Sunteți pe pagina 1din 46

JUICIO ORAL

El Juicio Oral en el NCPP 2004 ha sufrido cambios sustanciales pues


es ahí donde se manifiesta notoriamente el tránsito del sistema acusatorio
mixto al sistema acusatorio adversarial que tiene un fuerte componente de
oralidad y debate contradictorio y, que a su vez, demanda un desempeño
totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados los jueces, fiscales y
operadores de derecho.
Así pues, el juicio se realizará de forma oral, pública y contradictoria
ya que representará la fase central del proceso, y en ella el Juez o Tribunal
decidirá, -en base a argumentos y pruebas actuados en el debate contradic-
torio, que se realizará utilizando las técnicas de litigación oral que consti-
tuirán una herramienta sustancial-, la solución del conflicto.
Por ello, el Juicio Oral constituye el verdadero debate que presenta
el proceso penal, en donde se ponen de manifiesto todos los principios del
sistema acusatorio y en donde se puede destruir la presunción de inocencia
que inspira todo el proceso penal.
Así SÁNCHEZ VELARDE(409) señala que es la parte central del proceso
donde las partes habiendo asumido posiciones contrarias debaten sobre la
prueba en la busca de convencer al juzgador sobre la inocencia o la culpa-
bilidad del acusado.
En ese sentido EUGENIO FLORIÁN dice que el juicio oral es el momento
culminante del proceso penal y es aquí donde las partes toman contacto
directo y es donde se presentan y ejecutan las pruebas y el contenido del
proceso se manifiesta en toda su amplitud. Señala que es en los debates
donde el proceso haya su definición y donde se alcanza sus fines inmedia-
tos del mismo, para la absolución, condena o medida de seguridad(410).
En un Juicio acusatorio se tiene como bandera a la oralidad que se
superpone a la escrituralidad y que consiste en la posibilidad de apreciar
los testimonios a .viva voz sin que medien intérpretes que puedan des-
virtuar el contenido, es así que la oralidad determina la existencia de la
inmediación.

(409) SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Ob Cit. p. 121.


(410) PÉREZ SARMIENTO, Eric. Ob. Cit. p, 37.

318
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

Respecto de ello el NCPP establece en el Art. 361° que la audiencia


se realiza oralmente, sin perjuicio de que se documente en acta, la cual
contendrá una síntesis de lo actuado en la audiencia y será firmada por el
Juez o Juez presidente y el secretario. Los Jueces, el Fiscal, y la defensa
de las partes pueden hacer constar las observaciones al acta que estimen
convenientes. Asimismo, la audiencia podrá registrarse mediante un me-
dio técnico, según el Reglamento que al efecto dicte el órgano de gobierno
del Poder Judicial.
En atención al modelo predominantemente oral que adopta el
NCPP se establece que toda petición o cuestión propuesta en audiencia
será argumentada oralmente, al igual que la recepción de las pruebas y,
en general, toda intervención de quienes participan en ella, en ese sentido
está prohibido dar lectura a escritos presentados con tal fin, salvo quienes
no puedan hablar o no lo supieren hacer en el idioma castellano, en cuyo
caso intervendrán por escrito, salvo que lo hagan por medio de intérprete.
Otro principio vigente en el Juicio Oral es la publicidad erga omnes,
esta publicidad se hace posible gracias al instrumento de la oralidad y se
sustenta en la necesidad de que la ciudadanía conozca como los jueces
imparten justicia, lo que es clave para el control popular y la participación
ciudadana en los procesos penales.
Al respecto se reconoce dos excepciones, cuando la publicidad pue-
de dañar el honor de las personas o las buenas costumbres y cuando pu-
diera afectar a la seguridad del estado o la paz pública. Así el Art. 357° del
NCPP establece que el juicio oral será público. No obstante ello, el Juzgado
mediante auto especialmente motivado podrá resolver, aún de oficio, que el
acto oral se realice total o parcialmente en privado, en los siguientes casos:
Cuando se afecte directamente el pudor, la vida privada o la integridad fí-
sica de alguno de los participantes en el juicio; cuando se afecte gravemente
el orden público o la seguridad nacional; cuando se afecte los intereses de
la justicia o, enunciativamente, peligre un secreto particular, comercial o
industrial, cuya revelación indebida sea punible o cauce perjuicio injus-
tificado, así como cuando sucedan manifestaciones por parte del público
que turben el regular desarrollo de la audiencia; o cuando esté previsto en
una norma específica.

319
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

Esto trae a referencia la frase célebre de Mirabeau(4,l) "Dadme como


juez si queréis al peor de mis enemigos con la condición de que todas las
actuaciones que deban cumplir tenga que cumplirse en público". Esto tiene
sentido, pues la presión que ejerce el público sobre el juez al momento del
juicio, especialmente en jueces profesionales o permanentes que quieren
mantener su cargo, es más incentivadora y fuerza la imparcialidad en su
propia conciencia, de esta forma si los juicios se realizarían a puertas ce-
rradas el pueblo no tendría ningún control los jueces y no confiarían en la
administración de justicia.
En relación al tema si resulta conveniente la presencia de los medios
masivos de difusión en los actos del juicio oral, en sociedades democráti-
cas los beneficios de la intervención de la prensa en los juicios orales son
muchos mayores que los eventuales perjuicios que pudieran reportar, pues
es una amplificación del principio de publicidad y sí resulta factible su
aplicación.
Otro principio informador del juicio oral, es el principio de contra-
dicción, el cual trae como premisas fundamental la igualdad de armas y el
respeto irrestricto al derecho de defensa, en ese sentido el principio de
contradicción implica que las partes puedan sustentar enjuicio sus posicio-
nes respecto de los cargos de imputación y de prueba. Este principio está
vigente en todo el proceso no solo en el juicio oral.
En cuanto al principio de inmediación, el cual se manifiesta en ma-
yor medida en esta etapa, implica básicamente el contacto directo que debe
tener el juez con los demás sujetos procesales y con los órganos de prueba
y, a partir de ello conocer directamente la reacción de las partes frente a las
pruebas y la personalidad de cada una de ellas, las cuales le servirán para
valorar mejor las pruebas actuadas enjuicio oral.
El principio de concentración, que consiste en el carácter ininte-
rrumpido del Juicio Oral también forma parte de la gama de principios que
informan al juicio oral y es de esta forma que lo ha entendido el legislador
del nuevo código al señalar en el Art. 360° que instalada la audiencia, ésta
seguirá en sesiones continuas e ininterrumpidas hasta su conclusión. Si no

(411) Honore Gabriel Riquete, Conde de Mirabeau (1749-1791) fue el máximo Orador de la Re-
volución Francesa (1789-1793) ardiente defensor de! Sistema Acusatorio y del juicio oral.

320
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

fuere posible realizar el debate en un solo día, éste continuará durante los
días consecutivos que fueran necesarios hasta su conclusión.
De esta forma el juicio oral debe llevarse a cabo de manera continua,
ininterrumpida, esto quiere decir que el tribunal que está conociendo de
un proceso penal en fase de juicio oral no debe comenzar a conocer de otro
juicio hasta cuando termine con el que tiene en curso.
Asimismo también establece que el juicio se debe realizar con la
presencia ininterrumpida de los jueces, del fiscal y de las demás partes, en
caso contrario establece soluciones en caso de que estos se ausenten, así si
el acusado no concurre a la audiencia será conducido compulsivamente al
juicio; y cuando el defensor del acusado-, injustificadamente, se ausente de
la audiencia o no concurra a dos sesiones consecutivas o a tres audiencias
no consecutivas se dispondrá la intervención de un abogado defensor de
oficio, y al ausente se le excluirá de la defensa y el abogado defensor de
oficio continuará en la defensa hasta que el acusado nombre otro defensor;
en caso sea el que Fiscal, injustificadamente, se ausente de la audiencia o
no concurra a dos sesiones consecutivas o a tres sesiones no consecutivas,
se le excluirá del juicio y se requerirá al Fiscal jerárquicamente superior en
grado que designe a su reemplazo.
La audiencia en este proceso se realizará oralmente y se documen-
tará en acta, tan latente estará la oralidad en el juicio que toda petición o
cuestión propuesta en audiencia será argumentada oralmente, al igual que
la recepción de las pruebas y, en general, toda intervención de quienes par-
ticipan en ella, pues está prohibido dar lectura a escritos presentados con
tal fin, salvo quienes no puedan hablar o no lo supieren hacer en el idioma
castellano, en cuyo caso intervendrán por escrito, salvo que lo hagan por
medio de intérprete. En ese sentido también las resoluciones serán dictadas
y fundamentadas verbalmente y se entenderán notificadas desde el mo-
mento de su pronunciamiento, debiendo constar su registro en el acta.
En cuanto al desarrollo del juicio, el NCPP 2004 establece que éste
se inicia con la instalación del juicio que lo realizará el juez y es ahí donde
éste deberá expresar la finalidad específica del juicio, es decir que es lo que
se va juzgar.
Y luego se realizará como primera actuación los alegatos prelimina-
res donde el Fiscal expondrá resumidamente los hechos objeto de la acusa-

321
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

En cambio si la respuesta es negativa, el juez dispondrá la continua-


ción del juicio y en ese sentido la actuación de las pruebas admitidas en la
etapa intermedia que tiene como regla el principio de aportación de parte
y solo excepcionalmente podrá disponer de oficio o a pedido de parte, la
actuación de nuevos medios probatorios si en el curso del debate resultasen
indispensables o manifiestamente útiles para esclarecer la verdad.
Así la prueba actuada en el juicio oral bajo los principios de oralidad,
contradicción e inmediación constituyen única prueba susceptible de ser
valorada para condenar, pero esto no quiere decir que los resultados de las
diligencias y los actos de investigación carezcan de valor, sino que estas
tiene como fin sustentar la acusación que dará paso al juicio oral.
De este modo la función de la prueba en un proceso judicial es pre-
cisamente procurar certeza en el juicio de tales hechos sobre los cuales se
debe pronunciar el juzgador, la función de la prueba tiene también dos
aspectos, un aspecto positivo que se refiere a la comprobación de la cer-
teza de los hechos alegados por cada parte o por su contra parte, y en un
aspecto negativo que consiste en la refutación de los hechos alegados por
las partes, en el proceso penal la prueba de refutación o la contraprueba es
una posibilidad abierta a todo lo largo del proceso.
En la actuación probatoria hay que tener en cuenta los principios que
rigen la actividad probatoria, por ello no son admisibles las pruebas que no
sean pertinentes, conducentes, útiles y las prohibidas por la ley. El NCPP
2004 establece también la institución de las convenciones probatorias que
son acuerdos que realizan las partes sobre los hechos de la causa o la prue-
ba ofrecida para acreditarlos, así las partes se pueden poner de acuerdo so-
bre hechos que ya no podrán ser discutidos enjuicio y así también podrán
proponer acuerdos acerca de los medios de prueba que serán necesarios
para que determinados hechos se estimen probados.
De esta manera en la actuación probatoria también se introducen las
técnicas del interrogatorio directo y del contrainterrogatorio. El interro-
gatorio corresponde a las partes que han ofrecido el órgano de prueba y el
contrainterrogatorio a la contraparte. En ese sentido se prohibe las pre-
guntas impertinentes, inútiles, capciosas y las que contengan respuestas
sugeridas, lo que es distinto en el contrainterrogatorio, donde si se admiten
preguntas sugeridas. (Art. 376)

323
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

El encargado de conducir la actividad probatoria es el juez quien


puede pedir aclaraciones si así lo requiere y será quien moderará el inte-
rrogatorio evitando que el declarante conteste preguntas capciosas, suges-
tivas o impertinentes y procurará que estas se lleven a cabo respetando la
dignidad de las personas.
Después de la actuación de todos los medios probatorios se presenta-
rán los alegatos finales en donde en palabras de Andrés BAYTELMAN y Mau-
ricio DUCE(4,2) las partes tendrán que presentar sus argumentos en función
del caso propuesto inicialmente y persuadir al juez sobre la verosimilitud
de la solución planteada en los alegatos preliminares.
El código establece que en la discusión final, es decir en los alegatos
finales se realizará primero la exposición oral del Fiscal, los alegatos de los
abogados del actor civil y del tercero civil responsable, luego los alegatos
del abogado defensor y finalmente se concluirá con la autodefensa del acu-
sado.
Una vez terminada la exposición de los alegatos finales y hecho uso,
el acusado si así lo quiere, de la última palabra, el juez o tribunal según el
caso, cerrará el debate y pasará de inmediato y sin interrupción a deliberar
en sesión secreta y luego emitirá sentencia condenatoria o absolutoria se-
gún el caso, que deberá estar debidamente fundamentada.

4.1. Principios del juicio oral


En esencia los principios del juicio oral no son nada menos que las
líneas o ideas directrices, es decir la columna vertebral que sostiene e ins-
pira la realización o actividad del juzgamiento.
En palabras de Andrés BAYTELMAN y otros, los principios del juicio
oral son concebidos como un conjunto de ideas fuerzas o políticas que se
deben de tener en cuenta para el juzgamiento de una persona. Así, expresa-
mente señala "los principios del juicio oral son el conjunto de ideas fuerza
-ideas políticas- que hemos acordado para el juzgamiento de una persona.
Las normas no son sino un intento ineludible grueso y general de hacer
operativas dichas ideas y en consecuencia, la interpretación de las mismas

(412) BAYTELMAN A. Andrés y DUCE, Mauricio. Litigación Penal. Juicio Oral y Prueba. Edito-
rial Alternativas. Instituto de Ciencia Procesal. Lima 2005. p. 52

324
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

debe hacerse enérgicamente en el sentido que más compatible aparezca


con la realización de dichos objetivos. Estos principios son de aplicación
directa en el proceso y deben integrar los vacíos, forzar la interpretación y
erigirse como argumentos últimos de la argumentación jurídica y del
razonamiento judicial"'413).
Estos principios son los que van a guiar el desarrollo del juicio para
alcanzar la justicia penal o la finalidad del proceso penal que es como seña-
la BINDER redefinir los conflictos, es decir de absolverlos y transformarlos
en nuevos conflictos con un menor contenido de violencia, pues nunca se
soluciona un conflicto sino se redefine en términos pacíficos(414).
En efecto, los principios son reglas fundamentales o un conjunto de
indicadores que garantizan el correcto manejo del desarrollo del juicio
oral, desde el inicio hasta la culminación del enjuiciamiento oral, público
y contradictorio.
Los principios del juicio oral se desarrollan a la luz de un sistema
acusatorio que se vino a reimplantar con el triunfo de la Revolución Fran-
cesa en 1789 y que trajo consigo el desarrollo de ideas y principios fun-
damentales como la igualdad, libertad, fraternidad, etc. Y con el cual se
reivindicó el sistema acusatorio surgido en los estados de Grecia y Roma.
En el Perú desde 1920 se ha adoptado un sistema procesal mixto
aunque el código de esa época se acercó más a la concepción de un sistema
mixto con rasgos acusatorio, sin embargo, esto no duro mucho y en vez
de avanzar se retrocedió producto de la presión coyuntural de la cultura
inquisitiva que se trajo abajo la predominancia acusatoria del sistema
mixto implantado en aquel tiempo, instituyéndose un sistema mixto con
rasgos predominantemente inquisitivos con el CdePP de 1940 que obede-
cía a la cultura inquisitiva arraigada en la administración de justicia, en
este sistema el procedimiento penal ordinario consta de etapas diferen-
ciadas como el juicio oral que deberá desarrollarse a la luz del principio
acusatorio señalado solo simbólicamente. Así en la exposición de motivos
del anteproyecto de 1939 se aprecia la convicción teórica que tuvieron los
autores del código procesal para establecer este sistema. De este modo

(413) BAYTELMAN, Andrés y otros. Desafíos en la Reforma Procesal Penal en el Contexto Lati-
noamericano. Lima 2003. Academia de la Magistratura, p. 4
(414) BINDER M, Alberto. Introducción al Derecho Procesal Penal. Ob Cit. p. 78.

325
JOSÉANTONIO NEYRA FLORES

párrafos transcritos evidencian lo afirmado: "En materia criminal es más


trascendental y necesaria la censura del proceso y la distinción de los fun-
cionarios a quienes se da intervención en cada una de las etapas. El ins-
tructor no puede ni debe ser magistrado pasivo e imparcial que se requiere
para el juzgamiento, porque de colocarlo en esa situación peligraría la obra
que estuviera a su cargo. Su labor investigadora debe distinguirse con una
efectiva espontaneidad e iniciativa en la persecución del delito, como re-
presentante de la sociedad y de la parte agraviada". "En estas condiciones
si se le llamara a expedir sentencia, equivaldría tanto como hacerlo crítico
de su propia obra, contra producente por lo mismo, para la última función,
las facultades que le otorgan para la primera". "... Juicio oral el equilibrio
del proceso penal que innecesariamente ha perseguido el pensamiento ju-
rídico a través de las fórmulas inquisitiva llegó a conseguirse el día en que
el sistema mixto, como ya hemos expresado, incorporó aquellas tendencias
opuestas en su organismo y logró, especialmente, reemplazar el antiguo
plenario por el juicio oral, pero no para rehacer en él la investigación como
el plenario repetía inútilmente el sumario". Sino que a través del juicio el
Fiscal lleva ante los jueces la palabra de la acusación después de haber fi-
jado en su requisitoria escrita los límites dentro de los cuales se producirá
el debate contradictorio'415).
Como podemos apreciar en esta exposición de motivos se evidencia
la adopción de un sistema acusatorio, en donde se señala que el proceso
tiene dos etapas y cada una de ellas encargadas a sujetos distintos en la
cual el juzgador no va a investigar y expedir sentencia, pues como se señaló
líneas arriba el juez no sería imparcial si lo convierten en crítico de su
propia obra, se establece también un juicio oral pero no para rehacer la in-
vestigación como bien lo señala sino más bien para que sea esta una etapa
estelar donde la prueba sea actuada bajo la vigencia de todos los principios
de sistema acusatorio y como única manera de fundamentar una sentencia
en base a prueba actuada en el juicio.

(415) En ese sentido, en la Exposición de Motivos del Código de Procedimientos penales, se


señala que "... En materia criminal es más trascendental y necesaria la cesura del proceso
y la distinción y la distinción de los funcionarios a quienes se da intervención en cada
una de las etapas. El instructor no puede no debe ser magistrado pasivo e imparcial que
se requiere para el juzgamiento, porque de colocarlo en esa situación peligraría la obra
que estuviera a su cargo. Su labor investigatoria debe distinguirse de contrario por una
efectiva espontaneidad e iniciativa en la persecución, como representante de la sociedad
y de la parte agraviada..." En: GUZMÁN FERRER, Fernando. Ob. Cit. pp. 9-10.

326
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

Pero esto que en principio se sostenía como una regla se convirtió,


en el CdePP del 1940, en algo residual y constantes modificaciones a este
código han terminado por convertirlo en uno esencialmente inquisitivo y
con ello produciendo una involución del sistema mixto adoptado en un
principio y retrocediendo los avances que se había podido realizar de
acuerdo con la evolución jurídica procesal que se venía realizando a nivel
latinoamericano.
Posterior a este código sabemos que se elaboró el código procesal de
1991, 1995 y 1997 de corte acusatorio, sin embargo no entro en vigencia
debido a la coyuntura política de la dictadura que nos gobernó una década
y que una vez más iba postergando el inicio de la implementación de la
reforma procesal que tanto se necesitaba, después producto de la elabora-
ción del código procesal de 1991 se pusieron en vigencia algunos artículos
del código procesal de 1991, sin embargo no entro en vigencia en su tota-
lidad.
Recién como sabemos, el 29 de julio del 2004 se publica con el De-
creto Legislativo 957 el Nuevo Código Procesal Penal, que adopta un mo-
delo acusatorio, y presenta como etapa estelar al juicio oral, el cual debe
realizarse bajo la estricta observancia de los principios que lo informan, y
que solo es accesible su realización en un contexto democrático, donde las
libertades son respetadas, y no existe la situación de tratar de controlar to-
dos los poderes del estado inmiscuyéndose en la administración de justicia
para lograr las finalidades autoritarias que se propongan los gobernantes
de turno, en ese sentido, tomando en cuenta la trascendencia de los actos
practicados y debatidos en el juicio oral- ya que lo que está en juego son
libertades fundamentales- surge la exigencia de la observancia estricta de
los principios que vienen a ser líneas directrices que inspiran la actividad
del juzgamiento y que vienen previstos en los pactos internacionales relati-
vos a los derechos fundamentales de la persona, así como los previstos por
nuestra constitución como: la inmediación, la contradicción, la oralidad, la
publicidad y la concentración.
Nuestro nuevo código si acoge un verdadero juicio oral garantista y
proteccionista de los derechos fundamentales del imputado y demás su-
jetos procesales, en ese sentido reconoce expresamente los principios del
juicio oral señalando además que el juicio es la etapa principal del proce-

327
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

so penal y que se debe llevar a cabo respetando los principios procesales


señalados en la Constitución y los Tratados Internacionales de Derechos
Humanos aprobados y ratificados por el Perú.
A la luz de lo regulado en nuestro nuevo código procesal penal, realiza-
remos un análisis de los principios que informan el desarrollo del juicio oral

4.1.1. Principio de inmediación


El principio de inmediación consiste básicamente en la exigencia de
la existencia de una relación directa entre el acusado y su juzgador, pues
la información oral, como corporal, que pueden trasmitir ambas personas
será de primera mano (sin intermediarios). Logrando a la vez la presencia
directa del sujeto procesado, por el cual el juzgador va tener la certeza de
calificar y examinar si el procesado transpira o se ruboriza ante las pre-
guntas formuladas, su grado de cultura, su rapidez mental, etc. Es decir, el
juzgador apreciara a quien juzga y el procesado apreciará quién lo juzga y
como lo juzga.
Ratificando ello MONTERO AROCA(4,6) señala, la inmediación es la exi-
gencia de que el juzgador se haya puesto en contacto directo con las demás
personas que intervienen en el proceso, sin que existe entre ellos elemento
alguno interpuesto. Esta exigencia es particularmente importante con re-
lación a las pruebas, hasta el extremo que normalmente se ha venido con-
cibiendo la inmediación solamente como la exigencia de que el juez ha de
pronunciar la sentencia cuando haya asistido a la práctica de las pruebas
Destacando la importancia de este principio Andrés BAYTELMAN se-
ñala que: "(...) para que la información sea confiable -para que satisfaga un
mínimo control de calidad- debe ser percibida directamente por los jueces.
Esto es lo que llamamos principio de inmediación: la idea de que nadie
medie entre el juez y la percepción directa de la prueba, por ejemplo el
testigo que esta declarando. Si el juez no oye directamente la declaración
del testigo sino que la lee en un acta o escucha su sola oralización, enton-
ces simplemente no está en condiciones -por capaz que sea- de realizar un
verdadero juicio de credibilidad respecto de lo que el testigo a dicho. La

(416) MONTERO AROCA, Juan. Derecho Jurisdiccional I. Parte General.. Ob. Cit. p. 379.

328
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

información que esa acta contiene -la información del testigo recogida en
el acta- es información de bajísima calidad..."(417>
La inmediación por tanto, permite que el juzgador pueda apreciar la
información de primera mano o de alta calidad, ya que esta es directa. Es
por este motivo que la fase de la instrucción es solo una fase preparatoria,
debido a la ausencia de este principio, pues generalmente todos los actos
son escritos, no podemos decir absolutamente porque nuestro nuevo có-
digo establece que será necesario que se realice determinadas audiencias
cuando sea necesario discutir alguna circunstancia que implique afectar
un derecho fundamental en el caso que el fiscal lo requiera o que el im-
putado solicite tutela ante alguna afectación, pero esta inmediación que el
juez tenga con las pruebas es solo para efectos de pronunciarse sobre la
acusación o el sobreseimiento pero no para efectos de dictar una sentencia,
excepto la prueba anticipada y la prueba preconstituida.
Entonces en ese orden de ideas el juzgador, por falta de inmediación
con las pruebas en la etapa sumarial, no podrá utilizar como pruebas los
simples actos o medios que se encuentren por escrito; sino, por el contra-
rio, toda prueba o fuente de prueba entre otras, testigos y peritos tienen que
estar presentes en la audiencia para que puedan declarar lo que saben (los
testigos en su interrogatorio y los peritos en su examen).
En un sistema acusatorio se da la importancia debida a la inmedia-
ción del Juez con la prueba, razón por la que inclusive si se trata de un
testigo clave y no aparece en el juicio oral, el Fiscal o defensa que lo re-
quiera no podrán presentar como prueba la declaración que éste prestó en
la fase de investigación o instrucción -ya que se realizó de forma escrita y
reservada pues la inmediación solo se realizo con el papel y no con el
órgano de prueba- sino que deberá apersonarse el testigo para el respectivo
interrogatorio
Frente a este principio de inmediación en relación a las pruebas,
existe una excepción, se trata de la prueba anticipada y la prueba pre-
constituida, por razones de urgencia y necesidad, por ser irrepetible y no
pueden esperar la fecha del Juicio Oral porque desaparecerían.

(417) BAYTELMAN, Andrés y otros. Desafíos en la Reforma Procesal Penal en el Contexto Lati-
noamericano. Ob. Cit. p. 5.

329
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

De acuerdo a ello es que GUERRERO PERALTA(418) señala citando a


PFEIFFER "la inmediación es la posibilidad que tiene el juez del
conocimiento de percibir directamente la práctica de las pruebas para
tomar la decisión acertada en el campo de la responsabilidad penal". Las
limitantes que tiene el principio se refieren especialmente a las llamadas
pruebas preconstituidas y pruebas anticipadas. La fase oral es la etapa
especialmente predispuesta para el trabajo probatorio con inmediación del
funcionario judicial, teniendo en cuenta que la práctica probatoria debe
desarrollar el objeto del proceso que aparece fijado de antemano por la
acusación y la preparación de la fase oral.
En ese sentido actualmente las reformas procesales hechas a nivel
de Latinoamérica han admitido mayoritariamente que los únicos medios
probatorios a ser valorados por el juez serán los producidos y actuados en
el juicio oral, siendo solo estos medios probatorios los únicos medios que
como regla podrán fundamentar una sentencia, salvo la prueba preconsti-
tuida y la prueba anticipada.
Así por ejemplo el nuevo Código Procesal Penal de Chile señala: "la
prueba que hubiere de servir de base a la sentencia deberá producirse
durante el juicio oral, salvo las excepciones expresamente previstas en la
ley".
Nuestro NCPP 2004 también establece una norma en ese sentido
señalando dentro de las normas que deberá tener en cuenta en la delibera-
ción del conflicto solo las pruebas debidamente actuadas en el juicio; así
el Artículo 393 inciso 1 establece: "El Juez Penal no podrá utilizar para la
deliberación pruebas diferentes a aquellas legítimamente incorporadas en
el juicio", en concordancia con ello el art. 325 del citado código procesal
destacando la excepción al principio de inmediación señala: "las actuacio-
nes de la investigación solo sirven para emitir las resoluciones propias de
la investigación y de la etapa intermedia. Para los efectos de la sentencia
tienen carácter de acto de prueba las pruebas anticipadas recibidas de con-
formidad con los artículos 242 y siguientes, y las actuaciones objetiva e
irreproducibles cuya lectura en el juicio oral autoriza este código".

(418) GUERRERO PERALTA. Osear Julián. Fundamentos Teóricos Constitucionales del Nuevo
Proceso Penal. Editorial Ediciones Nueva Jurídica. Bogotá. 2005. p. 101.

330
PARTE 1: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

Por otro lado, Julio B. J MAIER nos dice que la correcta concepción
del principio de inmediación radica en el respeto del enfrentamiento de
intereses entre las partes expresa así: "...la inmediación es una forma muy
distinta, totalmente contraria a intentar obtener una de las verdades posi-
bles para, sobre la base, después decidir. La forma de la inmediación es
respetar el enfrentamiento de intereses que se produce en todo juicio, ya
sea en un juicio de derecho privado como también en un juicio de derecho
público. La ley legitima a ciertas personas como representantes de ciertos
intereses o bienes de los que son portadores, y estas personas son las que
comparecen al juicio, a expresar cada una su verdad, y contraponerla entre
ellas en forma dialéctica"019).
Dentro del abanico de concepciones respetables que hemos desarro-
llado sobre la inmediación, ya sea como el contacto directo que tiene el
juzgador frente a las partes y las pruebas, o el respeto en el enfrentamiento
adversarial entre ellas, somos de la idea de que dicho principio tiene una
estrecha relación con los principios de identidad del juzgador, concentra-
ción y continuidad en las audiencias, y especialmente logra su realización
máxima con la aplicación del principio de oralidad, pues esta hace que el
principio de inmediación logre su máxima aplicación, ya que es por medio
de la palabra hablada y el contacto directo con testigos que se hace posi-
ble la prueba testimonial que es la prueba por excelencia en un sistema
acusatorio y es de esta manera que el juez podrá realizar correctamente la
valoración de la prueba.
Andrés BAYTELMAÍ^420' nos dice: "...lo que interesa destacar aquí es
que si los jueces no perciben directamente la información entonces no pue-
den estar seguros de que ella sea seria y creíble y, por lo mismo, van a estar
expuestos a equivocarse al utilizar información de baja calidad.
La inmediación no debe ser solamente para el juez sino que debe
verse desde dos ángulos como señala Daniel GONZÁLES ÁLVAREZ, el pri-
mer ángulo desde el cual debe verse la inmediación se refiere a la inme-
diación subjetiva o formal, la cual exige que el tribunal que va a dictar

(419) MAIER, Julio. Las Notas Esenciales de la Oralidad en materia Penal. Congreso Interna-
cional de Oralidad en materia Penal. La plata. 1995. p. 120.
(420) BAYTELMAN, Andrés y otros. Desafíos en la Reforma Procesal Penal en el Contexto Lati-
noamericano. Ob Cit. p. 7.

331
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

sentencia tome conocimiento directo -y en consecuencia se forme así su


convicción -, del material probatorio que ha sido producido en su pre-
sencia junto con todos los demás sujetos del proceso, pues con la inme-
diación se permite también la contradicción directa que pueden hacerse
las partes, las alegaciones, las preguntas, las observaciones y cuestiones
incidentales que para una solución equitativa requiere la presencia de las
dos partes y en ese sentido poder contradecir directamente el uno con el
otro(421>.
Desde un segundo ángulo se aprecia la inmediación objetiva o mate-
rial que tiene que ver más que nada con el contacto directo con los hechos,
según la cual a decir del autor el tribunal debe obtener el conocimiento y
formar su convicción, utilizando el medio probatorio más cercano al hecho
a probar entre los medios concurrentes y esto se realiza eficientemente por
medio de la oralidad.
Entonces cuando hablamos de la eficacia de la inmediación, debe-
mos decir que esto solo es posible a través de otros dos principios como la
oralidad y la concentración y su vez la inmediación hace posible la contra-
dicción; sostenemos estas afirmaciones porque a través de la oralidad, de
la asistencia de las partes a las audiencias y de que estas audiencias se rea-
licen de manera continua sin que medie largos intervalos de tiempo entre
una y otra audiencia, que interrumpe la concentración del juez que a veces
se olvida lo que se ha actuado o se ha presentado en la audiencia anterior y
que solo lo valora de acuerdo a escrito en las actas, es que se logra la ver-
dadera eficacia de la inmediación, y esta a su vez con el contacto directo
de las pruebas y los sujetos hace posible la contradicción.
Resaltando la importancia que otorga el principio de concentración
para la eficacia del principio de inmediación, de acuerdo con BURGOS MA-
RINO, actualmente en la mayoría de casos las sentencias son consecuencias
de la lectura de actas, mas no de las audiencias orales, ya sea por la excesi-
va carga y la habitualidad en la suspensión de audiencias que han conver-
tido al proceso oral en un sin número de mini audiencias que terminan por

(421) GONZÁLES ÁLVAREZ, Daniel. La Oralidad como Facilitadora de los fines, principios y ga-
rantías del proceso penal, (en) RENGIFO MARÍN, Hiida Mary. La Oralidad en el Proceso
Penal. Editorial jurídica de Colombia. Medellín 2005. p. 10.

332
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

desvanecer el aporte del principio de inmediación y hace depender a los


jueces del contenido de las actas(422).
De esta forma la inmediación en el juicio oral debe ser entendida
como la obligación de lograr la presencia directa del sujeto u objeto ante la
mente del sujeto cognoscente (juzgador, acusador, defensor) pues la inme-
diación permite saber, por ejemplo, si el preguntado es persona con especial
velocidad mental, si es locuaz, si es introvertido, si es desafiante o es ama-
ble, si es esquivo para emitir respuestas o si responde con espontaneidad y
voluntad de colaborar en el esclarecimiento del caso, si se ruboriza o
transpira ante el impacto de algunas preguntas ( y a su vez porque razón
específica), la dirección de sus miradas, su grado o clase de cultura, su pun-
to de vista sobre la realidad objeto de la pregunta, su fanatismo o no, sus
frustraciones sus ideales, sus proyectos de vida, sus sentimientos(423), etc.
En ese sentido la inmediación impone el deber de la presencia física
de quienes deben intervenir en el juzgamiento oral, no es viable pretender
usar un medio de comunicación como el teléfono o el Internet para eludir
el deber de estar presente en audiencia, por ello no se puede tomar como
prueba valida a valorarse por ejemplo aquella declaración de un testigo que
sin ninguna justificación y no abarcando ninguno de los presupuestos de la
prueba anticipada grava su testimonio en un casa y se pretende introducir
como prueba en el juicio, e incluso si existiera algún impedimento o ante
una dificultad insuperable el acusado o testigo citado no concurre el juez
ira hacia él con la concurrencia de los demás sujetos procesales respetán-
dose así la inmediación y la contradicción, pues el fiscal podrá interrogar
o contra interrogar al testigo como si estuviera en el juicio y lo propio hará
también el abogado defensor .
En efecto, no podemos dejar de señalar que el instrumento que hace
posible que se lleve cabo con eficacia la exigencia de que el juzgador se
ponga en contacto directo con las demás personas que intervienen en el
proceso, sin que exista entre ellos elemento alguno interpuesto, es princi-
palmente la oralidad, pues solo en un sistema predominantemente escrito
todo se traduce en actas y estas son leídas, el receptor de la prueba no es
el juez sino que este delega a los escribientes, auxiliares y secretarios las

(422) BURGOS MARINO, Víctor. Derecho Procesal Penal Peruano. T. I. Ob. Cit. p. 101.
(423) MONTERO AROCA, Juan. Derecho Jurisdiccional. T. III. Proceso Penal. Ob. Cit. p. 61.

333
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

que escuchas y los relatos de los testigos, de los peritos, de la víctima y del
acusado, y luego se traduce en un acta que el juez firma como si hubiera
estado presente y en base a eso toma y sustenta sus conclusiones fácticas
y jurídicas sobre el caso;(424) por ello, la inmediación es una exigencia par-
ticularmente importante con relación a las pruebas, hasta el extremo que
normalmente se ha venido concibiendo la inmediación como la exigencia
de que el juez que ha de pronunciarse sobre la causa del proceso será aquel
que haya asistido a la práctica de todas las pruebas en el juicio oral.
De lo dicho anteriormente podemos resumir que la inmediación su-
pone concretamente la percepción de la prueba por parte del juez y su par-
ticipación personal y directa en la producción del medio probatorio, y en
ese sentido CAFFERATA NORES establece que la inmediación es la actuación
conjunta, el contacto personal y permanente durante el juicio, del tribunal,
las partes y defensores entre si, con el imputado y los órganos, fuentes y
medios de prueba, esto nos parece que es imprescindible para que la solu-
ción del caso sea equitativa.
Asimismo Alberto BINDER señala "la inmediación se manifiesta
como la condición básica que esos actos y esas relaciones permitan llegar
a la verdad del modo más seguro posible, ya que la comunicación entre
las personas y la información - que ingresa por diversos canales o medios
de prueba - se realiza en presencia de todas las partes involucradas, en
especial, con la presencia obligada de quienes deberán dictar una
sentencia"*4255.
Así pues sin este principio como lo señala Andrés BAYTELMAN no se
podrá evaluar si la información ostenta una bajísima calidad y si satisface
o no un control de confiabilidad mínimo, pues los jueces no tendrían como
evaluar una declaración por escrito y no pueden aceptar que los obliguen a
resolver en base a información sobre la cual ellos no pueden hace un ge-
nuino juicio de credibilidad. Si los jueces no perciben directamente la in-
formación entonces no pueden estar seguros de que ella sea seria y creíble
y por lo mismo van a estar expuesto a equivocarse al utilizar información
de baja calidad y no se llegaría alcanzar, ni siquiera acercarse a la verdad

(424) GONZÁLES ÁLVAREZ, Daniel. Ob. Cit. p. 11


(425) BINDER, Alberto. Introducción al Derecho Procesal Penal. Ob. Cit. p. 77.

334
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

histórica que tiene como finalidad tradicional el proceso penal. En atención


a ello es que BAYTELMAN considera a la inmediación como la primera y
más elemental idea fuerza en torno al juicio oral como test de calidad de la
información y resalta que la producción de esta debe ser directamente per-
cibida por los jueces, para que puedan hacer sobre ella un genuino juicio
de credibilidad(426).
En ese sentido, entonces, toda excepción al principio de inmediación
debe ser vista con recelo y con sospechas por parte de los jueces, quienes
deben en consecuencia hacer interpretaciones restrictivas y exigentes res-
pecto de ellas, así pues todas las excepciones que pueden haber debe ser
siempre interpretadas restrictivamente, pues de ello dependerá seguir afir-
mando que la práctica de pruebas en el juicio oral es un principio general y
por ello no debemos darle mayor amplitud a esas excepciones.

4.1.2. Principio de contradicción


El principio de contradicción guía básicamente todo el desarrollo
del juicio oral, pero esencialmente la actividad probatoria, pues otorga la
posibilidad a los sujetos procesales de realizar sus planteamientos, aportar
pruebas, discutirlas, debatirlas, realizar las argumentaciones iniciales, fi-
nales y realizar opiniones ante cuestiones incidentales, etc.
Pero esta contradicción que tiene como escenario el juicio oral, no se
realiza de manera arbitraria por una de las partes, sino con el debido respe-
to a una de las exigencias del principio acusatorio, es decir, al principio de
igualdad de armas que deben tener las partes en debate contradictorio'427', y
que tiene relación directa con el derecho de defensa reconocido
constitucionalmente en el art. 139. Inciso 14.
Luigi FERRAJOLI, señala: "... que se admita su papel contradictor en
todo momento y grado de procedimiento y en relación con cualquier acto
probatorio, de los experimentos judiciales y las pericias, al interrogatorio

(426) BAYTELMAN y otros. Desafíos en la Reforma Procesal Penal en el Contexto Latinoameri-


cano. Ob Cit. p. 7
(427) GUERRERO PERALTA, Osear Julián. Fundamentos Teórico Constitucionales del Nuevo Pro-
ceso Penal. Ob. Cit. p. 98.

335
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

del imputado, desde los reconocimientos hasta las declaraciones


testificales y los careos."(428,
Cesar SAN MARTÍN CASTRO, lo comprende dentro de las Garantías
Procesales Genéricas: "el derecho de defensa de toda persona nace, según
el texto constitucional, desde que es citada o detenida por la autoridad. Ello
significa que surge con la mera determinación del imputado: no hace falta
que exista una decisión nominal o formal al respecto, basta que, (...) se le
vincule con la comisión de un delito...,,{m).
Julio B. J. MArER, señala: "...se trata del derecho de defender un in-
terés legítimo frente a la expectativa de una decisión estatal sobre él, sea
porque se pretende algo o porque al contrario, nos oponemos a esa preten-
sión, requiriendo que ella no prospere...,,(-m)
Alberto BINDER indica: "el derecho de defensa cumple... un papel
particular: por una parte, actúa en forma conjunta con las demás garantías;
por la otra, es la garantía que torna operativas a todas las demás. Por ello,
el derecho de defensa no puede ser puesto en el mismo plano que las otras
garantías procesales. La inviolabilidad del derecho de defensa es la
garantía fundamental con la que cuenta el ciudadano, porque es el único
que permite que las demás garantías tengan vigencia concreta dentro del
proceso penal.'^430
En una forma conciliadora compartimos la opinión de todos los au-
tores precitados, pero resaltamos la posición de Alberto BINDER. Ya que no
olvidemos que el derecho de defensa del imputado, más que una garantía
primaria o epistemológicas como lo señala Luigi FERRAJOLI, es un principio
o derecho personal fundamental universalmente reconocido. Y como res-
paldo a esta afirmación tenemos los Convenios y Tratados sobre Derechos
Humanos que lo comprenden, como son:
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su art. 14.3.d
señala: "toda persona acusada de un delito tendrá derecho a defenderse

(428) FERRAJOLI, Luigi. Derecho y Razón, p. 614.


(429) SAN MARTÍN CASTRO, Cesar. Derecho Procesal Penal. Vol. I. ob. Cit. p. 70.
(430) MAIER B.J., Julio. Derecho Procesal Penal. T. I. Ob. Cit. p. 543.
(431) BINDER, Alberto. Introducción al Derecho Procesal Penal. Ob. Cit. p. 151.

336
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

personalmente o ser asistida por un defensor de su elección: a ser informa-


da. Si no tuviera defensor, del derecho que le asiste a tenerlo y, siempre que
el interés de la justicia lo exija. A que se le nombre defensor de oficio..."
La Convención Americana de Derechos Humanos en su art. 8.2.d,
señala: "derecho del inculpado a defenderse personalmente o de ser asisti-
do por un defensor de su elección y de comunicarse libre y privadamente
con su defensor"
La Convención Europea de Derechos Humanos en su art. 6.3.c: "...
derecho a defenderse personalmente o tener la asistencia de un defensor
de su elección y, si no tiene los medios para retribuir a su defensor, podrá
ser asistido gratuitamente por un abogado de oficio, cuando lo exijan los
intereses de la justicia."
Esta garantía de defensa o principio de contradicción obliga al juzga-
dor como tercero imparcial conceder a cada sujeto procesal la argumenta-
ción y contradicción de su tesis o antítesis, que vienen a ser los argumentos
de la acusación y la defensa.
El nuevo Código Procesal Penal del 2004 establece de manera expre-
sa el Derecho de Defensa, en el Art. IX del Título Preliminar, la cual señala
que: "toda persona tiene derecho inviolable e irrestricto a que se le informe
de sus derechos, a que se le comunique de inmediato y detalladamente la
imputación formulada en su contra, y a ser asistido por su abogado de-
fensor de su elección o en su caso, por un abogado de oficio (...) también
tiene derecho a que se le conceda un tiempo razonable para que prepare su
defensa; a ejercer su autodefensa material; a intervenir, en plena igualdad,
en la actividad probatoria..."
La contradicción permite también que el Juez pueda aceptar una in-
formación que ha sido debidamente procesada y puesta a prueba. Previa-
mente la trasladará a la contraparte para que sea quien logre desmentirla o
desvirtuarla utilizando toda su capacidad para contradecirla, a través del
contraexamen.
Por tanto a los jueces les debe interesar que la contraparte realice
cabalmente su rol, para resolver con las mejores garantías el caso concreto,
ya que una prueba sometida a contradicción es una prueba de mejor cali-
dad.

337
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

De igual forma BAYTELMAN(432) refiriéndose al principio de


contradicción señala que lo que le interesa al sistema es que la contraparte
ejerza fieramente este rol de testear la prueba, relativizarla o desmentirla y
se le entrega esta tarea a la contraparte quien esta interesada más que
nadie en realizar su mejor esfuerzo profesional para testear la prueba
ofrecida, no se trata de una concesión graciosa para que comente la prueba
o participe formalmente en ella, sino que la contradiga furiosamente de tal
manera que la información que quede sea la mejor para resolver, pues la
prueba luego de un contra examen nunca termina siendo la misma, por
ello los jueces deben evitar utilizar toda información que no es susceptible
de ser contra examinada pues ella no ofrece garantías mínimas de calidad.
Continua el autor señalando al respecto que: "para que la informa-
ción sea mínimamente confiable debemos ponerla a prueba; debemos pro-
curar que alguien haga todo lo posible por falsearla, por demostrar que no
es exacta o que hay aspectos de ella que pueden ser interpretados de otra
manera. Nos interesa, en consecuencia, que alguien haga todo lo que este
técnicamente a su alcance por poner a prueba dicha información, relativi-
zarla o desmentirla...'^433)
Por tanto, un contraexamen debe intentar lograr desvirtuar la infor-
mación ofrecida para la contraparte, arrojando otras versiones sobre la in-
formación ofrecida y si dichos matices o versiones no logran desvirtuar la
información principal o medular, de la prueba aportada, entonces los
jueces tienen una información confiable de alta calidad para la motivación
de su sentencia. Si por el contrario, logran desvirtuar sustancialmente la
información ofrecida de la prueba existente debido a la contradicción en el
juicio, los jueces deben de rechazarla, como también las informaciones
que no se someten a este contraexamen público ya que no serían cubiertas
de la más mínima calidad.
Se vulnera el principio de contradicción cuando alguien pretende
ingresar al juicio oral, declaraciones por escrito a través de la lectura en el
Juicio Oral. Afectando lo sostenido, ya que el papel no puede ser con-
traexaminado y no concurre el órgano de prueba que intervino en la elabo-

(432) BAYTELMAN y otros. Desafíos en la Reforma Procesal Penal en el Contexto Latinoameri-


cano. Ob Cit. p. 8.
(433) Ibídem.

338
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

ración del documento para responder por él, produciendo que los jueces no
logren conocer la calidad de dicha información.
Esto es lo que se denomina proceso de depuración de la información,
que solo se logra con un contraexamen en un juicio oral, público y contra-
dictorio. Por ello creemos acertado que el nuevo código haya previsto el
interrogatorio directo en el artículo 375. 3 y el contrainterrogatorio en el
artículo 378. 8.
La aplicación del principio de contradicción en el juicio oral, da mu-
cha claridad al juzgador al apreciar el debate entre ambas partes, el Fiscal
como acusador público formula su acusación frente al acusado y su abo-
gado defensor. Pero el fiscal, como representante del Ministerio Público,
tiene la titularidad de la acción penal y por ende, la carga de la prueba o la
carga de probar pero en sentido material. Ya que ambas son necesidades
del imperio de la propia ley. En cambio el imputado, tiene un derecho de
defensa tanto de manera material y subjetiva, que lo realiza por medio de
su defensor, ya que el imputado tiene el derecho subjetivo que le da la ne-
cesidad de probar su situación jurídica.
Este principio que nos lleva a una bilateralidad, en igualdad de ar-
mas, presupone una defensa tanto material como técnica; la primera: se
da cuando es el propio procesado quien tiene la posibilidad efectiva de
defenderse sobre las imputaciones en su contra; la segunda: cuando tiene
la posibilidad de elegir un defensor (abogado) y, en caso de deficiencia eco-
nómica el estado le otorgará un defensor de oficio.
Luigi FERRAJOLI señala: "...es evidente que el método acusatorio, fun-
dado en el contradictorio entre pruebas per modus ponens y refutaciones
per modus tollens, es una condición necesaria (aunque no suficiente) del
modelo cognoscitivo; según este modelo... los actos jurisdiccionales -in-
criminaciones, mandamientos, pericias, informes, requerimientos, requi-
sitorias, alegatos defensivos, autos y, sobre todo, sentencias- constan, en
efecto, de proposiciones asertivas, susceptibles de verificación y refuta-
ción... y esto requiere procedimientos de control mediante prueba y refuta-
ción, que solo un proceso de partes fundado sobre el conflicto institucional
entre acusación y defensa puede garantizar.'*434'

(434) FERRAJOLI, Luigi, Ob. Cit. p.542.

339
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

VIVAS USSHER(435) expresa que el principio de contradicción significa la


garantía formal para la obtención de un fallo legítimamente pronunciado
pues garantiza la posibilidad de contestar las afirmaciones de la contraparte
y el control en la producción de pruebas.
GUERRERO PERALTA<436> al respecto señala que la introducción del
principio de contradicción replantea problemas fundamentales de la con-
cepción que se tenga del proceso penal, en el sentido de considerar al pro-
ceso como el escenario dispuesto legalmente para que se enfrenten dos
posiciones "acusador y defensa" o, por el contrario, un escenario dispuesto
para la realización material de la justicia a través de arbitrio de los jueces
entre dos partes.
De esa manera también lo considera MAIER(437) al señalar que con-
cluida la instrucción, en cambio aparece en toda su magnitud el ideal de
otorgar posibilidades parejas al acusado respecto del acusador. El juicio o
procedimiento principal, es, idealmente, el momento o periodo procesal en
el cual el acusador y el acusado se enfrentan a la manera del proceso de
partes, en presencia de un equilibrio procesal manifiesto. Tanto es así que
las facultades que se otorgan a uno y a otro son paralelas o, si se quiere, las
otorgadas a uno resultan ser reflejo de las concedidas a otro: la acusación
provoca la contestación del acusado; ambos valoran prueba recibida para
indicar al tribunal el sentido en que debe ejercer su poder de decisión
Asimismo CAFFERATA ÑORES nos señala que del principio de con-
tradicción es la derivación del principio de plena igualdad entre acusador
y acusado en orden a sus atribuciones procesales que favorece la mayor
imparcialidad de los jueces, y que el contradictorio determinará que el co-
nocimiento que los jueces necesitan para sentenciar sea proporcionado por
la prueba ofrecida por el acusador y por el contraste argumental del punto
de vista de la otra parte, lo que le llevará a sustentar sentencias de mayor
calidad. Pues como señala Andrés BAYTELMAN la contradicción surge de la
idea de que para la información sea más confiable debemos poner a prueba

(435) VIVAS USSHER, Gustavo. Manual de Derecho Procesal Penal. Editorial Alveroni Ediciones.
Cordova 1999. p.127
(436) GUERRERO PERALTA, Osear Julián. Fundamentos Teóricos Constitucionales del Nuevo
Proceso Penal. Ob. Cit. p. 98.
(437) MAIER, Julio B.J. Derecho Procesal Penal. T. I. Ob. Cit. p. 579.

340
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

a ésta y procurar que alguien haga todo lo posible por falsearla o interpre-
tarla de otra manera.
Así BAYTELMAN<438) señala que si se supera este test, esta prueba con
éxito entonces garantizará que la misma es de altísima calidad, pues el
principio de contradictoriedad garantiza que el sistema haga todo lo posi-
ble para poner a prueba la información que se presenta en el debate, pues
al sistema le interesa que la contraparte despliegue su mejor esfuerzo pro-
fesional para testear la prueba ofrecida, y le interesa además ofrecerle un
entorno de condiciones que le permita y o incentive a realizar esta labor
destructiva todo y lo mejor que pueda.
Que la contraparte participe en la contradicción de la prueba supone
una garantía del principio de contradicción, y contribuye a que haya mejor
información para resolver, pues de esta manera toda información o prueba
que tenga una parte debe ser contraexaminada por la otra parte, debe ser
sometido a un test de contradictoriedad para ser información confiable.
La prueba en sí misma, presentada de parte es parcial y representa
solo una versión, pero luego de un buen contraexamen, es recién que se
arroja sobre la misma información nuevos e incluso detalles de ellos, por
ello se debe evitar utilizar información que no sea susceptible de ser contra
examinada pues ello no ofrece garantías mínimas de calidad.
La contradictoriedad es una manifestación central y específica del
derecho de defensa, puesto que el juicio oral es básicamente un test de ca-
lidad de la información que presenta el Ministerio Público en la acusación,
entonces, el derecho de defensa solo existe si dicha información puede ser
completa y libremente controvertida por el acusado y su representante,
pero al sistema también le interesa que la información incorporada por la
defensa cumpla estándares de calidad - especialmente cuando la defensa
presenta un caso afirmativo, como la coartada o la legítima defensa.
.En ese sentido al sistema le interesa que las partes tenga todo el
espacio posible y razonable para contribuir en la producción de 'informa-
ción dentro el juicio, de manera que los jueces con la mayor cantidad y la
mejor calidad posible de información puedan decidir el caso. De ahí que la

(438) BAYTELMAN y otros. Desafíos en la Reforma Procesal Penal en el Contexto Latinoameri-


cano. Ob Cit. p. 8.

341
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

contradicción de las partes debe darse en un contexto que asegura el juego


justo con plenas garantías y el debido respeto a los principios, en ese sen-
tido se debe asegurar la igualdad de armas, se debe maximizar el debate y
ofrecer igualdad de oportunidades y controlar los excesos.
La contradicción tiene muchas manifestaciones y entre ellas tene-
mos las posibilidad de contra examinar a los testigos y la posibilidad de
objetar las preguntas de la contraparte cuando son ilegítimamente formu-
ladas(439). Podemos decir que se produce también la contradictoriedad a
través del examen directo y del contra examen del testigo o perito, en el
caso del examen directo se trata de un testigo o de un perito que concurre
a declarar llamado por un parte y por lo general comprometido con ella,
de ahí que toda la información, versiones, detalles y matices que ellos nos
podrán aportado enjuicio y que podrá perjudicar el caso de la otra parte lo
podemos obtener cuando interrogamos a la contra parte y así pondremos a
los jueces en mejores condiciones para evaluar dicha información. Pero
tanto en el contra interrogatorio como en el interrogatorio están prohibidas
las preguntas que sean engañosas o capciosas para el testigo o para el
perito y de cuidar que no produzca ello ser encargaran las partes con el
contrainterrogatorio, pues el juez solo podrá intervenir para pedir que se
aclare algo oscuro o confuso.
Teresa ARMENTA DEU señala que una exigencia de contradicción tiene
otra manifestación importante en relación con las posibles modificaciones
del objeto del debate en la fase del juicio oral; la congruencia y el principio
acusatorio en el proceso penal limitan de una parte la resolución judicial
al marco de la acción penal (el sujeto y los hechos) y, de otra, impiden que
el juez se exceda en su juicio mas allá de lo que fue objeto acusación (una
de las facetas de incongruencia), pues de lo contrario se convertiría en
acusador, pues para poder ser modificado este objeto se exige que el juez
lo someta al conocimiento de la otra parte para su contradicción.
La parte contra la que se oponga una prueba debe tener la oportuni-
dad procesal de conocerla y discutirla, por ello, cuando el fiscal en la etapa
intermedia ofrece sus pruebas de cargo se le da un plazo de 10 días al abo-

(439) BAYTELMAN y otros. Desafíos en la Reforma Procesal Penal en el Contexto Latinoameri-


cano. ObCit. p. 12.

342
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

gado defensor para que ofrezca sus pruebas de descargo y puede discutir
la prueba de cargo.
MIXÁN MASS(440) nos dice sobre la contradicción que es lo medular en el
juicio oral y viene a ser el fundamento de la ineludible designación del
defensor del acusado a fin de que, en correlación de opuestos, efectúe con-
trol técnico jurídico de la acusación, durante el juicio oral, ya sea aportan-
do nuevas pruebas, refutando las preexistentes, orientando a su defendido
o contra argumentando. Asimismo el contradictorio obliga al director de
debates a poner en conocimiento de los demás sujetos procesales el pedido
o medio de prueba presentado por alguno de ellos.
Refiriéndose al principio de contradicción nos dice Clara OLMEDO
que el contradictorio consiste en el recíproco control de la actividad proce-
sal, y la oposición de argumentos y razones entre los contendientes sobre
las diversas cuestiones introducida (441). Así pues el contradictorio garantiza la
recepción de la prueba bajo el control de todo los sujetos del proceso, con
el fin de que ellos tengan la posibilidad de intervenir en esa recepción
haciendo preguntas y observaciones, solicitando aclaraciones, vigilando la
forma en que la prueba se introduce al proceso, apreciando la manera que
las demás partes realizan esa misma labor y luego, debe garantizarse que
puedan evaluar las pruebas para apoyar sus conclusiones (442).
Así, podemos concluir con lo que acertadamente señala Víctor BUR-
GOS MARIÑO(443) pues en realidad este derecho de contradicción comporta la
exigencia de que ambas partes, acusadora y acusado, tengan la posi-
bilidad efectiva de comparecer o acceder a la jurisdicción a fin de hacer
valer sus respectivas pretensiones, mediante la introducción de los hechos
que las fundamentes y su correspondiente práctica de la prueba. Y que el
principio de contradicción es inherente al derecho de defensa y por tanto
al principio de igualdad de armas al permitir a la defensa contradecir la
prueba de cargo pudiendo acceder a cualquier prueba y alegar cuanto se
considere oportuno al respecto, evidentemente con la legítima finalidad

(440) MIXÁN MASS, Florencio. Derecho Procesal Penal. Juicio Oral. Editorial ediciones BGL.
Trujillo2003.p. 69.
(441) CLARIÁ OLMEDO, Jorge. Tratado de Derecho Procesal Penal, Editorial Rubinzal- Culzoni
Editores. Tomo IV. Buenos Aires 1967. p. 260
(442) GONZÁLES ÁLVAREZ, Daniel. Ob. Cit..p.l3
(443) BURGOS MARINO, Víctor. Derecho Procesal Penal. T. I. Ob. Cit. p. 94.

343
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

de poder influir sobre la decisión del juez de forma que se favorezca sus
propios intereses(444).
En síntesis podemos señalar que el principio de contradicción si bien
se manifiesta principalmente en su máximo esplendor en el juicio oral, en
menor medida también se debe considerar en las etapas anteriores, espe-
cialmente en la audiencia preliminar, ya que como consecuencia del res-
peto de este principio es posible la vigencia en el proceso del derecho de
defensa y de la igualdad de armas que debe regir el desarrollo de todo el
juicio.

4.1.3. Principio de oralidad


Como sabemos la oralidad es uno de los instrumentos que de mayor
expansión y antigüedad se utilizó en el mundo para comunicarnos, al
menos desde la civilizaciones antiguas, pues la palabra hablada constituye
una de las formas más primigenias para resolver conflictos, así por ejemplo
cuando hay peleas de hermanos en una familia no se cursa comunicación
escrita al padre para que solucione el conflicto, sino que a través de la
oralidad se hace la queja directamente, pues este representa la forma ori-
ginaria de transmitir información y solucionar conflictos, sin embargo con
el crecimiento de las ciudades, fue en la Roma imperial con la Apellatio y
suplicatio que se implantó un sistema basado en la escritura, pero incluso
en el primitivo derecho germano se practicó la oralidad en el proceso, el
cual duró específicamente solo hasta la hegemonía del derecho romano
canónico, que llegó al extremo, a partir de la famosa decretal de 1216 del
Papa Inocencio III con el que se consagró el principio del "quod non est in
actis non est in mundo'''' dejándose de lado la oralidad en el proceso desde
entonces imponiéndose la escritura que empieza a dominar. El acto pro-
cesal que independientemente de la intervención del juez aparece la figura
del notario que es quien redacta el protocolo, concluyéndose que toda sen-
tencia para que sea válida debe basarse sobre actas
Posteriormente con el surgimiento de las ideas liberales producto de
la Revolución Francesa se advirtió las arbitrariedades y abusos que se
cometían bajo el amparo del juicio secreto y escrito, pues el juicio era una

(444) JAÉN VALLEJO, Manuel. Los Derechos del Proceso Penal, (en) RENGIFO MARÍN, Hilda Mary.
La Oralidad en el Proceso Penal. Editorial jurídica de Colombia. Medellín 2005. p. 202

344
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

mera prolongación del sumario, oponiéndose a los principios de oralidad


y publicidad que se vieron reivindicados producto del reconocimiento y
protección de los derechos fundamentales como el respeto a la dignidad de
las personas, a la libertad y a la solidaridad.
De esta forma el principio de oralidad se viene a convertir en uno de
los pilares más importantes del sistema acusatorio, que representa una ga-
rantía para el reconocimiento y protección de los derechos fundamentales
en el curso de un proceso penal. Al respecto señala ROXIN que un proceso
es oral, si la fundamentación de la sentencia se realiza exclusivamente en
base a la materialidad de los hechos introducidos verbalmente en el
juicio(445).
Cuando hablamos del principio de oralidad nos referimos a que los
actos procesales deben ser predominantemente hablados y que la interven-
ción y la comunicación de los sujetos procesales deben realizarse a través
de la oralidad, sin perjuicio de que lo actuado en el juicio quede en actas,
pues actualmente no cabe hablar de un proceso exclusivamente oral o ex-
clusivamente escrito.
La oralidad además debe ser un instrumento principal que produce
la comunicación oral entre las partes, con la oralidad se puede captar el
mensaje en vivo y directo y podemos apreciar necesariamente la comuni-
cación corporal a través de los gestos, los ademanes y el nerviosismo que
puede mostrar la persona al hablar.
La importancia de que un proceso sea eminentemente oral es que la
oralidad constituye la mejor forma de comunicación, de manera clara y
sencilla para el óptimo desarrollo de un Juicio. Y a la vez, necesariamente,
a través de ella se cumplirían con seguridad los principios de publicidad e
inmediación.
Alberto BINDER indica: "...si se utiliza la palabra hablada, las perso-
nas deben de estar presentes (inmediación) y, además, se comunican de un
modo que es fácilmente controlable por otras personas (publicidad)..."(446)
Siguiendo la misma idea señala Daniel GONZÁLES ÁLVAREZ(447) que la ora-

(445) ROXIN, Claus. Derecho Procesal Penal. Ob. Cit. p. 358


(446) BINDER, Alberto, Introducción al Derecho Procesal Penal. Ob. Cit. p. 97.
(447) GONZÁLES ÁLVAREZ, Daniel. Ob. Cit. p. 202.

345
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

lidad es el mejor instrumento para realizarse los principios básicos y las


garantías con las cuales deben ser juzgadas las personas acusadas de un
delito respetando sus derechos fundamentales reconocidos por la Cons-
titución y los tratados internacionales en materia de derechos humanos.
Como vemos, con la Oralidad se puede alcanzar una protección a la
persona, pues llega a ser el instrumento o medio principal y medular del
enjuiciamiento y principalmente es el vehículo que permite la realización
de los otros principios como, la contradicción, la inmediación y la publi-
cidad.
Como bien sabemos el famoso jurista argentino Alberto BINDER
considera a la oralidad como instrumento y no como un principio, así,
hace estas consideraciones que en sus palabras dice: "...se debe diferenciar
muy bien lo que es un instrumento, de lo que es un principio. La oralidad
es un instrumento, un mecanismo; la inmediación o la publicidad son
principios políticos y garantías que estructuran al proceso penal."*448'
Por tal razón, compartimos dicha idea, sin quitarle la debida impor-
tancia a la Oralidad, por señalarlo como instrumento y no como principio.
Al contrario, es tan importante como éstos señala el autor. Pues la oralidad
hace posible la realización máxima de los principio de inmediación, con-
tradicción y publicidad.
Entonces la oralidad resulta ser un mecanismo o instrumento, que
propicia la publicidad e inmediación. Ya que no hay principios superiores
o mejores que otros. Por ello Alberto BINDER define a la oralidad "como un
mecanismo que genera un sistema de comunicación entre el juez, y las par-
tes y los medios de prueba, que permiten descubrir la verdad de un modo
más eficaz y controlado."*449'
Evidentemente, este instrumento va de la mano con la garantía de
publicidad, ya que produce la transparencia, celeridad y defensa plena de
quien es acusado en un proceso, además da un control social de su desa-
rrollo. Y es propio del sistema acusatorio que obliga la participación inme-
diata de todos los actores en audiencia.

(448) BINDER, Alberto, Introducción al Derecho Procesal Penal. Ob. Cit. p. 96.
(449) Ibídem. p. 90.

346
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

Luigi FERRAJOLI en la misma línea, lo denomina como la garantía


instrumental o secundaria, que contiene necesariamente la inmediación y
concentración, así como la garantía de garantías: "La oralidad del juicio
está estrechamente vinculada a la publicidad, de la que representa la
principal garantía. La forma hablada, en efecto, implica necesariamente la
publicidad...'*450^
La importancia de la oralidad resulta ser trascendental para la
realización de una audiencia pública, como lo señala la Corte Europea de
Derechos Humanos en el caso Bakker Vs. Austria, el 10 de abril de 2003,
donde el recurrente al amparo del artículo 6 de la Convención Europea de
Derechos Humanos solicita ser sometido a una audiencia oral como una
garantía del debido proceso y tal Tribunal Internacional establece esa
obligación.
Y en ese sentido se debe interpretar también la Convención Ameri-
cana de Derechos Humanos, en su artículo 8, inciso 1, así como el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su artículo 14 cuando
establece que toda persona tiene derecho a ser oída públicamente y con
todas las garantías, así pues todas las personas imputadas o acusadas de
un hecho punible tienen derecho a un proceso garantista con el respeto al
debido proceso, es decir, a ser juzgados en un juicio oral, público y con-
tradictorio.
Sobre el particular MIXÁN MASs(45,)sefiala que el principio de oralidad
impone el deber de emplear el lenguaje oral durante el inicio, desarrollo y
finalización del juzgamiento oral, sin perjuicio de la documentación por
escrito de los actos procesales constitutivos de la audiencia.
En cuanto a su regulación el NCPP 2004 más garantista en este as
pecto ha establecido expresamente en su Art. 361 "la audiencia se
realizará oralmente y se documentará en acta . ", esta expresión audiencia,
creemos que no solo abarca la audiencia principal que es la del juicio oral
sino también la audiencia de control de acusación, la audiencia de control
de sobreseimiento, la audiencia donde se evalúa si hay mérito para emitir
un auto de prisión privativa de libertad, etc. Asimismo, el código establece
también la posibilidad de que la audiencia podrá registrarse mediante un

(450) FERRAJOLI, Luigi, Ob. Cit. p. 619.


(451) MIXÁN MASS, Florencio. Derecho Procesal Penal. Juicio Oral. Ob. Cit. p.44.

347
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

medio técnico, según el Reglamento que al efecto dicte el órgano de go-


bierno del Poder Judicial.
Por lo tanto, la oralidad resulta ser el mejor medio o mecanismo para
la práctica de la prueba, ya que es a través de la misma que se expresan
tanto las partes, como los testigos y peritos. Acertada la regulación del
nuevo código en la cual se puede interpretar que la oralidad no significa la
mera lectura de escritos, declaraciones, actas y dictámenes, etc., que
afectarían la inmediación y el contradictorio. Por el contrario, la oralidad
es la declaración sobre la base de la memoria del imputado, víctima, testi-
gos y peritos, que deben ser oídas directamente por las partes y los jueces,
pues es ahí donde valorarán si mienten o no. Solo por excepción permitirá
la oralización de ciertos medios de prueba que sean irreproducibles en el
juicio oral, por su estado de urgencia y necesidad.
En ese sentido el juzgador debe declarar verbalmente la apertura del
juicio oral y también conducir oralmente el juzgamiento, por otro lado, el
fiscal debe interrogar verbalmente y, sostiene verbalmente su acusación lo
propio hará también el abogado defensor del acusado, el acusado, la parte
civil, el tercero responsable civilmente, todos los sujetos procesales deben
emplear el lenguaje fónico para interrogar, pedir, refutar, fundamentar su
defensa, etc.; sin perjuicio, en caso necesario, de presentar por escrito sus
conclusiones. El acusado contestará oralmente las preguntas, salvo casos
excepcionales, sea mudo, tenga afasia pero sepa escribir. Incluso los tes-
tigos absolverán el interrogatorio mediante la expresión oral, y los peritos
expresarán su dictamen mediante a expresión hablada.
Dentro del marco legal la oralidad se encuentra reconocida no solo
por la legislación interna sino también por tratados internacionales cele-
brados por el Perú y que por lo tanto forman parte de nuestro ordenamiento
jurídico interno.
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su Art.
14.3 prescribe declarativamente: "Durante el proceso, toda persona acusa-
da de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las siguientes garan-
tías; "f. A ser asistido gratuitamente sino comprende o no habla el idioma
del tribunal".

348
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

La Convención Americana sobre derechos Humanos, en su Art. 8


bajo el subtítulo "garantías judiciales, inciso 2 párrafo "a" prescribe:
"Derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o
por el intérprete, si no comprende o habla el idioma del juzgado o
tribunal"
Es así pues que la doctrina admite la oralidad señalando que esta
tiene como significado que la sentencia solo puede fundarse en lo que ha
sido materia del proceso realizado en forma oral pues desde siempre la
oralidad es el modo más natural de resolver los conflictos, es el ins-
trumento primigeniamente utilizado para administrar justicia en grupos
pequeños o en familias. La oralidad es un mecanismo que genera un sis-
tema de comunicación entre el juez, las partes y los medios de prueba,
que permiten descubrir la verdad de un modo más eficaz y controlado
BINDER acertadamente señala que la oralidad es un mecanismo
previsto para garantizar ciertos principios básicos del juicio penal. Se
sirve, en especial, para preservar los principios de inmediación, publici-
dad del juicio y personalización de función judicial (452).
Por su parte MIXÁN MASS indica que "la oralidad impone un deber
jurídico de emplear el lenguaje oral durante el inicio, desarrollo y finali-
zación del juzgamiento, sin perjurio de la documentación por escrito de
los actos procesales constitutivos en la audiencia"(453).
En Nuestro actual proceso ordinario si bien su segunda etapa pro-
cesal es llamado juicio oral, las sentencias en su inmensa mayoría, son
consecuencias de la lectura de actas, mas no de las audiencias orales. La
excesiva carga procesal y la habitualidad en la suspensión de audiencias,
han convertido al juicio oral en un procedimiento compuesto por un sin
número de mini audiencias o audiencias diminutas, que terminan por
desvanecer el aporte del principio de inmediación y hacer depender a los
jueces del contenido del expediente (454).

(452) BINDER, Alberto M. "Iniciación al Proceso Penal Acusatorio para Auxiliares de Justicia".
Editorial Alternativas. Lima p. 7.
(453) MIXÁN MASS, Florencio. Derecho Procesal Penal. Juicio Oral. Ob. Cit. p. 44.
(454) BURGOS MARINO, Víctor. Derecho Procesal Peruano. T. I. Ob. Cit. p. 101.

349
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

SCHMIDT al igual que ROXIN establece: "El principio de oralidad,


según la doctrina general hoy admitida, tiene como significado que la
sentencia solo se pueda fundar en lo que ha sido materia del proceso"(455).
La oralidad se manifiesta en la audiencia principal instándose a que
toda petición o cuestión propuesta en audiencia será argumentada oral-
mente, al igual que la recepción de las pruebas y, en general, toda inter-
vención de quienes participan en ella y, establece rígidamente que está
prohibido dar lectura a escritos presentados con tal fin, salvo quienes no
puedan hablar o no lo supieren hacer en el idioma castellano, en cuyo caso
intervendrán por escrito, salvo que lo hagan por medio de intérprete.
De esa misma manera también las resoluciones serán dictadas y fun-
damentadas verbalmente. Se entenderán notificadas desde el momento de
su pronunciamiento, debiendo constar su registro en el acta. Esperemos
que con estas normas más expresas referentes a la oralidad dejemos de
lado esa caracterización de denominar a un proceso como oral, cuando lo
cierto es que ha durado varios meses, incluso años a la investigación poli-
cial que como sabemos es eminentemente escrita y reservada, a la instruc-
ción judicial, a las actuaciones preparatorias del juicio, y luego precedido
por un debate de unas horas de duración, al final afirmamos que existe un
proceso oral, cuando lo cierto es que ha sido fundamentalmente escrito,
con un final de oralidad(456).
La oralidad contribuye de esta forma a la desformalización de la
justicia penal, pues actualmente el proceso penal es excesivamente formal,
donde lo rutinario, lo incidental, lo superfluo adquiere cada vez mayor
trascendencia y se deja cada vez más lejos, el conflicto social que le dio
origen y el conflicto social que provoca su propia existencia además pone
en evidencia con mayor sustento los graves problemas de administración
de justicia como la corrupción y el falso testimonio. Sin percibir que con
la práctica de la oralidad se hace posible otros principios como la concen-
tración que ayudarían al descongestionamiento que tanta falta le hace al
proceso penal, pues es a través de la oralidad que se logra la brevedad de
los juicios y desaparece la dispersión a la que conllevan los actos procesa-
les escritos.

(455) MIXÁN MASS, Florencio. Derecho Procesal Penal. Juicio Oral. Ob Cit. p.45
(456) GONZÁLES ÁLVAREZ, Daniel. Ob. Cit. p. 8.

350
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

4.1.4. Principio de publicidad.


La publicidad del juzgamiento fue practicada en la antigua Grecia y
Roma democrática esclavista, pero posteriormente los estados anárquicos
entre ellos los feudales y luego los absolutistas abolieron el principio de
publicidad y los sustituyeron con el secreto que era inherente al sistema
procesal inquisitivo que adoptaron como mecanismo necesario para el
ejercicio autoritario del poder estatal. Fue en 1789 con la revolución fran-
cesa que significó la evolución de ideas políticas, filosóficas y jurídicas que
reestablecieron el principio de publicidad con connotaciones evolutivas.
Publicidad y oralidad representan banderas que presiden la trans-
formación del procedimiento inquisitivo durante el siglo XIX en Europa
Continental. Esas banderas resumían el proyecto político del iluminismo
en materia procesal penal y presidían, junto a otras -la supresión de los
métodos crueles para la investigación de la verdad, convicción intima para
valorar las pruebas, libertad de defensa, colaboración popular en la admi-
nistración de justicia - emanadas de la afirmación del respeto a la dignidad
humana, la reacción contra la inquisición057^.
Así pues, la publicidad equivale a la posibilidad de percepción de las
actuaciones verificadas por y ante el tribunal por personas que no forman
parte del mismo. En ese sentido estamos convencidos que representa la
garantía más idónea para que un proceso se lleve a cabo acorde con las
Normas Internacionales de Derechos Humanos y Constitución Política del
Estado que velan por un debido proceso.
En ese sentido, la publicidad implica que el juzgamiento debe lle-
varse a cabo públicamente con transparencia, facilitando que cualquier
persona o colectivo tengan conocimiento de cómo se realiza un juicio oral
contra cualquier persona acusada por un delito y controlen la posible arbi-
trariedad de los jueces.
De ahí que la publicidad es imprescindible frente a la necesidad de
que los jueces asuman un mayor protagonismo social, en relación con la
solución de conflicto, que se dejen de lado la delegación de tareas jurisdic-
cionales más importantes, que los perciban los ciudadanos ejerciendo su

(457) MAÍER B. J, Julio. Derecho Procesal Penal. T. I: p. 40.

351
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

funciones, que asuman mayor compromiso con la solución de problemas


que mas afectan a los habitantes en los que se refiere a la justicia penal.
Este principio tiene un reconocimiento legal muy amplio no solo a
nivel nacional sino también internacional, en ese sentido está principal-
mente previsto en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948,
ratificado por el Perú mediante Resolución Legislativa No 13282 de 5 de
diciembre de 1959 que prescribe en su Art.10 "Toda persona tiene derecho
en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia
por un tribunal independiente e imparcial para la determinación de sus
derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra
ella en materia penal".
Asimismo el Art.10 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos: "Toda persona acusada de delito tiene derecho, en condiciones
iguales, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independien-
te e imparcial para la determinación de sus derechos y obligaciones para el
examen de cualquier acusación contra ella en materia penal".
Asimismo en la Convención Americana de Derechos Humanos o
Pacto de San José de Costa Rica, en su Art. 8 inciso 5: "El proceso penal
debe ser público, salvo en lo que sea necesario para preservar los intereses
de la justicia."
Nuestra Constitución también en el inciso 4 del Art. 139 prescribe
declarativamente: "Los procesos judiciales por responsabilidad de funcio-
narios públicos y, por los delitos cometidos por medio de la prensa y por los
que se refieren a derechos fundamentales garantizados por la constitución,
son siempre públicos".
La importancia de la publicidad radica en ser un control eficaz del
manejo y desarrollo del proceso y funciona como la transmisión del en-
juiciamiento a la Nación, la sociedad tendrá conocimiento si se respeta al
procesado o si por el contrario se le intimida o maltrata con las preguntas,
gestos o inclusive tono de voz que pueden surgir tanto por el juzgador
como por el acusador o si el primero es una persona imparcial o parciali-
zada y si trasmite miedo o justicia.
En síntesis, la publicidad nos da la garantía que los ciudadanos ten-
gan un control sobre la justicia y que las sentencias sean el reflejo de una
deliberación de las pruebas surgidas dentro de un Juicio Oral.

352
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

Alberto BINDER nos dice: "...si la sociedad ha tomado la decisión de


dotar a algunos funcionarios (los jueces) del poder de encerrar a otros se-
res humanos en jaulas (cárceles), ese poder no puede quedar librado a la
arbitrariedad y falto de control. Así como existen innumerables garantías
judiciales que buscan limitar la arbitrariedad, la publicidad del juicio busca
asegurar el control del ejercicio de poder.,,(45S) Por tanto; esta transparencia
que nos da la publicidad permite el control del poder jurisdiccional (de
decisión) y del poder acusatorio fiscal (de requerimiento o persecutor del
delito).
También permite la no delegación de funciones, ya que controlaría
la presencia del juzgador en el desempeño de sus roles, con la verificación
por cualquier persona que tenga conocimiento directo del desarrollo de
dicho juicio.
Esta publicidad existe en el Derecho Comparado en países, con una
clara tendencia a la Cultura Acusatoria, como España que en la Ley de En-
juiciamiento Criminal, en su Titulo III, Capítulo Primero, Art. 680 prevé:
"Los debates del juicio oral serán públicos, bajo pena de nulidad. Podrá,
no obstante, el presidente mandar que las sesiones se celebren a puerta ce-
rrada cuando así lo exijan las razones de moralidad o de orden público, o el
respeto debido a la persona ofendida por el delito o su familia..."
El código de procedimientos penales de 1940 en la primera parte de
su Art. 215 prescribe que "Las audiencias del juicio oral serán publicas
bajo pena de nulidad", pero la publicidad en el procedimiento penal no se
circunscribe exclusivamente al juicio oral, sino que abarca todo el proce-
dimiento lo que varía es la amplitud de su aplicación pues es más amplio
en el juicio oral.
Aun cuando la reserva es característica principal de la investigación
no debemos confundirla con el secreto, pues la reserva en ningún modo
debe ser entendido como secreto para partes intervinientes en el proceso,
sino para los demás sujetos externos al proceso.
Es así que algunos señalan que existe una publicidad general, una
mediata y una inmediata, la primera estaría orientada para todos, la segun-
da exclusivamente, para algunas persona y la última solo para las partes.

(458) BINDER, Alberto. Introducción al Derecho Procesal Pena!. Ob. Cit. p. 104.

353
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

La publicidad se restringe como correlato del principio de reserva de


la investigación, solamente el director de la investigación, el titular de la
carga de la prueba, el procesado y su defensor y alguno que tenga
permisión legal, pueden conocer el tenor de la denuncia, el texto de la
resolución del auto de apertura de investigación, el contenido de la in-
vestigación ya efectuada y el diseño de la actividad de investigación pro-
gramada. Por lo tanto las demás personas los terceros están prohibidos de
acceder a ese conocimiento mientras impere en el caso concreto reserva
de la investigación(459).
La publicidad de los debates no solo da a cualquiera la posibilidad de
ser espectador y oyente, sino también la posibilidad de la divulgación de lo
visto y oído ( la llamada publicidad mediata), justamente esto es lo que se
persigue con la implantación de la publicidad. La publicidad de los debates
no se puede limitar a quienes puedan estar presentes accidentalmente, sino
que debe ser útil a la comunidad a través de la divulgación por consiguien-
te, en la sala de audiencia se debe permitir que se realicen apuntes con ese
fin y se tienen que realizar de tal manera que no perturben el orden durante
el debate.
El NCPP 2004 establece claramente cuales son los principios que
van a regir la etapa de juzgamiento, y ahí prescribe la observancia del
principio de publicidad, la cual representa una garantía para el desarrollo
del juicio oral
En ese sentido tenemos al art. 358, que establece que se cumple con
las condiciones para la publicidad del juicio con la creación de las condicio-
nes apropiadas para que el público y la prensa puedan ingresar a presenciar
la audiencia y para esos efectos se debe cumplir también con determinadas
normas como no portar arma de fuego u otro medio idóneo para agredir o
perturbar el orden. Tampoco pueden ingresar los menores de doce años, o
quien se encuentra ebrio, drogado o sufre grave anomalía psíquica.
Sin embargo, este principio en atención a derechos que se pueden ver
vulnerados por la exposición de determinadas personas al público, esta-
blece restricciones, en ese sentido el Juzgado mediante auto especialmente

(459) MONTERO AROCA, Juan. Derecho Jurisdiccional III. Ob. Cit. p. 50.

354
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

motivado podrá resolver, aún de oficio, que el acto oral se realice total o
parcialmente en privado, en los siguientes casos:
a. Cuando se afecte directamente el pudor, la vida privada o la
integridad física de alguno de los participantes en el juicio;
b. Cuando se afecte gravemente el orden público o la seguridad
nacional;
c. Cuando se afecte los intereses de la justicia o, enunciativamente, pe
ligre un secreto particular, comercial o industrial, cuya revelación
indebida sea punible o cause perjuicio injustificado, así como cuando
sucedan manifestaciones por parte del público que turben el regular
desarrollo de la audiencia;
d. Cuando esté previsto en una norma específica;

El Juzgado también podrá disponer, individual o concurrentemente,


con sujeción al principio de proporcionalidad, las siguientes medidas:
a. Prohibir el acceso u ordenar la salida de determinadas personas de la
Sala de Audiencias cuando afecten el orden y el decoro del juicio;
b. Reducir, en ejercicio de su facultad disciplinaria, el acceso de
público a un número determinado de personas, o, por las razones
fijadas en el numeral anterior, ordenar su salida para la práctica de
pruebas
específicas;
c. Prohibir el acceso de cámaras fotográficas o de filmación, grabado
ras, o cualquier medio de reproducción mecánica o electrónica de
imágenes, sonidos, voces o similares, siempre que considere que su
utilización puede perjudicar los intereses de la justicia y, en especial,
el derecho de las partes.
Desaparecida la causa que motivó la privacidad del juicio se permitirá
el reingreso del público a la Sala de Audiencias. El Juzgado, con criterio
discrecional, podrá imponer a los participantes en el juicio el deber de
guardar secreto sobre los hechos que presenciaren o conocieren.
Los juicios sobre funcionarios públicos, delitos de prensa y los que
se refieran a derechos fundamentales garantizados por la Constitución son
siempre públicos. La sentencia será siempre pública, excepto en los casos
en que el interés de menores de edad exija lo contrario.
355
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

De esta manera es preciso tomar en cuenta la doble faceta del prin-


cipio de publicidad, como derechos de las partes a que le juicio se celebre
ante el público y como derecho del público a contemplar como se adminis-
tra justicia^60'.
Luigi FERRAJOLI señala al principio de publicidad como una Garantía
instrumental, debido a que cumple un rol de control en el cumplimiento de
otras garantías: "...es la que asegura el control, tanto externo como interno,
de la actividad judicial... los procedimientos de formulación de hipótesis y
de determinación de la responsabilidad penal tienen que producirse a la
luz del sol, bajo el control de la opinión pública y, sobre todo, del imputado
y su defensor...461')
Cesar SAN MARTÍN CASTRO señala también a la garantía de publicidad
como una Garantía procesal especifica por la que: "... el público puede
asistir personal o físicamente a las actuaciones judiciales (publicidad in-
mediata) o pude acceder a ellas mediante la interposición de algún medio
de comunicación social (publicidad mediata)."*462)
Ambas posiciones son similares en cuanto a su contenido y finalidad
de la publicidad, la sutil diferencia en cuanto a la denominación que le dan
no es relevante pues siempre lo más importante será lo primero. .
Alberto BINDER señala que la publicidad se relaciona con dos dimen-
siones una función preventiva ligada a los fines de la pena y al fundamento
del castigo y otra ligada al control popular sobre la administración de jus-
ticia. Lo primero se entiende sobre el efecto social provocado en la aplica-
ción del testigo infundiendo miedo o intimidando a las personas para que
no realicen las conductas prohibidas o realicen las conductas mandadas, y
con ello transmitir la vigencia de valores que fundan la convivencia social.
El otro aspecto está relacionado con la limitación de los jueces ante las
eventuales arbitrariedades que pudieran cometer(463). Ello Implica esencial-
mente que se den las condiciones ideales para las personas puedan acceder
al juicio.

(460) GIMENO SENDRA, Vicente y otros. Los Procesos Penales. T. V. p. 298.


(461) FERRAJOLI, Luigi. Ob. Cit. p. 616.
(462) SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal. T. I. Ob. Cit. p. 80.
(463) BINDER, Alberto M. Introducción al Derecho Procesal Penal. Ob. Cit. p. 82.

356
PARTE 1: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

MONTERO AROCA señala que desde el punto de vista social y político,


el principio de publicidad se fundamenta en el deber que asume el Estado
de realizar un juzgamiento transparente, esto es facilitar que la nación co-
nozca porqué, cómo, con qué pruebas, quiénes, etc. realizan el juzgamiento
de un acusado(464).
Es importante establecer ello pues contribuye a evitar la arbitrarie-
dad en la que incurriría el acusador, si el juzgamiento fuera en secreto,
por lo tanto, la publicidad es una de los componentes específicos de las
garantías del debido proceso. Pues permite a la conciencia colectiva actuar
como un poder público difuso de control mediato en pro de la legalidad y
de la legitimidad del juzgamiento oral y contradictorio.
Pues es deber del pueblo velar por la seguridad de la sociedad pero
también porque el acusado sea tratado de acuerdo a lo que le corresponde
jurídicamente como sujeto procesal pues el procesado también tiene dere-
chos que deben ser respetados, y mucho más en un proceso penal donde
está enjuego derechos fundamentales como la libertad.
Muy de acuerdo con lo que señala MONTERO AROCA, no se puede
confundir la bondad de la publicidad auténtica del juzgamiento con la ile-
gítima presión que pretenda ejercer algún sector de alta opinión pública
totalmente parcializada y orientada a mellar la independencia del criterio
funcional del juzgador. Presiones de esa naturaleza son inmorales e in-
constitucionales^655.
La publicidad supone la concurrencia de las personas a la audiencia
que no son partes ni citadas pero sin alterar en ningún modo el orden y la
disciplina caso contrario el juez esta facultado para implantar orden y
disciplina cuando sea conveniente.
Andrés BAYTELMAN señala que la publicidad garantiza que podamos
observar de que manera jueces y abogados realizan su labor en el juicio por
ello representa la cuarta idea fuerza, pues los ciudadanos tienen derecho a
controlar el modo en que los abogados y jueces ejercen dicho poder, las
puertas del tribunal están abiertas para quien quiera presenciar el juicio

(464) MONTERO AROCA, Juan. Derecho Jurisdiccional III. Ob. Cit. p. 49.
(465) Ibídem. p. 51.

357
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

y este principio también tiene como telón de fondo la idea de controlar la


calidad de la información con arreglo a la cual se va juzgar el caso(466).
Teresa ARMENTA DEU señala que la publicidad hace referencia a la
posibilidad de que las actuaciones sean presenciadas por la sociedad, en
general, y por el público asistente, en particular, a través de la conocida
audiencia publica, y remite el quebrantamiento de la publicidad interna al
principio de indefinición. La llamada publicidad interna aquella que se
predica de las partes en el proceso, no se comprende aquí, sino en la pro-
hibición de indefensión*467'.
La publicidad está dada por un lado para proteger a las partes de una
justicia sustraída al control público y, por otro mantener la confianza de la
comunidad en los tribunales, constituyendo en ambos sentidos tal principio
una de las bases del debido proceso y uno de los pilares del estado de derecho.

4.1.5. Concentración
El principio de concentración es una de las manifestaciones del prin-
cipio de oralidad, así algunos autores como MONTERO AROCA señalan que
decir oralidad es también decir concentración tanto que se ha sostenido
que lo que caracteriza a un procedimiento oral es más la concentración,
pues supone que los actos procesales deben de desarrollarse en una sola
audiencia, o en todo caso en algunas pocas audiencias próximas temporal-
mente entre si, con el objetivo evidente de que la manifestación realizada
por las partes ante el juez y las pruebas, permanezcan fielmente en la me-
moria de los jueces a la hora de dictar sentencia(468).
El ideal de todo procedimiento es la concentración, en una sola au-
diencia, de todos los alegatos de las partes, de la proposición y práctica de
pruebas e incluso de resolución del asunto, y que si este ideal es difícilmente
conseguible, la tarea del legislador y del tribunal consiste en aproximar lo
más posible el procedimiento al ideal(469).

(466) BAYTELMAN y otros. Desafíos en la Reforma Procesal Penal en el Contexto Latinoameri-


cano. Ob Cit. p. 13.
(467) ARMENTA DEU, Teresa. Principio Acusatorio y Derecho Penal. Editorial J.M BOSH Edi-
tor. Barcelona 1995. p. 67.
(468) MONTERO AROCA, Juan. Derecho Jurisdiccional I. Parte General. Ob. Cit. p. 380.
(469) Ibídem. p. 380.

358
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

MIXÁN MASS señala que la concentración consiste en que esta debe


realizarse en el tiempo estrictamente necesario según el caso concreto, ni
mucho, ni poco, establece el autor; continúa diciendo, la sesión o sesiones
no deben ser arbitrariamente diminutas ni indebidamente prolongadas, una
adecuada nacionalización del tiempo permitirá el normal debate contra-
dictorio, mediante el normal ejercicio de la función persecutoria, la cabal
contra argumentación de la defensa y el debido conocimiento del caso por
el juzgador. Solo si las audiencias se realizan en el tiempo estrictamente
innecesario se podrá conservar la autenticidad del conocimiento integral
sobre el caso hasta el instante de expedir el fallo(470).
La concentración es un principio necesario para permitir el segui-
miento de los hechos que se juzgan y las pruebas que se actúan, pues exige
que el juicio se realice frente a la presencia de todos los sujetos procesales,
desde el inicio hasta su terminación, de una sola vez y en forma sucesiva,
sin solución de continuidad, con el propósito de que exista la mayor
proximidad entre el momento en que se recibe toda la prueba, formulan las
partes sus argumentación y conclusiones sobre ella, deliberan sobre ella y
se dicta sentencia.
Tiene mucha razón Daniel GONZÁLEZ ALVAREZ cuando señala que
la oralidad impone, inexorablemente, la concentración y la continuidad,
porque los debates prolongados conllevan el peligro de que se olvide lo
actuado, y no es lo mismo interpretar actas que incluso no transcriben
literalmente lo que han declarado los testigos o se puede llevar a diferen-
tes interpretaciones, lo que han declarado, los testigos o peritos, de donde
debe concluirse que la posibilidad de retener el contenido de la prueba
redebilita frente a la cantidad de intermedios e interrupciones, de ahí que
deba vincularse al tribunal y a los sujetos del proceso, en forma continua
e ininterrumpida(47,).
Julio B. J MAIER nos dice que la concentración de todos los actos
del debate en una audiencia continua, solo es posible de interrumpir para
atender al descanso diario o para que los intervinientes puedan atender
sus necesidades fisiológicas, reconoce también excepciones diversas, es
decir, causas de suspensión ( impedimento o enfermedad de alguno de los

(470) MIXÁN MASS, Florencio. Derecho Procesal Penal. Juicio Oral. p. 55.
(471) GONZÁLES ÁLVAREZ, Daniel. Ob. Cit. p. 12.

359
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

sujetos procesales, ampliación de la acusación, acto fuera de la audiencia,


incomparecencia del órgano de prueba), en estos se permiten sesionar la
audiencia del debate, por tiempo limitado, cuando la necesidad lo impone,
ya por efecto de la imposibilidad de asistir de alguno de los intervinientes
u órganos de prueba, ya para preparar convenientemente la defensa si su-
cede algún acontecimiento inesperado(472).
Se dispone la inmediación, concentración y continuidad del debate
para posibilitar que intervengan en la solución del conflicto todos aquellos
que posean un interés legítimo en ella, con el fin de que controlen y usen
los actos que dan fundamento a esa solución, de tal modo, esas reglas no
se justificarían si la base de la sentencia estuviera proporcionada por otros
actos, extraños al debate cumplido de esa forma.
EL NCPP 2004 entiende el principio de concentración y continuidad
como la realización de la audiencia oral se inicie y continué hasta su cul-
minación, a fin debitar dilaciones. Se pretende con ello que iniciada una
audiencia continué esta hasta el final de esta manera el juzgador solo vera
un caso penal con plenitud y lo resolverá en el tiempo estrictamente ne-
cesario, con ello se evitara las mini audiencias. Así nuestro nuevo código
establece que instalada la audiencia, ésta seguirá en sesiones continuas e
ininterrumpidas hasta su conclusión. Si no fuere posible realizar el debate
en un solo día, éste continuará durante los días consecutivos que fueran
necesarios hasta su conclusión. (Art. 360)
Solo se suspenderá en aquellos casos que breve la ley en ese sentido
regula la suspensión y la ininterrupción de la audiencia así pues la audien-
cia sólo podrá suspenderse:
a. Por razones de enfermedad del Juez, del Fiscal o del imputado o su
defensor;
b. Por razones de fuerza mayor o caso fortuito; y,
c. Cuando este Código lo disponga.
La suspensión del juicio oral no podrá exceder de ocho días hábiles.
Superado el impedimento, la audiencia continuará, previa citación por el
medio más rápido, al día siguiente, siempre que éste no dure más del plazo

(472) MAIER B. J. Julio. Publicidad y Oralidad del Juicio Penal, (en) RENGIFO MARÍN, Hilda Mary.
La Oralidad en el Proceso Penal. Editorial jurídica de Colombia. Medellín 2005. p. 45.

360
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

fijado inicialmente. Cuando la suspensión dure más de ese plazo, se produ-


cirá la interrupción del debate y se dejará sin efecto el juicio, sin perjuicio
de señalarse nueva fecha para su realización.
Si en la misma localidad se halla enfermo un testigo o un perito
cuyo examen se considera de trascendental importancia, el Juzgado puede
suspender la audiencia para constituirse en su domicilio o centro de sa-
lud, y examinarlo. A esta declaración concurrirán el Juzgado y las partes.
Las declaraciones, en esos casos, se tomarán literalmente, sin perjuicio de
filmarse o grabarse. De ser posible, el Juzgado utilizará el método de
videoconferencia.
Además se establece que entre sesiones, o durante el plazo de sus-
pensión, no podrán realizarse otros juicios, siempre que las características
de la nueva causa lo permitan.
Podemos concluir que la continuidad de las audiencias hace que el
tribunal tenga presente las circunstancias del caso a la hora de dictar sen-
tencia y no se dicte con elementos escritos realizados en audiencias dis-
continuas que finalmente pueden delegarse sino que se realice en un juicio
oral continuo, concentrado, oral, público y contradictorio pues es la mejor
manera de juzgar conductas humanas teniendo en cuenta siempre sus de-
rechos fundamentales.

4.2. Fase inicial


Es dirigido por el Juez o en su defecto un Tribunal, se encuentra
destinado a instalar la audiencia y a constatar la correcta constitución de la
relación jurídica procesal. Los Jueces operan como árbitros entre las partes
velando porque el juicio no se desnaturalice y sirva efectivamente como un
instrumento para probar alguna de las teorías del caso que se encuentran
en pugna. Además de ser los encargados de la conducción del debate, ten-
drán también bajo su responsabilidad la trascendental misión de resolver
en definitiva el asunto, que es el objeto del juicio. A nuestros Jueces no les
basta con preocuparse porque el examen de un testigo se lleve a cabo en
forma legítima, sino adicionalmente deberán extraer de dicho testimonio,
material útil para la formación de la convicción que ellos mismos deben
formarse sobre la responsabilidad del acusado.

361
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

Para que se dé por instalada la audiencia se requiere la presencia


obligatoria de: los miembros del órgano jurisdiccional, los representantes
del Ministerio Público, el acusado, su defensor. La presencia del acusado
es obligatoria. En nuestro ordenamiento jurídico el acusado debe estar pre-
sente durante todo el acto oral(473).

4.3. Fase probatoria


Esta es la fase donde se debe realizar todos los medios probatorios.
Aquí rige el principio de aportación de parte, excepcional mente y cuidando
de no reemplazar la actuación propia de las partes, el Juez puede disponer
la actuación de otros medios probatorios (prueba complementaria).
Se admitirán más pruebas cuando sean conducentes, útiles y perti-
nentes. No se prueban las máximas de la experiencia, leyes naturales, nor-
mas jurídicas internas, la cosa juzgada, etc. No se deberán admitir pruebas
que para su obtención hayan vulnerado derechos fundamentales. Dentro
de la actuación probatoria se debe seguir un orden el cual es: 1. Examen de
acusado; 2. Examen de testigo; 3. Examen de peritos; 4. Lectura de prueba
documental. En el examen de testigo no se admiten cualquier tipo de pre-
guntas, como las capciosas, repetitivas, ofensivas o que tengan respuestas
sugeridas. Es el juez o director de debates quien controla esta actividad,
las partes podrán objetar el ritmo de preguntas que se formulen y pedir la
reposición de lo decidido por el Juez al respecto. Acerca de los testigos de
referencia se debe precisar cómo obtuvo esa información y a partir de allí
valorar el testimonio. A los testigos no se les permite apreciaciones perso-
nales u opiniones, se deben limitar a narrar los hechos puestos en debate.
En cuanto a los peritos, ellos son profesionales y acuden a la audiencia del
juicio oral para exponer el contenido de su investigación y sobre todo dar
a conocer sus conclusiones en base a los estudios realizados. Les está
permitido consultar documentos, notas escritas y publicaciones durante su
interrogatorio. Es dable además el debate.

(473) Es interesante a! respecto lo dispuesto por la Ordenanza Procesal Penal Alemana (OPP), si
bien el Art. 230 de la OPP sanciona la obligación de asistencia del acusado, sin embargo en
su segundo párrafo, precisa que si el acusado no comparece o se ausenta a la prosecución
del un debate suspendido, este puede ser llevado en su ausencia hasta la terminación si ya
había prestado y el tribunal no estima necesaria su posterior presencia.

362
PARTE I: MANUAL DEL NUEVO PROCESO PENAL

Al igual que en la fase inicial, para que se dé por instalada la au-


diencia se requiere la presencia obligatoria de los miembros del órgano
jurisdiccional, los representantes del Ministerio Público, el acusado y su
defensor.

4.4. Fase decisoria


Comprende la discusión final o informe de las partes, esto es, la ex-
posición final del fiscal y los alegatos de los defensores del actor o parte
civil, del tercero civil y del imputado.
Los alegatos de clausura son expuestos también en esta fase; ellos
constituyen la última oportunidad de dirigirse al Tribunal; en esencia es
un ejercicio argumentativo, responde a la pregunta ¿por qué debe prevale-
cer mi caso?, el abogado sugiere qué conclusiones se deben extraer de lo
que ocurrió en el debate. Es en el alegato final que los abogados le darán
unidad y coherencia al relato que han venido construyendo y harán-su lec-
tura íntegra y de corrido por primera y única vez. Para que el alegato final
cumpla con efectividad su función argumentativa respecto de la prueba, se
requiere mucha claridad del litigante acerca de qué consiste el mismo así
como destrezas muy concretas.
Cerrado el debate, de inmediato los jueces pasan a deliberar en se-
creto. Las decisiones se toman por mayoría. En el caso que hubiera discre-
pancia sobre el monto de la pena o la reparación, se aplicará en el término
medio(474).
Para decidir sólo se tomarán en cuenta lo actuado durante la o las au-
diencias del juicio oral. Para apreciar las pruebas primero se las examinará
individualmente y luego conjuntamente con las demás. La valoración pro-
batoria respetará las reglas de la sana crítica especialmente conforme a los
principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos
científicos. En la sentencia, los magistrados se ocuparán de las cuestiones

(474) La deliberación y votación se referirá a: a) Las relativas a toda cuestión incidental que se
haya diferido para este momento; b) Las relativas a la existencia del hecho y sus circuns-
tancias; c) Las relativas a la responsabilidad del acusado, las circunstancias modificatorias
de la misma y su grado de participación en el hecho; d) La calificación legal del hecho
cometido; e) La individualización de la pena aplicable y, de ser el caso, de la medida de
seguridad que la sustituya o concurra con ella; f) La reparación civil y consecuencias
accesorias; y, g) Cuando corresponda, lo relativo a las costas.

363
JOSÉ ANTONIO NEYRA FLORES

incidentales diferidas; de la existencia del hecho y sus circunstancias, la


responsabilidad der acusado y el grado de participación en el hecho, la
calificación legal de éste, la individualización de la pena, reparación civil,
consecuencias accesorias y costos.

364

S-ar putea să vă placă și