Una subasta es la venta organizada de un bien o servicio en la que los
compradores compiten entre ellos ofreciendo cantidades denominadas pujas. La adjudicación del bien o servicio y la cantidad que se paga por él se realiza en función de las pujas de acuerdo con una regla predeterminada. Estas reglas además son conocidas por todos los agentes que van a participar en la subasta y existe la certeza de que se van a cumplir.
Definición 2
Entendemos por subasta un mecanismo de asignación de recursos descrito por un
conjunto de normas que determinan un ganador y un precio en función de un conjunto de pujas. A diferencia de otros mecanismos, en una subasta las dos partes que participan saben perfectamente cómo se formará el precio, pues esto se determina de forma explícita en las normas de dicha subasta. Estas normas pueden hacer referencia a precios de entrada (el precio que tiene que pagar cualquier individuo para participar en la subasta), a precios de reserva (el precio mínimo que el vendedor está dispuesto a aceptar) y a otras características que puedan modificar el comportamiento de los individuos que sean partícipes.
VARIEDAD DE FENOMENOS DEL MUNDO REAL QUE PUEDE
INTERPRETARSE COMO SUBASTA.
USO DE LA SUBASTA EN LA ANTIGÜEDAD Y LA ACTUALIDAD.
Las subastas comienzan a aparecer en sociedades relativamente avanzadas,
donde debía existir suficiente concentración de población pues se necesitaba un número optimo de compradores y vendedores, también se necesitaba una moneda común entre estos para poder valorar y pujar por el bien. Entre las sociedades más representativas de la antigüedad que dieron paso a la utilización de la subasta son las siguientes:
En la antigua Babilonia 300 a.C. existía un mercado anual de esposas.
Todas las muchachas en edad de casarse eran subastadas al mejor postor. El comprador que más pujaba adquiría y se casaba con la joven. Este proceso empezaba con la chica considerada más guapa, se realizaban diferentes pujas u ofertas y la persona que realizara la más alta se quedaba con la muchacha. La difusión que dan los romanos a las subastas es lo más destacable de la antigüedad. Se usaban para los botines de guerra, esclavos aplicando una subasta ascendente en la que el precio se incrementaba con cada puja. También se llegó a subastar el propio Imperio Romano (193 d.C.) por la guardia pretoriana por la caída del Imperio Romano Occidental.