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ITESM Campus Querétaro

Sabina Renée Ibarra Guerrero


Materia: Ética, persona y sociedad
Profesor: Luis Alfredo Camino Domínguez

“El viajero que no se detiene a mirar”

Diálogos amables, inclusivos, respetuosos y honestos; ésta era la manera en la


que Ema, en sus inicios, se comunicaba con el planeta Tierra. Ella se consideraba
una exploradora del territorio, una parte más del todo. “En este sentido, su
existencia humana se situaba en igualdad de importancia con la de otros seres
vivos.” (Oreja, 2008)
Este ensayo abordará el origen y contexto de la desvalorización de la Naturaleza
por parte del ser humano, además de mencionar el problema ético de seguir una
vida antropocentrista, cuya idea principal gira en torno a posicionar al hombre
como el fin último de la creación y a defender al falso dominio de éste sobre la
naturaleza, lo que ha generado en el planeta un severo daño en el equilibrio
ambiental pero también en el social. Se busca reconocer a la virtud como camino
respetuoso de la vida y dar a conocer el impacto negativo que el hombre ha
desencadenado en su entorno como consecuencia del egoísmo, la cotidianeidad,
el aburrimiento, la codicia y resaltar la responsabilidad moral del mal manejo de
los recursos naturales, ya que esto arriesga y compromete valores universales
como la dignidad humana y la vida misma. Durante los siguientes párrafos se
abordará este problema ético narrando la historia del viaje de Ema, un ser humano
que se expone a todos los retos morales que ha enfrentado la humanidad desde
tiempos antiguos hasta el día de hoy, que han provocado una ceguera social tan
severa que le impide detenerse a mirar la vida misma y cómo todo está en manos
del valor de elegir éticamente.
Los sentimientos de Ema eran amor, libertad y una curiosidad infinita completaba
cada rincón de su mente y espíritu; observaba su entorno y comprendía los
distintos ciclos que formaban parte de él. Poco a poco los años pasaron y ella no
perdía su capacidad de asombro con todo lo que la Naturaleza le enseñaba. De
pronto un agente más alto, más fuerte, más “imponente” que ella llegó a su
entorno, comenzó a observar cada elemento del lugar en el que Ema era tan feliz.
Ella con júbilo le mostró hasta el último detalle y confió en este ser, tal como lo
había hecho siempre con cualquier criatura, sin embargo él le decía
constantemente que no se encariñara mucho con lo que tenía en frente, que
venían cosas mejores para ella, que algún día todo eso sería suyo, que dispondría
de este espacio cuando quisiera porque ella tenía el poder de la razón y eso
inmediatamente la hacía superior a cualquier especie que habitara ese lugar con
ella y que tendría el arma más poderosa de todos los tiempos para defenderse,
algo que llamaban dinero. Ema no comprendía mucho sus palabras, no podía
imaginarse qué haría con tantos elementos sólo para ella, le parecía loco querer
privar a cualquier persona de semejante paraíso. Poco después, él le dio a esta
niña una ficha de papel con palabras muy extrañas que para esta pequeña no
tenían sentido:

Sujeto: Ema
Edad: 8 años
Etapa: inicio
Candidata: Afirmativo
Partida del tren: En 3 lunas

El sujeto le dijo a Ema que actualmente ellos estaban en el punto A y que había
llegado su momento de ir al punto B, que con esta ficha ella podría iniciar su viaje
y que no se preocupara porque estaría segura, el dinero no le iba a faltar. Ema por
primera vez se sintió triste, no quería dejar su entorno, al que amaba por
completo. Pero entendió que era algo que “tenía” que hacer, no había otra opción.
3 lunas después, Ema abordó el tren. Las últimas palabras que el sujeto le dijo
fueron: “como seres humanos podemos operar en diferentes niveles de
conciencia”. La ubicó en su asiento y se despidió. En el tren habían más personas
con las que Ema interactuó y antes de lo esperado ella comenzó a olvidar las
pequeñas cosas que para ella lo significaban todo. Poco a poco, en lo inmediato y
cotidiano que era el tiempo, fue perdiendo su conexión con lo vivo, el único diálogo
que mantuvo con el paisaje era uno silencioso y en esa espera continua para
llegar al famoso punto B, Ema se convirtió en una fiel obediente del código
popular, su inocente y singular identidad se fue desvalorizando y poco a poco
encontraba una nueva en el apreciado dinero que iba juntando a lo largo de su
viaje. Antes de dormir, Ema asomaba su mirada por la ventana del tren, como
última huella de la maravillosa curiosidad que tuvo años atrás, pero para su
sorpresa lo único que encontraba era el reflejo de su propio rostro y el de sus
compañeros… el paisaje había desaparecido. Así, Ema se enamoró poco a poco
de ese reflejo y se olvidó de sus raíces y ahora sólo podía recordar las palabras
que aquel sujeto que conoció a los 8 años le dijo: “algún día todo esto puede ser
tuyo”, en esencia, la tentación de la totalidad.
Así el tiempo siguió pasando, el tren cada vez hacía menos paradas y a Ema
simplemente le dejaba de importar “...el espacio del no lugar libera a quien lo
penetra de sus determinaciones habituales. Esa persona sólo es lo que hace o
vive como pasajero, cliente, conductor. Quizá se siente todavía molesto por las
inquietudes de la víspera, o preocupado por el mañana, pero su entorno del
momento lo aleja provisionalmente de todo eso. Objeto de una posesión suave, a
la cual se abandona con mayor o menor talento o convicción, como cualquier
poseído, saborea por un tiempo las alegrías pasivas de la desidentificación y el
placer más activo del desempeño de un rol…”. (Augé, 1992)
Ya faltaban muy pocas estaciones para llegar al punto B. Hasta que un día, sin
darse cuenta se sentó más cerca de la puerta del tren que de costumbre, ésta se
abrió y una brisa ligera en forma de caricia recorrió la piel de Ema, una sensación
de añoranza transitó su cuerpo, al observar su rostro, los mismos pasajeros
comenzaron a cerrar la puerta, no querían que Ema se distrajera con algo tan
insignificante. Casi lograban bloquear la entrada de aire por completo cuando de
pronto la hoja de un árbol entró al tren, Ema la vio, se acercó y la tomó. Justo
cuando la tuvo en sus manos, a su cabeza llegaron recuerdos de lo que parecía
una vida pasada, y volvió a sentir eso que alguna vez llamó felicidad. Así fue como
Ema entró en uno de los más grandes dilemas que existen: o dejaba pasar ese
suceso, no perdía la “concentración” y se enfocaba en sólo llegar al punto B, al
que todos querían llegar pero que en realidad nadie sabía exactamente qué
encontraría, o actuar con valentía y en la próxima parada bajarse del tren en la
búsqueda de volver a vivir ese sentimiento. Fue así como durante todo el trayecto
hacia la siguiente parada, Ema se concentró en pensar y debatir con ella misma:
por una parte conocía el objeto, lo deseaba y principalmente lo extrañaba,
después comenzó a recrear cada elemento del paisaje que poco a poco iba
recordando, cada vez se acercaba más a ese lugar, de pronto el pensamiento se
interrumpió por un miedo absoluto, ¿qué le convenía más, qué tenía más
beneficios para ella y sus compañeros del tren, cómo iba lograr llegar al punto B si
se bajaba del tren, cómo lo haría sin el dinero, esa arma secreta que le había
costado tanto juntar? De pronto, el tren llegó a la estación…
El dilema de Ema es claro, en su elección tenía la libertad de decidir si seguía ese
camino unilateral hacia el punto B, que un extraño le había asegurado que era lo
mejor para ella, o bajarse y encontrar los otros puntos C, D, E, nunca antes
explorados ¿sería suficiente su capacidad de razonar y su voluntad?
Este dilema se explorará siguiendo los principios de la Escuela del Utilitarismo, la
cual cataloga que lo bueno es el placer, la felicidad y la riqueza, en ningún
momento señala que es opulencia o fortuna monetaria, pero el hombre ha
decidido darlo por hecho, justificando así su egoísmo, codicia y deseo desmedido
por el dinero o por las cosas que con éste se obtienen. Sin embargo, el enfoque
tendría que ser buscar la mayor felicidad posible para el mayor número de
personas, esto es basándose en el respeto, el valor de la igualdad, la no
individualización de la sociedad, el no permitir la cosificación de la vida y la
explotación desmedida de seres para obtener “ganancias” que no sólo son
momentáneas, sino que también están muertas, “...todos los intereses egoístas se
acaban con la muerte, un sentimiento solidario, mantiene su esplendor.” (Mill, s.f)
Lo cierto es que lo más útil para la sociedad, al contrario de lo que se practica, es
el cuidado de los ecosistemas, del equilibrio ambiental-político-económico, porque
sólo esta proporción armoniosa logrará cubrir las altas demandas de la población
cada vez más numerosa del mundo contemporáneo. Entonces ¿el hombre es el
responsable del cadáver ambiental? ¿La superioridad cognitiva del hombre sobre
las demás especies es una ventaja o un arma?
…Ema comprendió que el verdadero costo de su pasaje de tren era muy alto, no
existía un reembolso y se cobraba no sólo en dinero, sino en vidas. Que ella se
había convertido en viajera de un no lugar, creado por ella misma y sus
compañeros. Así que Ema tuvo el valor de elegir, bajó del tren en la siguiente
estación, tomó una bicicleta y decidió andar por el mundo sin dejar humo detrás y
dirigiendo su propio camino. A ella no le interesaba seguir el viaje hacia punto B, lo
que ella quería era encontrar mejores puntos, a los cuales podría invitar a los
demás para poder formar una comunidad compuesta por personas involucradas y
solidarias, es decir benéfica para todos los seres vivos del entorno, pero Ema
sabía que no podría lograr esto, sin antes detenerse a mirar.
Bibliografía

Biblioteca digital

Smith, N. J. H. (1998). Amazonia : resiliency and dynamism of the land and its
people. Obtenido desde https://0-
ebookcentral.proquest.com.millenium.itesm.mx
Universidad de Colonia. (2007). Air, Water and Soil Quality Modelling for Risk and
Impact Assessment. NATO Ciencia por la paz, 4, N.d. 23 marzo de 2018,
De Biblioteca Digital ITESM Base de datos.
Wilshire, H. G., Nielson, J. E., & Hazlett, R. W. (2008). The american west at risk:
science, myths, and politics of land abuse and recovery. Obtenido desde
https://0-ebookcentral.proquest.com.millenium.itesm.mx

Libros y artículos

Oreja, J. (Septiembre 2008). La ética y el medio ambiente. Ciencias, 91, 4-15.


Arana, J. (2009). Ética, política y urbanismo. UNAM: Biblioteca jurídica del Instituto
de investigaciones jurídicas de la UNAM.
Augé, M. (1992). Los «NO LUGARES» espacios del anonimato. Barcelona,
España: Gedisa.
Mill, J. (s.f). El utilitarismo. Barcelona: Altaya.
Moreno,S. (2010). Introducción al urbanismo sustentable o nuevo urbanismo.
México: Universidad Autónoma del Estado de México
SEDESO. (2018). Dirección de Desarrollo Urbano. 29 de marzo 2018, de Gobierno
del Estado de Querétaro Sitio web:
http://www.municipiodequeretaro.gob.mx/triforce.php?id=223

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