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Resumen nutricional del tomate

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Remoción de micronutrientes
en el fruto

Los micronutrientes principales son boro, que tiene un efecto significante en las
características de la maduración del fruto, y zinc. Vea la cantidad removida de
micronutrientes en frutos en la tabla arriba (mg/kg como peso seco). Análisis
foliares para acertar los requerimientos de micronutrientes facilitará que las
deficiencias se diagnostiquen y que tengan un tratamiento correcto.

Absorción de los nutrientes


principales
Mientras el mayor consumo de fósforo tiene lugar a una fase temprana, el
nitrógeno tiene su pico poco antes de la floración. El calcio se necesita desde la
floración pasando por el desarrollo del fruto hasta la cosecha.

Principal remoción de
nutrientes
Se remueve más potasio, nitrógeno y calcio por tomates que cualquier otro
nutriente. En esta imagen se refiere a tomates industriales en Grecia (rendimiento
121 t/ha).

Remoción de micronutrientes
en el fruto
Los micronutrientes principales son boro, que tiene un efecto significante en las
características de la maduración del fruto, y zinc. Vea la cantidad removida de
micronutrientes en frutos en la tabla arriba (mg/kg como peso seco). Análisis
foliares para acertar los requerimientos de micronutrientes facilitará que las
deficiencias se diagnostiquen y que tengan un tratamiento correcto.

Absorción de los nutrientes


principales

Mientras el mayor consumo de fósforo tiene lugar a una fase temprana, el


nitrógeno tiene su pico poco antes de la floración. El calcio se necesita desde la
floración pasando por el desarrollo del fruto hasta la cosecha.
 Previous
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Requerimientos del campo - Nitrógeno es necesario en las fases tempranas


del desarrollo para fomentar un crecimiento fuerte de las plántulas. El mayor
consumo es poco antes de la floración. La principal necesidad de fósforo se
requiere en fases tempranas del desarrollo de la planta para asegurar un buen
desarrollo radicular y buena floración. Se necesita más potasio que nitrógeno.
Calcio también se requiere en cantidades relativamente grandes. En muchas
situaciones tiene la misma importancia que el nitrógeno. Más de 60% del
nitrógeno, fósforo y potasio absorbidos por la planta, será utilizado en el fruto.

Nitrógeno
El uso excesivo de nitrógeno puede producir un cultivo demasiado vigoroso,
con mala floración y frutos excesivamente grandes. Aproximadamente 2.2 a 2.4
kg N se remueve con cada tonelada de tomates producidos. Normalmente se
esparcen fertilizantes nitrogenados antes de o al trasplantar, a menos que los
patrones de lluvia llevarán a una lixiviación de los nutrientes. Luego sigue la
fertilización de cobertera antes de la floración.
Calcio
Los requerimientos de calcio está alrededor de 1.7 kg Ca/t de fruto. En muchas
situaciones tiene la misma importancia que el nitrógeno. El consumo más fuerte
de Calcio es desde la floración pasando por el desarrollo del fruto y hasta la
cosecha. Como solo 5% del Ca se encuentra en el fruto y 95% en las partes
vegetativas de la planta, las necesidades de Ca también son altas durante el
desarrollo vegetativo. Por eso un suministro estable de calcio es necesario
durante toda la temporada.
Potasio
El potasio se necesita en cantidades mayores que las del nitrógeno. La
absorción es entre 2.6 a 3.6 kg/K/t de fruto con la demanda más alta durante el
crecimiento del fruto. A las aplicaciones de fondo de potasio le siguen
normalmente aplicaciones regulares de cobertera durante la temporada.
Magnesio
El magnesio también es importante aunque se requiere a tasas más bajas que
el calcio. El cultivo de tomates requiere 0.3 a 0.6 kg Mg/t de fruto, repartido
durante la temporada. La absorción principal es durante la floración.
Fósforo
La mayoría del fósforo se requiere en fases tempranas del desarrollo de las
plantas para asegurar un buen desarrollo de raíces y flores. Los cultivos
necesitan 0.2 a 0.4 kg P/t de fruto.
Azufre
El azufre se necesita durante toda la temporada de crecimiento y los tomates
absorben aproximadamente 0.6 kg S/t de fruto producido.
Micronutrientes
Mientras se necesitan en cantidades mucho menores para satisfacer los
requerimientos de rendimiento y de calidad en el cultivo del tomate, el equilibrio
correcto de estos tres elementos es esencial. Análisis foliares para acertar los
requerimientos de micronutrientes ayudarán a que las deficiencias se
diagnostiquen y que las plantas tengan un tratamiento correcto.

Boro
Boro es un micronutriente clave. Tiene un efecto significativo en las
características de la maduración del fruto. Es esencial para la integridad
estructural de la planta e importante para la viabilidad del polen, la flor y el
desarrollo frutal.
Zinc
El zinc es otro micronutriente clave. Es importante para el desarrollo y función
de las hormonas de crecimiento (ej. Auxina) que influyen en la elongación de
los entrenudos.

Incrementar el rendimiento en
tomate
Una nutrición equilibrada de los tomates, empezando con el desarrollo
radicular, el crecimiento temprano, floración y durante la producción de frutos,
es fundamental para poder tener alta producción comercial de tomates. La
buena producción se logra en suelos bien drenados, y donde el agua no es un
factor limitante.

Buena fertilización es esencial para poder incrementar el rendimiento en


tomates.

Nutrición vegetal y rendimiento en


tomates
Nitrógeno
Nitrógeno es uno de los nutrientes más importantes requeridos para un
desarrollo óptimo y la alta producción de frutos en tomate. El cultivo del tomate
consume aproximadamente 2.2 – 2.4 kg N por cada tonelada de frutos
producidos, por eso es importante aplicar altas tasas de N, de 250kg/ha o más
para una producción promedia de 100t/ha. No obstante, demasiado nitrógeno
puede perjudicar la producción de tomates, por eso es importante corroborar
las tasas con ensayos locales.
El tipo de nitrógeno es crítico, el nitrógeno amoniacal puede restringir
crecimiento y tener un efecto negativo en la calidad general.

Fósforo
El fósforo es importante para crecimiento temprano y desarrollo radicular de las
plántulas durante su establecimiento. También es importante durante el
cuajado del fruto. En suelos con bajo contenido de fósforo disponible, el fósforo
fertilizado incrementa la producción de frutos y fomenta su maduración, así
reduciendo el número de frutos rechazados al cosechar.
Potasio
Los tomates tienen requerimientos relativamente altos de potasio, más de 300
kg/ha es un consumo típico. Altos niveles de potasio fomentan alta producción
de tomates. Es importante equilibrar el potasio con las aportaciones de calcio y
magnesio.
Calcio
En el cultivo del tomate el calcio se requiere para desarrollo foliar, las raíces y
el rendimiento. Disponibilidad a mitad de la temporada es crítica para obtener
alta producción. Un suministro continuo durante todo el ciclo es también
importante, equilibrado con potasio y magnesio.
Azufre
El azufre es importante para la producción en tomates. Es importante
suministrar azufre durante toda la temporada. Los suelos son frecuentemente
carentes de azufre. Aplicaciones foliares pueden tener más efecto que
aplicaciones al suelo.
Micronutrientes
Carencia de algún micronutriente tendrá un efecto negativo en la producción de
tomates. Es importante asegurarse que manganeso y boro no esté presente en
exceso, como puede tener efecto tóxico y así restringirá el crecimiento. El
micronutriente más importante es boro, y poca disponibilidad resultará en frutos
con superficie corchosa en la parte superior, y con deficiencia severa boro se
verá restringida la formación de frutos.

Otras prácticas que influyen en el


rendimiento de tomates
 El marco de plantación es crítico para asegurar que los cultivos logren
aprovechar en mejor manera las condiciones ambientales, sobre todo la luz,
para poder llegar a su potencial de producción.
 Mantenimiento de pH óptimo en el suelo asegura que los nutrientes estén
fácilmente disponibles. El uso de herbicidas u otras prácticas eliminará la
competencia de malas hierbas.
 Intensidades de temperatura y luz son críticas en la fase de floración para
asegurar una formación ilimitada de flores, buena polinización, fertilización y
buen cuajado.
 Estrés térmico por causa de temperaturas elevadas puede llevar a
abscisión de botones antes de la floración. La misma condición durante la
floración llevará a un desarrollo de flores anormales y luego marchitez.
 Los agricultores pueden podar para minimizar el efecto competitivo que
tiene un exceso en desarrollo vegetativo. Normalmente se cortan las hojas
inferiores para dejar que más luz llegue al fruto durante su maduración.
Esto también da mejor aireación alrededor de la parte baja del tallo que
luego reduce las incidencias de enfermedades en el tallo. Es importante
evitar podar demasiado follaje bajo condiciones de luz intensa como
provocará un riesgo de quemaduras por el sol.
 En un invernadero, enriquecer el aire con dióxido de carbono puede
aumentar el peso individual de los frutos y de la producción total. Este
efecto se ve sobre todo en invernaderos poco ventilados.
 Tener control de la salinidad con buenas prácticas de lixiviación dentro del
ambiente radicular y buena gestión del agua, maximizará el crecimiento y
asegurará una buena disponibilidad de nutrientes.

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