1973, pp. 33-35; "El Frente Popular ante la realidad de Zacatecas", Punto Crí-
29. Raúl Macín, "Los protestantes y las luchas populares en México", en Mar- tico, 3, ns. 25-26, febrero-marzo de 1974, pp. 41-45. Ver ejemplos representativos
tín de la Rosa y Charles A. Reilly ( comps.), Religión y política en México, Siglo XXI, del tratamiento que dio Punto Crítico a la lucha armada en "El comando armado de
México, 1985, pp. 317-20. · Chihuahua rompe el silencio" y "El FUZ, la guerrilla urbana y la toma del poder:
30. Vicente Leñero, "La guerrilla fue un error" [entrevista con Paquita Calvo entrevista con Paquita Calvo Zapata", ambos publicados en Punto Crítico, 1, n. 6,
del FUZ], Proceso, n. 17,26 de febrero de 1977, pp. 12-17. . junio de 1972, pp. 25-31.
31. Hirales, "La guerra secreta", cit., p. 37. 45. "Otra iglesia en escena", Punto Crítico, 1, n. 1, pp. 29-31; "La mujer en Mé-
32. Los documentos 1, 11 y III de Madera y su contenido político se analizan en xico", Punto Crítico, 1, n. 8, agosto de 1972, pp. 25-33; "La mujer y el trabajo",
Hirales, La Liga Comunista, cit., pp. 17-19. Punto Crítico, 1, n. 12, diciembre de 1972, pp. 36-39; "Mujeres: un año de lucha",
33. José Luis Rhí Sausi, "La parábola de la guerrilla mexicana", Coyoacán, 1, Punto Crítico, 2, n. 13, enero de 1973, p. 20; "Mujeres en acción solidaria", Punto
n. 3, abriljunio de 1978, pp. 71-74. Rhí Sausi participó en el movimiento arma- Crítico, 2, n. 23, diciembre de 1973, pp. 17-18.
do de Monterrey antes de su detención en 1972. 46. Punto Crítico, 1, n. 12, diciembre de 1972, pp. 42-45; "El carácter socialista
34. Menéndez Rodríguez, '"Los procesos'", cit., p. 9. y militante de ETA: declaración de la VI asamblea", Punto Crítico, 3, ns. 25-26, pp.
35. Sobre lo sucedido en la UAS, verTerán, op. cit.; Cuevas Díaz, op. cit., pp. 53-56.
131-35. Sobre lo ocurrido en Puebla, ver Gatica, op. cit.; Cuevas Díaz, op. cit., 47. El MAP se fusionó con el PSUM en 1981.
pp. 135-38. Los enfermos tomaron su nombre de las acusaciones de "ultraiz- 48. Javier Santiago, PMT la dificil historia 1971-1986, Posada, México, 1987; De-
quierdismo infantil" dirigidas contra ellos por sus opositores estudiantiles. En- metrio Vallejo y el PMT, PMT, México, s.f. Entre quienes participaron en las discusio-
trevista del autor con Marcelino Perelló, 24 de enero de 1985. nes iniciales del Comité Nacional de Auscultación y Consulta se hallaban
36. Hirales, "La guerra secreta", cit., p. 40. Demetrio Vallejo, Heberto Castillo, Alfredo Domínguez (dirigente .de la organi-
37. Ibid., p. 41. zación obrera cristiano demócrata FAT), Carlos Sánchez Cárdenas (antiguo miem-
38. Ibid., p. 34. bro del PCM, uno de los fundadores del POCM y en los setenta militante del
39. Cuadernos Políticos (fundada en 1974) seguía el modelo de la revista ingle- pequeño Movimiento de Acción y Unidad Socialista, MAUS). Más tarde se incor-
sa New Left Review y pronto se convirtió en el órgano más importante para la re- poraron a la organización César del Ángel, Rafael Aguilar Talamantes y Graco
flexión teórica de izquierda. El tono inicialmente ultraizquierdista de la revista Ramírez. En 1973 los tres últimos renunciaron a la organización y poco después
derivaba del pesimismo y la cólera generados por el derrocamiento del gobier- participaron en la creación del PST.
no de Allende en Chile. Entrevista del autor con Carlos Pereyra, Berkeley, 4 de 49. Carlos Monsiváis, "1968-1978: notas sobre cultura y sociedad en México",
octubre de 1981. Cuadernos Políticos, n. 17, julio-septiembre de 1978, pp. 49-50; América Saldívar,

384 385
"Una década de crisis y luchas (1969-1978)", en Semo, México: un pueblo, cit., p. 7. Barry Carr, "Impresiones del XIX Congreso del Partido Comunista Mexi-
226. cano", Cuadernos Políticos, n. 29,julio-septiembre de 1981, pp. 83c92.
50. Octavio Rodríguez Araujo, La reforma política y los partidos en México, Siglo 8. Sobre la postura del PMT durante las discusiones en torno a la fusión en
XXI, México, 1979. 1981, ver los comentarios de Heberto Castíllo, "PMT: es posible la unidad", Crí-
51. Ver una elocuente crónica del asalto y una descripción de las condiciones tica Política, 15-30 de noviembre de 1981, pp. 21-22; "Decepción en el PMT y en
en Lecumberri en la carta enviada por José Revueltas a Arthur Míller, presidente el país", Proceso, 15 de octubre de 1981, pp. ~7; Heberto Castillo, "En juego, dos
del PEN Club Internacional. Oposición, 1, n. 1, 1 de abril de 1970, pp. 21-28. conceptos de democracia partidaria", Proceso, 15 de octubre de 1981, pp. 9-11.
52. Orlando Ortiz,jueves de Corpus, Diógenes, México, 1972. 9. Sobre Alcozauca, Guerrero, que eligió al primer ayuntamiento comunista
53. Rodríguez Araujo, op. cit. de México, ver Sharon Myers, "Alcozauca, un presente de cara hacia el futuro",
54. Saldívar, Ideología y política del estado mexicano (1970-1976), Siglo XXI, Méxi- Di; n. 20, 12 de marzo de 1981, pp. 1~19, y John Ross, "Mexico's Fabled 'Red
co, 1982, pp. 194-202. Mayor' Bids Farewell", Latinamerica Press, vol. 22, n. 3, 1o de febrero de 1989, p.
55. Ver uno de los primeros ejemplos de los puntos de vista de Fuentes sobre 5. Sobre Juchitán, donde una coalición de gobierno PCM-COCEI tomó posesión
el gobierno de Echeverría en su ensayo "La disyuntiva mexicana", escrito en en marzo de 1981, ver Fernando Contreras, "EnJuchitán, se impuso la voluntad
agosto de 1971, Tiempo mexicano, cit., pp. 147-93. del pueblo", Di, n. 22, 26 de marzo de 1981, pp. ~8. Hay que señalar que la
56. Ver un interesante examen de los diferentes caminos que tomaron los mi- COCEI era una fuerza mucho más importante en Juchitán que el PCM.
litantes de 1968 en Eduardo Valle, Escritos sobre el movimiento del68, Universidad 10. Gi!berto Rincón Gallardo, "El clero y la política", Socialismo, 2, n. 7, 1976,
Autónoma de Sinaloa, Culiacán, 1984, pp. 127-29. Rolando Cordera se convirtió PP· 2~31.
en funcionario de la Secretaría de Programación y Presupuesto en el primer año 11. Por ejemplo, el obispo de Tehuantepec, Arturo Lona ha dado apoyo mo-
de gobierno de López Portillo. ral a la lucha de la COCEI-PSUM en Juchitán y en otras partes del istmo.
57. "El presidium del Comité Central del PCM sobre las declaraciones de Si-. 12. Ver críticas a la estrategia y la actuación parlamentaria del PCM en Por la
queiros", Oposición, 1, n. 21, 15 de febrero de 1971, p. 2. Siqueiros había pu- renovación del Partido Comunista Mexicano: prolegómenos de un debate, México, 1981.
blicado su opinión en una carta, "Llamada a los comunistas", en dos periódicos, 13. Sobre el sindicato de los trabo:yadores de la industria nuclear, ver la entre-
en enero de 1971. Durante el año anterior, el pintor había sido censurado varias vista con Arturo Whaley, secretario general del sindicato, en Solidaridad, diciembre
veces por apartarse de la línea del partido: sobre la abstención electora\ (votó en de 1980, p. 6. Sobre la mayor corriente de oposición dentro del sindicato de maes-
las elecciones legislativas de julio de 1970) y sobre la colaboración con el PPS. Ver tros (la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación o CNTE), ver Luis
oposición, 1, n. 8, 15-30 de julio de 1970, p. 14. Hernández, 'The SNTE and the Teachers' Movement, 1982-1984", en Barry Carry
58. Hellman, op. cit., pp. 15~57. Ver también CEMOS: Archivo del PCM, Cája 52, Ricardo Anzaldúa Montoya (comps.), The Mexican Left, the Popular Movements and
Fólder 22, "Información sobre la XVIIT reunión plenaria del Comité Central del the Politics of Austerity, Center for us-Mexican Studies, Universidad de California,
PCM, 1-4 de julio de 1972"; CEM: Suelto. Informe de la Comisión Central de Con- San Diego, LaJolla, 1986, pp. 59-74; Balance de la insurgencia magisterial. Ponencias
trol del PCM al XVI Congreso Nacional de los comunistas mexicanos, p. 12. En aliii Foro de la CNTE, abril de 1981: Movimiento Revolucionario del Magisterio, Ediciones
1973, dos veteranos comunistas, Manuel Terrazas y Fernando Cortés, fueron tam- Movimiento, México, 1981; lván García Solís, "La nueva insurgencia magisterial",
bién expulsados del partido. Poco después formaron un nuevo partido político. Machete, n. 3,julio de 1980, pp. 42-43, y Hugo Aboites, "El salario del educador en
México (1925-1982)", Coyoacán, 8, n. 16, enero-marzo de 1984, pp. 69-95.
Capítulo IX 14. Entrevista del autor con Roger Bartra, 29 de abril de 1981.
15. Por ejemplo, ver los siguientes artículos en Machete. Carlos Monsiváis, "Fe-
l. Datos tomados de las investigaciones realizadas por el Taller de Indicadores minismo y homosexualidad", n. 1, pp. 15-24; Enrique Semo, "El cocinero Stalin
Económicos de la Facultad de Economía de la UNAM, Ensayos, vol. 2, n. 7, 1985. y el pavo asado del dogmatismo", n. 5, pp. 31-33; Marcela Lagarde, "Hacia una
2. Sobre la CNPA, ver "v Encuentro Nacional de Organizaciones Campesinas memoria feminista", n. 5, pp. 44-51; Jorge Alcocer, "¿Es México imperialista?",
Independientes", Pueblo, año V, n. 96,julio de 1982. n. 6, pp. 15-17; Mario Zapata, "La lección de Polonia", n. 9, pp. 29-31, y Mario
3. Guillermo Correa, "La marcha rechazó oportunismos", Proceso, n. 389, 16 Zapata, "Dictadura, ni la del proletariado", n. 13, pp. 39-41.
de abril de 1984, pp. 28-33. 16. Los orígenes del movimiento de los renovadores se remontan a un debate
4. Salvador Corro, "Por castigar al SUTIN, Escofet reniega de su proyecto nu- en el pleno del Comité Central del PCM celebrado en diciembre de 1979. Ver Por
clear", Proceso, n. 348, 4 de julio de 1983, pp. 20-25. la renovación, cit., pp. 103-6.
5. Ver la entrevista con Arturo Whaley en Solidaridad, diciembre de 1980, p. 6. 17. Ibid., Carr, "Impresiones".
6. Antonio Franco, Gilberto Rincón Gallardo y Pablo Gómez, "Acerca de la 18. Bartra negó esta acusación en una entrevista con el autor en la ciudad de
dictadura del proletariado", Socialismo, 2, n. 6, segundo semestre de 1976. México, 29 de abril de 1981.

386 387
.,...,

dolfo Echeverría Martínez, Carta de renuncia: el PSUM no es un partido nuevo,


19. Nexos, n. 45, septiembre de 1981. Círculo José Revueltas, México, s.f. La impresión del autor de que un gran nú-
20. Entrevista del autor con Amalia García, ciudad de México, 12 de mayo de mero de comunistas no se incorporó al nuevo partido fue confirmada por voce-
1981. ros como Arnaldo Córdova, Valentín Campa y Rodolfo Echeverría [el Chicali]
21. "35 tesis para la política del PCM. Proyecto de estatutos del PCM", Debate 19, en una reunión pública del PSUM celebrada en la Casa de la Cultura del Perio-
n. 1, 22 de octubre de 1980, pp. 48-50, 77. dista el 21 de enero de 1983, y en una conversación con Marcela de Neymet,Joel
22. La resolución del partido sobre las mujeres se publicó en Así Es, n. 70, 8- Ortega y otras personas en la ciudad de México, 13 de enero de 1983.
14 de julio de 1983, p. 8. La resolución fue modificada para quitar las referen- 34. Coalición de izquierda: su presencia en la cámara, Ediciones del Comité Cen-
cias al PSUM como un partido feminista. Ver Alba Martínez Olive, "Feminismo en tral, México, 1981.
el PSUM: doble opresión, doble militancia", Así Es, n. 78, 2-8 de septiembre de 35. La Comisión Federal Electoral negó al PMT su solicitud de registro condi-
1983. Tres de las cuatro mujeres elegidas al Comité Central del PSUM (Paquita cionado el 15 de mayo. Heberto Castillo, "Fe y confianza, pero en la nación",
Calvo Zapata, Elvira Concheiro Bórquez y Amalia García) habían pertenecido al Proceso, n. 246, 20 de julio de 1981, pp. 31-32; "La mancuerna PCM-H. Castillo",
PCM. Ver la reacción de las bases a los debates sobre las cuestiones juveniles en Razones, n. 43, 24 de agosto-septiembre de 1981, pp. 7-8.
carta de Lohengrin Martínez Flores en Así Es, n. 86, 28 de octubre-3 de no- 36. Heberto Castillo, "Aclarando posiciones sobre la fusión", publicado en
viembre de 1983. cinco partes en Proceso durante noviembre y diciembre de 1981.
23. Rodríguez Araujo, La reforma política, cit., pp. 231-34. 37. La más férrea oposición a cualquier forma de colaboración con los
24. Miguel Ángel Granados Chapa, La reforma política, Universidad Autónoma trotskistas procedía de las fuerzas del PPM y el MAUS.
Metropolitana-Azcapotzalco, México, 1982, pp. 25-45. 38. Proceso, n. 331, 7 de marzo de 1983, pp. 6-11.
25. México en el capitalismo y ante el socialismo: Informe de Alejandro Gascón Mer- 39. Gascón sostenía en 1984 que el PSUM tenía quince mil militantes en Na-
cado, secretario general del Comité Central del Partido del Pueblo Mexicano al primer con- yarít, de los cuales doce mil eran miembros de comités del partido. Así Es, n. 96,
greso extraordinario, Oaxtepec, 1980. Se examina el "lombardismo" en Quintanilla 5 de marzo de 1984, p. 20.
Obregón, Lombardismo y sindicatos, y Roger Bartra, El reto de la izquierda, Grijalbo, 40. Gascón y el núcleo de antiguos miembros del PPM que lo siguieron fuera
México, 1982, pp. 177-93. del PSUM más tarde establecieron el Partido de la Revolución Socialista (PRS).
26. Entrevista del autor con Arnaldo Córdova, ciudad de México, 18 de enero 41. Durante un breve periodo (noviembre de 1981 a febrero de 1982) los
de 1983. Ver un ejemplo conmovedor de lo que significa la tradición de Galván puestos del Comité Central se distribuyeron de esa manera. En el primer con-
en el número especial de Solidaridad publicado a su muerte. Solidaridad, número greso del nuevo partido (febrero de 1982) las posiciónes de dirección se obtu-
extraordinario, 27 de septiembre de 1980. vieron sobre la base de un delegado, un voto.
27. Movimiento de Acción Política, Tesis y programa, México, 1980. 42. Las dietas representaban una importante ganancia financiera para el par-
28. Arnaldo Córdova, "Nación y nacionalismo en México", Nexos, n. 83, no- tido, especialmente cuando el salario de diputado ascendió a 300 000 pesos en
viembre de 1984, pp. 27-33. 1983, lo que significó un aumento de más del 300 por ciento.
29. Arnaldo Córdova, La política de masas y el futuro de la izquierda en México, 43. En septiembre de 1984 también había otras siete mil solicitudes de afilia-
Era, México, 1979. Ver uno de los comentarios más agudos sobre las tesis de Cór- ción que esperaban procesamiento. Hacer del PSUM un gran partido de masas: Do-
dova en AJan Arias, Manuel Lavaniegos e Hipólito Rodríguez, "Estado y contra- cumentos de la Conferencia Nacional de Organización ( 16 al18 de agosto de 1984) y del
rrevolución en México", Cuadernos Políticos, n. 21,julio-septiembre de 1979, pp. VII Pleno del ce (8 y 9 de septiembre de 1984), Ediciones del Comité Central, México,
25-50. 1984, pp. 13-14.
30. El vocero más conocido del MAUS era el veterano comunista Miguel Ángel 44. La FEG tiene posturas antimperialistas y nacionalistas, pero sus figuras más
Velasco, uno de los primeros militantes del PCM y figura destacada de la direc- destacadas participan íntimamente del establishment político de Jalisco, domi-
ción del partido hasta su expulsión en 1943. nado por el PRI. Los miembros del PSUM procedentes de la FEG de Guadalajara
31. Partido Comunista Mexicano, Movimiento de Acción y Unidad Socialista, introdujeron en el nuevo partido muchas de las dudosas prácticas de ese am-
Partido Mexicano de los Trabajadores, Partido Socialista Revolucionario, Partido biente. 'Jalisco: en defensa del proyecto PSUM", Así Es, n. 128, 21 de diciembre
del Pueblo Mexicano, Un solo partido por la democracia y el socialismo, s.e., México, s.f. de 1984, pp. 17-19.
32. Octavio Rodríguez Araujo, "Preguntas a Heberto Castillo", Unomásuno, 20 45. El PRT también parece haber "perdido" votos durante el proceso de
de agosto de 1981, p. 2. Heberto Castillo mismo señala la sorpresa de los dele- conteo. Esto se vincula a la voluntad del gobierno de negarle curules a que pro-
gados a la Segunda Convención Nacional Extraordinaria del PMT cuando se dio bablemente tenía derecho. Sobre la pérdida de votos del PSUM, ver Di, n. 87,
la noticia de la fusión. Heberto Castillo, "Sorpresa, entusiasmo, socialismo", Pro- agosto de 1982, p. 33, y Miguel Ángel Granados Chapa, Elke Knoppen y Pablo
ceso, n. 251, 24 de agosto de 1981, p. 34. González Casanova, "Las elecciones de 1982", en Pablo González Casanova, Las
33. Ver críticas de una figura destacada del PCM al proceso de fusión, en Ro-
389
388
..,.

elecciones en México: evolución y perspectivas, Siglo XXI, México, 1985, p. 201. Ver 54. Esta postura controvertida fue modificada poco después, durante el n
también Nuria Fernández, "La izquierda mexicana en las elecciones", Cuadernos Congreso del PSUM en 1983.
Políticos, n. 33, julio-septiembre de 1982, pp. 45-58. 55. Ver los manifiestos del FNDSCAC y el CNDEP, ver Pueblo, 6, n. 103, marzo de
46. Rosario !barra de Piedra es la figura principal de la campaña contra la re- 1983, pp. 9-15.
presión política, la tortura y las "desapariciones" de militantes políticos en 56. René Bejarano, "En el camino de la ANOCP: PSUM y movimiento de masas",
México. Fundó el Comité Nacional para la Defensa de Presos, Perseguidos, Des- Espacios, n. 3, mayojulio de 1984, pp. 97-100; José Luis Hernández, "La ANOCP
aparecidos y Exiliados Políticos, que realizó campañas relativas a la suerte de va", Espacios, 3, mayojulio de 1984, pp. 82-89.
los participantes (incluido su hijo) en los movimientos armados de principios 57. Óscar Hinojosa, "Plan alterno del PSUM: producir lo básico y gravar a los
de los setenta. Más tarde amplió su radio, y fundó el Frente Nacional Contra la ricos", Proceso, n. 345, 13 de junio de 1983, pp. 26-27.
Represión (FNCR). 58. Gustavo Hirales, "La radicalización del PSUM", Así Es, n. 73, 29 de julio-
47. Las elecciones estuvieron precedidas por el dramático secuestro, el 1o de 4 de agosto de 1983; "Restauración y modernización", Así Es, n. 81, 23-29 de
julio, de Arnoldo Martínez Verdugo, entonces diputado del PSUM en el nuevo septiembre de 1983.
congreso. Los secuestradores eran supuestamente miembros del Partido de los 59. Roger Bartra, "Un no a la política, un sí al activismo", Así Es, n. 78, 2-8 de
Pobres, uno de los más famosos grupos guerrilleros que actuaban en el estado septiembre qe 1983. En el nivel ideológico y político hubo algunos retrocesos
de Guerrero a principios de los años setenta. Tras ser retenido durante diecisie- del PSUM, especialmente en los temas en que el viejo PCM había hecho mayores
te días, Martínez Verdugo fue liberado contra el pago de un rescate de cien mi- avances para librarse del dogmatismo, el sectarismo y el jacobinismo. Aquí los
llones de pesos que representaba, según se dijo, el dinero (¡más los intereses!) temas claves eran Polonia (el primer año), las cuestiones femeninas y juveniles
entregado en custodia al antiguo PCM por las guerrillas más de doce años antes, (la cuestión de la autonomía) y los derechos civiles del clero (discutido en el 1!
tras el secuestro del acaudalado gobernador del estado de Guerrero, Rubén Fi- congreso del partido),Sobre el conflicto interno del partido en torno al estado
gueroa. El asunto recibió considerable publicidad en la prensa mexicana y resul- de emergencia en Polonia y el papel de Solidaridad, ver los comentarios de Ma-
tó penoso para el PSUM. Dado que el Partido de los Pobres ya no existía, los nuel Stephens García y José Woldenberg, Así Es, n. 1, 28 de enero-4 de febrero
observadores se preguntaban si el incidente fue una maniobra de las fuerzas de de 1982, p. 16.
seguridad para dañar las posibilidades electorales de la izquierda. 60. Ángel Reyna Menchaca salió del PCM en 1954 y se convirtió en la figura
48. El PRT ya había obtenido su registro tras las elecciones presidenciales de principal de la federación sindical conocida como la COR.
1982. Sin embargo, en esas mismas elecciones, no obtuvo ningún diputado. 61. María Esther !barra, "La presencia del PSUM divide al STUNAM ante las pró-
49. Nora Hamilton, "State-Class Alliances and Conflicts: Issues and Actors in ximas elecciones", Proceso, 27 de febrero de 1984, pp. 24-25; Unomásuno, 25 de
the Mexican Economic Crisis", Latin American Perspectives, 43, vol. 11, n. 4, otoño marzo de 1984, p. l.
·de 1984, pp. 6-32. 62. "Los que con el estado se acuestan, amanecen con Lombardo." Este afo-
50. Ver un análisis de las respuestas de la izquierda a la nacionalización de la rismo fue recogido por Héctor AguiJar Camín tras la nacionalización de la banca
banca desde una perspectiva ultraizquierdista en Carlos Morera Camacho, "La en septiembre de 1982. Héctor AguiJar Camín, "Memorias de una expropia-
izquierda y la nacionalización de la banca", Teoria y Política, 4, n. 9, abriljunio de ción", Nexos, n. 58, octubre de 1982, p. 27.
1982, pp. 143-68.
51. "Debate en el ce", Así Es, n. 36, 8-14 de octubre de 1982, pp. 12-15. Ver Capítulo X
los puntos de vista de Córdova sobre la nacionalización y otros temas en la en-
trevista publicada en Critica Política, 15 de noviembre de 1982, pp. 17-23. l. De las 500 curules de la Cámara de Diputados, el PRI obtuvo 260. Alrededor
52. Ésta es una referencia a un texto clave de la postura nacionalista revolu- de 40 de la bancada de centro-izquierda eran miembros de la Corriente Demo-
cionaria escrito por el destacado economista del PSUM Rolando Cordera y el an- crática de Cuauhtémoc Cárdenas.
tiguo secretario de estado Carlos Tello, que apareció en 1981. Rolando Cordera 2. El FDN sostuvo que su candidato presidencial había obtenido el 42 por
y Carlos Tello, México, la disputa por la nación. Perspectivas y opciones del desarrollo, ciento de los votos, seguido por el PRI (con 36 por ciento) y el PAN (23 por cien-
Siglo XXI, México, 1981. Una buena crítica al enfoque de Tello-Cordera se en- to). Sin embargo, el hecho de que el gobierno no permitiera el escrutinio pú-
cuentra en Wayne Olsen, "Crisis and Change in Mexico's Political Economy", blico del 46 por ciento de las boletas sugiere que se había cometido un fraude
Latin American Perspectives, 12, n. 3, verano de 1985, pp. 7-28. importante (de magnitud desconocida). Ver Pablo González Casanova, "La de-
53. En sus conclusiones, el pleno del PSUM celebrado en enero de 1984 seña- mocracia transparente", Memoria, 3, n. 21, julio-agosto de 1988, pp. 27-30.
laba indicios crecientes de "la lucha entre la burocracia y los funcionarios públi- 3. Cary Héctor, "La izquierda mexicana hoy (una mirada aproximativa y en
cos, especialmente los llamados 'populistas', que han sido desplazados"; ver Uno- perspectiva)", Mexican Studies/Estudios Mexicanos, 2, n. 1, invierno de 1986, pp.
másuno, 27 de enero de 1984. 1-33.

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1
4. Otros partidos que entraron en la fusión fueron la Unión de Izquierda Para los dirigentes de la CD el partido oficial empezó a mostrar "desviaciones"
Comunista (UIC), el Partido Patriótico Revolucionario (PPR) y el Partido Socia- sólo después de 1941. La jornada, 28 de mayo de 1987, p. 5.
lista de Jos Trabajadores. 19. Los entusiastas análisis del fenómeno neocardenista escritos por el trots-
5. Rodolfo Echeverría y Federico Piña, La fusión de la crisis, Ediciones del kista Adolfo Gilly reflejan el deslumbramiento de gran parte de la izquierda so-
Círculo de Estudios José Revueltas, México, 1987. cialista. Ver por ejemplo Adolfo Gilly, "Cartucho quemado", La jornada, 23 de
6. Por ejemplo, Rafael AguiJar Talamantes, dirigente del Partido del Frente mayo de 1988, p. l.
Cardenista para la Reconstrucción Nacional (PFCRN), ha aceptado que su parti- 20. Gilly y otros sostuvieron que las enormes fisuras que aparecían en el par-
do recibía fondos del PRI antes de 1987. tido oficial presagiaban la desintegración de las organizaciones de masas afi-
7. Ver un excelente estudio sobre el PST en Jorge Alonso, Crepitar de banderas liadas al PRI.
rojas (campaña y elecciones socialistas), Cuadernos de la Casa Chata, México, 1984. 21. Ver, por ejemplo, Unomásuno, 26 de mayo de 1988; Heberto Castillo, "La
8. Matt Moffett, "Fortunes Fade for Leader of Mexican Left", Wall Street ]our- campaña demostró que el pueblo confía más en Cuauhtémoc", Proceso, n. 605,
nal, 10 de abril de 1989, p. AIO. 6 de junio de 1988, pp. 6-13.
9. La formación de la Corriente Democrática se remonta a una serie de dis- 22. Castillo, op. cit., pp. 12-13.
cusiones sostenidas a mediados de 1986 por alrededor de veinticinco miembros 23. Heberto Castillo, "Alianza posible", Proceso, 20 de junio de 1988, pp. 32-36.
del PRI, en México y fuera del país, donde algunos de los priístas servían como 24. Unomásuno, 7 de septiembre de 1987, pp. 1, 4.
embajadores: Porfirio Muñoz Ledo (embajador ante Naciones Unidas) y Rodol- 25. Gabriel Mario Santos V., "Realidad del PMS en las preliminares"; Jesús
fo González Guevara (embajador en España y Juego director de la Comisión de Zambrano Grijalva, "Las difíciles elecciones del PMS", La Unidad, 13 de marzo de
Modernización del PRI). José Carreña Carlón, "El MAS rebasa por la cuneta de la 1988, pp. 3, 4.
izquierda y lleva a Cárdenas al vacío", Punto, 2 de mayo de 1988, p. 3. Ver tam- 26. Sobre la candidatura del PARM, ver los comentarios críticos de Heberto
bién la entrevista con Porfirio Muñoz Ledo en Sergio Muñoz, "El camino de Castillo en una entrevista con Antonia León, "Fighting Words", Mexico Journal,
Cuauhtémoc de la Corriente Democrática a la oposición abierta", La Opinión, 13 de enero de 1988, pp. 19-20.
Los Ángeles, 30 de marzo de 1988, y Andrew Reding, 'The Democratic Current: 27. En términos estadísticos, los votos de Cárdenas eran votos contra e! PRI, ya
A New Era in Mexican Politics: Interviews by Andrew Reding", World Policy ]our- que había una correlación positiva entre los votos del FDN y los estados en que
nal, 5, n. 2, primavera de 1988. el PRI obtuvo menos votos. Ver lván Zavala, "El nuevo régimen", Cuadernos de Ne-
10. Candidato a senador por el FDN, exdiputado del PRI, economista y direc- xos, 1, agosto de 1988, p. v.
tor de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM. 28. Algunos seguidores del PMS pueden haber votado por uno de los partidos
11. Martínez señaló orgullosamente en mayo de 1988 que los miembros de la que postulaban a Cuauhtémoc Cárdenas para presidente y no por una plantilla
Corriente Democrática dejaron el PRI sólo porque el partido había girado tanto aparte e inmodificada del PMS, que todavía mostraba a Heberto Castillo como
a la derecha. José Luis Gaona Vega, "Somos priístas convencidos de ideología y candidato presidencial del partido.
programa",~Punto, 9 de mayo de 1988, p. 11. 29. Perfil de La jornada, 24 de mayo de 1988, pp. 1-4.
12. Reding, op. cit., p. 35. 30. A principios de 1988, el PRT perdió el apoyo de organizaciones (como la
13. La jornada, 9 de abril de 1988, p. 10. Organización de Izquierda Revolucionaria, OIR) que actuaban en el movimiento
14. La jornada, 12 de abril de 1988, p. 12: Raúl Trejo Delarbre, "Rechazos a urbano popular y los sindicatos obreros. Jorge Alonso, "El papel de las conver-
la unidad en defensa de la soberanía", Punto, 25 de abril de 1988, p. 8. gencias de los movimientos sociales en los cambios del sistema político mexica-
15. El primer punto del programa electoral del PMS se refiere al "presidencia- no", trabajo presentado al Workshop on Mexico's Alternative Political Futures,
lismo: obstáculo para la democracia". PMS: plataforma electoral, p. 5. Sobre las pe- Center for us-Mexican Studies, Universidad de California, San Diego, LaJolla,
culiaridades del presidencialismo mexicano, ver Luis Javier Garrido, 'The Crisis 23-35 de marzo de 1988, p. 15.
of Presidencialismo", en Wayne Cornelius et al., Mexico's Alternative Political Fu- 31. Algunas defecciones se produjeron poco después de las elecciones, como
tures, Center for us-Mexican Studies, Universidad de California, San Diego, La en el caso de Darwin González Salinas, un congresista de la CNC de Tabasco ele-
Jolla, 1989, pp. 417-34. gido con los colores del PRI.
16. Gaona Vega, op. cit., p. 11. 32. Ver, por ejemplo, el caso de Enrique Canales Santos (candidato del PARM
17. Trejo, Punto, 2 de mayo de 1988, p. 8; La Jornada, 6 de abril de 1988, p. en Nuevo León), Excélsior, p. 30A, 8 de junio de 1988.
32, y 2 de mayo de 1988, p. 11; Excélsior, 12 de mayo de 1989, pp. 4, 14. 33. Raúl Trejo, Punto, 25 de abril de 1988, p. 8. Ver también las declaraciones
18. Heberto Castillo, "Alianza posible", Proceso, n. 607, 20 de junio de 1988, de Cárdenas en La Unidad, 19 de junio de 1988, p. 7.
pp. 34-35. Sin embargo, la Corriente Democrática no parecía dispuesta a em- 34. Latin America Weekly Report, 6 de octubre de 1988, p. 10. Excélsior, 7 de abril
prender una evaluación crítica de la experiencia cardenista de los años treinta. de 1989, pp. 4, 21; 5 de junio de 1989, pp. 30, 35.

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35. Sobre esto, ver Guillermo Correa y Antonio Jáquez, "Campesinos lagune- ta del quinismo") e Isaías Rojas, en Memoria, 3, n. 24, enero-febrero de 1989, pp.
ros acusan de traición al PFCRN por traerlos con Salinas", Proceso, n. 648, 3 de 127-40.
abril de 1989, pp. 12-15. Para fines de 1989, el PFCRN se había escindido tres ve- 49. El veterano líder de los ferrocarrileros, Valentín Campa, fue particular-
ces, con lo que había disminuido notablemente el peso de su representación en mente claro en sus críticas a la detención de los dirigentes petroleros. Ver una
el Congreso. crítica característicamente aguda al hecho de que la izquierda no se disociara
36. La Comisión Federal Electoral intentó, sin éxito, demorar el reconoci- del autoritarismo de la burocracia sindical en Roger Bartra, "Nacionalismo, de-
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410 411
:'l

Índice de nombres

Aboites, Hugo, 371n., 387n. Álvarez, Raúl, 233, 263, 264, 274
Adame, Alejandro, 103 Amador, Graciela, 49, 50
Adler Hellman, Judith, 348n., 350n., Amilpa, Fernando, 67, 169, 173-77, 183
353n., 354n., 356n., 360n., 384n., Amo, Casto del, 337n.
386n. Anders, Cindy, 394n.
AguiJar Camín, Héctor, 391n. Anderson, Perry, 20, 22, 329n.
Aguilar García,Javier, 380n. Andrade, Aurelio, 351n.
AguiJar Mora, David, 376n. Andreu Almazán,Juan, 69
Aguilar Mora, Manuel, 343n., 379n. Ángel, César del, 385n.
AguiJar Talamantes, Rafael, 385n., Angeli, Franco, 349n.
392n. Anguiano, Arturo, 339n., 340n., 343n.,
Aguirre, Daniel, 235, 271 345n., 347n., 379n.
Aguirre, Pedro, 235, 271 Anguiano, Victoriano, 204, 370
Aguirre Berlanga, Manuel, 37, 38 Anzaldúa Montoya, Ricardo, 387n.
Agustín,José, 242 Applegate, Rez, 156
Ai Camp, Roderic, 362n. Aptheker, Herbert, 244
Ailshie, W. K., 357n., 365n. Aranguren,Fernando, 273
Alcántara Ferrer, Sergio, 350n. Araujo, A. P., 329n.
Alemán Valdés, Miguel, 21, 28, 149, Arboleyda, Ruth, 94, 113, 347n., 348n.,
151, 152, 153, 154, 155, 156, 158, 349-54n.
159, 160, 161, 164, 165, 167, 168, Arguedas, Leda, 376n.
169, 170, 171, 172, 173, 174, 176, Argüello, Gilberto, 382n.
177, 178, 179, 180, 181, 182, 183, Arias, AJan, 388n.
184, 187, 189, 193, 196, 204, 217, Aroche Parra, Miguel, 184, 185, 201,
225, 363n., 366n., 368n. 212, 223, 367n., 373n., 374n.
Alexander, Robert, 336n., 344n. Arriaga,Joel, 379n.
Allen, Ji m, 355n. Arroyo C., Agustín, 109
Allen,José, 34, 35, 37, 38, 39, 41, 330n. Ashby, Joe, 339n., 353n.
Almaguer, Prisciliano, 367n. Ávila Camacho, Manuel, 26, 70, 74, 75,
Almanza, Manuel, 46, 57, 334n. 87, 88, 90, 120, 125, 127, 128, 131,
Alonso, Antonio, 365n., 371n., 372n., 139, 140, 142, 151, 152, 168, 204,
378n. 342n., 356-59n., 362n., 364n.
Alonso, Jorge, 361n., 364n., 392n., Ávila Camacho, Maximinci, 90, 356n.
393n. Aziz Nassif, Alberto, 394n~
Alperovich, M., 139, 359n.
Alvarado, Arturo, 377n. Bach,Federico,57
Alvarado, Ruperto, 102 Ball, Desmond, 360n. ·
Alvarado, Salvador, 53 Barbosa Cano, Fabio, 368n,;371n., 373n.,
Álvarez, Alejandro, 379n. 377n., 378n .., 394n.

413
Barreiro, Alejandro, 338n. Camacho, Eduardo, 37, 39 Castro, Fidel, 262 Corro, Salvador, 386n.
Barrios, Elías, 42, 45, 333n. Campa, María Fernanda, 233 Cave Brown, Anthony, 360n. Cortés, Fernando, 238, 366n., 367n.,
Barros Sierra, Javier, 263 Campa, Valentín, 17, 24, 42, 45, 54, 63, Cedilla, Luciano, 178 386n.
Bartra, Armando, 245 79, 81, 84-86, 89, 125, 126, 130, 141, Celis, Roberto, 333n. Cortés, Guadalupe, 365n.
Bartra, Roger, 244, 245, 287, 301, 149, 157, 158, 163-70, 174, 177-79, Cervantes López, Francisco, 34, 37, 41 Cotoño Valdés, Manuel, 338n.
370n., 375n., 379n., 387n., 388n., 189, 194-96, 201, 202, 209, 212, 218- Chapa, Esther, 187 Craig, Ann, 98, 338n, 347-49n.
39ln., 395n. 22, 226, 249, 255-57, 268, 278,333n., Charlot,Jean, 335n. Crespi, Roberto Simón, 367n.
Bassols, Narciso, 18, 48, 127, 128, 140, 337n., 339n., 340n., 342., 344-46n., Chassen de López, Francie, 343n., Cruickshank García, Jorge, 258, 290,
150, 164-66, 169, 204, 236, 356n. 354n., 356-59n., 361-65n., 370-75n., 351-53n. 317
Bastian,Jean-Pierre, 376n. 379n., 381n., 382n., 389n., 395n. Chávez, Camilo, 237, 252, 381n. Cruz, Víctor de la, 378n.
Basurto,Jorge, 355n., 365n., 379-80n. Campa, Valentina, 233 Chávez,Justino, 46 Cruz Chacón Sifuentes, J., 349n.
Bayerlein, Bernhard H., 337n. Campbell, Howard B., 377n. Chávez Morado, José, 186 Cuadros Calda, Julio, 337n., 350n.
Beals, Carleton, 33 Campbell, R. M., 330n. Chávez Orozco, Luis, 163, 245, 363n., Cuéllar Vázquez, María Angélica, 366n.
Bejarano, René, 391n. Canales Santos, Enrique, 393n. 364n. Cueva, Amado de la, 49, 50
Benítez, Graciano, 185 Cantú Rosas, Carlos Enrique, 312 Chiñas Corón,Jesús, 181 Cuevas Díaz, J. Aurelio, 37ln., 376n.,
Benjamín, Thomas, 348n. Cárdenas, Héctor, 332n. Chumacero, Bias, 67, 133 379n., 382n., 384n.
Berlanga, Francisco J., 157 Cárdenas del Río, Lázaro, 21, 24, 26, Churchill, M:, 332n. Cummins, 348n.
Berle, Adolf, 153, 345n., 347n., 360n. 28, 59, 61-64, 68-70, 72-74, 76-78, 81, Churchill, Winston, ll7, ll8, 122, 332n.
Besserer, Federico, 349n. 82, 87-89, 91, 93, 94, 104-07, 109, Cisneros, Isidro, 313 Daniels,Josephus, 346n., 347n.
Billoux, Frant;ois, 144 112, 113, 115, 120, 125, 127, 129, Clark, Marjorie Ruth, 333n. Danzós Palomino, Ramón, 231, 237,
Blanchard, Louis, 347n. 140, 141, 144, 151, 155, 189, 204, Claudín, Fernando, 22, 354n., 355n. 337n., 377n.
Borodin, Mijail, 34, 39-41, 332n., 333n. 230, 232, 276, 321, 338n., 339n., Clayton, Will, 141, 142 Davies, Thomas M.,Jr., 376n.
Bortz, Jeffrey, 139, 379n. 343n., 346n., 353n., 375n. Codovilla, Vittorio, 64, 65, 77-79, 81- Dávila, Gerardo, 376n.
Braden, Sprulle, 364n. Cárdenas Solórzano, Cuauhtémoc, 22, 85, 91, 339n., 342n., 343n., 345n., Davis, Mike, 369n.
Brading, David, 342n., 349n. 27, 298, 302, 304,. 305, 308-12, 315, 347n. Degras,Jane, 331n.
Brandenburg, Frank, 360n. 318, 324, 382n., 391-93n. Colín, José R., 164, 364n. Denegri, Ramón P., 57
Bremauntz, Alberto, 157 Carr, Barry, 25, 329n., 330n., 333n., Coll, Tatiana, 380n. Dennis, Eugene, 346n., 357n.
Brito Rosado, 70, 89 387n. Colmenares, Francisco, 340n., 341n. Díaz,José F., 45
Brom,Juan, 372n. Carr, E. H., 331n., 344n. Colmenero, Sergio, 375n. Díaz, Paul, 338n.
Browder, Earl, 24, 68, 77, 80, 81, 83, 88, Carranza,Jesús, 209 Concha Malo, Miguel, 376n. Díaz, Pedro, 379n.
117-24, 131, 132, 136, 137, 141-45, Carranza, Venustiano, 31, 33, 35, 36, Concheiro Bórquez, Elvira, 384n. Díaz, Porfirio, 29, 30, 329n.
340n., 343n., 344n., 354n., 355n. 38,40 Contreras, Ariel, 74, 341n., 342n. Díaz de León,Jesús, 177-79
Bujarin, 337n. Carreña Garlón, José, 392n. Contreras, Calixto, 100, 349n. Díaz Muñoz, Vida!, 176, 204, 205
Burrows, Charles R., 367n., 369n. Carrillo, Alejandro, 153, 160, 166, 204, Contreras, Carlos, 81, 343n. Díaz Ordaz, Gustavo, 234, 252, 255,
362n. Contreras, Fernando, 387n. 257,261,265,266,279, 382n.
Cabada,Juan de la, 48 Carrillo, Rafael, 42, 53-54, 58, 63, 80, 81, Contreras,J., 333n. Díaz Ramírez, Manuel, 54, 196, 332n.,
Caballero, Jesús, 350n. 85, 204, 332n., 333n., 336n., 338n., Cordera, Rolando, 275, 279, 290, 299, 336n.
Caballero, Manuel, 354n., 355n. 346n. 300, 324, 386n., 390n. Dickinson, Dwight, 364-66n.
Cabañas, Lucio, 236, 262, 270, 273, Carrillo, Santiago, 354n. Córdova, Arnaldo, 290, 299, 324, Diéguez, Manuel, 49, 53
376n. Carrión, Jorge, 204, 257 334n., 337n., 379n., 388-90n. Domínguez, Alfredo, 385n.
Cabrera, Abe!, 176 Cary, Héctor, 391n. Córdova, Roberto, 160 Domínguez Michael, Christopher; 379n.,
Cabrera, Enrique, 379n. Castellanos, Miguel, 89 Cornelius, Wayne, 392n., 394n. 383n.
Cabrera, Luis, 136 Castellanos, Rosario, 279 Corona del Rosal, Alfonso, 265, 266 Domínguez Pérez, Olivia, 333n.
Caen, Homer, 348n. Castillo, Heberto, 237, 265, 267, 291, Correa, Guillermo, 386n., 394n. Doyle, William H., 361n., 363n.
Calvo Ramírez, Roberto, 336n., 338n. 292, 293, 307, 309-11, 383n., 385n., Correa, Máximo, 157 Drachkovitch, Milorad, 332n.
Calvo Zapata, Paquita, 385n., 388n. 387-89n., 392-94n. Corrigan, J. W., 362n. Dramper, Theodore, 332n.

414 415
Duelos, Jacques, 119, 124, 143, 144, Frankenhalter, Marilyn, 368n. Gómez, Salvador, 58 Hall, Gus, 197, 369n., 380n.
359n. Frazer, Thomas G., 329n. Gómez Lorenzo, Rosendo, 50, 55, 191 Hamilton, Nora, 74, 106, 339n., 342n.,
Durand Ponte, Víctor M., 365n., 366n. Friedrich, Paul, 334n. Gómez Lucero, Manuel, 273 347n., 351n., 390n.
Fuentes, Carlos, 237, 242-44, 279, 378n., Gómez Morín, Manuel, 136 Henríquez Guzmán, Miguel, 158, 195,
Echevería Álvarez, Luis, 244, 251, 255, 386n. Gómez Tagle, Silvia, 380n. 317, 321, 368
276-80, 282, 317, 380n., 38ln., Fuentes, Marta, 376n., 377n. Gómez Z., Luis, 173, 174, 177-79, 181, Herman, Donald, 339n., 343n.
383n., 386n. Fuentes Díaz, Vicente, 204 223, 337n., 364n., 37ln., 374n. Hernández, Alfonso Porfirio, 349n., 350n.
Echeverría Martínez, Rodolfo, 288, González, Ambrosio, 191 Hernández,José Luis, 391n.
388-89n., 392n. GaJe, Linn, 37, 38, 331n. González, Juan, 45, 85 Hernández, Leonardo, 36
Eckstein, Salomón, 353n. Galván, Rafael, 250, 274, 290, 291 González, Raúl, 244, 245 Hernández, Luis, 36, 387n., 394n.
Elías Calles, Plutarco, 21, 24, 31, 45, Galván, Úrsu]o, 46, 57, 336n., 351n., González de Alba, Luis, 385n. Hernández, Mario H., 45, 227
53-56, 87, 102, 106, 167, 189, 336n., 388n. González Casanova, Pablo, 389n., 391n. Hernández C., Benjamín, 365n.
337n. Gamboa González, Víctor Manuel, 380n. González Gari, Óscar, 376n. Hernández Chávez, Alicia, 339n.
Elizondo,Juan Manuel, 166, 359n. Gamboa Ojeda, Leticia, 333n. González Guevara, Rodolfo, 392n. Hernández Galicia,Joaquín, La Quina,
Encina, Dionisia, 79, 82, 84-87, 99, Gamboa Pascoe,Joaquín, 319 González Morfín, Efraín, 38ln. 323, 324, 371n., 394n.
107, 111, 112, 115, 124, 130-33, Gámiz, Arturo, 239 González Navarro, Moisés, 361n. Herrera Ángeles, Manuel, 89
135, 137, 144, 145, 149, 155, 159, Gaona Vega, José Luis, 392n. González Rodríguez, Sergio, 378n. Hewitt, Cynthia, 349n., 350n.
160, 163, 165, 170, 174-76, 184, García, Amalia, 388n. González Rojo, Enrique, 245, 367n., Hidalgo y Costilla, Miguel, 364n.
185, 187, 194, 196, 198, 199, 212, García, Susana, 382n. 372n., 378n. Hilton, Stanley, 360n.
215-20, 223-26, 231, 252, 345n., García Barragán, Marcelino, 383n. González Salinas, Darwin, 393n. Hinojosa, Óscar, 39ln.
346n., 349n., 351n., 352n., 356n., García Can tú, Gastón, 329n. Gortari, Eli de, 237, 245 Hirales Morán, Gustavo, 384n., 391n.
357n., 362n., 364n., 367-70n., 372- García de León, Antonio, 245 Gowen, Franklin, 368n., 369n. Hirschfeld Almada,Julio, 271
75n. García Mundo, Octavio, 333n. Graham, 348n. Hodges, Donald, 338n., 376n.
Escobar, José Gonzalo, 350n. García Salgado, Andrés, 84, 86 Granados Chapa, Miguel Ángel, 388n., Holden, Maurice C., 361n.
Escobedo, José, 331n. García Solís, Iván, 387n. 389n. Holdridge, Desmond, 357n.
Escofet, Alberto, 386n. García Treviño, Rodrigo, 363n. Granich, Irving, 33 Holland, Henry, 362n., 363n., 365n.
Escudero, Roberto, 274 Garibaldi, Domingo, 107 Creen, David, 359n. Hoover, J. Edgar, 153, 332n., 345n.,
Esteves Torres, José, 341n. Garrido, Luis Javier, 392n., 394n. Grobart, Fabio, 359n. 347n., 355n., 359n., 362n., 364n.
Garza, David T., 376n. Grollman, Oswald, 333n., 337n. Huerta, Adolfo de la, 53, 336n.
Fazio, Carlos, 376n. Garza, Francisco de la, 166 Grusenberg, Mijail, 39 Huitrón Mascorro, Epifanio, 103, 350n.
Fernández, Nuria, 390n. Garza Sada, Eugenio, 273 Guadarrama, Rocío, 349n., 379n. Humbert Droz,Jules, 337n., 344n.
Fernández Anaya, Jorge, 79, 110, 130, Garzón Santibáñez, Alfonso, 231 Guereca, Isaac, 102 Hurwitz,Jacobo, 338n.
343n., 345n., 351n., 352n., 358n., Gascón Mercado, Alejandro, 258, 290, Guerra, Vicente, 341n., 345n.
367n. 294,295,317, 388n.,389n. Guerra Montemayor, Román, 212 Ibáñez, Eulalia, 180, 181, 366n.
Fernández Chriestlieb, Paulina, 379n., Gatica, Nora, 379n., 384n. Guerrero, Xavier, 49, 50 !barra, María Esther, 391n.
383n. Gershenson, Antonio, 283, 302 Guest, Raymond, 36ln., 362n. !barra de Piedra, Rosario, 243, 296,
Flores Magón, Enrique, 354n. Gibson, Raleigh, 355n., 361n.; 367n. Guevara, Ernesto (llamado Che), 268 314, 390n.
Flores Magón, Ricardo, 276 Gill, Mario, 331n., 368n., 374n. Guevara Niebla, Arturo, 273 Icaza,Javier, 159
Flores Zaragoza, Rogelio, 177 Gilly, Adolfo, 310, 379n., 393n., 394n. Guevara Niebla, Gilberto, 233, 274, Isserman, Maurice, 355n., 359n.
Ford, James William, 83, 345n. Glintenkampf, Henryd, 33 375n., 383n., 384 Jáquez, Antonio, 394n.
Foster, William Z., 124, 143, 144 Gold, Mike. Véase Granich. Gunder Frank, Andre, 377n. Jaramillo, Cándido, 89
Fowler Salamini, Heather, 334n., 342n. Goldenberg, Boris, 330n., 335n., 337n. Gutiérrez, Esthela, 380n. Jaramillo, Rubén, 227, 231, 239, 241,
Frachon, Benoí't, 144 Goldschmidt, Alfonso, 48, 334n. Gutiérrez, Roberto J., 378n. 243, 244
Fraina, Louis, 331n. Gómez, Arnulfo, 337n. Guzmán, Martín Luis, 164 Jardón, Edmundo, 383n.
Franco, Antonio, 386n. Gómez, Manuel. Véase Charles Phillips. Guzmán Cabrera, Sebastián, 394n. Jiménez Esponda, Estela, 142, 187, 367n.
Franco Sodi, Carlos, 189 Gómez, Pablo, 239, 294, 386n. Guzmán V., Agustín, 166, 182 Johnson, Herschel V., 338n.

416 417
Jones Shafer, Robert, 363n. Linard, Drew, 348n. Manrique, Bias, 130-32, 134, 137, 138, Meraz, Juan José, 226
Jonguitud Barrios, Carlos, 320 Liss, Sheldon B., 329n. 145-48, 155, 176, 186, 341n., 343n., Mericle Kenneth, S., 380n.
Joseph, Michael, 361n. List Arzubide, Germán, 157 346n., 347n., 357n., 358n., 360n., Mesa, Manuel, 166, 204
Juárez, Benito, 96, 127, 268, 394n. Livenson, Isaac, 366n. 364n., 367n. Messersmith, George, 358n., 362-64n.
Juárez Villalvazo, Carlos, 371n. Lizalde, Eduardo, 372n. Marcué Pardiñas, Manuel, 204, 206, 257 Meyers, William K., 348n., 349n., :153n.
Junco, Sandalia, 338n. Lobato, Manuel, 345n. Maroff, Tristan, 338n. Michaels, Albert, 34ln.
Lombardo Toledano, Vicente, 18, 21, Márquez Fuentes, Manuel, 329n., 331n., Michel, Concha, 48
Katayama, Sen, 333n. 23, 27, 48, 63, 67-70, 73, 74, 76, 78, 337n., 339n., 344n. Mije, Antonio, 347n.
Katz, Friedrich, 329n., 334n., 349n. 79, 82, 87, 88, 90, 106, 112, 120, Martens, Ludwig, 40 Miller, Alfred, 339n., 310n.
Kellogg, Frank, 55, 337n. 129-32, 134, 136, 137, 141, 142, Martínez, Ricardo, 83 Miller, Arthur, 386n.
Kerensky, Alexander, 332n. 144, 153, 157-60, 162-72, 174, 175, Martínez Alier, Juan, 97, 348n. Millon, Robert Paul, 370n.
Kiessling, Wolfgang, 334n. 182-84, 186, 190, 195-97, 202-06, Martínez Camberos, Alejandro, 149, Minkoff, George, 347n.
Kirk, Betty, 342n. 215, 223, 231, 237, 257, 285, 290, 184, 185, 359n. Modotti, Tina, 48, 338n.
Kisch, Egon, 347n. 303, 342n., 343n., 346n., 347n,, Martínez Delia Rocca, Salvador, 274 Moffett, Matt, 392n.
Knight, AJan, 339n., 348n., 349n. 356n., 357n., 360n., 363n., 364n., Martínez Domínguez, Alfonso, 265, 266 Molina, Daniel, 368n.
Knoppen, Elke, 389n. 368n., 370n., 374n., 382n., 391n. Martínez Flores, Lohengrin, 388n. Mondragón, Magdalena, 342n.
Kossok, Manfred, 244 Lona, Arturo, 387n. Martínez Nateras, Arturo, 252, 264, Monge, Raúl, 394n.
Kronish, R., 380n. López,Jacinto, 204, 205, 219, 258 266, 379n., 380n. Monsiváis, Carlos, 242-44, 378n., 385n.,
Kumar Banerjee, Kalyan, 329n. López España, Rodolfo, 109 Martínez Navarrete, Ifigenia, 308, 309, 387n.
López Mateos, Adolfo, 210, 211, 220, 392n. Montejano,José, 214, 219
Laborde, Hernán, 17, 24, 42, 45, 63, 221, 223, 225, 226, 237, 249, 252, Martínez Olive, Alba, 388n. Montes de Oca, Rosa Elena, 347n.
74-78, 81, 84-86, 89, 91, 124-25, 149, 255, 257, 374n. Martínez Saldaña, Tomás, 347n., 348n., Montiel, Agustín, 381n.
157, 158, 165, 170, 174, 177, 209, López Monjardin, Adriana, 378n., 379n. 351n., 353n., 354n. Monzón, Luis, 57, 334n., 336n.
338n., 340n., 342n., 343n., 345n., López Osuna, Florencio, 267 Martínez Verdugo, Amoldo, 214, 224- Morales, Eliezer, 233, 275
346n., 357n., 359n., 364n. López Portillo,José, 281, 282, 292, 299, 26, 238, 252, 266, 333-39n., 344n., Moreno, Arnulfo, 102
Lagarde, Marcela, 387n. 307, 386n. 351n., 356n., 369n., 370n., 372-75n., Moreno, Francisco, 336n.
Lahussen, Rolf, 376n. Loveman, Brian, 376n. 379n., 380n., 382n., 383n., 390n. Moreno, Juan, 349n.
Laidlaw, William R., 370n. Lówy, Michael, 354n. Marván, Ignacio, 338n., 340n., 342n. Morera Camacho, Carlos, 390n.
Lamb, George, 332n. Loyo Brambila, Aurora, 371n. Mason Hughes, Ruth, 369n. Morett,Jorge, 354n.
Landero, Hipólito, 58 Lucero, Diego, 271 Massey Jr., Parke, D., 361n. Morones, Luis, 31, 37, 38
Landsberger, Henry, 349n., 350n. Lumbreras, Alberto, 145, 184, 195,212, Mathur, L. P., 329n. Mosk, Sanford, 162, 363n.
Lavaniegos, Manuel, 388n. 358n., 366n., 367n., 370n. Mayo, Baloy, 376n. Mothes, J., 332-33n.
Lavín,José Domingo, 102, 162-64, 184, Luna, Fulgencio, 37 Meaker, Gerald, 329n. Múgica, Francisco, 53, 69, 73-76, 342n.
363n. LunaJurado, Rogelio, 377n., 382n. McNellie, William, 348n. Muñoz, Sergio, 392n.
Lazitch, Branko, 332n. Lyon, Frederick B., 355n., 359n., 360n., Median,José, 36 Muñoz Ledo, Porfirio, 302, 308, 317,
Lenin (V1adimir Ilich Ulianov, llama- 364n. Medina, Luis, 342n., 346n., 347n., 356n., 382n., 392n.
do), 39, 332n. 358n., 361-63n., 365n. Muriedas, Alfonso, 45, 226
Lenine, Nicolás, 111 Machula Macias, Pablo, 349n. Medrano Mederos, Florencio, 243 Muriol!o Reveles, J. Antonio, 359n.
Lens, Alejo. Véase Allen. Macín, Raúl, 3'76n., 384n. Meléndez, Samuel, 381n. Murúa, Manuel, 99, 108
Leñero, Vicente, 384n. Madero, Francisco 1., 30, 49 Mella, Julio Antonio, 338n. Musacchio, Humberto, 287 ',,

León, Antonia, 393n. Madrid, Miguel de la, 21, 281-83, 298, Méndez, Alejo, 214, 216, 225, 372-75n. Myers, Sharon, 387n. ~r
León, Ignacio, 345n. 299, 302, 307, 309, 312, 319 Méndez, Benjamín, 222 1
1

León, Samuel, 338-40n., 342n. Maldonado, Braulio, 231 Méndez Arceo, Sergio, 235, 376n. Nájera, Enrique, 353n.
Lerner, Victoria, 339n. Maldonado, Edelmiro, 224, 237, 252, Mendoza López Schwertfeger, Miguel, Navarro, Gustavo, 338n.
Levenstein, Harvey, 340n., 369n. 373n. 373n. Neal,Jack, 360n., 362n.
Lewis,John L., 153 Manjarrez, Héctor, 378n. Menéndez Rodríguez, Mario, 384n. Nelken, Margarita, 347n.

418 419
Neymet, Marcela de, 389n. Pérez Linares, Rosalía, 371n. Revueltas, Silvestre, 48 Ross,John, 387n.
Noble, Gontrán, 166 Philip, Hanna, 348n. Reyes, Basilio, 103 Roxborough, Ian, 380n.
Novelo, Victoria, 349n., 369n. Phillips, Charles, 33, 332n., 333n. Reyes, Federico, 351n. Roy, M. N., 33-41, 330n., 332n.
Novoa, Carlos, 170 Piña, Federico, 392n. Reyes, Santos, 96 Rubín W., Jeffrey, 377n.
Plana, Manuel, 349n. Reyes Pérez, R., 363n. Rubia, Georgina, 313
Obregón, Álvaro, 337n. Ponce de León, Hugo, 194, 212 Reyna, José Luis, 347n., 368n., 371n., Rubio, Ricardo, 347n.
Oliva,Juan, 348n. Poniatowska, Elena, 242-44, 377n., 372n., 379n. Rudenko, B., 139, 358n.
Olivo, Ángel, 357n. 378n., 382-84n. Reyna Menchaca, Ángel, 302, 391n. Ruiz, Ramón, 348n., 350n.
Olsen, Wayne, 390n. Popoca, Alfredo, 379n. Rhí Sausi,José Luis, 384n. Ruiz, Samuel, 235
Olvera, Ernesto, 383n. Portes Gil, Emilio, 24, 56, 58, 351n. Richardson, William, 334n. Ruiz Cortines, Adolfo, 206, 209, 210,
Orona, Arturo, 99, 108, 176, 231, 279, Pozas Horcasitas, Ricardo, 376n. Richelson, Jeffrey T., 360n. 219, 221, 316, 367n., 368n., 379n.
353n., 354n. Prestes, Leocadia, 347n. Rincón Gallardo, Gilberto, 386n., 387n.
Orozco,José Clemente, 49, 50 Prieto Laurens,Jorge, 156, 361n. Río, Eduardo del (llamado Rius), 244 Sáinz,Juan Pablo, 367n.
Orozco, Víctor, 377n. Rivera, Diego, 27, 49, 57, 75, 80, 204, Salas, Lino F., 376n.
Ortega,Joel, 288, 389n. Quintanilla Obregón, Lourdes, 363n., 244, 287, 334n., 336n., 337n., 343n. Salas Obregón, Ignacio, 235, 271, 273
OrtegaArenas,Juan, 250, 358n., 366n. 388n. Rivera, Mario, 252 Salazar, Othón, 208,210,218,219, 371n.
Ortiz, Orlando, 386n. Rivera Flores, Antonio, 363n., 365n. Salazar, Rosendo, 33ln.
Ortiz, Walter, 232 Raat, Dirk, 360n. Rivera Marín, Guadalupe, 139 Salcedo Zacatecas, Bertha, 380n.
Ortiz Mendoza, Ángeles, 375n. Raby, David, 74, 339n., 342n., 347n. Rivera Terrazas, Luis, 246, 379n. Saldívar, América, 385n.
Ortiz Rubio, Pascual, 78, 191 Raine, Philip, 362n. Rivera Torres, Martha, 358n., 363n. Salinas, Amós, 157
Ramírez, Antonio, 344n. Robertson, Arnold, 330n. Salinas de Gortari, Carlos, 21, 311,
Padilla, Ezequiel, 156, 159 Ramírez, Arturo, 340n., 345n. Robles, Manuel, 394n. 316,319,322,323,325, 394n.
Padilla, Mariano, 112 Ramírez, Carlos, 383n. Roca, Bias, 88, 124, 125, 128, 129, 144, Samuel, Rafael, 329n.
Pagés Llergo,José, 36ln. Ramírez, Graco, 38n. 346n., 355n., 356n., 359n. Sánchez, Graciano, 109
Paré, Luisa, 354n., 375n., 379n. Ramírez, Ramón, 383n. Rockefeller, Nelson, 363n. Sánchez, Guadalupe, 53
Parker, J. C., 38, 331n. Ramírez y Ramírez, Enrique, 78, 130, Rodríguez, Abelardo, 191 Sánchez, M., 367n.
Parra, Manuel Germán, 71, 89, 160, 131, 190, 204, 344n., 346n., 376n. Rodríguez, Hipólito, 388n. Sánchez, Víctor Manuel, 371n., 373n.
362n., 363n. Ramírez Saiz,Juan Manuel, 377n .. Rodríguez, José Guadalupe, 58, 104, Sánchez Cárdenas, Carlos, 17, 145, 184,
Pascoe, Ricardo, 139, 310, 379n. Ramírez Vázquez, Manuel, 180 350n. 195, 340n., 355n., 359n., 360n.,
Pascual, Pablo, 233 Ramos, Jorge Abe lardo, 354n. Rodríguez, Mónica, 216 362n., 367n., 369n., 373-75n., 382n.,
Patiño Cruz, Francisco, 70, 89 Ramos Zavala, Raú1, 270, 271 Rodríguez Alcaine, Leonardo, 319 385n.
Pavón Flores, Mario, 112, 344n., 346n., Ravines, Eudocio, 343n. RodríguezAraujo, Octavio, 329n., 331n., Sánchez Delint, Agustín, 207
352n. Ray, Guy W., 358n., 363n., 364n. 337n., 339n., 344n., 379n., 383n., Sánchez Macgregor,Joaquín, 372n.
Paz, Octavio, 247 Raya, Edmundo, 216 386n., 388n. Sánchez Rebolledo, Adolfo, 385n.
Peláez, Gerardo, 335n., 340n., 369n., Reding, Andrew, 393n. Rodríguez Triana, Pedro, 105, 337n., Sánchez Taboada, Rodolfo, 155, 175
37ln., 373n. Reed,John, 36 . 351n. Sánchez Vázquez, Adolfo, 368n.
Pellicer de Brody, Oiga, 368n., 37ln., 376n. Reilly, Charles, A., 384!1. Rodríguez Velázquez, Daniel, 377n. Sandino, Augusto César, 54, 57, 84, 338n.
Peña, Hermenegildo, 89 Rendón, Carlos, 45 Rojas, Isaías, 395n. Santacruz Fabila, Iris Edith, 373n.
Peña, Sergio de la, 379n. Renn, Ludwig, 334n. Roldán Vargas, Gustavo, 181 Santiago, Javier, 385n.
Peñaloza, Pedro, 310 Restrepo, Iván, 353n. Roman, Richard, 340n. Santibáñez, Adolfo, 30, 34, 36
Peraza, Gaudencio, 71, 89, 166 Revueltas, Fermín, 49 Romo, Arturo, 319 Santín, Edmer, 207
Perelló, Marcelino, 264-65, 383n., 384n. Revueltas, José, 19, 131, 165, 190-92, Rosa M., Martín de la, 376n., 378n., 384n. Santos V., Gabriel Mario, 393n.
Pereyra, Carlos, 385n. 204, 214, 215, 223, 245, 252, 267, Rosen, Boris, 244 Santos Valdés, José, 103, 341n., 349-
Pérez, Encarnación, 214, 216, 244, 367- 338n., 341n., 345-47n., 354n., 367n., Rousset, Guillermo, 252 51n., 358n.
69n., 373n., 380n. 368n., 370n., 372n., 378n., 386n., Roosevelt, Franklin Delano, 117, 118, Sariego, Juan Luis, 349n.
Pérez Enríquez, Alejandro, 194, 212 389n., 392n. 122 Sauceda, Guadalupe, 351n.

420 421
Saucedo, Heriberto, 226 Tamayo,Jaime, 333n. Véjar Vázquez, Octavio, 90, 204 Whaley, Arturo, 283, 302, 386n., 387n.
Scherer, George F., 365n. Tapia, Primo, 46, 334n. Velasco, Augusto, 252 Whetten, Nathan L., 361n.
Schmitt, Karl M., 331n., 336n., 339n., Teitelboim, Volodia, 244 Velasco, Miguel Ángel, 17, 68, 74, 75, Wilkie, Raymond, 351n.
369n., 370n., 374n. Tejeda, Adalberto, 57, 59, 77, 191, 342n. 79,81, 130,150,157,158,165,202, Winston, Henry, 380n.
Seaman, Frank, 332n. Tello, Carlos, 390n. 339n., 341n. Woldenberg,José, 290, 324, 39ln.
Semionov, S. I., 139, 358n. Tennyson, Allan, 366n. Velázquez, Fidel, 63, 67-69, 78, 88, 126, Wolfe, Bertram D., 50, 333-36n.
Semo, Enrique, 244, 245, 288, 375n., Terán, Liberato, 384n. 133, 169, 171, 173, 174, 176, 356n. Woog, Edgar, 54, 333n., 336n.
377-81n., 386n., 387n. Terrazas, Manuel, 179, 189, 214, 216, Velázquez, Manuel, 376n.
Semo, Ilán, 242, 375n. 219, 238, 372n., 375n., 386n., 394n. Vidali, Vittorio, 81, 343n. Yáñez Reyes, Sergio, 339n., 340n.
Senior, Clarence, 348n., 349n. Terrones Benítez, Alberto, 350n. Villa, Francisco (Doroteo Arango, lla- Yost, Bartey, 348n.
Serrano, Carlos, 153-55, 178, 361n. Theohans, Athan G., 360n. mado), 30, 98, 100, 239, 268, 275, Yúdico, Samuel, 37
Serrano, Fidel, 191 Thurston, 366n. 276, 349n.
Serrano, Francisco, 55, 337n. Tibol, Raquel, 244, 245, 335n., 375n. Villalobos, Antonio, 133 Zaid, Gabriel, 394n.
Sharp, Frederick D., 361n., 365n. Tobón, Mauro, 333n. Villarelo Vélez, Ildefonso, 348n. Zambrano Grijalva,Jesús, 393n.
Shaver, 364n. Tókes, Rudolph, 329n. Villarreal, Antonio, 53 Zapata, Emiliano, 30, 268, 273, 275,
Shaw, George, 345n. Toledo, Alejandro, 379n. Villaseñor, Eduardo, 18, 140 276, 283, 375n.
Shulgovski, Anatol, 74, 139, 339n., Toro, Luis del, 156 Villaseñor, Víctor Manuel, 150, 164-66, Zapata, Mario, 387n.
342n., 359n. Torrres, Francisco, 353n. 204, 340n., 342n., 343n., 359n., Zárate, Felipe, 96, 102, 103, 350n.
Sifuentes, Domingo, 96 Trejo Delarbre, Raúl, 379n., 380n., 364n., 365n., 370n. Zárate Ibarra,José Dolores, 103, 350n.,
Sifuentes, Francisco, 102 392n., 393n. 353n.
Siiva Herzog,Jesús, 48, 334n. Trent, Evelyn, 33 WallJr., Robert W., 362n. Zavala, Iván, 313, 393n.
Silva Herzog Márquez,Jesús, 379n. Trotsky, León (Lev Davidovich Brons- Wallinger, 330n. Zellner, Mike, 394n.
Simone, André, 358n. tein, llamado), 24, 63, 75, 80-82, 91, Washington, Walter, 361n., 363n. Zengotita,Juan de, 361n., 364n., 365n.
Siqueiros, David Alfaro, 27, 42, 45, 49, 343n., 344n., 347n. Wasserman, 360n. Zierold, Paul, 29, 30
50, 80, 82, 169, 170, 196, 226, 279, Truman, Harry, 183, 197, 366n. Weinert, Richard S., 347n. Zuno,José Guadalupe, 49
287, 333-35n., 370n., 375n., 378n., Turkel, Harry R., 362n.
380n., 386n. Turrubiates, Gregorio, 336n.
Smith Simpson, R., 366n.
Sokolov, 335n. Unzueta, Gerardo, 179, 189, 214, 219,
Soria, Manuel, 96 356n., 369n., 370n., 374n., 375n.,
Sparks,John N., 361n. 377n., 381n.
Spolansky, 332n.
Stalin (IosifVisarionovich Dzhugashvili, Valadés,José C., 52, 332n., 333n., 335n.
llamado), 80, 117, 119, 343n., 387n. Valdés, Encarnación, 223-24, 374n.
Starobin,Joseph, 355n., 359n. Valle, Eduardo, 265, 267, 274, 275, 383n.
Steinberg, Peter, 369n. Vallejo, Demetrio, 194, 195, 202, 209-
Stephens García, Manuel, 391n. 12, 218-23, 249, 268, 275, 278, 293,
Stevens, Evelyn, 376n. 302, 345n., 358n., 371-74n., 385n.
Stewart,James, 345n:, 346n. Vargas, Hugo, 358n.
Stirner, A., 333n., 336n. Vargas-Lobsinger, María, 348n.
Stuart, Graham, 360n. Vasconcelos,José, 49, 334n.
Vásquez Rubio, Pilar, 394n.
Tabler, M., 38, 331n. Vázquez, Carlos, 267
Taibo, Paco Ignacio II, 333n., 335n., 336n. Vázquez, Genaro, 236, 262, 270, 310
Talamantes, Rafael, 233, 264 Vázquez León, Luis, 9.f, 113, 347-54n.
Talavera, Fernando, 380n. Vega, Francisco de la, 265

422 423
l
í '

i, Qu:ién~s- solfJos protagonistas de _este relato?


.El actor principal es el movimiento comunista
--
mexicano, más bien qú~· el partido, porque ha
~~ -
habido varios;comunismo~ mexicanos, c9mo resultado .
de la expulsión de sucesiv-a§ oleadas de "disidentes", ·
.con frecuencia los primeros enr.~wper con la ortodoxia
e
,' est:érir intentar una reconciliación de ia tradiCÍón ·.·
s~cialista con las realidades de la sociedad mexicana,
. uno de los temas principales de este libro .
.- La izquierda no comunista ocupa en esta historia
un pa}iel impw;,tanl~'también: ánte todo, la corriente
'._política e intéleciual conocida como lombardismo;
· más tarde, e~ los años sesenta y setenta, las fronteras
' ·;, .'del. marxi'S'tno y el socialismo explotaron con la
. ·· emergencia· de la 1'Nueva Izquierda" y,sobre tódo,
· . en MéxicÚ,"¡¡J~spués 6le la~_sangrienta ~errata del
moviplielit~.:-~~fudia~li4PopiÚ,rde 1968; apareciero¡tt
. nuevas sen.Sibtlidooes y-:-fo.frtias de organizarla-• ·
·~; . intet:Ven9:ión poli'tica 'a través del arte, la liter~iura
'.'<y l~;.,cftitffir,a popular; junth aJa clase obrera y el
. : cártípesinacto, la "comunidad>:', la "religi6sidad"'
· ;el ''género" se convirtieron en poder~s.Jp~~¡zas·.
nwvílizadoras. El libro concluye cqtf ü'it t}Káinen
del surgimiento del neo~ardenisl)lo, que tu\{o ·su
.. clíU}flx eql~s- eléeci,ones de 19~8, y con ~Jllpla el
signific{do )¡u e puede ten e( este terremoto 'para
el futtf:F-o de la izquierda mexica11a. '

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