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ISSN: 0034-8597
revista.neuro.psiquiatria@oficinas-
upch.pe
Universidad Peruana Cayetano Heredia
Perú
RESUMEN
ABSTRACT
* Profesor Titular de Psiquiatría de la Universidad de Chile. Jefe del Servicio A del Hospital Psiquiátrico de Santíago.
En una primera aproximación Husserl solo de sus aspectos. Así, por ejemplo, cuando
trató de investigar el sujeto del conocer, vale el químico se aproxima al agua, él reduce
decir, nuestro entendimiento mismo (inves- todos sus significados a la mera composición
tigación inmanente); pero luego se dio cuenta molecular: dos átomos de hidrógeno y uno
que nada podía saber del sujeto cognoscente de oxígeno. En rigor, lo que hace el científico
sin averiguar también eso por conocer, sea natural es proyectar la teoría físico-química
éste un objeto natural o un objeto cultural de la realidad sobre la totalidad del fenómeno,
(investigación trascendente). Así él superó en descartando el resto de los elementos cons-
cierto modo los dualismos sujeto-objeto, titutivos del objeto real. De este modo el quí-
inmanente-trascendente, al proponerse inves- mico no considera la capacidad que tiene el
tigar los procesos subjetivos del conocimiento agua de saciar la sed o de hacer que los campos
junto con aquello que se nos muestra como produzcan frutos y olvida por completo los
objeto en el acto de conocer, a saber, el fe- simbolismos vinculados a la profundidad del
nómeno. Y a este acto lo llamó “acto inten- mar o la importancia de las nubes o la belleza
cional”. Pero la intencionalidad no es un mero de un lago. Por el contrario, cuando el feno-
modo de relación entre el sujeto y el objeto, sino menólogo, abandonando la actitud natural,
un rasgo esencial de la conciencia. Expresado adopta una actitud reflexiva, él dirige su
con las palabras de Husserl: “En los simples atención a la totalidad de las muchas formas en
actos de percibir estamos dirigidos a las cosas que un objeto es percibido en la conciencia.
percibidas, en el recordar a las recordadas, en Como lo formulara Blankenburg (1962), la
el pensar a los pensamientos, en el evaluar a actitud fenomenológica intenta “ser lo más
los valores, en el desear a los objetivos y abierta posible a las diferentes formas de ser
perspectivas...” (Phänomenologische del objeto que nos hace frente, es decir, ella
Psychologie, p. 237). Y es debido justamente intenta ser aún ‘más natural’ que la propia
a esta característica de la conciencia que experiencia natural. Pero por otra parte,
nosotros los humanos estamos desde el pri- también intenta ‘ser más científica’ que la
mer momento con las cosas y permanecemos experiencia científica, en la medida que no se
siempre junto a ellas. Y es también el carácter limita a un proyecto particular, sino que
intencional de la conciencia el que le permite transforma en su tema la totalidad de los
a ésta comportarse trascendentalmente con modos de ser y los investiga con respecto a su
respecto a sí misma. Sin el descubrimiento de constitución”. (p. 413) En otras palabras: en
la intencionalidad habría sido imposible toda experiencia real experimentamos más de
superar la ingenuidad que impera tanto en la lo que la percepción del mero objeto nos
conciencia natural o pre-reflexiva como en la entrega. Esto fue formulado en forma bri-
conciencia científica y lógica. llante cien años antes de Husserl por Goethe
en uno de sus aforismos: “La experiencia es
En la vida diaria nos encontramos siem- siempre sólo la mitad de la experiencia”.
pre en una actitud natural e ingenuamente Siempre vivimos más de lo que vivimos,
orientados hacia el mundo de los objetos, experimentamos más de lo que experi-
pero esta actitud no nos conduce al cono- mentamos y explorar esta otra parte es la
cimiento, ni menos al conocimiento científico. gran tarea de la fenomenología. El principio
La ciencia empírica ha accedido a este último de Goethe, en sí mismo tan similar a las
a través de la reducción de los objetos que se postulaciones de Husserl, nos lleva direc-
nos presentan en la experiencia natural a uno tamente a la obra de Marcel Proust. El
“ese juicio que es emitido antes de la com- forma muy impresionante un trozo del diario
probación definitiva de todos los momentos de uno de mis pacientes más antiguos,
objetivos determinantes”. Una de las grandes poseedor de una gran capacidad de in-
tareas del maestro en la formación del trospección. “Hace tiempo que ya no soy
discípulo consistirá, entonces, en enseñarle capaz de recordar los rostros de la gente
a separar los “prejuicios” verdaderos de los conocida, ya que sólo me atrevo a mirar sus
falsos, o dicho con otras palabras, a captar la piernas... Cuando vino el encuentro con la
verdadera emanación atmosférica del pa- muchacha, habría necesitado sólo saludarla,
ciente. Este momento atmosférico del en- pero me cerré como un cortaplumas. Todavía
cuentro con el paciente adquiere particular la veo venir hacia mí. De pronto todo se
importancia en el campo de las psicosis. En oscureció, como si lo hubieran borrado y yo
las neurosis existe al menos esa dimensión empecé a temblar, me di vuelta y seguí mi
de la profundidad, a la que se puede tener camino... La proximidad con respecto a los
acceso a través de la interpretación de los otros se me hizo insoportable y entonces,
sueños o la asociación libre y que va a para poder superarlo, tuve que caer en una
permitir establecer un nexo entre el síntoma suerte de estupor...”/. De esta fracasada
que aparece en primera instancia como comunidad pre-verbal se sigue casi nece-
incomprensible y el contenido reprimido en sariamente la dificultad en la comunicación a
el inconsciente, descubriendo así su sentido. través del lenguaje.
En el caso de las psicosis todo debe surgir del
encuentro, de la atmósfera que el paciente Recordemos que para Gadamer el len-
emana y de la reacción que provoca en el guaje es, por cierto, el medio, pero también el
entrevistador. Sabemos que el mismo Ga- horizonte de toda experiencia hermenéutica.
damer abrió la posibilidad de incorporar el En un pasaje de su libro Verdad y Método nos
mundo pre-verbal a la labor hermenéutica a dice: “el lenguaje no es sólo una de las ca-
través de la importancia que le diera al pacidades de las cuales el hombre está dota-
concepto de “gusto” o más bien de “buen do en cuanto es en el mundo, sino que en él se
gusto” (Wahrheit und Methode, p. 31). Para basa y se representa el hecho que los hombres
él, el gusto “...por su esencia más propia no es simplemente tengan mundo. Para el hombre
una cosa privada, sino un fenómeno social el mundo está ahí en cuanto tal y en una forma
de primer orden” (p. 33). Lo que se ha dado bajo la cual no tiene existencia para ningún
en llamar “falta de contacto”, “afectividad otro ser vivo en el mundo. Y esta existencia
plana” o “lejanía” en el esquizofrénico es al- está constituida lingüísticamente”. (op. cit.,
go difícil de definir, pero corresponde a un p. 419). En pocas ocasiones tenemos la opor-
fenómeno pre-verbal originario y tan certero tunidad de comprobar con mayor evidencia
como el gusto. “El buen gusto está siempre este aserto de Gadamer que frente a un
seguro de sus juicios”, nos dice Gadamer (op. enfermo esquizofrénico. Desde las prime-
cit., p. 33). En el encuentro con el esqui- ras descripciones de esta enfermedad se le
zofrénico echamos de menos una cierta otorgó una importancia primordial a las
comunidad primordial, eso que los japoneses alteraciones del lenguaje. El “pensamiento
llaman “ki” (Tellenbach, 1987). Nuestras laxo” de Bleuler, la clásica disgregación o los
respectivas emanaciones no concuerdan, no neologismos han sido considerados siempre
están en el mismo tono. entre los síntomas fundamentales de la
esquizofrenia. En un trabajo anterior (1985)
Esta dificultad que percibimos en el en- intentamos demostrar que la alteración del
cuentro con el esquizofrénico la ilustra en lenguaje era el único síntoma específico de
esta enfermedad. También sostuvimos que ella”. (op. cit., p. 361). La conversación con el
dentro de la multiplicidad de formas que esquizofrénico transcurre, en cambio, en
puede adoptar esta alteración era quizás la forma fatigosa, se interrumpe a cada mo-
pérdida del carácter “dialógico” de la palabra mento, el examinador se siente vacío, sin
el fenómeno más sustantivo. ¿Y cómo se ideas y tiene que hacer un verdadero esfuerzo
presenta esta alteración en el encuentro con el para plantear nuevas preguntas, cada vez más
paciente? Quizás si lo más característico del dirigidas y evitar así que el diálogo desa-
momento verbal de este encuentro sea la parezca en un incómodo silencio. Con otras
sensación que tiene permanentemente el palabras, falta aquí esa suerte de vida propia
entrevistador de entender y no entender al que Gadamer describiera como el elemento
mismo tiempo lo que el enfermo está di- central de la verdadera conversación, del
ciendo. Es una experiencia semejante a la diálogo hermenéutico.
de estar en el extranjero en un país cuya len-
gua se conoce en forma muy insuficiente. En suma, en la entrevista diagnóstica en
Dejemos de lado las perturbaciones más psiquiatría, tanto en su momento pre-verbal
severas del lenguaje, como son la disgregación como en su momento verbal, la actitud
o los neologismos, para quedarnos sólo con el hermenéutica y el método fenomenológico
fenómeno del “pensamiento laxo”. Ocurre resultan ineludibles. Basar ese primer en-
que aquí no hay fallas gramaticales ni cuentro con el paciente en una serie de
tampoco de la sintaxis, no necesariamente preguntas dirigidas a “extraer” síntomas o a
hay contenidos tan abstrusos, que por sí la aplicación de cuestionarios significa trai-
mismos dificulten la comunicación y, sin cionar la naturaleza del objeto de nuestra
embargo, no entendemos. La respuesta la da ciencia, que es el hombre mentalmente en-
el mismo Gadamer, cuando afirma: “No sólo fermo. Si no sabemos reconocer la riqueza
el mundo es mundo en cuanto accede al del momento pre-verbal, se nos escaparán
lenguaje, sino que el lenguaje sólo tiene una quizás los hechos más específicos, al menos
verdadera existencia en la medida que el en los cuadros psicóticos. El no adoptar una
mundo se representa en él” (op. cit., p. 531). actitud fenomenológica durante la etapa
En otras palabras, si cambia el mundo, cam- verbal del encuentro implicará necesariamente
bia el lenguaje, si se altera la percepción de una entrega a una teoría previa, lo que se
aquél, necesariamente se alterará la expresión traducirá en un comprobar en el paciente
de éste. Ahora bien, en el fallido diálogo con justo lo que hemos proyectado en él,
el esquizofrénico se nos hace patente la aje- perdiéndose así toda la riqueza del encuentro.
nidad de su mundo, pero también per- Ahora bien, una vez hecho el diagnóstico
cibimos que el diálogo mismo se torna es- atmosférico, de una esquizofrenia en este
quemático y progresivamente más difícil. caso, se tratará de lograr un verdadero
Aquí no ocurre eso que Gadamer destaca encuentro con el paciente al nivel que sea
como lo esencial de una conversación: que no posible y ganar con ello un mínimo de
la podamos manejar a nuestro gusto, sino que confianza. Es fundamental, por cierto, no
ella nos conduce por derroteros a veces discutir con él el tema del delirio a un nivel
insospechados. “De hecho, la verdadera con- racional, sino por el contrario, aceptar su
versación no es nunca la que uno habría contenido con la mayor naturalidad. El
querido llevar. Al contrario, sería más co- paciente va a estar agradecido de ello y
rrecto decir que ‘entramos’ en una conver- aceptará de mucho mejor grado alguna suave
sación, cuando no que nos ‘enredamos’ en interpretación psicodinámica de corte muy
general que se nos ocurra en ese momento, el corte transversal de su actual vivenciar y
con lo cual se establecerá un vínculo que comportarse como en el corte longitudinal
puede ser fundamental para futuras in- de su biografía, considerada ésta no sólo desde
tervenciones. El abandono de la actitud de el pasado, sino en su proyección hacia el
“entrevistador’ para adoptar la actitud de futuro. “En lugar de hablar de conceptos
aceptación total del otro ha sido llamado por teóricos como principio de realidad y prin-
Benedetti “positivización” (Positivierung) cipio del placer, el análisis existencial inves-
(1983). Este autor describe siete formas de tiga y trata al hombre psíquicamente enfermo
“positivización”, entre las cuales destaca la en lo que respecta a las estructuras, elementos
de descubrir el lado creativo del paciente a estructurales y modificaciones estructurales
través de sus procesos (cognitivos) defor- de su existencia (...) más acá de la distin-
mados. Y con esto pasamos al tema de los ción entre consciente e inconsciente, alma
métodos terapéuticos propiamente tales, y cuerpo...”. (Binswanger, 1955). “...die
que de alguna manera derivan de la feno- Daseinsanalyse, anstatt von theoretischen
menología. Begriffen, wie etwa Lust- und Realitäts-
prinzipien, zu sprechen, den psychisch kranken
2. LAS PSICOTERAPIAS HERMENÉUTICAS Menschen auf die Strukturen, Strukturglieder
und Strukturwandlungen seines Daseins
Es hermenéutico todo método que no hin untersucht und behandelt, (...) diesseits
pretende “explicar” algo, sino sólo “com- der Unterscheidung von Bewusstem und Un-
prenderlo”, vale decir, que no pretende re- bewusstem, wie auch von Seele und Leib...”
currir a otro nivel causal, sino simplemente (S. 307).
hacer que lo que está ahí delante, en el caso
de la psicoterapia un paciente, se manifieste El lenguaje tiene una particular impor-
en plenitud. El punto de partida de toda tancia en el análisis existencial, no sólo
psicoterapia hermenéutica es el colocarse porque éste emplea muchas de las expresiones
más allá de la alternativa normal-anormal, preposicionales de Heidegger (1927), como
loco-cuerdo. Por medio de la epoché feno- ser-en (in-sein), ser-con (Mit-sein), ser-cabe
menológica debemos suspender el realismo (Sein-bei), sino porque intenta tomar lite-
ingenuo de la conciencia cotidiana. La pri- ralmente las palabras del paciente, con lo
mera consecuencia de esta actitud es el cual logra una correspondencia con el
renunciar, en el caso de la esquizofrenia, a la pensamiento concretístico (konkretistisch)
aspiración a una restitutio ad integrum con de los esquizofrénicos. En cierto modo el
plena recuperación del sentido común, en el análisis existencial comienza allí donde el
sentido de Blankenburg (1969). Es necesario resto de los sistemas psicoterapéuticos ven
comprender las perturbaciones del paciente su meta, a saber, la compleja estructura de
como una señal inminente de algo nuevo, de la totalidad. Los métodos analítico–con-
un nuevo tipo o forma de relación con el dicionales parten necesariamente del aisla-
mundo. miento de determinados factores y se ele-
van desde ahí hasta las estructuras más
a) La psicoterapia analítico-existencial complejas. Los métodos orientados hacia la
totalidad, como el análisis existencial, siguen
El análisis existencial pretende compren- el camino inverso y, partiendo de una visión
der al hombre enfermo en el marco de la sintética de grandes complejos o estructuras
totalidad de su existencia (Dasein), tanto en generales, “descienden” hacia sutiles análisis
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