El dictado

Prof. Nina Ogorodnikov

La ortografía es un tema difícil…

Para alumnos y alumnas lo es su aprendizaje, pero también lo es su
enseñanza para docentes. D. Cassany, M. Luna y G. Sanz, en su libro
Enseñar lengua 1 habían propuesto, entre otras, una posible forma de utilizar
el dictado no para evaluar la ortografía, como se hace tradicionalmente, sino
para enseñarla de modo integrado con otros aspectos de la lengua, entre
ellos, la puntuación.
El dictado, además de una técnica de evaluación para medir el dominio de la
ortografía de alumnas y alumnos, puede ser una herramienta de aprendizaje…
Se trata de un ejercicio completo, práctico y útil, que contiene elementos
comunicativos: lectura en voz alta, compresión lectora, escritura.
Se presenta a continuación esa propuesta, adaptada y con algunas
modificaciones y agregados.
Los pasos serían los siguientes:
1. Elegir un texto adecuado al nivel del grado o del curso. Segmentarlo en
fragmentos breves para dictar.
2. En clase, comentar el tipo de texto, su tema, de dónde fue extraído.
3. Leerlo una vez a velocidad normal; los/as alumnos/as tienen que escuchar,
pero no escribir nada durante esa primera lectura. Comprobar que entienden
el texto globalmente, haciendo algunas preguntas.
4. Leer el texto a velocidad normal, con una pausa (no muy prolongada)
intercalada entre los segmentos. Repetir la lectura del mismo modo varias
veces (dos o tres, según el grado de dificultad o el nivel de los/las
aprendices), para que tengan tiempo de escribir.
No hay que leer palabra por palabra; hacerlo ni demasiado despacio, ni
demasiado rápido; tampoco hay que desfigurar el ritmo o la pronunciación
habituales en la lectura; hacer las contracciones, elisiones o sinalefas
pertinentes; en una palabra, hacer una lectura “normal”, solamente con las
pausas señaladas de antemano.
5. Releer el texto completo otra vez, sin pausas, para que los alumnos puedan
confirmar palabras dudosas y colocar algún signo de puntuación. Hay que
dejar tiempo al final para que cada alumno/a haga las correcciones.

1
Cassany, Daniel; Luna, Marta y Sanz, Gloria (1998) Enseñar lengua.
Barcelona, Graó.
6. Pedir que lean su texto de forma silenciosa. Pueden hacer correcciones (en
forma individual).
7. Pedir que comparen y comenten el dictado en pequeños grupos y hagan
las correcciones que cada uno/a crea necesarias con un color distinto del
usado para escribir.
8. Dar la versión correcta del texto (fotocopiado o en el pizarrón) y pedir que
cada uno/a corrija los errores con otro color distinto del usado para escribir
y para corregir en punto 7.
9. Comentar con toda la clase las dificultades habidas.
10. Después de este trabajo, cada docente implementará las estrategias
necesarias para que cada alumno y alumna trabajen con sus propias
dificultades.
Antes de poner en práctica este dictado por primera vez, sería necesario
aclarar a la clase que no se trata de un trabajo de evaluación, sino de
aprendizaje, que se les AYUDARÁ a MEJORAR su ortografía; que no habrá
una nota; que el texto se leerá varias veces y que al final, podrán corregirlo.
La corrección del dictado es un aspecto importante a tener en cuenta. Una de
las manera más conocidas de corregir es hacer el dictado en el pizarrón; es
decir, un alumno lo escribe en el pizarrón y después se corrige entre toda la
clase. También se puede corregir de otras maneras: por parejas, en pequeño
grupo, autocorreción en casa con el texto original, etc.
Para que este tipo de dictado no se convierta en un trabajo rutinario, se
pueden introducir cambios; por ejemplo:
- Variar la técnica del dictado: se puede hacer un dictado en grupos o por
parejas.
- Variar el tipo de texto del dictado. Tradicionalmente se suelen dictar sólo
muestras de buena literatura, pero también se pueden dictar noticias del
diario, anuncios publicitarios, correspondencia, entrevistas, frases sueltas,
textos de los propios alumnos, breves textos de estudio, etc.
- Variar la interacción y los papeles. Se puede trabajar individualmente, por
parejas, en pequeño grupo, etc. Las/los alumnas/os también pueden
encargarse de seleccionar textos para dictar, dictarlos, corregirlos, transformar
los textos dictados, etc.
Tradicionalmente siempre se ha puesto el énfasis del dictado en el producto
final, en el texto escrito que producen los/las alumnos/as. Pero también es
muy interesante para el aprendizaje dar importancia al proceso de trabajo al
hacer el dictado. De esta manera se podrán concentrar más en la lengua, en
el texto escrito y en su calidad.