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Estructura de los cuentos tradicionales.

Como docente de lenguaje de segundo ciclo básico, he podido observar lo fácil que resulta
para nuestros estudiantes poder comprender ya sea al leer o escuchar un texto narrativo en especial
un cuento, ya que desde los primeros años de vida los niños escuchan, ven imágenes o leen cuentos
tradicionales como lo son los ya conocidos Blancanieves, Pinocho o el Patito feo, solo por nombrar
algunos. Sin embargo, me he dado cuenta de las serias dificultades al momento de la escritura, donde
aparecen textos inconexos, repetición de ideas, vaguedad en lo relatado y serias dificultades en la
sucesión de acontecimientos, lo que dificulta la comprensión de lo escrito.
Es por esta razón que he querido aportar por medio de este trabajo en recordar la estructura
básica de un cuento y el modo de abordarlo con nuestros estudiantes para lo cual también incorporare
una tabla (Tabla 1) con la clasificación de conectores para una escritura con sentido y una guía de
trabajo.
Los textos narrativos comparten una estructura básica como son inicio, desarrollo donde se
presenta una complicación y por último un desenlace, donde se vuelve a la situación ideal.
En sus orígenes, los cuentos populares eran relatos de carácter breve, fuente popular y
transmisión oral, en los cuales intervenían seres sobrenaturales o bien ocurrían actos mágicos,
dirigidos a un público variado. Los relatos populares de la tradición han sido compilados por diversos
investigadores. Durante el siglo XIX destacaron compilaciones como las de los hermanos Grimm.
El teórico ruso Vladimir Propp (2006), analizó su estructura interna y reconoció un gran
número de características comunes, las cuales no siempre estaban presentes en todos los relatos, pero
que si seguían un orden parecido y cumplían funciones básicas permanentes

Propp (2006) identificó algunas de las siguientes secuencias o partes:


1. La situación inicial: indicadores de tiempo irreal e indefinido al inicio de la historia (Erase
una vez, Hace mucho tiempo) y lugar (castillo, bosque, casas, fuente de agua, etc.)
2. Personajes: príncipes, princesas, reyes, reinas, espejos mágicos, brujas, animales que hablan
son los más comunes. Se presentan como arquetipos, ya que no poseen carácter o
personalidad definida. Encarnan virtudes o defectos terribles. Así los héroes/heroínas
simbolizan lo mejor, belleza, bondad, valor, fuerza, generosidad, astucia, ingenio, sus
ayudantes, los animales o los seres sobrenaturales (hada, mago, enanos, etc.) usan sus
cualidades mágicas para socorrerlo/a. Lógicamente, los antagonistas representan lo opuesto:
la maldad, la crueldad, la envidia, el egoísmo, la fealdad.
3. Las pruebas: el personaje principal debe superar una serie de obstáculos, venciendo etapas.
4. Las ayudas: el personaje principal recibe la ayuda real o sobrenatural de otros personajes.
Con ella consigue superar las pruebas.
5. El desenlace: el/la protagonista logra su objetivo. El final siempre es cerrado y feliz.
Normalmente se produce un cambio de estatus social (el mendigo se convierte en rico, la
empleada en señora, se recupera la fortuna perdida), es decir, de un inicio desventurado o
poco favorable para el héroe/heroína, el final de una u otra forma será siempre feliz.
Sin embargo, no todos los textos narrativos comparten esta misma estructura, Edgar Allan
Poe, considerado el fundador y teórico de este género, postula que en la composición de un cuento
no se debe dejar nada librado al azar ni a la intuición. La consigna es contar un tema para lograr un
efecto.
Volviendo al tema de la estructura narrativa nos encontramos con que Bajtin (1978, citado
en Contursi & Ferro, 2000) plantea que lo más frecuente es la ocurrencia de estructuras secuenciales
heterogéneas, en los que se dan los casos de inserción y de dominancia secuencial.
Si en un texto domina la secuencia narrativa, se trata de un texto narrativo. Para ello, la
secuencia narrativa se constituye por una situación inicial, complicación, reacción, resolución,
situación final y una moraleja o enseñanza.
Podemos visualizar que los personajes se encuentran en un estado de equilibrio, el cual se
quiebra por algún problema o dificultad, esta secuencia presente en los cuentos por lo general es
lineal.
Desde una perspectiva textual, Teun van Dijk (1978, citado en Contursi & Ferro, 2000)
propone la noción de superestructura para dar cuenta de que los diferentes tipos de textos se distinguen
entre si no sólo por sus funciones comunicativas y sociales, sino por la estructura de su construcción.
Define la superestructura como la estructura global que caracteriza el tipo de texto, es decir, como un
tipo de forma de texto. Así, en las diferentes situaciones comunicativas, utilizamos diferentes formas
textuales, aún cuando nos refiramos al mismo suceso (es decir, cuando el contenido semántico, la
macroestructura sea el mismo). En otras palabras, la superestructura tiene que ver con las reglas que
son de conocimiento de todas las personas, aunque muchas de ellas las apliquen de manera
inadecuada.
El discurso narrativo refiere a las relaciones entre texto y contexto. Umberto Ecco (1996,
citado en Contursi & Ferro, 2000) retoma la clásica distinción entre fábula y trama. La fábula procede
de manera lineal desde un momento inicial (tiempo) hacia un momento final (tiempo x). Por su parte,
la trama se forma con los saltos temporales (prolepsis y analepsis)
Existen diferentes estrategias para comprender una narración, así el lector puede reconstruir
un relato desde su propia experiencia, usando la imaginación cuando se lee. Así se pueden diferenciar
tres momentos de la fábula que forma parte del contenido de la historia, si en una fabula se dice
pasaron cien años, el tiempo de la fabula es de cien años, pero no ocurre lo mismo al momento de
escribir o de leer ese texto, ya que el tiempo es muy breve.
La narrativa nos permite tanto a niños como adultos dar sentido al mundo y explicar nuestra
posición ante él, esto ha permitido contar historias desde épocas remotas, en un comienzo de manera
oral y después escritas, ahí nos encontramos con los mitos, los cuales presentan una cosmovisión de
cada pueblo.
Tabla
Tabla 1
Clasificación de conectores

Relación Definición Conectores Ejemplos

Copulativa Relaciona elementos Y (e), ni, que, María vino y Pedro se


análogos con sentido de suma además, incluso, más, fue.
o adición aún. No juega ni estudia.

Disyuntiva Expresa separación o O (ora, u), ya… ya…, Ganaré plata ya


alternativa entre dos ya… o…, sea… sea trabajando o
elementos oracionales. sea…, bien…, ya mendigando.
sea… o
Adversativa y (1) Oposición entre los Pero (empero), sin Estoy
concesiva elementos oracionales. embargo. cansado, pero lo
(2) Limitación a lo expresado A pesar de, aunque, intentaré.
en la primera oración. aun cuando, si bien. Terminó la obra, a
pesar de no tener los
medios

Causa Indica motivo o causa de un Porque, pues, ya que, Lo hice porque te


hecho planteado en la oración puesto que, debido a, quiero
principal. como, dado que, etc
Consecutiva Señala la consecuencia de un En consecuencia, por Pienso, luego existo.
hecho o de un razonamiento consiguiente, luego,
planteado en la oración por lo tanto, ahora
principal. bien, así que, con que,
por eso, por ende, por
lo que.
Tiempo Señala secuencia temporal y Antes (de), antes Después de la
permite una ordenación (que), después (de), comida, pasaron a
cronológica de los hechos después (que), servirse un café en el
mientras, cuando, en salón
cuanto, tan pronto
como, luego,
entonces, etc.
Final Indica la finalidad de una Para (que), a fin de Lo hice con el
acción. (que), con el propósito de
propósito de, con la ayudarte.
finalidad de, con (el)
objeto de,

(Icarito, s.f.)
REFRERENCIAS

Contursi, M., Ferro, F. (2000). La narración. Usos y Teorías. Bogotá, Colombia: Grupo Editorial
Norma
Icarito. (s.f). Cuadro resumen de los distintos tipos de organizadores o conectores textuales.
Recuperado de: http://www.icarito.cl/2009/12/97-8632-9-2-conectores-textuales.shtml/
Propp, V. (2006). Morfología del cuento. Madrid, España: Editorial Fundamentos.

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