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TRATAMIENTOS DE RESIDUOS SÓLIDOS, ENVASES VERTIDOS LÍQUIDOS

1. LA GESTIÓN CORRECTA DE LOS RSU. LAS CUATRO "RS".

Realmente, el tratamiento que se les da a los residuos es lo que diferencia un sistema de gestión
de los residuos adecuado de otro que no lo es.

Así, aquellos que se basan en la destrucción de los residuos sin aprovechamiento alguno, como
la incineración sin recuperación energética y el vertido se consideran como no adecuados desde
un punto de vista medioambiental, mientras que los demás constituyen formas de obtener un
rendimiento de los residuos a la vez que permiten su reincorporación a los ciclos productivos.

De este modo se obtiene un aprovechamiento más óptimo de los recursos naturales,


minimizando el impacto sobre el medio ambiente, al reducir la contaminación que generaban
los otros sistemas.

La gestión de los residuos trata de contemplar todos los aspectos implicados, dando una
respuesta integral que permita una solución aceptable del problema desde el punto de vista
medioambiental. Así, aunque los aspectos económicos no se ignoren en absoluto, se tienen en
cuenta otras consideraciones que pasan a un primer plano, como la prevención de la
contaminación o el aprovechamiento de los recursos.

Últimamente se ha popularizado la denominación de las cuatro "Rs" para caracterizar a esta


gestión ambientalmente correcta mediante cuatro conceptos clave: Reducción, Reutilización,
Reciclaje y Recuperación energética (valorización).

2. MARCO LEGAL.

En la actualidad la gestión de los residuos urbanos en las sociedades avanzadas ha


experimentado una gran evolución para adaptarse a los principios del desarrollo sostenible. De
este modo y centrándonos en la Unión Europea, la legislación comunitaria, a través de la
Directiva 91/156/CEE, más conocida como directiva marco de residuos, establece la obligación
para los estados miembros de la Unión de fomentar el desarrollo de tecnologías limpias, la
valorización de los residuos mediante políticas de reutilización y reciclado, así como la utilización
de los residuos como fuente de energía.
El 5º Programa de Acción de la Unión Europea "Hacia un desarrollo sostenible" establece una
estrategia para la gestión de los residuos urbanos basada en la siguiente jerarquía:

 Prevención (reducción en la producción).


 Reutilización... Reciclado.
 Valorización energética.
 Eliminación en vertedero controlado.

Esta jerarquía se ha incorporado a la legislación española a


través de la Ley 10/98 de 21 de Abril, de Residuos. Por otro
lado la Resolución del Consejo de 24 de Febrero de 1997,
sobre una estrategia comunitaria de gestión de residuos,
recoge una serie de consideraciones que se han incorporado
a nuestro ordenamiento a través de la Ley 11/97 de Envases
y de la Ley 10/98 de Residuos:

 El problema del crecimiento en el volumen de residuos generados.


 Aplicación de una política comunitaria global de gestión integrada de residuos.
 Lograr un desarrollo sostenible con un alto nivel de protección del medio ambiente.
 Disponer de estadísticas fiables en la planificación.
 Todos los agentes económicos deben cargar con su parte específica de responsabilidad
en la gestión (desde la concepción del producto a la eliminación del residuo), según el
principio de responsabilidad compartida.
 Situar la prevención en primer lugar en la jerarquía de actividades de gestión.
 Fijar objetivos cuantitativos para reducir la cantidad de residuos e incrementar los
niveles de reutilización, reciclado y valorización.
 Fomento de la valorización en perjuicio de la eliminación.
 Los criterios de valorización tendrán en cuenta los efectos medioambientales y
económicos considerando preferibles la reutilización y valorización de los materiales
cuando éstas sean las mejores opciones medioambientales.

El Plan Nacional de Residuos contempla todos estos aspectos. Es fruto de la obligación derivada
para España de la Directiva 91/156/CEE y su objetivo es integrar los diferentes Planes
autonómicos, en los que se han de establecer los objetivos específicos de reducción, reciclado y
otras formas de valorización y eliminación.
3. PREVENCIÓN.

La prevención en la producción de residuos urbanos es la primera de las estrategias


contempladas. No forma en sí parte de la gestión porque es un paso previo pero se considerará
aquí porque se relaciona estrechamente con ella.

Según el Plan Nacional de Residuos Urbanos se entiende por prevención y minimización el


conjunto de medidas destinadas a conseguir la reducción en la producción de residuos urbanos
así como de la cantidad de sustancias peligrosas y contaminantes presentes en ellos.

Para ello es necesario actuar en las siguientes etapas del proceso:

 Fabricación. Aquí se puede reducir su peligrosidad, volumen y peso. Es preciso diseñar


el producto de manera que se facilite su reutilización y reciclaje.
 Transporte. Disminuyendo en lo posible envases y embalajes innecesarios.
 Consumo. Favoreciendo la reutilización, la menor generación de residuos a través de
cambios en los hábitos de consumo y la facilidad de separación.

Hay que señalar que todas aquellas medidas conducentes a prolongar la vida útil de los artículos
y su facilidad de reparación y reutilización ayudan a reducir la producción de residuos urbanos.

Para conseguir el objetivo de reducir la producción de residuos urbanos el ya mencionado Plan


de Residuos Urbanos, arbitra una serie de medidas que ejemplifican muy bien lo que se debe
hacer en este campo:

 Acuerdos entre la Administración y los sectores productivos implicados.


 Fomento de la recuperación y reutilización en origen a través de planes empresariales
de prevención.
 Normativas que prioricen la minimización de ciertos residuos peligrosos.
 Adopción de sistemas que graven el exceso en la producción de residuos y repercutan
el coste de la correcta gestión de los residuos en las tasas de basuras.
 Fomento del I+D orientado a mejorar la reciclabilidad de los artículos y disminuir la
peligrosidad de los residuos que se generan.
 Desarrollo de campañas educativas y formativas orientadas a fomentar la minimización.

El Plan nacional de Residuos Urbanos pretendía estabilizar a finales de 2002 la producción de


RSU a niveles de 1996. Se trata de contrarrestar el previsible aumento debido al crecimiento
demográfico y a la variación de los hábitos de consumo. Se pretende conseguir una reducción
del 6 % de la cantidad de RSU per cápita.
4. REUTILIZACIÓN.

La reutilización está íntimamente relacionada con la prevención en la


producción de residuos. La adopción de medidas se centra
principalmente en la reutilización de los envases.

En el pasado este sistema ha sido bastante utilizado. En principio hay


que hacer algunas consideraciones:

Para ciertos materiales como el vidrio la reutilización es deseable en


términos ecológicos. Aunque hay que tener en cuenta que si los
envases han de ser transportados a gran distancia, un radio superior a 200-300 km, el coste
ecológico de la reutilización alcanza y supera al del reciclado.

Dado que un envase reutilizable ha de ser más robusto y tener más peso, a igualdad de
materiales, debe tener en su vida útil un número mínimo de ciclos de consumo.

Tradicionalmente el sector de las bebidas y los alimentos líquidos ha sido el que mayor
proporción de reutilización de los envases ha desarrollado. Sin embargo el sistema que se ha
venido aplicando durante muchos años ha empezado a desaparecer debido a los nuevos hábitos
de consumo y a la implantación de nuevos sistemas de distribución.

El Plan Nacional de Residuos Urbanos ha fijado una serie de objetivos cuantificados a conseguir
en este campo para el 2006.

Otro ejemplo muy interesante es el de las bolsas de los supermercados. En algunos países
europeos como la República Federal Alemana se han
establecido tasas sobre las bolsas de supermercado
con el fin de penalizar su consumo irresponsable. En
nuestro país existen experiencias como la realización
de los cartuchos de tóner de impresora, que son
residuos peligrosos para el medio ambiente, y cuyo
rellenado, dado su alto precio, supone un ahorro
económico.

Por último hay una modalidad muy importante de reutilización que viene dada por el comercio
de artículos de segunda mano o por la actuación de entidades benéficas, iglesias, etc que
recogen, restauran y comercializan o donan en el caso de las entidades benéficas una serie de
objetos que estando todavía en buen estado sus propietarios ya no desean conservar. Tal es el
caso de muebles, electrodomésticos, libros, ropa, etc.
5. RECICLAJE.

Se entiende por reciclaje La transformación de los residuos,


dentro de un proceso de producción, para su fin inicial o para
otros fines, incluido el compostaje y la biometanización, pero no
la incineración con o sin recuperación energética.

El reciclaje implica una serie de procesos industriales que


partiendo de unos residuos originarios y sometiéndolos a
tratamientos físicos, químicos o biológicos dan como resultado
la obtención de una serie de materiales que se introducen
nuevamente en el proceso productivo.

Una de las características de los residuos domésticos es su gran


heterogeneidad, lo que hace que sean muy difíciles de tratar en
conjunto. Además la calidad de los productos reciclados está directamente relacionada con la
calidad de la recogida y de la clasificación, evitándose así posibles contaminaciones. Todo ello
justifica claramente la necesidad de separar los diferentes materiales que componen los
residuos, lo que implica la instauración de políticas de recogida selectiva de los residuos.

Ya separados los diversos materiales, han de someterse a los correspondientes procesos de


transformación, según la clase de materiales.

6. VALORIZACIÓN ENERGÉTICA Y VERTIDO CONTROLADO.

Inevitablemente en todo el proceso que hemos ido detallando se producen rechazos, término
con el que se denominan los materiales que por su naturaleza, estado, etc. no son reciclables.
Estos rechazos, si son aprovechables, se pueden valorizar mediante su combustión controlada
en plantas de incineración que utilizan estos residuos como combustible para producir energía.

Finalmente existe una fracción de rechazos que tampoco es valorizable que termina en el
vertedero de cola. Igualmente ocurre con las escorias fruto de la valorización. Las cenizas
generadas deben terminar en un depósito de seguridad pues se trata de materiales muy
peligrosos.

Aún de los residuos depositados en el vertedero puede obtenerse un rendimiento económico


extrayendo y recuperando el biogás producto de la descomposición anaerobia de la materia
orgánica y que por su composición, muy rico en metano, puede aprovecharse para generar
energía.
EL TRATAMIENTO DE LOS RESIDUOS

TRATAMIENTO DE LOS MATERIALES


ORGÁNICOS.

Los materiales orgánicos se someten a dos


clases de procesos:

o Proceso anaerobio. Biometanización.


o Proceso aerobio. Compostaje.

El primero, denominado también digestión anaerobia, es un proceso biológico acelerado


artificialmente, que tiene lugar en condiciones muy pobres de oxígeno o en su ausencia total,
sobre substratos orgánicos. Como resultado se obtiene una mezcla de gases formada por un
99% de metano y dióxido de carbono y un 1% de amoníaco y ácido sulfhídrico. El gas
combustible, metano, permite obtener energía.

El compostaje es la transformación biológica de la materia orgánica en productos húmicos


conocidos como compost y que se emplean como fertilizante. Se realiza en presencia de oxígeno
y en condiciones de humedad, PH y temperatura controladas.

El compost se puede obtener a partir de dos tipos de materiales:

o Residuos domésticos.
o Residuos de jardín.

En el primer caso es preciso haber separado previamente la materia orgánica para que no
presente ninguna clase de impurezas ni lleve restos de medicinas, sustancias tóxicas, etc.

En primer lugar se procede a su molido y después se dispone en hileras de dos metros y medio
a cielo abierto. Los montones son volteados periódicamente con el fin de facilitar la oxigenación
y evitar su fermentación anaerobia. El volteo llega a hacerse hasta dos veces por semana
mientras la temperatura se mantiene alrededor de 55ºC y el grado de humedad de la hilera es
de entre el 50% y el 60%.

A partir del tercer volteo la temperatura se mantiene en los 25ºC indicando que ya ha finalizado
la fermentación. Esto ocurre transcurridas tres o cuatro semanas.

Después se deja otro periodo equivalente para que se cure para luego proceder a su afino, para
retirar cualquier clase de resto (partículas metálicas, trozos de vidrio, etc) que pudiera haber
quedado.

Existen otras variantes a cielo abierto como la pila estática aireada. Por último se han
desarrollado sistemas a cubierto con el fin de optimizar el proceso y sobre todo evitar malos
olores.

La otra fuente de obtención de compost son los


residuos de jardín.
TRATAMIENTO DE LOS PLÁSTICOS.

Los envases de plástico pueden someterse a tres tipos de procesos.

 Reciclado mecánico.
 Reciclado químico.
 Valorización energética.

El primero consiste en trocear el material para introducirlo posteriormente en una máquina


extrusora-graneadora para moldearse después por los métodos tradicionales. Solamente puede
aplicarse a los termoplásticos, que son aquellos que funden por la acción de la temperatura.
Presenta dos problemas fundamentalmente. El primero es que el plástico ya utilizado pierde
parte de sus propiedades lo que obliga a emplearlos en la fabricación de otro tipo de productos
con menos exigencias. El segundo es la dificultad para separar los distintos tipos de plásticos.
Para ello se han desarrollado diversos sistemas.

El segundo, reciclado químico se utiliza cuando el plástico está muy degradado o es imposible
aislarlo de la mezcla en que se encuentra. Se define como la reacción reversible de la
polimerización hacia la recuperación de las materias primas. Según el tipo de polímeros se
distinguen dos clases de procesos:

Polímeros de adición. Por dos procedimientos diferentes:

Vía térmica. Se usan los siguientes sistemas:

 Pirolisis.
 Gasificación.
 Cracking.

Vía catalítica. Con los siguientes:

 Hidrogenación.
 Hidrocracking.
 Cracking.

Polímeros de condensación. Se aplican los siguientes:

 Hidrólisis.
 Metanólisis.
 Glicólisis.
 Otros.

Por último la valorización energética es un tratamiento adecuado para plásticos muy


degradados. Es una variante de la incineración en la que la energía asociada con el proceso de
combustión es recuperada para generar energía. Las plantas en las que se realiza se asemejan a
una central térmica pero difieren en el combustible que en este caso son residuos plásticos.
TRATAMIENTO DEL VIDRIO.

Los envases de vidrio se pueden reciclar sin que el material pierda ninguna de sus propiedades.
Una vez recogidos son triturados formando un polvo grueso denominado calcín, que sometido
a altas temperaturas en un horno, se funde para ser moldeado nuevamente en forma de
botellas, frascos, tarros, etc. que tienen exactamente las mismas cualidades que los objetos de
que proceden. El proceso supone un ahorro de materias primas y de energía muy considerable.

TRATAMIENTO DEL PAPEL Y CARTÓN.

Consiste en la recuperación de las fibras de celulosa mediante separación en soluciones acuosas


a las que se incorporan sustancias tensioactivas con el fin de eliminar la tinta. La tinta queda en
la superficie del baño y se puede separar con facilidad.

Una vez retirada la tinta, se somete la suspensión de las fibras a un secado sobre una superficie
plana, para recuperarlas. Después se las hace pasar por unos rodillos que las aplanan y
compactan, saliendo finalmente la lámina de papel reciclado.
TRATAMIENTO DE LOS METALES.

Los envases de acero estañado, más conocidos como


hojalata, son perfectamente reciclables, se emplean en
la fabricación de otros envases o como chatarra en las
fundiciones siderúrgicas después de haber sido
desestañada la hojalata. Todo el acero recuperado se
recicla por las necesidades de las acerías. El proceso de
reciclado de la hojalata reduce el consumo energético
de forma muy notable.

Los envases de aluminio se consideran materia prima en los mercados internacionales. Su


reciclado supone un elevado ahorro energético y los materiales obtenidos mantienen sus
propiedades al fundirse repetidas veces. Para separarlos del resto se utiliza un mecanismo
denominado de corrientes inducidas de Foucault que proyecta hacia fuera de la cinta
transportadora los envases de aluminio, pega a ésta los férricos y deja igual a los demás. En
combinación con sistemas de electroimanes sirve para completar la separación de los metales.
TRATAMIENTO DE LOS TETRABRIKES.

Se reciclan de dos maneras:

 Reciclado conjunto. Dando lugar a un


material aglomerado denominado
Tectán.
 Reciclado por separado. Los
componentes se aprovechan de modo
independiente.

En éste último se separan las fibras de celulosa


del polietileno y del aluminio en un hidropulper
por frotamiento. Tras finalizar el proceso se vacía
el hidropulper por su parte inferior a través de un filtro que deja pasar el agua y la fibra de
celulosa.

Con la recuperación de ésta se ha reciclado un 80% en peso del envase. Para aprovechar el resto
se puede recuperar de forma conjunta obteniéndose una granza de polietileno reforzada por el
aluminio. Este resto también se usa como combustible en las cementeras, ya que el polietileno
es buen combustible y el aluminio oxidado suple a la bauxita, ingrediente del cemento.

Por último para separar el polietileno del aluminio se pueden usar disolventes, recuperando de
la disolución el polietileno. También se puede recuperar el aluminio por combustión.
OTROS RESIDUOS.

Los neumáticos pueden sufrir diferentes procesos:

 Recauchutado. Con lo que puede volver a utilizarse. Consiste en volver a realizar el


dibujo gastado.
 Corte. Para que mediante un fundido a presión se puedan fabricar felpudos, zapatillas,
etc. Trituración. Con dos variantes:
o Trituración a temperatura ambiente.
o Trituración criogénica.
 Ésta última utiliza bajas temperaturas por debajo de su
temperatura de transición vítrea convirtiéndolo en un material
frágil y quebradizo. Se obtiene así un grano fino y homogéneo.
o Triturado se emplea en:
 Como caucho asfáltico. Mejora el drenaje de la capa asfáltica así
como prolonga la duración del pavimento y reduce su fragilidad.
 Como hormigón de asfalto modificado.
 Como combustible en grano. El caucho compuesto por un 83%
de carbono en peso tiene una capacidad calorífica de 35MJ/kg.
La combustión debe estar muy controlada porque los
neumáticos contienen azufre.
 Pirolisis.
 Utilización en el compostaje de fangos. El neumático triturado
se utiliza para favorecer la oxigenación y el compostaje.

Las pilas presentan diversos grados de potencial contaminante. Según su composición y tipo
tendrán como destino el reciclado o el depósito controlado en un depósito de seguridad.

Son reciclables las pilas botón de óxido de mercurio, óxido de plata y las de níquel-cadmio. El
mercurio se recupera mediante un proceso de destilación.

Los aceites de automoción usados son residuos peligrosos. Contienen productos de la


degradación de los aditivos que se les añaden como fenoles, compuestos de cloro, hidrocarburos
polinucleares aromáticos clorados (PCB), compuestos de plomo, etc. Son procesados por
destilación que permiten obtener nuevamente aceites de una calidad comparable a los
obtenidos del crudo petrolífero.

Por último los residuos voluminosos como muebles, electrodomésticos son recuperados por
particulares y asociaciones que los reparan y revenden o utilizan. Hay que hacer la salvedad de
que ciertos electrodomésticos de línea blanca como frigoríficos deben tratarse para su desguace
por personal especializado por contener CFC, PCB, etc. Igualmente el material electrónico debe
ser tratado de forma especial para evitar que dañe el medio ambiente.

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